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FÁRMACOS ESTABILIZADORES DEL ESTADO DE ANIMO

I. HISTORIA:

A lo largo de la historia de la psicofarmacología se ha observado que muchos de sus


descubrimientos no obedecen a un desarrollo lógico, puesto que la etiología de muchos
trastornos psíquicos aún sigue sin conocerse.

Centrándonos en la historia de los primeros antidepresivos se encuentra que las primeras


herramientas farmacológicas empleadas en el manejo de los trastornos del humor eran muy
reducidas. El primer fármaco descrito para el tratamiento del trastorno bipolar fue el litio,
que ya era utilizado desde el siglo XVII como un producto medicinal para el tratamiento de
diferentes cuadros. La primera referencia al litio aparece en los manuscritos de Sorasmus
de Efeso (100 a.C.), donde se recoge el hecho de que ciertas aguas alcalinas eran
beneficiosas para el tratamiento de determinadas enfermedades, entre ellas, la manía. El
litio fue aislado en 1817 por los suecos Arwedson y Barcelius, a partir de un mineral
conocido como petalita. Su incorporación a la terapéutica se produjo a mediados del siglo
XIX, cuando comenzó a utilizarse en el tratamiento de distintas patologías, tanto de tipo
orgánico (gota y cáncer) como neurológico (epilepsia). Sin embargo, su aplicación en el
tratamiento de los trastornos afectivos no se llevó a cabo hasta el año 1949 gracias al
médico australiano, John Cade, quien refirió las propiedades del litio para el tratamiento de
la manía aguda. Es así como en el año 1970 la FDA aprobó su indicación como
antimaníaco, y en 1974 como estabilizador del humor o del estado de ánimo para la
profilaxis del trastorno bipolar (1, 2, 3).

En ese mismo año (1970) también se introdujeron los denominados antidepresivos atípicos,
heterocíclicos o de segunda generación; la carbamazepina y el ácido valproico van ganando
interés como alternativas al litio; aunque con eficacia algo inferior, pero mucha mejor
tolerancia. Finalmente, desde finales de la década de 1980, la incorporación al arsenal
terapéutico antidepresivo de una serie de nuevas familias de fármacos, con unas
propiedades farmacodinámicas altamente selectivas, supuso otra nueva revolución en el
tratamiento de los trastornos afectivos: inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina (ISRS), inhibidores selectivos y reversibles de la monoaminooxidasa (RIMA),
antidepresivos noradrenérgicos y serotoninérgicos específicos (NaSSA), inhibidores de la
recaptación de serotonina y noradrenalina (IRNS) y agentes que combinan la inhibición de
la recaptación de serotonina con el bloqueo de los receptores postsinapticos 5-HT2
(nafazodona).
Actualmente, siglo XXI, fármacos estabilizadores del estado de ánimo como: valproato,
solo fue aprobado para el tratamiento de la manía aguda (FDA-1995); la carbamazepina, no
fue aprobada para la terapéutica del trastorno bipolar, sin embargo, gracias a la gran

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cantidad de trabajos científicos, sus resultados demuestran su eficacia como antimaníaco,
por esto, es postulada como una alternativa potencial, especialmente cuando no hay
respuesta a la farmacoterapia con litio o con valproato.

II. DEFINICIÓN
El tipo de medicamentos conocido como “estabilizadores del ánimo” es un grupo
diverso de fármacos con teorizaciones diferentes sobre sus mecanismos de acción y
efectos. La categoría de estabilizador del ánimo es en sí misma una clasificación
discutida que no posee una definición unificada, a grandes rasgos se podría decir que
los estabilizadores del estado de ánimo actúan sobre el cerebro para ayudar con las
emociones y los problemas anímicos; y son indicados para pacientes con episodios
maniacos, fase maniaca en el trastorno bipolar, trastorno depresivo recurrente,
trastorno esquizoafectivo, entre otros.
El litio es el fármaco de este tipo que lleva más tiempo prescribiéndose en el
tratamiento de las manías y como estabilizador del ánimo en los trastornos bipolares,
siendo este capaz de prevenir nueva fases maniacas y depresivas en los trastornos
bipolares, encontrándose también resultados positivos en los trastornos depresivos
recurrentes. Y en los que la utilización del litio no lograba una prevención completa
favoreció el comienzo del empleo de fármacos anticonvulsionantes administrados o
bien solos o acompañados con litio. Para luego empezar a usar también en
combinación con los anteriores los bloqueantes de los canales del calcio.
Formándose así tres grandes grupos de estabilizadores del estado de ánimo:
a. LITIO
Recomendado como primera elección con multiples acciones cobre el sistema
nervioso central, pero cuya especificidad como estabilizador parece estar ligada
a su acción con el sistema del segundo mensajero.

