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ZARELA.

UNA HISTORIA FEMINISTA


NOVELA DE LEONOR ESPINOZA DE MENÉNDEZ:
SIN EDUCACIÓN LA MUJER NO AVANZA

LEONOR ESPINOZA DE MENÉNDEZ´S


ZARELA. A FEMINIST STORY:
WITHOUT EDUCATION WOMAN DOES NOT ADVANCE

Lady Rojas Benavente1

RESUMEN
Esta investigación se centra en la novela de Leonor Espinoza de Menéndez, Zarela. Una historia
feminista (¿1915?) que plantea la necesidad de cambiar la condición femenina en el Perú de
principios del siglo XX a través del reconocimiento legal de los derechos cívicos, educativos y
laborales de las mujeres. Las cuestiones del género, de las representaciones ideológicas de los
personajes masculinos y femeninos y de las relaciones abusivas permiten entender mejor el
contexto tradicional y misógino de la sociedad que se amparaba en sus instituciones estatales,
jurídicas y culturales para mantener el statu quo y las diferencias sociales y sexuales. La escritora
Espinoza pone el énfasis en la necesidad de la educación de la mujer para que pueda desarrollarse
y desempeñarse en el trabajo de manera autónoma e independiente. Su feminismo de igualdad
aboga por los cambios urgentes.

Palabras clave
Novela feminista, condición de las mujeres, reivindicaciones por la educación, el trabajo y la
autonomía

ABTRACT
This research focuses on Leonor Espinoza de Menéndez´s novel, Zarela. A feminist story (1915?)
raising the need to change the status of women in the early 20th century in Peru through legal
recognition of civic, educational and labour rights of women. The gender issues, ideological
representations of male and female characters and abusive relationships help understand the
traditional and misogynist society´s context that was backed by State, legal and cultural institutions in
order to maintain the status quo and social and sexual differences. The writer Espinoza emphasizes
the need for education of women so that she can develop and play a role at work autonomously
and independently. Her equality feminism calls for urgent changes.

Keywords
Feminist novel, feminine condition, wrights of education, work and autonomy

INTRODUCCIÓN de género incrementadas por la falta de


acceso a la educación y a la vida cívica, la
Las escritoras, pedagogas y periodistas, discriminación sexual, las injusticias sociales y
especialmente de la generación de 1870 en la violencia doméstica que se infringía contra
el Perú, se preocuparon por las desigualdades muchas mujeres, e iniciaron un proceso

1
Doctora en Literatura hispánica, especializada en cuestiones de género y feminismo. Catedrática de planta de la Universidad
Concordia, Montreal, Canadá.

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de cuestionamiento en el campo cultural e heroicidad” de la escritora “con una conciencia


ideológico sobre la posición de la población de haber servido a la causa de vuestro sexo
femenina en una nación que se mostraba anti- i de ser zapadora de un ideal que triunfará”
democrática y excluyente2. Entre las novelistas cuando exista “amor i justicia verdaderos”,
de principios del siglo XX destaca en el bastión “para dedicarse a la amena literatura en estos
sur y progresista de Arequipa, Leonor Espinoza míseros medios de a centavo” porque los
de Menéndez, una de las intelectuales que críticos calificados de “cretinos”, “cacúmenes”
continúa la defensa de las mujeres, exige el y “palurdos” no toleran que una mujer
derecho a la educación y brega en favor de intelectual contravenga con su posición
otros derechos equitativos en su obra Zarela. igualitaria “a la prosaica ocupación de zurcir
Una historia feminista (¿1915?). i al rol de preciosa gatita de la adámica
sensualidad.” Claramente el crítico traza los
La pedagoga y crítica literaria Elvira García y modelos femeninos en función de su papel
García en su libro, La mujer a través de los siglos. doméstico o de femme fatale frívola en un
Serie historiada de estudios y observaciones, medio donde gobierna “el fósil de los viejos
presenta con agudeza la labor transformadora prejuicios” que se manifiestan en “hostiles
de Espinoza, “Hacia el año 1908 se dedicó erizaciones” y “mentiras convencionales.”
a escribir, a favor de la actividad social de la En segundo lugar, Mostajo afirma, “La Sra.
mujer, tema que ha tratado siempre con cariño Leonor Espinoza de Menéndez es hija del
e interés, trabajando con todo afán, para que propio esfuerzo” (Mostajo en Espinoza M.
se cambie la situación de esclava del hombre L. ¿1915? p. I-II), que señala el trabajo y la
en que vive hasta hoy, no obstante de llamarse profesión de escritora auto-didacta.
este siglo, el del progreso” (García y García
1925, p. 147). García y García continúa su Otras dos críticas contemporáneas evalúan
aprecio, “últimamente ha dirigido sus pasos la novela de Espinoza. Primero, Isabelle
a la creación de la novela local, y el primer Tauzin-Castellanos en su artículo, “Zarela:
ensayo Zarela, es un esfuerzo muy loable…” La emergencia del feminismo en Arequipa”
y luego recomienda a Espinoza, “aunque sería (1999), estudia la condición femenina y su
de desear, que al defender la escuela feminista, proceso de desarrollo tanto intelectual como
trate a la mujer, desde un punto de vista más cotidiano y enfatiza las dificultades de la mujer
alto, prescindiendo de la chismosa, frívola y en su papel auxiliar, antagonista o protagonista
laberintera, para escoger, entre el grupo, que le de acuerdo al estado civil: la casada estéril, la
sirve de estudio, a aquélla que se pueda exhibir madre heroica frente al destino nacional pero
como un modelo edificante” (García y García dependiente del marido, la esposa violentada,
1925, p. 148). La novela realista de Espinoza la madre monoparental, la solterona cruel
no toma en cuenta la propuesta de García y y la feminista. Segundo, Giovanna Minardi
García como lo subrayo en esta investigación resume Zarela en su texto panorámico, “La
porque su proyecto consistía en hacer en ocho narrativa peruana en el Perú del siglo XIX”
capítulos, una radiografía social, cultural, (2001).
ideológica, económica y moral de través de
los personajes femeninos convencionales y las Esta pesquisa tiene el propósito de captar
transformaciones que se podrían lograr con su las estrategias feministas y retóricas que
protagonista feminista Zarela. usa Espinoza, primero, para denunciar las
representaciones falsas, las divisiones sexuales
El prólogo de la novela, “A modo de heraldo” y los estereotipos sexistas, y segundo, para
hecho por Francisco Mostajo en el momento corregir los abusos infligidos a la mujer por
de la publicación destaca: primero, “la una sociedad patriarcal en la que persisten

Dos libros fundamentales sobre las escritoras del XIX son: de Maritza Villavicencio, Del silencio a la palabra. Mujeres
2

peruanas en los siglos XIX-XX (1992) y de Francesca Denegri, El abanico y la cigarrera. La primera generación de mujeres
ilustradas en el Perú (1996). Fuera del Perú es esencial, La escritura (casi) invisible. Narradoras hispanoamericanas del siglo
XIX de Remedios Mataix (2003).

