Está en la página 1de 8

XXIII Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Humanas

“Investigar en Ciencias Sociales y Humanas en el contexto actual”

PROBLEMAS QUE SE LES PRESENTAN A LOS ESTUDIANTES RESPECTO AL


APRENDIZAJE DE LA FILOSOFÍA EN LA ESCUELA SECUNDARIA

Melina Raquel Farias

IELES. Facultad de Ciencias Humanas. UNLPam

Ponencia

melina.farias@hotmail.com

Introducción

Uno de los propósitos que perseguimos con la investigación que estamos desarrollando es
analizar cómo se vivencia el proceso educativo por parte de estudiantes y profesores. En relación
con los alumnos, se está buscando reconocer las dificultades a las que se enfrentan y qué
percepción tienen de la Filosofía. De esta manera, este trabajo está organizado en dos partes: por
un lado, se presentan algunos análisis sobre los principales obstáculos que se les presentan a los
estudiantes respecto al aprendizaje de la Filosofía, teniendo en cuenta tanto lo observado en las
aulas como los relatos de las docentes. Por otro lado, se expone acerca de las opiniones de los
estudiantes de la escuela secundaria sobre la forma en la que el/la profesor/a organiza y desarrolla
las clases.

Dificultades que se les presentan a los estudiantes respecto al aprendizaje de la Filosofía

A partir de las observaciones de clase es posible señalar que en general los estudiantes
poseen escasas estrategias de aprendizaje y de organización del estudio que muchas veces
dificulta el abordaje cognitivo de las tareas que se proponen. Algunos estudiantes tienen un
vocabulario limitado y reducido, escasos hábitos de lectura y estudio, dificultades para la
realización de las tareas planteadas, ausencia de prácticas de lectura y escritura afianzadas, escasa

1
práctica en la argumentación, y dificultades para expresar claramente las ideas y para comprender
los distintos posicionamientos teóricos de los autores.
En relación al vocabulario, en varias oportunidades las docentes dan por sentado que los
estudiantes conocen los términos a partir de los cuales se podrían hacer algunas aproximaciones a
las problemáticas filosóficas. Sin embargo, irrumpen en las clases las preguntas de los alumnos
sobre el significado de las palabras utilizadas por la profesora y/o los textos.
En cuanto a la lectura, en algunos de los momentos en que los estudiantes leen en voz
alta, reemplazan y/ o saltean palabras, no respetan los signos de puntuación o hacen sonidos que
distraen tanto la propia lectura como la lectura paralela que hace el resto del grupo.
Igualmente, se analiza como obstáculo para el aprendizaje las cuestiones referidas a
organizar la tarea, ya que pasan muchos minutos entre la entrada de los estudiantes al aula y el
comienzo real de la clase, o entre la consigna que da la profesora y la realización de la misma por
parte de los distintos grupos de trabajo. Durante esos momentos, los alumnos miran el celular, la
computadora, conversan entre ellos, se ríen, juegan. Una de las docentes en particular llama la
atención sobre esto en reiteradas ocasiones, se queja de ese comportamiento y les advierte a los
estudiantes que si continúan de esa manera tendrá que tomar alguna medida disciplinar.
De los relatos de los docentes pueden identificarse, también, cuáles serían los principales
desafíos para el aprendizaje de la Filosofía.
En primer lugar, se hace presente la cuestión del gusto por la Filosofía. Quienes tuvieron
la materia, dicen no gustarle. Quienes no la tuvieron, la desconocen por completo. A
continuación se citan fragmentos de las entrevistas:

“Sí… determina la clase el grupo, ¿qué me pide el grupo? Por ejemplo este año, el primer
desencadenante, cuando hacemos el diagnóstico, cuando vemos qué saben de filosofía
considerando que ya vienen con una filosofía anterior, y uno me dijo ‘y, la verdad, después de un
año yo no le encontré la razón’, y me dijo que no le gusta. Así que fue un gran impacto, y un
desafío, ¿cómo hacía para hacerle gustar la filosofía?” Y agrega… “Para el nivel secundario, para
que a un alumno le guste la filosofía, hay que hacérsela gustar” (Entrevista 1).

“el problema que tenemos es que los chicos desconocen la materia o sea que los dos primeros
meses es como una adaptación. No le encuentran la vuelta, no saben que es. En el primer tiempo
estamos tratando de investigar cual es el objeto de estudio, no cierto? de la filosofía” (Entrevista
3).

