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Goolishian, H. y Anderson, H. 1987.

Language systems and therapy: An


evolving idea. Psychotherapy, n 2 24(3S), pp.529-538.
Goolishian, H. y Anderson, H. 1992a. Strategy and intervention versus no-
nintervention: A matter of theory. Journal of Marital and Family The-
rapy, n 2 18, pp. 5-16.
Goolishian, H. y Anderson, H. 1992b. Sorne afterthoughts on reading Dun-
2
can and Held. Journal of Marital and Family Therapy, n 18, pp. 35-37. 9
Rorty, R. 1979. Philosophy and the mirror of nature. Princeton, NJ, Prince-
ton University Press. Tekka con plumas:
Wachterhauser, B. R. 1986. Hermeneutics and modern philosophy. Nueva
York, State University of New York Press. conversar sobre la conversación
(acerca del suicidio)
LYNN HOFFMAN-HENNESSY
JUDITH DAVIS

El que sigue es el relato de una entrevista con una familia en el


Brattleboro Family Institute. 1 Judy Davis, la entrevistadora en este
caso, lo narró y Lynn Hoffman, quien participó como integrante del
equipo reflexivo 2 (Andersen, 1991), lo amplió. La historia fue co-
mentada por los integrantes de la familia, que leyeron nuestra ver-
sión, y ampliada aun más a través de las respuestas a las preguntas
del compilador.
No entendemos esta experiencia como un relato coherente, sino
como un fragmento de un proceso menos prolijo. El enfoque narrati-
vo, que hoy en día se ha generalizado en psicoterapia, implica que la
terapia es como un relato, con un comienzo (la hija fue recientemen-
te internada y los padres, preocupados y desconcertados, acuden a
una consulta), un desarrollo (participan en una conversación con la

l. Agradecemos especialmente al doctor en filosofía William D. Lax, director de


In escuela de formación del Brattleboro Family Institute, por su generosidad al ofre-
('Crnos este lugar de investigación.
2. La composición del equipo varió de una sesión a otra, según las agendas indi-
viduales de sus integrantes. William Lax, doctor en filosofía, estuvo presente en las
1·11 atro sesiones. Randye E. Cohen, doctora en filosofía, con su consultorio privado en
Norwich, Vermont, sólo estuvo presente para la primera sesión. Brian Lewis, doctor
1•11 filosofía, con su consultorio privado en Montpelier, Vermont, se integró al grupo en
IH H últimas dos sesiones, al igual que Lynn.

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terapeuta y el equipo) y un final (en el proceso, aprenden cómo ha - de entrevistadora (en contraste con el de integrante del equipo), se
blar entre sí de otra manera, de modo que la hija ya no necesita co- ncordó que yo sería quien trabajaría en el salón con la familia . El
nocerse a sí misma o ser conocida por los demás como «rara»). En l'quipo terapéutico se reunía semanalmente para explorar la idea de
nuestra opinión la terapia se parece más bien a un viaje en canon Reparar dos tareas del terapeuta que tradicionalmente estaban en-
por un río. Comienza cuando «entramos a puerto» y termina cuando trelazadas: indagar y comentar. Lo que cuestionábamos era si tal se-
«salimos navegando». No existe ninguna estructura necesaria inhe- paración de funciones (en la cual el rol del entrevistador era simple-
rente a los acontecimientos, a excepción de las que nosotros mismos mente el de convocar o dar lugar a los relatos de las familias y el del
inventamos. Por lo tanto, tan solo podemos afirmar que presenta- equipo, el de hacer los comentarios) abriría un espacio mayor para
mos algunos puntos de vista divergentes sobre una experiencia en ü surgimiento de nuevas ideas. En consecuencia, cuando ingresé en
la vida de esta familia y en nuestra propia vida producto de que es- la sala de espera para saludar a la familia, mi cabeza estaba llena
tas se cruzaran durante algunas horas por algún tiempo. Espera- de pensamientos acerca de no reflexionar, de estar en la conversa-
mos que al poner en papel todas estas versiones seamos, como lo ex- ción de un modo que resulte lo menos entrometido o importuno po-
presó Mary Catherine Bateson (1992), «sorprendidos por un nuevo sible, de escuchar con atención las ideas de los clientes en vez de su-
aprendizaje». gerir nuevas. También nos interesaba la idea de «lo no dicho» (la
La característica específü;a, diferente, de este trabajo parece ser posibilidad de dar lugar a pensamientos que no fueron elegidos por-
el hecho de que este no está atado al resultado, aun cuando repre- que otros llegaron al primer plano).
senta un enfoque experimental. La mayoría de los terapeutas fami- Sarah y David, el hombre con quien Sarah llevaba once años de
liares escriben sobre casos y muestran vídeos de experiencias que convivencia, me saludaron amablemente pero con evidente ansie-
finalizaron bien. Este caso deja lugar a algunas dudas y, cierta- dad. La hija de Sarah, Tekka, una hermosa estudiante universitaria
mente, las opiniones de los participantes difieren significativamen- de arte, permaneció sentada en el sofá, comiendo un yoghurt con vo-
te sobre este punto. No obstante, nuestra idea es la de crear un nue- racidad y bebiendo agua mineral de una gran botella. Lo más lla-
vo tipo de apertura, al hacer que también los trabajos controvertidos mativo en Tekka era su cabello: largo y de color rubio rojizo, lo lle-
sean examinados por la familia y por el público clínico en su conjun- vaba atado bien alto sobre la cabeza y le caía sobre el rostro en una
to. En este caso, la familia (consumidores extraordinariamente bien combinación de bucles y rizos apelotonados [cabello al estilo de los
informados) estaba totalmente capacitada para hacer sus propios rastafari] que se entremezclaban con mostacillas, cintitas de colores
comentarios, de un nivel crítico raramente hallado en estudios de y plumas. Vestida con un mono teñido con una técnica de batik que
esta clase. Lo que está en discusión aquí somos nosotros en tanto consiste en anudar la tela y sumergirla en anilinas de diversos colo-
profesionales, nuestro trabajo y nuestro pensamiento, no la vida y res, con un mitón negro en una de las manos y las uñas pintadas con
los problemas de las personas que integran esta familia. esmalte negro, Tekka me pareció tan exótica como exhausta.
Nuestra primera sesión se producía el día posterior a su alta
hospitalaria y a su cumpleaños número 21. Había ingresado al hos-
La historia de Judy pital por sus propios medios (y luego había sido retenida allí contra
La primera sesión su voluntad) durante dos semanas, después de unas vacaciones de
primavera que habían culminado en un intento de Tekka de llevar-
Antes de conocerlos, todo lo que sabíamos de la familia era que la se por delante o atravesar un vagón de metro. Ella describió la in-
hija de 21 años acababa de ser dada de alta de un hospital psiquiá- ternación como una pesadilla que había incluido thorazine [clor-
trico. Su madre y su padrastro la traían al instituto. A ellos los ha- promacina], aislamiento y el sentimiento de que sus padres la
bía derivado una amiga de la madre, una estudiante de posgrado de habían traicionado por no sacarla y por no ayudarla a rechazar la me-
un programa sobre terapia familiar: «Si ella fuera mi hija, la lleva- dicación. Ahora, Tekka había vuelto a la universidad, pero seguía
ría allí». en tratamiento con litio. Cuando le pregunté a la familia por qué
En Brattleboro estábamos trabajando con un enfoque de «equipo habían venido, todos dijeron que querían ayudar a que Tekka pu-
reflexivo», idea propuesta por Tom Andersen y sus colegas (1991) en diera dejar la medicación de manera segura. Querían encontrar
Troms0, Noruega. Como yo quería adquirir más experiencia en el rol otra manera de abordar lo que fuera que estuviese pasando, una

