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Revista de Geografía Norte Grande, 62: 85-107 (2015)


Artículos

Prácticas cotidianas de ancestralización


de un territorio indígena: el caso de la
comunidad pewenche de Quinquén1

Nelson Martínez Berríos2

RESUMEN
Este artículo explora la dimensión ancestral de la vida en la comunidad pewenche de
Quinquén en el sur de Chile. Mediante el examen de distintas prácticas sociales, se
identifica una pluralidad de formas a través de las cuales los habitantes de la comu-
nidad ancestralizan su territorio. Este proceso de ancestralización subyace a varios
aspectos de la vida en Quinquén, haciéndose sobresaliente e incluso visible, tanto
hacia el interior como hacia el exterior de la comunidad. Se postula que la ancestra-
lización del territorio es un proceso continuo que se encuentra enlazado a la forma
de vida de las familias que conforman la comunidad, mediante nexos que mantienen
la continuidad espacio-temporal de las relaciones sociales. Se busca con ello aportar
al reconocimiento de una geografía indígena enlazada a la vida cotidiana. Una ma-
yor consideración a estos aspectos, podría contribuir a una necesaria reflexión sobre
lo que es vivir en una comunidad indígena. Pero más importante aún, podría contri-
buir a entender lo que significa hoy en día ser pewenche. El artículo está organizado
en tres secciones: la primera analiza el campo de relaciones de poder, la segunda la
estructura social, y la tercera las estrategias de control del territorio.
Palabras clave: Ancestralización, control del territorio, geografía indígena, territo-
rialidad pewenche.

ABSTRACT
This article explores the ancestral dimension of the life in the pewenche communi-
ty of Quinquen, in Southern Chile. It examines different social practices, in order
to identify the plurality of form used by the community’s inhabitants to ancestral-
ize their territory. This process of ancestralization underlies various aspects of life
in Quinquén and has become notable or even visible, both to the community
and to outsiders. It is postulated that ancestralization of territory is a continuous
process that is linked to the lifestyles of the families that compose the communi-
ty, through links that keep the continuity of social relationships across time and
space. The purpose of this is to contribute to the recognition of an indigenous
geography embedded in the everyday life. Greater consideration of these aspects
could contribute to a critical reflection on what it means to live in an indigenous
community. But more importantly, it could contribute to understanding what it
means to be pewenche today. The article is organized into three sections: the first
analyzes the field of power relations, the second social structure, and the third
strategies of territorial control.
Key words: Ancestralization, space control, indigenous geography, pewenche peo-
ple territoriality.

1 El autor agradece especialmente las agudas obser- la Universidad de California, Davis, financiada por
vaciones de Bastien Sepúlveda y de los revisores Becas-Chile. Artículo recibido el 30 de abril de
anónimos, cuyos comentarios permitieron mejorar 2015, aceptado el 3 de agosto de 2015 y corregido
notablemente este trabajo. Los errores y omisiones el 11 de septiembre de 2015.
cometidos son de mi entera responsabilidad. Este 2 Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Católi-
trabajo forma parte de la investigación doctoral en ca de Temuco (Chile). E-mail: nmartinez@uct.cl
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El interés por el estudio de los territorios noterritorios a partir de los cuales se podría
ancestrales indígenas, desde el campo de reconstruir la territorialidad indígena. En la
la geografía, coincide con el denominado misma perspectiva de la reconstrucción terri-
“giro cultural” de la disciplina (Philo 2000). torial, pero en concordancia con el enfoque
Este interés, aunque convergente, muestra poscolonial, Hirt (2006, 2012) propone el
trayectorias diversas. Por ejemplo, desde un uso de contracartografías para la reconstruc-
enfoque de la ecología cultural, Nietschmann ción territorial de las antiguas ocupaciones
(1989, 1990, 1995) estudia los derechos tra- indígenas. Por su parte, usando un enfoque
dicionales a los recursos terrestres y marinos metodológico de la investigación acción,
de los miskitos en Nicaragua, abriendo una Palomino-Schalscha (2012), examina la ex-
línea de investigación que tuvo gran impacto periencia de los emprendimientos turísticos
entre algunos geógrafos norteamericanos, pewenche de Trekaleyin como una estrategia
quienes a partir de entonces comenzaron innovadora de construcción relacional de
a vincular sus trabajos académicos con las lugares. Más recientemente, en un intento por
demandas territoriales de los grupos con los desafiar visiones convencionales de conser-
que colaboran. Así, esta vertiente fue seguida vación, Guyot & Sepúlveda (2014) exploran
desde la geografía histórica por Offen (2003, las reconfiguraciones étnicas territoriales de
2008, 2009,); desde la cartografía crítica por atacameños y pewenches en zonas de fron-
Wainwright & Bryan (2009), y Bryan & Wood teras internacionales, analizando los modelos
(2015); y desde la geografía poscolonial por de participación en programas de comanejo
Wainwright (2011)3. Estos esfuerzos también de áreas protegidas. Tomada en su conjunto,
han desempeñado un papel importante en toda esta esta literatura permite apreciar, la
conectar el campo del derecho indígena con relevancia que la territorialidad indígena ha
la geografía, mediante la delimitación de la adquirido para la geografía y en particular el
propiedad indígena apoyada en títulos colo- renovado interés por indagar en el carácter
niales y estatales. ancestral de esa territorialidad. Este artículo
contribuye a esta creciente literatura sobre
En Chile, el interés de los geógrafos por las distintas formas en que se manifiestan las
las territorialidades indígenas, no es algo que geografías indígenas.
pueda darse por supuesto, como lo revela
la escasa literatura existente sobre el tema, Si bien existe cierto consenso en la lite-
producida desde la geografía. En esta línea, ratura sobre derecho indígena respecto al
Sepúlveda (2012) sostiene que la geografía concepto de territorios ancestrales, poco se
ha permanecido inexplicablemente ausente sabe sobre la forma en que la dimensión de
de los debates sobre cuestiones territoriales lo ancestral4 se expresa en los territorios. Este
indígenas. No obstante, es posible destacar artículo intenta llenar ese vacío de conoci-
algunos trabajos importantes que han hecho miento aportando evidencia sobre la dinámi-
contribuciones al emergente campo de las ca de ancestralización del territorio de la co-
geografías indígenas. munidad pewenche de Quinquén. Se postula
que la ancestralización del territorio, es un
Molina (1995) abre una nueva senda para proceso continuo que se encuentra enlazado
la geografía, al proponer el concepto de et-

4 El concepto de lo ancestral, no es del habla común


de los pewenche, sin embargo, hoy en día es fácil
3 Muchos de los autores mencionados tomaron parte escucharlo en el discurso de los jóvenes o leerlo en
activa en el Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) el material gráfi co producido con fi nes turísticos.
Awas Tingni Vs. Nicaragua llevado a la Corte Inte- Se trata, por lo tanto, de un concepto introducido
ramericana de Derechos Humanos y que ha sido que ha adquirido un carácter estratégico. Con todo,
ampliamente documentado por la literatura. Este existe una noción compartida acerca de la vincula-
caso además sentó un precedente importante para ción de las actuales familias con sus antepasados y
la protección y defensa de los derechos indígenas. que se expresa mediante prácticas como: el lakutun,
Pero sobre todo sentó un precedente para movilizar darse el nombre entre generaciones alternadas; la
la noción de territorios ancestrales a las demandas y existencia de dos eltun (cementerios) uno antiguo y
reivindicaciones por la restitución de tierras. Para un uno moderno; y los relatos de pasadas guerras con-
análisis más detallado del alcance de este caso ver tra invasores españoles, argentinos y chilenos, por
el trabajo de Aylwin y Cuadra (2011). mencionar solo algunos ejemplos.
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CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

Figura N° 1
Localización de la comunidad mapuche pewenche de Quinquén

Fuente: Elaborado por Viviana Huiliñir-Curío.

a la forma de vida de las familias que con- estructura social, y la tercera las estrategias
forman la comunidad, mediante nexos que de control territorial.
mantienen la continuidad espacio-temporal
de las relaciones sociales. Dichos nexos son Los datos contenidos en este texto fueron
articulados: a) por el poder simbólico que se recogidos mediante entrevistas informales,
manifiesta en las distintas formas de produc- observación directa, y participación en las
ción de autoridad, legitimidad y prestigio tan- actividades de la vida cotidiana de la comu-
to interno como externo; b) por la estructura nidad, trianguladas luego con material de
social que se expresa en las relaciones de archivo y un amplio registro fotográfico. Estos
parentesco, las prácticas matrimoniales y la datos fueron puestos en diálogo crítico con
organización de la familia; y c) por el control una extensa bibliografía, a fin de ampliar la
territorial expresado en el establecimiento de comprensión de las prácticas sociales mapu-
límites, los usos del territorio, y las relaciones che ancladas al territorio. La recolección de
recíprocas que se establecen con los anima- datos se realizó durante un periodo no con-
les, los antepasados, los bosques, los espíritus tinuo pero sistemático entre julio de 2010 y
tutelares, las montañas y el propio territorio. junio de 2011, complementada por varias vi-
Se trata entonces de un proceso dinámico y sitas posteriores de corta duración. El estudio
específico que se da en la geografía cultural desde donde surge este artículo, se realizó
de un lof pewenche. Con el propósito de con el consentimiento expreso e informado
explicar esas dinámicas, el artículo se estruc- obtenido individual y colectivamente de las
tura en tres secciones: la primera analiza el familias de la comunidad de Quinquén.
campo de relaciones de poder, la segunda la
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La comunidad pewenche de Quinquén Poder


