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A LA CONGREGACIÓN HIJAS DE SANTA ANA.

Dios permitió que la luz y ejemplo de Santa Ana y San Joaquín, lleguen
hasta nosotros. Recordemos que el instituto de las Hijas de Santa Ana,
fue fundado en Piascencia - Italia el 8 de diciembre de 1866 por la
venerable Madre Ana Rosa Gattorno. Ese mismo año, el Papa Pío IX le
dijo a Rosa Gattorno: «El Instituto se propagará rápidamente como el
vuelo de una paloma por todas partes del mundo.» Su llegada a Bolivia
no estaría tan lejos.

Años más tarde, el 15 de mayo de 1878; el Ministerio de Justicia, Culto


e Instrucción Pública por instrucción del presidente Hilarión Daza, solicito
al Concejo Municipal de La Paz gestionar un “beneficio” del Instituto de
las Hermanas de la Caridad para la entrega de los hospitales públicos.
Por ello, se encomendó al Rvdo. Fray Vicente Rocchi viajar a Europa en
busca de las Hermanas de la caridad con ese propósito.

El religioso logró suscribir un acuerdo para el envío a Bolivia de 16


misioneras virtuosas, de edad conveniente, llenas de espíritu de
sacrificio y vacías de amor propio, dispuestas a servir al prójimo por
amor a Dios. Fue así que el primer grupo de 16 Hermanas de las “Hijas
de Santa Ana”, partió de Génova la mañana del 23 de noviembre de
1878 arribando a La Paz el 20 de enero de 1879. Un segundo grupo de
22 Hermanas, arribó a Sucre, Chuquisaca, en febrero de 1882. De esa
manera se inició el trabajo solidario y caritativo de las “Hijas de Santa
Ana” en Bolivia que fue el primer país beneficiado con la presencia de
esta orden religiosa.

Nuestra nación boliviana, en esa época, tenía los hospitales bajo la


administración de las Corporaciones Municipales que carecían de buena
organización y fundamentalmente falta de médicos y enfermeras. Las
religiosas asumieron la atención de la salud, demostrando una heroica y
sacrificada labor en la atención de enfermos y heridos en la cruenta
Guerra del Chaco, (1932 – 1935). Desde su llegada, las religiosas de
Santa Ana fueron una genuina expresión de abnegación, sacrificio y
caridad.

Actualmente, la Congregación Hijas de Santa Ana sigue ayudando a


nuestro país y al mundo. Promoviendo la pobreza de corazón, donación
materna y espíritu de familia. Principios y valores que se trabajan
siguiendo las huellas de Santa Ana y San Joaquín, amados padres y
abuelos. Estamos invitados a seguir su ejemplo de fe, fortaleza y
esperanza en nuestras vidas.

Gracias.

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