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manera que no incluyera medicación. Vi a la familia cuatro veces, tre ellas. En ese momento, Tekka parecía pelearse más con su mari-
en el transcurso de un mes y medio. do «sobreprotector» que con su madre. En verdad, durante ese perío-
Al comienzo de la primera entrevista me enteré de que Sarah era do Sarah y Tekka estaban más próximas.
musicoterapeuta. Se había divorciado del padre de Tekka cuando su Me parece importante mencionar que nuestra conversación, a lo
hija tenía 6 años. Describió a su ex marido como alcohólico, violento largo de esta y las demás entrevistas, estuvo signada (a pesar de
y probablemente maníaco-depresivo. David era docente y describía la seriedad de su contenido y de las diferencias de opiniones) por
a su ex mujer como una «esquizofrénica declarada». Su hijo de 25 un sorprendente buen humor y un tipo de risa que a mí me causó
años había sido internado cuatro años antes por un cuadro de de- perplejidad. Era como si todos en la familia compartieran la mis-
presión e ideas suicidas. Casi incidentalmente, nos enteramos de ma broma privada, o al menos como si todos liberaran tensiones de
que Tekka había estado casada dos años con un joven italiano. Ha- la misma manera.
bían estado separados (aparentemente de manera amigable) duran-
te más de seis meses y Fredrico asistía ahora a la universidad en Reflexiones del equipo (Bill Lax y Randye Cohen)
otro estado. Hacia el final de la sesión, la familia y yo intercambiamos nuestro
Tekka se describió a sí misma como una adicta a las drogas y al lugar con el del equipo y pasamos a escuchar mientras ellos habla-
alcohol, en recuperación. David relató espontáneamente que él tam- ban de lo que acababan de oír.
bién había dejado de beber \mos años antes y que todavía asistía a Las reflexiones incluyeron comentarios acerca de la mucha preo-
las reuniones. En los años sesenta, había «consumido drogas» y en cupación y sentido del humor que la familia demostró y sobre la po-
una ocasión estuvo «tres, cuatro, cinco días en un estado paranoide sible función de la internación: ¿Fue el de hacer una señal como pe-
inducido». Continuando con la descripción del pasado de un modo dido de ayuda o fue la manera que Tekka halló para hacerse cargo
que mostraba su identificación con el sufrimiento de Tekka, Sarah de sí? Bill se preguntó de dónde había sacado Sarah la idea de que
agregó que ella también, cuando tenía la edad de su hija, había pa- era inadecuada, de no ser capaz de hablar claro. «¿Está respondien-
sado por un período difícil. «A mí no me internaron, pero sí abando- do a mensajes que provienen de su madre?», reflexionó. Randye, por
né la universidad y estuve muy deprimida.» otra parte, sintió curiosidad por la paradoja de que en la vida de
La exploración de las ideas alrededor del incidente del metro re- Tekka las cosas anduvieran «cada vez mejor» y, al mismo tiempo, se
veló la explicación de Tekka: «las cosas estaban demasiado bien». Si descontrolara por completo. Ambos estaban interesados en conocer
bien durante el año lectivo fue capaz de «permanecer con los pies en los planes de Tekka para el verano y los de los padres para esta te-
la tierra», en las vacaciones de primavera «liberó» más de lo quepo- rapia. «En otras palabras», dijo Bill, «¿cómo trazamos los límites in-
día manejar. Eran sus primeras vacaciones sola y fueron algo así cluso de esto?».
como la «búsqueda de una visión». No obstante, Tekka pensaba que
su comportamiento reciente no era muy diferente de su personali- Respuesta de la familia
dad habitual «solamente un poquito más así». La madre de Tekka Cuando la familia retornó al salón de terapia, se hizo evidente que
disentía, aunque con vacilaciones. Ella tenía la impresión de que su preocupación principal era el futuro inmediato y librar a Tekka
Tekka había «perdido realmente el contacto con la realidad». de la medicación. Anotaron el nombre de un psiquiatra con quien el
Esto fue todo lo que pude hacer para resistir el impulso de explo- instituto trabajaba y acordaron una segunda entrevista para la se-
rar esta avalancha de afirmaciones fascinantes. Pero mientras yo mana siguiente.
callaba, entre Tekka y Sarah tuvo lugar una conversación acerca de
lo que cada una de ellas consideraba «atemorizante», una palabra
que Sarah utilizó para describir sus sentimientos acerca del com- La segunda sesión
portamiento de Tekka. La conversación reveló una larga historia de
conflictos entre Sarah, que consideraba que intentaba inadecuada- El día de la segunda entrevista, Sarah llamó a la mañana tem-
mente proteger a su hija, y Tekka, que pensaba que Sarah intenta- prano al instituto y se la escuchaba muy perturbada. Tekka había
ba «quebrar» su fuerte espíritu. Sin embargo, ambas acordaban en perdido el autobús que debía tomar para encontrarse con sus padres
que cuando Tekka estaba casada, había habido menos conflicto en- y la familia no podría llegar a tiempo a Brattleboro. Como nuestros
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horarios lo permitían, fijamos una nueva entrevista para más tar- Bill se preguntó en voz alta quién (o quién más) debería estar en la
de, esa misma mañana (aunque únicamente Bill estaba disponible conversación: «¿Quién debería estar hablando con quién, y cuánto?»
a esa hora para representar al equipo reflexivo). También comentó que su percepción de la familia había cambiado:
Gran parte de esta sesión se dedicó a los significados que cada los padres no parecían tan «tímidos» como la semana anterior. «Qui-
uno atribuía a que Tekka hubiera perdido el autobús. Para Tekka, zás ahora sientan menos temores por Tekka. Después de todo, ella
era simplemente producto de haber leído mal el horario. Para Sa- es una mujer fuerte. "¡No me hagan erizar las plumas, no me hagan
rah, significaba que Tekka no era capaz de hacerse responsable de sí enojar!"»
misma y reforzaba su idea de que entre ellas había muchas «cosas Yo estaba agradecida por las preguntas de Bill y por su percep-
de vieja data» sin resolver. Tekka intervino para decir que ella había ción de que algo había cambiado. Para mí, su perspectiva y su bro-
querido hablar de esas cosas pero que su madre seguía «obsesiona- ma con el tema de las plumas eran, de alguna manera, alentadoras.
da con la manera de hablarlas y después ya es demasiado tarde.
Tuve que tener un estado psicótico para llegar aquí». Respuesta de la familia
En respuesta a la explicación de David de lo que había pasado en Cuando la familia volvió al salón de terapia, Tekka reaccionó al co-
las vacaciones de primaverá (Tekka había tenido «una sobrecarga mentario sobre quién debería estar en la conversación. «Claro que
de energía»), Tekka habló de que había conocido los límites de sus quiero elegir con quién conversar», dijo. «No es que quiera mandar a
caídas (los episodios de alcoholismo) pero no los de sus euforias, que algunos al demonio», pero sería más fácil. Con demasiada frecuencia
era lo que exploraba durante las vacaciones. Admitió que el hospital trato de complacer a todos. Preferiría decir "vete al demonio" y ver
resultó ser peor de lo que «ella se esperaba» y ahora le preocupaba qué pasa.». «¿Y quién más debería estar en la conversación?», le pre-
que su madre interpretara cualquier cosa que ella hiciera como se- gunté. «Muchas personas», respondió. «Mi padre, su madre. Gran in-
ñal de locura. tervención familiar. Pero no necesariamente en lo inmediato.»
Cuando la conversación viró hacia los planes para el verano, ya Sarah respondió al comentario de Bill acerca de que los padres se
muy próximo, Tekka habló de comprar un autobús escolar e insta- veían menos tímidos. Ella estuvo de acuerdo con Bill y habló de una
larse en él para vivir en Cape Cod. Cuando Sarah expresó su preo- conversación que había tenido con Tekka después de la sesión ante-
cupación acerca de estos planes, Tekka se enojó y recordó un ensayo rior: ambas la habían hallado muy diferente, «menos tímida, más
que había escrito en la escuela secundaria. El tema del ensayo era agradable».
su sentimiento de parálisis frente a la alternativa de ser «responsa-
ble» o ser «rebelde». Cualquiera de las dos opciones equivalía a «ren-
dirse». Aún hoy, continuó, ella luchaba con estas dos ideas de sí mis- La tercera sesión
ma. «¿En este momento, quién quiero ser? Soy responsable. Tomo
decisiones atinadas para la persona que yo soy. Pero yo no soy tú», le Nuestra tercera sesión, una semana después, comenzó con una
dijo a su madre. Aquí, Sarah reconoció que quizá estaba excesiva- charla sobre una conversación telefónica que Tekka y su madre ha-
mente implicada, pero al mismo tiempo se preguntaba si en reali- bían tenido durante la semana. Tekka había llamado para decir que
dad no debería asumir más responsabilidad. «Quizás en este mo- quería cancelar la entrevista porque tenía que ponerse al día con de-
mento mi responsabilidad como madre tuya consista en tomar masiadas tareas de la universidad. Todos concuerdan en que, ante
decisiones por ti, ser responsable de ti aun cuando tengas 21 años.» esta idea, Sarah «se puso furiosa» y le pasó el teléfono a David. En
«¿De qué manera», preguntó Tekka, desafiante. «No sé», respondió su conversación con David, Tekka pudo encontrar el modo de arre-
Sarah. «Y me aterroriza.» glar las cosas para ir a la entrevista y aun así llegar a hacer sus ta-
reas universitarias. Al describir esa discusión, Tekka dijo que que-
Reflexiones (Bill Lax) ría que su madre fuera menos reactiva y más objetiva, «más como
Bill ingresó al salón de terapia a conversar conmigo, mientras la fa- una amiga que como una madre». En esta etapa de su vida, dijo, era
milia observaba detrás del espejo. Hablamos sobre cuestiones de más fácil hablar con su padrastro que con su madre.
responsabilidad y sobre los cambios que se van sucediendo en el T: Mi madre puede ser objetiva antes y después de una conversa-
tiempo en la vida de un niño y luego en la de una mujer de 21 años. ción, pero durante la conversación no es capaz de apartarse y
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observar con más claridad. No puedo hablar de lo que está pa- los hijos de la generación hippie, a quienes llamó mini-boome» (la
sando; empiezo a controlar la dinámica de lo que sucede y la llegada a la mayoría de edad de niños cuyos padres habían sido hip-
conversación pasa a ser sólo eso. pies) y sobre cuánto repetir, y no obstante no repetir, las experien-
J: ¿Quiere decir que con David hay una respuesta diferente? cias de las generaciones pasadas.
T: Para mí es fácil ser más madura.
Cuando era adolescente, continuó Tekka, se había sentido forza- Respuesta de la familia
da a mentirle a su madre en muchas ocasiones. Siempre había de- Cuando la familia volvió al salón de terapia, Sarah reconoció que, en
seado poder decirle a su madre la verdad sobre adónde iba y qué realidad, ella no sabía qué entendía Tekka por peligro. Tekka res-
hacía porque, admitía, «Con frecuencia, lo que hacía era peligroso». pondió hablando sobre la creatividad, sugiriendo que su conflicto
Pero Tekka sentía que su madre era sobreprotectora y que esa so- entre ser una artista o ser una persona práctica también era el de su
breprotección era un intento de «reprimir su energía». madre, pero que su madre había tomado el camino más seguro y ha-
Sarah no creía ser sobreprotectora y, en realidad, sentía que ha- bía elegido ser musicoterapeuta en vez de intérprete. «Yo necesito
bía sido descuidada. Luego de que este intercambio prosiguiera un crear lo mío. Estoy haciendo elecciones diferentes.»
rato más, les pregunté cómo les resultaba a ellas esta conversación. La sesión estaba concluyendo con esta conversación, pero yo no
Sarah respondió que para elfo era útil porque una de las cosas más pude resistirme a agregar mi propia respuesta a las reflexiones. En
dolorosas en su vida había sido no haber podido hablar consuma- referencia a la idea de Lynn sobre las cuestiones kármicas, le pre-
dre sobre lo que ella hacía. Su madre era «totalmente ingenua». gunté a Tekka cómo sería una conversación futura en la que ella ne-
Esto, pensaba, contribuía que se enojara tanto cuando sentía que gociara con su hija adolescente sus ideas acerca de la seguridad y la
Tekka le mentía. Todo lo que quería ahora, dijo, era que Tekka vi- creatividad. «Yo no voy a tener una hija», declaró Tekka. «Voy a te-
viera de manera segura. «¡Con seguridad, no de manera segura!», la ner un hijo ... porque el universo tiene sentido del humor».
corrigió Tekka.

Reflexiones del equipo La cuarta sesión


(Bill Lax, Brian Lewis y Lynn Hoffman)
Abriendo la conversación del equipo, Lynn, para quien esa era la pri- Nuestra siguiente entrevista estaba prevista para dos semanas
mera entrevista con la familia, habló de madres e hijas. Equiparó lo más tarde, pero una emergencia médica en mi familia me obligó a
que hacía Tekka a «salir a patinar sobre hielo fino» . Lynn sentía que posponerla una semana más. Le conté a Sarah por teléfono algunos
Tekka quería tener su propia vida, pero también quería saber que su detalles de la enfermedad de mi hijo y las dos nos solidarizamos al
madre estaba ahí, en caso de que necesitara ser rescatada. El pro- comentar el dolor que produce ver a nuestro hijo enfermo o dolorido.
blema, dijo Lynn, era que «si mamá se preocupa demasiado, la co- Cuando la llamé a Tekka para darle el mensaje, me comentó que es-
municación se interrumpe». Lynn se preguntó también sobre «cues- taba pensando en pasar un mes en un centro de tratamiento antes
tiones kármicas» y la idea de peligro. ¿La madre de Sarah había sido de empezar su trabajo de verano en Cape Cod.
incapaz de rescatar a su hija? Quizá se tratara de una conversación Cuando, tres semanas después, la familia llegó para nuestra
proveniente del pasado, una conversación con otras generaciones. cuarta y última entrevista, Tekka estaba menos animada que de
¿Cómo hacen las madres para permitirles a sus hijas tener la expe- costumbre y se parecía cansada. Les pregunté cómo querían utili-
riencia de acercarse al peligro sin que todos se trastornen tanto que zar esta última sesión. David respondió que quería hablar del futu-
se ocluya la posibilidad de nuevas experiencias? ro, pero que Tekka no quería hablar en absoluto. «Tekka está en
Brian se preguntó por qué esta familia parecía tan jovial y tam- una depresión. Terminaron las clases en la universidad. Mudando
bién qué significaba realmente el peligro para ellos. Bill se pregun- caJas.»
tó si Tekka intentaba afirmarse como adulta frente a su familia y si Tekka respondió diciendo que no estaba «fantástica» pero que
las conversaciones pasadas habían sido sobre temas similares, en estaba «bien». Se había decidido a hacer el tratamiento que me ha-
referencia al grado de preocupación que Sarah sentía y/o mostraba. bía comentado por teléfono, el que le había recomendado quien le
Retomando la palabra, Lynn reflexionó sobre la mayoría de edad de oficiaba de madrina en el grupo de autoayuda al que concurría. La

