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Medicina transfusional

MEDICINA TRANSFUSIONAL

Dr. José Luis Aparicio Suárez

Dr. Víctor Hugo Cortés Rodríguez

En relación con la transfusión sanguínea los sistemas grupales

más importantes son el ABO y el antígeno D del sistema Rh. Sin

embargo, se han detectado, serológicamente, más de 300

especificidades de aloantígenos eritrocitarios, siendo

aproximadamente 25 los sistemas genéticos corrientemente

considerados, con una frecuencia muy variable de sus

correspondientes alelos y varios millones de posibles fenotipos.

Entonces, cuando un paciente es transfundido con sangre

serológicamente compatible, seleccionada solamente sobre la

base del fenotipo ABO y Rh (D), la probabilidad de que la sangre

contenga uno o más antígenos extraños es muy alta.

Afortunadamente, la mayoría de los antígenos no son muy

inmunogénicos, siendo 12 de ellos los responsables de la

formación de anticuerpos clínicamente significativos (Cuadro 1)

(aloinmunización transfusional o fetomaterna).


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Medicina transfusional

Cuadro 1

Los antígenos en algunos sistemas de grupos sanguíneos son

“naturales” (sistemas ABO, Lewis, P, MNSs, Ii), existiendo en

ausencia de exposición a sangre de otro individuo; mientras que

en otros (Rh, Kell, Kidd, Duffy, Lutheran, Xg) la formación de

anticuerpos es usualmente el resultado de transfusiones

sanguíneas previas y embarazos (los anticuerpos, llamados

entonces anticuerpos inmunes, se producen en respuesta a

inmunización con hematíes).

El Sistema ABO está formado por antígenos eritrocitarios

(aglutinógenos) y anticuerpos “naturales” en el plasma

(aglutininas), lo que debe considerarse al decidir una transfusión

para evitar una reacción antígeno-anticuerpo, que podría causar

incluso la muerte al paciente. El antígeno D del sistema Rh no

presenta en el suero aglutininas naturales, pero su transfusión

reiterada en individuos Rh negativos sería capaz de provocar la

formación de anticuerpos “inmunes” y, en transfusiones

subsiguientes, desencadenar una reacción transfusional.


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Medicina transfusional

De la sangre total, obtenida del donante y mezclada con el

anticoagulante, se pueden separar diferentes elementos, unos

con relativa facilidad en el Banco de Sangre (componentes) y

otros para cuyo aislamiento y concentración es necesario el uso

de metodología industrial (fracciones o derivados).

Componentes de la sangre

1. Sangre total.

2. Componentes eritrocitarios, transportadores de oxígeno (O 2).

a) Concentrado de hematíes (Glóbulos).

b) Concentrado de hematíes desleucocitados.

c) Concentrado de hematíes congelados.

d) Concentrado de hematíes lavados (glóbulos lavados).

3. Componentes plaquetarios.

a) Plasma rico en plaquetas.

b) Concentrado de plaquetas.

4. Productos leucocitarios (masa leucocitaria).

5. Plasma.

a) Plasma fresco o fresco congelado.

b) Plasma no fresco.
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c) Crioprecipitado.

Fracciones que precisan metodología industrial

1. Concentrado de factores de la coagulación.

a) Concentrado de factor VIII.

b) Concentrado de factor IX.

c) Complejo protrombínico.

d) Fibrinógeno.

2. Agentes oncóticos.

a) Albúmina.

3. Gammaglobulinas

a) Inespecíficas.

b) Específicas

Dada la gran demanda de transfusiones en la actualidad, y el

hecho que la necesidad no incluye todos los elementos contenidos

en la sangre, resulta más lógico, y a la vez más eficaz, aportar en

el acto transfusional las fracciones deficitarias en el paciente. La


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transfusión tiene sus riesgos; por tanto, la terapéutica debe ser

selectiva y precisa.

Debemos recordar que la indicación básica para la transfusión

es RESTAURAR O MANTENER:

a) La capacidad transportadora de O2.

b)El volumen sanguíneo.

c) La hemostasia.

Y que SON LAS CONDICIONES CLÍNICAS DEL PACIENTE, Y NO

EL RESULTADO DE LAS PRUEBAS DE LABORATORIO, EL FACTOR

MAS IMPORTANTE QUE DETERMINA LA TRANSFUSIÓN.

Transfusión de sangre: Consiste en la administración a un

enfermo de sangre total o cualquiera de sus componentes o

fracciones.

Consideraciones previas:

 Las generalizaciones son difíciles de establecer y usualmente

inapropiadas.

 El impacto clínico de la anemia varía dependiendo de su

patogénesis, velocidad de comienzo, presencia o ausencia de

hipovolemia acompañante y, de lo más importante, de la


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individualidad del paciente. El nivel de hemoglobina (Hb) al

cual un individuo dado experimenta síntomas y/o signos de

anemia se relaciona, en parte, con el status de salud

subyacente, la reserva cardiorespiratoria y el nivel de

actividad.

 ¿Qué clase de producto hemoterápico debe usarse?

 ¿Qué cantidad del mismo debe administrarse?

 ¿Cuál debe ser la frecuencia de su administración?

 ¿Qué tiempo debe continuarse esta terapia?

Sangre total (raras veces se utiliza)

Indicaciones

1. Hemorragia aguda (espontánea, traumática, quirúrgica) con

necesidad de transfusión masiva.

2. Shock (de origen no cardiogénico).

3. Exanguinotransfusión.

Riesgos
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1. Aloinmunización a antígenos (eritrocitarios, leucocitarios,

plaquetarios, proteínas plasmáticas).

2. Transmisión de enfermedades (hepatitis, SIDA, infección por

citomegalovirus, otras).

3. Sobrecarga circulatoria.

4. Alteraciones metabólicas (hiperpotasemia, hipocalcemia,

otras).

Dosificación

10 ml/Kg de peso. A esta dosis, los niveles de Hb suelen

incrementarse en 15 g/l y el hematocrito (hto) en 3%.

Observaciones

1. El beneficio que se deriva para el enfermo con la aplicación de

una sola unidad de sangre es muy relativo, mientras los

riesgos son en cierta medida elevados.

2. Los hematíes, las plaquetas, los leucocitos y los factores de la

coagulación, están presentes en una unidad de sangre recién

extraída; pero, durante la conservación a 4°C, las plaquetas y

los leucocitos dejan de ser funcionales al cabo de pocas horas,


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hay una reducción global de la viabilidad de los hematíes y el

metabolismo celular produce un aumento del nivel de potasio e

iones hidrógeno, con el consecuente descenso del pH. También

descienden con el almacenamiento los niveles de factores V y

VIII de la coagulación.

3. La sangre total no está indicada en el tratamiento de:

a) Leucopenia.

b) Trombopenia.

c) Anemia hemolítica autoinmune.

d) Hemoglobinuria paroxística nocturna.

4. En general, la sangre total raras veces se utiliza. Está indicada

cuando hay una pérdida severa de sangre de más de 45% del

volumen sanguíneo, suficiente para causar síntomas y signos

de hipovolemia y cuando se han transfundido varios

concentrados globulares sin resolver la situación clínica que se

afronta. No obstante, en algunos centros especializados en

politraumatizados se manejan exclusivamente a los pacientes

con concentrado de hematíes.


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5. Pérdidas del 20 % del volumen sanguíneo pueden corregirse

con soluciones cristaloides. Cuando se precisa incrementar

también el volumen intravascular se emplean albúmina,

dextrán de alto peso molecular o plasma.

6. En resumen, la prescripción de sangre total es un método

demasiado costoso para ser mantenido y conspira contra la

obtención de otros derivados de la sangre.

Concentrado de hematíes (Glóbulos)

Indicaciones

1. Prevención o corrección de la hipoxia y/o aumento del volumen

globular circulante.

2. Anemias causadas por sangramiento crónico.

3. Anemias nutricionales muy sintomáticas o con evidencias de

insuficiencia cardiorrespiratoria.

4. Anemias hemolíticas crónicas.

5. Anemia aplástica.

6. Leucemias.

7. Anemias por quemaduras.


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8. Necesidad preoperatoria de aumentar los niveles de Hb.

9. Anemias en pacientes con trastornos cardiovasculares,

considerando que ellos podrían no ser capaces de tolerar el

volumen total requerido.

10.Anemia de los procesos crónicos, incluyendo enfermedades

metabólicas e insuficiencia renal o hepática.

11.Algunas exanguinotransfusiones (sangre parcialmente

desplasmatizada).

12.Hemorragias agudas, conjuntamente con soluciones coloidales

o electrolíticas.

