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Cultura

de paz,
legalidad y
convivencia
Participación
ciudadana y
paz cotidiana
Oficina del Alto Comisionado para la Paz - OACP Escuela Superior de Administración Pública ESAP

Miguel Ceballos Arévalo Pedro Eugenio Medellín Torres


Alto Comisionado para la Paz (de 2018 a la actualidad) Director Nacional
Antonio Quiñones Valero Fernando Guzmán Rodríguez
Asesor Presidencial para Asuntos Temáticos Subdirector Académico
Diana Patricia Escobar Hoyos Jairo Díaz Pinzón
Asesora Presidencial para Legalidad y Convivencia Subdirector de Alto Gobierno
Martha Hurtado Mauricio Vasco Moscovith
Asesora Presidencial para la Acción Integral Contra Subdirector de Proyección Institucional
Minas Antipersonal
Ruby Maritza Gerena Useche
Marcela Cubides Salazar Jefe Departamento de Capacitación
Asesora Diálogo Social poblacional de la Oficina del Alto
Comisionado para la Paz

Jefferson Mena
Asesor Gestión Territorial Oficina del Alto Comisionado
para la Paz

Colaboradores

Ángela Caicedo Mogrovejo Unidad didáctica


Asesora Participación ciudadana
Camilo Noguera Pardo y paz cotidiana
Asesor

Nathalie Cadena Autores


Asesora Nathalie Cadena Amaya
Jenny Paola González Grupo AICMA
Diseño gráfico y virtualización Grupo de legalidad y convivencia

Claudia Barrera
Pedagogía y Diseño Instruccional Fecha última versión
Noviembre 2019
Luisa Gómez Grisales
Comunicaciones OACP

Las imágenes de este documento han sido suministradas por la OACP


Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Tabla de contenido
Objetivo de aprendizaje............................................................. 4
Resumen.................................................................................. 5
Tema 1. Participación ciudadana: libertades, derechos y deberes... 7
1.1. La moral, los derechos y ciudadanía........................... 8
1.2. Participación ciudadana......................................... 13
Tema 2. Paz territorial y paz cotidiana: elementos
fundamentales para la paz con legalidad...................... 24
2.1. Paz territorial........................................................ 25
2.2. La paz cotidiana.................................................... 28
2.3. Capacidades para la paz y la convivencia................. 30
Glosario................................................................................ 35
Lista de referencias................................................................ 36
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Objetivo de
aprendizaje
Contribuir con el conocimiento de las capacidades
para la paz, la convivencia y la participación ciuda-
dana a fin de movilizar en los participantes reflexio-
nes en torno a la reconciliación, la convivencia y la
no estigmatización como orientaciones necesarias
para que aporten a la consolidación de escenarios
de paz cotidiana en el país.
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Resumen

Entender los procesos de consolidación de paz en el país, como se evidenció de


manera previa, implica necesariamente que la ciudadanía mantenga un compromiso
con el desarrollo de acciones que propendan por escenarios que fomenten la con-
vivencia y la paz cotidiana. Lo anterior, teniendo en cuenta que no es suficiente con
que el Estado intervenga a través de las políticas públicas y decisiones de alto nivel
si no existe un compromiso por parte de la ciudadanía frente al desarrollo de actitu-
des y acciones que permitan que en los territorios se consigan resultados positivos.

En ese sentido, la presente unidad está orientada a resaltar la participación ciuda-


dana como un derecho fundamental que permite optimizar las acciones orientadas
a la construcción y consolidación de la paz territorial y de la paz cotidiana; así
mismo, presenta la paz territorial y la paz cotidiana como procesos necesarios que
están articulados, en gran medida, con las capacidades para la paz y la convivencia
para el logro de un fin común: el bienestar general.

La unidad se divide en dos temas que contemplan los aspectos centrales de las
dimensiones determinantes de la paz que se van a trabajar. En el primer aparta-
do se plantea la participación ciudadana desde la comprensión de la moral, los
derechos y los deberes como estructurantes de la participación ciudadana y la
construcción de ciudadanía; en el segundo se exponen la paz territorial y la paz
cotidiana como elementos trascendentales en el desarrollo de escenarios de paz

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positiva incluyendo la Acción Integral Contra Minas Antipersonal como


una herramienta fundamental en el logro del desarrollo de los territo-
rios y a la vez, se estudian las capacidades para la paz y la convivencia
y el sentido que tienen en la construcción de una paz con legalidad,
estable y duradera.

Palabras clave: capacidades, paz, cambio, transición, derecho, parti-


cipación política, estado, ciudadanía, habilidades, mecanismos, habi-
lidades, actitudes, capacidades, escucha, estratégico, alteridad, expe-
riencias, perdón, reconciliación, solidaridad, tolerancia.

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Tema 1
Participación ciudadana:
libertades, derechos y
deberes
El futuro no es algo que simplemente ocurre o que viene
dado, sino algo que nosotros mismos estamos creando
en este preciso instante. Hoy día muchas personas se
sienten menos espectadores ante los acontecimientos
mundiales. Pero todos somos actores. Gaarder (2003)

Entendernos como ciudadanos nos hace capaces de considerar


que nuestras acciones tienen un impacto en los resultados que se
obtienen producto, entre otras cosas, de la inversión de recursos
públicos destinados a resolver las situaciones problemáticas que
se presentan en la sociedad a través de las políticas públicas. En
ese sentido, el rol que desempeñamos es fundamental para el
logro de la paz positiva como objetivo común que nos permita ga-
rantizar el desarrollo sostenible de acciones que mejoren nuestra
calidad de vida.
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Así, los seres humanos como sujetos políticos nos de ser “persona”, toda vez que el ser ciudadano se
comprendemos a partir de la construcción de nues- soporta en la estructuración del individuo y su cons-
tra propia ciudadanía, siendo esta entendida como trucción como un conjunto de elementos que dan
la condición que tenemos frente al reconocimiento sentido a su existencia.
de nuestros derechos políticos, económicos, socia-
les, culturales, ambientales, entre otros, en el marco A propósito, Cortina (1999) menciona que el conjun-
de los cuales ejercemos nuestras libertades. Pero to de virtudes para formarse como ciudadano “viene
también, el ser ciudadano implica el cumplimiento de dentro, que es su propia ley” (Cortina, 1999, p.
de deberes, particularmente frente a lo público. 17). Esto significa que existen una serie de categorías
esenciales como la autonomía, la ética, las virtudes
En ese sentido, aspectos como la dignidad humana y y la responsabilidad con el entorno que hacen parte
las dimensiones que implican el hecho de ser “per- de las decisiones que los individuos toman frente a
sona”, como se verán más adelante, se convierten en determinados estímulos y que, necesariamente, im-
características determinantes para atender el ejer- plican la consolidación de un ejercicio ético en don-
cicio de las libertades individuales en el marco de de se asume el cumplimiento de las normas y del
los sanos límites que responden a un fin mucho más deber, pero también la coexistencia con un aparato
grande: el bienestar común. Este tema busca justa- institucional que le permita proteger sus derechos
mente tratar estos asuntos a partir del entendimiento de manera corresponsable.
de la persona como ciudadano en el ejercicio de lo
político y la participación como parte de los deberes Lo anterior evidencia la necesidad de comprender
que corresponden el rol de la ciudadanía en un con- los fundamentos morales y éticos de los ciudadanos,
texto en donde coexisten el derecho y el deber. en donde la comprensión de lo “justo” y de lo con-
siderado “moralmente bueno” se construye a partir
1.1. La moral, los derechos y de concepciones individuales que guían y orientan la
ciudadanía toma de decisiones. Para Emmanuel Kant, es justa-
mente este yo moral a lo que se denomina en estricto
sentido persona, en donde se pone a prueba la ra-