b. ANTICONVULSIONANTES
Cuya acción está asociada a sus efectos estabilizadores sobre
neurotransmisores inhibidores (GABA) o excitadores (aspartato y glutamato).

c. BLOQUEADORES DE LOS CANALES DEL CALCIO


III. FÁRMACOS ESTABILIZADORES DEL ÁNIMO
1. LITIO

El litio es un ion monovalente del Grupo 1 A, cuyo mecanismo de acción no está claro.
Se caracteriza por tener una ventana terapéutica estrecha, es decir poco margen entre los
niveles terapéuticos mínimos y los niveles tóxicos. Por tal razón su uso debe ser
monitoreado con dosajes periódicos en sangre, litemias. El margen estipulado está entre
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0.60 y 1.20 miliequivalentes (o milimoles) por litro. Son candidatos para su mecanismo
de acción diversos sitios de transducción de señal localizados más allá de los receptores
de los neurotramisores. Esto incluye segundos mensajeros, como el sistema de fosfatidil
inositol, donde el litio inhibe a la enzima inositol monofosfatasa; modulación de las
proteínas G; y, más recientemente regulación de la expresión de genes que codifican
factores de crecimiento e intervienen en los procesos de plasticidad neuronal,
incluyendo la interacción con cascadas de transducción mediante la inhibición del
glucógeno sintasa quinasa 3 (GSK3) y la proteína quinasa C.

Se contemplan varios mecanismos de acción posibles que se muestran en la imagen. El


litio pude actuar afectando señales de transducción, quizá a través de la inhibición de
enzimas de segundos mensajeros como la inositol monofosfatasa (derecha), modulando
las proteínas G (centro) o mediante la interacción en varios sitios en las posteriores
cascadas de transducción de señal (izquierda).

Los efectos del Litio están probados en episodios maniacos y en la prevención de


recurrencias especialmente, y quizá, en menor medida para episodios depresivos. El
empleo del litio está bien establecido para la prevención del suicidio en pacientes con
trastornos del humor. también se usa en el tratamiento de la depresión en el trastorno
bipolar como agente de refuerzo de los antidepresivos para la depresión unipolar, pero
no está formalmente aprobado para estos usos.

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Diversos factores han llevado a un desafortunado declive en el uso de litio en los
últimos años, incluyendo la introducción de numerosas opciones de tratamiento en el
arsenal terapéutico para el trastorno bipolar. El uso moderno del litio a manos de
expertos parte de un uso clásico como monoterapia a altas dosis para manía eufórica,
siendo hoy utilizado como un elemento más dentro de una cartera de tratamientos.

a) Farmacocinética:

El litio se absorbe fácilmente y casi por completo en el tracto digestivo en un tiempo de


8hrs. Las concentraciones máximas se logran entre las 2 a 4 horas. La biodisponibilidad
es del 100 %. No se unen a proteínas plasmáticas, alcanza concentraciones máximas en
hueso, tiroides y cerebro, también atraviesa placenta y se excreta por leche materna. No
se metaboliza por ser un ion y su eliminación es renal principalmente. El 95% por
filtrado glomerular y el 80% se reabsorbe por túbulos proximales, intercambiándose con
el sodio. Un 1% se elimina por heces y un 5% por sudor. La vida media del litio en el
organismo varía con la edad, de 18 a 20 horas en adultos jóvenes y 36 horas en
pacientes ancianos.

b) Indicaciones:
 Manía e hipomanía: El litio es la droga de primera elección en el tratamiento de la
fase maniaca o hipomaníaca del trastorno bipolar. Parece ser menos efectivo en los
episodios mixtos y en las manías disfóricas.
 Episodio depresivo mayor: En el episodio depresivo del paciente bipolar el uso
exclusivo del litio puede ser efectivo en algunos casos. En la mayoría es necesario
agregar un antidepresivo. Los tricíclicos tienen una mayor posibilidad de precipitar
manía o ciclaje rápido y por eso es preferible usar los inhibidores selectivos de la
serotonina, o los inhibidores de la monoaminooxidasa. También está indicado el
litio como un reforzador de los antidepresivos en los pacientes unipolares que no
responden a los antidepresivos.
 Profilaxis del trastorno bipolar: Está claramente establecido que el litio dismiuye
las recaídas tanto maniacas como depresivas del trastorno bipolar. Sin embargo
estudios recientes indican que la efectividad no es tan alta (de 40 - 60 %). Una
posible explicación es que actualmente se usa en trastornos menos típicos. A pesar
de ellos, el litio sigue siendo el fármaco de primera elección en el tratamiento
preventivo de los bipolares. Y es más efectivo en la prevención de los episodios
maniacos que de los depresivos.

