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Fundación Católica Universitaria Lumen Gentium

Vicerrectoría Académica – Dpto. de Comunicación y Lenguaje


Área: COMPRENSIÓN y Producción de Textos Académicos

TEMA: La idea principal y las ideas secundarias en el modo de organización EXPOSITIVO.

PREGUNTAS PREVIAS

 ¿Sabes qué es una zaranda? ¿Sabes qué es zarandear?


 ¿Cómo crees que se puede llegar a las ideas (principal y secundarias) en un texto?
 ¿Qué es un resumen? ¿Cómo hacerlo? ¿Cuál es la importancia del resumen?

INTRODUCCIÓN

Tras haber avanzado en el proceso de lectura, yendo de una aproximación inicial al texto a partir de
un par de estrategias (interés / subrayado y comentarios), para luego pasar por comprensiones más
locales, deteniéndonos en las relaciones de sentido (conectores lógicos), las relaciones de
referencia y la aproximación de significado a palabras desconocidas a partir del contexto (lectura
relacional), cabe hacerse la pregunta por las ideas que el texto trabaja. Para aproximarnos a este
objetivo, hemos dado un paso muy importante: identificar la secuencia dominante del texto; no
obstante, la tarea aún hay que completarla. Esto va a implicar un trabajo de articulación, reducción
y síntesis de la información que lleve a identificar aquello que el autor de texto fundamentalmente
nos ha querido explicar a través de un volumen amplio de detalles. Diremos que nos hemos
detenido hasta el momento en el cómo nos ha explicado el autor las ideas, pero es hora ya de
reconocer conscientemente las ideas mismas. Para lograr este objetivo, existe una estrategia que
metafóricamente se da en llamar podando el árbol.

ESTRATEGIA Podando el árbol

Cuando nos disponemos a podar un árbol, la idea es “eliminar” un conjunto del mismo que nos
permita ver con mayor claridad la estructura del árbol. Para el caso de los textos, de lo que se trata
es de lograr poner al descubierto el tronco (idea principal) y las ramas (ideas secundarias), más no
el follaje. Este último es el que nos interesa retirar; es decir, los detalles. Esto también lo podríamos
ilustrar a través de una metáfora distinta a aquella que ya les he presentado. De seguro hemos
escuchado que a tal o cual lo “zarandearon”. Lo que quizá no sepamos es de dónde viene el
término “zarandear”. Este verbo viene del sustantivo “zaranda”, que es un objeto que permite
limpiar la arena o lograr una arena más fina a partir de una arena más gruesa. Trasladando esta
idea al trabajo que nos asiste (alcanzar las ideas que se explican en un texto ordenado de manera
expositiva), de lo que se trataría es de poner el texto en la zaranda y “zarandearlo”, permitiendo
que caigan los detalles para lograr dejar sobre la malla de la zaranda las ideas. Ahora bien, todo lo
anterior no quiere decir que los detalles explicativos sean “basura” o “estorbo”; todo lo contrario:
son los detalles explicativos los que nos permiten llegar a las ideas, pero son las ideas, en últimas,
las que debe perseguir el lector.

UN PEQUEÑO EJEMPLO

Observemos el siguiente párrafo tomado del texto “Delfines. Espíritus del río”.
Los delfines nadan entre los árboles. Doblando su sinuoso cuerpo, se deslizan entre las ramas y
ondulan alrededor de los delgados troncos cual serpientes. Al momento que los peces de color verde
salen disparados entre las hojas, los delfines, rosados como gomas de mascar, los atrapan con sus
hocicos largos y dentados.

Si se nos pidiese que lo podáramos o que lo pusiéramos sobre la zaranda, la estrategia consistiría en
subrayar aquellos detalles explicativos para que queden expuestos los elementos que, articulados,
van a constituir la idea que en dicho fragmento el autor procura explicarnos. Así las cosas, el
párrafo se observaría de la siguiente manera:

Los delfines nadan entre los árboles. Doblando su sinuoso cuerpo, se deslizan entre las ramas y
ondulan alrededor de los delgados troncos cual serpientes. Al momento que los peces de color
verde salen disparados entre las hojas, los delfines, rosados como gomas de mascar, los atrapan
con sus hocicos largos y dentados.