La noción de ciudadanía resulta relevante para com- zón práctica a través de la cual el sujeto, por medio

prender el sentido de la participación. Así, es preci- de sus propias facultades, es dueño de sus actos.

so entender las dimensiones que configuran el hecho

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La dignidad humana

Autores como Emmanuel Kant, proponen el respeto por la dignidad humana como
el fundamento de la moral. Es en este sentido que la ley moral kantiana presupone
el respeto por todo individuo humano y por tanto otorga el ‘valor absoluto’ de to-
dos los seres humanos por igual que invita a que obren moralmente y a que obren
en consecuencia.

Así, el ser humano se convierte en un fin en sí mismo y, por tanto, el ejercicio de


las libertades individuales se ve limitado por un fin mayor, que es, el bien común.
Como lo define en su obra Teoría y práctica:

Nadie me puede obligar a ser feliz a su modo (tal como él se imagina el


bienestar de otros hombres), sino que es lícito a cada uno buscar su fe-
licidad por el camino que mejor le parezca, siempre y cuando no cause
perjuicio a la libertad de los demás para pretender un fin semejante, li-
bertad que puede coexistir con la libertad de todos según una posible ley
universal (esto es, coexistir con ese derecho del otro) (Kant, Ak. VIII, 290).

Para Kant, entonces, la ley moral debe operar a través de las leyes públicas y, por
tanto, los derechos de los ciudadanos deben fundamentarse en los derechos huma-
nos, de manera inherente a todas las personas.

El derecho a tener derechos

Hannah Arendt, filósofa alemana, postuló el derecho a tener derechos. Con esta de-
finición, la autora expresa el derecho de cada individuo a tener en donde habitar y el
derecho a mantener un estatus político que le permita expresar sus opiniones y de-
sarrollarse en el marco de su condición humana. En ese sentido, el derecho a tener
derechos consiste fundamentalmente en la necesidad de ser reconocido por otros
como sujeto de derechos y está asociado directamente con la dignidad humana.

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La seguridad es el derecho a los derechos.


“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad
y a la seguridad de su persona” (Naciones Unidas).

Teniendo en cuenta la obra de Kant La Paz Perpetua, se infieren algunas dimensiones de la persona humana las
cuales han orientado el desarrollo de los derechos humanos: el ser físico, el ser psíquico y el ser social. Estas
dimensiones se articulan al sistema jurídico independientemente del tipo de gobierno que se tenga, pues aplica
para todas las personas por igual. Tal y como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Huma-
nos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Corresponde a la dimensión Es el de la libertad o autonomía Es el de la igualdad y no es


biológica del ser humano. Es de la persona, lo que conlleva un concepto descriptivo,
el de la vida misma que debe la aptitud de pensar, de porque objetivamente los
ser entendida en plenitud expresar sus ideas y de actuar seres humanos son
máxima, comprensiva de su en consecuencia. Expresar lo diferentes (diferentes
salud, de su integridad física, pensado: permite el diálogo y tradiciones, culturales,
lo que implica de lo suyo todo este retroalimenta el religiones, colores, etcétera).
lo necesario para su pensamiento y el actuar la
conservación y preservación experimentación de las ideas.
(alimento, abrigo, techo,
medicina, etcétera).
Ser psíquico: libertad de
pensamiento y de creencia Ser social: a participar en la
y el derecho a educarse. vida cultural y cívica de la
Ser físico: derecho
a la vida, a la comunidad. Son los derechos
integridad física y de asociación, de igualdad de
a la subsistencia. trato, de reunión.

Dimensiones
de la persona humana

Figura 1.  Dimensiones de la persona humana. Fuente: OACP con base en Salazar (2018).

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Cada una de estas dimensiones agrupa un conjunto de características inherentes a todos los seres humanos
sobre las cuales recae el compromiso de los estados frente a la garantía de derechos.

Tabla 1. Relación entre derechos y dimensiones del ser

Dimensión del
Artículos de derechos humanos
ser persona

• Artículo 5º (torturas y penas o tratos crueles).

• Artículo 17 (propiedad).

• Artículo 22 (seguridad social y derechos económicos sociales y culturales).


Ser físico
• Artículo 23 (derechos laborales).

• Artículo 24 (descanso y tiempo libre).

• Artículo 25 (nivel de vida digno y protección a la maternidad y a la infancia).

• Artículo 4º (prohibición de la esclavitud).

• Artículo 9º (sobre detención arbitraria).

• Artículo 12 (intimidad, honra y reputación).

• Artículo 13 (libre circulación).

Ser psíquico • Artículo 18 (libertad de creencias).

• Artículo 19 (libertad de expresión).

• Artículo 20 (libertad de reunión y asociación).

• Artículo 26 (derecho a la educación).

• Artículo 27 (derecho a la cultura).

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Dimensión del
Artículos de derechos humanos
ser persona

• Artículo 2º (no discriminación).

• Artículo 6º (personalidad jurídica).


Ser Social
• Artículo 7º (igualdad ante la ley).

• Artículo 16 (igualdad de derechos de los cónyuges).

• Artículo 10 (derecho de ser oído).

• Artículo 11 (presunción de inocencia y ley penal más benigna).

• Artículo 14 (derecho al asilo).


Garantía de
derechos
• Artículo 15 (derecho a la nacionalidad).

• Artículo 21 (derechos políticos).

• Artículo 28 (efectividad de los derechos).

Fuente: OACP (2019)

Ciudadanía

La ciudadanía puede ser entendida, de manera general, como la condición que otorga el conjunto de derechos
y obligaciones que tienen las personas con respecto a una comunidad. Desde la propuesta Kantiana, la cate-
goría de ciudadano corresponde a los individuos libres que participan activamente en la fundación del Estado,
condicionados por: i) la libertad de cada miembro de la sociedad como ser humano; ii) la igualdad de cada uno
respecto a los otros; y iii) su independencia civil como ciudadano.

