Está en la página 1de 19

Creeping fasCial:

TerapéuTiCa fasCial y ConCepTo osTeopáTiCo


Dr. François Ricard, Ph.D., D.O., F.T.
Dr. Andrea Turrina, D.O., F.T.
Creeping fascial:
Terapéutica fascial y concepto osteopático
LISTA DE LAS OBRAS PUBLICADAS POR EL AUTOR

Dr. François RICARD. Lésions ostéopathiques de l’articulation tempo- Dr. François RICARD. Tratamiento osteopático de las algias del ra-
romandibulaire (prix des auteurs en Médecine ostéopathique quis torácico. Panamericana, 2007.
1986). 2 tomes. Atman/Deverlaque, 1986. Dr. François RICARD. Traitement ostéopathique des lombalgies et
Dr. François R ICARD. Traitement ostéopathique des algies lom- lombosciatiques par hernie discale. Elsevier France, 2008.
bopelviennes (lumbagos, hernies discales et radiculalgies de Dr. François RICARD. Tratamiento osteopático de las algias de ori-
type sciatique et crurale). 2 tomes. Deverlaque, 1988. gen cervical (Cervicalgias, hernias discales, tortícolis, neural-
Dr. François RICARD. Traitement ostéopathique des algies d’origine gias cervicobraquiales, cefaleas, migrañas, vértigos). Pana-
crânio-cervicale. Deverlaque, 1990. mericana, 2009.
Dr. François RICARD y Pierre THERBAULT. Les techniques ostéopathi- Dr. François RICARD. Traité de médecine ostéopathique du crâne
ques et chiropractiques américaines. Frison-Roche, 1991. et de l’articulation temporomandibulaire. Elsevier France,
Dr. François RICARD. Tratamiento osteopático de las algias lumbopél- 2010.
vicas y ciáticas. Mandala/EOM: 1.ª ed., 1993; 2.ª ed., 1996 (2 to- Dr. François RICARD. Médecine ostéopathique et traitement des al-
mos); Panamericana: 2.ª ed. del tomo 2, 1998. gies du rachis dorsal. Elsevier France, 2011.
Dr. François RICARD y Jean-Luc SALLÉ. Traité de Médecine ostéopa- Dr. François RICARD. Colección de medicina osteopática. Miembro
thique. Roger Jollois, 1994. superior, tomo 1: cintura escapular y hombro. Editorial Escue-
Dr. François RICARD, Jean-Luc SALLÉ y Ginés ALMAZÁN. La Osteopatía: la de Osteopatía de Madrid, 2011.
un método de curación natural. Mandala, 1994. Dr. François Ricard. Colección de medicina osteopática. Miembro
Dr. François RICARD y Jean-Luc SALLÉ. Tratado de Osteopatía teórico inferior, tomo 1: pie y tobillo. Editorial Escuela de Osteopatía
y práctico. Robe, 1996. de Madrid, 2012.
Dr. François RICARD. Tratado de radiología osteopática del raquis. Dr. François Ricard. Colección de medicina osteopática. Trata-
Panamericana, 1999. miento osteopático de las lumbalgias y lumbociáticas por
Dr. François RICARD. Tratamiento osteopático de las algias de ori- hernias discales. Medos Edición: 2.ª ed., 2013.
gen craneocervical: cervicalgias, tortícolis, neuralgias cervi- Dr. François RICARD. Tratado de radiología osteopática del raquis.
cobraquiales, cefaleas, migrañas, vértigos. Escuela de Osteo- Medos Edición, 2013.
patía de Madrid, 2000. Dr. François RICARD. Tratado de osteopatía craneal. Articulación
Dr. François RICARD y Jean-Luc SALLÉ. Trattato di osteopatia. UTET, temporomandibular. Medos Edición, 2014.
2004. Dr. François RICARD y Jean-Luc SALLÉ. Tratado de osteopatía. Manda-
Dr. François RICARD. Tratado de osteopatía craneal: Análisis orto- la: 1.ª ed., 1991; 2.ª ed., 1996; Panamericana: 3.ª ed., 2003; Me-
dóntico. Diagnóstico y tratamiento manual de los síndromes dos Edición: 4.ª ed., 2014.
craneomandibulares. Panamericana: 2.ª ed., 2005. Dr. François RICARD. Osteopathic Treatment of Low Back Pain and
Dr. François RICARD. Tratado de Medicina Interna Osteopática (3 Sciatica Caused by Disc Prolapse. Medos Edición, 2015.
tomos: Sistema cardiorespiratorio, Sistema digestivo, Siste- Dr. François RICARD y Dr. Elena MARTÍNEZ. Osteopatía y pediatría. Pa-
ma urogenital). Panamericana, 2007. namericana: 1.ª ed., 2005; Medos Edición: 2.ª ed., 2015.

EN LA MISMA COLECCIÓN

Dr. Elena MARTÍNEZ LOZA. Tratamiento osteopático de la mujer: infer-


tilidad funcional, embarazo y postparto. Medos Edición, 2012.
DIRECCIONES INTERNACIONALES DE LA ESCUELA DE OSTEOPATÍA DE MADRID