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 Ciclotimia: El litio debe ser utilizado en las ciclotimias más severa, con
marcado menoscabo psicosocial. Su efectividad esta menos bien demostrada.
 Trastorno esquizoafectivo: En el trastorno esquizoafectivo subtipo maniaco el
litio es también efectivo. Menos clara es la evidencia de efectividad en el
subtipo depresivo.
 Otros: El litio ha sido utilizado con alguna efectividad en pacientes con
descrontrol de impulsos (violencia episódica, personaldad limítrofe, niños con
trastornos de conducta agresiva), bulimia nerviosa, alcoholismo.
c) Efectos adversos:
 Sistema Renal.- Un efecto adverso muy frecuente es el síndrome de poliuria
(excreción muy abundante de orina) /polidipsia (necesidad exagerada y urgente
de beber). Asimismo, se ha reportado en un 10% de los pacientes en tratamiento
crónico con litio cambios morfológicos menores, como atrofia tubular, fibrosis
intersticial y glomérulo esclerosis, aunque existen dudas sobre su real
causalidad. La función renal debe monitorearse antes de iniciar el tratamiento
con litio y cada 12 meses. Está contraindicado en la insuficiencia renal aguda
por ello se debe administrar con suma precaución en la insuficiencia renal
crónica.
 Gastrointestinal.- Nauseas, dolor abdominal, vómitos y diarrea son frecuentes
al inicio del tratamiento. Se alivian administrándolo con las comidas o
dividiendo las tomas. Si aparece de manera tardía se debe descartar toxicidad,
que en opciones se anuncia por diarrea y temblores.
 Cardiovascular.- Puede producir cambios electrocardiográficos sin
significación clínica (inversión o aplanamiento de la onda T, bloqueos AV de
primer grado). Está contraindicada en la enfermedad del nódulo sinusal y en la
insuficiencia cardiaca congestiva inestable. En pacientes con cardiopatías
previas y en mayores de 40 años se realiza un ECG previo al inicio del
tratamiento.
 Sistema endocrino.- Deprime la función tiroidea por diferentes mecanismos,
puede producir disminución de las hormonas circulantes y aumento de la TSH.
No se considera una contraindicación, aunque la función tiroidea deberá
controlarse de manera mucho más frecuente.
 Dermatológicos.- Puede desencadenas o agravar la psoriasis y el acné.
 Neurológicos.- Son dependiente de la dosis. Un temblor fino distal es común
con litemias dentro del rango terapéutico. Puede mejorar con el paso del tiempo
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o con el agregado de betabloqueantes. En dosis tóxicas el temblor se hace grueso
y generalizado, aparecen fasciculaciones, disartria, ataxia, síntomas
extrapiramidales y alteraciones del sensorio.
 Otros.- Es frecuente el aumento de peso, el edema de miembros inferioes y las
quejas de disminución en el rendimiento intelectual. Asimismo, puede
observarse una leucositosis con neutrofilia y linfopenia de características
benignas.
 Intoxicación.- El litio tiene un índice terapéutico/tóxico muy estrecho, por ello
niveles séricos un poco por encima de los terapéuticos pueden producir
intoxicación. Los síntomas tóxicos iniciales y en grado leve son dolor
abdominal, nauseas, diarrea, mareo, ataxia leve y disartria, luego empeorando
con deterioro sensorio y en u forma grave se agrega flaccidez o irritabilidad
neuromuscular, coreoatetosis, convulsiones, estupor y coma. La muerte puede
sobrevenir por arritmias, complicaciones respiratorias e insuficiencia renal.
Pueden quedar secuelas renales y neurológicas irreversibles como fallas
cognitivas y ataxia.
d) Modo de empleo:
Antes del tratamiento se solicita hemograma completo, creatininemia y perfil
tiroideo; ECG si el paciente es mayor a 40 años o hay antecedentes de
cardiopatías. Los controles se repiten cada 6 a 12 meses. Se comienza con 300
mg dos veces al día y luego de 5 a 7 días se realiza la primera litemia. Según su
resultado se calcula de manera proporcional la dosis necesaria para obtener la
litemia buscada. La suspensión brusca del tratamiento aumenta el riesgo de
recaídas (efecto rebote) en los meses siguientes, por lo que esta debe ser muy
lenta.
e) Efectividad:

Buena Respuesta Mala Respuesta


Inicio precoz del tratamiento Alto número de episodios previos
Manía eufórica Manía irritable
Antecedentes familiares de Trastorno Abuso o dependencia al alcohol u
Bipolar otras sustancias
Ausencia de trastorno de personalidad Trastorno de personalidad comórbido
Episodios depresivos melancólicos Cicladores rápidos
Antecedente familiar de buena Manías orgánicas
respuesta al Litio

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2. ANTICONVULSIVANTES:
1) Ácido valproico