Sin embargo, autores como Svampa (2009) agregan el derecho a participar como parte fundamental del enten-
dimiento sobre la ciudadanía:

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En líneas generales, en la actualidad, gran 1.2. Participación ciudadana


parte del debate sobre ciudadanía se
asienta sobre dos ejes mayores. En primer
lugar “ciudadanía” alude al estatus que se La participación es la capacidad para ex-
concede a los miembros de pleno derecho presar decisiones que sean reconocidas
de una comunidad, lo cual quiere decir que por el entorno social y que afectan a la vida
sus beneficiarios en cuanto a los derechos propia y/o a la vida de la comunidad en la
y obligaciones que implica. En segundo lu- que uno vive. Roger Hart (1993)
gar, “ciudadanía” se refiere a un conjunto
de (nuevas) prácticas, qué construyen un La participación ciudadana fue uno de los principa-
espacio de actividades en el que los ciuda- les cambios que tuvo la Constitución de 1991, pues
danos manifiestan su derecho a participar la ubicó como uno de los componentes centrales en
(p. 77). la toma de decisiones públicas. Este cambio estuvo
acompañado además de la instauración de la de-
Otros autores como +Marshall (1949) van más allá mocracia participativa como forma de estructurar el
y sostienen que “Ser ciudadana/o de pleno derecho funcionamiento del Estado presentándose así, como
hoy implica “desde el derecho a un mínimo bienestar formas complementarias que permiten no solo to-
y seguridad económica hasta el compartir al máximo mar decisiones sino ejercer el control social por par-
el patrimonio social y a vivir la vida de acuerdo con te de quienes se ven más afectados, sea de manera
los estándares imperantes en la sociedad”. positiva o negativa, por el ejercicio de lo público.

En consecuencia, aquello que nos hace ciudadanos Esta participación puede darse de manera colecti-
es justamente el reconocimiento de nuestros dere- va o individual y puede ser directa, como plebiscito,
chos de manera irrestricta, de conformidad a pactos referendo, consulta popular, etc., de manera colec-
y acuerdos de un nivel superior al de las políticas de tiva a través de movilizaciones y protesta social o de
gobierno. Sin embargo, el poder ser ciudadano con- manera representativa, a través de comités, mesas,
lleva una responsabilidad aun mayor y es, el com- diálogo social, etcétera.
promiso de autorregularme con el fin de no afectar
a otros. En ese sentido, la participación se constituye como un
derecho para garantizar derechos, consolidándose

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Participación ciudadana y paz cotidiana

como de primer orden, en donde el Estado tiene la obligación de ga-


rantizar los escenarios idóneos para el desarrollo de este ejercicio.

Mecanismos de participación ciudadana

La Asamblea Constituyente incluyó mecanismos de participación ciu-


dadana, se leen en el Artículo 103 de la Constitución Política de Co-
lombia de 1991: “Son mecanismos de participación del pueblo, en ejer-
cicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta
popular, el cabildo abierto, la iniciativa popular legislativa y la revoca-
toria del mandato”. Estos mecanismos contribuyen al fortalecimiento
de la construcción de una democracia social y a poner en práctica la
justicia social:

El voto

Es el primer paso para garantizar la participación ciudadana en la


conformación del poder político. Por tanto, es la expresión del dere-
cho al sufragio.

El sufragio expresa, por un lado, el derecho a elegir mediante el voto los


representantes del pueblo o a participar en decisiones públicas que se
someten a votación (sufragio activo) y, por otro lado, el derecho a parti-
cipar como candidato en elecciones públicas o, como tradicionalmente
se denomina, el derecho a poder ser elegido (sufragio pasivo). (Cobos,
2012, pp. 230-231).

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El plebiscito • Referendo derogatorio: es de iniciativa popular


que busca derogar las reformas constitucionales
Es un mecanismo de participación popular y se re-
que apruebe el Congreso, cuando específicamente
quiere que el pueblo se manifieste frente a una deci-
se refiera a los derechos fundamentales que están
sión de trascendencia para la vida del país. El Pre-
en el Capítulo 1. Debe tener un porcentaje igual o
sidente de la República, con la firma de todos los
superior al 5% del censo electoral. En el ámbito
ministros y previo concepto favorable del Senado de
local se extiende para proponer la derogatoria de
la República, podrá consultar al pueblo decisiones
una ordenanza, acuerdo o resolución local.
de trascendencia nacional. La decisión del pueblo
• Referendo aprobatorio: […] es el sometimiento de
será obligatoria. La consulta no se podrá realizar en
un proyecto de acto legislativo, una ley, una or-
concurrencia con otra elección” (Const., 1991).
denanza, un acuerdo o una resolución local, de
iniciativa popular que no haya sido adoptado por
No obstante, el plebiscito tiene algunas restriccio-
la corporación pública correspondiente a consi-
nes: 1) solo puede ser convocado por el presidente
deración del pueblo para que este decida si lo
de la República; 2) la consulta debe versar sobre de-
aprueba o lo rechaza, total o parcialmente (Co-
terminado tema de la coyuntura nacional; 3) se trata
bos,2012, p.244). Así mismo, la Constitución pre-
de una consulta sobre un tema no plasmado en un
senta tres tipos de referendo aprobatorio:
texto normativo, es decir, no se pone a considera-
ción del pueblo una propuesta de norma jurídica es-
Para convertir una región en entidad territorial, el
pecífica, sino más bien de una determinada decisión
artículo 307 expresa que se debe consultar directa-
política; 4) la decisión del pueblo es obligatoria, de
mente a los ciudadanos de los departamentos inte-
manera que no requiere refrendación, ni adopción
resados, mediante referendo.
bajo la forma de ley o decreto (Cabo, 2012, p. 242).

Para refrendar las reformas constitucionales que el


El referendo
Congreso apruebe respecto a los derechos funda-
“El mecanismo mediante el cual el pueblo aprue- mentales y sus garantías.
ba o rechaza las decisiones normativas de las au-
toridades, expresadas en un texto ya elaborado de Para reformar directamente la Constitución Política
proyecto” (Corte Constitucional, Sala Plena, C-180, (Artículo 74) se debe convocar mediante una ley ex-
1994). Es decir, aquí se le pide que vote para que re- pedida por el Congreso, que puede ser de iniciativa
frende, autorice, corrobore, certifique o respalde un del Gobierno o popular.
texto normativo ya formalizado. En la Constitución
colombiana hay dos modalidades de referendo:

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Consulta popular: Cabildo abierto

La posibilidad que tiene el gobernante de acudir ante Los habitantes pueden participar con el fin de discu-
el pueblo para conocer su opinión sobre un aspecto tir asuntos de interés para la comunidad, entonces
específico de interés nacional, regional o local que se hacen reuniones públicas de los Concejos dis-
la obliga a traducirla en acciones concretas. (Cor- tritales, municipales o de las Juntas Administrado-
te Constitucional, Sala Plena, C-180 de 1994). “La ras locales. Por ejemplo, se han realizado cabildos
consulta popular es obligatoria para la formación abiertos para tratar temas como educación pública,
de nuevos departamentos, para la vinculación de servicios públicos y presupuesto municipal. No obs-
municipios a áreas metropolitanas o para la confor- tante, como es un espacio de discusión, no genera
mación de estas y para el ingreso de un municipio a decisiones obligatorias.
una provincial ya constituida” (Cobos, 2012, p.260).
Algunos ejemplos de consulta popular que han sido La iniciativa popular legislativa
concretadas: Consulta por la Paz en Aguachica (Ce-
Es el derecho político de un grupo de ciudadanos
sar), el Mandato por la Vida en Rivera (Huila) y el Día
de presentar un proyecto de Acto Legislativo y de
sin Carro en Bogotá.
ley ante el Congreso de la República, sí es de Orde-
nanza ante las Asambleas Departamentales, sí es un
Revocatoria del mandato
Acuerdo, ante los Concejos Municipales o Distritales
La Corte Constitucional en sentencia C-180 de 1994, y sí es de Resolución, ante las Juntas Administra-
aclara: Con este instrumento se pretende fomentar doras Locales. Deben ser debatidos y luego apro-
una mayor responsabilidad de los elegidos para con bados, modificados o negados. Primero se debe
sus electores, promover un mayor acercamiento de inscribir como un comité de promotores, que será
los ciudadanos con sus representantes y estimular respaldado con firmas equivalentes al 5 por mil del
a los electores para que mantengan un interés per- censo electoral. Debe ser ciudadano en ejercicio y
manente en la gestión que adelanten sus elegidos. contar con cinco mil ciudadanos inscritos en el res-
[…] solo quien ha participado en la elección de un pectivo censo electoral. Y pueden ser promotores:
funcionario tiene la facultad, el poder y el derecho organización cívica, sindical, gremial, indígena, co-
para removerlo de su cargo. (Corte Constitucional, munal o un partido en movimiento político. A nivel
Sala Plena, C-180, 1994). nacional, departamental, municipal o local.