ESPAÑA AMÉRICA DEL SUR


Información en www.escuelaosteopatiamadrid.com ARGENTINA
CENTRAL ESPAÑA: t Buenos Aires
t A
 lcalá de Henares t Córdoba
San Félix de Alcalá, 4 t Mendoza
28807 Alcalá de Henares. Madrid t Rosario
Tel.: 91 883 39 10 BOLIVIA
centralosteopatia@escuelaosteopatiamadrid.com
t Almería
BRASIL
t Brasilia
t Badajoz t Campinas
t Barcelona t Cascavel
t Bilbao t Curitiba
t Cádiz t Florianópolis
t Ciudad Real t Recife
t Córdoba t Rio de Janeiro
t Elche t São Paulo
t Granada t Salvador
t Madrid t Vitória
t Molina de Segura
t Málaga CHILE
t Oviedo t Concepción
t Palma de Mallorca t Santiago de Chile
t Salamanca
t Santander COLOMBIA
t San Sebastián t Bogotá
t Sevilla ECUADOR
t Tenerife t Cuenca
t Valencia t Quito
t Valladolid
t Vigo PARAGUAY
t Zaragoza t Asunción
t Úbeda
PERÚ
t Lima
EUROPA
URUGUAY
ALEMANIA t Montevideo
t Bochum
FRANCIA AMÉRICA DEL NORTE
t París
MÉXICO
ITALIA t Guadalajara
t Cosenza t México D.F.
t Roma t Querétano
t Savona
t Torino ÁFRICA
t Udine
t Verona ANGOLA
t Luanda
PORTUGAL
t Algarve
t Coimbra ASIA
t Lisboa BANGLADESH
t Madeira
t Monçao HONG KONG
t Porto
RUSIA ORIENTE PRÓXIMO
t San Petersburgo ISRAEL
AMÉRICA CENTRAL FORMACIÓN EN LENGUA INGLESA
ANTILLAS FRANCESAS INTERNACIONAL SCHOOL OF OSTEOPATHY – SPAIN
t Martinique www.iso-spain.com
COSTA RICA
t San José AUTORES
e-mail: f.ricard@escuelaosteopatiamadrid.com
PANAMÁ a.turrina@gmail.com
t Panamá

Para más información, visite la web: www.eominternacional.com o www.escuelaosteopatiamadrid.com o contacte con


nosotros en el correo electrónico: centralosteopatia@escuelaosteopatiamadrid.com
Dr. François Ricard, Ph.D., D.O., F.T.
Dr. Andrea Turrina, D.O., F.T.

Creeping fascial:
Terapéutica fascial y concepto osteopático
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO
Autores: Dr. François Ricard, Ph.D., D.O., F.T.
Dr. Andrea Turrina, D.O., F.T.
Editorial: Medos Edición S. L.

El autor de esta obra ha verificado toda la información con fuentes confiables para asegurarse de que esta sea completa y acorde
con los estándares aceptados en el momento de la publicación. Sin embargo, el autor de este trabajo no puede garantizar que
la totalidad de la información aquí contenida sea exacta o completa y no se responsabiliza de los errores u omisiones o de los
resultados obtenidos del uso de esta información.

El autor ha hecho todos los esfuerzos por localizar a los titulares del copyright del material fuente utilizado. Si por error u omi-
sión no se ha citado algún titular, se subsanará en la próxima reimpresión.

© 2015, DR. FRANÇOIS RICARD


© 2015, MEDOS EDICIÓN, S. L.
www.medoslibrosalud.com
info@medoslibrosalud.com

Todos los derechos reservados. Este libro o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidos ni archivados en sistemas
recuperables, ni transmitidos de ninguna forma o de ningún otro medio, ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras,
grabaciones o cualquier otro sin el permiso previo de la Escuela de Osteopatía de Madrid y Medos Edición.

ISBN: 978-84-943215-7-3

Depósito legal: M-39744-2015


Impreso en España, Enero 2016
Un agradecimiento muy especial a la Dra. Carla Stecco por aportar ciertas ilustraciones, ya
que este libro no habría sido posible sin las fotos tan claras del tejido fascial en cadáveres
frescos de una de las mejores especialistas en anatomía de la fascia.
Les agradecemos a Dña. Laura Predomo y a la Dra. Elena Martínez Loza sus colaboraciones.
1 EL TEJIDO CONECTIVO
Y LAS FASCIAS

La existencia del tejido conectivo es fundamental para dos y unidos por la presencia del tejido conectivo orga-
el sostén, la organización y la regulación de todos los sis- nizado en fascias.
temas del aparato locomotor. Por este motivo, es indis- No existen textos que aborden de manera exhaustiva
pensable referirse a los elementos contráctiles, óseos la anatomía de las fascias. Aunque presenta caracterís-
de soporte, vasculares y neurológicos anatómicamente ticas constantes, el sistema fascial ofrece muchas varia-
relacionados con el tejido conectivo, ya sea en el interior bles anatómicas, dada la unicidad de cada individuo.
del músculo o en la fascia profunda que lo recubre1. Esto ha determinado una gran variedad de descripcio-
Las fascias están constantemente solicitadas: Trans- nes que aparecen en los distintos tratados de anatomía y
miten y amortiguan las fuerzas generadas por el trabajo en los textos de los autores que han dirigido su atención
muscular, contribuyen a optimizar las relaciones anató- hacia el tratamiento de los tejidos blandos.
micas entre los tejidos, garantizan el equilibrio de pre- Para mayor practicidad del terapeuta, intentaremos
siones en los distintos compartimentos y proporcionan resumir las características del tejido fascial según su
un flujo adecuado y constante de informaciones extero- localización:
ceptivas y propioceptivas a los segmentos medulares y a t Dentro de los vientres musculares.
las áreas corticales. t Fuera de los músculos.
Este último aspecto es perfectamente aplicable
t En relación con los vasos y los nervios.
al principio de la facilitación metamérica explicado
por Irwin Korr y, por tanto, se debe tener en cuenta en
la medicina osteopática. De hecho, el esclerotoma, el BIBLIOGRAFÍA
1. Gerlach UJ, Lierse W. Functional construction of the
angiotoma y el miotoma forman parte de la organiza- superficial and deep fascia system of the lower limb in
ción metamérica del cuerpo que, embriológicamente y man. Acta Anat (Basel), 1990. 139(1):11-25.
desde un punto de vista arquitectónico, están sosteni-