13.Anemias en general, excepto anemia hemolítica autoinmune y

hemoglobinuria paroxística nocturna.

Ventajas sobre la sangre total

1. El concentrado de hematíes contiene la misma cantidad de

eritrocitos que la sangre total, por lo que proporciona igual

capacidad transportadora de O2 en un volumen menor. Es el

producto de elección para restaurar dicha capacidad,


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asegurando así la oxigenación de órganos vitales como

cerebro, corazón y riñones.

2. La menor cantidad de plasma reduce el contenido de

electrolitos y citrato, que pueden resultar peligrosos en

determinados pacientes (“urémicos”, “hepáticos”).

3. Con la retirada del plasma se elimina gran cantidad de

aglutininas naturales de la sangre que las contiene (grupos O,

A, B), por lo que estos concentrados son de elección en el

momento de transfundir sangre no isogrupo.

4. Menor riesgo de reacciones adversas.

5. Minimiza la posibilidad de sobrecarga circulatoria.

6. Económicamente, facilita el uso más racional de la sangre.

Inconvenientes

1. Elevada viscosidad (Hto-090), lo que no permite una infusión

rápida. Esto se puede paliar dejando en el concentrado parte

del plasma (sangre parcialmente desplasmatizada), con un

hematocrito de aproximadamente 070. Si el producto es aún

muy viscoso, momentos antes de la transfusión se le añade


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una pequeña cantidad de suero salino, lo que facilita su

infusión.

Riesgos

1. Aloinmunización a antígenos (eritrocitarios, leucocitarios,

plaquetarios, proteínas plasmáticas).

2. Transmisión de enfermedades, aunque el riesgo es

potencialmente menor que con sangre total.

3. Otros.

Dosificación

10 ml/Kg de peso. Incrementa en 15 a 20 g/l la Hb y 3 % el

Hto.

Observaciones

1. La indicación de glóbulos reposa sobre criterios clínicos, que

evalúan la tolerancia del enfermo a su anemia y criterios

biológicos tales como los niveles de Hb y el valor de Hto. En tal

sentido, como regla general, si un paciente tiene anemia

asintomática no necesita transfusión. Cuando la anemia se


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desarrolla lentamente se desencadenan mecanismos

compensatorios que disminuyen en cierta proporción el

impacto fisiológico de la reducción de los niveles de Hb.

2. Los pacientes con anemia por deficiencia de hierro, ácido fólico

y/o vitamina B12 no deben ser transfundidos, salvo que estén

muy sintomáticos o existan evidencias de insuficiencia

cardiorespiratoria. En pacientes con anemia megaloblástica

severa, la transfusión puede precipitar una insuficiencia

cardíaca.

3. En los enfermos con anemia crónica es importante diagnosticar

y tratar la causa de la anemia, más que restablecer los valores

de Hb por transfusión; esta solo debe ser indicada para la

corrección de síntomas y/o signos significativos causados por la

anemia cuando otras terapias no son posibles.

4. Si existe pérdida aguda de sangre como resultado de trauma o

cirugía, ambos, glóbulos y volumen, deben ser reemplazados.

Si se pierde más de la mitad del volumen sanguíneo, glóbulos

y plasma deben ser administrados; y si menos de la mitad,

concentrados de hematíes y expansores plasmáticos (coloides,


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cristaloides). Cuando se pierde menos del 20% del volumen

sanguíneo total no se requiere el aporte de glóbulos rojos, en

el cuadro podemos observar las manifestaciones clinicas que

nos permiten aproximarnos al por ciento de perdidas.

Cuadro 2

Concentrado de hematíes desleucocitados

Indicaciones

1. La principal indicación para su uso es la prevención de una

reacción transfusional febril, no hemolítica, que constituye el

efecto adverso más común de una transfusión, particularmente

en pacientes multitransfundidos o mujeres multíparas. Tales

reacciones están mediadas por anticuerpos dirigidos contra

antígenos leucocitarios.

2. Prevención de aloinmunización a antígenos HLA, que pueden

afectar de manera adversa los incrementos postransfusionales

de plaquetas; por ejemplo, en pacientes con cáncer que

reciben quimioterapia y en candidatos a trasplante de médula

ósea.

Observaciones
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Medicina transfusional

1. Las preparaciones habituales de glóbulos contienen leucocitos,

ya sea como células intactas o fragmentadas. Si un receptor

potencial de una transfusión de glóbulos ha tenido reacciones

clínicas importantes (reacciones febriles, edema pulmonar no

cardiogénico), atribuibles a células blancas, resulta beneficioso

transfundir glóbulos pobres en leucocitos. Los hematíes

desleucocitados también pueden ser útiles para prevenir la

sensibilización en ciertas situaciones clínicas.

2. El requerimiento mínimo es la remoción del 70% de los

leucocitos, en tanto sean retenidos el 70% de los hematíes.

Los glóbulos desleucocitados pueden obtenerse por varios

métodos de eficacia variable, siendo la filtración el más

efectivo al lograrse una depleción leucocítica de

aproximadamente 85% y una recuperación de hematíes del 90

%. Recientemente se han introducido en la práctica modernos

filtros que eliminan 98% de la contaminación leucocítica en

tanto que depletan menos del 10% de hematíes. Sin embargo,

aún no hay un consenso sobre el grado de depleción leucocítica


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necesario para disminuir significativamente o eliminar la

aloinmunización.

3. En nuestro medio, los glóbulos son parcialmente

desleucocitados (se les retira el buffy coat).

Concentrado de hematíes congelados

Indicaciones

1. Transfusión de glóbulos a individuos con grupos sanguíneos

poco frecuentes (fenotipos raros).

2. Autotransfusión (individuos con fenotipos raros en relación con

cirugía).

3. Pacientes sensibilizados contra leucocitos, plaquetas y/o

proteínas plasmáticas (anticuerpos múltiples o contra

antígenos públicos).

4. Transplante de médula ósea; ejemplo, pacientes con anemia

aplástica severa, en espera del tratamiento.

5. Prevención de aloinmunización HLA.

6. Pacientes con anemia crónica politransfundidos.


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Observaciones

1. La crioconservación de hematíes es un procedimiento caro, por

lo que se recomienda en circunstancias especiales.

2. El proceder garantiza un prolongado período de

almacenamiento de los hematíes, con una buena viabilidad.

Concentrado de hematíes lavados (Glóbulos lavados)

Indicaciones

1. Hemoglobinuria paroxística nocturna. En teoría los lavados

remueven componentes del complemento que podrían causar

lisis de células sensibles al mismo.

2. Anemia hemolítica autoinmune causada por autoanticuerpos

fijadores de complemento.

3. Hipersensibilidad a proteínas plasmáticas. En pacientes

deficientes de IgA que tienen anticuerpos preformados contra

ellos, el plasma que lo contiene puede causar anafilaxia.

4. Anemia en pacientes con anticuerpos contra proteínas

plasmáticas, leucocitos y/o plaquetas.

5. Prevención de aloinmunización HLA.


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Ventajas

1. El producto permite restaurar la capacidad transportadora de

O2 sin el aporte de proteínas plasmáticas y con un mínimo de

contaminantes celulares.

Riesgos

1. Sensibilización a antígenos eritrocitarios.

2. Transmisión de hepatitis, infección por citomegalovirus, u otras

enfermedades, aunque el riesgo es menor que con sangre total

o concentrado de hematíes.

3. Contaminación. Los lavados sucesivos, potencialmente, pueden

ser la vía de entrada de gérmenes patógenos.

4. Hemólisis (favorecida por residuos de solución salina).

Dosificación

10 ml/kg de peso.

Observaciones
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1. Siempre se obtienen de sangre fresca, por lo que no suelen ser

preparados de urgencia.

2. Deben ser utilizados en las 4 horas que siguen a su

preparación con el objetivo de minimizar los riesgos inherentes

al proceso de lavado (contaminación y hemólisis).

3. La principal indicación es la prevención de reacciones alérgicas

transfusionales severas, mediadas por anticuerpos del receptor

(IgE) contra proteínas plasmáticas del donante. Los lavados

son recomendados cuando las reacciones son recurrentes y

severas, incluso con medicación antihistamínica.

Transfusión en relación con cirugía.

1. No existe evidencia de la necesidad de transfundir hasta una

“Hb normal” antes de una intervención quirúrgica.

2. Las cifras de Hb de 100 g/l parecen basadas más en una

preferencia personal que en evidencias clínicas o

experimentales.

3. Los pacientes con pérdida transoperatoria de 1000 a 1200 ml

de sangre, raramente requieren transfusión de glóbulos. El


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volumen sanguíneo puede reemplazarse con soluciones

electrolíticas y coloides.