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Tipos de participación

La participación ciudadana entonces es más amplia que la participación política, porque significa involucrar-
se de manera activa y consciente en la eliminación de los obstáculos a la igualdad en la tarea de garantizar la
plena vigencia y protección de los derechos humanos y la vida en democracia. La participación ciudadana es,
entonces, una intervención activa y responsable en las decisiones y acciones relacionadas con el desarrollo y el
mejoramiento de nuestras condiciones de vida en sociedad. Se da en espacios muy variados como el hogar, el
vecindario, la escuela, la empresa o el trabajo y no solamente está relacionada con asuntos relacionados con las
políticas públicas.

Así, resulta pertinente preguntarse entonces, ¿qué tipo de participación debo ejercer para mejorar la calidad
de vida del otro que es igual a mí, teniendo en cuenta que es un deber y un derecho de todo ciudadano? La
respuesta, aunque no es sencilla, tiene mucho que ver con el rol que cada individuo desempeña en la sociedad.

En ese sentido, se pueden encontrar distintos tipos o niveles de participación según el nivel de incidencia o el fin
que se persiga.

Tabla 2. Tipos de participación

Tipo de
Descripción
participación

Hace referencia a que la participación ciudadana debe extenderse a todos


los sectores de la ciudadanía. Para que esto ocurra es necesario pensar en
Participación términos de “corresponsabilidad”, donde, por un lado, el Estado empodera a la
incluyente ciudadanía y la hace partícipe de la construcción e implementación de políticas
públicas, mientras que al mismo tiempo la ciudadanía se involucra de forma
activa en los diferentes procesos participativos.

Una participación incidente, está relacionada con el nivel de involucramiento


de los actores a lo largo los procesos de formulación e implementación de
Participación las políticas públicas ante las autoridades estatales, así como en los espacios
incidente de veeduría y rendición de cuentas. Esta participación resulta acumulativa,
pues no basta con realizar una sola acción para lograr impactar en la agenda
pública.

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Tipo de
Descripción
participación

Los asistentes a los diferentes espacios de participación, deben contar con


la información y los conocimientos necesarios para que esta contribuya a
transformar las realidades territoriales. No se trata, desde luego, de que la
participación se circunscriba solo a expertos sobre los diferentes temas de
Participación
discusión; por el contrario, los argumentos utilizados en las discusiones deben
informada
ser de un nivel tal que la ciudadanía en general pueda acceder a ellos. Las
autoridades nacionales y locales deben contribuir brindando información clara,
oportuna, veraz y permanente tanto acerca de la naturaleza de los espacios de
participación, como sobre las problemáticas a discutirse en ellos.

El carácter deliberativo de la participación implica que en estos espacios no


solo se encuentran unos actores frente a otros para determinar cómo cada uno
obtiene lo que quiere, sino que se debe buscar construir visiones compartidas
Participación
sobre las posibles salidas a los escenarios que se presentan en el territorio.
deliberativa
Esta participación requiere que los asistentes a los espacios justifiquen sus
posturas ante los demás, en el entendido de que las acciones que se tomen
deberán estar orientadas a promover la cooperación entre sí.

El principio de que la participación debe contribuir a la reconciliación hace


Participación necesario identificar posibles amenazas para el logro de este objetivo, como es
reconciliadora el caso de situaciones y actores que podrían desviar la participación ciudadana
hacia nuevos conflictos, en particular hacia aquellos de carácter violento.

La creación de espacios para la participación ciudadana debe minimizar sus


posibles efectos negativos sobre:

a) los ciudadanos que participen en estos espacios;

b) la institucionalidad;

c) otros espacios de participación; y

d) la participación y demás condiciones en otras regiones.


Participación sin
daño
Minimizar el impacto de la participación sobre los ciudadanos que asisten
a estos espacios implica lograr la mayor efectividad de tal forma que (en
lo posible) por ejemplo se reduzca el tiempo que los ciudadanos dedican
a participar y así puedan continuar de forma normal con sus actividades
cotidianas. Al igual que el carácter incluyente de la participación, este principio
requiere la necesidad de que haya múltiples espacios de participación de tal
forma que se reduzca el costo –monetario y en tiempo – de asistir a estos.
También es necesario articular el proceso de participación con un sistema de
alertas tempranas frente a posibles amenazas u otro tipo de acciones contra
aquellos ciudadanos que hagan parte de él.

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Tipo de
Descripción
participación

Para lograr cumplir con los principios anteriores es necesario innovar en la


forma como se concibe la participación ciudadana. Las nuevas tecnologías
de la información y las comunicaciones han mostrado su capacidad de
empoderamiento de las comunidades, así como las ventajas que brindan
en el diseño, ejecución y seguimiento de los proyectos. Estas tecnologías
permiten que haya una mayor participación y que esta sea de mejor calidad. El
desarrollo de tecnologías de la información para la participación ciudadana ha
respondido a una creciente tendencia hacia la rendición de cuentas por parte
Participación de los gobernantes y la demanda por una buena gobernanza, y ha buscado
innovadora mejorar la efectividad de los proyectos desarrollados con las comunidades,
así como empoderar a la sociedad civil. Por ejemplo, se ha encontrado que el
uso de nuevas tecnologías en diferentes contextos de proyectos de desarrollo
local facilita la comunicación entre los ciudadanos y las autoridades locales
y nacionales; permite compartir información en diferentes direcciones de
una manera más rápida; posibilita sistematizar de forma más eficiente los
resultados de los procesos participativos; facilita la participación de la
ciudadanía en los procesos; y proporciona el seguimiento a las acciones
acordadas en ellos.

Fuente: OACP, 2019 con base en Acción Capaz

Principios de la participación

El Instituto Interamericano de Derechos Humanos propone los siguientes principios de la participación ciuda-
dana, los cuales están relacionados con los valores éticos y morales de la ciudadanía, es decir, con el ejercicio
del yo moral.