Farmacocinética: La absorción del valproato es rápida y completa. EI tiempo requerido


para alcanzar el máximo de absorción es inferior a dos horas. Puede administrarse por
vía oral, intravenosa y rectal. La vía de administraci6n oral es la más empleada
comercializándose bajo diferentes formas farmacéuticas como capsulas. Se metaboliza
por vía hepática por glucuronización y los procesos que dan lugar a metabolización
mitocondrial (oxidación) dan metabolitos activos. Interfiere con el metabolismo de otras
drogas pudiendo inhibirlo. Se elimina por la orina y muy poco por heces. Los niveles
terapéuticos se alcanzan a los 6 o 7 días

La actividad farmacológica del valproato sobre el sistema nervioso central se efectúa,


posiblemente, a través de uno de los siguientes mecanismos de acción: aumenta la
concentración de ácido gamma-amino butírico (GABA) en el cerebro, ya sea por
inhibición de su degradación o por estímulo de su síntesis; potenciando la respuesta
GABA-érgica pos sináptica; y, posiblemente el mas verosímil, a través de un efecto
directo sobre las neuronas. Bloquea los receptores a glutamato de manera selectiva.
Reduce el tránsito de Ca y Na en la membrana.

Efectos adversos: aumento de apetito y del peso Sedación, disartria, cefaleas, mareos,
temblor, ataxia, dolor abdominal, lesión hepática, alteraciones menstruales.

2) Lamotrigina

Acción Terapéutica: Anti-maníaco, Anticíclico  y Anticonvulsivante.

Indicaciones: Crisis maníaca aguda. Profilaxis del Trastorno Bipolar (maníaco-


depresivo) y de la Depresión Mayor. Epilepsia. 

Farmacodinamia: 
Es un bloqueante de los canales de sodio que produce un bloqueo de la descarga
repetitiva neuronal sostenida. Además, inhibe la liberación de glutamato. Es un
inhibidor débil de la dihidrofolato rectasa, por lo que existe la posibilidad de que
interfiriera en el metabolismo del folato durante la terapia; sin embargo, los estudios
clínicos indicaron que no indujo cambios en la concentración de hemoglobina, en el
volumen corpuscular medio y en la concentración de folato de los glóbulos rojos o el
suero en 1 a 5 años de tratamiento.

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Farmacocinética: 
Se absorbe rápida y completamente en el intestino; en presencia de alimentos el grado
de absorción no se modifica, aunque se retrasa el tiempo de máxima concentración en la
sangre. Su unión a las proteínas plasmáticas es de aproximadamente 55%. Su
biotransformación consiste principalmente en la conjugación con glucuronidación
hepática y ulterior eliminación por vía renal y en menor medida por las heces. No afecta
la farmacocinética de otros medicamentos antiepilépticos ni la de fármacos
metabolizados por las enzimas del citocromo en el hígado. Su vida media es más corta
en niños que en adultos, dato importante para la dosificación en estos pacientes.

Efectos Adversos: Cefalea, cansancio, náuseas, mareos, somnolencia e insomnio,


diplopía, visión borrosa, mareo, somnolencia, cefalea, inestabilidad, cansancio,
molestias gastrointestinales, irritabilidad, agresión, temblor, agitación, anormalidades
hemáticas transitorias y confusión.

3) Carbamazepina

La carbamazepina es un fármaco anticonvulsivante oral, estructuralmente parecido a los


antidepresivos tricíclicos, que se utiliza en el tratamiento de las convulsiones tónico-
clónicas y de las crisis complejas o simples (con o sin la pérdida de la conciencia.
También es efectiva en el tratamiento del dolor de origen neurológico tal como la
neuralgia del trigémino y en el tratamiento de algunos desórdenes psiquiátricos como la
manía depresiva y la conducta agresiva que se produce a veces en la demencia senil.

Mecanismo de acción: el mecanismo de acción de la carbamazepina no es bien


conocido. La carbamazepina estabiliza las membranas nerviosas hiperexcitadas, inhibe
las descargas neuronales y reduce la propagación sináptica de los impulsos excitatorios.
Su principal mecanismo de acción puede ser la prevención de descargas repetitivas de
potenciales de acción dependientes de sodio en neuronas despolarizadas vía uso y el
bloqueo de los canales de sodio voltaje dependientes. Por otra parte, la reducción del
glutamato y la estabilización de las membranas neuronales pueden ser los responsables
de los efectos antiepilépticos, mientras que los efectos antipsicóticos se deben a la
reducción de la producción de dopamina y de la noradrenalina. El alivio del dolor puede
ser debido al bloqueo de la transmisión sináptica en el núcleo trigémino. La
carbamazepina posee adicionalmente propiedades anticolinérgicas, antiarrítmicas,
relajantes musculares, sedantes y bloqueantes neuromusculares.

