Libros de Gerencia Resumidos
Pensando en forma de Apuestas
Tomando decisiones más inteligentes cuando no cuenta con todos los hechos
Annie Duke
RESUMEN EJECUTIVO
Annie Duke pasó de estudiar su doctorado en psicología a
ganar más de US$4 millones en múltiples campeonatos en
póker profesional. Aquí moldea lo que aprendió en la mesa de
póker en consejos sólidos y practicables para tomar decisiones
en la vida.
Escribe con igual compasión para las personas que piensan que
la suerte domina sus vidas como para quienes creen que sus
propias habilidades definen cada resultado. Deja claro que la
suerte y la habilidad definen cada decisión.
Ofrece ideas originales sobre cómo aprender a tomar mejores
decisiones, tales como crear un grupo de amigos con ideas
afines “buscadores de la verdad" para revisar las decisiones de
vida de los demás con despiadada bondad.
Si usted es apostador o simplemente deja que sus emociones
afecten su toma de decisiones, se beneficiará de los consejos
de Duke para ganar atención y aprender a quitarse de su propio
camino.
De académica a campeona de póker
Annie Duke se graduó de la Universidad de Columbia con un
título en inglés y otro en psicología. Obtuvo una maestría en la
Universidad de Pensilvania y tenía la intención de obtener un
doctorado en psicología cognitiva. Sin embargo, el destino
intervino y se encontró en la zona rural de Montana. Su hermano
Howard, un jugador de póker que ganaría más de US$6 millones
jugando profesionalmente, la instó a jugar en Billings. Ese fue el
comienzo de su carrera de 20 años como jugadora profesional de
póker. Ganó un brazalete de oro de la Serie Mundial de Póker, el
Torneo de Campeones de la WSOP y el Campeonato Nacional
Heads-Up de NBC. En total, Duke dice que sus ganancias
sumaron más de 4 millones de dólares.
Futuro incierto
Duke llegó a comprender que el póker es un crisol para aprender
a tomar decisiones: cómo ella tomaba decisiones, cómo otros
tomaban decisiones y cómo las personas consideran sus propios
procesos de toma de decisiones.
Una mano de póker generalmente involucra alrededor de 20
decisiones. El resultado de todas esas opciones es simple: el
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jugador gana dinero o lo pierde. Ella representa cada mano como
una rica veta de comentarios que el jugador astuto puede extraer.
Duke llegó a considerar las apuestas de póker como decisiones.
Como no sabe qué cartas entregará el crupier, cada decisión tiene
que ver con un futuro incierto.
La palabra "resultado" es un término usado para juzgar la calidad
de las decisiones. Pero usar los resultados como una métrica,
también limita su pensamiento. Hay que ir más allá de eso y, al
juzgar sus elecciones, separar la decisión del resultado aparente.
Examine su decisión según los criterios de lo que sabía cuándo la
tomó y cómo podría haber aplicado ese conocimiento de manera
más racional.
Debido a que la suerte juega un papel tan grande en los resultados,
tanto en la vida como en el póker, recuerde que puede tomar una
decisión perfectamente razonada que resulte mal. O podría tomar
una decisión estúpida y tener suerte. La mayoría de las personas
juzgan sus mejores y peores decisiones por sus mejores y peores
resultados; es una forma de pensar defectuosa y limitada. Algunos
factores están fuera de su control.
Los humanos anhelan el orden y el control. A la gente no le gusta
admitir que algo totalmente irracional e incontrolable podría dar
forma a sus destinos. Los primeros humanos tuvieron que vincular
los estímulos con los resultados para sobrevivir. Un arbusto que
susurra en el bosque podría predecir a un carnívoro escondido
listo para atacar.
Los humanos evolucionaron para buscar la comodidad de la
certeza. La gente siempre quiere saber que ciertos estímulos lle-
van a ciertos resultados. Lamentablemente, el mundo no funciona
de esa manera. Los jugadores de póker exitosos se sienten cómo-
dos con la incertidumbre y con la elección sin evidencia racional
de los resultados probables. En el póker, el talento cuenta menos
que la capacidad de tomar decisiones en el momento y vivir con
ellas.
Cuando usted toma una decisión, apuesta por el futuro. Lo que
sucede después de tomarla esa decisión no es el único determi-
nante de si su elección fue perfecta o defectuosa. Tal vez tuvo que
seleccionar entre un grupo de alternativas defectuosas. Tal vez
invirtió en una posibilidad remota porque la recompensa parecía
valer la pena. Tal vez pensó que sabía todo lo que debería saber
sobre las circunstancias de su elección, pero algo crucial perma-
neció oculto. Tal vez su elección debería haber funcionado, pero
como siempre es posible, su suerte se volvió mala.

