14/2/2017 En eusker a, no. Ideolog ías ling üísticas, r acismo y desig ualdad social

En euskera, no. Ideologías lingüísticas, racismo y

desigualdad social
01 May 2015
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Ígor Rodríguez Iglesias

Investigador
Investigador de Lingüística en la Universidad Autónom
Autónoma
a de M
Madrid 
adrid 

La discriminación lingüística no conoce límites ni formas. El último episodio conocido, por mediático,
es el que han protagoniz
pro tagonizado
ado dos periodistas ante el entrenado
entrenadorr del Eibar y, posteriormente,
posteriormente, la
también periodista Samanta Villar.

El responsable de prensa del A

Alm
lmería
ería hizo bien en mostrar su indignación, tras recordar a aquellos
periodistas deportivos que, como
como es habitual, primero se responde en la lengua en que se pr
pregunta
egunta
y, seguidamente, en la que se habla en el lugar.

Estos
Estos periodistas antepusieron su ideología lingüística a los prop
propios
ios principios periodísti
periodísticos
cos y a otras
normas de comportamiento
comportamiento social a las que aludió el jefe de prensa
pren sa del citado equipo de fútbol. Hay
Hay
una ideología imperante, dominante que confunde y entremezcla cuestiones administrativas,
políticas, sentimentales, lingüísticas, etc. Está claro que cuando decimos ‘confunde’ nos referimos a
personas, no a entes abstractos. Algunas,
Algunas, sí, confundidas, pero no todas, conscientes
conscientes estas últimas
últimas
de lo que sucede cuando se pone sobre la mesa
mesa eso de que en España se habla español y el que
quiera catalán, vasco, gallego, etc.,
etc., que lo haga en su casa. Es un discurso que suena a
planteamientos
planteamientos propios de una sociedad no plural, no libre, no democrática, no respetuosa; una

sociedad que creemos pasada. Andamos aún, en más aspectos de los que admitimos y
reconocemos,, anclados en el p
reconocemos pasado
asado (franq
(franquista).
uista). A quien le hayan contado que lo sensato,
moderno, cool  o
 o guay es hablar una lengua que
qu e todos entiendan, que se dé por estafado. Y no será
en lo único. Otro día se lo contamos.

Ideologías lingüísticas hay muchas, pero la que censura otras formas de hablar (próximas o lejanas,
pero diferentes) es
e s etnocéntrica, etnocida en algún grado, rracist
acista
a al fin y al cabo, en el sentido de
que comporta un prejuici
pr ejuicio
o étnico (lo discursivo es una práctic
pr áctica
a social en sí), no importa
importa si el
marcador es el color de la piel, la nacionalidad o el habla. Discriminar
Discriminar a a
alguien
lguien por su lengua es,
además, un abuso de poder, porque supone
supon e colocarse en una posición en la que el actor cree tener 
de antemano un cierto poder social sobre e
ell otro. Hi
Hiz
zo bien, pues, el
e l entrenador del Eibar en
levantarse e irse.

Tengo la impresión
impresión de que las ideologías lingüísticas funcionan en diversos
d iversos planos, en espiral y con

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efecto boomerang ante un cambio de rol. ¿De qué manera, en este caso concreto, se ostenta ese
poder? Estos
Estos hablantes almerienses c
con
on el español en la mano arre
arremet
meten
en contra el euskera.
Recuerdo un capítulo similar
similar con el catalán hace unos
un os años en otro estadio. Esto pone de relieve la
relación de fuerzas que existe
existe entre grupos diferentes, en el
e l que se pone de
d e manifiesto
manifiesto qué grupo
es, en realidad, el que está en una situación más débil, de deslegitimación y desvalorización. Qué
lengua es minorizada.
minorizada. Lo curioso es lo que o
ocurre
curre cuando estos mism
mismos
os sujetos adquieren otro rol en
relación a la lengua, es decir, cuando usan la lengua legiti
legitimada
mada en esa relación de fuerzas,
fuerzas, cuando
usan el castellano (o español, el nombre
n ombre es lo de menos). En este caso, es la lengua (no legitim
legitimada)
ada)

de los antes discrim

discriminadores
inadores la que ap
aparece
arece en una situación de deslegiti
deslegitimac
mación
ión o desvalorización
desvalorización en
ese mercado lingüístico,
lingüístico, que diría Bourdieu, ante la lengua (legitimada)
(legitimada) de los ahora
ah ora capitalizados
capitalizados
con un recurso simbólico legitimado.