1
2 EMBRIOLOGÍA
MIOFASCIAL

2.1. EMBRIOLOGÍA DEL SISTEMA En el exterior de los vientres musculares, este tejido
se organiza en fascias, conocidas con diferentes nom-
MUSCULOFASCIAL
bres según su localización anatómica. Estas fascias se
El tejido conectivo recubre todas y cada una de las fibras
continúan con otros elementos conectivos que, gene-
contráctiles del músculo y se desliza en su interior sin
ralmente, son relegados a una función de segundo
solución de continuidad, reuniendo y conectando las
orden, como los tabiques intermusculares, los tractos
miofibrillas entre sí. Se organiza en membranas de distin-
neurovasculares o los retináculos.
tas dimensiones y se prolonga hacia otros elementos en
Para comprender mejor todo este sistema, es necesa-
el exterior de los vientres. Es el medio a través del cual los
rio estudiar el desarrollo embriológico del aparato loco-
vasos y nervios alcanzan el interior del músculo. Además
motor (Ver figura 2.1).
de organizar con precisión las fibras musculares, alberga
los propioceptores que regulan su actividad y su tono.

Origen
embriológico Mesénquima
común

Fibroblasto Condroblasto Osteoblasto Célula hematopoyética

Células Fibrocito Condrocito Osteocito Célula sanguínea/macrófago


descendientes

Tipo de tejido
conjuntivo
resultante Tejido conjuntivo Cartílago Hueso Sangre

1. Tejido conjuntivo laxo 1. Cartílago hialino 1. Hueso compacto La formación y la


Tipos: Areolar 2. Fibrocartílago 2. Hueso esponjoso diferenciación de las
Adiposo 3. Cartílago elástico células sanguíneas es
Subclases Reticular un asunto complejo.
2. Tejido conjuntivo
denso
Tipos: Regular
Irregular
Elástico
Figura 2.1. Origen embriológico de los tejidos.

3
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO

2.2. MIOGÉNESIS región paraxial, se desarrollarán el miotoma, el esclero-


La miogénesis es un proceso largo que incluye la forma- toma y el dermatoma, mientras que de la placa lateral
ción de los músculos, con su inervación e irrigación, y su se formarán las estructuras no musculares de las extre-
conexión con los tendones y con los elementos óseos midades y el mesénquima, donde se origina el tejido
del esqueleto. Cada etapa se guía por el tejido conectivo, conectivo denso para todo el aparato locomotor3.
que se desarrolla en paralelo al muscular. En la lámina paraxial aparecen en la 3.ª semana seg-
Las fibras musculares y el tejido conectivo denso deri- mentos compuestos por estratos concéntricos de célu-
van del mesénquima1 y se desarrollan de forma paralela. las mesodérmicas, los somitómeros, que permanecen
Este proceso es similar en todos los mamíferos, aunque próximos al eje central del embrión. De ellos, se desa-
su duración es diferente, siendo sin duda más largo para rrollan los somitas que a nivel cervical, dorsal y lumbar
el hombre2. formarán los elementos del esqueleto axial.
Si se estudia el desarrollo embrionario desde el punto En esta fase, el desarrollo está dirigido por una estruc-
de vista morfológico, en la 3.ª semana comienza un proce- tura flexible, que se coloca inmediatamente por debajo
so en el que las células producen abundantes moléculas del tubo neural. Nos referimos a la notocorda, que actúa
proteicas, destinadas a formar las tres hojas embrionarias como una guía para la maduración de la columna verte-
que darán inicio a la organogénesis. El ectodermo y el bral y de los elementos anexos a ella.
endodermo son las primeras en desarrollarse. De la prime-
ra, tomarán forma principalmente los órganos digestivos, 2.3. DESARROLLO Y DISPOSICIÓN
los respiratorios y las glándulas, y de la segunda funda- DE LAS FIBRAS MUSCULARES
mentalmente la piel, el sistema nervioso y los receptores. El diseño que se seguirá para la formación de los mús-
Progresivamente, entre estos dos estratos se forma culos viene determinado por el tejido conectivo denso,
el mesodermo, donde se distinguen dos láminas que se en el que migran células progenitoras especializadas, es
alejan de la línea media: el mesodermo paraxial y la placa decir, los mioblastos. La fusión y la especialización de las
lateral (Ver figura 2.2). fibras musculares, así como su localización, se deben a la
presencia del tejido conectivo denso y a la función para-
crina de los fibroblastos que hay en él4.
Citológicamente, en la primera parte de la miogé-
I A nesis, las fibras primarias producidas por los mioblas-
tos son de grandes dimensiones, caracterizadas en su
interior por la presencia de proteínas específicas (MyHC:
C B
Myosin Heavy Chain Isoform).
D H El cuádriceps, por ejemplo, presenta fibras primarias
entre la 6.ª y la 8.ª semana que son capaces de desarro-
G
llar una contracción lenta (slow isoform). En esta prime-
E ra fase del desarrollo, la miogénesis ocurre incluso en
ausencia de inervación, impulsada por la actividad de
F
los mioblastos. De la 8.ª a la 18.ª semana, aparecen fibras
más especializadas, capaces de generar una contracción
rápida (fast isoform)5.
A – Ectodermo. Morfológicamente, los mioblastos se multiplican
B – Mesodermo. durante el desarrollo del embrión. Se disponen de mane-
C – Mesodermo paraxial. ra alineada, fundiéndose por sus extremos, y forman los
D – Mesodermo intermedio. miotúbulos.
E – Porción somática del mesodermo (placa lateral). De esta manera, se constituyen las fibras musculares
F – Porción esplácnica del mesodermo. primarias6, que son cadenas de células paralelas, alarga-
H – Notocordio.
das en la dirección de la extremidad o del tronco, que
I – Tubo neural.
establecen la forma y localización del vientre. Estas fibras
Figura 2.2. Hojas embrionarias. se unen a numerosas placas motrices a la vez. Al analizar
este proceso en detalle, se observa que (Ver figura 2.3):
El mesodermo es la lámina que determina la for- t Desde la 1.ª semana a la 10.ª, los mioblastos fusi-
mación de los elementos del aparato locomotor. De la formes caracterizados por un gran núcleo central y