Ajedrez
El ajedrez es diferente al póker y diferente a la vida real. La vida
requiere de “bluffs” (blofs o faroles) y descubrir lo que otra
persona quiere o pretende en el presente. El ajedrez es computa-
cional: cada acción produce un resultado claro y totalmente
racional. Las decisiones de ajedrez, a diferencia del póker o las
decisiones de la vida, nunca se toman frente a información incom-
pleta. Si intenta tomar decisiones de ajedrez sobre la vida, o el
póker, probablemente caerá en la trampa de pensar en blanco y
negro, un mundo de uno u otro tipo de opciones. Tal o cual opción
niega la incertidumbre del mundo, la incertidumbre de los
procesos humanos de toma de decisiones y la incertidumbre del
papel de la suerte.
Decisiones más productivas
Para tomar decisiones más productivas, acepte decir: "No estoy
seguro". Comprender que no puede saber la mayoría de las cosas,
le ayuda a ver y aceptar el mundo, la vida y el póker tal como son:
fundamentalmente inciertos. Cuando deja de pensar en cada
resultado como correcto o incorrecto, y acepta el "continuo" o
rango que se extiende entre esos extremos, su toma de decisiones
mejorará considerablemente.
Ciertas investigaciones sugieren que la gente siente el dolor de
perder o equivocarse el doble de lo que siente la alegría de ganar
o estar en lo cierto. Pero en la vida, y en el póker estaremos
equivocados más a menudo de lo que estaremos en lo cierto. Si
basa su autoestima en siempre ganar o estar en lo correcto, se
prepara para un dolor innecesario.
Los buenos jugadores de póker entienden que cada decisión en un
juego es una elección entre futuros alternativos. Cada uno de esos
futuros ofrece diferentes ventajas y peligros. Cualquier elección
en la vida es una apuesta. Para algunas opciones, los aspectos de
las apuestas (opciones, probabilidad, riesgo y similares) son más
evidentes. Si negocia acciones en la bolsa, por ejemplo, estos
aspectos se destacan.
Formando creencias
Las personas rara vez dejan que los hechos se interpongan en la
formación de sus creencias. Usan un proceso simple: escuchan
algo, piensan que es verdad y (tal vez en una fecha remota) buscan
evidencia para respaldarla, aunque frecuentemente no lo hacen.
Pero si la persona tiene que apostar por algo que cree que es
verdad, su proceso cambia: preguntará: ¿Dónde escuché esto y de
qué fuente? ¿Es válida esa fuente? ¿Es lo que sé actualmente?
¿Qué más creí que era similar a esta creencia y resultó ser falsa?
¿Qué sabe la persona que me pide que apueste que podría no saber
yo? ¿Qué no sé?
Si aplica estas preguntas u otras similares a las nuevas nociones
que encuentre, será más inteligente con cada decisión que tome.
Escuchar el argumento opuesto de lo que cree le permite obtener
una visión más clara de la imagen completa y la verdad probable.
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Pensando en forma de Apuestas 2
Su suerte, su habilidad
Los jugadores de póker observan más de lo que juegan. Los
expertos pasarán en el 80% de las manos repartidas. Pero usan ese
80% productivamente: observan a los otros jugadores. Ver los
resultados de las decisiones de otras personas es educativo. Y para
los jugadores de póker, observar no tiene costo, excepto la apuesta
de cada mano. Cuando uno elige una vía, siempre arriesga algo,
ya sea dinero, tiempo, bienestar o satisfacción. Ver a otros hacer
una elección, por el contrario, no cuesta nada.
Sin embargo, cuando miran a otros elegir, las personas siguen
siendo tan propensas a pensar en todo o nada como lo son sobre
sus propias elecciones. Si bien las personas tienden a culpar de
sus resultados menos que perfectos a la mala suerte, consideran
que los malos resultados de los demás son totalmente culpa de
ellos. La gente ve sus propios buenos resultados como producto
de su habilidad para tomar decisiones; mientras consideran los
resultados felices de otras personas como pura suerte.
Un examen minucioso de las elecciones de cualquier persona
revelará una verdad constante que emerge como el tema principal
de Duke: ningún resultado resulta de un 100% de suerte o un
100% de habilidad. Creer en la suerte que tienen otras personas
evita que uno mida con precisión sus propias habilidades y deter-
minación. También les impide desarrollar compasión por cual-
quier persona en circunstancias difíciles. Si puede lograr una pers-
pectiva saludable, su felicidad surgirá de sus propios resultados,
sin importar los resultados que otros logren.
Cápsula de decisión
Avanzar hacia una visión más objetiva del mundo y de su lugar
en él, no es fácil. Desarrollar esas ideas solo, es difícil. Para ello
debe buscar la verdad sobre sí mismo y sobre sus creencias. No
todos quieren saber la verdad. Menos aún quieren buscarla.
Duke se considera afortunada: aprendió a jugar al póker porque
conoció a varios jugadores de clase mundial que la ayudaron.
Estos jugadores no se quedaban sentados lamentando sus pérdidas
o celebrando sus victorias. Después de un partido importante,
hablaban en profundidad sobre las manos que jugaron mal. Se
preguntaban cómo podrían haber jugado mejor, cómo podrían
haber mejorado sus estrategias y qué errores cometieron sin
saberlo. Eran despiadados en su autoanálisis y querían un análisis
despiadado y veraz de sus amigos. Le proporcionaron a Duke esa
verdad crucial y rara.