La transparencia

Permite que todos estemos al tanto de las acciones de nuestros compañeros y compañeras, de nuestra dirigen-
cia vecinal, comunal, barrial o sindical, así como de las autoridades locales, regionales o nacionales de nuestro
Gobierno. La transparencia consiste en que todas y todos estamos informados de cómo y porque se toman las
decisiones antes y después de ejecutarlas; o sea, desde l planificación en la que se basan esos proyectos o

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Participación ciudadana y paz cotidiana

decisiones. Si no exigimos y practicamos la transfe- La comunicación


rencia, será como querer cruzar un río en el cual, por
las aguas turbias, no podemos ver el fondo. Ahí po-
dríamos resbalar, golpearnos y ahogarnos. Por eso Antes de tomar decisiones, es necesario tomar en
es tan importante estar informados y saber por qué cuenta, escuchar e incorporar las ideas, propuestas
se toman las decisiones. y opiniones de quienes integran las organizaciones y
de la población en general, en el caso de los gobier-
nos. Si la dirigencia o autoridades no están en una
constante y coordinada comunicación con la pobla-
ción, con otras organizaciones y dependencias del
Estado, se desperdicia una valiosa información. La
población o las personas miembros de una organi-
zación tienen derecho a ser consultadas y debida-
mente comunicadas de las decisiones que se toma-
rán. La comunicación permite que ninguna de ellas
se sienta excluida y que todas participen en la toma
de decisiones.

La responsabilidad

Permite identificar a los autores de las decisiones y


hacer que las expliquen, que las fundamenten. Tam-
bién permite distribuir tareas y actividades entre
quienes participen en un grupo. Así cada autoridad,
dirigente, o miembro de la agrupación sabrá lo que
le corresponde hacer y tendrá la obligación de res-
ponder por sus actos.

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El respeto a la diversidad

Supone reconocer que entre las personas existen diferencias. Por


ejemplo, debido a su sexo, edad, clase social, grupo étnico, nacionali-
dad, por discapacidad o preferencias religiosas y políticas. Sin embar-
go, estas diferencias no disminuyen a las personas ni justifican un trato
discriminatorio por parte de las autoridades, dirigencias y miembros
de organización.

El respeto para disentir

Respetar las opiniones de otras personas, aun cuando no la comparta-


mos, favorece la participación. Cualquier persona tiene el derecho de
pensar diferente o sostener posiciones contrarias a lo que opina la ma-
yoría. No porque se piense diferente, se deja de tener el derecho a parti-
cipar y opinar. La integración de todas y todos a los procesos de partici-
pación ciudadana, sin exclusión de ningún tipo, sin integración plena, no
puede haber igualdad de oportunidades para participar y hacer efec-
tivos los derechos que pertenecen a toda persona humana. Sin lugar a
duda, actuarán mejor quienes integran las organizaciones, dirigencias o
autoridades que sean responsables y transparentes, que aprovechen la
información que da la población y respeten las diferencias.

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

El Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia como espacio de consenso

El Consejo Nacional de Paz y los consejos territoriales de paz fueron creados a partir de la Ley 434 de
1998, y reglamentados a través del Decreto 352 de 1998, como respuesta a la coyuntura nacional de
finales de la década de los 90 en la que se presentaban altos niveles de conflictividad social y política.
Con esta Ley se definió al Consejo Nacional de Paz como un órgano asesor y consultivo del Gobierno
Nacional cuyo objetivo principal es el de propender por el logro y mantenimiento de la paz y facilitar
la colaboración armónica de las entidades y órganos del Estado congregando, en un solo escenario,
representantes de la sociedad civil, funcionarios del gobierno y entes de control involucrados en las
políticas de paz. Sin embargo, su alcance parece no haber logrado los efectos esperados: entre 1998 y
2010 sesionó solamente 13 veces y no tuvo el despliegue a nivel territorial que se había esperado.

No obstante, un nuevo impulso llegaría para estos espacios de interlocución y consenso luego de la
firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto con FARC, en el que se establece, en el punto
2.2.4., la necesidad de generar garantías para la reconciliación y la convivencia basadas en el respeto
y la dignidad, de manera que en el ejercicio de la política se garanticen los derechos consagrados
en la constitución nacional. Así, a partir del Decreto 855 del 2017, que modifica la Ley 434 de 1998,
se crea el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia - Cnprc cuyas tareas principales,
además de las contempladas en la Ley que la precede, estuvieron asociadas con generar una cultura de
reconciliación, tolerancia, convivencia y no estigmatización.

Los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia – Ctprc por su parte son órganos
creados a nivel de ordenanzas, en el caso de los departamentos, o de acuerdos, en el caso de los
municipios, por iniciativa de los gobernadores o alcaldes, según corresponda. Según el Decreto,
estos Consejos son el espacio central donde convergen en el nivel territorial todos los comités,
mesas, instancias y mecanismos de participación en asuntos de paz, reconciliación, convivencia y no
estigmatización. Su funcionamiento se da de manera análoga al CNPRC. Así mismo, los ciudadanos
están facultados por medio de esta norma para promover la creación de estos espacios.

22
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Actualmente, fruto de esfuerzos mancomunados entre el Cnprc y la Oficina del Alto Comisionado
para la Paz se cuenta con 352 Consejos Territoriales de Paz apoyados, de los cuales 31 son
departamentales. Lo anterior evidencia un fortalecimiento a los procesos de consolidación de estos
espacios con resultados favorables para garantizar su permanencia en el tiempo y, sobre todo, la
existencia de espacios de consenso con lectura descentralizada y territorial.

La apuesta del Gobierno Nacional de establecer la paz como una política de Estado permite garantizar
su permanencia en el tiempo; sin embargo, este ejercicio se fortalece a través de la consolidación
de infraestructuras de paz como el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, y sus
análogos territoriales, las cuales permiten generar mecanismos de cooperación entre actores de la
sociedad promoviendo soluciones a los distintos escenarios de conflicto que se presentan en sociedad.
De esta manera, la paz se convierte en un derecho y en un deber común, que a partir de escenarios
de consenso y diálogo contribuyen al manejo de conflictos y al desescalamiento de la violencia, a la
resolución de conflictos y a su transformación.

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Tema 2
Paz territorial y paz
cotidiana: elementos
fundamentales para la
paz con legalidad
La paz con legalidad encuentra su sustento en el concepto de cul-
tura de la legalidad. Este concepto visto en la primera unidad del
diplomado se entiende a partir del sostenimiento del imperio de
la ley y la convivencia pacífica como bases para la consolidación
de la paz positiva, cumple a su vez un rol en la prevención de
violencias y el desarrollo humano y a la vez asegura que los dere-
chos básicos de las personas se protejan, respeten y promuevan.
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

En ese sentido, la implementación de la cultura de retos alrededor del desarrollo de algunas regiones
la legalidad posee una multiplicidad de dimensiones del país, principalmente las más apartadas que a su
que buscan promover el desarrollo de una Paz Terri- vez cuentan con alta incidencia de conflictos aso-
torial en la que todo el territorio pueda, en el media- ciados con la ilegalidad. En consecuencia, hablar
no plazo, gozar de un futuro en el que se cumpla la de paz territorial resulta fundamental por cuanto se
legalidad, se promueva el emprendimiento y, al fin, constituye como un motor de desarrollo de las regio-
exista equidad. nes a nivel económico, social y humano.

