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Resureccion Dos
Resureccion Dos
Pero cuando Cristo resucita es como la cereza del pastel. Es el momento culminante.
Porque sabemos que si Cristo se hubiera quedado en la tumba y no hubiera resucitado
hubiera sido simplemente un mártir más, un gran genio espiritual, un profeta venido de
Dios. Pero lo que distingue al cristianismo es precisamente su insistencia en que el
fundador de nuestra fe y el fundamento de nuestra creencia no está muerto, sino
que está vivo.
Ahora mi punto en esta meditación es el siguiente, amados porque me gusta ir a las cosas
prácticas. ¿Qué quiere decir eso para mí hoy en el siglo XXI? En este día que yo estoy
viviendo, la semana que acabo de pasar, esta semana que viene, mis luchas, mis
tribulaciones, mis pruebas, mis aspiraciones, mis sueños ¿qué quiere decir eso en
última instancia?
Sí, la resurrección de Cristo quiere decir que un día yo voy a resucitar de entre los
muertos y la eternidad está asegurada. Pero ¿sabes qué? La resurrección tiene
implicaciones para hoy, para ti y para mí, para el aquí y para el ahora también. La
resurrección no es sólo un hecho histórico, una gran declaración teológica, sino que
también tiene implicaciones para nuestra vida presente y eso es lo que a mí más me
interesa señalar. Cómo vivir ahora y aquí en el poder de la resurrección, en lo que Cristo
ha hecho posible a través de ese acto misterioso que es la resurrección.
Y lo que yo quiero enfatizar a tu vida es que todo creyente entra en una nueva
dimensión al entrar en la vida cristiana. Cuando tú entregas tu vida al Señor, cuando tú
lo invitas a entrar a tu corazón, cuando tú lo haces a Él Salvador, Señor de tu vida,
cuando tú afirmas que Él es quien Dios dice que Él es. Cuando tú haces eso, algo
sucede en el mundo espiritual. Se da una transacción judicial espiritual y es que tú
entras en la dimensión de la resurrección. Tú entras en una nueva zona.
Te vas a seguir moviendo en el tiempo y el espacio donde estás, pero en el ámbito del
espíritu se da algo y es que ahora tú tienes como una cobertura diferente dentro de ti. Hay
una atmósfera nueva, tú pasas a asumir una nueva identidad. La resurrección es el
símbolo máximo de Cristo. Nosotros sabemos que pesa sobre nosotros todo lo negativo
de la caída, de lo cual sabemos que su máximo representante es la muerte. La muerte es
como la puerta final, es la última declaración del diablo y del pecado de que tú eres un ser
caído, de que habitas un mundo triste y caído. Pero la resurrección desmiente todo eso,
la resurrección choca contra esa afirmación definitiva de la muerte, del pecado, de la
caída. La muerte de Jesús yo diría que fue un encuentro de poder entre dos Reinos, entre
la luz y las tinieblas.
¿Y sabes qué? dice la Biblia que las tinieblas fueron derrotadas por el poder de la
resurrección. Cuando el Señor resucita es como la última lucha final, es la última
declaración de que Dios tiene más poder que el diablo, que el pecado, que la muerte, que
el mundo caído y que la historia con toda su inercia.
Colosenses 1: 13,14 el apóstol Pablo declara allí que: " Él nos libró del dominio de la
oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el
perdón de pecados.
Dice que Cristo nos ha librado de la potestad de las tinieblas. Óigame si usted
entendiera eso ahora mismo saltaría de jubilo y diría: gloria a Dios, aleluya.
Efesios 1:3 afirma que: "El Padre nos ha bendecido" nos bendijo en pretérito pasado
"nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." Y
Efesios 1:19-20 declara que el mismo glorioso poder que levantó a Cristo de los muertos
ahora opera en nosotros los que creemos. Tienes que entender eso, que tu poder, el
poder que tienes no es el de un motor de Bocho ahí destartalado, es el poder de un tanque
de guerra Bradly; es la fuerza motriz de Cristo Jesús mismo.