4. Hay dos razones que permiten afirmar que es mejor

transfundir durante la cirugía, si resulta necesario, que antes:

a) Económica, ya que durante la intervención la pérdida de

sangre es “anémica” y entonces se transfunden glóbulos

rojos con alta concentración de Hb.

b) Si la transfusión se realiza en las 48 horas previas a la

operación, la función pulmonar puede fallar debido al

incremento de sangre en los vasos pulmonares.

5. Se reporta una baja tasa de mortalidad en el postoperatorio de

pacientes críticos intervenidos con Hto entre 027-033.

6. La práctica de la transfusión postoperatoria con el objetivo de

incrementar la concentración de Hb está ampliamente

difundida; pero existen variables opiniones en cuanto a los

niveles aceptados. Por ejemplo, resulta difícil justificar una

transfusión sanguínea en un adulto joven relativamente sano

con valores de Hb de 80 g/l cuando la anemia se debe a

pérdida de sangre, dado que con la administración de un


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Medicina transfusional

suplemento de hierro y la terapia causal, en pocas semanas se

normalizan las cifras de Hb.

7. En el preoperatorio de enfermos con hemoglobinopatía SS se

pueden justificar algunas transfusiones preventivas, con el

objetivo de disminuir los riesgos de falciformación por una

hipoxia transoperatoria.

Componentes plaquetarios

A. Plasma rico en plaquetas (PRP).

B. Concentrado de plaquetas.

Indicaciones

1. Síndrome hemorrágico en el curso de una trombocitopenia

importante o una trombopatía (Cuadro 3).

Cuadro 3

2. Profilácticamente en enfermos con trombocitopenia

severa(clásicamente recuentos plaquetarios inferiores a 20 x

109/l), particularmente durante amplios períodos de

mielosupresión predecibles como los secundarios a


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Medicina transfusional

quimioterapia citotóxica en las leucemias agudas y en

pacientes sometidos a trasplante de médula ósea. No obstante,

hay fuertes evidencias a favor del hecho que las

manifestaciones hemorrágicas se incrementan a conteos

plaquetarios inferiores a 5 x 109/l, por lo que se justifica la

reducción de las transfusiones profilácticas al nivel de 20 x

109/l e incluso a 10 x 109/l.

3. En enfermos con recuentos plaquetarios entre 20 y 60 x 10 9/l y

que deban ser intervenidos quirúrgicamente, aunque sean

operaciones menores, se debe valorar el aporte suplementario

de plaquetas.

4. En enfermos con recuentos entre 60 y 100 x 10 9/l no están

indicadas las transfusiones profilácticas de plaquetas, a menos

que se vaya a proceder a una intervención quirúrgica de

envergadura.

5. Reanimación quirúrgica de grandes politraumatizados o del

shock hipovolémico que necesita el aporte masivo de

transfusiones.
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Medicina transfusional

Riesgos

1. Sensibilización a antígenos eritrocitarios, leucocitarios y

plaquetarios.

2. Transmisión de enfermedades (hepatitis, infección por

citomegalovirus).

3. Contaminación bacteriana.

4. Inducción de refractariedad.

5. Inducción de enfermedad injerto contra huésped.

6. Otras (reacciones febriles, anafilaxia, etc.)

Dosificación

 1 unidad por cada 10 kg de peso suele incrementar en 5 a 10 x

109/l el recuento plaquetario.

Frecuencia de administración

Depende de la respuesta clínica del enfermo.

Observaciones
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1. Cuando se teme un peligroso aumento de la volemia o es

necesario la transfusión de varias unidades se prefieren los

concentrados plaquetarios.

2. Además de la intensidad de la trombocitopenia deben

evaluarse otros factores que pueden desencadenar un

síndrome hemorrágico grave en un paciente estabilizado, tales

como infección severa, CID, empleo de tratamiento

anticoagulante, necesidad de intervención quirúrgica,

existencia de trombopatía adquirida, consumo de aspirina u

otros medicamentos.

3. En las intervenciones quirúrgicas se recomienda dividir la dosis

total en 3 partes y administrarlas antes, durante y después de

la operación.

4. No se recomienda la administración de plaquetas al realizar

esplenectomía en enfermos con PTI. El conteo plaquetario

puede ser incrementado preoperatoriamente con el empleo de

esteroides o inmunoglobulina intravenosa.


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Medicina transfusional

5. Pueden requerirse transfusiones de plaquetas en casos de

trombocitopenia por consumo, mientras el proceso patológico

no es resuelto.

a) Existe un tipo de consumo que representa una exageración

de la respuesta hemostática fisiológica, en la cual no solo las

plaquetas, sino también factores de la coagulación, son

removidos de la circulación a una velocidad acelerada; se

observa en una amplia variedad de pacientes: aquellos con

trombosis venosa, traumatismo tisular (accidental o

quirúrgico), malignidad avanzada, complicaciones

obstétricas, bacteriemia. El tratamiento debe estar dirigido a

la enfermedad subyacente, causante del estado

consumptivo.

b) El segundo proceso se caracteriza por destrucción

plaquetaria selectiva y parece reflejar la formación de

trombos plaquetarios sobre superficies anormales en el

sistema arterial, incluyendo válvulas prostéticas y trombosis

arterial, púrpura trombocitopénica trombótica (PTT),

síndrome urémico hemolítico y otros trastornos asociados


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Medicina transfusional

con vasculitis.. Si se requieren transfusiones de plaquetas,

pueden anticiparse los índices más bajos de sobrevida.

6. Como regla práctica, en transfusiones masivas, se administra 1

unidad de PRP o concentrado de plaquetas por cada 6 unidades

de sangre entera conservada.

7. Con excepción de situaciones extremas (evidencias de

sangramiento intracraneal u otro evento que amenace la vida),

las transfusiones de plaquetas no están indicadas en las

trombopenias inmunológicas.

8. La eficacia de la transfusión de plaquetas se puede medir

desde el punto de vista clínico (cese o disminución de la

hemorragia) o por la recuperación numérica de las plaquetas

circulantes. Existen factores que la disminuyen, tales como

fiebre, infección grave, hepatoesplenomegalia, hemorragia,

CID, existencia de auto y aloanticuerpos plaquetarios, consumo

de determinadas drogas, estados de refractariedad

inmunológicos.

9. La trombocitopenia no es sinónimo de hemorragia. La decisión

de transfundir plaquetas depende de:


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Medicina transfusional

a) Condiciones clínicas del enfermo.

b) Conteo de plaquetas.

c) Causas de la trombopenia.

d) Capacidad funcional de las plaquetas.

10.El hiperesplenismo per se no es usualmente una indicación

para transfundir plaquetas. Ante esplenomegalia y conteos

plaquetarios inferiores a 40 x 109/l se debe buscar una causa

adicional de trombocitopenia.

Concentrado de granulocitos

Indicaciones

1. Infecciones graves asociados con una neutropenia inferior a

0.5 x 109/l a pesar de un tratamiento antibiótico de amplio

espectro por más de 72 horas sin respuesta alguna.

a) Aplasias posquimioterápicas de las leucemias agudas y otras

neoplasias.

b) Infiltración medular por células malignas.

c) Aplasias de causa tóxica.

d) Aplasias idiopáticas o posvirales.


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Medicina transfusional

2. Infecciones graves, progresivas, resistentes a la

antibióticoterapia, en el curso evolutivo de:

a) Granulomatosis crónica.

b) Alteración cualitativa de los polinucleares.

Riesgos

1. Sensibilización a antígenos leucocitarios, plaquetarios y/o

eritrocitarios.

2. Transmisión de enfermedades (hepatitis, infección por

citomegalovirus, etc.)

3. Refractariedad a las transfusiones.

4. Síndrome de injerto contra huésped (en inmunodeprimidos).

5. Reacciones febriles, alérgicas, anafilácticas.

6. Síndrome de “disfunción” respiratoria. Secuestro pulmonar

grave.

7. Contaminación.

8. Otros.

Dosificación
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Medicina transfusional

 2 a 4 unidades en 24 horas.

La cantidad a administrar es variable y se recomienda, teniendo

en cuenta la sobrevida y su preparación en horas de la mañana,

administrar una dosis única de leucocitos frescos que puede

corresponder a 2,4,6 unidades. La dosis media con la cual se

logran buenos resultados en el adulto es de 4 unidades.

Frecuencia de administración

Las transfusiones de granulocitos se mantienen hasta que se

logre un cierto control de la infección o el conteo de neutrófilos

alcance valores > 0.5 x 109/l.

Observaciones

1. Es importante que la transfusión de granulocitos sea

administrada lo más pronto posible después de su preparación,

dado que la función de los neutrófilos comienza a deteriorarse

casi inmediatamente.

