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RVE28 Es
RVE28 Es
CEPAL
Secretario Ejecutivo
Norberto González
Director de la Revista
Raúl Prebisch
Secretario Técnico
Adolfo Gurrieri
Secretaria Adjunta
Rosa Nielsen
NACIONES UNIDAS
COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
SANTIAGO DE CHILE, ABRIL DE 1986
La Secretaría de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe prepara la Revista de la c e p a l . Las
opiniones expresadas en los artículos firmados son tas de los autores y no reflejan necesariamente los pumos
de vista de la organización. Las denominaciones empleadas y la forma en que aparecen presentados los datos
no implican, de parte de la Secretaría, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios,
ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sqs fronteras o límites.
LC/G. 1392
Abril de 1986
Notas explicativas
En los cuadros del presente trabajo se han empleado los siguientes signos:
Tres puntos (...) indican que los datos faltan o no constan por separado.
La raya (—) indica que la cantidad es nula o despreciable.
Un espacio en blanco en un cuadro indica que el concepto de que se trata no es aplicable.
Un signo menos ( - ) indica déficit o disminución, salvo que se especifique otra cosa.
£1 punto (.) se usa para separar tos decimales.
La raya inclinada (/) indica un año agrícola o fiscal (por ejemplo 1970/1971),
El guión (-) puesto entre cifras que expresen años, por ejemplo, 1971-1973, indica que se trata de todo el período
considerado, ambos años inclusive.
La palabra “toneladas" índica toneladas métricas, y la palabra “dólares", dólares de los Estados Unidos, salvo
indicación contraría.
Salvo indicación en contrario, las referencias a tasas anuales de crecimiento o variación corresponden a tasas
anuales compuestas.
Debido a que a veces se redondean las cifras, los datos parciales y los porcentajes presentados en los cuadros no
siempre suman el total correspondiente.
SUM AR IO
La elaboración de inventarios y cuentas del patrimonio natural y cultural. Nicolo digo 165
Notas sobre el intercambio desde el punto de vista periférico. Raúl Prebisch 195
Nuestro propósito al organizar esta reunión es el de tener ocasión para un intercambio oficioso de
opiniones sobre la evolución reciente y las perspectivas futuras de la economía latinoamericana,
tomando en cuenta el efecto de la deuda externa. No es nuestra intención que deriven de esta reunión
compromisos o consensos, sino tan sólo intercambiar ideas para comprender mejor los desafíos a que
se hace frente y las posibles opciones que se abren para sortearlos.
A íln de inaugurar la discusión, me gustaría describir someramente cómo enfocamos esta evolu
ción pasada y las perspectivas futuras. En el documento de la ckpal titulado “Balance preliminar de la
economía latinoamericana durante 1985” que se ha distribuido a los asistentes a la reunión —sobre
todo en su tercera parte, que contiene algunas reflexiones sobre los desafíos inmediatos— se tratan en
mayor profundidad los temas que repasaré aquí en forma sumaria.
Desde 1981 América Latina ha estado atravesando por su más severa y prolongada crisis desde la
Gran Depresión de los años treinta, hecho tanto más dramático cuanto que sobrevino luego de un
período largo de crecimiento sólido y sostenido que se inició después de la segunda guerra mundial.
Entre 1970 y el comienzo de la crisis, el volumen de las exportaciones de manufacturas de América
Latina subió en 15% al año. Así pues, la región aparentemente iba atenuando algunas de las deficien
cias estructurales que por tanto tiempo habían frenado su desarrollo, y parecía estar bien encaminada
para acortar las distancias que en materias tecnológicas, de organización, educativas y de administra
ción, la separaban del mundo desarrollado. La educación se unlversalizó; los empresarios se volvieron
cada vez más profesionales; y mejoró la eficiencia de la gestión gubernamental de modo que comenzó a
elevarse considerablemente la productividad. En realidad, llamó la atención el éxito con que América
Latina pudo sobrellevar la crisis petrolera después de 1973, con apenas una baja de su tasa de
crecimiento, mientras que los países de la o c d e sufrían un receso.
Esta alentadora progresión se detuvo de golpe en 1981. En los últimos cinco años, el producto
interno bruto ha decaído o se ha vuelto estacionario, de tal manera que en 1985 el ingreso por
habitante había bajado en 9% comparado con el de 1981, mientras que la desocupación abierta
aumentaba rápidamente (lo que agravaba el de por sí serio problema del subempleo de la región) y los
salarios reales caían en la mayoría de los países. Todo esto para lograr un vuelco (aunque monumental)
en las cuentas externas de la región.
¿Cuáles son los principales factores que llevaron a la gran acumulación de la deuda externa y a la
crisis consiguiente?
No cabe duda de que los factores internos cumplieron un destacado papel. A veces, la política
estimulaba un gasto desmesurado; a menudo, los tipos de cambio estaban sobrevaluados; y en otros
casos, incluso, iban de la mano la liberalización financiera con una reglamentación poco eficaz. Todos
estos factores tendieron a estimular un endeudamiento externo excesivo.
Sin embargo, el factor de mayor importancia que explica la intensidad y la duración de la crisis fue
la recesión que aquejó de 1981 en adelante a los países de la ocaíc, una de cuyas causas principales fue la
aplicación simultánea de políticas antinflacionarias por la mayoría de los países industrializados. Fue
así como la recesión mundial se tradujo en una menor demanda de las exportaciones latinoamericanas.
*Celebrada en la sede de las Nacione.s Unidas, Nueva York, el 13 de enero de 1986, Asistieron a ella representantes de las
autoridades financieras del Gobierno de ios Estados Unidos y de Argentina, Brasil, México, Perú, Uruguay y Venezuela;
representantes de la banca privada; altos funcionarios de las Naciones Unidas; representantes de la prensa económica y
consultores privados.
REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
La relación de precios del intercambio de la región empeoró muy marcadamente (más de 16% en el
lapso 1981-1985), en tanto que los tipos de interés se elevaban a niveles extraordinarios.
En vista de ios desequilibrios externos resultantes, de 1982 en adelante la mayoría de los países de
la región comenzaron a aplicar políticas de reajuste muy severas. Se efectuaron grandes devaluaciones
para fomentar las exportaciones y reducir las importaciones. Asimismo, los salarios reales y la
inversión sufrieron severos cortes, en un intento por morigerar la demanda y reducir las importacio
nes. Al propio tiempo, crecía considerablemente la desocupación.
Estas iniciativas resultaron muy onerosas por las condiciones poco propicias en el plano internacio
nal y la aplicación simultánea de políticas de ajuste semejantes en muchos países en desarrollo. Fue así
como el ajuste se basó más bien en un abrupto descenso de las importaciones que no en la expansión de
las exportaciones. En sólo dos años el volumen de las importaciones se contrajo en un 40% y ha
permanecido a ese reducido nivel en todo el año 1985. Como es evidente, una restricción tan extrema
de las importaciones tenía que tener consecuencias recesivas, ya que ní> sólo se redujeron las importa
ciones de bienes suntuarios o las compras postergables de bienes de capital, sino que se vieron
afectadas las importaciones de materias primas y de insumos intermedios indispensables para la
producción,
Al gravamen que significaban estos costos se sumó el hecho de que la región se vio obligada a
ajustar simultáneamente su economía a deterioros de sus cuentas externas que se percibían tanto de
carácter transitorio como permanente. Se suponía que los precios más altos de la energía constituirían
un rasgo permanente de la economía mundial y, como tal, exigían un ajuste; sin embargo, se creó un
servicio de crédito especial para facilitar el ajuste necesario. Por el contrario, la recesión en la o c ;d e , el
desplome de los precios de la mayoría de los productos básicos y el nivel inusitado que alcanzaron los
tipos de interés que, para la mayoría de los observadores, eran fenómenos imprevistos y transitorios, se
combinaron con la paralización del crédito externo.
Es bien sabido que un país debe ajustarse al deterioro permanente de sus cuentas externas, pero
que debe en general financiar los deterioros transitorios. Pero se cerró esta última opción desde
mediados de 1982, cuando los bancos restringieron abruptamente sus créditos, pese al hecho de que se
consideraba transitorio el vuelco de las circunstancias. Ello obligó a la región a ajustar su economía
tanto a un deterioro permanente como a uno supuestamente transitorio de su situación externa, lo que
explica la severidad extrema de la recesión.
Por este radical trastrocamiento de tendencias pasadas que se registró entre 1982 y 1985, en vez de
ser importadora neta de recursos financieros —como es normal para los países en desarrollo— la
región se ha convertido en exportadora neta. En efecto, la transferencia neta de recursos al extranjero
en los últimos cuatro años llegó al asombroso total de 106 000 millones de dólares.
La eficacia de las iniciativas encaminadas a lograr el ajuste y reorientar la distribución de los
recursos hacia los bienes comerciables se ha visto menoscabada por las condiciones externas. Fluctua
ciones violentas de los tipos de cambio de las principales monedas han sido fuente de nueva incerti
dumbre para las actividades relacionadas con el intercambio; el proteccionismo se cierne como
amenaza creciente sobre las exportaciones de los países en desarrollo; y las penurias del propio proceso
de ajuste originan tensiones sociales, políticas y económicas que militan en contra de la redistribución
deseada de los recursos y fomentan la fuga de capitales. Una redistribución tan trascendental y un
ajuste de grandes proporciones, no pueden funcionar en tan breve plazo. Para lograr una redistribu
ción racional y eficiente de los recursos, en las condiciones actuales, se necesitará un período relativa
mente largo.
En lo que toca al futuro, en nuestra opinión se recuperarán las economías de la región, pero en
forma muy paultina que tomará varios años. El efecto favorable sobre las economías de América Latina
que debiera tener la recuperación de los países desarrollados parece estar operando con eficacia
menor que en el pasado, a causa de la menor disponibilidad de financia miento y la influencia del
proteccionismo. Por ejemplo, en 1985, pese a la expansión de los países desarrollados, no se pudo
evitar una nueva caída en la relación de precios del intercambio de la región, ni se impidió que bajara el
CRECIMIENTO, AJUSTE Y DEUDA EN AMERICA LATINA ! Norberto Gomúlez
complejos, pero no insuperables. En ocasiones anteriores, los países de la región han hecho frente a
dificultades en forma positiva, dando origen a procesos de cambio económico y de industrialización
que les han permitido crecer a un ritmo vigoroso durante largos períodos. En este momento, reúnen
condiciones favorables, en potencia, para hacer frente a esos desafíos; una estructura diversificada de
su economía y de sus exportaciones, una mano de obra calificada, y un alto nivel de capacidad
empresarial.
Si hacemos frente a las actuales circunstancias con una combinación de realismo e imaginación, y
contamos con una cooperación internacional adecuada, podremos paulatinamente aumentar nuestro
margen de maniobra para aplicar nuestras políticas económicas, reactivar nuestras economías, y
prepararlas para la competencia en las condiciones que regirán en la economía mundial durante los
años por venir.
Con respecto a esta reunión, creo que seria útil intercambiar ideas sobre las cuestiones o temas
centrales siguientes:
1. Sus opiniones sobre las perspectivas económicas, tanto en el mundo como en el plano regional.
2. La probabilidad de que afluyan nuevos fondos a América Latina.
3. Medidas que debieran tomar los gobiernos de los países desarrollados para estimular las
corrientes de fondos y contribuir a lograr el ajuste con crecimiento económico.
4. Medidas que deberán tomar los gobiernos de los países de menor desarrollo relativo para
estimular la afluencia de fondos y contribuir a lograr el ajuste en un contexto de crecimiento.
5. Reformas de los reglamentos que podrían ayudar a la banca a proporcionar nuevos fondos a los
países deudores.
6. Iniciativas en materia de comercio destinadas a fomentar las exportaciones desde los países
deudores y a evitar el proteccionismo.
7. Medidas que debieran adoptar las instituciones multilaterales para aumentar la afluencia de
fondos a los países deudores.
Evidentemente, ésta no es una lista exhaustiva: sería muy interesante escuchar cualquier otro
comentario que quisieran formular sobre el tema de la presente reunión.
I
REVISTA DE LA CEPAL N” 28
Rasgos característicos
del estilo de desarrollo
de Centroamérica
Centroamérica: en la posguerra’
bases de una política
El origen, el alcance y las posibles consecuencias
de reactivación de la crisis no pueden entenderse sin analizar los
rasgos sobresalientes de la evolución experimen
y desarrollo* tada por las economías y las sociedades centroa
mericanas durante la posguerra. Destaca, en pri
mer término, el dinámico crecimiento logrado
Subsede durante treinta años —desde luego, con diferen
de la CEPAL cias de un país a otro— en un ambiente de estabi
en México lidad fínanciera y monetaria. En segundo lugar,
está la influencia decisiva de elementos externos
que han determinado en gran medida no sólo el
Desde comienzos del presente decenio, y no obstante
comportamiento económico, sino la influencia
una leve recuperación observada en la mayoría de los recíproca de muchos factores políticos. Aquí se
países durante 1984, Centroamérica se halla sumida encuentra la raíz histórica de la reiterada pro
en la depresión económica más profunda y en la con pensión de los centroamericanos a buscar en el
vulsión política más grave del último medio siglo. El exterior explicación y soluciones a los males que
clima de inestabilidad y confusión en el que se vive
dificulta encontrar soluciones que abarquen tanto el
les aquejan. Por otra parte, la fragmentación de
plano político como el económico y el social. Con todo, Centroamérica —desde que se desintegró la efí
la búsqueda de soluciones es el mayor desafío que los mera federación— contribuyó en mayor medida
centroamericanos enfrentan hoy, y esa tarea resulta, a que cada uno de los países se resignara históri
además, insoslayable. camente a tener un escaso margen de maniobra
Dicha búsqueda debe comenzar por examinar las
características sobresalientes de la evolución experi
sobre su propio destino en el que representan un
m entada por las economías y sociedades centroameri papel preponderante factores fuera de su con
canas durante el período de la posguerra, y desentra trol.
ñar las causas por las cuales esos rasgos se alteraron de Llama la atención, en tercer lugar, que en los
m anera abrupta hacia finales de los años setenta. Di treinta años posteriores a la segunda guerra
cho análisis se recoge en los capítulos i y ii. En el
capítulo m se formulan algunas consideraciones sobre
mundial, la mayoría de las grandes transforma
las perspectivas a corto plazo de las economías de la ciones experimentadas por las economías de la
región para presentar, finalmente, en el capítulo iv región se haya ido yuxtaponiendo a la estructura
algunas propuestas que tienden a apuntalar una políti económica y social que ya existía con anteriori
ca de reactivación y de desarrollo regionales. dad sin alterar, en esencia, un proceso al que se
En cuanto a este último aspecto se identifican los
recursos de que la región dispone, se precisa el papel
califica en estas páginas de “desarrollo aditivo”.
que la cooperación intrarregional puede cumplir en la Finalmente, los frutos del largo período de
puesta en marcha de un proceso de reactivación y expansión económica de la posguerra se distri
desarrollo, se explora la interacción entre el ámbito buyeron en forma notoriamente desigual entre
económico-social y el político y se concluye con algunas distintos estratos de la población, dentro de un
reflexiones sobre el papel del Estado.
proceso concentrador —o en todo caso excluyen-
* E s t e a r t ic u lo f u e p r e p a r a d o c o m o p a rt e d é la d o c u m e n t a
te— que impidió atenuar en forma significativa
c ió n b á s ic a p a r a la R e u n ió n d e E x p e r t o s s o b re C r is is y D e sa la extrema pobreza que persiste en la región.
r r o l l o d e A m é r ic a L a t in a y e l C a r ib e { S a n tia g o d e C h ile , 2 9 d e
a b r il a l 3 d e m a y o d e 1 9 8 5 ), o r g a n iz a d a p o r la S e c r e t a r ía d e la
Cuadro 1
CENTRO AMERICA; RITMO DE CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO"
(Porcentajes)
Fuente; c e p a l , s o b r e la b a s e d e c if r a s o fic ia le s .
“ A p r e c io s c o n s t a n t e s d e 1970.
Cifras preliminares.
CENTROAMERICA; BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la cErAL en México 13
Gráfico I
CENTROAMERICA; PRODUCTO INTERNO BRUTO A PRECIOS DE MERCADO
(Tasas anuales de crecimiento)
14 REVISTA DE LA CEPAL 28 / Abril de 1986
evitando que las mermas en el valor de la expor interacción política en los países de la región. La
tación se tradujeran automáticamente en una virtual hegemonía ejercida por los Estados Uni
restricción de la capacidad para importar —y, dos desde la suscripción del tratado Clayton-
como consecuencia, de la capacidad de creci Bulwer, en 1850, ha adquirido nueva expresión
miento de la economía— y facilitó, simultánea en la posguerra a causa del conflicto latente que
mente, el proceso de “desarrollo aditivo” a que se existe entre las dos principales superpotencias
hace en seguida referencia. Sin embargo, cuando del mundo. No es éste el lugar para entrar en
coincidió un debilitamiento de la demanda exter detalles sobre el papel de la política exterior nor
na con una restricción de la afluencia de financia- teamericana en Centroamérica —aspecto que ha
miento externo —que compensase, al menos en sido objeto de muchos estudios en los últimos
parte, la caída de las exportaciones— las restric años—, pero sí se puede señalar la considerable
ciones originadas en el sector externo llegaron a influencia que han logrado los Estados Unidos
frenar el crecimiento económico e incluso a pro en la región. No se trata, desde luego, de asignar
vocar una contracción real de la actividad econó les un papel omnipotente ni de insinuar que los
mica. acontecimientos centroamericanos obedezcan
La influencia de los factores externos sobre los designios de una u otra superpotencia puesto
los acontecimientos en los países de la región no que la interacción entre los actores políticos na
se limitó al ámbito económico. Algunas de las cionales tiene su dinámica propia; pero, sin em
consecuencias de la vocación exportadora de bargo, puede sostenerse que los Estados Unidos
Centroamérica afectaron profundamente a la han mostrado capacidad de fijar los limites a la
conformación de las sociedades y al ordenamien interacción política en los países de la región, al
to político. Es bien sabido, por ejemplo, que la colocar su peso asimétrico del lado de los actores
explotación de uno o dos productos básicos de nacionales cuya posición se aproxima más a los
exportación influyó decisivamente en la fijación postulados de su política exterior.
de la división del trabajo, debido al carácter in Las preferencias de la política norteamerica
tensivo y estacional del uso de mano de obra para na no siempre han constituido un conjunto cohe
dichos cultivos. La disponibilidad de recursos rente de postulados; a algunas administraciones
humanos ha representado, pues, un papel vital les ha preocupado la seguridad —sobre todo la
en el desarrollo económico de la región, así como “contención del comunismo”—; a otras, un cam
en la definición del carácter dual e interdepen bio evolutivo y ordenado que conduzca a socieda
diente de la agricultura de exportación y la de des más pluralistas y equitativas. En ese sentido,
subsistencia, hechos que a su vez explican, en los gobiernos norteamericanos han apoyado
buena medida, las desiguales estructuras de dis unas veces a actores nacionales que postulan
tribución del ingreso. cambios ordenados y pacíficos, en el marco de
La organización de las economías centroa una política exterior hacia los países latinoameri
mericanas en torno a uno o dos productos de canos que algunos autores han calificado de
exportación influyó profundamente, asimismo, “idealista”. Así sucedió, por ejemplo, cuando se
en los “patrones de autoridad”: la relación sim favorecieron las alianzas heterogéneas que de
biótica entre grupos económicos dominantes rrocaron a las dictaduras en Guatemala, El Salva
—agroexportadores y comerciantes— y gobier dor y Honduras en el período inmediato a la
no, el legado de corrupción de la colonia, y los posguerra, o a los gobiernos que impulsaron
métodos represivos utilizados históricamente pa transformaciones en la llamada Alianza para el
ra asegurar la disponibilidad de mano de obra, Progreso durante los años sesenta, así como el
han contribuido a la consolidación de sistemas apoyo —quizás renuente— brindado a la alianza
políticos autoritarios y no participativos caracte también heterogénea que tomó el poder en Nica
rísticos de la posguerra con distintas modalida ragua en 1979. En otras ocasiones, el Gobierno de
des entre un país y otro, y en el mismo país en Estados Unidos ha preferido ayudar a actores
distintas épocas {Costa Rica sería la principal ex nacionales que reúnen a su juicio las mejores
cepción). condiciones para asegurar un mínimo de estabili
Por otra parte, factores de origen externo dad frente a desafíos radicales al statu quo. El
han influido también en forma decisiva sobre la mejor ejemplo de esta política más “realista” po
16 REVISTA DE LA CEPAL N® 28 / Abril de 1986
dría ser el apoyo brindado por la administración más pluralistas; destaca el surgimiento de estra
norteamericana a las fuerzas que derrocaron al tos de ingresos medios atribuible, en parte, a la
gobierno constituido en Guatemala en 1954.^ progresiva urbanización —sólo el 16% de la po
En todo caso, cuando han surgido contradic blación vivía en áreas urbanas en 1950, compara
ciones en la política exterior norteamericana en do con el 43% en 1980—; ha aumentado la im
tre el objetivo de promover cambios ordenados y portancia de las actividades secundarias en las
el de evitar amenazas a la seguridad —como ocu economías —su participación relativa pasó de
rrió con alguna frecuencia— el Gobierno de los 14.6% a 24.1% entre ambos períodos— y, en
Estados Unidos ha preferido invariablemente general, el aparato productivo se ha moderniza
apoyar a quienes en cada país han considerado do y se ha diversificado de un año para otro. Las
más capaces de defender sus intereses. Así, los distintas regiones geográficas de los países se en
gobiernos de ese país han logrado fijar los límites cuentran mucho mejor integradas en la actuali
geopolíticos a que se alude en líneas anteriores. dad, gracias a las cuantiosas inversiones efectua
das en infraestructura física de transportes y co
3. EL desarrollo aditivo municaciones, e incluso se han logrado avances
en el suministro de servicios de educación y espe
Las economías y las sociedades de los países cen cialmente de salud. Dichas transformaciones de
troamericanos son muy distintas a lo que eran ben atribuirse, en esencia, al ‘derrame’ provoca
treinta años atrás, no sólo por lo que respecta a su do por el estilo de desarrollo que ha predomina
aspecto cuantitativo —a la par que el producto do en todos los países —con características espe
interno bruto se elevó de 1 950 a 7 520 millones cíficas entre unos y otros— durante todo el perío
de dólares (precios de 1970) entre 1950 y 1980, la do que se analiza. Puede estimarse que esas trans
población crecía de ocho a más de veinte millones formaciones han sido, en general, las únicas per
de habitantes— sino porque también se han pro mitidas por quienes han tenido la posibilidad de
ducido importantes cambios cualitativos. Las so mantener los cambios dentro de ciertos límites,
ciedades están mucho más segmentadas y son destacando entre esos actores los que obtuvieron
su poder económico al amparo del patrón
agroexportador, tan vital para ese estilo de desa
■*Debe admitirse que el péndulo entre el “realismo" y el
"idealismo" en la política exterior de Estados Unidos consti rrollo histórico de la región. Como consecuencia,
tuye una descripción simplificada. No obstante, se apoya en las considerables transformaciones que se pro
análisis profundos como la descripción que hace Dexter Per- dujeron durante las tres décadas de la posguerra
kins (1962, pp. 136 a 155) de ciclos de “quietismo” y “activis se caracterizarían esencialmente por la forma en
mo". Otras veces se fundamenta en lo que Stanley Hoffmann que se fueron yuxtaponiendo las nuevas capas
(1968, pp. 177 y 178) describe como “dualismo” en el estilo
norteamericano de política exterior, una de cuyas manifesta económicas y sociales a las anteriores dentro de
ciones consiste en “hablar dos lenguajes diferentes, ninguno un proceso de cambio y de modernización que no
de los cuales es enteramente convincente y que son difíciles de amenazó, en su esencia, a la estructura económi
conciliar. El prim ero es el lenguaje del poder... El segundo es ca preexistente.
el de la comunidad y de la armonía”. O como dice el propio
Lo señalado viene a ser, simplemente, otra
H offmann, de una manera más gráfica, “sólo un águila sim
bólica puede con facilidad sostener tanto las flechas como la manera de explicar un cambio evolutivo y pacífi
ram a de olivo al mismo tiempo”. Finalmente, la alternancia co; mientras no se eliminan las estructuras ante-
entre “realismo” e “idealismo” en política exterior también rores, todos los cambios que se producen en los
puede sustentarse en la reciente descripción de Huntington patrones de desarrollo tienen que ser, por defini
(1981, pp. 3,42,64 y 68) del sistema político norteamericano,
ción, de carácter “aditivo”, aunque no por ello
uno de cuyos fenómenos esenciales es “la distancia entre los
ideales políticos y la realidad política”. Huntington reconoce deben considerarse transformaciones desprecia
que esta “distancia” existe en todas las sociedades, pero afir bles.
ma que Estados Unidos se distingue por la forma en que se Pero lo que se desea destacar aquí es que
enfrenta a ella; mediante cuatro respuestas distintas pero cuando esos cambios han amenazado seriamente
constitutivas de un “patrón cíclico” que principia con el "mo
a las estructuras creadas, casi invariablemente
ralismo” que trata de eliminarla; cae en el “cinismo” mediante
el cual se tolera; llega a la “complacencia” que procura igno encontraban su límite, sobre todo cuando los in
rarla, y concluye en la “hipocresía” con la cual se niega, para tereses de los grupos dominantes se identifica
volver a principiar con el “moralismo". ban —como frecuentemente (pero no siempre)
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la c e p a l en México 17
Cuadro 2
CENTROAMERICA: COEFICIENTE DE TRIBUTACION
1955 1960 1965 1970 1975 1980 1981 1982 1983 1984“
Centroaméñca 9.5 93 9.4 9.7 113 11.4 10.9 9.2 11.5 12.7
Costa Rica 10.1 lO.O 11.8 12.1 12.7 11.4 11.8 12.9 15.7 17.0
El Salvador 10.8 10.9 9.9 10.3 12.0 11.1 11.3 10.7 11.1 11.7
Guatemala 8.5 7.8 7.6 7.8 9.5 8.6 7.5 7.2 6.3 5.3
H onduras 7.3 10.1 9.7 11.2 12.1 14,0 13.2 12.8 12.0 13.8
Nicaragua 10.8 9.4 10.2 9.4 10.6 18.4 18.5 20.7 25.0 31.5
ocurría— con los del principal actor internacio mantuviera constante en algunos países o sólo
nal de la arena política centroamericana en los creciera muy pausadamente en otros (cuadro 2).
términos a que se ha hecho referencia en párra Ese coeficiente de tributación resultó, además,
fos anteriores. Así, las transformaciones o refor sumamente bajo en comparación con los de otros
mas pacíficas y ordenadas tuvieron que ceñirse a países de estructura económica y social similar,
límites muy estrechos en la mayoría de los países circunstancia que no debe considerarse un mero
de la región. Dicho de otra manera, el progreso accidente: los gremios organizados de todos los
económico causó un cambio social importante, el países —aunque con diferencias de grado— se
ascenso de muchos grupos en la escala del ingre resistieron pertinazmente a elevar los niveles de
so, y la formación de clases medias, pero el man tributación, y especialmente de la que gravaba la
tenimiento del patrón histórico de desarrollo de producción y la renta. Las restricciones financie
terminó un avance lento y titubeante en las insti ras que se debían a la reducida captación de
tuciones políticas. ingresos fiscales limitaban severamente la capaci
Esta característica esencial del “desarrollo dad del sector público en el desempeño de un
aditivo” obligó frecuentemente a los gobiernos a papel más activo en el desarrollo, mientras los
buscar sustitutos de transformaciones que co modestos incrementos que se alcanzaban en el
rrieran el riesgo, quizás, de rebasar esos límites. coeficiente del gasto público (cuadro 3) se finan
Por ejemplo, se acudió al financiamiento externo ciaban en proporción creciente con endeuda
en parte para aplazar o para sustituir aumentos miento, especialmente de origen externo.
en la base impositiva; se repartieron tierras del La participación limitada del sector público
Estado en programas llamados de “colonización” en el producto interno bruto, medido por la cap
en vez de reestructurar los sistemas de tenencia tación de ingresos tributarios y por el gasto de los
de la tierra, y se acudió al ahorro externo como gobiernos centrales, también se acomodó con la
sucedáneo (en vez de como complemento) de los posición ‘antidirigista’ de los grupos dominantes
deficientes mecanismos de captación del ahorro de las sociedades centroamericanas. En los años
nacional. cincuenta y sesenta aquel sector se fue apoderan
A mayor abundamiento, la presión tributaria do de servicios públicos como la generación y
vino a constituirse en un interesante indicador de distribución de electricidad, las comunicaciones
los límites a que tuvo que hacer frente en Cen- telefónicas, el transporte ferroviario y el manejo
troamérica el “desarrollo aditivo”. Aunque se de los puertos, mientras la actividad del Estado se
produjeron importantes cambios hacia el inte fortalecía con el establecimiento de bancos públi
rior del sistema tributario de todos los países cos de fomento e instituciones de regulación de
—como reflejo de los cambios que estaban ocu precios de productos básicos. Pero en todos los
rriendo en la estructura productiva—, resulta países se evitó escrupulosamente la participación
curioso que la captación de ingresos fiscales, co del sector público en las actividades que interesa
mo porcentaje del producto interno bruto, se ban a la iniciativa privada. La principal excepción
18 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abnl de 1986
Cuadro 3
CENTROAMERICA: COEFICIENTE DEL GASTO TOTAL
DE LOS GOBIERNOS CENTRALES
1955 1960 1965 1970 1975 1980 1981 1982 1983 1984“
Centroamérica 10.6 11.2 11.3 11.6 15.8 19.3 20.2 20.4 23.3 22.7
Costa Rica 11.2 13.3 13.8 13.7 17.9 20.0 16.9 16.8 21.9 21.8
El Salvador 10.9 12.2 10.9 10.3 13.4 17.2 19.8 20.5 28.0 22.1
Guatemala 9,5 9.3 10.6 9.9 12.5 15.2 16.9 14.4 12.1 11.2
H onduras 10.0 12.2 10.8 14.7 21.0 24.9 24.1 28.1 26.2 29.7
Nicaragua 12.4 11.1 11.2 11.8 19.4 29.5 32.4 37.4 56.4 55.1
a esta regla podría ser el sistema de intermedia de así la forma en que las estructuras económicas
ción financiera costarricense. y sociales tradicionales perduraron y en que las
Otro ejemplo de la persistencia de estructu transformaciones tantas veces mencionadas se
ras anteriores en el proceso de transformaciones les vinieron yuxtaponiendo sin llegar a alterarlas
que se viene comentando sería la reducida inte en su esencia. En otros términos, el cambio ocu
gración hacia atrás o hacia adelante de las activi rrió dentro de límites relativamente estrechos
dades agroexportadoras tradicionales, en el sen (aunque variaran un tanto de un país a otro). Así,
tido de que los sectores dependientes de las mis no obstante la considerable expansión y transfor
mas no han procurado diversificarse en forma mación experimentadas por las economías y las
Cuadro 4
CENTROAMERICA: ESTRUCTURA DE LA DISTRIBUCION DEL INGRESO Y NIVELES DE INGRESO POR
HABITANTE, POR PAISES, HACIA 1980
{Dólares de 1970)
sistemática para invertir en actividades más com sociedades centroamericanas en los treinta años
plejas. La aparición de actividades agroexporta de la posguerra, aquel cambio resultó paradóji
doras nuevas (el algodón, el azúcar y la carne) se camente insuficiente para responder a las cre
limitó, en efecto, a reiterar el patrón de los pro cientes expectativas de numerosos contingentes
ductos básicos tradicionales por sus escasos esla de población. Por otra parte, el sentido de con
bonamientos con otras actividades productivas. servación de sistemas sociales vulnerables llevó a
Es decir, los productores tradicionales se diversi preservar en la mayoría de los países los patrones
ficaron poco y el Estado participó escasamente económicos existentes —que podían aprovechar
en el excedente generado por ellos. Se compren- el auge de la economía internacional— sustenta-
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la ceual en México 19
Cuadro 5
CENTROAMERICA: EVOLUCION DE LA DISTRIBUCION DEL INGRESO FAMILIAR
EN EL DECENIO DE LOS SETENTA
{Dólares de 1970)
dos en instituciones políticas excluyentes, al me habitante del 20% más pobre de la población regis
nos en el sentido del reparto del poder y de los tró incluso una disminución. Por añadidura, como
frutos del desarrollo económico. Por tanto, la se señala más adelante, existe evidencia de que la
movilización y capilaridad sociales que acompa estructura distributiva se deterioró aún más entre
ñaron al auge de la posguerra no pudieron lle 1980 y 1984, como resultado de crecientes niveles
nar, en sentido comparable, el rezago de algunas de desempleo e importantes rezagos en los salarios
estructuras políticas. reales.
En cifras absolutas, del total de más de 20
4. El carácter excluyente del desarrollo millones de centroamericanos que habitaban la
región en 1980, unos 13.2 millones (64%) vivían
Por consiguiente, pese al dinamismo económico, en estado de pobreza —en el sentido de que su
los países de la región no fueron capaces durante ingreso no cubría sus necesidades básicas— y más
los 30 años de la pwsguerra de mejorar significati de 8.5 millones (41%) ni siquiera disponían de
vamente la distribución del ingreso ni de reducir el ingresos suficientes para cubrir el valor del ca
número de centroamericanos que viven en un esta nasto mínimo de alimentos que se considera ne
do de pobreza extrema. Según las encuestas de cesario desde el punto de vista biológico-
hogares realizadas durante los últimos años, típica nutricional (cuadro 6). La situación era mucho
mente hacia 1980 el 20% de la población más pobre más grave en el área rural que en la urbana, y
disponía de menos del 4% del ingreso nacional presentaba importantes diferencias de un país a
mientras, en el otro extremo, el 20% de los grupos otro (en Costa Rica menos del 25% de la pobla
de mayores ingresos obtenían más del 55%. Exis ción vivía bajo el umbral de la pobreza, mientras
tían diferencias importantes de un país a otro, con que en Guatemala esa proporción pasaba del
los rasgos más disímiles correspondiendo nueva 70%). Por otra parte, siendo muy probable que el
mente a Costa Rica (cuadro 4). En los países donde porcentaje de centroamericanos que vive por de
se efectuaron encuestas en distintas fechas, la evi bajo de ese umbral en estos días sea menor al de
dencia disponible —pese a metodologías no siem 30 años atrás, también es cierto que, en números
pre comparables— señala que se amplió la brecha absolutos, a causa de la expansión demográfica
entre los grupos en los extremos de la escala, aun existen hoy más “pobres” —y también más “no
que la participación relativa de los estratos interme pobres”— que en el período inmediato posterior
dios pudo haber tendido a crecer (cuadro 5). En el a la segunda guerra mundial.
caso de Guatemala y Costa Rica, el ingreso real por En síntesis, el estilo de desarrollo que ca-
Cuadro 6
CENTROAMERICA: ESTIMACION DE LA INCIDENCIA DE LA POBREZA HACIA 1980
M ile s d e p e rso n a s
Total 20 696 8 315 12 381 2 213 1 011 1 202 4 143 2 119 2 678 7 262 2 485 4 777 3 691 1 229 2 462 2 733 1 471 1 2 6 2
Estado de pobreza 13 178 3 738 9 440 549 138 411 3 267 1 221 2 046 5 166 1 168 3 998 2515 540 1 975 1 681 671 1 010
Extrem a pobreza 8 647 2 130 6517 300 75 225 2 427 943 1 484 2 879 418 2 461 2 092 376 1 716 949 318 631
No satisfacción de
necesidades básicas 4 531 1 608 2 923 249 63 186 840 278 562 2 287 750 I 537 423 164 259 732 353 379
No pobres 7 518 4 577 2 941 1 664 873 791 1 530 898 632 2 096 1 317 779 1 176 689 487 1 052 800 252
E s tr u c tu r a s p o r c e n tu a le s
T o ta l 1 0 0 .0 lOO.O 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 1 0 0 .0 lOO.O 1 0 0 .0 1 0 0 .0
Estado de pobreza 63.7 45.0 76.2 24.8 13.6 34.2 68.1 57.6 76.4 71.1 47.0 83.7 68.2 43.9 80.2 61.5 45.6 80.0
Extrema pobreza 41.8 25.6 52.6 13.6 7.4 18.7 50.6 44.5 55.4 39.6 18.8 51.5 56.7 30.6 69.7 34.7 21.6 50.0
No satisfacción de
necesidades básicas 21.9 19.4 23.6 11.2 6.2 15.5 17.5 13.1 21.0 31.5 30.2 32.2 11.5 13.3 10.5 26.8 24.0 30.0 >
No pobres 36.3 55.0 23.8 75.2 86.4 65.8 31.9 42.4 23.6 28.9 53.0 16.3 31.8 56.1 19.8 38.5 51.4 20.0 O
m
r
Fuente; c e p a l a base de información de los países y c e l a d e (1981). >
“ La distribución de la población urbana y rural corresponde a las cifras de la Encuesta de ingresos y gastos familiares 1979*1980.
La distribución de la población urbana y rural corresponde a las cifras de la Encuesta de ingresos y gastos familiares 1978-1979.
r
Z
«-
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la CEFAL en México 21
racteriza a la región ha sido concentrador, o en ticos. Este rasgo excluyente también ha influido
todo caso de carácter excluyeme en el sentido de de manera determinante en las características y
haber favorecido a los distintos estratos de la en el alcance de los distintos proyectos de moder
población en forma notoriamente desigual, nización de que se ha dispuesto en la región.
acentuando el grado de concentración del ingre
Así, con alguna excepción, por la falta de
so en algunos países. Asimismo, a pesar de haber
participación efectiva de las clases sociales emer
transcurrido 30 años con una elevada y sostenida
gentes tampoco se estuvo en condiciones de equi
tasa de expansión económica, más de la mitad de
librar el peso de los grupos tradicionales de po
los centroamericanos —y tres cuartas partes de
der en el manejo de los asuntos públicos, y a veces
los que viven en el área rural— no disponen de
se ampliaron así las tensiones entre el rápido
los ingresos suficientes para cubrir sus necesida
desarrollo social y el lento desarrollo institucio
des esenciales de alimentación, de vivienda, de
nal en la esfera política. Dicho de otra manera, la
vestuario y de servicios básicos.
diferencia entre la transformación y el fortaleci
Cabe señalar que el patrón excluyeme del
miento de las prácticas e instituciones políticas de
desarrollo no se limita al ámbito económico y
una sociedad más compleja contribuyeron al
social. Si se pudiera hablar de una característica
trasfondo de la inestabilidad en Centroamérica.
esencial a la interacción política de la mayoría de
los países centroamericanos, esa característica se En resumen, con la excepción de Costa Rica,
ría la ausencia de una amplía participación popu la interacción política en Centroamérica ha sido,
lar, que se traduciría en la virtual exclusión de las en general, elitista y no ha podido incluir a los
mayorías, especialmente campesinas, del queha grupos más numerosos de la población regional
cer político. En efecto, ni la industrialización ni la en el proyecto de modernización de las socieda
urbanización experimentadas desde la posgue des. Hacerlo habría implicado quizás la elimina
rra han podido modificar en forma decisiva el ción, si se quiere gradual, de los factores de auto
carácter todavía esencialmente agrícola de estas ritarismo a que se ha hecho referencia y haber
sociedades. Las mayorías que se desenvuelven en emprendido reformas siempre aplazadas que
el área rural, con algunas excepciones, continúan responden a aspiraciones de los núcleos hasta la
siendo observadoras pasivas, en vez de actores fecha virtualmente excluidos de los beneficios
organizados, en la evolución de los sistemas polí del desarrollo.
II
Acontecimientos recientes y la crisis económica actual
critas entorpecen las transformaciones sociales, La profundidad de esta última, unida a circuns
la falta de las cuales posiblemente comprometa la tancias políticas y a la carencia de una estrategia
estabilidad política de varios países de la región. de alcance regional, ha hecho que la interdepen
La prof^undidad de la crisis ha dado paso a dencia económica entre los cinco países haya ten
un clima de desmoralización que se desconoce dido a convertirse en un mecanismo de transmi
cómo abordar y superar. Existen interrogantes sión de las fuerzas económicas recesivas.
no despejados, incluso perplejidad, al tenerse En efecto, el hecho de haber coincidido el
conciencia de que muchos problemas rebasan la marcado deterioro de la evolución económica
capacidad de acción de los gobiernos constitui con un período de creciente convulsión política,
dos y comienzan a erosionar los cimientos mis podría asociarse funcionalmente a algunas de las
mos del proceso de integración centroameri características de la sociedades centroamericanas
cana. a que se hizo referencia en páginas precedentes.
Una de las muchas expresiones de esos fenóme
1. La ruptura con las tendencias históricas nos condujo al cuestionamiento del orden social
recurriendo a desafíos violentos al statu quo que
En el bienio 1977-1978 las tendencias somera habrían dado lugar, a su vez, a respuestas tam
mente descritas llegaron a un punto de inflexión, bién violentas que contribuyeron, por su parte, a
por lo menos en lo que se refiere al sostenido una rápida polarización de posiciones en ciertos
crecimiento de las economías. Desde ese bienio se países, y sobre todo en El Salvador y Nicaragua.
fue registrando una progresiva desaceleración Existen interrelaciones múltiples y complejas
hasta desembocar en tasas negativas en la mayo que se reforzarían mutuamente entre los facto
ría de los países en 1981 y 1983 y en todos en res políticos y económicos locales y la forma en
1982 (gráfico 1 y cuadro 1). Dicha situación no que ambos se entremezclan con influencias de
tiene precedente en el período de posguerra ni origen externo.
por su duración, ni por su intensidad, ni por sus
características peculiares. Bastará señalar que, 2. La incidencia de los fenómenos
después de treinta años de expansión en el ingre de origen externo
so por habitante de los cinco países (con interrup
ciones sólo esporádicas), se registra un desplome No es casual que la crisis económica haya afecta
generalizado en el último quinquenio. Si bien en do a todos los países, independientemente del
1984 se detuvo la contracción registrada en las grado de paz o de convulsión social que exista, de
economías en años precedentes (con excepción los objetivos de política económica que se persi
de Nicaragua), el panorama, al menos en la gan, o de las relaciones entre el sector público y el
mayoría de los países, dista mucho de poder cali sector privado. Todos se han visto gravemente
ficarse como una reactivación. Así, el ingreso real afectados por factores de origen externo. Ha
por habitante a finales de este último año en tenido que ser así porque el denominador común
Costa Rica y Guatemala apenas equivalió al regis que ha repercutido en todos ha sido la profunda
trado en 1972; en Honduras a 1970, y en El recesión de la economía internacional que, como
Salvador y Nicaragua—situación más dramática ya quedó señalado, condiciona en alto grado el
aún— a 1960 y 1965, respectivamente. Cabe se comportamiento global de las economías cen
ñalar que el deterioro generalizado en el nivel de troamericanas e incluso impone un límite a su
bienestar material no sólo se refleja en las cifras capacidad de crecer. Ahora, a la recesión inter
citadas, sino que también en indicadores menos nacional han venido a sumarse los efectos econó
tangibles, como lo serían la convivencia social, la micos de la crisis política —desaliento de la inver
seguridad personal y la calidad de vida de los sión privada, fugas de capital, dificultad para
centroamericanos. atraer financiamiento externo— y se han combi
Por otra parte, el proceso de integración eco nado y reforzado recíprocamente hasta causar
nómica, que en tiempos anteriores había permiti un resquebrajamiento económico que no tiene
do compensar las fluctuaciones depresivas de la precedentes en Centroamérica desde los años
economía internacional, cambió de signo, convir treinta.
tiéndose acaso en factor amplificador de la crisis. Por lo que respecta a los efectos del desorden
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la c e p a l en México 23
Cuadro 7
CENTROAMERICA: PRINCIPALES INDICADORES DEL COMERCIO EXTERIOR
Tasas de crecimiento
Exportación de bienes
Valor 29.7 35.3 -2 .4 15.8 4,9 -10.3 -12.3 -1 .0 5.2
Volumen 5.1 -0 .9 2.6 13.0 -6 .4 -2.7 -8 .3 0.8 -1 .4
Valor unitario 23.4 36.5 -4 .9 2.5 12.1 -7 .8 -4 .3 -0 .9 6.7
Importaciones de bienes
Valor 20.1 27.0 8.9 6.3 15.0 -2.7 -19.3 -0 .9 9.0
Volumen 22.0 20.5 -1 .6 -5 .5 -3 .3 -7.1 -23.7 -1 .8 6.0
Valor unitario -1 .6 5.4 10,7 12.5 18.9 4.7 5.8 0.9 2.8
Relación de precios del intercam
bio de bienes 25.4 29.5 -14.1 -8 ,9 -5.7 -11.9 “ 9.5 -1 .8 3.8
Indices
Relación de precios
del intercambio 100.4 130.0 111.7 101.8 96.0 84.6 76.6 75.2 78.1
Poder de compra de las
exportaciones de bienes 140.0 179.7 158.4 163.0 143.8 123.2 102.2 100.3 102.6‘
Poder de compra de las
exportaciones de bienes
y servicios 147.9 181.3 163.5 169.4 151.1 126.9 108.2 106.6 108.5
Cuadro 8
CENTROAMERICA: RELACION DE PRECIOS DEL INTERCAMBIO DE BIENES
Tasas de crecimiento
50 modo, que de haberse mantenido el poder de bio de bienes fueron negativos en todos los paí
compra de las exportaciones de 1977 el valor ses, mientras que el modestísimo repunte de
total de las exportaciones en 1984 hubiera sido 1984 (3.8%) resultó insignificante para invertir el
Cuadro 9
CENTROAMERICA; DEFICIT COMERCIAL DEL BALANCE DE PAGOS
Y SU RELACION CON EL PIB
1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984^
Millones de dólares
Total 570 427 432 887 653 I 323 1 572 906 898 1 044
Costa Rica 166 146 164 269 425 460 127 -7 3 16 73
El Salvador 79 12 -2 9 234 -2 51 237 218 151 207
Guatemala 77 227 99 354 320 228 570 323 141 151
Honduras 101 60 74 89 99 185 177 56 120 139
Nicaragua 147 -1 8 124 -5 9 -160 399 461 382 470 474
Relación porcentual con el FUS
Total 6.0 3.5 2.8 5.4 3.5 6.4 6.8 5.1 4.8 5.3
Costa Rica 8.7 6.1 5.3 7.6 10.5 10.1 4.8 3,0 0.5 2.1
El Salvador 4.4 0.5 1.0 7.6 0,1 1,5 7.3 6.9 4.6 6.1
Guatemala 2.4 5.2 1.8 5.8 4.6 2.9 7.2 4.3 1.8 1.9
H onduras 9.7 4.7 4.8 4.9 4.6 7.4 7.0 2.2 4.5 5.5
Nicaragua 9.5 1.0 5.5 2.9 7.7 17.1 18.2 18.7 23.0 20.0
un 40% mayor que el registrado, lo que significa proceso de descenso del sexenio precedente. A
aproximadamente un 2.0% adicional al produc ello debe sumarse una caída en el volumen de
to interno bruto de ese último año. exportación de algunos países —incluso de pro
Entre 1978 y 1983, los precios del intercam- ductos, como el níquel en Guatemala, que deja-
CENTROAMERICA: BASES DE UNA PO U TICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la ceibal en México 25
Cuadro 10
CENTROAMERICA: DEFICIT EN CUENTA CORRIENTE DEL BALANCE DE PAGOS
Y SU RELACION CON EL PIB
1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984^
Millones de dólares
Total 700 455 573 1 088 880 1 690 2 152 1 715 1 608 1 806
Costa Rica 218 203 226 364 554 654 408 305 358 371
El Salvador 95 11 -2 1 249 24 117 271 271 239 276
Guatemala 65 79 37 271 180 178 567 376 224 314
H onduras 125 115 139 170 212 331 321 249 260 311
Nicaragua 197 47 192 34 90 407 585 514 527 517
Relación porcentual con el pifí
Total 7.4 3.7 3.8 6.6 4.7 8.1 11.6 9.6 8.6 9.3
Costa Rica 11.4 8.4 7.4 10.3 13.7 14.3 15.6 12.6 11.9 10.9
El Salvador 5.3 0.5 0.7 8.1 0.7 3.4 8.1 8.6 7.3 8.1
Guatemala 2.1 1.8 0.7 4.5 2.6 2.3 7.2 5.0 2.9 4.0
H onduras 12.0 8.9 9.0 9.3 9.8 13.1 15.8 9.6 9.9 12.3
Nicaragua 12.7 2.5 8,6 1.7 4.3 17.4 27.1 25.1 25.8 21.8
Centroamérica
Producto interno bruto’’ 10 091 100.0 10519 100.0 10 535 i 00.0 10 624 100.0 10 492 100.0 10 049 100.0 10015 100.0 10 170 100.0
Inversión bruta interna 2 218 22.0 2 231 21.2 1 893 18.0 1 969 18.5 I 808 17.2 1 405 14.0 1 439 14.4 1 529 15.0
A horro interno 1 939 19.2 1 719 16.3 1 548 14.7 1 409 13.3 1 106 10.5 871 8.7 949 9.5 993 9.7
A horro externo 279 2.8 512 4.9 345 3.3 560 5.2 702 6.7 534 5.3 490 4.9 536 5.3
Relación ahorro externo/ahorro total 12.6 22.9 18.2 28.4 38.8 38.0 34.1 35.1
Costa Rica
Producto interno bruto'’ I 975 100.0 2 099 100.0 2 202 100.0 2 220 100.0 2 170 100.0 2012 100.0 2 059 100.0 2 159 100.0
Inversión bruta interna 554 28.0 552 26.3 603 27.4 643 29.0 400 18.4 298 14.8 373 18.1 423 19.6
A horro interno 443 22.4 399 16.0 386 17.5 421 19.0 270 12.4 204 10.1 266 12.9 315 14.6
A horro externo 111 5.6 153 7.3 217 9.9 222 10.0 130 6.0 94 4.7 107 5.2 108 5.0
Relación ahorro externo/ahorro total 20.0 27.7 36.0 34.5 32.5 31.5 28.7 25.5
El Salvador
Producto interno bruto'’ 2 176 100.0 2 316 100.0 2 276 100.0 2 079 100.0 1 906 100.0 1 800 100.0 1 786 100.0 1 813 100.0
Inversión bruta interna 531 24.4 547 23.6 422 18.5 287 13.8 276 14.5 234 13.0 240 13.4 257 14.2
A horro interno 542 24.9 409 17.7 428 18.8 287 13.8 185 9.7 148 8.2 165 9.2 165 9.1
A horro externo -1 1 - 0 .5 138 5.9 - 6 -0 .3 - - 91 4.8 86 4.8 75 4.2 92 5.1
Relación ahorro externo/ahorro total -2 .1 25.2 -1 .4 - 33.0 36.5 31.2 35.8
Guatemala
Producto interno bruto’’ 3 571 100.0 3 750 100.0 3 926 100.0 4 074 100.0 4 101 100.0 3 957 100.0 3 850 100.0 3 858 100.0
Inversión bruta interna 611 17.1 674 18.0 585 14.9 499 12.2 575 14.0 465 11.8 384 10.0 386 10.0
A horro interno 592 16.6 544 14.5 498 12.7 440 10.8 385 9.4 347 8.8 316 8.2 294 7.6
A horro externo 19 0.5 130 3.5 87 2.2 59 1.4 190 4.6 118 3.0 68 1.8 92 2.4
Relación ahorro externo/ahorro total 3.1 5.2 14.9 11.8 33.0 25.4 17.7 23.8
Honduras
Producto interno bruto’’ 1 116 100.0 1 199 100.0 1 281 100.0 1 316 100.0 1 331 100.0 1 307 100.0 1 301 100.0 1 337 100.0
Inversión bruta interna 203 18.2 323 26.9 342 26.7 383 29.1 315 23.7 208 15.9 224 17.2 261 19.5
A horro interno 139 12.5 248 20.7 258 20.1 267 20.3 209 15.7 127 9.7 139 10.7 163 12.2
A horro externo 64 5.7 75 6.2 84 6.6 116 8.8 106 8.0 81 6.2 85 6.5 98 7.3
Relación ahorro externo/ahorro total 31.5 23.2 24.6 30.3 33.7 38.9 37.9 37.5
Nicaragua
Producto interno bruto’’ 1 253 100.0 1 155 100.0 850 iOO.O 935 100.0 984 100.0 973 100.0 1 018 100.0 1 003 100.0
Inversión bruta interna 319 25.5 135 11.7 -5 9 -6 .9 157 16.8 242 24.6 200 20.5 218 21.4 202 20.1
A horro interno 223 17.8 119 10.3 -2 2 - 2 .6 - 6 -0 .6 57 5.8 45 4.6 63 6.2 56 5.6
A horro externo 96 7.7 16 1.4 -3 7 -4 .3 163 17.4 185 18.8 155 15.9 155 15.2 146 14.5
Relación ahorro externo/ahorro total 30.1 11.9 -62.7 103.8 76.4 77.5 71.1 72.3 Si
<0"
S;
Fuente; c e p a l , sobre la base de cifras oficiales.
“ Cifras preliminares.
?
A precios de mercado. Oo
GENTROAMERIGA: BASES DE U N A POLITIGA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la. CEFAL en México 27
dólares poniendo de relieve limitaciones a la ca mientras que en el tercero (Costa Rica) en marzo
pacidad de endeudamiento adicional de varios de 1985 aún no se había logrado un acuerdo final
países. para renovar el programa vencido en diciembre
Esta última circunstancia, unida a las restric de 1984.
ciones en la disponibilidad de recursos nuevos
Finalmente, otro fenómeno de singular im
—la banca comercial considera la región como de
portancia que se presentó con signos acentuados
alto riesgo financiero y político, mientras que la
durante este período fue la persistente y masiva
mayoría de las fuentes oficiales han tendido a
fuga de capitales en toda la región —en algunos
menguar ante las políticas de austeridad de los
países más que en otros— debido a factores de
países donantes— creó, a partir de 1981, serias
orden económico y sobre todo de índole extra
dificultades para movilizar financiamiento exter
económica. Tan sólo el saldo de los depósitos
no, con lo cual a partir de 1982 el ahorro externo,
identificables de ciudadanos centroamericanos
lejos de contrarrestar la caída en los ahorros na
en bancos estadounidenses (excluyendo sucursa
cionales, vino a sumarse a esa tendencia.
les de esos bancos en Bahamas, Panamá y otros
Cabe señalar que la mayoría de los balances paraísos bancarios), creció en más de 1 400 millo
de pagos resgistran desde 1981 aumentos en los nes de dólares entre mediados de 1979 y 1984.
ingresos netos de capital, sobre todo en 1983, año La distribución por países fue la indicada en el
en que ascendieron a casi 2 000 millones de dóla
cuadro 12.
res, Sin embargo, aproximadamente la mitad de
esos ingresos no constituyen inyecciones de divi Cabe señalar que la variación en el monto de
sas; son el producto de las renegociaciones de estos depósitos es un indicador muy burdo de la
vencimientos sobre la deuda externa existente, magnitud de la fuga de capitales de los cinco
especialmente en Costa Rica y en Nicaragua países mencionados. Por un lado, parte del au
(CEPAL, 1985). mento representa la reinversión de intereses que
Por otra parte, aquellos países que han logra esos mismos depósitos generan. Por otro, esta
do acceso a un mayor caudal de financiamiento cifra lógicamente no recoge las inversiones de
oficial, especialmente de carácter bilateral {Costa centroamericanos efectuadas durante el último
Rica, El Salvador y, en menor grado. Honduras) quinquenio en inmuebles y valores en los Estados
han tenido que someterse cada vez a mayores Unidos, o las de cualquier tipo realizadas en otros
grados de condicionalidad, básicamente en ma países receptores de capital.
teria de conducción de la política económica, pe Se estima, de manera muy burda, que entre
ro en ocasiones incluso en otros aspectos del 1979 y 1984 ese flujo ascendió, para los cinco
quehacer nacional. Durante 1984 el Fondo Mo países de la región, a alrededor de 2 000 y 2 500
netario Internacional, que apoya programas de millones de dólares. Ello lógicamente vino a
ajuste en tres países, interrumpió los desembol agravar la situación externa de cada país, in
sos en dos de ellos (Guatemala y Honduras) por fluyendo decisivamente en el desplome de la acti
falta de cumplimiento de las metas cuantitativas. vidad económica. Paradójicamente, el agota-
Cuadro 12
CENTROAMERICA: DEPOSITOS DE CIUDADANOS CENTROAMERICANOS
EN EL SISTEMA DE INTERMEDIACION ESTADOUNIDENSE
(Millones de dólares)
Fuente: Federal Reserve System (1979 y 1984) y Treasury Department (1980 y 1984).
28 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
miento de las reservas monetarias internaciona constituyen el objeto y el sujeto de la crisis ilus
les de los países al inicio del período recesivo y el tran claramente lo anterior. Uno sería la acumu
elevado nivel de endeudamiento externo regis lación de capital. La inversión ha venido compri
trado fueron fenómenos que viabilizaron las sali miéndose notablemente desde 1978 como resul
das de capital aludidas. tado y como causa de la contracción de la activi
Por añadidura, los- factores de origen exter dad económica, de la caída del ahorro interno, de
no no sólo causaron impacto sobre la evolución la fuga de capitales y de la reacción del sector
de las economías; ejercieron, además, influencia privado a las tensiones políticas y sociales que
en los acontecimientos políticos. Hacia finales del conmueven a la región. En el cuadro 11 se obser
decenio de 1970 se presentaron cambios de signi va que el ahorro interno de los cinco países cayó
ficación en la interacción política de la región, del 19.2% al 9.7% del producto interno bruto
sobre todo en Nicaragua. Del mismo modo que el entre 1977 y 1984, situación grave para países
largo período de expansión económica de la pos que pretenden desarrollarse. También la inver
guerra había llegado a su punto de inflexión, las sión privada sufrió un revés especial; disminuyó
estructuras social y política debieron haber sufri en todos los países —el coeficiente regional de la
do también una mutación importante. Esos he inversión privada se redujo del 13,4% en 1977 a
chos dieron origen a una alianza heterogénea menos del 8% en 1984— mientras en los que
que desafió al régimen imperante en Nicaragua. sufren conmociones civiles el coeficiente de for
No fue casual, sin embargo, que los cambios que mación de capital privado menguó en más del
se produjeron en ese país —como los que ocu 50% en los últimos siete años. El sector público
rrieron en Guatemala, El Salvador y Honduras hizo un esfuerzo por contrarrestar dicha caída
en los años cuarenta— coincidieran con la políti —con lo cual acentuó otro desequilibrio secular
ca exterior de los Estados Unidos orientada a en las economías centroamericanas: el del déficit
apoyar cambios ordenados que se inspiraran en en las finanzas públicas—, pero éste fue insufi
principios a los que ese país concede valor. Así, ciente; el coeficiente de la inversión total declinó
durante un breve interludio, se dilató el límite en todos los países y tendió a crear cuellos de
geopolítico al que se aludió previamente y pudo botella donde el gasto público no puede sustituir
hacerse viable el desafío lanzado en uno de los a la inversión privada.
países al modelo de desarrollo tradicional. El esfuerzo hecho deliberadamente por los
gobiernos para contrarrestar la caída de la activi
3. El desafío al modelo del dad económica, en los momentos en que la capta
desarrollo aditivo ción de los ingresos fiscales tendía a disminuir,
hizo que la participación del gasto público en el
El programa adoptado por el Gobierno de Nica piB regional aumentara del 17.7% en 1977 al
ragua se aparta, en efecto, de las pautas tradicio 21.3% enl981, cuando el coeficiente de tributa
nales conocidas. En otro contexto, los aconteci ción había bajado del 12.9% al 11.6% entre los
mientos de El Salvador se alejan también del mismos años. La asimetría en la evolución de los
modelo de desarrollo aditivo al haber dado lugar gastos y los ingresos dio por resultado que el
a cambios que, en una u otra forma, alteran las déficit global de los cinco gobiernos subiera de
estructuras preexistentes. Cabría señalar, inclu 460 millones de pesos centroamericanos en 1977
so, que, bajo el doble embate de la crisis económi (3% del p ib ) a cerca de 1 600 millones en 1984
ca y del desafío al statu quo, difícilmente las es {8.0% del p ib ) (cuadro 13). Ante la insuficiencia
tructuras preexistentes podrán sobrevivir en al del financiamiento externo para cubrir los défi
gunos países sin ajustes fundamentales. De nin cit, se acudió al financiamiento interno, expe
guna manera prejuzga esa circunstancia el carác diente que tuvo el efecto de ensanchar indirecta
ter de las organizaciones sociales que podrían mente el desequilibrio del balance de pagos
sustituir eventualmente á las anteriores, ni el sig —por el componente importado del gasto— y, en
no ideológico que las caracterizaría; sólo implica algunos casos, absorbió la mayor parte de la*ex
que el modelo de la posguerra, en vigor durante pansión crediticia interna restando recursos a los
más de treinta años, podría haberse agotado. sectores privados nacionales. Entraron, pues, en
Algunos de los fenómenos económicos que juego fuerzas que tienden o han logrado romper
C£NTRO AM ERlCA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la CEPAL en México 29
Cuadro 13
CENTROAMERICA: DEFICIT DE LOS GOBIERNOS CENTRALES
®A finales de diciembre de 1984, las deudas bilaterales de financiamiento, tanto de los países con superávit en el
contraídas por los bancos centrales para mantener vigente el comercio, como de los mecanismos multilaterales menciona
intercambio comercial en años anteriores pasaban de 380 dos. Véanse los informes periódicos de la Cámara de Com
millones de dólares, endeudamiento que agotó la capacidad pensación Centroamericana.
30 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Ahrii de 1986
Cuadro 14
GENTROAMER1CA; VALOR DEL COMERCIO INTRARREGIONAL Y SU INCIDENCIA
RELATIVA EN LAS EXPORTACIONES TOTALES
Fuente: s ie c a ,
“ Cifras preliminares.
las exportaciones totales de los cinco países des centroamericanos históricamente han logrado
cendió de 23.1% a 18.5% entre ambos años (cua —y siguen logrando— separar el ámbito de la
dro 14). cooperación económica del de las relaciones polí
Entre las innumerables repercusiones de es ticas, la creciente heterogeneidad ideológica
ta situación sobre el aparato productivo, el grado constituye hoy un riesgo latente de que las dife
de industrialización que había crecido sistemáti rencias políticas se desborden hacia el ámbito de
camente entre 1950 y 1978, se estancó al dismi la cooperación económica, precisamente en los
nuir del 17.1% en 1978 al 16.2% en 1982 y al 16% momentos en que más se requiere de la coopera
en 1984. En otros términos, la industria se ex ción intrarregional para atenuar los efectos pro
pandió más rápidamente que el conjunto de la venientes del sector externo. Además, los peli
economía durante el período de auge, pero ha gros de la internacionalización de los conflictos
resultado menos dinámica que ese conjunto du intrarregionales podrían desembocar en una
rante el período de la contracción. mayor fragmentación del Istmo Centroamerica
Por otra parte, y pese a que los gobiernos no, repitiendo dolorosos episodios históricos.
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la c e p a l en México 31
III
Las perspectivas de corto plazo
incluso interrumpió, por incumplimiento de los nas, Ejemplo de ello es el vuelco de la industria
programas convenidos, los desembolsos de los textil desde los países desarrollados al tercer
créditos contingentes que les había otorgado). mundo, atribuible a innovaciones tecnológicas
¿Qué perspectivas existían al iniciarse 1985que han automatizado los procesos productivos.
de que las economías de la región se acomodaran Ese fenómeno se suma a la conocida inelastici-
dad-ingreso de la demanda en los mercados in
a las nuevas circunstancias del ámbito internacio
nal y lograsen construir una nueva plataforma ternacionales en relación con los productos bási
sobre la cual reactivar la producción? cos que exporta Centroamérica. Asimismo, el
grado de sobrevaluación del dólar —divisa en
1. Factores condicionantes que se cotizan los productos básicos que Centroa
de origen externo e interno mérica exporta— en relación con otras monedas,
sólo tiende a agravar esta tendencia.
