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¿Cómo descubrir tus valores orientadores?

por Jairo Villegas


Digamos que una vida. 
Completa, una vida interesante, una vida de autorrealización, una vida de
significado, requiere estratégicamente lo que popularmente llamamos tener una
visión. 
Tener significado, tener una misión, 
y tener unos principios y unos valores que permitan que uno 
no se pierda en tentaciones o se pierda en distracciones que demoren o le
distorsionen la posibilidad de hacerlo de la manera más efectiva posible. 
La pregunta concreta se va hacia la visión, o sea, hacia las aspiraciones, y
también hacia los valores. Entonces, digamos que tenemos una meta, unos
objetivos, algo que lograr. 
Es importante tenerlos bien definidos y diseñados para que atraigan, sirvan a toda
la estructura cerebral de atractores que nos guíen hacia allá. 
Pero para llegar allá, además de la gasolina, la energía de la misión, del
significado de vida, estaba necesitando unas fronteras 
que no nos dejen desviar, y a esas las llamamos los valores. Por eso son
importantes los valores. 
La definición de valores es lo que es valioso para uno, lo que es más importante,
así que la frase clásica sería, lo más importante en la vida es saber qué es lo más
importante. 
Esa estrategia orientada hacia el servicio, hacia la comunidad, hacia la
trascendencia, genera la suficiente motivación y energía para levantarse todos los
días con deseos de llegar hasta allá. Es importante también saber que si el camino
hacia allá es disfrutable, es un camino agradable, entonces es muy probable que
tendremos sostenibilidad en el tiempo. Porque la parte interna, profunda, que
administra en el cerebro toda la energía, las sensaciones, el bienestar o el
malestar, los síntomas, etc., no se va a cansar, no se va a deteriorar en mitad del
camino. Y entonces, nos evita éxitos, fracasos, éxitos, fracasos, sino que
tendríamos un éxito y un bienestar sostenibles. 
Creo que en este momento, entonces, cumpliríamos diseñando algunos ejercicios
que nos permitan saber cuáles son la frontera, la autopista, los valores. 
Hay muchas formas, pero las clásicas son, cerrando los ojos para poder detectar
internamente esa parte que administra toda la energía del organismo, si está
alineada a esos valores. Entonces vamos, con ojos cerrados, a sentir más
fácilmente qué sensaciones correlacionan con las respuestas a las siguientes
preguntas. Si te preguntas si sólo te quedaran tres meses de vida, ¿Qué
harías? Probablemente van a surgir prioridades o cosas importantes para tí. Lo
mismo podrías hacer si te preguntas, bueno y si sólo quedaran tres semanas. Otra
forma de explorar respuestas y detectar los síntomas en el organismo, si son
sensaciones agradables que nos indiquen que esa respuesta es valiosa y
significativa. Sería, por ejemplo, preguntarnos si solamente tuviéramos, por alguna
circunstancia mágica, imaginarnos que pudiéramos pronunciar 50 palabras. 
Y luego quedáramos mudos, ¿Cuáles serían esas 50 palabras que
pronunciaríamos? Y, al contrario, si solamente pudiéramos en la vida, antes de
quedar sordos, escuchar 50 palabras, ¿Qué palabras nos gustaría
escuchar? Otras preguntas similares que ayudarían sería, por ejemplo, ver las
personas que son importantes para ti por afecto, por cualquier circunstancia, son
importantes para ti. Escritores, personas que han tenido algún
significado importante en las decisiones de tu vida, ¿Qué es lo que aportaronn o
aportan esas personas a tu vida? Porque eso nos da un índice de qué es
importante para ti. Lo mismo puedes preguntarte con respeto a espacios, a
lugares, que son importantes, ¿Qué te aportan? Lo mismo puedes hacer con
objetos, ¿Qué te aportan? En fin, hay preguntas estándar como definir cuáles
son las característica de la visión, de las metas, de los objetivos, pero eso cambia
con la edad. Los objetivos desde la infancia son muy distintos a los objetivos
cuando uno está adulto. Entonces, los ejercicios que te acabo de nombrar son
mucho más aclaradores para eso. Ahora, si en medio de los ejercicios te surgen
sensaciones desagradables, entonces es claro que internamente hay un conflicto
entre la energía la respuesta de la parte reptiliana institiva básica de tu
cerebro. Un cerebro que you tiene como 325 millones de años formándose, y la
parte racional que solamente tiene unos 150 mil, 200 mil años. Y entonces esos
conflictos, hay que hacer un trabajo de alineación, de simplificación, de
armonización que permita que al hacerte estas preguntas, estés completamente
alineado. Y te permita, sin temor a equivocarte, definirlos de una manera
definitiva, importante, si quieres ser feliz y exitoso simultáneamente. 
Muchas gracias. 

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