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Zarela. Una Historia Feminista de Lady Rojas Benavente 2013
Zarela. Una Historia Feminista de Lady Rojas Benavente 2013
RESUMEN
Esta investigación se centra en la novela de Leonor Espinoza de Menéndez, Zarela. Una historia
feminista (¿1915?) que plantea la necesidad de cambiar la condición femenina en el Perú de
principios del siglo XX a través del reconocimiento legal de los derechos cívicos, educativos y
laborales de las mujeres. Las cuestiones del género, de las representaciones ideológicas de los
personajes masculinos y femeninos y de las relaciones abusivas permiten entender mejor el
contexto tradicional y misógino de la sociedad que se amparaba en sus instituciones estatales,
jurídicas y culturales para mantener el statu quo y las diferencias sociales y sexuales. La escritora
Espinoza pone el énfasis en la necesidad de la educación de la mujer para que pueda desarrollarse
y desempeñarse en el trabajo de manera autónoma e independiente. Su feminismo de igualdad
aboga por los cambios urgentes.
Palabras clave
Novela feminista, condición de las mujeres, reivindicaciones por la educación, el trabajo y la
autonomía
ABTRACT
This research focuses on Leonor Espinoza de Menéndez´s novel, Zarela. A feminist story (1915?)
raising the need to change the status of women in the early 20th century in Peru through legal
recognition of civic, educational and labour rights of women. The gender issues, ideological
representations of male and female characters and abusive relationships help understand the
traditional and misogynist society´s context that was backed by State, legal and cultural institutions in
order to maintain the status quo and social and sexual differences. The writer Espinoza emphasizes
the need for education of women so that she can develop and play a role at work autonomously
and independently. Her equality feminism calls for urgent changes.
Keywords
Feminist novel, feminine condition, wrights of education, work and autonomy
1
Doctora en Literatura hispánica, especializada en cuestiones de género y feminismo. Catedrática de planta de la Universidad
Concordia, Montreal, Canadá.
Dos libros fundamentales sobre las escritoras del XIX son: de Maritza Villavicencio, Del silencio a la palabra. Mujeres
2
peruanas en los siglos XIX-XX (1992) y de Francesca Denegri, El abanico y la cigarrera. La primera generación de mujeres
ilustradas en el Perú (1996). Fuera del Perú es esencial, La escritura (casi) invisible. Narradoras hispanoamericanas del siglo
XIX de Remedios Mataix (2003).
las leyes arcaicas, prácticas y jerarquías neo- la igualdad de géneros en el Perú, la primera
coloniales que, al interior de las parejas, imbuida de su misión apostólica y la segunda
conceden el mando absoluto al hombre e de su fervor feminista.
imponen la obediencia ciega a la esposa. La
hipótesis de este ensayo es que la novelista En primer lugar, Cáceres propicia en su libro
Espinoza narra esa dinámica asimétrica y de feminismo, Mujeres de ayer y de hoy, las
expone el maltrato para que se lo corrija, por bases de un sistema educativo que dé una
eso reclama la justa igualdad entre los seres de formación de base y de instrucción a las
ambos sexos. La obra feminista despierta el jóvenes peruanas para que adquieran, como
interés de los lectores contemporáneos porque las argentinas, un sentido práctico de la vida
expone las relaciones matrimoniales en cuyo familiar y superen la “naturaleza esencialmente
desenvolvimiento se involucran además sentimental y romántica, en ella no existe un
de los esposos, las mujeres tradicionales y espíritu emprendedor ni de grandes alientos,
pasivas, consciente o inconscientemente. Para su vida la consagra al hogar, del cual, más
enmendar las dificultades de la condición que mujer, es ángel, pues su abnegación para
femenina la autora propone, primero, la con el esposo no tiene límites, y sobretodo
educación formal y, segundo el derecho de para con sus hijos, de los que se convierte en
la mujer al trabajo. Ambos recursos resultan mártir” (Cáceres Z, A. 1909, p. 188). Cáceres
armas imprescindibles para la consecución de menciona otro trazo de las peruanas “el
su independencia económica y su desarrollo misticismo fervoroso” que la provee de “un
integral, humano y cultural. Sin embargo la inagotable tesoro de abnegación, capaz de
nación también debe facilitar el pasaje de la ir hasta el heroísmo” (Cáceres Z, A. 1909, p.
mujer ignorante a la mujer ilustrada con leyes 189). Del primer problema culpa a la sociedad
acordes a sus necesidades y una infraestructura patriarcal que “descuida […] el procurarle la
educacional que favorezca su ingreso a los instrucción superior” y del segundo apunta a
centros superiores del saber. la “nación en donde se haya prescindido de
la segunda enseñanza para la mujer, y más
EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL PERÚ lamentable es esta omisión justamente en
A FINES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS Lima” (Cáceres Z, A. 1909, p. 204).