es una agrupación humana conformada por
aproximadamente 250 personas distribui- Aunque no existe consenso sobre la forma
das en 52 familias, que habitan un espacio en que se construyen los nombres propios
físico bien delimitado, reconocido cultural de las personas en la sociedad mapuche
y legalmente como un territorio indígena. (Foerster, 2010), en los apellidos actuales se
Está emplazada en la zona cordillerana de observan ciertas regularidades vinculadas
Lonquimay en la Región de la Araucanía en al sistema de creencias, entre las que desta-
las nacientes del río Biobío (Figura N° 1). Sus ca una característica división en dos partes
miembros reconocen a los antepasados que pertenecientes al universo simbólico. En el
dieron origen a su linaje cuya genealogía se caso del patronímico Meliñir, cuya traduc-
remonta a cinco generaciones, su patroními- ción en mapudungun es “cuatro zorros”, las
co está emparentado con un animal tutelar. partes que lo componen son las voces meli
Comparten una memoria social de lucha que –cuatro– y ngürü –zorro–, ambos elementos,
les otorga un relato a su pasada resistencia como se verá, poseen un significado cultural
ante los intentos de desposesión, pero tam- para el pueblo mapuche. Efectivamente, tan-
bién a sus demandas contemporáneas 5. Se to el numeral cuatro, como el animal zorro
organiza según protocolos de convivencia ocupan un lugar central en las experiencias
tradicional y moderna que coexisten en una cotidianas de vida, que se integran al mundo
pluralidad de instituciones de poder cole- simbólico, en el ordenamiento espacial y “en
giadas y unipersonales. Conservan, además el protocolo mapuche de relación con la na-
de su lengua, costumbres espirituales indi- turaleza” (Neira et al., 2012: 314).
viduales, familiares y colectivas altamente
ritualizadas cuya máxima expresión es el Por una parte, el numeral cuatro, es cons-
nguillatún. Sus medios de vida dependen titutivo de la esencia del ser y es reconocido
casi en su totalidad de los recursos que les como parte fundamental para la transmisión
proporciona el ambiente, razón por la cual del conocimiento y la vida, pero también
despliegan una serie de estrategias de acceso, para la conservación del equilibrio, justa-
control y uso que les permiten disponer de mente cuatro son los orígenes del linaje de
esos recursos, entre los que se cuentan leña, cada persona, esto es abuelo y abuela pater-
pasto para los animales, y piñones, además na y abuelo y abuela materna o meli tuwün
de los dones o habilidades que la mayoría wixanentukeyiñ (COTAM, 2003: 1277). Lenz
de los miembros posee y que constituyen su (1897: 231), anota que el cuatro es un núme-
capital. Se relacionan con el mundo natural ro sagrado, de ahí que “todas las invocacio-
y sobrenatural a través de distintas acciones nes, etc. se hacen cuatro veces”, este carácter
de la vida cotidiana e interactúan con las ins- sagrado se manifiesta también en la creencia
tituciones públicas y privadas vinculadas a la en un ordenamiento espacial cuatripartito.
política indígena. Un ejemplo que ilustra bien este ordenamien-
to, se expresa en el concepto de meli witrán
mapu que significa “tierra de los cuatro luga-
res” (Grebe, 1972) y cuya manifestación más
gráfica son los diseños del kultrún o tambor
5 Una parte significativa de la lucha de los habitan- ritual de la machi (Grebe, 1973).
tes de este territorio por el reconocimiento de sus
derechos ancestrales, es relatada en el libro de José
Bengoa, Quinquén Cien Años de Historia Pehuen- El elemento animal, en tanto, está pre-
che, que cubre hasta el año 1992. Según este autor sente en los apellidos mapuche de distintas
“Quinquén puso el tema indígena en la conciencia regiones, aunque el zorro es más común en
nacional” (Bengoa 1992:9). En efecto, en el marco
los apellidos de los grupos que viven en las
de la denominada emergencia indígena en América
Latina y en la coyuntura precisa de los 500 años de zonas cordilleranas. Con todo, el zorro, es un
la invasión española al continente, este caso sacó a animal omnipresente en la geografía cultual
la luz los testimonios de estas familias, revelando así pewenche ocupando un lugar destacado en
la persistencia de su modo de vida. Más reciente- el imaginario colectivo de este pueblo, es por
mente Ximena Cuadra, analiza el proceso transfor-
mación de la comunidad en un Territorio Indígena
ello que se le considera un “animal tutelar”
de Conservación (Aylwin y Cuadra: 2011), este pro- cuya presencia se aprecia en muchos relatos
ceso aún no ha terminado de cuajar. mitológicos (Villagrán, 1999: 604) y narracio-
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CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

nes orales o epew (Foerster, 1993). El zorro, mapu. La comprensión de esta práctica, que
sin embargo, presenta características que permite trasladar la pertenencia de los sujetos
incluyen rasgos contradictorios, algunos posi- a otro lugar, es crítica para explicar el vínculo
tivos como la astucia y otros negativos como que los mapuche contemporáneos mantienen
ser señal de malos augurios y el daño y robo con la tierra, así como también la emergencia
a las aves de corral. Pese a ello los portadores de proyectos políticos de reterritorializa-
actuales del apellido se identifican fuerte- ción. Este práctica de recrear el vínculo con
mente de la relación existente con el animal. el mapu se conoce como el Inche ñi mapu
Tuwün, expresión que no tiene una traduc-
Según algunos autores (Latcham, 1924; ción literal en español pero su significado es
Foerster, 1993), el vínculo animal-linaje sería el equivalente a un tipo de relación totalizan-
indicativo de la persistencia del culto toté- te que se crea con el territorio que se habita.
mico. El tótem era el símbolo que represen- Este concepto de Inche ñi mapu Tuwün es
taba la alianza entre algún espíritu protector explicado aquí por uno de mis colaboradores
encarnado en un ser del mundo natural y el pewenche en sus propias palabras:
fundador del linaje. Pese a que el origen to-
témico de los clanes mapuche es un asunto Los mapuches en si el espacio territorial
controversial y se mantiene aún sin resolver es uno de los más importantes ya que la tie-
(Zavala 2008:76), la persistencia del linaje rra es vida, aunque no se trabaje para fines
Meliñir así como la mantención de sus lazos productivos solo se consideraba el vivir o el
de parentesco, permite identificar dos com- sobrevivir de ella, para nuestros abuelos y
ponentes clave en la reproducción de la an- nuestros antepasados siempre valoraron es
cestralidad, como son el sistema de filiación espacio territorial de un todo donde coexis-
patrilineal y la residencia patrilocal. ten diferentes seres o Itrofil nguen y el Itrofil
monguen que significan aquellos que no
El origen del linaje Meliñir ha podido tienen vida y los que tienen vida todos son
rastrearse hasta 1906, fecha en que se otorgó importantes ya que cumplen un rol enorme
el Título de Merced al cacique Paulino Huai- en la tierra, incluso lo que no se ve o sea los
quillán, en el sector que hoy es conocido ngenes, las energías negativas y positivas que
como Pedregoso (Bengoa, 1992). En dicho existen en cada elemento de la tierra, que
instrumento se consagra por primera vez la hoy solo las personas con sabiduría mapu-
existencia formal, del que sería el antepasado che pueden darle importancia a esto ya que
más antiguo de los actuales integrantes de la mucho por la intervención de las religiones
comunidad de Quinquén, hecho que indica- y por el sistema de educación que se imparte
ría también, que el nombre ya figuraba entre en Chile se han perdido costumbres, idioma,
los posibles miembros de alguna estructura valores, y respeto.
social, que pudo ser un caserado, esto es una
familia nuclear o bien una familia extendida. El concepto de Inche ñi mapu Tuwün
Con todo, al ser incorporados al título que entonces, más que indicar el lugar de naci-
dio origen a la Reducción o Reserva Indígena miento de las personas, es la expresión que
Paulino Huaiquillán, los Meliñir pasaron a ser recoge el significado de una forma de ser
uno más entre los linajes que se radicaron en en el espacio (Cfr. Marimán et al. 2006: 29).
la reducción y por lo tanto debían reconocer También es la expresión que demuestra la
la autoridad del cacique, a cuyo nombre se existencia de un protocolo de relaciones en-
concedió el Título de Merced (T.M.). La pre- tre los humanos con la naturaleza y los seres
sencia de linaje Meliñir en el T.M. fue la base que la habitan, pero fundamentalmente es la
para el reclamo de ocupación ancestral sobre forma mediante la cual se expresa la territo-
el territorio que ocupan actualmente. rialidad mapuche.

