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Discurso de Motivación Reflexiva N° 126

REACCIÓN DE VIEJOS POLITIQUEROS Y

POLITICASTROS
Por: Reynaldo Charres Vargas

Señores y Señoras:

Dedico este discurso reflexivo porque igual que muchos, siento indignación y
vergüenza por conocer la conducta repugnante de un conjunto de personas
en cuyos cerebros se anidó quistes, neuronas y conexiones trastocadas por
la maldad y la destrucción pues abruptamente se convirtieron en
reaccionarios, agoreros y apocalípticos que anunciaban fatalidades y
desgracias para el país.

Por primera vez en mi larga vida, y como otros peruanos hemos visto y
apreciado un comportamiento público perverso de personajes conocidos de
la ciudad de Lima, varios de ellos con instrucción académica y otros
envejecidos. Todos ellos movidos por las circunstancias electorales se
transformaron en fieras humanas descontroladas con bastante agresividad e
impulsados por sus propias iras. Y aparecieron en los escenarios públicos so
pretexto ser defensores de “su democracia”, por eso decían nuestra
democracia está en peligro pero nunca dijeron la democracia peruana, o la
democracia del pueblo peruano.

Eran creyentes y practicantes de una democracia privada similar a un bien

material propio y asociado a un conjunto de privilegios obtenidos por
influencias y prácticas impropias como sobornos y así lo hicieron a lo largo de
la vida republicana, por lo mismo tienen un ADN heredado de la vieja
oligarquía limeña. Ciertamente, esas herencias genéticas los obnubilan y les
hace perder la razón por eso no pueden entender la evolución social ni la
nueva realidad peruana.

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Sin embargo, con estas actuaciones impropias, dichos protagonistas sólo
remecieron sus propias conciencias porque la población comprendió con
claridad el mensaje destructor de sus posturas contrarias a la legalidad y a la
institucionalidad que impera en sociedades organizadas y civilizadas. Estos
caballeros y damas que por años habían mostrado o fingido algo de decencia,
ahora se desnudaron mostrando su verdadero rostro de descomposición.
Con esta estocada, la débil democracia pierde piso y hasta corre el peligro de
una ruptura mucho más catastrófica, y todo ello ocasionado por una necedad
y equivocada conducta personal de quienes al contrario deberían mantener
ecuanimidad, ponderación y respeto a la población.

La democracia peruana está en un proceso de afirmación, por tanto va

siendo construida poco a poco, y ese proceso necesita de mayores esfuerzos
y buenos ejemplos ciudadanos, principalmente en la organización de partidos
políticos que tengan vida y educación partidaria honesta y real, sabiendo
que las recientes tres décadas las instituciones gubernamentales, en sus tres
poderes (ejecutivo, legislativo, judicial) fueron corrompidas por malas
prácticas en su interior.

En esta democracia convaleciente, sucederían hechos nunca antes vistos en

procesos electorales, y así durante más de 30 días sucesivos después de
conocerse los resultados del balotaje entre los aspirantes a la Presidencia del
Perú; Keiko Fujimori de trayectoria conocida, defensora del liberalismo y
Pedro Castillo emergente político con ideas progresistas proveniente de una
provincia con altos índices de pobreza y ya señalado como ganador en las
ánforas; increíblemente fue objeto de una despiadada reacción y agresión de
los grupos conservadores que pusieron en marcha un plan cruel de
hostigamiento, satanización y pulverización que desde luego sorprende a las
mismas autoridades electorales.

La señora Fujimori, no aceptaba su derrota, y opto por sostener que hubo un

proceso irregular y fraudulento, cuando fue ella y sus aliados son quienes
tuvieron ventajas pues usaron dinero, dádivas, medios de información,
empresarios, bufetes, agitadores y socios políticos; en cambio el señor

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Castillo, era un desconocido sin dinero, sin medios y sin respaldo político,
apenas invitado a un partido de izquierda socialista con un ideario pre-
establecido. Sin embargo, Castillo por su origen y humildad logra tener un
aprecio espontáneo y masivo de la población, principalmente provinciano y
rural.

La guerra sucia implementada, era una postura inadecuada, incomprensible,

irregular y de inmadurez política porque recurría a la sinrazón de los hechos,
pero aun así el plan macabro corría con fuerza mediante un conjunto de
actos de afrenta y ultraje al Jurado Nacional de Elecciones, institución
autónoma responsable de proclamar el veredicto ciudadano expresado en las
ánforas. El propósito era impedir que el ganador asuma sus funciones en los
plazos de ley porque pre-juzgaban de ineptitud para asumir el gobierno.