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Farmacocinética: Su absorción lenta. Después de una dosis oral de 400 mg las
concentraciones plasmáticas máximas de 4.5- 12 mg/mil se alcanzan entre las 4 y 5
horas. La biodisponibilidad de la carbamazepina es del orden del 85%. La ingesta de
comida no tiene influencia significativa en la tasa y extensión de la absorción del
fármaco.La carbamazepina atraviesa la barrera hematoencefálica, y se encuentra
presente en cantidades significativas en el líquido cefalorraquídeo, bilis, fluidos
duodenales y saliva. También es capaz de atravesar la barrera Placentaria,
acumulándose en el feto. La carbamazepina se excreta en la leche materna alcanzándose
unos niveles del 60% de los niveles maternos. La vida media de eliminación de la
carbamazepina inalterada es de 36 horas después de una dosis oral y de16-24 horas
después de dosis repetidas. La vida media de eliminación del plasma es de
aproximadamente 6 horas. Es excretado en la orina y el 28% en las heces. Debido a una
mayor eliminación de la carbamazepina en los niños pueden requerir de dosis más altas
de carbamazepina (en mg/kg) que los adultos. Entre sus efectos secundarios dosis
dependiente se encuentran la sedación, visión doble (diplopía), ataxia y mareos. Una
ventaja importante es que la carbamazepina no causa aumento de peso apreciable en la
mayoría de los pacientes, a diferencia de litio y el valproato.

4) Oxcarbacepina

Fármaco anticonvulsivante, análogo de carbamazepina. Tanto oxcarbazepina como su


metabolito activo (MHD) ejercen su actividad anticonvulsivante a nivel neuronal
mediante el bloqueo de los canales de sodio. Produce menos reacciones alérgicas y
sobre el SNC que la carbamazepina. A diferencia de esta última, no es necesario
monitorizar niveles plasmáticos para optimizar el tratamiento.

Efectos adversos: mareo, somnolencia (niños 40%), diplopía, astenia, náuseas, vómitos,
ataxia y alteraciones de la marcha (niños 24%), dolor abdominal, dispepsia, alteraciones
cognitivas (niños: 6%; manifestado en forma de retraso psicomotor, dificultad para
concentrarse, alteraciones en el lenguaje).

Topiramato

Esta sustancia es un monosacárido sustituto sulfamato derivado de la D-fructosa. En su


mecanismo de acción se describe el bloqueo de potenciales evocados de forma repetida
por despolarización sostenida de neuronas. Bloqueo de canales de sodio. Aumenta
frecuencia de activación por GABA de receptores GABA A y aumento de flujo de iones
Cl hacia neuronas, potenciando así la neurotransmisión inhibitoria, lo que sugiere que el
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Topiramato aumenta la actividad del GABA. Inhibe isoenzimas de anhidrasa carbónica
de manera débil y reduce la función del glutamato.

Se recomienda en pacientes con manía moderada o mixta, o síntomas cíclicos al iniciar


el tratamiento y pacientes con trastorno bipolar esquizoafectivo que no responden a
otras estrategias terapéuticas.

Hay datos que sugieren que podría ejercer cierta acción profiláctica y ayudar a controlar
el peso de los pacientes que reciben concomitantemente antipsicóticos atípicos. Su uso
se está focalizando fundamentalmente en pacientes con sobrepeso o con trastornos de la
conducta alimentaria comórbidos como la bulimia o el trastorno por atracón.

El tratamiento se debe iniciar con dosis bajas 50 mg por una semana, incremento
semanal de 50 a 100 mg, dos tomas al día, la dosis efectiva 200 mg/día, dosis diaria
habitual 200 a 400 mg repartidos en dos dosis. El retiro debe ser gradual, 100
mg/día/semana.

Efectos secundarios: Destacan inestabilidad, temblores, disartria, somnolencia,


bradipsiquia, visión borrosa, dolor ocular, hipertermia, acidosis metabólica, sedación,
parestesias, molestias gastrointestinales, dificultades en la concentración, memoria y
fluidez verbal (dependiente de la dosis).

Gabapentina

La gabapentina se sintetizó como un análogo del GABA (ácido gamma amino butírico).
Los estudios más recientes sugieren que esta sustancia promueve la liberación de
GABA de las neuronas y tejido glial mediante una inversión del transportador del
GABA, y por tanto incrementa la concentración extracelular del GABA. Este efecto
sobre el GABA explicaría su uso potencial en los trastornos neuropsiquiátricos, además
de influir en la síntesis de glutamato e inhibe su liberación.

Su principal utilidad clínica aparece en la fobia social y el trastorno por ansiedad, 15 la


depresión bipolar y la manía refractaria y disfórica (en asociación con otros fármacos
eutimizantes). Así mismo, según un estudio reciente la Gabapentina fue efectiva en el
tratamiento de la manía en geriatría con excelente tolerancia.