La Reducción de Pedregoso fue el lugar Autoridad, legitimidad y prestigio interno


de asentamiento original del linaje Meliñir o
donde estaba su mapu tierra, allí establecie- En el plano de la organización interna, el
ron su punto de referencia espacial, social y tener hijos en especial hombres, ha sido y si-
temporal, hasta radicarse posterior y definiti- gue siendo una importante fuente de prestigio
vamente en Quinquén donde estará su nuevo y reproducción social. Antiguamente tenía
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una importancia en la medida que permitía es vitalicio, como lo demuestra el hecho de


a los jefes de familia disponer de mayor con- que el actual longko no era el primogénito
tingente de mano de obra y a la vez mantener de su padre, este último le delegó su auto-
los derechos territoriales, esta última caracte- ridad principalmente por razones de salud.
rística sigue vigente aunque dado que la su- Así, mientras que don Armando como primer
perficie comunitaria es limitada, el tener más longko fue elegido por los jefes de familia,
hijos no permite una expansión territorial, don Ricardo lo heredó de su padre. Entre las
aun cuando permite la postulación a tierras principales atribuciones de la institución del
en otros sectores. En el orden de la micro- longko como máxima autoridad, destaca el
política las familias numerosas y con mayor reconocimiento de su investidura tanto por
número de miembros con ‘casa aparte’, dis- los integrantes, de la propia comunidad como
ponen de más fuerza en la configuración de de otras comunidades pewenche, en tal capa-
las relaciones de poder, en tal sentido consti- cidad debe mantener la unidad de su grupo
tuyen la base social que otorga legitimidad a actuando como mediador cuando es requeri-
la autoridad del longko. do y además debe actuar como representante
de la comunidad en eventos de carácter cí-
El longko (cabeza) es la máxima autori- vico, en el plano religioso es quien convoca
dad político-religiosa de un lof o comunidad y dirige el ritual del nguillatún, a diferencia
pewenche, tradicionalmente esta autoridad de lo que ocurre en otros lugares donde es la
era elegida por los jefes de familia que com- machi quien cumple esta función.
ponían una unidad mayor o patrilinaje, es
decir, se accedía al cargo por mérito. Sin Junto con el poder simbólico que repre-
embargo, con el advenimiento del sistema de senta detentar la calidad de longko también
reducciones (1884-1929) surgen los derechos destaca el prestigio que es reconocido aún
hereditarios con la consecuente aparición de por personas no pewenche, aunque esto no
“castas de poder” (Bengoa. 2000: 67), a partir ha sido siempre así como lo demuestran los
de entonces la trasmisión del poder pasa a ser esfuerzos de instituciones de la sociedad civil
hereditaria de manera más formal y sistemáti- local por restituir el poder social de estas au-
ca. Dado que la familia Meliñir era un linaje toridades integrándolos al consejo comunal.
bajo la autoridad del cacique de Pedregoso Si bien la condición de longko es de carácter
no tenía un longko formalmente reconocido, permanente, es decir es un atributo encarna-
una vez que se instalaron definitivamente en do en el individuo que lo posee, no existen
Quinquén (1956) y se vieron forzados a re- símbolos externos que lo diferencien del
nunciar a sus derechos en su antiguo mapu, común de las personas7, sin embargo cuando
eligieron a don Armando Meliñir Ñanco, Ko- actúa en su rol de autoridad tradicional, casi
lumil6 (1917-2006) como el primer longko del sin excepción usa su manta de cacique, en
linaje. Este jefe demostró poseer altas cua- especial cuando debe interactuar con otros
lidades de liderazgo las que le permitieron longkos.
guiar a la familia al reconocimiento de sus
derechos ancestrales sobre el territorio que En el mundo mapuche tradicional la ma-
hoy ocupan. chi era y sigue siendo una autoridad de ca-
rácter ritual de gran importancia, pero su rol
En la actualidad el rol de longko es de- es distinto al del longko (Dillehay, 1985). La
tentado por don Ricardo Meliñir Marihuan, machi cumple funciones de sanación y es por
quien lo heredó de su padre. Al respecto, es lo tanto un agente fundamental en la manten-
interesante señalar dos cosas; la primera es ción y transmisión de la cultura (Bacigalupo,
que el título no se hereda automáticamente
al hijo mayor y la segunda es que el título no

7 Una de las principales características de la vida en


comunidad es la horizontalidad de las relaciones
6 El nombre Kolumil corresponde al nombre propio sociales, por esta razón el longko actúa como uno
que recibían las personas antiguamente y que era más de los miembros del grupo sin hacer ostenta-
independiente al nombre propio que figuraba en ción de ninguna clase de autoridad que lo diferen-
el certificado de nacimiento. Esta costumbre no se cie del resto del grupo, su jerarquía por lo tanto es
conserva en la actualidad. de orden simbólico.
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 91
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

2001). Sin embargo, entre los pewenche no viene recordar que originariamente el linaje
es frecuente encontrar machi como lo fue en Meliñir formaba parte de la Reducción de
el pasado, aunque su poder sanador sigue Paulino Huaiquillán y su asentamiento defi-
siendo demandado, para estos efectos deben nitivo en Quinquén ocurrió en el transcurso
buscarlas en otras comunidades, o acudir de varias décadas (Bengoa, 1992). El esfuerzo
centros de salud intercultural8. de estas familias, que durante décadas fueron
consideradas ocupantes ilegales, contribuyó
Recientemente la comunidad ha entrado a establecer las bases del derecho de ocupa-
en un proceso de formación de una machi, lo ción ancestral del territorio, es por ello que
que le otorgaría más newen o fortaleza inter- hoy en día gozan del reconocimiento, no
na, así como también prestigio ante otras co- solo de la totalidad de los integrantes de la
munidades. La machi a diferencia del longko, comunidad, sino también de organizaciones
se forma específi camente para desempeñar y personas externas a ella. La segunda fuente
un rol espiritual y médico luego de que la de prestigio proviene de haber participado
persona, sea hombre o mujer, recibe un lla- activamente en el largo proceso que culminó
mado que por lo general se expresa a través con la obtención de los títulos de las tierras,
de sueños premonitorios, por esta razón quie- este proceso permanece vivo en la narrativa
nes reciben este llamado sufren fuertes crisis oral de la comunidad, conformando lo que
de identidad que afectan también a toda la Gordon y Hale (2003) llaman una “memoria
familia, puesto que el recibir este llamado social de lucha”. Esta memoria es recreada
implica una gran responsabilidad cultural, permanentemente mediante la retórica polí-
además de costos económicos asociados a tica que se expresa de múltiples formas, entre
la formación de la machi, tales como viajes las cuales se cuenta: la presentación de la co-
periódicos, permanencia en otras comunida- munidad frente a los extraños, la producción
des y lo que significa ponerse bajo la tutela audiovisual creada más recientemente, y los
de otra machi, por estas razones la decisión relatos descriptivos en documentos escritos.
de perseverar en el proceso formativo de una
machi es algo que trasciende al individuo La construcción y registro de esta memo-
siendo de interés para su familia, para la ria ha sido un proceso sistemático que se ini-
comunidad y también para las comunidades cia con el despliegue mediático que se centró
adyacentes, específicamente por el poder que en “la lucha” de Quinquén a fines de 1980
tiene la machi de invocar a los espíritus an- y principio de 1990 y que puso en contacto
cestrales (Bacigalupo, 2001). a los líderes de la comunidad con activistas,
ambientalistas, pero sobre todo con la diri-
Existen en la comunidad personas sin gencia indígena nacional, que por ese enton-
rango formal de autoridad que poseen un ces se encontraba en un proceso de eferves-
gran prestigio, dicho prestigio proviene de cencia producto del retorno a la democracia.
dos fuentes: la primera es la pertenencia a El siguiente testimonio entregado a la prensa
las cuatro familias fundadoras, se entiende por uno de los integrantes de la primera ge-
por esto a quienes primero se establecieron neración de líderes, recoge el espíritu gue-
en el lugar de forma más permanente, con- rrero y el sentido de trascendencia que tenía
para ellos el reconocimiento de sus derechos
ancestrales: “Nosotros somos representantes
de la causa mapuche y el destino de los ma-
8 La promoción de las terapias médicas de la machi, puche se está jugando en Quinquén. Todo lo
así como su integración formal al sistema de salud, que aquí suceda será reconocido por nuestros
es un asunto controversial, mientras que para el pro- hermanos”9.
grama de Salud Intercultural creado al amparo del
Programa Orígenes es una forma de recuperación
Ciertamente, las precarias condiciones
de prácticas ancestrales o de sensibilización hacia la
salud indígena, para otros es visto como una forma materiales de los participantes en ese proceso
de intervención de los espacios sagrados mediante la reivindicativo, sumado a la posibilidad real
etnogubernamentalidad. Para una discusión más en
profundidad sobre este tema, ver el interesante tra-
bajo de Boccara (2007). En cualquier caso se trata de
un tema inserto en el ámbito de las disputas por el
poder espiritual del cual la comunidad no es ajena. 9 Diario La Tercera, 15 de febrero de 1992.
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de ser desalojados de las tierras hacían prác- males de ganado mayor, el ganado vacuno
ticamente imposible la obtención de un resul- es considerado además como un importante
tado satisfactorio para las familias que en ese recurso económico, en especial las yuntas de
entonces componían el grupo. Sin embargo, bueyes (Aravena. 1995). En la actualidad la
los líderes del movimiento con la ayuda de posesión de vehículos confiere cierto estatus
otros actores indígenas y no indígenas, logra- pero no necesariamente prestigio.
ron sortear con éxito una serie de obstáculos
de orden cultural, jurídico y político lo que Autoridad, legitimidad y prestigio externo
les otorgó una gran habilidad de negociación
incluyendo, tratativas con autoridades, minis- Las transformaciones estructurales en la
tros y hasta el propio Presidente de la Repú- forma de organización de las familias, debi-
blica las que finalmente lograron atraer a su litaron considerablemente la autoridad de los
causa una serie de intereses que posibilitaron longkos en favor de la figura de un dirigente
el reconocimiento de sus derechos ancestra- de carácter funcional encarnado en el presi-
les sobre el territorio. dente de la comunidad, pese a esta tensión,
existe la posibilidad de que el longko ejerza
La posesión de ciertos dones o habilida- el cargo de presidente, concentrando de
des es reconocida también como una forma esta forma en una sola persona la autoridad
de prestigio, entre los dones que otorgan tradicional y moderna. El presidente es una
prestigio que pudieron ser observados en institución de carácter unipersonal y electiva
el campo destacan: los relacionados con la que emerge al amparo de la Ley Indígena
conservación de las tradiciones orales: ew- Nº 19.253 de 1993, su poder emana de la
pichefe, conocedor de la historia; epewtufe, asamblea de socios que se rige por estatutos
narrador de la tradición oral una especie de propios con arreglo a la ley antes señalada,
cuenta cuentos; y kimche estos son los sa- se trata entonces de una institución de origen
bios o portadores de kimün o conocimiento democrático creada, por una parte, con el
ancestral. Los relacionados con el ritual del propósito de organizar la vida comunitaria, y
nguillatún: afkadi, ayudante del longko; kul- por la otra, de servir como dispositivo de en-
truntufe, el que toca el kultrún; trutrukatufe, lace entre la comunidad y el aparato burocrá-
el que toca trutruka; tayelve, las mujeres que tico del Estado. El poder real del presidente y
cantan; tawïneltu, que es el danzante más de la directiva que lo acompaña es limitado,
destacado. Los que poseen conocimientos toda vez que sus decisiones deben contar
médicos: lawentuchefe, que posee el don de con la venia de la asamblea. Asimismo, este
reconocer y utilizar las plantas medicinales; poder es en gran medida el resultado combi-
püñeñelchefe, mujeres con conocimientos nando de una serie de factores como son: a)
sobre el embarazo y parto; y pewmatufe, in- las características personales y liderazgo del
térprete de sueños pneuma, poseer este don presidente, b) la correlación de fuerzas entre
es muy importante toda vez que los sueños las familias que se expresa en la composición
premonitorios son un componente importan- de la directiva, y c) en la capacidad del pre-
te del sistema de creencias. Los que poseen sidente para movilizar intereses. Con todo,
conocimientos técnicos: düwekafe que posee el presidente es el representante legal de la
el don para confeccionar textiles en especial comunidad para efectos de orden administra-
los que son hechos a telar o ñiminchefe; ma- tivo y en tal calidad goza de reconocimiento
müll kamañ, artesano en madera, rukafe, que y prestigio externo.
posee el don para la construcción de (rukas)
casas. Dada la naturaleza eminentemente Si bien es cierto, esta institución es de ca-
horizontal de la sociedad mapuche, estas rácter exógeno, en tanto establecida de ma-
formas de prestigio no confieren posiciones nera forzosa por la ley e introduce una dua-
de orden jerárquico, pero sí contribuyen a lidad de poder entre dos tipos de autoridad,
la interdependencia comunitaria en torno a sería erróneo verla como algo exclusivamente
saberes ancestrales. disfuncional. Por otra parte, la constitución
de la comunidad como una figura legal y
Otra fuente de prestigio muy arraigada en seguidamente la emergencia del presidente,
la cultura pewenche, es la riqueza material se produce el año 1995 es decir con poste-
como la expresada en la posesión de ani- rioridad a la dictación de la ley de 1993, eso
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 93
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