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las leyes arcaicas, prácticas y jerarquías neo- la igualdad de géneros en el Perú, la primera
coloniales que, al interior de las parejas, imbuida de su misión apostólica y la segunda
conceden el mando absoluto al hombre e de su fervor feminista.
imponen la obediencia ciega a la esposa. La
hipótesis de este ensayo es que la novelista En primer lugar, Cáceres propicia en su libro
Espinoza narra esa dinámica asimétrica y de feminismo, Mujeres de ayer y de hoy, las
expone el maltrato para que se lo corrija, por bases de un sistema educativo que dé una
eso reclama la justa igualdad entre los seres de formación de base y de instrucción a las
ambos sexos. La obra feminista despierta el jóvenes peruanas para que adquieran, como
interés de los lectores contemporáneos porque las argentinas, un sentido práctico de la vida
expone las relaciones matrimoniales en cuyo familiar y superen la “naturaleza esencialmente
desenvolvimiento se involucran además sentimental y romántica, en ella no existe un
de los esposos, las mujeres tradicionales y espíritu emprendedor ni de grandes alientos,
pasivas, consciente o inconscientemente. Para su vida la consagra al hogar, del cual, más
enmendar las dificultades de la condición que mujer, es ángel, pues su abnegación para
femenina la autora propone, primero, la con el esposo no tiene límites, y sobretodo
educación formal y, segundo el derecho de para con sus hijos, de los que se convierte en
la mujer al trabajo. Ambos recursos resultan mártir” (Cáceres Z, A. 1909, p. 188). Cáceres
armas imprescindibles para la consecución de menciona otro trazo de las peruanas “el
su independencia económica y su desarrollo misticismo fervoroso” que la provee de “un
integral, humano y cultural. Sin embargo la inagotable tesoro de abnegación, capaz de
nación también debe facilitar el pasaje de la ir hasta el heroísmo” (Cáceres Z, A. 1909, p.
mujer ignorante a la mujer ilustrada con leyes 189). Del primer problema culpa a la sociedad
acordes a sus necesidades y una infraestructura patriarcal que “descuida […] el procurarle la
educacional que favorezca su ingreso a los instrucción superior” y del segundo apunta a
centros superiores del saber. la “nación en donde se haya prescindido de
la segunda enseñanza para la mujer, y más
EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL PERÚ lamentable es esta omisión justamente en
A FINES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS Lima” (Cáceres Z, A. 1909, p. 204).
DEL SIGLO XX
Para superar las carencias al interior del
Es importante antes de explorar el discurso y hogar y de la sociedad, Cáceres presenta
las prácticas misóginas en la novela, entender el programa del Centro Social de Señoras
el contexto histórico en el que se produce, en que ella funda en 1908 con Matilde Guerra
ese sentido, examinaremos ciertas propuestas de Miró Quesada “con el fin de establecer
de escritoras feministas en sus debates en el un Liceo para Señoritas, una Sección
campo del ensayo. Contamos en el Perú con Preparatoria de Primera Enseñanza, una
pensadoras críticas que propusieron, desde Sección Comercial, una Escuela Doméstica y
fines del siglo XIX, transformaciones para otros anexos” (Cáceres Z, A. 1909, p. 204).
que se aboliera el servilismo doméstico, se Con argumentos racionales, psicológicos,
favoreciera la autonomía de la mujer y se la sociales y apoyándose en la Pedagogía
considerada como sujeto histórico, poniendo Moderna y en el ejemplo de “países del mundo
énfasis en remediar las trabas que los civilizado” justifica la necesidad de sacar a
impedían3. En pleno siglo XX, las feministas la mujer peruana de la “ignorancia, que la
Zoila Aurora Cáceres y María Jesús Alvarado inhabilita para encontrar medio apropiado
iniciaron de manera sistemática la lucha por a su condición social, capaz de procurarle

En el campo de la educación léase: de Tauzin-Castellanos, Isabelle (2004) “La educación femenina en el Perú del siglo
3

XIX”. En Aurora Marrou Roldán, Historia de la educación peruana y latinoamericana, pp. 92-102. De Rojas Benavente,
Lady (2010) Canto poético a capella de las escritoras peruanas de 1900 a 1960, la parte 2 del I capítulo intitulado, “La
educación de la población femenina del Perú, la demografía y la prostitución”, pp. 74-99. De Guardia, Sara Beatriz (Mayo
2013) “Imaginar la mujer. Mercedes Cabello y la educación femenina”. En CEMHAL, Revista historia de mujeres. Lima,
14.150. http://webserver.rcp.net.pe/cemhal/revista3.html

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los recursos indispensables para la vida” de las mujeres. Su visión feminista más liberal
(Cáceres Z, A. 1909, p. 205). No obstante, que la de Cáceres y su movilización constante
aclara que dicha formación intelectual no ayudan a que la legislación peruana cambie
pretende “prodigar conocimientos tan vastos poco a poco y reconozca sus derechos.
como los que abarcan los colegios de varones
en la enseñanza secundaria; ni preparar LAS REPRESENTACIONES DUALISTAS
señoritas para que lleguen al doctorado” DE LAS MUJERES
(Cáceres Z, A. 1909, p. 206). La educación
gratuita cuidará su futuro papel de esposa La novela Zarela expone justamente las
católica dentro del hogar4. Es evidente que dificultades de la sociedad legalista y misógina
el desarrollo de aptitudes profesionales, que no acepta las innovaciones educativas
comerciales y domésticas procura en ese e ideológicas que las feministas ponen en
contexto restringido un aliciente para “triunfar práctica en Lima. En ese sentido, Espinoza
en la vida… y levantarle el espíritu y enseñarle juzga severamente las leyes del Código
que las señoritas, en el Perú, pueden trabajar Civil napoleónico de 1851 que imponían la
como lo hacen las de otros países… para dependencia de las mujeres con respecto a
cumplir de esta manera la misión que las los hombres, al punto de considerarlas en el
exigencias de la vida moderna les impone” mismo nivel que “los hijos menores… y los
(Cáceres Z, A. 1909, p. 212-13). A pesar del incapaces.” En una época dominada por el
encuadramiento latinoamericano y mundial, poder absoluto de los hombres y de ciertas
Cáceres sostiene que la educación y el trabajo instituciones culturales, que se transmite a
procuran la autonomía económica y eso través de prejuicios sexuales y sexistas, y un
significa un gran paso hacia la libertad. código de convencionalismos sociales; el
estado político ignoró los derechos humanos
En segundo lugar y de manera más radical, de la mitad de la población marginada. Por
María Jesús Alvarado ofrece un programa esas razones, la obra de Espinoza, Zarela
concreto de educación, trabajo y de igualdad clasifica las representaciones femeninas en
jurídica, en su documento histórico y ensayo dos grupos y se centra en el conflicto narrativo
filosófico-literario, “El Feminismo”, presentado entre la mujer tradicional que ocupa más de
el 28 de octubre de 1911 en la Biblioteca cuatro primeros capítulos de la obra y la mujer
Nacional con el propósito, entre otros, de moderna a través de las imágenes socio-
reformar el Código Civil. Luego funda el culturales que se fomentan de ellas. Es claro
movimiento Evolución Femenina en 1914 que que el paralelo propicia el triunfo de la mujer
realiza acciones concretas frente al poder estatal instruida y científica en los capítulos tercero,
para que reconozca legalmente los derechos sexto, séptimo y octavo, como el primer paso
a la educación, el trabajo y la incorporación en el largo camino que llevará a las mujeres
de la mujer a la esfera pública mediante el del futuro a su completa liberación.
voto5. Ambas escritoras, Cáceres y Alvarado,
lidian en la arena pública para que el estado LA MUJER TRADICIONAL: UN SER
tome cartas en el asunto y legisle en favor del DEPENDIENTE Y SIN DERECHOS
avance integral de las mujeres. De acuerdo
a Alvarado, las leyes atrasadas constituyen Con espíritu crítico, Leonor Espinoza de
uno de los frenos principales que impide Menéndez pinta en Zarela la sociedad
que la sociedad acepte las potencialidades machista, retrógrada e intransigente de fines
intelectuales, racionales y laborales, y causa del siglo XIX y principios del XX, en los que la
la ignorancia, dependencia y marginalidad mujer no tenía prácticamente ningún derecho,

