Está en la página 1de 4

ALIMENTOS INDUSTRIALIZADOS, BENEFICIO, RIESGO O PREJUICIOS SOCIALES

PROCESSED FOODS, PROFIT, RISK OR SOCIAL PREJUDICE

GUIOVANNI MARTÍNEZ MORALES

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-IZTAPALAPA

ABSTRACT

En el último siglo, se ha producido la transformación en la alimentación humana, y se ha


trasladado gran parte de las funciones de producción, conservación y preparación de los alimentos
desde el ámbito doméstico, a las fábricas y, en concreto, a las estructuras industriales y capitalistas
de producción y consumo.

Las industrias a lo largo de los años mejoran sus formas de producción, teniendo que conservar y
mantener la calidad de los alimentos en todo el momento de su elaboración, ya que la producción
es brutal considerando alimentar a poblaciones grandes.

El procesamiento industrial aumenta la vida de anaquel de los alimentos y el uso de empaques u


otros medios facilitando su manipulación y transporte, lo que es importante en la posibilidad de
grandes volúmenes de distribución y venta.

La preferencia por este tipo de alimentos podría estar asociada a una valoración de prestigio por
su consumo, asociado a la publicidad, y comodidad de quien los consume tomando como primer
punto su sabor color y olor. El impacto negativo en la salud de la población se debe a que son altos
en calorías, grasa, azucares y sodio, y bajos en contenido de fibra y se han asociado con la
creciente prevalencia de obesidad y enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial y
obesidad.

Los prejuicios sociales proliferan a medida de que se generan ideas de que los “químicos” son muy
dañinos sin importan su procedencia y cantidad.

Palabras clave: Alimentos industrializados, dieta, conservadores, industria alimentaria, Calidad de


los alimentos.

INTRODUCCIÓN

Debido a la demanda de alimentos a nivel mundial, la industria alimentaria ha sido ingeniosa en


tratar de cubrir esa necesidad haciendo uso de la tecnología, biotecnología y conocimientos
científicos.

En el último siglo, y sobre todo en los últimos cuarenta años, se ha producido la transformación
más radical de la alimentación humana, se ha trasladado gran parte de las funciones de
producción, conservación y preparación de los alimentos desde el ámbito doméstico y artesanal, a
las fábricas y, en concreto, a las estructuras industriales y capitalistas de producción y consumo
(Mariaca Méndez, R., Pérez Gil-Romo, S. E., Nazar Beutelspacher, A., Castillo Burguete, M. T.,
Salvatierra Izaba, B., & Pérez Izquierdo, J. O. ,2012).

Han nacido industrias que a lo largo de los años mejoran sus formas de producción, teniendo que
conservar y mantener la calidad de los alimentos en todo el momento de su elaboración, ya que la
producción es brutal. Es por eso que han hecho uso de los conocimientos científicos para
introducir sustancias que permiten llegar al objetivo de conservar y mantener la calidad de los
alimentos. Las sustancias que la mayoría de la gente llama “Químicos” han jugado un papel
importante en este ámbito ya que ayudan a que los alimentos se conserven en un tiempo
prolongado.

El procesamiento industrial aumenta la vida de anaquel de los alimentos y el uso de empaques u


otros medios de contención facilitan su manipulación y transporte, lo que redunda en la
posibilidad de grandes volúmenes de distribución y venta. Además, el procesamiento permite la
modificación de sabores y características de los alimentos para mejorar su palatabilidad, lo que
favorece su aceptación y volúmenes de venta. Esto ha llevado al desarrollo de alimentos
industrializados con alta densidad energética, debido a los elevados contenidos de grasas, con
frecuencia provenientes de aceites vegetales parcialmente hidrogenados, los cuales son ricos en
ácidos grasos trans, o bien debido a grandes contenidos de carbohidratos simples o azúcares, 5,6
que se aceptan bien por su palatabilidad (González-Cossío, T., Rivera, J., González Castell, D., &
Barquera, S. ,2007).

¿Cómo la sociedad está vinculada con alimentos industrializados?

En un individuo, la dieta es un factor importante para tener una vida con los nutrimentos que
necesita, ya que el cuerpo humano requiere de todos los nutrimentos para echar andar la
maquinaria que usamos todos los días, el metabolismo.