DEL SIGLO XX
Para superar las carencias al interior del
Es importante antes de explorar el discurso y hogar y de la sociedad, Cáceres presenta
las prácticas misóginas en la novela, entender el programa del Centro Social de Señoras
el contexto histórico en el que se produce, en que ella funda en 1908 con Matilde Guerra
ese sentido, examinaremos ciertas propuestas de Miró Quesada “con el fin de establecer
de escritoras feministas en sus debates en el un Liceo para Señoritas, una Sección
campo del ensayo. Contamos en el Perú con Preparatoria de Primera Enseñanza, una
pensadoras críticas que propusieron, desde Sección Comercial, una Escuela Doméstica y
fines del siglo XIX, transformaciones para otros anexos” (Cáceres Z, A. 1909, p. 204).
que se aboliera el servilismo doméstico, se Con argumentos racionales, psicológicos,
favoreciera la autonomía de la mujer y se la sociales y apoyándose en la Pedagogía
considerada como sujeto histórico, poniendo Moderna y en el ejemplo de “países del mundo
énfasis en remediar las trabas que los civilizado” justifica la necesidad de sacar a
impedían3. En pleno siglo XX, las feministas la mujer peruana de la “ignorancia, que la
Zoila Aurora Cáceres y María Jesús Alvarado inhabilita para encontrar medio apropiado
iniciaron de manera sistemática la lucha por a su condición social, capaz de procurarle
En el campo de la educación léase: de Tauzin-Castellanos, Isabelle (2004) “La educación femenina en el Perú del siglo
3
XIX”. En Aurora Marrou Roldán, Historia de la educación peruana y latinoamericana, pp. 92-102. De Rojas Benavente,
Lady (2010) Canto poético a capella de las escritoras peruanas de 1900 a 1960, la parte 2 del I capítulo intitulado, “La
educación de la población femenina del Perú, la demografía y la prostitución”, pp. 74-99. De Guardia, Sara Beatriz (Mayo
2013) “Imaginar la mujer. Mercedes Cabello y la educación femenina”. En CEMHAL, Revista historia de mujeres. Lima,
14.150. http://webserver.rcp.net.pe/cemhal/revista3.html
los recursos indispensables para la vida” de las mujeres. Su visión feminista más liberal
(Cáceres Z, A. 1909, p. 205). No obstante, que la de Cáceres y su movilización constante
aclara que dicha formación intelectual no ayudan a que la legislación peruana cambie
pretende “prodigar conocimientos tan vastos poco a poco y reconozca sus derechos.
como los que abarcan los colegios de varones
en la enseñanza secundaria; ni preparar LAS REPRESENTACIONES DUALISTAS
señoritas para que lleguen al doctorado” DE LAS MUJERES
(Cáceres Z, A. 1909, p. 206). La educación
gratuita cuidará su futuro papel de esposa La novela Zarela expone justamente las
católica dentro del hogar4. Es evidente que dificultades de la sociedad legalista y misógina
el desarrollo de aptitudes profesionales, que no acepta las innovaciones educativas
comerciales y domésticas procura en ese e ideológicas que las feministas ponen en
contexto restringido un aliciente para “triunfar práctica en Lima. En ese sentido, Espinoza
en la vida… y levantarle el espíritu y enseñarle juzga severamente las leyes del Código
que las señoritas, en el Perú, pueden trabajar Civil napoleónico de 1851 que imponían la
como lo hacen las de otros países… para dependencia de las mujeres con respecto a
cumplir de esta manera la misión que las los hombres, al punto de considerarlas en el
exigencias de la vida moderna les impone” mismo nivel que “los hijos menores… y los
(Cáceres Z, A. 1909, p. 212-13). A pesar del incapaces.” En una época dominada por el
encuadramiento latinoamericano y mundial, poder absoluto de los hombres y de ciertas
Cáceres sostiene que la educación y el trabajo instituciones culturales, que se transmite a
procuran la autonomía económica y eso través de prejuicios sexuales y sexistas, y un
significa un gran paso hacia la libertad. código de convencionalismos sociales; el
estado político ignoró los derechos humanos
En segundo lugar y de manera más radical, de la mitad de la población marginada. Por
María Jesús Alvarado ofrece un programa esas razones, la obra de Espinoza, Zarela
concreto de educación, trabajo y de igualdad clasifica las representaciones femeninas en
jurídica, en su documento histórico y ensayo dos grupos y se centra en el conflicto narrativo
filosófico-literario, “El Feminismo”, presentado entre la mujer tradicional que ocupa más de
el 28 de octubre de 1911 en la Biblioteca cuatro primeros capítulos de la obra y la mujer
Nacional con el propósito, entre otros, de moderna a través de las imágenes socio-
reformar el Código Civil. Luego funda el culturales que se fomentan de ellas. Es claro
movimiento Evolución Femenina en 1914 que que el paralelo propicia el triunfo de la mujer
realiza acciones concretas frente al poder estatal instruida y científica en los capítulos tercero,
para que reconozca legalmente los derechos sexto, séptimo y octavo, como el primer paso
a la educación, el trabajo y la incorporación en el largo camino que llevará a las mujeres
de la mujer a la esfera pública mediante el del futuro a su completa liberación.
