FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS  UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO

José M. MARILUZ URQUIJO.

La causa de Hacienda.
Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho, Buenos
Aires, pp. 83-85.

Dentro de las reformas borbónicas la reorganización de la Real Hacienda ocupa un

lugar prominente y se conecta con importantes cambios en el plano
administrativo y económico. Las disposiciones tendientes a lograr una mejora
comienzan con Felipe V pero se intensifican en la segunda mitad del siglo (...)
Carlos III escribe... que la hacienda es inseparable del comercio...

Las reformas seguirán así caminos paralelos proyectados para conducir al objetivo
común de potenciar los ingresos de un Estado que busca afirmar su presencia.
Aumentará el número de empleados y se procurará elevar su nivel técnico; se
racionalizará la recaudación, administración e inversión de la renta pública; se
buscará reunir la máxima información posible sobre la población, los recursos
naturales susceptibles de explotación, el comercio y la industria de modo de
conocer mejor la realidad que debe manejar el gobernante; se intentará
movilizar las energías de la nación castigando la ociosidad e instruyendo a los
trabajadores para que sean más eficientes; se removerán los obstáculos físicos y
legales que traban la circulación de bienes en el territorio nacional; se procurará
descubrir y promover nuevas fuentes de riqueza; se canalizará el intercambio
entre la Metrópoli y las colonias de tal suerte que la primera provea los artículos
manufacturados y las segundas las materias primas (...).

La Ordenanza es la fiel expresión del pensamiento ilustrado sobre las respectivas

funciones de la Metrópoli y las colonias. No se explican esas relaciones pero su
texto se articula muy ajustadamente con el conjunto de disposiciones que se
dictan al mismo tiempo para la Península, configurando dos partes bien
individualizadas pero que se integran en un todo armónico. En parte las
diferencias que se registran obedecen a la diversidad de ambas áreas pero sobre
todo responden al diferente rol que les asigna el libreto ideado por los políticos
del momento.

Después de tres siglos de gobierno indiano la Metrópoli tiene un aceptable

conocimiento de la cosa americana pero eso no basta para satisfacer la curiosidad
y el anhelo de reformas que anidan en la Corte. Los ilustrados, muy sensibles a
los cambios determinados por el tiempo, opinan que la información debe ser
constantemente actualizada y que las nuevas noticias que se irán recogiendo
deben ser la base de las medidas que convenga adoptar. Un funcionario indiano
comenta que la suma de funciones que debe cumplir un buen intendente puede
reducirse al principio de sacar el máximo partido posible de los recursos naturales
que pueden ser aprovechados por los vasallos y que como ese resultado no puede
conseguirse a tientas, el gobernante deberá conocer la situación del lugar, el
aire, el clima, la naturaleza, el ingenio de los habitantes, los mares, puertos, sus
límites y vecinos, sus fuerzas, su feble y otras mil particularidades.

Para que esa información sea confiable deberá ser reunida por técnicos idóneos.
...los intendentes encargarán a ingenieros de toda satisfacción e inteligencia la
formación de mapas topográficos de sus distritos en los que se señalen
puntualmente límites, montañas, bosques, ríos y lagunas y que los mismos
ingenieros presenten relaciones sobre la calidad de las tierras de la provincia, sus
producciones naturales en los reinos mineral, vegetal y animal, las maderas útiles
para el comercio o la construcción de bajeles, la posibilidad de abrir acequias de
regadío o establecer molinos (...) los intendentes darán cuenta a la Secretaría y
al Consejo de Indias de todas las noticias conducentes a la conservación, aumento
y felicidad de aquellos dominios (...) Para alcanzar esos resultados los
informantes deben tener muy en cuenta la utilidad que pueden prestar las
producciones o proyectos a los que se refieren ya que lo útil, lo eficaz, lo
práctico, como valores altamente apreciados por la Ilustración, constituyen una
de las metas perseguidas por la Real Ordenanza de Intendentes (...).

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