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I. HISTORIA:
En ese mismo año (1970) también se introdujeron los denominados antidepresivos atípicos,
heterocíclicos o de segunda generación; la carbamazepina y el ácido valproico van ganando
interés como alternativas al litio; aunque con eficacia algo inferior, pero mucha mejor
tolerancia. Finalmente, desde finales de la década de 1980, la incorporación al arsenal
terapéutico antidepresivo de una serie de nuevas familias de fármacos, con unas
propiedades farmacodinámicas altamente selectivas, supuso otra nueva revolución en el
tratamiento de los trastornos afectivos: inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina (ISRS), inhibidores selectivos y reversibles de la monoaminooxidasa (RIMA),
antidepresivos noradrenérgicos y serotoninérgicos específicos (NaSSA), inhibidores de la
recaptación de serotonina y noradrenalina (IRNS) y agentes que combinan la inhibición de
la recaptación de serotonina con el bloqueo de los receptores postsinapticos 5-HT2
(nafazodona).
Actualmente, siglo XXI, fármacos estabilizadores del estado de ánimo como: valproato,
solo fue aprobado para el tratamiento de la manía aguda (FDA-1995); la carbamazepina, no
fue aprobada para la terapéutica del trastorno bipolar, sin embargo, gracias a la gran
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cantidad de trabajos científicos, sus resultados demuestran su eficacia como antimaníaco,
por esto, es postulada como una alternativa potencial, especialmente cuando no hay
respuesta a la farmacoterapia con litio o con valproato.
II. DEFINICIÓN
El tipo de medicamentos conocido como “estabilizadores del ánimo” es un grupo
diverso de fármacos con teorizaciones diferentes sobre sus mecanismos de acción y
efectos. La categoría de estabilizador del ánimo es en sí misma una clasificación
discutida que no posee una definición unificada, a grandes rasgos se podría decir que
los estabilizadores del estado de ánimo actúan sobre el cerebro para ayudar con las
emociones y los problemas anímicos; y son indicados para pacientes con episodios
maniacos, fase maniaca en el trastorno bipolar, trastorno depresivo recurrente,
trastorno esquizoafectivo, entre otros.
El litio es el fármaco de este tipo que lleva más tiempo prescribiéndose en el
tratamiento de las manías y como estabilizador del ánimo en los trastornos bipolares,
siendo este capaz de prevenir nueva fases maniacas y depresivas en los trastornos
bipolares, encontrándose también resultados positivos en los trastornos depresivos
recurrentes. Y en los que la utilización del litio no lograba una prevención completa
favoreció el comienzo del empleo de fármacos anticonvulsionantes administrados o
bien solos o acompañados con litio. Para luego empezar a usar también en
combinación con los anteriores los bloqueantes de los canales del calcio.
Formándose así tres grandes grupos de estabilizadores del estado de ánimo:
a. LITIO
Recomendado como primera elección con multiples acciones cobre el sistema
nervioso central, pero cuya especificidad como estabilizador parece estar ligada
a su acción con el sistema del segundo mensajero.
b. ANTICONVULSIONANTES
Cuya acción está asociada a sus efectos estabilizadores sobre
neurotransmisores inhibidores (GABA) o excitadores (aspartato y glutamato).
El litio es un ion monovalente del Grupo 1 A, cuyo mecanismo de acción no está claro.
Se caracteriza por tener una ventana terapéutica estrecha, es decir poco margen entre los
niveles terapéuticos mínimos y los niveles tóxicos. Por tal razón su uso debe ser
monitoreado con dosajes periódicos en sangre, litemias. El margen estipulado está entre
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0.60 y 1.20 miliequivalentes (o milimoles) por litro. Son candidatos para su mecanismo
de acción diversos sitios de transducción de señal localizados más allá de los receptores
de los neurotramisores. Esto incluye segundos mensajeros, como el sistema de fosfatidil
inositol, donde el litio inhibe a la enzima inositol monofosfatasa; modulación de las
proteínas G; y, más recientemente regulación de la expresión de genes que codifican
factores de crecimiento e intervienen en los procesos de plasticidad neuronal,
incluyendo la interacción con cascadas de transducción mediante la inhibición del
glucógeno sintasa quinasa 3 (GSK3) y la proteína quinasa C.
