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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES CAMPUS LA MORITA
ASIGNATURA: RELACIÓN DE TRABAJO I

PROF. ALEX BONDARENKO

INFORME

EL SINDICALISMO DEL FUTURO UN RETO ANTE LAS NUEVAS LAS


EXIGENCIAS DEL MERCADO

Trabajo unidad III


Adriana Rodríguez
CI: 21.100.403

La morita, julio 2021


INFORME DEL
SINDICALISMO DEL FUTURO UN RETO ANTE LAS NUEVAS LAS
EXIGENCIAS DEL MERCADO

El presente informe es sobre, el sindicalismo del futuro un reto ante las


nuevas exigencias del mercado. En consonancia con los términos utilizados
para el desarrollo del trabajo y los contenidos: Crisis del sindicalismo y sus
causas; Modelo asambleario movilizador; Representativo negociador;
Representativo de participación y para finalizar, las Experiencias
significativas, temas pertenecientes a la Unidad III de la asignatura Relación
de Trabajo I.

Para tal fin, el informe inicia con el término, sindicalismo, que no es


más, que el producto de la Revolución industrial; y puede ser definido como,
una asociación o agrupación formada para la defensa de los intereses
económicos y laborales de un grupo de trabajadores asalariados. También,
es conocido como, un movimiento que permite la representación de los
obreros a través de una institución a la cual se le denomina sindicato. Es
preciso tener presente, que el sindicalismo es fundamentalmente
sindicalismo obrero, pero el término se puede aplicar a todas las
asociaciones profesionales, organizadas sobre el sistema de sindicato. Este
movimiento tiene como objetivo optimizar la situación de los trabajadores
dentro del mercado laboral.

En Venezuela, las primeras organizaciones sindicales fueron, la


Confederación Venezolana de Trabajadores (CVT), la Confederación
Sindical Obrera de Venezuela (CSOP); que luchaban por las propuestas en
materia de seguridad social, salarios y reparto de utilidades, entre otras.
Durante el período (1958-1998), las políticas laborales fomentaron la
organización de sindicatos y la firma de convenios colectivos; así mismo, se
difundieron mecanismos estatales para la solución de los conflictos entre
trabajadores y empleadores. El mejoramiento de condiciones de trabajo y del
nivel de bienestar fueron muy visible en las primeras dos décadas de ese
lapso

En el trabajo de Zapata titulado ¿Crisis del sindicalismo en América


Latina? se puede comprender la situación que enfrenta los movimientos
obreros en Venezuela y de los retos que el sindicalismo debe enfrentar en el
futuro. La crisis del sindicalismo latinoamericano se debe abordar a partir de
las transformaciones económicas y sociales, los cambios en los sistemas
políticos y la redefinición de la democracia. El nuevo contexto producido a
partir de los años ochenta por los procesos de apertura comercial,
privatización y desregulación laboral que pese a las particularidades
nacionales, fueron muy parecidos en el conjunto de los países de la región.

En Venezuela, durante la década de los ochenta y noventa se produjo


una situación de estancamiento en los aspectos de condiciones de trabajo y
el nivel de bienestar de los trabajadores. Ese panorama, se convertía en un
verdadero reto para el sindicalismo venezolano, que ya, venía siendo
afectado por la brecha creciente entre los trabajadores y la institución debido
a la pérdida de credibilidad, el creciente deterioro de su autonomía, la
obsolescencia del modelo sindical producto de las nuevas tecnologías, así
como todo el conjunto de variables que afectaban las tasas de sindicalización
a nivel mundial.

Ya, a partir de 1999, se gestó en Venezuela un nuevo sindicalismo,


conformándose la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), con gran
influencia en la transición política y económica que se desarrolla en el país.
Por tanto, su posición es el desconocimiento de la sociedad capitalista, y por
ende, de la economía excluyente que manifiesta la falsa fraternidad entre el
empresario o patrono y la clase trabajadora. Al respecto, Aragón (2007),
afirman que todo esto se encuadra con una realidad y una necesidad de
acción que el sindicato debe enfrentar, no sólo participando en la ordenación
interna, sino también en la elaboración de criterios orientativos de su
accionar de cara al interior y exterior del sindicato.

Interpretaciones sobre la crisis del sindicalismo y sus Causas.

