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REVISTA ICONO 14, 2011, Año 9 Esp., pp. 98-119. ISSN 1697-8293.

Madrid (España)

Loreto Ares y Sara A. Pedraz: Sexo, poder y cine


Recibido: 17/02/2011 – Aceptado: 23/07/2011

A9/ESP – REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS – ISSN: 1697 - 8293

Palabras clave
Sexo, pornografía, identidad,

SEXO, PODER Y CINE pospornografía, Erika Lust, Annie


Sprinkle, poder, deseo

Relaciones de poder y Key Words


Sex, pornography, identity,
post-pornography, Erika Lust, Annie
representaciones sexuales Sprinkle, power, desire

en los nuevos relatos Abstract


Mainstream pornography usually
pornográficos promotes traditional roles and power
relationships. These relationships are
based on white, anglo-saxon, hetero-
sexual and male supremacy.
Loreto Ares Nevertheless in the latest 90s and the
Doctoranda early 2000s other ways to represent
identities have appeared. Porn for
Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de Filosofía y Letras. Avda. women and post-pornography have
Tomás Valiente, s/n. Campus de Cantoblanco, 28049 Madrid (España) - developed new ways to understand
Email: loreto.ares@gmail.com
and avoid man-woman dichotomy.
This article begins with a discussion of
Sara A. Pedraz Poza the theoretical frameworks which
underpin these new trends in porno-
Becaria de posgrado graphy and then moves on to an in-
depth analysis of the most important
Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de Filosofía y Letras. Avda.
films in the field.
Tomás Valiente, s/n. Campus de Cantoblanco, 28049 Madrid (España) -
Email: sarapedraz@gmail.com This analysis will be guided by a
consideration of the connection
between power relationships and

Resumen sexual representation.

La pornografía tradicional se caracteriza por atribuir roles determina-


dos a los sujetos que representa y, por tanto, trasladar unas relaciones
de poder basadas en la supremacía de lo blanco, anglosajón, hetero-
sexual y masculino, frente a cualquier otra identidad. Al mismo tiem-
po, cosifica los cuerpos femeninos, patologiza determinadas corporei-
dades y constriñe las posibilidades de sentir deseo y las prácticas sexua-
les realizables.

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No obstante, desde finales de los años 90 y, sobre todo, con la entrada del nuevo milenio, han
aparecido nuevas formas de representar las identidades, los cuerpos ajenos a la dicotomía hom-
bre-mujer y las diferentes formas de producir y estimular el deseo. Estas formas son principal-
mente dos: el porno para mujeres y la postpornografía.
En este artículo se estudiará cómo estas dos corrientes del cine pornográfico consiguen desvir-
tuar las relaciones de poder tradicionales y utilizar la pornografía como un campo de batalla
necesario para visibilizar determinadas identidades y sexualidades, y como una opción política
para luchar contra las hegemonías existentes. Para ello, se partirá de los marcos teóricos en los
que se formaron cada una de ellas, su extrapolación al ámbito académico español y se analizarán
los casos de estudio más representativos de cada una de las dos corrientes, teniendo como punto
de partida las conexiones que existen entre las relaciones de poder y las representaciones sexua-
les.

Introducción
El objeto de esta investigación son las nue- der que surgen a partir del tratamiento de
vas formas de representación pornográficas las corporeidades en cada una de estas dos
que surgieron a principios del siglo XXI. Se corrientes en España, tomando como pun-
presta especial atención a aquellas protago- to de partida los presupuestos teóricos
nizadas y creadas por mujeres: el porno (tanto nacionales como internacionales) a
para mujeres y las representaciones post- partir de los que se fundaron cada uno de
pornográficas. De esta manera, se anali- estos movimientos.
zarán los cambios en las relaciones de po-

Objetivos
Este artículo busca cubrir los siguientes 3. Establecer una conexión entre los rela-
objetivos: tos pornográficos y las relaciones de
1. Establecer una genealogía de las dife- poder existentes pero que resultan al-
rentes teorías que dieron lugar al porno ternativas al porno tradicional.
para mujeres y a la postpornografía en 4. Reivindicar la pornografía como una de
el ámbito español. los posibles lugares de lucha por la visi-
2. Analizar las variaciones en las represen- bilidad de las identidades y corporeida-
taciones de las corporeidades que han des no representadas por los cánones
supuesto cada una de estas dos corrien- heteronormativos.
tes.

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5. Relacionar los relatos pornográficos con ciones de poder implícitas en la indus-


los presupuestos objetivos de los que tria pornográfica.
surgieron y a los que tienen como ideal. Analizar los presupuestos teóricos de las
6. Analizar los sistemas en los que cada dos corrientes y los objetivos de ambas,
uno de estos relatos se genera y se ex- para poder estudiar su traducción en las
hibe como una muestra más de las rela- obras cinematográficas referidas.

Metodología
Para conseguir estos objetivos se parte del atender a las relaciones de poder explícitas
concepto de corporeidad y poder de Mi- e implícitas que fluyen entre los persona-
chel Foucault. A partir de esta teoría, se jes.
plantea un análisis historiográfico de la Para ello, se analizarán algunas propuestas
llegada del porno para mujeres y la post- de cada una de las corrientes: Cinco historias
pornografía al ámbito español, a partir del para ellas de Erika Lust (2007) como repre-
análisis de las fuentes anglosajonas. Una vez sentante del porno para mujeres; para el
establecidas la génesis y la evolución teóri- postporno los cortometrajes No Love Lost,
ca española se analizarán diversos filmes y de Lola Clavo (2006) y Love on the Beach, de
sus contextos teniendo en cuenta: las cir- María Llopis (2003), así como el documen-
cunstancias de producción, de inserción tal Mi sexualidad es una representación artísti-
industrial y de exhibición, considerando ca, de Lucía Egaña (2011). En cada una de
éstas como puntos clave en la construcción ellas, además, se estudiarán las maneras de
social del movimiento. Asimismo, se des- representar identidades y las repercusiones
arrollará un análisis de contenido para teórico-prácticas que éstas pudieran tener.