2
“al filósofo o al profesor de filosofía lo ven como un ser extraño. Y de pronto les digo, bueno
chicos, miremos en los medios que a veces aparecen pensadores y filósofos… que distintos
planteos de la realidad hacen. Es como que ahí van desmitificando un poco esa idea que tienen. Y
también de la filosofía. Yo siempre les digo, cuando empezamos la filosofía en marzo, la
empezamos a construir, y en el mejor de los casos, cuando llegamos en diciembre vamos teniendo
una idea de lo que…. Para algunos el recorrido es más sencillo, para otros es mucho más
complejo. A algunos les va a gustar, a otros puede no gustarles la materia, pero bueno, eso es
propio de cada trayectoria.” (Entrevista 3)

Otro desafío es la cuestión del encuentro y del vínculo con los saberes, con quien enseña,
con el ámbito en que ocurre. Se hace presente el cómo motivarlos o entusiasmarlos frente a los
temas y tareas que se pretenden proponer y cómo trabajar con ellos la percepción que tienen
acerca de sus posibilidades o limitaciones para comenzar una actividad. En este sentido, una de
las entrevistadas expresa:

“En este momento yo, estoy en un momento de mi carrera en el que noto que cuesta mucho llegar
a los chicos. Motivarlos, viste. Por ahí cuesta más profundizar los temas (…) En los últimos tres,
cuatro años cuesta muchísimo motivar a los chicos. Tienen un conocimiento muy muy limitado,
muy recortado, entonces cuesta la motivación. Pero después se enganchan, el tema es al empezar,
a que ellos se atrevan. Más que nada porque a veces tienen muchos miedos también. Yo creo que
falta un poquito de eso, de estimularlos, de que ellos tengan más autoestima en lo que pueden
hacer, valorar más su trabajo (…) Es muy interesante fomentar esto de la autoestima. Los chicos
no se valoran ellos. Sienten que yo no sé, yo no puedo. Entonces… marcarles esto.” (Entrevista 3).

Otra problemática a señalar se refiere a los hábitos de lectura y estudio que, en general,
los estudiantes no los tienen afianzados. Las docentes comentan:

“En esta escuela todos los grupos son distintos… a veces se puede trabajar muy bien y otras veces
cuesta un poco… este año venimos bastante bien. Muchas veces los chicos no tienen hábitos de
lectura… y siempre le estamos poniendo la responsabilidad al nivel anterior y no nos hacemos
cargo” (Entrevista 2).

“porque la verdad que los chicos y todos son iguales no hay que sorprenderse digamos si vos no
los vas a evaluar no estudian, no existe eso de estudiar por el placer de estudiar, el placer lo

3
encontrás después de que te ponés a estudiar porque no tenés más remedio que estudiar y te
sentás…” (Entrevista 4)

Un último desafío tiene que ver con las concepciones previas o de sentido común que
tienen los estudiantes acerca de la Filosofía. A continuación, las palabras de las entrevistadas al
respecto:

“Porque en general la idea que ellos tienen de la Filosofía es decir cosas sin fundamento,
justamente lo opuesto de lo que debiera ser la Filosofía ¿no?, que es un saber racional o es una
búsqueda racional donde vos tenes que argumentar, no está muy clara esa idea en la sociedad. Lo
relacionan más como algo delirante que con algo más… que se yo, mezclado con no sé… con la
opinión por ejemplo, piensan que tiene que ver más con eso de dar opiniones”… Y sigue: “Me
parece que es uno de los problemas… que la Filosofía se reduzca a la opinión, porque al no estar
esa exigencia de rigurosidad que te lo marca el empezar de los más mínimo que sería el análisis de
la racionalidad, hace que uno tienda a pensar esto ¿no?, que cada uno piensa lo que piensa y lo
dice… y no es que esté mal… pero eso no es Filosofía” (Entrevista 4).