4
Minardi sostiene que Espinoza “se distancia de feministas más radicales encabezadas por Zoila Cáceres” y se acerca de la
liberal Alvarado. Según la lectura de los ensayos y novelas de ambas escritoras, se induce que Alvarado presenta una visión
mucho más revolucionaria que Cáceres.
5
Véase mi ensayo, “María Jesús Alvarado Rivera: primera feminista peruana” (Otoño 2007) en la Revista Canadiense de
Estudios Hispánicos 32. 1, pp. 149-163.

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pero sí muchos deberes que la sometían a que se realizaban fuera de la esfera del hogar.
los designios de los hombres y de la familia. Asentaba sus prácticas discriminatorias por
Prevalecía el modelo del “ángel del hogar”, medio de prejuicios sexistas y biológicos
“de esposa o santa mujer”, con belleza física infundados que esgrimían sus organismos, el
y atractiva, pero sumisa a la autoridad varonil, político del Estado y el científico de ciertos
mujer sin suficiente educación ni aspiraciones intelectuales. Algunos pseudos científicos
propias, consagrada por entero al marido e apoyaban la teoría de la inteligencia inferior a
hijos, y recluida al ámbito privado de su casa; la del hombre, debido a que la masa encefálica
un ser totalmente dependiente del padre, del de la mujer era menor que la masculina. En la
esposo o del tutor, los que decidían su destino mayoría del discurso de la época, los hombres
sin tener en cuenta su opinión ni sus deseos. reducían a la mujer a “un bello bípedo de
Esta situación de sometimiento lo legitimaba encantadora cabeza vacía” (Espinoza M, L.
el Código Civil, cuyas leyes anacrónicas e ¿1915? p. 51), o a un mero objeto sexual del
injustas consideraban a la mujer como un que se servían a su antojo. En ese entorno
ser inferior y sin derechos jurídicos a la que de discriminación oficial, la mujer no tenía
la Iglesia y la sociedad predicaban renuncia, otra opción que resignarse a un matrimonio
sacrificio, silencio y sumisión. por conveniencia o a refugiarse en el claustro
de un convento. También debía soportar la
La feminista Cáceres en 1909 describe la maledicencia y la difamación de una sociedad
preocupación de las mujeres por la belleza hipócrita e intolerante que no perdonaba el
externa sobrevalorada por las familias, los menor desvío a su código moral rígidamente
hombres y la sociedad en su conjunto. Cáceres dualista y establecido por la sociedad para
compara a las argentinas de las peruanas beneficio de los hombres.
y nota un gran desequilibrio en cuanto a
la psicología, porque mientras las primeras Según las arcaicas leyes del Código Civil
logran autonomía y estudios, las peruanas las mujeres en general y, en especial, las
siguen inseguras y dependientes. Ese lavado madres estériles, las madres monoparentales
de cerebro a través de la domesticación cultural y las viudas sin hijos no podían administrar
y social se traduce en la novela de Espinoza a su fortuna6. Por medio de sus personajes
través del personaje Olga que dice convencida, femeninos, la escritora Espinoza plantea las
“Las niñas deben ser buenitas, humildes i diferentes situaciones que debía enfrentar la
saber perdonar el daño que se les hace, para mujer en el Perú de la última mitad del siglo
que Dios las bendiga i sean felices” (Espinoza XIX y principios del XX. Uno de ellos, Luisa
M, L. ¿1915? p. 12). No deja espacio para la de Espanet, encarna a la aristocracia limeña
autodefensa o la resistencia frente a los seres que pierde su patrimonio y, como no está
que las agreden o castigan. Asimismo, debido preparada para afrontar la vida, decide casarse
a la limitada educación que recibía, la mujer no por interés con un hombre rico mucho mayor
estaba preparada para insertarse en el mundo que ella. Con el fin de asegurar su fortuna y
laboral o profesional, y quedaba totalmente llenar el gran vacío afectivo de su existencia,
desprotegida frente a posibles contingencias, se ilusiona con la maternidad; pero al no
cuando fallecían sus padres o esposos y concretarse, llega hasta el extremo de fingir
quedaban libradas al tutor o al marido en los un embarazo, parte a Arequipa y compra una
casos en que ellos la violentaran y abusaran de niña a un par de mujeres pobres que la tenían
sus fondos económicos. a su cuidado.

La sociedad peruana consideraba que la mujer En la sociedad de entonces impera la


poseía escasa habilidad racional y destreza intolerancia y la crítica mordaz frente al hecho
para desempeñarse en actividades públicas de que Soledad Tomazi dé a luz a una hija

Sobre el asunto, Elvira García y García da el ejemplo de la escritora arequipeña, Manuela Ureta de Madueño, que al quedar
6

viuda “vio desaparecer su fortuna y bienestar, que formaban el porvenir de sus hijos… por una gran estafa de que fue
víctima” (57-58).

