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TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD

Ana Victoria Acevedo Koo


La persona que padece el trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad
tiende a organizar su vida en torno a su trabajo y sus obligaciones, sin hacer referencia a
las relaciones afectivas. En la terapia tendrá que superar el pensamiento dicotómico y las
estrategias perfeccionistas y aprender a valorar el descanso y las relaciones afectivas. Se
dice que también que la etiología se debe a que los padres de las personas con trastorno
obsesivo-compulsivo de la personalidad enfatizaban la perfección y el orden, y exigían la
perfección a sus hijos, cuando éstos eran aún pequeños. Esos niños comenzaron a actuar
de acuerdo a las exigencias de sus padres y se volvieron obedientes, por miedo al castigo
y gracias a los refuerzos negativos. Además, algunos de esos niños imitaron el
comportamiento ordenado y perfeccionista de sus padres, por aprendizaje vicario.
 No son solamente los padres, sino que es todo el entorno el que les enseña a
estos niños que tienen que ser constructivos, trabajadores, ordenados, responsables y
puntuales. Los niños obsesivo-compulsivos tienen que sufrir e internalizar las rígidas
normas, el control excesivo y las exigencias de orden y perfección de sus padres, de tal
forma que sus emociones, su creatividad y su iniciativa quedan ahogadas bajo la presión
de las normas, en detrimento de la originalidad. Respondiendo a las expectativas de
perfección de sus padres, internalizan un superyó exigente y muestran una conducta
intachable, con la esperanza de lograr la aceptación de sus padres. Las personas con
trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad se esfuerzan por lograr la aceptación de
los otros, más que por lograr la aceptación de sí mismos. Así, los obsesivos se
desconectan de sus verdaderos sentimientos y se convierten en personas que responden de
un modo demasiado formal y rígido ante las exigencias de la vida.
Y esa rigidez es tanto mayor ante personas de un nivel alto de jerarquía, porque esas
personas censuran más fácilmente. Hay que tener en cuenta además que los padres de
estos niños no premian los logros de sus hijos, no respetan su nivel de desarrollo y no les
proporcionan calidez afectiva. Las personas obsesivo-compulsivas suelen mantener una
postura ambivalente. Son sobre todo aquellas situaciones en las que no se dispone de un
sistema claro de clasificación de objetos y acontecimientos, las que crean ansiedad en
estas personas. Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo se rigen por
normas, cuando tienen que hacer frente a la ambigüedad o a la inseguridad. Temen
equivocarse porque eso les acarrearía la condena de personas que son significativas para
ellas.
Referencias bibliográficas:

Haranburu Oiharbide, M., Esteve Okariz, J., Balluerka Lasa, N., Gorostiaga Manterola,
A., & Guerra Plaza, J. (2011). Título: Etiología y tratamiento del trastorno obsesivo-
compulsivo de personalidad. Psiquiatria. com, 15.
Oiharbide, M. H., Okariz, J. E., Lasa, N. B., Manterola, A. G., & Plaza, J. G. (2011).
Etiología y tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad.

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