Haciendo referencia a su manifestación para el caso venezolano se


indique las causas que se podría considerarse retos fundamentales que se
plantean para el sindicalismo de cara al futuro. El Prof. Tezano, señala, que
el sindicalismo se ha debilitado profundamente como institución, es por ellos
que realiza su análisis de las distintas tendencias a nivel mundial, dentro de
las causas de esta crisis se encuentran los siguientes puntos:

1.- Tendencia a la disminución de la tasa de Sindicalización tradicional:

La tasa de sindicalización está disminuyendo, la causa principal de este


cambio, como lo señalan todos los analistas del mundo del trabajo, se
encuentra en los avances de la tercera revolución tecnológica, que ha traído
consigo el desarrollo de la automatización, la informática y la robótica. Las
nuevas tecnologías están orientadas al logro de una substancial reducción
de la mano de obra. Las transformaciones a nivel de oficina también han
contribuido a una configuración Marcada en la heterogeneidad de la clase
asalariada.

2.- Decrecimiento del conflicto industrial:

Los conflictos en los países industrializados están Institucionalizados,


además en la actualidad es muy difícil que un sindicato gane una huelga. En
algunas grandes empresas, se ha podido constatar una sensibilidad sindical
creciente hacia la participación de los trabajadores en la gestión de la
empresa

3.- Disminución de la capacidad de presión y de poder de los sindicatos:


Esto se da como consecuencia de la implantación del estado de bienestar,
que representa una especie de pacto tácito, informal, no escrito. Se dice que
los sindicatos han perdido su capacidad de presión y poder y se produjo
como una especie de pacto en Europa después de la Segunda Guerra
Mundial.

4.- Dificultad de la representatividad socio laboral:

Por la gran diversidad que representan los trabajadores en cuanto a


formación, niveles de vida, ingresos etc. Es difícil representar todos estos
intereses, estos dependen del tipo de trabajo que realizan, el nivel al que
pertenecen, la forma de contratación, la empresa en la que operan, entre
otros aspectos. Toda esta variedad de condiciones contribuyen al incremento
de la crisis de Representatividad de los sindicatos, pues no pueden crear un
tipo de Organización, lo suficientemente amplia y coherente como para
representar a la clase asalariada.

5.- Dificultades de diagnóstico y programación:

Existe según los analistas una dificultad creciente en los sindicatos para
agregar los intereses de las complejas y diversificadas clases de
trabajadores de nuestro tiempo. La clase trabajadora actual presenta una
gran diversidad de cualificaciones, formación, ingresos, niveles de vida, toda
esta variedad de condiciones contribuye al incremento de la crisis de
representatividad de los sindicatos. También, los sindicatos acusan una
especie de insuficiencia Gerencial, al hacer dificultades en la elaboración de
diagnósticos adecuados sobre la situación actual de la economía y de los
problemas laborales. Por esto No pueden desarrollar lineamientos y
programas de acción.

6.- El aburguesamiento de los dirigentes y su permanencia en el cargo:

Se le atribuye una de las causas de la crisis el aburguesamiento de los


dirigentes sindicales, esto quiere decir que por su permanencia en la cúpula
sindical se han desligado de los intereses de la clase que en algún momento
pertenecieron, pero, ellos han alcanzado una mejora en su nivel de vida, los
dirigentes sindicales pierden la identidad con la clase a la que pertenecen y a
la cual representan como consecuencia de los privilegios, los dirigentes se
afincan en sus cargos, cerrando el paso a gente nueva. Todo eso, hace se
pierde el antagonismo frente a la clase trabajadora. Esto ocurre en
Venezuela cuando va acompañado de casos de corrupción.

7.- Ambivalencia del trabajador:

La cúpula sindical se encuentra en una posición Privilegiada, no ocurre así


entre los trabajadores de base, que viven bajo el control de los capitalistas en
las relaciones sociales de trabajo.

8.- Dicotomía dirigencia-base o crisis de delegación:

La dialéctica entre el liderazgo y la base se ha hecho más difícil y compleja


ya que los trabajadores quieren participar más por su mayor preparación; El
trabajador es más pragmático y menos ideologizado; Y, se ha debilitado la
lealtad obrera hacia los Partidos de izquierda

9.- Crisis de representatividad ideológica:

El dilema de los sindicatos es que actualmente cualquier política que puedan


desarrollar es un comportamiento que les va a quitar el apoyo de una parte
de las clases trabajadoras.

10.- Crisis de identificación política:

Teóricamente y por ideología los partidos socialistas serían los


representantes de la clase trabajadora, pero ante la formulación de sus
políticas económicas y laborales los dirigentes sindicales han empezado a
dudar de este supuesto por su severidad. Un hecho que representa este
punto es la incongruencia entre los sindicatos y los partidos socialistas, en
teoría, estos partidos son el principal apoyo de la clase trabajadora, pero por
las fuertes exigencias políticas y económicas los dirigentes sindicales se han
desligado. Este fenómeno ocurrió en Venezuela cuando Juan Delpino,
militante de AD, desde la presidencia de la CTV realizo una campaña en
contra del presidente vigente Carlos Andrés Pérez, quien como dirigente
político se suponía debía coincidir políticamente con los intereses de la clase
trabajadora.