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previa al matrimonio con Raimundo Tassara. brillantemente en sociedad! (Espinoza


Éste prefiere ocultar el nacimiento de la hija M, L. ¿1915? pp. 40-41)
porque el grupo condena a la madre con el
mayor de los escarnios; de ahí que muchas El único fin de esa exigua educación femenina,
otras mujeres se resignen a la pérdida o consiste en atraer a un marido que le asegure
abandonen a los hijos. El temor a la deshonra su porvenir y empuje a la mujer a cumplir el rol
impulsa a los padres de la niña Zarela a tradicional de buena esposa y madre ejemplar.
confiársela a dos mujeres necesitadas para que La manipulación verbal de Hermengarda no
la críen hasta que ellos concreticen su unión. deja duda sobre su meta pragmática e inmoral:
Cuando descubren la desaparición de su hija “no podemos contar para el porvenir con otra
comprada por la limeña Luisa de Espanet, se cosa que con el matrimonio y para conseguirlo
afanan tenazmente en su búsqueda, aunque pondremos en juego todos los medios, por
sin éxito. Tienen otras dos hijas, Soledad y ilícitos que parezcan. El ardid debe ser nuestra
Margarita, pero los remordimientos y la culpa arma favorita” (Espinoza M, L. ¿1915? p. 45).
que sienten por la pérdida de la primera hija En lugar de educar a sus sobrinas para que sean
terminan por minar su relación marital. personas independientes y autosuficientes, las
condena a un futuro de víctimas. Guiándose
Al morir la madre de Soledad y Margarita, el por las apariencias, favorece el noviazgo de
esposo Raimundo concede la responsabilidad su sobrina Margarita con Ruperto, un joven
parental a su hermana soltera Hermengarda disoluto, ególatra y jugador, cuyo único deseo
que cría a las dos niñas. El único afán de la es divertirse.
tía era “atrapar novio buen mozo i de fortuna”
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 43). A través de Con su narrativa, Leonor Espinoza de
este personaje, la autora pinta a las mujeres Menéndez emprende una crítica acerba de
que cifran “toda su esperanza de felicidad la intervención de las madres o los familiares
i completo bienestar en el matrimonio” sustitutos que fomentan deliberadamente,
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 41), y al no primero, la vanagloria superflua de las
realizar su deseo, se deprimen y se sienten jóvenes; y, segundo, el machismo en sus hijos,
insatisfechas. Sin otras aspiraciones personales convirtiéndolos en hombres desconsiderados,
que den sentido a sus vidas, se convierten en egoístas y futuros tiranos de sus compañeras7.
meros satélites del hombre, sin cuya presencia La interrelación entre las clases sociales, el
y sostén no pueden sobrevivir. El discurso poder económico y la cuestión de los géneros
de Hermengarda sobre “la instrucción de la se manifiesta en los conflictos de la historia.
mujer [que] no tenía objeto” (Espinoza M, L. Es el caso de la madre de Ruperto, que ciega
¿1915? p. 40), es elocuente de su mentalidad frente a los defectos de su hijo y deseosa de
conservadora y atrasada que condena a sus que éste consiga una esposa rica y de familia
sobrinas a una instrucción superflua y virtual distinguida, se opone terminantemente a su
ignorancia como lo exclama: relación con la humilde Margarita y aprueba
su conducta amoral cuando éste la abandona
Un poco de Urbanidad que prestase el después de desflorarla, dejándola en cinta.
distintivo de señorita instruida. . . Algo
de dibujo y pintura. . .y un poquito Es importante considerar los conceptos
de música. . . Un ligero conocimiento teóricos de Robert W. Connell que desarrolla
de corte, costura i cocina que pongan en Gender and Power (1987) para entender
de manifiesto a la futura, económica de qué manera los personajes aceptan e
i hacendosa mamá. ¿Para qué más? internalizan como normales ciertos aspectos de
¡Con todo esto se habían abarcado los las relaciones sociales que se aprenden y que
grandes conocimientos para actuar prescriben los roles de género. El primero es el

Al respecto léase, “Poniendo a cada quien en su lugar: estereotipos raciales y sexuales en la Lima del siglo XIX” de
7

Patricia Oliart (1995) que señala “Otra importante función del estereotipo del limeño inútil, desvalido e irresponsable, era
posiblemente disfrazar el poder real de estos hombres en su sociedad” (269).

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de “la masculinidad hegemónica” y el segundo de una mujer?


su correlato, “la feminidad acentuada”8 que se ¿Por qué seguir esta rutinaria costumbre
refieren a las nociones dominantes e idealizadas de condenar siempre al más débil de los
de los comportamientos sexuales existentes que delinquen?
en la sociedad. Si aplicamos a la novela ¿Es que inspira más conmiseración el
peruana de Espinoza, podríamos convenir criminal que empuja a su víctima hacia
que las formas dominantes de la sexualidad el abismo i no ésta que inconsciente i
masculina a fines del siglo XIX y principios presionada a él desciende? (Espinoza M,
del siglo XX, fueron el poder, la agresión, la L. ¿1915? pp. 80-81)
invulnerabilidad, la razón y el control de sí
mismo. Sus implicaciones en los otros sectores Margarita expone de un lado, la construcción
de la vida se manifiestan en el éxito laboral y cultural y psicológica de los géneros que
financiero, público y familiar que determinan define y regula la sexualidad, la feminidad y la
la dominación heterosexual de las mujeres, masculinidad de manera jerárquica al interior
así como la suficiente distancia y oposición de la familia sin padres. La estructura social
de las características femeninas que la cultura y hegemónica del patriarcado favorece el
otorga a las mujeres. De manera correlativa, el estatuto delincuente del hombre “seductor…
concepto de la feminidad acentuada deriva de criminal” cuyas acciones quedan impunes,
la masculinidad hegemónica, por lo tanto, pone y también propaga la ideología de su poder,
el énfasis en el comportamiento de la mujer: abuso y superioridad. Justamente Bárbara,
emocional, nutricio, vulnerable, dependiente, una profesora arequipeña que cree en la
sexualmente deseado y maleable. Estas brujería, acepta lo que los europeos misóginos
idealizaciones estereotipadas de los géneros Moebius y Proudhon afirmaron “que los de
desembocan en los tradicionales papeles sexo masculino poseen mayor capacidad
que limitan a la mujer a ser esposa, madre cerebral que nosotras” (Espinoza M, L. ¿1915?
y la amante vista y considerada como un p. 149). Mientras que a la mujer “víctima”,
ornamento sexual. el hombre –sea el esposo, amante o padre- la
controla, humilla, castiga, insulta, brutaliza y
La historia de la joven Margarita y el condena. De otro lado, el discurso de Soledad
engatusador galán Ruperto pone en evidencia devela la complicidad de Hermengarda en
dichos modelos sexuales que señalan la la crianza de las jóvenes. Después de haber
intransigencia e injusticia de una sociedad empujado a su sobrina en los brazos del vil
impostora que condena a la mujer por ceder a seductor Ruperto, la tía hace recaer toda
los avances del amante y absuelve al hombre la infracción del embarazo solamente en
del comportamiento sexual irresponsable. Margarita. La reacción ofensiva del padre de
La alocución de Soledad que le dirige a la Margarita se semeja a la de Hermengarda; en
tutora Hermengarda expresa, sin embargo vez de ayudar a su hija que espera criatura, él
las profundas contradicciones que resultan de la considera muerta para la familia por haberse
la arbitraria situación que soportan tanto su deshonrado y la abandona a su suerte. La
hermana Margarita como las mujeres abusadas joven Soledad que se da cuenta del juego de
por Ruperto y los de su especie, señalando seducción masculina, de la doble deserción del
sobretodo la de su propia familia: padre y el amante, y del menosprecio de la tía
que se abate contra Margarita, su desgraciada
¡Tía!, usted es muy injusta con mi hermana, se compadece de ella, la defiende y
desgraciada hermana; como si ella sola trata de comprenderla. Sin embargo, como es
fuese la culpable, contra ella son sus otra mujer sin educación, la fatalidad también
odios. . . ¿no halla usted culpabilidad en la cae sobre su existencia.
conducta del seductor que aprovechando
estados anímicos dolorosos i situaciones Sin contar con el apoyo de una educación
anormales, quita la honra i tranquilidad eficiente que le proporcione las armas para