Las opiniones de los estudiantes

Nos resulta interesante conocer las percepciones de los alumnos ya que muchas veces se
actúa pensando en lo mejor para ellos, pero pocas veces se les pregunta qué es lo que les gusta
más o lo que les resulta más beneficioso de cara al aprovechamiento de la asignatura.
En este sentido, y acordando con Carvajal y García (2004), conocer sus puntos de vista
permitiría no sólo aproximar un diagnóstico del estado de la situación de la enseñanza y el
aprendizaje de la Filosofía desde la perspectiva del estudiantado, sino que, en especial, brindaría
referencias sustanciales para repensar y resignificar las prácticas educativas con vistas al
mejoramiento de las mismas.
Para esto se elaboró un instrumento con formato de encuesta. Las mismas se
administraron a ciento veinte (120) estudiantes de diferentes escuelas secundarias, y registran
información sobre sus concepciones de la Filosofía, el/los sentido/s que le dan a la asignatura y la
dinámica de las clases.
Respecto a las concepciones de la Filosofía, la gran mayoría de los estudiantes considera
que es un saber que permite reflexionar, analizar situaciones de la vida cotidiana, como así
4
también criticar y construir nuevos saberes. Para muy pocos estudiantes es una materia sin
sentido, que no permite reflexionar y que no se aplica a la vida real. En los casos de estas
respuestas se observa además una mirada negativa en general. Es decir, no sólo se menciona que
la Filosofía no tiene sentido, sino que además las clases son aburridas, y los temas no son
interesantes.
A partir de estas opiniones, analizamos que los docentes de los estudiantes encuestados
sostienen durante las clases la concepción de la Filosofía como una actividad crítica y
argumentativa que enfrenta problemas de distinta índole, más que como un conjunto de doctrinas
o teorías filosóficas que han sido elaboradas a lo largo de la historia (Frassineti et al, 2000). De
este modo, los profesores estarían enseñando desde un enfoque no tradicional, lo cual es propicio
para favorecer un ámbito para el filosofar.
En relación al/los sentido/s que le dan a la asignatura, para muchos estudiantes es una
materia sencilla, que invita a seguir indagando por cuenta propia y que se relaciona con otras
áreas del conocimiento. Para otros, por el contrario, demanda mucho tiempo de estudio y no
resulta importante para la vida ni para pensar otros saberes y/o prácticas. Aproximadamente la
misma cantidad de estudiantes respondieron que Filosofía es una asignatura que les resulta difícil,
por un lado, y que les gusta y le dedican tiempo, por otra.
La variedad y diversidad de opiniones de los estudiantes, nos permite pensar en la
multiplicidad de variables que se ponen en juego a la hora de analizar la experiencia de cursado
de la materia. Para algunos es un espacio interesante, pero las clases son aburridas. Para otros, es
un saber sin sentido, pero admiten que la docente busca temas de la actualidad y los relaciona con
la vida cotidiana. Es importante señalar entonces como una dimensión positiva, que la valoración
de los estudiantes no se encuentre sesgada por una sola variable, o dado el caso por una
evaluación, sino que se sostiene una mirada integradora y reflexiva sobre el docente, las clases, y
la importancia o no de la materia en su formación.
En cuanto a las prácticas pedagógicas, casi para el total de los estudiantes encuestados las
clases de Filosofía son mayormente teóricas, aunque también muchos de ellos expresan, al mismo
tiempo, que son prácticas. Por lo que ellos opinan, podemos decir que, en general, durante las
clases se generan debates, se realizan tanto trabajos individuales como grupales y se utiliza
variedad de fuentes bibliográficas. Para la mitad de ellos, los temas que se abordan son
interesantes, se enseña y se trabaja la argumentación del pensamiento propio, las actividades
implican una reflexión u opinión personal y se fomenta tanto el ejercicio de la oralidad como de

5
la escritura. Pocos opinan que las actividades son variadas, que las clases estimulan el interés y
desarrollo intelectual, que se leen fuentes directas de los filósofos, que se usan recursos como
videos, historietas, teatralizaciones, y que las clases evidencian preparación previa por parte del
docente.
En base a estas percepciones podemos suponer, por un lado, que los estudiantes valoran lo
práctico más que lo teórico, y no reconocen una dialéctica entre ambas prácticas. Esto es, los
debates generados sobrevienen de algún tema sobre el cual se les explicó e investigaron. Sin
embargo, marcan la clase expositiva de las docentes como aburridas, y consideran que el debate
es una actividad más entretenida.
Por otra parte, en relación al ejercicio de la argumentación en los debates, no se encuentra
dentro de las menciones de los estudiantes, la construcción de la misma como un proceso.
Afirman en algunos casos que se enseña a argumentar, pero luego terminan alegando que la
riqueza del debate consiste en que pueden expresar su propia opinión¸ y esto puede llegar a
implicar que, si bien realicen el ejercicio de investigar y exponer en una clase, no consideren esto
desde una actitud filosófica, de construcción de argumentos, y en cambio sea vista como la
posibilidad de exponer una opinión frente al resto de los actores de la clase.
En los espacios donde se invitó a los estudiantes a opinar libremente sobre alguna de las
cuestiones ya señaladas, muchos de ellos expresaron, en general, aspectos positivos de las clases de
Filosofía tales como:
“Trabajamos con debate entre todos, hemos hecho trabajos grupales e individuales.
Trabajamos con computadoras, muchos videos sobre temas como la belleza, y opinamos respecto a
esto, sobre el amor. Trabajamos grupalmente, también la violencia en instituciones y adolescente, etc.”
(Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“La docente es muy buena en la materia, sabe explicar para que el alumno retenga lo que
explicó y aprenda, y vincula los saberes de la materia con la vida diaria” (Anónimo, encuesta abierta,
19 de noviembre de 2014).
“El único año que me gustó filosofía de todos los años anteriores fue este, ya que no tuvimos
cosas teóricas sino prácticas por lo cual fueron más llevaderas las horas de clases. Tratamos temas
interesantes y variados como así también de actualidad. Vemos videos y realizamos debates que me
gustan, por lo cual no es un plomo, sino divertida" (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de
2014).