2. Su uso suele ser adjunto a drogas antimicrobianas en el

tratamiento de infecciones progresivas, aunque se discute su

valor en tales estados infecciosos.


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Medicina transfusional

3. La adición de las transfusiones de granulocitos debe ser

considerada en pacientes neutropénicos infectados que no

responden al empleo de la antibióticoterapia, aunque deben

realizarse otras modificaciones del tratamiento tales como la

selección de antibióticos diferentes, el estrecho monitoreo de

los niveles sanguíneos de antibióticos, la terapia con

ganmaglobulina intravenosa y la administración de factores de

crecimiento recombinantes.

4. Los pacientes con evidencias de aloinmunización

(refractariedad plaquetaria, anticuerpos antileucocitarios,

reacciones transfusionales febriles repetidas, infiltrados

pulmonares postransfusionales) deben recibir granulocitos de

donantes seleccionados (histocompatibles).

5. Las transfusiones profilácticas en pacientes neutropénicos

tienen escasos beneficios, siendo sustanciales los riesgos y

costos.

Transfusiones de plasma y sus derivados

Plasma fresco o fresco congelado


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Medicina transfusional

Indicaciones

1. Deficiencias congénitas de la coagulación tales como déficit de

antitrombina III y de factores II, V, VII, X, XI o XIII.

Hemofilias A y B, así como enfermedad de von Willebrand,

cuando no se dispone de preparados más específicos.

2. Para revertir rápidamente el efecto de la warfarina

(intoxicación por antivitamina K).

3. Deficiencia de múltiples factores de la coagulación.

a) Enfermedad hepática (déficit de los factores II, VII, IX y X).

La hemorragia, probablemente secundaria a lesión

anatómica, puede ser complicada por la coagulopatía

(sangramientos severos con pruebas de coagulación

anormales). Indicación probable, no definida.

b) Transfusión masiva (mayor que un volumen sanguíneo en 24

horas) y coagulopatía dilucional.

4. Coagulación intravascular diseminada (CID). Indicación

probable, no definida.

5. Púrpura trombocitopénica trombótica y síndrome urémico

hemolítico. El plasma fresco congelado (PFC) puede inducir,


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Medicina transfusional

solo, remisión clínica, pero la mayoría de los enfermos

requieren plasmaféresis, usando PFC para reemplazo.

6. Todos los accidentes hemorrágicos, salvo aquellos debidos a

trombopenia o trombopatía.

7. Reemplazo de volumen en plasmaféresis terapéutica. Esta

indicación se cuestiona por algunos autores.

8. Deficiencia del inhibidor de la C1-esterasa (edema que

amenaza la vida).

9. Circulación extracorpórea (cirugía cardiopulmonar).

10.Sobredosis de agentes trombolíticos. Indicación probable, no

definida.

No indicado

1. Estados de inmunodeficiencias (el plasma no es adecuado para

aportar inmunoglobulinas).

2. Quemaduras.

3. Reconstitución de concentrados globulares.

4. Expansión del volumen sanguíneo (hipovolemia).

5. Soporte nutricional.
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Medicina transfusional

6. Fórmula de reemplazamiento.

Riesgos

1. Transmisión de enfermedades (hepatitis, sífilis, etc.)

2. Sensibilización a proteínas plasmáticas (IgA

fundamentalmente), incluyendo reacción anafiláctica.

3. Intoxicación por citratos.

4. Anemia hemolítica adquirida por aloanticuerpos.

5. Reacciones febriles y alérgicas, incluso con posibilidad de

sintomatología respiratoria y edema pulmonar no cardiogénico.

6. Sobracarga circulatoria.

Dosificación

1. El cálculo de la dosis se hace fundamentado en que 1 ml/kg de

peso incrementa en un 2% la actividad del factor en déficit.

2. Otra regla para su cálculo es 10 a 15 ml/kg de peso.

Frecuencia de administración
4293
Medicina transfusional

1. En un déficit factorial hay que considerar la gravedad del

mismo, el problema clínico a solucionar, la vida media del

factor deficitario y la presencia o no de inhibidores, lo que

precisa la adopción de medidas especiales. Se requiere la

confirmación de la eficacia por el laboratorio.

Observaciones

1. Los riesgos de la transfusión de plasma con el propósito de

expandir el volumen sanguíneo pueden ser evitados con el

empleo de sustancias cristaloides (solución salina fisiológica,

ringer lactato) o coloides (albúmina).

2. El PFC está casi contraindicado para resucitación, a menos que

el paciente esté sangrando con una coagulopatía bien

documentada.

3. En pacientes con enfermedad hepática severa, sangramientos

y anormalidades de laboratorio consistentes con CID, las

infusiones de PFC, en cualquier cantidad, frecuentemente

fracasan en corregir el TP y el TPT kaolín.


4294
Medicina transfusional

4. Después de descontinuar la warfarina, las deficiencias de la

coagulación (factores vitamina K dependientes) se corrigen

dentro de 48 horas si la dieta y la absorción de vitamina K son

normales; la administración de vitamina K permite la

corrección en 12 a 18 horas. No obstante, en pacientes

anticoagulados con warfarina y que sangran, así como en

aquellos que requieren cirugía emergente o sufren trauma

severo, los factores de la coagulación deficitarios pueden ser

inmediatamente reemplazados con transfusiones de PFC,

pudiendo normalizarse el TP.

5. No se debe usar plasma de mujeres multíparas.

Plasma no fresco (“De Banco”)

Indicaciones

1. Shock hipovolémico.

2. Déficit de factores de la coagulación diferentes del V y el VIII.

3. Enfermedad de von Willebrand.

4. Quemaduras.

5. Transfusión masiva.
4295
Medicina transfusional

6. Déficit combinado de inmunoglubulinas (IgA e IgM).

7. Plasmaféresis terapéutica.

Riesgos

1. Idénticos a los del PFC.

Dosificación

•10 a 15 ml/Kg de peso.

Observaciones

1. Salvo en el déficit de factores V u VIII, puede sustituir al PFC

en todas sus indicaciones.

Plasma estándar liofilizado (a partir de pool de plasma)

Indicaciones

1. Su uso solamente se justifica en caso de guerra o desastres

naturales, pues su conservación a la temperatura ambiente lo

hace idóneo; además, no se necesita realizar el tipaje de

grupo.

Desventajas
4296
Medicina transfusional

1. Mayor riesgo de transmisión de enfermedades (Hepatitis B y C,

otras).

2. Costo superior al PFC.

3. Ausencia de actividad coagulante adecuada.

Observaciones

1. Conservación prácticamente ilimitada (por lo menos 5 años) sin

precauciones particulares.

2. En condiciones normales es sustituido por el PFC.

3. Actualmente, se ha abandonado su producción.

Crioprecipitado (Globulina antihemofílica)

Indicaciones

1. Tratamiento o prevención de hemorragias en pacientes con

hemofilia A y enfermedad de von Willebrand.

2. Deficiencia adquirida del factor VIII (dilución transfusional, por

ejemplo).

3. Afibrinogenemia y disfibrinogenemia.

4. Hiperconsumo de fibrinógeno (cirugía masiva, CID, fibrinolisis).


4297
Medicina transfusional

5. Sepsis, dado que la fibronectina incrementa el poder fagocítico.

Indicación cuestionada.

6. Déficit congénito del factor XIII.

No indicado

1. Hemorragias en paciente urémicos.

2. Sepsis postoperatoria.

Riesgos

1. Transmisión de enfermedades (Hepatitis, etc.)

2. Reacción a proteínas del plasma.

3. Sensibilización a factores.

4. Anemia hemolítica aloinmune (anticuerpos anti A y/o anti B).

5. Hiperfibrinogenemia, que aparece en el tratamiento de

enfermos con déficit de factor VIII.

Dosificación

 Dosis (unidades) = Peso del paciente (Kg) x Aumento deseado

factor VIII
4298
Medicina transfusional

K: es un factor constante para cada tipo de material

terapéutico. Cuando se utiliza plasma es igual a 2. Para el

crioprecipitado o concentrado de factor VIII (ver más adelante) es

igual a 1.5.

Otra regla práctica se basa en que una unidad de factor VIII/Kg

de peso incrementa en 2% la actividad antihemofílica.

Observaciones

1. Durante los episodios hemorrágicos es necesario establecer

una adecuada valoración del tipo y sitio de sangramiento. La

vida media del factor en déficit también debe ser considerada,

así como el nivel del mismo antes del tratamiento, número de

unidades de la fracción coagulante contenida en el preparado y

la presencia o no de inhibidores circulantes.