Hay cuatro cosas que yo quiero señalar a la luz de esto que estoy diciendo, escuche estas
verdades que voy a elaborar brevemente. Este pasaje nos muestra que el poder de la
resurrección ya es nuestro. Ponga énfasis en la palabra ya. El poder de la resurrección
ya está en mí, ya se mueve dentro de mí, ya es una realidad en mi vida. Número dos ese
poder de la resurrección opera por fe y no por vista. Eso es bien clave porque si tú
miras alrededor es muy diferente la cosa, pero tú tienes que creerlo, tienes que creer que
es tu fe la que lo activa no las circunstancias alrededor de ti. En tercer lugar algo bien
importante es que ese poder de la resurrección no es para los dotados sino para los
esforzados. No es para los que ya nacieron con una cantidad de recursos, dones y
talentos, con un pedigrí familiar o educativo no, no. No es para los dotados, es para los
esforzados. Esto es una cosa que continuamente nos dice la Palabra. Y bien importante
en esto es que; en cuarto lugar, el Cristo que encarna ese poder va siempre delante de
nosotros, en toda circunstancia de la vida.
Y en este acto de estas mujeres que van a embalsamar un cuerpo; que ya no está allí
porque ha sido vivificado por el Poder del Padre, en esta percepción fallida, estas mujeres
se parecen a mucha gente piadosa. Aman a Dios, aman a Cristo, han entregado sus
vidas al Señor pero no saben del Poder que hay en el hecho de que somos hijos de
Dios, miembros de esa estirpe regenerada, que habitamos y que tenemos recursos
alrededor de nosotros que Cristo hizo posible por medio de Su resurrección. Viven
la vida a medias no entendiendo la plenitud.
Viven como esos discípulos que registra el Libro de los Hechos en el capítulo 19 cuando
Pablo se acerca a ellos y les dice: ¿Ustedes fueron bautizados en el Espíritu Santo? y
ellos le dicen: ni siquiera sabemos qué es el Espíritu Santo. Hay tanta gente así; aman a
Dios, son discípulos de Jesucristo pero no saben que hay un componente adicional de
poder que el Padre quiere darnos para que vivamos en ese poder. Hay un elemento
adicional que tú recibes cuando tú recibes el Espíritu Santo dentro de ti, los dones del
Espíritu vienen a ser parte de tu herencia. Tú no estás solo, la energía del Señor te
ayuda.
Yo no me tengo que preocupar tanto por recursos que haya o no haya, yo lo que quiero es
estar seguro de que estoy en la Voluntad de Dios. Si estoy en la voluntad de Dios las
circunstancias van a tener que arreglarse de una manera u otra. Esto va a tomar
tiempo, voy a luchar lo que sea pero las circunstancias se van a alinear alrededor de mí,
no por mí sino por el Cristo que está dentro de mí.
Entonces estas mujeres no saben que su Maestro en realidad está vivo, ellas van en una
misión de derrota. Ellas todavía están en la dimensión negativa pero el mundo
espiritual ha cambiado. Ellas están tan cargadas con el dolor y la culpa que no
recuerdan; como tanta gente, que la Palabra de Dios dice que: "Dios no nos ha dado
espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio."
Las mujeres van temerosas preguntándose: ¿quién nos removerá la piedra? Están
enfocándose en el problema. Están enfocándose en los obstáculos, ellas saben que el
cuerpo del Señor fue metido en una cueva como las costumbres de ese tiempo para la
gente rica; porque el Señor a pesar de haber sido pobre en el sentido material de la
palabra era rico evidentemente en poder, pero Él se ajustó a ciertas cosas y fue enterrado
en una tumba prestada de un hombre rico; pero había una piedra que había sido rodada
sobre la entrada a la tumba, una piedra demasiado fuerte para ellas poder quitarla para
tener acceso a su Maestro. Ellas van, las pobres pensando: ¿quién nos removerá la
piedra?. Qué interesante eso y no me quiero adelantar al sermón pero yo les doy a estas
mujeres un tremendo crédito, de que aunque ellas no sabían cómo se iba a resolver el
problema de todas maneras iban para allá.
Yo les digo hermanos y es una cosa bien importante, aunque tú no sepas todos los
detalles del proyecto que vas a emprender si Dios te ha dicho: ve, lánzate en el
Nombre del Señor. Dios abrirá el mar delante de ti. Mucha gente espera a tener la
solución a su problema y tener todo allá bien escrito, bien planificado, el presupuesto
hecho. Usted tiene que lanzarse; si es de Dios usted láncese, camine. En el proceso
usted va a aprender, se va a perfeccionar, se va a equivocar pero Dios lo va a llevar a la
meta porque fiel es el que prometió. Yo alabo a estas mujeres porque a pesar de que no
sabían cómo se iba a resolver su problema y pensaban que tenían un problema; pero no lo
tenían porque ya Dios lo había resuelto, ya la piedra esa había sido removida pero ellas
todavía están en la realidad ésta, de su derrota. Esa piedra para mí es símbolo de todo
lo que nos impide triunfo o gozo en nuestras vidas, lo que nos impide acceso a la
verdad ahora revelada de Dios de que Cristo está resucitado.
