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Historia Paris Paris
Historia Paris Paris
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Las muy ricas horas del Duque de Berry (siglo xv). La escena tiene lugar a orillas
del río Sena, en un campo ubicado en el sitio de la residencia parisina del duque.
Al otro lado del río se extiende el Palacio de la Cité.
La historia de París está ligada a la conjunción de varios factores geográficos y
políticos. Esta ciudad nunca ha sido declarada capital oficialmente,1 sin embargo
lo es de facto desde que la monarquía la eligió como lugar de residencia, por lo
que paulatinamente fue aglutinando instituciones administrativas y gubernamentales.
A partir del siglo xiii, París se convirtió en el centro político del reino,
gracias a la presencia permanente de los monarcas de Francia, hasta que Luis XIV
trasladó su residencia a Versalles en el siglo xvii.1
Índice
1 Etimología
2 Prehistoria
3 Edad Antigua
4 Edad Media
5 Edad Moderna
6 Edad Contemporánea
6.1 Revolución francesa
6.2 Primer Imperio
6.3 La Restauración y la Monarquía de Julio
6.4 Segundo Imperio
6.5 De la Belle Époque a la Primera Guerra Mundial
6.6 El período de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial
6.7 Desde 1946
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Etimología
Estos párrafos son un extracto de París § Etimología[editar]
Su nombre proviene del pueblo galo de los parisios (en latín, Parisii). La palabra
«París» deriva del latín Civitas Parisiorium (‘la ciudad de los parisi’),
designación que predominó sobre Lutecia (cuyo nombre completo era Lutetia Parisii).
No se conoce con certeza el origen del nombre de los parisii.
Jacques-Antoine Dulaure dio una explicación posible al origen del nombre de los
parisii, asociándolo a la diosa egipcia Isis, a causa del descubrimiento de una
estatua de la diosa encontrada en la abadía de Saint-Germain-des-Prés.4 Esta
estatua era delgada, alta, erguida, negra, casi desnuda, vestida con ropa adornada
en pliegues alrededor de sus extremidades y se encontraba situada en la pared del
lado norte, donde se encontraba el crucifijo de la iglesia: se la llamaba el ídolo
de Saint-Germain-des-Prés.5
El escritor François Maspero afirma que el culto a Isis estaba muy extendido en
Francia, especialmente en la cuenca de París. Por todas partes existían templos de
Isis según la terminología occidental, pero sería más exacto decir de la «Casa de
Isis» porque dichos templos fueron llamados en egipcio Per o Par, palabra que en
egipcio antiguo significa exactamente 'el recinto que rodea la casa'. París sería
el resultado de la yuxtaposición de Per/Par-Isis, palabra que designa las ciudades
de Egipto.67
Prehistoria
Edad Antigua
Se cree que un asentamiento en el sitio actual de París, fue fundado alrededor de
250 a.C. por una tribu celta llamada Parisios, que estableció un pueblo de
pescadores cerca del río Sena. La Île de la Cité tradicionalmente se asumía que era
la ubicación de este asentamiento, pero esta teoría ha sido recientemente puesta en
duda. Recientes hallazgos arqueológicos indican que en la región de París el mayor
asentamiento prerromano puede haber sido en el suburbio actual de Nanterre.8 En el
siglo I a.C. el pueblo celta de los parisios (Parisii), fortificó la isla de la
Cité, que constituye el corazón de la ciudad.
En el año 52 a. C. los romanos fundaron una ciudad en el mismo sitio donde los
parisinos tuvieron su aldea y expandiéndola a ambas márgenes del río Sena la
llamaron Lutecia, que hoy es París, nombre que toma de los primitivos pobladores
celtas.
Mientras Julio César estaba ocupado en Gergovia con seis legiones, su lugarteniente
Labieno fue enviado con otras 4 a someter a los parisios y senones.9 Tras tomar el
oppidum de Metiosedum o Melodunum (actual Melun), los romanos cruzaron el río
Sena10 pero amenazados por un gran ejército de belovacos deciden volver a
traspasarlo para reunirse con su comandante en Agedincum pero los galos bloquearon
su camino para impedirle retroceder.11 Labieno deja cinco cohortes defendiendo el
campamento mientras con tres legiones cruza el río en canoas de noche.12
Labieno tomó por sorpresa a los exploradores enemigos. Camulógeno reunió a sus
fuerzas, envió una pequeña parte a Metiosedum y con el resto salió a enfrentar a
los romanos.13 En el combate decisivo las primeras filas galas son destrozadas por
los pilum romanos pero finalmente logran plantar cara a la Legio VII (ala derecha)
y legio XII (izquierda). La lucha era incierta hasta que los tribunos militares de
la VII lograron atacar por la retaguardia a los galos de su sector para
masacrarlos. Entonces la reserva enemiga intervino, tomó una colina pero fue
demasiado tarde y fue incapaz de retenerla cuando los romanos cargaron en su contra
y se retiró. Labieno envió a sus jinetes a perseguir sin piedad a los fugitivos y
volvió a Agedincum para unirse a César con todas sus fuerzas.14
Lutecia
Lutecia fue rebautizada como París en el año 360,15 tomando su nombre del pueblo
galo de los parisios. El nombre ya había sido usado durante siglos como un adjetivo
("Parisiacus"). La leyenda de la ciudad bretona de Ys sugiere un origen diferente
pero menos probable.