2. La vida media del factor VIII in vivo es de 12 a 18 horas, y su

valor hemostático es de 25 a 30%.

3. Para elevar el nivel de factor VIII al 100%, es decir 1

unidad/ml, la dosis requerida será de 50 unidades/Kg de peso,


4299
Medicina transfusional

asumiendo que los niveles basales en los hemofílicos severos

son ≤ 1% de lo normal.

4. El sitio y la severidad de la hemorragia determinan la

frecuencia y dosis del factor VIII a infundir(Cuadro 4)

Cuadro 4

5. La aparición de inhibidores en pacientes hemofílicos constituye

una situación de extraordinaria gravedad y difícil manejo, que

corresponde al hematólogo.

Concentrado de factor VIII.

Indicaciones

1. Tratamiento o prevención de hemorragias en pacientes con

hemofilia A.

2. Presencia de inhibidores adquiridos del factor VIII.

Riesgos

1. Transmisión de enfermedades (hepatitis B y C, infección por

VIH).

2. Anemia hemolítica (aglutininas anti A y/o anti B.


4300
Medicina transfusional

Dosificación

 Igual que la del crioprecipitado.

Observaciones

1. Pueden administrarse altas dosis del factor VIII en un pequeño

volumen.

2. Ventajas sobre el PFC y crioprecipitado:

- Es posible una mayor disponibilidad.

- Conveniencia de almacenamiento.

- Fácil administración.

Concentrado de Factor IX

1. No se dispone de él en nuestro medio.

2. Es el preparado de elección en el tratamiento de enfermos muy

graves con hemofilia B.

Complejo Protrombínico

Indicaciones
4301
Medicina transfusional

1. Tratamiento de enfermos con hemofilia B.

2. Deficiencia de los factores II, VII y X.

3. Hemorragias del recién nacido.

4. Para revertir efectos del tratamiento con anticoagulantes

cumarínicos.

5. Pacientes con inhibidores adquiridos del factor VIII.

Riesgos

1. Transmisión de enfermedades tales como las hepatitis.

2. Trombosis.

3. CID.

Observaciones

1. Este preparado es sustituido, en nuestro medio, por el PFC.

2. Antes de su empleo es necesario verificar que no posee

actividad trombínica, pues en su preparación puede existir

conversión de protrombina en trombina, con un riesgo

potencial elevado.
4302
Medicina transfusional

Fibrinógeno

Indicaciones

1. Afibrinogenemia congénita o disfibrinogenemia en ocasión de

un sangramiento o una intervención quirúrgica.

2. Teóricamente está indicado en la fibrinolisis aguda primaria.

Contraindicaciones

1. Síndromes de desfibrinación (CID).

Riesgos

1. Transmisión de enfermedades (hepatitis, otras.)

2. Complicaciones tromboembólicas por desnaturalización del

preparado.

Dosificación

 La posología está en función del peso y la talla del enfermo.

Frecuencia de administración
4303
Medicina transfusional

 Está en función de la respuesta clínica y la dosificación en

plasma. Debe considerarse que la vida media del fibrinógeno

es de 5 días.

Observaciones

1. No tiene ventajas sobre el crioprecipitado, por lo que se

prefiere este último como fuente de fibrinógeno.

2. En nuestro medio no disponemos de este preparado.

Albúmina

Indicaciones

1. Pérdida temporal excesiva de albúmina o disminución de su

síntesis o ambas (quemaduras, grandes intervenciones

quirúrgicas).

2. Exanguinotransfusión (íctero del recién nacido por

incompatibilidad Rh) y plasmaféresis terapéutica.

3. Intervenciones especializadas.

a) Hemodiálisis (diabéticos con nefropatías terminales y

anéfricos hipertensos).
4304
Medicina transfusional

b) Circulación extracorpórea (cirugía cardiopulmonar con

derivación de la corriente sanguínea).

4. Tratamiento de ciertos pacientes en unidades de cuidados

intensivos.

5. Hipovolemia (shock traumático).

6. Enfermedades agudas que se acompañan de hipoalbuminemia

con menos de 20 a 25 g/l (nefrosis aguda o insuficiencia

hepática aguda).

Usos injustificados

1. Malnutrición.

2. Nefrosis crónica.

3. Cirrosis crónica.

Riesgos

1. Hipervolemia (en pacientes cardíacos e hipertensos)

2. Excepcionalmente hipotensión y fallo cardíaco.

3. Reacciones febriles y anafilactoides.


4305
Medicina transfusional

Dosificación

- Depende de la situación clínica del enfermo y las características

del producto. 50 ml de albúmina al 20% atraen

aproximadamente 150 a 200 ml de líquido extravascular el

torrente circulatorio en unos 15 minutos. Resulta orientativo

conocer que la administración de 20 g de albúmina a un

paciente puede aumentar rápidamente el volumen sanguíneo

en unos 400 ml.

- G de albúmina a administrar = volumen plasmático (en dl) x

aumento deseado en g x 1.5; siendo el volumen plasmático

(dl) = peso en Kg x 0.5.

Con esta regla se logra un incremento aproximado de 1g/dl.

Frecuencia de administración

 Cada 48 a 72 horas, aunque depende de la situación clínica

concreta.

Observaciones

1. Ventajas de la albúmina sobre el plasma:

a) Es una proteína purificada.


4306
Medicina transfusional

b) Tiene mayor poder oncótico, efecto expansor del volumen

sanguíneo y hemodiluyente.

c) Contiene menor cantidad de sodio y potasio.

d) Ausencia de isoaglutininas.

e) No transmite la hepatitis.

f) Fácil disponibilidad.

2. Además de sus riesgos tiene el inconveniente de un costo

elevado.

3. Hay alguna evidencia de que la resucitación con albúmina

puede resultar en acumulación de esta en el intersticio

pulmonar, aunque no está claro el significado de esta

observación.

4. La mayoría de los estudios clínicos y experimentales sugieren

que no hay ventajas en la administración de soluciones

coloidales más que las cristaloides en el tratamiento del shock

hemorrágico. Se ha señalado una mortalidad más elevada

asociada con el empleo de coloides.

Gammaglobulinas
4307
Medicina transfusional

Su descripción escapa a los propósitos de esta obra.

Reacciones postransfusionales

La transfusión de sangre y sus componentes es un proceder

terapéutico de uso frecuente por parte prácticamente de todas las

especialidades médicas; sin embargo, esta práctica tiene la

posibilidad de provocar diversas reacciones no deseables, que

pueden ser causadas por componentes celulares o no de la

sangre, anticoagulantes o aditivos incorporados a la misma,

iatrogenia en el proceder transfusional o transmisión de

enfermedades del donante al receptor.

Las reacciones postransfusionales son los diferentes efectos

adversos provocados o inducidos por una transfusión de sangre o

sus componentes en el receptor de la misma, que pueden ser

ligeros, como el rubor y la febrícola, o graves como la coagulación

intravascular diseminada (CID), el fallo renal agudo y la muerte.

Para facilitar su estudio, las reacciones postransfusionales se

pueden clasificar en inmediatas y tardías de acuerdo al momento

de aparición de los síntomas y signos, e inmunológicas y no


4308
Medicina transfusional

inmunológicas de acuerdo a los mecanismos fisiopatogénicos que

intervienen en su producción.

Considerándose de esta forma las reacciones postransfusionales

inmediatas las que ocurren durante el acto de transfusión u horas

después; tardías son las que ocurren días, semanas o meses

después del acto transfusional.

Se define como reacción postransfusional inmunológica aquella

reacción en cuya fisiopatogenia interviene la generación de una

respuesta inmune de tipo humoral, celular o ambas, dirigida

contra elementos constituyentes de la sangre; y la no

inmunológica aquella reacción en cuya fisiopatogenia no

intervienen los mecanismos de respuesta inmune.

Clasificación

I. Reacciones postransfusionales inmediatas inmunológicas.

a) Reacción transfusional hemolítica inmediata.

b) Reacción febril no hemolítica.

c) Atopía.

d) Anafilaxia.
4309
Medicina transfusional

e) Daño pulmonar agudo relacionado con la transfusión

II. Reacciones postransfusionales tardías de tipo inmunológico.

a) Reacción transfusional hemolítica retardada.

b) Reacción de injerto contra húesped.

c) Púrpura postransfusional.

d) Aloinmunización.