4
CAPÍTULO 2 ¡ EMBRIOLOGÍA MIOFASCIAL

pocas cadenas de sarcómeros se distribuyen en se- t A partir de la 10.ª semana, otros miotúbulos se apo-
rie para formar los miotúbulos primarios, constitu- yan en la superficie lateral de los primarios, dando
yendo estructuras longitudinales para el desarrollo lugar al miotúbulo maduro, que se distingue por la
de los músculos. presencia de una sutil lámina basal a su alrededor.

A B C

Figura 2.3. Desarrollo de las fibras musculares estriadas según Fidziańska, 1980: A – mioblastos; B – miotúbulos primarios; C – fibras
musculares secundarias.
A continuación, se van formando las fibras secunda- rán los fibroblastos del tejido conectivo intra y extramus-
rias que se distribuyen sobre la superficie de las prima- cular, en relación con la lámina basal de cada elemento
rias en relación con los lugares de inervación. Las secun- contráctil.
darias se multiplican rápidamente y después, se separan Los músculos se conectarán posteriormente a los
de las primarias. A partir de la 16.ª semana, se desarrollan tendones, formados también por células de la somato-
las fibras musculares inmaduras, aún desvinculadas de pleura, que se desarrollan independientemente sin la
la inervación. La estructura de la lámina basal en torno presencia de las fibras contráctiles.
a estas formaciones se refuerza. Esta hoja está presente A partir de los miotúbulos, se originan las células mus-
en todos los lugares de unión entre un tejido conectivo culares maduras, caracterizadas por la presencia de fila-
y cualquier otro tipo de tejido (por ejemplo, entre la fibra mentos proteicos de distintas dimensiones a los que se
muscular y el endomisio o el tendón). A partir de aquí, las asocian células que garantizan el correcto funcionamien-
fibras musculares no pueden asociarse más en paralelo, to y la integridad de la fibra muscular, reparando las par-
dado que la lámina basal las aísla. tes que se dañan fisiológicamente (los mioblastos) o por
Entre las futuras fibras musculares, permanecen otras solicitaciones de diversa intensidad (las células satélite)7
células diferenciadas, a partir de las cuales se desarrolla- (Ver figura 2.4).

5
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO

Figura 2.4. Desarrollo del colágeno endomisial en el cerdo según Fang et al., 1999: A – Fibras colágenas desorganizadas en el nacimiento;
B – Fibras colágenas que forman la célula endomisial a los 6 meses; C – La arquitectura de las células endomisiales no madura en el nacimiento;
D – La misma estructura madura a los 6 meses.
En el nacimiento, las fibras musculares están inerva- La musculatura del tronco se dispone en hojas conecti-
das por varias motoneuronas a la vez y con el paso del vas superpuestas, relativamente independientes.
desarrollo, se observa una disminución de las sinapsis, En la 4.ª semana del desarrollo, las porciones ven-
hasta llegar a una relación unívoca entre una fibra y una tral y medial de los somitas rodean la notocorda para
sola motoneurona. Este proceso, que no puede ser alea- formar los esclerotomas, de los que evolucionará el
torio, está dirigido por el tejido conectivo denso que se mesénquima, el principal componente del tejido conec-
encuentra en el interior del músculo8. El conectivo se tivo embrionario. Mientras los esclerotomas producen
modifica con la evolución del músculo, ya que conduce los elementos óseos de la columna, otras estructuras
la disposición y la alineación de las fibras (endomisio), específicas para los músculos (los miotomas) se dispo-
organizándolas en fascículos (perimisio) y conteniendo nen lateralmente al tubo neural. Migran ventralmente
a las mismas en una túnica (epimisio o fascia profunda)9. para después separarse en una porción dorsal y otra ven-
Por lo tanto, es comprensible que en el interior de los tral, que son inervadas por las ramas posteriores y ante-
músculos podamos encontrar fibras en serie, que reco- riores de los nervios espinales, aún en formación:
rren toda la longitud del vientre, mientras que otras más t A partir del fragmento dorsolateral de los mioto-
cortas se superponen lateralmente. En ambos casos, la mas, se formarán las células para los músculos de
fibra muscular de los mamíferos presenta proteínas capa- las extremidades y de la porción ventral del tronco.
ces de transmitir a lo largo de toda la superficie interna t De la porción dorsomedial, se desarrollarán las cé-
del sarcolema10 la fuerza generada por la contracción. lulas para los músculos segmentarios del tronco.
Independientemente de la longitud y de la ubicación, las
Al nivel de la cintura escapular y pélvica, los mioto-
fibras musculares pueden cooperar y sumar las fuerzas
mas se organizan en brotes, en los que se localizan los
que producen, gracias al tejido conectivo intramuscular.
futuros mioblastos que van a desarrollar a continuación
Esta organización necesita medios de transmisión
la musculatura de las extremidades11.
longitudinal de la fuerza (fundamentalmente, el perimi-
Los músculos de la cabeza y parte de los del cuello,
sio y los tendones) y vías de comunicación lateral entre
diferenciados según las fibras nerviosas que los acompa-
las miofibras (endomisio, perimisio, epimisio y fascia
ñan, evolucionan de los miotomas de los arcos branquia-
profunda).
les, típicos de la zona cefálica de los vertebrados12:
2.4. DESARROLLO DEL COMPLEJO t Los músculos masticatorios del primer arco, iner-
vados por la tercera rama del trigémino.
MUSCULOFASCIAL DEL TRONCO
t Los músculos de la mímica y el platisma del segun-
Los músculos del tronco se generan a partir de metáme-
do arco, inervados por el nervio facial.
ras únicas o de la fusión de varias metámeras. Mientras
los primeros tienen una inervación segmentaria, los t Del tercero, cuarto y quinto arco nacen los múscu-
los de la faringe y de la laringe (controlados por el
segundos están controlados por varios niveles radicu-
nervio glosofaríngeo) y el esternocleidomastoideo
lares. Los músculos pluriarticulares presentan signos de
con el trapecio superior (inervados por el nervio ac-
esta fusión en las láminas de tejido conectivo que sepa-
cesorio o espinal).
ran los diferentes fascículos en el interior de su vientre.