Después París se vio amenazada por la invasión de los francos, desde el Sena,
rodearon las murallas de París construida por los romanos, asolada por una gran
hambruna y carestía por la escasez de alimentos, las malas cosechas y la pobreza
del pueblo. Mucha gente se moría de hambre en las calles. Genoveva reunió entonces
a los hombres más fuertes y capaces de la ciudad, hizo construir varias barcas de
transporte y partió con los hombres río arriba, buscando víveres. Poco después
regresaron con las barcas llenas de los alimentos que habían recolectado, y
Genoveva encabezó la repartición de alimentos que salvaron a gran parte de la
población de París. Chilperico, rey de los francos, aprovechando la ausencia de
Genoveva, se apoderó de la ciudad, al saber de su regreso ordenó cerrar las
murallas. Al saber la pastora respecto a la condena de muerte de algunos ciudadanos
entró sin ser reconocida durante una orgía de los francos e imploró la amnistía de
los indefensos. El líder franco se doblegó ante la influencia de la doncella,
liberó a los prisioneros y perdonó a París. Por estos hechos, así como por los
ocurridos durante la amenaza de Atila, Santa Genoveva fue posteriormente declarada
patrona de París.
Edad Media
Las razones por las cuales se escogió París, parecen ser simplemente estratégicas,
ya que la ciudad había sido una ciudad-guarnición y residencia imperial al final
del Imperio. Aunque el hecho de que París fuera la capital era solo simbólico, ya
que el reino franco no tenía administración y los reyes francos que sucedieron a
Clodoveo no le dieron importancia al hecho de ser propietarios de la ciudad.
Bajo el reino de Clodoveo en todo caso, e igualmente durante todo el período en que
los merovingios tuvieron el poder, la ciudad no tuvo cambios mayores, el patrimonio
antiguo de la villa fue conservado y hasta en ocasiones renovado. Solamente algunos
edificios religiosos donados por la familia real y la aristocracia fueron
construidos, transformando un poco el paisaje urbano.
Invasiones vikingas
En el siglo IX los vikingos toman la ciudad (la asediaron infructuosamente en los
años 885-886) y después Hugo Capeto se establece en ella, reformándola
radicalmente.
Felipe II Augusto, levantó una muralla defensiva a ambos lados del río.
París estaba dividida por el río Sena en tres secciones: “la cité” (en la Île de la
Cité), “la ville”, en el norte, donde se encontraban el ayuntamiento y los
edificios destinados a actividades mercantiles y “la université”, al sur, donde
estaba la universidad. Estos sectores de la ciudad estaban unidos por tres puentes:
el Petit Pont (que unía “la universite” con la isla); su prolongación hacia la otra
orilla: el Pont Notre Dame, y por último el Pont au Change únicamente en el lado
norte.
La muralla del Louvre. La ciudad fue escenario de la Guerra de los Cien Años, donde
es ocupada dos veces por los ingleses y la corte se traslada a las castillos del
Loira.
Estos párrafos son un extracto de Étienne Marcel[editar]
Étienne Marcel (1302/1020 - 31 de julio de 1358; París) fue preboste de los
mercaderes de París durante el reinado de Juan II. Encabezó el movimiento
reformista que trató de instaurar una monarquía controlada21 en 1357, oponiéndose
al poder real del delfín Carlos. Representante del tercer estado, desempeñó un rol
determinante en el desarrollo de los Estados Generales de Francia que se celebraron
durante la guerra de los Cien Años: los de 1355, destinados a controlar los
impuestos; los de 1356, que aprobaron la recaudación de nuevos tributos; y los de
1357, que debían sancionar el rescate del rey Juan.
Pont Notre-Dame.