voto5. Ambas escritoras, Cáceres y Alvarado,
lidian en la arena pública para que el estado LA MUJER TRADICIONAL: UN SER
tome cartas en el asunto y legisle en favor del DEPENDIENTE Y SIN DERECHOS
avance integral de las mujeres. De acuerdo
a Alvarado, las leyes atrasadas constituyen Con espíritu crítico, Leonor Espinoza de
uno de los frenos principales que impide Menéndez pinta en Zarela la sociedad
que la sociedad acepte las potencialidades machista, retrógrada e intransigente de fines
intelectuales, racionales y laborales, y causa del siglo XIX y principios del XX, en los que la
la ignorancia, dependencia y marginalidad mujer no tenía prácticamente ningún derecho,
4
Minardi sostiene que Espinoza “se distancia de feministas más radicales encabezadas por Zoila Cáceres” y se acerca de la
liberal Alvarado. Según la lectura de los ensayos y novelas de ambas escritoras, se induce que Alvarado presenta una visión
mucho más revolucionaria que Cáceres.
5
Véase mi ensayo, “María Jesús Alvarado Rivera: primera feminista peruana” (Otoño 2007) en la Revista Canadiense de
Estudios Hispánicos 32. 1, pp. 149-163.
pero sí muchos deberes que la sometían a que se realizaban fuera de la esfera del hogar.
los designios de los hombres y de la familia. Asentaba sus prácticas discriminatorias por
Prevalecía el modelo del “ángel del hogar”, medio de prejuicios sexistas y biológicos
“de esposa o santa mujer”, con belleza física infundados que esgrimían sus organismos, el
y atractiva, pero sumisa a la autoridad varonil, político del Estado y el científico de ciertos
mujer sin suficiente educación ni aspiraciones intelectuales. Algunos pseudos científicos
propias, consagrada por entero al marido e apoyaban la teoría de la inteligencia inferior a
hijos, y recluida al ámbito privado de su casa; la del hombre, debido a que la masa encefálica
un ser totalmente dependiente del padre, del de la mujer era menor que la masculina. En la
esposo o del tutor, los que decidían su destino mayoría del discurso de la época, los hombres
sin tener en cuenta su opinión ni sus deseos. reducían a la mujer a “un bello bípedo de
Esta situación de sometimiento lo legitimaba encantadora cabeza vacía” (Espinoza M, L.
el Código Civil, cuyas leyes anacrónicas e ¿1915? p. 51), o a un mero objeto sexual del
injustas consideraban a la mujer como un que se servían a su antojo. En ese entorno
ser inferior y sin derechos jurídicos a la que de discriminación oficial, la mujer no tenía
la Iglesia y la sociedad predicaban renuncia, otra opción que resignarse a un matrimonio
sacrificio, silencio y sumisión. por conveniencia o a refugiarse en el claustro
de un convento. También debía soportar la
La feminista Cáceres en 1909 describe la maledicencia y la difamación de una sociedad
preocupación de las mujeres por la belleza hipócrita e intolerante que no perdonaba el
externa sobrevalorada por las familias, los menor desvío a su código moral rígidamente
hombres y la sociedad en su conjunto. Cáceres dualista y establecido por la sociedad para
compara a las argentinas de las peruanas beneficio de los hombres.
