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Este documento resume la historia del uso de aditivos en el hormigón, desde los primeros usos rudimentarios hace miles de años hasta los desarrollos modernos. Explica que los romanos ya usaban morteros con propiedades cementicias y que el primer puente de hormigón armado data de 1875. Luego detalla algunos de los primeros aditivos usados a finales del siglo XIX y principios del XX, y cómo su uso se masificó en las décadas de 1960 y 1970, permitiendo nuevos tipos de hormigón. Finalmente, señala que en
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Título original
Uso de Aditivos en Hormigones de Altas Prestaciones___examen
Este documento resume la historia del uso de aditivos en el hormigón, desde los primeros usos rudimentarios hace miles de años hasta los desarrollos modernos. Explica que los romanos ya usaban morteros con propiedades cementicias y que el primer puente de hormigón armado data de 1875. Luego detalla algunos de los primeros aditivos usados a finales del siglo XIX y principios del XX, y cómo su uso se masificó en las décadas de 1960 y 1970, permitiendo nuevos tipos de hormigón. Finalmente, señala que en
Este documento resume la historia del uso de aditivos en el hormigón, desde los primeros usos rudimentarios hace miles de años hasta los desarrollos modernos. Explica que los romanos ya usaban morteros con propiedades cementicias y que el primer puente de hormigón armado data de 1875. Luego detalla algunos de los primeros aditivos usados a finales del siglo XIX y principios del XX, y cómo su uso se masificó en las décadas de 1960 y 1970, permitiendo nuevos tipos de hormigón. Finalmente, señala que en
Hallazgos contemporáneos en Lepensky, junto al Danubio, permiten afirmar
que, durante la edad de piedra, hace 7.500 años, los habitantes construían el suelo de sus viviendas uniendo tierra caliza, arena, grava y agua. Esta mezcla puede ser considerada como un hormigón rudimentario.
Excavaciones permiten establecer que hace 4.500 años, los constructores de la
pirámide de Cheops, utilizaron hormigones primitivos. Los griegos, hace más de 2.300 años, utilizaron como aglomerante, tierra volcánica que extrajeron de la isla de Santorín. También existen indicios para decir que utilizaron caliza calcinada que mezclaron con arcilla cocida y agua. [ CITATION Nis12 \l 16394 ]
Durante el Imperio Romano el uso del hormigón como elemento constructivo
tanto en grandes como en pequeñas estructuras e infraestructuras alcanzó un grado de tal satisfacción que no se volvió a lograr hasta el siglo XIX. Esto se debió posiblemente a la gran habilidad constructiva de los romanos y a la facilidad de conseguir cerca de Roma arenas volcánicas con propiedades cementicias, con las que preparaban un mortero mezclando dichas arenas con piedras naturales (habitualmente cal y guijarros). Este mortero poseía unas propiedades físicas y mecánicas prácticamente idénticas a las que posee el hormigón utilizado en las construcciones erigidas en la actualidad, y era utilizado en la construcción de estructuras enormes que han probado ser muy duraderas con el paso de los siglos Joseph Monier construye en 1875 el primer puente de hormigón armado del mundo en Chazalet (Francia) con un vano de 16,5 m de luz patentando el hormigón armado.
A finales del siglo XIX se comienza a utilizar el hormigón en países como
Alemania y Estados Unidos. Aunque las primeras aplicaciones del hormigón en Estados Unidos datan de 1875, fue a partir de 1890 cuando su empleo alcanzó un impulso extraordinario. Eran unos años donde las bases científicas del comportamiento del hormigón armado no estaban asentadas y, por tanto, las aplicaciones estaban sujetas a patentes y sistemas de firmas comerciales.
Aditivos
La historia del uso de aditivos químicos en los hormigones se remonta al siglo
pasado, tiempo después que Joseph Aspdin patentó en Inglaterra el 21 de octubre de 1824, un producto que llamó «Cemento Portland».
La primera adición de cloruro de calcio como aditivo a los hormigones fue
registrada en 1873, obteniéndose su patente en 1885.
En ese entonces, se comenzaron a añadir polvos finos para colorear el
hormigón. Los fluatos o fluosilicatos se emplearon a partir de 1905 como endurecedores de superficie.
En Chile, la primera fábrica de aditivos químicos para hormigón se instaló en el
año 1942, comercializando acelerantes de fraguado e impermeabilizantes hidrófugos principalmente. En la década de los 60 se inició el uso masivo de los aditivos plastificantes, productos que hoy en día son los más utilizados en todo el mundo, debido a su capacidad para reducir el agua de amasado y por lo tanto para obtener hormigones más resistentes, económicos y durables. Obras como la central hidroeléctrica Rapel y el aeropuerto Pudahuel son ejemplos de esa época.
En la década del 70 se introdujeron en Chile los primeros aditivos
superplastificantes, revolucionando la tecnología del hormigón en esa época, por cuanto se logró realizar hormigones fluidos y de alta resistencia para elementos prefabricados y para la construcción de elementos esbeltos y de fina apariencia.
En 1940 Norman Adrian Bruyne descubrió la resina fenólica modificada,
permitiendo realizar uniones estructurales metálicas mediante adhesivos, este hecho impulso la industria aeroespacial para las potencias mundiales.
A inicios de 1944- Eduard Preiswerk descubre el adhesivo epoxi abriendo un
gran campo de posibilidades de aplicación de adhesivos estructurales que trascendería hasta nuestros días [ CITATION Los17 \l 3082 ]
El empleo de las resinas epoxi se inició aplicándolas a la fabricación de
pinturas y a la unión de elementos estructurales en la industria aeronáutica. Rápidamente su uso fue extendiéndose y evolucionando, pero fue precisamente en 1955 cuando estas resinas epoxi entraron de lleno en el campo de la construcción, y en especial, en el de las carreteras. [ CITATION Can06 \l 3082 ]
En la década de los 80 se introdujo en Chile el uso de microsílice, material
puzolánico que usado en conjunto con los aditivos superplastificantes permite obtener la máxima resistencia y durabilidad del hormigón. Con este material se confeccionan hormigones de 70 Mpa de resistencia característica, pudiendo llegar incluso a superar los 100 Mpa. Estos extraordinarios hormigones se han utilizado en Chile en pavimentos sometidos a fuerte abrasión en minería y obras hidráulicas.