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conversación acerca de esta decisión reveló que a David este plan lo siente realmente mal y lo dice, quizás haya algo que ella pueda
complacía, siempre y cuando Tekka no lo considerara otro hospital decirnos ... qué le gustaría que hiciéramos para ayudarla.
sino «un lugar de veraneo con personas pagas». Mientras decía esto, Sarah se dio cuenta de que Tekka y David se
Sarah también la consideraba una buena idea, pero estaba preo- miraban y empezaban a sonreír. «¡Uh! ya puso la misma cara», ex-
cupada por otra cosa: Cuando, el día de nuestra entrevista cancela- plicó, mientras se volvía hacia ellos y se sumaba a su risa. Deci-
da, ella y David visitaron a Tekka en su cuarto en la residencia uni- diendo expresar mi confusión, pregunté si alguien podía por favor
versitaria, encontraron que en su puerta había «una muñeca explicarme que significaba «la misma cara». «Significa», dijo David,
ahorcándose». Sarah hizo una demostración con las manos alrede- «Ahí empieza de nuevo.» «¿Qué quiere decir "Ahí empieza de nue-
dor de su cuello. Si bien en el momento no había sido capaz de hacer vo"?», le pregunté a Sarah. «¿Sabes?» «Significa que ellos piensan
un comentario, Sarah habló sobre el tema con Tekka por teléfono al que estoy psicologizando demasiado las cosas», me respondió. En
día siguiente. Tekka le había dicho que era una «muñeca de recupe- este punto me pregunté si esto no formaría parte de la broma priva-
ración» y que: «Esto es lo que ella [la muñeca] se hizo al salir del hos- da, de lo «no dicho».
pital. Pero yo realmente no me siento así.» En el transcurso de la conversación sobre las reacciones exagera-
El incidente de la muñeca había perturbado profundamente a das de Sarah, David explicó que Tekka simplemente quiere que Sa-
Sarah. Yo le pregunté acerca; de la dificultad para hablarlo. Sarah rah la escuche como una amiga, pero que no haga nada. «Sí», se
respondió diciendo que le resultaba «extrañamente difícil» hablar sumó Tekka, «porque de lo contrario, cada vez que diga algo correré
con Tekka sobre esto, en vista de que en su trabajo (con adolescen- el riesgo de que me lleven a una guardia psiquiátrica».
tes con problemas) hablaba regularmente de «ese tipo de cosas». Sarah explicó sus dudas ante la idea de «simplemente escuchar»
Furiosa, Tekka habló de cuánto la había sorprendido siempre que y ~ijo que si Tekka realmente necesitara ayuda y ella (Sarah) no se
su madre respondiera con tanta intensidad a sus gestos en vez de diera cuenta o no hiciera algo al respecto, sería terrible: «En mi
atender a sus palabras. «Creo que dejé bien en claro en qué situa- trabajo, cuando un niño tiene pensamientos suicidas o hace alguna
ción estoy. Y cuando no ando bien, yo digo que no ando bien. Yapa- tarea plástica con un tema suicida o escribe canciones suicidas, nos
samos por esto cuando yo todavía vivía en casa y me corté el pelo a ponemos en alerta de suicidio. Esta es mi estructura y sé que es
lo mohawk. Mamá se volvió loca porque me afeité la cabeza: "¡Debes parte de mí. Eso es lo que yo hago. Paso mucho tiempo con niños en
estar muy perturbada!", me dijo». riesgo. Me asusta porque yo quiero que tú (se vuelve hacia Tekka) ...
En este punto, David interrumpió para decir: «Conozco muy bien Quisiera que no te sintieras tan mal». «Y yo también», respondió
a tu madre y sé que en este momento debe estar diciéndose: "¿Esto Tekka. Y ambas se rieron de manera idéntica.
significa que Tekka tiene pensamientos suicidas todo el tiempo?"»
T: Eso es lo que yo quiero decir. ¡Creo que no me escuchan! Reflexiones del equipo
S: ¿Tienes pensamientos suicidas todo el tiempo? (Bill Lax, Brian Lewis y Lynn Hoffman)
T: ¿Tú crees que tengo pensamientos suicidas todo el tiempo? Brian comenzó comentando lo diferente que le había parecido esta
S: No lo creo. vez la familia: mucho menos jovial. «Casi de una familia feliz a una
T: ¡Pues bien! Yo tampoco. (La familia se ríe.) familia triste. Pero, dijo, a medida que avanzaba la sesión, com-
[Sarah prosiguió vacilantemente, intentando hablar un poco más prendí ese cambio».
sobre su confusión.] Lynn estuvo de acuerdo en que el cambio era llamativo y agregó
J: (Sintiendo la necesidad de ayudar.) La muñeca realmente la que aun cuando estaban hablando de la muerte, ella se sentía tran-
asustó. quila porque era posible hablar el tema. Recordando la conversación
S: Sí. anterior sobre el peligro y la seguridad, Lynn pensó que quizás aho-
J: ¿Y le resultaba muy difícil expresar ese temor, mencionárselo a ra era posible que Tekka hablara y la madre escuchara, y que esta
Tekka de una manera que no fuera ofensiva para ella? parecía ser una parte importante del proceso. El verdadero peligro
S: Sí. Yo no quiero ofenderla. Y David me dice: «Claro que la ofen- sería que dejaran de poder hablar. Lynn continuó: «Pensando como
derás. Es claro que no es suicida. No hagas un drama de esto. madre (y sin duda tengo esa parte de territorio grabada a fuego en
¿Por qué reaccionas siempre?». Pero la cuestión es que si ella se mi cabeza y mi corazón) eso me tranquiliza».
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El comentario de Bill se refirió a la diferencia entre las actitudes aliviada. También respondió al comentario de Brian en relación
de tipo «lo que se ve es lo que hay» y las de tipo «¿qué más hay ahí?». con los diferentes roles que desempeña en la familia y concluyó
Preguntó si la presentación de Tekka a su familia en el estilo «lo que quizás él podía ser de alguna ayuda porque no estaba «com-
que se ve es lo que hay» era suficiente o si era necesaria una inda- prometido como madre, pero sin duda estoy comprometido como
gación ulterior. «¿Y qué sucede cuando, en ocasiones, el estilo «lo alguien a quien le importa mucho el bienestar de Tekka ... y el de
que se ve es lo que hay» impide la indagación ulterior, como en el Sarah».
caso de la muñeca? ¿Cómo puede haber un diálogo sin que este pro- En segundo lugar respondió Sarah, quien preguntó si había al-
voque una reacción alarmada? ¿Cómo se puede tener una conver- guna posibilidad de averiguar de boca de Lynn qué quiso decir, «en
sación sobre el peligro y la seguridad sin tener que pasar a un "aler- vez de seguir especulando y preguntándose». Yo le aseguré que el
ta de suicidio"?». Bill agregó: «A menudo, lo que Tekka presenta es equipo podía volver antes del final de la sesión para dar respuesta a
un "Les muestro quién soy". Y puedo observar que, desde el punto sus preguntas y le pregunté si tenía otros pensamientos con respec-
de vista de la madre, a veces esto puede ser bastante extraño [risas to a lo que el equipo había dicho. Riéndose, Sarah confesó que ella
detrás del espejo]. No hay muchas personas que anden por ahí del también se había preguntado qué era una muñeca de recuperación
modo en que Tekka lo hace. ¿Esto requiere una indagación ulterior? y, dirigiéndose a su hija, le preguntó: «¿Te molestaría contarnos?».
Como por ejemplo: "Tú tienes plumas en el cabello. ¿Significa eso Tekka respondió: «Es una muñeca de cuando estaba haciendo mu-
que estás pensando en convertirte en pájaro?" [risas más fuertes]. cho trabajo de recuperación, mi muñeca de la infancia ... que no me
"No, sólo que hay plumas en mi cabeza". Eso es "lo que es, es". Qui- gusta especialmente mucho. Pero la tuve durante tres años».
zá haya que hacer una indagación más equilibrada sobre estas cosas». Como Sarah y Tekka parecían no poder ir más allá de este único
Bill se preguntó si el plan de hacer el tratamiento en el verano era intercambio, yo decidí intentar abordar activamente la metáfora
suficiente para alejar la preocupación por el peligro: «¿Este plan como un recurso para expandir esta conversación. Le pregunté a
les permitirá avanzar de tal modo que pueda haber otras conver- Tekka: «¿Tú decidiste hace algunas semanas colgarla de tu puerta?».
saciones?». T: En ese momento sentí que mi recuperación había sido destroza-
Entonces, Lynn puntualizó que a ella le parecía que la madre no da en el hospital. No que me la hubieran quitado, sino ... de al-
estaba sola: «La madre no está sola, también está David. Y aun guna manera, violado.
cuando la madre jamás pueda simplemente decir: "No me importa S: ¿Porque te obligaron a tomar medicamentos o por la experiencia
cómo te sientes" porque ella tiene que tomar cartas en el asunto si como un todo?
piensa determinadas cosas, David no. Me parece que esa es otra pie- T: Por eso y porque se negaron a dejarme ir a las reuniones de gru-
za importante en todo esto». Lynn hizo una pausa y agregó: «Pero, po. No me dejaban hablar con gente. Las personas no me escucha-
básicamente, no me siento aliviada». Volviéndose hacia Brian, le ban del modo como estoy acostumbrada a que se me escuche.
preguntó: «¿Qué es una muñeca de recuperación?». J: ¿Esa muñeca fue algo así como una declaración sobre esa expe-
Brian respondió que él no lo sabía pero que suponía que «de al- riencia?
guna manera, la muñeca simbolizaba parte del proceso de recupe- T: Sí.
ración». Brian se preguntó entonces acerca de los roles múltiples de J: (Intentando generar el espacio para una idea «todavía no di-
David en la conversación: como quien posibilita que Sarah hable, cha».) ¿Dónde está la muñeca ahora?
como quien inhibe su discurso y como alguien con ideas propias y di- T: Todavía está ahí.
ferentes. Se preguntó si, a veces, David sentiría la misma preocupa- J: ¿Abandonarás ese cuarto pronto?
ción que Sarah con respecto a Tekka. T: Sí. Va a haber que bajarla.
D: Podría quedarse allí. (Madre e hija ríen al unísono.)
Reflexiones de la familia J: (A Tekka.) Si pudieras imaginar el futuro, una vez concluido t•Mh
David fue el primero en responder y dijo que, aunque él, perso- verano y concluida esta experiencia, ¿dónde te gustaría qlw t•lii
nalmente, se había sentido mucho mejor con respecto a la situa- tuviera?
ción con cada semana que pasaba, estaba sumamente interesado T: ¿La muñeca?
en saber qué quiso decir Lynn cuando manifestó que no se sentía J: Sí.