significa en la práctica que la comunidad vir- tencia de formas horizontales del ejercicio de
tualmente nace con la ley y desde entonces ese poder.
ha debido adaptase a esta realidad, la que ha
traído consigo contradicciones internas, pero La Figura N° 2 muestra las estructuras
también ha traído beneficios. Finalmente, de poder tradicional y moderna de la co-
pese a que una parte importante del grupo munidad. Estas estructuras, sin embargo, no
manifestó su resistencia inicial a constituirse son necesariamente antagónicas sino que
legalmente como comunidad, la situación coexisten de forma tal que se puede dar el
actual evidencia una fuerte capacidad de caso, como efectivamente ha ocurrido en el
adaptación al cambiante contexto de las po- pasado, que el longko sea también el presi-
líticas indígenas. En consecuencia, esta forma dente. Asimismo, las autoridades uniperso-
institucional de organización indígena, más nales y colegiadas que operan en el plano
que ser una amenaza encaminada hacia la tradicional también se yuxtaponen en el
desintegración social, bien puede contener esquema moderno. La Figura N° 3 ilustra esta
las bases de la rearticulación para el ejercicio complejidad, revelando la forma en que el
de la política, lo que se evidencia en los con- poder fluye a través de las relaciones sociales
tinuos arreglos y negociaciones internas para y estructuras de poder formal e informal de la
alcanzar equilibrios de poder y en la coexis- comunidad.

Figura N° 2
Comunidad de Quinquén. Estructura de poder tradicional (arriba) y moderna (abajo).

Fuente: Elaboración propia.

Figura N° 3
Coexistencia de estructuras de autoridad y poder tradicionales y modernas

Fuente: Elaboración propia.


94 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

A partir de la llamada emergencia in- La vestimenta tradicional es un tema no


dígena y la instalación programática de las exento de controversia, debido principal-
políticas del reconocimiento, los marcadores mente a la intervención del Estado. En efecto,
étnicos cobran un nuevo significado y se ha- muchos elementos del vestuario han sido
cen más visibles. En este nuevo contexto de adquiridos mediante proyectos en el marco
“apreciación” hacia lo indígena la vestimen- del Programa Orígenes, en su componente
ta tradicional ocupará un lugar prominente “fortalecimiento de la identidad cultural”10.
principalmente por dos razones: a) por su La intervención del Estado en la esfera de la
potencial revitalizador de la cultura, y b) por cultura, es discutida por los críticos al mul-
su eficacia en la restitución de la autoridad, ticulturalismo neoliberal por producir a los
legitimidad y prestigio hacia el mundo no propios sujetos que gobierna (Boccara y Bo-
indígena. Ambas razones están presentes en lados, 2010), y por los críticos a los procesos
el uso estratégico que los habitantes de Quin- de ‘modernización/integración’ por producir
quén hacen de su vestimenta. una clientela favorable al Estado (Bengoa y
Caniguan, 2011: 23). Si bien estas críticas
Aparentemente, la vestimenta cotidiana merecen consideración, no es menos cierto
pewenche en nada difiere a la de los campe- que por medio de este tipo de proyectos,
sinos y colonos que habitan la zona. Existen muchas comunidades, como es el caso de
sin embargo algunos rasgos distintivos del Quinquén, han podido revitalizar algunas de
vestuario que solo adquieren sentido en el sus prácticas ancestrales como la de la vesti-
universo mental indígena. En orden de je- menta ritual, cuya pérdida era también el re-
rarquía, destaca la manta de cacique que sultado de la situación de pobreza en la que
es la prenda usada por el longko cuando se fueron históricamente sumidos. Asimismo, y
requiere que sobresalga su investidura, por como parece ser el caso, la recomposición de
lo tanto esta prenda tiene un alto significa- la vestimenta indígena tiene una alta eficacia
do en los rituales del poder. Luego, está el performativa como herramienta de reivindi-
ñimin-makuñ o poncho de trabajo, que es la cación política, como lo demuestra el uso
prenda más característica de los pewenche al político de las mantas de cacique y el de los
igual que sus polainas de cuero de chivo que trajes tradicionales en la mujeres (ver Figura
cubren toda la pierna. El trarilonko, o cintillo N° 4). A este respecto, Bacigalupo (2010: 9)
de lana, solo es usado en ceremonias, en la sostiene que si bien esta estética contribuye a
actualidad estos cintillos llevan bordado el la folclorización, también contribuye al desa-
nombre del lof Quinquén. Casi sin excep- rrollo de sentimiento de resistencia mapuche.
ción, los hombres usan alguna clase de som-
brero, así mientras algunos adultos mayores Formas de ejercer la autoridad
usan un chumpiru, sombrero negro de paño,
otros usan modernos gorros con visera, con La autoridad se manifiesta tácitamente
todo no hay aquí una regla siendo el gorro o en la mayoría de los casos, pero se hace más
sombrero la parte del vestuario que exhibe la evidente en una noción compartida del signi-
mayor heterogeneidad. ficado de “respeto”. Así, por ejemplo, todos
los miembros de la comunidad reconocen
Las mujeres, en tanto, llevan indistinta- en primer lugar el respeto debido al longko,
mente faldas o pantalones y en algunos casos lo mismo aplica al padre o jefe de familia o
un delantal de percala. La cabeza la cubren dueño de casa (hombre o mujer). En el pasa-
por un munulonco o pañuelo. En rituales y do el respeto era una fuente de autoridad y
fi estas como el nguillatun y el we tripantu,
se cubren la parte superior del cuerpo con
un chamal o küpam que es una pieza de tela 10 Financiado parcialmente por el Banco Interamerica-
rectangular de color negro con una franja de
no de Desarrollo, “Orígenes o Programa de Desarro-
color azul, rojo o verde; también se atan a la llo Integral de Comunidades Indígenas se empezó a
cintura un trariwe o faja. El atuendo es acom- implementar en Chile en el año 2001. Es un Progra-
pañado por joyas de gran formato destacando ma de 133 millones de dólares que tiene como ob-
el trarilonko (cintillo de anillos), el trapelacu- jetivo contribuir al desarrollo y mejoramiento de la
calidad de vida de los pueblos aimara, atacameño y
che o pectoral y un alfiler en forma de punta. mapuche del sector rural” (Boccara y Bolados 2008:
169).
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 95
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