Modelos sindicales

El modelo asambleario-movilizador

Se caracteriza, según Tezano, “por una concepción antagonista y


movilizadora del papel del sindicato y por una reivindicación de la asamblea
como el mejor modo y medio de participación en la empresa”. La Concepción
asamblearia se traduce en términos intangibles a nivel de la práctica sindical,
en el control de las decisiones de la dirección del sindicato o federación.
Mediante el desarrollo de un sistema eficaz de consultas continuas a la base.

La práctica asamblearia es la garantía de hacer un sindicalismo


pegado a la realidad. No obstante, no se debe ocultar que dicho modelo
coexiste con una realidad en la que son mayoritarias las actitudes de
delegación frente a las de participación. Debemos ver como un problema la
escasa presencia y la casi nula participación, en muchas de las asambleas.
El reto que hay que superar es, a partir del reconocimiento de las dificultades
por las que atraviesa el modelo participativo, encontrar fórmulas que
respeten y potencien los componentes últimos del asamblearismo, como la
libre circulación de la información, la participación, el pluralismo y la toma
colectiva de decisiones

No podemos sentirnos satisfechos con cumplimentar burocráticamente


nuestras "obligaciones asamblearias" sino que debemos instar a la
participación y al control de la organización desde todos los ámbitos: los
centros de trabajo (a través de los representantes de centros) y con el apoyo
a las iniciativas de los propios trabajadores y trabajadoras, los foros de
discusión en aquellas secciones sindicales de grandes dimensiones y
dispersas geográficamente, el esfuerzo por la circulación de la información.

Ser consecuente con la naturaleza asamblearia exige disponer de la


suficiente información. Se trata de impregnar de realidad los análisis de los
problemas, ser capaces de realizar valoraciones ponderadas de los mismos
y ser conscientes de las posibilidades reales de avance. La construcción de
un discurso alternativo sólo es posible desde una posición crítica con la
realidad, sin caer en dogmatismos

El pluralismo es un elemento esencial para poder analizar los múltiples


aspectos de la realidad, para llegar a elaborar posiciones matizadas,
coherentes y complejas, para huir de la unilateralidad y de los
esquematismos. Para ello, es necesario crear un clima de confianza para
que se puedan defender las posiciones propias con total tranquilidad, en el
que se sepan recoger las aportaciones positivas de puntos de vista distintos
y en el que desaparezcan los prejuicios.

Debemos clarificar el papel de las asambleas, las de personas


afiliadas, responsables últimas de las decisiones del sindicato, y de las
asambleas generales de trabajadores y trabajadoras, de participación y
consulta. Estas asambleas generales en los centros de trabajo, también
deben marcar las decisiones de la organización, siempre que no contradigan
principios básicos de la misma y que, en ellas, estén representados los
intereses colectivos y no sólo los corporativos de una parte del total de
trabajadores y trabajadoras.

En este modelo sindical es necesario delimitar las responsabilidades


en sus diferentes ámbitos, de tal manera que el ejercicio de la práctica
asamblearia no sirva de pretexto para la ausencia de debate y decisión en
los órganos sindicales.
El Modelo representativo–negociador

Se caracteriza por poner un mayor énfasis en La orientación


implicativa–pactista, más cautelosa en la consideración de las variables
objetivas de la situación de las empresas y de la economía en general. Y,
más dispuesta a utilizar la vía de negociación que la de movilización.
Premisas: En primer lugar, dentro de La línea del pensamiento socialista  de
Sídney y Beatriz webb, se tiene en cuenta que, en la economía de la
producción, el capital y el trabajo tienen una inversión común. Se considera
que la Representatividad sindical se legitima por vía electoral, en la libre
escogencia de los representantes, que a su vez, recíprocamente, deben
actuar en función de La confianza que ha sido depositada en ellos por sus
compañeros. Y en consecuencia, se considera que la mejor vía para que los
trabajadores participen en la empresa, es a través, de los causes sindicales y
la negociación colectiva.

La negociación se ha convertido en el principal cauce para la


consecución de mejoras laborales. Ahora bien, la forma de entender la
negociación diferencia unos modelos sindicales de otros. Una negociación
que niegue el conflicto de intereses y en la que, por tanto, exista connivencia
entre la patronal/Administración y los sindicatos conlleva la anulación de la
capacidad de movilización y de presión sindical. En la medida que se pierde
el vínculo de los trabajadores y trabajadoras con los sindicatos, difícilmente
son percibidos por aquellos los resultados concretos de las negociaciones, lo
que a la larga redunda en el descrédito de éstos y de su capacidad de
incidencia, pero sobre todo de su capacidad real de representación con lo
cual, paulatinamente, se abre camino un proceso de sustitución de los
intereses generales por los particulares de las cúpulas sindicales o de las
propias organizaciones. Por el contrario, una negociación no sólo debe servir
para la consecución de las aspiraciones de los trabajadores y trabajadoras,
sino también para reforzar el vínculo entre los sindicatos y sus
representados.