Un grupo como este puede ser muy útil en su vida. Piense en ello
como una versión para adultos del "sistema de amigos" que se
utilizaba en la escuela o en el campamento de verano. Siempre
tenía a otro niño consigo si salía de excursión o nadaba, alguien
que le cuidaba y alguien a quien usted cuidaba. Un sistema de
amigos adultos es un “grupo de decisión": una pequeña colección
de buenos amigos que hablarán honestamente con usted sobre sus
decisiones en la vida.

Esta “cápsula de decisión” se compromete a buscar la verdad. Eso
significa ser honesto incluso cuando la honestidad hiera los
sentimientos de alguien. Significa no dejar que las personas en la
cápsula se engañen a sí mismas.
Puede encontrar personas para su grupo entre sus amigos, familia-
res y colegas o, para un grupo menos personal, en medio de un
grupo profesional de personas que trabajan en su campo. En dicho
grupo, sus discusiones se centran en la estrategia y en las
decisiones de trabajo, no en torno a su vida personal.
Un grupo de búsqueda de la verdad requiere de un nuevo "contra-
to social". Según este contrato, todos prometen ser de mente
abierta cuando escuchan opiniones que no se alineen con las
suyas. También prometen dar crédito a aquellos que ofrecen ideas
valiosas y asumir la responsabilidad de sus acciones dentro del
grupo. A veces asumir la responsabilidad puede hacerle sentir
incómodo, pero eso es parte de la dinámica del grupo. Los miem-
bros de su grupo de decisión "pensarán en forma de apuestas"
juntos y se ayudarán mutuamente a evaluar las decisiones antes y
después de tomar decisiones importantes.
Tilt (Inclinación)
Al jugar pinball si se enoja con la máquina y le da una buena
sacudida, o si quiere que la pelota vaya en cierta dirección y
empuja o levanta la máquina para ayudarla, se encenderán luces,
emitirá ruidos y terminará su juego. Cuando esto sucede, la
máquina está en Tilt (inclinación).
Cuando los resultados negativos conducen sus emociones al punto
de que no puede tomar decisiones acertadas, los jugadores de
póker dicen que están en Tilt. En ese estado, es probable que tome
una mala decisión que lo lleve a un mal resultado, lo que lo llevará
a más malas decisiones y más malos resultados, en un espiral
descendente. Cuando las partes de su cerebro responsables de sus
emociones entran en Tilt, su sistema límbico cierra su corteza
prefrontal. Cuando está en Tilt, su centro de control cognitivo deja
de funcionar. Los jugadores de póker, y cualquier otra persona,
también podrían sufrir el Tilt del ganador. Es irónico, pero un
Este Resumido ha sido parcialmente patrocinado por:
Gerencia y negocios
Título original: Thinking in Bets Making smarter decisions when you don´t
have all the facts
Editorial: Penguin Random House LLC
Publicado en: Febrero de 2018
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número inesperado de buenos resultados seguidos puede desen-
cadenar una poderosa reacción emocional que lleva al jugador a
dejar de pensar con claridad.
Cuando uno está en Tilt, no está en modo de toma de decisiones.
Debe aprender a reconocer cuándo sus emociones se han
apoderado y cómo lidiar con ellas. Puede respirar profundamente,
meditar, caminar o participar en cualquier actividad que le ayude
a recuperar la perspectiva.
Una buena estrategia es preguntar si la elección que está por hacer
tendrá un impacto en su felicidad a largo plazo. Al tomar la
perspectiva a largo plazo, cualquier opción lleva a una decisión
más racional y productiva.
El “Contrato de Ulises”
Duke recurre a la saga de la antigüedad clásica de Homero, La
Odisea, y cuenta el episodio cuando el héroe Ulises sabe que él y
sus hombres deben navegar su barco más allá de la isla de las
Sirenas. Las sirenas cantan tan dulcemente que ningún marinero
puede resistirse a ellas. Los marineros que conducen sus botes
hacia la isla de las sirenas se estrellan contra rocas ocultas y se
ahogan.
Ulises quiere escuchar la canción de las sirenas. Hace que sus
hombres lo aten al mástil y se tapen las orejas con cera. Cuando
Ulises escucha las sirenas, se vuelve loco de deseo de estar con
ellas. Pero no puede moverse. Sus hombres no escuchan nada y
navegan su bote de manera segura pasando la isla de las sirenas.
Un contrato de Ulises es una barrera que usted levanta contra su
propio comportamiento irracional. Si teme comer en exceso, por
ejemplo, podría acordar consigo mismo no encontrarse con sus
amigos en la feria de comida de un centro comercial, sino en otro
lugar. Ese es un contrato "inductor de barreras". Un contrato de
"reducción de barreras" sería llevar bocadillos saludables con
usted, de manera que, si le da hambre, comerá sano.
Puede aplicar un Contrato de Ulises a muchas situaciones, como
no apostar en una mala mano, en la vida o en el póker.
Recursos Humanos y Empleo
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