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Sobreviviendo al holocausto petrolero

THAYS PEÑALVER |  


EL UNIVERSAL, jueves 26 de septiembre de 2013  12:00 AM

Los que sobrevivimos al holocausto petrolero de CAP I, Luis Herrera y Lusinchi, aprendimos
literalmente "a golpes", que el petróleo por encima de $40 fue una simple anomalía económica. Desde
que exportamos los primeros barriles estadísticamente importantes en 1918, hasta nuestros días, solo 9
de esos 96 años estuvo por encima de los $60 dólares por barril (1). De hecho el promedio de los otros
87 años fue de apenas $25 (2). Pero en Venezuela, siendo más víctimas de la ignorancia y la estupidez,
que del "Mal Holandés", pensamos que la nueva anomalía durará para siempre.

Quienes sobrevivimos al 83, aprendimos a no vivir en una aldeíta tropical donde la economía tiene que
ver con cuantos dólares entregue Cadivi para garantizar el "Derecho Constitucional" de comprar en el
Dolphin de Miami o ir a Disney, sino a vivir en un mundo en el que una decisión en una torre de
Manhattan o una mala noche de un dictador del medio oriente, puede causar el Apocalipsis en
Venezuela.

Aprendimos que en 1981-83, ocurrió un reordenamiento económico mundial como el de hoy. En el que
termina lo que se denomina "Bear Market" o mercado depresivo y comienza otro llamado "Bull Market"
o mercado alcista, pero sumado a esto, culmina algo llamado "superciclo de las materias primas" del que
ya salió un tercio de los inversionistas (Forbes) y se acerca también el fin (sucederá a mediados o finales
del 2014) de los estímulos financieros en EEUU que impactará duramente a los mercados emergentes
(Bloomberg). Y la consecuencia como en el 83 es que tarde o temprano se desplomará el oro negro
"ultraespeculativo" como ya lo hizo el oro amarillo.

Por eso los sobrevivientes del 83 ahorramos durante la anomalía, como el resto de los petroleros y jamás
apostado que el oro llegaría a los $2.500 en 2013 (Bloomberg) y mucho menos vendido los dólares
cuando las reservas estaban en $1.900 la onza (2011), o pedir prestado en garantía de ese oro, pues hoy
perdiendo casi $600, hay riesgos de que el oro llegue a $1.000.

Y no me refiero a que suba o baje 4 o 5 dólares una semana, sino al fin de la fiesta petrolera y el de
materias primas ultraespeculativas. ¿Qué significa esto? Veamos. Todo precio del petróleo es
especulativo, pues lo producimos entre $8 y 20 y lo vendemos al triple o más. Pero sobre este precio
cartelizado, está otro que marca la especulación financiera, llamado "barril de papel" que se transa en los
mercados especulativos y que fija un precio exageradamente alto, de $40-70 a más de 100, creando una
burbuja petrolera artificial.

Por eso los sobrevivientes aprendimos a no confiar ciegamente en los "expertos" y "brochures" de
inversiones, porque muchos de estos también llamaban a invertir en hipotecas subprime, en barriles a
$200 o en el oro a $2.500 la onza. Aprendimos a no repetir que "Siria es un peligro" o que "China
demandará más barriles", porque recordamos que en agosto de 1990 sucedieron: El embargo a Irak, la
Tormenta del Desierto, la Madre de todas las Batallas, los misiles SCUD lloviendo sobre Israel y Arabia
Saudita, incendiaron refinerías y campos en Kuwait, desaparecieron 5 millones de barriles, las reservas
estratégicas en USA llegaron a su nivel más bajo. China, India y EEUU requirieron millones de barriles,
mientras Nigeria y Venezuela ardían en llamas, justo cuando la histeria cundía porque en 3 años se
alcanzaría el "Pico petrolero". Pero aún cuando Venezuela lo necesitaba desesperadamente, el barril
apenas promedió $29 durante 6 meses volviendo a los $18 dólares y poco después a $8.

¿Por qué no llegó a $150? Porque los 9 años que vivimos despilfarrando solo coinciden con los 2
grandes mercados depresivos. Así que si estos expertos tienen razón y llega otra vez el gran mercado
alcista, el barril perderá ese valor ultraespeculativo, hasta que (ojalá) se estabilice cercano a los $40-60.

A esto le sumamos la mayor irresponsabilidad suicida del Gobierno. Nuestra expulsión del mercado de
EEUU por haber utilizado el petróleo como arma política, justo cuando otros 6 millones de barriles de
África y Medio Oriente salen de ese país y China solo absorberá la mitad en el 2017 (Forbes). Así que
podemos desear lo que sea de la Faja, pero nuestros barriles extrapesados y lejanos, competirán con un
enorme excedente ligero y barato, mucho más cerca de China, porque lo que antes significaba trasladar
en 8 días de ida y vuelta nuestro petróleo al lago Charles en EEUU, ahora será una pesadilla logística de
70 días o más, que requiere 9 veces más barcos, más tiempo y 9 veces más combustible y el peor
escenario sería menos exportación y más barata.

Los sobrevivientes urgimos a un gran acuerdo nacional, ahorro y bla, bla, bla. Pero sabemos que los
capitanes del "Holandés Errante", no sufren tanto del "Mal Holandés", como de supina ignorancia.
Le ruego a Dios estar muy equivocada, pero de nuevo a usted le sugiero que ahorre.