1. Marco teórico y estado de la cuestión


1.1. Pornografía y ción a la prostitución, el sadomasoquismo,
feminismo la pornografía y la transexualidad. Pese a
que se suele simplificar reduciendo la dis-
La segunda ola del feminismo anglosajón se
cusión a las facciones prosexo y antisexo, el
vio interrumpida por las guerras del sexo,
tema fue bastante más complejo; sin obviar
el intenso debate en torno a la sexualidad
que el debate sigue abierto y que ha signifi-
que se vivió durante los años setenta y
cado una grave ruptura dentro del movi-
ochenta dentro de la comunidad feminista y
miento.
feminista lesbiana; especialmente en rela-

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Autoras como Catharine MacKinnon, An- militantes niegan esa diferencia: "la erótica
drea Dworkin o Gloria Steinem, miembros es simplemente una pornografía de lujo"
de la alianza Women Against Pornography, (Dworkin 1981, 9). Algunas feministas
consideraban, a principios de los años culturales produjeron una pornografía
ochenta, el cine pornográfico como prácti- rupturista, frente a las críticas de otras
ca "central para la subordinación de la activistas:
mujer" (MacKinnon y Dworkin 1997, 40). Desgraciadamente una gran parte de la nue-
El feminismo cultural, una fracción del va pornografía lesbiana, aunque valerosa,
radical, llegó a aunarse con la derecha no pasaría lo que Dorothy Allison llama la
estadounidense de Reagan en la lucha por prueba húmeda. […] no es excesivamente
la prohibición de los contenidos „pornográ- sexy. (Califia 1989, 13)
ficos‟ y „obscenos‟, relación que criticaron
El feminismo cultural entendía que la "li-
duramente las mujeres autodenominadas
beración de las mujeres [exigía] el desarro-
Women Against Censorship. Mientras
llo y la preservación de una contracultura
tanto, Pat Califia y Gayle Rubin, entre
femenina" (Echols 1983, 441), defendien-
otros, denunciaban el puritanismo de las
do, contra la percepción constructivista del
propuestas del feminismo cultural y de-
género vigente, una suerte de principio
fendían la exploración sexual e, incluso, la
esencial, consagrado por los llamados valo-
reproducción de relaciones heteropatriar-
res femeninos.
cales dentro del sadomasoquismo lesbiano
con el objetivo de señalar, mediante la Sobre la pornografía feminista que defendía
performación, las desigualdades existentes parte de la facción prosexo, Jeffreys de-
(Chenier 2004). De esta manera, denun- nuncia que
ciaban el sexo vainilla que alentaba el re- [ahora] las mujeres pueden elegir entre dos
torno a una visión femenina ideal de la papeles: pueden asumir el lugar de los varo-
sexualidad (Ferguson 1984, 107). nes y dejarse excitar por la […] humillación
Sheila Jeffreys (1996, 61ss) ha denunciado de otras mujeres; o pueden adoptar los viejos
la repentina obligatoriedad de la existencia papeles sumisos. (1996, 63-64)
de una erótica para el sexo, con la pujanza Con el mismo argumento con el que el
de una industria dirigida por lesbianas para posfeminismo deseará jugar con el poder,
lesbianas. Gloria Steinem ha tratado de la autora antisexo MacKinnon considera
distinguir la erótica (como expresión que "sin desigualdad, sin violación, sin
sexualmente placentera entre personas que dominio y sin violencia no puede haber
revisten poder y muestran libre elección) excitación sexual" (1984, 343).
de la pornografía (que significa violencia,
Este debate se centró en Estados Unidos,
dominio, conquista) (1980, 37). Otras
Gran Bretaña y Canadá. En cuanto al Esta-

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do español, queda escasa constancia de la ellas, nos interesan especialmente dos


discusión que ha existido sobre la porno- corrientes: el llamado porno para mujeres
grafía dentro del movimiento feminista. La y el movimiento postpornográfico.
voz más destacada es la de la académica y
1.2. Sobre el poder
activista Raquel Osborne, quien desarrolló
en este turbulento periodo su tesis doctoral La conceptualización del poder suele ir de
en la Universidad de Nueva York, precisa- la mano de las ciencias políticas. Si nos
mente sobre la postura del feminismo aproximamos a él, sin embargo, desde la
cultural en torno a la pornografía (Osborne sociología y desde la filosofía contemporá-
1993). Desde finales de los años ochenta, nea, es inevitable dar con Michel Foucault,
el interés dentro del movimiento español quien criticó tanto el intento humanista de
en la sexualidad de la mujer y su represen- reprimir la voluntad de poder, como la
tación se observa en la publicación de artí- aproximación marxista centrada en la ideo-
culos en revistas feministas nacionales o logía.
locales (Osborne 1987, 1988); el trata- El filósofo francés habló del poder en su
miento de la pornografía desde una pers- relación con el cuerpo y sus políticas. El
pectiva feminista en charlas, debates y (bio)poder, de esta forma, se introduce en
revistas; así como en la publicación de los cuerpos y, aunque las materialidades
obras relacionadas en las librerías del país corpóreas se subleven, el poder vuelve a
(Osborne 1993, 295ss). infiltrarse:
Durante la última década, el debate teórico ¡Ponte desnudo... pero sé delgado, hermoso,
se ha enriquecido con autoras como Linda bronceado! […] Es preciso aceptar lo inde-
Williams, que iniciara su análisis de la finido de la lucha... esto no quiere decir que
pornografía en Hard Core: Power, Pleasure no terminará un día. (Foucault 1978, 104)
and the Frenzy of the Visible (1989) y que
En el primer tomo de su Historia de la
profundizaría en 2004 con Porn Studies y en
sexualidad, Foucault define el poder como
2008 con Screening Sex.
la "multiplicidad de relaciones de fuerza
En esta última obra tratará de demostrar inmanentes y propias del dominio en que
cómo nuestra conciencia sexual está me- se ejercen" (1980, 112). No hay por tanto
diada por el cine. Entre las aportaciones un foco central, sino fuerzas periféricas que
más interesantes, está su análisis de la mi- se entrecruzan e interrelacionan. Siguiendo
rada masculina en el porno gay y hetero- la propuesta de Foucault (1980, 114ss.)
sexual. entendemos que el poder no se posee, se
Dentro de las reacciones a favor de la por- ejerce; que las relaciones de poder no son
nografía destaca la verbalización de una externas respecto a otras relaciones
necesidad de reescribir el género. Entre (económicas, sexuales); que viene de aba-

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jo, rompiendo dualidades dominantes- radical cultural y lesbiano se posicionaba


dominados, se multiplica; que es intencio- contrario al auge de la pornografía y de las
nal y no subjetivo, lo que no significa que relaciones BDSM: "una falsa liberación
sea siempre consciente; y, lo más impor- [sexual] que […] elevó la cantidad de coitos
tante para nuestro artículo, que donde hay y, sin embargo, las mujeres no alcanzaron
poder hay resistencia. la libertad" (Jeffreys, 1996:51). Por otro
De esta forma, Foucault considera que es lado, el postfeminismo surgido en los años
posible escapar del sometimiento del sujeto noventa del siglo XX consideraba que,
moderno, ya sea mediante la lucha política dado que el poder era inherente a todas las
de clase o ya sea mediante la destrucción relaciones, dado que nuestros cuerpos
del sujeto como presunto soberano, esto como texto habían sido producidos con el
es, un ataque cultural que suprima los lenguaje del poder, y no era posible esca-
tabúes sociales (Foucault 1978, 35). par, la verdadera resistencia no consistía en
evitarlo, sino en jugar con él (una aplica-
La perspectiva de Michel Foucault sobre el
ción a la pornografía de las teorías de Bu-
poder ha tenido una gran influencia en la
tler, 2001, 2006, 2006b, 2007).
teoría feminista; principalmente, en la
postmoderna. Por un lado, el feminismo