y nota un gran desequilibrio en cuanto a
la psicología, porque mientras las primeras Según las arcaicas leyes del Código Civil
logran autonomía y estudios, las peruanas las mujeres en general y, en especial, las
siguen inseguras y dependientes. Ese lavado madres estériles, las madres monoparentales
de cerebro a través de la domesticación cultural y las viudas sin hijos no podían administrar
y social se traduce en la novela de Espinoza a su fortuna6. Por medio de sus personajes
través del personaje Olga que dice convencida, femeninos, la escritora Espinoza plantea las
“Las niñas deben ser buenitas, humildes i diferentes situaciones que debía enfrentar la
saber perdonar el daño que se les hace, para mujer en el Perú de la última mitad del siglo
que Dios las bendiga i sean felices” (Espinoza XIX y principios del XX. Uno de ellos, Luisa
M, L. ¿1915? p. 12). No deja espacio para la de Espanet, encarna a la aristocracia limeña
autodefensa o la resistencia frente a los seres que pierde su patrimonio y, como no está
que las agreden o castigan. Asimismo, debido preparada para afrontar la vida, decide casarse
a la limitada educación que recibía, la mujer no por interés con un hombre rico mucho mayor
estaba preparada para insertarse en el mundo que ella. Con el fin de asegurar su fortuna y
laboral o profesional, y quedaba totalmente llenar el gran vacío afectivo de su existencia,
desprotegida frente a posibles contingencias, se ilusiona con la maternidad; pero al no
cuando fallecían sus padres o esposos y concretarse, llega hasta el extremo de fingir
quedaban libradas al tutor o al marido en los un embarazo, parte a Arequipa y compra una
casos en que ellos la violentaran y abusaran de niña a un par de mujeres pobres que la tenían
sus fondos económicos. a su cuidado.
Sobre el asunto, Elvira García y García da el ejemplo de la escritora arequipeña, Manuela Ureta de Madueño, que al quedar
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viuda “vio desaparecer su fortuna y bienestar, que formaban el porvenir de sus hijos… por una gran estafa de que fue
víctima” (57-58).
Al respecto léase, “Poniendo a cada quien en su lugar: estereotipos raciales y sexuales en la Lima del siglo XIX” de
7
Patricia Oliart (1995) que señala “Otra importante función del estereotipo del limeño inútil, desvalido e irresponsable, era
posiblemente disfrazar el poder real de estos hombres en su sociedad” (269).
afrontar las vicisitudes de la vida o de un familiar social del doble estándar en lo que se refiere
que defienda sus derechos, Soledad se resigna al comportamiento masculino agresivo y
a aceptar un matrimonio sin amor con el único conquistador en las relaciones sociales y
propósito de asegurar su destino condenado a sexuales y a la posición femenina pasiva
depender del padre o del marido. La narradora y victimaria, incrementa “el terrorismo
anota, “Ella, como la tía, buscó en ese enlace psicológico” en las mujeres que lo padecen
un asilo a su debilidad e ignorancia de noble diariamente y engendra inevitablemente la
i engreída” (Espinoza M, L. ¿1915? p. 102) coerción del macho y el miedo de la agredida.
mostrando las condiciones de precariedad De acuerdo a Carole J. Sheffield en su estudio
de la casada y del próximo fracaso de una “Sexual Terrorism”, “El derecho de los hombres
mujer de la clase media. El señor Raimundo de controlar el cuerpo femenino es la piedra
Tassara, padre de Soledad se deslumbra por angular del patriarcado… La violencia y su
el dinero del futuro yerno Simón, y no duda corolario, el miedo, sirven para aterrorizar a las
en entregarle a su hija, circunstancia que mujeres y mantener la definición patriarcal de
provoca el derrumbamiento de las ilusiones su lugar… Lo llamo terrorismo sexual porque
de la tía Hermengarda, que aspiraba a ser la es un sistema en el cual los machos asustan y,
elegida. Ya casados, la desconsideración del por medio del terror, controlan y dominan a
hombre mayor Simón, sus aventuras extra- las hembras.” (Sheffield, C.J. 1994, p.)9
maritales y el asalto sexual a la empleada Inés
en su propia casa, del cual Soledad del Valle es Teniendo en mente el aporte de Sheffielf,
testigo, terminan convirtiendo su matrimonio consideramos en primer lugar, el comentario
en una mascarada, ella lo califica de “esta discursivo de la novela que subraya el desvalor
ridícula comedia social” (Espinoza M, L. y la cosificación de la esposa frente al marido
¿1915? p. 109) del que sólo puede escapar por que la usa, abusa y desecha, manifestando la
medio de la auto-muerte. El nombre simbólico alienación femenina que aflige y expone todo
de Soledad agrega una significación macabra a el dolor y la angustia de una terrible realidad
su estado determinista y trágico. El comentario para la esposa. De manera frontal se mantienen
del narrador subraya bastante bien como se estables el poder, la propiedad y los beneficios
mantiene la lucha implacable de los géneros en del hombre en su calidad de amo. En segundo
desventaja de las mujeres: lugar, destaca la forma en que se establece la
institución social del matrimonio a través de la
Perdida su individualidad i convertida legalización jurídica del encadenamiento de
en objeto de arte, comprado por su las mujeres servidoras o esclavas en relaciones
poseedor del seno de la familia i del seno anómalas y asimétricas que favorecen al señor.