Esa piedra era como un obstáculo allí que les impedía entrar en esa cueva donde el
poder de Dios se había manifestado en plenitud.
Esa piedra puede ser tu problema, esa piedra es tu matrimonio difícil, que crees que ya
no hay solución cuando lo que falta muchas veces es voluntad.
Esa piedra es tu lucha con tu mente contra la depresión, contra la ansiedad, contra la
baja autoestima; el recuerdo del abuso sexual que recibiste o el abuso de tus padres en
una niñez destruida.
Esa piedra son tus ataduras mentales con las cuáles luchas. Los imposibles que te has
impuesto en tu mente y en tu corazón, porque la mayor barrera del ser humano esta en su
mente.
Esa piedra es tu falta de educación que quieres superar pero no sabes cómo. No pudiste
estudiar por la razón que sea y te creíste el cuento de que no puedes, es tan solo que
decidiste no intentarlo.
Esa piedra es la mentalidad de madre soltera. Que tus hijos adolescentes que ahora ya
se están haciendo hombrecitos y tú no sabes cómo trabajar con ellos y cómo ayudarlos en
la formación de su masculinidad y están allí ellos dando golpes y haciendo cosas que no
son de vida porque quieren afirmarse, y tú quieres ayudarlos pero no sabes cómo.
Esa piedra es tu trabajo que Dios te ha dicho que hay algo más para ti pero tú no sabes
cómo ascender al próximo nivel. Vives frustrado por lo que haces en vez de vivir
agradecido y por eso no sales de ahí. Pero Dios te dice: sigue adelante; la piedra Yo la
he removido en el espíritu, Yo lo he declarado ya. Yo llamo las cosas que no son, como si
fueran, tú muévete en ese poder, sigue, prueba, Yo voy a quitar la prueba en lo material
porque ya Yo la he quitado en lo espiritual.
Esa piedra es cualquier cosa que te impide entrar en lo que Dios ya ha hecho
judicialmente, espiritualmente en tu vida.
En Mateo 28:2 dice que: "El ángel" aquí no está ese detalle en Marcos pero el
evangelista Mateo en su relato paralelo a éste dice que: "llegó un ángel" Mateo 28:2
"removió la piedra y se sentó sobre ella." ¿Por qué se sentó el ángel sobre ella?
¿porque se había cansado después de empujarla? No, yo creo que ese ángel la miró y
le dijo: muévete y la piedra dijo: sí señor y se movió. Se sentó como una señal de
victoria y de poder. Se sentó sobre la piedra como una afirmación de que la inercia
de la vida había sido vencida y que el poder de Dios es más grande que cualquier
obstáculo, que cualquier impedimento que se interponga entre ti y el futuro
luminoso que Dios tiene para tu vida.
Amados yo creo que en realidad no deberíamos pedirle poder a Dios lo que tenemos que
aprender es a movernos en el poder que ya tenemos. Entonces vemos esto claramente que
el poder de la resurrección ya está dentro de ti. Entonces es importante que nos
veamos en el poder de la resurrección.
Como yo decía hace un momento hay que darle el crédito a estas mujeres por el hecho de
que no dejaron que su duda les impidiera ir hacia la tumba con las especias aromáticas.
Ellas no sabían cómo iban a entrar pero ellas van. No están mirando, aunque miran las
circunstancias pero hay algo de ellas que las anima a seguir adelante. Imagínese si ellas
hubieran dicho: ¿sabe qué? imposible, esa piedra no puede ser removida así que
quedémonos en casa y vamos a ver qué pasa.
Mis amados cuando Dios hace cosas grandes en nuestra vida y todavía no nos hemos
dado cuenta de que Él las ha hecho, continuamos viviendo como si Él no las hubiera
hecho y estamos perdiéndonos de un gran recurso para nuestras vidas.
Ese tiempo desierto, ese tiempo de definición, ese tiempo de limbo en un sentido, eso es
lo que yo llamo el tiempo de la fe, en lo que Dios hace lo que Él dice que va a hacer a
nivel observable. A veces Dios hace cosas trascendentales en el ámbito de Su Espíritu,
de Su Reino, de la eternidad, en el cielo. A veces Él hace cosas transformadoras en el
mundo, opera sobre la realidad pero se toma algún tiempo para que ese hecho de Dios se
transmita al ámbito en que nosotros vivimos, al ámbito del tiempo y del espacio.