2. La pornografía para mujeres


2.1. Conceptualizar el nista una sexualidad femenina activa.
porno para mujeres (2008, 25)
Cuando hablamos de porno para mujeres En relación a este estamento, muy cercano
nos referimos con generalidad a aquellas a lo defendido por las militantes de la „écri-
producciones audiovisuales de carácter ture feminine‟ en cuanto a la importancia
pornográfico que incluyen entre sus recep- del género del emisor en el mensaje
tores potenciales o de facto a las mujeres (Cixous, 1981), también implica que sean
en primer lugar. Según Lucía Etxebarria: mujeres las directoras de estas películas.
Lo cierto es que la práctica totalidad del ma- La industria pornográfica tradicional co-
terial pornográfico que los hombres consu- menzó ya en los noventa a extender un cine
men está relacionada con la connotación más suave por los canales privados esta-
erótica de la subordinación de las mujeres dounidenses, así como a producir suple-
[…]. Pero cuando las mujeres son las que mentos de las revistas más populares desti-
escriben los textos eróticos o pornográficos el nados al público femenino. El porno para
rol cambia [y] se le presupone a la protago- mujeres que vamos a analizar en este artí-

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culo surge a finales de los años noventa y tratamiento de algunas escenas, no consi-
principios de los dos mil, aunque tiene dera que el porno, ni las prácticas en sí,
antecedentes claros en otro tipo de mani- sean sexistas. Sus innovaciones van dirigi-
festaciones: revistas tipo Eidos, Outrageous das a la inclusión de elementos de la con-
Women, On Our Backs y Bad Attitude o el tracultura, pero no a modificar el género
consumo masivo de novelas rosa con alto en sí:
contenido erótico (Osborne 1993, 181- El cine porno es cine porno, y ya está. Tiene
182). Existen mujeres que dirigen porno- un uso y un consumo determinado que es
grafía ya desde hace casi medio siglo, aun- masturbarse en público, en privado, en pare-
que el antecedente más claro de este tipo ja, o como sea. Yo no pretendo nada más.
de cine es Candida Royalle, con el filme (Valencia 2006)
Under the Covers (1985). El porno para
Podemos decir sin temor a equivocarnos
mujeres no considera que las relaciones de
que la embajadora del porno para mujeres
poder y la violencia sean inherentes a la
en España, y con importancia global, es
sexualidad, pero sí admite la cosificación de
Erika Lust (Estocolmo, 1977). Nacida en
hombres y mujeres, si entendemos toda
Suecia, reside en Barcelona desde el año
representación humana como cosificación
2000, donde ha llevado a cabo su trabajo
(Smith 1991, 16).
fílmico. Licenciada en Ciencias Políticas y
Lo que tratamos de definir es un tipo de especializada en Estudios Feministas por la
películas pornográficas producidas desde Universidad de Lund, ha dirigido The Good
finales de los años noventa que parten de Girl (2004), Cinco historias para ellas (2007),
un presupuesto muy claro: el cine actual Barcelona Sex Project (2008), Las esposas
está destinado a satisfacer sexualmente a los (2009) y Life Love Lust (2010). En su página
hombres, por lo que es necesario que las Web presenta su trabajo: "We make love,
mujeres generen una industria pornográfica not porn. Y todo esto lo hacemos desde
alternativa para ellas. Creen, por tanto, en una óptica innovadora, femenina y visual-
la categorización entre los sexos y en la mente atractiva". La elección del adjetivo
posibilidad de una mirada diferente. En el „femenino‟ frente a „feminista‟, esencializa
Estado español, Sandra Uve (Barcelona a la mujer como creadora y como especta-
1972) fue una de las primeras mujeres en dora.
dirigir pornografía: Ángel de noche (1999) y
Su teoría se basa en la revisión bibliográfica
616DF, El diablo español Vs. Las luchadoras
de la crítica del porno y en un intenso
del este (2003). Denuncia las relaciones de
visionado del género (Lust, 2008:6-7). En
poder jerárquicas dentro de la industria
su libro Porno para mujeres, donde da ciertas
productores-empleados. Sin embargo, pese
pinceladas del marco teórico sobre el que
a que señale el machismo presente en el
se sustenta su obra cinematográfica, opone

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la pornografía para mujeres a la mainstream. puedan estudiarse como piezas autónomas,


La oposición que genera es suficientemente funciona mejor como largometraje por la
reveladora y explica, por sí sola, lo que coherencia narrativa y estética de su discur-
Lust entiende por una pornografía feminis- so.
ta. El porno para hombres es:
Gráfico nº 1. Jodetecarlos.com
[m]amada hasta el fondo de la garganta.
Mansiones de lujo. Putas rubias, ninfóma-
nas, lesbianas que follan con tíos, adolescen-
tes salidas. Las tías están siempre dispuestas.
Las mujeres violadas en el fondo disfrutan.
Medias de rejilla, minifalda de puta, top
minúsculo, zapatos imposibles de tacón y
plataforma [y, mientras, el porno para mu-
Fuente: Lust (2007)
jeres sería] [s]exo oral practicado a la chica.
Una habitación con interiorismo moderno. Es el primer largometraje de Lust, además
Mujeres modernas, trabajadoras, emancipa- de ser el más exitoso, con cuatro premios
das, normales. Chicos normales, nuestros en su acervo, motivos por los cuales hemos
amigos. Sexo siempre consentido. Hay que decidido escogerlo como objeto de estudio
ganarse el sexo, no me abro de piernas sólo dentro de la obra de la más representativa
porque tú me lo pidas. Un vestido chulo de directora y teórica del porno para mujeres.
Miss Sixty o de Armani. (Lust, 2008:19;
La primera pieza es Nadia y las mujeres, que,
Gallego, 2010)
con un plano marítimo fundido en el cuer-
¿Qué entiende Lust por chicas y chicos po de una mujer que mira el mar, utiliza la
normales? ¿Las mujeres modernas y traba- voz en off como recurso narrativo. Tres
jadoras excluyen a las mujeres precarias? ¿A mujeres con diferentes acentos relatan su
las protagonistas tiene que gustarles, como atracción hacia Nadia y las relaciones
normales que son, la decoración y la moda? sexuales que mantienen o que desean man-
¿Armani? Parece que la descripción de Lust tener, acompañadas por las imágenes que
es igualmente excluyente. lo reflejan.
2.1. "Cinco historias para Los personajes se dibujan con fondo y for-
mujeres" ma, más que por la calidad interpretativa
Producida en 2007, esta película tiene de algunas de las actrices, por la descrip-
cinco capítulos: Nadia y las mujeres, Jodete- ción detallada del narrador. Nadia es el
carlos.com, Casados con hijos, Ser o no ser una centro de la historia, mostrando el poder
buena chica y Te quiero, te odio. Aunque sobre el resto de las mujeres, que sí relatan