La traducción del inglés al español es mía de “hegemonic masculinity” y “emphasized femininity”.


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afrontar las vicisitudes de la vida o de un familiar social del doble estándar en lo que se refiere
que defienda sus derechos, Soledad se resigna al comportamiento masculino agresivo y
a aceptar un matrimonio sin amor con el único conquistador en las relaciones sociales y
propósito de asegurar su destino condenado a sexuales y a la posición femenina pasiva
depender del padre o del marido. La narradora y victimaria, incrementa “el terrorismo
anota, “Ella, como la tía, buscó en ese enlace psicológico” en las mujeres que lo padecen
un asilo a su debilidad e ignorancia de noble diariamente y engendra inevitablemente la
i engreída” (Espinoza M, L. ¿1915? p. 102) coerción del macho y el miedo de la agredida.
mostrando las condiciones de precariedad De acuerdo a Carole J. Sheffield en su estudio
de la casada y del próximo fracaso de una “Sexual Terrorism”, “El derecho de los hombres
mujer de la clase media. El señor Raimundo de controlar el cuerpo femenino es la piedra
Tassara, padre de Soledad se deslumbra por angular del patriarcado… La violencia y su
el dinero del futuro yerno Simón, y no duda corolario, el miedo, sirven para aterrorizar a las
en entregarle a su hija, circunstancia que mujeres y mantener la definición patriarcal de
provoca el derrumbamiento de las ilusiones su lugar… Lo llamo terrorismo sexual porque
de la tía Hermengarda, que aspiraba a ser la es un sistema en el cual los machos asustan y,
elegida. Ya casados, la desconsideración del por medio del terror, controlan y dominan a
hombre mayor Simón, sus aventuras extra- las hembras.” (Sheffield, C.J. 1994, p.)9
maritales y el asalto sexual a la empleada Inés
en su propia casa, del cual Soledad del Valle es Teniendo en mente el aporte de Sheffielf,
testigo, terminan convirtiendo su matrimonio consideramos en primer lugar, el comentario
en una mascarada, ella lo califica de “esta discursivo de la novela que subraya el desvalor
ridícula comedia social” (Espinoza M, L. y la cosificación de la esposa frente al marido
¿1915? p. 109) del que sólo puede escapar por que la usa, abusa y desecha, manifestando la
medio de la auto-muerte. El nombre simbólico alienación femenina que aflige y expone todo
de Soledad agrega una significación macabra a el dolor y la angustia de una terrible realidad
su estado determinista y trágico. El comentario para la esposa. De manera frontal se mantienen
del narrador subraya bastante bien como se estables el poder, la propiedad y los beneficios
mantiene la lucha implacable de los géneros en del hombre en su calidad de amo. En segundo
desventaja de las mujeres: lugar, destaca la forma en que se establece la
institución social del matrimonio a través de la
Perdida su individualidad i convertida legalización jurídica del encadenamiento de
en objeto de arte, comprado por su las mujeres servidoras o esclavas en relaciones
poseedor del seno de la familia i del seno anómalas y asimétricas que favorecen al señor.
de una sociedad egoísta e intransigente, En ese contexto de desequilibrio de poder, es
debía permanecer allí, ocupando el prácticamente imposible que una mujer, como
puesto señalado entre los objetos de Soledad, que sufre en un matrimonio infeliz, se
aquella casa, aunque el dueño hastiado divorcie o se libere. Si se atrevía a hacerlo, no
de ella, la menospreciase. sólo enfrentaba la severa condena social, sino
No le quedaba más recurso que apelar a también la miseria. El doloroso desengaño
la fe implorando resignación; era mujer de Soledad por las continuas humillaciones
y debía sufrir las consecuencias de su a las que la somete su marido y la obligación
sexo, la sociedad i el código estaban de seguir representando la farsa de un
en contra suya;. . . el código civil con matrimonio avenido frente al inflexible juicio
sus injustas leyes, estableciendo una de la sociedad, resquebrajan su salud mental.
profunda desigualdad en el matrimonio. El narrador hace la radiografía del perfecto
(Espinoza M, L. ¿1915? pp. 112-113) hombre perverso y de la esposa dócil,

Antes de analizar el comentario de la Simón, lejos de guardar alguna


narradora, debemos señalar que la aceptación consideración a su infeliz compañera,

La traducción del inglés al español es mía.


9

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Lady Rojas Benavente Sin educación la mujer no avanza

parecía alardear sus devaneos. Ya dejaba arranque humano y natural de Margarita de


