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CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA ISLÁMICA


 
El arte musulmán se caracteriza por la riqueza de su decoración mediante motivos geométricos,
caligráficos y vegetales que crean bellos arabescos y lacerías y por la diversidad estética, enriquecida por
los aportes bizantinos, mesopotámicos y persas de las primeras etapas de su formación, y posteriormente
con la difusión del Islam por los diferentes territorios geográficos se fue enriqueciendo con peculiaridades
locales y regionales en los diferentes periodos históricos omeya, abbasí, fatimí, aglabí, almohade, etc. a la
vez que mantiene un carácter estilístico común al que contribuyen los elementos decorativos empleados y
una fuerte significación espiritual que lo caracteriza.
 
Una de las facetas más brillantes del arte islámico fue la arquitectura. Los edificios de carácter civil y
religioso se caracterizan por la complejidad técnica y por su gran belleza, evitando la sensación de vacío.
Las paredes de los monumentos están embellecidas con decoraciones con cubiertas de cerámica,
mosaicos o azulejos, piedra esculpida y mármoles tallados. La decoración transforma los espacios sobre
los que se aplica buscando efectos tridimensionales y de continuidad espacial, partiendo de unos sólidos
conocimientos matemáticos y sobre la base de principios básicos como la repetición, y la mezcla de
materiales y texturas, las formas geométricas (cuadrado, círculo, polígono) se constituyen en módulos que
se superponen y repiten convirtiéndose en motivos decorativos que transmiten una sensación de fluidez
espacial. 
 
Los materiales utilizados variarán en función del lugar, así por ejemplo el adobe será ampliamente
utilizado en Iraq, mientras que la piedra lo será en Siria y Egipto.
 
Los elementos arquitectónicos más característicos del Islam son
el arco, la cúpula y el iwan.
El arte islámico empleó una extensa variedad de arcos. En un
primer momento se empleó el arco de medio punto sobre
columnas, de tradición bizantina, pero enseguida se elaboró el
arco de herradura, arco lanceolado, arco trilobulado o polilobulado,
arco peraltado o rebajado, y arco angrelado.
 
En cuanto a las cúpulas, las primeras cúpulas eran semiesféricas
según el estilo bizantino, pero después adquieren otro estilo al
apoyarse en un alto tambor circular. La unión entre la cúpula y la
base se hacía con diferentes tipos de uniones: trompas, pechinos,
arquillos, nichos, medias naranjas, y mocárabes para cúpulas de
diferentes formas.
 
El iwan era una sala cubierta por una bóveda de cañón,
completamente cubierta por uno de sus lados y que con el tiempo
formaba parte de los patios, por ejemplo en las mezquitas, en
forma de amplio portal con la parte frontal abierta por un alto arco
inscrito en un rectángulo y el techo unido a la pared del fondo por
medio de mocárabes.
          Mezquita de Aqsunqur (Egipto)
        
Las técnicas arquitectónicas emplean materiales diversos como la piedra, el ladrillo, la madera o el bronce
para conseguir diferentes efectos decorativos.
 
En la construcción en piedra se consiguen efectos de policromía alternando piedras oscuras y claras,
como en la Mezquita Omeya de Hama, o alternando capas de piedras y capas de ladrillos. También se
cubren paredes con placas de mármol de diferentes colores, que gracias a sus cortes, dibujan diferentes
motivos geométricos: cuadrados, rombos, círculos, etc. como en la Cúpula de la Roca. En Época Selyuquí
se reproducen motivos arabescos con la mampostería de piedra y en época de al-Nasir en Bagdad
destacan la madrasa Mustansariya y el Palacio de los abbasíes (siglo XIII).
 
En algunas construcciones, como por ejemplo el castillo de Mshatta (740) de época omeya en Ammán,
hay ornamentación esculpida en las fachadas sobre la misma superficie de la pared: tallos, hojas,
racimos, pájaros, etc. Es una escultura por escavación o ahuecada.
 
La técnica de ladrillo es otra técnica arquitectónica que ofrece buenas características mecánicas como la
resistencia a la compresión y escasa resistencia a la tensión. Además, se fabrica en serie por moldeado,
con formato constante. Se emplea sobre todo en el arco, la bóveda y la cúpula.
 
Su colocación juega con la sombra y la luz, ritmos y motivos, como por ejemplo la colocación, en avance y
retroceso, con efectos de luz y sombra y de tejido o cestería como en la madrasa de Qal´a en Bagdad.
 
En la Mezquita de Al-Azhar (970) se empleó la técnica de ladrillo estucado.
 
Otra técnica de ladrillo para conseguir policromía es la cerámica mural, decorando con ladrillos
esmaltados o con  mosaicos de azulejos.
 
Otras técnicas arquitectónicas emplean el bronce, como es el caso de la arquitectura del del siglo XIV en
El Cairo para las puertas de edificios religiosos con mocárabe geométrico como el Pórtico del bimaristán
de Nur-al-Din, de Damasco (1154).
 
