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Derribar del hebreo Natats = derribar, perecer, quebrar, romper, trastornar, asolar.

1. Muros 2. paredes 3. barreras 4. fortalezas 5. altivez, que se levanta contra el conocimiento


de Cristo.

Dice Isaías 14:15 “sin embargo, has sido derribado al Seol, a lo más remoto del abismo.

Job 12:14 “El derriba, ¿y quién edificará? – Josué 6:20 “los muros fueron derribados.”

La Biblia dice en Josué 6:12 que “Jericó estaba bien cerrada a causa de los hijos de Israel, nadie
podía entrar ni salir, mas el Señor dijo a Josué: Mira, hoy he entregado a Jericó en tu mano y a su
Rey con sus valientes guerreros.”

Satanás, muchas veces, tiene tomadas ciudads, pueblos y naciones, y levanta muros y cierra
puertas para que la luz del evangelio de nuestro Señor Jesucristo no llegue a ese lugar.  Esto
sucede a causa del pecado de los pueblos, se le dan derechos al enemigo para tomar los pueblos
con sus habitantes y meterlos bajo la esclavitud del pecado.  Uno de los pecados que produce la
esclavitud de un pueblo es:  la idolatría y el ocultismo (brujería, hechicería, espiritismo, magia,
adivinación, pactos satánicos, etc.)  A causa de todo esto, los pueblos quedan cautivos bajo cielos
de bronce (maldiciones) y tierra de hierro (dureza, incredulidad, esterilidad, etc.) Deuteronommio
28:23.

Así hoy, el enemigo (Satanás), tiene bajo cautiverio a naciones y pueblos y las puertas al evangelio
están cerradas, la iglesia es pequeña y no progresa, o casi no hay evangelio; las leyes son adversas
a la Palabra de Dios, no hay libertad para predicar el evangelio, solamente hay religión y ocultismo,
vicios, pornografía, libertinaje, etc.  Pero, cuando se cree que es imposible entrar con el Bendito
evangelio de nuestro Señor Jesucristo, su Palabra y autoridad para derribar lo imposible, es
cuando El llama a los Josués y les dice: “mira (ojos espirituales) hoy he entregado en tu mano a
Jericó (lugar de fragancia), y a su rey con sus valientes guerreros.”

Muchas veces nosotros como cristianos detestamos ciertos lugares a causa de que son nido de
pecado y prolifera la inmundicia, pero en vez de actuar de esta manera, el Señor nos llama a
interceder y clamar por ese pueblo o ciudad, pues El no mira las cosas como las mira el hombre, El
ve lo vil como precioso, lo poco como mucho, lo pobre como rico, lo sucio como limpio, pues Dios
opera en lo que no sirve para convertirlo en instrumento útil para la gloria de su Nombre.

Jericó, para el mundo de aquel entonces, principalmente para los judíos era una ciudad maldita,
llena de pecado, de tinieblas, impenetrable por su muro,  por sus puertas, por su rey y por sus
guerreros.  Además, Dios había decretado juicio sobre Jericó, pero recordemos que Jericó era
parte de la tierra prometida, que Dios había dado palabra a su siervo Abraham, que le daría toda
esa tierra por heredad, a sus descendientes y por generaciones.

Cuando Dios promete algo lo cumple, El da su palabra, y la misma no regresará vacía, tendrá su fiel
cumplimiento.  Nosotros como pueblo de Dios hemos recibido de El preciosas y maravillosas
promesas (2ª. Pedro 1:4), esto lo sabe el enemigo y ataca, trata de confundirnos, se apropia de lo
que nos pertenece, levanta muros y se resiste a rendirse.
Pueblo de Dios, es el momento de tomar lo que nos pertenece según la promesa de Dios, seamos
valientes, levantemos nuestro clamor al que todo lo puede, intercedamos por la liberación de
nuestro pueblo y naciones, la respuesta vendrá.

4.1. Derribando Fortalezas Espirituales

Derribar, del heb 2040  jarás = tirar hacia abajo o en pedazos, romper, destruir, arruinar, derribar,
desbaratar, destruir, trastornar.

Fortaleza, concepto: es un lugar fortificado que Satanás constituye para glorificarse a sí mismo en
contra del conocimiento y de los planes de Dios. 

Hageo 2:6-8 dice “porque de aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra
seca, dice Jehová de los ejércitos, y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el deseado de
todas las naciones; y llenaré de Gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.  Mía es la plata y
mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”

Dios está levantando profetas llenos de su autoridad que harán temblar los cielos y la tierra.  Con
Palabra revelada bajo la unción poderosa, preparando al pueblo de Dios para la batalla que
producirá la gran victoria de todos los tiempos.

El tiempo es corto ya, la venida del Señor Jesucristo está más cerca hoy que el día cuando
creímos.  Cuando el profeta Hageo dice de parte de Dios, haré temblar los cielos y la tierra, se está
refiriendo a la guerra espiritual profética, que se levantará de esta tierra, para derrotar a los
principados, potestades y gobernadores en los aires (cielos) que han tenido por mucho tiempo
levantadas fortalezas, que no dejan que haya libertad aquí en la tierra. 

Existen por lo menos 9 clases de fortalezas: 1) fortalezas personales, 2) fortalezas de la mente, 3)


fortalezas ideológicas, 4) fortalezas de ocultismo, 5) fortalezas sociales, 6) fortalezas de la iglesia y
la ciudad, 7) asientos de Satanás , 8 )  fortalezas sectarias 9) fortalezas de iniquidad.

1)      Fortalezas Personales: cosas que Satanás construye para influir la vida personal de uno; el
pecado personal, pensamientos, sentimientos, actitudes y modelos de conducta personal.