2.1. Paz territorial La paz territorial abarca dos aspectos fundamenta-


les: i) el enfoque de derechos y ii) la conformación de
instituciones fuertes. Estos parten del entendimiento
El debate relacionado con la paz territorial surge, de de que la falla en la estructura institucional en los
manera mucho más intensa en la agenda pública, a territorios, que se ha presentado de manera débil
partir de la firma del Acuerdo Final de Paz con las e incipiente en las regiones más apartadas del país,
FARC en 2016. Sin embargo, es un hecho que los ha sido una de las principales causas relacionadas
territorios juegan un papel trascendental en la for- con el avance del conflicto y la ilegalidad en estas
mulación de las políticas públicas nacionales; esta mismas zonas, situaciones que terminan limitando el
situación es evidente a partir de la Constitución de alcance de los impactos planeados por el Gobierno
1991 en donde se estableció la necesidad de forta- Nacional en términos del acceso a derechos.
lecer la gestión territorial a través de la descentra-
lización con el fin de otorgar a las regiones nuevas Garantizar el derecho a habitar el terri-
funciones y responsabilidades con miras a demo- torio: el rol de la Acción Integral Contra
cratizar la gestión local principalmente en las esferas Minas Antipersonal – Aicma como he-
política y administrativa (Cadena y Viracachá. 2019). rramienta de paz

En este marco, resulta preciso entender que, a pesar


La Acción Integral Contra Minas Antipersonal – Aicma
de la disposición constitucional para fortalecer los
es una apuesta coordinada por el Gobierno Nacional
territorios, en la práctica permanecen numerosos
que busca atender los compromisos establecidos en

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

el marco de la Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de


Minas Antipersonal y sobre su Destrucción (Convención de Ottawa,) adherido desde el año 2001. Para el desa-
rrollo de sus acciones estratégicas, la Aicma se estructura en tres pilares fundamentales:

Asistencia
Desminado Educación en el
integral a las
humanitario riesgo de minas
víctimas

Actualmente, Colombia registra un total de 36.568 demás estrategias y políticas de paz territorial, así
eventos que han generado 11.781 víctimas desde como la concurrencia de inversión pública y privada.
1990 hasta septiembre del 2019 lo que ha significado
que Colombia se ubique entre los países con mayor En tal sentido, la Aicma se convierte en un catali-
número de víctimas por Minas Antipersonal – MAP y zador para el logro de los objetivos de desarrollo
Municiones Usadas Sin Explosionar – MUSE a nivel sostenible, orientados a fortalecer los procesos de
mundial después de Yemen, Afganistán, Libia, Ucra- desarrollo de los países y, fundamentalmente, de
nia, Siria, Myanmar, Pakistán, Mali e Iraq (Landmine sus comunidades. Lo anterior, no solo porque con-
Monitor, 2018). tribuye al logro de la paz y la justicia con equidad,
sino porque también la liberación de los territorios
Este contexto, pone de manifiesto efectos físicos, de sospecha o afectación por MAP o MUSE permite
psicosociales y ambientales tanto a las víctimas y propiciar las condiciones necesarias para la realiza-
comunidades en riesgo, como a las tierras, lo cual ción de actividades que permitan reconstruir el teji-
afecta directamente los esfuerzos por alcanzar la do social, económico y comunitario en las regiones.
paz en todo el territorio nacional; según el Plan Na-
cional de Desarrollo “Pacto por Colombia, Pacto por Como se evidencia en el siguiente cuadro, la Aicma
la Equidad”, la Aicma es una herramienta para lograr se articula con la política de paz con legalidad del
estabilización en los territorios de manera tal que a Gobierno Nacional a través de sus tres pilares de la
través de su implementación se garanticen entornos siguiente manera:
seguros que permitan la puesta en marcha de las

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Tabla 3. Pilares de la Acción Integral Contra Minas

Educación en el riesgo de
Pilar Desminado humanitario Atención integral a las víctimas
minas

La Asistencia Integral a las Víctimas


de Minas Antipersonal y Municiones
De acuerdo con los IMAS, la Usadas Sin Explosionar, se refiere
El Desminado Humanitario son Educación en el Riesgo de Minas a toda la ayuda, alivio, comodidad
las actividades que conducen (ERM), son las actividades y apoyo brindado a las víctimas
a la eliminación de los peligros que buscan reducir el riesgo (incluidos los sobrevivientes) con el fin
de artefactos explosivos, de lesiones causadas por de reducir las implicaciones médicas y
incluidos estudios técnicos, minas antipersonal mediante psicológicas inmediatas y a largo plazo
mapeo, limpieza, marcado, la sensibilización de hombres, de su trauma (IMAS 04.10 – 3.314 –
documentación posterior a la mujeres y niños de acuerdo con 2019).
limpieza, enlace comunitario sus diferentes vulnerabilidades,
de acción contra las minas y la roles y necesidades, y En Colombia, el proceso se enmarca
entrega de tierras despejadas. promoviendo el cambio de de acuerdo con lo señalado en la
El desminado puede ser llevado comportamiento, incluida la Ley 1448 del 2011 “Ley de Víctimas
a cabo por diferentes tipos de difusión de información pública, y Restitución de Tierras”, la cual en
organizaciones, como ONG, educación y capacitación (IMAS sus artículos 47, 49 y 69, establece
equipos nacionales de acción 04.10 – 3.187 – 2019). las medidas de Asistencia, Atención
contra las minas o unidades y Reparación Integral a las Víctimas,
definidas de la siguiente manera:
Descripción

militares. El desminado En el ámbito nacional la ERM


puede ser de emergencia o de tiene como fin reducir el riesgo 3.314 – 2019).
desarrollo (IMAS 04.10 – 3.62). a un nivel donde la gente Asistencia: orientada a restablecer la
pueda vivir de manera segura vigencia efectiva de los derechos de
Es así como el Desminado y crear un entorno donde se las víctimas, brindarles condiciones
Humanitario tiene como dé un desarrollo económico y para llevar una vida digna y garantizar
propósito, liberar tierras de social libre de las limitaciones su incorporación a la vida social,
la contaminación tanto de impuestas por la presencia económica y política.
Minas Antipersonal (MAP) de artefactos explosivos. En
como de Municiones Usadas Colombia se lleva a cabo a Atención: la acción de dar
Sin Explosionar (MUSE), para través de tres componentes: a) información, orientación y
restituir el derecho al uso de Difusión de Información Pública, acompañamiento a la víctima, con
la tierra con plena libertad por b) Educación y Capacitación miras a facilitar el acceso y cualificar
víctimas del conflicto armado, y c) Gestión del Riesgo el ejercicio de los derechos a la
desplazados y la comunidad en Comunitario. Estos componentes verdad, justicia y reparación.
general, seguros de que estos se complementan y refuerzan Reparación: “Medidas […] que
terrenos los pueden transitar y/o entre sí, particularmente la propendan por la restitución,
hacer uso con la plena confianza Gestión del Riesgo Comunitario indemnización, rehabilitación,
del proceso. que es transversal a los otros satisfacción y garantías de no
componentes. repetición en sus dimensiones
individual, colectiva, material, moral y
simbólica […]”.