Todos estos tira y afloja responden a un sistema

sistema social de desigualdad, de discriminaciones
discriminaciones que van
más allá
allá de lo territorial,
ter ritorial, que se circunscribe a lo social, en el que las lenguas juegan un rol
fundamental, por ser articuladoras de procesos sociales,
sociales, y porque,
porqu e, entre otras cosas, el Estado
moderno las ha asimilado (falsamente y con objetivos de control y dominación muy claros) a la
artificial
artificial (en el sentido de construida a partir de un mom
momento
ento determinado) y política idea de nación o,
mejor, Estado-nación. Incluso la misma idea de lengua es un constructo artificial que genera no
pocos problemas para una convivencia
convivencia y comunicación
comunicación adecuadas entre diferentes grupos (ya
( ya sean
muy diferentes
diferentes o no entre sí). El lec
lector
tor debe de advertir q
que
ue el momento
momento actual se caracteriza
caracteriza por una
deconstrucción epistemológica
epistemológica en todo lo que tiene que
qu e ver con la sociedad, incluida
incluida la lengua y su
ciencia,
ciencia, la lingüística (desinventar las lenguas, se ha dicho).

Lo que ocurrió
ocur rió el otro día en
entre
tre los periodistas aquellos y Garitano no es una cuestión de ‘no
enterarse’, en el sentido de no com
comprender
prender una lengua: tiene un calado ideológico lingüístico
lingüístico y
político,
político, en el que el nacionalism
nacionalismo
o españolista es juez y parte. Adviértase que, incluso en personas
per sonas
que se tienen por progresistas y que en la mayor parte de sus actos y discursos lo son, aflora este
nacionalismo, en muchísimos casos sin saberlo, un nacionalismo excluyente y que, al negarse, toma
la aparente
aparen te forma de invis
invisible.
ible. Los nacionalistas son los otros; el nosotros
no sotros se viste de legitimi
legitimidad
dad

absoluta, eterna, incuesti

incuestionable.
onable. Hac
Hacerlo
erlo es traicionar a eso
e so que llaman
llaman patria.
patr ia.

Por su parte, Samanta Villar

Villar,, la periodista de 21 Días, ha tenido palabras muy desafortunadas, al
intentar defender a Garitano. “A duras penas entienden el castellano”, ha dicho. ¿Otra vez contra los
andaluces y su habla? ¿Com
¿ Combate
bate una discriminación
discriminación lingüíst
lingüística
ica con otra? ¿
¿OO es que pone en duda
la capacidad cognitiva
cognitiva de esas dos personas que
que,, sí, faltaron el respeto al entrenador del Eibar?
Toda expresión (y la política nos ofrece muchísimos ejemplos) deja traslucir una ideología. En
cualquier caso, son muy
muy desafortunadas sus palabras: en el pr
prim
imero,
ero, porqu
porquee ya está bien de tanto
insulto y falacia
falacia en relación a nuestro pueblo, el andaluz, o, mejor,
mejor, ¡a cualquier pueblo! , y
y,, sobre
todo, por algo tan injusto como que se gener
generalice
alice por la actitud y comportam
comportamiento
iento de dos personas
concretas; en el segundo, cabe hacerse esta pregunta: ¿es adecuado reprobar
repr obar a alguien, y más
viniendo de un actor social como es una periodista (élite simbólica, que diría T. van Dijk), en relación
a la funcionalidad de sus capacidades cognitivas? Responsabilidad, tanto a Samanta Villar como a
aquellos periodistas, por su influencia social.

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Que haya escrito “esos pobres periodista” (sic), no importa.

importa. No es andaluza y se lo puede permit
p ermitir.
ir.
Nadie va a cuestionarla en ningún sentido ni ella ni a su pue
pueblo
blo por hacerlo.

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