A principios de 1985, el futuro de las economías La incertidumbre que afecta al comercio ex
centroamericanas estaba preñado de incerti terior de la región se repite en el ámbito financie
32 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
ro. Al parecer, durante el futuro previsible las tores de origen interno. Entre estos últimos, qui
cuentas de capital de los balances de pagos en zás los de mayor significación son los conflictos
Centroamérica tendrán características muy dis políticos y de carácter social presentes en la re
tintas a las observadas en decenios pasados. En gión. Sería utópico pensar en reactivar las econo
primer término, es poco probable que vuelvan a mías sobre la base de una recuperación del aho
movilizarse montos de financiamiento externo rro y de la inversión internos —de por sí insufi
neto semejantes a los de los años setenta. Por un cientes— en tanto no se logre corregir el clima de
lado, la banca internacional privada se muestra inestabilidad política imperante. Ello, a su vez,
sumamente renuente a comprometer nuevos re exige de cambios en los patrones de interacción
cursos en una región donde se prevén riesgos política en la mayoría de los países centroameri
elevados; por otro, los compromisos derivados canos.
del servicio de la deuda externa son tan elevados Así, mientras subsista la polarización ideoló
que no puede descartarse la posibilidad de que la gica, desbordada en situaciones de violencia, y
región se convierta en exportadora neta de mientras no se logre incorporar y mejorar la
capitales.^ participación de los diversos segmentos de la po
En segundo lugar, aun si los países de la blación en el quehacer político, difícilmente po
región lograran acceder a un mayor caudal de drá restablecerse la armonía social que es prerre
financiamiento público externo, esos recursos quisito, hoy más que nunca, para alcanzar metas
probablemente se recibirían bajo condiciones vinculadas al bienestar material. De otra suerte,
más estrictas, lo que afectaría tanto a la conduc se prolongará la fuga de capitales privados y
ción de la política económica como a otras políti proseguirá la erosión del acervo de capital, lo que
cas de carácter extraeconómico. Esta circunstan pone en peligro la continuidad de los mecanis
cia constituye un juego de compensaciones {tra- mos internos para generar ahorro e inversiones.
de-off) en el quehacer de la política económica En estas circunstancias, tampoco es dable
que se perfila con mucha mayor nitidez que en el pensar en un proceso fácil de concertación que
pasado; el costo de formular una política de reac permita apuntalar la política de reactivación eco
tivación sin tener acceso a suficiente financia nómica. En efecto, el ambiente actual de polari
miento externo frente a los posibles costos —de zación ideológica y conceptual, así como el expe
otro tipo, claro está— de obtener dicho financia diente frecuentemente utilizado para dirimir
miento, pero en forma tal que habrá de mante conflictos en algunos países de recurrir a la vio
ner y ataso elevar la vulnerabilidad de las econo lencia, y la mayor intensidad de las pugnas por
mías. participar en los decrecientes beneficios que de
Por último, la mayoría de los países enfrenta paran las economías, dificultan significativamen
el problema, también sin precedentes, de rees te alcanzar consensos mínimos en torno a cual
tructurar las obligaciones derivadas de la deuda quier proyecto de desarrollo. Por añadidura, las
externa. Las condiciones en que se acuerde el tensiones descritas han provocado una desvia
servicio de ese endeudamiento será uno de los ción importante de fondos hacia gastos de defen
factores que determinarán la capacidad de im sa y seguridad en momentos en que los gobiernos
portar —y de crecer— de las economías centroa de la región deberían asignar el máximo de los
mericanas. Nuevamente, se trata de una cuestión escasos recursos de que disponen a la tarea de
difícil de pronosticar. proteger los estándares de vida de la población.
A los rasgos inciertos de la economía interna En ese sentido, los roces internos y entre países
cional se suma la incertidumbre en cuanto a fac- entorpecen la reactivación económica e impiden
mejorar el clima de la cooperación intrarre-
gional.
^Este fenómeno se agrava por el hecho de que, debido a En síntesis, resulta difícil formular pronósti
la aplicación de diversos mecanismos que varían de un país a cos sobre la evolución de las economías centroa
otro (bonos de estabilización, fondoá de garantía, avales), el mericanas. Por un lado, el agotamiento de sus
sector público virtualmente ha absorbido el riesgo de la deu
da externa privada, por lo que, de una manera u otra, los reservas monetarias internacionales, la carga de
gobiernos se han responsabilizado por el servicio total de la la deuda externa, la contracción de las importa
deuda externa, ciones y los niveles deprimidos de todas las varia
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la ceibal en México 33
bles macroeconómicas —consumo, ahorro, in nos, en menores cargas tributarias y una contrac
versión, empleo— reducen dramáticamente el ción de los servicios públicos); confiar más en el
margen de maniobra de la política económica; mercado como el mecanismo de asignación de los
por otro, las restricciones al desarrollo centroa recursos; ofrecer incentivos al ahorro y a la inver
mericano —de origen externo y de índole regio sión privada, y eliminar o al menos disminuir
nal— están sujetas a una constelación de factores controles y regulaciones. En el ámbito cívico-
que agravan el ambiente de incertidumbre pre cultural, se busca asentar la legitimidad de las
sente en todos los países. Así, se han alterado las políticas apelando a valores tradicionales (Kris-
circunstancias internas y externas, económicas y tol, 1978 y Podhoretz, 1980). Como es natural,
extraeconómicas que determinaron la evolución ese conjunto de ideas ha encontrado adeptos y
de las economías y las sociedades centroamerica emuladores en otras latitudes, incluyendo desde
nas durante los 30 años que siguieron a la conclu luego a los países centroamericanos.
sión de la segunda guerra mundial. Sin duda ello Los dos fenómenos descritos —el derrumbre
demandará respuestas distintas a las históricas si de paradigmas como resultado de la crisis econó
la región ha de superar los escollos que hoy prác mica y una gradual evolución de las actitudes
ticamente cancelan las posibilidades de expandir prevalecientes en algunas sociedades avanzadas
y transformar sus economías. sobre la organización social y económica— con
vergen en una clara polarización conceptual en
2. La creciente polarización conceptual torno al manejo del proceso de desarrollo econó
mico. Ello no sólo tiende a crear nuevas fracturas
Una de las muchas consecuencias de la crisis eco entre los diversos grupos sociales, sino que ha
nómica internacional es que ha derrumbado los dado también lugar a que tomen partido en el
paradigmas del pasado. Así como hoy se cuestio debate algunos organismos financieros interna
nan las tesis keynesianas que dominaron la ac cionales —de carácter multilateral y bilateral—,
ción pública de los países industrializados duran los cuales han difundido últimamente en Cen
te más de 30 años, también se ponen en tela de troamérica variantes del paradigma en boga so
juicio los viejos métodos utilizados para impulsar bre cómo ajustar y reactivar las economías.
el desarrollo de las economías del tercer mundo. La combinación de los fenómenos descritos
En efecto, ha surgido un importante debate so ha dado origen a dos estrategias encontradas
bre la supuesta decadencia de la “disciplina” del para lograr la reactivación. La primera postula
desarrollo. Unos sostienen que los paradigmas “abrir” las economías centroamericanas al co
desarrollistas —que incluirían las “ideas fuerza” mercio y a los flujos financieros internacionales y
enunciadas reiteradamente por la secretaría de adoptar un conjunto de políticas macroeconómi
la CEPAL— han resultado ineficaces y, por lo tan cas que le den un sesgo exportador al aparato
to, ahora postulan diversas ortodoxias, ya sea de productivo, de manera que las fuerzas del merca
corte neoclásico o marxista (Hirschman, 1981, do lo reorienten hacia una inserción dinámica en
pp. 5 a 19). En el caso de Centroamérica, el la economía internacional, conforme a las ven
debate surge paralelamente a la polarización tajas comparativas de la región. Esa “apertura”
ideológica ya señalada en esta nota. iría acompañada de estímulos a la inversión pri
Por otra parte, en varias economías indus vada y a veces de una disminución del papel del
trializadas, especialmente en los Estados Unidos sector público, sobre todo con miras a eliminar el
de América, se ha producido lo que algunos in entorpecimiento de las señales del mercado. Los
terpretan como una reacción a los excesos come defensores de este enfoque argumentan que la
tidos desde los años treinta en materia de política recuperación de las economías industrializadas
asistencial, expansión de los servicios públicos, se difundiría con gran dinamismo a las econo
elevación de los coeficientes de tributación y cre mías centroamericanas a través de los múltiples
ciente regulación de diversas actividades priva vasos comunicantes que se generarían.
das (Gilder, 1981 y Murray, 1984). La expresión El contrapunto se encuentra entre quienes,
del creciente conservadurismo en el ámbito de la por haber constatado la magnitud de los factorc'S
política económica postula disminuir el papel del adversos en el sector externo centroamericano
Estado (lo cual se traduce, entre otros fenóme durante los últimos años, postulan un mayor ais
34 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abnl de 1986
lamiento de las economías de la región de los sus efectos dinámicos no se difundan necesaria
vaivenes de la economía internacional, y una mente a las economías de la periferia. Al menos
mayor intervención del Estado para compensar en el caso de Centroamérica, están presentes fac
el desempeño de la actividad privada y mitigar tores de origen interno que perturban de mane
los efectos regresivos de la depresión. ra determinante el libre funcionamiento del me
En síntesis, se está en presencia de antiguos canismo de mercado. Los impulsos dinámicos
debates en el marco de nuevas circunstancias, que tradicionalmente se asociaron a la integra
acaso con enfoques extremos y más doctrinarios ción económica se han ido agotando gradual
que antaño. Todo ello sólo viene a agravar el mente durante los últimos años debido a la pro
panorama de incertidumbre tantas veces men fundidad misma de la crisis. De allí que ante el
cionado. panorama de incertidumbre que enfrenta la re
gión, una hipótesis realista podría consistir en
3. Previsiones alternativas que el período de ajuste de las economías y socie
dades centroamericanas a la nueva situación
Los pronósticos sobre la evolución probable de
—en el contorno externo, el regional y hacia el
las economías centroamericanas dependen, al
interior de cada país— resulte relativamente lar
menos en parte, de la perspectiva en que se sitúa
go. Incluso, si se llegase a comprobar a la postre
el autor del ejercicio. Según algunos, la conse
que la crisis económica internacional no pasó de
cuencia lógica de postular el irrestricto juego del
ser un simple ciclo depresivo —aunque el más
mecanismo del mercado como asignador de re
profundo de la posguerra— sus efectos positivos,
cursos, de disminuir el papel rector del Estado en
como ya se constató en Centroamérica en 1984,
sus distintas expresiones, de alentar la inversión
estarían muy limitados en el próximo bienio, en
privada —nacional e internacional— y de elimi
vista de la considerable carga de la deuda exter
nar todo tipo de trabas a esa inversión, sería que
na, el agotamiento de las reservas monetarias
los países centroamericanos se y^erían arrastrados
internacionales y los profundos desajustes que la
por una economía internacional en renovada ex
recesión ha causado en su capacidad productiva
pansión —impulsada principalmente por las eco
y en su estructura social.
nomías desarrolladas y particularmente por la de
La exigencia de emprender transformacio
los Estados Unidos de América— hacia una nue
nes estructurales para adaptarse a una cambiante
va era de prosperidad, esta vez asentada en las
economía internacional necesariamente será
tecnologías de punta y en algunas actividades
prolongada. Los países centroamericanos han
terciarias. En otros términos, la misma lógica que
permitiría reactivar las economías del centro, podido advertir en los últimos años que el desa
provocaría la difusión de sus efectos dinámicos a rrollo de nuevas actividades exportadoras no se
logra ni por decreto ni en forma instantánea;
las economías de la periferia, a través de una
nueva conformación de ventajas comparativas a precisa cambios de actitud por parte de empresa
escala mundial (Ñau, 1984-1985). Se reconocen, rios y trabajadores, en ocasiones largos períodos
de ensayos, cambios en modalidades de produc
desde luego, los obstáculos para que todos los
ción y comercialización, y plazos de gestación
países aprovechen al máximo los impulsos diná
micos descritos (por ejemplo, el elevado nivel de prolongados de nuevas inversiones. Incluso si se
optara por una estrategia de mayor autodetermi
endeudamiento externo de algunos) pero se ar
nación económica, ello también demandaría un
gumenta que esos escollos se pueden atenuar y
largo período. La atención simultánea del
superar con negociaciones oportunas y con la
conjunto de problemas que la región enfrenta
aplicación de políticas adecuadas.
—avanzar en la dolorosa pero necesaria tarea del
Otra previsión sería admitir la posibilidad de
ajuste, recuperar niveles aceptables de ahorro y
que no se sostenga la reciente expansión de las
de inversión, reactivar la producción y respon
economías de la Organización de Cooperación y
der, siquiera en mínima parte, a demandas po-
Desarrollo Económico (o c d e )® o en todo caso que
pulares largamente aplazadas— únicamente bajos de año a año, pero siempre dentro de un
complica el panorama y confirma el horizonte marco generalizado de cuasiestancamiento. Ello
temporal relativamente dilatado que esa tarea no significa que los países estén condenados a la
precisará. depresión permanente, sino que será imprescin
Es por eso que una previsión realista consisti dible implantar una activa política de reactiva
ría en postular que, frente ^ la magnitud de los ción y desarrollo que permita a la región centroa
problemas, las economías de la región probable mericana reorganizar sus considerables recursos
mente languidecerían durante un período más o naturales y humanos para sentar las bases de un
menos largo, con diferencias de grado y con alti desarrollo sostenido.
IV
Bases de una política de reactivación y desarrollo
Sería tan absurdo postular que la crisis constituye de perseguirlos todos en forma simultánea
un callejón sin salida —toda empresa humana —aun en períodos de prosperidad, con mayor
tiene salida— como pensar que existen solucio razón en los de austeridad— sino porque la elec
nes paradigmáticas o recetarios listos para reacti ción de uno de esos objetivos por encima de los
var las economías centroamericanas y encami demás determinará el tipo de conjunto de políti
narlas hacia una prosperidad generalizada. En cas económicas a adoptar. Por ejemplo, si deter
tre una visión de depresión permanente y otra minado gobierno elige asignar prioridad al obje
utópica, existe un abanico de situaciones inter tivo de equidad, podría optar por dar prelación a
medias que permitirían construir, paso a paso, determinados instrumentos de la política econó
las bases de una política de desarrollo. En las mica (reforma agraria, mayor gasto en servicios
páginas que siguen se examinan algunas de las sociales, ajustes salariales periódicos) que, como
áreas críticas para ir configurando esas bases, con contrapartida, podrían desalentar la inversión
el ánimo de estimular el debate sobre cómo res privada y atentar contra el objetivo,del creci
ponder al desafío múltiple y complejo que los miento. Dicho de otra manera, y no obstante la
centroamericanos enfrentan. conclusión neoclásica en el sentido de que el obje
tivo de distribuir es compatible con el de crecer (a
1. Consideraciones sobre los objetivos través del proverbial “derrame” de los frutos de
de la política de reactivación y desarrollo ese crecimiento) la experiencia centroamericana
en los tres decenios de la posguerra —y, en gene
A juicio de la secretaría, uno de los primeros ral, la de la América Latina— sugiere que existen
temas que los gobiernos centroamericanos debe importantes beneficios y costos de transacción
rían examinar es el conjunto de objetivos que se (trade-off) entre distintos objetivos del desarrollo.
perseguiría con una política de reactivación y No se dispone, en efecto, de muchas comproba
desarrollo. Como se sabe, los objetivos conven ciones empíricas que sustenten la idea de que
cionales del desarrollo postulan crecer, mejorar “todas las cosas buenas vienen juntas” (Packen-
la distribución del ingreso, reducir la vulnerabili ham, 1973, p. 123); o sea que se pueda a la vez
dad externa de las economías y provocar trans crecer, mejorar la distribución del ingreso, ganar
formaciones no sólo en lo económico, sino tam autonomía y avanzar hacia sociedades más de
bién en lo social y lo político. Así, se busca la mocráticas (véase al respecto Wolfe, 1984).
consecución de sociedades más pluralistas, parti- Ello no significa, desde luego, que los objeti
cipativas y democráticas. vos tantas veces mencionados no sean loables y
Asignar cierta prelación en la consecución de dignos de perseguirse. Tampoco tendrían nece
esos objetivos es de vital importancia, no sólo sariamente que buscarse uno o varios de ellos a
porque existe fundada duda sobre la posibilidad costa de los demás. Lo que sí parece necesario es
36 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
una manera de cumplir el objetivo central tantas foques que están surgiendo en Centroamérica,
veces mencionado; podría apelar también a valo por un lado, y la patente necesidad de tener una
res culturales e históricos que facilitarían a la plataforma mínima de objetivos comunes que
postre sentar las bases de sociedades más partici- permita formular acciones conjuntas en el marco
pativas y pluralistas. de los esfuerzos de cooperación intrarregional,
Por otra parte, el objetivo de ensanchar el por el otro, resulta lógico perseguir el propósito
margen de maniobra a escala nacional está fun común —e ideológicamente neutral— de am
cionalmente ligado a los objetivos socio-políticos pliar los márgenes de maniobra.
de mejorar la distribución del ingreso y de avan En síntesis, se trata de un objetivo capaz de
zar hacia sociedades más pluralistas y participati- convocar a todos los gobiernos centroamericanos
vas. Así, en vista de que los gobiernos no sólo se en torno a una “idea fuerza”, alrededor de la cual
ven impedidos de usar el gasto público como se podrían hacer girar otros elementos subsidia
mecanismo de persuasión ante los agentes pro rios, pero igualmente vitales en la reactivación de
ductivos, sino que encaran demandas sociales in las economías, como lo son el dinamismo econó
crementadas por la pérdida global de ingreso, mico, la equidad y la participación y democratiza
deberán buscar el consenso que supone mejorar ción.
la autonomía económica a través de la concerta-
ción con diversos grupos sociales, incorporándo 2. Rasgos de la estructura productiva
los al proceso de formulación y toma de decisio que se persigue
nes. En el mismo orden de ideas, habrá de esta
blecerse mecanismos que mejoren la equidad, El primer requisito de una política de reactiva
tanto en el reparto de la carga del receso econó ción y de desarrollo consiste en definir con cierta
mico, como en la distribución de los beneficios de precisión las prioridades sectoriales y subsecto
la reactivación. La capacidad para usar la concer- riales. En ese sentido, los países de la región
tación como vía de acción varía con los regímenes podrían adoptar un enfoque pragmático: apro
políticos, las tradiciones y la estructura institucio vechar al máximo las posibilidades que siga ofre
nal de cada país, pero en todos los casos existe la ciendo el mercado internacional e impulsar deci
posibilidad real de que el objetivo central de am didamente, al mismo tiempo, la sustitución efi
pliar los márgenes de la autonomía nacional y los ciente de importaciones.
objetivos subsidiarios de avanzar en materia de Centroamérica dispone de una plataforma
equidad social y de concertación y participación de recursos sobre la cual apoyar la reactivación
en el proceso de toma de decisiones se apoyan económica y el desarrollo a largo plazo. Si bien en
entre sí. ocasiones se ha exagerado la magnitud de esos
Exaltar la identidad centroamericana tiene recursos, ciertamente podrían satisfacer las nece
también una expresión social y cultural, que se sidades básicas de toda la población centroameri
desbordaría al ámbito económico y político. Re cana e incluso ofrecer un nivel de vida razonable
sulta atractivo, en efecto, plantear el desarrollo mente decoroso a las mayorías. Con todo, apro
centroamericano no a imagen y semejanza de un vecharlos al máximo precisa de importantes in
patrón internacional quizás ajeno a los valores versiones y de un enorme esfuerzo de organiza
tradicionales de la región (y a su dotación de ción y movilización.
recursos), sino a partir precisamente de su consi Así, la preparación de los recursos humanos
derable patrimonio histórico y cultural. Ello po a fin de adaptarlos a las cambiantes circunstan
dría incidir sobre los hábitos de producción y cias de la economía internacional lleva en sí una
consumo, nuevamente en un esfuerzo más autó importante tarea de capacitación a todos los nive
nomo de plantear los problemas del desarrollo. les. Ello abarcaría tanto los sistemas de educación
Finalmente, dar prelación a ganar autono escolares como los extraescolares. Por otra parte,
mía por encima de otros objetivos tiene la ventaja Centroamérica no tendría por qué resignarse a
adicional, en el caso de Centroamérica, de ser exportar cinco o seis productos básicos; por su
una meta con la cual todos los gobiernos de la dotación de recursos y su ubicación geográfica,
región, sin excepción, pueden identificarse fácil no obstante las perspectivas inciertas del merca
mente. Ante la creciente heterogeneidad de en do internacional, existen posibilidades de am-
38 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / A hùl de 1986
pliar y diversificar las ventas de una variedad de sus mercados de tejidos planos y vestuario elabo
productos del sector agropecuario (entre otros, rado en Centroamérica, existe margen para
frutas, hortalizas, carnes, fibras, productos del avanzar en los procesos de industrialización de
mar e insuraos químicos de origen vegetal, sus algunos de los productos básicos fabricados en la
ceptibles todos de alcanzar grados de elaboración región en condiciones de razonable eficiencia.
crecientes). Asimismo, la explotación de los re Asimismo, los empresarios centroamericanos ha
cursos forestales es un importante potencial de brán de participar de manera más activa en la
algunos países. En ese sentido, la evolución espe comercialización de sus productos estableciendo,
cializada del sector manufacturero de los países incluso, empresas en los propios países desarro
nórdicos europeos durante el presente siglo po llados cuyos mercados desean penetrar. En todo
dría aportar algunas lecciones útiles, lo mismo ese ámbito se vislumbran oportunidades para
que los avances logrados por algunas economías asociar el capital privado centroamericano con
asiáticas en la exportación de manufacturas de capitales de economías industrializadas, en un
alta densidad de mano de obra. esfuerzo por ampliar mercados y abordar proce
Entre las ramas de actividad mencionadas, se sos productivos de mayor complejidad.
encontrarían los impulsos al crecimiento del fu En tercer lugar, existe la posibilidad de alen
turo, que podrían clasificarse en cuatro grandes tar, selectivamente, nuevas líneas de exporta
categorías. En primer término, es preciso conso ción, sobre todo en la explotación de los recursos
lidar lo que la región ya sabe hacer: en la exporta naturales de la región. Entre los productos que se
ción, fortalecer la producción de los cultivos tra perfilan, y que además son susceptibles de una
dicionales; en el consumo interno, la de alimen integración con las actividades secundarias, se
tos básicos. Ello significa elevar la productividad encuentran las hortalizas, los cítricos, las frutas
y la eficiencia, lograr un mejor equilibrio agroe- tropicales, las fibras duras, los fármacos, los pro
cológico entre los distintos cultivos y áreas de ductos forestales y de madera y los productos de
producción y, en el caso de algunos productos, mar, incluyendo el cultivo del camarón. Asimis
incrementar la oferta, todo como requisito para mo, las actividades de subcontratación tienen el
perfeccionar las autonomías económicas nacio potencial de crear oportunidades de ocupación
nales. productiva y a la vez de generar divisas.
Con todo, difícilmente podría la región al En cuarto lugar, las posibilidades de ampliar
canzar un proceso de expansión sostenida sobre y diversificar el sector manufacturero están muy
la base de lo que se venía haciendo en el pasado. lejos de haberse agotado. Más bien, con el funcio
En los productos de exportación tradicionales namiento anormal del Mercado Común Cen
existen frenos por el lado de la demanda mun troamericano durante los últimos años, ha surgi
dial ampliamente conocidos y que están dados do un caudal reprimido de proyectos cuya viabi
por las características de mercado de la mayoría lidad estaría en función de una mejora en el
de aquellos productos (la carne podría ser la ex clima de la cooperación intrarregional, no sólo
cepción); por el lado de la oferta, la frontera para abastecer la demanda del mercado regional,
agrícola fácil se encuentra próxima a agotarse sino para acceder a terceros mercados, incluyen
desde finales del decenio de 1960. Ello no signifi do desde luego el resto de los países latinoameri
ca que se haya llegado a un tope en los niveles de canos. Cabe señalar en este sentido que Centroa
producción del café, el algodón, la caña de azú mérica ya ha tenido cierto éxito en convertir la
car y el banano, pero sí que la ampliación de esa integración en una plataforma de exportación
frontera demandará crecientes costos margina extrarregional de manufacturas (c e p a l , 1983b).
les en el futuro. Dicho de otra manera, la sustitución de importa
En segundo lugar, cabría propiciar una ciones en condiciones de razonable eficiencia si
mayor integración selectiva —hacia atrás y hacia gue siendo hoy, como lo fue en el pasado, una
adelante— de los productos tradicionales, a ma manera de ampliar el margen de maniobra de la
nera de elevar la participación centroamericana política económica y de diversificar y elevar la
en su valor agregado. No obstante las medidas producción.
proteccionistas surgidas en las economías desa Por último, la región tiene potencialidades
rrolladas que dificultan, por ejemplo, el acceso a para hacer crecer sus actividades terciarias, in-
CENTROAMERICA: BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la c f p a l en México 39
cluyendo el transporte, el turismo y los servicios mer término, flexibilidad y respuestas efectivas
financieros. Esto último puede resultar de espe implicarían cierta ruptura con el pasado porque,
cial importancia si habrán de recuperarse los ni tradicionalmente, las políticas han solido reaccio
veles de ahorro y de inversión de antaño, lo cual nar pasivamente o con bastante rezago a los vai
exigiría instrumentos de captación más ágiles e venes de la economía internacional. Hoy, ante la
innovadores de los que hoy existen. probabilidad de encontrarse frente a una trans
En síntesis, y como una primera conclusión, formación estructural de la economía mundial,
puede afirmarse que la región dispone de una más que ante un ciclo recesivo, se necesitará cons
base de recursos humanos y naturales que le truir una capacidad de respuesta que permita
permitiría la ampliación sostenida de la produc aprovechar hasta las oportunidades pequeñas y
ción. La tarea central consistiría en crear las insti atenuar al máximo las limitaciones al desarrollo
tuciones y la organización necesarias para apro de los países de la región, aspectos que tienen
vechar ese potencial de manera adecuada. repercusiones particularmente importantes en el
papel del Estado.
En segundo lugar, no obstante la creciente
3. Requisitos de una política de reactivación
y desarrollo polarización conceptual que prevalece en torno a
cómo reabordar el desarrollo económico, el en
foque pragmático a seguir sería, por definición,
Una política de reactivación y desarrollo en las
circunstancias actuales de incertidumbre, de antidoctrinario. No son éstos momentos de en
sayar determinadas doctrinas económicas, como
cambios abruptos en la economía internacional y
la experiencia reciente en América Latina lo ha
con la pesada carga que significa el cùmulo de
demostrado elocuentemente. Más bien conven
rezagos descritos, plantea una serie de requisitos
dría romper con los moldes estereotipados del
mínimos que incluyen el pragmatismo, la selecti
pasado; ni aquellos gobiernos que desean otor
vidad, la austeridad, la eficiencia y la búsqueda
gar al Estado un papel rector deberían resistirse a
de medios para cubrir las exigencias mínimas de
dar incentivos y pleno apoyo a la inversión priva
los grupos mayoritarios de la población.
da, ni aquellos que confían más en el mercado
como mecanismo asignador por excelencia de los
a) Pragmatismo
recursos deberían temer un papel más activo del
Uno de los mayores problemas que se plan Estado. En otras palabras, lo que procede en las
tean al formular una política económica es la circunstancias actuales es buscar el justo medio
incertidumbre que se desprende en alto grado de entre planteamientos extremos en la conducción
factores que escapan al control de los gobiernos de la política económica (por ejemplo, entre es
de la región. Ya se han señalado los interrogantes trategias “aperturistas” y estrategias “introspecti
que surgen sobre la evolución futura de la econo vas”; entre “distribuir” y “crecer”; entre la acción
mía internacional, las transformaciones a que de pública y la privada; entre la aplicación de políti
berán hacer frente las economías industrializa cas en el área financiera y el área real de la econo
das o los resultados de las políticas que se instru mía), así como una mezcla innovadora de las
mentan en algunos de los principales países in mismas. No existe motivo, por ejemplo, para que
dustrializados. Se desconoce la influencia que un gobierno no lleve a cabo la devolución de
tendrían todos esos factores en los países de Cen- empresas públicas ineficientes a la actividad pri
troamérica y es también una incógnita el desenla vada y simultáneamente eleve la carga tributaria
ce de las graves tensiones políticas y sociales en global a fin de captar mayores recursos para su
algunos países de la región. ministrar servicios básicos a la población; o que
Todo lo anterior exige que la política econó instrumente una reforma agraria tendiente a
mica de los países centroamericanos deba dise crear un mayor número de pequeños empresa
ñarse y aplicarse con flexibilidad y realismo, y rios agrícolas y, a la vez, aliente el ahorro y la
que pueda ir adaptándose y ajustándose a cir inversión privada mediante el otorgamiento de
cunstancias cambiantes, impredecibles y funda incentivos fiscales.
mentalmente sin precedentes. El pragmatismo a En tercer lugar, ante las cambiantes circuns
que se apela tendría varias expresiones. En pri tancias de la economía internacional, las políticas
40 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
económicas deberán considerar esas nuevas rea- tanto la industria existente y algunas actividades
lidades. Habrá que aceptar que el mundo de nuevas puedan desenvolverse en un marco de
tipos de cambio fijos y tasas de interés estables ha razonable protección, a fin de sustituir importa
cedido el paso a sistemas muy distintos, por lo ciones.
que la aplicación de esas políticas en Centroamé- En el mismo orden de ideas, la aplicación de
rica deberá ser ágil y consecuente con los objeti la política económica, en general, y la de gasto
vos que se pretende alcanzar. público, en particular, deberá ser mucho más
En cuarto lugar, y precisamente como una selectiva que en el pasado en función de los obje
forma de graduar la aplicación de la política eco tivos que se elijan. Sería preferible, por ejemplo,
nómica a circunstancias cambiantes, será necesa eliminar programas enteros de baja prioridad en
rio abandonar la insistencia en enfoques totaliza los presupuestos nacionales que reducir todas las
dores por criterios más pragmáticos y de alcance partidas presupuestarias en un determinado
parcial, tendientes a resolver problemas críticos porcentaje. La misma selectividad es factible en
—no todos— relacionados con la reactivación y el la aplicación de la política crediticia, la fiscal y la
desarrollo. Ello no significa el abandono de una arancelaria.
guía unificadora de esfuerzos para la consecu Finalmente, en una situación generalizada
ción de los objetivos mencionados, pero sí confiar de desconfianza entre los principales agentes
más que en el pasado en un método selectivo de económicos, parecería improcedente dejar los
tanteos sucesivos, como una manera de avanzar programas de reactivación a merced de la evolu
en la reactivación y ajustar la política económica ción de la economía internacional y expuestos ex
conforme lo dicten las circunstancias. clusivamente al juego de las fuerzas de mercado.
Así, por ejemplo, ante la aguda escasez de divisas
b) La selectividad en todas las economías de la región, resultaría
inadecuado confiar simplemente en el juego de
La política de reactivación y desarrollo eco la demanda y en la oferta de divisas para la fija
nómico no sólo deberá aplicarse de manera prag ción de la paridad cambiaría, si las necesidades
mática, sino selectiva. Este concepto tiene tam reprimidas y presiones especulativas tienden
bién varias vertientes. Por ejemplo, el desorden además a valorar las monedas duras por encima
de la economía internacional hace tan arriesgado de lo que objetivamente les correspondería. Re
volcar toda la política económica en favor de una sultaría igualmente arriesgado confiar sólo en
estrategia orientada hacia la inserción dinámica controles administrativos y en una centralización
en el comercio mundial, como adoptar una que exagerada de la aplicación de la política económi
impidiera aprovechar las potencialidades de ese ca para hacer frente a los desajustes de origen
comercio. La política económica tendría que for externo e interno.
mularse con la flexibilidad y selectividad necesa
rias para que pueda adaptarse a las condiciones c) La atisteridad
cambiantes de los mercados externos e internos.
Así, y contrariamente a lo que suele aducirse, lo La depresión generalizada en Centroaméri-
que hoy atenta contra la eficiencia de la industria ca se ha traducido en restricciones asociadas a la
centroamericana, más que a una exagerada pro necesidad de reducir importaciones y, por ende,
tección arancelaria, está asociado a los elevados los niveles de la actividad económica. Sin embar
niveles de capacidad ociosa que imperan por la go, la austeridad resultante de ningún modo se
caída de la demanda global en cada país y los ha hecho sentir por igual entre los distintos estra
obstáculos al comercio intrarregional. De allí que tos de la población. La carencia de divisas, la
las medidas para estimular las exportaciones no exigencia de movilizar el ahorro interno ante las
deberían instrumentarse a costa de destruir lo limitaciones de financiamiento externo y la de
que tan arduamente se edificó durante las últi satisfacer las necesidades elementales de la po
mas décadas, sino aplicarse más bien de manera blación obligan a un uso mucho más selectivo y
selectiva y gradual, para que el grupo de artículos cuidadoso de los recursos que generan las expor
que mayor acceso potencial tenga a los mercados taciones y, en general, a un patrón de gastos
internacionales reciba estímulos especiales, en igualmente ceñido a prioridades. En buena
CENTROAMERICA: BASES DE U NA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la cEt^At. en México 41
cuenta, ante las nuevas realidades económicas las prescindibles y avanzar en la distensión política
estructuras de gasto y de ahorro tendrán tam de la región para transferir al fomento del desa
bién que acomodarse, lo cual deberá traducirse rrollo parte de los recursos que hoy se destinan a
en patrones de consumo austeros, tanto en el fines militares.
sector privado como en el público. Asimismo, el gasto público podría contribuir
La austeridad tendría un doble propósito; a moderar el desequilibrio externo si en la selec
ahorrar divisas sobre la base de una disminución ción de las inversiones se da prelación a proyec
en el consumo no esencial de bienes y servicios tos que requieren en alto grado de insumos na
importados o que contengan un elevado compo cionales o regionales. En todo caso, el sector pú
nente importado, y elevar el coeficiente de aho blico tendrá que elevar su captación de ingresos
rro. En cuanto a lo primero, los países de la de una manera que se relacione con la magnitud
región necesitarían utilizar cuidadosamente y del gasto para evitar que los déficit financieros
con la más estricta selectividad las divisas que contribuyan a incrementar la demanda de bienes
logren obtener de la exportación, lo cual supone, importados.
entre otros aspectos, tipos de cambio realistas. En
d) La eficiencia
lo que toca al consumo, los gobiernos deberán
desalentar el de bienes y servicios no esenciales Otro requisito fundamental de la política de
de origen externo, aprovechando al máximo las reactivación es el de defender el crecimiento ba
potencialidades nacionales y subregionales en el sado en una mayor eficiencia y productividad.
abasto de la demanda. Exaltar el valor de lo fru En las circunstancias actuales, mejorar la eficien
gal en vez del dispendio podrá traducirse en un cia se vuelve un imperativo, tanto desde el punto
estilo de vida acaso distinto al histórico, sobre de vista macroeconómico como microeconómi-
todo en los estratos de ingresos medios y altos de co, a fin de acentuar los efectos multiplicadores
las sociedades centroamericanas. No se trata, del ahorro y de la inversión, sustituir importacio
desde luego, de restringir aún más los estándares nes en condiciones razonablemente competiti
de vida de las mayorías que ya viven en el umbral vas, o sostener y ensanchar las exportaciones en
de la pobreza. Todo lo contrario, la política de los mercados internacionales. Corresponde al
reactivación también entraña un esfuerzo redis Estado mejorar la eficiencia en los servicios que
tributivo, que entre otros aspectos brinde un presta, así como estimular el mejoramiento de la
mayor apoyo a la satisfacción de las necesidades productividad de las empresas, recubriendo a los
básicas de la población. instrumentos fiscales y del crédito.
En lo que a la inversión se refiere, todo Es posible aumentar significativamente la
aconseja revisar las posibilidades de recurrir a eficiencia y el empleo en la región sin recurrir a
tecnologías más intensivas en la utilización de importaciones de bienes de capital, con el apro
mano de obra, no sólo por la imperiosa necesidad vechamiento más pleno de las capacidades insta
de crear puestos de trabajo, sino por la de reducir ladas que ya existen. La capacidad ociosa es am
el componente importado del nuevo capital fijo. plia, sobre todo en casi todas las ramas del sector
Mejorar el aprovechamiento jerarquizado de manufacturero. También hay margen para ele
las divisas supone que los gobiernos racionalicen var sensiblemente la productividad por superfi
al máximo el gasto público y lo reorienten hacia cie cosechada en la mayoría de los productos
las actividades verdaderamente esenciales. Lo agrícolas, incluso de aquellos para ios cuales los
anterior reviste una importancia singular porque países han revelado mayor vocación exporta
la prolongación de la crisis internacional y otros dora.
factores internos anuncian el recrudecimiento e) La atenuación de la pobreza
de las presiones sociales sobre los gobiernos y,
por otro lado, el carácter marcadamente abierto Si durante los treinta años de expansión de
de las economías centroamericanas impone lími las economías centroamericanas no se logró re
tes estrechos al financiamiento deficitario del ducir en forma significativa la pobreza extrema
gasto público por sus efectos inflacionarios y so —aunque sí se incorporaron amplios contingen
bre el balance de pagos. En ese sentido, será tes a la vida económica moderna— es inevitable
preciso suprimir en lo posible gastos suntuarios o que la situación empeore en la medida en que se
42 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 I Abril de 1986
prolongue la crisis económica, por la relación el mejor medio con que se cuenta para ampliar
que existe entre los niveles de empleo y la margi- los límites que el sector externo impone a las
nación. Durante los últimos años, el desempleo y economías centroamericanas, respondiendo al
el subempleo han aumentado y, de no encontrar objetivo de sentar las bases para la reactivación y
se fórmulas novedosas de evitarlo, esa tendencia el desarrollo que se proponen en estas páginas.
se acentuará en el futuro, dadas las elevadas tasas Hoy más que nunca se necesita profundizar el
de crecimiento de la población económicamente programa que se inició en Centroamérica hace
activa. cerca de treinta años y que ha dejado ricos frutos
A menos de que el Estado adopte disposicio y experiencias. Se necesita hacerlo no sólo para
nes en favor de los grupos mayoritarios, los efec aprovechar los impulsos dinámicos que podrían
tos depresivos de la crisis —y de las políticas de esperarse de la demanda interna —entendida
austeridad que la acompañen— tenderían a afec sobre una base subregional— sino para hacer
tar desproporcionadamente a esos grupos, que frente de manera conjunta a problemas específi
son los menos organizados para defenderse, lo cos de las relaciones con el resto del mundo. Este
que provocaría, entre otras consecuencias, un aspecto se ha tratado repetidamente en el pasado
mayor distanciamiento entre gobernantes y go en documentos de la c e p a l , pero cobra nuevo
bernados. interés en las presentes circunstancias.
La difusión de la pobreza absoluta es inacep Se pretendería, en efecto, mediante la coope
table desde todos los puntos de vista. Sin embar ración intracentroamericana, ampliar el escaso
go, una política dirigida a satisfacer las necesidamargen de acción de que dispone cada uno de los
des básicas de las mayorías es difícil de instru países de la región para atenuar los efectos de la
mentar en períodos de rápida expansión econó depresión del sector externo. En el corto plazo, la
mica, y más difícil todavía en momentos de res única forma efectiva de ampliar la demanda local
tricciones severas, incluidas las de las finanzas parece estar vinculada a esfuerzos cooperativos a
públicas. De todos modos, erradicar la pobreza nivel regional. Dicho procedimiento no tiene na
forma parte esencial del enfoque de desarrollo da de novedoso porque ya en los años cincuenta
que se precisa. Sin ello cualquier esfuerzo para se llevó a la práctica con éxito para vencer el
superar la crisis carecería de sentido, puesto que mismo obstáculo; esto es, el estrangulamiento
un mayor descontento social podría volver inma que la demanda internacional impone al creci
nejables las tensiones políticas y haría imposible miento. Ahora se adoptaría en una situación dis
retener los ahorros y reanimar el proceso mismo tinta. Si se consiguiese incrementar lo más posi
de la inversión y el desarrollo. ble el intercambio comercial intrarregionai se
Debieran idearse maneras de satisfacer las contribuiría eficazmente a la reactivación de las
necesidades básicas de la población con un com economías al utilizarse de manera plena la capa
ponente importado relativamente moderado, a cidad instalada, reducirse la influencia de los fe
fin de salvar la restricción de divisas. En todo nómenos de signo adverso recibidos del exterior,
caso, e independientemente de consideraciones ganar en eficiencia —tanto para sustituir impor
de equidad, la crisis política en muchos países de taciones como para mejorar la competitividad en
Centroamérica ha llegado al punto en el que se mercados internacionales— e incluso aprove
hace indispensable restablecer un mínimo de char en forma conjunta las oportunidades que el
convivencia entre la población. De otra suerte, la mercado internacional podría seguir brindando.
inestabilidad social se traducirá inevitablemente En años recientes todo lo anterior se ha visto
en inestabilidad económica al paralizar, por obstaculizado por las barreras que se oponen al
ejemplo, el proceso de formación de capital e comercio intrarregionai. No sería realista defen
inducir a una especie de estatismo del gasto que der un libre comercio irrestricto que no tuviese
poco contribuiría a impulsar las actividades pro presente la mayor o menor importancia de los
ductivas. bienes que se estarían comerciando, pero con
vendría mantener de todos modos las restriccio
4. El papel de la cooperación intrarregíonal nes al mínimo e incluso adoptar mecanismos que
otorgasen preferencia al comercio recíproco
Sin duda alguna la cooperación intrarregionai es frente a corrientes similares con terceros países.
CENTROAMERICA: BASES DE DNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de k cehal en México 43
Sólo en esta forma se podría dar óptimo aprove mías de la región, y ni siquiera una cooperación
chamiento a la capacidad instalada de la región, e en todas y cada una de las actividades del queha
incluso impulsar algunas actividades nuevas so cer nacional. Se perseguiría más bien hacer de la
bre la base de la demanda regional. Para ello, los integración un instrumento útil para encarar la
países necesitarían aprobar procedimientos efi reactivación en cada país. Así, por ejemplo, la
caces para financiar los saldos deudores del co política arancelaria —tema que históricamente se
mercio intracentroamericano, acabar con ciertas ha sometido a acciones conjuntas— podría re
restricciones que resultan actualmente de los presentar un papel clave en la puesta en vigor de
controles cambiarlos adoptados y, en términos un sistema más selectivo y ágil que permita, si
generales, otorgar en esencia el mismo trata multáneamente, defender la planta industrial
miento a los productos originarios de cualquier instalada y alentar la exportación. Asimismo, si
país centroamericano que el aplicado a los elabo bien no se pretende llegar a compromisos de
rados nacionalmente. La región no está despro carácter regional que limiten la posibilidad de
vista de ideas concretas para instrumentar lo an cada país de formular sus propias políticas en
terior. materia cambiaría, es obvio que la existencia del
Por otra parte, como quedó señalado, la coo mercado común obligará a mantener una plata
peración regional es la mejor forma de mejorar forma mínima de coordinación en ese ámbito, lo
el aprovechamiento de las oportunidades de la cual nuevamente facilitará la adopción de deci
economía internacional, tanto para elevar las ex siones que respondan a las necesidades de la
portaciones —por ejemplo, con sistemas comu reactivación.
nes de comercialización— como para obtener íi- En el calendario de trabajo de la integración
nanciamiento externo adicional destinado a en el próximo bienio habrán de incorporarse
proyectos e iniciativas de interés común. El forta temas que, a la vez de preservar la interdepen
lecimiento del Banco Centroamericano de Inte dencia económica entre los países de la región
gración Económica y de los mecanismos de que lograda en el pasado, faciliten la instrumentación
dispone el Consejo Monetario Centroamericano de políticas asociadas al programa que se viene
serían algunos ejemplos que darían contenido comentando. Entre esos temas cabe mencionar:
real a esta última idea. Cabe recordar que la falta i) continuar y acaso profundizar las gestiones
de coordinación intrarregional en un área tan conjuntas ante la comunidad financiera interna
vital como el fínanciamiento externo no sólo tie cional para movilizar fínanciamiento externo di
ne un costo de oportunidad —si se pierden las rigido a otorgar liquidez, en divisas, a los me
posibilidades de movilizar en conjunto un caudal canismos regionales que dan fluidez al comercio
de recursos que no puede obtenerse con negocia intrarregional; ii) elevar el caudal de fínancia
ciones individuales— sino que constituye un ries miento externo dirigido a la reactivación indus
go para la permanencia de la cooperación intra- trial; iii) convertir el arancel común centroameri
centroamericana. Ha podido comprobarse, en cano en uno de los instrumentos de la política de
efecto, el interés de varios actores en el escenario reactivación y desarrollo aprovechando la re
internacional de brindar su cooperación a los ciente suscripción del Convenio sobre el Régi
países centroamericanos sobre una base selecti men Arancelario y Aduanero Centroamerica
va, excluyendo a uno o a varios países de sus no;** iv) impulsar actividades conjuntas para
programas. En ese sentido, la cooperación exter mejorar el acceso de los productos centroameri
na, lejos de aglutinar a los países centroamerica canos a mercados de terceros países; v) celebrar
nos, tendería a separarlos. acuerdos de alcance parcial, de manera coordi
Hacer de la cooperación intrarregional uno nada, con otros países de América Latina a fin de
de los pilares de la reactivación y el desarrollo compatibilizar los compromisos integradores de
habrá de exigir, en una primera instancia, pre Centroamérica con la necesidad de ampliar el
servar simplemente el grado de interdependen ámbito geográfico de esa integración; vi) hacerse
cia económica ya alcanzado y, luego, iiniuilsai
acciones conjuntas capaces de rectificar o ate " Suscrito en Guatemala el 14 de diciembre de 1984 por
nuar problemas comunes. No se trataría de plan los gobiernos de Costa Rica y El Salvador, y el 27 de diciembre
tear una integración instantánea de las econo de 1984 por los gobiernos de Guatemala y Nicaragua.
44 REVISTA DE LA CEPAL N ° 28 / Abril de 1986
cargo de tos problemas peculiares de los países en la región, tal y como se vienen señalando.
que no participan plenamente en los beneficios No es éste el lugar para abundar en esa mate
potenciales del comercio intrarregional, a! plan ria. Sin embargo, caben algunos comentarios
tear fórmulas que permitan elevar las exporta acerca del papel que podría corresponder al Es
ciones de Nicaragua al resto de la región y un tado, simplemente para ilustrar las complejas in
régimen gradual y progresivo de incorporación terrelaciones que existen entre lo económico y lo
de Honduras a los compromisos integradores extraeconómico en la importante tarea que los
multilaterales; vii) realizar proyectos conjuntos gobiernos y pueblos centroamericanos tienen
de interés multinacional, como la interconexión por delante. ¿Por qué singularizar el papel del
eléctrica y la cooperación en la explotación de los Estado en una reflexión especial? En primer tér
recursos del mar, y viii) fortalecer las institucio mino, porque esta nota va dirigida esencialmente
nes de la integración centroamericana para que a los gobiernos de la región, por lo que quedaría
contribuyan a la ejecución de las actividades an incompleta si no se considerase el papel que a
tes señaladas. ellos les corresponde en la reactivación y el desa
rrollo. En segundo lugar, se trata de un tema
5. La expresión política del desarrollo altamente controvertible —a veces con agudos
y el papel del Estado tonos ideológicos— que merece un amplio deba
te e investigaciones posteriores más profundas.
Si bien este documento se ha centrado en el papel Por último, independientemente del marco ideo
de la política económica —y, por inferencia, en el lógico y conceptual en que se sitúe este tema,
de los economistas— en la reactivación y el desa cada una de las funciones genéricas de cualquier
rrollo, resulta obvio que este último no es coto Estado —preservar el orden, defender la sobera
exclusivo, y ni siquiera principal, de la disciplina nía y contribuir al bienestar de la población—
de los economistas. Las transformaciones inhe encuentra una expresión en las preocupaciones
rentes a cualquier proceso de desarrollo tocan centrales que guiaron esta nota, como son supe
todos los ámbitos de la vida nacional —y todas las rar las tensiones sociales y políticas presentes en
disciplinas de las ciencias sociales— y difícilmen la región, mitigar la decidida influencia que ejer
te se podrán plantear programas de reactivación cen los fenómenos de origen externo sobre todos
y desarrollo sin incorporar consideraciones de los aspectos del quehacer nacional y reactivar las
carácter político y social. Así, de no superarse economías. Es decir, el tema es de gran impor
las tensiones que persisten en algunos países cen tancia.
troamericanos, no cabría pensar en la reactiva Con todo, el papel del Estado en sus expre
ción de las economías. Dicho de otra manera, el siones más puntuales puede variar mucho de un
desarrollo debe abordarse con enfoques multi- país a otro, o dentro de un mismo país en distin-
disciplinarios, que permitan incorporar a la disci , tos períodos, de acuerdo con el ordenamiento
plina de la economía temas como la participa institucional y político vigente, sus tradiciones
ción, la interacción política, el papel de los distin históricas y culturales, el producto de la propia
tos agentes económicos y la democratización. interacción política y otras circunstancias di
Ello no significa que el enfoque multidiscipli- versas.
nario deba estar presente en todas las actividades La cuestión supone incluso consideraciones
relacionadas con el esfuerzo del desarrollo. La de carácter ético y filosófico {por ejemplo, si se
formulación de propuestas de política económi acepta un papel rector para el Estado, ¿puede
ca seguirá siendo principalmente oficio de los éste utilizar cualquier medio, hasta la fuerza, pa
economistas, el estudio de la interacción política ra influir sobre los acontecimientos? ¿Cuál sería
de los politicólogos y la investigación sobre la el límite en los procedimientos que puede em
estratificación social de los sociólogos. Sin embar plear el Estado para ese propósito?). Todos estos
go, habrá muchas áreas de contacto y de traslape problemas surgen con gran nitidez en la Cen-
entre lo económico, lo político y lo social, por lo troamérica contemporánea, dada la heteroge
que un programa de reactivación y desarrollo neidad de situaciones presentes en la región.
tendrá que ocuparse al menos de algunas de las En algunos países el poder del Estado se
realidades extraeconómicas que están presentes percibe como el resultado de tensiones perma
CENTROAMERICA; BASES DE UNA POLITICA DE REACTIVACION Y DESARROLLO / Subsede de la cicaAt. en México 45
nentes entre distintos agentes de la sociedad, en troamericana podría consistir en aceptar que el
contrando éste límites ante otros núcleos de po grado de intervencionismo estatal en la econo
der y la soberanía de la ley. En otros se tiende a mía o de vigencia de las fuerzas del mercado
otorgar un papel hegemónico (no necesariamen depende de las circunstancias que prevalezcan
te absoluto) al Estado, en algunos casos en repre en cada país. En esencia, "aparte de la familia y el
sentación de determinados segmentos de la so hogar, las dos grandes instituciones organizado
ciedad. De allí que no sea posible prescribir una ras del mundo, en efecto, son el mercado y el
fórmula única, aplicable en todos y cada uno de Estado” (Lindblom, 1977, p. ii). Por esta razón,
los países, sobre la actuación precisa que corres al reconocer la necesaria presencia de ambas
ponde al Estado en el proceso de reactivación y "instituciones organizadoras” en cualquier siste
desarrollo, o sea, en lo que se refiere a su función ma político —incluso en las economías socialis
genérica de velar por el bienestar de la población. tas—, “la mayor distinción entre un gobierno y
Más bien, los mismos criterios aplicables a la polí otro radica en el grado en el cual el mercado
tica de reactivación mencionados en páginas pre reemplaza al gobierno o en que el gobierno
cedentes (pragmatismo, selectividad, eficiencia y reemplaza al mercado” (Lindblom, 1977, p. ix).
austeridad) son pertinentes al definir esa actua Una manera de percibir el papel del Estado,
ción, así como las relaciones del Estado con el pues, consistiría en advertir la tensa y dinámica
resto de los agentes económicos de la sociedad. A relación que existe entre las dos “instituciones
esos criterios cabría añadir el respeto a la hetero organizadoras” descritas —el mercado y el Esta
geneidad de situaciones y la capacidad de adap do—; tensa porque continuamente se enfrentan,
tar el papel del Estado a circunstancias cam poniendo a prueba sus respectivos límites; diná
biantes. mica porque las circunstancias cambiantes con
Treinta años de experiencia en Centroamé- ducen a modificaciones en el peso relativo entre
rica, en efecto, sugieren que no parece haber una ambas, así como a transformaciones en su inte
regla universal que permita definir ex ante el gra rrelación. Por esa razón, en épocas de intensos
do de intervención estatal deseable para elevar en cambios como los que experimenta Centroamé-
grado óptimo el bienestar de la población. Cabe rica en la actualidad es ineludible que se transfor
admitir que el desempeño del Estado durante ese me tanto el papel del Estado como el del merca
período no siempre dejó un legado positivo, tal do, Ambos interactúan en una tensión creadora.
como lo ilustran múltiples empresas públicas o De aceptarse este enfoque, no es posible —ni
instituciones oficiales de fomento industrial. El necesario— ofrecer una regla universal sobre el
hecho de que algunas de esas empresas hayan papel que le corresponde desempeñar al Estado
sido víctimas de la burocratización, las preben en una región con situaciones tan diversas como
das, e incluso en ocasiones de la corrupción y la las que existen en Centroamérica. No cabría exal
ineptitud en su administración, no debería llevar tar, en forma abstracta, ni un papel hegemónico
a la conclusión de que éstas deben por fuerza ser para el Estado, ni virtudes universales del merca
ineficaces. Sin embargo, sí obliga a reconocer que do. La participación relativa de cada uno en la
la tendencia en boga durante esos treinta años de evolución de los acontecimientos, será producto
posguerra de ampliar en forma sistemática el de la dinámica del propio proceso de desarrollo y
alcance y la profundidad de la acción estatal no de las circunstancias que prevalezcan en cada
siempre ha sido intrínsecamente deseable y que, país.
en general, las actividades del Estado deberían Ahora bien, si se analizan los rasgos de la
someterse a los mismos requisitos de eficiencia, coyuntura se advierte que existen márgenes de
probidad y agilidad que las desempeñadas por maniobra del sector público que debieran apro
los demás agentes económicos. Por otra parle, vecharse no sólo para amortiguar el impacto ne
igualmente erróneo sería llegar a la conclusión, a gativo de la crisis, sino para orientar sus efectos
base del desempeño aludido, de que el Estado con sentido constructivo. Por ejemplo, la escasez
debe renunciar a un papel importante en el pro de divisas impone la necesidad de que se señale
ceso de desarrollo, confiando en el mercado co un orden de prioridad a los distintos sectores
mo el único ordenador de ese proceso. importadores y, además, exige que los ingresos
Un criterio más acorde con la realidad cen recibidos de las exportaciones se dediquen preci-
46 REVISTA DE LA CEP AL N“ 28 / Abril de 1986
sámente a las importaciones esenciales. Asimis pos exportadores se ha traducido en una consi
mo, las circunstancias actuales demandan que se derable ponderación de los impuestos al comer
realice un considerable esfuerzo exportador. Pa cio exterior en los ingresos del sector público,
rece natural que estas funciones se asignen a los situación que cambiará a medida que la depre
bancos centrales y a las dependencias que se ocu sión externa limite las posibilidades de exporta
pan del comercio exterior. En todo caso, el impe ción y, como contrapartida, las de importación.
rativo de racionalizar el uso de las divisas exige Por consiguiente, se presentarán problemas fi
una intervención del Estado mayor que la reque nancieros mientras se encuentren nuevas fuen
rida en situaciones de normalidad en el relacio- tes internas de imposición pero, al mismo tiem
namiento externo. po, se reducirá la vulnerabilidad del Estado fren
Por otra parte, la escasez de divisas da lugar a te a determinados grupos de presión.
conflictos de intereses y, por consiguiente, a pre Todo lo anterior sólo sirve para ilustrar có
siones de los distintos grupos importadores y mo la coyuntura influye sobre el papel del Esta
exportadores. Las pugnas que invariablemente do, independientemente del marco conceptual e
se producen en esas situaciones sólo pueden re ideológico que caracterice a cada sociedad cen
solverse con el arbitraje de una instancia supe troamericana. Ya la naturaleza precisa y el alcan
rior. En ese sentido, independientemente de la ce de esas responsabilidades variará de un país a
combinación de fórmulas cambiarlas, crediticias otro y conforme las circunstancias lo vayan dic
o fiscales a que se recurra para enfrentar la crisis, tando en cada país, como resultado de la interac
la escasez de recursos agudiza de hecho la pugna ción entre el Estado y los demás agentes econó
entre los grupos de interés y abre con ello —debi micos. En ese sentido, el desempeño de las activi
do a la fragmentación de las demandas— un dades del Estado en los términos descritos sería la
mayor espacio susceptible de ser aprovechado contrapartida natural del enfoque pragmático
por el sector público. que se propone en páginas precedentes para la
Otro cambio cualitativo en el papel que cum conducción de la política económica, el que su
ple el sector público se desprende de su menor giere menos énfasis en los marcos globales y tota
dependencia del comercio internacional como lizadores a favor de métodos selectivos de tanteos
fuente directa de ingresos fiscales. El papel deci sucesivos para la consecución de determinados
sivo que históricamente desempeñaron los gru objetivos del desarrollo.
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vo de diferenciación entre las estructuras pro mayor flexibilidad de las estructuras sociales y
ductivas y sociales de los países avanzados y las de cambios profundos en la relación Estado-
los países de la región. sociedad civil como los generados por la revolu
Desde el punto de vista de su gestación, las ción puritana en Inglaterra, la revolución france
estructuras articuladas se caracterizan por las im sa, el despotismo ilustrado en los Países Bajos, la
portantes transformaciones que experimentan Guerra Civil norteamericana y la restauración
inicialmente los procesos de producción agrope imperial Meiji.
cuaria, basadas, en la primera etapa, en innova En contraposición con estos procesos de
ciones biológicas y organizativas que permiten articulación paulatina característicos de los paí
generar excedentes con cargo a los cuales se ini ses avanzados, en los países de la región se asiste a
cia el proceso de industrialización. Este proceso una dinámica que lleva la impronta de la matriz
de industrialización se caracteriza por su funcio estructural básica gestada en el período colonial;
nalidad respecto tanto de las demandas que plan ésta incide, sobre todo, en la fase crítica de con
tea la expansión agrícola subsiguiente —en una formación de las relaciones entre agricultura e
fase en que los insumos y los equipos de origen industria y de formación y desarrollo de los mer
industrial pasan a ocupar un papel de creciente cados internos. Los enclaves mineros y las estruc
importancia en los incrementos de productivi turas (hacienda y plantación) superpuestas en
dad— como de las de bienes de consumo simples muchos casos a comunidades campesinas de dis
que pueden ser producidos en gran escala, a tinto origen, dieron lugar a patrones de deman
consecuencia de una participación suficiente da, tanto de bienes de consumo como de equipos,
mente amplia de parte de la población en los incapaces de estimular la producción en gran
incrementos del ingreso que esta dinámica gene escala de bienes simples y estandarizables; impi
ra. La vía tecnológica escogida—que fue distinta dieron, con ellos, la creación de un círculo “vir
y específica en cada uno de los casos de desarrollo tuoso” entre la demanda agrorrural y la urbana-
articulado y coherente con las escaseces relativas industrial comparable con la descrita para los
de recursos nacionales— permitió el fortaleci países avanzados. La vía tecnológica adoptada en
miento recíproco de la demanda agrícola e in los procesos de modernización acentuó la bimo-
dustrial. Partió, en la fase preindustrial, por in dalidad originaria de las estructuras productivas
novaciones simples de bajo costo relativo, suscep e influyó en la asimilación pasiva de opciones
tibles de ser incorporadas por la gran mayoría de gestadas en otros contextos y divorciadas de la
los productores, que se fueron haciendo más que habría aconsejado la escasez relativa de re
complejas a medida que el desarrollo industrial cursos nacionales. Por esta vía, se desviaron hacia
lo permitía, tanto por la oferta de insumos y el exterior los efectos multiplicadores de la de
equipos, como por el crecimiento y la ampliación manda o se crearon las condiciones para una
de una demanda diversificada de bienes de con industrialización destinada a satisfacer las necesi
sumo. dades creadas por la adopción prematura de pa
Esta dinámica de creación de demandas recí trones de consumo propios de países avanzados
procas no se redujo al ámbito de las relaciones pero sin que existiera, como en ellos, la posibili
entre la agricultura y la industria, sino que se hizo dad de que se generalizaran para la gran mayoría
extensiva a las relaciones entre diversas ramas de la población.
industriales (bienes de consumo-bienes de capi El crecimiento orgánico e interdependiente
tal), diversos tipos y tamaños de unidades pro de las distintas partes del complejo industrial,
ductivas (gran empresa-empresa pequeña y me que, impulsado por el mercado en unos (los casos
diana) y diversas regiones, generándose un pro de “modernización desde abajo”) o conducido
ceso de homogeneización relativa de los niveles por el Estado en otros (las situaciones de “moder
de productividad en todos los ámbitos indicados, nización desde arriba”), tuvo lugar en los países
sin perjuicio de las diferencias que necesaria avanzados, fue reemplazado en los de la región
mente crea el liderazgo tecnológico ejercido por por el transplante de fragmentos de dicha estruc
algunas empresas o ramas. tura, confiándose al exterior aspectos comple
En la gran mayoría de los casos, el desarrollo mentarios que resultan críticos para el funciona
de estos procesos de articulación exigió una miento del conjunto.
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / División conjunta c e p a l Iv n ih o de Desarrollo Industrial 51
II
L a n o c ió n d e n ú c le o e n d ó g e n o d e d in a m iz a c ió n t e c n o ló g ic a
dicionada por la especificada de los procesos his próximo decenio, pero contribuye escasamente a
tóricos de las respectivas formaciones sociales). desencadenar los procesos de innovación locales,
Esta valoración de la facultad creadora supone sin los cuales la presencia en los mercados inter
un espíritu muy abierto hacia el resto del mundo, nacionales se torna esencialmente precaria.
tanto en lo que se refiere al proceso de aprendi Es importante destacar que en esta caracteri
zaje y asimilación de los conocimientos genera zación del “núcleo endógeno de dinamización
dos en el exterior, como a la identificación de tecnológica” no se ha mencionado el tamaño de
aquellas actividades en que el país puede adqui los mercados ni la abundancia de la dotación de
rir niveles de excelencia relativa que le permitan recursos naturales. Esto obedece a la convicción,
generar las divisas imprescindibles para adquirir corroborada por la experiencia histórica, de que
los bienes y servicios requeridos para satisfacer, no hay una clara correlación entre las dimensio
en conjunto con los generados localmente, las nes del liderazgo y de la articulación económica y
carencias internas. Este proceso sistemático de social y el tamaño, ni mucho menos con la dota
aprendizaje supone una preocupación obsesiva ción de recursos naturales. Lo dicho no invalida
con la capacitación permanente de la población, la importancia de las economías de escala y de la
por medios educativos, con instituciones especia concentración en determinadas actividades, pe
lizadas, y por los medios de comunicación masi ro busca poner de relieve la importancia decisiva
va, así como un conocimiento exhaustivo de las de que la configuración de la actividad producti
potencialidades locales que comprenda tanto los va, como reflejo del esfuerzo creador interno, sea
recursos naturales disponibles como las posibili funcional en relación con las carencias y poten
dades de modernización de las formas organiza cialidades específicas nacionales. En ese sentido
tivas y las técnicas tradicionales disponibles. La concreto se habla del carácter “endógeno”.
modernización genuina es aquella que enriquece La necesidad de competir, reforzada por las
y potencia el acervo heredado en los distintos limitaciones del tamaño del mercado interno, y el
planos: el patrimonio histórico, los valores y las proceso de aprendizaje requerido deberían tra
aptitudes, las formas de organización y los cono ducirse necesariamente en perfiles productivos
cimientos asociados con las especificidades loca más especializados que los existentes en las eco
les. Esta modalidad de modernización permite la nomías avanzadas. El concepto de “núcleo endó
inserción en los mercados internacionales, por geno de dinamización tecnológica” favorece la
que agrega valor intelectual y eficiencia a los identificación de las líneas de especialización y la
diseños, procesos, técnicas y formas de organiza creación, a partir de éstas, de sistemas creciente
ción de la producción que ya existían. La moder mente articulados que buscan alcanzar niveles de
nización que no tiene en cuenta el acervo local y excelencia internacional en los diversos eslabo
favorece el simple transplante físico de los obje nes que conforman las cadenas de especializa
tos, podría calificarse de modernización de esca ción. La particular modalidad de desarrollo del
parate o espuria, ya que permite la reproducción sector industrial en la región evidentemente se
efímera de la modernización importada, a un aparta de este criterio de selección y especializa
costo en divisas difícilmente financiable en el ción.