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Educación en el riesgo de
Pilar Desminado humanitario Atención integral a las víctimas
minas

Fortalece y genera condiciones


para una Paz Territorial
Fortalece la cultura de legalidad y
mediante un des escalamiento
Contribución a la paz territorial

la Paz Territorial por medio de la


del conflicto. Al liberar tierras
Fortalece la Paz Territorial, Asistencia, Atención, Reparación y
de minas antipersonal para
por medio de la educación en Ayuda Humanitaria a las víctimas
ser usadas con plena libertad
los territorios al implementar de minas antipersonal, por cuanto
por desplazados, víctimas del
medidas preventivas, se logra restablecer la vigencia
conflicto armado y la comunidad
encaminadas a reducir los riesgos efectiva de los derechos de las
en general, se garantizan
de nuevas víctimas por minas víctimas, brindarles condiciones para
los derechos a la movilidad,
antipersonal. llevar una vida digna y garantizar
explotación y pleno disfrute
su incorporación a la vida social,
de la tierra de manera segura
económica y política.
y la implementación de otras
políticas públicas.

Fuente: Oficina del Alto Comisionado para la Paz, 2019.

En consecuencia, estos pilares se consolidan en- para que, en vez de tener una expresión violenta y
tonces como mecanismos potenciadores de la con- destructiva, las situaciones de conflicto, siempre que
solidación de la paz y la cultura de legalidad como sea posible, puedan ser oportunidades creativas, de
políticas de Estado en el mediano y largo plazo, es- encuentro, comunicación, cambio, adaptación e in-
pecialmente en aquellos territorios más afectados y tercambio. Este nuevo enfoque es el que persigue la
donde la intervención estatal se pueda afianzar en cultura de paz, o cultura para la paz, si la entendemos
el tiempo. como un proceso que, en primera instancia, habrá de
transformar la cultura de la violencia, tan presente en
2.2. La paz cotidiana nuestras sociedades (Fisas, 2011)

En ese sentido, la paz cotidiana, que hace referencia


Como es bien sabido, la paz es algo más que la ausen- a la convivencia entre pares y a esos procesos en los
cia de guerra, y tiene que ver con la prevención, supe- que, convencidos de que nuestros comportamientos
ración, reducción o evitación de todo tipo de violen- frente a distintas situaciones que ocurren en nues-
cias, físicas, culturales y estructurales, y con nuestra tro día a día, actuamos de manera pacífica y en el
capacidad y habilidad para transformar los conflictos, marco del cumplimiento de la norma. Esto implica

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

un compromiso desde el interior con las acciones propias (autorregula-


ción) y con las de los demás (mutua regulación) en escenarios en donde
las decisiones individuales tienen efectos en la convivencia social.

Un elemento fundamental en el proceso de construcción y consolida-


ción de escenarios de paz cotidiana es justamente el fortalecimiento
cultural basado en el cuidado hacia uno mismo, hacia el otro y hacia el
entorno. Según Joan Tronto, “el cuidado, de la manera más general,
incluye todas las actividades que hacemos para mantener y reparar
nuestro “mundo” tal manera que podamos vivir en el tan bien como
nos sea posible. El mundo incluye nuestro cuerpo, nuestro ser, nues-
tro ambiente y todo lo que queremos entretejer para crear una red de
vida sostenible” (Tronto, 2013, p. 19) Sin embargo, a veces se olvida el
cuidado hacia las prácticas, la memoria, las tradiciones y los saberes.
Estos factores han sido siempre en las comunidades promotores de
entornos de paz, de reconciliación y de encuentro.

Colombia es un país de saberes, y estos saberes


llevan a emprendimientos y actividades que
alimentan las autonomías de los territorios. Con
el tiempo, esos saberes se han convertido en
emblemas. Muchas personas han encontrado
en estos espacios formas dignas de vivir, se
comunicarse, de relacionarse y desarrollarse.
De esta manera se convierten en prácticas para
sembrar, en el día a día, semillas de paz. Apostando
al fortalecimiento cultural garantizamos el saber
heredar, saber crecer, saber servir, saber aprovechar,
saber observar y sobretodo, saber unirnos (Secretos
para Contar, 2014).

29
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

La revitalización y el fortalecimiento del sistema de saberes, conoci-


mientos y prácticas propias de un territorio son condición indispensable
para generar garantías de los derechos de los diferentes pueblos y co-
munidades del país. Así, garantizar la posibilidad de continuar ejercien-
do un oficio, practicando un dialecto propio e interactuando con dinámi-
cas locales, permite incentivar la pertenencia de las personas hacia su
territorio, fortaleciendo su cultura lo suficiente para actuar en el marco
de la norma de manera que se propenda por el bienestar común.

Sin garantizar estos espacios y sin la capacidad de reconocer las ca-


racterísticas, dinámicas y prácticas que hacen único a un territorio, es
imposible llevar a cabo procesos de reconciliación y paz. La pérdida
del patrimonio cultural y tradiciones ancestrales es una amenaza para
la preservación de la unidad comunitaria y del tejido social como requi-
sito para la convivencia. Sin garantizar su cuidado y preservación, no es
posible la construcción de la paz territorial ni la paz cotidiana.

2.3. Capacidades para la paz y la


convivencia

Las capacidades para la paz y la convivencia promueven el desarrollo


de escenarios de paz, pero, sobre todo, exaltan los efectos positivos
de la implementación de los diferentes planes, programas y proyectos
que se desarrollen en los territorios. Así, el logro de una paz cotidiana
implica la expansión de las capacidades de las personas para el pro-
greso de la vida y el bienestar humano y brinda la posibilidad de que
todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo del país.

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

La transformación de imaginarios en torno a la paz cultura de paz. Estas capacidades per-


y a la convivencia implica la reconstrucción del teji- mitirán superar las estigmatizaciones, la
do de una sociedad que vivió por décadas en medio polarización, los rencores y promueven las
del conflicto armado interno y que hoy se enfrenta a relaciones de confianza, inclusión y equi-
nuevos retos asociados por escenarios de ilegalidad dad. Permitirán un sentir y pensar distintos
que amenazan con el desarrollo de proyectos de vida para lograr un hacer distinto para la paz.
que dignifican su construcción de ciudadanía. Para lo En algunos contextos estas capacidades
anterior, se reconocen tres tipos de capacidades ne- son reconocidas como “las capacidades
cesarias para la reconstrucción de la paz territorial. blandas”. Ejemplo: diálogo, concertación,
empatía, abordaje positivo de conflictos,
a.   Capacidades temáticas: son los conoci- reconocimiento de las capacidades del
mientos, habilidades y procedimientos territorio, cooperación, etcétera.
específicos necesarios para implementar
los puntos que se acuerden en las nego- Sobre estas últimas se hará especial relevancia en
ciaciones de paz. Ejemplo: conocer con las capacidades para la convivencia, pues en las uni-
profundidad la problemática de los cul- dades previas hemos abordado las capacidades te-
tivos de uso ilícito y diseñar los procesos máticas (unidades 1 y 3) y las capacidades territoria-
institucionales para que las comunidades les (unidad 2 y tema 2.1. de la presente unidad).
accedan a cultivos alternativos.
b.   Capacidades para la gestión territorial:
son los conocimientos, habilidades y
procedimientos específicos de la gestión
territorial, que se requieren para afrontar
los desafíos del desarrollo territorial y
la construcción de paz. Ejemplo: formu-
lación, ejecución y rendición de cuentas
sobre planes y proyectos territoriales,
manejo de sistemas de información, etc.
c.   Capacidades para la convivencia: son los
conocimientos, habilidades y procedi-
mientos específicos, para promover una

