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Talleres de Escritura Literaria
Talleres de Escritura Literaria
Por este motivo, este pequeño trabajo recoge cinco posibles talleres de escritura
literaria que se pueden aplicar al aula e incluir en la programación de Lengua y
Literatura de 4º de ESO, si bien, podrían valer como ejercicios de creatividad para
cualquier otro curso de la Educación Secundaria Obligatoria.
Cada uno de los cinco talleres está pensado para la duración de una clase (50 ó
60 minutos) y para trabajar contenidos del currículum de 4º curso. Se llevarán a cabo
una vez finalizados los siguientes temas1:
1
Numeración de temas según el libro de texto: Lengua y Literatura. Secundaria 2000. 4º Curso. Editorial
Santillana.
Los aspectos sobre los que podemos hacer reflexionar al alumno pueden ser
numerosos y afectar incluso a todos los bloques y tipos de contenidos del área de
Lengua y Literatura y de las demás áreas:
• Lectura.
• Comprensión literal, inferencia e interpretación.
• Vocabulario.
• Literatura: interpretación, relación de la obra con el autor y el contexto socio-
cultural.
• Ortografía y expresión escrita.
• Reflexión gramatical.
• Creación de mensajes literarios.
OBJETIVOS DIDÁCTICOS
CONTENIDOS
EVALUACIÓN
Ursula Wölfel escribe historias hiperbreves, como las del prantocox, un ser inexistente
que se imagina a sí mismo para poder existir. La historia de un hombre muy grande que se
casa con una mujer muy pequeña. La historia de una mujer a la que su marido acabó
plantando en un tiesto, como si fuese una flor. La historia de una mujer que adelgazó tanto
que finalmente la encontraron como señal entre las páginas 48 y 49 de un libro.
Lectura
La historia de la cabeza de hierba
Un peluquero se quedó calvo. No le valió ninguna loción. Se cubría la cabeza calva con
una peluca, pero a pesar de todo se sentía muy desgraciado por ser un peluquero calvo.
Su mujer se compadeció de él. Pensó: ”¡Hay que probar todo!”, y a escondidas le llevó a
su marido el frasco de loción con un abono líquido para plantas.
Una semana después le empezó a crecer al peluquero un poco de hierba verde en la
cabeza.
La gente de la ciudad se asombraba, y estaba entusiasmada. Enseguida se puso de moda
la cabeza con césped. Pero el pelo de hierba sólo crecía en las auténticas cabezas calvas. Para
todas las demás el abono no daba resultado. Tenían que llevar una peluca imitando la hierba,
o teñirse de verde su pelo normal. Pero, enseguida se veía quién tenía una buena cabeza de
hierba y quién no. Por eso la gente que tenía una cabeza de césped natural era muy
envidiada por todos los demás.
Sin embargo, las auténticas cabezas de hierba había que protegerlas de las vacas, los
caballos, ovejas y otros animales herbívoros. Por eso ya no iban tanto al zoo. A uno de ellos
un canguro gigante le había vuelto a dejar calvo.
URSULA WÖLFEL: Veintinueve historias disparatadas
El autor: Ursula Wölfel (Duisburgo, Alemania, 1922) es una de las escritoras más
originales de la literatura infantil. En sus libros siempre hay un trasfondo de crítica social. A
través de su obra podemos ver una postura de defensa de la ecología y de los niños
marginados.
El texto: A los personajes de Ursula Wölfel siempre les pasan cosas muy raras. Lo que
hace en realidad su autora es exagerar hasta el límite las manías de sus protagonistas, hasta
que surge el absurdo.
En realidad, lo que hace es reírse de las costumbres, de las pequeñas manías y de los
automatismos que todos tenemos. ¿Qué haría Ursula Wölfel para criticar la costumbre de un
chico que se come las uñas? Pues probablemente empezaría contando que tiene esa manía
tonta e inocente, pero lo iría multiplicando hasta que al final el chico acabaría comiéndose
sus propios brazos hasta el codo. Ella nunca diría “es malo comerse las uñas”, porque espera
que los lectores saquen esas conclusiones por sí mismos.