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / División conjunia <:k i ‘a i J i '\-i i )o de Desarmllo Indíístriai 53
III
E l f a ls o d ile m a :
e s tr a te g ia s d e s u s titu c ió n d e im p o r ta c io n e s
o e s t r a t e g i a s o r i e n t a d a s a la e x p o r t a c i ó n
necesario matizar esta formulación y para ello, de manufacturas. Es necesario recalcar que la
inevitablemente debe postularse que el tema de presencia en los mercados internacionales no
las estrategias de desarrollo posee una compleji puede entenderse si no se tienen en cuenta ante
dad ante la cual las versiones simplificadas, que cedentes como el dinamismo industrial y el pro
contrastan las ‘virtudes’ de las exportaciones greso técnico de la estructura productiva de los
—frecuentemente asociadas a la preeminencia países.
de los principios de mercado— con la connota Este último aspecto se vincula directamente
ción ‘pecaminosa’ de la sustitución de importa con otro en torno al cual a veces se incurre en
ciones —que reflejaría una intervención pública simplificaciones rayanas en la confusión. Las ex
excesiva— constituyen un marco insuficiente pa presiones “sustitución de importaciones” y
ra una reflexión de carácter estratégico formula “orientación hacia el mercado interno”, suelen
da en las actuales condiciones de la economía utilizarse indistintamente, lo que da la impresión
regional e internacional, de que el efecto dinamizador de la expansión del
A continuación se examinan algunos aspec mercado interno está condicionado a la intensifi
tos del problema que a veces se omiten o confun cación de la sustitución de importaciones y de lo
den, con lo cual se deforman las repercusiones cual se desprende que si las posibilidades de
normativas del debate. En primer lugar, cabe avanzar en la sustitución de importaciones pare
señalar que un rasgo básico de las “estrategias cen limitadas, el mercado internacional se trans
orientadas hacia la exportación” es su carácter forma en la única opción dinamizadora. El uso
marcadamente “industrialista” que se plasma indistinto de las expresiones “sustitución de im
tanto en los ritmos elevados de crecimiento de la portaciones” y “mercado interno” puede inducir
producción manufacturera, como en la rapidez a equívocos. El efecto dinamizador de la expan
de las transformaciones de la estructura produc sión de la demanda interna puede concretarse
tiva bajo el liderazgo del sector industrial. En acompañado de una intensificación de la sustitu
países como el Japón, Corea y Taiwàn, las tasas ción de importaciones (disminución del coefi
medias de crecimiento industrial anual en los ciente de importaciones), de una reducción de la
decenios de 1950 y I960 eran de aproximada sustitución de importaciones (aumento del coefi
mente 15%, es decir, duplicaban la de los países ciente de importaciones) o de un proceso neutro
de mayor dinamismo industrial en nuestra re de sustitución de importaciones (coeficiente
gión (Brasil y México). Así se explica que el grado constante). En el primer caso, el efecto dinamiza
de industrialización de ios países asiáticos (medi dor del incremento de la demanda interna final
do por la participación del producto industrial sobre la producción interna es reforzado por el
en el producto total) que a comienzos de los años aporte de la sustitución de importaciones; en el
cincuenta era inferior o comparable al de los segundo, a la contribución del aumento de la
países más industrializados de América Latina, demanda interna es preciso sustraer el efecto del
fuera a comienzos de los años setenta significati incremento más que proporcional del compo
vamente más alto y, que debido al retroceso in nente de importaciones; en el tercero, sólo incide
dustrial experimentado por América Latina a el crecimiento del mercado interno sin ninguna
comienzos del decenio de 1980, esa diferencia se corrección por efecto del componente importa
hubiese acentuado considerablemente hacia do. Por consiguiente, la sustitución de importa
1983 cuando el grado de industrialización en ciones contribuye, particularmente en la fase ini
Japón, Corea y Taiwàn superaba el 40%, mien cial del proceso de industrialización, a dinamizar
tras que en los países grandes de la región alcan la producción local, pero esta última puede ex
zaba a 25% y a 23% en el conjunto de América pandirse en ausencia de sustitución de importa
Latina. ciones e, incluso, en presencia de un proceso de
El rápido crecimiento del sector industrial en reducción de dicha sustitución.
los países de vocación exportadora, asociado al Algunas ilustraciones empíricas pueden ayu
proceso interno de aprendizaje, desencadenó el dar a aclarar este aspecto en el caso del Japón,
‘círculo vicioso’ de crecimiento industrial, eleva que es el ejemplo más notable de dinamismo y
ción de la productividad y progreso técnico y penetración en el mercado internacional de ma
participación creciente en el mercado mundial nufacturas; durante todo el proceso de indus-
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / División conjunta cepal/v n w o de Desarrollo Industrial 55
de importaciones aparezca con signo positivo a transformación productiva, como del dinamis
cierto nivel de agregación y negativo a otro, lo mo en el mercado internacional y de las tenden
que se explica por las variaciones que experimen cias de incorporación de progreso técnico.
ta la estructura de la demanda interna. Así, por Para ilustrar el efecto combinado de los dis
ejemplo, puede ocurrir que la medición por ra tintos aspectos señalados, es interesante recurrir
ma industrial indique que se ha intensificado el nuevamente al caso de Corea. Si se considera el
proceso de sustitución de importaciones (ha dis período 1955-1973, en su conjunto, el incremen
minuido el coeficiente de importaciones) y que, to de las exportaciones aparece como el motor
para el conjunto de la economía, la sustitución de del crecimiento de la producción local, acompa
importaciones haya experimentado un ‘retroce ñado en segundo lugar de la expansión de la
so'. Para esto bastaría que aquellas ramas con un demanda interna y, seguido del aporte de la sus
coeficiente de importación elevado, aunque de titución de importaciones, marginal pero positi
creciente, experimentaran un ritmo significati vo. Al descomponer el análisis en tres subperío
vamente más elevado de crecimiento que las de dos se obtiene una aproximación mejor de la
coeficiente de importaciones inferior, fenómeno realidad, pero con indicaciones distintas para
por lo demás frecuente en América Latina. efectos de la interpretación: en el período 1955-
Pero más importante que este efecto óptico 1963 el crecimiento del mercado interno, refor
asociado al nivel de agregación, es destacar la zado por la sustitución de importaciones, dieron
enorme importancia que, para efectos de la in cuenta de casi el 90% del crecimiento de la pro
terpretación y el diseño de políticas, tiene el aná ducción industrial; en el período 1963-1970 el
lisis de las modificaciones que experimenta la mercado interno continuó impulsando el creci
estructura productiva, lo cual conduce, necesa miento seguido ahora del incremento de las ex
riamente, a otorgar al menos tanta importancia portaciones y aparece un proceso negativo de
al nivel sectorial como al nivel global de análisis sustitución de importaciones. Sólo en el tramo
de la sustitución de importaciones y de la promo final 1970-1973, en que culminó el proceso ante
ción de exportaciones. El proceso de desarrollo rior, el incremento de las exportaciones se con
económico supone transformaciones en la es virtió en el motor del crecimiento, seguido del
tructura de la demanda y de la producción, crecimiento del mercado interno y de una susti
acompañadas de progreso técnico. Por consi tución de importaciones negativa para el conjun
guiente, el análisis de la sustitución de importa to de la economía. Si a esta descomposición tem
ciones y del fomento de las exportaciones, ele poral se suma la dimensión sectorial, se obtienen
mentos parciales del proceso de desarrollo, debe nuevas indicaciones importantes para la inter
incorporar como elemento esta transformación pretación de este proceso de industrialización.
productiva si se desea profundizar en la com Aunque la sustitución de importaciones tuvo ca
prensión de su dinámica. Salta a la vista, por rácter negativo para el conjunto de la economía
ejemplo, que en el proceso de crecimiento de la en el período 1966-1970, en 14 de las 25 ramas
posguerra las transformaciones de la estructura productivas se profundizó el proceso de sustitu
productiva se caracterizaron por un mayor dina ción de importaciones. Sin embargo, hay algo
mismo de los insumos intermedios de uso difun aún más importante, cual es que el esfuerzo prin
dido, acero y productos petroquímicos, de los cipal de sustitución de importaciones se concen
bienes de capital y de consumo duraderos inclui tró en ramas que son estratégicas desde los tres
dos en las ramas de maquinaria no eléctrica y puntos de vista mencionados anteriormente: la
eléctrica del sector equipo de transporte. Reco petroquímica, la siderúrgica y la producción de
nocido este rasgo básico del proceso de industria equipo de transporte. En estas dos últimas, la
lización de las últimas décadas, resultarán insufi sustitución de importaciones contribuyó más que
cientes el análisis y las recomendaciones en mate las exportaciones al incremento de la producción
ria de sustitución de importación y promoción de industrial. En el período siguiente (1970-1975),
las exportaciones que no incorporen la evolución continuó con menos intensidad el esfuerzo de
temporal de las transformaciones y las políticas sustitución de importaciones en las ramas petro
adoptadas en estas ramas que tienen importancia química y siderúrgica y se acentuó en minerales
estratégica tanto desde el punto de vista de la no metálicos y productos metálicos, iniciándose
INDUSTRIALIZACION) ARTICULACION Y CRECIMIENTO / División conjunta v e p a ü u n id o de Desarrollo Industrial 57
un esfuerzo importante de la sustitución de im ron portadores del crecimiento industrial; la ato
portaciones de bienes de capital. En el caso de la mización de la estructura productiva; la repro
maquinaria no eléctrica, que es bien de capital ducción acrítica de un patrón de consumo que no
propiamente dicho, la contribución de la sustitu resultó funcional para las necesidades de la re
ción de importaciones fue similar al incremento gión y las potencialidades existentes en ella; la
de las exportaciones y, sumadas, representaron asimetría entre el desarrollo industrial y el agrí
aproximadamente el 80% de la contribución del cola, que favoreció la permanencia y, en algunos
incremento de la demanda interna al aumento países la acentuación del fenómeno de heteroge
de la producción industrial. neidad estructural, particularmente en lo que
Si se contrastan las imágenes obtenidas del toca a la producción de alimentos básicos para el
análisis agregado sin distinción de los períodos consumo interno; la base energética no funcional
en que se modifican las políticas industriales, con utilizada; el rezago relativo del sector de bienes
las indicaciones que proporciona el análisis tem de capital; la deformación parcial de la interme
poral y sectorialmente desagregado, queda de diación financiera hacia el corto plazo; y la insufi
manifiesto hasta qué punto las simplificaciones ciente gravitación del empresario nacional en los
en el análisis pueden introducir distorsiones en sectores industriales más dinámicos.
las recomendaciones. La situación se torna aún Esta enumeración, incompleta y esquemáti
más grave si el caso en cuestión constituye el ca, sugiere que el resultado de la industrializa
argumento básico para construir un paradigma ción de América Latina debe evaluarse conside
susceptible de aplicación universal. rando una amplia gama de factores económicos,
De lo expuesto se infiere que el uso de la sociales, políticos y culturales, que en conjunto
sustitución de importaciones como instrumento explicarían la gestación de esta modalidad de
de industrialización no es privativo ni específico crecimiento muy particular. Al parecer, puede
de América Latina. Más bien ha sido el expedien afirmarse que el rasgo básico de la industrializa
te básico que utilizaron las economías hoy día ción de economías maduras de hoy y también de
maduras para construir su proceso de industria las del sudeste asiático, que realizaron el proceso
lización (con la excepción obvia del Reino Unido tardíamente, reside menos en la utilización de
a fines del siglo xvni y a comienzos del siglo xix, determinados instrumentos de política —que, en
que no tenía de donde importar manufacturas) y general, se reproducen en América Latina, aun
lo propio se aplica para una economía de indus que con ponderaciones distintas— que en el ca
trialización tardía y de presencia más dinámica rácter articulado de esas sociedades, resultado de
en el mercado internacional como el Japón. Aun procesos históricos que se caracterizan en el ám
en el caso de algunos países del sudeste asiático, bito político por un liderazgo claro, aceptado y
como Corea, el uso conjunto de la sustitución reconocido por el resto de la sociedad. Si bien ese
selectiva de importaciones y el fomento de las liderazgo, cuyo origen, naturaleza, sectores so
exportaciones, es hoy día un hecho validado en la ciales portadores, y modalidades institucionales
práctica. Lo que es específico de América Latina para su ejercicio, varían según los sistemas políti
es la modalidad particular, marcada por la au cos y los distintos períodos no estaba exento de
sencia de creación, usada en el proceso de susti conflictos e incluso de quiebres institucionales,
tución de importaciones. Entre los rasgos en que favorecía la definición y relativa estabilidad de
la industrialización de América Latina muestra opciones estratégicas de largo plazo.
específicamente diferencias notorias con la de los Dichas opciones, unidas a la existencia, en el
países de industrialización madura y la de los de plano social, de normas mínimas de solidaridad
industrialización tardía del sudeste asiático, cabe —que suponían para los sectores que ejercían el
mencionar los siguientes: el nivel elevado e indis liderazgo asumir ciertas responsabilidades res
criminado de protección otorgada que, conjun pecto de los sectores sociales subordinados, aso
tamente con las políticas cambiarias, favoreció ciados al sentido de pertenencia a la entidad na
tasas de rentabilidad más altas en el mercado cional— contribuían a difundir la perspectiva de
interno, con diferencias notables y permanentes, que se iría superando paulatinamente la inequi
que en el internacional; el tipo de sectores a los tativa situación inicial. Esta evolución se proyec
que se dirigió la protección; ios agentes que fue taba, en el ámbito económico, en una vinculación
58 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
entre Estado y sociedad, con modalidades que Es el caso de países como el Japón y su anti
obviamente variaban con los sistemas, historias y gua colonia, Corea, en los que la carencia relativa
períodos y que favorecían la aceptación de un de recursos naturales constituía precisamente el
orden en cuyo marco se generaba un proceso factor movilizador principal del proceso de inno
paulatino de integración cultural y aprendizaje vación necesario para compensar esa insuficien
tecnológico que viabilizaba el objetivo nacional cia mediante la capacidad de competir interna
de fortalecer la gravitación relativa de cada uno cionalmente en la fase de procesamiento y la
de esos países en el concierto económico interna fabricación. Se trataba de afrontar el desafío de
cional. sobrevivir y defender su existencia como entida
Un rasgo básico en la determinación de las des nacionales; en esos países, el proceso de mo
posibilidades de competencia internacional de dernización de la agricultura con diferencias de
esos procesos de desarrollo en sociedades articu intensidad y ritmo, precedió y luego acompañó al
ladas con un liderazgo, la construcción paulatina proceso de industrialización igual que en los paí
de consenso, normas mínimas de solidaridad y la ses nórdicos y en los que impulsaron la primera y
articulación entre Estado y sociedad, era precisa la segunda revolución industrial, el Reino Unido
mente la existencia del “núcleo endógeno de di- y los Estados Unidos. En este segundo grupo de
namización tecnológica” definido anteriormente países, que siguieron la ruta de la modernización
que aseguraba la continuidad del proceso de asi impulsada desde abajo, la gravitación relativa del
milación, aprendizaje, adaptación e innovación mercado respecto al Estado fue mayor que en el
funcional para atender las necesidades y aprove primer grupo. En los casos del Japón, cuya in
char las potencialidades internas. Ese “núcleo dustrialización fue tardía, y de Corea, en que fue
endógeno de dinamización tecnológica” orienta aún más tardía, el Estado desempeñó una fun
ba la sustitución de importaciones y explicaba su ción determinante en la articulación y moderni
avance simultáneo, acompañada de un proceso zación impulsada desde arriba de la actividad de
paulatino de generación de exportaciones los distintos agentes y sectores, que resultaba
apoyado en un proceso sistemático de aprendi funcional para este propósito nacional trascen
zaje. dente de sobrevivir y elevar el nivel de vida de la
En los países dotados de algunos recursos población, reforzado, en ambos casos, por moti
naturales abundantes, aunque los mercados in vaciones geopolíticas evidentes. La exportación
ternos fuesen reducidos, el aprendizaje suponía inicial de manufacturas livianas cumplía, igual
agregar valor intelectual que permitía alcanzar que la protección, un propósito de aprendizaje
niveles de excelencia en el ámbito de las técnicas que permitiría evolucionar paulatinamente hacia
de fabricación y de los equipos necesarios para productos manufacturados que hacen uso inten
explotar y elaborar esos recursos, así como en sivo de tecnología y de capital, pero, en esa evolu
contrar nuevos usos para estos recursos natura ción, el factor determinante fue el esfuerzo de
les y nuevos diseños asociados a su aprovecha asociación, aprendizaje, adaptación y posterior
miento. Esta es la situación, por ejemplo, de los mente innovación, factores fundamentales para
países nórdicos que tienen importante gravita competir en el ámbito internacional, elemento
ción en el comercio internacional de manufactu determinante de la sobrevivencia nacional.
ras, tecnológicamente vinculadas a la dotación de La presencia de esos países en los mercados
recursos naturales. La ventaja comparativa, internacionales se explica en gran medida por la
construida con el aporte creador interno, apro mayor prioridad que le otorgaron al proceso de
vechando los recursos naturales en mercados re aprendizaje y de construcción de la infraestruc
ducidos, es la expresión práctica de la existencia tura tecnológica, así como a su vinculación con el
en esos países del elemento que se ha definido sector productivo, y por la política sistemática de
como “núcleo endógeno de dinamización tecno apoyo a la pequeña y mediana empresa vincula
lógica” que sirve de eje capaz de viabilizar el da orgánicamente con las empresas líderes. Uno
propósito nacional de sobrevivir y aumentar su de los requisitos básicos de todas esas experien
gravitación relativa en el contexto internacional; cias fue la subordinación, al interés nacional, de
lo propio se observa en países que carecían de los intereses particulares de los sectores sociales
recursos naturales. que ejercían el liderazgo, lo cual contribuyó a que
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / Divmón conjunta cEOAtJ, de Desarrollo Indm tríal 59
el resto de la sociedad percibiera que si bien al exenta de coerción pero audaz, austera y que se
comienzo la situación en materia de remunera consideraba identificada con el interés nacional,
ciones y distribución del ingreso era inequitativa la evolución posterior de la economía y de la
en comparación con la de América Latina, cabía sociedad tendiese paulatinamente a neutrali
esperar que, al amparo de esa conducción no zarla.
IV
Estrategias de industrialización
y el curioso dilema Estado o mercado
La intermediación financiera, que sin duda ha experiencias históricas en que la modernización
tenido modalidades institucionales diferentes en impulsada desde abajo generó formas de organi
Alemania occidental, el Japón y Corea, tiene en zación social caracterizadas por una relativa si
común, sin embargo, en esos casos el haber esta metría del acceso al poder económico y político y
do sistemáticamente al servicio de una política que culminó en instituciones democráticas com
decidida de industrialización e innovación que patibles con la alternancia política que se base en
busca aumentar las posibilidades de competencia la existencia de un elevado grado de consenso
internacional. Ese rasgo común parece tener más respecto de los méritos del sistema vigente. En los
importancia que las diferencias en cuanto al ca casos de industrialización tardía, la gravitación
rácter público o privado o a la modalidad prácti del Estado en el proceso de desarrollo ha sido
ca de vinculación entre el sector financiero y el decisiva y sobre eso hay mucho escrito. Es intere
sector industrial; en un caso la industrialización sante destacar que en aquellos casos, entre los
fue conducida por un sector financiero compro cuales figuran algunos países europeos y el Ja
metido con la industrialización y el largo plazo; pón, en que las instituciones democráticas fue
en otros ese sector desempeñó la función de ser ron implantadas después de la segunda guerra
vicio de apoyo del liderazgo ejercido desde los mundial, la alternancia política aún no constituye
propios grupos industriales. En el caso de Corea, una práctica establecida.
hasta comienzos de los años ochenta, era una Cuando en las sociedades que se caracterizan
función casi exclusivamente pública de apoyo y por la asimetría en el acceso al conocimiento, a la
canalización preferente de recursos subvencio información y al poder económico y político, se
nados al objetivo estratégico de apoyar el creci intenta imponerla desde arriba o sobre la base de
miento y el aprendizaje tecnológico de los grupos consideraciones doctrinarias en que se da el pa
privados nacionales que impulsaban la industria pel central al mercado^y una función subsidiaria
lización de ese país. Como ejemplo de la preemi al Estado, se generan dinámicas de concentra
nencia de la inversión respecto del consumo cabe ción y especulación. Estas tienen consecuencias
citar que, hasta 1981, los televisores en colores desestabilizadoras que, paradójicamente, indu
que ese país fabricaba y exportaba, no se vendían cen al Estado a intervenir y a ampliar su papel, e
internamente para evitar que mermase la tasa de incluso a rebasar los límites que este papel tenía
ahorro de las familias. en la fase precedente.
Lo expuesto sobre la vinculación entre la Las consideraciones expuestas permiten
intermediación financiera, el Estado y el proceso apreciar las vinculaciones entre el Estado, el mer
de industrialización, constituye una ilustración cado y las estrategias de industrialización como
particular de las salvedades que deben tenerse en un tema respecto del cual difícilmente se pueden
cuenta respecto de las recomendaciones taxati formular recomendaciones taxativas en que se
vas de la función paradigmática del mercado. En haga abstracción de las especificidades sociopolí-
efecto, su función ha sido importante en aquellas ticas nacionales. La diversidad de situaciones
60 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
dentro de América Latina es tan evidente que, nómicos, sectoriales, regionales y aun microeco-
dado el nivel de abstracción y generalidad en que nómicos, que puedan ir conformando paulatina
se plantea este artículo, sólo cabe una sugerencia mente sistemas productivos y marcos institucio
metodológica muy modesta, inspirada en lo ocu nales que tengan capacidad de aprendizaje y de
rrido recientemente, cual es que en lo que toca a innovar, tema muy pertinente en esta fase de
estimular y viabilizar tecnológica y financiera transición de patrones industriales-tecnológicos
mente la inserción internacional de las empresas a nivel internacional. Ni el azar ni el mayor o
nacionales, al Estado le cabe una función orienta menor conocimiento de los economistas respecti
dora y catalizadora decisiva. En lo que se refiere vos explican el número muy reducido de casos de
específicamente al ámbito tecnológico, podría industrialización tardía orientados hacia la ex
afirmarse que dadas las peculiaridades de la tec portación.
nología, que es a la vez mercancía y servicio, y a La inexistencia de un “núcleo endógeno de
las reconocidas distorsiones que caracterizan el dinamización tecnológica’’ en algunos países de
mercado internacional en que se transa, al Esta la región y su precariedad aun en los países de
do le corresponde la función de orientar y articu mayor tamaño y más avanzado grado de indus
lar los múltiples agentes privados que participan trialización explican que el diseño de productos,
en el proceso de desarrollo, tecnológico en que se procesos y técnicas de fabricación no haya sido
basa la competencia en. el plano internacional. funcional para satisfacer las carencias y aprove
En cuanto a la dimensión financiera, la contribu char las potencialidades internas. Explica asimis
ción de los gobiernos de los países de la ocde al mo la existencia de estructuras productivas frag
proceso de ajuste en sus sistemas industrial- mentadas en relación con el tamaño de los mer
tecnológicos constituye una indicación inequívo cados internos, el insuficiente aprovechamiento
ca que América Latina no puede ignorar.^ de los recursos naturales agrícolas, forestales,
Salta a la vista que la capacidad de generar pesqueros y mineros disponibles y la inadecuada
exportaciones industriales refleja claramente la base energética que sustentó el proceso de indus
‘calidad’ del proceso de industrialización y que trialización. Este y otros factores, que se vinculan,
una industrialización capaz de penetrar en el en último término, al proceso de gestación de las
mercado internacional con productos manufac formaciones sociales latinoamericanas y a la evo
turados y permanecer en él es ‘mejor’que aquella lución en las últimas décadas, sugieren que, con
que no lo logra. Sin embargo, de esta afirmación, algunas excepciones nacionales y períodos par
casi tautológica, no se infiere que el problema se ticulares, el proceso de industrialización se inser
resuelva asignándole a la promoción de exporta tó en un cuadro caracterizado por la precariedad
ciones una función casi mágica para la solución del consenso y el liderazgo internos, la preemi
de las carencias heredadas y acentuadas en el nencia de los intereses particulares por sobre el
período reciente de crisis. Aun cuando se adop interés nacional, un grado, en general elevado,
tase el criterio de que las exportaciones indus de fragmentación social y exclusión económica
triales miden, en cierto sentido, el éxito del pro que explica el carácter frívolo de la sustitución de
ceso de industrialización, el problema real {teóri importaciones, y la escasa expresión alcanzada
co y práctico) que se plantea consiste en identifi por las exportaciones industriales (la relación ex
car la combinación de acciones, instrumentos, portaciones industriales-producción industrial y
políticas e instituciones, en los planos macroeco- exportaciones industriales-exportaciones tota
les, es notoriamente más baja aún en los países
más avanzados de la región, como en Brasil, que
^Un su gerente y riguroso análisis, desde una perspectiva en otros países y regiones con un grado compara
necjclásica de la función del Estado y las limitaciones del ble de industrialización).
mercado en el desarrollo industrial y tecnológico de los países En síntesis, cuando no existe el “núcleo endó
semindustrializados figura en Howard y Westphal (1985).
Las indicaciones cuantitativas más recientes sobre la contribu
geno de dinamización tecnológica” o cuando éste
ción pública al fmanciamiento de las actividades de investiga no se encuentra suficientemente consolidado, se
ción y desarrollo en los países de la (x;pf, aparecen en tK:DF. genera un proceso de industrialización cuyo ba
(1984). lance de divisas es mucho más desfavorable que
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / División conjunta c e p a ü u n íd o de Desarrollo Industrial 61
inercia; el apoyo a la producción local de alimen La primera de las opciones ha demostrado empí
tos básicos de consumo interno, tema que ha de ricamente sus resultados y la segunda es total
tenerse en cuenta tanto en el ámbito de la restric mente inviable, aunque sólo sea por la prosaica
ción externa como en el de su contribución a restricción externa.
viabilizar los procesos de democratización; el es La dimensión educativa y el uso que se haga
tablecimiento de esquemas de concertación entre de los medios de comunicación masiva, apoyán
el sector público y la actividad empresarial, par dose en las técnicas más modernas disponibles,
ticularmente en la esfera del fomento de las ex pueden ejercer una influencia en la actitud de los
portaciones; la disminución de la protección en distintos agentes sociales que participan en el
países en que predominaba una cierta inercia en proceso económico, cuya importancia trasciende
este aspecto y el aumento de la misma en aquellos cada uno de los instrumentos particulares de po
casos en que se procedió a una disminución radi lítica comercial. Este tema, que se analiza en el
cal e indiscriminada y, por último, en la convic párrafo correspondiente al desarrollo tecnológi
ción generalizada de que la articulación entre los co, ilustra la necesidad de matizar las opciones
sistemas científico-tecnológicos y la actividad simples y por ende atractivas, que centran la
productiva son vitales para superar la restricción atención en instrumentos particulares de la polí
externa. Estas acciones y convicciones consti tica cc , cial. La percepción que el conjunto de
tuyen indicios auspiciosos, aunque fragmenta la socieaad tenga de la vocación nacional de quie
rios, parciales y aun insuficientes, de que comien nes ejercen el liderazgo, la valorización social de
za a internalizarse la idea de que es preciso ac la innovación y de la función empresarial en un
tuar, simultáneamente, en un conjunto de fren sentido amplio, constituyen factores determi
tes para evolucionar hacia un nuevo patrón de nantes para que las condiciones económicamente
industrialización, funcional para la tarea de satis difíciles que vivirá la mayor parte de la población
facer las carencias sobre la base del desarrollo latinoamericana en las próximas décadas sean
sistemático de las potencialidades internas, pero aceptadas como una trayectoria legítima, condu
que sea, al mismo tiempo, compatible con las cente a una perspectiva futura más favorable.
exigencias del mercado internacional. A ese fin, Cualesquiera que hayan sido las condiciones ini
hay que reconocer que la complejidad del desafío ciales de distribución del ingreso en los distintos
trasciende tanto la propuesta de eliminar las ine- países de América Latina, el elemento determi
ficiencias de la industrialización, cuestionando su nante es el logro de modalidades de concertación
existencia, como la que basa las esperanzas de social que legitimen los liderazgos, de suerte que
superación de las ineficiencias en la perpetua en este período de penurias económicas pueda
ción del patrón industrial anterior durante las evitarse que la fragmentación se acentúe y se
décadas que fuese necesario, para que el carácter llegue, en ciertos casos, a poner en tela de juicio la
tardío pierda por razones biológicas su vigencia. supervivencia de los Estados nacionales.
V
Sobre el supuesto liderazgo emergente
del sector servicios
1. Ocaso indtistrial o complementación secuencia agricultura-industria-servicios. Esta
idea se apoya en dos observaciones simples, y por
Se ha extendido la idea de que está ocurriendo lo mismo seductoras: el aumento de los ingresos
un tránsito desde una era impulsada por el sector genera una demanda más que proporcional de
industrial hacia un futuro en que ese papel co servicios; y como el aumento del empleo en el
rrespondería a los servicios, completándose así la sector servicios es así mayor que el del empleo
INDUSTRIALIZACION, ARTICULACION Y CRECIMIENTO / Divhtitm conjunta de Desarrollo Industiial 63
total, una proporción creciente de la ocupación de esparcimiento, los que incorporan, por lo de
se localiza en las actividades de servicios. más, el consumo de bienes y equipos de tipo
A partir de esta idea se han formulado en los industrial (televisores, útiles deportivos, instala
países de América Latina recomendaciones de ciones turísticas, etc.).^ El liderazgo de los Esta
política que han llevado a favorecer el desmante- dos Unidos en la “industria” del esparcimiento
lamiento de la planta industrial para acelerar el constituye un factor de vital importancia para
advenimiento de la nueva era. Sin embargo, cabe evaluar su inserción futura en la economía inter
hacer al respecto varias observaciones que, en nacional.
conjunto, alteran la imagen lineal de una secuen v) La intensificación de la competencia a ni
cia temporal agricultura-industria-servicios, y al vel nacional e internacional estimula la especiali-
gunas de ellas se señalan esquemáticamente a zación de las actividades productivas de bienes y
continuación. El incremento de una proporción de aquellos servicios previamente incorporados
elevada de los servicios se explica por las trans en las empresas, los que se convierten en activida
formaciones que experimenta el sector manufac des empresariales independientes: servicios de
turero con el aumento del ingreso, la intensifica computación, empresas de ingeniería, gestión de
ción de la competencia internacional, y la expan actividades financieras, etc.
sión del sector público. Los servicios generados vi) La Ínter nacionalización de la actividad in
por estas transformaciones mantienen una estre dustrial fomenta la internacionalización de las
cha vinculación técnica con el sector industrial, actividades de servicio conexas, lo que explica
respecto del cual entran en relaciones de comple- que sean precisamente aquellos países con la
mentación y no de sustitución, como podría des mayor actividad de servicios en el exterior los
prenderse de la formulación original. más entusiastas impulsores de la liberación del
Algunas de las transformaciones del sector comercio internacional de servicios.
industrial que originan la expansión de determi vii) La expansión sistemática del sector públi
nados servicios son: co en las economías industrializadas, resultante
i) La expansión del consumo de bienes dura de un proceso complejo en que se combinan re
deros, automóviles y electrodomésticos, lleva a la querimientos de legitimación y acumulación pro
expansión de los servicios de financiamiento, co pios de la industrialización y la urbanización, ge
mercialización, mantenimiento y publicidad, y nera, por una parte, la expansión de determina
las ocupaciones generadas en esas actividades dos servicios públicos como educación y salud;
rápidamente superan las requeridas en la fase de por otra, a través de la creciente regulación, lleva
producción. a una reacción empresarial que se traduce en una
ii) El descenso de la tasa de rentabilidad en el amplia variedad de servicios de asesoramiento
sector industrial, que se inicia a fines del decenio que apoyan a las empresas en su vinculación con
de 1960 explica la canalización de recursos hacia el Estado.
aquellos servicios asociados con las llamadas “em De lo anterior se desprende que no existe
presas de papel” {paper entrepreneurialism) con el una relación mágica entre aumento del ingreso y
consiguiente crecimiento de los sectores de inter demanda de servicios; en cambio, hay una trans
mediación comercial, financiera, asesoría legal y formación económica y social en que se modifica,
bienes raíces. La recuperación de la tasa de renta simultáneamente el sector industrial y una varie
bilidad tendería a modificar las proporciones ob dad de servicios que con él se vinculan con rela
servadas durante el período de crisis. ciones diferentes, pero que apuntan hacia la
iii) El cambio de enfoque de la competencia complementariedad (Stanbaek y otros, 1982,
de los precios a la diferenciación de productos p. 40).
estimula los servicios de publicidad y comerciali
zación.
iv) El progreso técnico en el sector industrial
lleva a reducir la Jornada de trabajo, y ésta exige ^Se estima que la jornada de trabajo anual por hombre a
cada vez menos esfuerzo físico, tanto en el lugar comienzos del siglo era de 140 000 horas, y que en la actuali
de trabajo como en la actividad doméstica. Au dad probablemente se haya reducido a 72 000 horas por año
menta en consecuencia la demanda de servicios (Tsuru, 1983).
64 REVISTA DE LA CEPAL N” 28 / Abril de 1986
VI
Reflexiones finales
De lo anterior, se desprende que al analizar la proporción elevada de la población y, que al mis
actual crisis financiera de los países de América mo tiempo es incapaz de desarrollar sus poten
Latina es imprescindible tomar en considera cialidades creadoras y aprovechar plenamente
ción, además de los factores externos ya mencio los abundantes recursos naturales disponibles.
nados, los aspectos estructurales de la estrategia Parecería evidente que la propuesta neoliberal,
seguida hasta este momento. La fragilidad de la que aborda las precariedades de la industrializa
situación externa está íntimamente ligada a este ción cuestionando su existencia y retrotrayéndo
patrón industrial: el precario liderazgo ejercido se a esquemas pretéritos de la división internacio
por la industria automotriz, unido a la carencia nal del trabajo con arreglo a los cuales los países
de bienes de capital y al rezago en su producción, de América Latina aparecerían resignados a la
la relacióji asimétrica entre la industria y la agri opaca y poco trascendente función de exporta
cultura, y la falta de funcionalidad de la base dores de recursos naturales, no resuelve las ca
energética, explican fundamentalmente la vul rencias sociales acumuladas.
nerabilidad ante causas externas y, por consi
guiente, el endeudamiento externo. Para supe La asignación de prioridad estratégica al de
rar esta vulnerabilidad es condición indispensa sarrollo de las exportaciones industriales y a la
ble la transformación de este patrón industrial, racionalización de la estructura productiva here
así como de sus articulaciones con el sector agrí dada, requisito para viabilizar el objetivo anterior
cola y los recursos ambientales, con la base ener —temas respecto a los cuales existe consenso—
gética, con los mecanismos de intermediación debe llevarse hasta sus últimas consecuencias y
financiera en que se ha apoyado, con los distintos tener conciencia de que se emprende una tarea
componentes del sector de los servicios, sobre de dimensión nacional, que trasciende con creces
todo los sociales (salud, educación, habitación) y el ámbito de la política comercial e, incluso, el
con las comunicaciones. plano de la economía. Se trata de emprender un
En general, en lugar de una imagen fiel pero nuevo estilo de desarrollo que favorezca tanto la
cronológicamente desfasada de la industrializa articulación hacia dentro, como la elevación de la
ción de los países avanzados, se encuentra una competitividad respecto al exterior. La experien
reproducción trunca y deformada de esa fuente cia internacional sugiere que no sólo no se trata
de inspiración, que al menos parcialmente no de opciones polares antagónicas, sino de requisi
resulta funcional para suplir las carencias de una tos que se refuerzan mutuamente.
66 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / A bñl de 19S6
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I
El debate sobre
las causas
de la inflación
Inflación
y políticas de 1. El planteamiento del problema
ante cambios de la demanda. De ahí que merez vez distinto a lo largo del tiempo) a la situación
can ciertas dudas las hipótesis sobre la inflación fiscal, al nivel de actividad, etc.; a su vez, se pue
que dependan de supuestos muy estrictos sobre de tratar de explicar los cambios de esas varia
los mecanismos de formación de precios. bles como respuesta a otras influencias (económi
De cualquier modo, las decisiones sobre pre cas y extraeconómicas) y así sucesivamente. Se
cios dependen no sólo de variables directamente corren dos riesgos simétricos: por un lado, el de
observables sino también de las conjeturas que se postular explicaciones simplistas (cuando se su
hagan los agentes sobre la conducta de los demás. pone por ejemplo que ciertos instrumentos pue
Esto implica que los precios variarán de un modo den variarse a voluntad, siendo que no es el caso)
tanto más ordenado cuanto mejor definidas es y, por otro, llevar la discusión hasta un punto en
tén las previsiones de los individuos. También que no pueden hacerse ya afirmaciones media
parece que la respuesta de los precios a un estí namente precisas.
mulo dado dependerá de las percepciones y ex Se trata, por último, de una cuestión de crite
pectativas de los que fíjen esos precios. En par rio. Pero, corno la inflación puede en principio
ticular, el patrón de ajuste de precios variará originarse de diversas maneras, y tiene en cada
según cómo estime el público que se determina la caso distintas consecuencias, es necesario consi
política económica. derar el proceso que origina los aumentos de
Esto no implica que todos los individuos ten precios. Se puede ilustrar este argumento con un
gan iguales percepciones, ni que éstas coincidan ejemplo que tiene poco que ver con las inflacio
con la “verdadera” forma de actuar de las autori nes observadas en la práctica, pero que, precisa
dades o de los demás agentes. En realidad, una mente por ello, sirve como elemento de contraste
de las características de las inflaciones intensas con las teorías en debate.
pareciera ser la incoherencia de las expectativas. Supóngase una economía con las siguientes
En ese caso, también las conductas de fijación de particularidades. Hay un precio patrón, fijado
precios serían difíciles de describir en forma sis arbitrariamente en cada período; es indiferente
temática. Si éstas varían con el régimen inflacio para el ejercicio que la determinación de este
nario, probablemente no sea necesario contar precio esté en manos del sector público o de
con una explicación precisa de los cambios de algún agente (o grupo) del sector privado. Cada
precios en un régimen dado para analizar la tran vez que varía el precio patrón, los individuos
sición a otro (porque el cambio mismo haría va reciben una transferencia de dinero que eleva
riar los comportamientos). Por ejemplo, al consi sus tenencias de activos monetarios en la misma
derar las políticas de estabilización, parecería proporción (k) que el precio patrón.^ Las deudas
menos importante tener una idea del modo en del sector público, si las hay, y los precios contro
que se fijan los precios en la inflación que sobre lados por el gobierno se modifican también pro
las conductas que se registran una vez iniciadas porcionalmente. En última instancia, cuando
las políticas. Por supuesto, queda el problema de cambia el precio del producto patrón se produce
reconocer cuándo se ha producido efectivamen una suerte de reforma monetaria; es probable
te un cambio de régimen. que los agentes privados adviertan que, si todos
La función de reacción de las autoridades los precios se multiplican en la proporción k, los
debe asimismo tenerse en cuenta al analizar los mercados se encontrarán en la misma situación
determinantes de última instancia de la inflación, real que antes del cambio. Por otra parte, tampo
porque, dependiendo de ella, ciertas variables co los contratos prexistentes se verán afectados
podrían ser consideradas exógenas, mientras
que otras (incluidos algunos instrumentos de po
lítica) se determinarían como resultado de aqué ^E1 ejemplo (que se inspira en Leijonhufvud, 1983 b)
llas. Pero el concepto de lo exógeno es ambiguo, supone una política explícita de dinero pasivo. Las conclusio
ya que depende del extremo a que se quiera nes serían exactamente iguales si la iniciativa proviniera de la
llevar la explicación: por ejemplo, en los modelos autoridad monetaria. Nótese, por otro lado, que con las hipó
tesis del ejemplo no hay un impuesto inflacionario sobre las
monetarios se suele tratar la cantidad de dinero existencias de dinero y, por lo tanto, la demanda de saldos
como un dato, pero en general, es probable que reales no tiene por qué depender de las variaciones esperadas
la política monetaria responderá (de modo tal en el precio patrón.
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 69
si (como es razonable hacerlo en este caso) los Sin embargo, esta inflación no tiene una motiva
individuos pactan los pagos futuros con una cláu ción precisa; el responsable de fijar el precio de
sula de indización. Es decir, aunque el nivel gene referencia en un momento dado no tiene un
ral de precios (determinado por el precio patrón) interés definido en que ese precio tenga tal o cual
evolucione en forma errática, con una tendencia valor.
ascendente más o menos pronunciada, la infla Ninguna de estas condiciones se cumple en
ción tendría un efecto neutro en la práctica. Por los hechos. Las inflaciones parecen responder a
otro lado, si la inflación tuviera estas característi un complicado juego de acción y reacción entre
cas, sería fácil de eliminar: bastaría con fijar el la política económica y las distintas partes del
precio del producto patrón de una vez y para sector privado, que no puede representarse de
siempre. (Se dejan de lado las variaciones de un modo sencillo y bien definido como en el
precios nominales debidas a cambios en el precio ejercicio anterior. De cualquier modo, para tra
relativo del bien patrón. A los efectos meramente tar de entender ese juego, y el aumento persis
ilustrativos de este ejemplo, esto no distorsiona tente de los precios que resulta de él, es necesario
demasiado el argumento.) Dado que ningún gru introducir supuestos simplificadores. Se han
po de agentes se beneficia o perjudica con ello y propuesto varias clases de hipótesis generales so
que los precios presumiblemente se ajustarían de bre el origen de la inflación, que difieren en
inmediato al precio patrón fijo, la medida no cuanto a los mecanismos de formación de precios
causaría resistencias ni perturbaciones. y a la dirección de la causalidad que postulan
Este ejemplo elemental cumple un propósito entre precios, salarios y dinero.
negativo: mostrar cuán estrictas son las condicio
nes en las cuales la inflación tiene una causa bien 2. Las teorías monetario-fiscales
definida y consecuencias inocuas. En efecto, en el
ejercicio se postula que: Según el concepto más tradicional, “la inflación
i) La política monetaria está extremadamen es siempre y en todo lugar un fenómeno moneta
te restringida, ya que se limita a incrementar la rio” (Friedman, 1968). El monetarismo actual
oferta de dinero, de modo perfectamente anun difiere del antiguo esquema de la teoría cuantita
ciado, en la misma proporción que el precio del tiva simple y de los modelos de inflación de de
producto patrón. manda (en los cuales la inflación se asociaba con
ii) La política fiscal también está sujeta a una estados cercanos a la plena utilización de la capa
importante restricción: no tiene acceso al fman- cidad); la teoría no postula una relación necesa
ciamiento monetario excepto para hacer transfe riamente estrecha, período a período, entre di
rencias proporcionales a las tenencias de dinero. nero y precios, dado que admite diversos adelan
En otras palabras, no puede haber déficit finan tos o rezagos, y también racionaliza situaciones
ciado con emisión más que a raíz de esas transfe de aceleración de los precios con caídas simultá
rencias. neas en la actividad. Pero estos efectos se explica
iii) Los precios regulados por el gobierno (ta rían, en todo caso, como resultado de los cambios
rifas de servicios públicos, tipo de cambio) deben en la oferta monetaria. El monetarismo es, por
experimentar los mismos saltos que los demás un lado, una posición metodológica: el nivel de
precios. precios se analiza a través de la oferta y de la
iv) Los trabajadores y las firmas conocen demanda de dinero. Por otro lado, el monetaris
exactamente el funcionamiento del sistema, ajus mo tradicional considera la masa monetaria co
tan su conducta a ese conocimiento y confían en mo una variable exógena, que regula la demanda
que los demás agentes actuarán del mismo modo. global“*y, a través de ésta, el producto físico y los
Esto implica, en particular, que ha habido un precios.^
aprendizaje previo, que ha llevado al ajuste de las
decisiones sobre precios y de los modos de defi
nir contratos.
■^Salvo indicación en contrarío, los términos “demanda
v) Dados estos supuestos, el origen de las global", “demanda agregada” o “demanda de bienes” desig
variaciones de precios puede encontrarse, sin nan aquí una variable que define la posición de una curva de
mucha ambigüedad, en el precio del bien patrón. dem anda (es decir, se refieren a la función que determina la
70 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
En el modelo simple más típico, la demanda precios se rijan por los precios internacionales y
de dinero se expresa como una función estable el tipo de cambio (una vez descontados los efectos
del ingreso nominal y la tasa de interés que, a su de los impuestos al comercio exterior). En la hi
vez, se iguala a la suma de la tasa de interés real pótesis más simple, el nivel de precios se determi
(que se supone aproximadamente constante) y la na directamente por la condición de la paridad
inflación esperada. Se postula una función de del poder adquisitivo; en general, se reconoce
oferta global, que vincula el producto con los que el tipo de cambio real puede variar debido a
precios corrientes y los precios esperados.^ Estos los cambios en el precio relativo entre los bienes
dependen de la evolución de la cantidad de diñe- comerciables y los no comerciables. Cuanto más
ro o, en todo caso, de la trayectoria pasada de los abierta sea la economía (en el sentido de que es
precios.^ El producto y el nivel general de precios mayor la participación de los bienes comerciali-
en el período corriente se determinan entonces zables), más estrecha sería la vinculación entre los
simultáneamente a partir del valor presente y del precios internos y el tipo de cambio. La forma en
valor esperado de la oferta monetaria.^ que se asocian dinero y precios dependería del
La teoría tiene dos componentes: la asocia régimen para los pagos internacionales. Con un
ción entre dinero y precios, por un lado, y la tipo de cambio flotante, la masa monetaria actua
hipótesis del carácter exógeno de la masa mone ría sobre los precios (a través de su efecto sobre el
taria, por otro. Con respecto al primer punto, valor de las divisas en dinero local) mientras que
puede distinguirse entre los modelos monetarios con un tipo de cambio fijo (cuando rige la pari
de economía cerrada y los de economía abierta. dad del poder adquisitivo), la causalidad, mo
En los esquemas de economía cerrada, los pre mento a momento, sería la inversa.^^ Pero sea que
cios responden a las condiciones de los mercados el tipo de cambio flote o se maneje como un
internos que, a su vez, serían gobernados, en instrumento de política económica, la tendencia
conjunto, por la cantidad de dinero. Los modelos de los precios estaría determinada por la crea
de economía abierta (Frenkel y Johnson, 1976 y ción monetaria de origen interno.*^
1978) parten de la ley de un solo precio para los Hay posiciones distintas según los autores en
bienes comerciables: el arbitraje entre compras o cuanto al supuesto carácter exógeno de la masa
ventas en el país y en el exterior haría que los monetaria (o del crédito interno, si se parte de un
esquema de economía abierta). Para algunos, las
autoridades monetarias pueden regular el volu
men de sus activos internos. Otros, por oposi
relación entre precios y cantidades globales). Esta es asimila ción, indican que esa capacidad es reducida: aun
ble aproximadamente al ingreso nominal. Un aumento de la que exista una estrecha relación entre dinero y
dem anda global, definida de este modo, es compatible con
una variación de cualquier signo en las cantidades produ precios, no es la política monetaria, sino la fiscal,
cidas. la que determinaría la tasa de inflación. Estos
^E1 análisis convencional se puede extender para incluir autores señalan que el financiamiento del gobier-
regímenes monetarios en los que la masa monetaria es varia
ble endógena. Un caso sería el del modelo monetario de
economías abiertas con tipo de cambio fijo, que se comenta
más adelante. '*Los autores no están de acuerdo sobre la capacidad que
‘’Véase Friedman (1974), Lucas (1973 y 1981). Cagan se le asigna al Banco Central para esterilizar los flujos de
(1956) sustituye la curva de oferta por el supuesto de que las reserva, es decir, para controlar la masa monetaria a corto
cantidades producidas son constantes, plazo con tipos de cambio fijos (Darby, 1980).
^La diferencia en cuanto a los supuestos de formación ‘‘‘La conexión entre crédito interno y precios sería más
de expectativas entre los autores que aceptan la interpreta indirecta con un tipo de cambio fijo, especialmente si hay
ción monetaria de la inflación se refleja en actitudes distintas gran movilidad de capitales, porque las variaciones de reser
con respecto a las políticas de estabilización. Para los propósi vas internacionales compensarían las de los activos internos
tos de la presente discusión, e,sa diferencia no es esencial. del Banco Central, de modo que éstos tendrían escaso efecto
^E1 modelo monetario reconoce que las variaciones exó- sobre la masa monetaria y los precios. Sin embargo, los mode
genas en la oferta de bienes (causadas, por ejemplo, por los monetarios destacan que esta independencia es limitada; a
cambios aleatorios en la producción primaria) pueden afectar la larga, el tipo de cambio debe variar al mismo ritmo que el
el nivel de precios. Sin embargo, también se hace una distin crédito interno (porque, si no, los flujos de reservas se volve
ción entre cambios de una sola vez en los precios y su eleva rían insosteniblemente grandes), de manera que éste regula
ción persistente; esta última tendría un origen monetario. el valor medio de la tasa de inflación (Rodríguez, 1979)
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 71
no limita la autonomía de la política monetaria: el del producto, a fin de frenar los precios. Hay
déficit del sector público puede cubrirse transito entonces un equilibrio en el que la tasa de infla
riamente con colocación de deuda, pero, si no se ción se ubica en ese valor crítico, porque cual
generan fondos para servir esa deuda, a la po^stre quier otro estado sería inestable: si, por ejemplo,
deberá recurrirse a su monetización. Es decir, el el alza de los precios fuera menor que ese valor, el
déficit fiscal repercute sobre la masa monetaria, público esperaría que el gobierno tratara de ele
cuyo aumento determina el de los precios.*^ var la demanda global, y ajustaría sus expectati
Recientemente, el análisis de la determina vas consecuentemente. Sólo en el valor crítico de
ción de la cantidad de dinero se ha extendido la tasa de inflación carecen el gobierno y el públi
para tratar de representar la interacción entre la co de incentivos para cambiar su conducta.
conducta de las autoridades monetarias por un Se observa que, en este modelo, la tasa de
lado, y el público u otras partes del gobierno, por inflación está definida, en última instancia, por
otro. Un ejemplo de estos modelos sería el las preferencias de las autoridades (una de las
siguiente. La economía está representada por debilidades de esta clase de modelos es que no
una curva de Phillips ampliada con expectativas: determinan cómo se llega a esas preferencias, y
si la demanda global (que depende sólo de la cómo acaban por ser conocidas del público), y los
cantidad de dinero) crece a la velocidad prevista, parámetros de la economía, particularmente, la
los precios se ajustan en igual proporción, y el elasticidad cantidades-precios a corto plazo. Es
producto permanece en su valor de equilibrio; decir, que si bien se mantiene la hipótesis de una
los aumentos inesperados en la demanda dan asociación relativamente simple entre dinero y
lugar transitoriamente a una mayor actividad, precios, se busca una explicación endógena de
mientras que los precios responden menos que los cambios en la oferta monetaria, de manera
proporcionalmente a la variación del gasto. Los que la causa de la inflación se identifica con los
individuos lo saben e incorporan ese dato a sus determinantes de aquélla.
expectativas de precios; también están informa Los modelos de este tipo tienen un claro
dos acerca del comportamiento de la autoridad interés, porque muestran cómo la tasa de infla
económica. Esta actúa dando preferencia a los ción depende de la naturaleza de las respuestas
estados de baja inflación y producto elevado. Por que la evolución de la economía provoca en las
debajo de una determinada tasa de inflación, las autoridades y a la inversa. También se despren
autoridades están dispuestas a aumentar la de den de ellos conclusiones útiles para la discusión
manda si ello implica una mayor actividad; más de políticas de estabilización: en buena medida,
allá de ese punto consideran aceptable una caída un cambio sostenido en la tasa de inflación puede
verse como una modificación del juego que defi
ne los aumentos de precios. Por contraste, esos
“’Véase Sargent y Wallace (1981); para el caso argenti modelos demuestran también la complejidad del
no: Cavallo y Peña (1983). En el argumento original, no hay análisis, incluso cuando se parte de supuestos
necesariamente una vinculación período a período entre dé muy definidos de comportamiento. Al basarse en
ficit y precios: no son las necesidades de financiamiento tran
juegos relativamente simples e imponer las con
sitorias sino las permanentes las que causarían inflación. La
posición fiscalista se expresa a veces como el supuesto de que diciones de equilibrio y expectativas racionales,
los precios crecen proporcionalmente a la deuda pública en los modelos probablemente den una interpreta
sentido amplio (es decir, incluidos tanto el dinero como otros ción demasiado sistemática del proceso inflacio
activos que devengan intereses). Con ello se pasa por alto la nario. Tanto desde el punto de vista del estudio
posibilidad de cambios en la demanda de activos y se supone de la causalidad como desde aquel de la descrip
que una operación de mercado abierto (que sustituye una
form a de deuda por otra) sería irrelevante, lo cual no resulta ción de los mecanismos de formación de precios,
obvio. los esquemas monetarios y fiscales dejan proble
’■^En el caso mencionado en el texto (que surge de los mas sin resolver.
modelos de Thompson (1981) y Barro y Gordon (1983) ) el De hecho, la asociación entre dinero y pre
juego se plantea entre el Banco Central y el conjunto del cios parece difícil de reducir a una fórmula senci
sector privado. También se han propuesto modelos que bus
can describir la interacción entre el Banco Central y los asala lla. En cierto modo, los modelos monetarios no
riados (Gale, 1981; Horn y Persson, 1984) o tas autoridades ofrecen una explicación independiente para los
fiscales (Tabellini, 1985). precios: éstos se deducirían como residuo a par
72 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
tir de la oferta monetaria y de los demás determi sis muy categóricas, tanto sobre la formación de
nantes de la demanda de dinero. Hay implícita expectativas como sobre la operación de los mer
una secuencia de efectos, entre los cambios de la cados. Desde este último punto de vista, a menu
cantidad de dinero y los de los precios, pasando do queda poco en claro si el efecto de la demanda
por la demanda global y las expectativas que el sobre los precios se daría directamente o a través
público se forma de ésta, que no se describe con del precio de los factores de producción. Por otro
precisión. En primer lugar, el concepto mismo lado, la hipótesis de flexibilidad de precios (suje
de dinero no está definido con exactitud: hay ta a la información sobre el estado corriente de la
una variedad de activos, cada uno de los cuales economía) plantea algunos interrogantes. Mu
tiene su propio rendimiento y sus propias carac chos intercambios parecen tener un carácter con
terísticas de riesgo, mayor o menor facilidad de tractual (explícito o no), que implica reacciones
transferencia, etc. En principio, la oferta de cada lentas de los precios a los cambios en la demanda.
uno de estos activos influye sobre la demanda de Estas rigideces probablemente no sean mecáni
los demás y sobre la demanda de bienes, a través cas, sino que dependerían de las condiciones de
de cambios en su retorno explícito y en los servi la economía y de las conjeturas que los agentes se
cios de liquidez que ofrece. Por lo tanto, los de formen de ellas. Aún no están bien estudiadas las
terminantes financieros de la demanda global reglas de decisión que resultarían en la fijación
consistirían en un vector de activos más que en de los precios; sin embargo, el supuesto de equili
un agregado único. ^^ De hecho, parecería que la brio resulta tan poco razonable como el de infle
relación entre el ingreso nominal y la cantidad de xibilidad completa.*^
dinero no puede representarse en general como Parecería, entonces, que un análisis pura
una función simple de la tasa de interés.*'* Ade mente monetario no contesta la pregunta sobre
más, como se reconoce generalmente, la disposi la causa de la inflación y difícilmente da cuenta
ción del público a mantener dinero depende de de los movimientos de los precios de un período a
predicciones que, si no se adhieren literalmente a otro. Sin embargo, como el crecimiento de la
la teoría monetaria con expectativas racionales,
pueden ser una fuente autónoma de cambios en
la demanda de bienes para un M dado. Por otro
período son iguales a los precios esperados (o a la estimación
lado, parece evidente que los choques reales pue del nivel general de precios que se formulan en el momento
den afectar el gasto. En resumen, la relación los individuos, con información incompleta) más una correc
entre dinero y demanda no es automática. ción que depende de la desviación del producto físico de su
Por otra parte, subsiste el problema, sin res valor ‘normal’. Son posibles otras hipótesis de formación de
puesta definida, de la reacción de los precios ante precios compatibles con una causalidad dinero-precios; en
particular, ésta se concilla con supuestos de margen fijo sobre
cambios presentes o previstos en el gasto. En el costos. Alchian y Alien (1964) presentan un análisis de este
modelo monetario típico de equilibrio, la ecua tipo, según el cual un aumento del gasto actúa primero sobre
ción entre oferta y demanda de dinero se combi los precios de los recursos productivos con oferta relativa
na con una curva de oferta agregada, según la mente inelástica, lo que repercute sobre los precios de los
cual el producto responde a cambios inesperados demás bienes y servicios. Este modelo, sin embargo, deja
bastante en el aire la explicación de cómo se determinan los
en el gasto. Esto implica la adopción de hipóte- precios de los factores.
“’Este análisis es válido en principio para los modelos de
economía cerrada. Sin embargo, en el caso de las economías
abiertas, tampoco parecería estar muy demostrada la hipóte
' '’Tobin (1974), en su comentario a Friedman, ha insisti sis de la paridad del poder adquisitivo no sólo porque existen
do en la no neutralidad del dinero debido a la existencia de bienes no comerciables, sino porque la ley de un solo precio
diversos activos en la cartera del público, no se aplica estrictamente a muchos bienes que participan en
'^El desarrollo de modelos de demanda de dinero de el comercio (Machinea, 1983). Por lo tanto, ahí también es
ajuste parcial (Chow, 1966) o con la' hipótesis de amortigua preciso emplear hipótesis de comportamiento sobre la deter
ción de choques (Carr y Darby, 1981), en los cuales la deman minación de los precios internos. Los modelos de equilibrio
da de saldos reales se aproxima sólo gradualmente a la que corrientes hacen depender el nivel general de los precios del
resulta de las clásicas funciones de demanda, revela indirecta tipo de cambio y del gasto global (por su efecto sobre los
mente las dificultades de vincular período a período los movi mercados de bienes no comerciables); caben pues observacio
mientos de la masa monetaria y de la demanda global. nes similares a las formuladas para los esquemas de equilibrio
'^Dicho de otro modo, los precios observados en un en economías cerradas.
