Está en la página 1de 2

TRABAJO SOBRE NEUROSIS OBSESIVAS

Freud dice que según las experiencias sexuales vividas en la infancia se


perfilan las patologías que se padecerán en un futuro; al campo de las
neurosis pertenecen la fobia, la histeria y la obsesión, de estas últimas se
puede decir que tiempo atrás se pensaba que la histeria era una forma de
neurosis femenina, es decir, ésta solo se presentaba en la mujer y la neurosis
que predominaba en los hombres era la obsesión. También plantea que tanto
la histeria como la obsesión pueden ser generadas por un trauma real, pero
Freud, más tarde descubrió que dicho trauma también puede ser fantaseado,
de donde formuló la teoría sobre las fantasías sexuales infantiles. Los
obsesivos se caracterizan por tener pensamientos, impulsos e imágenes que
son permanentes que de tanto pensar en ellos contraen un malestar, a lo que
el sujeto trata de evadir mediante otras actividades porque reconoce que
dichos pensamientos son producto de su mente, pero no lo logran, pues,
después de un tiempo estas ideas vuelven aparecer, un ejemplo que puede
ilustrar claramente esta idea es cuando alguien se imagina que cuando camina
la siguen, pero que al final reconoce que no es cierto. En cuanto a las
compulsiones se identifican por diferentes comportamientos en los que se
pueden enumerar: el orden de los objetos, el lavarse las manos, contar, entre
otros; además se reconocen por hechos mentales que son monótonos, los
cuales el individuo realiza constantemente para reducir el malestar o prevenir
un acontecimiento.

En cuanto a los síntomas de la obsesión se encuentran las ideas de reproche y


las compulsiones; las primeras, aluden a una serie de comportamientos
obsesivos y compulsivos, que consisten en una serie de reproches que son de
tipo moral, el origen principal de este síntoma es la conciencia; las segundas
(las compulsiones) consisten en actos que son repetitivos, los cuales el sujeto
se ve obligado hacer constantemente y si por alguna razón no las realiza se
siente mal. Estas actividades son incontrolables para el sujeto, pero no son
peligrosas, entre estas están la dipsomanía o dependencias que consiste en
coleccionar o guardar, ya sea calcomanías u otros objetos; la ludopatía, la cual
consiste en una obsesión por los juegos de azar; y por último cavilar, en donde
se piensa demasiado y se dan muchos rodeos.

En este tipo de neurosis se dan ataques obsesivo-compulsivos que provocan


en el individuo un gran malestar que puede llegar a influir negativamente en su
vida social, el trabajo u otras actividades que la persona realice. En la
obsesión, las prohibiciones que se le presentaron al individuo en la etapa
edípica se vuelven más estrictas ya que en este proceso la persona comienza
a tener un control sobre su propio cuerpo y a reconocer entre el “yo” y el “no
yo”, es entonces cuando las reglas morales se establecen y son mucho mas
rigurosas; el miedo y el odio que sintió hacia los padres, se convierte en un
sentimiento de culpa y los castigos que alguna vez impusieron los padres se
transforma en auto-castigo.
El psicoanálisis busca la manera de que el paciente intente asociar libremente
lo que le pasa con ciertos acontecimientos ya pasados, al mismo tiempo trata
de evitar discusiones sobre teoría entre paciente y terapeuta, también busca no
suministrarle material al paciente que pueda servirle para aumentar su
capacidad de cavilar.
La estructura de la obsesión es muy sólida debido a su características: la
rigidez, el orden, la terquedad, el bloqueo emocional, la realidad del paciente
que es limitada y por los mecanismos de defensa, lo que hace que el proceso
terapéutico se afecte, además la transferencia entre paciente y terapeuta es
muy poca debido a que no se transmite ni se siente un afecto que sea
relacionado con la idea; además la rigidez del paciente hace mas difícil este
proceso ya que el obsesivo intenta mantener el control tanto dentro del análisis
como en su vida cotidiana. Las regresiones que se dan durante el tratamiento
son las que muestran un resultado positivo, pues gracias a ellas se da un
cambio en el paciente y se nota el avance que se va logrando en el transcurso
del proceso.
Presentado por:
Julieth Arango Arango
Psicología, segunda cohorte, Universidad de Antioquia. Andes

También podría gustarte