caer al descuido un pañuelito coquetón castigar a su ofensor o que repare el engaño
de mujer, ya quedaba un rizo de cabellos, sexual, es frenado por la hermana Soledad
o el billete comprometedor al alcance de que tiene una conducta más conservadora y
la prudente i resignada Soledad… No vive amedrentada por “las inconveniencias de
obstante, ella persistiendo en el empeño aquellos impulsos” (Espinoza M, L. ¿1915? pp.
de atraerle, hacíase gran violencia por 116-117).
dominar su justa indignación, redoblando
en cambio mimos i prudencia. (Espinoza La situación degradada de Margarita traduce
M, L. ¿1915? pp. 108-109) el panorama negativo de la sociedad peruana.
La madre soltera y abandonada por su
La polaridad entre las actitudes del familia y por el amante violento, necesita
donjuanesco varón y su retórica que ofende velar por su pequeña hija y se aferra al último
verbalmente a la esposa, chocan y la empujan recurso que le queda, el trabajo; pero al no
a Soledad a la desesperación y a reprimir haber sido instruida en ninguna profesión u
todo gesto de resistencia o enfrentamiento. oficio retribuido, sólo puede dedicarse a la
La terrible depresión que la conduce a pensar costura, “único recurso de las desheredadas;
en la muerte y encontrar finalmente cierta único trabajo medianamente decoroso i
liberación, imposible de lograr en el casorio pésimamente remunerado con el que debe
con un libertino, no aniquila sin embargo su vivir en este país una mujer honrada;. . .
espíritu solidario con la hermana Margarita obteniendo como recompensa la tuberculosis i
abandonada por el violento Ruperto que otras dolencias físicas” (Espinoza M, L. ¿1915?
“cobarde y alardeando villanía, la hería no sólo p. 137).10 Inmediatamente agrega que “no le
de palabras sino también de hechos” (Espinoza quedaba otro recurso que coser, coser aquella
M, L. ¿1915? p. 135). Las diferencias entre burda costura de mercado con la cual ganaría
ambas hermanas también permiten vislumbrar treinta céntimos en catorce o quince horas
los arranques de rebeldía de Margarita frente a de rudo i fatigoso trabajo! (Espinoza M, L.
la violencia doméstica, ella desearía tomar en ¿1915? p. 138). A las condiciones precarias y
sus propias manos la restitución de su derecho de explotación laborales se suma el maltrato
a ser respetada como ser humano. Como la de la sociedad. Margarita soporta tanto las
sociedad peruana no hace justicia a la mujer vejaciones y “groseras propuestas” de algunos
abandonada, de manera patética el narrador hombres que la creen una presa fácil por
exclama tomando la posición de ambas hallarse en la miseria; como los desprecios de
hermanas deshonradas, una por el marido y la mujeres que la ven como una amenaza por
otra por el amante, “¡Cuántas lágrimas vertidas su belleza y juventud. Al respecto no llama la
juntas! ¡Cuántas violencias por domeñar atención que Margarita recuerde la segunda
los impulsos de venganza de la escarnecida estrofa del largo poema social “La ramera” del
víctima!” Luego Margarita le confía a Soledad, liberal mexicano Manuel Acuña (1849-1873)
“-Si no fuera por ti –la decía- ya le habría que pinta exactamente cómo se siente la joven
castigado como se merece; por mí no temo peruana,
nada, mi nombre hace tiempo borrado está del
pedante libro social, nadie tendrá en cuenta a la ¡Pobre mujer! que abandonada y sola
infeliz que un miserable sumergió en el barrizal sobre el oscuro y negro precipicio,
de la deshonra… ¿Acaso no crees que el débil en lugar de una mano que la salve
brazo de una mujer, no puede herir cuando a siente una mano que la impele al vicio;
éste la guía el de la justicia?”. Sin embargo, ese y que al fijar en su redor los ojos

En varias obras de la época, las escritoras denuncian las condiciones inhumanas de las trabajadoras de la costura y las
10

labores que se asocian, como el tejido, el crochet y el bordado. Una de las primeras en desenmascarar la opresión de
las mujeres fue María Jesús Alvarado Rivera que en El Feminismo expresó, “Sólo dos caminos tiene la mujer en tan
premiosas circunstancias los ímprobos trabajos manuales que no libran de la miseria con su pavoroso cortejo de martirios
y humillaciones, o el deshonor a cambio de un aleatorio bienestar.”

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Sin educación la mujer no avanza Lady Rojas Benavente

y a través de las sombras que la ocultan como en Perú, existieron literatos que se
no encuentra más que seres que la miran preocuparon por denunciar el esclavismo
y que burlando su dolor la insultan... y la dependencia total y financiera de las
mujeres y levantaron su voz de protesta. Con
las enumeraciones poéticas de las acciones
¿Sabría Margarita que su poeta preferido que, trágicas de la persona atormentada por los
denunció la crueldad del medio social hacia problemas, tanto los verbos como los lugares del
la mujer necesitada de consuelo, propuso parlamento de Petrilla explicitan el desamparo
que el ser humano podía liberarse por medio total de la madre soltera desde el punto de
del estudio y las ciencias? ¿Tal vez la sensible vista social, económico y psicológico, pero
lectora Margarita emuló el fin trágico de ese también apunta a la degradación final como
filósofo positivista e incrédulo que angustiado un callejón sin salida en el que la comunidad a
no halló respuestas a sus preocupaciones y se las que pertenecen, las condena “al abismo”. A
suicidó en plena juventud? partir de la reflexión de los versos, el narrador
peruano presenta a Margarita con su “terrible
Margarita adolece de “decaimiento moral” dilema: escoger el camino de la corrupción
por “las amenazas… los insultos i escarnios” para salir del atascadero pecuniario en que se
de los acreedores, pero impulsada por la encuentra o seguir por el oscuro i misterioso
hambrienta hija, acude a un convento que de la muerte… Pecó por amor no por vicio.
reparte el alimento a los miserables de ¡Ah! Mil veces cadáver, antes que despreciable
Arequipa. Una mujer que la contempla, llega muñeca de placer…” (Espinoza M, L. ¿1915?
a insinuarle que le saque partido a su belleza y pp. 171-172).
se dedique a la prostitución “único refugio que
ofrece nuestro estado social a una pobre que La sociedad acorrala a la víctima vencida
no conoce ni sabe nada útil para ganarse la entre la degradación física o la muerte. La
vida honradamente” (Espinoza M, L. ¿1915? imagen de la mártir “la impelen al sacrificio.”
pp. 170). Cuando Margarita le contesta: Después de una angustiosa meditación frente
“-¡Horror, no, mil veces no!, su interlocutora le a la disyuntiva, Margarita decide desaparecer y
recita el parlamento dramático de la obra teatral arrastra a su inocente criatura a las frías aguas
en tres actos y en verso, La Pasionaria (1883- del río Chili sabiendo que nadie la apoyará. El
1884) del autor español realista, Leopoldo símil que usa la escritora arequipeña, “i cual
Cano y Casas (1844-1934), del personaje la poetisa de Mytilene en el promontorio de
Petrilla que se asemeja por su condición Leucales, abrazada a su tierna lira se arroja con
desvalida a la madre soltera peruana, porque vertiginosa rapidez en el abismo!... (Espinoza
la española también pide caridad para su pobre M, L. ¿1915? pp. 176), pone en la tradición
hija Margarita que no conoce a su padre:11 clásica griega, el heroísmo desesperado de
personajes femeninos que solamente en el
- ¿Adónde vas? suicidio logran liberarse de la existencia, sus
- Donde pueda, cadenas, injusticias, indiferencia y condenas.
donde va lo que zozobra
lo que expira, lo que sobra, ¿Se puede afirmar que el suicidio de la
lo que vaga i lo que rueda; madre monoparental junto a su niña es
al asilo, a la prisión, el punto culminante del menosprecio
al templo o al lunapar, social peruano y el síntoma de la familia
al abismo o la montón! indolente que andaban enfermos bajo el
peso de tradiciones retrógradas, prácticas
La intertextualidad de la que se vale la novelista misóginas y necesitaban una metamorfosis
peruana, sirve para notar que tanto en España fundamental de la mentalidad y legislación

La obra del español fue conocida en América y en Perú. Sería interesante trazar un estudio comparativo de la novela
11

peruana y del drama español para establecer la influencia que tuvo Cano en Espinoza, al menos en las personalidades de
Petrilla y Margarita como en su condición social de madres solteras y abandonas.