262
T: Bueno, en realidad me gustaría tener control yo misma nueva- David fue el primero en responder. Me dijo que no sabía si era ne-
mente, totalmente recuperada. ¡Así la muñeca podría quedar cesario decirlo, pero, volviéndose hacia Tekka, expresó: «Quiero ayu-
guardada! darte, darte apoyo (aquí Tekka extendió una mano en dirección a
J: ¿Tienes alguna reflexión sobre lo que estaba diciendo el equipo? David, con la palma hacia arriba y frotándose los dedos), incluyen-
T: Sí. Me parecieron interesantes sus comentarios sobre el cambio. do algo de dinero».
Creo que simplemente hay demasiados puntos de vista. Como T: Gracias. (Pausa.) No sólo por el dinero.
venimos aquí sólo una hora por semana, eso es todo lo que uste- D: (Cariñosamente.) Lo sé.
des perciben. Somos capaces de cosas el sentido del humor y T: Estoy bastante agotada por toda esta situación.
también, aunque con problemas pesados, tenemos la capacidad J: ¿Toda esta situación?
de manejarlos. Sé que una de las acusaciones que me hacían en T: Todo. Estoy cansada de hablar de esto, de abordarlo, de estar aquí
el hospital era que vivo cambiando de idea. Todos los días una (no especialmente aquí, pero del lugar donde estoy). (Bosteza.)
idea distinta. Muy cansada ... Espero sentirme mejor después del tratamiento.
S: ¿Eso viene de mí? S: Supongo ... (se ríe) Tengo esperanza ... en que si Tekka necesita
T: Sí, viene de ti. ~. nuestro apoyo, pue-da pedirlo. Pueda hablarlo. Utilizamos como
J: (A Sarah.) ¿Sus reflexiones sobre los comentarios del equipo? un activo. Ya es una adulta. Está en edad de independizarse.
S: Es interesante... sin duda observaban la situación desde dife- Pero espero que si hay cosas que pueda necesitar de nosotros,
rentes lados, con diferentes ángulos. (Pausa.) Mientras Tekka pueda pedírnoslas y no quedar atrapada en conflictos de poder.
hablaba sobre el hospital, yo pensaba: Ojalá hubiera un modo de Sé que odia todo esto, pero sin embargo ha sido muy cooperativa.
comunicarse con ella en el que ella no sintiera que la estoy acu- La última vez, cuando tuvimos todo ese problema para venir, no
sando, porque no es así como yo percibo las cosas. (Pausa.) Lo pudimos decirlo; no dijimos (mirando a Tekka directamente) lo
que estoy aprendiendo en este momento es cómo se me percibe. bueno que fue para nosotros que tú pudieras venir a la entrevis-
Y creo que, con frecuencia, mi estado de preocupación pasa a ta. Habitualmente no llegamos a decir esas cosas.
percibirse como acusación y crítica. En este punto, sugerí que el equipo volviera al salón a responder
J: Ajá. a las preguntas que había planteado la familia.
S: Me gustaría que esto fuera diferente.
J: ¿Está viendo su reacción, su respuesta, de un modo nuevo? El equipo nuevamente
S: Sí. Creo que realmente jamás lo comprendí. Yo me sentía mal o L: Supongo que lo que realmente quiero decir antes de defender mi
frustrada o lo que fuera, pero por alguna razón no podíamos re- posición es que esta familia ha cambiado otra vez. Tiene todas
lacionarnos. Pero jamás pensé en cómo sería para ella. Ni lo estas facetas. Y es una familia muy tierna. Y también siento que
comprendí. Quiero decir que lo que aprendo es que lo que me aquí tenemos un héroe y dos heroínas, en verdad. Que Tekka ha
surge, no es lo que pienso. Ni tampoco es la reacción que yo de- trabajado fuerte y con cariño, sea cual fuere el modo como lo hace,
seo. Me gustaría que esto fuera diferente. y que su madre y su padrastro verdaderamente se han preocu-
J: ¿Ella la oye de una manera diferente? pado. Sólo quería decir esto. (Pausa.) Con respecto a este tema de
S: Sí, como le decía, realmente tengo que escucharla de una mane- no sentirme aliviada, quería decirle a Sarah que sé cómo debe
ra más abierta. sentirse. Que nadie les dice a las mujeres (y supongo que tampo-
D: Sin duda. co a los hombres) que cada hijo que uno tiene es un rehén del
Con el silencio que siguió a esta última afirmación, le recordé a la universo y que somos vulnerables por el resto de nuestra vida y
familia que como este era, en esencia, nuestro último encuentro an- la de ellos. Eso es todo lo que quise decir. Porque, de hecho, este
tes del verano, yo me preguntaba de qué modo podría aprovecharse encuentro con la familia me hace sentir muy alentada. Estoy
mejor el tiempo que nos quedaba. Estaba intentando, una vez más, tremendamente impresionada por el modo en que han trabajado
abrir más espacio. Les pregunté si había cosas que deseaban haber en eqmpo.
podido decir o preguntas que hubieran querido formular. ¿De qué B: A mí también me impresionó principalmente cuánto amor ha-
manera podemos aprovechar mejor este tiempo? bía ... y me impresionó la tristeza, pero tal vez esto tenga sentido.

264 'Jfi
Quizás tenga que ver con el hecho de que las cosas están cam- T: Creo que lo disfruté. También me gustó el espejo, eso de cambiar
biando. Sin duda, Tekka se hace responsable de sí misma y tomó de un lado a otro, como ellos dijeron, una experiencia entre mu-
esta decisión y ahora no hay mucho que pueda hacerse ... Sólo chas personas, que me llevo conmigo. Creo que el proceso tendrá
hay que dejar que lo que vaya a suceder, suceda. Y esto es, en lugar más adelante, pero está bien.
cierto modo, triste. Un nuevo comienzo y un modo de despren- D: (A mí.) Tú estuviste muy bien al permitir que las conversaciones
derse. La tristeza por el pasado que se ha ido y la incertidumbre fluyeran, fomentándolas, pero sin interferir. Porque si hubieras
por el futuro. sido entrometida, las conversaciones no se hubieran producido.
B: Yo estoy considerando la vida más desde una posición filosófica, En este punto, yo pensaba en que había llegado mi turno de res-
como en «los hijos como rehenes». La vida es un constante des- ponder, pero me sorprendió encontrarme realmente sin palabras y
pliegue de seguridades y peligros. La tristeza es un desprenderse apenas capaz de contener las lágrimas. Solté: «Familia feliz, familia
de la idea de que el programa de rehabilitación será «la» solución. triste, creo que son una familia hermosa; hay tantas cosas buenas
Es otra experiencia más. No es la experiencia perfecta, sino una ahí dentro. Les deseo lo mejor» (en todo lo que todavía tienen que
serie de experiencias (para toda la familia). La experiencia de atravesar, pensé. Sin duda, mis lágrimas eran por mi hijo tanto
Tekka y el relato que hace de esa experiencia. Y pienso en algo como por la de ellos).
ocurrió aquí y que no había visto antes, y que a mí me pareció Para recuperar mi compostura, traté de cambiar de tema e in-
grandioso: que David le expresara su aprecio («Estoy aquí para sertar algo de humor. Cuando había llamado a Tekka para cambiar
apoyarte emocional y económicamente»( y Tekka le dijera «Gra- la fecha de la entrevista, no había entendido qué decía el mensaje de
cias». Y que Sarah le dijera a Tekka «Quería que supieras cuánto su contestadora automática: «¿No puedes atender el teléfono porque
valoramos que estés aquí». Parece que pasan a una fase diferen- estás trabajando en qué?, le pregunté. «En mi estupidez», respondió
te en la interacción ... y la conversación se hace más rica, con más Tekka. Mientras yo trataba de entender la broma, Sarah <lijó: «De-
facetas. berías escuchar lo que grabó ahora: "¡Estoy trabajando con mi rabia,
imbécil!"». Terminamos la reunión entre risas y abrazos.
Reflexiones de la familia Aunque yo no sé cómo interpretaron Sarah, David o Tekka el
Como es habitual, le pedí a la familia que expresara sus reacciones mensaje en el teléfono, de repente me sentí esperanzada. Quizá, de
ante los comentarios del equipo. algún modo, Tekka ya no necesitaba tanto complacer [a otros]. Tal
J: ¿Tienen comentarios, reacciones a la apreciación de ellos sobre vez comenzaba a sentir que tenía algún control sobre «a quién le
la de ustedes? quería hablar y de qué modo». Y quizás esto marcaría una diferen-
D: Pienso que este proceso aquí ha sido en verdad útil. Me gustó cia en lo que se dijera y lo que se oyera.
mucho este extravagante espejo unidireccional, porque crea un
tipo de situación artificial que te permite decir algunas cosas
que probablemente de otro modo no podrías decir, pero sin em- Seguimiento
bargo no es tan artificial como para parecer grotesco. No hace
que te quedes callado. Es interesante que todas estas personas Dos meses después, cuando la llamé a Sarah para preguntar
agudas y tan diferentes compartan con uno sus pensamientos y cómo andaban todos, me informó que Tekka se había sentido bien
sentimientos sobre lo que acaban de experimentar. Me preocupa con el programa de tratamiento, le habían sacado el litio y estaba vi-
saber si Tekka se convertirá o no en pájaro. (Todos se ríen.) viendo en su autobús en Cape Cod. También me contó que Tekka se
S: Bueno, yo estoy muy agradecida por este proceso. Nos ha dado la había cortado el cabello muy corto, pero no afeitado. «Se la ve mucho
oportunidad de tomar contacto con Tekka en este período y nos mejor, y le volvió el brillo a los ojos.» A pesar de este cuadro positivo,
ha permitido tener conversaciones que de otro modo no se hu- Sarah expresó que su ansiedad continuaba. «Estoy tratando de no
bieran producido. Soy más consciente de algunos de los aspectos preocuparme, pero Tekka todavía me parece tan frágil... no sé si es-
en los que le hago las cosas más difíciles a Tekka. Creo que nun- tará bien o tendrá otro episodio; creo que es tan probable una cosa
ca antes lo había oído. No creo que ella no lo haya dicho. Pero yo como la otra. Pero no hay nada que yo pueda hacer. Sólo tengo que
no lo había oído. confiar en que puede cuidarse a sí misma.»

