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Resumen del libro El continente invisible

Cuatro estrategias esenciales de la nueva economía


Escrito por: Kenichi Ohmae
Tema(s): Negocios Internacionales
Título original: The Invisible Continent: Four Strategic Imperatives of the New Economy

Kenchi Ohmae, estratega de negocios japonés, y autor de varios libros, utiliza la metáfora
del 'continente invisible' para referirse a la nueva economía. Mas que intentar explicar el
presente, trata de predecir el futuro de los negocios en la era de Internet, ante un
panorama de cambios rápidos.
El continente invisible es un mundo en constante movimiento, sin fronteras, y que consta
de 4 dimensiones:
1.- La dimensión visible: lo que podemos ver, actividades de negocios tradicionales que
involucran el intercambio de bienes y servicios.
2.- La dimensión sin límites: un mundo sin fronteras, en el que los capitales persiguen a
los mejores productos y a los mejores retornos sobre la inversión, sin importar el origen.
3.- La dimensión cibernética: tecnología y comunicaciones combinadas para cambiar la
forma de hacer negocios y de interactuar a nivel personal.
4.- La dimensión de altos multiplicadores: el apalancamiento financiero que otorga el
mercado a las acciones de la nueva economía, que sientan la base para la riqueza.
Las cuatro fuerzas crean un campo de batalla dramático y volátil entre las empresas y los
países que intentan regularlas.
Ohmae explora el continente a fondo, incluyendo cómo se toman las decisiones, cómo se
mueve el dinero, cómo los monolitos de la vieja economía se convierten en 'Godzillas' e
incluso cómo todo puede colapsar.
Según el autor, el continente invisible surgió en 1985, año en el que Microsoft lanzo
Windows 1.0, nació CNN, comenzó Cisco Systems y empresas como Gateway, Sun y Dell
estaban en pañales. Pocos detectaron el nacimiento del continente en aquella época -
ahora lo vemos en casi cualquier negocio.
EL CONTINENTE INVISIBLE
El “continente invisible” es un mundo sin fronteras que combina la nueva economía con la
economía tradicional, manteniendo las ventajas de ambas.
Este continente se define mediante cuatro dimensiones o fuerzas:
Dimensión visible: actividades económicas tradicionales. Transacciones de intercambio
con productos y servicios producidos localmente.
Dimensión sin límites: la necesidad de las empresas de adquirir componentes de
cualquier parte del mundo, en su afán de producir bienes de calidad a precios
competitivos.
Dimensión cibernética: la tecnología de Internet, que permite llevar información y servicios
a cualquier parte del mundo.
Dimensión de altos multiplicadores: el enorme apalancamiento (gran capacidad de pedir
prestado y altos precios de la acción en relación a las ganancias) con las que recompensa
el mercado a las empresas del continente invisible.
En otras palabras, una dimensión es la tradicional, y las tres restantes son producto de la
nueva economía. Mientras más actividad exista en las tres dimensiones invisibles, ocurre
mayor demanda de productos y servicios locales.
Sin saberlo, la mayoría de nosotros ya hacemos transacciones en este continente. Por
ejemplo, compramos localmente productos que contienen piezas fabricadas en distintas
partes del mundo (dimensión 2) o invertimos nuestro dinero en acciones de empresas de
la nueva economía (dimensión 4).
Para tener éxito en los negocios, debemos conocer las nuevas reglas que rigen esta
nueva economía. Las principales son:
La información puede moverse fácilmente: fluye a lo largo y ancho del continente,
atravesando cualquier barrera nacional o corporativa. Como resultado, los mercados se
hacen eficientes y transparentes. Los clientes controlan la cadena de oferta y demanda,
haciendo que las empresas sean incapaces de controlar los mercados.
Cualquiera puede entrar fácilmente: no existen barreras significativas para entrar al
continente invisible – basta para ello abandonar las viejas formas de hacer las cosas.
Quienes confíen en Internet ganarán la batalla sobre quienes la vean como un medio
inseguro y poco confiable.
Cualquier nación, empresa, grupo o individuo puede entrar: el continente invisible requiere
nuevas formas de conducta y pensamiento. El éxito requiere habilidades distintas a las
requeridas en la vieja economía, por lo que la riqueza fluirá hacia nuevos segmentos de la
sociedad.
El nuevo continente es igualitario: Los valores individuales son altamente recompensados
en el continente invisible. No existen élites.
El verdadero reto del continente invisible es que cualquiera puede llegar y establecerse en
él. Para las empresas, entonces, será mas difícil mantener su posición y proporcionar a
sus clientes valor agregado en forma sostenida.
LA TOMA DE DECISIONES
En el continente invisible, las decisiones no se toman centralmente. En su lugar, surgen
las “plataformas”.
Las plataformas son estándares de facto, establecidos por medio de alianzas y convenios,
que dictan los límites y proveen la estructura del continente.
Por ejemplo, los negocios en Internet se basan en tres plataformas:
Lenguaje: el Inglés es el idioma no oficial, con más de 70% de todo el contenido y más de
80% de todas las comunicaciones en ese idioma.
Moneda: el dólar norteamericano es empleado de manera universal para realizar
transacciones.
Mercado abierto: los mercados de valores y acciones no tienen restricciones para su
acceso.
Cabe destacar que el éxito de Estados Unidos en los negocios de Internet se debe a que
controla esas tres plataformas.
Las plataformas funcionan mejor que los medios de toma de decisión tradicionales,
porque:
Están abiertas a cualquier socio potencial: para que una plataforma sea creíble y gane
participación en el mercado, debe tratar a todos por igual.
Facilitan nuevas vías de comercio: las plataformas le han pasado el poder a los clientes.
Estos pueden usar información para lograr mejores términos, haciendo cosas que nunca
antes fueron posibles (como poner a competir a varios proveedores).
Aspiran un 100% de participación del mercado: mientras más personas utilicen una
plataforma, mayor es su valor. En la práctica, generalmente hay dos plataformas viables
en la mayoría de los campos – el líder del mercado y el segundo.
Evolucionan y se adaptan constantemente: algunas de las plataformas más necesitadas
en el continente invisible, como micro-facturación y micro-pagos, no existen aún. Muchas
empresas están en el proceso de construir masa crítica para sus nuevas plataformas.
Pueden convertirse en vehículos para la comunidad: las plataformas crean comunidades,
que vinculan a las personas. Estimulan uso novedoso para las nuevas aplicaciones,
dejando que las personas se comuniquen en forma productiva y eficiente.

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