A partir de los años noventa se tomó conciencia del gran número de empresas
pequeñas que en forma dispersa, desprotegida y desconocida estaban
contribuyendo a la producción nacional. Hoy en día la gran importancia de la pequeña y mediana empresa es una realidad plenamente aceptada en Colombia y en los demás países, grandes y pequeño. En todos los países el mayor porcentaje de la producción y el empleo, proviene de las denominadas Pymes o Mipymes si se incluyen las microempresas. En los últimos años se han adelantado estudios sobre este sector de la economía colombiana, de los cuales se ha derivado algún conocimiento, aunque incompleto, con no pocas discrepancias debido a las metodologías.
En Colombia se estima que existen más de un millón de Mipymes que contribuyen
a la producción nacional con una cifra superior al 50% y generan más del 70% del empleo, en los sectores de industria, comercio y servicios. Del total, 700.000 son informales, es decir, no registradas y 300.000 son formales o sea registradas. De las registradas, 75% son microempresas, 24% Pymes y 1% gran empresa. Colombia solo participa en aproximadamente el 0.3% del mercado total internacional, con un promedio anual de US$270 de exportaciones per capita. El promedio mundial es de US$600 per capita.
La ley promueve el acceso de las Mipymes a los mercados financieros, para
satisfacer una de las más sentidas necesidades de este sector empresarial. Para ello la ley trató de establecer recursos y líneas de crédito, cuya real implementación no ha sido fácil.
Esta complejidad, se deberá a los altos niveles de informalidad de las mismas
Mipymes, pero también a los grandes requisitos entre otros, del sistema financiero para acceder a líneas de crédito, y a las tasas aduaneras e impuestos que restringen el comercio internacional.
Bucaramanga, capital del Departamento de Santander, es considerada como una
de las ciudades más dinámicas, en materia de emprendimiento, y esto lo demuestra al contar con 44.748 empresas, constituidas legalmente ante la Cámara de Comercio (Compite 360, 2018). Sin embargo, son empresas, con retos en innovación de productos y herramientas de trabajo, que ocasionan altos costos, y baja rentabilidad. Las causas son asociadas a la satisfacción del cliente, olvidando las áreas administrativas, y productivas; tanto así, que no se hace diferenciación entre costos, y gastos y los activos, que generan patrimonio.