2H6
267
Hacia el final de la conversación, Sarah me preguntó por la salud • Tekka explicitara los puntos fuertes de la familia (y no sólo sus
de mi hijo y ambas reflexionamos sobre el comentario de Lynn. No, flaquezas).
nadie nos dice nada de antemano acerca de los rehenes y el universo. • Los integrantes de la familia se expresaran su aprecio y apoyo
mutuo.
• Tekka cambiara su mensaje en la contestadora automática (el
Reflexiones ulteriores mensaje que sirvió de contexto a todas las conversaciones sub-
siguientes) a «Ya no estoy loca, sino sólo enojada».
Al escribir este relato, no dejo de preguntarme por qué elegimos • Que la madre se apartara de la idea de un alerta de suicidio y
centrarnos en esta experiencia. Es evidente que no la estamos pre- comprendiera que no puede proteger de ese modo a su hija
sentando como prueba de que algo «funciona». Más bien, la volca- adulta; «Ya no te diré lo que tienes que hacer, pero te invito a
mos en el papel como un modo de volver a reflexionar sobre ella y que nos pidas lo que quieras o necesites».
preguntarnos qué sucedió allí, es decir, qué pensábamos en ese mo-
mento que estaba pasando y qué pensamos ahora, en el contexto de También sería tranquilizador creer que en esta familia la necesi-
escribir sobre la experiencia. ~Consideramos a este texto un ejemplo dad de acciones extrañas o símbolos espectaculares de alguna ma-
de nuestras ideas sobre la participación en una relación menos je- nera se redujo, al ir desarrollándose la idea de que los pensamientos
rárquica con las personas que atendemos, una relación en la cual re- peligrosos podían expresarse en palabras. Pero ¿quién sabe?
velamos aspectos de nosotros mismos que nos conectan con ellos,
que normalizan sus sentimientos y en la que se habla con el corazón
tanto como con la cabeza. La historia de Lynn
Obviamente, no podíamos determinar la «verdad» sobre el po-
tencial de Tekka para suicidarse. Nos sentíamos desgarrados en- Yo no había estado presente en las dos primeras entrevistas, por
tre, por un lado, responder a la amenaza alentando a la familia a lo tanto escuchaba detrás del espejo haciendo un esfuerzo doble, a
establecer un alerta de suicidio y, por el otro, responder negándo- fin de ponerme al día. A mí también me cautivaron el estilo juguetón
nos a creer en sus temores, no sea que contribuyéramos a hacerlos de la indumentaria de Tekka y la disposición festiva de la joven; era
realidad. Lo que nos rescató de este dilema fue la instancia de re- fácil que a uno se le escapara su lado serio, hasta que, ¡bum! , se tro-
flexión, que nos permitió mantener una posición de ambigüedad y pezaba uno con él. Cuando esto sucedió, caí por la cueva del conejo,
utilizar las metáforas que produjo. como Alicia, y reviví momentos atemorizantes que pasé con mi pro-
Fue esta instancia la que le permitió a Randye reflexionar pia hija adolescente: recuerdo que me parecía estar observando sus
acerca de que las cosas podían estar cada vez mejor y al mismo esfuerzos a través de un vidrio a prueba de sonidos. Esto en cuanto
tiempo empeorar; a Brian reflexionar sobre que la familia podía a intentar ser objetiva; en la última entrevista bien podría haber
estar simultáneamente triste y feliz; a Bill reflexionar acerca sido yo misma la madre de Tekka. Afortunadamente, David, al no
del estilo de «lo que se ve es lo que hay», considerándolo sufi- estar tan personalmente implicado como yo, actuó como una barre-
ciente y a la vez insuficiente; y a Lynn reproducir las posiciones ra contra incendios. Y cuando entré a reflexionar, fue Bill quien ac-
divergentes de David y Sarah, expresando simultáneamente sus tuó como cortafuego. Incluso con la ayuda de ambos, me resultó es-
esperanzas y sus temores. pecialmente difícil ser parte de esta situación y en el momento sentí
¿Qué relación existe entre esta conversación terapéutica y el que mi desempeño no resultaba precisamente brillante. Cuando Da-
cambio en la familia? Sería tranquilizador pensar que la conversa- vid llamó la atención sobre lo contradictorio de mis afirmaciones, al
ción generó el espacio para que: decir primero que me sentía aliviada y luego que no, yo misma me
pregunté qué había querido decir.
• Sarah formulara preguntas directamente, primero al equipo La respuesta, obviamente, era que me encontraba simultánea-
y luego a su hija, en vez de andar «especulando y pregun- mente en dos lugares. Uno, era un lugar de alivio, puesto que la
tándose», el que aparentemente había sido su estilo hasta el familia era capaz de hablar de la posibilidad de que Tekka estuvie-
momento. ra en peligro. Mi teoría es que en tanto las personas puedan seguir

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conversando sobre lo que temen, nadie se dará por vencido y nadie tud es más difícil de lograr de lo que parece. Judy tendía a hablar
morirá. Esta es una idea que tomé del extinto Harry Goolishian, del poco, utilizar una voz suave y no seguir ninguna agenda p:refijada,
Instituto Galveston, y que trato de tomar tan literalmente como él para permitir un clima de máxima libertad que hiciera que a los in-
lo hacía. El otro lugar en el que me encontraba era que sentía exac- tegrantes de la familia se les ocurrieran sus propias ideas. En oca-
tamente lo mismo que Sarah: Allí estaba su hija, quizás ahogándo- siones, Judy generaba un espacio para alguien, pero eso era todo.
se, ¿no debía ella ir a rescatarla? Cuando dije que no me sentía ali- 3. Tener objetivos menos precisos. Me parece que en este enfoque el
viada, estaba simplemente validando el punto de vista de Sarah. Me terapeuta no se propone hacer que algo suceda o averiguar alguna
había olvidado de que acababa de decir lo contrario, pero cuando cosa. Judy, en cambio, trataba de mantener viva la conversación, es-
David preguntó si no podía aclarar lo que había querido decir, agra- timulándola a fin de mantener abiertos los canales de comunicación
decí tener la oportunidad de hacerlo. En los viejos tiempos, eso ha- entre las personas, pero en general interviniendo poco. La mayor par-
bría infringido las reglas, porque se suponía que el terapeuta siempre te del tiempo, ella suscitaba las ideas que las personas tenían en ese
debía tener el control y ser siempre diestro en sus intervenciones. momento en mente, con frecuencia utilizando preguntas del tipo está
Pero mi estilo actual consiste en poner sobre la mesa y abrir a la dis- de acuerdo/no está de acuerdo (con), al estilo del equipo de Milán. Sin
cusión todo lo que parezca U!} error o una sensación de estanca- embargo, nosotros no hacemos mucho interrogatorio circular, porque
miento. Sin duda, esto hace avanzar las cosas. fácilmente puede restringir la interacción. En el pasado, estábamos a
En cuanto a Judy, yo valoraba mucho lo que ella hacía, y mucho la caza de determinado animal (una hipótesis acerca de la función del
más cuando transcribió las cuatro· sesiones y pude leerlas. Yo ya no te- síntoma que podíamos connotar positivamente), pero el nuevo modo
nía dudas con respecto al proceso reflexivo. Lo considero un comenta- de trabajar se aparta de la búsqueda de cualquier patrón.
rio délfico, con muchas asociaciones y relatos y pocas interpretaciones 4. No adoptar una posición directiva. Un credo habitual es que
y resoluciones de problemas. Lo que el entrevistador hacía, sin em- en casos de violencia y amenaza de suicidio el terapeuta debe ser un
bargo, no estaba tan claro. Me parecía que el entrevistador no hacía activista. Sin duda, con frecuencia es esta la mejor política a adop-
nada, al menos cuando comparaba su tarea con los interrogatorios de- tar, tanto como el uso del sentido común, pero existen una impor-
tectivescos y las complicadas intervenciones de los enfoques en los tante cantidad de situaciones en las que la amenaza o el uso de la
que yo había sido formada. Pero siempre hay más de lo que se ve a fuerza provocan un desenlace peor que si no se hubiera hecho nada
simple vista. Permítanme intentar esbozar algunas características en absoluto. Además, no todos los terapeutas se sienten cómodos en
del modo como creo que ahora trabajamos como entrevistadores. Me el papel del activista. Por lo tanto, como digo con frecuencia, debe
limitaré a la cuarta entrevista. haber una «voz diferente». Gandhi, por ejemplo, proporcionó una
voz diferente en la lucha contra los ingleses en la India. Esta voz di-
l. Comenzar las sesiones. Intentamos centrarnos de inmediato ferente, más suave, no necesariamente carece de impacto. Como en
en la actividad de conversar juntos y en lo que esto significa para las la fábula de Esopo sobre la contienda entre el sol y el viento, la voz
personas y en cómo les gustaría que se hiciera. Lo que esperamos es más suave puede ser muy fuerte. .
establecer las cosas de manera tal que las personas puedan «recu- 5. Formular preguntas especiales. Judy formulaba una pregunta
perar el control sobre la entrevista», quitándoselo a los profesiona- especial de vez en cuando; es difícil de describir, aunque parece en-
les. La pregunta de Judy «¿Cómo les gustaría utilizar esta sesión?» trar en la categoría de «pregunta sobre el futuro» de Peggy Penn
es un buen ejemplo de este enfoque. La de Tom Andersen (1991) (1985). Un buen ejemplo, en la última entrevista, es cuando surgió
«¿Cuál es la historia de la idea de venir aquí?» fue el prototipo de el tema de la muñeca de recuperación y Judy preguntó: « Si pudie-
esta manera de empezar las sesiones. Con anterioridad, preguntá- ras imaginar el futuro, una vez concluido este verano y concluida
bamos sobre el problema e inmediatamente se abría un juego total- esta experiencia, ¿dónde te gustaría que estuviera?». Y Tekka res-
mente diferente. ponde: « Bueno, en realidad me gustaría tener el control yo misma
2. No controlar las sesiones. Como afirmó Judy, tratamos de nuevamente, totalmente recuperada. ¡Así la muñeca podría quedar
quedarnos en segundo plano, evitando deliberadamente formular guardada!». Esto es lo que yo llamo buscar las ventanas, no las pa-
preguntas provocativas y hacer intervenciones interesantes. Si us- redes. Con frecuencia, las personas pueden encontrar la salida por
ted ha sido «adecuadamente» formado en terapia familiar, esta acti- sus propios medios.