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 73
masa monetaria es un hecho típico de las inflacio- 3. Los esquemas de pugna distributiva
nes, cualquier teoría debería tener en cuenta el
aspecto monetario del fenómeno. Por otro lado, Según las teorías monetarias o fiscales, la infla
si la autoridad económica se reserva la atribución ción resulta en última instancia de aumentos en
de emitir activos que no devengan intereses, toda el gasto nominal inducidos por la política econó
inflación acompañada por aumentos en la canti mica. Otra explicación asocia la inflación con al
dad de dinero tendrá un componente fiscal. Es zas persistentes en los costos de producción. Esta
decir, una descripción completa de la inflación relación se puede entender, en primer lugar, con
exige considerar por qué se percibe y en qué for referencia al modo en que se fijan los precios: la
ma se utiliza el impuesto inflacionario. Esto teoría se identificaría, entonces, con el supuesto
apunta casi necesariamente hacia cuestiones de de que los precios de los bienes se determinan
tipo social y político: superados ciertos límites, el directamente a partir de los precios de los facto
financiamiento a través de emisión indica que el res. Pero, aunque es claro que hay una estrecha
gobierno se ve forzado a utilizar un método poco asociación entre costos y precios, esto no define
ordenado para resolver la discrepancia entre su todavía la causa de la inflación: falta explicar
capacidad de obtener recursos y las presiones cómo se establecen esos costos y cuál es el conjun
que determinan su gasto. Recíprocamente, para to de variables exógenas que determina el siste
que haya una reducción sostenida en la tasa de ma de precios.
inflación es necesario que el sector público re En los modelos de pugna distributiva, los
nuncie en algún momento a parte del crédito que precios se establecen como resultado de un con
obtiene del Banco Central:*^ esto implica pérdi flicto social (Kalecki, 1943; Aujac, 1954; Jackson
das para ciertos grupos, a cambio de ganancias y Turner, 1975; Moore, 1979). La competencia
para aquellos más afectados por el impuesto in entre grupos sociales se manifiesta en la política
flacionario. fiscal. Como se mencionó, la existencia de déficit
elevados y persistentes podría considerarse en
general como reflejo de la dificultad de conciliar
las demandas de gasto público con la resistencia a
' ^Esto es válido aunque la inflación tenga un origen real. la tributación. Los esquemas que se comentan
Considérese por ejemplo un sistema con tipo de cambio fijo aquí enfocan otro aspecto de la cuestión distribu
(para simplificar se supone que los precios externos de los tiva. Resulta evidente que los cambios de precios
bienes comercializables están también dados), donde el pro relativos tienen efectos distributivos: los oferen
greso técnico es mayor en las industrias vinculadas con el tes de un bien, o recurso productivo, se benefi
mercado externo que en las de bienes no comerciables (Au-
krust, 1977). El precio relativo de los bienes no comerciables cian si su precio de venta aumenta con respecto a
aum enta con el tiempo; esto implica de por sf una tendencia al los demás {y las cantidades vendidas no se redu
alza del nivel general de los precios. La demanda de dinero cen excesivamente). En el análisis tradicional de
también crece. Si el Banco Central no modifica el crédito al equilibrio, los precios {y la distribución consi
gobierno, acumula activos contra el resto del mundo o contra guiente) surgen de la operación de los mercados,
el sector privado interno, lo que puede interpretarse como
una utilización del impuesto inflacionario para aumentar los en condiciones de competencia. Según otras teo
activos netos del sector público. Si en algún momento el sector rías, algunos precios básicos, como el salario, se
público decide utilizar e.stos fondos, tendrá un poder de gasto determinan como resultado de la acción de gru
que no es contrapartida de la percepción de impuestos. pos sociales. Los intentos de los diversos grupos
''^La reducción del déficit financiado con emisión no por mejorar sus ingresos reales darían lugar a
tiene necesariamente que ser simultánea con la caída en la
tasa de inflación, porque al reducirse la tasa de elevación de
aumentos de costos y precios (ya que cada grupo
los precios presumiblemente aumentará la demanda de dine sólo tiene influencia sobre su precio); en algunos
ro. El argum ento del texto ignora la posibilidad (concebible períodos se adelantarían los salarios y en otros los
teóricamente) de que la inflación se haya ubicado por encima precios de las diversas categorías de bienes, se
de la que maximiza el impuesto inflacionario; es decir, que el gún el poder relativo de trabajadores o empresa
alza de los precios sea tal que un incremento adicional de la
tasa de inflación produzca una caída más que proporcional de
rios.'*’ La secuencia de acciones y reacciones de
las tenencias de saldos reales. No parece que esta posibilidad
tenga importancia práctica, salvo quizá en el caso de las hipe- '•*En el caso argentino, se distinguen tradicionalmente
rinflaciones. tres grandes grupos (trabajadores, empresarios urbanos, em-
74 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 t Abril de 1986
estos grupos traería aparejada la inflación. Esta, forma inmediata) su conducta a ese dato.^^ Es
en otros términos, resultaría de un Juego colecti decir, las teorías de la pugna distributiva se aso
vo en que se determinan salarios y márgenes cian con una hipótesis sobre el régimen de políti
sobre costos, sin que se alcance un equilibrio. Los ca económica según la cual el gobierno actúa
precios se elevarán tanto más rápidamente cuan como seguidor del sector privado, por oposición
to más intensa sea la pugna, es decir, si los grupos a las hipótesis monetarias y fiscales que postulan
tratan simultáneamente de obtener grandes un liderazgo por parte de las autoridades.
mejoras en sus ingresos reales.'^^ Por otro lado, si Las hipótesis resumidas anteriormente po
hay mecanismos de indización (definidos institu nen de manifiesto el aspecto distributivo de las
cionalmente o aplicados como reglas implícitas), variaciones de precios y salarios, que queda ocul
la variación de precios de un período se traslada to en los modelos de equilibrio. Destacan tam
ría a períodos posteriores: una agudización de la bién las limitaciones de los análisis tradicionales
pugna distributiva produciría no sólo un creci para la descripción de las relaciones entre firmas
miento acelerado de los precios sino un aumento y trabajadores; en la producción se generan cua-
persistente de la inflación. sirrentas, cuya distribución es materia de rega
Para completar el esquema habría que defi teo, especialmente cuando se consideran cortos
nir el comportamiento de la política monetaria. horizontes temporales. De cualquier manera, a
Dado el supuesto de que precios y salarios res menudo los modelos de la pugna distributiva
ponden principalmente a los costos y a conside dejan sin aclarar las hipótesis de comportamien
raciones distributivas, la pugna colocaría a las to que explicarían la conducta de grupos e indivi
autoridades ante un difícil dilema. Una restric duos (Hirschman, 1985). Ello plantea algunos
ción de la demanda actuaría sobre las cantidades interrogantes. Aunque los salarios nominales se
producidas y sólo muy lentamente sobre los pre establezcan para un grupo de empresas (o para la
cios. Precios y salarios pueden responder a ex economía en su conjunto), cada firma determina
pectativas, pero éstas no se basarían en los anun en principio sus precios en forma individual: los
cios sobre política monetaria como en los esque salarios reales no resultan entonces de una nego
mas de equilibrio con expectativas racionales. ciación colectiva. ¿Cómo se fijan las estrategias de
Así, cuando se produce un alza de precios, las las partes cuando se convienen los salarios y có
opciones para el gobierno serían, o bien convali mo se establecen los precios una vez que los cos
dar el alza expandiendo la demanda global, o tos están dados? En todo caso, parece tratarse de
bien aceptar una caída de la actividad. Desde la un juego complicado, en que los participantes
perspectiva de estos modelos, la política moneta deben actuar a base de conjeturas sobre acciones
ria es generalmente endógena: el nivel de precios probables de los demás agentes y de la política
es “decidido” por grupos o individuos privados y económica, con un conocimiento poco preciso
el gobierno ajusta (aunque no necesariamente en sobre el resultado final. Dada la complejidad del
problema, es probable que se adopten reglas de
comportamiento que no incorporen toda la in
formación potencialmente disponible (porque
esa información no es necesariamente confiable
presarlos agropecuarios) que, en distintas alianzas según el y porque es difícil efectuar inferencias a partir de
momento, definirían las características de la pugna. Confor los d a to s ).P e ro se sigue planteando la pregun-
me a estos estudios, en la capacidad de negociación de los
grupos y en la configuración de los precios infiuirfa particu
larm ente la situación de los pagos externos. Véase entre
otros, Ferrer (1963); Brodersohn (1974); Canitrot (1975); '^‘La cantidad de dinero podría también variar con una
Mallon y Sourrouille (1975). respuesta endógena del déficit fiscal a los precios debido a la
bien cuando hay presiones para lograr un aumento existencia de rezagos en la percepción de impuestos (Olivera,
de los precios relativos de algunos productos de precio flexi 1967; Dutton, 1971; Tanzi, 1977; Canavese, 198.5). En este
ble, que generan resistencias a la caída del ingreso real de los caso, un aumento de una sola vez en los precios podría dar
grupos afectados. Según este esquema, por otro lado, el go lugar a una aceleración persistente en el crecimiento de la
bierno podría también iniciar o acelerar la pugna sectorial oferta monetaria.
aplicando políticas dirigidas a aumentar el valor real de los ‘■^'^Okun (1981) discute los problemas asociados con la
precios que controla. formación de precios e intenta racionalizar la existencia de
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION ! Daniel Heymann 75
ta sobre cuán mecánicamente se aplicarán reglas rriría, por ejemplo, cuando el salario real previs
como el traslado de costos a precios o el ajuste de to por los trabajadores resulta incompatiHe con
salarios basado en la inflación pasada, y cómo se la política de márgenes de las empresas. La bús
ajustarán esas reglas ante cambios bruscos de las queda de un sistema factible de precios relativos
circunstancias, producidas, por ejemplo, por una puede dar lugar a aumentos sucesivos de salarios
modificación en el régimen de política econó- y precios. En una situación de esta dase, la pugna
mica. 23 sería síntoma no sólo de una tensión social, sino
La impresión que se desprende de la hipóte también de un desequilibrio económico. Esas in
sis de la espiral de precios y salarios es la de una congruencias parecen más probables cuando al
economía que no alcanza a definir un conjunto gún hecho exógeno perturba los precios relativos
más o menos estable de precios relativos: si un o contrae el ingreso real. Los salarios reales exigi
grupo busca mejorar su situación relativa, su ac dos y los márgenes sobre costos dependen presu
ción es neutralizada después de algún tiempo miblemente de las estimaciones hechas a base de
por la reacción de otros precios, de modo que la valores normales, sostenibles de acuerdo con la
sucesión de movidas no tiene un resultado bien experiencia. Aunque se reconozca que ha habido
definido. Una pregunta inmediata es cómo surge un cambio que disminuye el ingreso global, sus
la inconsistencia en el sistema de precios.^'* Una consecuencias sobre los precios y las remunera
primera posibilidad aparece si algún grupo in ciones de grupos particulares pueden no ser fáci
tenta sacar partido de rezagos en el ajuste de los les de establecer de antemano. No hay garantía
precios para obtener una mejora transitoria de de que los ingresos esperados equivalgan al in
su ingreso real; a plazos cortos, las demandas son greso potencial. Los intentos por mantener pre
relativamente inelásticas y, aunque la acción de cios relativos que fueron normales en el pasado
ese grupo sea contrarrestada en algún momento pueden hacer subir las magnitudes nominales
por el alza de otros precios, de cualquier modo más de lo ordinario. En otras palabras, el apren
puede haber una ganancia potencial. Esta con dizaje que lleva a un nuevo sistema de precios se
ducta exige varias condiciones: una acción coor daría con la aparición efectiva de excesos de ofer
dinada (más fácilmente sostenible en plazos cor ta o demanda en los mercados e implicaría una
tos), la ausencia de reacciones adelantadas por elevación de los precios en su conjunto.
parte de los demás agentes y una respuesta no En todo caso, aunque la pugna distributiva
muy intensa de las cantidades demandadas. Esto pueda ser una fuente autónoma de alzas de pre
último parece tanto más probable cuanto más cios, es evidente que ese mecanismo inflaciona
errático sea el movimiento del conjunto de los rio funcionará con tanta mayor intensidad cuan
precios. De ahí que en circunstancias de inestabi to más flexible sea la política económica. Si bien
lidad ya manifiesta se pueda esperar una mayor es cierto que la existencia de conflictos distributi
frecuencia de aumentos de precios de este tipo. vos agudos dificulta la regulación de la demanda
Una segunda forma de pugna distributiva se nominal, no lo es menos que una política pura
produciría cuando precios y salarios se estable mente pasiva tiene un claro sesgo inflacionario.
cen con la expectativa de mejoras relativas per Al fijar sus precios, cada individuo o grupo ten
manentes, que luego se ve desmentida. Así ocu- drá en cuenta que, si los demás, determinan una
mayor tasa de inflación, la demanda crecerá en
consecuencia. La aceleración de algunos precios,
rigideces. Frenkel (1984 a) argumenta que los salarios res
o la amenaza de que ésta ocurra dará lugar en
ponden a condiciones institucionales y que estando dadas
esas condiciones la indizadón resultante de la inflación pasa tonces a reacciones de los demás precios. Por lo
da es un régimen que evita a las partes un trabajo excesivo de tanto, es probable que la inflación se acelere. El
obtención y procesamiento de información. límite se alcanzaría cuando el aumento de precios
'^'^Frenkel (1983) señala que el margen sobre costos que adquiera un ritmo que las autoridades no estén
aplican las empresas no permanecería fijo ante tales cambios. dispuestas a convalidar. De ahí resultaría que la
*^'*Esto se refiere al caso en que se supone que la pugna
política económica no puede evitar la disyuntiva
distributiva inicia la aceleración de los precios. Conviene dis
tinguir este caso del que resulta de las reacciones defensivas implícita; debe haber un punto en el que se re
que se producen cuando salarios y precios varían para adap nunciará a mantener incondicionalmente la acti
tarse a una inflación ya desatada. vidad a fin de evitar mayores alzas de precios.
76 REVISTA DE LA CEPAL N” 28 ! Abril de 1986
4. Los modelos de inflación estructural les y cuanto más inelásticas sean ofertas y deman
das; esto depende de la estructura de la econo
La denominación ‘estructural’ es ambigua. Tan mía. Desde esta perspectiva, entonces, la cadena
to los mecanismos de formación de precios, como de causalidad iría desde la variación de los pre
los estímulos que en última instancia actúan so cios relativos —debida a factores reales—, a la
bre ellos, dependen de las características específi inflación, a través de un régimen de política pasi
cas de la economía, de su composición social y del va, que permite el deslizamiento de los precios
modo en que se determina la política económica. para facilitar la transición desde un conjunto de
Un déficit fiscal elevado y persistente, por ejem precios y cantidades a otro.
plo, puede sin duda atribuirse a causas estructu Estas teorías señalan que algunos aumentos
rales, si así se llama al conjunto de presiones que generalizados de los precios no provienen nece
lo originan. Las hipótesis de inflación estructu sariamente de variaciones globales de oferta y
ral, sin embargo, se refieren a una clase específi demanda sino que pueden también originarse en
ca de modelos, con supuestos bastante bien defi desplazamientos entre sectores. Aunque el argu
nidos sobre el origen no monetario de la infla mento se basa en una teoría muy esquemática
ción (Sunkel, 1958; Prebisch, 1961; Seers, 1963y sobre la formación de precios (y la rigidez de los
1964; Ruggles, 1964; Olivera, 1964; Frisch, precios nominales a la baja parece perder impor
1983, cap. 5). tancia a medida que sube la inflación) es evidente
Según el enfoque de la pugna distributiva, la que en muchos mercados las respuestas equili
inflación es síntoma de un desajuste en la deter brantes de los precios ocurren sólo lentamente.
minación de los precios relativos. En cambio, pa Para ciertos bienes, la reacción inicial a un exceso
ra algunos modelos la inflación puede interpre de oferta es una reducción de las cantidades pro
tarse como un mecanismo que facilita el estable ducidas, mientras que para otros (como los pro
cimiento de los precios relativos de equilibrio ductos agropecuarios) hay ajustes de precios más
cuando varían las ofertas y demandas sectoriales. pronunciados. Por lo tanto, es probable que un
Si los precios nominales son inflexibles a la aumento en los precios relativos del segundo
baja,'"^^ es imposible alcanzar un equilibrio man grupo de artículos se traduzca en un alza del
teniendo fijo el nivel general de precios: no hay nivel general de precios nominales; estos aumen
fuerzas que tiendan a eliminar el exceso de oferta tos pueden transmitirse en el tiempo si hay me
de aquellos bienes cuyo precio relativo debería canismo de difusión (como reglas de indización o
disminuir. En cambio, si la demanda global au cambios inducidos en el déficit fiscal) o bien si la
menta al menos hasta el punto en que los precios perspectiva de una menor actividad lleva a las
nominales de esos bienes permanecen fijos (lo autoridades a convalidar las alzas.
cual implica que suben los demás precios) se pue En los planteamientos iniciales de la hipóte
de sortear la restricción planteada por la rigidez. sis de inflación estructural se destacaba la inelas
Es decir, cuando se producen cambios en la tec ticidad de la oferta agropecuaria, que se atribuía
nología, en las preferencias, etc., que requerirían a rigideces tecnológicas e institucionales y a la
una modificación de los precios relativos ésta inflexibilidad al descenso de los precios nomina
ocurre sin perturbaciones sólo si no se fuerza una les. Un grupo de trabajos más recientes (Canave-
caída de algunos precios nominales. Si las autori se, 1982; Frenkel, 1983 y 1984a; Lopes, 1984; y
dades adoptan una política de mantener el volu L. Taylor, 1983, cap. 6, 10), también adopta una
men de producción, el resultado es una variación concepción no monetaria de la inflación, pero
ascendente del conjunto de los precios. La infla con características distintas. Las hipótesis sobre
ción sería tanto más intensa cuanto más frecuen formación de precios tienen dos temas principa
tes y amplios sean los corrimientos intersectoria- les. Por un lado, se dividen los bienes en dos
clases: los de precio flexible (típicamente las ma
terias primas) y los de precios administrados; los
precios de estos últimos se determinarían apli
menudo se distingue entre los bienes de acuerdo
con el grado de flexibilidad de su precio a los excesos de cando márgenes sobre costos relativamente cons
dem anda. En algunos casos la respuesta sería relativamente tantes. Por otra parte, se supone que los salarios
rápida, en otros ocurriría muy lenta (Hicks, 1974). siguen una regla de indización basada en la varia
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 77
ción de precios de períodos anteriores, y que del cambio de precios ocurrido entre momentos
influyen poco en ellos las previsiones de precios de reajuste, y no sobre la base de expectativas
futuros y el exceso de demanda de trabajo.^® De sobre la inflación futura.
allí que la tasa de inflación tenga un fuerte com La indización salarial es práctica corriente en
ponente de inercia, ya que la indización de sala las economías inflacionarias; facilita la realiza
rios transmite hacia adelante los aumentos de ción de contratos en condiciones de rápida varia
p re c io s ,la s aceleraciones inflacionarias obede ción de precios y resulta una fórmula relativa
cerían principalmente a aumentos en los valores mente poco costosa de negociar y aplicar. Evi
relativos de los bienes de precio flexible.'^® Tam dentemente, en una economía en que la indiza
bién se deduce que los salarios reales variarían de ción es de uso difundido, la inflación presenta
modo inverso a la tasa de inflación y que los una inercia que se opone especialmente a la apli
cambios en la demanda global recaerían casi ex cación de políticas de estabilización basadas ex
clusivamente en las cantidades producidas y sólo clusivamente en la restricción de la demanda.
muy poco en los precios. Subsisten, sin embargo, algunos interrogan
Desde el punto de vista analítico, estos mode tes. Cuando se fijan los salarios nominales, una
los ponen de relieve lo difícil que es, con el enfo de las principales variables que se tiene en cuen
que del equilibrio, explicar la formación de pre ta es el alza de los precios desde el ajuste anterior.
cios y, especialmente, la de los salarios. En primer Pero el sistema de indización basado en la infla
lugar, se cuestiona el supuesto implícito de fija ción pasada es imperfecto, porque no mantiene
ción instantánea de las remuneraciones: las rela las condiciones de poder adquisitivo del contrato
ciones de trabajo suelen ser duraderas y su rene si se modifica la tendencia de los precios y no
gociación es costosa; por lo tanto, los salarios incorpora otras influencias reales sobre los sala
formarían parte de un contrato (tal vez implíci rios. Sería conveniente especificar en qué condi
to), que no se revisa permanentemente. De ahí ciones se utiliza la indización como modo de evi
resulta que ios salarios nominales mostrarían una tar renegociaciones frecuentes y cómo y con qué
apreciable rigidez en plazos cortos. Además, se frecuencia se revisa la base salarial. Para ello,
señalan los costos de información y conflicto que habría que definir con alguna precisión los obje
implicarían las reglas salariales complejas, en que tivos de las partes, sus apreciaciones y los costos
se utilizan datos que no son de disponibilidad de negociación y puesta en práctica de distintos
pública y fácilmente obtenibles (Frenkel, 1984b). tipos de contrato, además del contexto institu
Desde esa perspectiva, la indización con respecto cional.^^ No se ha aclarado aún la teoría al res
a la inflación pasada sería, en un contexto de pecto: los modelos actuales no han llegado a con
rápida elevación de los precios, una forma razo clusiones firmes, aunque se han propuesto varias
nable para estabilizar las relaciones de trabajo, hipótesis que explicarían cierta rigidez de los
que no recurre a procedimientos inaplicables en s a la rio s .E n particular, queda por explicar la
la práctica. Por ese motivo, la fijación de salarios existencia de los diversos modos de contratación
se haría con criterios retrospectivos, en función según sean la economía y el período de que se
trate (salarios fijados en términos nominales con
ajustes de diferente frecuencia, indización más o
^‘’Este tipo de modelo puede combinarse con las hipóte menos completa con sujeción a índices de precios
sis de pugna, distributiva por cambios episódicos en el mar
gen sobre los costos o en el grado de indización de los salarios.
‘^^La inercia inflacionaria ha sido destacada también por
G ordon (1981), Tobin (1980). Físcher (1977), Phelps y J. ^®La importancia de las condiciones institucionales ha
Taylor (1977), J. Taylor (1980), entre otros, han discutido los sido subrayada, entre otros, por Cortázar (1983) y Frenkel
efectos de las rigideces contractuales aunque, en esos mode (1984a). Este autor afirma que la teoría de los salarios es
los, los salarios se determinan sobre la base de previsiones. necesariamente histórica y que no es posible formular una
^^’Esta conclusión se asemeja a la del esquema estructu- explicación de tipo general.
ralista tradicional. Sin embargo, en éste se trataba de explicar ^^Una reseña de la discusión actual sobre la teoría de los
los aumentos de precios, mientras que aquí el análisis se contratos y la fijación de precios y salarios se encuentra en
refiere a los cambios en la tasa de inflación. Por otro lado, los Azariadis y Cooper (1985), Azariadis y Stiglitz (1983), Flana
modelos recientes difieren del de Olivera (1964) en que no se gan (1984), Klein (1984), Lazear (1984), Weitzman (1984),
hace referencia al equilibrio general. Yellen (1984).
78 REVISTA DE LA CEPAL N” 28 / Abril de 1986
u Otras variables, con distintos rezagos y períodos preocupación no es absurda desde un punto de
de ajuste) y, especialmente, la transición de una vista analítico; además, una explicación precisa
modalidad a otra.^^ En este sentido, parecería de la inflación ayudaría al diseño de políticas.
que los métodos de fijación de salarios (y precios) Pero, a veces, la discusión toma un cariz más bien
dependen del régimen de política económica. En metodológico: mientras que algunos exigen que
especial, la indización con criterio retrospectivo se explique la creación de dinero y sus efectos,
estabiliza el salario real esperado, si la tasa de por ejemplo, otros insisten en que se dé cuenta de
inflación pasada es buena indicadora de la que la variación de los salarios. En realidad, una teo
regirá en el período del contrato. Que esta condi ría más o menos completa debería incorporar
ción se cumpla dependerá del comportamiento todas esas cuestiones a un tiempo, de manera de
previsto de los precios fijados en el sector público identificar las influencias exógenas y mostrar los
y de los agregados monetarios (por su efecto mecanismos por los cuales se transmiten a los
sobre los precios flexibles, los márgenes sobre precios. No se cuenta con una teoría lo suficiente
costos o las mismas expectativas de otros secto mente desarrollada como para permitir inferen
res). Si bien es cierto que los costos de transacción cias precisas de ese tipo.
podrían explicar el que ciertas reglas se sigan Las explicaciones monocausales tienen sus
usando aunque impliquen un margen de error, riesgos. Es cierto, por ejemplo, que no hay casos
no lo es menos que los métodos basados exclusi de inflación sostenida en que no haya habido un
vamente en la extrapolación de comportamien rápido crecimiento de la cantidad de dinero.
tos pasados probablemente no se aplicarán en También parece claro que las predicciones sobre
momentos de cambios visibles en las condiciones el comportamiento de la política monetaria cum
económicas. En otros términos, resultaría que plen un papel en la formación de precios: éstos
una teoría de precios y salarios no puede pasar serán tanto más volátiles, y resistentes a la baja
por alto la consideración de las expectativas (es cuanto más probable sea que la demanda global
decir, que los precios, en última instancia, se fijan se ajuste pasivamente a los precios. Pero estas
prospectivamente) y que esto reintroduce (aun observaciones no alcanzan a explicar la inflación.
que sea en momentos de grandes variaciones) a la Un modelo puramente monetario simplifica en
demanda global en la explicación de los precios exceso las decisiones sobre precios (al suponer
administrados. De cualquier modo, como muy que éstos se determinan según un equilibrio en
probablemente no sea completa ni uniforme la que los agentes sólo toman en cuenta la evolución
respuesta de los precios flexibles y de las expecta prevista en la cantidad de dinero) y deja en pie la
tivas a la demanda y existen costos de renegocia pregunta sobre cuáles son las presiones que ac
ción, la presencia de rigideces contractuales será túan sobre la política monetaria. Del mismo mo
elemento importante para el análisis de políticas do, los modelos que postulan reglas mecánicas de
de estabilización. fijación de precios y salarios no explican clara
mente cómo los individuos o los grupos llegarían
5. Un resumen a esas decisiones ni cómo reacciona la política
económica ante ellas. No es, por supuesto, que se
El debate sobre las causas de la inflación se plan desconozcan del todo los factores que originan
tea a menudo como una opción entre distintas los aumentos de precios, sino que el conocimien
tipologías: la inflación tendría una naturaleza to es difuso. La incertidumbre (tanto para el aná
bien definida, que haría falta descubrir. Esa lisis como para la toma de decisiones de los agen
tes) es mayor cuanto más errático sea el régimen
inflacionario o más súbitos los cambios en la polí
^ *Un asunto de particular interés es el que se refiere a la tica económica.
rapidez con que se adaptan las reglas de formación de precios A veces es posible identificar circunstancias
y salarios al tipo de inflación vigente. Gerchunoff (1985) específicas que pueden ser motivo de aceleración
comenta que, tras la estabilización alemana de 1923, los sala de los precios. En este sentido, parecería que el
rios se volvieron a fijar en términos nominales (en moneda
local) con bastante prontitud, pero su período de validez fuerte aumento en los servicios de la deuda ex
siguió siendo durante varios años menor que el de otros terna ha creado condiciones muy propicias para
países europeos. la inflación. En primer lugar, las transferencias al
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Hermann 79
exterior implican un tipo real de cambio más Algo semejante ocurre cuando se considera la
alto, lo que se suele alcanzar mediante devalua variación de precios de un período a otro. Mu
ciones nominales que elevan los precios. Ade chas veces se observa que la cantidad de dinero
más, mientras no se haya establecido (y de algún crece por encima de los precios; otras veces se
modo, aceptado) una nueva configuración de adelantan los salarios o el tipo de cambio u otro
precios relativos, las reacciones defensivas de los grupo de precios; y en algunas oportunidades,
sectores más afectados pueden dar lugar a incon los precios suben sin que se pueda encontrar un
sistencias en la fijación de precios del tipo de las motivo claro. Estos adelantos o rezagos episódi
mencionadas. Por último, como buena parte de cos no definen el tipo de inflación en cada mo
la deuda ha sido contraída o tomada a su cargo mento, sino que reflejan el carácter errático de la
por el sector público, se crea una presión adicio fijación de precios.
nal sobre el presupuesto. Cuando, además, la Una economía inflacionaria es distinta de
capacidad tributaria es limitada {lo que se agrava una economía estable y no sólo porque las varia
por la caída del ingreso real), es de esperar que se bles nominales crezcan a mayor velocidad en un
recurra en mayor medida al impuesto inflacio caso que en otro. El crecimiento desordenado de
nario. los precios, sea porque el gobierno no encuentra
También, como otro ejemplo, las crisis finan otros medios que la emisión para financiar sus
cieras internas (debidas en parte a factores reales gastos o porque existen reivindicaciones irrecon
o a debilidades de los sistemas bancarios) podrían ciliables que a su vez llevan a una política de
originar una intensa demanda por inflación para acomodamiento, apunta a un estado de pertur
reducir el valor real de los pasivos. El mecanismo bación más general. Parece significativo que mu
por el cual se genera la inflación en este caso chas de las grandes inflaciones hayan ocurrido
puede suponer inicialmente una mayor expan en circunstancias de inestabilidad política o crisis
sión monetaria o la elevación de ciertos precios. económicas, es decir cuando hay conflictos distri
Según donde se ponga el acento, se insistirá so butivos exacerbados o bien la economía está ma
bre estos mecanismos o sobre el origen particular nifiestamente desequilibrada. En última instan
de las presiones inflacionarias. Esto ilustra nue cia, una inflación aguda aparece como síntoma
vamente acerca de la ambigüedad de la pregunta de un problema de funcionamiento social. Desde
sobre el origen de la inflación. este punto de vista, las consecuencias más impor
De hecho, el afán de buscar una explicación tantes de la inflación se asociarían con las dificul
única puede sugerir que la inflación (sobre todo tades para la toma de decisiones que caracterizan
cuando es intensa) es un fenómeno más sistemá a un estado de gran incertidumbre. De igual
tico de lo que es en realidad. Grandes déficit manera, la estabilización se presenta no sólo co
fiscales, incongruencias en la fijación de precios y mo un cambio en el manejo de ciertos instrumen
resistencia a reducir el ritmo de aumento de pre tos de política, sino como un proceso por el que se
cios y salarios suelen ir juntos y actuar unos sobre modifican los diversos tipos de conducta (tanto
otros: una vez que la inflación toma impulso pa por parte del gobierno como del sector privado)
rece difícil atribuirle una causa bien definida. que generan la inflación.
Efectos de la inflación
El análisis de las consecuencias de la inflación se ría que el principal efecto de la elevación conti
suele basar en modelos de inflación neutra (en el nua de los precios sería una distorsión en las
sentido de que las variables nominales: precios, tenencias de dinero: el mayor costo de mantener
salarios, cantidad de dinero, crecen al mismo activos sin interés reduce la demanda de saldos
ritmo) y perfectamente prevista. De ahí resulta reales, de modo que los individuos consumen
80 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
menos servicios de liquidez (Bailey, 1954; Fried- de por sí, sino también, y principalmente, de esa
man, 1969). También se han señalado las conse turbulencia.
cuencias distributivas de los cambios no previstos Hasta qué punto la inflación perturba las
en los precios {Kessel y Alchian, 1962). Estos actividades económicas dependerá de la intensi
efectos no son despreciables, pero no agotan las dad del fenómeno. En los casos de mayor inesta
consecuencias de la inflación (Leijonhufvud, bilidad, los efectos son apreciables.
1977). i) El alza de los precios estimula la demanda
Una de las características de las situaciones de activos líquidos distintos de los medios de
de volatilidad de precios es que los agentes están pago, cuyo valor real se deprecia rápidamente.
envueltos en un juego de complejas conjeturas, Una de las consecuencias de la huida del dinero
en el que cuentan con escasa información confia es la mayor importancia que adquieren las divisas
ble. En estos casos, ni la conducta de los agentes extranjeras, no sólo como numerario para expre
privados ni la política económica son fáciles de sar los precios, sino también como medio para
prever. En la política económica suele influir una mantener poder de compra, e incluso para efec
variedad de demandas (sostener el nivel de acti tuar pagos. Como contrapartida de las mayores
vidad, mantener el equilibrio externo, regular el tenencias de moneda extranjera (que no deven
crédito, influir sobre los precios, distribuir el in gan intereses en el país de emisión), los residen
greso o el patrimonio de determinada forma) tes deben desprenderse de bienes u otros activos:
cuyas prioridades varían según los objetivos de esto representa un costo para la economía en su
las autoridades, el estado de la economía o la conjunto. Por otro lado, el intento por reducir el
interpretación que se haga de éste. Si la política es monto de los saldos monetarios distrae recursos
inestable, es más probable que las expectativas en las operaciones financieras de corto plazo y en
que se forma el público sean volátiles y difieran la búsqueda de formas para sincronizar pagos y
para distintos individuos'^^,lo que repercute en cobros, y crea inconvenientes en la organización
las decisiones de precios y de tenencias de activos. de los intercambios. Además, no todos los indivi
La heterogeneidad de las expectativas, unida fre duos tienen la misma facilidad para evitar el im
cuentemente a cambios poco regulares en los puesto inflacionario: éste recae probablemente
precios del sector público, se refleja en la evolu en buena parte sobre los grupos de ingresos
ción errática de las diversas categorías de bajos.
precios.E ntonces, ni los agentes privados ni el ii) La volatilidad de los precios lleva a una
gobierno pueden predecir con precisión el com activa búsqueda de información. Pero, a pesar de
portamiento de los mercados. Esto, a su vez, crea este esfuerzo (que resta recursos a las actividades
problemas para la política económica. En esas productivas), los agentes se encuentran ante una
circunstancias, es probable que no haya un régi incertidumbre mucho mayor que en condiciones
men claro de determinación de las políticas y que de estabilidad. Se corre el riesgo de incurrir en
las decisiones privadas sean poco sistemáticas e grandes pérdidas y al mismo tiempo se presentan
incompatibles entre sí. Los costos de la inflación oportunidades de lograr grandes beneficios que
provienen no sólo del crecimiento de los precios sólo dependen del pronóstico de la inflación. Se
genera entonces una intensa actividad especula
tiva en la que se ven inducidos (u obligados) a
^'^Leijonhufvud (1981) distingue entre "expectativas participar la mayoría de los individuos. Muchas
bien conformadas”, que se pueden describir en función de los transacciones se basan sólo en la existencia de
estados pasados de la economía y serían características de opiniones distintas sobre la evolución futura de
situaciones relativamente estables y “expectativas mal confor
madas”, que no responden a un modelo bien definido aplica los precios; de modo similar, quedan sin realizar
do por el conjunto de los agentes. intercambios que se llevarían a cabo en circuns
'’’’Está bien establecido que la variabilidad de los precios tancias más normales. Al mismo tiempo, la difi
relativos aum enta con la inflación (para el caso argentino, cultad de efectuar previsiones es mayor cuanto
véase Helman, Roiter y Yoguel (1984) ). Las explicaciones
más dilatado sea el horizonte temporal de las
propuestas van desde los modelos de inflación estructural a
los modelos en que la varianza de los precios relativos es decisiones. Los individuos prefieren entonces
función de la varianza en el componente aleatorio de la oferta adoptar posiciones flexibles, que puedan modifi
monetaria (Cukierman, 1979), carse a medida que se recibe nueva información.
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 81
Esto probablemente lleve a postergar inversiones pero también la realimenta. Cuando se aplican
de maduración lenta. Algo similar ocurre con la regímenes de ajuste autómatico de salarios, sus
política económica: las medidas dirigidas a pro imperfecciones producen cambios no previstos
mover el crecimiento tienen menor probabilidad en las remuneraciones reales y constituyen, por
de ser consideradas duraderas cuando, como su lo tanto, motivo de roce; cuando no existen, au
cede en los casos de alta inflación, se percibe menta la frecuencia de los ajustes: como no se
como inestable la conducta del gobierno; consi puede establecer un sistema bien definido de
guientemente, también crece la magnitud de los contratos en términos reales y se producen fre
incentivos necesarios para obtener una determi cuentes e intensos cambios de precios relativos,
nada respuesta. cada vuelta de negociación resulta conflictiva.
iii) La contracción del horizonte temporal de En situaciones de inflación errática, por lo
las decisiones es más patente en los mercados tanto, las acciones orientadas al crecimiento y a la
financieros. Como la incertidumbre sobre los redistribución permanente de ingresos pasan a
precios aumenta con el plazo, los contratos a segundo plano frente a un desordenadojuego de
interés fijo se pactan por períodos reducidos. Las corto plazo sin una solución precisa. Dado que el
opciones posibles para el fínanciamiento a más problema reside en la forma de comportamiento
largo plazo tienen también inconvenientes: los del sector público y de los agentes privados, su
sistemas de interés variable implican el riesgo de corrección implica un cambio de esas conductas.
que cambie la tasa de interés real, mientras que la Es decir, estabilizar significa llegar a una situa
variabilidad de los precios relativos hace difícil ción en que los actores económicos estén en
encontrar índices apropiados para el ajuste de mejores condiciones de formular planes para el
deudas. De este modo, se resiente la provisión de futuro y en que sea más probable que las decisio
fondos para la inversión. nes sean compatibles entre sí. Dicho de otro mo
do, la evolución de los precios debe ser más previ
iv) Los frecuentes cambios de precios le res sible; esto exige que la política económica sea tal
tan rápidamente validez a la información que que guíe a las decisiones privadas hacia ese fin.
puedan obtener los consumidores. El costo de la Difícilmente se logrará ese resultado con tasas
búsqueda de mejores oportunidades de compra elevadas de inflación. Por lo tanto, una de las
se eleva con la inflación. Por lo tanto, la compe condiciones para la estabilización es que se alcan
tencia de precios resulta una estrategia menos ce una velocidad ‘razonable’ en el crecimiento de
conveniente para las firmas que cuando rigen los precios. Reducir la inestabilidad requiere,
condiciones de estabilidad. además, que la inflación sea relativamente previ
v) Al preferir conductas flexibles, los agentes sible, de modo que los agentes puedan formular
intentan protegerse de los efectos de cambios expectativas más o menos confiables. El proble
sorpresivos en los precios. Pero la inflación pro ma de la estabilización, por lo tanto, es doble:
duce de todas maneras redistribuciones aleato lograr que disminuya el ritmo de aumento de los
rias de incentivos y de ingresos. La inestabilidad precios y conseguir también que esa disminución
de precios puede reflejar una pugna distributiva, sea duradera.
III
Políticas de estabilización
para que la transición hada una tasa más baja y nen un alto costo, también a más largo plazo se
más estable de inflación tenga el menor costo plantea el interrogante sobre la conveniencia de
posible. definir reglas estrictas para la administración de
Una primera cuestión se refiere al horizonte ciertos instrumentos. Un caso particular es el de
temporal de las políticas. Los modelos económi la política monetaria. Se ha propuesto que el
cos suelen representar las decisiones, en el tiem Banco Central actúe de modo de mantener cons
po, como la solución de problemas en que se tante la tasa de crecimiento de algún agregado
formulan estrategias que cubren todos los perío monetario.'^“* De acuerdo con los defensores de
dos futuros: la conducta que se adoptará en el este sistema, la regla monetaria resolvería el pro
presente forma parte de una secuencia de accio blema de la inestabilidad de precios y, a la vez,
nes, y depende de las contingencias que se espera eliminaría buena parte de las fluctuaciones en el
encontrar más adelante. Estos esquemas no se producto global: si los medios de pago crecen a
ajustan del todo a lo observado. En realidad, es un ritmo predecible, se reduciría el componente
común un comportamiento distinto: las decisio imprevisto de la demanda global que, según la
nes se adoptan de una en una, sin definir muy hipótesis tradicional, provoca los cambios cíclicos
precisamente las acciones futuras. Es natural que en la producción.
esto así sea, habida cuenta de las dificultades de Sin embargo, estos argumentos se basan en
obtener y procesar la información. Las políticas supuestos muy categóricos sobre la asociación
de estabilización plantean claramente una dis entre el dinero y los precios. De hecho, un régi
yuntiva entre prefijar (y anunciar) la evolución men de crecimiento monetario fijo tendría varios
de ciertos instrumentos a lo largo de un período inconvenientes. En primer lugar, el estableci
más o menos prolongado, o permitir que las polí miento de esa regla como parte de un programa
ticas se ajusten de modo flexible a las circunstan de estabilización (y, por lo tanto, acompañada de
cias. un cambio apreciable en la tasa de crecimiento de
En América Latina se ha vivido la experien la cantidad de dinero), puede tener un impacto
cia de numerosos programas que no pudieron inicial considerable sobre los precios, ya que pre
sostenerse; la alternancia de intentos de defla sumiblemente aumentará la demanda de saldos
ción, crisis y nuevos intentos ha sido un impor reales. En esas condiciones, resulta casi imposible
tante factor de inestabilidad. Esto sugiere la in saber cuál sería el nivel de preíjios de equilibrio.
conveniencia de que las políticas se basen princi Así, en lugar de facilitar la formación de expecta
palmente en expedientes transitorios, porque tivas, se estaría agregando un elemento más de
ello puede afectar la confianza en sus efectos (y, incertidumbre. Después de la transición, la fun
por lo tanto, entorpecer la transición hacia tasas ción de la demanda de dinero varía de acuerdo
de inflación más bajas) y hacer que los programas con las modificaciones en el tipo de activos dispo
sean más difíciles de sostener una vez iniciados. nibles y los hábitos de pago. Aun en el supuesto
Sin embargo, tampoco es probable que un pro de ajustes perfectos al equilibrio, predeterminar
gram a de estabilización pueda plantear un el aumento de la cantidad de dinero no es condi
conjunto completo de políticas permanentes. Por ción necesaria ni suficiente para hacer predecible
un lado, si se parte de un estado de alta inflación, la tasa de inflación. Por otra parte, no parece
las perturbaciones que ésta implica no permiti conveniente restringir la capacidad de acción de
rán fijar un horizonte temporal demasiado ex las autoridades monetarias hasta el punto en que
tenso. Por otra parte, como la estabilización mis no puedan ejercer una acción anticíclica en los
ma representa un cambio apreciable en la econo mercados de crédito en respuesta a perturbacio
mía, no se pueden prever con exactitud las condi nes de origen real.^^
ciones que existirán durante la transición y des
pués de ella. Desde este ángulo, parece razonable ^'‘Véase Friedman (1959) y Lucas (1980). El argumen
considerar la estabilización como un paso previo, to general en favor de las reglas de política (por oposición al
manejo discrecional de los instrumentos) está desarrollado en
muchas veces imprescindible, pero no necesaria Kydland y Prescott (1977).
mente definitivo, para el establecimiento de polí ■
’’^Leijonhufvud (1983a y b) discute los problemas que
ticas duraderas. resultan de un sistema monetario sin reglas y los que surgi
Si bien es claro que las políticas volubles tie rían con regímenes sin flexibilidad.
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 83
Por lo tanto, si bien la definición de un régi cuadrar. La capacidad de generar ingresos por
men monetario más previsible es, sin duda, parte impuestos tiene que corresponder al volumen
importante de una estabilización, establecer una del gasto; entre otros requisitos, esto supone
regla rígida para la política no resultaría un obje identificar con alguna precisión a los grupos que
tivo apropiado. En general, se presenta la dis aportarían los recursos. Además, la pugna distri
yuntiva entre hacer menos predecibles las políti butiva a través de los precios debe dirimirse de
cas, y asumir el riesgo de anunciar compromisos modo coherente: si no se acomodan las variacio
estrictos sobre el curso futuro de los instrumen nes de costos por medio de alzas en la demanda
tos, lo cual reduce la flexibilidad de las políticas y global es evidente que si un grupo intenta au
puede ser de cumplimiento incierto. En la prácti mentar su participación en el ingreso real con un
ca, parece difícil que haya reglas incondicionales aumento nominal, otros sufrirán una pérdida.
sobre un horizonte indefinido de tiempo. Pese a En última instancia, las políticas de estabiliza
que puede ser útil anunciar (y cumplir) determi ción implican siempre decisiones distributivas: se
nadas metas respecto de algunos instrumentos, a trata de reemplazar los mecanismos de redistri
un plazo más o menos largo (probablemente) la bución que dan origen a presiones inflacionarias
estabilización de las expectativas deba basarse en por otros que no surtan esos efectos. Como resul
algo más difuso, pero también más simple: el tado, si bien la estabilización no es un juego de
consenso expresado claramente por el gobierno suma cero, es probable que algunos grupos se
y compartido por una gran parte de la sociedad, vean perjudicados. Este aspecto político de la
de que la volatilidad de precios tiene costos eleva estabilización es probablemente uno de los más
dos y que, por lo tanto, es importante esforzarse complejos, en especial si se tiene en cuenta que
por mantener los precios en una trayectoria me las inflaciones intensas van acompañadas de se
nos incierta. Más que un anuncio unilateral de rios conflictos distributivos. En América Latina,
reglas inamovibles de política, esto implicaría la la búsqueda de la estabilización de precios se
existencia de un acuerdo implícito sobre el objeti vincula muchas veces con políticas de corte con
vo y la confianza del público (validada en los servador, indiferentes a la distribución de ingre
hechos) de que las autoridades se esforzarán por sos, o que producen transferencias en contra de
alcanzar ese objetivo y mantenerlo. los grupos de menores recursos. En teoría, este
De cualquier modo una política de estabiliza sesgo distributivo no parece ser condición nece
ción requiere que la meta que se le fije (aunque saria de la política de estabilización. En realidad,
sea de manera imprecisa) a la tasa de inflación esa política tendrá mayores probabilidades de
pueda ser satisfecha con razonable seguridad a lo éxito si puede concillarse con una distribución de
largo de un período que vaya más allá de lo ingresos socialmente aceptable.
inmediato. En buena medida, éste es un proble En los términos generales de esta discusión,
ma fiscal: la tasa de inflación que se establezca parecería que un programa es tanto más sólido
como objetivo tiene que ser compatible con un cuanto mejor definidas estén las metas de infla
volumen de recaudación del impuesto inflacio ción que se busca alcanzar y las políticas que se
nario que cubra las necesidades del sector públi aplicarán sobre un horizonte temporal más o
co. Sin duda, no es fácil prever las presiones que menos largo. Sin embargo, a menudo, estas con
se ejercerán en el futuro sobre la política fiscal, ni diciones son difíciles de satisfacer. Y, de cual
tampoco la evolución de la demanda de activos. quier modo, el resultado final de las políticas
Sin embargo es claro que cuando se busca amino depende fundamentalmente del manejo de la
rar la inflación, se acepta también limitar el fi- transición. Esto plantea dos cuestiones muy de
nanciamiento mediante la emisión de dinero; batidas: a qué velocidad y con qué instrumentos
conviene entonces que la política se oriente a conviene encarar un programa de estabilización.
hacer defensible una tasa de inflación más baja
teniendo en cuenta estas restricciones. Es decir, 2. La transición
el sistema fiscal debe encontrar un sucedáneo
para el crédito del Banco Central y, a lo largo de Para que la estabilización sea efectiva, es impres
la estabilización, las redistribuciones de ingresos cindible que tanto el conjunto de precios y sala
que se operen a través del presupuesto deben rios nominales como la demanda global crezcan a
84 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
un menor ritmo. El problema es definir cómo y a gobierno está en condiciones de hacer creer que
qué velocidad esa desaceleración ocurrirá en for se ha producido un cambio permanente en el
ma más o menos sincronizada y con la menor régimen monetario, de tal suerte que la demanda
perturbación posible para la actividad económi global será desde ese momento compatible con la
ca. La discusión sobre el tema suele suponer que estabilidad de precios, se ajustarán de inmediato
las autoridades regulan la demanda; se trata en las expectativas y los precios mismos. No necesa
tonces de saber en qué forma se producirá el riamente debe frenarse en forma brusca la ex
ajuste de los precios. En el análisis tradicional, la pansión monetaria, porque las menores expecta
relación entre precios y cantidades se expresa tivas de inflación estimulan la demanda de dine
con la curva de Phillips de corto plazo: los precios ro. Pero sí tendría que producirse un cambio
dependen de las expectativas y del exceso de visible en la política fiscal; debería haber una
demanda de bienes. Si las expectativas se basan clara reducción de los déficit presentes y, en es
en la inflación pasada o si existen rigideces con pecial, de los que se prevén para el futuro, que
tractuales {o de otro tipo) que dificultan las varia mostrarán sin ambigüedad que el gobierno no
ciones de precios, una reducción de la demanda tendrá que recurrir al impuesto inflacionario.^^
nominal provocará necesariamente una caída de Más allá de los detalles particulares de este
la actividad. La caída será tanto mayor cuanto debate, parece evidente que la elección entre en
menor la respuesta de los precios a la disminu foques graduales o de choque depende de las
ción del producto y cuanto más abrupta la defla condiciones iniciales. Cuando la inflación es mo
ción buscada. Esta clase de argumento lleva a derada, es probable que numerosos contratos
aconsejar que la inflación se reduzca mediante (salariales o de crédito) a plazos relativamente
una política g r a d u a l,e n particular, mediante largos hayan sido pactados en términos nomina
sucesivas disminuciones en la tasa de crecimiento les y con condiciones que reflejan el crecimiento
de la cantidad de dinero; durante ese proceso, de observado de los precios. Independientemente
cualquier modo, habría un período de menor de la rapidez de ajuste de las expectativas, una
producción. deflación lenta afectaría el valor real de esos con
Esa opinión ha sido cuestionada por los auto tratos menos que una rápida. Por otro lado, las
res que utilizan las hipótesis de expectativas ra políticas graduales son potencialmente flexibles;
cionales y de equilibrio en los mercados. Esta permiten utilizar la información que se va reco
corriente supone que los contratos, explícitos o giendo de acuerdo con la respuesta de la econo
implícitos, suelen ser flexibles, y se adecúan a los mía. Pero estas posibles ventajas resultan menos
cambios en las condiciones de la economía. Así, patentes, si se parte de una inflación muy alta. En
no habría otro freno para los ajustes de precios estos casos, la inercia de los contratos es menor
que las deficiencias de la información corriente. (aunque no desaparece por completo, salvo tal
La inercia de la inflación desaparecería si las vez en las hiperinflaciones), porque la misma
previsiones del público variarán con la demanda volatilidad de precios lleva a acortar los plazos de
global. En ese caso, la estabilización podría alcan los acuerdos. Además, una transición prolonga
zarse rápidamente y no tendría por qué ir acom da puede representar un largo período de incer
pañada de una recesión. Por otro lado, el análisis tidumbre en el que el público continuaría adop
parte de la hipótesis de que las expectativas in tando sus decisiones de momento en momento a
corporan toda la información útil (en la medida falta de una perspectiva definida a plazos más
en que estén disponibles los datos). Si, en última largos. La propia flexibilidad de las medidas, por
instancia, la inflación depende de la cantidad de otro lado, puede crear la impresión de que son
dinero, las previsiones de precios se basarían en reversibles, lo que haría más trabajoso el cambio
la política monetaria esperada. Por lo tanto, si el
de expectativas y aumentaría las presiones sobre con la demanda de dinero a una tasa de inflación
las políticas. más baja. Cuanto más claramente sepa el público
El choque soslaya estos problemas, aunque im que el gobierno cuenta con esa capacidad, menor
pone condiciones estrictas para obtener bue será el riesgo de que los precios no respondan a la
nos resultados. Una vez que se ha anunciado que política.
la inflación sufrirá una brusca caída, es impres Ahora bien, este razonamiento no define el
cindible que este efecto se produzca, que los cos conjunto de condiciones de una estabilización
tos del ajuste sean tales que no pongan en duda la bien lograda. En primer lugar, habría que defi
viabilidad de las políticas y que el gobierno utilice nir las condiciones de la credibilidad: ¿cuándo
sus instrumentos para sostener la estabilización. pueden confiar las autoridades en que sus anun
Hay escasas posibilidades de aprender sobre la cios serán incorporados en las decisiones del pú
marcha, especialmente en las etapas iniciales del blico? Aunque podría emitirse un juicio sobre el
programa: tienen que darse políticas bastante particular en cada caso específico, la credibilidad
bien definidas y un control eficaz sobre los ins es un concepto difuso.^^ Por otro lado, no parece
trumentos; el gobierno, además, quizá debería evidente que un anuncio de cambio radical en la
estar dispuesto a subordinar algunos de sus res política fiscal y monetaria, aunque sea creíble, dé
tantes objetivos a la obtención de un efecto dura lugar a una modificación suficiente de las expec
dero sobre los precios. Esto subraya nuevamente tativas y de los p re c io s.A l margen de la posible
la necesidad de un consenso social en torno al existencia de rigideces contractuales, subsiste pa
objetivo antinflacionario, pero también implica ra los agentes el problema de inferir precios a
una fuerte demanda de congruencia, en las polí partir de los instrumentos que ha fijado el go
ticas: un programa de choque, por su propia bierno.
naturaleza, es difícilmente reversible y su eficacia Un anuncio sobre medidas monetarias y fis
depende en parte de que esto sea percibido por el cales debe ser interpretado y transformado en
público; los costos de no obtener los resultados
perseguidos son por consiguiente altos. Pero la
congruencia la definen en modo distinto las dife problema de la credibilidad, en relación con las
rentes teorías, sobre cuya validez o invalidez es políticas de estabilización ha sido discutido por Schelling
(1982) y Koromzay (1982). Recientemente se han desarrolla
trictas pueden caber dudas. La incertidumbre do modelos en que el público va modificando su apreciación
sobre el ‘verdadero modelo’ de la economía tiene sobre la conducta futura del gobierno de acuerdo con las
especial peso en la estrategia de choque; en la políticas que éste aplica efectivamente (véase por ejemplo, Di
medida en que se tenga en cuenta, es probable T ata 1983; Backus y Driffill 1984). Uno de los resultados de
que las políticas no respondan a un esquema que estos modelos en que las expectativas dependen de la repu
tación de las autoridades es que, incluso cuando éstas estén
se encuadre con precisión en algún marco teóri dispuestas a desacelerar incondicionalmente la demanda no
co particular. minal, hay cierta probabilidad de que las expectativas no se
De cualquier modo, la tesis de las expectati ajusten enseguida: recién se aprendería que ha ocurrido un
vas racionales destaca varias cuestiones impor cambio en el régimen de políticas cuando se produce una
tantes. Si la determinación del nivel general de recesión.
‘^■'La credibilidad de la política fiscal también depende
los precios puede representarse como el resulta de las expectativas de precios. Al reducirse la inflación au
do de las acciones del gobierno y de los indivi menta la recaudación impositiva real, porque disminuye el
duos o de grupos privados, sobre las que influye efecto del rezago entre el momento del pago y el del hecho
la conducta que cada agente espera que adopten imponible. Es decir, el déficit fiscal es en parte endógeno
los demás, uno de los puntos esenciales de la (véase Olivera, 1967; Dutton, 1971; Tanzi, 1977; Canavese,
1985). La disminución del rezago fiscal ha sido especialmente
estabilización será que las autoridades puedan importante en las hiperinflaciones. Se ha sostenido, incluso,
asumir el liderazgo del juego, es decir, que lo que en algunos casos la estabilización traería consigo el equili
gren que la política anunciada sea tomada como brio fiscal, más que a la inversa (Liga de las Naciones, 1946,
un dato por el público al decidir su comporta para el caso de las hiperinflaciones austríaca y húngara). La
miento. Para ello es preciso, en particular, que el interdependencia entre déficit e inflación, por otro lado,
introduce una ambigüedad : una política fiscal creíble para un
gobierno pueda regular la oferta monetaria sin público escéptico frente a las perspectivas de estabilización
verse apremiado por las necesidades fiscales, de implicaría un sobreajuste (es decir, resultaría muy restrictiva)
manera de ir ajustando la liquidez de acuerdo una vez que la inflación se redujo efectivamente.
86 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
cados debería ser tal que reafirme la posibilidad De cualquier modo, las restricciones que la
de sostener la evolución de los precios, implícita administración de precios impone a los movi
en el programa. mientos de precios relativos pueden plantear un
ii) Por lo tanto, la política de demanda global problema a la política antinflacionaria si es que
tiene un papel central en la transición hacia un se producen grandes excesos de demanda de
sendero de menor elevación de los precios. En algunos bienes, o bien si algunos grupos estiman
principio, tendría que haber’ correspondencia que soportan una carga desproporcionada. Es
entre el gasto y los precios, de modo de no gene casi inevitable que surjan algunos casos de este
rar grandes excesos ni insuficiencias de deman tipo, sin que necesariamente peligre la política en
da. Sin embargo, es evidente que en esto no po su conjunto. Sin embargo, es importante que no
drá lograrse una sintonía fina, no sólo por las se produzcan atrasos que lleven en algún mo
conocidas dificultades de controlar con precisión mento a fuertes aumentos de algunos precios
el gasto nominal sino también porque a lo largo nominales. Esto indica, por un lado, que la inter
de la transición puede haber incertidumbre so vención estricta sobre los precios tendría que te
bre la respuesta de las cantidades producidas ner una duración limitada, hasta tanto se pueda
frente a un estímulo de demanda. De cualquier confiar en que la tasa de inflación más baja esté
modo, el manejo de instrumentos específicos incorporada en las decisiones de precios. Por
probablemente deba variar de acuerdo con el otra parte, importa que el punto de partida de los
criterio de los responsables de la política. En par precios relativos, especialmente de los de mayor
ticular, si se ha producido un cambio apreciable significado macroeconómico (tipo de cambio
en la tasa de inflación, habría modificaciones en real, salario real, precios del sector público) sea
la demanda de activos que no pueden preverse tal que evite desequilibrios importantes. Este es
con exactitud. En ese caso, no parece convenien un aspecto particularmente complejo, en espe
te fijar metas estrictas para los agregados mone cial cuando la situación de partida hace difícil
tarios. Al respecto subsiste el problema de distin aplicar normas históricas como marco de refe
guir los movimientos de la tasa de interés que son rencia y hay fuertes conflictos sobre la distribu
atribuibles a cambios en las expectativas de infla ción de ingresos. Con todo, es necesario afrontar
ción de aquellos que responden al estado de la este hecho: nuevamente sería utópico pensar que
liquidez. la búsqueda de un conjunto aceptable de precios
iii) Cuando se regulan los precios y los sala relativos no sufrirá perturbaciones en un clima
rios se está sobredeterminando la economía: el de alta inflación.
estado resultante no puede así describirse como En todo caso, en algún momento los precios
de equilibrio. No se permite que los precios rela relativos deben variar y esto implicará movimien
tivos varíen en respuesta a las condiciones de los tos ascendentes de algunos valores nominales.
mercados. Esto no es inocuo. Pero el argumento También parece cierto que la aplicación de una
que sostiene que la política de ingresos es incon política de ingresos puede provocar incertidum
veniente porque produce distorsiones en los pre bre acerca de la posibilidad de mantener tasas
cios tiene poca solidez. ¿Cuál es la alternativa? En reducidas de inflación, sobre todo cuando ha
una inflación errática, los precios relativos sur habido experiencia de alzas bruscas en los pre
gen de un juego de adivinanzas que se asemeja cios al ceder los controles. Este hecho subraya la
poco a un equilibrio; es muy probable que el necesidad de una política de demanda compati
ajuste de los precios frente a una desaceleración ble con el sendero de precios elegido, de manera
de la demanda ocurra de modo igualmente de de crear confianza de que no se producirá ese
sordenado. En esas condiciones, los precios rela efecto. Puede haber también un aprendizaje in
tivos determinados por el mercado no serán un verso: si durante un tiempo los precios adminis
patrón de referencia útil. La estabilización de los trados se mantienen sin perturbaciones aprecia
precios en conjunto parece un requisito para que bles, habría un refuerzo de las expectativas; si así
se pueda empezar a formar un sistema coherente ocurre, los ajustes requeridos en los precios rela
de precios; la sobredeterminación inicial es en tivos no implicarán necesariamente una gran
tonces una manera de acelerar el proceso que a aceleración en el conjunto de los precios nomina
ello conduce. les. Por otro lado, es probable que, al mediar un
88 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
período de precios relativamente estables, las de efectos sobre el gasto pueden no compensarse
mandas dirigidas a cada firma se hagan más elás totalmente y de inmediato. La estabilización, asi
ticas porque, al ser menos volátiles los precios mismo, puede poner de manifiesto pérdidas en
disminuye el costo de búsqueda de los compra que venían incurriendo individuos o sectores,
dores. Si la perciben las firmas puede transfor pero que no percibían con exactitud o esperaban
marse en un incentivo para una mayor compe recuperar en algún momento. A plazo más largo,
tencia de precios. algunas actividades, cuyos beneficios estaban li
Aplicar una política de ingresos en conjunto gados a la inestabilidad de precios, o que estaban
con las políticas de demanda tiene por objeto organizadas en función de ella, también tendrían
reducir el efecto negativo de la estabilización so incentivo para contraerse.
bre la actividad. Pero es difícil que puedan evitar Cuando se parte de una inflación elevada,
se por completo las perturbaciones. En la medida por lo tanto, no parece posible que la transición a
en que las expectativas no se ajusten rápida y una economía más estable ocurra sin algunas
totalmente, la tasa de interés real puede ser ele dislocaciones. En las condiciones a que hacen
vada, como sucede con frecuencia en los co frente muchas economías latinoamericanas, re
mienzos de los programas de estabilización. Por ducir la inflación es particularmente difícil por la
otra parte, es posible que, especialmente cuando carga de la deuda externa que pesa sobre el in
se busca una deflación rápida, haya un período greso real y el presupuesto. Pero también, en una
en que la incertidumbre en torno a los precios economía con alta inflación no puede alcanzarse
pueda contraer la oferta. Además, tanto desde el un funcionamiento más o menos coordinado. Sin
punto de vista fiscal como desde el de los precios una cierta estabilidad de precios hay poco lugar
relativos, una política intinflacionaria es necesa para políticas de crecimiento y de redistribución
riamente no neutral: habrá sectores cuyo ingreso ordenada de los ingresos. En esencia, la estabili
real se reduce y aunque otros mejoren su posi zación sería un esfuerzo por permitir que esas
ción (en especial aquellos sobre los que recaía políticas se lleven a cabo; a más largo plazo, la
más intensamente el impuesto inflacionario), los estabilización depende de ellas para sostenerse.
IV
Una política de estabilización de choque:
el caso del Plan Austral
En las secciones anteriores se enfocó la inflación llevaron a la inflación hasta valores extremada
desde un punto de vista analítico. Aunque al mente altos, comentar el contenido del progra
tratar este tema no es posible dejar de aludir, ma y señalar algunos de sus primeros efectos.^'*
aunque sea implícitamente, a situaciones concre La Argentina tiene una larga tradición infla
tas (y en la exposición anterior quizás influyó la cionaria. No es que no haya habido intentos de
experiencia argentina) la discusión se mantuvo estabilización. En realidad, desde el decenio de
en un plano general. En esta sección se tiene en 1950 se vienen aplicando variadas políticas para
vista otro objetivo: comentar un programa de moderar la inflación. Esos experimentos fueron
estabilización específico y de características par de diverso tipo, según las características de los
ticulares. El interés del Plan Austral aplicado en
la Argentina proviene, por un lado, de la magni
tud de la inflación que dio origen al programa ^'‘Es cualitativa y muy breve la descripción hecha aquí de
la evolución económica argentina en los últimos años y en los
(cerca de 1% diario) y, por otro, del conjunto de primeros meses de aplicación del programa. Descripciones
instrumentos utilizadt)s a fin de frenarla abrup más detalladas aparecen en c e p a i , (1980 a 1984) y en uno de
tamente. Se trata de describir las condiciones que los ensayos contenidos en c;e p a i . (1986).
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heyrmnn 89
gobiernos que los ensayaron y también en fun vo. Al mismo tiempo, la deuda externa había
ción de las teorías en boga en cada momento. Los crecido apreciablemente. El sector público, en
programas comprendían restricciones de de especial, había contraído grandes deudas en divi
manda de tipo convencional (en 1959 y en un sas, que financiaron el déficit en cuenta corriente
breve episodio en 1977/78), políticas de ingresos y una rápida salida de capitales privados (si bien
(en la forma de congelamiento generalizado, en parte del sector privado también había incre
1952 y 1973; congelamiento de salarios y fijación mentado su endeudamiento). La actividad de los
del tipo de cambio con acuerdo voluntario de sectores productores de bienes comercializables
precios en 1967; una breve tregua de precios en ya había comenzado a disminuir, debido en espe
1977) y, más recientemente, en 1978-1981, una cial a la competencia de ios bienes importados. El
política basada en el preanuncio del tipo de cam sistema financiero interno, que se había expandi
bio con una devaluación decreciente. De hecho, do fuertemente en los años anteriores, atravesa
esos programas no tuvieron resultados durade ba por serias dificultades por efecto de la irregu
ros, si bien en algunos casos hubo descensos lar recuperación de los créditos. Por otro lado,
transitorios (a veces marcados) en la tasa de infla- era previsible que se agudizaran las tensiones
cion. sociales, pese a que los salarios reales se habían
La recurrencia de ensayos de estabilización, recuperado en parte luego de la abrupta caída
ruptura de las políticas y nuevos intentos ha teni registrada en 1976-1978.
do varias consecuencias. En primer lugar, la re El estado de la economía encerraba un fuerte
petición de la secuencia implicó una gran inesta potencial inflacionario. La devaluación, que re
bilidad en las políticas. Esa volubilidad, además, sultaba inevitable en vista de la situación del ba
ha sido incorporada a las expectativas: en la Ar lance de pagos, debía reflejarse en los precios
gentina, las políticas pueden contar con menos internos, no sólo por su impacto directo, sino
confianza por parte del público que en países con también por las repercusiones secundarias típi
una historia económica menos turbulenta, tanto cas de una economía adaptada a la inflación. Un
más cuanto los programas anteriores han proba aumento del tipo de cambio real, por otro lado,
do ya una gran variedad de instrumentos poten tendría un efecto directo sobre las finanzas públi
ciales de estabilización. Pero los costos de la cas (al incrementar el valor real de los servicios de
inflación son generalmente reconocidos. De ahí la deuda) y también generaría presiones para
que sea intensa la demanda de estabilización y, al que hubiera una transferencia subvencionada de
mismo tiempo, grandes las dificultades para lle la deuda privada al sector público. Asimismo, el
varla a cabo. elevado endeudamiento interno creaba deman
La tasa de inflación argentina ha sido ex das de reducción de las cargas financieras de las
traordinariamente alta en los últimos años, aun empresas, ya fuera con subsidios o con una
tomando como punto de referencia los patrones mayor inflación.
habituales del país. Desde 1974, la velocidad de De este modo, se fueron produciendo sucesi
elevación de los precios no fue inferior al 100% vos embates inflacionarios a medida que las ac
anual en ningún año (con una breve excepción ciones del gobierno se iban ajustando, en un cli
en 1980); en el último quinquenio se ha observa ma de gran inestabilidad política y económica, a
do una persistente aceleración, hasta culminar las presiones que se acumulaban. A lo largo de
en tasas de inflación del orden del 30% mensual 1981, el tipo de cambios subió cinco veces, sin que
o aún superiores a mediados de 1985. Esta rápi mejorara en gran medida la situación de pagos
da aceleración estuvo asociada con la profunda externos: no se interrumpió la caída de reservas y
crisis que se originó en el quiebre del programa siguió aumentando fuertemente la deuda, sobre
de liberalización económica y de tipo de cambio todo la del sector público. Al término del conflic
preanunciado. to de las islas Malvinas, a mediados de 1982, se
Hacia fines de 1980, el tipo de cambio real se decidió una nueva devaluación de gran magni
encontraba en un valor anormalmente bajo: aun tud y una reforma en el sistema financiero, diri
que era menos acelerada el alza de los precios gida a mejorar la situación de los deudores. Entre
internos se estaba muy lejos de haber convergi las principales medidas de esta reforma, se deci
do al sendero de la paridad del poder adquisiti dió la extensión de los plazos para la devolución
90 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
de los créditos bancarios y el Banco Central tomó de pasivos de corto plazo superó el 17% del p i b ),
a su cargo la fijación de la tasa de interés en el una fuerte presión salarial y el intento por parte
segmento más importante de préstamos y depó del gobierno por mantener el valor real del tipo
sitos. Como esta tasa resultaba muy inferior a la de cambio y de las tarifas de los servicios públicos.
inflación esperada, se observó un brusco descen En este período se acentuó la inestabilidad de la
so de la demanda de activos líquidos, lo que re política económica: el gobierno militar, ya muy
percutió sobre los mercados de bienes. Con ello, debilitado, tuvo como objetivo principal en su
se produjo una licuación de deudas (la que prosi manejo económico absorber las diversas presio
guió en los años siguientes), a costa de un nuevo nes hasta alcanzar las elecciones fijadas para el
aumento de la tasa de inflación. mes de octubre. Así, en un clima de gran turbu
A lo largo de este período, varios hechos se lencia las autoridades constitucionales se hicie
combinaron para incrementar el déficit fiscal. ron cargo del gobierno a fines de 1983.