de una sociedad egoísta e intransigente, En ese contexto de desequilibrio de poder, es
debía permanecer allí, ocupando el prácticamente imposible que una mujer, como
puesto señalado entre los objetos de Soledad, que sufre en un matrimonio infeliz, se
aquella casa, aunque el dueño hastiado divorcie o se libere. Si se atrevía a hacerlo, no
de ella, la menospreciase. sólo enfrentaba la severa condena social, sino
No le quedaba más recurso que apelar a también la miseria. El doloroso desengaño
la fe implorando resignación; era mujer de Soledad por las continuas humillaciones
y debía sufrir las consecuencias de su a las que la somete su marido y la obligación
sexo, la sociedad i el código estaban de seguir representando la farsa de un
en contra suya;. . . el código civil con matrimonio avenido frente al inflexible juicio
sus injustas leyes, estableciendo una de la sociedad, resquebrajan su salud mental.
profunda desigualdad en el matrimonio. El narrador hace la radiografía del perfecto
(Espinoza M, L. ¿1915? pp. 112-113) hombre perverso y de la esposa dócil,
En varias obras de la época, las escritoras denuncian las condiciones inhumanas de las trabajadoras de la costura y las
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labores que se asocian, como el tejido, el crochet y el bordado. Una de las primeras en desenmascarar la opresión de
las mujeres fue María Jesús Alvarado Rivera que en El Feminismo expresó, “Sólo dos caminos tiene la mujer en tan
premiosas circunstancias los ímprobos trabajos manuales que no libran de la miseria con su pavoroso cortejo de martirios
y humillaciones, o el deshonor a cambio de un aleatorio bienestar.”
y a través de las sombras que la ocultan como en Perú, existieron literatos que se
no encuentra más que seres que la miran preocuparon por denunciar el esclavismo
y que burlando su dolor la insultan... y la dependencia total y financiera de las
mujeres y levantaron su voz de protesta. Con
las enumeraciones poéticas de las acciones
¿Sabría Margarita que su poeta preferido que, trágicas de la persona atormentada por los
denunció la crueldad del medio social hacia problemas, tanto los verbos como los lugares del
la mujer necesitada de consuelo, propuso parlamento de Petrilla explicitan el desamparo
que el ser humano podía liberarse por medio total de la madre soltera desde el punto de
del estudio y las ciencias? ¿Tal vez la sensible vista social, económico y psicológico, pero
lectora Margarita emuló el fin trágico de ese también apunta a la degradación final como
filósofo positivista e incrédulo que angustiado un callejón sin salida en el que la comunidad a
no halló respuestas a sus preocupaciones y se las que pertenecen, las condena “al abismo”. A
suicidó en plena juventud? partir de la reflexión de los versos, el narrador
peruano presenta a Margarita con su “terrible
Margarita adolece de “decaimiento moral” dilema: escoger el camino de la corrupción
por “las amenazas… los insultos i escarnios” para salir del atascadero pecuniario en que se
de los acreedores, pero impulsada por la encuentra o seguir por el oscuro i misterioso
hambrienta hija, acude a un convento que de la muerte… Pecó por amor no por vicio.
reparte el alimento a los miserables de ¡Ah! Mil veces cadáver, antes que despreciable
Arequipa. Una mujer que la contempla, llega muñeca de placer…” (Espinoza M, L. ¿1915?
a insinuarle que le saque partido a su belleza y pp. 171-172).
se dedique a la prostitución “único refugio que
ofrece nuestro estado social a una pobre que La sociedad acorrala a la víctima vencida
no conoce ni sabe nada útil para ganarse la entre la degradación física o la muerte. La
vida honradamente” (Espinoza M, L. ¿1915? imagen de la mártir “la impelen al sacrificio.”
pp. 170). Cuando Margarita le contesta: Después de una angustiosa meditación frente
“-¡Horror, no, mil veces no!, su interlocutora le a la disyuntiva, Margarita decide desaparecer y
recita el parlamento dramático de la obra teatral arrastra a su inocente criatura a las frías aguas
en tres actos y en verso, La Pasionaria (1883- del río Chili sabiendo que nadie la apoyará. El
1884) del autor español realista, Leopoldo símil que usa la escritora arequipeña, “i cual
Cano y Casas (1844-1934), del personaje la poetisa de Mytilene en el promontorio de
Petrilla que se asemeja por su condición Leucales, abrazada a su tierna lira se arroja con
desvalida a la madre soltera peruana, porque vertiginosa rapidez en el abismo!... (Espinoza
la española también pide caridad para su pobre M, L. ¿1915? pp. 176), pone en la tradición
hija Margarita que no conoce a su padre:11 clásica griega, el heroísmo desesperado de
personajes femeninos que solamente en el
- ¿Adónde vas? suicidio logran liberarse de la existencia, sus
- Donde pueda, cadenas, injusticias, indiferencia y condenas.