6
CAPÍTULO 2 ¡ EMBRIOLOGÍA MIOFASCIAL

Los músculos posteriores monoarticulares se loca- vidirse en tres grupos principales, a pesar de sus nume-
lizan en la parte más profunda del complejo paraverte- rosas inserciones:
bral, adheridos a la columna. Nacen de cada miotoma (y, t Los músculos iliocostales.
por tanto, del mesodermo) y mantienen una disposición t El músculo dorsal largo.
metamérica precisa.
t Los músculos tranversoespinosos.
Los músculos restantes del dorso (epiaxiales) se dis-
ponen en zonas adyacentes de la columna, dando lugar Los músculos ventrales (hipoaxiales) pueden clasifi-
a fibras de diferentes longitudes. En estas formaciones, carse en:
no es posible distinguir una metámera, dado que cada t Estrato subventral (que se continúa en el músculo
vientre está compuesto por unidades más pequeñas transverso del abdomen).
desarrolladas de miotomas distintos, que se unen y t Complejo intermedio de los músculos superpues-
fusionan durante el desarrollo del feto (Ver figura 2.5). tos (los oblicuos y las expansiones del transverso).
Los músculos epiaxiales del adulto reducen su sec- t Musculatura ventral propia (formada por el recto
ción porque están comprimidos en canales óseos rígi- anterior del abdomen). El diafragma podría con-
dos, delimitados por las apófisis transversas y espinosas, siderarse una expansión de este músculo, dada su
que proporcionan a las fibras contráctiles lugares donde inervación cervical.
insertarse. En el hombre, esta musculatura puede subdi-

A Epímero B Músculos espinales

Septo intermuscular Rama primaria posterior

Médula
Ganglio espinal

Hipómero

Aorta Capas musculares


dorsal interna y externa
Rama primaria anterior
del hipómero
de la pared
torácica y
abdominal

Cavidad celómica

Columna rectal

Figura 2.5. Desarrollo de los músculos epiaxiales e hipoaxiales, acompañados del nervio en relación: A – Quinta semana embrionaria;
B – Siguiente fase.

Los estratos superficial y medio de la musculatura y los músculos glúteos están controlados por los nervios
del raquis (incluidos los intertransversos) nacen de la glúteos13.
porción ventral, migrada dorsalmente e inervada por Los músculos infrahioideos y el diafragma se origi-
ramas anteriores de los nervios espinales, que forman nan también en la porción ventral de los miotomas.
los plexos cervical, braquial, lumbar y lumbosacro. El Mientras los músculos profundos tienen una organi-
músculo dorsal ancho recibe al nervio toracodorsal, los zación metamérica (músculos monoarticulares epiaxia-
romboideos dependen del nervio dorsal de la escápula les y transverso del abdomen hipoaxial), los más superfi-