Los cuentos brevísimos de Wölfel suenan a veces a resumen de una historia. Es como si
fueran apuntes o borradores de un relato que se podría contar con más detenimiento. Pero
no lo son. Sus historias están ahí, breves y divertidas, y su fuerza radica precisamente en que
con muy pocas palabras nos logra contar una anécdota sorprendente, disparatada, crítica y
original.
Un relato disparatado puede no ser cómico; y uno de humor puede no tener ni un solo
disparate. Aunque con frecuencia vayan juntos, humor y disparate significan cosas distintas.
Humor: Cualidad consistente en descubrir o mostrar lo que hay de cómico o ridículo en las
cosas o en las personas.
Disparate: Cosa absurda, falsa, increíble o sin sentido; acción imprudente o irreflexiva que
tiene o puede tener muy malas consecuencias.
A pesar de que El Quijote es un libro con bastante humor y disparate, hay muy pocos
autores españoles (Mihura, Jardiel Poncela o Gómez de la Serna, ya en el siglo XX) que hayan
escrito textos de este tipo. No hay tradición de humor disparatado en lengua española con la
misma intensidad que en inglés. En la literatura infantil, curiosamente, podemos encontrar
ejemplos de relatos disparatados. Los niños aceptan con más facilidad que los mayores las
claves del humor disparatado, y ellos mismos son con frecuencia los productores de este tipo
de historias.
Los chistes, el surrealismo y el absurdo son primos cercanos del disparate, aunque no
tienen la “lógica” y el hilo narrativo de este último.
Al escribir un relato de este tipo, el punto de partida suele ser el único con sentido.
Las primeras frases y párrafos presentan una escena normal y corriente, con algún personaje
que tiene una pequeña manía.
Fíjate en Ursula Wölfel: sólo un aspecto tiene que estar exagerado, mientras que los
demás (y los otros personajes) permanecen dentro de la normalidad.
No escribas moralejas ni nos digas que la escena es absurda: eso lo tiene que ver el
lector al observar el comportamiento de tus personajes.
2. LA GREGUERÍA
La greguería supone una nueva forma de expresión que nos hace ver la realidad con ojos
de poeta. Pero recordamos, lo primero de todo, cómo definiría el mismo Ramón Gómez de la
Serna la greguería: metáfora + humor = greguería.
Lectura
El autor: La labor de Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888-Buenos Aires 1963) fue
decisiva en la difusión de las vanguardias. Su propia obra es, desde el principio, original e
innovadora, precedente del movimiento Ultra. El mundo le resultaba un circo grotesco,
describible sólo en términos de humor, con un poco de amargura.
El texto: Su vida y su obra son una perpetua ruptura con las convenciones. Cultiva lo
extravagante, lo grotesco, lo provocativo en cualquier terreno. Su obra extensísima tiene
como eje y base la greguería. Con este nombre (que en español significa algarabía, en su
doble sentido de alboroto y lenguaje incompresible) designó el autor un texto inventado por
él hacia 1910, composición, normalmente de una sola frase, que combina la metáfora, el
humor y la agudeza conceptual. Resultan textos ingeniosísimos que, en ocasiones son
descripciones insólitas de objetos cotidianos, o pensamientos con asociaciones inesperadas.
En buen número de casos, la greguería es como un chiste: ”Hay unas beatas que rezan como
los conejos comen hierba.” En otros, se acerca a la máxima filosófica: ”Nos desconocemos a
nosotros mismos, porque nosotros mismos estamos detrás de nosotros mismos.” En
ocasiones alcanza una honda gravedad. ”Hay suspiros que comunican la vida con la
muerte.” Otros son un intento de lirismo: ”De la nieve caída en el lago nacen los cisnes”.
Puede comprobarse en ellas como se alternan el humor, el conceptismo, el juego, etc.
Producción de textos de intención literaria (propuestas de escritura)
Se le pide a un niño que diga una palabra (nombre); rápidamente se le manda a otro
alumno decir otra cosa que no tenga nada que ver con la anterior (nombre también). En
menos de un minuto deberá cada componente de la clase inventar y escribir una frase en la
que aparezcan estas dos palabras. No hay que preocuparse del sentido lógico de la frase y el
minuto de tiempo será suficiente. Las palabras deben encontrarse de forma inesperada. A
continuación cada participante lee a los demás su frase y entre todos escogen una, la más
sorprendente y se comenta. (En el anexo se pueden ver algunas de las muchas greguerías
inventadas por los alumnos de 4º de ESO siguiendo este procedimiento, agrupadas después
en una hoja que se distribuyó por las clases que habían participado en la actividad).