Los estabilizadores del estado de ánimo como Gabapentina tienen un inicio de acción
que puede considerarse lento, entre 10 y 14 días. La forma de administración
recomendada es dos o tres veces al día. Se comienza con 300 mg al día y la dosis se va
aumentando a razón de 300 mg cada tres días hasta llegar a la dosis habitual de 900 mg
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al día, con una dosis máxima de 3600 mg al día. Es preciso ajustar la dosis en pacientes
con compromiso renal.

Posee la ventaja de su no metabolización por vía hepática, lo que en muchos pacientes


con algún tipo de sufrimiento hepático, o con posibilidad de interacciones
farmacológicas a este nivel resulta sumamente atractivo. Las dosis también son muy
variables y esto es únicamente objetivable en función de parámetros clínicos.

Efectos adversos: Entre sus principales efectos adversos destacan la sedación, la ataxia,
el vértigo y las molestias gastrointestinales. Otros efectos adversos menos frecuentes
son: Cefalea, aumento de peso, nistagmos, diplopía y temblor. Estos efectos secundarios
aparecen al principio y en muchos casos son transitorios.

Pregabalina

La pregabalina es una nueva clase de fármaco, con un mecanismo de acción diferente:


no tiene actividad sobre el receptor gabaérgico tipo A, ni tiene afinidad por receptores
benzodiazepínicos, ni se liga a ningún receptor serotoninérgico. Al unirse a la subunidad
α2-δ de los canales de calcio voltaje dependientes -con una afinidad tres veces mayor al
gabapentina, determina una modulación de la liberación excesiva de aminoácidos
excitatorio como el glutamato, noradrenalina, la sustancia P, y el péptido ligado al gen
de la calcitonina, en neuronas hiperexcitadas.

El tratamiento con pregabalina se puede iniciar con una dosis de 150 mg al día. En
función de la respuesta y tolerabilidad individual de cada paciente, la dosis se puede
incrementar a 300 mg al día después de una semana. No se metaboliza ni se une a las
proteínas plasmáticas, lo que unido a la no metabolización a nivel hepático, presenta la
posibilidad que no va a tener interacciones farmacocinéticas con otros fármacos.

Las reacciones adversas más frecuentes son: Mareos y somnolencia. También se han
descrito visión borrosa, fatiga, aumento de peso, sequedad de boca, constipación,
vómitos, dolor de cabeza, alteraciones del equilibrio y edema periférico.

Se debe tener en cuenta que tanto la pregabalina y gabapentina pueden producir


dependencia y motivar conductas de abuso, incluso en pacientes sin antecedentes de
toxicomanía. En ocasiones son utilizadas solas, a dosis más altas que las recomendadas,
para producir efectos sedantes y psicodélicos. Se debe evitar la retirada brusca para
evitar los síntomas de abstinencia (ansiedad, insomnio, dolor de cabeza, hiperhidrosis y

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diarrea). Reducir la dosis gradualmente durante al menos una semana o reducir un 25%
de la dosis semanalmente.

Antipsicóticos atípicos

Olanzapina

La Olanzapina es un antagonista selectivo monoaminérgico con una fuerte afinidad


hacia los receptores de serotonina 5HT2A y 5HT2C y receptores de dopamina D1, D2,
D3 y D4. Tiene gran afinidad por los receptores muscarínicos y su antagonismo podría
explicar los efectos anticolinérgicos. También tiene gran afinidad por receptores
histamínicos H1 y α1-adrenérgicos. El antagonsimo de estos receptores podría ser
responsable de la ocurrencia de somnolencia e hipotensión ortostática respectivamente.

Se utiliza en tratamiento de los trastornos psicóticos agudos y crónicos, en particular en:


Esquizofrenia, trastornos delirantes, esquizoafectivos, psicóticos breves, manía y
depresión con síntomas psicóticos y trastornos afectivos.

La absorción de Olanzapina vía oral no está influenciada por los alimentos, antiácidos o
cimetidina. A pesar de una buena absorción, el 40% del fármaco absorbida es
metabolizado antes de alcanzar la circulación sistémica. Su distribución es
extensamente en el organismo con un volumen de distribución de aproximadamente
1000 L. Su unión a proteínas plasmáticas es alta (aproximadamente 93%),
principalmente a albúmina y α1- acido glicoproteína, además se metaboliza en el hígado
por glucuronización directa y se elimina via renal.

Los efectos adversos más destacables son: Marcha irregular, ambliopía, astenia,
constipación, somnolencia, mareos, sequedad de boca, dispepsia, dolor de cabeza,
ganancia de peso, hipotensión ortostática, rinitis, dificultad en el habla y temblores.