7
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO

ciales del raquis y los de las extremidades son, sin duda, 2.5. DESARROLLO DEL COMPLEJO
el resultado de la fusión de numerosos miotomas, con el
MUSCULOFASCIAL DE LAS
objetivo de garantizar funciones complejas. Este desa-
rrollo, reconocible también en el adulto, está guiado por EXTREMIDADES
la estructura conectiva intra y extramuscular, que delimi- Los músculos de las extremidades nacen de la fusión de
ta distintos fascículos en el interior del mismo músculo, varias metámeras y contienen en su interior fibras con
con funciones e inervaciones diferentes. funciones e inervaciones diferentes.
Por ejemplo, en el embrión humano se distinguen Las extremidades nacen a partir de brotes especia-
ya en la 12.ª semana el vientre esternal y el clavicular lizados, que se organizan al nivel de la cintura escapu-
del esternocleidomastoideo, divididos a su vez en más lar y pélvica. Bajo el ectodermo, en la parte dorsal de
entidades que se mezclan, superponiéndose de manera los somitas, se mezclan células precursoras epiteliales y
variable para dar forma al músculo que conocemos en musculares, los dermomiotomas18.
el adulto14. Ubicados en el estrato muscular inmediata- Desde un punto de vista morfológico, distinguimos
mente más profundo, el esplenio de la cabeza y del cue- una primera fase en la que las células musculares migran
llo presentan características de desarrollo similares al a la somatopleura del embrión, preparándose para infil-
esternocleidomastoideo: Sus fibras se disponen más en trarse en el mesénquima de las futuras extremidades:
dirección craneal en el feto de 14-25 semanas, respec- Se forman masas premusculares ventrales y dorsales,
to al neonato y al adulto, y tienen una superficie amplia cada una procedente de metámeras distintas como en
que se va reduciendo con el desarrollo, determinando el tronco19. En los distintos segmentos de los miembros,
una mayor oblicuidad de los elementos contráctiles, estas aglomeraciones se dividen además en estructuras
para facilitar los movimientos de rotación del cuello. En superficiales y profundas, a partir de las cuales se forma-
algunos embriones, las fibras de los esplenios están en rán los grupos musculares. Los futuros músculos serán
contacto con la fascia toracolumbar15. contiguos en sentido transversal a otras formaciones,
En paralelo al desarrollo y maduración de los vientres pero se originan a partir de estructuras concatenadas
musculares, los husos neuromusculares aparecen en la longitudinalmente ya desde la fase embrionaria. Este
12.ª semana y aumentan de manera exponencial hasta dato refuerza la importancia de una visión funcional
la 16.ª, disponiéndose de forma preferente en la parte del aparato locomotor, que va más allá del concepto de
central de los músculos y cerca de la porción externa del vientre muscular único.
vientre16. Los husos, junto a otros receptores, garantizan Para las extremidades superiores:
un constante flujo de información desde las formaciones t Los músculos de las cintura escapular nacen de dos
musculares, compuestas por fibras dispuestas en parale- esbozos diferentes, uno dorsal para el subescapu-
lo, tal como se indica anteriormente. lar y redondo mayor, uno ventral para el deltoides y
Los músculos del tronco se continúan hacia la cabeza los demás músculos del manguito de los rotadores.
y la parte proximal de las extremidades, lo que permite t En la porción humeral, también se distinguen es-
comprender que, aunque el esqueleto óseo está com- tos dos esbozos, delimitados por un tejido no mus-
puesto por elementos bien diferenciados, el sistema cular que formará los tabiques intermusculares. El
muscular (directamente o a través del conectivo que lo brote dorsal se continúa visible en los futuros mús-
caracteriza) no tiene solución de continuidad en el apa- culos del antebrazo.
rato locomotor. t En el antebrazo, se pueden observar ambos grupos
Los distintos nombres con los que se diferencian subdivididos, además en una parte superficial y
los vientres musculares tienen validez desde el punto otra profunda.
de vista de la localización topográfica, pero no siempre t En la mano, la eminencia tenar e hipotenar tienen
tienen un significado funcional. En muchos de ellos, las dos esbozos propios. Los lumbricales nacen de la
fibras fásicas de contracción rápida se encuentran en porción más profunda del antebrazo, mientras que
las láminas musculares más externas, enfatizando que los interóseos se originan de una masa común.
la función de los elementos contráctiles, que se han ori-
Para las extremidades inferiores:
ginado a partir de masas comunes, está más asociada
a su orientación y disposición en el músculo que a su t En la cintura pélvica, se observa un esbozo para el
inervación17. iliopsoas y los músculos anteriores del muslo, otro
para el glúteo mayor y el tensor de la fascia lata y

8
CAPÍTULO 2 ¡ EMBRIOLOGÍA MIOFASCIAL

otro para los músculos posteriores (glúteos menor en fibras tónicas de contracción lenta y posteriormente
y medio, piramidal y obturadores). en fibras fásicas de acortamiento rápido. En las unidades
t En el muslo, se distinguen brotes para los músculos motoras del adulto, se distingue la presencia de ambos
anteriores, para los mediales (aductores) y para los tipos de fibras, que pueden estar en contacto directo o
posteriores. no, pero siempre conectadas por el tejido endomisial. La
t En la pierna, el esbozo anterior y el de los peroneos separación entre las fibras contráctiles de la misma uni-
derivan directamente del brote lateral del muslo. dad motora se explica por los fenómenos de hipertrofia
El posterior se diferencia en una parte superficial y e hiperplasia, propios de las diversas fases del desarrollo
otra profunda. embrionario explicadas en el párrafo anterior. Después
de una organización inicial en serie, las fibras musculares
t En el pie, encontramos un esbozo común para el
se superponen de forma paralela a lo largo de la evolu-
pedio y el extensor corto del pulgar, mientras que los
otros grupos poseen un esbozo específico para cada ción fetal, uniéndose radial y longitudinalmente con el
uno, de acuerdo con su localización topográfica. tejido conectivo de los tendones. Por medio del tejido
conectivo, se acumulan para transmitir la fuerza concen-
Por lo tanto, en las extremidades, los músculos em-
trada de manera predominante en los tendones de ori-
brionarios migrarán hacia los distintos compartimentos
gen e inserción.
y tomarán contacto con los huesos en formación a través
Es plausible plantear la hipótesis de que las fibras
de los tendones, acompañados por sus propios nervios.
contráctiles destinadas a mover un hueso en una misma
Cada vientre se modelará según la forma de los huesos y
dirección pueden localizarse en distintas regiones del
de las articulaciones, estimulados por las contracciones
músculo, para sumar la fuerza y el acortamiento produ-
que caracterizan la fase fetal, sin perder nunca su rela-
cido a lo largo de todos los grados articulares, facilitando
ción metamérica con el SNC, que es casi lineal para el
los cambios de volumen y de longitud de los músculos
tronco y más complicada para las extremidades, dadas
en los distintos gestos. Este tipo de disposición convierte
las modificaciones provocadas por las rotaciones que
a la estructura del músculo en una estructura absoluta-
sufrirán para adaptarse a las necesidades de la locomo-
mente funcional, pero necesita un tejido conectivo que
ción o de la prensión.
reúna anatómicamente todos los elementos que se con-
Además de los vientres musculares, las distintas
traen, dejando al resto en su longitud en reposo.
masas determinan la aparición de compartimentos
De la misma manera, es razonable pensar que en el
musculares definidos por los tabiques intermusculares
interior de cada esbozo las fibras sinérgicas se dividen
y las láminas de conectivo que acompañan a los vasos
para colocarse en vientres diferentes, con el fin de garan-
y nervios, que se aprecian perfectamente en el aparato
tizar la funcionalidad que acabamos de mencionar. Los
locomotor del adulto.
músculos sinérgicos deben, por tanto, poseer medios
Estos compartimentos musculares se diferencian
de conexión para hacer converger sus acciones en una
sobre todo en la periferia, más que proximalmente, al
dirección bien precisa.
multiplicarse los huesos distalmente a partir del codo y
De este modo, el hecho de que los esbozos proxi-
de la rodilla. Por eso, en el adulto es más fácil localizar con
males sean el punto de origen de los distales justifica la
la palpación las porciones terminales de los músculos
presencia de fibras contráctiles conectadas anatómica-
en la muñeca que en la articulación glenohumeral. De
mente e inervadas por la misma metámera en múscu-
la misma manera, los síntomas referidos por el paciente
los dispuestos en una sucesión longitudinal, situados
en cuanto a la localización de una aferencia nociceptiva
en compartimentos diferentes, pero participando en la
(dolor) son más claros en el codo, en la muñeca o en la
misma porción de tejido conectivo denso que los recu-
mano, en comparación con el hombro, dado que en este
bre y conexiona por medio de expansiones tendinosas
segmento todos los músculos confluyen hacia lo que
directas o aponeuróticas.
serán las tuberosidades del húmero.
Un claro ejemplo de la mezcla de elementos contrác-
En el nacimiento, el desarrollo de las fibras muscula-
tiles de distintos tipos y orígenes es el cuádriceps:
res no está completo. En los primeros meses de vida, las
fibras contráctiles continúan su desarrollo por procesos t El recto anterior del cuádriceps se desarrolla a par-
tir de la fusión de dos bandas musculares, que se
de hipertrofia e hiperplasia20. Los sarcómeros se adaptan
originan en la espina ilíaca anteroinferior (la super-
al estiramiento de los huesos y se diferenciarán progresi-
ficial) y en el acetábulo ilíaco y cápsula articular de
vamente (gracias a la inervación y al uso, según parece)