En tal campaña agresiva participaron un grupo de personas, en su mayoría

y por coincidencia, perdedores y fracasados políticamente porque nunca
tuvieron empatía con la población, además eran detestados por sus ideas y
conductas extremas bipolares, de traición, de racismo y de doble moral y
fieles servidores de los intereses de particulares entre ellos a los rezagos de la
oligarquía limeña.

Dichas personas, muchos de ellas envejecidos, y procedentes de diversos

sectores y experiencias como: ex-candidatos, ex-congresistas, escritores,
periodistas, religiosos, empresarios, deportistas, opinantes, ex-milicos,
juristas, y algunos agitadores hicieron causa común para sostener posturas
engañosas y mentirosas, y dado esos comportamientos aberrantes y
antidemocráticos se han ganado el título de politiqueros y politicastros.

Los politiqueros y politicastros pertenecen a la familia de los falsos o seudo-

políticos, son destructores egoístas del ordenamiento jurídico y tienen como
característica un cúmulo de mañas, debilidades y torpezas, por eso pierden la
sensatez. Son indignos de ser o ejercer la política entendida ésta como la
ciencia y el arte de gobernarse a sí mismo y a los demás teniendo como
objetivo el servicio público honesto por el bien común. Casi siempre hacen
aflorar sus perversiones personales, sus insatisfacciones, sus temores y todo
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un cúmulo de hábitos y complejos generados por traumas, fracasos y
frustraciones.

Por desgracia, en el Perú, abundan los politiqueros y politicastros, tanto en la

ciudad capital Lima como en provincias, y se debe a la inexistencia de
convicciones morales y éticos en el fuero personal. Y se agrava porque hay
mini partidos sin actividad partidaria ya que sólo aparecen en períodos
electorales y algunos pertenecen a dueños o caudillos que a su vez anhelan
obtener beneficios económicos y status social, por eso cualquier persona con
impulsos personalistas puede usurpar con facilidad las responsabilidades de
un político real y sabio.

Es innegable, que unos y otros necesitamos mayor cultura con práctica

política y de participación ciudadana, por eso creo que es de urgencia
implementar campañas educativas masivas de afirmación de la democracia
representativa que sea fiel a sus valores, principios y beneficios. Todos
debemos hacer esfuerzos personales y familiares por elevar el conocimiento
y la finalidad de un régimen democrático exitoso, y es la historia quien nos
pone al frente tal desafío.

De otra parte, hay que decir que el centralismo capitalino, sigue siendo una
barrera que frena el proceso de desarrollo integral e inclusivo del país, por lo
mismo es un factor adverso que debe revertirse en adelante. No se puede
seguir dirigiendo el país desde los escritorios de estudios, bufetes y
gabinetes, menos haciendo elucubraciones fantásticas ni planificación
burocrática con una compleja legalidad y tramitología estatal. Si los
estadistas, expertos y políticos no cambian sus vicios de concentración de las
decisiones y las soluciones, siempre habrá impedimentos y equivocaciones
que agravarán las divisiones, los daños y los olvidos que aún enfrenta con
tristeza el país.

Los políticos verdaderos tienen que conocer la realidad peruana en su real

dimensión, con su diversidad y pluralidad, con sus herencias ancestrales, y
desde luego valorar su derecho natural a diseñar e implementar su propia

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forma de gobierno que no sea copia ni imitación de otras realidades ajenas o
foráneas.

En consecuencia, los desafíos por el cambio para mejorar la realidad, están a

la vista de todos, por tanto deviene en una urgencia y las urgencias son de
prioridad. Y una primera tarea debiera ser impulsar el fortalecimiento de la
democracia peruana participativa e inclusiva con el liderazgo de partidos
políticos honestos, capaces y preparados para conducir con realismo y
apropiadamente una gestión pública moderna. Allí hay un gran trabajo que
cumplir mediante acciones concretas en los diversos sectores y niveles de la
sociedad.