Otra propuesta de trabajo creativo interesante es pedirles después a los alumnos que
inventen cada uno un texto en el que aparezca alguna de las greguerías seleccionadas.
Lectura
El texto: Tras la aparente sencillez del haiku se oculta una intensidad sorprendente. En sus
orígenes (antes del siglo XVII) eran composiciones más largas y de tono humorístico, pero a
partir de Bashõ se trasciende el límite de lo burlesco, expresando una experiencia espiritual
más allá de las palabras. Para el propio Bashõ, el fondo del haiku es “...simplemente lo que
está sucediendo en este lugar, en este momento”; desde Masaoka Shiki (1867-1902) se
reconoce solo el valor poético del primer versículo de 17 sílabas, convertido ya
definitivamente en “haiku”. Los haikus son composiciones poéticas muy breves, de tres versos
cortos. La estructura métrica habitual es la de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.
-- -- -- -- -- Luna de agosto
-- -- -- -- -- -- -- hasta el portón irrumpe
-- -- -- -- -- la marejada.
El secreto del haiku está en la observación de la realidad que nos rodea. Los haikus son
como breves relámpagos de lucidez, visiones repentinas del poeta que iluminan una parte de
la vida; pero eso se hace mostrando un pequeño detalle, sobre todo visual, que representa un
sentimiento mucho más hondo. Lo pequeño no es sino un reflejo de lo grande.
Para Chiio, por ejemplo, un grupo de niñas caminando es una escena hermosa. Su sola
presencia le alegra la vida. Son como mariposas: inocentes, bellas y risueñas (ver ejemplo).
Los haikus son ejercicios que rara vez se fijan sobre letra impresa. Existía
antiguamente la costumbre de escribir haikus, guardarlos en botellas y lanzarlos al mar, a
buscar su propio destino. Regalar un haiku escrito en ese instante, sin quedarse con una copia
que lo perpetúe, como una carta de amor o de amistad, sigue siendo un regalo impagable
que demuestra el efecto entre dos personas.
Los haikus mostrados hasta aquí corresponden a los cuatro estados espirituales de la
tradición zen:
- Sabi, o la tranquila soledad y la paz intensa.
- Wabi, o la visión de las cosas normales y cotidianas en su absoluta sencillez y
naturalidad.
- Aware, o los ecos del pasado, una tristeza y emoción teñida de nostalgia.
- Yugen, o percepción enigmática del sentido de las cosas, un hecho súbito y
misterioso que deja tras de sí la estela de un enigma.
Crímenes ejemplares es una colección de cuentos breves. Algunos son de una sola línea:
“La maté por no darle un disgusto”, “Lo maté porque, en vez de comer, rumiaba”, o el más
escueto “No lo hice adrede”. El cuento de humor negro que proponemos está construido en
forma de monólogo en primera persona. En él el protagonista explica las “razones” por las
que no tuvo más remedio que cometer un crimen. Un “crimen ejemplar”, según el título
humorístico del libro.
Lectura
Yo no lo sé. Allá ustedes. Quizá sean de una pasta distinta, pero yo soy así. ¡Qué le
vamos a hacer! Asumo toda la responsabilidad. Lo único cierto es que aquel día yo estrenaba
zapatos. Si fuésemos a analizar las cosas, el verdadero responsable es el zapatero. Yo soy un
hombre, nada menos que todo un hombre, como dijo el señor Hoyos. No lo aguanté. Esto
está claro. Hay dolores que no se resisten. A mí me operaron una vez sin anestesia: porque
me dio la gana. Ésa es otra historia que no tiene nada que ver con esto. La verdad es que yo
no podía más. Esos dolores insidiosos, que ni siquiera son dolores; hipócritas. Y tomé el
tranvía.
La cosa empezó enseguida: me pisó. Sí, me pisó. Me pidió perdón, muy atentamente.