Figura N° 4
Autoridades tradicionales pewenche vistiendo sus mantas de cacique.
Marcha 12 agosto 2010 Lonquimay

Fuente: Archivo personal del autor. Tomada con permiso.

en particular era una función de la capacidad son convocadas ad hoc, en estas reuniones
que tenían los longkos para distribuir bienes se deciden asuntos que son de interés general
o dones (Mauss, 2009). En la actualidad la como por ejemplo participar o no de determi-
autoridad del longko se ha debilitado preci- nado proyecto de desarrollo, participar como
samente porque ya no dispone de la capa- comunidad en alguna manifestación de ca-
cidad donadora de antaño, la que ha sido rácter reivindicativo o hacer alguna solicitud
reemplazada por las instituciones del Estado formal a la autoridad política. Las reuniones
reconfigurando consecuentemente la relación cumplen además la función de servir como
mapuche-winka en lo referente a la autoridad reguladoras del ejercicio del poder y son el
y el don (Foerster y Menard, 2009). espacio para confrontar posiciones encontra-
das, dado que todos los miembros están em-
También se respeta mucho a las ñañas parentados el tono de las discusiones es muy
ancianas, quienes desempeñan además un directo y suelen decirse las cosas cara a cara.
rol central en la crianza de los menores. El Asimismo, si bien al menos potencialmente
concepto de respeto es usado además para todos tienen voz, las reuniones por lo general
designar el ámbito de influencia de la auto- son dominadas por los adultos quienes po-
ridad, de modo tal que “hacerse respetar” es seen mayor experiencia de negociación y por
hacer valer un derecho sobre algo, esta ex- lo tanto mayor poder para ejercer influencia
presión es usada frecuentemente para referir- sobre el resto de la asamblea. Las mujeres
se al dominio que se tiene sobre el territorio y en tanto rara vez participan de los procesos
opera tanto colectiva como individualmente. deliberativos.
Pero la autoridad también se ejerce de forma
explícita como es el caso de las asambleas, Estructura social
donde quienes poseen más habilidades retó-
ricas ejercen una mayor influencia sobre los La sociedad pewenche se estructura mul-
demás, esto es particularmente importante tiescalarmente en base a una serie de escalas
considerando que la mayoría de los asuntos o niveles que se relacionan entre sí mediante
de dirimen por votación directa. las prácticas sociales. En este esquema el che
o “verdadera persona” (Course, 2011) ocupa
Toma de decisiones el primer lugar, el che en su calidad de perso-
na establece relaciones de distinto tipo con el
Las decisiones comunitarias por lo general resto de los miembros del grupo al que per-
se toman en las asambleas y reuniones que tenece pero prevalecen las relaciones con su
96 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

núcleo familiar directo. Una vez que se casa sucesivamente varias más, ligadas todas por
y forma una familia o caserado pasa a ser el vinculo de parentesco real o supuesto” (p.20).
ngen ruka, dueño de casa, luego al crecer Esta familia extensa resultante, que puede
sus hijos varones y casarse forman sus propio llegar a cuatro generaciones, está en relación
caserado y por regla general instalan su casa de proximidad y parentesco con las otras
cerca de la de su padre, de esta forma las uni- familias del grupo. Pese a esta proximidad,
dades domésticas se subdividen en función existen claras fronteras sociales que delimi-
del número de hijos y van constituyendo una tan el espacio de autonomía de cada familia,
familia extendida bajo la autoridad del jefe aun cuando hay gran interacción entre ellas.
de la familia que puede ser el abuelo o el Como consecuencia de estas interacciones se
padre. forma un entramado invisible o red de cone-
xiones que se dan en un territorio geográfica-
Esta forma de distribución espacial de mente delimitado, esto es el lof o comunidad
las unidades domésticas podría deberse a la que a su vez forma parte de un conjunto más
persistencia de una práctica ancestral, como amplio de relaciones con otros lof, estos por
se infiere de la siguiente observación de su parte al estar también conectados entre
Guevara (1908) “Así, un jefe de familia tiene sí forman la identidad territorial pewenche.
sus habitaciones, dos o tres rucas, en que se La Figura N° 5 ilustra la forma en que se es-
albergan sus deudos inmediatos i allagados. tructura una familia extendida, tomado de
A poca distancia vive una segunda familia un ejemplo real en el que conviven cuatro
con más o menos casas, en seguida otra i generaciones.

Figura N° 5
Esquema idealizado de la estructuración familiar.

Fuente: Elaboración propia.

Relaciones de parentesco parentesco que los une, ocupando el primer


lugar el de peñi (hermano) y luego el de tías,
La mayoría de los hombres de la comuni- tíos, primas, primos, etc., a lo que se agrega
dad están emparentados consanguíneamente el de padrinos. Un dato interesante es que
y con alguna excepción todos provienen del la mayoría de los hombres se llaman entre
mismo linaje fundado por don Mauricio Me- sí “cumpitas” que se deriva de compadre,
liñir cuya presencia en el lugar se remonta a aun cuando no sean compadres en el sentido
principios del siglo XX. Igualmente y como tradicional del concepto. Este dato, más que
resultado de la mantención de las prácticas una simple anécdota, representa una práctica
matrimoniales, casi todos los miembros man- bien extendida entre los mapuche para refor-
tienen lazos de afinidad que se expresan no zar los lazos de parentesco mediante la ins-
solo en el orden genealógico sino también en titución del compadrazgo sea este real o no.
la práctica cotidiana de llamarse mutuamen- Stuchlik (1999) sostiene que el compadrazgo
te, de ahí que todos se llaman por el lazo de es una de las principales estrategias de reclu-
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 97
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

tamiento social entre los mapuche y consti- de la comunidad se casan con mujeres de
tuye por tanto una forma de reciprocidad, lo otras comunidades, existiendo una preferen-
que se verifica en esta comunidad pewenche. cia por las mujeres de la Comunidad de Pe-
dregoso que es la misma comunidad de don-
El lakutún es otra fórmula usada frecuen- de proviene el linaje Meliñir. Esto se explica
temente para fortalecer las relaciones de por tres razones: primero, por la proximidad
afinidad y por lo tanto, de gran significado geográfica con esa comunidad; segundo, por
para la cultura. Consiste en la capacidad para la mayor interacción entre las familias de am-
transferir en forma de donación el nombre bas comunidades; y, tercero, por la existencia
propio de una persona, hombre o mujer, en- de una regla exogámica matrilateral según la
tre generaciones alternadas (Foerster, 2010). cual los hombres se casan con la hija del her-
De esta manera, se refuerzan los lazos trans- mano de la madre (Faron, 1969).
generacionales y se mantiene la memoria del
grupo. Este hecho, más que una simple forma Antiguamente, los rituales matrimoniales
de bautizar o dar nombre a las personas, incluían un estricto protocolo para la “peti-
implica el establecimiento de obligaciones ción de mano” de la novia junto con la nego-
mutuas con personas muertas o vivas; es en ciación de una compensación material en es-
consecuencia una forma de relaciones socia- pecies, este proceso podía tomar varios días
les. Así dos personas se hacen laku en el acto y requería el concurso de padrinos y repre-
de dar y recibir el mismo nombre, el que se sentantes del novio. Una vez que se llegaba a
transfiere de un mayor vivo a un menor con acuerdo, se fijaba una fecha para la fiesta que
quien lo unirá un vínculo que no se termina se extendía por varios días. Esta costumbre de
con la muerte, esta práctica se conoce como matrimonios a la “usanza antigua” se ha ido
lakutún. El siguiente ejemplo sirve para ilus- perdiendo y adaptándose a forma chilenas.
trar la vigencia de este mecanismo de repro- Pese a ello, los matrimonios siguen mante-
ducción social: la señora Paulina Huaiquillán niendo el carácter de alianzas territoriales y
esposa del longko es laku de su tía Paulina consecuentemente son fundamentales en la
Huaiquillán quien residía en la comunidad adquisición y reforzamiento de la condición
vecina de Pedregoso. Si bien la tía falleció, la de indígena.
institución del laku permite mantenerla viva
en su sobrina contribuyendo con esto a forta- Organización familiar
lecer los lazos ancestrales y espirituales de la
familia extendida. La unidad doméstica está organizada
en torno a la autoridad del padre que hace
Prácticas matrimoniales las veces de jefe de familia; está compuesta
por el matrimonio y los hijos solteros, hom-
Las prácticas matrimoniales constituyen bres y mujeres que viven en la misma casa
uno de los rasgos más importantes en la pro- conformando un caserado. Un caserado
ducción de fronteras étnicas (Barth, 1969) también puede estar constituido por un solo
entre los pewenche, aunque estas han sufrido individuo, hombre o mujer, en cualquier caso
importantes variaciones como pasar de la significa el tener “casa aparte”. Una vez que
poligamia a la monogamia (Bengoa, 2000)11. los hijos se casan, tienen las siguientes op-
En la actualidad las prácticas matrimoniales ciones: si es hombre, trae a su mujer a vivir a
se vinculan al aseguramiento de derechos la comunidad y forman una nueva familia; si
territoriales y a la mantención de las formas es mujer, debe dejar la casa paterna y acom-
de autoridad, que se reflejan en la residencia pañar a su marido a su comunidad de origen
patrilocal y la sucesión patrilineal. A fin de por la regla de residencia patrilocal; en el
conservar la persistencia del linaje y la trans- caso de mujeres viudas, por lo general, vuel-
misión masculina de derechos, los hombres ven a la casa de los padres. En su conjunto,
el sistema de relaciones que se constituye al
amparo de la familia extendida es el eje de la
11
vida social.
Según Bengoa (2000: 156), para los mapuche del
siglo XIX, los mayores focos de resistencia eran “que
no nos vengan a imponer vivir en pueblos, y que no Si bien las labores domésticas expresan
nos obliguen a la monogamia”. cierta diferenciación de roles por género,
98 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