El Señor había hecho algo poderosísimo, había resucitado a Su Hijo. Esa tumba fue
iluminada con una luz poderosa pero no había nadie que lo viera todavía. El milagro se
dio pero hubo un tiempo hasta que hubo gente que se percató de ello, mientras tanto
vivieron en el tiempo como de tristeza, de luto, de decepción, de sentirse que Dios no
había hecho todo lo que les había prometido. Entonces vemos esto que a veces Dios hace
cosas trascendentales en el ámbito espiritual pero se toma tiempo para que ese milagro se
efectúe porque Dios obra sobrenaturalmente a través muchas veces de lo natural, y lo
vemos repetidamente. Es un secreto que yo he aprendido de la vida. Cuando yo le
pido a Dios algo yo creo que Dios lo declara pero hay un tiempo entonces hasta que se
haga real.
Cuando usted compra unas flores ¿verdad que se toma a veces un par de días para que
las flores se sequen completamente? pero ya desde que fue arrancada, cortada del tallo
el proceso de la muerte había comenzado, pero se toma tiempo y así pasa con las cosas
positivas. Dios las declara pero entonces tienen que darse unos procesos internos, una
reconstrucción del ser, de la mente. Dios te ha dicho: tú eres un guerrero, tú eres un
Pastor, tú eres un Predicador, tú eres una consejera, tú eres una mujer poderosa, tú eres
una anciana de la Iglesia. Y no es que Él te toca con una varita mágica y que mañana tú
vas a ser ya un gran dechado de virtudes, se va a tomar tiempo pero tú tienes que creer.
Estas mujeres no entendían eso ya Cristo había resucitado pero todavía nadie lo había
percibido, pero ellas iban a testimoniarlo. Eso es el proceso de la fe. Muchas veces las
cosas se toman, y es por fe no por vista. Si tú te dejas llevar de lo que tú eres ahora
nunca vas a llegar a ser todo lo que Dios quiere que tú seas. Entonces la resurrección y el
poder es una cosa de la fe, hay que seguir adelante.
3. El tercer punto: el poder de la resurrección no es para los dotados sino para los
esforzados.
¿Por qué digo esto? porque si usted piensa en el relato de la resurrección, lo natural
hubiera sido, el guion de la película hubiera exigido que los hombres fueran los que
estuvieran allí para ser testigos de la resurrección. Hermanos varones perdónenme por
un momentito aquí. Ese era el relato normal de la historia y de la cultura hebrea, y de la
religión judía y de todo, eran los hombres quienes tenían que estar allí para testimoniar
esto y los sacerdotes, etc.
Pero los hombres estaban escondidos y atemorizados pensando que la guardia iba a venir
a llevarlos presos porque el cabecilla de la secta había sido descabezado, destruido.
Estaban descorazonados, desalentados, cada uno ya dijeron: vamos a nuestro negocio y
ya estaban pescando, creían que tenían que volver a sus quehaceres porque nada había
cambiado.
Pero son las mujeres, las descastadas, las no dotadas en este caso porque es que el
Evangelio es muy detallista. Dios quiere decirnos eso. Y una y otra vez una de las cosas
grandes de la Biblia es que los de adentro no son los que llegan a las cosas, siempre son
los de afuera. Dios tiene una preferencia por el pobre, el débil, el descalificado, el que
parece que no tiene ningún recurso ni ninguna credencial. Eso es algo que se repite
continuamente.
Estas mujeres habían estado con Jesús durante todo el proceso y se quedaron con Él
cuando todos los demás se habían acobardado. Entonces la Biblia nos dice que el Reino
de los cielos se hace fuerte y los valientes son los que lo arrebatan. Dios ha declarado Su
Poder pero sólo aquéllos que lo toman por fe se hacen partícipes de ese Poder.
Aquí mismo entre nosotros, hay gente que cree que no tiene nada que ofrecerle al
Señor. Unos dicen: no tengo dones, no voy a seminarios, no tengo dinero, soy nuevo en el
Evangelio, tengo poca educación, soy una madre soltera, tengo demasiados problemas,
póngale lo que usted quiera ahí. Mucha gente vive hermanos tomándose en su propio
jugo de incapacidad, de descalificación, de pasado terrible y triste, de pocos dones, la
inercia de la vida, la piedra de la vida que se ponen sobre el triunfo y piensan: yo no
puedo. Pero la Palabra dice: entrega tu debilidad al Señor y de tu debilidad el Señor
sacará algo poderoso.