Me aguanté y no pasó nada. Desde luego un desconocido que le pisa a uno es siempre un ser
antipático.
Un momento después –creo que fue en la parada siguiente, a la entrada de la calle
Mayor- nos empujaron y aquel hombre me pisó por segunda vez. Esta vez no me pidió
perdón. Pero no lo pude resistir. Lo zarandeé.
Entonces me pisó por tercera vez. Lo demás lo saben ustedes. Tampoco tengo la culpa
de ser representante de la mejor fábrica americana de navajas de rasurar, dejando aparte que
soy muy hombre.
MAX AUB: Crímenes ejemplares
El autor: Max Aub, de padre alemán y madre francesa, nació en París en 1903. A los 11 años
se traslada a Valencia, y adopta la nacionalidad española por propia voluntad. Tras la guerra
civil se exilió a México, donde vivió hasta su muerte, en 1972. Escribió excelentes piezas
dramáticas, pero su obra más conocida es la trilogía narrativa El laberinto mágico (Campo
cerrado, Campo de sangre y Campo abierto), con historias sobre la guerra civil española.
El texto: En este cuento podemos encontrar las claves generales del humor negro (un género,
por otra parte, de gran tradición en la literatura española). El protagonista y narrador en
primera persona justifica un asesinato con razones realmente absurdas, pero las dice con
verdadero convencimiento. Aplica una escala de valores muy particular, esencialmente
egoísta, con la que justifica cualquier atrocidad (y, hablando de humor negro, siempre ha de
haber un muerto de por medio). El narrador/ejecutor no atiende a razones. Se disculpa a sí
mismo y es capaz de echarle el muerto encima a cualquiera.
No es que el protagonista quiera ocultar los hechos. Ocurre que, desde su punto de
vista, y dadas las circunstancias, a él le parece que el crimen así no es más que un asesinato
justificado o, según las palabras de Max Aub, un “crimen ejemplar”. El protagonista de estos
excesos siempre trata de buscar complicidad de su oyente o lector: habla con autoridad y
parece que sigue una lógica. Lo que pasa es que la tabla de valores en que se sustenta su
lógica es totalmente absurda.
Hay muchos tipos de humor pero casi se podría decir que el humor negro es una
particularidad del espíritu hispano. En un país donde abundan los chistes de funerales, da la
impresión de que no se le tiene mucho respeto a la muerte. Así pues, no es de extrañar que
sean los españoles unos de los máximos exponentes del humor negro. Hay que poner una
escala de valores muy artificial por encima de todas las demás, y por encima de la muerte
(que suele ser el resultado final). Nuestro protagonista, un personaje inflexible y soberbio,
debe declarar desde el principio la “moral” particular que lo guía. Da igual cuáles sean sus
valores y sus prioridades (deben, eso sí, ser lo bastante artificiales e insulsos como para que
salte el asombro).
Repasando las claves, para construir un relato de humor negro deberías utilizar los
siguientes recursos literarios:
Ahora escribe un relato de humor negro: alguien mata a otro por razones absurdas. Por
ejemplo: ha visto como la víctima no le cedía el asiento en el metro a una viejecita, le ha
manchado la chaqueta nueva a nuestro protagonista, o está leyendo el periódico por encima
de su hombro, o no le saluda cuando se cruzan por la escalera, o no le ha devuelto un libro
desde hace tres semanas.
5. - EL MICROCUENTO
Presentación del texto
Lectura
La civilización del consumo: A veces, al fin de la temporada, cuando los turistas se iban de
Calella, se escuchaban aullidos desde el monte. Eran los clamores de los perros atados a los
árboles. Los turistas usaban a los perros, para alivio de la soledad, mientras duraban las
vacaciones; y después, a la hora de partir, los ataban monte adentro, para que no les
siguieran.
El miedo: Una mañana nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al
mediodía, le abrí la puerta de la jaula. Volví a casa al anochecer y lo encontré tal y como lo
había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.
Celebración de la voz humana/1: Los indios shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del
vencido. La cortan y la reducen, hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite.
Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca. Por eso le cosen los
labios con una fibra que jamás se pudre.