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Diversos factores han llevado a un desafortunado declive en el uso de litio en los
últimos años, incluyendo la introducción de numerosas opciones de tratamiento en el
arsenal terapéutico para el trastorno bipolar. El uso moderno del litio a manos de
expertos parte de un uso clásico como monoterapia a altas dosis para manía eufórica,
siendo hoy utilizado como un elemento más dentro de una cartera de tratamientos.
a) Farmacocinética:
b) Indicaciones:
Manía e hipomanía: El litio es la droga de primera elección en el tratamiento de la
fase maniaca o hipomaníaca del trastorno bipolar. Parece ser menos efectivo en los
episodios mixtos y en las manías disfóricas.
Episodio depresivo mayor: En el episodio depresivo del paciente bipolar el uso
exclusivo del litio puede ser efectivo en algunos casos. En la mayoría es necesario
agregar un antidepresivo. Los tricíclicos tienen una mayor posibilidad de precipitar
manía o ciclaje rápido y por eso es preferible usar los inhibidores selectivos de la
serotonina, o los inhibidores de la monoaminooxidasa. También está indicado el
litio como un reforzador de los antidepresivos en los pacientes unipolares que no
responden a los antidepresivos.
Profilaxis del trastorno bipolar: Está claramente establecido que el litio dismiuye
las recaídas tanto maniacas como depresivas del trastorno bipolar. Sin embargo
estudios recientes indican que la efectividad no es tan alta (de 40 - 60 %). Una
posible explicación es que actualmente se usa en trastornos menos típicos. A pesar
de ellos, el litio sigue siendo el fármaco de primera elección en el tratamiento
preventivo de los bipolares. Y es más efectivo en la prevención de los episodios
maniacos que de los depresivos.
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Ciclotimia: El litio debe ser utilizado en las ciclotimias más severa, con
marcado menoscabo psicosocial. Su efectividad esta menos bien demostrada.
Trastorno esquizoafectivo: En el trastorno esquizoafectivo subtipo maniaco el
litio es también efectivo. Menos clara es la evidencia de efectividad en el
subtipo depresivo.
Otros: El litio ha sido utilizado con alguna efectividad en pacientes con
descrontrol de impulsos (violencia episódica, personaldad limítrofe, niños con
trastornos de conducta agresiva), bulimia nerviosa, alcoholismo.
c) Efectos adversos:
Sistema Renal.- Un efecto adverso muy frecuente es el síndrome de poliuria
(excreción muy abundante de orina) /polidipsia (necesidad exagerada y urgente
de beber). Asimismo, se ha reportado en un 10% de los pacientes en tratamiento
crónico con litio cambios morfológicos menores, como atrofia tubular, fibrosis
intersticial y glomérulo esclerosis, aunque existen dudas sobre su real
causalidad. La función renal debe monitorearse antes de iniciar el tratamiento
con litio y cada 12 meses. Está contraindicado en la insuficiencia renal aguda
por ello se debe administrar con suma precaución en la insuficiencia renal
crónica.
Gastrointestinal.- Nauseas, dolor abdominal, vómitos y diarrea son frecuentes
al inicio del tratamiento. Se alivian administrándolo con las comidas o
dividiendo las tomas. Si aparece de manera tardía se debe descartar toxicidad,
que en opciones se anuncia por diarrea y temblores.
Cardiovascular.- Puede producir cambios electrocardiográficos sin
significación clínica (inversión o aplanamiento de la onda T, bloqueos AV de
primer grado). Está contraindicada en la enfermedad del nódulo sinusal y en la
insuficiencia cardiaca congestiva inestable. En pacientes con cardiopatías
previas y en mayores de 40 años se realiza un ECG previo al inicio del
tratamiento.