31
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Capacidades para la convivencia

Una tendencia humana, muy humana, de la empatía y la com-


pasión es la de dirigirlas espontáneamente a aquellas que
sentimos de los nuestros. Etxeberria, (2013)

Surge la necesidad de pensar en fortalecer las capacidades porque


hay conflicto, este es motivo para hallar la salida, lo que está llevando
a la humanidad a la destrucción de su entorno y de sí mismo. Los sen-
timientos de venganza y de odio permean todos los escenarios en los
que el ser humano se desenvuelve, sin que sospeche que también a él
le afecta esta destrucción.

De ahí que, las capacidades para la convivencia son una nueva forma
de manejar los conflictos y, por tanto, evitan acciones violentas que in-
crementen la destrucción de los pueblos. Hay que ponerlas en práctica
con las comunidades, instituciones, agremiaciones y organizaciones a
nivel nacional, pero primero hay que vivenciarlas en nuestro interior.

Es ser capaces de pensar en nuestra propia identidad, con pregun-


tas como ¿quién soy yo?,¿soy un ser vivo con existencia propia?, ¿mi
existencia depende de otros seres vivos? y las respuestas conducen a
fortalecer las capacidades para la construcción de una justicia social.
Así lo expresó Radhakrishnan, expresidente de la India: “Debes amar a
tu prójimo como a ti mismo, porque tú eres el prójimo: lo que te induce
a creer que tu vecino es distinto a ti es solo una ilusión” (p. 104).

Entonces, el fortalecimiento de las capacidades para la convivencia y


para la consolidación de una sociedad participativa parte del principio
del respeto y de la alteridad, este sentido, implica que un individuo sea

32
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

capaz de ponerse en el lugar del otro, lo cual posibilita que pueda establecer relaciones con el otro, basadas en
el diálogo y la valoración de las diferencias existentes.

A continuación, se transcriben algunas capacidades clasificadas por niveles, a las que se les adjudicó el adjetivo
de claves.

Tabla 4. Capacidades para la convivencia

• Dialogar, negociar y concertar.

Capacidades para la • Promover un diálogo intercultural.


convivencia Personas /
individuos. • Reconocer las capacidades del territorio.

• Incorporar los principios de acción sin daño.

• Gestionar la conflictividad social y promover la seguridad humana y la


convivencia.

Organizaciones/
• Implementar una cultura organizacional e institucional de paz y
instituciones.
resiliencia.

• Asumir y garantizar la participación ciudadana para la construcción de paz.

• Cooperar. Co-construir y desarrollar procesos multiactor.


Redes, alianzas y asocia-
ciones públicas y de la
• Emprender movilizaciones sociales (organizaciones y movimientos).
sociedad civil capaces de
articularse entre ellas.
• Articular procesos nación-territorio.

• Consolidar una cultura de diálogo y concertación.

• Incorporar una cultura de legalidad.


Campo político y social.
Una sociedad capaz de: • Renovar la cultura política.

• Desarrollar una cultura de derechos humanos, convivencia, confianza y


reconciliación.

Fuente: elaboración propia

33
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Las capacidades blandas son capacidades comuni- este punto debe poner en práctica el siguiente ada-
cativas, de trabajo en equipo, de flexibilidad y adap- gio popular “el que esté libre de pecado que tire la
tabilidad frente a una determinada situación. Son primera piedra”. Para empezar a ser parte del cam-
las que se identifican con el sentimiento no con el bio debe formarse en las capacidades que le permi-
sentimentalismo. Son las que edifican la cultura de tan la transformación del conflicto interno que vive y
paz y derechos humanos. Son los pilares de la re- sanar las heridas que no le dejan tener una sana con-
conciliación. Son el contenido de las normas y por vivencia. Porque de nada sirve que quiera ser parte
tanto son las que determinan ¿cómo he de compor- de la resolución de los conflictos externos, sino le
tarme? o ¿cómo hemos de comportarnos? Son las da prioridad a la solución de los suyos y mejorar las
que enseñan a no causarle daño a nadie. Son las que relaciones de su entorno. Es una cuestión moral, es
construyen las historias posibles de fraternidad y es- tener la capacidad de tomar decisiones entre lo que
peranza. Son las que tejen las relaciones sociales en le hace bien a la comunidad y lo que le genera ma-
el respeto y la tolerancia y sobre el mismo tejido re- lestar. Es lograr la reconciliación interna y ponerla al
construyen el diálogo y el perdón. Un adagio popular servicio de lo público. Y para ello se debe escuchar
dice “no mires la paja en el ojo ajeno, si no la viga en y luego escuchar al otro sin prejuicios.
el tuyo propio”.
Y otros principios: soy una persona capaz de… ver al
A esto se tiene que llegar a ser capaz, a dejar de juz- otro como un igual, soñar, reconciliarme y conciliar,
gar con parámetros personales y subjetivos como si negociar, acordar, superar problemas, vencer obs-
el problema no lo involucrara y fuera el dueño de la táculos, ayudar al otro, y así cada uno de ustedes
verdad, tan es así que se atreve a juzgar sin crite- puede proponer más principios que le permitan for-
rio, porque incluso las razones que usa son de otros marse como una buena persona.
igual a él. Y no es capaz de reconocer en el otro, uno
igual a él, en sentimientos y contextos. Para llegar a

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Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

Glosario

Capacidades: aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para


el buen ejercicio de algo. Oportunidad, lugar o medio para
ejecutar algo. Aptitud Para ejercer personalmente un derecho
y el cumplimiento de una obligación.

Experiencias: conjunto de conocimientos que se adquieren en la vida


o en un período determinado de esta. Este conocimiento le
permite desarrollar habilidades luego de haberlo realizado,
vivido, sentido o sufrido una o más veces. Además, se puede
leer como transformación del conflicto y construcción de paz.

Individuo: persona cuyo nombre y condición se ignoran o no se quie-


ren decir y pertenece a una clase o agremiación.

Paz estable y duradera: acuerdo entre dos o más partes que tienen la
intención de estar en compromiso sobre una situación.

Perdón: el perdón es la acción por la que una persona disculpa a otro


una acción considerada como ofensa, renunciando eventual-
mente a vengarse, o reclamar un justo castigo o restitución,
optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de
modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido
perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas.

Reconciliación: es el restablecimiento de la concordia y la amistad


entre dos o más partes enemistadas.
Cultura de paz,
legalidad y convivencia
Participación ciudadana y paz cotidiana

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