Los indios/4: En la isla de Vancouver, cuenta Ruth Benedict, los indios celebran torneos para
medir la grandeza de los príncipes. Los rivales competían destruyendo sus bienes. Arrojaban
al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto
promontorio echaban al mar sus mantas y sus vasijas. Vencía el que se despojaba de todo.
EDUARDO GALEANO: El libro de los abrazos
Explicación del profesor
El autor: Nacido en Montevideo (Uruguay) en 1940. Eduardo Galeano ha recibido dos veces
el Premio Casa de las Américas y, en 1989, el Premio American Book Award por Memoria del
fuego (en tres tomos: Los nacimientos, Las caras y las máscaras y El siglo del viento). También ha
publicado, entre otros, Las venas abiertas de América Latina, Vagamundo, La canción de nosotros y
El libro de los abrazos.
El texto: En estos brevísimos cuentos de Eduardo Galeano hay una mezcla sorprendente de
registros literarios. En ellos encontramos desde la denuncia social expresada en La civilización
de consumo, hasta el descubrimiento del inmenso poder de las palabras en Celebración de la voz
humana/1, pasando por el modo de medir la grandeza en Los indios/4.
Se podrían escribir, y se han escrito, libros enteros sobre el miedo a la libertad. Pero a
veces basta con una imagen poderosa, como la que dibuja Galeano en El miedo, para definirlo
con claridad. La genialidad del escritor radica, por un lado, en la observación detenida de lo
que sucede a su alrededor, y por otro, en la capacidad de ver más allá de la escena,
trasponerla, buscar asociaciones con otras realidades y transmitírselo al lector. Escribir no es
fantasear inagotablemente, sino descubrir los mundos ocultos que no son visibles a simple
vista.
Al igual que en los relatos extensos, un microcuento, por pequeño que sea, ha de contar
al menos dos historias: una es muy visible, y la otra es una reflexión que corre paralela en
otro punto de la realidad.
En todas las literaturas existen microgéneros literarios: los haikus japoneses, las
greguerías españolas, el cuento popular brevísimo, el chiste, la anécdota, la fábula, la
parábola, el koán zen, los relatos sufíes, las tradiciones hasídicas...
Según Poe, las características y ventajas fundamentales del relato son: brevedad,
economía, intensidad, unidad de efecto y desenlace imprevisto. Pero el microcuento no sólo
puede leerse, como decía Poe, en una sentada, sino que puede hacerse en su totalidad de una
mirada, casi de un vistazo.
Juan Ramón Jiménez escribió: “¡Cuentos largos! ¡Tan largos! ¡De una pájina! ¡Ay, el día
en que los hombres sepamos todos agrandar una chispa hasta el sol que un hombre les dé
concentrado en una chispa; el día en que nos demos cuenta de que nada tiene tamaño, y que,
por lo tanto, basta lo suficiente; el día en que comprendamos que nada vale por sus
dimensiones; y que un libro puede reducirse a la mano de una hormiga porque puede
amplificarlo la idea y hacerlo el universo!”.
Escribe al menos cinco relatos ultracortos. Que quepan todos ellos en dos páginas.
Prueba con varios temas, incluso con varios estilos, tonos, puntos de vista y narradores
distintos.
Recuerda que el microcuento, por corto que sea, tiene que ser autosuficiente. No es un
resumen de un cuento, sino un cuento completo, aunque muy breve. No debe faltar ni sobrar
una sola letra. Son cuentos con lupa, casi metáforas.
Para evitar la tentación de escribir chistes malos e incomprensibles, procura que tengan
entre cinco y veinte líneas cada uno.
Los mejores escritores hacen más correcciones “quitando” que “añadiendo” texto. A un
microcuento se llega, habitualmente, eliminando las palabras innecesarias de un cuento algo
más largo. La unidad básica de estos textos mínimos es la página: todo un universo
concentrado en una sola página.
No olvides que en todo relato, incluidos los microcuentos, hay dos historias: la visible y
la invisible.
Poe nos advierte que los cuentos no deben ser ni muy cortos ni muy largos: “ La
brevedad indebida es aquí tan recusable como en al novela, pero aún más debe evitarse la
excesiva longitud”. Desde luego, no se trata de ganar ningún campeonato.