III. Reacciones postransfusionales inmediatas no inmunológicas.

a) Hemólisis no inmunológica.

b) Sobrecarga de volumen.

c) Sobrecarga de citratos.

d) Sobrecarga de potasio.

e) Transfusión de sangre infectada.

f) Efecto de sustancias vasoactivas.

g) Reacción secundaria de pirógenos bacterianos y endógenos.

h) Hipotermia.

i) Flebitis.

j) Transfusión de materias extrañas, aire, agregados,

fragmentos de piel y plásticos, sustancias tóxicas de bolsas

plásticas.
4310
Medicina transfusional

IV. Reacciones tardías no inmunológicas.

a) Hemosiderosis.

b) Las infecciones transmitidas por la sangre.

A continuación describiremos las reacciones postransfusionales

más importantes para la práctica médica de aquellos facultativos

relacionados con la indicación de hemoderivados y componentes

sanguíneos, facilitando el diagnóstico, conducta a seguir y la

profilaxis de estas reacciones.

I. A) Reacción transfusional hemolítica inmediata

Ocurre cuando se transfunden eritrocitos incompatibles a un

paciente que tiene concentraciones séricas significativas de

anticuerpos (Acs), dirigidos contra antígenos (Ags) presentes en

los eritrocitos transfundidos; la destrucción eritrocitaria comienza

durante el acto transfusional. La causa más común de esta

reacción es la transfusión de sangre ABO incompatible.

Etiopatogenia
4311
Medicina transfusional

Con la entrada al receptor (R) de Ags eritrocitarios para los

cuales él posee Acs ocurre una reacción Ag-Ac inmediata, seguida

de una rápida destrucción de hematíes incompatibles.

En el caso de los Acs fijadores de complemento, como los

dirigidos contra los Ags eritrocitarios A, B, PP, PK y VcL, la

reacción Ag-Ac es seguida de la activación de la vía clásica del

complemento hasta la formación del complejo C8-9, que causa la

ruptura de la membrana del hematíe dentro del vaso sanguíneo

(hemólisis intravascular); con la activación del sistema

complemento se liberan sustancias vasoactivas (C3a;C5a), que

provocan contracción de la musculatura lisa e interactúan con los

mastocitos, induciendo la liberación de histamina, y por todos

estos mecanismos hipotensión y shock.

La CID (coagulación intravascular diseminada) se produce

presumiblemente por los factores tromboplásticos del sistema

eritrocitario.

La combinación de CID e hipotensión puede resultar en la

producción de fallo renal agudo por necrosis tubular.


4312
Medicina transfusional

Otros Acs, como los dirigidos contra los Ags del sistema RH, Kell

Duffy, Lewis y Kidd, que no activan el complemento o lo activan

solo hasta C3, provocan la destrucción de los hematíes mediando

la reacción de ellos con el sistema fagocítico mononuclear (SFM);

la destrucción ocurre entonces por fagocitosis o lisis por

monocitos (hemólisis extravascular); en este tipo de destrucción

es más frecuente la presencia de bilirrubina en plasma, orina y

heces fecales, aunque puede observarse también un aumento de

la hemoglobina plasmática. La oliguria asociada a este tipo de

hemólisis es inusual.

La causa más frecuente de RIHI son los errores técnicos en la

identificación del receptor o la unidad de sangre a transfundir.

Los Acs responsables de la RIHI en orden de frecuencia son los

dirigidos contra los Ags A, B, D, c, E, K, Fya, kja. El conocer los

Ags del receptor ayuda a determinar la especialidad del Ac.

Menos frecuentemente la RIHI puede deberse a la destrucción

de los hematíes del donante por Acs adquiridos pasivamente por

el paciente a través de una transfusión anterior o terapia con

ganmaglobulina anti-D.
4313
Medicina transfusional

Características clínicas, fisiológicas y de laboratorio

Los síntomas suelen iniciarse 1-1½ minutos después de iniciada

la transfusión, con dificultad para respirar, sensación de dolor

esternal, molestias abdominales que pueden acompañarse de

vómitos, escalofrios, fiebre, dolor lumbar, eritema facial, íctero,

signos de hipotensión y shock.

En pacientes anestesiados, los únicos signos pueden ser una

hipotensión incontrolable o un sangramiento excesivo en el sitio

quirúrgico; si tienen catéter vesical puede apreciarse

hemoglobinuria.

Las complicaciones más severas son la hipotensión severa y el

shock.

Para realizar el diagnóstico serológico de la RIHI deben

realizarse los siguientes estudios:

1. Repetir los grupos sanguíneos ABO y Rh del donante y el

receptor para detectar posibles incompatibilidades. Si no se

detectan errores en estos grupos deben realizarse otros

estudios.
4314
Medicina transfusional

2. Detección de Acs en el suero o eluído de los eritrocitos del R,

enfrentando los mismos a eritrocitos de pesquisaje (P. Coombs

indirecto); en caso de ser positivo el pesquisaje debe

determinarse la especificidad del Ac enfrentando el suero o

eluido a todas las células del panel eritrocitario.

3. Prueba de antiglobulina directa (PAD). Para detectar la

presencia de Acs en la superficie de los hematíes transfundidos

circulantes en el R. En la mayoría de los casos de RIHI es

positiva; sin embargo, en episodios de hemólisis intravascular

o aclaramiento extravascular muy rápido puede no existir un

número suficiente de células incompatibles circulando y, por lo

tanto, se observa una PAD negativa. Si la PAD es positiva debe

corroborarse si también lo era en muestra pre-transfusional.

4. Repetir la prueba cruzada de compatibilidad con las muestras

pre y postransfusionales. Generalmente ambos son

incompatibles, lo que confirma un error técnico en la selección

de la sangre.

5. Si las pruebas anteriores no arrojan datos concluyentes debe

determinarse si existen Acs en el suero del D dirigidos contra


4315
Medicina transfusional

Ags eritrocitarios del R, fundamentalmente de especificidad

anti Rh.

6. En algunos casos poco frecuentes pueden detectarse Acs

circulantes en el R provenientes de otro donante cuya sangre

fue transfundida anteriormente.

Las pruebas de laboratorio general deben estar encaminadas a

la búsqueda de signos de hemólisis como:

- Inspección visual. Una hemoglobinemia de 20-25 mg % le da

al plasma un aspecto rosado; con cifras mayores de 100 mg%,

este adquiere un color rojo brillante.

- Determinación de Hb plasmática.

- Determinación en plasma de bilirrubina indirecta, haptoglobina

y hemopexina.

- LDH aumentada, sobre todo en hemólisis intravascular.

- Determinación en orina de Hb libre, urobilinógeno,

hemosiderina y metahemoglobina.

Conducta a seguir ante una RIHI


4316
Medicina transfusional

1. La severidad de la reacción es proporcional a la cantidad de

hematíes transfundidos, por lo que ante la sospecha de esta

reacción la primera medida debe ser detener la transfusión.

2. Investigar la causa a través de los estudios serológicos y de

laboratorio; cualquier evidencia de hemólisis es suficiente para

iniciar el tratamiento.

3. Mantener el volumen intravascular y la presión arterial con la

infusión de cristaloides y coloides.

“Hay que recordar que el shock es una importante causa de

muerte”.

4. Si es necesario transfundir debe seleccionarse sangre carente

del Ag contra el cual está dirigido el Ac circulante.

5. Imponer tratamiento de la amenaza o del fallo renal

establecido, el que se puede dividir en:

a) Tratamiento inmediato.

b) Tratamiento del período de oliguria.

c) Tratamiento del período de diuresis.


4317
Medicina transfusional

a) Tratamiento inmediato: Se debe propiciar un flujo renal

adecuado con la infusión de cristaloides y coloides, así como el

uso de Dopamina y diuréticos.

b) Tratamiento del período de Oliguria: Solo se deben infundir los

líquidos que el paciente sea capaz de excretar, no infundir

electrolitos, monitorear al paciente por EKG, controlar la

concentración de potasio y en caso de hiperpotasemia

administrar Dextrosa al 5% e Insulina. Si se instala daño

cardíaco por hiperpotasemia debe administrarse Cloruro de

calcio. Si se produce acidosis metabólica debe administrarse

Bicarbonato de sodio. Determinar diariamente cifras de urea y

creatinina. Si las medidas anteriores no son efectivas, deben

adoptarse intervenciones activas como hemofiltración, la

diálisis peritoneal o la hemodiálisis.

c) Tratamiento del período de Diuresis: Se deben reponer las

pérdidas urinarias de H2O y electrolitos (Balance

hidroelectrolitico y equilibrio Acido-Básico), y en la dieta se

deben administrar cantidades limitadas de proteínas hasta que

la concentración de urea sea menor de 20 mmol/L.. Otros


4318
Medicina transfusional

tratamientos alternativos incluyen la plasmaféresis y la

exanguinotransfusión.

