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Propagación de los ciclos económicos desde los centros hacia la periferia.

La DIT estaba organizada en función de las necesidades de los países centrales.

Fractura estructural generada por lenta propagación del progreso técnico hacia la periferia y
perpetuada por la DIT. IDEA CENTRAL DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO.

OCTAVIO RODRIGUEZ:

Prólogo de Prebisch: la industrialización era una exigencia ineludible del desarrollo. Y además,
frente a la superioridad técnica y económica de los centros, se necesitaba una protección
razonable. [Estas dos ideas son las que guían el proyecto de la CEPAL].

No existe una tendencia espontánea a la industrialización latinoamericana. La industrialización fue


un acto deliberado de Latinoamérica frente a las crisis de los centros.

Relación con el sistema capitalista y la teoría neoclásica: “yo no impugno el juego del mercado.
Creo que tiene una gran importancia, no sólo económica sino también política. Pero hay que saber
qué estructuras están detrás del mercado. En el caso de las relaciones centro-periferia, hay
estructuras productivas dispares, que impedirían nuestro desarrollo si no hubiera un esfuerzo
tenaz y deliberado de recondicionamiento estructural en las relaciones de intercambio, lo que
requiere combinar racionalmente las exportaciones industriales y la sustitución de importaciones.”

El mercado refleja las relaciones de poder surgidas de la estructura social, y son estas relaciones
de poder las que explican las desigualdades en la distribución del ingreso, y no las “ineficiencias de
mercado” postuladas por las teorías convencionales.

La cuestión de la distribución del ingreso: Es necesario comprimir el consumo en los estratos


superiores para aumentar la acumulación (en forma de bienes físicos y de formación humana).
Este incremento en el ritmo de acumulación, combinado con el cambio en la composición del
capital y la estructura productiva, permitirían absorber en el sistema a un creciente número de
personas aumentando la productividad y el ingreso, y así reduciendo los niveles de pobreza y de
exclusión.

El modelo centro periferia: entiende por capitalismo periférico el producto dinámico de la


propagación e irradiación de técnicas, ideas, ideologías e instituciones de los centros en una
estructura social (la periferia) diferente a aquella de los centros. Esto apareja contradicciones
tanto en el desarrollo interno como en las relaciones entre centro-periferia.

OSCAR RODRIGUEZ, DE LLENO:

La teoría de la CEPAL puede considerarse como una unidad de pensamiento si se considera como
su eje central la concepción del sistema centro periferia. Al reconocer esta unidad, podemos
caracterizar una teoría del subdesarrollo de carácter estructuralista. En esta concepción la
estructura periférica se define como heterogénea y especializada, en contraposición a la
estructura central que es homogénea y diversificada. En esta distinción se asienta las distintas
funciones asignadas por la DIT.

Existen tres tendencias de largo plazo en las economías periféricas:

- La diferenciación de la productividad del trabajo: sobreabundancia de fuerza de trabajo


debido al rezago en el desarrollo técnico productivo que impide el incremento de la
productividad. Esto hace que los países periféricos tengan una productividad menor que
los centrales, lo que presiona a la baja de los salarios. A su vez, se observa una
diferenciación en la productividad del sector especializado y del resto de los sectores
económicos,
- Deterioro de los términos de intercambio: la disminución de los salarios hacen que bajen
los costos de la producción exportable, mientras que en los países centrales el proceso de
aumento de la productividad empuja al alza de los salarios y el consiguiente aumento de
costo de los productos exportables, esto lleva a que cada vez haga falta mayor producción
de productos primarios para adquirir la misma cantidad de productos manufacturados.
- Diferenciación de los niveles de ingreso real medio: en las economías periféricas se da un
proceso de disminución de los ingresos reales medios (vía disminución de los salarios y
aumento del costo de los productos importados), mientras que en los países centrales se
da un proceso de incremento de los ingresos reales medios debido a los procesos inversos.
Esto explica la ampliación de la brecha de ingresos entre una y otra economía.

Centro y periferia forman un sistema único, cuya dinámica se caracteriza por la desigualdad
entre los niveles de ingreso y las estructuras productivas de sus dos polos. La teoría del
subdesarrollo es pues, una teoría estructuralista porque considera que en su origen este sistema
de centro periferia determinó una serie de características estructurales propias de la economía
periférica, que se reproducirán en diferentes niveles de desarrollo, por lo que, al superar la etapa
de desarrollo hacia afuera (etapa en la que el sistema se configura), en la etapa siguiente (la de
desarrollo hacia adentro) se reproducirán esas mismas condiciones de heterogeneidad y
especialización que definen la estructura atrasada y subdesarrollada.