no hay regla al respecto. Por ejemplo, los A nivel interno, los límites físicos son
hombres efectúan labores como el arado de demarcados mediante diversos mecanismos.
la tierra, la corta de leña, la movilización Por ejemplo, los límites territoriales de la
del ganado mayor y siembra. En el dominio comunidad que la separa de las comunida-
público, las asambleas son consideradas casi des vecinas están establecidos en función de
dominio exclusivo de los hombres. La mujer, los cordones montañosos presentes en toda
en tanto, se encarga de labores que incluyen la geografía y que actúan como barreras na-
la preparación de la comida, el cuidado de turales. Estos forman cuencas y valles sobre
los niños menores en edad no escolar, la los cuales está emplazada la comunidad.
mantención del huerto, el cuidado de ani- El río Ñireko que corre en dirección este
males menores y aves, el hilado de lana y y desemboca en la laguna Galletué actúa
tejido a palillo o a telar. En la esfera pública, también como límite interno y externo. Pese
son el apoderado de los niños en la escuela y a que estos límites están formalizados en
recientemente algunas se han integrado a las escrituras públicas, aún persisten problemas
actividades de turismo comunitario. Pese a de demarcación con la comunidad vecina de
esta diferenciación por roles, existe un impor- Pedregoso que se deben precisamente a una
tante número de actividades que son ejecuta- divergencia sobre el lugar donde debe estar
das por hombre y mujer juntos, entre estas se la línea de separación.
cuentan: cosecha y enfardado de pasto para
el invierno, recolección de piñones, contabi- Los límites internos, en tanto, son traza-
lidad y encierro de animales tales como ca- dos principalmente en función de accidentes
bras y ovejas y la compra mensual de víveres o hitos geográficos como divisorias de aguas,
en el pueblo. montañas, o quebradas a partir de los cua-
les se dibuja una línea imaginaria. El uso
Territorio de líneas imaginarias como técnica de de-
marcación era una práctica común entre los
La comunidad está localizada a una dis- agrimensores, geógrafos e ingenieros para la
tancia aproximada de 35 km del límite con división predial ya a fines del siglo XIX, por lo
Argentina (medido desde la escuela al Paso cual sería inexacto atribuirla exclusivamente
Icalma) que no solo separa a los chilenos de a los pewenche. Por el contrario, pareciera
los argentinos, sino que también divide al ser que la adopción de esta técnica por los
territorio pewenche que se extiende histó- indígenas es meramente de orden práctico y
ricamente por ambos lados de esta frontera proviene precisamente del contacto perma-
internacional. Este espacio está muy presente nente con esos profesionales, quienes veían
en el imaginario de la comunidad toda vez en su uso una forma económica y rápida para
que el cerro Batea Mahuida, hito geográfico establecer deslindes, toda vez que no era ne-
ubicado al sur de la comuna de Lonquimay cesaria la construcción de cercos. Al consti-
por donde pasa el límite, es visible desde tuirse la propiedad y subdividirse los predios
muchos lugares de Quinquén. Pero también en unidades de menor tamaño, la línea ima-
esta localización fronteriza ha significado ginaria progresivamente dejó de ser efectiva
una configuración social en la que coexisten para dar lugar a áreas totalmente cerradas por
distintas subjetividades impuestas, tales como estructuras físicas como alambradas y cierres
la de colonos nacionales y extranjeros y la de perimetrales de empalizadas. En la actualidad
campesinos chilenos e indígenas, muchos de y pese a existir un mayor número de herra-
los cuales fueron repatriados desde la región mientas y técnicas de demarcación, la línea
argentina del Neuquén. En un trabajo recien- imaginaria sigue siendo reconocida y respeta-
te Canio y Pozo (2013: 324), documentan el da entre los miembros de la comunidad como
relato de Nawelpi del año 1901 sobre la ocu- la más eficaz forma de establecer límites.
pación militar del territorio que tiene lugar en
la laguna Gallatué. Este relato es consistente La producción de límites sociales, en
con las narrativas orales de la comunidad, tanto, no es independiente de la producción
que dan cuenta de la llegada de sus antepasa- de límites físicos y constituye una forma bien
dos a este “lugar de refugio”, que es el signifi- defi nida de fortalecer la territorialidad y el
cado que dan a la voz Kmkeñ. orden comunitario. Los límites sociales se
expresan en la interacción multiescalar de la
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 99
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

siguiente forma: a) entre los individuos con la inician en el individuo, siguiendo con la uni-
comunidad, b) entre todos los miembros de dad doméstica o caserado, de ahí se proyecta
la comunidad, y c) entre la comunidad con hacia la comunidad, hasta incluir a toda la
otras comunidades. Consecuentemente, los identidad territorial pewenche, en su con-
límites emergen de los campos de relaciones junto se trata de una verdadera topología de
que vinculan lo individual con lo colectivo redes que configura la base del ordenamiento
(Figura N° 6). Estos campos de relaciones se espacial.

Figura N° 6
Modelo simplificado de interacción multiescalar del lof-comunidad

Fuente: Elaboración propia.

Distribución del espacio territorial Este era básicamente el sistema antiguo para
la subdivisión del espacio que en la práctica
El espacio territorial comunitario se ha consagraba el derecho de propiedad. En la
constituido en base a distintas lógicas, entre actualidad, y bajo la legislación indígena que
las que sobresale de manera incontrarresta- rige desde 1993, este derecho puede ser soli-
ble la intervención del Estado, en especial a citado también a la autoridad a fin de obtener
partir del momento mismo en que el grupo se un ‘derecho real de uso’ que permita a los
constituyó como comunidad indígena formal. tenedores postular a subsidios de vivienda.
No obstante, el peso del poder del Estado
en la configuración del espacio territorial Otra práctica que revela la persistencia de
no ha significado –al menos totalmente– la formas ancestrales de distribución de espacio
desaparición de prácticas ancestrales en su es la autoridad de la comunidad para asignar
ordenamiento, entre las que destaca la autori- espacios en el eltun cementerio, a fin de ga-
dad con la que cuenta el jefe de cada familia rantizar que todos al momento de morir pue-
para distribuir derechos de goce entre sus dan iniciar su viaje al wenupamu o tierra de
hijos. Este derecho consiste principalmente arriba. Desde una perspectiva simbólica, una
en permitir al hijo que lo solicite –usual- práctica de distribución de espacio la consti-
mente al momento de casarse– un espacio tuye la autorización que da la comunidad por
para la construcción de su casa en los límites intermedio del longko para la instalación de
del espacio asignado a la familia, de forma un küni o ramada en la ceremonia del nguilla-
tal que el hijo aun cuando continúa bajo la tún, lo cual otorga el derecho a participar de
tutela relativa del padre, obtiene cierta au- dicha ceremonia como una unidad familiar
tonomía de este al formar su propia familia. independiente, en un espacio distinto al del
100 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