Sistema endocrino.- Deprime la función tiroidea por diferentes mecanismos,
puede producir disminución de las hormonas circulantes y aumento de la TSH.
No se considera una contraindicación, aunque la función tiroidea deberá
controlarse de manera mucho más frecuente.
Dermatológicos.- Puede desencadenas o agravar la psoriasis y el acné.
Neurológicos.- Son dependiente de la dosis. Un temblor fino distal es común
con litemias dentro del rango terapéutico. Puede mejorar con el paso del tiempo
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o con el agregado de betabloqueantes. En dosis tóxicas el temblor se hace grueso
y generalizado, aparecen fasciculaciones, disartria, ataxia, síntomas
extrapiramidales y alteraciones del sensorio.
Otros.- Es frecuente el aumento de peso, el edema de miembros inferioes y las
quejas de disminución en el rendimiento intelectual. Asimismo, puede
observarse una leucositosis con neutrofilia y linfopenia de características
benignas.
Intoxicación.- El litio tiene un índice terapéutico/tóxico muy estrecho, por ello
niveles séricos un poco por encima de los terapéuticos pueden producir
intoxicación. Los síntomas tóxicos iniciales y en grado leve son dolor
abdominal, nauseas, diarrea, mareo, ataxia leve y disartria, luego empeorando
con deterioro sensorio y en u forma grave se agrega flaccidez o irritabilidad
neuromuscular, coreoatetosis, convulsiones, estupor y coma. La muerte puede
sobrevenir por arritmias, complicaciones respiratorias e insuficiencia renal.
Pueden quedar secuelas renales y neurológicas irreversibles como fallas
cognitivas y ataxia.
d) Modo de empleo:
Antes del tratamiento se solicita hemograma completo, creatininemia y perfil
tiroideo; ECG si el paciente es mayor a 40 años o hay antecedentes de
cardiopatías. Los controles se repiten cada 6 a 12 meses. Se comienza con 300
mg dos veces al día y luego de 5 a 7 días se realiza la primera litemia. Según su
resultado se calcula de manera proporcional la dosis necesaria para obtener la
litemia buscada. La suspensión brusca del tratamiento aumenta el riesgo de
recaídas (efecto rebote) en los meses siguientes, por lo que esta debe ser muy
lenta.
e) Efectividad:
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2. ANTICONVULSIVANTES:
1) Ácido valproico
Efectos adversos: aumento de apetito y del peso Sedación, disartria, cefaleas, mareos,
temblor, ataxia, dolor abdominal, lesión hepática, alteraciones menstruales.
2) Lamotrigina
Farmacodinamia:
Es un bloqueante de los canales de sodio que produce un bloqueo de la descarga
repetitiva neuronal sostenida. Además, inhibe la liberación de glutamato. Es un
inhibidor débil de la dihidrofolato rectasa, por lo que existe la posibilidad de que
interfiriera en el metabolismo del folato durante la terapia; sin embargo, los estudios
clínicos indicaron que no indujo cambios en la concentración de hemoglobina, en el
volumen corpuscular medio y en la concentración de folato de los glóbulos rojos o el
suero en 1 a 5 años de tratamiento.
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Farmacocinética:
Se absorbe rápida y completamente en el intestino; en presencia de alimentos el grado
de absorción no se modifica, aunque se retrasa el tiempo de máxima concentración en la
sangre. Su unión a las proteínas plasmáticas es de aproximadamente 55%. Su
biotransformación consiste principalmente en la conjugación con glucuronidación
hepática y ulterior eliminación por vía renal y en menor medida por las heces. No afecta
la farmacocinética de otros medicamentos antiepilépticos ni la de fármacos
metabolizados por las enzimas del citocromo en el hígado. Su vida media es más corta
en niños que en adultos, dato importante para la dosificación en estos pacientes.
