Serie: La visión es: reglas, presión y disciplina

Tema: Hágase tu voluntad

Tema 2

Hágase tu voluntad
Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Introducción

a. Luego de haber estudiado y desarrollado, en la lección anterior, las siete advertencias

para la iglesia, esta semana comenzamos con las lecciones del libro del Apóstol
Marcelino Sojo “La visión es: reglas, presión y disciplina”.

1. Hágase tu voluntad

1.1. Para tener éxito en la vida, el ser humano debe aceptar las reglas del cielo.

1.1.1. Según las palabras de nuestro Señor, cada persona que tome la decisión de
someterse a las reglas, presión y disciplina en la Tierra, como es en el cielo,
podrá doblegar el "yo", la concupiscencia y los deseos que no van conforme
al Espíritu.

1.2. La problemática es que, millares de seres humanos, caminan haciendo la voluntad

propia o la voluntad de otro, pero no la de Dios, lo que provoca que se pierdan las
grandes bendiciones del cielo.

1.3. En cuanto a las verdades eternas, en el momento que reconocemos nuestro

llamado, no tenemos nada que opinarle o refutarle a Dios.

1.4. Tenemos que entender lo que significa decir "hágase tu voluntad".

1.4.1. Esto es, morir a nuestros propios deseos, opinión, razonamientos, a la

interpretación y solo estar dispuestos a aceptar las reglas, presión y
disciplina que nos ha impuesto la eternidad, y que salen de la boca de Dios,
nuestro Padre Eterno Creador.

1.5. Dios no respalda rebeliones, ni la maldad del yo, él no respalda la concupiscencia

del cuerpo pecaminoso carnal, él solo respalda que vivamos sujetos a su voluntad,
así como se vive en la eternidad: de lo que sale de la boca de Dios.

1.6. "Hágase tu voluntad", solo lo dice una persona que ha muerto al yo, quien, aunque
tiene luchas y batallas, entiende que el éxito en la vida está ligado a la radicalidad
de la obediencia al Padre.
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1.7. "Hágase tu voluntad en la tierra", son las palabras de un pueblo que cree, que vive
fidelidad, anda en victoria, triunfa en la vida y se sujeta a todo lo que diga Dios.

2. ¿Qué significa escuchar la voz de Dios?

2.1. Escuchar la voz de Dios, es vivir en sujeción, rendir cuentas, aceptar que sus
autoridades le corrijan, le dirijan.

2.1.1. El mundo de pecado se desarrolló indisciplinado, loco, se desarrolló

contrario a la bendita voluntad de Dios.

2.1.2. El mundo del éxito se desarrolló bajo la imposición de reglas, presiones y

disciplina, por eso, es necesario que la gente que quiere el éxito, se sujete en
la tierra, como si estuviese en el cielo.

2.1.3. Es por eso que nuestro Señor Jesucristo así nos lo enseñó, él dijo: Hágase tu
voluntad en la tierra.

2.2. Como hijos serios, como gente seria, como personas responsables, que entendemos
que tenemos un llamado eterno, digamos, “hágase tu voluntad en nuestra vida,
aceptamos tus mandamientos, tus reglas, la presión y la disciplina, porque fuera de
allí hay pérdida, dolor y frustración”.

2.3. Solo los cobardes huyen de los procesos de Dios. Reglas, presión y disciplina son el
camino de los héroes de la fe. Ellos triunfaron ayer, hoy le toca a usted.

2.4. Lo que existe en la eternidad.

2.4.1. Como usted es un ser eterno, como usted es de Dios, decida vivir triunfante
en la Tierra.

2.4.2. Mientras esté de paso por este mundo, cumpliendo la voluntad de Dios,
decida vivir la presión de las reglas de Dios, el mandamiento de Dios, la voz
de Dios, el decreto de Dios.

2.4.3. Que el deseo del Padre sea su deseo, que el pensamiento del Padre sea su
pensamiento, que la visión de Dios sea su visión, que el negocio del Padre
sea lo que usted anhela, que la voluntad de Dios sea la que habita en su
corazón.

2.5. Repita: Yo acepto sin cuestionar nada, todo lo que sale de la boca de Dios. Hágase
tu voluntad, Padre, en mi vida. Amén.

