Dubraska Salome Montes Gonz+Ílez

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¡Buen texto! :) Te dejo algunos comentarios con sugerencias.

Excelente abordaje, ideas y conclusión.

Programa de formación de gerentes para la industria petroquímica nacional


Comunicación oral y escrita
Profesora: Valentina Urdaneta
Estudiante: Dubraska Montes

La industria petroquímica nacional del futuro

La industria petroquímica representa una potencialidad para el crecimiento económico de un


país. Estimula y promueve la capacidad de producción de bienes y servicios para el consumo
nacional; y, además, abre paso a la dinámica comercial entre países mediante la exportación.
Pero, ¿Es hoy la industria petroquímica nacional un ejemplo a seguir? Ciertamente es un
escenario muy distinto al que deseamos como panorama a futuro.
Actualmente Venezuela presenta la mayor crisis económica antes vivida en el país. El modelo
rentista, dependiente del sector petrolero, ha afectado y deteriorado la calidad de vida de los
venezolanos y es por ello, que se deben tomar acciones que reviertan la situación actual. El
foco de atención debe redirigirse a incursionar en el desarrollo de otros sectores productivos
y esto solo será posible restaurando la industria petroquímica nacional.
Esta industria es capaz de proveer materia prima e insumos necesarios para el desarrollo de
cadenas productivas importantes de una nación, como lo son: el sector automotriz, textil,
salud y alimentos. Los productos fabricados con petroquímicos ya son parte de la
cotidianidad y en algunos casos, cubren necesidades primarias de nuestra sociedad actual.
Por consiguiente, a futuro esta industria aún proyecta una demanda creciente, dados los
sectores que la industria es capaz de suplir (Szabó, 2021).
Es importante destacar que sus actividades son complementarias a la industria petrolera y
depende de la misma para su correcta operación. Esto quiere decir que, si el sector petrolero
no es capaz de proveer el suministro necesario y continuo que requieren los grandes
complejos petroquímicos, el desempeño no será el planificado y esto afectará toda la cadena
de valor, incluyendo al consumidor final.
Actualmente somos testigos de las fallas en la planificación estratégica, del deterioro y falta
de inversión en las instalaciones y facilidades de ambas industrias; ante la caída tan baja de
los niveles de producción de petróleo y gas. Como consecuencia de un modelo económico
netamente dependiente del ingreso petrolero, se ha logrado un retroceso en los indicadores
socioeconómicos, disminuyendo la calidad de los sectores salud y educativo, y a su vez,
precariedad en la provisión de servicios básicos en el país.
Cabe destacar que no solo existen fallas en el esquema de producción del sector petrolero,
además, existe una ineficacia total del aprovechamiento de recursos naturales. Esto se
evidencia ante la quema y venteo de gas natural sin precedentes, lo cual no mitiga ni reduce
la huella de carbono emitida. Haciendo caso omiso al impacto ambiental que esto puede
conllevar, debido a que no existe un plan de almacenamiento o distribución de gas natural.
Llegando a afectar la oferta de gas en el mercado nacional, siendo un recurso de primera
necesidad; y generando innumerables fallas en generación eléctrica (termoeléctricas), que
desfavorecen la demanda de consumo eléctrico nacional.
Resulta claro que, los complejos no se encuentran operando a cabalidad por las fallas en el
suministro e inversiones pertinentes. La mayoría opera bajo un factor de utilización de un
10%, por lo que se ha reducido la capacidad de producción de productos petroquímicos
nacionales. Es por ello, que grandes sectores dependientes de la industria petroquímica están
limitados al no poder obtener materia prima nacional, por lo que muchas empresas dependen
y recurren a las importaciones.
Esto no es lo que queremos, ni lo que necesitamos. La necesidad de un cambio es más que
evidente. Aspiramos y añoramos volver a ser el país tan rico del que tanto leemos y nos
documentamos. Desde luego son grandes los retos a enfrentar, pero no son imposibles de
superar. Iniciando con nuestra participación como profesionales de la industria. Siendo
necesaria la incorporación de persona altamente capacitado, profesionales éticos con un alto
nivel de compromiso por el desarrollo industrial del sector; que realicen un diagnóstico inicial
que permita determinar el plan y los lineamientos estratégicos a seguir para la recuperación.
Si todos trabajamos bajo el mismo norte, es posible que nuestros esfuerzos sean el primer
paso para la reestructuración que tanto anhelamos y, estoy segura que fijaremos las bases
para poder decir con orgullo en un futuro: ¡Esta es nuestra industria petroquímica nacional!

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