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sus emociones y pensamientos mientras


Gráfico nº 2. Nadia y las mujeres
que la protagonista se mantiene cerrada y
desconocida, salvo por la suma de las im-
presiones que causa en el resto de los per-
sonajes. Pese a la abundancia de planos
genitales directos, marca la diferencia la
sexualización de otras partes del cuerpo:
rostros, piernas, tatuajes, ropa… Tal y
como Lust pretende, la sexualidad de las
Fuente: Lust (2007)
mujeres se muestra viva; eso sí: activa
algunas veces, pasiva otras, pero casi nunca Las caricias y los bosos ocupan buena parte
neutra. de la actividad sexual. No funcionando sólo
La fantasía es clave dentro del relato, con como preliminares, sino también como
escenas que reflejan las situaciones surrea- acompañante del resto de las prácticas
listas en las que las tres mujeres deseantes sexuales, que se esfuerzan en reflejar la
disponen de la protagonista. Hay otros conexión e intimidad, en forma de afectivi-
momentos en los que se observa cómo el dad y ternura, entre los personajes. Todas
lenguaje utilizado, tanto verbal como vi- las prácticas suceden en pareja y no se salen
sual, muestra el afán de posesión de Nadia de la generalidad: sexo oral, masturbación,
(deseos de “cazar” a la presa). Sin embargo, fricción genital y penetración vaginal.
es siempre ella quien dirige el flujo del En cuanto al segundo capítulo del filme,
poder; desde el conocimiento como poder, jodetecarlos.com, comienza con la cámara
tal y como Foucault teorizara: “ella sabía siguiendo las nalgas enfundadas en unos
que yo la deseaba desde el primer día, y vaqueros ajustados de Sonia, la protagonis-
que lo único que yo podía pensar era en ta, que va de compras por la ciudad (las
ella arrancándome la ropa”; hasta a la com- tiendas donde compara y el coche que
pra compulsiva con tal de pasar un minuto conduce rodean la escena de lujo). Mien-
más con ella. El rol de Nadia es siempre tras tanto, Carlos, su marido, un futbolista
activo (“se notaba que le gustaba llevar la famoso, le engaña con otra mujer en su
iniciativa”) mientras que el resto de perso- casa. La relación es bastante ortodoxa, pese
najes la siguen y “se dejan llevar” ante sus a que no muestre la penetración, oculta
reclamos. por una sábana: sexo vaginal en la que el
pecho de la actriz es el protagonista para la
cámara. Carlos, por su parte, muestra
claramente el poder sobre ella, con tirones
de pelo incluidos. Cuando la protagonista

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llega, Carlos le ofrece un trío con la tercera Gráfico nº 3. Casada con hijos
en discordia y, en un guiño a los argumen-
tos del cine X tradicional, Sonia le contesta
diciendo: “Tienes que dejar de ver porno”.
Por la discusión que sostienen, parece que
Carlos le ha engañado en más de una oca-
sión.
Siguiendo el argumento clásico del porno
mainstream en el que es un hombre quien Fuente: Lust (2007)
presenta un video en Internet de su pareja
engañándole, a modo de venganza, en esta El tercer capítulo es Casados con hijos. Un
ocasión es ella quien toma la decisión de matrimonio tiene problemas en sus rela-
subir un video de sí misma vengándose. La ciones sexuales, dados los pocos deseos que
frase final de él, con el fin de reflejar su ella tiene de mantener cualquier tipo de
confianza en el poder que tiene, es: “Ya contacto, pese a que él le ofrezca “fingir
volverás”. Finalmente, ella graba un trío que le paga, una de sus fantasías”. Él consi-
con dos hombres para él por lo que es, a fin dera su falta de sexo como una falta de
de cuentas, una mirada masculina la que amor. Más adelante, observamos cómo, al
hipotéticamente preside el capítulo. mismo tiempo, se citan cada jueves para
Es ella, independientemente, quien dirige practicar sexo sadomasoquista como si
la escena desde el principio, a modo de fueran desconocidos. El hombre ejerce de
directora de cine, situándoles en el espacio amo, oculto por una máscara. Pese a que
y escogiendo las prácticas. Se mantienen sería sencillo deducir que es él quien deten-
los besos y las caricias de los que hablába- ta el poder, las relaciones BDSM son bas-
mos en el anterior cortometraje y dentro tante más complejos. Sin embargo, el
de la relación de poder, es Sonia quien hecho de que no haya intercambio de roles
domina, con un objetivo muy claro dentro y que quien detenta la posición de sumisión
de cada uno de los movimientos, sin que se es quien socialmente está definida como
traduzca en una superioridad sexual en el sumisa, es bastante revelador.
nivel del placer, puesto que ella no alcanza La cuarta pieza es Ser o no ser una chica mala.
el orgasmo ni muestra en ningún momento Comienza con una mujer presentada como
mucha satisfacción sexual, pero sí en la una profesional plurilingüe y muy ocupada
instrumentalización que hace del deseo que, al mismo tiempo, mantiene una vida
sexual de los hombres. sexual muy activa de la que informa telefó-
nicamente a una amiga. El relato sugiere,
en algunos momentos, una versión más