Profilaxis

Esta reacción es prevenible realizando un buen aseguramiento

administrativo y técnico de la transfusión sanguínea, que incluye

una adecuada recolección de la muestra e identificación del

paciente y la sangre a transfundir, así como el desarrollo eficiente

de los métodos de compatibilización de la sangre.

I. B) Reacción febril no hemolítica.

Es una reacción de fiebre, generalmente asociada a escalofríos,

que aparece durante o poco después de una transfusión. Es la

más frecuente de las reacciones postransfusionales.

Etiopatogenia

Se debe a la presencia de Acs contra leucocitos y plaquetas en

pacientes que se han aloinmunizado previamente con estos

elementos sanguíneos a través de las transfusiones o embarazos.

Estos Acs reaccionan con los leucocitos y plaquetas presentes en


4319
Medicina transfusional

la unidad de sangre transfundida. La reacción se puede producir

con la infusión de 1,5 x 109 leucocitos.

En estas reacciones pueden intervenir Acs dirigidos contra ags

del sistema principal de histocompatibilidad o HLA de clase I o

contra Ags específicos de leucocitos (fundamentalmente de

granulocitos). Estos Acs son capaces de fijar complemento.

La activación del sistema complemento provoca degranulación y

destrucción de células, con la subsiguiente liberación de pirógenos

endógenos, que estimulan la síntesis de prostaglandinas y la

liberación de serotonina, la cual explica la producción de fiebre.

Características clínicas, serológicas y de laboratorio

Los pacientes con esta reacción presentan rubor facial; fiebre,

cuyo ascenso se relaciona con el número de leucocitos

transfundidos, acompañada de escalofríos, los que pueden

preceder la fiebre, incluso en horas. En el pico de la reacción

puede haber cefalea y náuseas; en niños suele aparecer como un

cuadro febril asociado a rechazo de los alimentos, palidez y

frialdad de la piel.
4320
Medicina transfusional

Los anticuerpos contra leucocitos pueden detectarse por la

técnica de leucoaglutinación e inmunofluorescencia. La teoria de

microlinfocitoxicidad es útil para la detección de acs contra ags

del sistema HLA. Los anticuerpos antiplaquetarios, por su parte,

pueden detectarse por la técnica de inmunofluorescencia

indirecta; sin embargo, es poco frecuente el empleo de estas

técnicas para estos fines.

Conducta a seguir ante una reacción febril

Debe detenerse la transfusión en cuestión, hidratar al paciente

y emplear antipiréticos como la aspirina o el acetaminofén.

Profilaxis

En pacientes con antecedentes de este tipo de reacción debe

evitarse la infusión de leucocitos y plaquetas, empleando

concentrados de eritrocitos desleucocitados, ya sea por remoción

de la capa leucoplaquetaria, por centrifugación diferencial, por

lavados con solución salina fisiológica o por el uso de filtros para

leucocitos.

I. C) Daño pulmonar agudo relacionado con la transfusión


4321
Medicina transfusional

Reacción postransfusional poco frecuente; pero grave y

potencialmente fatal, que se carateriza por distress respiratorio

agudo, con infiltración pulmonar secundaria a la presencia de

anticuerpos contra leucocitos.

Etiopatogenia

La reacción se produce por la presencia de anticuerpos en el

donante contra leucocitos del receptor y en ocasiones por

anticuerpos del receptor contra leucocitos del donante. Producto

de la reacción Ag-Ac se activa el sistema complemento y se

produce C5a, que induce la agregación de los leucocitos. Los

anticuerpos son fundamentalmente anti-HLA.

Los agregados leucocitarios en la microcirculación pulmonar

bloquean el flujo capilar. El daño endotelial, con la subsiguiente

disminución de la perfusión, produce edema pulmonar, hipoxia y

distress respiratorio.

Características clínicas, serológicas y de laboratorio

Esta reacción se caracteriza por la presencia de escalofríos,

fiebre, tos no productiva, disnea e hipotensión.


4322
Medicina transfusional

En el Rx de tórax se observan nódulos pulmonares en las

regiones parahiliares e infiltrado en bases pulmonares sin

aumento del área cardíaca o signos de éstasis.

En el suero del (R) o del (D), según el caso, se detectan Acs

dirigidos contra Ags leucocitarios.

Conducta a seguir

Ante los síntomas y signos de la reacción se debe:

 Detener inmediatamente la transfusión.

 Adoptar las medidas sintomáticas para mejorar el distress

respiratorio, tales como: la administración de oxígeno,

ventilación a presión positiva, diuréticos a altas dosis.

 Administrar esteroides para inhibir la agregación leucocitaria

inducida por C5a y bloquear la producción de radicales

oxigenados tóxicos.

 Metilprednisona 30 mg/Kg cada 6 horas durante 48 horas.

Profilaxis

La profilaxis de esta reacción es semejante a la de la reacción

febril no hemolítica; además, debe investigarse la presencia de


4323
Medicina transfusional

leucoglutininas en los donantes de sangre, rechazando como tales

a los que presenten altos títulos de estos Acs.

I. D) Atopia (Reacción urticariana)

Es la reacción postransfusional más frecuente después de la

reacción febril; consiste en un rash máculo.papuloso,

acompañado de prurito, que se presenta durante el acto

transfusional o poco después del mismo.

Etiopatogenia

La reacción de atopia puede producirse por dos mecanismos

básicos:

1. La presencia de Acs en el suero del R dirigidos contra los

productos solubles en el plasma del D. Generalmente se

observa en pacientes alérgicos y se produce básicamente

después de la transfusión de sangre total o plasma.

2. La transferencia pasiva de Acs de tipo IgE de un donante

alérgico al R. La IgE se une a los receptores para el fragmento

Fc de las Igs de mastocitos y basófilos en contacto con el Ag,

produciendo la degranulación de estas células y la liberación de

sustancias vasoactivas responsables del cuadro sintomático.


4324
Medicina transfusional

Características clínicas

El cuadro clínico está dado fundamentalmente por la presencia

de urticaria y prurito, aunque pueden asociarse otros síntomas

como coriza y un cuadro asmatiforme.

Conducta a seguir

Durante esta reacción no es imprescindible detener la

transfusión si el cuadro sintomático no es severo; en caso de que

ello sea necesario:

 Hidratar al paciente.

 Administrar antihistamínicos.

 Reponer la transfusión a goteo lento con un adecuado

monitoreo del paciente.

 Si la sintomatología es muy intensa deben administrarse

esteroides.

Profilaxis

A los pacientes que tienen antecedentes de este tipo de

reacción deben administrarse concentrados de eritrocitos lavados

para evitar la infusión de productos solubles del plasma y


4325
Medicina transfusional

administrar antihistamínicos por vía oral o parenteral antes del

acto transfusional.

En casos de cuadros de atopia severos y repetitivos deben

administrarse esteroides profilácticamente antes de la transfusión.

I. E) Reacción anafiláctica.

Los pacientes que presentan deficiencia congénita o adquirida

de IgA pueden producir Acs contra esta Ig y presentar un cuadro

clínico de anafilaxia secundaria a la exposición de esta proteína

durante la transfusión de sangre o sus componentes.

Etiopatogenia

Los Acs anti IgA presentes en el R pueden ser de amplia

especificidad o de especificidad limitada. Los primeros son Acs

potentes, de alto título, que reaccionan contra cualquier subclase

de IgA y suelen producir el cuadro de shock anafiláctico después

de la infusión de volúmenes tan pequeños como 10 ml de plasma.

Los segundos están dirigidos generalmente contra determinada

subclase de IgA, son menos potentes y producen síntomas menos

graves.
4326
Medicina transfusional

Los Acs anti IgA activan la cascada del complemento

produciendo C3a y C5a, que provocan la degranulación de los

mastocitos y liberación de histamina; esta última, a su vez,

estimula la producción de sustancias de reacción lenta de

anafilaxia y de factor quimiotáctico para los eosinófilos, los que

actúan produciendo aumento de la permeabilidad capilar y

contracción del músculo liso, y, subsecuentemente, edema,

colapso vascular y shock, con o sin distress respiratorio.

Características clínicas y de laboratorio

 Esta reacción es poco frecuente (1:20.000)

 El cuadro clínico comienza en el propio acto transfusional,

apareciendo signos de shock anafiláctico como: rubor facial,

disnea, edema laríngeo, dolor subesternal, hipotensión, colapso

e incluso la muerte. Pueden existir formas clínicas más

moderadas (urticaria, rubor). La gravedad de la reacción

aumenta con el número de transfusiones.

 En el suero del receptor pueden detectarse Acs dirigidos

contra IgA.
4327
Medicina transfusional

Conducta a seguir

La anafilaxia es un cuadro grave que puede ser letal, por lo que

deben adoptarse medidas inmediatas como:

 Detener la transfusión.