6
“Aprendemos de forma variada sobre filosofía en los distintos cuatrimestres, por trabajos
prácticos que nos trae la profesora, acompañados con videos, es interesante” (Anónimo, encuesta
abierta, 19 de noviembre de 2014).
“En el espacio de filosofía la profesora busca temas de lo que pasa en la vida cotidiana, por
ejemplo, abarcamos el tema de la belleza mediante textos de autores de la moda o de los filósofos y de
ahí armamos nuestra opinión diciéndola en un debate” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre
de 2014).
“La profesora nos enseña a llevar a la vida cotidiana estos saberes de la materia, a poder
aplicarlos y los argumenta muy bien. También deja expresarnos mucho nos da la libertad de que
nosotros demos nuestra opinión sobre ciertos saberes y que nos cuestionemos varias cosas que
hacemos en la vida diaria” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“Todos los contenidos propios de la materia se aplican a nuestra vida cotidiana, a la realidad
en la que vivimos. Utilizamos temas totalmente relevantes y polémicos. Permite el debate y la libertad
de opinión” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“En muchos casos relacionamos el pensamiento filosófico o saberes de la materia con
situaciones de la vida cotidiana. Muchas veces estos saberes ayudan a desenvolvernos en situaciones
de la vida diaria, que en muchos casos son situaciones límites en las cuales no sabríamos cómo
reaccionar sin estos saberes” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“La docente relaciona los contenidos abordados con la vida cotidiana. Las clases son muy
entretenidas y se entienden. Son muy reflexivas” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de
2014).
“Las clases normalmente son muy teóricas pero también nos hacen participar activamente.
Debemos razonar y entender, dar nuestras opiniones y puntos de vista. Nos enriquecemos de lo nuevo
que aporta el profesor o nuestros compañeros y formamos nuestra propia opinión y postura”
(Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“La profesora acostumbra a darnos la libertad de expresar nuestras opiniones, gustos y
preferencias en todos los temas que plantea. Nos deja hablar sin censuras y nos enseña algunos
aspectos teóricos de la materia además de temas polémicos de actualidad” (Anónimo, encuesta abierta,
19 de noviembre de 2014).
Asimismo, algunos estudiantes señalaron cuestiones negativas como las siguientes:
“La estudio como cualquier materia y le dedico el tiempo que le veo necesario pero me resulta
embolante y muy aburrida” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).

7
“La materia resulta un poco tediosa. Algunos temas son interesantes, pero se dictan siempre de
la misma manera en lugar de ofrecernos a los alumnos diferentes puntos de vista que capten mejor la
atención” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“En cuanto a la clase, por lo menos para mí, me resulta muy técnica y teórica. Haciendo difícil
demostrar mi interés en la materia, ya que me resulta "pesada" y no le veo la aplicación en la vida
diaria. Me gustaría que se la relacionara con situaciones cotidianas donde podemos ver la importancia
de la materia y de qué forma nos sirve y la podemos aplicar al día a día y no solo que estudiemos para
una evaluación y luego nos olvidemos” (Anónimo, encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).
“La causa es que no entiendo lo que la profesora explica, nunca… Da muchas vueltas y da
siempre la misma explicación a pesar de que no entiendo, y aparte no me gusta la materia” (Anónimo,
encuesta abierta, 19 de noviembre de 2014).

A modo de conclusión

Como reflexión final de este trabajo es importante considerar lo específico que mencionan los
estudiantes sobre las prácticas pedagógicas, ya que esto nos permite presentar un panorama sobre lo
que ocurre dentro de las clases, y la distancia que esto tiene o no, respecto a los que ellos esperan de la
materia. En este sentido, podríamos preguntarnos porqué un estudiante señala que Filosofía es una
materia sencilla, que invita a indagar por cuenta propia, y dentro de la misma encuesta señala como
aspecto negativo que la materia es “tediosa”.

Bibliografía

Carvajal Villaplana, A. y García Fallas, J. (2004). ¿Cómo perciben los estudiantes universitarios
la enseñanza de la filosofía, según sus experiencias en la educación diversificada costarricense?
Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”, 4, 1-20.
Frassineti, M.; González, C. y Stigol, N. (2000). Configuraciones didácticas en la enseñanza de la
filosofía en el nivel universitario. En G. Obiols y E. Rabossi (Comp.), La Enseñanza de la
Filosofía en debate (pp. 139-154). Buenos Aires: Novedades Educativas.

También podría gustarte