donde va lo que zozobra
lo que expira, lo que sobra, ¿Se puede afirmar que el suicidio de la
lo que vaga i lo que rueda; madre monoparental junto a su niña es
al asilo, a la prisión, el punto culminante del menosprecio
al templo o al lunapar, social peruano y el síntoma de la familia
al abismo o la montón! indolente que andaban enfermos bajo el
peso de tradiciones retrógradas, prácticas
La intertextualidad de la que se vale la novelista misóginas y necesitaban una metamorfosis
peruana, sirve para notar que tanto en España fundamental de la mentalidad y legislación
La obra del español fue conocida en América y en Perú. Sería interesante trazar un estudio comparativo de la novela
11
peruana y del drama español para establecer la influencia que tuvo Cano en Espinoza, al menos en las personalidades de
Petrilla y Margarita como en su condición social de madres solteras y abandonas.
que facilitaran el fin del abuso cotidiano decisiones, forjarse su propio destino y liberarse
y la restauración de la justicia social? La de las cadenas que le imponen las familias,
maternidad en lugar de considerarse una las creencias tradicionales, las vetustas leyes
función social ennoblecedora para la madre y la nación patriarcal? Mediante la estrategia
soltera se convierte en un baldón familiar de la oposición radical entre las víctimas de
y una desgracia nacional. De manera una fatalidad asombrosa y una protagonista
contradictoria, de un lado, el discurso feminista que decide valerse por ella misma,
patriotero encomia a la mujer por su Espinoza indica un nuevo camino a construir
capacidad de engendrar la prole que servirá para las mujeres del Perú.
al desarrollo y futuro de la nación; pero de
otro lado, condena y discrimina a la madre LA MUJER MODERNA QUE ABOGA
soltera, sin darse cuenta que la tragedia POR LA IGUALDAD DE DERECHOS Y
de Margarita no es un caso aislado y que LA NECESIDAD DE EDUCACIÓN
representa la situación de un sector social
marginalizado al interior de la nación. El Justamente en la novela de Espinoza de
drama familiar de Margarita que se lanza al Menéndez aparece un personaje que encarna
abismo es también el drama de la gran familia el modelo de la mujer moderna y culta que
nacional del Perú cayendo en desgracia. adopta y favorece la educación femenina y
su independencia financiera. En efecto, la
De modo paralelo, al terrible sino de las protagonista arequipeña Zarela, la otrora
dos sobrinas en relaciones amorosas y niña que fue comprada por Luisa de Espanet
matrimoniales desdichadas, la condición de muchos años atrás, ilustra el ser nuevo que se
su tía Hermengarda presenta la otra opción apoya en sus propias fuerzas y capacidades
tradicional para las mujeres. Desencantada de mentales para salir adelante. Desde su
su papel de victimaria y sin gozar de fortuna más tierna infancia, Zarela manifiesta su
propia, decide refugiarse en un convento anhelo ferviente de ilustrarse y, a pesar de
para protegerse de la soledad y la miseria. Sin las objeciones de su madre que cree que
embargo se vuelve loca en el encerramiento una hija de su posición social acomodada
con la obsesión amorosa de un hombre no necesita del estudio, Zarela no desiste
que no la amó. El lector contemporáneo en su propósito de educarse y explorar su
se pregunta, sin educación que provea la potencial mental. No contentándose con
preparación para trabajar y valerse por sí terminar la educación media, algo poco
misma, ¿qué otra alternativa le quedaba a la común en las mujeres de fines del siglo XIX,
mujer casada y a la soltera para sobrevivir de insiste en ingresar en la escuela de medicina,
manera autónoma y digna? ámbito exclusivamente masculino. En ese
medio de poder, soporta las burlas y los
Las historias macabras de estos personajes avances amorosos e inmorales de algunos
femeninos comparten el desamparo y la compañeros, pero su seriedad, competencia
dependencia de las mujeres en una sociedad intelectual y sentido de responsabilidad le
discriminatoria en la que predominan las granjean el respeto y la admiración de otros
desigualdades de género, el maltrato físico, estudiantes y profesores.