9
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO

la cadera (la profunda). Con el paso de las semanas, La primera porción es la más profunda y se caracteriza
las inserciones musculares se transforman en ten- por la gran concentración de fibras musculares tónicas,
dinosas y es común descubrir una fusión del recto destinadas a soportar las grandes cargas que acompa-
con los vientres adyacentes. ñan a la extensión de la rodilla. En cambio, la parte obli-
t El vasto lateral se dispone en dos láminas, cuyas cua es relativamente independiente de la anterior, con
expansiones forman el tendón que se inserta en el fibras contráctiles que reposan sobre las longitudinales
borde lateral de la rótula y en su retináculo externo. y con características fásicas para controlar la posición de
t El vasto medial nace de las estructuras óseas del fé- la rótula en el canal de los cóndilos femorales y para con-
mur, pero también de los tendones del aductor largo tribuir a la rotación interna de la rodilla. Ambas porciones
y mayor, con una conformación bilaminar que termi- están inervadas por fibras eferentes distintas22.
na dipuesta de forma especular a la del vasto lateral.
t El vasto intermedio está recubierto por el recto, 2.6. NOCIONES SOBRE EL DESARROLLO
con el cual comparte el tendón terminal. DEL SISTEMA NERVIOSO
Durante el desarrollo embrionario de la 9.ª a la 36.ª PERIFÉRICO Y DE SUS RECEPTORES
semana, el cuádriceps se divide en varias láminas por Los receptores se forman junto a los otros tejidos del apa-
la presencia de vasos y nervios que transcurren por las rato locomotor, manteniendo una estrecha relación con
membranas de tejido conectivo que delimitan su con- las fibras contráctiles, a las que están unidos por el tejido
torno y los fascículos dentro de cada vientre21. conectivo intramuscular y la fascia. Contribuirán de for-
Esta disposición se conserva también en el adulto. ma automática e involuntaria a regular la activación de
Tomemos como ejemplo el vasto medial del cuádriceps, las fibras musculares sinérgicas en el interior de los com-
en el que se reconocen dos porciones: partimentos o en los elementos conectados en serie.
t Una formada por fibras longitudinales, con una an- Durante el desarrollo, el tejido conectivo denso
gulación de 15-18º respecto al eje del fémur. organiza en el espacio los distintos elementos del apa-
t Otra parte con fibras que nacen del aductor mayor rato musculoesquelético, permitiendo una autonomía23
y se dirigen a la porción medial de la rótula, orien- relativa de las estructuras y garantizando la conexión
tadas con un ángulo de 50-55º respecto a la diáfisis de los elementos músculo-vasculonerviosos con origen
del fémur. metamérico idéntico (Ver figura 2.6).

A Placa neural Dorsal C


Epidermis

B
Células
de la
cresta
neural

Tubo neural
Ventral
Notocordio

Figura 2.6. Fases siguientes que caracterizan el desarrollo del tubo neural y de las células del tubo neural: A – Principio de la tercera semana
de gestación; B – 18.º día de gestación más o menos; C – Desde el 25.º día de gestación más o menos.