3. La gran necesidad de reglas, presión y disciplina

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3.1. La gran problemática en el liderazgo y en la obra de Dios en general, está en

comenzar grandes planes, visiones, propósitos y multitud de labores, pero que no
terminan de concretarse, impidiendo que se cumpla la agenda escrita por la mano
de Dios, o que no sea revelado a sus hijos, por falta de reglas, presión y disciplina.

3.2. Esta urgente necesidad ha hecho que las revelaciones y los planes que Dios
muestra a sus hijos para hacer en la obra, no terminen de concretarse.

3.2.1. Dios jamás opera en el desorden, Dios jamás respalda ni bendice la

improvisación. Dios es un Dios de reglas.

3.2.2. La visión funciona con gente que entiende que esto lleva presión, con
personas que han sido conmovidas en su espíritu para moverse al propósito
de Dios, que se someta a la disciplina.

3.3. En la obra de Dios, cuando no se respetan reglas, no aceptan presión y no se está

dispuesto a aprender la disciplina, la obra siempre se va a quedar sin completar.

3.3.1. Necesitamos volver al orden establecido por Dios, porque Dios no vive en la
locura de hacer cosas en desorden.

3.4. Por lo antes mencionado, conmueven las palabras de la sabiduría bíblica que indica
y dice con claridad: "Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es
bienaventurado". Proverbios 29:18.

3.4.1. Otras traducciones dicen: sin palabra, sin rectoría y sin dirección, el pueblo
camina en locura.

3.4.2. Cuando las personas vienen a Cristo, son salvos, pero necesitan que en la
iglesia le establezcamos reglas para que tengan un desarrollo correcto.

3.4.3. Las personas están conscientes que si van a la universidad tienen que
respetar la dirección, la rectoría y las reglas, de lo contrario, están fuera.

3.4.4. Millares de personas que entran a las instituciones formativas de algún

deporte, entiende que la única manera de salir adelante es con reglas,
presión y disciplina.

3.4.5. No existe ninguna organización deportiva, en las artes o en la música, que

pueda lograr grandes éxitos, sin vivir realmente sometido a reglas, presión
y disciplina.

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3.5. Lamentablemente, dentro de las iglesias, hay muchas personas que no quieren
aceptar reglas, presión y disciplina, haciendo como quienes, en los tiempos de
Jesús, llevaban las ofrendas para Dios de lo que les sobraba.

3.5.1. Por eso, la gente dice "si me sobra tiempo evangelizo”, “si me sobra tiempo
hago la célula”, “si me sobra tiempo voy al ensayo”, “si me sobra tiempo,
daré de lo que me sobre".

3.5.2. Ese tipo de posición y de actitud muestra una mente pobre, que no respeta
al bendito Espíritu Santo.

3.6. Dice el libro de los Hebreos que el universo fue constituido por reglas. Hebreos
11:2-3.

3.6.1. Las reglas, presión y disciplina que estableció Dios, mantienen el mundo y
el universo en su lugar, manifestando un perfecto orden. De otra manera el
planeta y el universo serían un desastre.

3.6.2. Necesitamos entender que la Palabra de Dios, en general, es una estructura

de reglas, que ejerce presión sobre un mundo rebelde.

3.7. Muchas veces, la palabra gracia ha sido mal interpretada y abusada, pensando que
en el nuevo pacto el ser humano puede hacer y deshacer, pero la palabra gracia es
la gran oportunidad de Dios, quien, en su bendita redención, nos guía a someternos
a la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús.

3.8. Te invito a que no tengas temor a las reglas, a la presión y a la disciplina, porque
sin esto no se triunfa en la vida.

3.8.1. Difícilmente alguien lo logrará haciendo lo que quiere. Nunca se ganan altas
competencias sin alguien que te dirija, nunca se logran las grandes victorias
en lo emprendido sin reglas, presión y disciplina.

3.8.2. Todo aquel que crea que va a lograr algo, sin reglas, presión y disciplina,
puede estar totalmente seguro que vivirá grandes decepciones, depresión,
desilusión y tristeza.

3.8.3. Si quieres hacer la diferencia, trastornar los destinos, lograr lo que no han
logrado otros y triunfar, acepte vivir bajo reglas, presión y disciplina.