En mi opinión y en el campo político, veo la necesidad de implementar un

conjunto de programas de divulgación y estudio masivo sobre cultura y
práctica política ciudadana, que incluyan temas como: democracia, libertades
fundamentales, constitución política, gestión pública y privada, geopolítica,
pedagogía partidaria, liderazgo y empatía, honestidad en la administración,
gobernanza, bienestar humano, prosperidad material, consumismo, cuidado
del medio ambiente, administración de recursos económicos, vigilancia y
participación ciudadana, seguridad alimentaria, prevención de enfermedades
y calamidades, valores civiles, entre otros de interés colectivo.

Si estos temas no se incluyen en la agenda de los cambios para una mejor

adaptación a los avances de la modernidad y el futuro, es posible que
sigamos sumidos en ignorancia, dependencia, modorra e indiferencia, por
tanto susceptibles de caer en más fracasos por la acción de embusteros y
rufianes de la mala política y desde luego siendo siempre quejosos,
reclamadores o protestantes tal como lo hicimos a lo largo de la historia
republicana post colonialista.

Un pueblo que no despierta o permanece congelado en el tiempo, es una

sociedad dormida, debilitada que cae con facilidad ante los acechos de
politiqueros y politicastros acostumbrados a manipular, ofender, mentir,
pervertir y propiciar pugnas, odios y revanchas entre unos y otros.

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Los politiqueros y politicastros deben extinguirse en el curso de la evolución
y la historia, y los que aún quedan o siguen persistiendo con actuaciones
deshonestas pronto pasarán a ser individuos ilegales por elegir aquel camino
sucio donde brota podredumbre, y como dice mi hermano Jaime, ellos
acabarán sus días con el repudio y el desprecio de la población.

Para culminar este discurso que quedará grabado en la memoria de muchos

como un triste episodio, aquí incluyo los apellidos de algunos personajes
públicos que viven y actúan en la ciudad capital Lima, cuyo protagonismo fue
visible en los 30 días de agitación y hostigamiento a las autoridades electores
y al ganador de las elecciones 2021, cuya honra se puso en tela de juicio con
presunciones y acusaciones falsas y sin pruebas. Aquí van los que se
alinearon a las filas del fujimorismo el grupo perdedor:

Seudo políticos: Fujimori, Rospigliosi, Torres, Vargas Llosa, Flores,

Barrenechea, López Aliaga, Diez Canseco, Del Castillo, Acuña, Beingolea,
Müller, García Belaunde; Carranza, Rafo, Chacón, Moyano, Santos, Galarreta,
Iberico, Chávez, Córdova, Salgado, De Soto, Cateriano, Bruce, Guerra García
entre otros; empresarios: Wong, Romero, Rodríguez Pastor, Rodríguez
Banda, Añaño, Quimper, Olaechea, Ferreyros, Rasmuz, Graña, Benavides,
Miro Quezada, San Román, Neuhaus y otros; ex militares: Bermúdez,
Montoya, Giampetri, Tubino, Chiabra, y otros; religiosos: Castillo, Del Río,
Cipriani, Sanchez, Eguren y otros; periodistas: Ortiz, Butters, Leiva, De
Altaus, Mariátegui, Delta, Vértiz, Bayly, Cueva, Tenorio, Walshalker, García,
Llosa, Valenzuela, Llanos, Retto, Huertas, Salazar y otros; juristas: Urviola,
Ghersi, Amoretti, Castiglioni, Quiroga, Puccio, Arce entre otros; igualmente
Animadores y humoristas de TV más futbolistas y personajes de la farándula
limeña, y también el conocido reo Montesinos que desde la carcel diseñó la
estrategia fujimorista.

En cualquier país democrático hay fuerzas opositoras, rebeldes y

reaccionarias, pero, lo ocurrido en el Perú, escapa de todo criterio de
sensatez, ya que fue un hecho inédito de peligrosa concertación para
eliminar a un aspirante que sólo tenía el afecto popular expresada en plazas

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y calles de una población frustrada y hastiado de las mañas y argucias
corruptas de los viejos politiqueros y politicastros acostumbrados a manejar
a los gobiernos de turno para seguir gozando de privilegios y rentas anejas,
además contar con una mediática comprada como aliado principal para
adormecer a sus usuarios mediante contenidos y mensajes manipulados
inverosímiles.

Espero que en el futuro, nunca más vuelvan estos hechos que sólo destruyen
los valores, principios y beneficios de la democracia peruana.

MUCHAS GRACIAS.

Reynaldo Charres Vargas

Perú, 19 de Julio 2021.

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