Por un lado, se elevaron fuertemente los servi Por ese entonces, existía una variedad de
cios de la deuda externa pública (de menos de un demandas que requerían atención. Luego de la
1% del piB en 1980 a más de un 6% en 1982), crisis externa de 1980 (agravada por el peso de
debido no sólo al mayor endeudamiento propio los intereses de la deuda, la interrupción de los
del gobierno y a las altas tasas de interés, sino flujos de crédito y la caída en los precios de ex
también a que el sector público se fue haciendo portación) la economía había efectuado un pro
cargo gradualmente de la deuda privada. Si bien nunciado ajuste, aunque de características espe
entre las medidas adoptadas en 1982 se incluyó el ciales. Entre 1980 y 1983, las importaciones de
rescate de los títulos internos del gobierno en bienes se redujeron a menos de la mitad, de
manos del público (particularmente las letras de manera que se generó un apreciable saldo en el
tesorería y los valores ajustables), como conse balance comercial. Ese ajuste afectó a la produc
cuencia de la reforma financiera hubo un signifi ción interna, aunque a partir de 1982 se había
cativo aumento en los encajes bancarios remune observado una fuerte resustitución de importa
rados, lo que provocó grandes déficit de caja ciones, que contribuyó a la recuperación del pro
para el Banco Central (o “déficit cuasifiscal”, co ducto industrial, luego de una intensa caída. Des
mo se lo denomina generalmente en Argentina). de el punto de vista del gasto, el hecho más signi
Por otro lado, la caída de la actividad (que alcan ficativo fue el abrupto descenso de las inversio
zó su punto mínimo a mediados de 1982) y la nes: no sólo el financiamiento era escaso, sino
misma aceleración de los precios reducían los que también se había deprimido el espíritu de
ingresos tributarios: la declinación fue de más de inversión. La fuga de capitales de principios de
.5% del PIB en dos años. Es decir, tanto la absor los ochenta había reflejado, aparentemente, no
ción por parte del gobierno de potenciales pérdi sólo un movimiento especulativo de corto plazo,
das patrimoniales del sector privado, como el sino una generalizada desconfianza sobre el fu
peso de los intereses externos y las propias condi turo de la economía. Esto, unido a la magnitud y
ciones recesivas e inflacionarias se unían para la urgencia de los compromisos de la deuda, limi
deteriorar las finanzas públicas. Frente a esto, las taban severamente el crecimiento. Por otro lado,
autoridades fueron recurriendo cada vez en existían fuertes tensiones sociales: prácticamente
mayor grado al crédito del Banco Central. Al todos los grupos reclamaban mejoras en sus in
mismo tiempo, la demanda de dinero se reducía gresos. Al mismo tiempo, la inflación se había
sensiblemente. De este modo, las necesidades de elevado fuertemente, y sus costos eran manifies
recaudación del impuesto inflacionario aumen tos, pero también era claro que resultaría difícil
taban, mientras que se contraía la base impo controlar el déficit fiscal y morigerar la pugna
nible. distributiva que se manifestaba a través del siste
En 1983 la inflación creció aun más, hasta ma de precios.
alcanzar un promedio del 17% mensual en el Inicialmente, el gobierno trató de conciliar
último trimestre. Este fue un proceso confuso, en un crecimiento en el producto y en los salarios
el cual actuaron en conjunto un déficit fiscal ex reales con una desaceleración gradual de la infla
tremadamente alto (el financiamiento del sector ción, mientras se ensayaban negociaciones con
público a través del Banco Central y la variación los acreedores externos. Se anunció una política
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heymann 91
de reducción del déficit fiscal, basada en la con mento, no se habían mostrado eficaces para
tracción de gastos en defensa y seguridad y una guiar a los precios. La resistencia de éstos se
mayor eficiencia en la administración tributaria. acentuaba por la aparente reversibilidad de las
Pero, al comienzo, la política antinflacionaria políticas y por la generalizada (aunque imperfec
consistió principalmente en la fijación de pautas ta) indización. Tanto por su efecto sobre las fi
mensuales para los principales precios (tipo de nanzas públicas (a través del rezago fiscal y de las
cambio, salarios, tarifas de servicios públicos, pérdidas operativas del Banco Central) como por
precios industriales, tasa de interés regulada), en los mecanismos de ajustes de precios y salarios
un intento por guiar los costos y las expectativas. que inducía, la inflación tendía a perpetuarse o a
Esta política resultó frágil: la inflación superó a acelerarse, especialmente cuando se producían
las pautas, de modo que hubo un desajuste entre aumentos en precios relativos básicos: carne, tipo
los precios regulados por las autoridades y aque de cambio, tarifas de empresas públicas. Esto, a
llos que no lo estaban. su vez, aumentaba los costos probables de las
A lo largo del año, las autoridades mostraron medidas antinflacionarias y las hacía poco creí
una preocupación creciente por el control de la bles; la situación tenía, por lo tanto, las caracterís
demanda global. Esto se tradujo en una disminu ticas de una suerte de círculo vicioso. Por otro
ción de los gastos corrientes del gobierno en bie lado, los efectos de la altísima inflación eran pa
nes y servicios no personales y en una reducción tentes: se apreciaba claramente la generalización
de la inversión pública aunque, como contrapar de las conductas especulativas, asociadas con la
tida, no se concretó el aumento esperado en la volatilidad de precios. De ahí que se planteara la
recaudación impositiva. Hubo también un cam urgencia de un esfuerzo de estabilización.
bio en la política de precios y salarios: mientras La experiencia de alta inflación produjo
que las pautas salariales (cuya aplicación se fue cambios apreciables en las modalidades de fija
limitando al sector público) se hicieron más res ción de salarios y precios y en los contratos de
trictivas, el gobierno trató de recuperar el valor deuda. Estos se manifestaron especialmente en el
real del tipo de cambio y los precios de los servi acortamiento de los plazos de las decisiones. En
cios públicos. Hacia fines de 1984, por otro lado, los últimos años, los precios de los servicios públi
luego de firmado un acuerdo de crédito contin cos y los salarios se reajustaban mensualmente.^^
gente con el F M i , se endureció la política mone Es probable que la indización salarial basada en el
taria. alza de los precios del mes anterior haya sido una
Durante 1984, en síntesis, aumentaron el práctica corriente; sin embargo, resulta difícil
producto y los salarios reales y, al mismo tiempo, precisar con qué generalidad y cuán sistemática
se obtuvo un significativo superávit de comercio mente se aplicaba esa regla. Es poco lo que se sabe
exterior, mientras que se avanzaba en la negocia sobre la formación de precios en el sector priva
ción externa. Sin embargo, hacia fines del perío do, aparte que, hacia mediados de 1985, los au
do se apreciaban síntomas de que la expansión mentos se sucedían varias veces por mes. Proba
real se había interrumpido. Por otro lado, la tasa blemente, las decisiones de precios respondían a
de elevación de los precios no mostraba una ten
dencia decreciente. Las tasas de inflación se man
tenían en el orden del 20% mensual y, probable ^^Frenkel (1984 a) encontró pruebas de que los aumen
mente, la mayoría del público esperaba una ace tos salariales se practicaban trimestralmente hasta 1982, Al
leración hacia tasas aún más elevadas. acelerarse la inflación, el período de ajuste se redujo a un
La política de ajuste gradual aplicada en mes. Conviene mencionar, sin embargo, que el período de
pago de las remuneraciones (mensual para los empleados,
1984 no logró desacelerar simultáneamente los casi siempre quincenal para los obreros) se mantuvo en gene
costos, la demanda global y las expectativas de ral inalterado con respecto a lo que había sido en épocas en las
manera de que hubiera un efecto definido sobre que la inflación fue mucho más reducida. Como los asalaria
los precios. Aunque existía el propósito de con dos probablemente tenían, en su mayoría, limitado acceso al
tener las alzas de precios, no se había producido uso de los sucedáneos del dinero, ello tendía a sostener la
dem anda monetaria. Puede conjeturarse que, en caso de
un cambio en el régimen inflacionario. Las políti haber proseguido la inflación a ritmos del orden del 1%
cas de ingresos y de demanda, actuando por se diario, se habrían modificado las prácticas de pago, con lo que
parado y con distinta intensidad según el mo se habría acentuado aún más el rechazo del dinero.
92 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Alml de 1986
Este mecanismo buscaba neutralizar el efecto del blicos. Los precios quedarían congelados en sus
cambio súbito en la tendencia de los precios sobre valores del 12 de junio (lo que implicaba no con
los pagos comprometidos anteriormente. validar los numerosos aumentos de precios apli
En los meses previos al anuncio del progra cados en los días anteriores al anuncio); los sala
ma, el gobierno prestó especial atención a mejo rios quedarían fijos luego del aumento sobre las
rar la situación fiscal y a aumentar los valores remuneraciones del mes de mayo que correspon
reales de las tarifas de servicios públicos y del tipo día según la regla de indización previamente
de cambio. También hubo una rápida liberaliza- aplicada. El congelamiento sería transitorio, pe
ción de los precios industriales, y se alentó la ro no se fijaba un plazo. La tasa de interés de los
recuperación del precio del ganado vacuno, que depósitos en el segmento regulado se estableció
se había atrasado sensiblemente. Estas políticas, en 4% al mes; es decir, en un valor mucho mayor
que buscaban establecer valores sostenibles para que la tasa de inflación implícita en el congela
los principales precios relativos, implicaron una miento, pero muy inferior a la tasa del 28% men
aceleración en el crecimiento de los precios y sual vigente anteriormente. Por último, se anun
repercutieron también sobre la actividad y los ció la creación de una nueva unidad monetaria
salarios reales (especialmente en el sector públi (el austral): el circulante y los depósitos exigibles
co). Como no había muchas señales de que fuera quedarían transformados automáticamente en la
inminente un programa de estabilización, es pro proporción de un austral cada mil pesos; las deu
bable que las expectativas inflacionarias se eleva das fijadas en pesos (o ajustables según índices
ran fuertemente, en un clima de gran tensión. que reflejaban la inflación en pesos anterior a la
Esta se volvió crítica en la primera quincena de reforma) se cancelarían aplicando una escala de
junio, cuando se produjo un alza inesperada en conversión que implicaba una depreciación dia
el precio de los combustibles, se anunció una ria del peso respecto del austral.
devaluación (con propósitos principalmente fis Las características del programa de estabili
cales, ya que estaba combinada con nuevos im zación requerían que se produjera un cambio
puestos de comercio exterior) y circularon rumo abrupto en la actitud del público. De hecho, aun
res (a menudo inexactos) sobre el contenido del que la reacción inicial de los principales grupos
plan. sociales fue de cautela, u oposición, hubo un
El programa fue dado a conocer el 14 de notable vuelco de expectativas del público en
junio, de una manera que transmitía sin ambi general. Es difícil discriminar la parte que tuvie
güedades que el gobierno lo había adoptado co ron en ello los anuncios específicos (como el com
mo una opción “de todo o nada”. Se anunció una promiso monetario-fiscal o el congelamiento)
fuerte disminución en el déficit fiscal previsto pero, sin duda, influyó el hecho de que el progra
para el segundo semestre del año;^® ello permiti ma mostró una decisión clara por parte de las
ría que la Tesorería dejara de demandar créditos autoridades de usar sus instrumentos para ac
del Banco Central. En otras palabras, se suspen tuar sobre la inflación: la reacción del público
día el financiamiento del gobierno a través de la reveló que existía una fuerte demanda de estabi
emisión monetaria;'*^ este compromiso tendría lidad. Esto no implica que las expectativas se
una duración indefinida. Simultáneamente se ajustaran de inmediato a un aumento nulo de los
decidió un congelamiento general de precios, precios, pero sí que se abrió un compás de espera
salarios, tipo de cambio y tarifas de servicios pú- en el que se descartaba ya la posibilidad de una
explosión hiperinflacionaria. En lo inmediato,
““T a l vez se aprecie mejor la magnitud del ajuste fiscal
esta actitud se manifestó en una intensa búsque
previsto en el programa si se considera que, descontados los
intereses de la deuda externa, la proyección implicaba un da de precios por parte de los consumidores, en
exceso de ingresos sobre gastos. la generalizada renovación de los depósitos ban-
‘‘’Antes del anuncio, el Banco Central había otorgado carios a tasas de interés mucho más bajas que
fuertes créditos al gobierno, que éste utilizó para formar un unos días antes y en la caída del tipo de cambio
colchón financiero, destinado en parte al pago del medio
paralelo.
aguinaldo de junio en la Administración Pública. La utiliza
ción de una emisión inicial para financiar un desajuste transi La aplicación del congelamiento de precios
torio en las cuentas del gobierno fue una práctica general en tropezó al comienzo con ciertas dificultades: du
los programas contra las hiperintladones de los años veinte. rante algunas semanas hubo incertidumbre so
94 REVISTA DE LA CEPAL N” 28 / Abnl de 1986
bre los precios de muchos productos. Esto per ción nula en el tipo de cambio), los redescuentos
turbó las transacciones y (junto con la contrac al sistema financiero y los pagos del Banco Cen
ción de la demanda de consumo) fue probable tral sobre los encajes; la creación monetaria por
mente una de las causas de la brusca merma de la estas fuentes fue esterilizada en parte (a un alto
actividad registrada en los meses de junio yjulio. costo para el Banco Central) con aumentos de los
Luego de ese primer momento, se observó una requisitos de efectivo. Hubo significativos cam
muy marcada atenuación en el aumento de los bios en las carteras de activos financieros: creció
precios, y los mercados, salvo excepciones parti la demanda de medios de pago y depósitos a
culares, funcionaron normalmente. El índice de interés, mientras que se redujeron los depósitos
precios mayoristas aumentó a un ritmo inferior ajustables por índices de precios y el tipo de cam
al 1% mensual entre julio y noviembre. Los pre bio paralelo (con algunas oscilaciones) mantuvo
cios al consumidor variaron más rápidamente una tendencia estable. Esto aparentemente re
(alrededor del 2,5% mensual, en promedio, si se flejaba el brusco cambio de las expectativas de
elimina el efecto de arrastre de los fuertes au inflación. Sin embargo, las tasas de interés no
mentos de la primera parte de junio sobre ios reguladas variaron por encima del 5% mensual;
índices del mes siguiente), debido al alza de los ello sugiere que, luego de algunos meses, persis
precios de los servicios y de algunos bienes pri tían expectativas inflacionarias no desprecia
marios. De hecho, parece haber habido un cierto bles,^^
deslizamiento de los precios (y de los salarios); de Una vez pasado el desajuste inicial, la deman
cualquier modo, la disminución de la inflación da global mostró una cierta recuperación. Si bien
fue abrupta y bien definida. el nivel de actividad hacia fines de 1985 quedaba
La reducción del déficit fiscal se debió a va muy por debajo de los máximos anteriores, se
rias causas. Por un lado, en los meses previos al observaba un aumento de la producción con res
programa hubo una fuerte alza en el valor real de pecto a los exiguos registros de junio y julio de
las tarifas públicas. Además, la propia caída en la ese año, y los inventarios eran relativamente nor
tasa de inflación eliminó gran parte del efecto del males. Por consiguiente, se interrumpió la caída
rezago fiscal, de modo que la recaudación impo en las horas trabajadas y el empleo. Con respecto
sitiva aumentó notoriamente. Los ingresos de a los salarios reales, la comparación entre perío
caja del gobierno crecieron también por los dos con muy distintas tasas de aumento de pre
mayores impuestos al comercio exterior y por la cios presenta dificultades, porque, con alta infla
aplicación de un empréstito obligatorio (vincula ción, el poder adquisitivo de un ingreso nominal
do con los ingresos y patrimonios imponibles de determinado depende críticamente del momen
1984). Por otro lado, los salarios del sector públi to en que éste es percibido y del perfil temporal
co se mantuvieron más bajos que el año anterior, del gasto. En términos generales, las remunera
y se redujeron los gastos de inversión. En conse ciones reales parecen haber disminuido leve
cuencia, la Tesorería del gobierno central consi mente desde los comienzos del programa; a fines
guió equilibrar aproximadamente egresos e in de 1985 se encontraban por debajo de los valores
gresos y pudo abstenerse efectivamente de de del año anterior (en especial, en el sector públi
mandar créditos al Banco Central. El ajuste fue co), aunque superaban los mínimos de principios
menos profundo en las provincias y las empresas del decenio.
del Estado. De este modo, la caída del déficit del Sería prematuro pretender evaluar con pre
sector público en su conjunto, si bien muy signifi cisión los resultados del p ro g ram a.S in embar-
cativa, fue aparentemente algo inferior a la pre
duda, el nivel de la tasa de interés puede haber
vista. obedecido a otras influencias; uno de los problemas que
La creación de dinero se desaceleró marca planteaba el estado de la economía era identificar hasta qué
damente en la última parte de 1985, aunque punto las tasas de interés reales ex ante eran tan elevadas como
mucho menos que los precios. La expansión mo surgía de la comparación de las tasas nominales con el alza
netaria se alimentó con la acumulación de reser efectiva de los precios. Por otro lado, los elevados costos de la
intermediación financiera implicaban márgenes muy gran
vas (debida al superávit en el balance comercial y des entre las tasas de captación y de préstamo, y encarecían el
al ingreso de capitales, alentado por la gran dife crédito.
rencia entre la tasa de interés interna y la varia **^Este trabajo fue terminado en diciembre de 1985.
INFLACION Y POLITICA DE ESTABILIZACION / Daniel Heytmnn 95
go, evidentemente se produjo una disminución no implica de por sí que la crisis se haya supera
apreciable en la tasa de inflación, con un costo do. Es previsible que una economía que había
relativamente bajo en función de las pérdidas de llegado al borde de la hiperinflación tenga una
producción luego del brusco cambio. Por otro recuperación difícil. En circunstancias como las
lado, unos meses después de anunciado el pro que atraviesa la Argentina es de esperar que sub
grama, se observaban síntomas, aún incipientes sistan fuertes demandas insatisfechas de mayo
(porque la incertidumbre no había desapareci res remuneraciones, mayores márgenes de ga
do), pero significativos, de una modificación de nancia y transferencias a través del presupuesto.
las conductas económicas: los demandantes po El programa de estabilización implicó un cambio
dían aprovechar la mayor facilidad para compa de fondo en el modo en que se establecen las
rar precios, se apreciaba cierto aumento del cré decisiones económicas: el gobierno tomó la ini
dito para consumo y, aparentemente, las empre ciativa al formalizar sus anuncios, lo que fue im
sas ponían mayor atención en el cálculo de sus plícitamente aceptado por los demás actores. Es
costos. En general, el horizonte temporal de las to puede haber obedecido a la gravedad del esta
decisiones parecía haberse ampliado más allá de do de la economía y, probablemente, también al
las pocas semanas que constituían el futuro pre esfuerzo del gobierno por repartir los costos (y
decible durante la gran inflación. los beneficios) de la estabilización. Pero, sin du
Quedan naturalmente algunas preguntas sin da, algunos sectores han tenido pérdidas. A la
contestar: ¿en qué medida serían sostenibles las larga, los grupos sociales no abandonarán sus
tasas bajas de inflación, y qué puede esperarse reivindicaciones: el problema sigue siendo lograr
del comportamiento de la economía en las nue que el conflicto distributivo se dirima en forma
vas condiciones? El programa de estabilización armónica, que no implique sucesivos empujes
estuvo encaminado a controlar una situación de sectoriales que generan inflación. En este senti
emergencia. Como tal, algunos de sus elementos do, la amenaza de un retorno a una inflación
tuvieron un carácter transitorio. El congelamien elevada puede servir para moderar la pugna, si
to de precios y salarios fue útil para cortar la ésta se desarrolla en un marco tal que los actores
inercia de los precios y para dar un marco de perciban con claridad los límites que imponen a
referencia a las expectativas. Como la memoria la mejora de sus ingresos las condiciones de la
inflacionaria no pudo desaparecer en unos pocos economía y la resistencia de los demás. Al mismo
meses, probablemente sigan siendo necesarias tiempo, una situación de estancamiento es propi
guías de políticas de ingresos que orienten la cia para el conflicto distributivo: habrá menos
formación de precios. Al mismo tiempo, un con obstáculos para que se afiance la estabilización
gelamiento prolongado (incluso como el utiliza cuanto más claramente se perciba que es posible
do, que no se aplicó con rigidez) inhibe los movi recuperar una tendencia de crecimiento.
mientos de los precios relativos y, por la expe Mucho depende, por supuesto, del compor
riencia previa del país, puede crear también ex tamiento de los agentes internos, públicos y pri
pectativas desfavorables. Se plantearía así la ne vados. Pero también la economía está sujeta a
cesidad de definir reglas para la política de ingre una fuerte restricción externa. Los pagos de la
sos que permitan alargar el horizonte temporal deuda (combinados en la actualidad con una
del programa sin la rigidez del congelamiento. Es brusca caída de la relación de precios del inter
probable que de ello dependa en parte la reduc cambio) imponen una intensa presión sobre las
ción de las tasas de interés, que se mantenían aún finanzas del sector público y reducen el ingreso
muy altas hacia fines de 1985. También parece nacional; de ambas maneras dificultan la estabili
importante que el gobierno pueda mostrar que zación. Aunque el programa antinflacionario
está en condiciones de sostener, en forma más respondió a los costos que la inestabilidad de
permanente, un déficit fiscal reducido. precios imponía a la economía interna, una de
Tanto desde el punto de vista fiscal como sus consecuencias ha sido la de mejorar la capaci
desde el de los precios y salarios se plantean dad de negociación con el exterior. Sin embargo,
cuestiones de distribución. La incipiente estabili el problema que plantea la deuda sigue siendo
zación ha permitido que la economía se desen extremadamente complejo y excede en parte al
vuelva con un grado mayor de racionalidad; ello ámbito de la negociación entre el país y los aeree-
96 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
dores. Al margen de! esfuerzo interno, las pers- den fundamentalmente de las condiciones que se
pectivas de crecimiento y de estabilidad depen- acaben definiendo en este ámbito.
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Introducción
Desde su integración a la división internacional
del trabajo, la Argentina es un importante país
receptor de inversiones extranjeras que, a la vez,
Las empresas desempeñan un papel protagónico en la confor
mación de la estructura productiva. Tanto con el
transnacionales modelo agroexportador como con la sustitución
en la Argentina, de importaciones, sea en su primera fase susten
tada por las industrias livianas o en la profundi-
1976-1983 zación y extensión del proceso hacia la produc
ción de bienes intermedios y duraderos, las em
presas extranjeras asumieron un papel estratégi
D aniel Azpiazu, co, constituyéndose en agentes motores de los
cambios estructurales de la economía.
E duardo Basualdo En la fase agrícola-ganadera orientada hacia
los mercados externos, el capital extranjero con
y Bernardo Kosacoff* trolaba los eslabonamientos que garantizaban el
funcionamiento interno del modelo de acumula
ción y la provisión de alimentos y materias pri
El objeto del presente artículo es analizar los rasgos mas para la metrópoli (Reino Unido), país de
más sobresalientes de la actuación y evolución del capi origen de la mayoría de las inversiones. Los fri
tal extranjero en la economía argentina durante el goríficos, las actividades comerciales de importa
gobierno militar de 1976 a 1983. En la introducción se ción y exportación, los puertos y, fundamental
efectúa una breve reseña en que se destaca el papel
fundamental que ha desempeñado históricamente el
mente, los ferrocarriles concentraban la atención
capital extranjero en el desarrollo económico de ese de los inversionistas en función del papel que
país. En la primera sección se analizan la evolución de cumplían en el modelo y del potencial de acumu
las inversiones extranjeras autorizadas a radicar.se en lación que ofrecían.
el país, las peculiaridades que revelan en cuanto a sus A medida que el modelo agroexportador co
modalidades de aporte de capital y su distribución
sectorial y según países de origen, para terminar con el
menzó a agotarse —ya antes de su crisis definitiva
análisis de las que se canalizan hacia el sector financie de 1930— se contrajo la afluencia de nuevas in
ro y las provenientes de Estados Unidos. versiones asociadas con ese patrón de acumula
En la segunda sección se estudia la presencia inter ción. Las escasas radicaciones provenían, en su
nacional en la industria manufacturera. £1 análisis se mayoría, de firmas estadounidenses y tendían a
efectúa en dos planos: en el primero se identifican los
elementos de fondo que caracterizan la inserción es
orientarse hacia actividades ajenas a ese modelo.
tructural de las empresas transnacionales en la indus La fase de transición entre una economía
tria y, en el segundo, se investiga la evolución de las agroexportadora y aquella en la que el sector
empresas transnacionales en el sector durante el últi industrial llegó a convertirse en el núcleo dinámi
mo decenio, cuando se dio un profundo proceso de co de la acumulación de capital, se refleja en la
desindustrialización de la economía argentina.
Respecto del período analizado, los autores desta orientación sectorial de las inversiones extranje-^
can que, pese a los grandes estímulos que se les brinda ras. Las actividades fabriles, sustitutivas de im
ron a las inversiones externas, éstas fueron de escasa portaciones, pasaron a predominar en la capta
magnitud, lo que se debería principalmente a las con ción de nuevas inversiones. En un principio, se
diciones recesivas que predominaron desde mediados orientaron hacia las industrias productoras de
del decenio de 1970 y a la desconfianza acerca de la
continuidad de la política de apertura. Cuando se con
bienes finales asociados al consumo de las capas
traen las oportunidades que ofrece el mercado a corto de la población que, con un elevado ingreso me
y mediano plazo, no resulta suficiente el establecimien dio, ofrecían una demanda fuerte y creciente de
to de un marco institucional favorable a dichas inver- manufacturas. Es el caso de muchas industrias
alimentarias —fundamentalmente agroindus-
*Consultores de la Oficina de la g k p a i . en Buenos Aires. triales como reflejo de la transición entre ambos
Los autores agradecen la colaboración de Javier Cardozo. modelos—, de los textiles, los materiales para la
construcción y algunos productos químicos fina-
100 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
les y eléctricos de consumo. Se trataba en lo esen ción en unas pocas actividades estratégicas (las de
cial de industrias livianas en que el capital ex mayor dinamismo relativo, tecnologías moder
tranjero, sin llegar a una posición de dominio o nas, mercados oligopolizados y un superior po
control, asumía un papel protagónico en el desa tencial de acumulación) significó una transfor
rrollo de muchas de esas ramas industriales. mación profunda de la estructura industrial y el
No obstante, no fue sino hasta fines del dece liderazgo de las empresas transnacionales en las
nio de 1950 o albores del de 1960 que las empre indutrias que, por su propia naturaleza, impul
sas transnacionales llegaron a cumplir un papel san y activan el desarrollo manufacturero del
hegemónico en el proceso sustitutivo, ampliado, país.
ahora, a los bienes intermedios y duraderos de El nuevo patrón de acumulación de la econo
consumo. Industrias como la petroquímica, la mía argentina, estructurado sobre la base del
automotriz, la de maquinaria y equipos o las me- sector industrial, reconocía así, en la maduración
talmecánicas, en general, encabezan esta segun de esas inversiones extranjeras, una de sus prin
da etapa del proceso de sustitución, estructurán cipales bases de sustentación. Si bien en términos
dose a partir de la incorporación de empresas cuantitativos la presencia del capital extranjero
extranjeras que, a poco de instalarse, pasaron a no alcanzó, por su magnitud, los niveles de prin
formar parte de la elite empresarial del país. cipios de siglo —llegó a representar antes de la
Aunque el monto global de las radicaciones primera guerra mundial el 51% de la inversión
aprobadas entre 1958 y 1962 no supone un apor bruta—, asumió un papel fundamental por el
te significativo al proceso de acumulación de ca grado de control que ejercía sobre los polos diná
pital en la industria (oscila en torno al 10% de la micos de la acumulación y de la reproducción del
formación de capital en el sector), su concentra capital.
I
Las empresas transnacionales y la política aperturista
del último gobierno militar
1. La evolución de la inversión extranjera guerra mundial. Según Kosacoff (1984) “la polí
directa y las modalidades de inversión, tica iniciada en abril de 1976 se caracterizó bási
1976A983 camente por la confianza en los mecanismos de
mercado para asignar los recursos, lo cual impli
Luego de la breve gestión del gobierno peronista có un programa de liberalización de esos merca
(1973-1976), que se caracterizó por haber regla dos, y por la búsqueda de una mayor vinculación
mentado en sus aspectos centrales la gestión de con el exterior. En este último plano, se instru
las empresas transnacionales en el país, el gobier mentaron la reforma arancelaria —para lograr
no militar eliminó las principales restricciones una mayor apertura comercial— y la reforma
que afectaban la inversión extranjera, al sancio financiera para liberalizar la entrada y salida de
nar un nuevo régimen con la ley 21382. capitales en el país. Asimismo, se combinó el uso
Las nuevas autoridades se propusieron —y del arancel de importación, el tipo de cambio y la
en parte lo lograron— desmontar el sistema pro tasa de interés real como instrumentos básicos en
teccionista clásico, transformar la estructura eco la lucha contra la inflación. Este objetivo antin-
nómica del país y con ello modificar el papel de flacionario fue permanentemente privilegiado
los distintos agentes y sectores económicos. Se frente al proceso de acumulación de mediano
inicia así en la Argentina una experiencia inédita plazo y a la mejora de la distribución del ingreso.
que alteró bruscamente el modelo de acumula Los ejes de la política económica eran el estableci
ción que se había consolidado desde la segunda miento de un sistema de precios ‘sincerado’ (para
EMPRESAS TRANSNACION ALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiazu, E. Basualdo y B. Knsacoff \ 01
Cuadro 1
ARGENTINA; INVERSION EXTRANJERA DIRECTA AUTORIZADA SEGUN MODALIDADES
DE APORTE, 1977-1983
(Miles de dólares corrientes y porcentajes)
Inversión
Total de total en
Nuevos aportes Capitalización Reinversión Aportes Inversión
de créditos inversiones miles en
de capital de utilidades automáticos total
aprobadas dólares
de 1983
(i) (2) (3) (4) (5) (6)=(3)+(4)-(5) (7)
1977 40 518 80 602 121 120 132 435 1 419 254 974 398 155
1978 201 534 55 504 257 038 118 253 11 697 386 988 560 859
1979 374 269 86 364 460 633 193 186 16 973 670 792 863 540
1980 633 359 30 130 663 489 399 364 97 918 1 160 770 1 310511
1981 790 011 96 652 886 663 344 597 180 069 1 411 329 1 460 486
1982 252 915 711 126 324 041 181 651 98 734 604 426 612 .564
1983 131 155 9 848 141 003 131 248 11 045 283 296 283 296
Total 2 423 761 430 226 2 833 988 I 300 733 417 834 4 772 373 3 489 411
(50.1) (9.7) (59,8) (31.4) (8.8) (100.0)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de la Subsecretaría de Inversiones Externas del Ministerio de
Economía.
lo cual debían eliminarse las regulaciones, im Esta afluencia de inversiones directas se divi
puestos, subsidios y privilegios) y la considera de en dos subperíodos claramente diferenciados.
ción de las ventajas comparativas tomadas en un Durante el primero que se extiende hasta 1981
sentido estático. Estos dos elementos debían ser —contemporáneo con la gestión del Dr. Martí
los indicadores centrales en los cálculos empresa nez de Hoz y con la plena aplicación de la política
riales que midieran la eficiencia del proceso de de apertura— la inversión extranjera directa su
inversiones”. be ininterrumpidamente hasta alcanzar un nivel
La extensión de la cita se justifica por su próximo a los 1 500 millones de dólares. Por el
utilidad como marco de referencia macroeconó- contrario, en el segundo (1982 y 1983) baja consi
mico en el que deben ser evaluados la respuesta derablemente, fenómeno asociado con la insegu
de la inversión extranjera directa a la gran varie ridad que supone, para el inversionista extranje
dad de incentivos que se le ofrecieron a partir de ro, una serie de acontecimientos como el aleja
1976 y el desenvolvimiento de las empresas ex miento del Dr. Martínez de Hoz, la discontinui
tranjeras radicadas en el país. dad de la política de apertura y las devaluaciones
Gracias a los estímulos recibidos y a la conso sucesivas del peso; en síntesis, el abandono pau
lidación de un campo propicio para el desarrollo latino del programa económico enunciado en
de determinadas operaciones de elevado rendi abril de 1976.
miento, riesgo mínimo y rápida recuperación del En lo que toca a las formas que adopta la
capital, la inversión extranjera directa autorizada inversión extranjera directa, la información del
para radicarse en el país registró un crecimiento cuadro 2 muestra que de la autorizada entre
persistente hasta 1981, y luego decayó en forma marzo de 1977 y diciembre de 1983, poco más de
abrupta en 1982 y 1983 (cuadro 1). la mitad (50.1%) está formada por nuevos apor
Hacia 1983 las inversiones extranjeras apro tes de capital, 9.7% proviene de la capitalización
badas sumaban 4 772.6 millones de dólares, lo de créditos externos, 31.4% surge de la reinver
que implica un promedio anual de 681.8 millo sión de utilidades y, el resto (8.8%) corresponde a
nes de dólares en el período analizado (1977- aportes automáticos de capital.
1983), o 784.2 millones de dólares constantes de Por las modalidades que adopta esta inver
1983. sión es relativo el significado efectivo de los casi
102 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
Cuadro 2
ARGENTINA: INVERSION EXTRANJERA AUTORIZADA, 1977-1983
(T o ta l acum ulado y promedios anuales. M ile s de dólares de 1983)
C asi el 60% d el total se co ncentra en sólo tres nes e x tra n je ras directas según el país de origen
áreas; los a p o rte s transitorios en la explotación d e los capitales no m u estra g randes variaciones
d e p e tr ó le o (24.6% ), la in d u stria autom otriz con resp ecto a las tendencias registradas en ios
(17.4% ) y el sector financiero y bancario (16.6%). últim os decenios. T a n to p o r su elevada concen
E xcluidos los p rim ero s, la in d u stria autom otriz tració n e n unos pocos países com o po r la partici
se co n v ierte e n el principal sector recep to r (495.4 pación q u e les co rre sp o n d e a cada u n o de ellos, la
m illones d e dólares). De la inversión autorizada e stru c tu ra no difiere sustancialm ente de la ob
en el sector, el 33.7% (167.0 m illones de dólares) se rv a d a e n cu alq u ier o tro p erío d o de la postgue
c o rre s p o n d e a “capitalización de créditos” que, rra , ni tam p o co —salvo los ejem plos co n trastan
e n la g e n e ra lid a d d e los casos, fu ero n destinados tes q u e b rin d a n Estados U nidos e Italia— con
a m e jo ra r la e stru c tu ra y las condiciones econó resp ecto a la c o rre sp o n d ie n te al acervo de capital
m ico -fin ancieras d e las firm as receptoras, fu erte e x tra n je ro acu m u lad o en el país a m ediados del
m e n te afectad as p o r la retracción sectorial. Por d ecen io d e 1970 (cuadro 5).
su p a rte , los nuevos ap o rtes de capital (328.4
m illones d e dólares) rep re sen ta n la inco rp o ra
ción d e u n a nueva firm a internacional (Volkswa Cuadro 5
g en ), y los planes d e inversión de F ord M otor ARGENTINA: INVERSIONES EXTRANJERAS
(n u ev a p la n ta de cam iones) y de la Fiat. En el AUTORIZADAS ENTRE 1977 Y 1983 SEGUN
m arc o d e u n a p ro fu n d a reestru ctu ració n secto PAIS DE ORIGEN DE LA INVERSION
(M ile s de dólares corrientes y porcentajes)
rial, esas inversiones tienen su co n trap artid a en
el cese d e actividades y, en los tres prim eros ca
sos, la co n sig u ien te repatriación del capital, de País Monto %
G e n e ra l M o to rs (1978), C itro ë n (1979) y la
Estados Unidos 1 264 244 44.3
C h ry sle r (ad q u irid a p o r Volkswagen), Industrias Italia 455 867 16.0
M ecánicas del E stado (1980) y la fusión en tre Francia 266 079 9.3
SAFRAR y Fiat (Sevel). Alemania occidental 252 458 8.8
E n el sector financiero, y específicam ente en Países Bajos 126 042 4.4
el b an cario , se reg istra la m ayor afluencia neta de Suiza 117 789 4.1
España 97 289 3.4
cap itales ex tern o s. Las inversiones autorizadas (Canadá 56 014 2.0
a scie n d en a 473.6 m illones de dólares gracias a la Suecia 44 611 1.6
in co rp o ra c ió n d e quince nuevos bancos extranje Japón 41 152 1.4
ros, p ru e b a del creciente interés de los grupos Resto (19 países) 132 442 4.7
T o ta l 2 8 5 3 98 8 100.0
fin an ciero s internacionales p o r o p e ra r en el país.
E n cam bio, la can tid ad de firm as industriales Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de
co n stitu id as hasta diciem bre de 1980 da u n a idea la Subsecretaría de Inversiones Externas del Ministerio de
d e l d e sin te ré s relativo del inversionista externo Economía.
p o r ra d ic a r sus capitales e n el sector m anufactu
re ro a rg e n tin o , u n o de los m ás afectados po r el
sistem a a p e rtu rista . La inform ación del cuadro 4 Casi el 70% del total d e la inversión ex tran je
m u e s tra q u e el co n ju n to de ram as industriales ra d ire c ta au to rizad a e n tre 1977 y 1983 corres
re p re s e n ta — pese a la influencia del sector au to p o n d e a em presas d e sólo tres países (Estados
m o triz— poco m enos de la m itad de las inversio U nidos, Italia y Francia) porcentaje que, de in
nes a u to riza d a s (48.3%) porcentaje que en cual c o rp o ra rse las pro v en ien tes de otros cuatro paí
q u ie r o tro su b p e río d o de las tres últim as décadas ses (A lem ania occidental. Países Bajos, Suiza y
sie m p re se ubicaba sobre el 90% a 95% del total E spaña) se elevaría a más del 90%.
d e la in v ersió n e x tra n je ra directa radicada en el D e los restantes países d e origen sólo cabría
país. L a in d u s tria m a n u fa c tu re ra in d u d ab le m en c io n ar la presencia insignificante de las fir
m e n te d ejó d e ser el sector hegem ónico en la m as jap o n e sa s (1.4%) y la del Reino U nido que,
cap tació n d e capitales externos. co n ap en as el 0.7% del total, qu ed a relegado al
A d ife ren c ia d e las m odificaciones en la com p u e sto d ecim o tercero en la ordenación de los
posición sectorial, la distribución de las inversio países d e o rig en d e la inversión.
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azfmzu, E. B<isualdo y B. Kosaoff 105
Cuadro 7
ARGENTINA: INDICADORES SOBRE LA PRESENCIA DE LA BANCA EXTRANJERA
EN EL MERCADO DE DEPOSITOS EN PESOS
(Núm ero de entidades y porcentajes)
Cuadro 8
ARGENTINA: EVOLUCION DE LA CANTIDAD DE SUCURSALES BANCARIAS
SEGUN ORIGEN DEL CAPITAL
(Cantidades absolutas y porcentajes)
Cuadro 9
ARGENTINA; PARTICIPACION DE LOS DISTINTOS BANCOS EXTRANJEROS EN EL TOTAL
DE LOS DEPOSITOS EN PESOS CAPTADOS POR LOS MISMOS
(Porcentajes)
O r d e n a m ie n to s e g ú n d ep ó sito s a d ic iem b re d e 1 9 8 3
D is tr ib u c ió n d e d ep ó sito s s e g ú n o r ig e n d e l c a p ita l
País Cantidad de entidades Participación en el total
Estados Unidos 11 51.2
Brasil 4 0.4
España 3 7.8
Francia 3 13.2
Reino Unido 2 7.5
Italia 2 1.0
Países Bajos l 1.9
Japón 1 2.3
Uruguay 1 3.0
Canadá 1 1.0
Alemania occidental 1 3,7
Francia/Italia 1 3.9
Bélgica/I talla 1 3.1
T o ta l 32 1 0 0 .0
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del Banco Central de la República Argentina.
“ E1 Banco Tornquist era, cn 1976, de capital local. Posteriormcme fue adquirido por Credit Lyonnais.
'* Se trata del Banco Internacional adquirido por cl Bank of Ainerica y transferido en 1983 a su filial local.
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiam, E. Basualdo y B. Kosacoff 109
Cuadro 11
ARGENTINA: INVERSION DIRECTA ACUMULADA DE LOS ESTADOS UNIDOS,
POR SECTORES DE ACTIVIDAD, 1976-1983
(M illo n es de dólares corrientes)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de U.S. Department of Commerce (varios años).
la in v ersió n e x tra n je ra directa acum ulada se in d e n se acu m u lad a en el ex terio r y la del sector
c re m e n ta 2.2 veces, e n tre 1976y 1983,la o rienta fin an ciero d e 12.3% a 12.7%; en cam bio la inver
d a al p e tró leo se eleva e n m ás d e 4.5 veces y la que sión m a n u fa c tu re ra decayó d e 44.8% a 39.9%
se canaliza a las actividades financieras en más de (U.S. D e p a rtm e n t o f C om m erce, varios años).
c u a tro veces. E n cam bio, la inversión en la in d u s P o d r ía a f ir m a r s e q u e las c a ra c te rístic a s
tria m a n u fa c tu re ra , que históricam ente captaba a d o p ta d a s p o r el proceso a p e rtu rista de la econo
las p refe re n c ia s d e los inversionistas no rteam eri m ía a rg e n tin a y, en ese m arco, las actividades
canos, n o calcanza a duplicarse en valores co económ icas q u e resultan m ás atractivas para las
rrie n te s en esos siete años (su tasa de crecim iento inversiones ex tern as, se ajustan plenam ente a las
acu m u lativ o an u al, e n valores constantes, se re ten d en cias d e o rientación sectorial qu e p red o m i
d u jo a p e n as a 0.7% ) (cuadro 11). n a n e n la ex p o rtació n d e capitales de los Estados
Este d istin to ritm o de crecim iento se traduce U n id o s: e x p lo ra c ió n -e x p lo ta c ió n p e tro le ra y
e n u n a m odificación im p o rta n te de la estructura tran sn acio n alizació n bancaria. La dism inución
sectorial d e la inversión ex tra n je ra directa esta c o rre sp o n d ie n te la su fre la industria m anufactu
d o u n id e n se e n la A rg en tin a. E n el curso de sólo re ra , q u e p ierd e, al cabo d e siete años, más de 11
siete años, el sector p etro lero m ás que duplica su p u n to s d e su peso relativo en el total de la inver
p articip ació n e n el total — en 1976 representaba sión e x tra n je ra d irecta d e los Estados U nidos
el 12.7% y en 1983 el 26.5% — y la del sector de a c u m u lad a e n el país. El desinterés relativo p or
in te rm e d ia c ió n fin an ciera sube d e 5.3% a 9.8%. in v ertir e n u n a d e las actividades m ás afectadas
P o r efecto d e la radicación d e capitales en la p o r la política económ ica del gobierno m ilitar
activ id ad b an caria e n tre 1979y 1981, siete de los a p a re c e com o u n a constante d e todo el períod o y
q u in ce bancos ingresados al país son de origen ab arca casi a la totalidad d e los sectores indus
e sta d o u n id en se . triales.
E n am bos casos, esa participación creciente E n c u a n to a las características de las filiales
re p ro d u c e las ten d en cias que se d an en el plano q u e o p e ra n e n la A rgentina, el censo de inversio
in te rn ac io n al, d o n d e e n igual período — 1976 a nes e x tra n je ra s d irectas levantado p o r el D ep ar
1983— , la p articip ació n del sector p etrolero su tam e n to d e C om ercio d e los Estados U nidos al
bió d e 20.8% al 27.0% d e la inversión estadouni finalizar el d ecenio de 1970 m uestra que, en
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-198S I D. Azpiazu, E. Basmldo y B. Kosacoff 111
1977, existían en el país 279 filiales d e firm as g e n tin a tien e escasa im portancia. M ientras en el
estad o u n id en se s, con u n activo total equivalente p lan o in tern acio n al el 33.1% de las ventas de las
a 3 9 6 6 m illones d e dólares, u n a ocupación de filiales estad o u n id en ses co rresp o n d e al comercio
113 389 p erso n as y ventas anuales p o r valor de in tra firm a , en la A rg en tin a ese porcentaje no
3 615 m illones d e dólares. so b rep asa el 9,3% y, com o p o d ría preverse, sólo
A u n q u e con diversidad de com binaciones in reg istra niveles significativos p ara las exportacio
te rm e d ia s posibles, se reconocen dos situaciones nes, escasas, a los Estados U nidos, d o n d e re p re
e x tre m a s e n c u an to a la función de las em presas se n ta n el 87.5% del total.
tran sn acio n ales q u e se radican en los países de El a p o rte d e las firm as estadounidenses a la
m e n o r d e sarro llo relativo: las que p ro d u cen p ara g e n eració n d e em pleos tiene escasa significación
el m erc a d o in te rn o y las q u e se o rien tan al m erca e n el país. E n 1977, ocupaban u n total d e 113 389
d o d e su país d e o rig en o al m ercado m undial en p erso n as (cuadro 13), o sea 2.2% del em pleo total
g e n e ra l — sea en el m arco de la internacionaliza e n el á re a u rb a n a del país (excluye al sector
ción d e los procesos productivos o d e la provisión ag ro p ecu ario ). E n la com posición sectorial de esa
d e bien es, esencialm ente prim arios, a un m enor o cupación destaca la elevada participación de la
costo relativo. El c u a d ro 12 indica la elevada p ro in d u stria m an u fa ctu rera , que absorbe poco más
p o rció n d e las ventas totales q u e rep resen tan las d e l 80% del total de los trabajadores em pleados
realizad as e n el m ercad o local (84.6%), o rienta p o r las em p resas transnacionales de los Estados
ció n q u e c o rre sp o n d e a su establecim iento bajo el U nidos. Casi la m itad de ese em pleo se encuen tra
m o d elo d e sustitución d e im portaciones. Las ex en sólo dos industrias: la de equipos de tra n sp o r
p o rtacio n es resu lta n casi m arginales con respec te (básicam ente la in d u stria autom otriz, d o n d e
to a la p ro d u cc ió n p a ra el m ercado interno. coexistían, a la fecha del censo, tres firm as de los
El bajo coeficiente d e exportaciones locales E stados U nidos) y la de productos químicos y
(15.4% ) con resp ecto al m undial (38.1 %) p erm ite petroquím icos. A p esar d e ser industrias de uso
s u p o n e r q u e la m ayoría d e las transnacionales intensivo d e capital, e n tre am bas generaban más
e sta d o u n id e n se s q u e actú an en A rgentina han d e 44 300 puestos d e trabajo e n 1977.
sid o e s tru c tu ra d a s sobre la base de la dem an d a E n c u a n to al costo sectorial de la m ano de
d el m e rc a d o local y, g en eralm en te, las ex p o rta o b ra, la estadística del D ep artam en to de C om er
ciones a b so rb en el sobrante de producción que cio d e los Estados U nidos m uestra una m arcada
reb a sa los niveles d e esa d e m an d a (U.S. D epart d isp ersió n d e los salarios e n tre los diferentes sec
m e n t o f C o m m erce, 1981). to res d e actividad d e las em presas transnacio
El com ercio cautivo d e las em presas tran sn a nales. A p a rte d e las diferencias atribuibles a una
cionales n o rteam erican as q u e o p e ra n en la A r d istin ta calificación m edia del personal ocupa-
Cuadro 12
ARGENTINA; VENTAS DE LAS EMPRESAS ESTADOUNIDENSES, SEGUN DESTINO
GEOGRAFICO Y VINCULACION CON EL ADQUIRENTE, 1977
{M illones de dólares y porcentajes)
Monto % Monto %
Ventas comercio 37 1.2 21 87.5 279 52.5 337 9.3
intrafirma (11.0) (6.2) (82.8) (100.0)
Ventas a firmas 3 022 98.8 3 12.5 252 47.5 3 277 90.7
no afiliadas (92.2) (0.1) (7.7) (100.0)
Total ventas 3 059 100,0 24 100.0 531 100.0 3615 100.0
(84.6) (0.7) (14.7) (100.0)
Cuadro 13
ARGENTINA: DISTRIBUCION SECTORIAL DEL EMPLEO
EN EMPRESAS TRANSNACIONALES DE LOS ESTADOS UNIDOS
Y COSTO SALARIAL MEDIO ANUAL, 1977
{Número de ocupados, dólares y porcentajes)
Fuente: Elaborado sobre la base de información del U.S. Department of Commerce (1981).
d o , la m a g n itu d d e las variaciones salariales entre salariales m edios en el país con respecto a los
sectores p are c e ría obedecer a otros factores aso vigentes e n otras regiones en que actúan las filia
ciados con las características, en el o rd en nacio les d e firm as estad o u n id en ses. En efecto, en
nal, d el añ o en q u e se efectuó el censo del D epar 1977 el costo m edio anual po r ocupado en filiales
ta m e n to d e C om ercio. En 1977, segundo año de e sta d o u n id en se s en la arg en tin a resultaba infe
la g estió n m ilitar del gobierno, se advertían ya rio r al d e cualq u iera de las dem ás agrupaciones
c la ra m e n te m uchos de los efectos que, con el e n q u e se inscribe el país (Am érica Latina y países
tiem p o , se a c en tu a ría n en la política económica su bdesarrollados) y, p o r supuesto, al que pagan
ap licad a e n el país a p a rtir de m arzo de 1976. esas subsidiarias en los países desarrollados. In
A u n q u e la contracción generalizada de los ingre cluso d e lim itarse la com paración a la industria
sos reales del sector asalariado aparece com o uno m a n u fa c tu re ra , e n que el país m uestra u n grado
d e los resu ltad o s fu n d am en tales de esa política, d e industrialización y d e desarrollo m uy superior
tu v o d istin ta in ten sid ad según fu era el sector al p re d o m in a n te en el resto de A m érica Latina o
eco n ó m ico co nsiderado. Los de la industria m a en el co n ju n to de los países subdesarrollados, los
n u fa c tu re ra fu e ro n los más afectados po r la polí costos salariales resultan superiores a los vigen
tica d e “disciplinam iento social”; el salario real en tes, e n p ro m ed io , en el conjunto de los países
ese secto r en 1977 equivalía a sólo 66.3% del de su b d esarro llad o s pero , inferiores casi en 10% al
1975. E n la m ayoría d e los dem ás sectores econó nivel latinoam ericano. Esos resultados parecen
m icos, esa contracción fue m enos pronunciada. d eslucir la im agen tradicional de la A rgentina en
E sta d isp a r evolución explica en gran parte, la el p lano internacional y, concretam ente el sitio
e s tru c tu ra d e costos m edios de la m ano de obra q u e o cu p a e n tre los países de m en o r desarrollo
o c u p a d a p o r las filiales estadounidenses radica relativo, d efín an se com o los de industrialización
das e n la A rg en tin a. in te rm e d ia o sem industrializados o com o los del
A d em ás, hacia 1977 tuvo gran influencia la m u n d o sub d esarro llad o , e n general (cuadro 14).
b ru sc a caída d e los salarios que se p ro d u jo en los La A rg e n tin a se ha equiparado, según algu
p rim e ro s años d e la a p e rtu ra económ ica en las nos indicadores, a las sociedades desarrolladas y
fo rm a s q u e asum ió la relación en tre los costos se g ú n o tro s, los m ás, a las econom ías atrasadas.
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 ! D. Azpiazu, E. Basuaido y B. Kosacoff 113
Son escasas sin em b arg o estas últim as com para '*El pronunciado rezago de la paridad cambiaría en esos
ciones b asadas en los costos salariales. Si en algo años generó un doble efecto positivo sobre la rentabilidad en
dólares de las empresas transnacionales. Por una parte, el
no se h a id en tificad o la econom ía argentina con propio desajuste de la paridad cambiaría determinó que los
la m ay o r p a rte d el m u n d o subdesarrollado ha beneficios obtenidos en moneda local se vieran incrementa
sido, p recisam en te, e n lo relativo a los costos dos, en términos reales, a nivel de la economía mundial, al ser
Cuadro 15
ARGENTINA: EVOLUCION COMPARADA DE ALGUNOS INDICADORES VINCULADOS
A LA INVERSION DIRECTA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN EL MUNDO
Y EN LA ARGENTINA 1976-1983
(Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de U,S, Department of Commerce (varios
años).
Utilidades del año i en relación con la inversión acumulada al año i-1 .
^ Utilidades reinvertidas con relación a utilidades totales.
14 REVISTA DE LA CEPAL N® 28 t Abùi de 1986
co n los niveles registrados en el plano internacio les estad o u n id en ses radicadas en el país m ues
nal se c o m p ru e b a que, e n esos mismos cuatro tra n , e n co m paración con lo que hacen en el resto
años, el m a rg e n d e utilidad en el país supera en del m u n d o , u n a m ayor predisposición relativa a
m ás d e u n 30% al co rresp o n d ien te al nivel m u n re m itir sus utilidades a sus casas m atrices, es d e
d ial (cu ad ro 15). cir, tie n d e n a p re fe rir la ráp id a recuperación del
A p e sar d e esos distintos niveles de rentabili capital in v ertid o p o r sobre los incentivos ofreci
d a d , la tasa d e reinversión d e utilidades en la dos. N o es así d e so rp re n d e r que al cabo de ocho
A rg e n tin a resu lta in fe rio r a la registrada a nivel años la afluencia d e inversión directa de los Esta
m u n d ia l en cinco d e los ocho años del período. dos U n id o s a la A rg en tin a resu ltara m uy inferio r
E n o tra s palabras, no obstante los m ayores m ár a la c o rrie n te d e rem isión d e utilidades y, en
gen es d e beneficio y el aliento a las reinversiones m e n o r escala, d e rep atriació n d e capitales que
e n u n m arco d e perm isividad creciente, las filia- re to rn a b a n a los Estados U nidos. A ün sin exam i
n a r o tro s posibles canales de transferencia — re
galías, r(y^alti€s, precios adm inistrativos del co
expresados o transformados en dólares o cualquier otra divi m ercio cautivo— la co rrien te neta de capitales a
sa extranjera. Por otro, el retraso de la paridad cambiaría y el los E stados U nidos derivada de sus inversiones
hecho de que el dólar apareciese como la única mercancía de
la que se conocía su precio futuro, hicieron posible la aplica
d irectas en la A rg en tin a llegó a 781 m illones de
ción de mecanismos de alta rentabilidad en los circuitos finan d ólares, lo q u e su p o n e, a valores de 1983, u n
cieros locales a favor de la disparidad de las tasas de interés flujo m edio a n u a l su p e rio r a los cien m illones de
respecto de las vigentes en los mercados internacionales. d ó lare s (cu ad ro 16).
Cuadro 16
ARGENTINA: FLUJOS DE CAPITAL ASOCIADOS A LA INVERSION DIRECTA
ESTADOUNIDENSE, 1976-1983
{M illones de dólares corrientes)
Inversión Incremento
acumulada anual de
Año a fin la inversión Utilidades Utilidades Utilidades Ingresos de Flujo neto
del año acumulada reinvertidas remitidas capital de capital
(1) (2) (3) (4) (5) = (3) - (4) (6) = (2) - (4) (7) = (6) - (5)
1976 1 366 212 246 183 63 29 -3 4
1977 1 490 124 257 90 167 34 -1 3 3
1978 1 670 180 155 -51 206 231 25
1979 1 850 180 520 243 277 -6 3 -3 4 0
1980 2 494 644 695 467 228 177 -51
1981 2 735 241 113 -227 340 468 128
1982 3 002 267 381 226 155 41 -1 1 4
1983 3 054 52 314 117 197 -6 5 -2 6 2
Acumulado
1976-1983 1 900 2 681 1 048 1 633 652 -781
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de U.S. Department of Commerce (varios años).
EMPRESAS TRANSNACION ALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiazu, E. Basmldo y B. Kosamff 115
II
Las empresas transnacionales
y la industria manufacturera argentina
El análisis d e la participación de las em presas 1. Gravitación económica y características
tran sn a cio n a le s en la in d u stria m an u factu rera se principales
e fe c tu ó e n dos niveles distintos pero com plem en
tarios: id entificación d e sus características estruc
a) Participación de las empresas transnacionales
tu ra le s e n el sector, lo que supone el uso de la
en la producción industrial
in fo rm a c ió n censal q u e, p o r referirse a u n solo
añ o , d a u n a im agen estática p e ro integral; y exa U n o d e los p rin cip ales indicadores de la
m e n d e la evolución d e la presencia transnacio m a g n itu d d e la participación transnacional en la
n al d u r a n te el últim o decenio com parando el in d u stria es su a p o rte a la producción global del
c o m p o rta m ie n to d e las em presas transnaciona sector (cu ad ro 18). Las em presas con particip a
les y el d e sus sim ilares d e capital nacional (cua ción d e capital e x tra n je ro controlaban el 30.8%
d r o 17). d e l total d e la p ro d u cció n industrial captada en el
Cuadro 17
ARGENTINA: PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN
LA PRODUCCION INDUSTRIAL, SEGUN SECTORES DE ACTIVIDAD, 1973
{M illones de pesos de 1973 y porcentajes)
Valor de
producción
Sectores de las Valor de Participación
empresas producción de las empresas
transnacionales total transnacionales
Alimentos, bebidas y tabaco 13 9 9 4.9 6 0 59 2.3 23.1
Alimentos 6 675.3 44 374.8 15.0
Bebidas 3 492.2 12 245.8 28.5
Tabaco 3 827.4 3 971.7 96.4
Textiles, confecciones y cuero 4 263.1 2 9 350.3 14.4
Madera y muebles 161.4 4 8 0 0.5 3.4
Papel, imprenta y publicaciones 1 8 3 7 .9 8 82 9.4 2 0 .8
Industrias químicas 15 735.1 3 5 5 6 5.5 4 3 .0
Refinerías de petróleo 2 859.8 12 672.4 22.6
Otros productos químicos 12 875.3 23 893.1 53.9
Minerales no metálicos 1 9 3 6.4 6 9 5 2.5 2 8 .2
Industrias metálicas básicas 5 319.1 18 8 1 3 .7 28.3
De hierro y acero 4 309.0 16 054.9 26.8
De metales no ferrosos 1 010.1 2 758.8 36.6
Productos metálicos, maquinarias
y equipo 2 4 2 5 9 .9 5 2 3 5 3 .6 46.3
Otras manufacturas 95.1 8 7 0.3 10.9
Total 6 7 6 0 2 .9 2 1 9 328.1 3 0 .8
Cuadro 18
ARGENTINA: GRAVITACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA PRODUCCION INDUSTRIAL
SEGUN ESTRATOS DE CONCENTRACION, 1973
{Cantidad de ramas, millones de pesos de 1973 y porcentajes)
Ú ltim o c en so económ ico realizado e n el país c re c e r e n co rresp o n d en cia con el m ayor grad o
(1974). d e com petitividad q u e ex p resan los distintos es
Esa p a rticip ació n varía considerablem ente trato s d e concentración. Así m ientras el 62.1 % de
e n tr e d istin tas divisiones industriales, con una la p ro d u cc ió n d e las em presas transnacionales
m ay o r in cidencia relativa en los sectores que, p o r p ro v ien e d e ram as altam ente concentradas, sólo
su d in am ism o , ritm o d e incorporación del p ro el 14.1 % es g e n e ra d a en m ercados de co ncen tra
g reso técnico y efectos pro p u lso res tienden a e n ción escasa.
c ab ezar to d o el proceso de industrialización. Los P o r o tro lado, la participación relativa de las
ún ico s sectores en que tienen escasa im portancia em p resas trasnacionales en la producción indus
las em p re sas transnacionales son los que tienen trial d ism inuye a m edida que baja el grado de
u n a g rav itación m arg in al en el perfil industrial co n cen tració n d e los m ercados. M ientras que pa
d e l país y acusan el m en o r ritm o d e crecim iento ra el co n ju n to de la in d u stria m an u factu rera esa
h istórico. La p articipación diferencial de las em p articip ació n es de poco más del 30%, en las
p resas d e capital e x tra n je ro en los distintos secto ram a s a ltam en te concentradas la producción de
res in d u stria le s está ín tim am en te ligada con su las e m p r e s a s tra n s n a c io n a le s r e p r e s e n ta el
ritm o d e ex p an sió n y d e incorporación tecnoló 47.9% del total y en los m ercados com petitivos
gica. ap e n as alcanza a su p e ra r el 15%.
E n cu a n to a la vinculación e n tre el grado de La p refe re n c ia d e las em presas transnacio
o ligopolización d e las distintas ram as industriales nales p o r los m ercados altam ente concentrados
(cinco d ígitos d e la c iiu , Rev, 2) y la m agnitud que e n que, a la vez, a p o rta n g ran p arte de la p ro d u c
a su m e la p resen cia d e las em presas transnaciona ción global —la p a rte m ayoritaria en el caso de las
les e n ellas, se c o m p ru e b a en el cuad ro 18 que la ram a s altam en te concentradas con pocos estable
m a y o r p a rte d e la pro d u cció n d e las em presas de cim ientos— caracteriza la presencia transnacio
cap ital e x tra n je ro se g en era en ram as altam ente nal e n la in d u stria argentina.
c o n cen trad as^ (oligopolizadas) y que tiende a de- D esde el p u n to de vista sectorial se c o m p ru e
ba e n el c u a d ro 19 que el fenóm eno de la m ayor
‘*Todos los análisis sobre el grado de concentración de gravitación d e las em presas de capital extran jero
los mercados industriales se basan en los criterios metodológi en los m ercados de mayor grado de concentración
cos explicados por Khavisse y Azpiazu (1983). se d a e n casi todas las actividades industriales. La
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiazu, E. Basimldo y B. Kosacoff 117
Cuadro 19
ARGENTINA: PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES
EN EL VALOR DE PRODUCCION SEGUN SECTORES INDUSTRIALES
Y ESTRATOS DE CONCENTRACION, 1973
(Porcentajes)
Estratos“
Sectores Total Resto
RAC RMC REC
Cuadro 20
ARGENTINA; PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES
EN LA PRODUCCION INDUSTRIAL SEGUN TIPO DE BIEN Y ESTRATO
DE CONCENTRACION, 1973
{Porcentajes)
Bienes de Bienes de
Estrato“ consumo Bienes consumo Bienes de Diversos*’ Total
no duraderos intermedios duraderos capital
RAC (p) 58.8 25.0 97,0 — — 57.6
RAC ( m ) 26.7 43.9 21.1 61.8 — 41.3
RAC: (41.9) (38.6) (86.6) (57.0) — (47.9)
rmc: 18.0 27.1 29.1 27.7 6.1 23.1
REC 14.9 18.3 12.7 10.1 — 15.4
Subtotal (22.6) (31.6) (62.0) (33.0) (3.3) (31.2)
Resto 22.4 27.0 20.5 15.0 — 22.9
T o ta l 2 2 .6 3 ÌA 5 9 .2 3 1 .9 3.3 3 0 .8
Cuadro 2 1
ARGENTINA: ESTABLECIMIENTOS BAJO EL CONTROL DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES POR
ESTRATOS DE CONCENTRACION
Y SU GRAVITACION RELATIVA EN EL TOTAL
{Valores absolutos y porcentajes)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Khavisse y Azpiazu (1983); inec (1974).