(1) Ajustados a Inflación 2013

(2) 29 años (entre 8 y 20$), 41 (20 y 30$), 10 (40 y 59$) y 9 en 60 o +

Tpenalver@me.com 
 @thayspenalver
www.thayspenalver.com
http://noticiasvenezuela.org/2014/11/thays-penalver-la-era-del-petroleo-barato-o-el-imperio-
contraataca/
La era del petróleo barato o el imperio contraataca
Thays Peñalver:
03.11.14, 2:54 pm / Redacción - Caracas /

El regalo de aniversario de la muerte de Hugo Chávez vino propiciado con la resolución R/1479 de la
Reserva Federal, que no fue otra cosa que una sutil advertencia de “se acabó la fiesta”. Así mientras los
despalomados tercermundistas celebraban el año del fallecimiento de su líder supremo, Estados Unidos
el mismo día se preparaba para bajar los precios del petróleo y las materias primas a patadas. Y es que
¿sabe usted, querido lector, cuál es la corporación petrolera más grande del planeta? ¡Pues, no!, se
equivoca. No es ni la Royal Dutch Shell, ni la china Sinopec y mucho menos los árabes. La corporación
más grande, la que vende más petróleo es Wall Street. Hasta diciembre de 2013 y mediados de febrero
de este año los tanqueros petroleros más grandes del mundo eran operados por banqueros que, además,
poseían oleoductos, refinerías y enormes centros de almacenamiento de crudo.

Así que llegó el momento de entender nuestra cruda realidad, los precios del petróleo hasta los 50-60
dólares se discuten en Viena entre turbantes (los venezolanos nunca hemos pintado nada) y de los 50-60
en adelante son discutidos en Nueva York y en Londres. Son los banqueros y los grandes fondos de
inversión, ¡sí!, los mismos que empaquetaron productos subprime, quienes fijan los precios del petróleo
sobre los 50-60. Los mismos analistas que en su momento empaquetaban hipotecas de gente pobre como
“producto de inversión de alto rendimiento” y los mismos Hedge Funds que los compraban y vendían,
son los que han empaquetado el precio del petróleo sobre los 50-60 en lindos brochures donde nos
explicaban las razones por las que el petróleo siempre debió estar a 200 dólares. Pero ¿qué petróleo
venden? Absolutamente ninguno. Venden todos los días unos 200 millones de barriles que ni siquiera
existen. Como las hipotecas subprime, esos barriles no contienen nada adentro porque son solo un papel
que cambia una y otra vez de manos, sin que el comprador quiera, o pretenda usar una gota de ese
petróleo más que para calentar billeteras y, lo que es más increíble, sin que ese petróleo exista
físicamente.

En la década de los ochenta por cada 3 barriles producidos físicamente se vendía uno de papel, porque la
especulación siempre ha existido, pero en 2003 por cada barril que se produjo se transaron 7 y, llegada la
crisis de 2008, por cada barril producido se transaron 18 (Summit de ministros de Finanzas de la
Commonwealth 2008). Los 500.000 contratos de energía a lo largo y ancho del globo en 2003, pronto se
duplicaron en 2006 y llegaron a ser 3 millones de contratos solo en Wall Street (CME Group, anuarios
2002-2013) cuando el petróleo llegó a 150 dólares, porque por cada barril producido se “vendieron” 32
barriles que nunca existieron, creando la mayor burbuja petrolera de nuestra historia.

Son ellos, junto con los grandes fondos de inversión los “dueños del petróleo”, son los que lo deciden
todo. Y es por esto que los especialistas se han sorprendido siempre de lo fácil que fue subir o bajar el
petróleo de los países productores con una demanda artificial, hasta el punto de que es conocido hoy que
la primera persona que pagó el barril a 100 dólares fue sencillamente un trader de la bolsa mercantil de
Nueva York (O’Sullivan 2009), y el mismo que lo compró a 150 dólares en mayo fue el que lo vendió a
30 dólares en diciembre, luego de una ingeniería financiera sorprendente, mientras los retrasados
dictadorzuelos tercermundistas se frotaban las manos pensando como Pinky y Cerebro, que ahora sí
conquistarían el mundo.
Pero llega hoy a su fin este modelo cuando la Reserva Federal ha decidido que los bancos no pueden
continuar esas prácticas porque “son peligrosas para la salud financiera de Estados Unidos”. ¿Qué
significa eso? Pues, que los barriles de petróleo de papel no tienen más asidero en el futuro, y que solo se
podrá vender y comprar lo que se posee. Por eso JP Morgan se retiró en enero del negocio de las
materias primas, lo siguió Deustche Bank que vendió todas sus instalaciones y Barclays, Morgan Stanley
se está deshaciendo de las de energía (petróleo). Por eso los bancos, obligados a abandonar el barco de
las materias primas, son la mejor razón y no China de que el petróleo venezolano cierre el año cercano a
los 70 dólares y, de no revertirse la medida (Goldman Sachs parece luchar en solitario), se podría hasta
pensar en un barril en los niveles previos a 2003.

De ser así, enfrentaremos nuestro tercer “holocausto petrolero” y que Dios nos agarre confesados.
Recemos para que Goldman Sachs y los lobistas petroleros extiendan un poco más la racha y no llegue
la era del petróleo barato.

 @thayspenalver tpenalver@me.com

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