Quetiapina

Quetiapina es un anti psicótico de segunda generación caracterizado por una tasa alta de
antagonismo 5 HT2a:D2 y una disociación rápida del receptor de dopamina. Además,
su metabolito principal, norquetiapina, es un inhibidor del transportador de recaptura de
noradrenalina. Aunque inicialmente fue introducido para el tratamiento de la
esquizofrenia, posteriormente estudios fase III arrojaron resultados positivos en cuanto a
su eficacia para el tratamiento del trastorno bipolar, incluyendo monoterapia o terapia
adjunta en episodios de manía, mixtos o depresivo.

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Farmacodinamia: La razón de los efectos como estabilizador del ánimo de quetiapina es
desconocida. Este agente tiene una moderada afinidad por los receptores D1, D2, 5-
HT1A y 5-HT2A, así como una afinidad de moderada a alta por los receptores
adrenérgicos. Tiene una alta tasa de antagonismo 5-HT2A:D2.

Farmacocinética: Quetiapina oral es absorbida rápidamente, logrando una concentración


máxima en aproximadamente 1.5 horas. La formulación de liberación extendida que
disminuye la velocidad de absorción logra la concentración máxima en 6h. Esto permite
una dosificación una vez al día, preferiblemente de 4-5 horas antes de acostarse para
que los niveles pico se den durante el sueño.

Con más de 2800 pacientes estudiados y 5 estudios clínicos en depresión bipolar, la


quetiapina ha mostrado su eficacia en el manejo de la depresión bipolar, tanto en
episodio agudo como en mantenimiento.

Ziprasidona

La ziprasidona es un antipsicótico atípico antagonista de los receptores de la serotonina


y de la dopamina. Presenta una elevada afinidad por los receptores serotoninérgicos tipo
2A (5HT2A) y dopaminérgicos tipo 2. También interacciona con otros receptores
serotoninérgicos (5HT2C, 5HT1D y 5HT1A). Presenta una afinidad moderada por los
receptores H1 de la histamina y alfa-1 adrenérgicos. La ziprasidona inhibe la
recaptación neuronal de noradrenalina y serotonina.

Farmacocinética: Tras la administración oral y con alimentos de varias dosis de la


ziprasidona, las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan entre las 6 y 8 horas
de la administración. La biodisponibilidad de una dosis de 20 mg es del 60%. Los
estudios farmacocinéticos han demostrado que la biodisponibilidad de ziprasidona se
incrementa hasta el 100% en presencia de alimentos. La unión a proteínas plasmáticas
es superior al 99%. La semivida de eliminación es de 6,6 horas. El 20% de la dosis se
excreta en orina y un 66% se elimina en heces.

La ziprasidona es un antipsicótico atípico que ha demostrado ser eficaz frente a placebo


en el tratamiento de los episodios de manía del trastorno bipolar, en ensayos de 3
semanas de duración, pero no se ha evaluado su utilidad en la prevención ni en la
terapia combinada.

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Asenapina

La asenapina, está indicada para el tratamiento de los episodios maníacos de moderados


a graves, asociados con el trastorno bipolar I en adultos. En ensayos de hasta 12
semanas de duración, se ha mostrado más eficaz que placebo. Tras la administración
sublingual, ASE se absorbe rápidamente con concentraciones plasmáticas máximas
entre 0,5 y 1,5 horas.

Mecanismo de acción: Se considera que la eficacia está mediada por la combinación de


la actividad antagonista sobre los receptores D2 y 5-HT2A. Las acciones a nivel de
otros receptores como el 5-HT1A, 5-HT1B, 5-HT2C, 5-HT6, 5-HT7, D3 y receptores
α2-adrenérgicos, también pueden contribuir a los efectos clínicos de este fármaco.

Farmacocinética: Tiene una alta unión a proteínas plasmáticas (95%), como la albúmina
y la α1-glicoproteína ácida. Se metaboliza ampliamente en el hígado.

En el trastorno bipolar, para el manejo de los episodios mixtos pueden utilizarse:


olanzapina, ziprasidona, aripiprazol y asenapina. En un reciente meta-análisis los
antipsicóticos se han mostrado más eficaces que los estabilizadores del humor (litio,
anticonvulsivantes) y placebo en episodios maníacos.

Lurasidona:

La lurasidona fue aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados
Unidos en octubre 2010 para el tratamiento de la esquizofrenia en adultos y en julio
2013 para el tratamiento de la depresión bipolar tipo I como monoterapia o combinada
con litio o valproato.