^ RAc (p); ramas altamente concentradas con pocos establecimientos; rac (m): ramas altamente concentradas con muchos
establecimientos; rmc: ramas medianamente concentradas; rei;; ramas escasamente concentradas.
Cuadro 22
ARGENTINA: EMPRESAS Y ESTABLECIMIENTOS CON CAPITAL EXTRANJERO, SEGUN GRADOS
DE CONTROL Y ESTRATOS DE CONCENTRACION, 1973
{Valores absolutos y porcentajes)
Cuadro 23
ARGENTINA: DISTRIBUCION DE LAS EMPRESAS TRANSNACION ALES Y DE SUS SUBSIDIARIAS,
DE ACUERDO CON EL DESARROLLO DE SU ACTIVIDAD INDUSTRIAL, 1973
Con alguna
Subsidiarias Total actividad industrial Sin actividad industrial
vinculadas Empresas Empresas Empresas
con cada empresa trans Subsidiarias trans Subsidiarias trans Subsidiarias
transnacional nacionales nacionales nacionales
Cuadro 24
ARGENTINA: DISTRIBUCION DE LAS SUBSIDIARIAS Y DE LA PRODUCCION INDUSTRIAL DE
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES CON ACTIVIDAD EN EL SECTOR MANUFACTURERO. 1973
{Cantidad de firm as, millones de pesos de 1 9 73 ;yporcentajes)
Producción
industrial
de las
Subsidiarias empresas Tamaño industrial
Subsidiarias trans medio*^
vinculadas Empresas
con cada empresa nacionales“ (índice = 100.0)
trans-
transnacional nacionales Empresas
Total No industrial Industrial Monto % trans Subsidiaria
nacionales industrial
De 1 a 3 268 412 101 311 20 514 30.4 42.2 56.9
(100.0) (24.5) (75..5)
De 4 a 6 59 277 124 153 9 916 14.7 92.8 65.9
(100.0) (44.8) (55.2)
De 7 a 9 18 137 72 65 8 464 12.5 259.6 132.0
(100.0) (52.6) (47.4)
10 o más 28 457 301 156 20 927 31.0 412.7 136.0
(100.0) (65.9) (34.1)
Total 373 1 283 598 685 67 540 100.0 100.0 100.0
(100.0) (46.6) (53.4)
d o n d e actú a el 23.0% d e esas em presas. Las em m en m ilitar in sta u ra d o en 1976, trajo aparejada
p r e s a s tra n s n a c io n a le s q u e c u e n ta n con un u n a alteració n p ro fu n d a en la orientación y en
m ay o r n ú m e ro d e em presas vinculadas contro las ten d en cias d el desenvolvim iento m anufactu
lan u n co n ju n to significativo d e firm as estru ctu re ro d e l país, así com o en su papel en el m odelo
rad a s a p a rtir d e u n sólido proceso de conglom e d e acum ulación d e la econom ía. Sus resultados,
rac ió n e in teg ració n en el que el eje o rd en a d o r es el llam ad o proceso d e “desindustrialización’' de
la p ro d u cc ió n in d u strial. Las finanzas, los segu la econom ía a rg e n tin a , son elocuentes (Kosacoff,
ros y o tro s servicios son las actividades no indus 1984; S ourrouille, K osacoff y Lucángeli, 1985).
triales m ás im p o rtan tes, com o form a esencial de Así, e n tre 1975 y 1982 el p i b industrial se con
articu lació n e stru c tu ral e n tre la producción y la trajo u n 23% , lo que im plica que el nivel registra
circu lación d el ex ced en te económico. d o e n ese últim o año es in ferio r al g enerado hacia
fines d el decen io de 1960; la ocupación ind u s
2. La evolución de las empresas transnacionales trial se red u jo ap ro x im ad am en te en 35%, lo que
industriales en el decenio último s u p o n e u n a e x p u lsió n d e a p ro x im ad a m en te
400 000 asalariados; c e rra ro n o paralizaron sus
a) Evolución de la producción de las empresas
actividades casi el 20% de los establecim ientos
transnacionales y su relación
in d u striales; el salario real en la industria se con
con el desenvolvimiento sectorial
tra jo cerca d e u n 40% ; h ubo u n increm ento sig
L a política económ ica aplicada bajo el régi nificativo en la p roductividad de la m ano de obra
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiam, E. Basualdo y B. Kosacoff 123
Cuadro 26
ARGENTINA: PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA PRODUCCION DE LOS
DISTINTOS TIPOS DE BIENES INDUSTRIALES
{M illones de pesos de 1 9 73 y porcentajes)
Cuadro 27
ARGENTINA: PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA PRODUCCION
INDUSTRIAL SEGUN ESTRATOS DE CONCENTRACION
(M illon es de pesos de 1973 y porcentajes)
Cuadro 30
ARGENTINA: PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS
TRANSNACIONALES EN LAS VENTAS DE
LAS PRINCIPALES FIRMAS INDUSTRIALES, SEGUN
TRAMOS DE ORDENAMIENTO, 1976 Y 1983
(Porcentajes)
Excluido Yacimientos
Total Petrolíferos Fiscales
Tramos del Incremento Incremento
ordenamiento 1976 1983 (%) 1976 1983 (%)
según ventas
Primeras 25 36.6 49.0 33.8 56.6 66.1 16.8
Primeras 50 42.0 49.6 18.1 57.9 62.6 8.1
Primeras 100 43.5 49.3 13.3 55.9 59.6 6.6
Primeras 200 45.4 49.0 7.9 55.7 57.3 2.9
Primeras 300 44.8 49.0 9.4 54.1 56.6 4.6
su b d iv id iero n las 300 firm as en tres subgrupos p rim e ro s lugares, sólo 31 (58.5%) tam bién lo ha
se g ú n el tra m o q u e ocupaban en la ordenación cían e n 1976, m ientras que diez se ubicaban en
(p rim e r, se g u n d o y te rc e r ciento) d iferenciándo 1983 e n tre las posiciones 101 y 200, otras tres
se, asim ism o, e n la cúspide, las prim eras 25 y las a p a re c ía n en la terc era cen ten a y dos se ubicaban
p rim e ra s 50. m ás allá d e las 300. P or su parte, tres firm as se
Los resu ltad o s m u estra n que, en esos siete i n c o r p o r a r o n com o p ro d u c to d e fusion es o
años, la p articip ació n ex tra n je ra en las ventas de absorciones registradas en el período (Sevel, fu
la elite in d u stria l m u estra u n leve sesgo creciente sión d e Fiat y Peugeot; Nobleza-Piccardo, absor
(cu a d ro 30). c ió n d e P ic c a rd o p o r p a r te d e N o b leza; y
M assalin-Particulares, deriv ad a de la absorción
Sin em b arg o , esa im agen d e relativa estabili d e P articu lares e Im parciales po r la firm a Massa
d a d d e c o m p o rtam ie n to , e n q u e la im portancia lin y Celasco) ; o tras tres son nuevas firm as incor
c recien te d e las em presas transnacionales no ha p o r a d a s al p a rq u e in d u stria l (la a u to m o triz
ría m ás q u e acom odarse a las tendencias históri V olksw agen; Río C olorado —consorcio petrole
cas reg istra d as d esd e com ienzos del decenio de ro e n el q u e participa la firm a italiana sa ipe n ; y
1960, e n c u b re g ra n d e s m odificaciones en la E quitel, perten ecien tes a Siemens); y u n a es Isau-
com p o sición d e los ord en am ien to s respectivos ra, firm a p e tro le ra desnacionalizada d u ra n te el
q u e sólo p o r los efectos contrapuestos, desde el p e río d o .
p u n to d e vista del o rig en del capital de las em p re Ese fen ó m en o se rep ro d u ce, con m ayor o
sas, refleja n e n el p lano global esa estabilidad m e n o r intensidad, cualquiera sea el tram o d e
relativ a, a u n q u e co n u n leve crecim iento, en la posiciones del o rd en am ien to que se considere
p a rticip ació n d e las em presas transnacionales. (cu ad ro 31).
Así, p o r ejem plo, el hecho de que las em p re La elite in d u strial ha sufrido fu ertes m odifi
sas tran sn acio n ales que in teg ran el gru p o de las caciones que, a u n cu an d o no se reflejen, en toda
100 m ayores firm as industriales se red u jeran de su d im en sió n , en la presencia transnacional en el
54 (1976) a 53 (1983), no im plica que sólo u n a de p lan o global, h a n significado u n a p ro fu n d a alte
esas firm as a b a n d o n ó la elite p o r cierre o por ración e n la com posición d e las em presas de capi
caíd a e n el o rd en a m ie n to . P or el contrario, de las tal e x tra n je ro q u e ocupaban u n a posición hege-
53 em p re sas q u e e n 1983 o cupan unos de los 100 m ónica e n la in d u stria local. Esas tran sfo rm ad o -
128 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
Cuadro 31
ARGENTINA: LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN
LAS 300 MAYORES FIRMAS INDUSTRIALES DE 1983
TRANSFORMACIONES CON RESPECTO AL ORDENAMIENTO
DE 1976
nes o b ed ecen , e n lo fu n d am en tal, a reacom oda rid a d a 1976, al tiem po que es casi insignificante
m ie n to s d e sig n ific a ció n e n tr e las em presas la influencia q u e ejerce el ingreso de nuevas fir
tran sn acio n ales instaladas en el país con anterio- m as d e capital ex tran jero .
III
Conclusiones
Ya hacia fines del siglo pasado, u n o de los rasgos plazados p o r actividades esencialm ente m an u
característicos d e la econom ía arg en tin a era la fac tu re ras, o rien tad as a a te n d e r la d em an d a in
fu e rte p resen cia del capital extranjero. Su parti te rn a .
cipación en las actividades vitales del m odelo T a n to en la p rim e ra etapa del proceso de
a g ro e x p o rta d o r (tran sp o rte, servicios vinculados sustitución — industrias livianas— com o en la se
al co m e rcio e x te rio r, frigoríficos) le otorgaba g u n d a , c u a n d o com enzó la sustitución de bienes
u n p a p e l p ro tag ó n ico en el desarrollo de la eco in te rm e d io s y d e consum o d u rad ero s, el capital
n o m ía y u n elevado potencial de acum ulación. e x tra n je ro llegó a o c u p a r y co n tro lar las áreas de
E l a g o t a m i e n t o p a u la t in o d e l m o d e lo m ay o r potencial d e crecim iento. Igual que en el
a g ro e x p o rta d o r y los p rim ero s indicios de un m od elo a g ro e x p o rta d o r, la presencia extranjera
n u e v o p a tró n d e acum ulación, e n la sustitución te n d ió a p o larizarse hacia las actividades que
d e im p o rtacio n es, c o rre sp o n d en a nuevas for co nstituyen los núcleos m ás dinám icos de la acu
m as d e in v ersió n ex tra n je ra, en que los sectores m ulación d e capital.
v in cu lad o s con la ex p o rtació n tienden a ser des E n tre m ediados del decenio d e 1960, una vez
EMPRESAS TRANSNACIONALES EN ARGENTINA, 1976-1983 / D. Azpiazu, E. Basuaklo y li. Kosacoff 129
s u p e ra d o el tiem p o d e m ad u ració n de las inver d e los niveles d e rentabilidad que ésta pudiese
siones in g resad as d esde fines del decenio a n te g e n e ra r.
rio r, y m ed iad o s d e 1970, las em presas tran sn a Ese co m p o rtam ien to que, en principio, p o
cionales co n so lid aro n el aprovecham iento inte d ría p a re c e r atípico, co rresp o n d e a las condicio
g ral d e las o p o rtu n id a d e s que les brindaba u n nes p ro fu n d a m e n te recesivas que, desde m edia
m erc a d o in te rn o fu ertem e n te protegido de la dos del decenio d e 1970, caracterizaron el desa
c o m p e ten c ia in tern acio n al, sin que p ara ello fu e rro llo económ ico del país y, en especial, de su
ra n ecesaria u n a nueva oleada de inversiones secto r m an u fa ctu rero . A ello se sum aron las ex
d ire c ta s d e significación. pectativas inciertas sobre la continuidad tem p o
Sin em b arg o , a p a rtir de 1976 cam biaron ral d e la política d e a p e rtu ra . En ese contexto,
rad ic alm en te las condiciones de desenvolvim ien p arecía lógico su p o n e r que la m ayor p arte de las
to d e la econom ía arg en tin a. E n ese m arco, pese a em p resas transnacionales o p taran p o r Jerarq u i
los fu e rte s estím ulos — esencialm ente con la libe- zar la rem isión de utilidades hacia sus casas m a
ralizació n g en eralizad a d e los m ercados y con las trices y p o r m inim izar la radicación de nuevas
g a ra n tía s q u e se les ofreciero n — el ingreso de inversiones. Ello resulta notorio en el sector in
n u ev as inversiones directas no alcanzó gran im d u strial, d o n d e a la escasa afluencia d e nuevos
p o rta n c ia . La in co rp o ració n relativam ente esca capitales ex te rn o s se a g reg an el retiro del m erca
sa d e capitales fo rán eo s se orientó, en lo esencial, d o y la consiguiente repatriación del capital de
a la ex p lo tació n d e recursos naturales, sobre todo im p o rta n tes em presas transnacionales y una ele
p e tró le o y gas, y a la actividad bancaria y finan vada rem isión d e utilidades hacia las m atrices.
ciera, v in culada con la prestación de d eterm in a Este c o m p o rtam ien to e n c u en tra su explicación
d o s servicios a u n a clientela restringida y a las e n el ag o tam ien to de las o p o rtu n id ad es del m er
n u ev as o p o rtu n id a d e s que b rin d ab a la a p e rtu ra cado, sin las cuales el contexto ju ríd ico e institu
d el m erc a d o d e capitales. cional q u e favorece a las em presas transnaciona
L a evolución y las form as que ad opta la in les n o es suficiente p ara la tom a de decisiones de
v ersió n e sta d o u n id en se en el país tienden a co inversión y reinversión que están íntim am ente
r ro b o r a r la p reem in en cia de esas tendencias sec ligadas a aquéllas (Sourrouille, G atto y Kosacoff,
toriales. A sim ism o, p u e d e n constatarse las altas 1984).
tasas d e ren ta b ilid a d que, en general, obtuvieron De todas m aneras, en el m arco del pro fu n d o
e n el p e río d o las em p resas transnacionales radi p roceso d e desindustrialización, el desenvolvi
cadas en el país, m uy especialm ente las vincu m ien to d e las distintas em presas transnacionales
lad as con aquellos sectores. Sin em bargo, estos no resu lta p a ra n ad a hom ogéneo. A ún cuando
elev ad o s m árg en es de beneficio no estuvieron su p articipación global en el total de la p ro d u c
a p a re ja d o s con u n a activa política de reinversión ción in d u strial decae levem ente, u n g ru p o im
d e u tilid ades. Muy p o r el contrario, en el plano p o rta n te d e esas firm as, las de m ayor grado de
g lobal p a re c e ría h ab erse privilegiado la rápida diversificación o integración productiva, tiende
re c u p e ra c ió n del capital invertido — po r la rem i a c o n c e n tra r u n a p ro p o rció n creciente de la p ro
sió n d e las utilidades e incluso, la repatriación del ducción total y, en m ayor m edida, de la generad a
cap ital— so b re la reinversión en el país, más allá p o r las em p resas transnacionales.
130 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 ! A b n l de 1 9 8 6
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Introducción
REVISTA DE LA CEPAL N“ 28
b ru to e n cinco países, igu alan d o el porcentaje de o p u e sto son la estatización del sistema cubano y
Ja p ó n ; co m p árese adem ás con u n porcentaje de la privatización del chileno.
IH a 14 e n E stados U nidos, la U nión Soviética, A p a rte la im portancia económ ica de la segu
E sp añ a, A ustralia y N ueva Zelandia. rid a d social, su fo rm a d e f in an d am ien to p u ed e
E n el d ecen io d e 1960 la seguridad social de a fe c ta r la sustitución del trabajo p o r capital, la
los países p io n ero s m ostró u n desequilibrio ac- g en eració n del a h o rro y la inversión y la distribu
tu a ria l y a veces financiero que se agudizó en el ción del ingreso. Sólo en época reciente algunos
d e c en io d e 1970 y se com plicó aú n más con la o rganism os regionales o internacionales de desa
crisis eco nóm ica d e estos años. En un intento de rro llo h a n com enzado a estudiar la seguridad
reso lv er esta situación, algunos países latinoam e social latin o am erican a desde el p u n to de vista
rican o s h a n re e stru c tu ra d o la seguridad social; económ ico y a incluir este tem a en algunos de sus
las r e f o r m a s m ás tra sc en d e n tale s y d e signo estudios p o r países.
I
Evolución histórica de la seguridad social
E n a ra s d e la sim plicidad, se utiliza sistem ática riesgos sociales (especialm ente riesgos profesio
m e n te e n este artículo el térm ino ‘seguridad so nales, pensiones y enferm ed ad ); ii) co bertura de
c ia l’, c o n c e p to q u e engloba cinco p ro g ram as la fu erza laboral em pleada en relación de d ep en
p rin cip ales: riesgos profesionales {cobertura de d e n c ia (asalariada) esencialm ente urbana; iii) co
salu d y m o n eta ria c o n tra los accidentes del tra tizaciones salariales trip artitas (pagadas p o r el
b ajo y las e n fe rm e d a d e s profesionales); pensio aseg u ra d o , el e m p le ad o r y el Estado); iv) presta
nes p o r vejez, invalidez y sobrevivientes (tam bién ciones d ire c ta m en te relacionadas con las cotiza
p en sio n es p o r a n tig ü e d ad y cesantía o despido ciones; y v) regím enes técnico-financieros de ca
e n a lg u n o s países); atención d e salud y m onetaria pitalización.
d e la e n fe rm e d a d y el accidente com ún o no La seg u rid ad social, que arranca, en el Reino
lab o ral y la m ate rn id a d ; asignaciones fam iliares; U n id o , del in fo rm e de Sir William B everidge a
y su b sid io d e desem pleo. A dem ás la seguridad com ienzos del decenio del 1940 —con fu erte in
social incluye con frecuencia otras prestaciones fluencia del keynesianism o— se basa en u n a serie
co m o el auxilio p a ra funerales, préstam os perso d e principios innovadores que prom ueven: i) la
n ales y d e vivienda, g u ard erías infantiles, así co unificación — bajo un solo ente gestor o coordi
m o p ro g ra m a s d e asistencia pública o social n a d o r— d e los diversos program as de seguro
(aten ció n d e salud y pensiones a grupos de bajo social con la asistencia pública y la atención de la
in g re so q u e n o p u e d e n o p ta r a los program as salud (in te g ra n d o la preventiva y la curativa) y
contrib u tivos). con los p ro g ra m as d e em pleo y asignaciones fa
T é c n ic a m e n te h ablando, la m ayoría de los m iliares (principio de unidad); ii) la uniform id ad
países d e A m érica L atina tienen sistemas de se d e las condiciones de adquisición de derechos y la
g u ro social obligatorio o se e n cu en tran en tre la elim inación de desigualdades injustificadas en
e ta p a del se g u ro social y la más avanzada de la tre los a seg u rad o s (principio de igualdad); iii) la
se g u rid a d social, q u e son dos concepciones dife c o b e rtu ra total de la población, indepediente-
re n te s d e pro tecció n social. Sólo unos pocos paí m en te d e si está em pleada o no (principio de
ses tie n e n sistem as cuyas características son más u n iv e rsa lid a d ) y d e todos los riesgos sociales
típicas d e la seg u rid ad social que del seguro so (prin cip io d e in teg rid ad ); iv) el financiam iento
cial. Este últim o, in tro d u c id o p o r O tto Bismarck m ed ia n te im puestos, las prestaciones m ínim as
e n A lem an ia en el decenio d e 1880 está basado básicas p e ro suficientes — no relacionadas con las
e n la relació n d e em pleo q u e m oldea el sistema: i) co n trib u cio n es— y la distribución progresiva del
p ro g ra m a s sep arad o s p ara a te n d e r a distintos in g reso (principio de solidaridad); y v) regim e-
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmelo Mesa-Lago 133
nes técnico-financieros d e rep a rto (Mesa-Lago, se g u rid a d social indentifican e n tre sus causas bá
1959). sicas el d esarro llo económ ico^ y la difusión o
efecto d e d em o stració n generados p o r organis
1. Los países pioneros y la estratificación m os in tern acio n ales y países pioneros (Collier y
M essick, 1975), p e ro dichas teorías no explican el
E n u n g ru p o p e q u e ñ o d e países pioneros, que fen ó m e n o d e la estratificación. U n im portan te
e ra n los m ás d esarro llad o s (Chile, U ruguay, A r d e b a te h a su rg id o hace u n a década en to rn o a las
g e n tin a , C uba, Brasil) el sistem a d e seguridad dos p rincipales fuerzas im pulsoras d e ese fen ó
social su rg ió te m p ra n o (en la década d e 1920) m en o : los g ru p o s d e presión y el Estado. Los
p e ro d e m a n e ra g rad u al y frag m en tad a, dando g ru p o s ocupacionales indicados basan su p o d er
lu g a r a u n a m ultiplicidad d e instituciones gesto e n la ten en cia d e las arm as, la adm inistración del
ras q u e p ro te g ía n a d iferen tes grupos ocupacio- g o b iern o , la escasez de sus calificaciones en el
nales a p lic an d o subsistem as independientes con m ercado laboral y la organización sindical, y ejer
su p ro p ia legislación, adm inistración, financia- cen su p resió n sobre el E stado —a veces aliados
m ien to y prestaciones. El Estado contribuyó al con p artid o s políticos— p ara ob ten er concesio
fm an ciam ien to d e estos subsistem as m ediante la nes d e seg u rid ad social. Estudios sobre varios
creació n d e im puestos específicos o el apoyo d i países d e la reg ió n m u estra n que, en general,
recto del p resu p u e sto . Los subsistem as incorpo m ie n tra s m ay o r sea el p o d e r del g ru p o de p re
ra r o n p ro g re siv a m en te a g rupos ocupacionales o sión, recibirá una cobertura más tem prana y más
secto res laborales m ás am plios, así com o a sus co m p leta, prestaciones m ás generosas y m edios
d e p e n d ie n te s p e ro , g en eralm en te, con presta d e fm an ciam ien to m ás ventajosos (Mesa-Lago,
ciones m ás fru g ales y condiciones de adquisición 1977a y 1978), El E stado p u e d e no ser u n simple
d e d e re c h o m ás exigentes. El proceso de ap ari re c e p to r d e presiones de g rupos sino tam bién
ción d e los subsistem as fue aproxim adam ente e je rce r su iniciativa utilizando la seguridad social
co m o sigue: p rim e ro fuerzas arm adas, em plea com o in stru m e n to p a ra cooptar, neutralizar y
d o s públicos y m aestros; después em pleados y c o n tro la r a dichos g ru p o s a fin de m an te n er d e
o b re ro s d e l tra n sp o rte , energía, banca, com uni te rm in a d o o rd e n social (Malloy, 1979). La evolu
caciones y o tro s servicios públicos; m ucho más ción con p red o m in io del papel d e los grupos de
ta r d e la m asa d e em pleados y obreros urbanos (a p resió n h a sido típica de sistemas políticos p o p u
m e n u d o se p ara d o s en dos g randes grupos); y, listas y dem ocrático-pluralistas com o los de Chile
p o r ú ltim o , tra b a ja d o res agrícolas y p o r cuenta y U ru g u a y d u ra n te las p rim eras siete décadas del
p ro p ia (in d ep en d ien tes), pequeños granjeros y siglo XX. La evolución con predom inio del papel
e m p re sario s, y servidores dom ésticos. del E stad o h a sido m ás representativa en sistemas
Este tip o d e evolución resultó en u n a seguri políticos, tam b ién populistas, pero autoritarios
d a d social estratificad a ya que adquirió una es d e co rte corporativista com o los de Brasil bajo
tru c tu ra p iram id al con g ru p o s relativam ente pe G etulio V argas y A rg en tin a bajo J u a n Perón. En
q u e ñ o s d e a seg u ra d o s protegidos p o r subsiste la práctica am bas fuerzas (los grupos de presión y
m as privilegiados en el ápice y el centro, y la el E stado) h a n fu n cio n ad o entrelazadas en am
m ay o ría d e la población con subsistem as más p o bos tipos d e sistem as políticos siendo a veces difí
b re s d e pro tecció n e n la base. Las diferencias cil d e te rm in a r cuál e ra la p red o m in an te (Mesa-
e n tre los subsistem as e ra n significativas y gene Lago, 1977b).
ra lm e n te injustificadas y el sistema general care
cía d e co o rd in ació n . El sistem a estratificado tuvo
^Paukert ( 1968) ha intentado probar que la carga finan
efecto s negativos: confusión ju ríd ica, com pleji ciera de la seguridad social es un resultado del desarrollo
d a d ad m in istrativ a, altos costos operativos, difi económico y que mientras mayor sea esa carga mayor será la
c u lta d p a ra establecer u n registro único y control función redistribuidora del sistema. Zschock (1985) también
efectiv o d e la evasión, obstáculos p ara com binar sostiene que la seguridad social se extiende y se hace menos
desigual con el crecimiento económico y del tamaño del gobier
el tie m p o d e servicio y contribución acreditados
no. Por el contrario, Aaron (1967) ha aportado comprobacio
e n div ersas instituciones, y desigualdades nota nes que refutan el punto de vista anterior y favorece la tesis de
bles. que la antigüedad del sistema es la variable explicativa más
Las teorías explicativas d e la evolución de la importante del nivel del gasto en seguridad social.
134 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
A medida que avanzaron los procesos de trial y, en casi todos, el sector rural predominaba
desarrollo económico, urbanización, sindicaliza- sobre el urbano. En estos países se creó un insti
ción y movilización política en los países pione tuto gestor general encargado de cubrir a la pos
ros, los grupos desprovistos de protección adqui tre a toda la población aunque el sistema se cir
rieron suficiente poder como para obtener la cunscribía inicialmente a la capital y a las ciuda
cobertura dentro de subsistemas ya existentes o des principales.
propios. En algunos países fueron incluso capa En los países más desarrollados de este se
ces de conseguir ciertas prestaciones que estaban gundo grupo existía antes de la creación del insti
reservadas para los sistemas antiguos dando lu tuto gestor general una serie de instituciones de
gar a la masificación del privilegio. El costo del seguridad social que protegían a los grupos de
proceso de universalización de la cobertura, uni presión más poderosos: fuerzas armadas, em
do a prestaciones generosas y condiciones de ad pleados públicos, maestros, trabajadores de
quisición liberales, llegó a hacerse excesivo y pro energía y ferrocarriles (Colombia, Costa Rica,
vocó el desequilibrio financiero en muchos sub México, Paraguay, Perú, Venezuela). Más aún,
sistemas. en algunos países, después de la creación del
La reforma de la seguridad social, auspiciada instituto gestor general se hicieron excepciones
por estudios técnicos nacionales e internaciona con el objeto de establecer subsistemas separados
les, prescribía la unificación y uniformidad de los para ciertos grupos casi siempre en el sector pú
subsistemas, así como la eliminación de los costo blico (México, Costa Rica). Pero estos grupos sue
sos privilegios. Pero el poder de los grupos era tal len ser pocos y representan (con excepción de tas
que el Estado se vio obligado a posponer la refor fuerzas armadas y de los empleados públicos) un
ma, a veces por décadas. Los cambios políticos pequeño porcentaje en relación con el cubierto
ocurridos en estos países en los decenios de 1960 por el instituto gestor general.
y 1970 reforzaron el poder estatal frente a los En todo caso, aunque hay cierto grado de
grupos de presión (los que en muchos casos fue
estratificación en todos estos países, nunca ha
ron desmovilizados o su poder notablemente re
llegado a aproximarse al nivel que se alcanzó en
ducido) y facilitaron el proceso de reforma de la
el primer grupo. Por la aparición más tardía de la
seguridad social (Borzutsky, 1984). seguridad social en este segundo grupo, así como
En algunos países (Cuba, Brasil) casi todo el su unidad y uniformidad relativas, y su cobertura
sistema fue unificado, en otros (Argentina, Uru
más baja de riesgos y población, estos sistemas
guay) se creó un organismo central integrador o generalmente no confrontan los problemas ad
coordinador que agrupó diversas instituciones
ministrativos y financieros del primer grupo y,
dotándolas de un sistema uniforme, y finalmente por lo tanto, no han necesitado reformas radica
en uno (Chile) se introdujeron ciertas medidas
les. Sin embargo, los países que encabezan a este
de uniformidad y eliminación de privilegios en el
grupo (con la cobertura más alta, madurez cre
sistema antiguo pero se creó un nuevo sistema
ciente del programa de pensiones y altos costos)
fuertemente inspirado en el seguro privado que
comienzan a sufrir los problemas financieros tí
favorece la individualidad y la multiplicidad.
picos del primer grupo. Costa Rica es el caso más
agudo ya que, por su política de aceleración de la
2. Los países con sistemas relativamente unificados cobertura poblacional en los decenios de 1960 y
1970 sus costos de seguridad social se aproximan
La segunda forma de evolución de la seguridad a los de países del primer grupo a pesar de que su
social se da en países cuyos sistemas principales se programa de pensiones aún no ha madurado del
establecen a partir del decenio de 1940, en que todo.
influyeron las nuevas tendencias en la materia
que emanaban de la Organización Internacional
del Trabajo ( o i t ) y del informe Beveridge, y que 3. Los países de aparición tardía
tratan de evitar los problemas creados en los de la seguridad social
países pioneros. Algunos de estos países eran
entonces relativamente desarrollados (México), Pudiéramos, por último, identificar un tercer
pero la mayoría tenía un escaso desarrollo indus grupo de países que tienen también sistemas de
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmelo Mesa-Lago 135
seguridad social relativamente unifícados pero cieras a corto y mediano plazo y su principal
en mayor grado que los del segundo grupo. Se problema es extender la cobertura poblacional.
trata de los países de menor desarrollo de la Aunque el proceso de unificación ha avanza
región; Centroamérica - ^ o n excepción de Costa do en general en la región, aun subsisten sistemas
Rica y Panamá— y el Caribe latinoamericano con estratificados o cuyos procesos de unificación no
excepción de Cuba. En este grupo, la seguridad se han concluido. Más aún, la integración de las
social no aparece generalmente hasta los dece instituciones de salud (la seguridad social, el mi
nios de 1950 y 1960, el organismo gestor general nisterio de salud, etc.) y de sus políticas es una
cubre a casi todos los asegurados (aunque las necesidad urgente en la mayoría de los países.
fuerzas armadas y, a veces, los empleados públi Por último, la seguridad social no ha sido incor
cos tienen subsistemas aparte); la cobertura de la porada a los planes nacionales, con muy pocas
población es muy baja y a menudo circunscrita a excepciones. Dicha incorporación facilitaría el
la ciudad capital y ciudades más populosas. Estos proceso de unificación tanto de la seguridad so
países suelen no confrontar dificultades finan cial como de ésta con la salud.
II
Los problemas de cobertura, prestaciones,
fínanciamiento y costos
económicas, indica que la más alta se registra en modificar el sistema de financiamiento e incor
electricidad, gas y agua (75% al 100%), manufac porar al sector no cubierto, mediante programas
tura {51 % al 90%) y transporte y comunicaciones de asistencia pública (Costa Rica, Cuba, Chile) o
(34% al 71 %) mientras que la más baja se encuen transferencias del sector urbano al rural (Brasil)
tra en la agricultura (4% al 59%, con los porcen o programas especiales que cubren a la población
tajes mayores en Costa Rica y Chile, los países que campesina (Ecuador, México).
se aproximan a la universalidad). Por último, Uno de los problemas más serios de la seguri
información de seis países (Costa Rica, Chile, dad social en la región es cómo acelerar la exten
Guatemala, México, Panamá y Perú) sobre dife sión de la cobertura y reducir sus desigualdades,
rencias en el grado de cobertura geográfica a pesar de obstáculos estructurales y conyuntu-
(1979-1981) prueban que los estados/provin- rales.
cias/departamentos más desarrollados (indus
trializados, sindicalizados, urbanos, con mayor 2. Beneficios
porcentaje de asalariados e ingreso per capita
más altos) tienen una cobertura notablemente Los países pioneros en seguridad social (Argenti
mayor que los estados/provincias/departamentos na, Brasil, Chile, Uruguay) cubren todos los ries
menos desarrollados (agrícolas, poco sindicaliza gos sociales con diversos programas: pensiones,
dos, rurales, con mayor porcentaje de trabajado salud-maternidad, riesgos profesionales, desem
res independientes e ingreso per cápita más pleo y asignaciones familiares (Cuba no tiene un
bajos). El rango extremo de cobertura geográfica programa oficial de asignaciones familiares ni
fluctúa entre 54% y 100% en Costa Rica, 39% y tampoco de desempleo —este último no parece
95% en Chile, 0.2 y 33% en Guatemala, 5 y 100% necesario debido a la situación virtual de pleno
en México, 13 y 73% en Panamá, y 3 y 27% en empleo). Mientras más antiguo el sistema de se
Perú. Con una excepción, la provincia/estado/de- guridad social de un país, más generosas las pres
partamento donde se encuentra la ciudad capital taciones y más flexibles las condiciones de adqui
es la que tiene la cobertura más alta. En resumen, sición de derechos; la edad de retiro es relativa
los grupos más necesitados están desprovistos de mente baja porque la legislación inicial se pro
protección de la seguridad social en la gran mulgó cuando la esperanza de vida era menor; se
mayoría de los países; la cuestión clave es si es conceden pensiones por antigüedad —indepen
viable extender la cobertura para incluir a dichos dientemente de la edad del asegurado— que per
grupos (cE P A L , 1985; Isuani, 1984, pp. 96 y 97; miten el retiro a edades muy tempranas; se otor
Isuani y Mesa-Lago, 1981). gan prestaciones de salud muy costosas como
La baja cobertura y su lenta extensión en la lentes de contacto, ortodoncia y tratamiento en el
región parecen estar relacionadas con el modelo extranjero; y existen “beneficios sociales” como
bismarckiano, importado de Europa, que se fi programas de viviendas, préstamos hipotecarios
nancia con contribuciones salariales de asegura y personales, economatos, y servicios deportivos,
dos y empleadores. En muchos países latinoame y culturales. En los países pioneros la mayoría del
ricanos los asalariados no constituyen la mayoría gasto de prestaciones corresponde a pensiones
de la fuerza laboral sino los trabajadores inde llegándose al 80% (Uruguay) y la proporción
pendientes o familiares sin remuneración. No es exhibe una tendencia creciente, lo que se debe a
sorprendente pues que los países más desarrolla la maduración del programa de pensiones y a la
dos de la región tengan los porcentajes más altos creciente longevidad de los pensionados. Esta
tanto de la fuerza laboral asalariada como de tendencia combinada con factores demográficos
cobertura de seguridad social, mientras que los y financieros paracen conducir a la postre al de
países menos desarrollados tienen los porcen sequilibrio financiero.
tajes más bajos en ambas. Por regla general la La estratificación de la seguridad social típica
cobertura no sobrepasa el porcentaje del sector de los países pioneros (al menos hasta que intro
urbano-formal (en algunos países incluye tam dujeron procesos de unificación y uniformidad)
bién el sector rural-moderno) dejando sin pro ha dado como resultado desigualdades notables
tección a los sectores urbano-informal y ru- en las prestaciones, pues los grupos más podero
ral-tradicional. Unos pocos países han logrado sos reciben más y mejores prestaciones que los
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmelo Mesa-Lago 137
menos poderosos. En un estudio de cinco países el asegurado y el empleador, a más del Estado en
se midieron las diferencias legales entre cinco algunos países. Mientras más antiguo el sistema
grupos cubiertos basándose en seis criterios: conde seguridad social de un país y mayor la cober
diciones para la adquisición del derecho a la pres
tura, más alto el porcentaje de la cotización sala
tación; salario base utilizado para computar la rial total, así como la porción que legalmente
prestación; monto de la prestación; ajuste de la debe pagar el empleador (la incidencia de esta
pensión al costo de vida; posibilidad de cobrar cotización se discute en la sección siguiente). En
varias pensiones o combinar una pensión con los países pioneros la cotización salarial total fluc
trabajo remunerado; y tiempo requerido para túa entre 26% y 46% y era-aún más alta antes de
tramitar y recibir la prestación. También el estuque varios países la redujeran o substituyeran
dio comparó la disponibilidad de servicios de por el impuesto al valor agregado.
salud (camas de hospital y médicos por asegura Según el porcentaje de la cotización salarial y
la distribución de los ingresos recaudados por
do) y su calidad entre los grupos. El resultado fue
el siguiente ordenamiento de los grupos de fuente, el asegurado paga menos de una tercera
mejor a peor: (i) fuerzas armadas, (ii) empleados parte de la carga de seguridad social. Las dos
terceras partes restantes provienen del emplea
públicos, (iii) aristocracia laboral, (iv) empleados
privados, y (v) obreros. El estudio, sin embargo, dor y, en menor cuantía, del Estado; la renta de
señala que en los países pioneros ocurre con fre las inversiones representa menos de un décimo
cuencia un proceso de masifícación del privilegio del ingreso. Por tanto a base de la ley (sin tener en
de forma que los grupos situados en la base de la cuenta la incidencia) el asegurado sólo financia
pirámide son a veces capaces de conseguir algu una fracción de las prestaciones y esta situación
nas prestaciones antes reservadas a los grupos se hace potencialmente más inequitativa en paí
colocados en el ápice (Mesa-Lago, 1978). ses con una cobertura poblacional muy baja. Por
ejemplo, en la República Dominicana, la cobertu
Los países en que la seguridad social aparece
más tarde suelen no tener tantos programas co ra es inferior al 8% y el asegurado contribuye un
mo los países pioneros. Por otra parte muchos de 17% de la cotización salarial total, sugiriendo que
estos países han dado prioridad a la extensión la población no asegurada contribuye (a través de
vertical, en vez de horizontal, de la seguridad posibles transferencias a precios y de impuestos)
social. El pequeño porcentaje de la población a la seguridad social del pequeño porcentaje cu
cubierta recibe más y más prestaciones, con lo bierto.
que aumenta la dificultad para ampliar la cober Otro serio problema es la evasión de los em
tura al grueso de la población. Así pues la mayor pleadores, resultante de técnicas deficientes de
registro, identificación y control de pagos. La
fuente de desigualdad en estos países radica en la
baja cobertura poblacional. En este grupo de paí inflación ha agravado este problema puesto que
ses hasta un 80% de los gastos de prestaciones sela demora en efectuar las contribuciones reduce
dedica al programa de salud y, con frecuencia, su valor real. Además, el Estado a menudo evade
las crecientes reservas del programa de pensio sus obligaciones no sólo como contribuyente tri
nes se usan en parte para financiar la construc partito sino también como empleador. En países
ción y equipamiento de hospitales. Esta inver como Costa Rica, Ecuador y Perú la deuda estatal
sión, aunque justificable desde un punto de vistaha alcanzado magnitudes alarmantes y ha llega
social, no es rentable financieramente y descapido a veces a amenazar el equilibrio financiero del
taliza gradualmente el fondo de pensiones de sistema de seguridad social.
forma que cuando el programa de pensiones Los costos de la seguridad social en América
madura todo el sistema confronta el desequili Latina son los más altos entre los países en desa
brio financiero. rrollo y se acercan a los de países desarrollados
como Japón. Según el estudio de c e pa l (1985),
3. Financiamiento y costo en 1980 los gastos de seguridad social como por
centaje del piB fluctuaban del 1% al 11%, como
La seguridad social en América Latina se finan sigue (los países se ordenan de mayor a menor
cia fundamentalmente con cotizaciones sobre la porcentaje): 11% al 10% en Uruguay, Chile y
nómina salarial que, de acuerdo con la ley, pagan Argentina; 9% al 7% en Cuba, Costa Rica y Pana-
138 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
III
El Impacto de la seguridad social en el desarrollo
En esta sección se analiza el impacto de la seguri tiene un triste historial en cuanto a la eficiencia
dad social latinoamericana en tres aspectos deci en la inversión de los fondos de reserva.
sivos del desarrollo; el ahorro y la inversión, la El impacto de la seguridad social en la inver
distribución y el empleo. De entrada se advierte sión depende también de las fuentes de financia-
que ni la teoría ni los estudios empíricos son miento y de la incidencia de la contribución; un
concluyentes en estos aspectos y que su análisis se estudio reciente del b id / considera que la
i n t a l
difículta aún más en América Latina por la au tasa de inversión disminuye más cuando la segu
sencia o escasa confiabilidad de la información ridad social es financiada realmente por los em
sobre la distribución funcional del ingreso entre pleadores que cuando la paga el asegurado o el
trabajo y capital; la incidencia de las cotizaciones consumidor (Arroba y otros 1980). La madurez
e impuestos de seguridad social, la medición ade de un programa de pensiones depende, entre
cuada de las prestaciones (especialmente las de otros factores, de su antigüedad, de la edad de
salud) y los efectos diversos en la conducta de retiro en las pensiones y de la relativa juventud o
empleadores y trabajadores (Musgrove, 1984). vejez de su población; así pues mientras más anti
No obstante aquí se resume el estado en que se guo un programa, más baja la edad de retiro y
encuentra la discusión teórica, las pruebas empí más vieja la población, mayor será la razón
ricas (casi siempre obtenidas fuera de la región) y pasivo/activo y menores los excedentes, y vicever
algunos estudios realizados sobre países específi sa. Una población joven tiende a crecer rápida
cos y las críticas a los mismos. mente, lo que expande la fuerza laboral y, si la
cobertura del sistema crece, también aumenta
1. Ahorro e inversión rán sus ingresos; por el contrario, en una pobla
ción que envejece se reduce el número potencial
El impacto de la seguridad social en el ahorro y la de contribuyentes y aumenta el de pensionados.
inversión depende del excedente en las cuentas Si los salarios reales están en expansión se incre
de la seguridad social y de las reacciones que ese menta también la base de las contribuciones de la
excedente pueda generar en otras fuentes de segundad social. Una recesión grave que reduce
ahorro internas (sectores privado y público) y el empleo y el salario real tiene un impacto nega
externas (Arellano, 1984; Wallích, 1982). El tivo en los ingresos y puede reducir el excedente.
excedente/déficit de seguridad social resulta de El enfoque tradicional es que la seguridad
factores propios del sistema (vr. gr., tipo de pro social reduce el ahorro individual y la demanda
gramas, régimen técnico-financiero, grado de de seguro privado puesto que el asegurado cuen
madurez, costos administrativos) así como de ta con que sus contribuciones le serán devueltas
otros factores exógenos (estructura etárea de la como pensiones y, por tanto, no tiene que acu
población, tasa de incremento de los salarios, mular un excedente durante su vida activa. Por
estado general de la economía). Los programas otra parte, el retiro más temprano alarga el pe
de riesgos a corto plazo (enfermedad-materni ríodo de jubilación y esto puede estimular el aho
dad, desempleo) utilizan normalmente el régi rro durante el período de vida activa. El horizon
men de reparto y no generan excedentes sino te de planeamiento del asegurado y su percep
más bien déficit, mientras que los programas a ción de la cotización de seguridad social (como
largo plazo (pensiones) que usan regímenes de simple impuesto o pago por beneficios futuros
capitalización generan reservas cuantiosas que garantizados por un sistema actuarial sano) in
dan base a la inversión. No obstante ya se ha fluyen sobre su comportamiento en cuanto al
señalado la tendencia general en la región a subs ahorro y a la preferencia por un tipo de progra
tituir los regímenes de capitalización por los de ma de seguridad social (de corto o largo plazo).
reparto. Además, como se verá luego, la región En los países desarrollados con poblaciones más
140 REVISTA DE LA CEPAL N* 28 / Abñl de 1986
envejecidas y seguridad social más solvente, el Ilado un plan de inversiones ni han coordinado
horizonte parece más distante que en América éstas con los planes nacionales. Además hay un
Latina donde por efecto de una población más deficiente desarrollo del mercado de capitales y
joven, el desequilibrio financiero de la seguridad la inflación ha desvalorizado las reservas y pro
social y la superinflación, se da más importancia veído un incentivo a los empleadores para rete
relativa a los programas de corto plazo como ner sus contribuciones y las de sus empleados,
salud y asignaciones familiares (Arellano, 1984 y porque demorando el pago reducen su valor real
Musgrove, 1984). La seguridad social y el gobier (Diéguez, 1978).
no compiten por la misma base impositiva y algu Las reservas normalmente se han invertido
nos suponen que siempre hay un proceso de en; (a) bonos y otras obligaciones estatales, a me;
compensación {trade off) entre ellas. Pero si no nudo no negociables, que en la práctica han sido
hay suficiente ahorro privado y el Estado estable préstamos forzosos para cubrir déficit presu
ce un nivel mínimo de ingreso, la seguridad so puestarios, por lo que los organismos se han em
cial puede eliminar los pagos estatales de asisten papelado con “valores sin valor”; (b) préstamos
cia social y reducir el déficit público. La seguri personales e hipotecarios, generalmente a los
dad social puede incrementar el costo de las ex asegurados, que ayudados por la inflación (y la
portaciones haciéndolas menos competitivas falta de ajuste de los préstamos) han obtenido
(con las de aquellos países que no tienen seguri capital prácticamente gratis y descapitalizado a la
dad social o cuya carga es inferior) y contribuir seguridad social; (c) préstamos al programa de
así a una posible reducción del ahorro potencial salud para cubrir sus déficit, plausibles desde el
externo. punto de vista social pero no rentables; (d) cons
El debate y la investigación sobre estos temas, trucción de viviendas, muchas veces para los pro
conducido principalmente en los Estados Unidos pios asegurados, con un rendimiento muy bajo o
y otros países desarrollados, ha producido resul nulo, debido a la congelación de alquileres, la
tados contradictorios; un estudio sobre 16 países ineficiencia en el cobro y la amortización con
de la oc:d e no encontró pruebas de que la seguri moneda depreciada; y (e) en unos pocos casos,
dad social afectara al ahorro privado o desacele inversión en la agricultura, industria, comercio
rara el desarrollo (Break, 1981; Koskela y Virén, (economatos para beneficio de los asegurados) y
1983). Si es tan difícil evaluar este impacto en servicios (cines, teatros, deporte) también con
países desarrollados donde las estadísticas son rentabilidad muy baja (o i t , 1966). En casi toda la
más acusiosas y la cobertura de seguridad social región, la tasa de rentabilidad de los fondos de la
es universal, mucho más lo es en América Latina. seguridad social es sólo una fracción de la tasa de
Aun en un mismo país las interpretaciones son interés bancario y, en muchos casos, tiene una
diferentes; así, en Chile, un estudio (Wallich, rentabilidad real negativa.
1982) encontró que la seguridad social había te En la práctica muchos de los programas de
nido un efecto negativo en el ahorro pero otro inversión suponen subsidios disfrazados a los
posterior (Arellano, 1984) consideró que, des asegurados y provocan la descapitalización gra
pués de los ajustes necesarios, la seguridad social dual de las reservas de seguridad social. Esto a su
había generado un excedente (aunque decre vez ha tenido un grave impacto en el equilibrio
ciente) en vez de un ahorro negativo. financiero y actuarial de la seguridad social en
Pero si hay incertidumbre sobre los aspectos muchos países de la región.
anteriores hay certeza al menos sobre la inefi
ciencia en la inversión de los fondos de reserva de 2. Distribtición del ingreso y empleo
la seguridad social en América Latina. En 1977,
en 14 países estudiados por la orr (1981), el por El impacto de la seguridad social en la distribu
centaje del ingreso de seguridad social proceden ción del ingreso es también tema debatido y so
te de las inversiones era inferior al 3.5% en nueve bre él existen muy pocos estudios empíricos en
de ellos. En casi toda la región los organismos de América Latina. Un primer aspecto es la relación
seguridad social no están diseñados para actuar entre cobertura y distribución; en general puede
como intermediarios financieros, su personal no decirse que los sistemas más universales son me
tiene experiencia en inversiones, no han desarro- nos regresivos que los que tienen una cobertura
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmelo Mesa-Lago 141
baja. Sin embargo, con muy pocas excepciones, nor (o no la hace efectiva) a grupos con ingresos
las personas que se encuentran debajo de la línea más bajos. Por ejemplo el Estado cubre los déficit
de pobreza crítica no están cubiertas por la segu crecientes de los subsistemas de empleados pú
ridad social; este es el caso normal de los desem blicos y las fuerzas armadas pero incurre en mora
pleados, trabajadores sin pago para un familiar, o reduce sus contribuciones al subsistema gene
y por cuenta propia, agrícolas y servidores do ral que cubre a la masa laboral.
mésticos. Un estudio conducido en la década de Hay tres posibilidades en cuanto a la inciden
1970 apuntaba que si bien los países más desarro cia de la cotización del empleador: que la pague
llados y con mayor grado de cobertura eran realmente éste; que se transfiera “hacia atrás”, o
también los que tenían la proporción menor de sea, que la pague el asegurado a través de una
pobres, el porcentaje de la pea no cubierta exce reducción en el salarial real; y que se transfiera
día en ellos (excepto en el caso de Cuba) al por “hacia adelante”, o sea, al consumidor mediante
centaje de pobreza crítica (Mesa-Lago, 1980). precios más altos. (Arroba y otros, 1980 pp. 320 a
El financiamiento puede también ser causa 330). La teoría mantiene que, a largo plazo, el
de regresividad. En muchos países la cotización empresario computa como costo de producción
salarial del asegurado tiene un tope por lo que, no sólo el salario sino todos los beneficios adicio
proporcionalmente, los que ganan más contri nales (incluso su contribución a la seguridad so
buyen menos. Ya se ha señalado que más de dos cial) y tiene en cuenta ese costo total en la produc
tercios de la contribución legal se asigna al Estado tividad marginal.
y al empleador. La contribución del Estado se Consideremos el caso de la introducción o el
hace a veces mediante un impuesto específico incremento de la contribución del empleador pa
que grava los servicios o bienes producidos por el ra la seguridad social. Se supone que en las eco
grupo cubierto pero que es pagado por toda la nomías de mercado desarrolladas la oferta de
población; así pues, cuando la cobertura de segu trabajo es inelástica (al menos en cuanto a la
ridad social es muy baja el efecto de ese impuesto jornada normal y el primer salario familiar) y que
probablemente es regresivo, ya que los no cubier el trabajador negocia con el empleador un
tos, que son los de menor ingreso, contribuyen al conjunto de compensación salarial que incluye
sistema sin recibir nada en cambio. En otros ca prestaciones adicionales como la contribución de
sos, el Estado extrae su contribución de las rentas seguridad social, por lo que ésta es percibida por
generales; si el grueso de las mismas procede del el trabajador como parte del salario. Si además la
impuesto sobre ventas y éste no discrimina entre cobertura de seguridad social es casi universal y
consumo esencial y suntuario, debe haber tam la cotización del empleador es uniforme (de for
bién un efecto regresivo cuando la cobertura es ma que el trabajador no pueda evadir la inciden
baja. Por otra parte se ha alegado que, si existen cia tomando un empleo no cubierto o con una
subsidios estatales a los bienes y servicios básicos cotización inferior) se concluye que el trabajador
o el grueso del impuesto a las ventas grava bienes absorbe dicha cotización mediante una reduc
no esenciales o suntuarios, es probable que el ción en su salario real. Por el contrario, en las
impacto sea neutro puesto que el grupo cubierto economías en desarrollo se presume que la oferta
es también mayormente el gravado con el im de trabajo es elástica, debido a la abundante ma
puesto (Musgrove, 1984). Pero aun en este caso, no de obra y porque la baja cobertura de seguri
el grupo no cubierto —que es el de más bajo dad social (o cotizaciones diversas en sistemas
ingreso y no se beneficia de la seguridad social— estratificados) permite al trabajador tomar em
estaría contribuyendo en algo al sistema (me pleos no cubiertos o con una cotización inferior.
diante la compra de manufacturas por ejemplo) Se supone también que el trabajador no percibe
o se le haría aún más remota la posibilidad de que la cotización del empleador como parte del sala
pudiese adquirir los bienes o servicios gravados rio y que, por tanto, no hay transferencia hacia
con el impuesto. Debe añadirse que en sistemas atrás. En este caso el empleador tiene dos opcio
de seguridad social estratificados, el Estado suele nes: transferir la cotización al consumidor me
asignar una contribución mayor (o concreta su diante un aumento de precios o reducir el em
aporte) a grupos con ingresos relativamente más pleo de acuerdo con la productividad marginal.
altos mientras que asigna una contribución me En todo caso el impacto es siempre regresivo ya
142 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abnl de 1986
sea porque se reduce el empleo o porque la trans contra de la teoría, no parece ocurrir a corto
ferencia al consumidor hace que el no cubierto plazo una transferencia hacia atrás (o al menos se
contribuya al sistema del cubierto. reduce este efecto) debido a barreras institucio
Las comprobaciones empíricas sobre la nales y económicas y patrones de comportamien
transferencia son muy contradictorias y casi to diferentes. (Foxley y otros, 1977; Wilson,
siempre se basan en la experiencia de países de 1984), Primero, la intervención del Estado a tra
sarrollados. Musgrove (1984) tomó en cuenta vés de la legislación laboral y de seguridad social
tanto la cotización del empleador como la del es mucho más fuerte en estos países que en mu
trabajador y encontró que, a corto plazo, los tra chas economías de mercado desarrolladas; así la
bajadores absorbían el 75% y el empleador 25%, ley fija un salario mínimo que opera como un
mientras que a mediano y largo plazo la carga se límite inferior a las reducciones salariales. Ade
repartía por igual entre trabajadores y consumi más, en algunos países, el empleador debe inclu
dores. Break (1981) basado en un estudio de 64 so pagar la cotización del asegurado cuando su
países que sólo tomaba en cuenta la cotización del salario es igual al mínimo (México) o pagar la
empleador —pero suponía que la oferta de tra diferencia de la cotización mínima cuando el sa
bajo era inelástica y que los trabajadores conside lario del asegurado es inferior a dicha cotización
raban la cotización del empleador como parte del (Perú), lo que aumenta considerablemente el cos
salario— concluyó que el trabajador absorbía to to laboral de este grupo. Segundo, en varios de
da la carga. También se sostiene que en los países estos países (como Chile por lo menos hasta me
desarrollados la transferencia al consumidor diados del decenio de 1970) el método de fijación
puede ocurrir a corto plazo pero no a largo plazo de precios más frecuentemente usado es el costo
en condiciones de equilibrio, mientras que en medio más un margen de ganancia, lo que facilita
América Latina con menos competencia se igno la transferencia hacia adelante. Tercero, en los
ra qué puede ocurrir a largo plazo. Simulaciones países en que hay medidas proteccionistas de las
empíricas indican que la absorción por el trabaja industrias de bienes de consumo también se faci
dor tiene un impacto menos regresivo que la lita el alza de los precios. Cuarto, los trabajadores
transferencia al consumidor, aunque la diferen no parecen percibir la cotización del empleador
cia no es grande. como parte del salario, pues es típica la presión
De acuerdo con lo anterior, en los países sindical sobre el Estado para asignar una carga
desarrollados el asegurado absorbe la cotización más pesada al empleador que al asegurado, y la
del empleador mediante un corte en el salario negociación colectiva no incluye estos aspectos ya
real por lo que el impacto en el empleo es neutro que vienen impuestos por la ley. Quinto, la ley y
y también en la distribución (suponiendo que la los sindicatos hacen extremadamente difícil el
cotización sea uniforme). En los países en desa despido por causas económicas y la tramitación
rrollo el asegurado no absorbe la cotización del de estos despidos es larga y costosa; el empleador
empleador por lo que o bien éste la absorbe y puede, por supuesto, evitar la contratación de
reduce la demanda de trabajo, o bien la transfie nueva mano de obra. Todo lo dicho sugiere que
re al consumidor. En este caso el impacto negati la transferencia al consumidor —al menos a cor
vo en el empleo sería menor pero no neutro pues to plazo— es lo más normal en estos casos —y se
algunos empleadores podrían transferirla más facilita por estructuras oligopolistas— aunque,
fácilmente que otros (y el empleador no cubierto para que sea importante, la elasticidad de sustitu
no tendría que transferirla). ción del producto gravado debe ser cercana a
Los países latinoamericanos más desarrolla cero. El impacto de esta transferencia debe ser
dos se asemejan más al primer modelo. En estos regresivo en la distribución ya que afecta al gru
casos tenemos una cobertura alta o casi universal po no cubierto, de más bajo ingreso, que no reci
y, según algunos, una oferta de trabajo inelástica be ningún beneficio del sistema de seguridad
o de elasticidad menos que perfecta.^ Pero, en social pero contribuye al mismo. En los pocos
^Musgrove (1984) considera que aun en los países en incluye la cotización del empleador como parte del conjunto
desarrollo la mano de obra calificada no es abundante y salarial, por lo que su oferta no es perfectamente elástica y
supone que en la negociación con el Estado o el empleador se paga probablemente parte de dicha cotización.
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmlo Mesa-Lago I4 3
países que tienen cobertura casi universal este otro a mediano o largo plazo en un mismo sector
efecto regresivo disminuiría suponiendo que hay o sectores diferentes, por ejemplo: (a) una reduc
también uniformidad en la cotización. En este ción de la demanda de trabajo en el sector formal
caso también podría ocurrir, a mediano o largo cubierto puede, a largo plazo, resultar en una
plazo, una inversión de la transferencia (hacia caída del salario real en el sector informal no
atrás) con un efecto similar al de las economías cubierto; (b) una transferencia a los precios pue
desarrolladas. Aunque no todos los empleadores de, a largo plazo, reducir la demanda de los pro
podrían transferir igualmente la cotización a los ductos del sector cubierto o afectar el empleo; y
precios (por diferencias en competencia, elastici (c) una transferencia a los precios generalizada
dad de substitución, etc.) podría ocurrir un in por la cobertura casi universal puede resultar, a
cremento de precios lo suficientemente generali mediano o largo plazo, en un corte del salario
zado para dar un gran impulso a la inflación y real.
reducir los salarios reales. Este podría ser el caso Aunque es imposible hacer generalizaciones
de los países con sistemas más desarrollados de con una base teórica y empírica tan endeble, todo
seguridad social y tasas muy altas de inflación. lo dicho sugiere que a mayor desarrollo económi
Otro punto de vista destaca las diferencias co y cobertura de la seguridad social el impacto
entre el sector formal (cubierto total o parcial parece ser mayor en la reducción del salario real
mente por la seguridad social) y el sector infor y posiblemente menor en cuanto al empleo y la
mal (no cubierto) diferencias que son más marca transferencia a precios. El impacto regresivo pa
das en los países menos desarrollados. En este rece ser mayor en los países menos desarrollados.
caso se supone que la cotización del empleador Las prestaciones en general parecen tener
no se transfiere (hacia adelante o hacia atrás) por un impacto más progresivo en la distribución que
lo que el efecto sería una reducción (o estanca las contribuciones pero esto depende en gran
miento) de la demanda de trabajo en el sector medida de la extensión de la cobertura, la unifor
formal. Con este enfoque la seguridad social (a midad legislativa y el tipo de programa: a mayor
veces unida a una política de incentivos al capital) universalidad y uniformidad mayor progresivi-
incrementa el costo relativo del factor trabajo dad; además, los programas de asistencia social,
frente al capital por lo que se estimula una substi salud y asignaciones familiares suelen tener un
tución del primero por el segundo. Esta distor impacto más progresivo que las pensiones. Estas
sión desata una reacción en cadena: se absorbe se calculan en casi todos los países de forma pro
menos mano de obra en el sector formal, menos porcional al ingreso del asegurado y, por tanto,
trabajadores pasan del sector informal al formal, reproducen las desigualdades de la distribución
el excedente creciente de mano de obra tiene un general del ingreso. Por el contrario, las presta
efecto depresivo en los salarios del sector infor ciones de salud son básicamente iguales, o sea, no
mal, se expanden las diferencias salariales entre son proporcionales al ingreso, aunque en los sis
ambos sectores y, al existir menos capital disponi temas estratificados haya diferencias en cuanto a
ble en el sector no cubierto, baja también su pro disponibilidad y calidad de los servicios. Más aún,
ductividad y crecimiento económico en relación los grupos más pobres sufren una incidencia
con el cubierto (Kornevall, 1977). El cambio en la mayor de enfermedades (debido a bajos índices
cotización salarial por un sistema de financia- nutricionales y de higiene) y, como la medicina
miento neutro (o no discriminador entre los fac privada les está vedada por su alto costo, los
tores como el impuesto al valor agregado) pudie pobres utilizan con más frecuencia los servicios
ra corregir este problema. de salud que los grupos de ingresos más altos;
Se ha señalado correctamente que cuando la estos últimos, aunque estén cubiertos, prefieren
cotización del empleador tiene un efecto regresi normalmente utilizar médicos y clínicas privadas
vo, éste no puede ser doble —reducción de la y sólo acuden a los servicios de seguridad social
demanda de trabajo y transferencia de la carga al en casos extremos. No obstante se ha argumenta
consumidor— o sea que ambos efectos no pue do que los programas de salud aparecen más
den operar con igual intensidad y —puede aña progresivos de lo que serían si las prestaciones se
dirse— simultáneamente (Tokman, 1984). Pero midieran no por su costo sino por lo que el usua
es posible que un efecto ocurra a corto plazo y rio estaría dispuesto a pagar por ellas (Musgrove,
144 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
1984). Las asignaciones familiares tienen tam dad-maternidad y pensiones) que duplicaron su
bién un impacto más progresivo que las pensio contribución, mientras que el grupo de más alto
nes, pues se conceden en muchos casos a familias ingreso recibió de una tercera a una quinta parte
de ingresos bajos y casi siempre son fijas (una de lo que contribuyó. Esto no tuvo en cuenta el
suma igual por hijo) no proporcionales al salario. programa asistencial que cubre al sector rural y
Además las familias más pobres son generalmen que se financia en parte con una contribución del
te más numerosas que las de ingresos medios. sector urbano (lo que debió tener un efecto mar
Por último, los programas de asistencia social se cadamente progresivo) pero tampoco incluyó a
dirigen a los sectores más pobres de la población, las fuerzas armadas y funcionarios públicos (que
por lo que tienen probablemente el impacto más probablemente recibieron más de lo que contri
progresivo en la distribución del ingreso. Ya se buyeron). Aunque se desconoce el efecto neto
ha indicado que según envejecen los sistemas de del sistema general en la distribución, éste fue
seguridad social un mayor porcentaje del gasto probablemente progresivo (Véase también Re
se dedica a pensiones lo que acentúa el impacto zende y Mahar, 1974). En Costa Rica se han
regresivo; no obstante esto se compensa con la hecho dos estudios sobre el impacto redistributi
extensión de la cobertura y los programas de vo del programa de enfermedad-maternidad. El
asistencia social a los no cubiertos (Mesa-Lago, de Creen (1977), sobre el ingreso personal fue
1980). realizado en 1973 cuando aún las cotizaciones
tenían topes y la mitad de la población no estaba
3. Estvdios empíricos en América Latina cubierta, y mostró un efecto casi neutro. El de
sobre el impacto en la distribución Briceño y Méndez (1982), sobre el ingreso fami
Los estudios empíricos en América Latina sobre liar, realizado en 1978 (cuando ya se habían eli
el impacto global de la seguridad social se limitan minado los topes y la cobertura se había extendi
a unos pocos países, los más desarrollados (Ar do notablemente) indicó un impacto regresivo en
gentina, Brasil, Chile y Costa Rica), y no siempre el financiamiento pero muy progresivo en las
cubren todos los programas; debido a distintas prestaciones y un efecto neto ligeramente pro
metodologías y fechas no es posible una compa gresivo: un 2% transferido del 20% de más alto
ración estricta. ingreso al 40% de más bajo ingreso.