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explícita de la serie Sexo en Nueva York. La la primera obra, donde el sexo lesbiano es
amiga, en un momento dado, se dirige al pura ternura, aquí está mezclado con rabia,
espectador o espectadora: “Julie se com- resentimiento y violencia. Pese a ello, y
porta como los tíos: tiene todo tipo de pese a que exista el flujo de poder en toda
aventuras sexuales con quien le da la gana”. la obra, es la única ocasión en que se ve un
Esa amiga confiesa en voz en off cómo ella claro intercambio de roles entre la activi-
desearía ser así, pero le falta valor, aunque dad y la pasividad.
fantasea continuamente con escenas clásicas Los personajes de los cinco capítulos resul-
de películas pornográficas. Finalmente, tan igualmente atractivos según el canon
termina por vivir una situación así con el tradicional. Sus cuerpos, pese a que se
repartidor de pizzas. Pese a que ella man- diferencian en tatuajes o pendientes, cum-
tiene la primera iniciativa, se muestra en plen con una de las normas sociales del
origen tímida y pasiva. La cámara se centra porno mainstream: la depilación púbica
principalmente en los rostros de los prota- integral en el caso de las mujeres. La banda
gonistas. Mientras ella le hace una felación, sonora, por su parte, es muy importante
dice: “Me gustaba tener el mando. Tener el dentro de la diégesis, como elemento, no
poder de ponerle caliente, de hacer que me siempre redundante, que crea ambiente y
pidiera más con ansias”. Como en todas las acompaña al espectador o espectadora en el
ocasiones en las que hay sexo heterosexual, establecimiento de una áurea de sensuali-
sin embargo, la relación sexual termina en dad a lo largo de toda la obra.
cuanto el varón o los varones eyaculan. Al
final, la protagonista se da cuenta de que Gráfico nº 4. Te quiero y te odio
“era Julie; hice lo que ella habría hecho en
esa situación”. La experiencia le ha cambia-
do, “significó mi liberación de lo que tiene
que hacer siempre una buena chica”.
El último capítulo del largometraje es Te
quiero, te odio. Grabada en blanco y negro,
se trata de la única pieza con sexo homo-
sexual entre hombres. Al contrario que en Fuente: Lust (2007)

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4. La postpornografía
3.1. Reapropiación de los camino iniciado por las teorías de la enun-
discursos ciación, que propugnaban el enfrentamien-
to a las categorías heteronormativas domi-
La postpornografía nace de la mano de la
nantes (Foucault 1968), que dicotomizaban
estadounidense Annie Sprinkle, una prosti-
las representaciones de los cuerpos, los
tuta y actriz porno, que comienza a princi-
sexos y los deseos. Este camino proviene
pios de los años 90 a hacer performances
de la lucha de los colectivos queer, que
(Sprinkle 2001) prosexo (Willis 1981) en
recuperaron a autoras del feminismo clási-
diversos teatros de burlesque estadouniden-
co de la segunda mitad del siglo XX como
ses, tratando de cambiar las relaciones
Monique Wittig o se apropiaron de sus
tradicionales que surgían de la pornografía
proclamas, tales como Las lesbianas no son
tradicional. Concretamente, el inicio se
mujeres (Wittig 1986), en las que había un
sitúa en 1989, cuando Sprinkle comenzó
precedente claro de la necesidad de revisar
con un proyecto llamado Postporn modernist
los conceptos y dicotomías presentes en la
(Sprinkle 1991), un conjunto de acciones
construcción de géneros.
en las que trata de dar un vuelco a la por-
nografía tradicional mediante, por ejemplo, Al mismo tiempo, los roles tradicionales
la visibilidad pública a su cérvix (Kapsalis buena chica/prostituta, hombre/mujer,
1997, 115). La premisa de la que parte es homosexual/heterosexual, se pervierten al
que el porno tradicional cosifica el cuerpo deconstruir los contextos en los que fueron
femenino, en tanto que se centra en la producidos (Harris 1999, 143), de manera
genitalidad, en forzar el placer y el deseo que algunas de las dicotomías asumidas por
en brazos del hombre (Moreno 2010, 67). el sistema de representación puedan, al
menos, cuestionarse. (Conboy, Medina y
Sprinkle toma el término postporno del
Stanbury 1997,363)
artista visual Wink van Kempen (Preciado
2008, 2) y sitúan sus reflexiones en un En España, las teorías feministas tradiciona-
espacio nuevo, a medio camino del silencio les se mostraban en contra de la pornograf-
y el abolicionismo, en el que sea posible ía porque la entienden como una represen-
cuestionar y reflexionar en torno a las tación que degrada a la mujer (Valcárcel y
prácticas pornográficas de la misma forma De Quirós 1994, 133), ya que es la culpa-
que ocurre con el resto de representacio- ble del rango que las mujeres ocupan en el
nes culturales. imaginario colectivo masculino, mientras
que el postfeminismo, o feminismo pro
Sin embargo, este movimiento no surge de
sexo, entiende que la degradación hay que
manera aislada, sino que retoma un largo
asumirla como presente en todos los cam-

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pos vitales, debido al sistema patriarcal transgresores, de la cultura punk anticapita-


heteronormativo en el que nos encontra- lista y DIY (hazlo tú misma). Es la apropia-
mos. Por tanto, su reflexión parte de que ción de un género, el de la representación
es necesario apropiarse de la degradación y explícita del sexo, que ha sido hasta ahora
llevarla al ámbito que más favorezca la monopolizado por la industria. (Llopis
representación y los deseos de los cuerpos. 2010, 38)
El discurso del feminismo prosexo español Para la teoría postporno es necesario, en-
nace de la mano de Beatriz Preciado (Pre- tonces, encontrar un punto de encuentro
ciado 2002), aunque ya llevaba algunos entre los mecanismos de construcción de
años como discurso activista (Trujillo corporeidades y aquellas identidades que
2008, 23), como reacción al movimiento no ven representadas su sexualidad o que
feminista anti-pornografía que contaba con ésta sólo toma el punto de vista dominante,
multitud de seguidores en nuestro país. El masculino y heterosexual. Por tanto, la
objetivo estaba claro: el porno es un lugar postpornografía está encabezada por aque-
en el que se muestran identidades y espa- llos colectivos que se quieren reapropiar
cios de poder y, por tanto, es necesario (Campbell 2004, 54) de su imagen y su
asumirlo como uno de los espacios más en sexualidad: grupos LGTB, educadoras y
los que reivindicar nuevas representaciones trabajadoras sexuales, grupos de vaudeville y
y nuevos placeres. Preciado, a este respec- burlesque queer, proyectos de lucha contra el
to, señala: SIDA, productores audiovisuales y pornó-
El movimiento postporno que surge a finales grafos queer y transgénero.
del siglo 20 es el efecto del devenir sujeto de 3.2. Activismo y
aquellos cuerpos y subjetividades que hasta exhibición
ahora sólo habían podido ser objetos abyec-
Una de las características principales de los
tos de la representación pornográfica. (Pa-
colectivos que ahora realizan las obras
checo 2010, 14)
postpornográficas es que han surgido del
Posteriormente, María Llopis, en su libro, ámbito activista, no del artístico. Las orga-
que supondría el antecedente español más nizaciones que reivindicaban la diversidad
reciente junto a Itziar Ziga (Ziga 2009 y afectivo-sexual, como LSD, han permitido
2010), El postporno era eso, lo define como: a muchas de las personas interesadas en
la cristalización de las luchas gays y lesbia- explorar su identidad sexual poder reunir-
nas de las últimas décadas, del movimiento se, conocer prácticas y experimentar con
queer, de la reivindicación de la prostitución las propias en torno a determinados centros
dentro del feminismo (Bell, 1994), del post- locales (centro Hangar en Barcelona o
feminismo y de todos los feminismos políticos Arteleku en Guipúzcoa). Sin embargo, se