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6. No impulsar un resultado determinado. En la última entre- 2. Ideas sobre el daño provocado por los modelos normativos de
vista no teníamos otro objetivo que los objetivos generales de que psicoterapia (Anderson y Goolishian, 1988). En mi opinión, la mayor
Tekka no se hiciera daño, que no abandonara la universidad y que parte de las creencias que rodean el concepto de psicología merecen
no volviera al hospital. Lo que en efecto ocurrió fue que hacia el fi- ser cuestionadas. Personalmente, creo que todos los modelos de te-
nal de la entrevista, Sarah y David le expresaban a Tekka su reco- rapia que postulan causas para la patología, sean estas de índole
nocimiento, Tekka les correspondía y había un clima de alivio, la estructural (límites débiles, falta de individuación) o de índole pro-
sensación de que quizás estuviera fuera de peligro inmediato. Creo cesual (menoscabo del crecimiento, retrasos evolutivos) deben ser to-
que lo que esperamos es que si abordamos la comunicación de modo talmente descartados. En realidad, no sería mala idea decidir que el de
tal que todas las partes involucradas puedan terminar sintiendo la psicología es un campo defectuoso y errado, y que hay que reem-
que, básicamente, son buenas personas, las cosas comenzarán a plazarlo por un nuevo énfasis en la comunicación humana.
funcionar mejor. Esto da cuenta, en parte, de nuestro marco impla- 3. Ideas sobre restarles importancia a los «textos» (que pertenecen
cablemente afirmativo, que muchas personas objetan, pero que yo a la cultura escrita) y darles más importancia a las «conversaciones»
considero esencial. (que pertenecen a la cultura de la oralidad; Olson, 1993; Ong, 1982).
Los textos y las terminologías formales son lo que sostiene la auto-
Lo que me agrada de este enfoque es que nos permite incitar a las ridad del experto. Sin tales apoyos, el arte de la terapia se vuelve lo-
personas a influir en lo que sucede de una manera mucho más crea- cal y efímero, como las galletitas de Navidad o el hamentashen. Al
tiva de lo que solíamos pensar que era lo posible. Y otra cosa: como mismo tiempo, estoy a favor de los métodos que permiten que los
hay un proceso de seguimiento continuo incorporado en el trabajo consumidores de la terapia se conviertan en autores, como cuando
mismo, existen muchas oportunidades para cambiar el rumbo, pro- Peggy Penn (1991) ayuda a las personas a redactar cartas a sus fa-
bar diferentes planes de acción o volver al principio y empezar de miliares o cuando una colega, la asistente social Catherine Taylor,
nuevo. Se pierde, por supuesto, la previsibilidad terapéutica y la ele- ayuda a grupos de clientes a escribir y diseñar sus propios boletines.
gancia. Este enfoque me resulta difícil de enseñar, y esta es una de 4. La idea de que no hay patrones inherentes a las cuestiones
las razones por las cuales me gusta usar modalidades como los del humanas. Si uno cree en esta idea, no tiene sentido buscar patrones
equipo reflexivo. Pedirles a las personas que hagan sus comentarios en el proceso terapéutico, en la familia o en la personalidad indivi-
y escuchar los comentarios de los demás interfiere con el proceso dual (excepto que parezca útil hacerlo y, en ese caso, sólo acompa-
usual de solución de problemas, del que intentamos apartarnos. No ñándolo de una justificación razonada o de una aclaración de que no
obstante, creo que a medida que esta manera de pensar se vaya in- adherimos a la idea).
corporando al inconsciente colectivo del campo de la terapia familiar, 5. La idea de una «voz diferente», propuesta por primera vez por
el uso del equipo reflexivo, en sentido formal, irá disminuyendo. Carol Gilligan (1982). Después de leer el estudio de Gilligan, que
Puesto que escribimos un «relato retrospectivo», me gustaría fi- indica que las mujeres valoran el mantener las relaciones intac-
nalizar con algunos comentarios sobre algunas ideas teóricas que tas, y que los hombres valoran más los principios de lo correcto/lo
todos nosotros tenemos en mente, ideas que han influido en nuestra incorrecto, incluso a expensas de las relaciones, sentí que entera-
práctica profesional y que nuestra práctica, a su vez, ha modificado. pia familiar debíamos hacer lugar a un estilo que pusiera la comu-
En este momento, considero que algunas de estas influencias son: nicación por encima de la verdad y la empatía por encima de estar
en lo correcto.
l. Ideas sobre la construcción social del conocimiento (Gergen, 6. Finalmente, ideas acerca del discurso tomadas del historiador
1991). El punto de vista de que somos nosotros quienes creamos o social francés Michel Foucault (en Rabinow, 1984). Foucault llama
inventamos lo que creemos conocer (al menos en el área de los acon- la atención sobre el «microfascismo de la vida cotidiana». Sostiene
tecimientos humanos) cuestiona la legitimidad de la «ciencia social que a través de los discursos incorporados en nuestras instituciones
normal» en lo que se refiere a la psicoterapia y la terapia familiar. (por ejemplo, las instituciones penales, las instituciones jurídicas,
Cuando abordamos el área del sufrimiento emocional, el concepto de las instituciones médicas) el Estado moderno controla a sus súbdi-
tratamiento se torna especialmente cuestionable y mucho más aún tos. En la medida en que los terapeutas familiares forman parte,
la presión para diagnosticar. cada vez más, de lo que Kearney, Byrne y McCarthy (1989) llaman

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el «colonialismo de la salud mental», creo que tenemos la obligación La charla sobre madres e hijas y sobre ser un rehén del universo
de criticar e incluso cambiar nuestros roles. me acompañó el resto del año, que tuvo otros momentos difíciles. Tek-
ka tuvo otra internación, que fue más benigna pero sin duda provo-
Algunas palabras sobre el formato de este capítulo. Esta no es la có daños. Esta vez, Tekka se hizo cargo se su propia externación y
primera vez que se invita a una familia a colaborar en un artículo cuidados posteriores sin nosotros. Me ocupo de no dejarme llevar por
(por ejemplo, Roberts, 1988). Lo diferente aquí es que Judy y yo de- mis impulsos de tomar sus problemas como propios, recordando que
cidimos romper con la costumbre de comenzar los artículos sobre te- es una mujer muy fuerte y capaz, y tratando de aceptar que ella tie-
rapia con un análisis teórico. Este artículo no fue escrito para ajus- ne una afección y que tendrá que encontrar su propia manera de
tarse a ningún marco intelectual actual, a menos que pueda decirse manejarla. Este año, también trabajé en terapia con mi madre, y la
que la crítica posmoderna del pensamiento occidental constituyera calidad de nuestra relación mejora. Ya me doy cuenta con mayor sen-
tal marco. En realidad, nos sumamos al creciente coro de personas sibilidad de las ocasiones en que le hago a Tekka exactamente lo que
que se pregunta si el estudio de la comunicación humana podrá al- me enoja que mi madre me haga a mí.
guna vez convertirse en una «ciencia». Además, queríamos proponer Cada vez es más profunda mi gratitud hacia David por estar pre-
una disposición del artículo qve pusiera en primer lugar «la voz de sente durante todo esto, como es cada vez más profundo mi respeto
la persona» y, en segundo lugar, la «voz del texto». Si el texto conti- por Tekka como persona separada de mí. La experiencia de Brattle-
núa enseñando el camino, la autoridad automática del profesional boro me enseñó la importancia de atreverme a hablar de mis preocu-
jamás será cuestionada. paciones sin «volverme loca». Necesitaré muchos años de práctica.
Además, decidimos que cada una de las voces se mantuviera in-
dividual y separada de las demás; no hay ningún nosotros mayes-
tático que produce este artículo, sino más bien un grupo de perso- Reflexiones del padrastro: comentarios de David
nas con opiniones particulares y locales. Por esta razón utilizamos
un formato de algún modo parecido a los Cuentos de Canterbury de Lo que sigue es mi visión del Brattleboro Family Center, tal como
Chaucer, en el cual cada historia se conforma al estilo de su narra- lo experimenté con Sarah y Tekka en la primavera de 1991. Escribo
dor. Esperamos que esta falta de consenso incite al lector a aportar esta primera sección sin leer lo que escribió el equipo. Preferiría vol-
su propia versión crítica. Pasemos ahora a considerar los relatos car primero en papel mis propias opiniones sobre la experiencia, an-
que todavía no oímos, a saber, las contribuciones de Sarah, David y tes de hacer comentarios sobre las percepciones de las otras personas.
Tekka. Por la misma razón no he leído aún los comentarios de Sarah ni de
Tekka.
Sarah y yo nos pusimos en contacto con el Brattleboro Family Ins-
Las reflexiones de Sarah titute en busca de alguna forma de terapia que pudiera serle útil a
Tekka para abordar lo que había sido diagnosticado como compor-
Agradezco mucho las sesiones en Brattleboro. Me ayudaron a su- tamiento maníaco-depresivo o bipolar. En retrospectiva, no sé si en-
perar mi conmoción, pánico e impotencia, resultado del episodio de contramos lo que estábamos buscando, algo fundamentalmente para
Tekka y su internación, que fueron muy sorpresivos para mí. Tam- Tekka. Lo que sí encontramos fue algo que Sarah y yo necesitábamos:
bién asumí mi culpa personal por todo lo que en su vida pueda ha- un modo de relacionarnos con Tekka acerca de su afección. Tekka
ber contribuido a sus dificultades. también se benefició; se acercó más a su familia y creo que encontró
Las sesiones en Brattleboro nos dieron un formato para las con- más apoyo del que esperaba. Nuestra manera de relacionarnos con
versaciones que éramos incapaces de mantener por nuestros propios ella por nuestros propios medios era frustrante, demasiado saturada
medios. La actitud de no juzgar y de brindar apoyo que tuvo el equi- de nuestros temores y nuestra culpa, a veces incluso estallando en
po dio lugar a que se ampliara la perspectiva que tenía en ese mo- ira. Ninguno de nosotros podía evitarlo, si bien creo que todos veía-
mento. Pude advetir mi sobreidentificación con Tekka. Hubiera sido mos lo que estaba sucediendo.
más fácil que en ese momento alguien me dijera qué hacer; en cam- Las sesiones en Brattleboro representaron algo así como una
bio, tuve que bucear más profundamente en mi interior. red de seguridad. Judy Davis nos proporcionó un foro sumamente

274 275
neutral para la discusión. Los comentarios posteriores de los «te- gió por alguna razón; a mí me parece que vale la pena trulc11· cfr 111 11•
rapeutas ocultos» detrás del espejo daban lugar a la subsiguiente riguar en qué consiste ese <<por alguna razón». Sin embar/.{o, JJl'n ' t ho
aclaración de nuestras afirmaciones. A menudo lo que decimos el problema que se le presenta a Lynn al hacer esa afirmación . ( 'un
puede no ser lo que queremos significar, especialmente segín lo in- demasiada frecuencia, se imponen teorías a lo que vemos y oímos y ,
terpreta otra persona. Tener la posibilidad de escuchar las inter- en consecuencia, lo que obtenemos es lo que usamos como filtro de
pretación de los «terapeutas ocultos» nos dio a todos la oportuni- nuestra percepción. Con Tekka, diferentes terapeutas nos presenta-
dad de ver cómo habíamos sido mal interpretados y la última ron, con igual convicción, teorías contradictorias para explicar su
parte de cada sesión nos daba la oportunidad de reformular con episodio: lo provocó el estrés; lo causaron defectos biológicos; lo ori-
palabras y tono más claros lo que habíamos querido decir la pri- ginó el tener una personalidad adictiva; lo produjo la carencia de
mera vez. una sustancia química en el cerebro; lo causaron los peligros de una
También salieron a la luz las implicaciones de nuestros pensa- búsqueda espiritual. En realidad, todas o ninguna pueden ser cier-
mientos y sentimientos. Para mí, las sesiones fueron especialmente tas. Pero al imponer estas teorías al comportamiento de Tekka cam-
útiles en tanto proporcionaron un foro donde pudimos discutir los bia el modo como la miramos, suprime el diálogo y nos impide abor-
planes de Tekka para el futuro. En suma, si bien escribo esto como dar la situación tal cual es.
una crítica de una experiencia y, ciertamente, no como un aviso pu- No obstante, todavía creo que debemos al menos estar interesados
blicitario, tengo una alta opinión del Brattleboro Institute y sin en cuál pueda ser la causa. Si puede identificarse una causa, proba-
duda lo recomendaría a cualquiera de mis amigos que necesitara en- blemente pueda evitarse que otras personas la padezcan; esto sería
contrar maneras de comunicarse en una crisis. hacer prevención en salud mental. O quizá la causa pudiera ser con-
Hay una parte de mí, no obstante, que todavía desea que las se- trarrestada y así, curada. O quizá nada pueda hacerse, en cuyo caso
siones hubieran sido más específicas para ayudar a Tekka directa- debe ponerse más énfasis en la aceptación. Me doy cuenta de que el
mente con sus dificultades psicológicas. Con todo, fue alentador en- terapeuta se encuentra en una posición difícil. Por un lado, debe es-
contrar ayuda para uno mismo, ¡especialmente cuando uno buscaba tar abierto a lo que sucede. Por el otro, la experiencia pasada y la
ayuda para otra persona! Y al encontrar ayuda para comunicarnos, búsqueda de la comprensión conducen a teorías, incluso si la teoría
todos logramos una sensación más fuerte, o al menos más positiva, a la que se adhiere postula que no debe haber ninguna.
de nuestra unidad como familia. Gracias por permitirme este pequeño capricho de comentar uno de
los puntos teóricos. Pensar en estas cosas me hace alegrarme de no
Comentarios de David sobre los comentarios de Brattleboro estar en su pellejo.
Ahora veo que los «terapeutas ocultos» deben ser llamados «equipos
reflexivos». Luego de leer la narración de Judy Davis y los comenta- Atentamente
rios de Lynn Hoffman, realmente no tengo ningún comentario espe-
cífico que agregar. Probablemente disienta con algunas de las afir- David
maciones teóricas con respecto a la terapia, pero valoro el esfuerzo
que hacen por no quedar atrapados en preconceptos acerca de lo que
debe ser. Digo <<probablemente disienta» porque no descarto que, des- Las reflexiones de Tekka
pués de alguna reflexión, pudiera llegar a adoptar el mismo punto de
vista. Les daré un ejemplo: Lynn Hoffman afirma: «Personalmente, Querida Judy:
creo que todos los modelos de terapia que postulan causas para la
patología (. . .) deben ser totalmente descartados». En una primera Aquí van mis ideas y reflexiones sobre nuestro trabajo juntos y so-
lectura, para mí esta afirmación implica que la búsqueda de causas bre el material que escribieron sobre este. Hasta que me pediste que
constituye un error en sí misma. Esta idea de abandonar la búsque- escribiera esto no había reflexionado sobre ese tiempo que comparti-
da de causas a mí me resulta difícil de aceptar. Si la terapia es en al- mos, pero en la última semana me he sentado varias veces para
guna medida un proceso curativo, esto en sí significa que hay algo intentar expresar mis ideas y sentimientos de una manera clara y co-
para curar. Sea lo que fuere lo que necesita ser curado, sin duda sur- herente. No creo haberlo logrado del todo pero, como se está acabando