3) Carbamazepina
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Farmacocinética: Su absorción lenta. Después de una dosis oral de 400 mg las
concentraciones plasmáticas máximas de 4.5- 12 mg/mil se alcanzan entre las 4 y 5
horas. La biodisponibilidad de la carbamazepina es del orden del 85%. La ingesta de
comida no tiene influencia significativa en la tasa y extensión de la absorción del
fármaco.La carbamazepina atraviesa la barrera hematoencefálica, y se encuentra
presente en cantidades significativas en el líquido cefalorraquídeo, bilis, fluidos
duodenales y saliva. También es capaz de atravesar la barrera Placentaria,
acumulándose en el feto. La carbamazepina se excreta en la leche materna alcanzándose
unos niveles del 60% de los niveles maternos. La vida media de eliminación de la
carbamazepina inalterada es de 36 horas después de una dosis oral y de16-24 horas
después de dosis repetidas. La vida media de eliminación del plasma es de
aproximadamente 6 horas. Es excretado en la orina y el 28% en las heces. Debido a una
mayor eliminación de la carbamazepina en los niños pueden requerir de dosis más altas
de carbamazepina (en mg/kg) que los adultos. Entre sus efectos secundarios dosis
dependiente se encuentran la sedación, visión doble (diplopía), ataxia y mareos. Una
ventaja importante es que la carbamazepina no causa aumento de peso apreciable en la
mayoría de los pacientes, a diferencia de litio y el valproato.
4) Oxcarbacepina
Efectos adversos: mareo, somnolencia (niños 40%), diplopía, astenia, náuseas, vómitos,
ataxia y alteraciones de la marcha (niños 24%), dolor abdominal, dispepsia, alteraciones
cognitivas (niños: 6%; manifestado en forma de retraso psicomotor, dificultad para
concentrarse, alteraciones en el lenguaje).
Topiramato
Hay datos que sugieren que podría ejercer cierta acción profiláctica y ayudar a controlar
el peso de los pacientes que reciben concomitantemente antipsicóticos atípicos. Su uso
se está focalizando fundamentalmente en pacientes con sobrepeso o con trastornos de la
conducta alimentaria comórbidos como la bulimia o el trastorno por atracón.
El tratamiento se debe iniciar con dosis bajas 50 mg por una semana, incremento
semanal de 50 a 100 mg, dos tomas al día, la dosis efectiva 200 mg/día, dosis diaria
habitual 200 a 400 mg repartidos en dos dosis. El retiro debe ser gradual, 100
mg/día/semana.
Gabapentina
La gabapentina se sintetizó como un análogo del GABA (ácido gamma amino butírico).
Los estudios más recientes sugieren que esta sustancia promueve la liberación de
GABA de las neuronas y tejido glial mediante una inversión del transportador del
GABA, y por tanto incrementa la concentración extracelular del GABA. Este efecto
sobre el GABA explicaría su uso potencial en los trastornos neuropsiquiátricos, además
de influir en la síntesis de glutamato e inhibe su liberación.
Los estabilizadores del estado de ánimo como Gabapentina tienen un inicio de acción
que puede considerarse lento, entre 10 y 14 días. La forma de administración
recomendada es dos o tres veces al día. Se comienza con 300 mg al día y la dosis se va
aumentando a razón de 300 mg cada tres días hasta llegar a la dosis habitual de 900 mg
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al día, con una dosis máxima de 3600 mg al día. Es preciso ajustar la dosis en pacientes
con compromiso renal.
Efectos adversos: Entre sus principales efectos adversos destacan la sedación, la ataxia,
el vértigo y las molestias gastrointestinales. Otros efectos adversos menos frecuentes
son: Cefalea, aumento de peso, nistagmos, diplopía y temblor. Estos efectos secundarios
aparecen al principio y en muchos casos son transitorios.
