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CRONOMETRÍA DENTARIA DE LOS OVINOS

El conocimiento de la edad en los ovinos mediante el examen de la dentadura es un


aspecto clave de la práctica ganadera, ya que puede resultar relevante, no sólo en la
determinación de la edad en sí, si no que además, a través del inspección de los
dientes se pueden inferir aspectos relacionados con la nutrición y el régimen de
alimentación y estado general de los vientres del rebaño. El examen de la dentadura
cobra especial relevancia para el criador, el vendedor y el comprador, en la
comercialización de los animales.

Los ovinos son clasificados como una especie de dentición de tipo heterodonte, de
dentición incompleta y difionte (Helman, 1965). El término heterodonte implica una
dentición formada por dientes morfológicamente distintos: incisivos, premolares y
molares. Que la dentición sea Incompleta, significa que en esta especie no existen los
dientes caninos. Dentición de tipo Difionte significa que los ovinos poseen dientes
temporarios (“de leche”) los que posteriormente son reemplazados por dientes
permanentes.

Como se mencionó anteriormente, los ovinos adultos al ser de dentición heterodonte,


poseen tres tipos de piezas dentarias: incisivos, premolares y molares. El número
definitivo es de 32 piezas, de las cuales 8 son incisivos implantados solamente en el
maxilar inferior (en la mandíbula superior estos incisivos no existen, siendo
reemplazados por un rodete fibromucosos o lámina dental en donde los incisivos
ejercen su acción cortante, como el que se muestra en la Figura 1), 12 premolares
distribuidos en 6 superiores, 6 inferiores y 12 molares en igual forma.

Figura 1. Observación de la
dentadura en un ovino adulto. Se
muestran los incisivos en el maxilar
inferior, y el rodete cartilaginoso en
el maxilar superior.

En el estado de “diente de leche” el número es de 20, con 8 incisivos inferiores y 12


molares (6 superiores y 6 inferiores). Los dientes incisivos tienen nombres especiales
denominándose pinzas o palas, primeros medianos, segundos medianos y
extremos, contando por pares desde los dos incisivos centrales hasta los extremos.
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Las fórmulas dentarias de los ovinos son las siguientes:

0 0 0 3
Dentición de leche: I C PM M Total: 20 dientes.
4 0 0 3

0 0 3 3
Dentición de adulto: I C PM M Total: 32 dientes
4 0 3 3

Al nacer los corderos llevan “dientes de leche” o incisivos temporales, que son
pequeños, blancos y de cuello bien neto (Figura 2).

Figura 2. Apreciación de los dientes temporales o “de leche” en


un cordero.

A medida que los ovinos avanzan en edad estos dientes temporales van siendo
gradualmente reemplazados, de a pares, por piezas permanentes, las cuales son más
grandes, rectangulares y de color blanco- cremoso (Figuras 3 y 4).

Figura 3. Primer par de incisivos permanentes en un ovino,


las cuales son denominadas “pinzas o palas”.
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Figura 4. Ovinos con 4 y 6 dientes permanentes, con una edad aproximada de 2 y 3


años, respectivamente.

Este reemplazo es el que se utiliza para determinar la edad, y el cual se resume en la


en la Figura 5.

Figura 5. Esquema que muestra el cambio de incisivos en ovinos. Se indica además,


la edad aproximada (Ensminger, 1973)
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La determinación de la edad basada en la cronometría dentaria solamente es segura


hasta una edad de cuatro años. En la práctica, y para la mayoría de las razas
existentes en el país, la edad del ovino corresponde a la mitad del número de
incisivos permanentes que se encuentran.

Conforme el animal sobrepasa los cuatro años, los dientes parecen crecer un poco,
debido al retroceso de la encía, lo que, además, forma un espacio entre un diente y
otro. Estos animales suelen llamarse de “dientes abiertos”, si es que no han perdido
piezas, pero no es posible determinar su edad exacta (Figura 6).

Figura 6. Ovino adulto con “boca llena”. Se


evidencia la separación de las
piezas dentales, lo que evidencia
una edad superior a los 4 años.

Finalmente, cabe mencionar que la determinación de la edad mediante la cronometría


dentaria es un sistema bastante exacto, siempre y cuando se tome en cuenta las
diferencias en la precocidad dentaria que existe entre las diferentes razas (Cuadro Nº
3).

Cuadro 1. Edad en que se cambian los incisivos de acuerdo con la precocidad de la


raza del ovino (García, 1986).

Incisivos Muy precoces 1 Precocidad Tardías 3


ordinaria 2
Pinzas 10 meses 15 – 16 meses 18 meses
1os medianos 18 meses 24 meses 30 meses
2os medianos 23 meses 30 – 33 meses 40 – 42 meses
Extremos 26 – 36 meses 42 meses 48 –54 meses
1 Romney Marsh, Hampshire Down, Lincoln
2 Merinos
3 Karakul, Southdown
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Algunos defectos en las mandíbulas.

Entre los defectos de naturaleza genética (hereditaria) más comunes que se observan
en los rebaños ovinos, se debe mencionar a la oclusión mandibular o prognatismo. Es
un defecto genético causado por un gen recesivo, el cual se caracteriza por una falla
que impide que los incisivos tengan un adecuado contacto co el rodete cartilaginoso,
debido a que la mandíbula inferior es muy corta o muy larga, impidiendo que los
animales efectúen una adecuada mordida, lo que se traduce en dificultades para
alimentarse (Figura 6).

Figura 6. Defectos en las mandíbulas. La foto de la izquierda muestra el prognatismo


mandibular inferior (ovinos “papiches”) y la imagen de la derecha, el
prognatismo superior (ovinos “pico de loro”). Ambos son defectos
congénitos hereditarios.

En en el momento en que se seleccionan los corderos para reemplazos, ya sea para


criarlos para carnerillos o borregas, debe prestarse especial atención a la presencia de
este defecto, eliminando del rebaño a todos aquellos animales que lo presenten.

BIBLIOGRAFÍA.

ENSMINGER, M. E. 1973. Producción Ovina. Editorial El ateneo. Buenos Aires,


Argentina. 545 p.

GARCÍA G. 1986. Producción Ovina. Fac. Ciencias Agrarias y Forestales. Universidad


de Chile. 344 p.

HELMAN, M.B. 1965. Ovinotecnia. Tomo primero. El Ateneo. Buenos Aires, Argentina
805 p.

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