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Lady Rojas Benavente Sin educación la mujer no avanza

que facilitaran el fin del abuso cotidiano decisiones, forjarse su propio destino y liberarse
y la restauración de la justicia social? La de las cadenas que le imponen las familias,
maternidad en lugar de considerarse una las creencias tradicionales, las vetustas leyes
función social ennoblecedora para la madre y la nación patriarcal? Mediante la estrategia
soltera se convierte en un baldón familiar de la oposición radical entre las víctimas de
y una desgracia nacional. De manera una fatalidad asombrosa y una protagonista
contradictoria, de un lado, el discurso feminista que decide valerse por ella misma,
patriotero encomia a la mujer por su Espinoza indica un nuevo camino a construir
capacidad de engendrar la prole que servirá para las mujeres del Perú.
al desarrollo y futuro de la nación; pero de
otro lado, condena y discrimina a la madre LA MUJER MODERNA QUE ABOGA
soltera, sin darse cuenta que la tragedia POR LA IGUALDAD DE DERECHOS Y
de Margarita no es un caso aislado y que LA NECESIDAD DE EDUCACIÓN
representa la situación de un sector social
marginalizado al interior de la nación. El Justamente en la novela de Espinoza de
drama familiar de Margarita que se lanza al Menéndez aparece un personaje que encarna
abismo es también el drama de la gran familia el modelo de la mujer moderna y culta que
nacional del Perú cayendo en desgracia. adopta y favorece la educación femenina y
su independencia financiera. En efecto, la
De modo paralelo, al terrible sino de las protagonista arequipeña Zarela, la otrora
dos sobrinas en relaciones amorosas y niña que fue comprada por Luisa de Espanet
matrimoniales desdichadas, la condición de muchos años atrás, ilustra el ser nuevo que se
su tía Hermengarda presenta la otra opción apoya en sus propias fuerzas y capacidades
tradicional para las mujeres. Desencantada de mentales para salir adelante. Desde su
su papel de victimaria y sin gozar de fortuna más tierna infancia, Zarela manifiesta su
propia, decide refugiarse en un convento anhelo ferviente de ilustrarse y, a pesar de
para protegerse de la soledad y la miseria. Sin las objeciones de su madre que cree que
embargo se vuelve loca en el encerramiento una hija de su posición social acomodada
con la obsesión amorosa de un hombre no necesita del estudio, Zarela no desiste
que no la amó. El lector contemporáneo en su propósito de educarse y explorar su
se pregunta, sin educación que provea la potencial mental. No contentándose con
preparación para trabajar y valerse por sí terminar la educación media, algo poco
misma, ¿qué otra alternativa le quedaba a la común en las mujeres de fines del siglo XIX,
mujer casada y a la soltera para sobrevivir de insiste en ingresar en la escuela de medicina,
manera autónoma y digna? ámbito exclusivamente masculino. En ese
medio de poder, soporta las burlas y los
Las historias macabras de estos personajes avances amorosos e inmorales de algunos
femeninos comparten el desamparo y la compañeros, pero su seriedad, competencia
dependencia de las mujeres en una sociedad intelectual y sentido de responsabilidad le
discriminatoria en la que predominan las granjean el respeto y la admiración de otros
desigualdades de género, el maltrato físico, estudiantes y profesores.
verbal, psicológico y mental al interior de
las parejas. Careciendo de una educación Al descubrir la verdad sobre su nacimiento por
sólida que las sustente en el duro camino de medio de Rosalía la criada moribunda de su
la existencia, sus opciones se limitan a un madre, Zarela insiste en conocer a su familia
matrimonio por compromiso y sin amor, a biológica y, junto a su madre adoptiva, viaja
la reclusión en el claustro, a prostituirse o, lo de Lima a Arequipa. La amarga verdad le
que es aún peor, a la misma muerte. Frente salta a la cara, su madre y sus hermanas han
a este cuadro patético y desmoralizador del muerto, su tía entró en un convento y su padre
Perú novecentista, de acuerdo a la novelista huyó a otro país. A través de los diarios de
Espinoza, ¿qué vía le queda a una joven sus hermanas, se entera de las angustiosas
inteligente y empeñosa para ser dueña de sus tribulaciones que ellas soportaron. Indignada

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Zarela. Una historia feminista novela de Leonor Espinoza de Menéndez:
Sin educación la mujer no avanza Lady Rojas Benavente

frente a “la triste condición social de la mujer Espinoza compone de manera feminista
peruana” jura “trabajar incansable en pro del a su joven e intelectual protagonista. La
feminismo, por la justa liberación de la mujer” visión equitativa de Zarela se concretiza en
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 181). El narrador infinidad de obras comunitarias, tales como
condensa los ideales y las convicciones las sociedades feministas, las escuelas para
feministas de Zarela en el siguiente párrafo: la mujer, los asilos, los bazares que venden
las labores femeninas, y otros organismos.
Zarela aboga por la igualdad moral Ella misma constituye el mejor ejemplo de
de sexos, igualdad redentora i lo que predica, ya que al perder su madre
símbolo de prosperidad. Invita a toda fortuna, Zarela sostiene a su familia
la mujer que dejando a un lado gracias al fondo financiero que adquiere de su
rancias preocupaciones i orgullos. . profesión científica. De la misma forma, por
., adquiera útiles conocimientos para medio de la prensa y de conferencias, brega
que... pueda ejercerlos, sirviéndose sin cansancio por “la reforma en las leyes
en cualquier emergencia desgraciada. para que pueda establecerse así la equidad e
Ridiculiza el menosprecio que del igualdad de sexos” (Espinoza M, L. ¿1915? p.
trabajo hace la engreída nobleza. 188). Zarela rompe con la dicotomía entre el
. . Señala como causa primordial ámbito privado, al que se recluía a las mujeres,
de muchos males que afligen a la y el ámbito público exclusivo de los hombres.
sociedad, la insuficiente i defectuosa Frente a la dura oposición que despiertan
educación femenina. Pide que esa sus ideas en el seno de los sectores más
sociedad permita a la mujer ocupar conservadores de la sociedad. Se menciona
el lugar que el progreso le señala, a mujeres y hombres profesionales que la
para que ésta adquiera el perfecto critican, como el astrónomo Pedro Alcázar y
conocimiento de su valer i derechos, el entomólogo Benito Peñaloza quienes la ven
vedados por tan largo tiempo por el como un peligro, porque ellos piensan que a
error, atraso i egoísmo. (Espinoza, M, causa de las proposiciones femenistas de “la
L. ¿1915? pp. 183-84) mujer moderna, perecerán nuestros derechos”
(Espinoza M, L. ¿1915? p. 189). No obstante,
Primero, Zarela concede el primer valor a Zarela contemporiza en parte con ellos con el
la equidad educativa, ética y sexual sin las fin de atraérselos a su causa, pero sin ceder en
cuales las mujeres no podrán emprender su lo esencial de su prédica:
desenvolvimiento personal ni hacer que los
centros de enseñanza avalen sus estudios. Tengan la convicción que la mujer
En segundo lugar, señala el trabajo como moderna continuará siendo la
fuente de desarrollo individual y nacional, compañera amante i sumisa del hombre;
y critica severamente la actitud de la pero más espiritual i consciente de su
aristocracia ociosa. En tercer lugar, enjuicia valer i derechos, así como más idónea
la educación vigente solamente para los para desempeñar los deberes augustos
hombres porque aísla y margina a las de madre, educadora, i miembro útil de
mujeres, origina las discriminaciones, los la sociedad.
conflictos sociales y esboza la necesidad
de su completa evolución. Como resultado, Lo único que nosotras pretendemos
finalmente, si se logran los objetivos es que se considere a la mujer igual y
anteriores, la mujer saldrá del espacio compañera del hombre en la verdadera
reducido en el que la han colocado los acepción de la palabra; no su inferior,
padres de familia, los organismos del estado, esclava, o maniquí de sus caprichos
las autoridades espirituales y económicas. i pasiones. Deseamos que del hogar
Por eso destaca la única manera de luchar desaparezca aquella paria que, con
contra “el error, atraso i egoísmo” si la nombre de esposa o santa mujer,
mujer accede al “perfecto conocimiento de soporta borreguilmente todas las
su valer i derechos.” villanías i humillaciones del más inicuo