verbal, psicológico y mental al interior de
las parejas. Careciendo de una educación Al descubrir la verdad sobre su nacimiento por
sólida que las sustente en el duro camino de medio de Rosalía la criada moribunda de su
la existencia, sus opciones se limitan a un madre, Zarela insiste en conocer a su familia
matrimonio por compromiso y sin amor, a biológica y, junto a su madre adoptiva, viaja
la reclusión en el claustro, a prostituirse o, lo de Lima a Arequipa. La amarga verdad le
que es aún peor, a la misma muerte. Frente salta a la cara, su madre y sus hermanas han
a este cuadro patético y desmoralizador del muerto, su tía entró en un convento y su padre
Perú novecentista, de acuerdo a la novelista huyó a otro país. A través de los diarios de
Espinoza, ¿qué vía le queda a una joven sus hermanas, se entera de las angustiosas
inteligente y empeñosa para ser dueña de sus tribulaciones que ellas soportaron. Indignada
frente a “la triste condición social de la mujer Espinoza compone de manera feminista
peruana” jura “trabajar incansable en pro del a su joven e intelectual protagonista. La
feminismo, por la justa liberación de la mujer” visión equitativa de Zarela se concretiza en
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 181). El narrador infinidad de obras comunitarias, tales como
condensa los ideales y las convicciones las sociedades feministas, las escuelas para
feministas de Zarela en el siguiente párrafo: la mujer, los asilos, los bazares que venden
las labores femeninas, y otros organismos.
Zarela aboga por la igualdad moral Ella misma constituye el mejor ejemplo de
de sexos, igualdad redentora i lo que predica, ya que al perder su madre
símbolo de prosperidad. Invita a toda fortuna, Zarela sostiene a su familia
la mujer que dejando a un lado gracias al fondo financiero que adquiere de su
rancias preocupaciones i orgullos. . profesión científica. De la misma forma, por
., adquiera útiles conocimientos para medio de la prensa y de conferencias, brega
que... pueda ejercerlos, sirviéndose sin cansancio por “la reforma en las leyes
en cualquier emergencia desgraciada. para que pueda establecerse así la equidad e
Ridiculiza el menosprecio que del igualdad de sexos” (Espinoza M, L. ¿1915? p.
trabajo hace la engreída nobleza. 188). Zarela rompe con la dicotomía entre el
. . Señala como causa primordial ámbito privado, al que se recluía a las mujeres,
de muchos males que afligen a la y el ámbito público exclusivo de los hombres.
sociedad, la insuficiente i defectuosa Frente a la dura oposición que despiertan
educación femenina. Pide que esa sus ideas en el seno de los sectores más
sociedad permita a la mujer ocupar conservadores de la sociedad. Se menciona
el lugar que el progreso le señala, a mujeres y hombres profesionales que la
para que ésta adquiera el perfecto critican, como el astrónomo Pedro Alcázar y
conocimiento de su valer i derechos, el entomólogo Benito Peñaloza quienes la ven
vedados por tan largo tiempo por el como un peligro, porque ellos piensan que a
error, atraso i egoísmo. (Espinoza, M, causa de las proposiciones femenistas de “la
L. ¿1915? pp. 183-84) mujer moderna, perecerán nuestros derechos”
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 189). No obstante,
Primero, Zarela concede el primer valor a Zarela contemporiza en parte con ellos con el
la equidad educativa, ética y sexual sin las fin de atraérselos a su causa, pero sin ceder en
cuales las mujeres no podrán emprender su lo esencial de su prédica:
desenvolvimiento personal ni hacer que los
centros de enseñanza avalen sus estudios. Tengan la convicción que la mujer
En segundo lugar, señala el trabajo como moderna continuará siendo la
fuente de desarrollo individual y nacional, compañera amante i sumisa del hombre;
y critica severamente la actitud de la pero más espiritual i consciente de su
aristocracia ociosa. En tercer lugar, enjuicia valer i derechos, así como más idónea
la educación vigente solamente para los para desempeñar los deberes augustos
hombres porque aísla y margina a las de madre, educadora, i miembro útil de
mujeres, origina las discriminaciones, los la sociedad.
conflictos sociales y esboza la necesidad
de su completa evolución. Como resultado, Lo único que nosotras pretendemos
finalmente, si se logran los objetivos es que se considere a la mujer igual y
anteriores, la mujer saldrá del espacio compañera del hombre en la verdadera
reducido en el que la han colocado los acepción de la palabra; no su inferior,
padres de familia, los organismos del estado, esclava, o maniquí de sus caprichos
las autoridades espirituales y económicas. i pasiones. Deseamos que del hogar
Por eso destaca la única manera de luchar desaparezca aquella paria que, con
contra “el error, atraso i egoísmo” si la nombre de esposa o santa mujer,
mujer accede al “perfecto conocimiento de soporta borreguilmente todas las
su valer i derechos.” villanías i humillaciones del más inicuo
despotismo. (Espinoza M, L. ¿1915? pp. fines del siglo XIX y albores del XX. Mediante
192-193) Una historia feminista Espinoza postula el
movimiento progresista del feminismo que
A través de su personaje principal, Leonor exige la independencia económica de las
Espinoza de Menéndez propone a Zarela, que mujeres, su derecho a educarse, adquirir
proyecta el futuro de una mujer liberada e una profesión, a trabajar y a ser autónoma,
independiente, considerada por sus esfuerzos de esa forma se intenta implementar la
y voluntad, capacidades intelectuales y su igualdad moral de ambos seres. A pesar de
desempeño social igual al hombre; aunque que denuncia el sistema del Código civil que
llame la atención que la propia Zarela legaliza la inferioridad de la mujer, la equidad
arguya que la mujer consciente siga siendo de derechos no abarca el ámbito político ni
“sumisa” al esposo. La ideología dualista ciudadano que significaría una garantía más
tan inserta en la mayoría de escritoras del de los cambios en la sociedad; por eso su
novecientos, se presenta también en la feminismo se muestra moderado y reformista.