10
CAPÍTULO 2 ¡ EMBRIOLOGÍA MIOFASCIAL

Mientras las fibras musculares se van formando, en rá pasar (a la altura de su ecuador) un tronco nervioso
el ectodermo se inicia el proceso de neurulación, o sea, formado por la raíz anterior, que emerge del asta ante-
la formación del tubo neural y, por tanto, de la médula rior de la médula y la raíz posterior, que se desarrolla a
espinal, en la que se alojarán las segundas motoneuro- partir de la cresta neural. La raíz formada al nivel de cada
nas y las interneuronas, de forma variable en contacto metámera se mantiene unida a las otras estructuras,
con las fibras aferentes del sistema somatosensorial. que se desarrollan en el mismo nivel y que migran a las
Durante la neurulación, comienzan a diferenciarse del demás regiones del cuerpo. En particular, el recorrido de
pliegue neural las células de la cresta neural, de las que la fibra nerviosa transcurre a través de porciones del teji-
se originarán los ganglios de las raíces posteriores, los do conectivo denso, en las que el mesénquima es pobre
ganglios del sistema neurovegetativo ortosimpático y en elementos característicos del propio tejido conectivo
las células de Schwann24. denso, en particular de ácido hialurónico (Ver figura 2.7).
En la estructura organizada de forma metamérica del Por lo tanto, de cada metámera se originan los ele-
embrión, el esclerotoma constituirá la porción ósea de mentos nerviosos que permanecen en contacto con los
la vértebra. Cada vértebra se forma de la fusión de dos músculos y las fascias que se mezclan en la periferia.
esclerotomas adyacentes, cada uno de los cuales deja-

Tubo neural Vértebra


Nervio espinal

Nervio
Esclerotoma Miotoma Músculo
A B C

Figura 2.7. Fases siguientes que caracterizan el desarrollo de la vértebra y el paso de los nervios espinales a partir de la cuarta semana de
gestación: A – Las células del esclerotoma se organizan en torno a la notocorda para formar los cuerpos vertebrales; B – Cada somita se divide
para dejar pasar la raíz espinal; C – En torno a los 56 días, se pueden contar las estructuras cartilaginosas de todos los cuerpos vertebrales.
En el embrión, los axones no tienen mielina y están Los receptores periféricos se encuentran en el tejido
organizados de forma preferente en fascículos y aso- conectivo denso: los husos neuromusculares preferente-
ciados a células de Schwann. Solamente el perineuro mente en el perimisio26, los órganos musculotendinosos
comienza a tener una estructura propia, mientras que el de Golgi en las uniones miotendinosas y mioaponeuroti-
endoneuro y el epineuro finalizarán su desarrollo en las cas27,28 y las terminaciones libres en cada lámina fascial29.
primeras fases de la vida postnatal. Es necesario subrayar El huso neuromuscular presenta una cápsula de deri-
que el tejido conectivo de los troncos nerviosos de las vación perineural30, directamente en contacto con el
extremidades se origina directamente del mesénquima tejido conectivo denso intramuscular y completamente
de las mismas25, reforzando la hipótesis de la importan- formada en la 14.ª semana. Las fibras contráctiles intra-
cia del tejido conectivo denso en el desarrollo del apara- fusales se desarrollan de manera distinta a las restantes,
to musculoesquelético. precisamente por la presencia de la cápsula, por la cerca-

11
CREEPING FASCIAL: TERAPÉUTICA FASCIAL Y CONCEPTO OSTEOPÁTICO

nía con la fibra aferente 1a y por la particular disposición Los órganos musculotendinosos de Golgi también
de los núcleos31. Una vez formado, el huso neuromuscu- se desarrollan completamente solo después del naci-
lar comienza a enviar señales a la médula (Las primeras miento34. En la fase prenatal, se observan fibras 1b rami-
contracciones en el feto se perciben ya en la 10.ª sema- ficadas en una estructura compuesta por fibroblastos,
na, antes del desarrollo completo del tracto corticoespi- fibras colágenas y miotúbulos en relación con la zona de
nal). Es importante observar cómo la inervación eferente inserción ósea. La cápsula, de origen perineural, retrasa
llega a estos receptores de manera completa solo en la el desarrollo de las fibras contráctiles, de manera que los
fase postnatal. La función propioceptiva es, por tanto, miotúbulos dejan lugar al colágeno (Uno de los múlti-
primaria respecto a la eferente. ples ejemplos de la importancia del tejido conectivo
La presencia de fibroblastos en el embrión determi- denso) (Ver figura 2.8).
na la diferenciación de las fibras musculares en oxidati- En torno a la 17.ª semana, el tracto corticoespinal
vas. En caso de contracción, el aumento del flujo no tie- comienza a crecer y definirse en la médula espinal35. Las
ne lugar según las unidades motoras activadas, sino más fibras aferentes que llegan de los músculos atraviesan el
bien de manera regional32. asta posterior en la 7.ª semana y llegan para contactar con
Precisamente en relación con las fibras oxidativas33 las segundas motoneuronas en la 9.ª semana. El hecho
es donde se localiza el mayor número de husos neuro- de que este proceso suceda de manera ordenada y pre-
musculares. Por lo tanto, el tejido conectivo guía la dis- cisa parece depender de que los músculos en cuestión
posición de las fibras contráctiles en el interior del pro- induzcan la producción de varios «factores», que contro-
pio vientre, asocia las unidades motoras sinérgicas, les lan la expresión de moléculas de reconocimiento entre
proporciona la vascularización y dispone con precisión células, que a su vez permiten la correcta unión entre las
los receptores. aferencias musculares y las segundas motoneuronas.

Figura 2.8. Fases siguientes que caracterizan el desarrollo del órgano musculotendinoso de Golgi en las primeras fases de la gestación y en la
fase postnatal (última imagen a la derecha) en la rata, según Zelena (1977).
Las fibras aferentes atraviesan las láminas de Rexed indirectamente36. Sorprende que esto tenga lugar antes
del asta posterior de la médula, sin tomar ningún con- de que las segundas motoneuronas reciban las expan-
tacto hasta que alcanzan el cuerno anterior. Allí, los siones del tracto corticoespinal. Es la motilidad de la
axones se ramifican para unirse con las células directa o periferia, las aferencias que tal fenómeno desencadena,

12

También podría gustarte