En la actualidad la comida es un gran negocio a nivel mundial en torno al cual se mueven cifras
millonarias orientadas a incrementar la productividad agrícola, el rendimiento de la ganadería y la
intensificación de la explotación marítima, entre otros (MAPYA, 2002).

Dependiendo el país y las normas que rigen a los mismos, el uso de conservadores, colorantes,
saborizantes, etc. Son controlados ya que el consumo a dosis grandes de estos aditivos puede
perjudicar la salud, influyendo en el metabolismo en cada individuo. El uso de grasas, azúcares,
proteínas y demás también son regulados para el consumo humano. Aunque se sabe que estas
sustancias son de suma importancia para el ser humano, se tiene que saber que en exceso causan
enfermedades como la diabetes, hipertensión, Obesidad entre otras y es por eso que regular el
consumo es cuestión de criterio de quien consume alimentos con estos elementos.

La preferencia por este tipo de alimentos podría estar asociada a una valoración de prestigio por
su consumo, asociado al de la migración, publicidad, y comodidad de quien los consume (Calvo y
López, 1993; López, 1994), aunque algunos investigadores han sugerido que su incorporación a la
dieta se debe a que los prefieren por su buen sabor (Skinner et al., 1999; Subar et al., 1998). En
todo caso, pueden ser más caros que los alimentos no procesados derivando en un menor gasto
en alimentos no procesados. El impacto negativo en la salud de la población se debe a que son
altos en calorías, grasa, azúcares y sodio, y bajos en contenido de fibra (Hampl, Betts, Benes, 1998)
y se han asociado con la creciente prevalencia de obesidad y enfermedades crónicas como
diabetes e hipertensión arterial (Chávez et al., 1994).

La industria alimentaria debe de tener el compromiso de llevar hasta el usuario productos que a la
larga no tengan efectos nocivos sobre el huésped y su salud. Que en verdad beneficien al
consumidor en su dieta diaria, ya que tanto al consumidor como a la empresa que labora no les
conviene tener en sus manos productos de mala calidad por pérdidas monetarias, calidad y salud.
Por eso cualquier industria alimentaria debe de tener normas rigurosas en su control de calidad
para no representar un riesgo ante la sociedad y los consumidores.

Bibliografía:

Mariaca Méndez, R., Pérez Gil-Romo, S. E., Nazar Beutelspacher, A., Castillo Burguete, M. T.,
Salvatierra Izaba, B., & Pérez Izquierdo, J. O. (2012). Frecuencia del consumo de alimentos
industrializados modernos en la dieta habitual de comunidades mayas de yucatán, méxico.
Estudios Sociales: Revista De Investigación Científica, 20(39), 155-184.

González-Cossío, T., Rivera, J., González Castell, D., & Barquera, S. (2007). Alimentos
industrializados en la dieta de los preescolares mexicanos. Salud Pública De México, 49(5), 345-
356.

MAPYA (2002) Hechos y cifras del sector agroalimentario español 2001. Indicadores
socioeconómicos de la actividad agroalimentaria. Madrid, España, Secretaría General Técnica
MAPYA.

Calvo, T. y G. López (1993) Movimientos de población en el Occidente de México. México, Editorial


CEMCA, El Colegio de Michoacán.

Skinner, J. et al. (1999) “Longitudinal Study of Nutrient and Food Intakes of White Preschool
Children Aged 24 to 60 Months” en J Am Diet Assoc. Volumen 99, número 12, diciembre, pp. 1514-
1521.
Subar, A. et al. (1998) “Dietary Sources of Nutrients among US Children, 1989-1991” en J Ped.
Volumen 102, número 4, octubre, pp. 913-923.

Hampl, J., Betts, N. y B. Benes (1998) “The ‘Age+5’ Rule: Comparisons of Dietary Fiber Intake
among 4 to 10 Year Old Children” en J Am Diet Assoc. Volumen 98, número 12, december 1998,
pp. 1418-1423.

Chávez A, et al. (1994) “La transición epidemiológica en alimentación y nutrición” en S. Doode y E.


Pérez (comps), Sociedad, economía y cultura alimentaria. México, Editorial CIESAS, CIAD, A.C

También podría gustarte