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trata de actividades ligadas al activismo y lo realizó algunas de sus performances en


performativo más que a la expresión artís- Francia, Alemania, Eslovenia, Polonia,
tica audiovisual. Ésta ha surgido más por un Reino Unido, Israel o Estados Unidos, lo
interés divulgativo de la propia investiga- que muestra el interés internacional por
ción, debido a la escasez de oportunidades este tipo de prácticas y por las investigacio-
con las que las artistas postpornográficas nes en torno a la sexualidad que se realizan
cuentan para hacer visionados públicos de en España. Al mismo tiempo, su cortome-
sus prácticas u organizar performances. traje Love on the beach fue incluido en una
Los lugares de exhibición son, por tanto, recopilación en DVD de diverso material
escasos, puesto que no existe un circuito de sobre pornografía lésbica.
porno alternativo al mainstream en nuestro No obstante, en España, los lugares de
país. Las posibilidades de visionar alguna de exhibición, incluso en los que el movimien-
estas películas se reducen a una serie de to es más prolífico son escasos. Al festival
muestras autogestionadas, ligadas a centros itinerante Muestra Marrana y a algunos
sociales independientes y de las mismas festivales de colectivos autodenominados
características (Tabacalera de Madrid, Transmaricabollo (como el Festival Gazte-
espacio OffLimits, centro Hangar y CCCB topagunea de 2008, la Muestra de Cortos
de Barcelona, Arteleku en Guipúzcoa, de Mujeres y Lesbianas sobre Violencia,
universidades públicas o La Casa de la Do- celebrado en Barcelona en 2007 o las Jor-
na de Valencia) en las que se organizan nadas de cine y sexualidad de la Universi-
muestras públicas del material audiovisual. dad Autónoma de Madrid, en 2007 y
Los ejes son principalmente tres: Cataluña, 2011), se le suman otros pequeños festiva-
el País Vasco y Madrid, donde se organizan les feministas en los que se huye del discur-
o bien eventos en los que estas películas so tradicional, que aboga por la igualdad de
puedan tener cabida (de temática sexual sexos y la abolición de la pornografía. Jun-
alternativa, de pornografía amateur, de to a ellos, algunos locales particulares aco-
representaciones y creaciones de mujeres) gen las exhibiciones, siempre de manera
o pequeñas muestras surgidas a partir de la eventual y precaria.
cooperación de varias de estas postpornó-
3.3. Casos de estudio
grafas para exponer su material.
Puesto que se trata de un movimiento
Esto no ha impedido que, internacional-
situado al margen del sistema industrial
mente, el movimiento español cuente con
pornográfico, de manera autoproducida y,
repercusión. Cabe destacar que una de las
en ocasiones, amateur y con escasos inter-
organizaciones fundadoras del movimiento,
eses comerciales, no existen grandes pro-
Girlswholikeporno, formada por María
Llopis y Águeda Bañón, y ya extinguida,

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ducciones ni largometrajes postpornográfi- tadas se confiesa practicante. Sin embargo,


cos. Ni siquiera es su objetivo. se trata de una pornografía diferente a la
La obra de mayor entidad en España es el habitual. Por un lado, María Llopis, una de
documental Mi sexualidad es una creación las entrevistadas y teórica del movimiento,
artística de Lucía Egaña (2010), en el que se habla de ella como posibilidad de investiga-
analiza el origen del movimiento y la ma- ción, para descubrir nuevas prácticas y
nera que tienen de vivir el activismo y las nuevas formas de sentir la sexualidad. Por
performances. El documental recoge siete otro lado, otras entrevistadas reconocen
entrevistas a activistas postpornográficas utilizarla como forma de subvertir las rela-
del ámbito catalán en las que explican su ciones de poder tradicionales: si el sistema
trabajo, sus roles, su concepción de la que les es impuesto reproduce determina-
pornografía y las dicotomías tradicionales y das relaciones de poder de las que no se
realizan algunas de sus performances. puede huir, ellas eligen reproducir otras.
De manera que eligen cobrar por mantener
Gráfico nº 5. Mi sexualidad es una relaciones sexuales, conscientes de que
creación artística
esto es ir en contra de lo que se socialmen-
te considera moral por su condición feme-
nina.
El objetivo de estos filmes no es buscar la
excitación en el espectador sino experi-
mentar determinados roles o maneras de
conceptualizar la propia sexualidad y cor-
poreidad de los que practican la postporno-
Fuente: Egaña (2010) grafía.
Las prácticas que se pueden observar están
De inicio, gran parte de las entrevistadas,
ligadas al sadomasoquismo, el sexo en
eligen ir desnudas o con muy poca ropa, sin
grupo, la transexualidad, el transformismo,
dejar de ser conscientes de que no repro-
el empleo de juguetes sexuales tales como
ducen los cánones de las mujeres que apa-
dildos, látigos, inmovilizadores o instru-
recen en la pornografía habitual, sino cáno-
mentos de privación sensorial, pero, en
nes convencionales. Por tanto, eligen ser
casi todos los casos, confluyen dos carac-
visibilizadas no sólo como creadoras de
terísticas: la búsqueda del placer es el fin
determinados productos culturales sino
del que lleva a cabo estas prácticas y, en la
también como parte de ellos. En el docu-
mayor parte de los casos, se produce un
mental se tratan varios temas: la pornograf-
juego de roles, de manera que la búsqueda
ía, de la que la mayor parte de las entrevis-