feminista Espinoza, ello les impide concebir
una relación equitativa entre hombre y mujer. La novela de Espinoza contiene una primera
Sin embargo, la representación de la mujer propuesta feminista y literaria crítica que
nueva se encuentra en la antípoda de la mujer cuestiona los patrones masculinos y femeninos
tradicional considerada, “inferior, esclava, o sobre los géneros y los sexos, y constituye
maniquí” del hombre que no protesta ni sabe un importante eslabón en el largo proceso
como hacerlo para romper ese ciclo infernal que llevará a la mujer a adquirir su completa
que la aniquila. igualdad e independencia en Arequipa, la
nación del Perú y en el mundo entero.
El título de la novela Zarela. Una historia
feminista, apunta a una meta reivindicativa Este inicial y fuerte impulso literario y feminista
que nacía en la región sur del Perú y el que propugna el respeto de los derechos
aporte de la escritora arequipeña significa un básicos de la mujer a la educación y al respeto
gran progreso y avance ideológico para el de su existencia, narra las relaciones desiguales
movimiento feminista, porque aborda la lucha de poder al interior de los hogares peruanos
por la igualdad de los géneros, explora los de clases media y pobre en un contexto
ámbitos educacional, social, jurídico, familiar, histórico nada favorable a la justicia sexual,
económico y psicológico que configuran y equitativa, laboral y social. Sin embargo,
soportan las ideologías prejuiciadas y los el personaje Zarela, que se rebela contra
discursos sexistas de una época muy atrasada los códigos restrictivos del Perú, adquiere
y machista. formación científica y opta por conciliarla
con el matrimonio casándose con el médico
A MODO DE CONCLUSIÓN y poeta limeño Rafael Logaret, demostrando
que al interior de una capa social, instruida y
En su novela Zarela. Una historia feminista, acomodada, se podía afirmar la inteligencia
Leonor Espinoza de Menéndez contrapone de la mujer que, cuando las condiciones la
a la triste realidad de las mujeres ignorantes favorecían, ocupaba una plaza dentro de la
y sometidas al padre cruel o indiferente y al sociedad con la que colaboraba valiéndose
marido abusivo y tirano, un modelo de la mujer del trabajo y la independencia financiera12. El
moderna, instruida, independiente y feminista. deseo de los amigos Peñaloza y Alcázar a la
Con fuerza narrativa, la autora denuncia joven pareja sintetiza la conclusión dichosa de la
las desigualdades de género y de sexos, las novela y el mensaje de la escritora arequipeña,
vejaciones infligidas a las mujeres, los prejuicios “¡Bienandanza i prosperidad al feminismo
y las convenciones socio-culturales del Perú de razonable!”, (Espinoza M, L. ¿1915? p. 204).
Es posible que la batalla de la escritora Espinoza para educar en la universidad a sus hijas en Arequipa sin lograrlo, haya
12
sido un móvil para la construcción de su personaje Zarela en Lima que a través de la novela puede realizar su proyecto,
como lo hicieron las jóvenes Menéndez.
La narrativa de Leonor Espinoza de Menéndez, de las mujeres, marginadas en los bordes de una
cirujana diestra de la historia de las contempo- nación llamada republicana. Queda todavía por
ráneas de su tiempo, constituye un gran avance estudiar los artículos y los cuentos que publicó la
feminista en contra de la ideología discriminado- autora, tanto en Arequipa como en Lima, para
ra, basada en estructuras dicotómicas de poder completar su aporte a las letras peruanas y al
que impidieron el florecimiento de la mayoría movimiento del feminismo13.
“En el concurso provocado por la sociedad “Entre nous”, para las fiestas centenarias de 1921, la señora de Menéndez,
13
presentó un interesante cuento, que mereció una distinción honrosa, asegurando los críticos que reunía excelentes cualidades
de amenidad, cultura y estudio profundo del corazón de la mujer” (García y García, 1925, p. 148).
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