El estudio más antiguo ( c e p a l , 1969) es el de Chile es el país con más estudios sobre el
Argentina que midió el impacto redistributivo tema y la mayoría indica un efecto regresivo en la
del programa de pensiones (1950-1960) y muestra distribución del ingreso por transferencia de los
un efecto neto ligeramente progresivo: un 1.7% no cubiertos a los cubiertos y, dentro de estos
se transfirió del estrato superior de ingreso últimos, por transferencias de grupo de ingreso
(10%) al resto aglomerado como estrato inferior. más bajo a los de ingreso superior (Mesa-Lago,
Hubiese sido más apropiado desagregar el efecto 1978). El estudio más reciente (Foxley y otros ,
redistributivo dentro del 90% inferior para in 1977), realizado en 1969, muestra un efecto re
vestigar la transferencia entre el 30% más pobre gresivo en el financiamiento y progresivo en las
(no cubierto, entonces) y el sector intermedio con prestaciones, con un efecto neto o ligeramente
la mejor protección. Diéguez y Petrecolla (1974) progresivo: un 0.5% transferido del 2% del gru
compararon las prestaciones medias entre distin po con el ingreso más alto al 30% con el ingreso
tos grupos cubiertos en 1952-1972 demostrando más bajo. Pero este estudio excluyó tanto al sec
una asociación positiva casi perfecta entre la tor no cubierto como a las fuerzas armadas y
cuantía de la prestación y la insolvencia del siste otros grupos privilegiados por lo que el efecto
ma: en todo el período, las fuerzas armadas pa neto global probablemente fue regresivo. En el
garon la prestación más alta pero arrojaron el mismo año, un estudio limitado al programa de
déficit mayor, y el Estado cubrió el déficit. salud mostró la única transferencia progresiva:
El estudio de Rezende (1974) sobre el Brasil, el grupo de ingreso inferior recibió una presta
conducido en 1973, indica el efecto más progre ción media 1.6 veces mayor que el grupo supe
sivo de los países sobre los que existe informa rior (Arellano, 1976).
ción: dentro del sector urbano cubierto el grupo Si los estudios en los países latinoamericanos
más pobre recibió prestaciones (enferm e más desarrollados muestran un impacto de la
SEGURIDAD SOCIAL Y DESARROLLO EN AMERICA LATINA / Carmelo Mesa-Lago 145
seguridad social neutro o ligeramente progresi una cobertura mucho menor, el impacto sea re
vo en la distribución del ingreso, es lógico supo gresivo. Pero esta hipótesis no será posible com
ner que en los países meno$ desarrollados, con probarla en este artículo.
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146 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abùi de 1986
ciencia, sería indemostrable que en el progreso cada una con sus interpretaciones paradigmáti
científico se sustituya una teoría buena por otra cas, que ejemplifican cómo esa teoría sugiere re
mejor y que nos estemos acercando paulatina solver los problemas. Por ejemplo, después de la
mente a la ‘verdad’; no existe un criterio ateórico caída de la teoría económica clásica rivalizaban,
que permita comparar neutralmente el grado de al principio con bastante éxito, la escuela históri
verdad en teorías diferentes. ca y la incipiente teoría neoclásica. Como ambos
eran enfoques radicalmente diferentes para tra
tar los fenómenos económicos, no era posible
2. El traslado de una teoría a un contexto una comparación lógica de una teoría con otra
histérico-social diferente para decidir cuál era la más prometedora. Apa
rentemente la teoría neoclásica se impuso a la
Si el cambio de una teoría a otra no es un proceso escuela histórica por ser más academicista y me
ahistórico y universal, sino algo que tiene rela nos preocupada por la cuestión social.
ción directa con la condición histórica y social de Una teoría como la de Clark {1981, p. 313)
un grupo de investigadores, nos debe preocupar que sostiene que “según la ley natural lo que
el efecto de la exportación de teorías de un con consigue una dase social equivale a lo que aporta
texto histórico-social a otro diferente. Kuhn su a la producción general de la economía” recibirá,
braya que el trabajo de investigación aísla al cien en épocas de conflicto laboral, más simpatía por
tífico de su medio social: la decepción de un parte de las estructuras de poder que la teoría
científico con una teoría surge cuando ésta no clásica que toma en cuenta el conflicto de clases;
proporciona —a pesar de sus esfuerzos— expli según Ricardo, por ejemplo, en tierras margina
caciones satisfactorias para problemas importan les, es decir, cuando no se paga renta, las utilida
tes de su campo de trabajo. Un ejemplo sería el des son el remanente después de haber pagado
intento de Newton de encontrar una interpreta salarios. Cuando dominaba esta teoría, que natu
ción en la teoría newtoniana para los fenómenos ralmente estimulaba los conflictos laborales, no
de la luz. Si se exporta una teoría a un medio era todavía la clase obrera, sino que los terrate
histórico-social diferente, algunos investigadores nientes quienes ponían en peligro el desarrollo
de ese medio probablemente tratarán de aplicar de la industria inglesa. Cuando los terratenientes
la teoría a fenómenos que en su contexto original ya se habían aliado con la industria y el peligro
no existían o que allí no fueron importantes. Si, para la competencia internacional y la rentabili
después de años de trabajo, la nueva teoría no dad de la industria inglesa provenía sobre todo
satisface las esperanzas puestas en ella, los inves de las exigencias de la clase obrera, se creó un
tigadores del nuevo medio podrían decepcionar ambiente favorable a un cambio de teoría.
se y empezar a buscar otra teoría para su viejo Quisiera dejar en claro que esta decisión a
problema. favor de una u otra teoría, a causa de tal o cual
Como las condiciones histórico-sociales in condición histórica, no es una opción explícita.
fluyen en el cambio de teoría, la exportación de Las condiciones sociales y de clase determinan las
teorías para hacer frente a otras condiciones preferencias de los investigadores respecto a su
constituye una fuente de frustración para el cien campo de trabajo y sólo con relación a ese campo
tífico. Caso similar se da cuando las condiciones podría aparecer más interesante una teoría que
de una sociedad cambian tan radicalmente que la otra.
teoría, hasta entonces bastante fructífera, ya no La dinámica científica, en vez de representar
aporta interpretaciones válidas. un proceso de acercamiento sempiterno a un
En este sentido limitado, las condiciones estado final—la ‘verdad’—, se parece mucho más
histórico-sociales influyen en el abandono de una a un proceso de evolución darwinista, en que la
teoría. La influencia social sobre qué teoría debe nueva teoría resulta tener un poder explicativo
ría sustituir a la abandonada es mucho más direc más ajustado con respecto a determinado ecosis
ta. Normalmente, se presentan varias opciones. tema natural o social.
II
La tesis sociológica
Por lo regular no es la sociedad en general, o una comerciantes y empresarios habían erigido du
muestra representativa de ella, la que se dedica a rante el mercantilismo. Ricardo (1951, i, p. 77 y
la ciencia, si no grupos sociales bien definidos. Es I V , p. 21), en cambio, asegura que los terratenien
por ello que la determinación de los problemas tes se enriquecen a costa dé las demás clases socia
que abordarán los investigadores y los métodos les, porque —vigente la prohibición de importar
que emplearán están supeditados al interés y la cereales— el alto precio de los granos hace au
situación social de este grupo y no al interés gene mentar los salarios nominales de los obreros y
ral. Los monjes medievales resolvieron satisfac caer la tasa de ganancia y la capacidad de compe
toriamente sus problemas de horticultura y de tencia de los industriales. Marx describe bien el
fermentación de la leche, del trigo y de la uva antagonismo entre capital y trabajo en un mundo
para fabricar quesos, cerveza y champaña. A la con una baja tasa de ganancia por efecto de la
solución del problema de los campesinos que aguda competencia entre capitales, y con una
trabajaban con el arado egipcio tan inapropiado aristocracia obrera que se vincula más con el capi
para los pesados suelos al norte de los Alpes, no tal nacional, que le asegura privilegios que con
aportaron nada: los campesinos lo resolvieron los obreros pobres dentro y fuera de su país.
con el invento de la vertedera y, por no contar Las distintas interpretaciones de la teoría clá
con el apoyo del conocimiento sistemático, lo hi sica han podido describir los más diversos siste
cieron muy lentamente. mas de explotación de una clase por otra que se
dieron en el desarrollo del capitalismo. Si los
1. La teoría económica clásica investigadores que hoy siguen utilizando la teo
ría clásica como instrumento de trabajo no han
La teoría económica clásica se preocupó de la ofrecido una interpretación satisfactoria de los
riqueza y del desarrollo de las naciones; quie sistemas de explotación actuales, es por su ten
nes propusieron esta teoría constituyen una mues dencia a apoyarse en interpretaciones de la teoría
tra representativa de todas las clases urbanas clásica que tratan de otras condiciones históricas
(O’Brien 1975, p. 8)—excluidos por supuesto los en vez de reinterpretar innovadoramente el viejo
trabajadores. Como cada una de sus interpreta marco teórico con referencia a las condiciones
ciones se refirió a un tiempo histórico o a una vigentes.
nación diferente, la clase social que esta teoría
identifica como enemigo de un futuro desarrollo 2. La teoría económica neoclásica
varía con la interpretación.
Una confrontación ahistórica de las afirma La teoría económica neoclásica en cambio no
ciones de los fisiócratas, de Adam Smith, de Ri aportó nada a los debates sobre política económi
cardo y de Marx demostraría cuan contradicto ca en sus primeros decenios (Stigler, 1972, pp.
rias son sus declaraciones con respecto a la coinci 572 a 578) y enseña que todas las clases reciben lo
dencia del interés de una clase social con el inte que merecen. Que esta teoría no diga nada con
rés social; por desgracia el ahistoricismo es la respecto a los grandes temas de los clásicos no es
regla y no la excepción entre científicos. Para los casual sino resultado de la estructura de esta
fisiócratas la burguesía era una ‘clase estéril’ y su teoría. Los que la patrocinaron eran casi todos
trabajo improductivo porque fabricaba y co profesores universitarios y la teoría refleja bien
mercializaba sobre todo “productos no básicos” los valores estéticos y alejados del debate político
(Sraffa, 1926) para la nobleza francesa. Adam de este grupo social. Así como las recomendacio
Smith (1937, pp. 248 a 250), en cambio, identifi nes políticas de los clásicos son posiciones acientí
có el interés social de los terratenientes con el ficas para los neoclásicos, porque implican una
interés social general, porque en su tiempo había comparación imposible de beneficios subjetivos,
que destruir los monopolios y privilegios que los la imposibilidad de hacer recomendaciones de
150 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
este tipo en el marco de la teoria neoclásica impli Jerusalén pero mentalmente en Roma, así las
ca para los economistas de cuño clásico “llevar a clases altas latinoamericanas viven físicamente en
la eutanasia a nuestra ciencia” (Hicks 1939, p. América Latina, pero mentalmente en Europa o
697). Dice Harrod (1938, p. 396) al respecto: “Si los Estados Unidos” (citado en Steger 1971, p.
hubiera que aceptar estrictamente la imposibili 30).
dad de comparar el beneficio de diferentes indi Ahora, si son éstas las clases que se dedican a
viduos... el economista, en su papel asesor, resul la ciencia, no es muy probable que la importación
taría totalmente bobo y a menos que sus especu de teorías, que en el nuevo medio podrían tener
laciones se consideraran de altísimo valor estéti menor atinencia social, condujera a la frustra
co, sería aconsejable suprimirlo”. ción y con el tiempo al rechazo de la teoría. Como
estas clases forman parte del mundo intelectual
3. Una ciencia herodianizada de los países de donde procede la teoría y como
los lugares donde estudian e investigan parecen,
Con respecto a las clases sociales que en América comparados con el resto del país, enclaves cultu
Latina se dedicaron a la ciencia, las futuras clases rales, los procesos de corrección respecto a una
medias, opina J.B. Alberdi (1836, iv, p. 62); “El teoría inconveniente se dan más lentamente o no
gaucho argentino, el hacendado, el negociante, se dan. Es de esperar que estas clases elijan, de la
son más aptos para la política práctica que nues oferta ofrecida en los países de su orientación
tros alumnos de Quinet y Michelet, maestros que intelectual, la que más convenga a su país, pero
todo conocen menos Sudamérica”. Sobre la rela no es probable que arriesguen una ruptura y un
ción de esta clase con su propio país dice Alberdi cambio de teoría independizándose de su patria
(1886, III, p. 80): “Podríamos definir la América espiritual.
civilizada, diciendo que es la Europa establecida Evaluando su aporte intelectual y científico,
en América” y (1916, p. 134): “Toda gran ciudad habría que llegar a la conclusión de Medina
sudamericana aspira ser un petit París”. Aunque Echavarría (1955, p. 65) respecto a su contribu
la relación cultural e intelectual de esta clase lati ción económica: “Considerada en su conjunto,
noamericana con Europa y Estados Unidos fuera parece problemático que la clase media latinoa
menos fuerte en los países al norte del Cono Sur, mericana, en su estructura actual, pueda ser ca
parece sin embargo que también en el resto de paz de dar una respuesta óptima en la medida
América Latina su conexión intelectual con el requerida por el desarrollo económico que hoy
centro era suficientemente determinante. Sobre se pretende”.
el ánimo de los científicos del Porfiriato dice L.
Zea (1968, p. 317): “Lo mexicano es importante,
acaso sería de desearse su realización; pero esto 4. El progreso de la ciencia herodianizada
sería un camino erróneo, puede implicar su des
trucción. Lo que predomina, lo fuerte, es la in Hay que recordar lo expuesto anteriormente so
fluencia del genio sajón; México, si quiere subsis bre el progreso científico y matizar la tesis sobre
tir, tendrá que adaptarse a este genio, sajonizar- la menor atinencia de una ciencia herodianizada.
se, no queda otro camino, y aunque quedase, ya La dinámica del desarrollo de la ciencia incluye
se decidió y se dio el impulso que seguir; ahora dos tipos de progreso; el progreso de la ciencia
no queda otro camino que el decidido y esperar normal en el marco de alguna teoría y el progre
las consecuencias del mismo”. so científico mediante el cambio de teorías. La
Los fenómenos aludidos en las citas dan tesis sociológica sobre los científicos latinoameri
cuenta de un proceso conocido. Su primera des canos se refiere únicamente al progreso median
cripción proviene de Toynbee cuando se refiere te el cambio de teorías. No se excluye que estos
a los grupos judíos en la Palestina de Heredes científicos interpreten una teoría dominante y
que, como Herodes mismo, estaban más intere estructuralmente inconveniente en forma tan ra
sados e informados de los acontecimientos de dical que a un nivel pragmático esa teoría tenga
Roma que de los de su propio país. Respecto a las más o la misma atinencia social que otra aparen
clases herodianizadas en América Latina escribe temente más conveniente, pero todavía poco ela
Vekemans: “Como Herodes vivía físicamente en borada. La interpretación que Prebisch y la c e -
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 151
III
El ejemplo de la teoría económica
Para obtener una idea de conjunto de una teoría obra y en los primeros tomos que su preocupa
y de sus antecesores, es a veces poco útil recurrir ción era bien diferente e incompatible con la de
a la opinión de los que profesan esa teoría porque los neoclásicos. Para ellos, esta frase de que el
“aunque muchos científicos hablan bien y con interés individual garantiza el progreso econó
facilidad de palabra sobre las hipótesis específi mico como si fuera guiado por una mano invisi
cas en que se fundamenta alguna investigación ble (Smith, 1937, p. 423), se convierte en el meo
concreta en curso, apenas si aventajan a los legos llo de su propia teoría (Blaug, 1964, p. 57).
cuando se trata de describir las bases, ios proble Son muy pocos economistas los' que tienen
mas y los métodos aceptados de su disciplina” conciencia del profundo abismo entre la teoría
(Kuhn 1971, p. 86). La visión ahistórica que se clásica y la neoclásica. Casi el único que no man
observa en todas las disciplinas científicas desa tiene la ilusión de que la teoría neoclásica es el
rrolladas se debe a que “en parte por selección y complemento o la consumación de la teoría clási
en parte por distorsión, se presenta implícita ca, es el joven Schumpeter. En su vigorosa defen
mente a los científicos de épocas anteriores como sa de la teoría neoclásica admite (1908, pp. 182 a
si hubieran estado trabajando sobre el mismo 183): “La estática y la dinámica son áreas comple
conjunto de problemas y de acuerdo con el mis tamente distintas: no sólo tratan problemas dife
mo conjunto de cánones que haya hecho apare rentes, sino que emplean métodos y materiales
cer como ‘científicos’ la revolución más reciente distintos. ...Con respecto a los fenómenos del
en la teoría y la metodología (Kuhn 1971, p. 215). desarrollo y a los ‘grandes problemas’del progre
so económico estamos completamente per
1. La teoría clásica no es protoneoclásica plejos”. Por esto, publicó en 1911 su teoría del
desarrollo económico en que describía los dese
Por estos procesos hoy hemos llegado a llamar quilibrios de ese proceso. Para explicar la dife
teoría neoclásica a la teoría nacida en 1870, que rencia de este libro con los sistemas de equilibrio
nada tiene que ver con la teoría clásica anterior. presentados en su libro de 1908, Schumpeter
Como los neoclásicos encontraron en el tomo iv (1961, p. xi) dice: “¿Es realmente irreal o artifi
de la Riqueza de las naciones (1776) una proposi cial mantener separados los fenómenos relativos
ción compatible con su propia teoría, de nada le a la gestión de una empresa establecida de los que
sirvió a Adam Smith exponer en el plan de la atañen a la creación de una nueva?”
152 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
También Robbins y Hicks apreciaron esta momento sus explicaciones dejaron de ser inco
diferencia. Robbins (1974, p. 35) advirtió que, a nexas. Este enfoque sistèmico se debe al médico
partir de la teoria neoclásica “se manifestó ...una
de Mme. Pompadour, Francois Quesnay, que se
tendencia por parte de los economistas a concen hizo famoso cuando, usando un modelo hidráu
trar su atención en la distribución de los medios lico, refutó la tesis de que la sangría habría de ser
de producción y no en el desarrollo”. Hicks aplicada en el lugar más alejado de la inflama
(1975, p. 325) compara las observaciones de ción. En años posteriores empleó esta visión de
Schumpeter (1954) con respecto a los economis un círculo de flujos al movimiento de mercancías
tas clásicos con las que hace sobre Jevons, Walrasy de dinero para analizar la economía francesa y
y Menger y con referencia a los primeros dice: los escollos que se oponían a su desarrollo.
“¿Por qué los menosprecia? ¡Porque pertenecen La primera indicación de este modelo es que
al bando contrario ¡” se debe reponer al final de un ciclo de produc
Sin entrar en la discusión sobre las tergiver
ción lo consumido en el proceso. La segunda es
saciones neoclásicas de la teoría clásica, que pre
que solamente si se asegura un excedente sobre
sentan a los clásicos como si fueran protoneoclá- la cantidad de mercancías consumidas en el pro
sicos, baste recordar algunos de tantos elementos ceso de producción, puede haber desarrollo eco
que distinguen a ambos bandos: ‘Capital’ en el nómico, El análisis subsiguiente enfoca así los
sentido clásico son los insumos heterogéneos de factores que influyen positiva o negativamente
la producción, incluso el capital variable: los sala
sobre este excedente: progreso tecnológico esti
rios; el ‘capital neoclásico’ excluye los salarios y
mulado por el tamaño grande y creciente del
supone que las instalaciones físicas son malea mercado; consumo productivo o improductivo
bles, es decir, para los neoclásicos capital es una
como manera de emplear el excedente; distribu
masa homogénea, algo remodelable como la ción del producto social entre las clases, como
plastilina. ‘Interés’, ‘renta’ y ‘salario’ constituyen
determinante del porcentaje de trabajo impro
para los clásicos los ingresos de las tres clases ductivo. La determinación de los precios —la
sociales más importantes en su tiempo, cuando preocupación de los neoclásicos— es para los
para los neoclásicos son las retribuciones a los clásicos un aspecto secundario comparado con
‘factores de producción’ universales: capital, tie
los aspectos relacionados con el desarrollo econó
rra y trabajo. Según la teoría clásica, la competen
mico.
cia en el mercado obliga a que los precios bajen El modelo general de la teoría clásica encon
con el progreso tecnológico, un elemento incom tró varias interpretaciones. La primera es el ta
patible con la teoría neoclásica; para los neoclási
bleau économique de Quesnay y los fisiócratas; la
cos la competencia asegura que los factores de segunda el modelo trigo-trigo que Ricardo expu
producción reciban su ‘producto marginal’, un so en un escrito perdido y que Sraffa pudo re
elemento incompatible con la teoría clásica. Los construir, La tercera es la interpretación que Ri
clásicos determinan la distribución entre las clacardo utiliza en los Principios (1817) y que se
ses sociales antes de determinar los precios de las
adecúa más a una economía que se basa en con
mercancías, ya que estos últimos varían con la tratar mano de obra. Pero también en la primera
distribución: los neoclásicos lo hacen a la inversa,
frase de la Riqueza de las naciones: “El trabajo
determinan la distribución como resultado de anual de cada nación es el fondo que original
oferta y demanda de ‘factores de producción’ mente le suministra todas las cosas esenciales y
siendo la demanda el resultado de la demanda de servicios que consume durante el año”, Adam
mercancías y de sus precios. Basten estos ejem Smith se refiere al fondo recirculante del modelo
plos para indicar que los clásicos y los neoclásicos,
clásico y no a factores de producción como lo
aunque usen las mismas palabras, se refieren a entienden los neoclásicos. La interpretación más
conceptos teóricos diferentes. reciente de la teoría clásica es el análisis de
insumo-producto de Leontief, quien presenta su
2. La estructura de la teoría clásica trabajo diciendo (1966, p. 9); “El estudio estadís
tico presentado en las páginas siguientes puede
Si con los clásicos la teoría económica empezó definirse como un intento de ... construir un
como ciencia, es porque solamente a partir de ese tableau économique de los Estados Unidos para los
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 153
años 1919 y 1929”. Leontief mismo señala algu revela que utiliza los mismos conceptos y los mis
nas diferencias entre su matriz de insumo-pro mos temas que la teoría clásica. Esto se logró —en
ducto y sus trabajos en la tradición de la teoría parte posiblemente sin estar consciente de la re
neoclásica, pero no el profundo antagonismo en lación con la teoría clásica—, por medio de hipó
tre ambos como lo hace constar Schwartz (1961, tesis ad hoc y supuestos auxiliares. El resultado
pp. 196 a 197). Aparte de la relación directa con era suficientemente diferente de las interpreta
la obra de Quesnay, hay que buscar las fuentes ciones estándares de la teoría neoclásica como
intelectuales de Leontief —estudiante ruso en el para que muchos economistas norteamericanos
decenio de 1920— en los ‘balances materiales’ de (Viner, Haberler, Bronfenbrenner, Powelson,
la planificación soviética y en los esquemas de Flanders, etc.) consideraran que “los traba
reproducción de Marx, ambos descendientes del jos teóricos de la c e p a l no estaban a la altura de
tablean économique, las normas profesionales de economistas acadé
micos” (Pollock 1978, p. 83; véase Prebisch 1963,
3. La estructura clásica y los problemas p. xi).
del subdesarrollo La teoría de Prebisch es una teoría macroeco-
nómica como la teoría clásica y en contraposición
Como la teoría clásica ha encontrado interpreta con la teoría neoclásica cuyo centro es microeco-
ciones para analizar el proceso de desarrollo en nómico. Como los clásicos, Prebisch se refiere a
distintos países y épocas —la teoría orientó du un problema de desarrollo bien definido por
rante decenios la política económica de Inglate circunstancias históricas, y no presenta una teo
rra— es de suponer que también para los proble ría universal y eterna como los neoclásicos. Para
mas de los países subdesarrollados de hoy podrá Prebisch, como para los clásicos, el capital es algo
ofrecer interpretaciones de gran poder explica heterogéneo; las consecuencias desastrosas de
tivo. este supuesto para la teoría neoclásica son sufi
Fue así como W. Arthur Lewis (1954) dice: cientemente conocidas. Mediante su supuesto de
“Este ensayo está escrito en la tradición clásica, que existen paralelamente tecnologías de dife
rentes generaciones, Prebisch construye un con
con las hipótesis clásicas y las preguntas clásicas...
El estudioso de tales economías [es decir subde cepto de ‘excedente’ que rinde el mismo servicio
sarrolladas] por lo tanto, tendrá que remontarse que el concepto ‘utilidad’ en la teoría clásica.
a los economistas clásicos, antes de encontrar una Tanto como los clásicos, Prebisch está preocupa
estructura analítica en la cual pueda útilmente do por el efecto del consumo improductivo res
encajar sus problemas”. W. Arthur Lewis, un pecto al desarrollo. Su discusión de la relación de
negro de Jamaica y profesor de Manchester, se precios del intercambio, el asunto que más irritó
inscribe intelectualmente entre los economistas a los economistas de los países industrializados,
ingleses preocupados por la suerte de las anti sólo se puede entender en el marco de la teoría
guas colonias, que, seguidores de A. Marshall, se clásica que distingue entre los rendimientos cre
sentían en mayor grado comprometidos con los cientes de la industria de transformación (sector
clásicos (Dubiel, 1984, pp. 79 a 96). dominante en los países centrales) y los decre
En América Latina Raúl Prebisch ha desa cientes en la producción de materias primas (sec
rrollado un modelo similar pero con mucha tor dominante en países periféricos). Hasta cuan
mayor repercusión que Lewis, ya que encabezó do “el pensamiento de la c e p a l ... había alcanzado
amplia respetabilidad académica en los Estados
primero la c e p a l y luego la u n c t a d . A diferencia
de Lewis, no encontramos en Prebisch casi nin Unidos”, se mantenían vivas ciertas críticas “cen
guna referencia en favor de la teoría clásica y en trándose principalmente en torno a los primeros
contra de la teoría neoclásica. Prebisch parece planteamientos de la c e p a l sobre la relación de
convencido de que los clásicos son realmente precios del intercambio” (Pollock, 1978, p. 83).
unos protoneoclásicos (Prebisch 1979, pp. 171 a
172) como los presentan las interpretaciones 4. La tesis de Prebisch
neoclásicas. Sin embargo, un análisis de los ele La competencia económica, que según la teoría
mentos que Prebisch aplica en sus explicaciones neoclásica asegura que a cada ‘factor de produc
de la causa del subdesarrollo latinoamericano ción’ se pague lo justo, es decir su ‘producto
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marginar, es necesaria según la teoría clásica pa En esta discusión sobre una tesis mal enten
ra que los precios de los bienes reproducibles dida de Prebisch, muchas ‘refutaciones’ suponen
varíen con los costos de producción. En el sector que las estadísticas podrán explicar o refutar algo
de transformación, los costos de producción sin ser interpretadas por una teoría. Este empi
bajan más rápidamente que en los sectores pri rismo es un rasgo común a varías ciencias sociales
marios por la mayor posibilidad de división del en ios Estados Unidos, donde se recurre a la
trabajo y tecnificación {Adam Smith, 1937, p. 6). computadora, pero no tanto a la teoría. Por esto,
Un aumento del tamaño del mercado conduce los datos estadísticos presentados para refutar a
por lo tanto en la industria a una reorganización Prebisch —“no hay comprobaciones de un em
de la producción, cuando en la agricultura y en la peoramiento sistemático de la relación de precios
minería los costos no bajan o hasta aumentan del intercambio para las materias primas”— en
porque hay que recurrir a tierras y depósitos realidad corroboraban la tesis de Prebisch, a sa
minerales marginales para producir más. ber, la infracción de las reglas del mercado mun
En este proceso, los beneficiarios del progre dial en favor de los países industrializados, por
so tecnológico derivado de un mayor tamaño del que la relación de precios del intercambio no
mercado son los consumidores nacionales e in había variado como debió haberlo hecho si todos
ternacionales de, un producto ahora más barato. los participantes del sistema hubieran tenido las
Ef empeoramiento de la relación de precios del mismas oportunidades.
intercambio para los productos industriales es
necesario para recompensar a los consumidores 5. La pugna entre representantes de teorías
de países no industrializados de la ventaja que distintas
tiene la industria respecto a los progresos tecno
lógicos inducidos por un mayor mercado. De Conviene ubicar esta polémica entre Prebisch y
hecho, el mercado mundial funcionó de acuerdo los economistas neoclásicos en el marco general
con la teoría clásica hasta 1850 y en menor grado de las discusiones entre científicos con teorías
hasta 1882 (Imlah, 1950, p. 183). A partir de esa diferentes. Las razones de por qué estas discusio
fecha el proceso empezó a invertirse. Los progre nes tienden a ser conflictivas han sido expuestas
sos tecnológicos agrícolas condujeron a bajos por Kuhn (1971), Pero no solamente en discusio
precios para los consumidores nacionales e inter nes entre físicos aristotélicos, newtonianos o de la
nacionales, en tanto que los progresos tecnológi teoría cuántica, sino también en discusiones en
cos industriales se distribuyeron sobre todo entre tre mercantilistas, economistas clásicos, neoclási
los productores nacionales: una parte aumentó cos o institucionalistas se observa una circulari-
la ganancia de las empresas y su capacidad de dad de la argumentación: cada bando trata de
investigación y desarrollo tecnológico, otra parte demostrar que su teoría satisface las normas cien
permitió mejorar losjornales obreros. A pesar de tíficas que esta misma teoría prescribe y que la
que estos aumentos de jornales son para una otra viola. Difícilmente los neoclásicos podrían
empresa costos, habría que contabilizarlos eco entender un argumento de Prebisch que supone
nómicamente como ganancia o renta en favor de la existencia de rendimientos crecientes, cuando
los obreros, porque se originan en la mayor facili su propia teoría es incompatible con este supues
dad de los obreros industriales —comparada con to (Sraffa, 1926; Kicks, 1957, pp. 83 a 85).
los jornaleros agrícolas, los campesinos y otros Ya que las posiciones de Prebisch sólo pue
sectores— de formar un sindicato eficaz y ejercer den comprenderse en el marco de la teoría clási
presión (Adam Smith, 1937, p. 126). Cabe seña ca, no es de extrañar que esta polémica contra
lar que el empeoramiento de las relaciones de Prebisch muestre una estrecha correlación entre
intercambio ha sido no solamente un factor deci la ignorancia con respecto al contenido de la
sivo en las relaciones internacionales, sino tam teoría clásica y la militancia de ataque que a veces
bién en las relaciones sociales nacionales (para hasta viola las reglas académicas (véase Bronfen-
Inglaterra, véase A. Smith, 1937, p. 126; para los brenner, 1976). En este sentido, esta polémica es
Estados Unidos, véase Krieg, 1984, pp, 61 a 64; otro ejemplo de la tesis de Stigler (1969, p. 222)
para la China maoista, véase Aubert 1981, p. sobre las enseñanzas de las antiguas controver
100). sias en teoría económica: “La lección inevitable es
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS ! Ivo Dubiel 155
que uno no puede involucrarse tan profunda res consideran que están rebatiendo algo que yo
mente en las controversias actuales si ha estudia he dicho, en el subentendido, presumiblemente,
do las del pasado. ...La lección más sutil es que no de que mis afirmaciones, que yo creía sin equívo
vale la pena aprender la primera lección; un cos, en realidad querían decir otra cosa que lo
tratamiento moderado, desapasionado y bien que aparentaban decir. ...En todo caso, les ruego
equilibrado de las propias teorías las perjudica que de vez en cuando vuelvan a leer lo que he
tanto a éstas como al propio status académico y a escrito” (citado por Gilboy 1939, p. 634).
los emolumentos profesionales”. Estas vivencias y otras peores que caen fuera
Los mayores opositores de Prebisch eran Ha- del marco académico, tienen sin embargo una
b erler, Viner y B ronfenbrenner. Haberler larga trayectoria en la teoría económica. Desde
(1957, pp. 335 y 336; 1964, p. 126) no compren Adam Smith hasta hoy se siguen refutando teo
de ló que critica a tal grado que contrasta la tesis rías mercantilistas —esta denominación despec
de Prebisch con la tesis de los economistas clási tiva la inventó Adam Smith— que ningún mer-
cos. Viner (1953, p. 44) escribe: "Todo lo que cantilista destacado ha sostenido (Ingram, 1888,
encuentro en el estudio de Prebisch... es la identi p. 37; Cannan, 1903, p. 3). Con medidas de con
ficación dogmática de la agricultura con la po trol de las importaciones y fomento de las expor
breza”. La teoría clásica tiene para Viner (1953, taciones los mercantilistas intentaron crear un
p. 12) un carácter estático, cuando hasta una aumento de utilidades que por medio de multi
lectura de Samuelson le podría haber indicado lo plicadores y aceleradores fomentaría el desarro
contrario. Bronfenbrenner (1976, p. 825) infor llo industrial nacional; los países industrializados
ma sobre "el avance de la u n c t a d de un chiste pudieron aprovechar en el siglo pasado estas me
internacional a un flagelo internacional. ... Este didas de fomento gracias a la evolución de la
ha sido más importante y más acelerado, en una relación de intercambio a su favor, sin tener que
generación, que la expansión de la mafia desde recurrir a medidas gubernamentales. Un trata
las Dos Sicilias a Nueva York y Chicago”; las miento sereno de estas políticas podría haber
resoluciones de la u n c t a d i y ii fueron en gran indicado que el argumento de Adam Smith
parte el resultado de la gestión personal de Pre (1937, p. 415) que el mercado exterior permite
bisch (Nye, 1972). Por otro lado imputa Bronfen bajar los costos de producción cuando es peque
brenner (1971, p. 142) a Adam Smith una posi ño el mercado nacional, constituye una justifica
ción de laisser-faire y de armonía de clases sociales ción perfecta de las políticas mercantilistas, como
como si nunca hubiese leído en la Riqueza de las de hecho observó J.S. Mili (1909, p. 579). La
naciones nada sobre el antagonismo entre los que mayoría de los economistas, en cambio, prefirió
producen materias primas en el campo y los que no aceptar matices en la defensa de la ‘racionali
producen manufacturas en la ciudad (Smith, dad económica’ y, para algunos participantes de
1937, p. 124 a 126), o la pugna según Smith esta polémica, del fundamento de una sociedad
(1937, p. 248), entre la sociedad y los comer libre; en el calor de estos debates es perdonable la
ciantes. omisión de citas e indicación de fuentes.
Se podría ampliar esta lista de correlaciones En esta tradición Haberler (1957, p. 335)
entre militancia e ignorancia, pero es más impor refuta "la hipótesis de un empeoramiento secu
tante destacar que no se trata de deficiencias lar de los términos de intercambio”. Como esta
aisladas por parte de algunos científicos. La ex “tesis de Prebisch” es “conocida” (Haberler 1957,
periencia de Prebisch es la misma que tuvo Key- p. 331), a Haberler y a otros les parece innecesa
nes con los economistas de Harvard. Escribía rio indicar dónde Prebisch ha sostenido tal tesis.
Keynes en 1938: "Podría valer la pena defender Otros criticaban que Prebisch utilizara tal índice
lo que uno ha dicho si todavía lo sostiene. Pero y no otro, cuando Prebisch no utilizaba ninguno
una controversia que surge porque alguien le porque lo que había hecho era republicar una
imputa a uno algo que nunca ha dicho ni sosteni estadística de la Liga de las Naciones editada en
do, no podría ser f^ructífera. En Harvard se ha 1949 por las Naciones Unidas. Aparte esto, dice
publicado una serie de artículos ...que no contra Powelson (1977, p. 19): “Los años finales del
dicen nada de lo que yo he dicho, sino que por el estudio de Prebisch (!) estaban en la crisis mun
contrario lo ejemplifican. Sin embargo, los auto dial”, cuando la estadística citada por Prebisch
156 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
termina en 1946-1947, Un miembro del comité que tenía en la interpretación de Ricardo. Pero
de expertos de la o c d e para la evaluación de los sólo cuando la burguesía inglesa en las postrime
métodos de determinar las necesidades de asis rías del siglo pasado consideró al país definitiva
tencia de los países subdesarrollados crítica “los mente desarrollado, estuvo preparada a abando
fundamentos del cálculo presentado por Pre- nar una teoría que enfocaba los problemas del
bisch respecto al creciente déficit de la balanza de desarrollo. Gairnes decía en 1870: “Creo advertir
pagos de los países subdesarrollados” (Duerr, en la literatura y la discusión social de hoy señales
1967, p. 207), sin indicar dónde Prebisch ha pre de que ya no se confía en la economía política
sentado tal cálculo cuando Prebisch (1962, p, 17) como especulación fructífera. ...No se niegan los
constata que ni aproximativamente se podrían aportes de esta ciencia pero se piensa que sus
cuantifícar estas necesidades financieras de los objetivos ya están casi enteramente cumplidos”
países subdesarrollados. Estos autores podían es (Ingram 1878, p. 6). Sólo cuando arraigó en la
tar confiados de que sus revistas publicarían sus parte políticamente importante de la población
‘refutationes’ pero nunca ‘los panfletos’ (Haber- esta convicción de haber alcanzado el desarrollo,
ler 1964, p. 136) de Prebisch. Siendo así las cosas, resultó más atractiva la teoría neoclásica, porque
parece normal que fuera necesario que James afirmaba que todos los participantes en el proce
Conant amenazara con renunciar a la presiden so económico estaban en situación inmejorable
cia de Harvard para que la junta de gobernado cuando el proceso de desarrollo se daba en con
res de esa universidad aprobara el ascenso a cate diciones de competencia.
drático de un economista tan destacado, aunque Hobsbawm (1969, p. 220) caracteriza este
no tradicional como Galbraith; Haberler protes viraje intelectual frente a la situación del decenio
tó por escrito contra esta admisión (Kemton, anterior al indicar que “fundar una economía
1981, p. 24). industrial no es lo mismo que manejar una que ya
La mayoría de estos autores neoclásicos esta existe” (con estas palabras Schumpeter (1961, p.
ban conscientes de que sus ‘refutaciones’ de la xi) distingue el contenido de su libro neoclásico
‘tesis de Prebisch’ habían sido recibidas con sumo de 1908 del escrito en 1911). Sobre las tendencias
agrado por los políticos de sus naciones (Haber de la época dice Hobsbawm (1969, p. 126): “El
ler, 1957, p. 325); Powelson 1977, p. 17). El en burgués de la clase media británica al entrar en el
sayo más destacado en este género ha sido sin decenio de 1870 que reflexionara sobre su situa
duda el de Bronfenbrenner (1976) quien termi ción, podría haber llegado a la conclusión de que
na sus comentarios sobre Prebisch y la u n c i a d todo estaba en inmejorables condiciones en el
diciendo: “Esa es la conspiración (o locura, si así mejor de todos los mundos, A la economía britá
lo quieren) a la que hay que resistirse. Natural nica no podía pasarle nada grave”. Keynes (1971,
mente, cabe esperar que se derrumbe sola pero I I , pp. 5 a 7) concuerda: “En este El Dorado
no es probable que esto suceda en un futuro económico, en esta utopía económica, como la
inmediato.” hubiesen considerado los economistas del pasa
do, nos hemos criado casi todos... Pero lo que es
6. Los cambios de teoría económica más, era que él [el londinense] consideraba esta
en el centro situación como normal, segura y duradera, salvo
que sobreviniera un mayor mejoramiento, y toda
Los primeros ataques contra la teoría clásica em desviación como una aberración, un escándalo y
pezaron con Bailey y Cotteril en el decenio de algo evitable”. Conservar en esa situación un es
1820; como lo sostuvo la teoría neoclásica 50 años quema teórico que pretendía dar luces sobre có
después, argüían que el valor no es una entidad mo salir del subdesarrollo, habría sido ridículo e
objetiva, sino que está determinado por el juicio infructuoso. La teoría clásica cedió a la neoclá
subjetivo de cada consumidor. Su tesis de que el sica.
capital es tan productivo como el trabajo, convi Así como la estructura de la teoría clásica
no a una burguesía que se sentía atacada por los enfoca la dinámica del desarrollo y su interpreta
socialistas: los ricardianos primero, los de Marx ción más simple es el modelo trigo-trigo de Ricar
más tarde. Con J.S. Mili la teoría clásica cedió do, la estructura de la teoría neoclásica ilumina
algo a esta presión y perdió la coherencia lógica los problemas homeoestáticos del equilibrio y su
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 157
interpretación más simple es una subasta. En ella ministrar al pueblo un abundante ingreso o sub
se reúnen todas las mercancías por subastar y sistencia o, hablando con más propiedad, habili
todos los compradores. Cada comprador tiene tar a sus individuos para lograr por sí mismos
una suma fija de dinero y determinadas prefe ambas cosas y ... proveer al Estado de rentas
rencias. El problema es cómo distribuir las mer suficientes para el servicio público”. Pero supo
cancías reunidas de forma tal que ninguna otra ner una buena acogida sería ignorar la orienta
distribución pueda resultar en un beneficio ción intelectual de la mayoría de los científicos
mayor para el conjunto de los presentes. Este sociales en América Latina. En vez de ser aprecia
cambio de la pregunta de “cómo producir más en do y superado, Prebisch fue atacado no sólo por
cada ciclo” a “cómo distribuir óptimamente lo ya los economistas de los países industrializados, si
producido” refleja la evolución de una sociedad no también de América Latina, tanto por la dere
en desarrollo a una que se siente desarrollada. cha como por la izquierda; es irónico que fuera
un sociólogo (Cardoso, 1977) y no un economista
7. Los cambios de teoría económica quien más captase la originalidad teórica de Pre
en la periferia bisch. La derecha prefirió la teoría neoclásica,
dominante en los países industrializados e inca
Tanto en la teoría clásica como en la neoclásica paz de tratar problemas de desarrollo (Schumpe-
puede establecerse una relación entre la estruc ter, 1908, pp. 182 y 183). La izquierda optó a
tura de la teoría y la sociedad que la adopta. Esta partir del decenio de 1960 por explicar el subde
relación no es evidente en los países subdesarro sarrollo de las dos terceras partes del mundo con
llados. Enfrentados con los problemas del desa la teoría del valor del trabajo en el sentido de
rrollo, les debería interesar la teoría clásica, pero Marx, que enfoca la explotación de una clase
como para el investigador los lazos intelectuales y social por otra y que, en este sentido, encubre la
académicos con los centros industrializados en posibilidad de explotación de un tipo de países
gran parte determinan su prestigio social, pos (de los capitalistas y obreros de estas naciones)
terga el desarrollo del país en aras de su propio por otro. Si se respetara más el espíritu de Marx y
ascenso. Raras veces estas decisiones sobre teo no tanto sus textos, este último aspecto pudiera
rías se realizan conscientemente. aparecer más importante. Sin embargo, la teoría
Goodwin {1972, p. 561) sostiene: “La teoría marxista, aun en su forma más vulgar, casi siem
de la utilidad marginal ...es un producto suntua pre limitada a unos pocos conceptos del primer
rio que sólo aparecerá en un estado avanzado del tomo de El capital, es una interpretación de la
desarrollo económico. Siempre que la utilidad teoría clásica y por ello estructuralmente más
marginal de todos los bienes sea muy alta como capaz de explicar fenómenos en países subdesa
ocurrirá en el límite o en un país subdesarrolla rrollados que la teoría neoclásica.
do, es insensato esperar que los economistas pa El argumento de este capítulo ha sido que los
sen su tiempo en analizar los fenómenos de una países hoy desarrollados generaron y cambiaron
utilidad decreciente”. La importación de la teoría la teoría económica frente a la modificación de
neoclásica es en este sentido una importación sus problemas. Los economistas de los países hoy
más de bienes suntuarios para las clases acomo subdesarrollados viraron de teoría cuando los
dadas en detrim ento de los intereses de la economistas de los países desarrollados lo hacían.
mayoría. Estos cambios de teoría relacionados con los pro
Si en vista de la baja utilidad marginal de la blemas de un tipo de países, e independiente
teoría neoclásica en condiciones de subdesarro mente de la situación del propio país en otro, sin
llo, tanto Prebisch como Allyn Young, Arthur duda explican las diferencias en el desarrollo
Lewis y Nurske recurrieron al marco de la teoría económico y científico de unos y otros. El com
clásica para discutir problemas del desarrollo, portamiento de los economistas en los países sub
cabría suponer que los economistas latinoameri desarrollados se explica porque viven intelec
canos se hubiesen aprovechado de este recurso. tualmente fuera de su propio país. A esto contri
No es casual que Prebisch comparta la definición buyó su teoría de la modernización —tomando
del quehacer de la economía política que, en las como país modelo ya sea al país capitalista o al
palabras de Adam Smith (1937, p. 397) es: “Su país socialista más avanzado— que les hizo enten
158 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
der que las condiciones en los países en vías de vieron que encontrar sus propias orientaciones,
desarrollo sólo pueden ser pasajeras y les invitó a en relación con sus propios problemas y condi
seguir por la senda de ese modelo. A falta de un ciones históricas, para seguir progresando en la
modelo, en cambio, los países más avanzados tu ciencia.
IV
El ejemplo de la teoría agronómica
Se ha explicado ya que el progreso científico se hechos, la mayoría de los cuales no son muy
relaciona con las necesidades cambiantes de los precisos, que exige una evaluación económica de
países de origen de las teorías nuevas porque altísimo vuelo, son sumamente difíciles para
inevitablemente el interés o desinterés de los quienes están dotados principalmente con la ca
científicos refleja —casi siempre inconsciente pacidad de imaginar y llevar a sus límites más
mente— la constelación de problemas de su área extremos las repercusiones y condiciones previas
de trabajo y de su país. “El biòtopo de una idea de hechos relativamente simples”. La tendencia a
científica está compuesto de las ideas que existen la matematización de la economía y el enfoque
paralelamente. ...La sobrevivencia de una espe reduccionista en la agronomía, independiente
cie revela, por decirlo así, la existencia de un mente del problema que haya que resolver, son
nicho ecológico. La sobrevivencia de un paradig fuente importante del progreso y de la impro
ma revela una estructura de la realidad” (Weiz ductividad social de ambas ciencias.
säcker, 1974, pp. 10 a 18). Como en los demás
procesos de evolución darwinista, el progreso 1. Evolución de la teoría agronómica
científico, en vez de ser acumulativo, hacia la
‘verdad’, es un proceso de cambios sin un orden La evolución de la teoría agronómica se parece
teleológico, una serie de revoluciones que rom en muchos aspectos a la de la teoría económica.
pen con la teoría antigua en vez de superarla en Hasta mediados del siglo pasado la investigación
el sentido hegeliano. agronómica se orientaba por la teoría del humus
El capítulo anterior muestra esta dinámica o mantillo: la tierra se consideraba como el estó
en la teoría económica. Lo mismo rige para la mago de las plantas; la vida biológica en el suelo
teoría agronómica. Aunque los agrónomos se convertía a la materia orgánica en alimento de los
sientan más relacionados con las ciencias natura cultivos y la formación del mantillo mantenía a
les, la metodología de su ciencia es más semejante estos nutrientes a disposición de las plantas, evi
a la de las ciencias sociales, ya que en uno y otro tando su lixiviación. La tecnología agrícola fo
caso los fenómenos dependen de un sinnúmero mentaba estos procesos naturales, conservando y
de factores interactuantes, y las teorías y los expe aumentando el mantillo en el suelo.
rimentos que sólo enfocan factores aislados son La teoría del humus vinculada con los nom
de muy escaso valor explicativo. Keynes (1971, x, bres de Dombasle, Hasenfratz, de Saussure, Sen-
p. 186) destaca este punto cuando relata y co nebier y Thaer, fue abandonada cuando prime
menta las observaciones de Max Planck respecto ro Sprengel y posteriormente Justus von Liebig
a estas diferencias metodológicas: “El profesor sostuvieron que los minerales encontrados en la
Planck de Berlin, el famoso descubridor de la ceniza —con los métodos de análisis de enton
teoría de los cuanta, me dijo una vez que en su ces— y los que escapan como gases, son lo único
juventud intentó estudiar economía, pero que la que las plantas necesitan. Los experimentos, que
encontró demasiado difícil. El profesor Planck demostraban que las plantas crecen aparente
podría dominar todo el cuerpo de la matemática mente bien en soluciones minerales, libres de
económica en pocos días. ...Pero la amalgama de materia orgánica, corroboraron la nueva teoría
lógica e intuición y el amplio conocimiento de de los minerales. El viraje de teorías suele carac
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 159
terizarse con la transformación de las consignas: la teoría del humus, en los países subdesarrolla
en vez de alimentar al suelo con materia orgáni dos ya que ambas teorías por diferentes que sean,
ca, alimentar a las plantas con sales. reflejan las condiciones sociales y ecológicas de
Los conocimientos químicos desarrollados sus países de origen. El argumento comenzará
en el siglo xviii llevaron a la implantación de la con una crítica de las repercusiones económicas
industria química, sobre todo en Alemania. Von de la agricultura moderna para seguir con sus
Liebig puso estos conocimientos y esta capacidad secuelas ecológicas. Esta segunda parte del ar
productiva al servicio de la agricultura; su nueva gumento es incompleta, pues destaca sólo la dife
teoría agronómica es una respuesta a una nueva rencia entre zonas templadas y el trópico húme
situación en los países industrializados y, sin esta do, cuando la mayoría de los países subdesarro
nueva situación, difícilmente podría haber teni llados se encuentran en los trópicos, pero no
do éxito. Se olvidaron los resultados de la investi precisamente en el trópico húmedo. La limita
gación, en el marco de la antigua teoría, sobre los ción a este sector se debe a razones metodológi
efectos de la materia orgánica y la formación de cas, ya que es más fácil destacar la relación espe
la capa arable, y se reemplazaron con investiga cial de la agricultura moderna con las zonas tem
ciones sobre los niveles de fertilización con mine pladas contrastándola con el funcionamiento de
rales. El éxito de la nueva teoría era tan rotundo la vegetación en el trópico húmedo. El trópico
que pocos agrónomos saben que Justus von Lie seco o semiseco, por lo menos respecto a suelos,
big, el “padre de la agronomía moderna” era no es tan diferente de las zonas templadas y la
también su primer crítico, pues había observado temporada de secas cumple con algunas de las
que la nueva manera de alimentar las plantas les funciones ecológicas del invierno. El análisis de la
resta vitalidad y aumenta la incidencia de plagas agricultura moderna en el trópico seco debería
(von Liebig, 1979, pp. 95 a 98). Sus discípulos incluir el tema de la salinización de los suelos y la
contemporáneos piensan todavía que esta des dificultad de aplicar fertilizantes artificiales
ventaja de la alimentación de las plantas con sus cuando la cantidad de lluvia puede variar mucho
tancias químicas puede contrarrestarse con un de un año al otro.
mayor empleo de productos químicos en forma
de plaguicidas.
a) Las desventajas económicas
Aunque las bases teóricas e ideológicas de la
agricultura moderna datan del siglo pasado, sólo Clement y otros (1973, p. 23) comienzan su
a partir de su aplicación masiva en Estados Uni libro afimando: “La agricultura es una artificiali-
dos desde fines del decenio de 1930 y diez años zación del medio y sus progresos van siempre en
más tarde en Europa, se pudo determinar la el sentido de una conquista sobre las condiciones
posible viabilidad de esta agricultura a largo pla-naturales”. Esta orientación contrasta con la vi
7x). En Europa, donde para compensar una dota sión anterior de que el progreso agronómico es
ción de tierras per cápita equivalente a apenas la una imitación cada vez mejor y una profundiza-
mitad de la que tienen los Estados Unidos se ción de los procesos de la naturaleza. Las tecnolo
suele aplicar el doble de energía en forma de gías concebidas con la nueva oriéntación exigen
insumos por ha {Global 2000, pp. 261 a 280), cada vez más capital y una energía barata, siendo
cunde el número de quienes dudan que este tipo su ideal la fábrica automática de lechugas que se
de agricultura sea viable durante 20 a 50 años independizó de las condiciones climáticas. De he
más. Como el “retorno a los clásicos” que se ob cho, “los aumentos de productividad en el pasa
serva entre los economistas, se vuelve a muchas do dependían en general de un incremento mar
de las tecnologías de la agricultura orgánica antecado del insumo de energéticos” {Global 2000, p.
rior. 261). Los insumos para producir 1000 calorías de
maíz subieron en 33% de 1945 a 1973 en los
2. Los inconvenientes de las tecnologías Estados Unidos según Pimentel y otros (1973, p.
agrícolas importadas 444), y según Hampicke (1977, p. 53), utilizando
los mismos datos pero otros coeficientes de con
En lo que sigue se intenta demostrar los inconve versión, en 78%. En Alemania occidental se du
nientes de la teoría de los minerales, así como de plicó el consumo de energía en la agricultura
160 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
entre 1950 y 1975 (Weber, 1979). Producir una vestigios de la roca madre en zonas templadas
unidad de energía en hortalizas con los métodos ofrece nutrientes minerales que los suelos tropi
tradicionales cuesta 0.05 a 0,1 unidades de ener cales ya no tienen. Los nutrientes minerales que
gía mientras la producción en invernadero en el tenga el suelo y los que el hombre añada serán
norte de Europa cuesta 572 unidades (Luenzer, retenidos en mayor proporción y menos deslava
1982, p. 53). Este tipo de agricultura es a todas dos en los suelos templados porque las tempera
luces menos conveniente en países con gran esca turas más bajas mineralizan menos y las precipi
sez de capital. Por esto, para muchos de los países taciones más bajas deslavan menos el material
más pobres son insubstanciales los logros de la mineralizado. Las arcillas pueden absorber en
agricultura moderna. sus aristas con cargas negativas los iones positivos
de los minerales y evitar su descenso al subsuelo,
b) Los inconvenientes de la fertilización fuera del alcance de las plantas. Esta capacidad
química en el trópico húmedo de retención —cuantificada como capacidad de
intercambio catiónico— es normalmente de tres
En el desarrollo del suelo en función de los a diez veces mayor en las arcillas de tres capas que
factores climáticos, la velocidad de la intemperi- en las de dos. Por la diferencia de precipitación y
zación depende de la temperatura y de la hume de arcillas, las aplicaciones de fertilizantes quími
dad del ambiente. Por sus altas temperaturas y cos deben ser mayores en las zonas del trópico
precipitaciones, la velocidad de intemperización húmedo y pueden llegar a ser inútiles, ya que por
en el trópico húmedo es cien veces mayor que en falta de capacidad de intercambio catiónico la
las zonas templadas (Weischet, 1981, p. 20). Los mayor parte del producto químico se lixivia con
suelos típicos del trópico húmedo son por esto la próxima lluvia tropical. No solamente resulta
mucho más desarrollados que los suelos templa intrascendente la investigación sobre fertiliza
dos, con excepción de las zonas de inundación y ción química en gran parte del trópico, sino tam
las de altura, donde la intemperización es más bién las que llevan a la producción de semillas
lenta, y de los suelos jóvenes, por actividad volcá mejoradas, que responden positivamente a altas
nica reciente o porque se trata de suelos arrastra dosis de fertilizantes químicos. El esfuerzo de
dos desde las zonas de altura. En el proceso de investigación agrícola más notable, conocido co
intemperización se deshace la roca madre y ter mo la revolución verde, ha duplicado las cose
mina formando un elemento nuevo, la arcilla chas en los países industrializados y éstas siguen
que es un cristal laminar. En las zonas templadas aumentando. En los países del trópico, en cam
se suelen encontrar casi siempre a poca profun bio, después de los aumentos obtenidos cuando
didad piedras que indican el material originario; estas semillas se utilizaron en las áreas más apro
los suelos tropicales suelen ser mucho más pro piadas de humedad y cultivo, los crecimientos se
fundos y sin vestigios de la roca madre. La intem estancaron a pesar de los aumentos continuos de
perización altera también el estado de las arcillas. los insumos, como fertilizantes químicos y ma
Al principio se forman sobre todo arcillas de tres quinaria (Weischet, 1981, pp. 11 a 13). Las semi
capas (ilitas, vermiculitas, montmorilonitas), pe llas que al principio se llamaron ‘variedades de
ro las altas temperaturas y las precipitaciones las alto rendimiento’ y luego, con más modestia, ‘se
desilifícan y llevan a la formación de arcillas de millas mejoradas’ se deberían llamar —^si los in
dos capas (caolinitas). Por estos procesos se sue vestigadores estuvieran dispuestos a sustituir sus
len encontrar en las zonas templadas sobre todo etiquetas ideológicas por otras más técnicas— ‘se
arcillas de tres capas cuando en suelos del trópico millas de alta respuesta’ (Mooney, 1981, p. 54) a
húmedo dominan las de dos. condiciones óptimas de humedad, de manejo de
La diferencia en la cantidad de vestigios de la suelo y de aplicaciones químicas (fertilizantes y
roca madre originaria en los procesos de minerali- biocidas). La lista de condiciones óptimas para
zación, más la diferencia en la precipitación, más estas semillas es una descripción de las condicio
la diferencia en el tipo de arcillas, explican por nes en los campos experimentales de los agróno
qué la teoría de los minerales da mejores resulta mos de las zonas templadas. Donde estas condi
dos en los suelos de las zonas templadas que en ciones no se presentan, la respuesta de las semi
los suelos tropicales. La intemperización de los llas mejoradas, resultado de investigaciones muy
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 16]
costosas, es muy inferior a la de. las semillas de los nos de los ganaderos y sus vacas. Se confunden
campesinos (Muñoz y otros, 1976). Cuando el las características de una determinada tecnología
período de lluvias es corto y la precipitación inse con las características de una zona; hoy ya nadie
gura, los suelos poco profundos y el terreno incli diría, como lo dijeron los romanos, que las zonas
nado, sería irracional que el campesino usara al norte de los Alpes son generalmente infértiles
semillas mejoradas aunque tuviera la capacidad porque no se dejan trabajar con la tecnología del
económica para comprar los insumos comercia arado egipcio, que en la cuenca del Mediterráneo
les que éstas necesitan. deforestado dio buenos resultados. Pero en el
Ya Justus von Liebig observó que los cultivos trópico húmedo se identifica todavía la infertili
modernos son menos resistentes a las plagas que dad con las características ecológicas de esta zona
los abonados tradicionalmente. Pocos agróno y no con una tecnología inadecuada para ella.
mos tienen conciencia de este fenómeno porque
es difícil advertirlo en las parcelas experimenta
les relativamente pequeñas en que los agróno c) Los inconvenientes de las tecnologías
mos juegan a las ciencias exactas. Este problema orgánicas en el trópico húmedo
general se agudiza en el trópico húmedo donde
no hay un invierno o una temporada seca para Por las similitudes de la situación entre los
abatir las plagas. En las zonas templadas los insec países subdesarrollados de hoy y los países indus
ticidas tienen que complementar hoy el efecto de trializados antes de la segunda revolución indus
las temperaturas bajas, ya que el equilibrio natu trial, la teoría del humus con sus tecnologías pa
ral de siglos pasados logrado con una mayor he rece presentar varios aspectos positivos: Ofrece
terogeneidad de cultivos, en parcelas más peque todo un abanico de tecnologías, desde las de uso
ñas, rodeadas por arbustos y setos, fue destruido intensivo de capital hasta las que emplean gran
por la agricultura industrial. En el trópico húme cantidad de mano de obra y recurre sobre todo a
do, para combatir las plagas de los cultivos mo materiales locales, lo que disminuye la vulnerabi
dernos de menor resistencia, sólo se contaría con lidad de una región. Por variadas razones las
los plaguicidas; el gasto aparte, la experiencia cosechas con una agricultura orgánica suelen ser
con respecto a la resistencia creciente de los in algo más seguras, lo que conviene a una pobla
sectos contra todo tipo de plaguicida indica que ción rural que, por carecer de una seguridad de
la batalla estaría perdida de antemano. sobrevivencia, no busca una producción máxima
En el trópico húmedo la naturaleza se de en el promedio de los años, con cosechas buenas
fiende con la mayor heterogeneidad vegetativa y en años buenos y cosechas escasas en años malos,
sino reducir el riesgo de malas cosechas con una
la distancia entre una planta y otra de un mismo
producción pequeña, pero estable.
tipo. En el largo camino de una planta a otra el
insecto tiene mayor probabilidad de caer presa Aportaciones suficientes de materia orgáni
de sus enemigos naturales. La tecnología agrícola ca alimentan la fauna del suelo que degrada la
moderna, especializada en cosechar con veloci materia orgánica y conduce a la formación del
dad grandes extensiones de monocultivo, no tie complejo humus y arcilla, donde lo orgánico y lo
ne todavía la inteligencia incorporada —como la inorgánico están íntimamente mezclados. Estos
tiene mucha maquinaria industrial moderna— suelos de una estructura esponjosa con 50% de
para trabajar con cultivos heterogéneos y adap agregados y 50% de espacios libres, que en una
tarse así a las necesidades de una agricultura tercera parte se llenan de agua, ofrecen condicio
tropical. La menor heterogeneidad de la vegeta nes óptimas para el crecimiento de las plantas. La
ción natural en zonas templadas estaría indican alta capacidad de intercambio catiónico del hu
do que en estas zonas los monocultivos modernos mus podría compensar la baja capacidad de in
son más viables que en el trópico húmedo. Por tercambio de las arcillas tropicales. Sin embargo,
esta relación de la agricultura moderna con las esta solución encuentra sus limitantes en la rápi
zonas templadas, la región que produce selvas da degradación del humus en condiciones de alta,
con una biomasa 2.5 veces mayor que los bosques temperatura y humedad. Si de 10 a 20“ C la
de las zonas templadas es considerada por los descomposición aumenta lentamente, a partir de
agrónomos tan infértil como para dejarla en ma los 20“ C aumenta exponencialmente, teniendo a
162 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
30*^ C una tasa cuatro veces mayor que a 20° C. regiones con una densa población desde hace
Para mantener et nivel de humus habría que siglos. Estas tecnologías han demostrado su viabi
aplicar 10 veces la cantidad de materia orgánica lidad a largo plazo y los agrónomos, después de
necesaria en zonas templadas (Weischet, 1977, haber comprendido los detalles, deberían tratar
pp, 14 a 96). A pesar de la mayor producción de de hacer lo mismo, pero con todo el apoyo de una
biomasa del trópico húmedo, la aplicación de tecnología que incorpora los últimos conoci
tecnologías sugeridas por la teoría del humus mientos científicos. La exposición de los inconve
será en muchos casos por lo menos más costosa nientes de las teorías agrícolas importadas de
que en las zonas templadas. regiones con otras condiciones ecológicas y socia
A pesar de sus desventajas en el trópico hú les sirvió sobre todo para indicar que la escasa
medo, las tecnologías orgánicas parecen en los utilidad social de la teoría económica dominante
países subdesarrollados mucho más interesantes no es un caso aislado: lo mismo sucede en la
que las tecnologías químicas. En este sentido el agronomía y quizá en muchas otras ciencias. La
incipiente viraje en algunos países industrializa comparación de los argumentos económicos y
dos en favor de la investigación y la práctica de las agronómicos muestra que, si bien la estructura
tecnologías orgánicas podría ser útil para la metateórica en ambas ciencias acusa las mismas
agricultura tropical, pero no es una solución. La deficiencias, el argumento técnico en cada caso es
fuente más importante para aprender cómo ha muy diferente. Quien quisiera demostrar algo
cer una agricultura eficiente y sostenida en las similar en otras disciplinas, debería salirse de la
condiciones del trópico sería el análisis profundo discusión general y entrar en la argumentación
de las tecnologías tradicionales, sobre todo en técnica de cada materia.