En este proceso de industrialización periférica, se pueden identificar tres tendencias que son
inherentes a él: el desempleo estructural, el desequilibrio externo y el deterioro de los términos
del intercambio.

En el carácter estructuralista de esta teoría se puede identificar el elemento original y el principal


mérito de sus contribuciones a la teoría económica.

Sin embargo, este enfoque impide analizar las relaciones sociales que se encuentran en la base de
esa estructura.

El sistema centro periferia comenzó a conformarse a partir del examen de dos tendencias de largo
plazo: el surgimiento de un proceso espontáneo de industrialización en las economías periféricas,
y la tendencia al deterioro de los precios relativos de sus exportaciones primarias.
Los centros y periferias se constituyen históricamente a partir del modo en que el progreso técnico
se propaga en la economía mundial.

“Esta visión globalizadora de la economía capitalista, que permitió identificar en ésta una fractura
estructural generada por la lenta propagación del progreso técnico y perpetuada por el sistema de
división internacional del trabajo que entonces existía, constituyó ciertamente la aportación
teórica mayor de Prebisch, y fue el punto de partida de la teoría del subdesarrollo que dominó el
pensamiento latinoamericano y tuvo amplias proyecciones en otras regiones del mundo.”
Celso Furtado considera que el desarrollo de una “visión globalizadora de la economía capitalista”,
constituyó el aporte teórico más importante de Raúl Prebisch y “fue el punto de partida de la
teoría del subdesarrollo, que dominó el pensamiento latinoamericano”. El objetivo de este trabajo
es fundamentar esta valoración del trabajo de Prebisch, partiendo de un análisis de sus principales
contribuciones teóricas.
Cuando Furtado se refiere a una “visión globalizadora” se refiere a que Prebisch desarrolló una
mirada de los procesos económicos a nivel internacional que le permitió sistematizarlos bajo las
nociones de centros y periferias, y explicar su funcionamiento a partir de las relaciones entabladas
entre ambas.
Al analizar los postulados de Prebisch debemos tener en cuenta que él no se aparta de las teorías
económicas convencionales (teorías neoclásicas), sino que coincide con sus fundamentos teóricos
y se inscribe en la tradición de estas teorías. Sin embargo, considera que a partir del análisis de la
descripción que las teorías convencionales hacen del sistema económico internacional
(caracterizado fundamentalmente por la división internacional del trabajo), y de su cotejo con la
realidad, se puede cuestionar la premisa básica sobre la que se sustenta este modelo explicativo,
que indica que el fruto del progreso técnico se reparte en forma pareja entre todas las naciones,
debido a que cada una de ellas aprovecha las ventajas comparativas que tiene frente a las otras.
Respecto a esta premisa, lo que él observa en los hechos es que las ventajas del incremento de la
productividad no han llegado a la periferia, lo que ha significado un desarrollo diferencial de las
fuerzas productivas favorable a los centros. Este desarrollo se dio debido a la transferencia de los
beneficios del intercambio desde las periferias a los centros a través del mecanismo de precios. En
otras palabras, el deterioro de los términos del intercambio entre centro y periferia, perjudicó a
las segundas, lo que significó que tuvieran que disponer de una parte cada vez mayor de su
producción exportable para adquirir la misma cantidad de productos manufacturados importados
desde el centro.
Al cuestionar esta premisa Prebisch está cuestionando las bases mismas del orden internacional,
puesto que, si los países periféricos sólo se dedican a la producción de bienes primarios
exportables, no podrán acceder a los beneficios del progreso económico, acumulándose cada vez
proporciones mayores de dichos beneficios en los países centrales. Por lo tanto, Prebisch
considera como condición ineludible para el desarrollo, que se propicie un proceso de
industrialización en las periferias que permita incrementar la productividad del trabajo,
reteniendo una proporción mayor de los beneficios del comercio internacional.
Paralelamente, él critica la idea de que la diferencia en los niveles de desarrollo sea producto de
una diferencia en los ritmos del progreso técnico, por lo que, a largo plazo, debería darse una
convergencia entre las distintas economías mundiales. Frente a esto, Prebisch propone que el
desarrollo diferencial es una condición inherente al mismo sistema, por lo que a largo plazo se dará
un ensanchamiento de la brecha entre centro y periferia, y no su convergencia. Esto permite
explicar el carácter estructuralista de esta teoría, es decir, que el rezago en los niveles de
desarrollo de las economías periféricas no es una condición coyuntural dada por el atraso inicial,
