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Emprendimiento e Innovación en Colombia ¿Qué Nos Está Haciendo Falta
Emprendimiento e Innovación en Colombia ¿Qué Nos Está Haciendo Falta
Emprendimiento e Innovación en Colombia ¿Qué Nos Está Haciendo Falta
“Yo pago centavos por una idea y millones por quien la haga realidad”: esas
palabras de Daniel Buriticá, emprendedor y conferencista, suenan a lugar
común. Pero tienen todo el sentido del mundo: A juzgar por una encuesta
realizada por la Asociación Colombiana de Emprendedores y divulgada por
Emtech, los obstáculos que enfrentan los emprendedores son muchos y muy
variados.
Para Mora, otra barrera es la poca visibilidad que tienen las iniciativas y los incentivos
gubernamentales. “Sobre un contrato pequeño, por ejemplo, hay que pagar de 30% a
40% en aranceles, lo cual no es nada justo porque la mayoría de personas en
Colombia viven del día a día y de crear empresas”. Julián Domínguez Rivera,
presidente de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio
(Confecámaras), sostiene por el contrario que si ha habido avances para facilitar el
nacimiento de nuevas competidoras. El dinamismo, según el dirigente, está
demostrado en que durante los dos últimos dos años se han formalizado 70.000 micro
y pequeñas empresas, y en el presente ya se han constituido 280.000 empresas, 28%
más que en el mismo lapso anterior.
El capital humano, las condiciones de demanda y el ambiente cultural propicio para los
negocios de valor agregado son las principales fortalezas de Colombia para
emprender negocios, mientras que las debilidades están en el entorno social, el campo
de la innovación, la educación y la tecnología. Así lo muestra el estudio ‘Índice de
condiciones sistemáticas para el emprendimiento dinámico’, promovido y revelado por
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entre 54 países del mundo, Colombia
ocupa el puesto 38 por sus condiciones para emprender negocios innovadores. Sin
embargo, en condiciones sociales y capital social está muy rezagada y ocupa el
puesto 51. El primero son los niveles de ingresos de la población y la forma como se
estructura la sociedad y el segundo, el ambiente de confianza que facilita la
construcción de redes de contacto del emprendedor con otros e instituciones con el fin
de acceder a recursos.
Sin embargo, como las demás naciones de la región, estiman que Colombia debe
realizar esfuerzos para crear un ambiente favorable, pues ocupa el quinto puesto a
nivel de Latinoamérica, con 45,1 puntos y 11 escalones por debajo de la mitad de la
tabla, en el puesto 38.
El sistema educativo tampoco crea condiciones idóneas para los negocios, pues el
país se ubica como 35.º en el escalón a nivel internacional y de 4.º en la región.
Los autores dicen que esto se debe, entre otras razones, al bajo nivel de la inversión
por alumno que realizan los países latinoamericanos (como proporción del PIB).
Así las cosas, en ese renglón el país es 8.º a nivel regional, con 24,8 puntos, y 43.º a
nivel global. Otra de las debilidades es en condiciones favorables para el
emprendimiento porque es 13.º a nivel regional, con 24,5 puntos y 51.º a nivel mundial.
Igualmente, en inversión y ciencia y tecnología, pues es 46.º a nivel global y 7.º a nivel
regional.
No obstante, consideran que el país cuenta con las condiciones aptas de demanda
para el emprendimiento, pues en Latinoamérica es séptimo, con 59,03, y 18.º a nivel
mundial; tiene la tercera población más grande de la región.
“Sé que hay muchos funcionarios comprometidos y saben lo que toca hacer,
pero falta una consistencia política a través del tiempo. Existen países que
tiene claro hasta dónde va la política y cuál es la agenda de largo plazo del
país y no se puede jugar demasiado con eso”.
Como ejemplo citó a Finlandia, diciendo que hace 20 años no era tan diferente
de la mayoría de países de América Latina, pero con una gran diferencia,
porque al ser elegido un parlamentario, este tiene que pasar por un curso
donde aprende el modelo de desarrollo en innovación de la Nación, generando
conciencia y coherencia en lo que es importante hacia futuro.
“El reto es muy profundo, porque aunque hay mucho potencial en los gerentes
y son muy comprometidos con sus empresas, no tienen las herramientas
básicas para desarrollar su labor, como estrategia de marketing y accesos
tecnológicos. La capacitación de los empresarios es importante, porque países
como Japón se dieron cuenta de que tenían una brecha como de 60 o 80 por
ciento de productividad frente a los Estados Unidos y un ejemplo de innovación
es que lograron implementar la experiencia de Europa y Norte América en el
país y generar una conciencia de competitividad, eso se siente en Singapur,
eso se puede hacer en Colombia”.
“Los retos son importantes, entre ellos está la falta de planificación estratégica
a largo plazo en el sector”. De igual manera, agregó, “un aumento en el número
de concesiones de carreteras que requieren competencias de gestión de
contratos”.
Desde hace mucho tiempo se impulsa, motiva y apoya bastante esta actividad, se
llega a asumir que es la solución a todos los problemas del país. Y como resultado, la
tasa de emprendimiento es muy elevada, pero la supervivencia de estas nuevas
organizaciones es muy baja, no habiendo crecimiento de la productividad ni
generación de empleo.
Por eso, hay que romper con el mentado ‘si quieres, puedes’, que se escucha en
charlas, conferencias y seminarios; que todo consiste en tener una actitud mental
positiva, cosa importante, pero hay muchos factores socioculturales que impiden a
veces lograrlo.
Por último, ¿se puede enseñar a alguien ser emprendedor? Probablemente no, ya que
se requiere de una actitud y motivación especial y eso no se puede enseñar. Lo que se
puede hacer es equipar de mejor forma a los que quieren ser emprendedores,
dotándolos de herramientas que faciliten su emprendimiento, ya sea para fundar
empresas sostenibles e innovadoras o emprendedores internos que aporten a las
organizaciones establecidas.