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Zarela. Una historia feminista novela de Leonor Espinoza de Menéndez:
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despotismo. (Espinoza M, L. ¿1915? pp. fines del siglo XIX y albores del XX. Mediante
192-193) Una historia feminista Espinoza postula el
movimiento progresista del feminismo que
A través de su personaje principal, Leonor exige la independencia económica de las
Espinoza de Menéndez propone a Zarela, que mujeres, su derecho a educarse, adquirir
proyecta el futuro de una mujer liberada e una profesión, a trabajar y a ser autónoma,
independiente, considerada por sus esfuerzos de esa forma se intenta implementar la
y voluntad, capacidades intelectuales y su igualdad moral de ambos seres. A pesar de
desempeño social igual al hombre; aunque que denuncia el sistema del Código civil que
llame la atención que la propia Zarela legaliza la inferioridad de la mujer, la equidad
arguya que la mujer consciente siga siendo de derechos no abarca el ámbito político ni
“sumisa” al esposo. La ideología dualista ciudadano que significaría una garantía más
tan inserta en la mayoría de escritoras del de los cambios en la sociedad; por eso su
novecientos, se presenta también en la feminismo se muestra moderado y reformista.
feminista Espinoza, ello les impide concebir
una relación equitativa entre hombre y mujer. La novela de Espinoza contiene una primera
Sin embargo, la representación de la mujer propuesta feminista y literaria crítica que
nueva se encuentra en la antípoda de la mujer cuestiona los patrones masculinos y femeninos
tradicional considerada, “inferior, esclava, o sobre los géneros y los sexos, y constituye
maniquí” del hombre que no protesta ni sabe un importante eslabón en el largo proceso
como hacerlo para romper ese ciclo infernal que llevará a la mujer a adquirir su completa
que la aniquila. igualdad e independencia en Arequipa, la
nación del Perú y en el mundo entero.
El título de la novela Zarela. Una historia
feminista, apunta a una meta reivindicativa Este inicial y fuerte impulso literario y feminista
que nacía en la región sur del Perú y el que propugna el respeto de los derechos
aporte de la escritora arequipeña significa un básicos de la mujer a la educación y al respeto
gran progreso y avance ideológico para el de su existencia, narra las relaciones desiguales
movimiento feminista, porque aborda la lucha de poder al interior de los hogares peruanos
por la igualdad de los géneros, explora los de clases media y pobre en un contexto
ámbitos educacional, social, jurídico, familiar, histórico nada favorable a la justicia sexual,
económico y psicológico que configuran y equitativa, laboral y social. Sin embargo,
soportan las ideologías prejuiciadas y los el personaje Zarela, que se rebela contra
discursos sexistas de una época muy atrasada los códigos restrictivos del Perú, adquiere
y machista. formación científica y opta por conciliarla
con el matrimonio casándose con el médico
A MODO DE CONCLUSIÓN y poeta limeño Rafael Logaret, demostrando
que al interior de una capa social, instruida y
En su novela Zarela. Una historia feminista, acomodada, se podía afirmar la inteligencia
Leonor Espinoza de Menéndez contrapone de la mujer que, cuando las condiciones la
a la triste realidad de las mujeres ignorantes favorecían, ocupaba una plaza dentro de la
y sometidas al padre cruel o indiferente y al sociedad con la que colaboraba valiéndose
marido abusivo y tirano, un modelo de la mujer del trabajo y la independencia financiera12. El
moderna, instruida, independiente y feminista. deseo de los amigos Peñaloza y Alcázar a la
Con fuerza narrativa, la autora denuncia joven pareja sintetiza la conclusión dichosa de la
las desigualdades de género y de sexos, las novela y el mensaje de la escritora arequipeña,
vejaciones infligidas a las mujeres, los prejuicios “¡Bienandanza i prosperidad al feminismo
y las convenciones socio-culturales del Perú de razonable!”, (Espinoza M, L. ¿1915? p. 204).

Es posible que la batalla de la escritora Espinoza para educar en la universidad a sus hijas en Arequipa sin lograrlo, haya
12

sido un móvil para la construcción de su personaje Zarela en Lima que a través de la novela puede realizar su proyecto,
como lo hicieron las jóvenes Menéndez.

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La narrativa de Leonor Espinoza de Menéndez, de las mujeres, marginadas en los bordes de una
cirujana diestra de la historia de las contempo- nación llamada republicana. Queda todavía por
ráneas de su tiempo, constituye un gran avance estudiar los artículos y los cuentos que publicó la
feminista en contra de la ideología discriminado- autora, tanto en Arequipa como en Lima, para
ra, basada en estructuras dicotómicas de poder completar su aporte a las letras peruanas y al
que impidieron el florecimiento de la mayoría movimiento del feminismo13.

“En el concurso provocado por la sociedad “Entre nous”, para las fiestas centenarias de 1921, la señora de Menéndez,
13

presentó un interesante cuento, que mereció una distinción honrosa, asegurando los críticos que reunía excelentes cualidades
de amenidad, cultura y estudio profundo del corazón de la mujer” (García y García, 1925, p. 148).

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Zarela. Una historia feminista novela de Leonor Espinoza de Menéndez:
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