A mí me cautiva eso cada vez que lo leo. La delicadeza de Dios cuando el ángel le dice a
las mujeres: "díganle a los discípulos y a Pedro." Óigame qué Dios más detallista. En el
momento más sublime, más grandioso de la historia del universo, uno de los momentos
de proporciones cósmicas del universo el corazón de Dios está preocupándose por Pedro
que le había fallado al Señor y que pensaba: yo estoy descalificado ya, ya no puedo
aspirar a caminar otra vez con mi Maestro. Porque el Señor dice: no te preocupes. Tu
limitación no te descalifica, al contrario: era necesaria, esa hojita que había que poner en
tu récord para Yo poder usarte. Tu descalificación es tu calificación es tu credencial.
Tu imposibilidad abre la puerta para la posibilidad de Dios. Tu limitación es lo que
Él necesita para Él glorificarte. Tu problema es la perfecta plataforma para que
Dios la use para hacer de ti un testigo del poder de la resurrección en tu vida. No
mires tus limitaciones. Mira ese padre que se goza en hacer habitar en familia a la
estéril.
4. Finalmente el Cristo que encarna ese poder va siempre delante de nosotros. Con
esto simplemente quiero dejarles esta palabra porque, allá afuera les espera el enemigo,
cuando usted salga de aquí se va a dar cuenta que allá afuera esta esperándole. Cuando
usted salga por esa puerta va a darse cuenta que está un diablillo allá afuera diciéndote:
¿ahora vamos a ver qué es lo que vas a hacer con lo que dice el Pastor?.
Tú vas a tener que regresar a la realidad que tienes allí en tu trabajo, vas a tener que
regresar a tus limitaciones, a tu matrimonio en crisis, vas a tener que regresar a tu
enfermedad que te está mirando a la cara a ver si vas a maldecir a Dios y te vas a echar a
morir; vas a tener que regresar a tu situación financiera difícil, vas a tener que regresar a
renunciar a tus aspiraciones de una carrera que demanda mucho de ti; vas a tener que
regresar a tu falta de calificaciones que tú necesitas para el trabajo o el aumento para
comprar esa casa, vas a regresar a tu condición. Tú tienes que volver a la realidad.
Estas mujeres de ese momento glorioso y de esa tumba que reflejaba el poder de Dios
iban a tener que salir de allí, porque el ángel les dice: vayan ahora y testifíquenle a los
discípulos y a Pedro. En un sentido les dice ustedes tienen que regresar ahora a decir esto
que ha sucedido. Tiene que regresar a gente que está desmoralizada, cansada y en derrota
y decirles: hey, a levantarse porque Cristo ha resucitado. Tenían que volver a sus
tareas de la vida amados.
Y allá afuera ahora están las familias que necesitan escuchar que Cristo ha
resucitado. En su trabajo usted tiene que testificar, hay retos por delante. Usted tiene que
regresar a la vida ahora y el Señor te da unas tareas, debes compartir que él ha resucitado,
debes vivir como que ha resucitado. Lánzate otra vez a trabajar. Ponte a trabajar con los
retos de tu carrera, de tu noviazgo, de tu lucha con tu mente y de tus ataduras
emocionales. El Señor dice: vete ahora pero Cristo va delante de ti, eso es lo bueno.
Dice el Señor va delante de vosotros, el Señor los espera ¿usted entiende? están los
diablitos pero el Señor está allá afuera listo para darte el animo para que te ajustes.
El Señor va contigo, el Señor está dentro de ti. Dice: el Señor va delante de vosotros.
Pueblo de Dios, Life house Cristo va delante de ti. Yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo no importa qué demonio se levante contra ti, si el Señor es contigo
nadie contra ti. Más fuerte es el que está en ti que el que está en el mundo dice la Palabra
del Señor y Cristo ha resucitado, gloria a Dios. Damos honra al Señor.
Ahí en tu mente visualiza un Cristo de poder que está al lado tuyo, detrás de ti, delante de
ti, encima de ti, fundamentándote mientras tú caminas. Su Palabra te rodea, Su Gloria
está contigo. Vive el proceso y desarrolla el proceso de Dios. Te espera algo maravilloso,
una aventura, Dios te llama a una aventura, la aventura de todo lo resucitado del mundo.