padre. Este no es un derecho adquirido por ranada que es una unidad que consta de
el mero hecho de pertenecer a la comunidad corral y una estructura de canoga (madera
sino que es el resultado de un proceso de rústica con techo de zinc), donde acopian
negociación que involucra elementos de au- los piñones y duermen (Figura N° 7B y
tonomía, autoridad y prestigio. Nº 7C). En la actualidad, también algunas
estructuras se han reconstruidos con fines
Uso del territorio turísticos (Figura N° 7D). Originalmente,
todo el sector donde hoy se emplaza la
El ciclo invernada-veranada corresponde comunidad era usado como “sitio de vera-
a una dinámica tradicional de uso del espa- nada”; de hecho, fue precisamente debido
cio territorial que permite explicar la persis- a la repetición ininterrumpida del ciclo
tencia y reproducción de la cultura pewenche que la familia Meliñir fue adquiriendo de-
de Quinquén. En efecto, esta dinámica da rechos sobre el espacio ancestral.
cuenta de la forma en que las familias y los
individuos se relacionan con el territorio a fin • Como práctica: El ciclo invernada-ve-
de hacer uso de los recursos naturales para ranada constituye también un práctica
asegurar la existencia material y la forma de social que da significado al modo de ser
vida. El ciclo invernada-veranada no debería pewenche y es en alguna medida uno de
ser visto meramente desde una lógica binaria sus rasgos más distintivos, aunque el me-
abajo-arriba o como una modalidad de con- nos visible a los ojos externos. En efecto,
trol vertical de pisos ecológicos, ni como una mientras que algunos ven en este patrón
forma de trashumancia. Por el contrario debe- de uso del espacio un resabio de prácti-
ría examinarse desde múltiples dimensiones, cas poco eficientes, lo cierto es que han
teniendo en cuenta que se trata de una forma demostrado ser altamente efectivas en la
de articulación que designa varias cosas por reproducción del sistema de económico
separado y todas a la vez. Así, por ejemplo, y cultural de esta comunidad. Asimismo,
se usa para designar espacios, prácticas so- el hecho de que en la mayoría de los ca-
ciales y modos de producción. En consecuen- sos el sitio de invernada y veranada sean
cia, mientras que es cada una de esas cosas, contiguos, hace difícil establecer cuándo
un enfoque más productivo sería verlas de comienza y cuándo termina un ciclo. De
forma relacional. hecho, es común que en el mismo día, es-
pecialmente durante el verano, algunas fa-
• Como espacios: La invernada es un espa- milias realicen una jornada de recolección
cio perfectamente delimitado, donde las en su puesto de veranada, pero vuelvan a
familias tienen sus animales, cocina de su casa a dormir. En estricto rigor se trata
fogón (Figura N° 7A), corrales, galpón, de una actividad permanente sin principio
huerto, leñera, sembradíos y demás ele- ni final, por lo tanto cualquier intento de
mentos esenciales para la vida. Allí las separación resultaría improductivo12.
familias permanecen de manera estable la
mayor parte del tiempo realizando distin-
tos tipos de actividad dependiendo de la 12 Esta observación, no debería considerarse como una
disponibilidad de recursos y de la época regla general que define el ciclo invernada-veranada,
del año; se trata entonces del lugar donde como una práctica social que se ejecuta igual y de
la misma forma entre todos los pewenche. Se trata
tienen la casa. La veranada, en tanto, es entonces de una información proveniente del con-
un espacio delimitado de manera más am- texto específico de la realidad de Quinquén. Tuve la
plia hacia donde las familias se movilizan oportunidad de visitar las veranadas de Pehuenco,
durante la época estival a fin de obtener Pulul y el Tiriento en Lonquimay, donde las familias
los recursos que complementan su siste- se instalan con todos sus enseres desde el inicio del
verano hasta el fin de la temporada de piñoneo, lo
ma económico entre los que se destacan: que coincide con el inicio del otoño. También visité
el pasto para los animales, los piñones la veranada Koñiñamco en el sector de Pitril en el Alto
y la leña. Estos espacios están asignados Biobío, donde el ciclo tiene un carácter trashumante.
a cada familia, aunque también existen En consecuencia, existe una amplia variabilidad en
la forma en que se ejerce este control espacial el que
algunos de uso común. Durante el tiempo en gran medida está determinado por la continuidad
que dura el “veraneo”, permanecen en territorial entre el lugar de residencia y los lugares de
lo que se conoce como un puesto de ve- pastoreo y recolección (Huiliñir, 2010).
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 101
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

• Como modo de producción: El ciclo simplista, es decir el ciclo invernada-


invernada-veranada representa más clara- veranada va mucho más allá que el con-
mente que cualquier otro rasgo identitario trol vertical de recursos, la movilidad de
el modo de producción pewenche. Efecti- animales o la recolección de piñones. Se
vamente, es mediante este sistema de uso trata más bien de un complejo sistema
del espacio que las familias despliegan de interacción hombre-naturaleza, que
sus estrategias de vida, basadas principal- constituye la base de la economía moral
mente en mecanismos de complementa- del grupo (Scott, 1977), proporcionando
riedad ecológica. Si bien son mecanismos a todos sus miembros los recursos básicos
relativamente simples en su ejecución, no para su supervivencia.
deberían ser vistos desde una perspectiva

Figura N° 7
Estructuras tradicionales pewenche. (A) Cocina de fogón en invernada, sector el Cajón. (B) Puesto
de veranada, sector Rankewe. (C) Puesto de piñoneo compartido, sector El Trillento. (D) Cocina de
fogón para actividades de turismo.

Fuente: Archivo personal del autor. Tomadas con permiso.

Espacios de significación cultural área destinada a la celebración del ritual del


nguillatún o rogativa. En este espacio semi-
En la geografía pewenche, virtualmen- circular de aproximadamente 45 metros de
te, todos los espacios tienen un significado diámetro, con su abertura orientada hacia el
cultural. Es posible, sin embargo, establecer puel mapu (este), se reconstruye cada año un
entre ellos algunas diferencias de orden je- complejo ceremonial, al centro del cual se
rárquico. En el caso específico de Quinquén, ubica el rewe o altar, que en el caso pewen-
esto se confirma en la identificación de sitios che es una araucaria joven que se corta ex-
de importancia ceremonial, ecológica y eco- clusivamente para servir este propósito. En el
nómica, con los cuales los habitantes estable- contorno de este semicírculo, se construyen
cen relaciones de interdependencia. estructuras de madera o ramadas cubiertas de
ramas de coihue donde se ubican los cacera-
Entre los sitios de signifi cación ceremo- dos que participarán en el ritual. El ngillatuwe
nial destaca en primer lugar el ngillatuwe, representa para los miembros de la comuni-
102 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

dad el lugar más sagrado, pues es aquí donde solamente el lugar donde estaban las vivien-
cada año se invoca al Chao Ngenechen o das principales, en las invernadas. El resto de
gran creador, tanto para agradecer los dones los espacios fueron rematados a particulares.
recibidos, como para pedir abundancia de En consecuencia, las nuevas reducciones se
ellos, lo que incluye animales, cosechas y encontraron con el hecho de tener que solici-
piñones. tar permiso a actores no pewenche, incluido
el Estado, para poder acceder a las pinalerías
El eltuwe (cementerio) es otro sitio de dando lugar a un sistema que consagraba,
uso ceremonial, destinado a la celebración por una parte, derechos de propiedad y, por
del eluwün o ritual de enterramiento. Aquí la otra, derechos de acceso. En la actualidad
se encuentran los restos de los antepasados y en virtud del crecimiento de la población
y parientes directos de las familias que viven de Quinquén, cada familia dispone de un
en la comunidad, pues solo ellos pueden des- sitio bien delimitado para el piñoneo, por lo
cansar ahí. El eltuwe es considerado también general contiguo a la invernada.
un lugar sagrado, pues es desde allí donde los
difuntos inician su viaje hacia el wenu mapu La mawida (montaña) es un área que
o tierra de arriba donde están quienes “vivie- posee un carácter distintivo en el imagina-
ron en la tierra y subieron arriba” (Grebe et rio cultural pewenche. Objetivamente, su
al., 1972: 66). presencia es notoria en todo el paisaje de
la comunidad, pero los significados que es-
Los sitios de importancia ecológica co- conde así como su carácter sagrado solo se
rresponden a áreas naturales que pueden comprenden desde el universo pewenche.
dividirse entre pinalerías, montañas y acuí- Una indicación bien característica de aquello
feros. Las pinalerías son probablemente los es la observancia de un pequeño ritual que se
espacios de mayor importancia en la orga- ejecuta como muestra de respeto al ingresar
nización de la vida pewenche, debido a la a ese espacio. Los pewenche creen que todos
fuerte conexión con el pewen (araucaria los lugares poseen un dueño o ngen (Grebe,
araucana). Literalmente, los pewenche son 1993); en el caso de la montaña es el ngen
la gente –che– del pewen –araucaria–. Cu- mawida, quien es además el protector de
riosamente, sin embargo, ellos raramente se todos los seres del mundo natural y sobre-
refieren al árbol en su lengua y lo llaman en natural que allí habitan. Entre los primeros
cambio como pino araucaria; de ahí entonces destaca el pangue o trapial, león o puma, con
que una concentración de estos árboles sea el cual los pewenche establecen una rela-
conocida como pinalería. Estos lugares tienen ción muy estrecha al punto de ser conocido
un dueño o espíritu protector, Ngen-Pewen, como el ta peñi (hermano mayor). Si bien no
que es el dueño del bosque de araucarias hay testimonios de ataques a personas, los
(Grebe, 2006: 63). Su mayor importancia es ataques al ganado menor son relativamente
ser el lugar donde se recolecta el ngülliw o frecuentes, en especial en primavera. En la
piñón, que es la semilla del árbol que además montaña también habita el ngürü o zorro,
constituye la base de la alimentación familiar. cuya figura es omnipresente, en primer lugar
A esta práctica específica de recolección se porque es el ser que da el nombre al linaje
le conoce como piñoneo. En el pasado es- y en segundo lugar por los ataques furtivos a
tos lugares eran también un refugio al que las aves de corral. Al igual que ocurre con el
acudían cada verano las familias pewenche tapeñi al ngürü no se le captura ni da muer-
que habitaban las laderas occidentales de la te, por último el ngürü se manifi esta en la
cordillera de los Andes, con el fin de cazar, narrativa oral que se expresa en los epew o
recolectar piñones y secar carne. Si bien, cuentos, conocidos por todos los miembros
eran espacios a los que se tenía libre acceso, de la comunidad, aunque solo los epewtufe
existían acuerdos sobre qué área le corres- contadores de cuentos poseen el don para
pondía a cada linaje. Con la formación de las contarlos. Guevara (1911) apunta que “en sus
reducciones indígenas y la entrega de títulos refranes zoológicos desempeña el zorro un
de merced, hacia fi nes del siglo XIX, estos papel principal, tanto por ser personificación
espacios, bien diferenciados, que coincidían de la astucia i, por consiguiente, el héroe
además con los lugares de veranada, queda- de sus cuentos, cuanto por convertirse con
ron fuera de los títulos, en los que se incluyó frecuencia en animal nocivo i misterioso que
PRÁCTICAS COTIDIANAS DE ANCESTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO INDÍGENA: EL 103
CASO DE LA COMUNIDAD PEWENCHE DE QUINQUÉN