Pregabalina
El tratamiento con pregabalina se puede iniciar con una dosis de 150 mg al día. En
función de la respuesta y tolerabilidad individual de cada paciente, la dosis se puede
incrementar a 300 mg al día después de una semana. No se metaboliza ni se une a las
proteínas plasmáticas, lo que unido a la no metabolización a nivel hepático, presenta la
posibilidad que no va a tener interacciones farmacocinéticas con otros fármacos.
Las reacciones adversas más frecuentes son: Mareos y somnolencia. También se han
descrito visión borrosa, fatiga, aumento de peso, sequedad de boca, constipación,
vómitos, dolor de cabeza, alteraciones del equilibrio y edema periférico.
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diarrea). Reducir la dosis gradualmente durante al menos una semana o reducir un 25%
de la dosis semanalmente.
Antipsicóticos atípicos
Olanzapina
La absorción de Olanzapina vía oral no está influenciada por los alimentos, antiácidos o
cimetidina. A pesar de una buena absorción, el 40% del fármaco absorbida es
metabolizado antes de alcanzar la circulación sistémica. Su distribución es
extensamente en el organismo con un volumen de distribución de aproximadamente
1000 L. Su unión a proteínas plasmáticas es alta (aproximadamente 93%),
principalmente a albúmina y α1- acido glicoproteína, además se metaboliza en el hígado
por glucuronización directa y se elimina via renal.
Los efectos adversos más destacables son: Marcha irregular, ambliopía, astenia,
constipación, somnolencia, mareos, sequedad de boca, dispepsia, dolor de cabeza,
ganancia de peso, hipotensión ortostática, rinitis, dificultad en el habla y temblores.
Quetiapina
Quetiapina es un anti psicótico de segunda generación caracterizado por una tasa alta de
antagonismo 5 HT2a:D2 y una disociación rápida del receptor de dopamina. Además,
su metabolito principal, norquetiapina, es un inhibidor del transportador de recaptura de
noradrenalina. Aunque inicialmente fue introducido para el tratamiento de la
esquizofrenia, posteriormente estudios fase III arrojaron resultados positivos en cuanto a
su eficacia para el tratamiento del trastorno bipolar, incluyendo monoterapia o terapia
adjunta en episodios de manía, mixtos o depresivo.
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Farmacodinamia: La razón de los efectos como estabilizador del ánimo de quetiapina es
desconocida. Este agente tiene una moderada afinidad por los receptores D1, D2, 5-
HT1A y 5-HT2A, así como una afinidad de moderada a alta por los receptores
adrenérgicos. Tiene una alta tasa de antagonismo 5-HT2A:D2.
Ziprasidona
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Asenapina
Farmacocinética: Tiene una alta unión a proteínas plasmáticas (95%), como la albúmina
y la α1-glicoproteína ácida. Se metaboliza ampliamente en el hígado.
Lurasidona:
La lurasidona fue aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados
Unidos en octubre 2010 para el tratamiento de la esquizofrenia en adultos y en julio
2013 para el tratamiento de la depresión bipolar tipo I como monoterapia o combinada
con litio o valproato.
Farmacocinética:
Mecanismo de acción:
Reacciones adversas:
Aripiprazol:
Farmacocinética
ARI posee una biodisponibilidad de 87% tras administración oral. El pico plasmático se
alcanza a las 3-5 horas de tomar la dosis. Se une a proteínas plasmáticas en más de un
99%, sobre todo a albúmina. ARI se metaboliza extensamente en el hígado por
deshidrogenación, hidroxilación y N-dealquilación, catalizadas a través de los enzimas
CYP3A4 y CYP2D6. Dehidro-aripiprazol es el principal metabolito activo. La semivida
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de eliminación es de aproximadamente 75 horas para metabolizadores rápidos del
CYP2D6 y de 146 horas para metabolizadores lentos. Se elimina aproximadamente un
27% por orina y un 60% en heces.
Efectos adversos:
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