sino que dicho rezago es un elemento constitutivo de la estructura productiva periférica.
Con base en esta descripción estructural del sistema internacional, podemos explicar los rasgos
fundamentales que adquieren cada uno de los términos del binomio centro-periferia: el primero
constituye una economía homogénea y diversificada, mientras que las periferias son economías
heterogéneas y especializadas.
Los supuestos que subyacen a esta caracterización estructural, y que permiten explicar la
evolución desigual de las productividades y los ingresos medios (y por consiguiente la acumulación
de beneficios y excedentes en los centros) son:
- Progreso técnico más acelerado en el centro que en la periferia.
- La productividad del trabajo se incrementa con mayor intensidad en las industrias del
centro que en los sectores primarios de la periferia.
- El ingreso real medio crece a una tasa mayor en los centros que en la periferia.
Entonces, si el carácter subdesarrollado de las economías periféricas es inherente al propio
sistema, llegaremos a la conclusión de que incluso cuando los países periféricos arriban a niveles
de desarrollo que posibiliten un proceso de industrialización, esta estructura heterogénea y
especializada seguirá reproduciéndose a sí misma imposibilitando la superación de la condición de
subdesarrollo.
Aquí podemos ubicar otro de los elementos centrales de los postulados de la CEPAL, y por lo tanto,
de Prebisch. Junto a la idea de que es indispensable el desarrollo de un proceso de
industrialización en la periferia, que posibilite mejorar la productividad y apropiarse de una
proporción mayor de los beneficios del intercambio, se sitúa la proposición de que son necesarios
niveles de protección adecuados para equilibrar las diferencias de productividad entre las
producciones industriales de los países centrales y las de la periferia, y de esta manera, mejorar la
competitividad frente a los productos importados. Nuevamente, Prebisch cuestiona las premisas
de las teorías convencionales, que indican que para que cada nación pueda aprovechar
convenientemente sus ventajas competitivas, el Estado no debe intervenir, dado que su
intervención generaría distorsiones e interferiría en el libre juego de mercado.
Es decir, que frente a las condiciones estructurales de la economía periférica, el Estado debe
intervenir ofreciendo las medidas proteccionistas que actúen como el impulso inicial para
propender al desarrollo industrial y superar así, las limitaciones estructurales que el carácter
heterogéneo y especializado de esta economía, y la particular inserción en la división internacional
del trabajo le han impreso.
En conclusión, y retomando las palabras de Celso Furtado, podemos pensar los desarrollos
teóricos de Prebisch, como un intento por reformular los postulados centrales de las teorías
convencionales desde una mirada desde lo que él llamó la periferia, al comprobar que estos
postulados sólo se cumplían cuando se analizaba exclusivamente el funcionamiento de la
economía capitalista desde los países centrales y circunscribiéndonos sólo a los intercambios entre
ellos.
Los tres postulados de la teoría convencional que él pone en cuestión son:
- La división internacional del trabajo, a través del aprovechamiento de las ventajas
comparativas, posibilitará la difusión del progreso técnico y la prosperidad de todas las
naciones.
- El rezago de los países periféricos se debe a un atraso en el inicio del proceso de desarrollo
técnico, por lo que, a largo plazo el progreso de los países periféricos convergerá con el de
los países centrales.
- La intervención del Estado genera distorsiones de mercado e impide que cada nación
participe en su justa proporción del crecimiento en el progreso técnico.
Frente a estas premisas, postula que la diferencial en los niveles de productividad e ingreso medio
entre países centrales y países periféricos es un elemento estructural de la economía capitalista, y
que, por lo tanto, para que haya una convergencia entre los niveles de dichas variables (o que al
menos la brecha no siga ensanchándose) es necesaria la intervención del Estado, propiciando
medidas proteccionistas que posibiliten el desarrollo de un proceso de sustitución de
importaciones al interior de los países periféricos, que permita contrarrestar el deterioro de los
términos del intercambio entre bienes primarios y bienes industriales.
En palabras del propio Prebisch “en el caso de las relaciones centro-periferia, hay estructuras
productivas dispares, que impedirían nuestro desarrollo si no hubiera un esfuerzo tenaz y
deliberado de recondicionamiento estructural en las relaciones de intercambio, lo que requiere
combinar racionalmente las exportaciones industriales y la sustitución de importaciones.”

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