 Administrar hidratación parenteral.

 Administrar epinefrina en dilución 1:1000, en dosis de 0.5 ml

subcutáneos, a intervalos de 3 minutos.

La epinefrina bloquea la síntesis y liberación de los moduladores

solubles. También puede administrarse dopamina, si se desarrolla

hipotensión intratable: 0.1 ml de epinefrina en solución 1:1000 en

10 ml de solución salina fisiológica por vía EV durante 5 minutos.

Si se instauran signos de hipoxia puede ser necesaria la

administración de oxígeno y la práctica de traqueostomía.

Profilaxis

La prevención idónea se lograría transfundiendo a estos

pacientes con sangre de donantes con deficiencia de IgA, la cual,

obviamente, es difícil de obtener.


4328
Medicina transfusional

La administración de concentrado de eritrocitos lavados o

congelados y desglicerolizados puede evitar la reacción por la

remoción de IgA a través de los lavados.

II. A) Reacción transfusional hemolítica retardada (RTHR)

Es una reacción hemolítica secundaria a la transfusión de

hematíes incompatibles en un paciente que se ha sensibilizado

previamente contra los Ags presentes en dichos hematíes, pero

en quien la concentración sérica de Acs es sumamente baja en el

momento de la transfusión, por lo que la reacción se desarrolla

comúnmente entre 5-7 días después de la transfusión.

Etiopatogenia

El paciente, en estos casos, se inmunizó previamente al

antígeno eritrocitario por la vía de una transfusión o embarazo.

Al ponerse en contacto nuevamente con el Ag desarrolla una

respuesta inmune secundaria o amnésica, por lo que pocos días

después hay un aumento rápido de la concentración de Acs y una

rápida destrucción de los hematíes transfundidos.

Los signos de hemólisis aparecen generalmente entre los 4-7

días, con pico entre los 10-14 días.


4329
Medicina transfusional

Las especificidades del Ac varían, siendo las más frecuentes,

por órden, las dirigidas contra los Ags de los sistemas Rh, JK, Fy,

Kell, MNSs y otros (A, B, U, Ce, Lu b, Dib, Dob Cob). En raras

ocasiones, se pueden observar AloAcs fríos anti-A, Anti-P1 y anti-

M.

La destrucción eritrocitaria es generalmente extravascular.

Características clínicas, serológicas y de laboratorio

Los signos más frecuentes son la caída de la Hb y la fiebre,

pero, además, puede presentarse íctero. La hemoglobinuria no es

común y el fallo renal se observa de manera poco frecuente por

Acs anti-U y anti-Jkb.

Pueden haber formas subclínicas en las que no se observan

signos de destrucción de hematíes; pero en las que se detectan

Acs circulantes.

Se ha descrito una alta incidencia de RTHR en pacientes con

anemia drepanocítica después de EST parcial.

La evidencia de muerte por RTHR en pacientes es poco conocida

debido a lo tardío de la reacción y por tratarse generalmente de

pacientes con un estado de salud seriamente comprometido.


4330
Medicina transfusional

En el hemograma puede observarse anemia y reticulocitosis;

en ocasiones la lámina puede confundirse con la de una anemia

hemolítica autoinmune.

La PAD aparece positiva pocos días después de la transfusión, y

continúa así mientras persisten los hematíes transfundidos en la

circulación del R. A través del pesquizaje de Acs en el suero del R

o en el eluido de sus hematíes puede detectarse el ac

antieritrocitario.

Otros hallazgos de laboratorio lo constituyen la disminución del

hematocrito, el aumento de la bilirrubina indirecta y el consumo

de haptoglobina, asi como la LDH aumentada.

Conducta a seguir

El tratamiento a instaurar es sintomático, aunque con

frecuencia no se requiere tratamiento debido a que la destrucción

inmune de los hematíes se produce de forma gradual.

Profilaxis

La prevención de la RTHR es compleja; un cuidadoso

aseguramiento pretransfusional, empleando técnicas de alta

sensibilidad, puede detectar reacciones por Acs débiles.


4331
Medicina transfusional

Es importante que el servicio de transfusiones controle los

pacientes aloinmunizados.

II. B) Reacción de injerto contra húesped (RICH)

Cuando en una unidad de sangre o sus componentes

transfundidos a un receptor inmunodeficiente o inmunodeprimido

están presentes linfocitos inmunocompetentes del donante, estos

se pueden injertar y multiplicar en el R. Posteriormente

reaccionan con los tejidos del huésped, produciendo una reacción

de injerto contra huéspued.

Etiopatogenia

Los linfocitos T alogénicos inmunocompetentes injertados no

son rechazados por el huésped inmunodeficiente, lo que permite

la proliferación de los mismos y su reacción contra tejidos del

huésped.

Características clínicas y de laboratorio

La RICH ocurre entre los 4 y 30 días posteriores a la transfusión

de sangre total, concentrado de eritrocitos, plaquetas o leucocitos

y plasma.
4332
Medicina transfusional

Puede producir fiebre, rash cutáneo, caracterizado por eritema

central y erupción máculo-papular que se extiende a las

extremidades, el que puede progresar a eritroderma generalizado

y formación de bulas.

Son frecuente los trastornos gastrointestinales como náuseas,

vómitos, diarreas líquidas o sanguinolentas.

La RICH se observa fundamentalmente en niños con

inmunodeficiencia combinada severa (IDCS), receptores de

transplante de médula ósea y fetos que reciben transfusión

intrauterina; pero puede observarse también en pacientes con

altas dosis de quimioterápicos, como tratamiento de neoplasias.

Conducta a seguir

El cuadro debe tratarse con el empleo de inmunosupresores

como el methotrexate, esteroides, y la globulina antitimocítica

(GAT).

Profilaxis

La RICH puede prevenirse irradiando los productos sanguíneos

a administrar a pacientes inmunodeficientes e inmunosuprimidos.

II. C) Púrpura postransfusional


4333
Medicina transfusional

Cuadro clínico caracterizado por una profunda trombocitopenia

y sangramiento, producido una semana después de la transfusión

de componentes sanguíneos que contengan plaquetas, en

pacientes que tienen aloanticuerpos antiplaquetarios.

Etiopatogenia

Este cuadro es secundario a la presencia de Acs dirigidos contra

Ags específicos de plaquetas, en pacientes aloinmunizados

previamente por embarazos o transfusiones sanguíneas. Estos

Acs son generalmente de clase IgG o combinaciones de IgG con

IgM, en la mayoría activadores del complemento.

El Ac suele desaparecer en un mes; pero se han descrito casos

con Acs circulantes a los 12 y 18 meses posteriores a la

transfusión.

En la púrpura transfusional no solo se produce destrucción de

las plaquetas alogénicas, sino también de los autólogas por el

mecanismo denominado “lisis del espectador”, el que se produce

cuando los inmunocomplejos plaquetas-Ac antiplaquetarios se

adhieren a la superficie de las plaquetas autólogas, provocando su

destrucción a través de la fijación del complemento; otra posible


4334
Medicina transfusional

explicación a esta destrucción de plaquetas autólogas puede ser la

formación de autoanticuerpos a consecuencia de la respuesta

secundaria al aloanticuerpo.

Características clínicas, serológicas y de laboratorio.

Los síntomas y signos más frecuentes son: disnea,

trombocitopenia severa (< 10 x 10 9/l plaquetas) y la presencia de

signos hemorrágicos (petequias, equimosis, hematomas,

sangramiento gastrointestinal, gingivorragia). Ocasionalmente

puede observarse granulocitopenia.

El diagnóstico serológico se hace con la detección de

aloanticuerpos dirigidos contra antígenos específicos de plaquetas,

fundamentalmente HPA-1a.

Conducta a seguir

Ante una reacción de púrpura postransfusional se debe detener

la transfusión e instaurar tratamiento sintomático, debe evitarse

la transfusión de plaquetas ya que se ha producido destrucción

inmune de las mismas.

Profilaxis
4335
Medicina transfusional

En pacientes con antecedentes de haber presentado esta

reacción solo debe administrarse plaquetas negativas para el

antígeno específico contra el cual está dirigido el anticuerpo del

receptor.

II. D) Aloinmunización

La aloinmunización es siempre un riesgo potencial de cualquier

transfusión de sangre y sus componentes, ya que a través de la

misma penetran al organismo del receptor antígenos de

eritrocitos, plaquetas, leucocitos y factores solubles del plasma,

que pueden sensibilizarlo e inducir la producción de anticuerpos

contra los mismos, lo cual puede complicar la posterior terapia

transfusional de estos pacientes.


4336
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