ronda en la noche como agente de una vieja Finalmente, los mallines constituyen es-
bruja (p.10). pacios con características bien definidas,
corresponden a formaciones vegetacionales
En la montaña también habitan aves como herbáceas con abundante humedad que se
el manke o cóndor que, de gran tamaño, encuentran localizados en los valles y en
sobrevuela los cielos de la comunidad. La altura, aunque no homogéneamente distri-
presencia del cóndor es muy evidente y es buidos. Dadas las condiciones climáticas, la
frecuente verlo planear a gran altura en días presencia de suelos volcánicos y la irregular
claros; esta presencia además se manifiesta topografía del lugar, los mallines son espacios
en el nombre de la cumbre más alta del te- de gran valor económico puesto que son re-
rritorio, el cerro Manquewe o Ranquewe (no servas naturales de pasto, hasta allí entonces
existe acuerdo en la forma de designarlo lo son movilizados los animales a la entrada
cierto es que el nombre deriva de la presen- del verano. Su formación es permitida por la
cia de nidos de cóndores). Otra ave que goza presencia de menukos que corresponden a
de gran signifi cación es el ñancu o águila, afl oramientos de agua de alta signifi cación
cuya presencia es también visible en los cie- cultural. Estos lugares también poseen un
los. La importancia de esta ave es que está en ngen o dueño que es invocado para que se
el apellido materno de los hijos nacido de la mantenga flujo permanente de agua. En estos
unión de una pareja de miembros fundadores acuíferos también habita el punalka que es
de la comunidad. Otra ave bien característi- un espíritu maligno. Los saltos o saltillos son
ca que habita la montaña es el rere, pájaro también lugares que gozan de un especial
carpintero, que no siempre se puede ver pero significado en la cosmovisión pewenche,
casi siempre se puede oír. Por último y aun- ya que poseerían una alta concentración de
que más raro de ver, la montaña es el hábitat newen, energía que se transfiere a los hom-
del nuku o búho, asociado a presagios negati- bres y les da fortaleza. Precisamente, una de
vos (Villagrán et al., 1999). las prácticas no ritualizadas más poderosas es
el dar y recibir newen, consistiendo más bien
El territorio comunitario es cruzado por en un acto performativo del habla, es decir el
una serie de cursos de agua de carácter per- acto se produce en el momento mismo de la
manente, entre estos destacan el río Quin- enunciación de la palabra (Course, 2012).
quén que al confluir con el Zanueco da naci-
miento al Ñireco. Estos ríos con sus afluentes El retorno de los ancestros:
y quebradas sirven como límites naturales y
son además la principal fuente de abasteci- reflexiones finales sobre la
miento de agua para los ecosistemas de pra- importancia de las geografías
dera. Estas aguas superfi ciales desembocan
en la laguna Galletué que conjuntamente con
indígenas
la laguna de Icalma dan origen a una de las
En el marco de la llamada emergencia ét-
mayores cuencas hidrográficas del país, cuyo
nica y en la coyuntura de los 500 años de la
cauce principal es el río Biobío. Este río es el
invasión europea al continente, la comunidad
de mayor importancia geográfica e histórica
pewenche de Quinquén alcanzó notoriedad
en las relaciones entre el pueblo mapuche y
por su lucha para lograr el reconocimiento
el resto de la sociedad chilena13.
al derecho de primeros ocupantes sobre las
tierras que actualmente habita. El recono-
cimiento de estos derechos finalmente se
13 Desde una perspectiva geohistórica (Molina, 2012), obtuvo y la comunidad recibió sus títulos de
el río Biobío constituye la línea divisoria entre la propiedad el año 2007. A partir de entonces,
nación chilena y la nación mapuche (Téllez et al.,
2011). En efecto, desde la colonia el río fue recono-
e incluso antes, los habitantes de la comuni-
cido como la frontera norte que delimitaba el espa- dad han comenzado un interesante proceso
cio jurisdiccional conocido como territorio indígena de reestructuración profunda de sus prácticas
y sobre el cual los mapuche tenían soberanía, la más tradicionales y que configuran lo que
que se extendía por el sur hasta el río Toltén. Esa
área intermedia corresponde a lo que comúnmente
aquí se ha llamado un proceso continuo de
se conoce la Araucanía tradicional (Urbina, 2009), ancestralización del territorio.
también designada como “La Frontera”.
104 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

Este proceso de ancestralización subyace o a ubicarlo en discursos primordialistas. La


a varios aspectos de la vida en Quinquén, integración analítica de las prácticas cotidia-
haciéndose sobresaliente e incluso visible de nas de la comunidad vinculadas al contexto
múltiples formas, tanto hacia el interior como externo, ha permitido revelar la existencia de
hacia el exterior de la comunidad. Como una geografía indígena sustentada en el co-
parte de esta dinámica la invocación a lo nocimiento, la experiencia y la vivencia del
ancestral puede tener un carácter estratégico, territorio. Una mayor consideración a estos
toda vez que es empleada por una parte, para aspectos, podría contribuir a una necesaria
legitimar la autoridad de longko en la propia reflexión sobre lo que es vivir en una comu-
comunidad y por la otra, para exhibir hacia nidad indígena. Pero más importante aún,
el exterior la fortaleza espiritual o newen que podría contribuir a entender lo que significa
le otorgaría contar una machi, ambas figuras hoy en día ser pewenche.
encarnan la máxima expresión del poder an-
cestral de todo el pueblo mapuche. Así, dos
instituciones consideradas en declive, pueden
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da en la forma multiescalar en que se organi-
za el entorno social, comenzando a nivel de AYLWIN, J. y CUADRA, X. Los desafíos de
la identidad individual conectada a la estruc- la conservación en los territorios indígenas en
tura familiar mediante las relaciones de pa- Chile. Temuco: Observatorio de Derechos de
rentesco consanguíneo y por afinidad, que se los Pueblos Indígenas, 2011.
expresan en la mantención de alianzas ma-
trimoniales preferentes con una comunidad COMISIÓN DE TRABAJO AUTÓNOMO
vecina, vinculándose de esta forma en agre- MAPUCHE (COTAM). Informe de la Comisión
gados mayores que conforman la identidad verdad histórica y nuevo trato, Volumen III,
territorial pewenche. Pero las interacciones Tomo 2: Primera parte del informe fi nal de
con el territorio revelan también la existencia la Comisión de Trabajo Autónomo Mapuche.
de protocolos para acceder, controlar y usar Mapu Küpal Azkunun Zugu. Fundamentos y
los recursos que aseguren la subsistencia. An- Manifestaciones del derecho propio mapu-
clado a estos protocolos se observa la coexis- che, 2003.
tencia de seres del mundo natural y sobrena-
tural entre los que se establecen relaciones de BACIGALUPO, A. La voz del kultrun en
mutua dependencia, estas interacciones han la modernidad: Tradición y cambio en la te-
mostrado una fuerte persistencia en el tiem- rapéutica de siete Machi Mapuche. Santiago
po, como el ciclo invernada-veranda y una de Chile: Ediciones Universidad Católica de
marcada continuidad en el espacio expresada Chile, 2001.
en el establecimiento de deslindes, fronteras
y límites cuyos trazados no han borrado com- BACIGALUPO, A. Las prácticas espiritua-
pletamente las formas de significar el espacio les de poder de los machi y su relación con
a la usanza ancestral. la resistencia mapuche y el Estado chileno.
Revista Chilena de Antropología, 2010, Vol.
Sin pretender definiciones absolutas o 7, N° 21.
totalizantes, este artículo ha presentado evi-
dencia para ayudar a comprender mejor el BARTH, F. Los grupos étnicos y sus fronte-
signifi cado de la dimensión ancestral de la ras. La organización social de las diferencias
vida en la comunidad pewenche de Quin- culturales. Introducción. México: Fondo de
quén. Con ello, se ha buscado avanzar hacia Cultura Económica, 1969.
una mayor complejización en el análisis de
las dinámicas territoriales, que trascienda en- BENGOA, J. Quinquén: cien años de his-
foques a veces estáticos de lo ancestral y que toria pehuenche. Santiago de Chile: Ediciones
tienden a relegarlo a un tiempo inmemorial Chile América CESOC, 1992.
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