La movilización es la cúpula sindical la que decide y convoca y la que


considera cuáles son los motivos para ir a la protesta. La movilización no
surge desde abajo, como una demanda y una inquietud de las bases, sino
que viene de una decisión tomada desde arriba, desde los comités ejecutivos
de los sindicatos. Debemos mantener la mente abierta a nuevos modelos de
movilización, cuyo objetivo fundamental, además de conseguir las mejoras
que demandan los trabajadores y las trabajadoras frente a la patronal y la
administración, es también demostrar el seguimiento y el apoyo a
determinadas reivindicaciones.

El modelo representativo de participación

Resultado de una mera evolución del segundo, más que del desarrollo
de nuevas ideologías o de nuevos espacios políticos. Se caracteriza, en todo
caso, por una conjunción de los rasgos del modelo de sindicato
representativo, anteriormente enunciado, con otras orientaciones más
receptivas a las iniciativas de consulta periódica. En la base de una mayor
apertura e importancia de los causas de comunicación y participación a nivel
de empresa, y a una concepción implícativa mas abocada a incrementar la
participación negociada de los sindicatos en la gestión de Empresas.

Retos fundamentales que se plantea el sindicalismo de cara al futuro


(global o Venezuela)

Tezano plantea que los dirigentes sindicales tienen que afrontar 3 grandes
retos en cara al futuro:

1.- Adaptación sindical a los cambios tecnológicos:


Es importante definir un modelo sindical que sea operativo, eficaz,
más participativo y hacerlo junto a un proyecto político y social global que se
adapte a los nuevos tiempos.

2.- Adaptación a la nueva estructura social

Este reto consiste en encontrar una vía de desarrollo socioeconómico


que se produzca a partir de un pacto social históricamente progresivo en el
que los sindicatos se encuentren claramente comprendido. Se requiere un
enfoque fundamentado en el concepto de las Relaciones Industriales que
tengan en cuenta la estrategia y política de los actores fundamentales:
Empresarios y los Sindicatos.

3.- Necesidad de buscar una salida progresista a la crisis económica

Se debe tener en cuenta la importancia de la productividad y de la


búsqueda de calidad en los procesos de producción para superar una crisis
económica sin perder de vista otros puntos de interés de la clase trabajadora:

a) Democratización de las relaciones de trabajo

b) Mejora de la calidad de vida de los trabajadores y de la población


en general

c) Reparto equitativo de las oportunidades de trabajo mediante la


disminución de la Jornada laboral los planes de jubilación y aprendizaje
industrial

d) Diseño de mecanismos instituciones para el desarrollo de la


corresponsabilización en La corrupción de políticas globales económicas.

Por todo lo anterior, no creo exagerar al decir, que el sindicalismo del


futuro experimenta dificultades por lo que tiene un desafío general, interesa
por igual a los Estados, a las Empresas y a los ciudadanos. Ciertamente ha
venido ocurriendo una baja de la sindicalización. Razones diversas y de
naturaleza compleja han sido consideradas. La generalidad de estos son de
naturaleza estructural, por tanto están más allá de la voluntad circunstancial
de los dirigentes y afiliados. Requieren de un esfuerzo de replanteo del
movimiento y las fuerzas sociales que le acompañan. Así es el caso de la
globalización, de las nuevas tecnologías, de las nuevas formas de
organización de la producción, de las modificaciones que ha experimentado
el mercado laboral, de los cambios demográficos ¿Qué queda para que el
movimiento sindical responda a todas estas transformaciones? obviamente
transformarse a sí misma

REFERENCIAS

Aragón, J.; Pérez, J. y Rocha, F. (2007). Reflexiones desde una


perspectiva sindical. Voluntariado, tercer sector y empleo. Fundación 1º
de Mayo. España.

Urquijo, José Ignacio (2002), “El Movimiento obrero Venezolano”, Edición


conjunta UCAB–OIT-INAESIN.

Wilpert, B. (1984). La participación en organizaciones: resultados de la


investigación comparada internacional. Revista Internacional de Ciencias
Sociales UNESCO, 36(2),373-388.

Zapata, F. (2013) El sindicalismo latinoamericano. México: El Colegio de


México.

Zúñiga, G. (2010), "Los retos del mercado laboral venezolano, más


empleos menos precarios". Revista sobre Relaciones Industriales y
Laborales, N°46, Enero-Diciembre 2010, IIES-UCAB, pp. 35-62.

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