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el tiempo, compartiré con ustedes de todos modos lo que tengo en este Esta semana estuve escuchando el nuevo casete de Tracy Chap-
momento. man, Matters of the Heart. El estribillo de la primera canción dice:
Antes de comenzar quisiera agradecerte a ti y al resto del equipo «Bang. Bang. Bang. Te mata de un disparo». La pasan en la radio
del Brattleboro lnstitute por mostrar tanto interés en nuestro caso y todo el tiempo y en mi trabajo la gente canta el estribillo constante-
por invertir tanta energía en «esto» (sea lo que fuere lo que «esto» sig- mente. Le conté a mi amiga mi temor/ visión de que los niños pequeños
nifique). al oír la canción luego anduvieran corriendo por ahí con revólveres
Me siento tironeada entre un sentimiento de entusiasmo por de juguete, cantando: «Bang. Bang. Bang. Te mataré de un disparo».
formar parte de un proyecto que se interesa en la superación de las Mi amiga me respondió que probablemente a Tracy Chapman sólo le
estructuras de comunicación y enfoques terapéuticos existentes y preocupa cantar sobre la realidad. Y punto.
un sentimiento de repugnancia por escarbar en territorio perso- ¿Libertad o seguridad? Jimmy Cliff canta: «Prefiero ser un hom-
nal, en una empresa inútil, para encontrar nada. Me duele que se bre libre en mi tumba que vivir como un mendigo o un esclavo». Creo
me enfoque como suicida o incluso como la persona con problemas que esta es una cuestión de opresión (personal y social, y que cuando
(al menos me molesta en el contexto de lo que pasó en la primave- «un niño» llega al punto en que es capaz de pensar, dibujar, esculpir,
ra, en el cual yo soy claramente la «paciente» y el eje de nuestra cantar o expresar conscientemente de cualquier otro modo la idea del
«reunión familiar»). ~. suicidio, en realidad se encuentra en un lugar más sano).
No obstante, me encantan las cosas que tienen que ver conmigo Responder a la idea del suicidio en vez de al acto de expresión le da
(llámenlo como quieran) y disfruté plenamente el proceso de nuestro al suicidio más poder aún. Por ejemplo, yo me sentí violada cuando
trabajo y el poder oír las impresiones del equipo sobre mí como per- convirtieron en un tema a mi «muñeca de recuperación». Para empezar,
sona. Siempre me ha interesado el concepto de realidades efímeras y era una cosa personal muy sensible (me refiero a la muñeca) y colgar-
realidades percibidas y tener la oportunidad de expresar y de oír la en la puerta era mi manera de expresar conscientemente cómo me
las realidades con respecto a mí como persona fue muy valioso para sentía en relación con los otros. El que los otros hayan «reaccionado»
mí, especialmente con relación a mi mamá y David, puesto que ob- como lo hicieron sólo contribuyó a perpetuar ese sentimiento: el senti-
viamente todos tenemos diferentes percepciones de nuestra dinámica. miento de violación, opresión, invasión. ¿Adónde se llega entonces con
Sentí que estaba en un contexto seguro para hacerlo, porque advertí esto? Se puede convertir rápidamente en un círculo vicioso.
que mi voz era respetada por el equipo y recuerdo haber experimen- Pero ¿qué pasaría si la respuesta fuera gratitud o un sentimiento es-
tado en algunos momentos la sensación de que mis opiniones se de- peranzado? ¿Qué hubiera sucedido si cuando los esclavos negros can-
fendían y protegían. taban sobre la libertad en vez de sobre la opresión los blancos hubieran
Creo que la oposición entre libertad y seguridad, que surgió en dicho: «Vaya, ustedes son seres humanos y tienen una voz que merece
el proceso, es un concepto muy profundo (que en nuestro caso se vio ser escuchada y respetada, en vez de preocuparse por las revueltas y la
claramente y que yo también veo claramente en la sociedad). Estu- revolución»? ¿Qué ocurriría si cuando se nos presentan cosas desagra-
ve pensando en el comentario de mi madre con respecto a que «en dables ante nuestros ojos pudiéramos decir: «Sí, son desagradables; sí,
mi trabajo, cuando un niño tiene pensamientos suicidas o hace al- son reales; sigamos adelante con esto y hagamos algo al respecto»?
guna tarea plástica con un tema suicida o escribe canciones suici- Puedo ser tan rebelde como para llegar al punto de lastimarme a
das, nos ponemos en alerta de suicidio». En mi vida, esto se expre- mí misma y puedo ser tan responsable como para llegar al mismo
sa en preocupación emocional de su parte (que algo debe andar punto. Pero si yo fuera como el ideal (una Rebelde Responsable), sería
mal, que ella quiere ayudarme y se siente impotente). Sin embargo, peligroso. Una vez, mi madre me enseñó una canción que canta Janis
su enfoque me pone en un rol de «víctima» al que no adhiero (por- Joplin que dice: «Libertad es sólo otra palabra para decir nada que
que me veo más bien como una sobreviviente ... supongo que esa es perder, nada vale la pena a menos que sea libre» ... algo así. En todo
la razón). caso, primero libertad/ opresión y luego seguridad. No sé si queda es-
Creo que este mismo escenario se repite en escala mayor. ¿Dónde pacio para la seguridad cuando uno aborda cuestiones tan importan-
trazamos el límite entre ponerle un freno a la pornografía explotado- tes. Miren a Gandhi, Kennedy, Martin Luther King h., Karen Silkwo-
ra y confiscar los derechos de expresión? El límite se desplaza rápi- od. Sin duda no eligieron la seguridad, sin embargo, no se los puso en
damente hacia la derecha y censura el arte. alerta de suicidio.
278 279
Si cada artista que alguna vez se ocupó del tema del suicidio fue- R: Lynn: Mis primeras influencias provienen de la lectura de las ide -
ra puesto en alerta de suicidio, estaríamos perdiéndonos una gran as de Haley sobre la «terapia directiva» y de la observación de las
parte de nuestra cultura. ¿Y qué ocurriría si se lo cuestionara a magistrales entrevistas de familia de Virginia Satir. Haley definía
Freud por su adicción a la cocaína, etcétera.? la terapia estratégica como una terapia concebida por el terapeuta.
Sin duda estoy divagando un poco (pero lo que quiero decir es que Yo adherí a su modelo hasta que supe, poco después de su muerte,
esta es una cuestión fundamental, que me afecta personalmente por del inmenso malestar que Gregory Bateson sentía frente a la flore-
muchas razones). El hecho de que mi madre sea terapeuta hace que ciente industria de la terapia familiar y su énfasis en la manipula-
no sólo sea una madre (sino también una institución y un enfoque) y ción y el control. Su libro El temor de los ángeles (1987) acababa de
por lo tanto, hay muchos niveles para cuestionarle y estar en desa- ser publicado póstumamente, gracias al trabajo de Mary Catherine
cuerdo con ella (y por supuesto, también son parte de mí). Bateson, y la tesis principal del libro postulaba los peligros que en-
Para concluir, diré que disiento con la exageración de que «traté traña el propósito consciente. Este punto de vista comenzó a atraer-
de atravesar un vagón de metro». No fue el vagón lo que quise atra- me cada vez más.
vesar, sino la pared de la estación. Este fue el punto de conflicto en- Luego me familiaricé con el original trabajo de Harlene Anderson
tre mi familia y yo, porque fut el incidente que determinaría si mi y Harry Goolishian (1988) en Texas, Tom Andersen (1987) en No-
episodio constituyó una «amenaza contra mi integridad física». ruega, y Ben Furman y Tappi Ahola (1991) en Finlandia, que modi-
¡Obviamente, si hubiera intentado atravesar el vagón, hubiera sido ficó el modelo de que el terapeuta es quien dirige el proceso tera-
peligroso! péutico, dándole mucho más participación al paciente. Yo agregué la
Soy consciente de que esta carta es muy larga (pero no espero que idea de una «voz diferente», que tomé del trabajo germinal de Carol
la uses toda). Es lo mejor que puedo hacer en este momento. Sin em- Gilligan. Todo esto se convirtió en la base de mi propia protesta con-
bargo, estaría muy dispuesta e interesada en continuar este discurso tra el estilo directivo, asociado principalmente con los terapeutas
si por alguna razón hubiera algún interés de tu parte. varones con quienes me había formado, pero que también era adop-
Si tienes alguna pregunta, no dudes en llamarme. Muchas gra- tado por muchas mujeres.
cias otra vez. Judy: Mi primera formación posdoctoral fue una participación
como alumna externa en el Brattleboro Family Institute, con Bill
Atentamente Lax y Lynn Hoffman. Yo acababa de terminar una tesis en el cam-
po de los sistemas familiares que me había acercado, accidental-
Tekka mente, a lo que en ese momento se llamaba «nueva etnografía». En
contraste con la etnografía tradicional, la nueva etnografía consis-
tía en un enfoque reflexivo que entendía que el investigador de
Preguntas del compilador campo era un actor en el mismo drama que intentaba describir. En
mi caso, el drama se centraba en el modo en que cuatro familias
P: A la mayoría de nosotros se nos enseñó que es importante tener un planeaban y experimentaban el bar mitzvah de su primogénito (Da-
marco teórico para guiar nuestras actividades clínicas. Ustedes des- vis, 1988).
criben el proceso terapéutico como «un viaje en canoa por un río». Co- Resultó ser que las cuestiones éticas, intelectuales, morales y
mienza cuando «entramos a puerto» y termina cuando «salimos nave- metodológicas que yo había enfrentado al intentar «escribir» mi ex-
gando». Usted, Lynn, en un artículo anterior (Hoffman, 1990) se periencia con estas familias eran muchas de las mismas cuestiones
refiere a la idea de Judy acerca del terapeuta como «etnógrafo acci- sobre las que estaban escribiendo en ese momento los etnógrafos
dental». ¿Podría ampliar estas ideas y comparar su enfoque con los posmodernos (por ejemplo, Clifford y Marcus, 1986; Geertz, 1988;
modelos más tradicionales de terapia familiar? Su trabajo significa Meyerhoff y Ruby, 1982; Ruby, 1982). Sus ideas me proporcionaron
un importante alejamiento de la idea del terapeuta como una presen- un lenguaje para comprender las descripciones «etnográficas» que
cia activa, directiva y más intrusiva en el proceso terapéutico. ¿Podría yo había producido sin proponérmelo. (Mi objetivo primigenio había
hacer un comentario sobre cómo fue que su trabajo evolucionó en esta sido escribir estudios de caso más tradicionales, pero la índole de mi
dirección? inmersión en el proceso lo había hecho imposible.)
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Muy poco después, estas mismas cuestiones (con respecto a la voz, tiples conversaciones. En esta situación en particular, los integrantes
la posición, la autoridad, el texto, etc.) comenzaron a aparecer con de la familia son locuaces y expresivos y, como dicen ustedes, «consu-
prominencia en la literatura sobre terapia familiar. Parecía que se midores especialmente informados». ¿De qué manera modifican su
trataba de las mismas cuestiones que habían enfrentado los teóricos enfoque cuando trabajan con familias cuyos integrantes no son tan
sociales de enfoque construccionista y narrativo (por ejemplo, Ander- locuaces o expresivos como los de esta, familias que probablemente
sen, 1987; Anderson y Goolishian, 1988; Hoffman, 1985; Miller y no hagan uso tan fácilmente del espacio que el terapeuta les brinda?
Lax, 1988). En consecuencia, la atracción que sentí por el proceso re- R: Lynn: No siento que las familias tengan que ser expresivas para
flexivo que encontré en Brattleboro fue inmediata y profunda. Para poder beneficiarse con este enfoque. Lo que importa es la invita-
mí, constituía una prolongación natural de mi investigación y ade- ción a comentar el proceso de terapia y no el problema. Estamos
más se ajustaba mejor a mi estilo personal (con respecto a la posición hablando de un cambio que modifica la índole de la relación profe-
en la relación cliente-terapeuta) que el enfoque de Milán, en el que yo sional en una dirección más igualitaria, aunque fuera sólo simbó-
me había formado. licamente, y no de una técnica que funciona mejor con algunas
Como investigadora o como terapeuta, yo no tenía ideas precon- personas que con otras. Por supuesto, puede haber una buena ra-
cebidas con respecto a cómo se suponía que la familia debía hacer lo zón para no pedirle a la gente que haga un comentario público. De
que estaba haciendo. Si bien tenía algunas ideas culturalmente pre- todos modos, si la conversación abierta pusiera en peligro a las
concebidas con respecto a la manera «correcta» de realizar el bar personas, probablemente no veríamos a la familia junta y por lo
mitzvah, no tenía ninguna en relación con el modo como las familias tanto el problema no se plantearía.
usan la experiencia para trabajar en cuestiones del proceso emocio- Judy: Agregaría a lo que Lynn mencionó que las familias no tie-
nal (Friedman, 1989, 1985). No tenía ningún ideal normativo con el nen que ser especialmente expresivas para responder a la invitación
cual comparar la cultura familiar a la que se me había permitido in- de cambiar de posición. Por ejemplo, le preguntamos a la familia
gresar. Mi único plan consistía en ser lo más discreta y no amena- cómo le gustaría utilizar el tiempo en vez de elegir nosotros autori-
zante posible para que me permitieran quedarme. Del mismo modo, tariamente de qué hablar. También los invitamos a escucharnos y a
como entrevistadora con la familia de Tekka, yo no tenía un plan escucharse entre sí desde posiciones nuevas, incrementando así las
preconcebido acerca del modo como la familia tenía que hacer el tra- probabilidades de que surjan nuevas miradas.
bajo que habían venido a hacer. Mi único plan consistía en mantener Esta es precisamente la situación que Bill Lax describe en un ca-
viva la conversación para que pudieran surgir otras ideas, diferen- pítulo sobre el ejercicio profesional posmoderno (1992). En ese artícu-
tes de las que habían traído a la entrevista. En ambos casos, lo que lo, describe una familia a la que el proceso de terapia le resultaba in-
yo esperaba que sucediera era lo que Arthur Penn (1991) llama una timidatorio y que encontraba difícil hablar de su situación. Yo era li1
«feliz casualidad», una convergencia de personas, acontecimientos e terapeuta en la sala y Bill estaba detrás del espejo. Le pedimos al niiio
ideas de tales características que hiciera que se creara algo nuevo y que observara con Bill desde detrás del espejo mientras los padm-1
estimulante. conversaban conmigo en la sala. Luego cambiamos y esta vez loH pu
La idea de la feliz casualidad no sólo se aplica a la investiga- dres observaban mientras su hijo hablaba con Bill. Desde esa poH1
ción y la terapia, sino también a la escritura. En ambas instan- ción, fueron capaces (como la madre lo expresó) de ver a su beh,·• ,.,..,
cias intenté contar la historia de tal manera que incluyera tantos cer ante sus propios ojos. Este es un ejemplo notable de la difn,•111 °111
detalles como fuera factible y tantas voces de los demás como fue- que puede marcar una nueva posición.
ra posible. También quería exponerme a mí misma tanto como los
exponía a ellos, para permitir que los lectores construyeran sus P: Ustedes comentan que su trabajo « no está atado al r('1wltm/oo
propios significados. sin embargo parecen tener ciertos objetivos en mente con l'fllll /i
lia, a saber, impedir que Tekka intente suicidarse y qw• 1111t•l1 1,
P: Como terapeutas, ustedes se colocan dentro de la historia junto hospital psiquiátrico. ¿No puede considerarse esto un re1wlt,ulo
con los integrantes de la familia, en calidad de iguales. Brindan el ferido? Además, en la cuarta sesión Tekka dice: «Me gusturi
espacio para que la familia presente sus ideas y luego hacen que un control nuevamente totalmente recuperada. ¡Así la m "1li t 1