Farmacocinética:

Lurasidona es rápidamente absorbida después de su administración oral. El tiempo a la


concentración plasmática máxima (Tmáx) es de 1 a 3 horas. La biodisponibilidad oscila
entre el 9% y el 19%

Mecanismo de acción:

Se desconoce con exactitud el mecanismo de la acción terapéutica de la lurasidona en el


tratamiento de la esquizofrenia y de la depresión bipolar. Se cree que su eficacia se debe
a una combinación de la acción antagonista sobre los receptores centrales de la
dopamina tipo 2 (D2) y de la serotonina tipo 2 (5HT2A). Se ha descrito que la
lurasidona es un antagonista con ligadura de alta afinidad a los receptores
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dopaminérgicos D2 y a los receptores de la 5-hidroxitriptamina (5-HT, serotonina) 5-
HT2A y 5-HT7. También se une con una afinidad moderada a los receptores
adrenérgicos alfa-2C, es un agonista parcial en los receptores serotoninérgicos 5-HT1A,
y es un antagonista en los receptores adrenérgicos alfa-2A. Presenta escasa o ninguna
afinidad por los receptores histamínicos H1 y muscarinicos M1.

Reacciones adversas:

Somnolencia, acatisia, síntomas extrapiramidales y náuseas; taquicardia; visión borrosa;


dolor abdominal, diarrea; aumento de la CPK, aumento de la creatinina sérica;
disminución del apetito.

Aripiprazol:

Es un nuevo agente antipsicótico que se ha postulado como prototipo de una nueva


generación de antipsicóticos denominados “estabilizadores del sistema dopamina-
serotonina”. Por su mecanismo de acción, se relaciona con la mayor parte de los
antipsicóticos atípicos(1-2).

Está indicado en el tratamiento de:

 Esquizofrenia en adolescentes a partir de 15 años, por vía oral.


 Episodios maníacos en el trastorno bipolar I en adolescentes a partir de 13 años.
 Mantenimiento de los pacientes con trastorno bipolar con episodio reciente de
manía o mixto en niños entre 10 y 17 años.
 Irritabilidad en el autismo en niños y adolescentes entre 6 y 17 años.
Mecanismo de acción:

Aripiprazol (ARI) es un derivado de quinolinona cuyo mecanismo de acción, como el


de otros fármacos antipsicóticos, es desconocido. Se ha propuesto que la eficacia de
ARI en esquizofrenia está mediada a través de una combinación agonista parcial de los
receptores D2 de la dopamina y 5HT1a de la serotonina y antagonista de los receptores
5HT2a de la serotonina.

Farmacocinética

ARI posee una biodisponibilidad de 87% tras administración oral. El pico plasmático se
alcanza a las 3-5 horas de tomar la dosis. Se une a proteínas plasmáticas en más de un
99%, sobre todo a albúmina. ARI se metaboliza extensamente en el hígado por
deshidrogenación, hidroxilación y N-dealquilación, catalizadas a través de los enzimas
CYP3A4 y CYP2D6. Dehidro-aripiprazol es el principal metabolito activo. La semivida

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de eliminación es de aproximadamente 75 horas para metabolizadores rápidos del
CYP2D6 y de 146 horas para metabolizadores lentos. Se elimina aproximadamente un
27% por orina y un 60% en heces.

Efectos adversos:

Insomnio, agitación, ansiedad; cefalea, acatisia, somnolencia/sedación, temblor,


trastorno extrapiramidal, mareo; visión borrosa; náuseas, vómitos, dispepsia,
estreñimiento, hipersecreción salivar; fatiga; taquicardia; hipotensión ortostática;
agresión; hipo.

IV. INDICACIONES ESPECÍFICAS DE LOS ESTABILIZADORES DEL


ÁNIMO

Grupo (fármaco) Indicaciones específicas


LITIO Primera elección en episodios maníacos y en profilaxis del
trastorno bipolar.
Pacientes violentos.
VALPROATO Profilaxis del trastorno bipolar.
Manía aguda, especialmente en estados afectivos mixtos.
CARBAMAZEPIN Profilaxis del trastorno bipolar.
A Cicladores rápidos (junto con Litio o Valproato)
Pacientes violentos.
GABAPENTINA Profilaxis del trastorno bipolar si fallan el Litio, Valproato o
Carbamazepina.
En cicladores rápidos unido a los anteriores.
LAMOTRIGINA Profilaxis del trastorno bipolar si fallan el Litio, Valproato o
la Carbamazepina.
En cicladores rápidos unido a los anteriores.
CLONACEPAM Manía aguda.
Junto con Litio en la profilaxis del trastorno bipolar.

1. ¿QUÉ DEFINE A UN ESTABILIZADOR DE ÁNIMO COMO IDEAL?


Entre las características se encuentran cuatro:
- Que sea efectivo en el control de episodios agudos (maníacos o depresivos).
- Que sea efectivo en la prevención de la recurrencia de episodios (maníacos y
depresivos).
- Que no induzca estados mixtos.
- Que no exacerbe ninguna fase de la enfermedad.
No obstante, cabe resaltar que no existe un estabilizador ideal.

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