Hecho lo anterior nos quedan las siguientes partes:


Los delfines nadan entre los árboles.
Al momento que los peces
salen disparados
los atrapan

Esta operación nos deja partes desarticuladas, por lo que se exige al lector que las articule,
incorporando las palabras y los signos de puntuación que resulten necesarios, para una
comprensión de la idea resultante, a saber:

Los delfines nadan entre los árboles. Al momento que los peces salen disparados, los delfines los
atrapan.

Lo anterior es el contenido proposicional del fragmento, la idea. Es decir, aquello que, palabras
más, palabras menos, el autor nos procuró explicar a través de un conjunto de detalles, detalles
que fueron “podados”. Es importante destacar que, aunque el lector debió incorporar en este caso
particular un signo de puntuación (coma), el resultado se mantuvo en la voz del autor del texto. En
otras palabras, el resultado no es una interpretación del lector, pues la idea es del autor, sólo que el
lector la está poniendo al descubierto.

En algunas oportunidades el contenido proposicional no requiere articulación porque se encuentra


en una oración precisa. En otras oportunidades lo que ocurre es que la idea se encuentra
absolutamente implícita, entonces el lector debe construirla a partir de los detalles. Por ejemplo, si
nos presentaran el siguiente fragmento:

Claudia es una estudiante que siempre llega puntual a clase. Nunca he sabido que ella no traiga una
tarea sin desarrollar o que no realice un taller en clase. Entre el conjunto de sus compañeros, ella se
destaca por las calificaciones que alcanza en los parciales. Asimismo, es una de las pocas
estudiantes que participa muy activa y brillantemente.

La versión gráfica de la poda nos haría ver este fragmento de la siguiente manera:
Claudia es una estudiante que siempre llega puntual a clase. Nunca he sabido que ella no traiga una
tarea sin desarrollar o que no realice un taller en clase. Entre el conjunto de sus compañeros, ella se
destaca por las calificaciones que alcanza en los parciales. Asimismo, es una de las pocas
estudiantes que participa muy activa y brillantemente.

Alguien se podría entonces preguntar: ¿no hay acaso idea aquí? Por supuesto que la hay, los
detalles la insinúan, pero es el lector quien debe derivarla. En este caso es “claro” que el contenido
proposicional es “Claudia es una excelente estudiante”. Esta idea está en el texto, pero de manera
implícita. Corresponde al lector hacerla explícita.

Antes de pasar al ejercicio, hay que comprender tres asuntos adicionales. 1. En los textos, los
autores destinan fragmentos para trabajar una idea (secundaria) para dar paso a un nuevo
fragmento que trabaje otra idea (secundaria). Es decir, al interior de los textos existen fronteras o
límites. Es bueno detectar estos límites para hacer el trabajo de poda en cada uno de los
fragmentos identificados y así lograr el conjunto de ideas secundarias que están siendo explicadas
en el texto. 2. El conjunto de ideas secundarias deben dar lugar a una sola idea, la cual se
constituirá en la idea principal del texto. 3. El conjunto de ideas (tanto la principal como las
secundarias) se articulan para lograr de esta manera el resumen global del texto. Cuando llegamos
a este punto (el resumen), podemos decir, finalmente, que hemos leído el texto.

Un PRIMER EJERCICIO

A través de la estrategia explicada, alcance la idea (contenido proposicional) que el autor intenta
explicar en el siguiente fragmento del texto “Delfines. Espíritus del río”.

Cada primavera, el delfín amazónico abandona los confines del canal del río para una probada de su
antiguo hábitat. En la reserva Mamirauá, al oeste de Brasil, donde Tony Martin, de la Universidad
de Kent, Reino Unido, ha estudiado los delfines en los últimos 16 años, dos afluentes del Amazonas
inundan miles de kilómetros cuadrados de selva durante la mitad del año, convirtiéndola en un mar
enorme donde sobresalen los doseles de varios árboles. Martin y su colega brasileña Vera da Silva
han encontrado que las hembras de esta especie, en particular, se alejan de la selva, quizá para
refugiarse de los machos agresivos de piel rosada. En su mayoría, las hembras son grises; Martin y
Da Silva creen que el color rosado de los machos es tejido cicatrizado.

Tomado de: http://www.ngenespanol.com/articulos/304553/espiritus-del-rio/

Un SEGUNDO Y DEFINTIVO EJERCICIO: Reencauches de un viejo problema

1. Identifique los límites internos.


2. Logre la idea que se explica en cada los fragmentos resultantes.
3. Logre la idea principal del texto.
4. Articule y elabore la versión resumen del texto.

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