La madera se emplea especialmente en los mihrab, como en el mausoleo de Qaitbay de El Cairo (1472) o
el mihrab de la mezquita Halawiya de Aleppo. También en madera destaca por ejemplo en Fez el tejadillo
de cedro que remata el pórtico del funduq al-Nayyarin de Fez (s. XVII), o en Siria, la madera pintada de
época otomana, como por ejemplo el Palacio Dahda de Damasco (s. XVIII), la Casa Sibai (Damasco), la
Casa Ashikbash (Alepo), o la Casa Al-Azem (Damasco).
 
Características generales de la arquitectura islámica.
Para conocer la arquitectura islámica, en primer lugar debemos hablar de los materiales
con los que construyen. La rapidez de ejecución en sus obras es algo que interesa más
que la duración de esta con lo cual utilizan materiales de fácil acceso pero que a su vez no
son muy resistentes. Usan el ladrillo, el mampuesto, la madera y el yeso. La piedra ya que
necesita extracción y procesado no entra dentro de sus planes. Con estos materiales
creaban una arquitectura de poca elevación pero de gran extensión. De ahí que no
buscaran una gran resistencia en ellos.

Los elementos sustentantes eran columnas y pilares, normalmente de poco grosor ya que
las techumbres eran bastante livianas y enlazando con lo anteriormente comentado de que
buscaban la rapidez en la ejecución de sus obras he de decir que a veces para lograr este
objetivo reutilizaban columnas y capiteles ya hechos que acarreaban desde otras
situaciones. Algunos capiteles son bizantinos, corintios o incluso romanos.

Las columnas o pilares normalmente soportaban arcos, que en la arquitectura islámica


adoptan una diversidad de formas bastante considerable. Desde arcos de medio punto,
peraltados, rebajados y de herraduras hasta arcos tumidos, conopiales, en gola, mixtilineo
y polilobulado pasando por muchos otros.
Diferentes tipos de arcos.
Otro elemento importante en esta arquitectura es la cúpula que aportaba a las
construcciones un significado de poder o majestuosidad por eso se utilizaban en el mihrab
de las mezquitas o sobre el trono en los palacios. Estas cúpulas son de dimensiones más
bien pequeñas en comparación con cúpulas como las de Santa Sofía de estilo bizantino,
en la Antigua Constantinopla y están construidas en madera y yeso. 
También se empleaba la bóveda de  diferentes tipos: semiesférica, de cañón, de
mocárabes, avenerada, etc.

Lo más característico y esencial de la arquitectura islámica es la riqueza decorativa. Huyen


de representaciones animales o humanas y se inspiran en la naturaleza para crear motivos
que decoran cada recoveco de todas las estancias. Recurren al tema vegetal (ataurique)
de forma muy estilizada. También acuden a motivos geométricos como polígonos de muy
diversas formas y estrellas que combinan con escritura cúfica o cuneiforme. 

Las construcciones principales de esta arquitectura son: la mezquita, la tumba, el palacio y


el fuerte. También, aunque en menor medida, destacaban los baños públicos, las fuentes,
y la arquitectura doméstica.

Como principal exponente de la arquitectura islámica, si entendemos la mezquita


comprenderemos un poco mejor este arte.

El Corán, libro sagrado musulmán, obliga al rezo el viernes al medio día en comunidad y
de ahí surge la mezquita, un lugar de oración para el pueblo musulmán. El Islam nace en
Siria y de ahí se extiende rápidamente influenciándose por los diferentes pueblos que se
van conquistando. Se distinguen varios tipos de mezquitas según su planta pero en ellas
se pueden distinguir las siguientes partes:
-Haram, es la zona de rezo, normalmente de baja altura y cuya cubierta está sostenida por
columnas. Dentro de esta parte destacan el Muro de la quibla que debe estar orientado
hacia La Meca, que es hacia donde los musulmanes dirigen su mirada al rezar.
El Mihrab que es una capilla situada en el muro de la quibla que representa La Meca.
Y por último la maxura que es el lugar del Haram más cercano al mihrab que está
reservado para el califa o sultán el cual dirige la oración. 

-Sahn, es el patio fortificado que precede al haram y sirve para prepararse a la oración. En
el distinguimos el Alminar o minarete desde donde el almuédano llama a la oración. Es el
único elemento vertical de esta arquitectura y se contrapone a la horizontalidad del resto
de la mezquita.
El riwaq son galerías que rodean el patio donde surgen almacenes, zonas de descanso o
comercios.
Y por último la fuente de las abluciones que sirve para que los fieles realicen la oración en
estado de pureza física y espiritual.

Planta tipo de una mezquita.


Existe otro elemento en la arquitectura islámica y se trata del iwan. El iwan era un
elemento propio de la arquitectura sasánida persa que fue introducido en el islam.
Podríamos describirlo como un espacio cerrado por tres lados y abierto por una de sus
partes, la principal. Con lo cual no se puede considerar un espacio ni interior ni exterior.
Hay muchas mezquitas que cuentan con este elemento, iwanes abovedados que se
encaran a patios centrales utilizados como pasillos para el rezo.

En definita podríamos resumir los elementos principales de la arquitectura islámica de la


siguiente forma:
-Grandes patios.
-Minaretes.
-Mihrab.
-Bóvedas y cúpulas.
-Iwanes.
-Uso de formas geométricas.
-Sustitución de pinturas que estaban prohibidas por escritura cúfica.
-Abluciones.
-Colores brillantes.

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