En el inicio de este periodo la ciudad es centro de importantes transformaciones
socio-culturales. En 1527 Francisco I traslada de nuevo la corte a París,
específicamente al castillo del Louvre que es reconstruido. Personajes centrales de
esta etapa son Enrique IV y Catalina de Médicis, quien manda a construir el Palacio
de las Tullerías. La ciudad sería un importante centro gótico y renacentista y su
población en 1500 era de 185 000 habitantes, la segunda de Europa tras
Constantinopla. Durante esta etapa se realiza mucho trabajo urbanístico; lo más
destacado es la creación de “plazas reales” con distintas formas. Estas plazas
están rodeadas de viviendas, con la estatua de un rey en el centro y tenían el
objetivo de reactivar distintas partes de la ciudad o articular calles. Algunos
ejemplos son la Place Dauphine y la Place des Vosges. También se comenzó muy
tímidamente con la organización de la ciudad mediante el trazado de algunos
bulevares.
En París fueron asesinadas entre 1100 y 1400 personas, lo que supuso la mitad de la
población reclusa. Aunque el objetivo de los asaltantes eran los
«contrarrevolucionarios» tres cuartas partes de las víctimas fueron prisioneros de
derecho común, lo que ha planteado serios interrogantes a los historiadores.
Véanse también: Comuna de París (Revolución francesa), Fiesta de la Federación y
Masacre del Campo de Marte.
Primer Imperio
Napoleón I se proclamó emperador de los franceses en 1804 en la Catedral Notre Dame
de París. El 12 de julio de 1806 se reunieron en París dieciséis príncipes alemanes
y firmaron el acta que oficializaba la confederación del Rin, en la que ponían fin
a su conexión con el Sacro Imperio Romano y concretaban la alianza con el Imperio
Francés.
Según avanzaba el reinado de Carlos X, el pueblo veía cada vez más improbable que
se aprobaran unas necesarias reformas políticas (como la ampliación del voto
censitario en el que solo podían votar las personas con un determinado nivel de
ingresos, y que la Paridad en la Cámara Alta dejara de ser hereditaria) y que se
garantizaran los derechos civiles (como la libertad de expresión y de prensa, y la
supresión de la censura).
El proyecto cubrió todos los dominios del urbanismo, tanto en el corazón de París,
como en los barrios periféricos: calles y bulevares, reglamentación de las
fachadas, espacios verdes, mobiliario urbano, redes de alcantarillado y
abastecimiento de agua, equipamientos y monumentos públicos.
Fuertemente criticada por algunos de sus contemporáneos por su enorme costo y por
haber reducido la mezcla social, olvidada durante una parte del siglo XX y después
rehabilitada por el descrédito del urbanismo de la posguerra, esos trabajos
condicionaron para siempre el uso diario de la ciudad por sus habitantes. Sentaron
el fundamento de la imagen popular de la capital francesa en el mundo,
superponiendo al Viejo París y a sus callejas pintorescas un París moderno hecho de
anchos bulevares y plazas despejadas.
Sitio de París (1870-1871)
Las exposiciones universales realizadas en París en los años 1889 y 1900 son los
símbolos de la Belle Époque, por su insistencia en la promoción del progreso
científico y por atraer la atención a nivel realmente mundial. Tales exhibiciones
servían igualmente para resaltar ante un público mundial la fe en la ciencia y la
tecnología, exaltando la capacidad del individuo para dominar y vencer los
obstáculos que le planteaba la naturaleza. Si bien tales ideas databan de la época
de la Ilustración, ahora eran difundidas, entendidas y aceptadas como válidas por
grandes masas humanas y no solo por una élite intelectual.
Véase también: Inundación de París de 1910
El período de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial
Histórica y simbólica fotografía de Adolf Hitler junto a Albert Speer y Arno Breker
en junio de 1940, al comienzo de la ocupación alemana de Francia.
Los bulevares de los Mariscales ocupan el trazado del antiguo corredor militar (en
francés, denominado rue Militaire) que discurría paralelo a la muralla y baluartes
defensivos de Thiers, construidos en 1840. La ampliación de París en 1860 mediante
la anexión de municipios vecinos extendió la ciudad justamente hasta estos muros,
que con su gran glacis marcaba una profunda ruptura en el tejido urbano. En la
década de 1920 , el desmantelamiento de esta infraestructura militar permitió crear
un conjunto de bulevares que rodeaban la ciudad, de la misma manera que la
destrucción del muro de Luis XIII había dado lugar al final del siglo XVII a los
Grandes Bulevares (en fr. Grands Boulevards) de la ribera derecha del Sena.
En 1940 la ciudad se vio conquistada por el ejército alemán de Hitler en el marco
de la Segunda Guerra Mundial. París estuvo administrada por las fuerzas de
ocupación, que la abandonaron después de cuatro años, sin causarle destrozos de
consideración, en comparación con los daños sufridos por otras ciudades europeas en
esta guerra.