2)      Fortalezas de la mente: es el recuadro mental impregnado con desesperanza, que hace que
el creyente cambie algo que sabe que es contra la voluntad de Dios.

3)      Fortalezas ideológicas: tienen que ver con la cosmovisión.  Hombres tales como Carlos Marx
y Carlos Darwing y otros, afectaron las filosofías religiosas y no religiosas que influyen en la
sociedad.

4)      Fortaleza de Ocultismo: son una abierta aplicación maléfica de muchas fortalezas
ideológicas.  Las fortalezas del ocultismo, son fortalezas de brujería, satanismo y religiones de la
nueva era, las cuales invitan a los espíritus guías a operar.  Trabajan como amplificadores de poder
para los espíritus territoriales que habitan en las regiones territoriales

5)      Fortalezas sociales: es la opresión sobre una ciudad, en la cual la injusticia social el racismo y
la pobreza, con todos sus problemas relacionados.  Hace que la gente crea que Dios no se
preocupa por sus necesidades.
6)      Fortalezas entre la iglesia y la ciudad: es el antagonismo que se da entre la iglesia y la ciudad,
y que crean una mentalidad de “nosotros contra ellos”.  La iglesia ve con frecuencia al gobierno de
la ciudad como su enemigo, y la ciudad a menudo ve a la iglesia bajo una luz negativa.  Esta
fortaleza se derriba cuando la iglesia aprende a ser una bendición para la ciudad.

7)      Asientos de Satanás= un asiento de Satanás es una localidad geográfica que está altamente
oprimida y controlada diabólicamente por un cierto principado de tinieblas.  Desde este asiento
satánico, el enemigo hace la guerra contra la ciudad o la nación.

8)      Fortalezas sectarias: causan divisiones en las iglesias, orgullo en doctrinas o creencias, e
idolatría de denominaciones o sistemas particulares de creencias, que producen aislamiento del
resto del cuerpo de Cristo.

9)      Fortalezas de iniquidad: proceden de los pecados de los padres que producen iniquidad o
debilidad hacia ciertos tipos de pecados en las generaciones sucesivas.

Cuando tiemblan los cielos automáticamente también temblará la tierra, pues existe un
paralelismo entre las cosas espirituales en los cielos y lo que sucede a nivel tierra.

Hoy muchas naciones son impenetrables cuando se quiere llevar y plantar el evangelio del Señor
Jesucristo, son verdaderas fortalezas, difíciles muchas veces de derribar.  El problema realmente
no radica en lo que vemos en la tierra, sino en las verdaderas fortalezas que Satanás ha levantado
en los aires.  Todo esto data de muchos años atrás cuando nuestros padres pecaron y, le dieron
lugar al enemigo para levantarse y tomar la autoridad.  Es el pecado generacional el que realmente
produce todo esto, es aquí donde tiene que haber un verdadero arrepentimiento del pueblo que
es pueblo del Señor, para pedir perdón por sus pecados y por los pecados de sus padres.  “Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual es invocado mi nombre y oraren y buscaren mi rostro y se
convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y
sanaré su tierra.”  2 Crónicas 7:14. 

Las fortalezas, como hemos visto anteriormente, pueden afectar a las personas en lo individual y
también en forma colectiva (familias, congregaciones, ciudades, naciones, etc.)   El camino para
obtener la victoria y que estas fortalezas sean derribadas, es la humillación, la obediencia, la
confesión,  el determinar apartarse y el levantar oración intercesora y así, contemplar la obra
poderosa de liberación operada por el Señor.

La visitación del Espíritu Santo a las naciones del mundo es un hecho en este tiempo postrero.  La
casa (la iglesia) será llena de la Gloria de Jehová, nunca antes la iglesia ha tenido tanta Gloria,
como la va a tener en este tiempo.  Todo ojo mirará lo que Dios hará en su casa y con su pueblo. 
Cuando el profeta Hageo dice: “mío es el oro, mía es la Plata dice Jehová de los ejércitos”  Hageo
2:8, esto nos habla que la Gloria de Cristo (el oro), brillará en la iglesia, ya no nos verán a nosotros,
el mundo mirará a Cristo, habrá redención (la plata), para todos los pecadores que se arrepientan. 
Además de todo eso, la casa de Dios será prosperada económicamente como nunca antes, las
finanzas serán poderosas.
Son pues,  los profetas de Dios, los llamados a enseñar y adiestrar al pueblo del Señor para ser un
pueblo guerrero, intercesor, porque de otra manera, los pueblos y naciones permanecerán bajo
cielos de maldición, y el pecado esclavizará de tal manera hasta llevar a muchos a la muerte y a la
condenación.  Este es pues, el tiempo del Espíritu, que Dios determinó para enviar a sus profetas
juntamente con los demás ministerios a esta tierra, y ser recibidos como de parte de Dios por la
iglesia de Cristo, pues los ministros son dones (regalos) de Dios a la iglesia para prepararla,
capacitarla, edificarla, para la obra del Ministerio.

Cuando hay intercesión, también habrá revelación, también habrán estrategias y armas poderosas
del Espíritu para derribar las fortalezas del enemigo en los aires.  Nuestra oración en estos días
debe ser pidiéndole al Señor la salvación de las naciones hasta los

Confines de la tierra para que se establezca su reino, y toda la tierra se llene de su gloria

“Ciertamente anunciaré el decreto del Señor que me dijo: “Mi hijo eres tú,  yo te he engendrado
hoy.  Pídeme y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la
tierra.   Tú los quebrantarás con vara de hierro.  Los desmenuzarás como el vaso de alfarero.” 
Salmos 2:7-9

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