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de la experimentación es real y la llevan a En el corto Love on the beach de María Llopis


cabo todas las partes. (2003) se muestran las relaciones sexuales
De este modo, el material filmado su- de una pareja de mujeres, en la que una
pondría una manera de publicitar esas asume un rol más masculino y, por tanto,
prácticas y esas nuevas formas que se des- más dominante. Sin embargo, la masculini-
cubren sobre cómo vivir la propia sexuali- dad se da, no por una cuestión de com-
dad y comunicarlas posteriormente. Por plexión física o apariencia, sino porque
tanto, uno de los objetivos principales es la practica el transformismo. De esta manera,
divulgación. No se puede obviar, claro la que asume el rol masculino en la pareja,
está, que subsiste un interés económico presenta bigote, vello facial y va provista
para continuar produciendo nuevas obras, con un arnés, a modo de pene, con el que
pero el amateurismo y la autogestión im- practica sexo con su pareja. No obstante,
plican que los gastos derivados de la divul- no se ocultan sus atributos femeninos,
gación y exhibición de los materiales en los como el pecho. Por tanto, estamos ante
discursos anteriormente mencionados son una representación de una relación sexual
escasos. tradicional, es decir, de una penetración
vaginal, pero que llevan a cabo, cuerpos
Gráfico nº 6: Love on the Beach. diferentes a los normativos, esto es, dos
María Llopis caracterizada como el mujeres. Los roles que se establecen son
personaje principal
los tradicionales, pero la postura de domi-
nante la ejerce una mujer que, además,
disfruta ejerciéndola y disfruta con la ambi-
güedad que genera su caracterización con
determinados elementos ajenos a lo que se
entiende como su sexo.
Asimismo, hay que destacar que las rela-
ciones se desarrollan en la playa, sin ningún
tipo de pudor o clandestinidad, algo en lo
que se recrean las imágenes, en mostrar
más que las relaciones sexuales, el uso de
un espacio abierto socialmente transitado
para realizarlas. Esto implica que, incluso
siendo conscientes de que se están pervir-
tiendo algunas de las convicciones sociales
referentes al sexo y al género, no se cree
Fuente: Llopis (2003)
oportuno ocultarlas sino reivindicarlas

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mediante el uso político-sexual de los espa- ante la revelación del deseo del miembro
cios públicos, de manera que la gente pue- masculino de la pareja y la resolución de la
da ver visibilizadas determinadas conductas historia, puesto que, en principio, se pre-
y sea consciente de las posibilidades y dife- senta una pelea en la que una mujer, vesti-
rentes prácticas posibles. da de la manera más femenina posible (ves-
Resulta impactante la manera de grabar el tido y tacones) es golpeada por un hombre,
sexo en este cortometraje, puesto que las que la hiere y ejerce una violencia sin con-
imágenes explícitas sobre la relación sexual cesiones.
son muy pocas. En su lugar, se opta por Por un lado se representa a una pareja que
recrear las imágenes en el espacio y en el sigue unos estereotipos sociales en su ma-
transgenerismo de una de las protagonistas, nera de vestir y constituirse como pareja y,
mediante la superposición de planos en los por otro, la manera que tienen de disfrutar
que se ve claramente que es lo que se defi- con su sexualidad, mediante el ejercicio de
niría como una mujer junto a otros en los la violencia visual hacia uno de los cónyu-
que aparece caracterizada como un hom- ges, lo cual le excita de tal manera que se
bre, dejando dudas sobre lo que realmente ve obligado a masturbarse ante la presencia
sería en la dicotomía tradicional hombre- de su mujer en el suelo, completamente
mujer. malherida, y la impasibilidad del que ha
Junto a Love on the Beach han aparecido ejercido tal violencia contra ella.
muchas otras obras sobre la postpornograf- La acción transcurre en una nave a las afue-
ía, entre las que destaca No Love lost, de ras de la ciudad, por lo que sí que se repre-
Lola Calvo, porque fue realizada con mu- senta aquí la necesidad de ocultar determi-
chos más medios –algo que se vio facilitado nadas filias y realizarlas en un entorno en el
por ser un proyecto final de la Escuela de que no haya posibilidad de que sean descu-
Cinematografía de Catalunya (ESCAC)- y, biertos y puedan seguir ocultando su parti-
por tanto, no mantiene las condiciones a cular forma de vivir la sexualidad.
amateurismo y de precariedad. Los roles en este filme son claros: la mujer
En No Love lost se incide sobre las relaciones no siente placer con lo que hace sino que se
de pareja y las maneras de vivir el deseo. sacrifica, en silencio y apartada del mundo,
En este cortometraje se muestra a una para que su pareja pueda disfrutar sexual-
pareja heterosexual y heteronormativa, que mente, hasta el punto de poner en peligro
vive su deseo de una manera peculiar, su propia sexualidad. Por tanto, se repro-
puesto que el hombre se excita con la vio- duce el rol de hombre, blanco, hetero-
lencia y, sobre todo, con la violencia ejer- sexual como dominante, que suele existir
cida hacia su propia pareja. La forma de en el porno tradicional, pero es una rela-
presentar la historia implica la sorpresa ción de poder llevada al extremo, que no

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se representa con un coito en una cama so (dentro de unos límites socialmente


sino con la violencia física y el sacrificio por aceptados), no sólo en el coito tal y como
el placer de una pareja, aunque sea a partir es representado por la pornografía tradi-
de la propia integridad física. cional. Por un lado, esto se utiliza como
En todas las obras comentadas se observa instrumento de excitación personal pero
una característica principal, que es la ex- también, por otro lado, como instrumento
ploración y puesta en imágenes de diversas político, como una manera de luchar con-
concepciones sobre el deseo propio y aje- tra las representaciones del propio cuerpo
no. En el documental de Lucía Egaña se y de la propia sexualidad que provengan de
mantiene la idea de reivindicar el derecho a realidades ajenas a la propia identidad.
buscar la propia excitación donde sea preci-

Conclusiones
A partir de las diferentes reconstrucciones ellas cómo Erika Lust trataba de cumplir
y análisis téoricos y de los estudios de las sus objetivos: mujeres activas que disfrutan
diferentes obras propuestas, las conclusio- de su sexualidad, actores y actrices norma-
nes que se extraen de este trabajo son las les (sea lo que sea lo que Lust entienda por
siguientes: normal), escenarios atractivos, historias
Siguiendo la genealogía de las diferentes que incluyan la intimidad y la ternura…
teorías feministas y posfeministas, desarro- Efectivamente, Lust cumple con sus objeti-
lladas tanto en los ámbitos europeo y an- vos. Lo cuestionable es si los objetivos se
glosajón como en el español, se advierte la corresponden con un discurso verdadera-
relación entre los movimientos alternativos mente autónomo, feminista e inclusivo.
a la pornografía tradicional y ciertos mar- En el caso de la postpornografía, los oríge-
cos teóricos. En el caso del porno para nes se encuentran en los inicios de la teoría
mujeres, pese a contar con mucho menor queer y sus intentos por eliminar las dico-
peso metodológico y conceptual que aquel tomías sexo/género y proponer y visibili-
con el que cuenta el movimiento postpor- zar identidades alternativas. Sin embargo,
nográfico, se observa la conexión con el su formación como corriente teórica surgió
movimiento feminista francés de la dife- desde el activismo: las diversas performan-
rencia sexual que ensalzó una „escritura ces que tuvieron lugar en Estados Unidos
femenina‟ en los años setenta, según la que desde los años 90 y la lucha de los colecti-
el género de la creadora y el de la recepto- vos tradicionalmente maltratados por la
ra serían determinantes para plantear la pornografía general (transgéneros, homo-
obra. Hemos visto en Cinco historias para sexuales, trabajadoras del sexo), que rei-