equipo reflexivo comente esas ideas, en un proceso recursivo de múl- quedar guardada!» ¿No constituye esto también un oh,1t!I
282
terapia? ¿En qué difieren sus objetivos terapéuticos de los objetivos pación del grupo como lo hacemos, descubrimos que nos terminamos
que fijan los terapeutas familiares más tradicionales? ¿No tiene el te- encontrando menos frecuentemente y más episódicamente, según la
rapeuta la responsabilidad de hacer que los integrantes de la fami- situación. Con esta familia, el año lectivo estaba terminando y Tekka
lia especifiquen sus objetivos para que se pueda saber si las cosas estaba por mudarse lejos, lo que puso un límite a nuestro contacto.
marchan en la dirección que ellos prefieren y eligen?
A: Lynn y Judy: Nos preguntas acerca de nuestro sesgo contrario a P: Lynn, cuando usted habla de la importancia de que las personas
tener un resultado preferido. En un contexto que demandara la fija- «recuperen el control sobre la entrevista, quitándoselo a los profesio-
ción de objetivos claros siempre daríamos prioridad a estas deman- nales», usted está hablando de un cambio radical en la perspectiva
das, pero le comunicaríamos a la familia nuestro dilema acerca de la filosófica. En vista de la preeminencia, poder y generalización del
fijación de tales objetivos. Luego trabajaríamos con las familias o modelo del médico como experto, ¿cómo pueden hacerse crecer y pros-
personas sobre cuáles objetivos podríamos elegir fijar, incluyendo perar estos nuevos métodos de indagación?
objetivos en cambio permanente. R: Hay una pira creciente de críticas a la psicoterapia como profe-
No obstante, es probable que la frase «no atado al resultado» sea sión y mi ramita no es más que una pequeña contribución a esta ho-
poco feliz, porque tiene demasiados significados. Un significado es guera. Quizás estas críticas estén creciendo en proporción con lacre-
que no estamos atadas a ningún resultado determinado, únicamen- ciente importancia del modelo médico para justificar los reintegros
te al que eliminara o disminúyera la razón por la cual las personas de los seguros de salud y simplificar la atención médica gerenciada.
vinieron a consultarnos. En este caso, prestamos atención a lo que En realidad, considero al movimiento de los grupos de apoyo (aun
quería la familia, que era «mejorar la comunicación» y ayudar a Tek- cuando no acuerde con sus fundamentos) como una manera de mane-
ka a dejar la medicación y a encontrar un plan, al menos de corto jar algunos de los padecimientos comunes mucho más útil y económi-
plazo, que fuera aceptable para ella y tranquilizador para los pa- ca que la psicoterapia tradicional. En los casos en los que la psicote-
dres. En este sentido, sí intentamos escuchar qué quieren los inte- rapia efectivamente parece recomendable, me gustaría verla tornarse
grantes de la familia. Por supuesto, en ocasiones la gente no es más confortante y colaborativa. Me gustaría que los profesionales
capaz de expresar con claridad lo que la preocupa, o disiente al res- compartieran más ampliamente con las familias las técnicas que, en
pecto. En este caso, sin duda el tema del daño a sí misma era la pre- general, hemos mantenido en secreto entre nosotros. También me
ocupación central y dentro de los límites que definían esta cuestión, gustaría que se desmitificara el proceso de la terapia, por medio del
naturalmente le prestamos atención. uso de lenguaje no especializado, incluso en las conferencias entre
Pero «no atado» tiene otro significado, del cual hablaba Bateson profesionales. Finalmente, quisiera que de una vez por todas fuera
en El temor de los ángeles. Si como terapeuta usted intenta contro- desterrada la idea de los terapeutas como doctores, sanadores o sa-
lar la terapia para dirigirla hacia un resultado normativo, puede cerdotes. Lo cual no significaría abandonar nuestras destrezas, ad-
meterse en problemas. Primero, este tipo de objetivo suele esconder quiridas con tanto esfuerzo: significaría que en lugar de someter a las
un sesgo social o terapéutico; segundo, atarse demasiado a él puede personas a ellas, se las explicaríamos y les enseñaríamos a usarlas.
convertirse en un obstáculo (cuanto más se esfuerce, menos proba-
ble será que suceda). Este es un principio del zen, pero también lo es
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1
negociación flexible de sesión a sesión, dictada por la lógica de los plenario, Simposio de la Red de Terapia Familiar (Family Tlwrnpy N1 t ·
acontecimientos y los deseos de la gente. Pero al recurrir a la partici- work Symposium), Washington, DC.

H
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