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vindicaban ser dueños de sus propias repre- locéntrica del sexo, mostrando el erotismo
sentaciones. Annie Sprinkle fue la pionera en otras partes del cuerpo. Asimismo, se
de tales representaciones que, desde hace trata de reflejar una identidad femenina
unos años, ya se realizan en el ámbito espa- liberada de la cárcel de la inocencia, con-
ñol. Es a partir de tales performances virtiendo a las mujeres en activas, resueltas
cuando se comienza a reflexionar sobre el e, incluso, si la situación lo requiere, crue-
tema, de manera que se sigue el esquema les vengadoras. En algunos casos lo consi-
de investigación performativa y teorización gue, aunque en otros se percibe que fuerza
a partir de las praxis realizadas. el guión: el discurso verbal dice: „proac-
En cuanto a la representación de las corpo- ción‟, el discurso visual dice: „sumisión‟.
reidades y de múltiples y nuevas identida- Esta situación es muy diferente en los rela-
des, es imprescindible mencionar el fracaso tos postpornográficos. Estos se centran en
de Erika Lust en este aspecto. Pese a que la la representación de lo diferente, no en el
autora pretenda buscar la „normalidad‟ en cambio de punto de vista. Por tanto, las
los cuerpos de los actores y las actrices, lo relaciones sexuales tradicionales que apare-
cierto es que todos ellos cumplen los cáno- cen en la pornografía mainstream no les
nes heteronormativos de belleza física, por interesan, salvo si son realizadas por cuer-
no mencionar que en su tratamiento, se pos diferentes a los habituales. Esto implica
observan siempre elementos tales como la que existe un alto grado de transgresión
depilación integral púbica. El modo en el respecto a los cuerpos y prácticas tradicio-
que los personajes trabajan sus cuerpos no nales del porno. Debido a que resulta com-
está muy lejos del modo en que lo hacen las plicado visibilizar estas corporeidades, la
narraciones pornográficas que Lust deno- pornografía se utiliza como campo de bata-
mina mainstream. En muchas ocasiones, da lla para la lucha porque estos cuerpos y
la impresión de que la máxima diferencia estas sexualidades también se vean repre-
entre el cine pornográfico general y el sentados.
porno para mujeres es la producción Bien es cierto que Erika Lust no trata de
económica, que en este último es marca- eliminar las relaciones de poder de su obra.
damente superior, y la aparición de ternura En todo caso, su objetivo es empoderar a
y afectividad en las relaciones en que apa- las mujeres y que sean ellas las que dirijan
recen mujeres (las únicas prácticas entre ese flujo. Para conseguirlo, sitúa a las mu-
varones acontecen en un contexto de re- jeres encima del varón durante las prácticas
sentimiento y violencia). Un punto positivo sexuales, aparecen tanto felaciones como
es que, a pesar de la explicitud con la que cunnilingus, el fondo de los personajes fe-
se muestran las relaciones sexuales, se trata meninos es definido verbal y visualmen-
de huir de una visión genitocéntrica y fa- te… Sin embargo, no hay ningún inter-

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cambio de roles en la relación sadomaso- rias para ellas como ésta pretende aparen-
quista proyectada, donde es la mujer siem- tar.
pre la sumisa; hay menos orgasmos feme- Esta circunstancia es radicalmente distinta
ninos que masculinos; los coitos finalizan en la postpornografía puesto que ésta se
cuando el hombre eyacula sobre la mu- encuentra al margen del sistema de exhibi-
jer… En realidad, lo que Erika Lust consi- ción tradicional y sobrevive, precariamen-
gue mostrar es un empoderamiento dife- te, a base de pequeñas producciones en las
rente: las mujeres dirigen el poder, pero que mostrar su trabajo en eventos puntua-
no sobre su propia sexualidad, sino sobre el les dedicados a la reflexión sobre el tipo de
deseo sexual de los hombres con los que se prácticas que realizan. Sin embargo, esto
acuestan. Ese tipo de poder no es nuevo en parte de que el objetivo que tienen cada
este género, sino que es la base de gran uno de los diferentes pornos alternativos es
parte de la pornografía mainstream. divergente: a la comerciabilidad que buscan
A la hora de abordar las relaciones de po- las películas del porno para mujeres se
der, la postpornografía parte de que for- opone la pornografía como método de
man parte del sistema en el que todos es- experimentación y práctica de resistencia
tamos inmersos y hay que aceptarlas como que realizan las postpornógrafas. De esta
tal. Lo que se propone desde su praxis es la manera, la película es una excusa para
elección del ámbito al que trasladar las mostrar las maneras de sentir y de vivir la
relaciones de poder y la forma de ejercer- sexualidad. A esto hay que sumarle que no
las. Se muestran por tanto diferentes va- se busca la excitación del receptor sino
riantes de las relaciones tradicionales, algu- como algo secundario. El objetivo principal
nas incluso socialmente cuestionadas: pros- es mostrar la propia excitación, cómo se ha
titución, violencia, sexo público, transfor- llegado hasta ella y cuáles son las diferentes
mismo, transexualidad, sadomasoquismo o opciones para vivirla y experimentarla.
humillación. Se rechaza lo tradicional y se Por tanto, aunque ambas corrientes son
busca la experimentación y la radicalización alternativas a la pornografía mainstream, su
de las mismas, de manera que los roles se naturaleza no coincide. El porno para mu-
invierten constantemente. jeres mantiene los estereotipos con peque-
En cuanto a los sistemas en los que se gene- ñas variaciones y busca su inserción en el
ran cada una de estas tendencias, la porno- sistema, mientras que la postpornografía
grafía para mujeres destaca por su elevada genera un sistema diferente, dominado por
producción. Como ya hemos dicho, pervi- la autoproducción y, en muchos casos, por
ve la sensación de que una película por- las escasas posibilidades de exhibición. Esto
nográfica mainstream con una producción deriva en que el riesgo que se toma a la
elevada no sería tan distinta de Cinco histo- hora de jugar con las representaciones es

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mayor y que, por tanto, se refleja mejor la que viven su corporeidad y su sexualidad
ruptura de los estereotipos y la posibilidad de formas muy diversas.
de co-existencia de multitud de identidades

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Cita de este artículo
ARES, L. y PEDRAZ, S. (2011) Sexo, poder y cine. Rela-
ciones de poder y representaciones sexuales en los
nuevos relatos pornográficos. Revista Icono14 [en línea]
1 de Octubre de 2011, Año 9, Vol. Especial, pp. 98-119.
Recuperado (Fecha de acceso), de
http://www.icono14.net

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