V
Conclusiones
El intento de explicar el establecimiento de las las teorías originan teorías y clasificaciones dife
últimas teorías dominantes en la economía y la rentes y los demás países tienen por lo menos la
agronomía constituye un examen riguroso de la oportunidad de una selección inteligente entre
metateoría propuesta, a saber, que las teorías dos o más opciones, aunque ninguna correspon
dominantes en diversas disciplinas reflejan las da completamente a las necesidades de su país.
condiciones de los países que las originaron. Sin En las disciplinas en que se ha importado no sólo
embargo, será difícil que sea aceptada, no por la teoría sino también la definición de los proble
que esto significaría un cambio radical en las mas por resolver y los medios para resolverlos no
formas de pensar, en lo que respecta tanto a las se presenta —aparentemente— el fenómeno de
teorías concretas de una disciplina como al objeti una ciencia subdesarrollante porque se ha im
vo de la ciencia en general, sino sobre todo por portado todo el conjunto y él en sí es internamen
que no existe en la ciencia la racionalidad instan te coherente; un ejemplo podría ser la ingeniería
tánea que renuncia a sus posiciones cuando las ve civil. Pero cuando el aumento del precio de algún
bien criticadas. Lakatos (1974, p. 74) se refiere a insumo obliga a recurrir a los materiales locales
esto cuando afirma: "Hay que comprender que no previstos en las tecnologías tradicionales, o
hasta un adversario que parece vencido puede cuando los productos energéticos más costosos
volver a una posición fuerte”. Ya Max Plank impiden que un enfriamiento o un calentamien
(1948, p. 22) observó que "las nuevas verdades to artificial remedie las deficiencias en la concep
científicas ...se imponen cuando mueren sus ad ción arquitectónica, se restablece la relación pre
versarios”. científica entre tipos de conocimientos y tipos de
En algunos casos las diferencias entre los climas, paisaje y medio ambiente. Mejor dicho,
mismos países industrializados y los creadores de esta especifidad de los conocimientos se estable
CAMBIOS DE RELEVANCIA SOCIAL EN EL TRANSPLANTE DE TEORIAS / Ivo Dubiel 163
cería siempre y cuando los científicos del país especifidad de su país, y la capacidad creadora
tuvieran la capacidad intelectual de fijarse en la para responder con conocimientos y tecnologías.
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Introducción
niales nacionales y a coordinar los programas en generación, como las obras de habilitación de
federales. En Francia se solicitó expresamente tierras: andenes, terrazas, obras de avenamiento
un informe de la comisión interministerial para e incluso antiguos caminos rurales.
confeccionar un sistema de cuentas del patrimo El patrimonio cultural estaría compuesto por
nio natural. En Noruega las cuentas giraron en los bienes heredados; los lugares de interés histó
torno a los recursos de la pesca, la energía y el rico y prehistórico; los sitios de encuentro entre
aprovechamiento de la tierra. El objetivo perse las culturas aborígenes y las foráneas; el arte
guido en Australia ha sido efectuar un registro precolombino, colonial y postcolonial; los edifi
de lugares de interés con criterios científicos, cios y las casas de interés histórico o arquitectóni
estéticos y socioculturales. En este caso se incluye co; las antiguas instalaciones industriales, mine
también el medio ambiente construido. Las defi ras y comerciales; los medios de transporte; y los
niciones del patrimonio natural y cultural, en pueblos típicos.
consecuencia, están supeditadas en cada caso a En el marco de estas definiciones y sobre la
los objetivos perseguidos en los programas nacio base de algunas características comunes a los paí
nales. ses latinoamericanos, los programas sobre deter
En los países latinoamericanos y del Caribe minación del patrimonio natural y cultural debe
los objetivos deberán estar enfocados a la dinámi rían orientarse a:
ca situación de cambios de los recursos naturales a) Adquirir conocimiento, tanto de los re
y a la pérdida y sobreexplotación de ellos. Para cursos como de los sistemas, para aplicarlo en la
los programas de patrimonio cultural, los objeti definición de opciones de desarrollo y en la crea
vos deberán tender a contrarrestar la subvalora ción de una conciencia acerca de cómo evolucio
ción de las culturas precolombinas y criollas y a la na el estado de los recursos en función del uso
irrupción de valores foráneos que tienden a acre que les da la sociedad;
centar esa subvaloración. b) Regular los derechos de propiedad, in
El principal obstáculo para definir el patri corporando instrumentos jurídicos que tomen
monio natural es la dificultad de definir el límite en cuenta el papel social que cumplen los recur
entre “lo natural” y “lo construido”. La artificiali- sos, sus proyecciones a largo plazo y, para mu
zación a que se somete la naturaleza en el proceso chos bienes, su utilidad colectiva como bien no
de desarrollo es un continuo en que los grados se económico. Estos instrumentos incluirán la ela
suceden sin interrupción desde los mínimos a los boración de nuevos reglamentos con atribucio
máximos. Es necesario, entonces, fijar arbitraria nes de control y penalización para los organismos
mente un punto en ese continuo para definir un públicos. Especial atención merecen los instru
límite en que se diferenciará lo natural de lo no mentos jurídicos que refuerzan la autoridad del
natural. En América Latina esta dificultad se Estado para adquirir recursos patrimoniales.
agrava por la transformación acelerada de eco c) Establecer un sistema de inventarios y de
sistemas prístinos o casi sin intervención, que cuentas del patrimonio natural y cultural, a fin
llegan rápidamente a ser redasificados como no de conocer periódicamente los cambios habidos e
naturales. incorporar los problemas del patrimonio en la
En el patrimonio natural deben incluirse los planificación del desarrollo, sobre todo en los
bienes de la naturaleza que no han sufrido modi ejercicios destinados a armonizar los procesos de
ficaciones o que han sido artificializados en tan planificación de corto plazo con los de mediano y
escasa medida que no se ha alterado significativa largo plazo,
mente su comportamiento natural. A ellos habría d) Dar a conocer los principales problemas
que sumar los bienes “naturalizados” que ayudan de deterioro de los recursos naturales y cultura
a mantener los atributos de determinados recur les, tratando de que los registros y cuentas for
sos como suelo y agua. Estos son bienes construi men parte de los sistemas educativos y lleguen a
dos de interés histórico, legados de generación dominio de la opinión pública.
168 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
II
Clasificaciones del patrimonio naturai y cultural
Gráfico 1
Nomenclatura de elementos
físico-químicos
(clasificación
de Mendéleiev, Clasificación de for-
mas de energía)
Nomenclatura
fu n cio n a l desde el
punto de vista de
elementos naturales
(condición de Nomenclatura de espacios
reproducción, carac- geográficos homogéneos
teres ± renovables. (territorios, ecosistemas,
ciclos) ,, criterio espacial)
Nomenclatura de
funciones y usos del
patrimonio por el
hombre y sus actividades
LA ELABORACION DE INVENTARIOS Y CUENTAS DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL / Nicolo Gligo 169
III
Las cuentas del patrimonio
en los sistemas de cuentas nacionales
1. Evaluaciones y cuentas evaluaciones sobre los recursos naturales, que
muchas veces se duplican o triplican, hace que
La abundante generación de informaciones y algunos técnicos estimen que elaborar un sistema
LA ELABORACION DE INVENTARIOS Y CUENTAS DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL / Nicolo Gligo 171
IV
SOS naturales eludiendo el problema de evalua el consumo y las reservas de minerales se expone
ción, como lo hace la Oficina de Estadística de la en el anexo iv.
Comunidad Europea. Para los recursos naturales renovables la con-
En el informe australiano, el programa se tabilización es mucho más compleja. En los eco
limita a un registro y a una descripción cualitativa sistemas naturales, la dotación puede modificar
de lugares y medio ambiente construido. En este se en forma natural. Si un ecosistema no está en
caso, el patrimonio natural se reduce a la esfera su clímax, tiende a crecer hasta que actúe algún
de la naturaleza y el cultural a la del hombre, factor limitante (por la ley del mínimo^). Por otra
estableciéndose débiles nexos entre ellas. parte, puede haber disminución de existencias
Los Estados Unidos se limitan casi exclusiva cuando las condiciones climático-geológicas han
mente a la esfera de la naturaleza. variado y no corresponden a las óptimas para el
clímax. Hay, en este caso, un proceso natural de
2. Los balances de explotación del patrimonio retrogradación muy fácil de acelerar por la ac
natural ción del hombre. Las variaciones “cualitativas”
de las existencias en los procesos expuestos son
Una vez definidas las unidades de medición co- muy difíciles de cuantificar.
rres(X>ndientes a las tres dimensiones plantea En los sistemas artificializados, el conjunto
das, es posible intentar la confección de cuentas de problemas de los recursos naturales renova
del patrimonio natural. Las dificultades inheren bles se complica por las fluctuaciones que induce
tes a la cuantificación del patrimonio cultural el proceso de desarrollo. Es el caso de las planta
hacen que el control sobre éste se reduzca sólo a ciones forestales que pueden crecer o disminuir
inventarios o registros, por lo que las considera según el balance de plantación y explotación.
ciones sobre la confección de las cuentas se van a Merecen especial atención las modificacio
referir exclusivamente al patrimonio natural. nes que sufren los ecosistemas naturales por pro
No es difícil llevar la contabilidad física de los cesos que aparentemente no afectarían su capaci
recursos naturales no renovables. En primer lu dad de conservación. Hay quienes, basándose en
gar, lo que habría que establecer son los distintos los parámetros generales de resiliencia, sostienen
tipos de reserva o recursos que se poseen. En este que la naturaleza produce y recupera el ecosiste
aspecto hay diversas formas de clasificación. El ma primitivo. Por ejemplo, se habla del poder de
problema reside en el grado de inexactitud de las cicatrización del trópico húmedo, debido a su
reservas en la medida que no se explotan. Es alta resiliencia. En ese contexto se tiende a consi
habitual encontrar en América Latina informa derar la selva secundaria, o las selvas interveni
ción o muy escasa o muy inexacta, debido a que la das, con el mismo valor que las primitivas. Si bien
prospección se hace corrientemente a niveles es cierto que la alta resiliencia le otorga al trópico
muy generales. Mucha información la manejan húmedo mayor poder de recuperación, se ha
en forma privada las empresas nacionales y ex demostrado que no necesariamente se reprodu
tranjeras. ce el ecosistema primitivo. Los desfases entre las
Ha habido un gran esfuerzo por reconocer y condiciones del óptimo climático y la realidad
evaluar algunos recursos. Organismos especiali climático-geológica y, sobre todo, la facilidad de
zados de los ministerios o secretarías de minería entrada de nuevas especies invasoras —muchas
u organismos especiales, como los institutos de de ellas agresivas— hacen que numerosas inter
investigaciones geológicas y mineralógicas, han venciones, por leves que sean, deterioren el eco
logrado grandes avances en los últimos años, ya sistema.
sea por la importancia de un recurso como gene No cabe duda de que la cuantificación de las
rador de divisas (cobre en el Perú y Chile), o por modificaciones deberá estar respaldada por tra
el problema de la energía y la importancia consi bajos científicos o por estimaciones basadas en
guiente de la prospección petrolera.
En general, los países llevan un control glo
bal de la producción y del consumo, lo que les '^Esta ley señala que —independientemente de la dota
permite inferir la duración de la reserva. La for ción de recursos— un sistema biológico siempre detendrá su
ma más corriente de control sobre la producción. crecimiento por efecto del recurso más limitante.
174 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / Abril de 1986
Cuadro 1
PRINCIPALES RELACIONES ENTRE EXISTENCIAS Y FLUJOS QUE AFECTAN
AL PATRIMONIO NATURAL
Recursos Usos
10. Ajuste (+ ó - )
éstos. De esta forma, para cada recurso, tanto de evaluación pueden hacer que un recurso, que
renovable como no renovable, se podría confec corrientemente se evalúa en una o dos dimensio
cionar el balance expuesto en el cuadro 1. Este nes, se amplíe a otra. Lo que se recomienda es
cuadro debe ser acompañado de estudios com tratar de optar por evaluaciones que no necesiten
plementarios que indiquen la vulnerabilidad, los esfuerzos metodológicos muy discutibles o muy
riesgos, la irreversibilidad y otros aspectos cuali complejos.
tativos en forma que sea científicamente irrebati Los recursos mineros se pueden evaluar con
ble. Por otra parte, sería muy útil señalar nexos cierta facilidad con criterios físico-ecológicos y
de un determinado recurso con otros y su papel económicos. A los hídricos pueden aplicarse los
en un ecosistema específico. Así, por ejemplo, la tres tipos de enfoques igual que a los recursos
disminución de una especie de fauna silvestre forestales.
tiene repercusiones en las tramas tróficas del eco El bosque natural, por la gran repercusión
sistema al cual pertenece. que tiene en América Latina, merece un análisis
especial. Para el análisis físico-ecológico puede
3. Las tres dimensiones de los balances usarse como unidad de evaluación la biomasa
por tipo de bosque, medida en kilogramos por
Hay recursos que se pueden evaluar con criterios hectárea. Para este tipo de análisis es muy conve
ecológicos, económicos y socio-culturales, es de niente evaluar la vulnerabilidad y el grado de
cir, en las tres dimensiones establecidas. Otros se deterioro, pues estos conceptos ayudarán a idear
pueden evaluar con alguna combinación de dos o las políticas necesarias. Además debe analizarse
sólo con un criterio. Determinadas metodologías el bosque como regulador del régimen hídrico y
LA ELABORACION DE INVENTARIOS Y CUENTAS DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL / Nicolo Gligo 175
del clima así como protector de la fauna, todos El bosque no sólo produce madera, sino pasto
asuntos muy difíciles de cuantificar. Estas evalua para ganado, plantas medicinales y frutos silves
ciones pueden incorporarse como complemento tres, que también deberán incorporarse en la
a las cuentas para poder calificar el estado del cuenta.
bosque.
La evaluación económica debe hacerse sobre La evaluación socio-cultural debe hacerse en
la base físico-ecológica. Como no todo el bosque función de lo que el bosque representa para la
es un bien económico, lo corriente es cuantifícar población, por ejemplo, zona de interés didácti
los volúmenes maderables que el bosque contie co, recreativo o estético. En este caso la unidad de
ne para después ponerles valor. Aquí es muy medida debe ser simplemente la expresión de
im portante la distinción entre existencias y superficie. Pueden hacerse tablas de sensibilidad
flujos, pues su análisis permite inferir grados de visual, categorizándolas según su impacto en la
sobreexplotación, incluso de subexplotación {es población. El método que puede utilizarse para
pecies sobremaduras). La unidad corriente es ello es el de las encuestas a los usuarios del
metros cúbicos por especie y por tipo de madera. bosque.
V
La integración de la contabilidad del patrimonio
natural en los sistemas de cuentas nacionales
Habría dos formas de solución, no excluyen- las existencias desde el punto de vista físico.
tes, sino complementarias entre sí. La primera La vinculación entre los sistemas de cuentas
sería la de evaluar económicamente los bienes del nacionales y los sistemas de registros y cuentas
patrimonio natural e introducir esta evaluación a del patrimonio natural servirá como instrumen
las amortizaciones de los activos tangibles. La to para incorporar la dimensión ambiental en la
segunda sería conciliar los registros corrientes de planificación del desarrollo, en la medida en que
flujos con los cambios patrimoniales. Se trataría ésta siga girando en torno a la política económica.
de llevar cuentas paralelas para los bienes repro- Una concepción diferente del desarrollo, que
ducibles (en un sentido económico) y para los exija una planificación integral, en que el fin sea
patrimoniales. La primera cuenta sería la co el bienestar de la población y, por ende, su am
rriente, en donde las existencias iniciales se su biente, y la política económica sea sólo una herra
man a la formación bruta de capital del período y mienta para lograr estos fines, exigirá modificar
se les sustraen las amortizaciones. La segunda esta estrategia y no recabará el esfuerzo antes
sería de conciliación, tal como se explicó en la descrito, ya que el ambiente estará implícito en
sección anterior en que se relacionan los flujos y todas las decisiones sobre desarrollo.
VI
Recomendaciones para un programa del patrimonio
natural y cultural
Para poner en práctica un programa que elabore so conocer el estatuto jurídico que los rige, ya que
inventarios y cuentas del patrimonio natural y existen en los países de América Latina y el Cari
cultural será necesario definir algunas etapas be numerosas normas para las zonas protegidas,
fundamentales y luego analizar las diversas op los monumentos nacionales, las construcciones
ciones de institucionalización en el sector pú de interés arquitectónico y otros bienes. Es nece
blico. sario también analizar la eficiencia de estas nor
mas, pues muchas son sólo letra muerta.
1. Etapas propuestas La propuesta concreta debe permitir armar
el programa de registro y cuentas del patrimonio
En la primera etapa habrá que definir los objeti natural y cultural. En el registro general habrá
vos nacionales que persigue un programa sobre que definir las informaciones complementarias
el patrimonio natural y cultural y elaborar la necesarias. Una vez levantado el registro gene
clasificación correspondiente. La segunda etapa ral se puede elaborar el sistema de cuentas, en
consiste en elaborar un registro nacional de los particular del patrimonio natural.
inventarios estadísticos y otros antecedentes so Para la confección del sistema se recomienda
bre los bienes patrimoniales naturales y cultura que no sea general en sus primeras etapas, sino
les. Este registro deberá incluir para cada inven que se elijan determinados bienes patrimoniales
tario: según los siguientes criterios:
a) el título; b) su definición sobre si es un a) importancia en la generación del producto
programa, proyecto o una función institucional; nacional (el cobre); b) importancia en la genera
c) el autor institucional; d) el ámbito geográfico si ción de divisas (el estaño); c) repercusiones en la
es que no abarca todo el país; e) ios niveles y ocupación de fuerza de trabajo (el agua y el
escalas de información; f) fecha de la última pu suelo regado); d) nivel de deterioro (el suelo ero
blicación y periodicidad. sionado); e) alto costo ecológico en el proceso de
Una vez conocida la situación de los distintos desarrollo (bosques nativos); f) función estratégi
bienes del patrimonio natural y cultural es preci ca (petróleo).
LA ELABORAGIONÍ DE INVENTARIOS Y CUENTAS DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL / Nicolo Gligo 177
Anexo I
ESFERAS DE TRABAJO DEL N A T I O N A L H E R I T A G E PROGRAM
DE LOS ESTADOS UNIDOS^
Anexo II
CRITERIOS PARA ESTABLECER EL REGISTRO DEL
PATRIMONIO DE AUSTRALIA“
Anexo III
NOMENCLATURA PROVISIONAL
DEL PATRIMONIO NATURAL (FRANCIAr
Anexo IV
C O N T R O L DE M INERALES
1. Reservas 3. Consumo
(10’^ toneladas) (lO’^ toneladas)
Probadas Probables Posibles Producción nacional
+ Importaciones
- Exportaciones
Disponibilidad para consumo
± A Existencias de enlace
Consumo real
r/i
2. Producción 4. Relaciones
(10^ toneladas)
a) Producción
Producción año base Reserva
Reciclaje año base b) Producción + reciclaje año actual
Producción y reciclaje Producción + reciclaje año base
Producción año actual
c) Reciclaje
Reciclaje año actual Producción total
Producción + reciclaje Etc.
Bibliografía
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180 REVISTA DE LA CEPAL N*» 28 I Abril de 1986
Recobran vigencia los ideales de libertad Ju s sólo tomar una radiografía válida sobre la situa
ticia social y equidad. Sin embargo, esos ideales ción actual del cooperativismo en América Lati
no pueden ser tratados como conceptos abstrac na y el Caribe, sino también proponer alternati
tos con los cuales se establecen relaciones ambi vas de política gubernamental para el sector.
guas en los análisis, frecuentemente normativos, El debate sobre cooperativismo ha adquirido
sobre las posibilidades de la democracia en los en las últimas décadas tonos tan ideológicos, y las
países de la región. Porque una sociedad sólo cooperativas han sido tan denigradas, tanto por
puede proclamarse libre y democrática en la me la izquierda —como instrumentos para la mani
dida en que permita el ejercicio de esos ideales a pulación de los excluidos— como por la derecha
través de las instituciones que regulan la vida de —que las considera el germen disimulado de la
sus ciudadanos. subversión comunista—, que resulta cada vez
En ese sentido, convendría evaluar, en al más difícil distinguir los hechos de la propagan
gún momento de la discusión sobre estilos alter da, y los resultados de investigaciones de lo que a
nativos, la importancia de una forma de organi los adversarios o los apologistas del cooperativis
zación específica para la producción de bienes y mo les gustaría que fuera la realidad.
servicios —las cooperativas— en la creación de Las siguientes secciones, en el marco del
un estilo democrático de desarrollo donde se po proyecto llevado a cabo por la División de Desa
nen a prueba conceptos como ‘participación po rrollo Social de la c e p a l ^ son un intento de reco
pular’, ‘autogestión’ y ‘cogestión’. La evaluación ger la evolución reciente y las características ac
de formas asociativas y de su potencial para pro tuales del fenómeno cooperativista en la región y
mover la participación de los sectores populares de ofrecer lincamientos conceptuales y metodo
reviste una importancia especial en un período lógicos para el examen en profundidad de un
de crisis como el actual, pues permite verificar las tema que despierta un renovado interés en mu
condiciones en que tiene validez, o no, la hipóte chos países.
sis de que “en situaciones de escasez, todas las Conscientes de que se navega por una zona
formas de organización contienen un germen de de conflicto entre la apología y la crítica y de que
exclusión y discriminación, aunque se profesen hay que avanzar con humildad y prudencia para
ideologías igualitarias’’ {Wolfe, 1984a). no incurrir en la creación de una nueva ‘utopía
La reconocida importancia del tema no debe, de comité’ como las que, según Marshall Wolfe,
entretanto, alimentar falsas esperanzas con res frecuentemente se traducen “en declaraciones y
pecto a la viabilidad de recoger suficiente infor ‘planes de acción’, sobre todo a consecuencia de
mación objetiva, o por lo menos no excesivamen los rituales autoperpetuantes de las organizacio
te cargada de juicios de valor, que permita no nes internacionales” (Wolfe, 1984b).
II
Evolución cuantitativa reciente del cooperativismo
en la región
En 1983 el Departamento de Asuntos Sociales de dor, Haití, Trinidad y Tabago y Barbados fueron
la Secretaría Ejecutiva para Asuntos Económicos los únicos que no respondieron al cuestionario
y Sociales de la o e a realizó una encuesta para preparado por la o e a (cuadro 1).
determinar la evolución cuantitativa del coope Según los datos presentados en el cuadro 1,
rativismo durante los últimos veinte años, el tipo se estima en 33 000 el número de cooperativas
de apoyo gubernamental brindado al sector y los
problemas, restricciones y necesidades conside ^Reunión técnica subregional sobre realidad y perspec
rados como los más importantes (o e a , 1984). De tivas del cooperativismo en Argentina, Brasil, Chile, Para
todos los países de la región, Uruguay, El Salva guay y Uruguay (Montevideo, 18 a 20 de noviembre de 1985).
COOPERATIVISMO Y PARTICIPACION POPULAR ! Roberto P. Guimar&es 183
C u a d ro 1
E V O L U C IO N D E L C O O P E R A T IV IS M O EN AM ERICA L A T IN A
Y EL C A R IB E : N U M E R O DE E N T ID A D ES Y SO CIOS,
1963, 1973 Y 1983
existentes hoy en América Latina y el Caribe, con el número de cooperativas fue más intenso en el
cerca de 18 millones de socios. Esas cifras repre período 1963-1973, con una disminución en la
sentan un crecimiento superior al 300% en el década siguiente, lo que confirmaría el auge del
número de socios que existían al iniciarse el dece cooperativismo en los años sesenta y su posterior
nio de 1960, mientras que el número de coopera declinación (faltarían las informaciones relativas
tivas prácticamente se duplicó en el mismo lapso. a períodos anteriores para establecer una evolu
Por un lado se advierte que el crecimiento en ción más exacta); por otra parte, habría que su-
C u ad ro 2
A M E R IC A L A T IN A Y EL CA RIBE: N U M E R O Y PR O PO R C IO N DE SO CIOS DE
LAS C O O P E R A T IV A S EN LA PO B LA C IO N T O T A L Y EN LA PEA
Granada — — 6 5.4 —
Fuente; E la b o ra d o a base d e o e a (1984), c u ad ro A-5, p. 37 (núm ero de socios); c e l a d e (1983) (población total y
brayar la fuerte permanencia del fenómeno y su guiente. Sin embargo, el número de cooperativas
generalización en todos los países de la región. creció durante todo el período: 286% entre 1963
El análisis de la proporción de socios en rela y 1973 y 42% en los diez años siguientes. Lamen
ción con la población total y la población econó tablemente no se dispone de informaciones sufi
micamente activa de los países de América Latina cientes para interpretar lo ocurrido en ese país.‘^
y el Caribe (cuadro 2) nos ofrece una medida más El análisis de las tasas anuales de crecimiento
refinada de la importancia de las cooperativas para el conjunto de la región (cuadro 3) parece
para el desarrollo de la región. ratificar la importancia del fenómeno cooperati
Con excepción de Chile y de Colombia, las vo para América Latina y el Caribe, en la medida
cooperativas lograron abarcar crecientes porcen en que se superaron con creces las tasas de creci
tajes de la PEA durante el decenio pasado. El miento tanto de la población total como de la
número de cooperativas en 1973 equivalía al población económicamente activa.
11.7% de la pe a de 1970, y al 16.9% al iniciarse el
decenio siguiente. Hay que destacar el impacto
de los datos relativos a Argentina, Al sustraerse Cuadro 3
del cómputo total las cifras para ese país, el creci AMERICA LATINA Y EL CARIBE: TASAS
miento de la relación socíos/ pe a persiste, pero DE CRECIMIENTO ANUAL DE COOPERATIVAS
Y DE SOCIOS
resulta de 8.1% en 1970 y 8.7% en 1980.
La evolución del panorama regional en su
conjunto incluye situaciones bastante diversas. 1 9 6 3 -1 9 7 3 1 9 7 3 -1 9 8 3 1 9 6 3 -1 9 8 3
Hay países como México, Venezuela y Paraguay (x)operativas 3.7 2.5 3.1
que exhibían las tasas más bajas con respecto a Socios 5,4 6.5 5.9
1970 (2.4, 3.1 y 4.1 respectivamente), y que no
1 9 6 0 -1 9 7 0 1 9 7 0 -1 9 8 0 1 9 6 0 -1 9 8 0
cambiaron su posición relativa al final del perío
do. En cambio, en Nicaragua, Guatemala y Hon Población total 2.7 2.7 2.6
duras, las cooperativas partieron de bajos niveles Población econó
micamente activa 2.7 2.9 2.8
de participación en la pe a (3.3, 3.5 y 5.0 respecti
vamente) pero lograron más que duplicar su par
ticipación en los diez años. Fuente: Elaborado a base de oea (1984); celade (1983) y
CEPA L(1984).
En el extremo superior se encuentran los
países cuyas tasas son las más elevadas y cuyo
crecimiento fue el más sorprendente durante el
Lo anterior de por sí no invalida las conclu
período. Entre ellos destacan Costa Rica y Perú,
siones de los diversos estudios realizados en el
donde la población afiliada representa actual
decenio pasado, que serán analizados brevemen
mente entre un cuarto y un tercio de la población
te en la sección siguiente.
económicamente activa.
Finalmente, cabría mencionar la evolución Aunque esos datos muestran la pujanza del
constatada en Chile y Colombia, cuyos contin cooperativismo en nuestra región, no revelan los
gentes cooperativos representaban parte impor resultados alcanzados para los estratos populares
tante de la pe a y que experimentaron una reduc y tampoco dan una base para evaluar qué ha
ción bastante marcada en los últimos diez años. significado ese ritmo de crecimiento para la con
En el caso de Chile ello se podría explicar por el secución de los objetivos de promover la partici
advenimiento del gobierno militar, puesto que pación de amplios sectores de la población en las
dicho gobierno, establecido en 1973, favoreció la decisiones y en la gestión económica y social.
desaparición de más de la mitad de las cooperati Finalmente el cuadro 4 presenta las informa
vas existentes en aquel momento. La situación de ciones relativas al número de cooperativas y de
Colombia exigiría un análisis más detallado ya
que presenta un comportamiento bastante ines
‘^Por el contrario, Jaramillo (1984) destaca la situación
table. Entre 1963 y 1973 el número de asociados económica favorable y el apoyo gubernamental prestado al
en las cooperativas colombianas casi se quintupli sector cooperativo en ese país, lo que no se refleja de ninguna
ca, reduciéndose en un 20% en el decenio si manera en los datos de la encuesta de la o e a .
COOPERATIVISMO Y PARTICIPACION POPULAR / Roberto P, Guitnaráes 185
Cuadro 4
AMERICA LATINA Y EL CARIBE:
TIPOS DE COOPERATIVAS EXISTENTES
Y SU COMPOSICION PORCENTUAL
Cooperativas Composición
porcentual
Tipos Número Socios Número Socios
T o tal 32 44J 1 7 9 6 4 511 10 0 100
Agropecuarias II 055 2 082 397 34 12
Consumo 2 739 2 790 397 8 16
Ahorro y crédito 4 399 5 988 237 13 33
Vivienda 3 524 592 895 11 3
Electrifícación 944 I 589 667 3 9
Pesqueras I 221 82 305 4 —
socios en cada rama de actividad para 1983. En millones de socios, que representan el 38% de
esas cifras se aprecia, por ejemplo, el potencial de todas las cooperativas.
contribución del modelo cooperativo para resol En orden decreciente siguen las cooperativas
ver uno de los problemas más agobiantes de de ahorro y crédito ( 13%) y de vivienda ( 11%). Si
nuestro tiempo: el de la producción y distribu se considera el número de socios, las más impor
ción de alimentos. Hay en la actualidad 12 000 tantes en la actualidad son las de ahorro y crédito
cooperativas agropecuarias y pesqueras, con 2 (33% de los socios) y las de servicios (20%).
III
Entre la panacea reformista y la manipulación
de los excluidos
Las informaciones que figuran en la sección an ciones públicas y privadas vinculadas al quehacer
terior dan fe del creciente interés que ha desper cooperativo.
tado el tema del cooperativismo y de la participa Por un lado, hay que precisar el significado
ción popular en diversos países de la región y el de las distintas formas de gestión y de control
hecho de que los tres países que acaban de recu democráticos en las propuestas de organización
perar la normalidad democrática (Argentina, económica alternativa, como cooperativas, em
Uruguay y Brasil) hayan creado secretarías espe presas de autogestión y otras formas asociativas.
ciales para tratar de los asuntos cooperativos re Por otra parte, debe evaluarse el potencial del
fuerza esa tendencia. Sin embargo, este resurgi cooperativismo en el fomento de la participación
miento del tema impone el replanteamiento de de los sectores populares y en la creación o el
los objetivos de los esfuerzos de investigación y fortalecimiento de un estilo de desarrollo demo
de las actividades desarrolladas por las organiza crático.
186 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / AbHl de 1986
1. Papel asignado a las cooperativas altas esperanzas en que las cooperativas significa
en los años 1950 y I960 ran para los sectores marginales su incorpora
ción a la nación y al proceso de crecimiento, en
Hacia fines del decenio de 1950 y el inicio del de
fin, su carta de ciudadanía social, política y eco
1960 tanto los gobiernos como organizaciones
nómica. Así es como las cooperativas constituye
internacionales e instituciones financieras pres
ron, por ejemplo, el principal modo de ejecución
taron un gran apoyo al desarrollo de las coopera
de programas de reforma agraria en los países en
tivas.
desarrollo.
Diversas fueron las intenciones de los gobier Finalmente, en un período marcado por la
nos al fom entar el cooperativismo. Algunos intensificación de la guerra fría entre las super-
veían las cooperativas como un instrumento más potencias, cosa que en América Latina se agudizó
para aplicar sus políticas de desarrollo; como a partir del triunfo de la Revolución Cubana, el
reguladoras de las relaciones de intermediación cooperativismo parecía representar una tercera
comercial; como una forma de asignar recursos vía entre el capitalismo y el socialismo. En los
gubernamentales comprometiendo también el esfuerzos por contener el avance de los movi
aporte de los grupos beneficiarios; y como un mientos revolucionarios, esfuerzos que alcanza
mecanismo de difusión de tecnología a los secto ron su apogeo en nuestra región bajo la égida de
res más rezagados de la economía para, así, hacer la Alianza para el Progreso (Livinson y Onís,
posible la realización de obras y servicios de in 1970), la fórmula cooperativa representaba el
fraestructura y apoyo a la producción. Otros lo antídoto capaz de satisfacer las demandas refor
graron concebir además algunas ventajas políti mistas —algunas de las cuales eran necesarias
cas de la proliferación del cooperativismo, por para la consolidación misma del capitalismo en
que se trataba de un medio que permitía no sólo América Latina— sin provocar, entretanto, rup
garantizar la presencia estatal en las zonas rura turas drásticas o violentas en el sistema de pro
les sino también contrarrestar movimientos hacia piedad.
la sindicalización y la organización popular autó Sin embargo, a la esperanza que significó el
noma. cooperativismo al inicio del decenio de 1960 co
Cualesquiera fueran las razones pragmáticas rrespondió igual cuota de desencanto al final del
que justificaran el fuerte apoyo estatal, la verdad decenio.
es que se preveía para las cooperativas una fun
ción fundamental en el proceso de desarrollo,
idea compartida por todos los actores en escena; 2. Las investigaciones realizadas por el Instituto
gobiernos, organismos internacionales y repre de las Naciones Unidas de Investigaciones
sentantes del movimiento cooperativo mundial. para el Desarrollo Social ( u n r i s h )
En primer lugar, se asignaba a las cooperati
vas el papel de agentes de cambio y, más concre Innumerables fueron los análisis acerca de los
tamente, de acuerdo con el paradigma dominan resultados alcanzados. Entre ellos, el que tuvo
te de ese entonces, el de agente de moderniza mayor impacto en el debate fue, sin duda, el
ción. Existía la firme convicción, que sigue vigen estudio realizado por el u n r is d (1970). La inves
te en muchas partes, de que las cooperativas se tigación directa realizada entre 1968 y 1970 co
rían un mecanismo racionalizador de las relacio mo parte del proyecto sobre cooperativas rurales
nes sociales, una forma ideal de transición de la e instituciones relacionadas como agentes de
sociedad tradicional a la sociedad moderna. Por cambio dirigido, incluyó 40 estudios de caso de
este prisma, la cooperativa representaba una for cooperativas individuales e instituciones afines
ma institucional transitoria, un puente, entre en Asia (Sri Lanka, Irán, Bangladesh), Africa
prácticas comunitarias y organizaciones sociales (Camerún, Ghana, Kenya, Tanzania, Túnez,
complejas. Desde el punto de vista cultural sería Uganda y Zambia) y América Latina (Colombia,
casi un rito de transición a la racionalidad moder Ecuador y Venezuela)^. El propio título con que
na, a las relaciones impersonales y al mercado.
Por otra parte, y de cierta forma como una '‘Los resultados del proyecto fueron publicados entre
consecuencia de lo anterior, se cifraron las más 1971 y 1972 en varios volúmenes de la se rie R u r a l Institutions
COOPERATIVISMO Y PARTICIPACION POPULAR / Roberto P. Guimaráes 187
fue publicada la versión en español del informe influencia decisiva sobre la naturaleza de los be
final del proyecto (Cooperativismo: su fracaso en el neficios y su distribución entre los socios.
Tercer Mundo) ( u n r is d , 1974) no dejaba margena Por último, los pocos casos en que las coope
dudas sobre sus conclusiones. rativas fueron esencialmente organizaciones de
La principal de ellas fue que “las cooperati los campesinos pobres de la comunidad, quedó
vas rurales en las regiones én desarrollo produ patente su ineficacia para promover los intereses
cen en la actualidad pocos beneficios a las masas de sus socios. Sucedió lo mismo en los casos en
de habitantes más pobres de tales áreas y no que tenían éxito y, por lo tanto, amenazaban
pueden considerarse, en términos generales, co competir con los intereses privados ya estableci
mo agentes de cambio y desarrollo para tales dos. Se trató de minarlas mediante la remoción,
grupos” (uNRisD, 1974). incluso violenta, de sus dirigentes, llevándolas al
En América Latina, según Orlando Fals Bor quiebre a través de los mecanismos tradicionales
da, quien estuvo a cargo de la evaluación de las de reducción artificial de precios o la restricción
cooperativas de la región para el proyecto de de créditos por la imposición de exigencias y
U N R is D , las cooperativas recibieron apoyo estatal garantías cada vez más inflexibles, o simplemen
por razones políticas, como un medio de pacifi te se transformaron en empresas capitalistas.
car a un campesinado rebelde y de aliviar los En tales circunstancias, que eran expresión
efectos adversos de las crisis económicas. Ello de un contexto no propicio a la introducción de
explicaría en cierta medida por qué las campañas cooperativas como agentes de cambio estructu
de promoción cooperativa ocurrían generalmen ral, las recomendaciones del unrisd destacaron
te en períodos de depresión y violencia. que “los esfuerzos gubernamentales serían más
Fals Borda consigna como uno de los deter útiles si fueran dirigidos hacia la producción de
minantes de la conclusión general de que las los cambios sociales, económicos y estructurales
cooperativas no habían sido agentes de cambio y deseables, por medios directamente orientados
habían deparado muy pocos beneficios a los sec hacia la superación de los obstáculos para el pro
tores más pobres de la población, el hecho de que greso rural” (u n r is d , 1974, p. 13 de la versión
la mayoría de esos sectores no tenía ni la base de española).
propiedad ni el acceso a recursos, cosa que pro
vocaba su exclusión absoluta del esquema pro 3. Resultados de otros estudios
puesto. Las experiencias más bien logradas ha
brían sido las cooperativas de afiliación restringi Otras investigaciones corroboran en gran parte
da que, por eso mismo, tendían a transformarse las conclusiones del u n r is d , Gunnar Myrdal
en enclaves culturales, sitiados por la sociedad (1968), por ejemplo, en su célebre estudio sobre
dominante. Además, el fortalecimiento de esas el subdesarrollo, indicaba que sólo los estratos
cooperativas significó el aumento de las diferen más altos podían aprovechar las ventajas ofreci
cias de ingresos en su región, es decir, lo opuesto das por las cooperativas —y sacar provecho de los
de los objetivos declarados para justificar el subsidios gubernamentales ofrecidos para su de
apoyo estatal. sarrollo. El resultado neto era crear más, y no
Por otra parte, el estudio ha demostrado que menos, desigualdad.
las cooperativas de afiliación abierta tendieron a Lo mismo ha concluido otro investigador
reproducir la estructura de la comunidad e inclu que señala, a partir de la experiencia en la India,
so a transformarla, reforzando y profundizando que el éxito de las cooperativas supone un míni
las desigualdades preexistentes, una vez que los mo de igualdad social, democracia política y via
grupos más acomodados controlaban los comités bilidad económica. Según Thorner (1962), a la
y la administración de las cooperativas y tenían gente le gusta pensar que un programa guberna
mental para establecer cooperativas, bien pensa
do, bien apoyado y amplio, cambiará las estructu
de los cuales el volumen [ii trataba
a rid P la n n e d Changes,
ras de poder de la aldea; pero la evidencia sugie
específicamente de las cooperativas y el desarrollo rural en
América Latina. El informe final ( u n r i s d , 1974) recoge las re que la estructura de poder de la aldea ha
conclusiones del proyecto así como la reacción de investiga impuesto y seguirá imponiendo su propio mode
dores y representantes del cooperativismo mundial. lo a las cooperativas.
188 REVISTA DE LA CEPAL N® 28 / A lm i d€ 1986
El trabajo de Urna Lele (1981) apunta tam del cooperativismo en América Latina y el Caribe
bién en esa misma dirección al señalar que, por al destacar, por ejemplo, que las cooperativas
una serie de motivos relacionados con las desi han tenido algún impacto positivo en las diferen
gualdades en la distribución de ingresos y capita cias de ingresos de los estratos más bajos, han
les, el costo de proveer servicios a los pobres es introducido un elemento de estabilidad en el em
mayor que el de satisfacer a los estratos más altos. pleo popular y significaron una oportunidad de
Ello supone el cumplimiento de una serie de incorporación de la mujer al trabajo productivo.
requisitos para el establecimiento de cooperati Jiménez reconoce que en lo que se refiere a la
vas, como acceso a las innovaciones tecnológicas, participación, ésta ha sido de tipo formal y ha
existencia de infraestructura física y políticas fa estado frecuentemente dominada por los más
vorables de precios. acomodados.
Otros han subrayado, además, el carácter
exótico de la doctrina cooperativa para las cultu Para finalizar este breve análisis de las princi
ras latinoamericanas. Por ejemplo, Emilio Wi pales evaluaciones realizadas en el último dece
llens (1963) recuerda que las cooperativas que nio sobre el cooperativismo, se podría decir que
obtuvieron mayor éxito en la región fueron pre tanto los estudios del u n r isd como de otros inves
cisamente las que establecieron primero en tigadores ofrecen abundantes pruebas de que si
Argentina, Brasil y Uruguay —y después se bien es cierto que las cooperativas pueden brin
difundieron a todos los países— inmigrantes dar algún grado de protección a pequeños pro
europeos, quienes traían consigo las tradiciones ductores y a consumidores, no lo es menos que,
cooperativas y las características culturales de sus en su interior, los miembros más acomodados
países de origen. Esa circunstancia se complica han logrado apropiarse de una parte mucho más
aún más si se consideran algunos aspectos étnicos considerable de los beneficios que la inmensa
que tornan bastante problemática una evalua mayoría de socios de bajos ingresos, y frecuente
ción de los logros del cooperativismo en los países mente a costa de éstos.
del Caribe, en la medida en que diferencias étni Esto significa, que el intento de hoy de resca
cas interfieren con distinciones que son pura tar la esencia de las formas asociativas para la
mente de clase y las relativizan (Huizer, 1983 y creación de un estilo participativo de desarrollo
Moreno, 1983), exige que se replanteen los enfoques utilizados
En un trabajo realizado hace pocos años por para evaluar la situación actual, analizar las pers
Roberto Jiménez (1980), a pedido de la c e p a l , se pectivas del futuro y proponer políticas guberna
adoptó una visión menos crítica de la evolución mentales.
IV
Lincamientos conceptuales para el estudio
del cooperativismo y de la participación popular
en América Latina y el Caribe
namiento de las economías y sociedades latinoa estilo alternativo, debe responder a las preguntas
mericanas, tenderán a desempeñar un papel de ¿qué grados de libertad otorga? y si se orienta'
fundamental en la búsqueda de caminos para a profundizaciones democráticas o las excluye”.
superar la crisis que se ha agudizado en el último Desde nuestro punto de vista, lo mismo se aplica
decenio, al tratamiento actual de las cuestiones relaciona
Gran parte de los esfuerzos que se hacen hoy das con el cooperativismo.
en nuestra región tienen por objeto precisamen
te identificar de qué actores sociales se trata, cuá 2. La cooperativa ctmo posible actor social
les son sus orientaciones y en qué grado sus
proyectos de sociedad tienden a profundizar la Por razones análogas, deja de tener importancia
democracia. la búsqueda casi desesperada de cuál sería ‘el’
Efectivamente, en un momento como el ac grupo social o ‘la’ clase portadora de los valores
tual, más allá de la búsqueda de fórmulas mági subyacentes a tal o cual modelo.
cas para superar tan sólo las manifestaciones in Como ha afirmado Bennett (1983), si se
mediatas de una crisis mucho más profunda —y constata el carácter nítidamente social de las ne
que se resumen en la cuestión del endeudamien cesidades humanas y se acepta además que los
to externo—, se advierte un intento persistente valores atribuidos a ellas reflejan el interés
por definir las reglas mínimas del juego demo particular de una clase o grupo, sería un retroce
crático, a través del cual los actores sociales com so proponer que la opción socialmente ‘mejor’ o
prometidos con el fortalecimiento de regímenes más justa —más participativa y más democrática
pluralistas procuran garantizar la ampliación de en cuanto al respeto de los derechos de las mayo
espacios de participación y fomentar las formas rías y de las minorías— constituya el privilegio de
de organización autónoma. una clase o grupo.
Nadie más cree en la democracia formal, El enfoque o la orientación que se intenta
parlamentaria, como un fin en sí mismo, lo que delinear aquí para las cuestiones relacionadas
explica en gran medida que hayan perdido gravi con las formas asociativas y la autogestión parte,
tación entre amplios sectores los modelos tradi por tanto, del supuesto de que organizaciones
cionales liberales, desarrollistas, reformistas y re tales como las cooperativas puedan constituirse
volucionarios. en actores sociales importantes en los próximos
La propia demanda actual de democracia años.
tiene nuevas perspectivas. Si antes se creía que el Debe tenerse en cuenta, desde luego, que la
manejo de la economía y el proceso de crecimien elección del cooperativismo es en cierta medida
to imponía límites ‘naturales’ a la participación arbitraria. No se la debe tomar en absoluto como
de amplios sectores sociales, puesto que las deci una respuesta sino como una hipótesis de tra
siones económicas se basaban fundamentalmen bajo. Hay que rechazar de plano cualquier inten
te en una racionalidad técnica a la cual era ajena to de definir actores sociales —cooperativas— a
la idea de participación (que se suponía obedecer partir de categorías ocupacionales —socios de
a una irracionalidad política, como forma de re cooperativas— o de posiciones relativas en la es
solución de conflictos), hoy se ha demostrado tructura socio-ocupacional, definidas ‘objetiva
que esos límites son mucho más creados, por lo mente’, puesto que los actores no se constituyen
tanto políticos, que naturales. Se trata, en ver primero como categoría/actor y luego como ex
dad, de límites impuestos —sea por la adhesión a ponentes de una determinada orientación de ac
criterios rígidos de economía de mercado, sea ción, sino que es la orientación de acción la que
jw r la planificación económica como una imagen define una categoría social como actor. Es decir,
de la sociedad ideal— a las demandas sociales la persistencia del cooperativismo en la región es
concretas. desde luego una condición necesaria pero no
Ello ha producido un cambio notable en la suficiente para que las cooperativas se transfor
forma de plantearse la relación entre economía y men en actores sociales de importancia.
democracia. Como lo sintetiza Faletto (1983, p. En segundo lugar, hay que rechazar con
33), “la preocupación actual conlleva a que toda igual vigor enfoques que sólo conducirían a la
opción económica, y por consiguiente cualquier reiteración de los errores del pasado. Por ejem-
190 REVISTA DE LA CEPAL N*> 28 / Abril de 1986
pio, postular a jtinon, corno se ha hecho frecuen hasta hoy se consideran como las más participati-
temente, que las cooperativas constituyen una vas de que se tiene noticia —muchos las identifi
alternativa a la empresa capitalista y que su pro can incluso como precursoras de las teorías mo
moción significa, por definición, mayores posibi dernas del desarrollo organizacional y de la ad
lidades de participación para los sectores popula ministración participativa (Singer y Wooton,
res y la mejoría de la calidad de sus vidas, además 1976).® Pocos, sin embargo, estarían dispuestos a
de engañador, es falso. Uno de los aspectos que defender los resultados de tamaña participación.
ha favorecido la generalización del cooperativis Lo que sí nos parece más importante, y me
mo es, precisamente, el que estas organizaciones nos proclive a ser utilizado como fetiche, es preci
puedan funcionar —y de hecho funcionan— en sar las relaciones entre un determinado modelo
cualquier sistema económico y en cualquier régi organizacional y las demás instituciones que
men político, siempre que su existencia no se componen su entorno —así como los centros de
prohíba expresamente. Aunque su funciona poder— ya que esas relaciones son las que deter
miento, su eficiencia y los beneficios que puedan minan los resultados, y no las características espe
ofrecer a los socios estén condicionados por los cíficas (o deseadas) de un tipo particular de orga
sistemas en que operan, no hay ninguna relación nización.
definida entre el tipo de sistema social y el núme Lo que antes era aceptado como verdad in
ro y la importancia de las cooperativas. cuestionable, o sea, que la cooperativa promueve
Hay que reconocer, además, a la luz de la la participación popular y contiene todos los in
historia reciente, que las cooperativas no pueden gredientes de una sociedad democrática y solida
significar la única solución para aquellos cuyo ria, se transforma hoy en pregunta; ¿puede el
solo capital es la miseria. Los problemas sociales cooperativismo satisfacer las demandas actuales
de carácter estructural sólo pueden ser resueltos de democracia, en el sentido de permitir un
por el conjunto de la sociedad, en un proceso en mayor control ciudadano frente al Estado y al
que modelos específicos de organización se com capital?
portan como variables dependientes.
Igual dosis de cautela se aplica cuando se plantea ^Las tensiones subyacentes a esas y otras cuestiones rela
la relación entre cooperativismo y participación cionadas con la participación se analizan en Guimaráes
popular, que asume muchas veces un carácter (1985); Wolfe (1984a); c e p a l (1982); y Naciones Unidas
teleológico y, por ende, mistificador. (1982).
*^Muchos estudiosos postulan la necesidad de analizar los
Existen, en primer lugar, diversos interro procesos de cambio social dirigido no a partir de los objetivos
gantes en torno al concepto mismo de participa declarados o de los modelos aplicados, sino que de la perspec
ción y su significado actual para los sectores po tiva de los resultados concretos obtenidos puesto que los
pulares. A pesar del intenso debate a ese respecto ‘agentes’ promotores del cambio están siempre decididos a
en los últimos años, sigue la pregunta ¿participa trabajar por las transformaciones que tienen sentido sólo a
partir de sus paradigmas personales respecto de cuál es el
ción, para qué? ¿Para superar la enajenación, orden ideal para las relaciones sociales (Guerreiro Ramos,
especialmente la enajenación del poder (un mo 1976, p. 268). Para los que creen en las cualidades intrínsecas
vimiento cooperativo que podría dejar fuera la de los modelos de cambio social, y que justifican su aplicación
dimensión del poder global y, por lo tanto, refor por encima de cualquier duda, nada más apropiado (y sobrio)
zar los aspectos corporativos)? ¿Para cambiar la que las palabras de Albert Speer: “Había muchos hombres
decentes y bien intencionados en la Alemania nazi y ellos no
división social del trabajo, en su dimensión cor fueron capaces de evitar el más grande derramamiento de
porativa? ¿Como una estrategia para la resolu sangre registrado en la historia. El monstruo institucional y
ción de conflictos entre diversos grupos sociales? tecnológico de la destrucción en masa puede muy fácilmente
¿Como una demanda de autogobierno o de más asumir un impulso propio, llevando al mundo a la total ani
intervención del Estado? ¿Gomo una estrategia quilación. Una vez que la bestia está libre, sólo puede viajaren
una dirección. El descenso al infierno puede significar una
para la realización de la ciudadanía?^ carrera estimulante y divertida, pero no representa un billete
Por otra parte, nunca estará demás recordar sólo de ida. Yo lo sé, yo estuve allá, aún estoy" (entrevista de E.
que las estructuras organizacionales del iii Reich Norden, Playboy, j u n io de 1971, p. 202).
COOPERATIVISM O Y PARTICIPACION POPULAR / Roberto P. Guimaráes 191
4. Marco general para el desarrollo del tema bir la ecología del cooperativismo; es decir, sobre
y sugerencias para futuras investigaciones la base de su simple existencia, precisar, median
te análisis de las relaciones que entablan en el
Así pues, se propone considerar las cooperativas medio social, cultural, económico y político en
y otras formas asociativas no como una alternati que están insertas, las repercusiones de su exis
va económica a la tradicional unidad capitalista tencia en otras esferas de la realidad, tales como
de producción, en que se suelen polarizar las los partidos políticos, los sindicatos o el mercado.
distinciones entre propiedad individual y pro Con esa perspectiva y teniendo como marco
piedad colectiva, crecimiento frente a distribu de referencia conceptual lo que se ha desarrolla
ción, y otras parecidas, y donde el objeto de análi do hasta aquí, se sugerirán algunas de las necesi
sis es determinar las condiciones económicas, po dades más inmediatas de investigación. En pri
líticas, culturales e institucionales para el surgi mer lugar, se deberían concentrar los esfuerzos
miento y desarrollo de cooperativas. en el análisis de las características de los movi
Se propone, en cambio, partir de la existen mientos asociativos, cooperativos y de autoges
cia misma de las cooperativas y verificar sus re tión locales sobre todo en sus aspectos económi
percusiones sociales y políticas; y a la vez prestar cos y sociales.
una atención especial a cuestiones microeconó- Por un lado, habría que caracterizar el tipo
micas de eficiencia y competitividad. Especial re de actividades a que se dedican esas organizacio
lieve tendrá la dimensión social y política de las nes en cada país; su distribución y localización
cooperativas, como un modo de socialización in geográfica; tamaño y estructura de producción;
cipiente o como un proceso de toma de concien las modalidades y diferencias de ingreso, princi
cia de los sectores populares. El objeto de análisis palmente entre los niveles técnicos y administra
pasará a ser el modo de inserción de las coopera tivos, y entre socios y asalariados; y, finalmente,
tivas en la economía y en la sociedad nacional, las los mecanismos y posibilidades de integración
relaciones entre los socios, las relaciones entre económica, tanto entre mercados como entre
socios y asalariados, etc. unidades productoras, la participación de las
Para esos fines podríamos contentarnos, co cooperativas en el producto nacional y sectorial,
mo punto de partida, con considerar al coopera y en las exportaciones. Es preciso asimismo exa
tivismo no necesariamente como un movimiento minar el impacto de estas organizaciones en la
social en la acepción de Enzo Faletto (1983), de estructura ocupacional y en el mercado de tra
movimientos que generan contramodelos de so bajo, especialmente en lo que toca a la situación
ciedad ya que “enfrentan problemas que concier de los grupos jóvenes y de la mujeres.
nen al conjunto de la sociedad, lo que los distin Por otro lado, parece una tarea urgente de
gue de un grupo de presión cuyos problemas son terminar la composición social de las cooperati
particulares o corporativos”, sino como un pro vas (sexo, edad, extracción social y categoría ocu
ceso educativo que permite el surgimiento de pacional), así como la naturaleza del proceso de
una identidad colectiva y el aumento de capaci toma de decisiones, principalmente las que se
dad de organización y movilización de los secto refieren a la introducción de cambios tecnológi
res populares. De nuevo, pasa a ser más impor cos y a la distribución del excedente. En relación
tante que analizar el cooperativismo de partida con este último aspecto, sería de interés analizar
\como un movimiento social, precisar sus relacio- la función de los agentes externos no sólo en la
j nes con otros movimientos populares afines: sin- creación y operación de organizaciones de tipo
Ldical, poblacional y campesino. asociativo, cooperativo y de autogestión, sino
Cabe, por consiguiente, orientar el trata también los límites que la presencia de un ele
miento del tema a través de dos vertientes o di mento dinámico externo impone a la permanen
mensiones. Investigar, en primer lugar, la anato cia y autonomía de esas organizaciones.
mía del fenómeno cooperativo, procurando Finalmente, tendría especial importancia, se
identificar dónde operan las cooperativas, con gún el enfoque adoptado en el presente trabajo,
qué organización del trabajo y estructura de pro identificar y analizar las principales demandas de
ducción, con qué niveles de participación de sus orden político que emergen del movimiento aso
socios y de eficiencia. En segundo lugar, descri ciativo, cooperativo y de autogestión, así como los
192 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / A lm i de 1986
mecanismos y pautas de articulación con otros campesino, comunitario) y con los partidos poli-
movimientos populares (poblacional, sindical, ticos.
V
Algunos aspectos de orden metodológico
Resulta difícil abordar sólo algunos aspectos me Sin embargo, desde que se manifieste y se
todológicos relacionados con el tema del coope suponga la existencia, por así decirlo, de una
rativismo y de la participación popular. La cues ambigüedad todavía no resuelta, y además, des
tión metodológica constituye, en realidad, el in de que se defina como objetivo tanto del análisis
terrogante fundamental para el tratamiento del cuanto de las acciones, no el modelo per se sino
tema y debería ser objeto de una investigación que su significado para la transformación de las
específica. estrategias de sobrevivencia de los sectores popu
lares en proyectos de nuevas relaciones sociales y
1. Cooperativismo, autogestión y organizaciones económicas (o el “estilo alternativo de desarrollo”
populares como quieren algunos), no creemos que tal pos
tura se transforme en obstáculo metodológico
Existe consenso de que todavía no se ha logrado para enfocar el tema.
identificar las formas y estrategias para com Por el contrario, se considera que el propio
prender la realidad de las organizaciones popu desdoblamiento futuro de las propuestas intro
lares sin imponerse una lógica y un orden arbi ducidas a través del presente artículo, y el resul
trario que sólo tienen sentido para el observador tado de la relación con las organizaciones popu
y que, frecuentemente, sirven mucho más para lares mismas, es lo que irá determinando proba
confundir que para aclarar las dinámicas de esas bles correcciones, tanto metodológicas como de
organizaciones. otro carácter.
Valdría la pena por lo tanto registrar aquí la
importancia de buscarse estrategias alternativas, 2. El cooperativismo
tales como las propuestas por la llamada investi- en el contexto latinoamericano
gación/acción o investigación partid pativa, que
en su intento de desmistificar tanto la investiga Lo que sí debería constituir motivo inmediato de
ción económica cuanto la investigación de tipo preocupación y discusión son los aspectos que,
sociológico o antropológico, transformándolas más que las distinciones en la forma de organiza
en instrumento de cambio de la sociedad y com ción, dicen relación con el medio donde operan
prometiendo investigadores con la realidad del las organizaciones populares, sea rural o urbano;
objeto estudiado, permite que los sectores invo con los contenidos de clase de esos movimientos y
lucrados en las organizaciones populares asu con las orientaciones valorativas de los que bus
man el papel de sujeto de su propia investiga can afiliarse a ellas.
ción. Eso sejustifica de manera especial por tratar
Con esa perspectiva no pareciera presentar se de América Latina y el Caribe, puesto que el
grandes problemas el hecho de considerar en cooperativismo ha asumido en nuestro contexto
forma ambigua, tal como se hizo aquí, el concep significados muy distintos a los que prevalecie
to de ‘organización popular’ englobando mode ron en otras partes, principalmente en el Viejo
los aparentemente tan distintos, como las coope Mundo. Mientras los precursores europeos del
rativas, formas asociativas (¿precooperativas?), cooperativismo, desde Robert Owen (inicios del
empresas de autogestión y otras. No se quiere siglo xix) hasta Bernard Lavergue (inicios del
decir con eso, en absoluto, que no existan dife siglo xx) e incluyendo a Fourier, Rochdale, Raif-
rencias marcadas entre cada modelo organiza- feisen y otros, llegaron al cooperativismo a partir
cional. de concepciones ideológicas respecto del ordena
COOPERATIVISM O Y PARTICIPACION POPULAR l Roberto P. Guimaráes 193
miento de las relaciones sociales, el cooperativis distinguir las cooperativas de forma (empresas
mo latinoamericano, si es que puede caracteri capitalistas que solamente adoptan la personería
zarse como tal, se refiere ante todo a prácticas jurídica de cooperativa) y las cooperativas de fon
sociales que no están necesariamente asociadas do (donde predomina el trabajo solidario, la par
con una determinada concepción del mundo ticipación en las decisiones, el principio de “un
(aunque por cierto ‘crean’ las opciones ideológi hombre, un voto”).
cas más diversas).
En un contexto histórico fuertemente de
pendiente en lo económico y marcadamente au 4. Cooperativas de producción, de consumo y
toritario en lo social y lo político, las cooperativas de prestación de servicios
adquieren diferentes significados, en diversos
momentos históricos y para distintos sectores so Por otra parte, si lo importante no es el cooperati
ciales. En algunos momentos constituyen nada vismo en sí, sino que la relación cooperativismo-
más que una estrategia transitoria de sobreviven democracia-estilo de desarrollo, pasan a ser deci
cia de sectores populares, como lo demuestra el sivas las relaciones entre las cooperativas y los
crecimiento de cooperativas de trabajo en situa centros de poder, lo que significa diferenciar,
ciones de agudización del desempleo urbano. por ejemplo, las cooperativas de producción, las
En muchas oportunidades representan una de consumo y las de prestación de servicios.
estrategia de defensa contra la represión política, Si partimos del supuesto, tal como se hizo
como una forma de mantener organizados a los aquí, de que en la discusión sobre estilos, demo
miembros de movimientos sociales que no com cracia y cooperativismo el concepto fundamen
parten necesariamente la doctrina cooperativa tal, y que debe orientar todos los esfuerzos en esa
desde un punto de vista ideológico, de la cons área, es el de democracia entendida como plura
trucción de una ‘nueva’ sociedad, sino que adop lidad de opciones, modelos y prácticas sociales,
tan la forma cooperativa simplemente por ser el ya no se trata entonces de redefinir todas las
único espacio de participación aún tolerado por relaciones sociales a partir de la doctrina coope
las autoridades gubernamentales. rativa, sino que, a través del fortalecimiento de
Finalmente, pueden constituir, principal organizaciones cooperativas lograr la democrati
mente para los sectores de clase media, un modo zación de los sistemas existentes, tanto los de
de acceder a bienes o servicios en condiciones economía de mercado como los de mercado re
ventajosas frente a las prevalecientes en el mer gulado y de planificación central (y que muchas
cado, tal como ocurre con muchas cooperativas veces se mezclan en una misma sociedad). En ese
de consumo y de ahorro y crédito —es decir—, sentido, el impacto que produce el funciona
como una forma de democratizar el capitalismo miento de cooperativas de producción, de consu
dependiente y concentrador. mo y de prestación de servicios es sin duda muy
distinto.
3. Definición del espacio en que actúan
las cooperativas 5. Cooperativismo y transnacionalización
concentración y, por ende, el autoritarismo, ha identificar los sectores donde las cooperativas,
bría que precisar las relaciones entre cooperati por sus características organizacionales y por su
vas al nivel internacional. Asimismo, habría que racionalidad económica, tienen mejores posibili
identificar los límites que esa tendencia impone dades de florecer ((jaquellos en que el factor tra
al fortalecimiento y eventual predominio del mo bajo es el preponderante?), y aquellos en que no
delo cooperativo, y a la viabilidad de constituirse se han revelado como alternativa más adecuada
en un modelo alternativo, (¿sectores en que el ritmo de obsolecencia tecno
A nivel microsocial eso significa también lógica es el más intenso?).
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I
REVISTA DE LA CEPAL N“ 28
Innovación y diversificación
de bienes y servicios
y sus consecuencias
Notas sobre sobre el intercambio
el intercambio La revolución tecnológica que viene ocurriendo
en los centros, los acontecimientos monetarios de
desde el punto de Estados Unidos, y los grandes desequilibrios en
las relaciones económicas internacionales plan
vista periférico tean problemas muy serios para la periferia lati
noamericana.
En artículos anteriores publicados en esta
R aúl Prebisch* revista hemos sostenido una serie de tesis que son
de gran atinencia con el tema del presente artícu
lo.
La exigencia de generar divisas para cancelar los inte Hemos tratado de demostrar que en el desa
reses de la deuda externa coloca otra vez sobre el rrollo histórico de los centros, como en los tiem
tapete el tema de las relaciones comerciales entre cen pos presentes, los grandes incrementos de pro
tros y periferia, de la potencialidad que ellas encierran
y de los obstáculos que las limitan.
ductividad que el progreso técnico ha traído con
El autor comienza por reiterar la persistencia de las sigo no se han manifestado correlativamente en
causas estructurales que generan el desequilibrio co el descenso de los precios. La razón de esta dife
mercial de los países de la periferia —vinculadas direc rencia de tanta importancia radica en la diversifi-
tamente a la evolución de la elasticidad-ingreso de los cación continua que las innovaciones tecnológi
precios internacionales de los productos manufactura
dos y primarios (excepto petróleo)— y las soluciones
cas traen en los bienes y servicios. Conforme
con que dichos países han procurado enfrentarlo. En aumenta el ingreso global, debido a la creciente
tre dichas soluciones examina en particular la sustitu productividad, la demanda se desplaza princi
ción de importaciones de los centros y la exportación palmente hacia nuevas formas de bienes y servi
de manufacturas hacia ellos. cios antes que a los que ya venían produciéndose.
La apertura de los mercados de los centros a las
manufacturas de la periferia sería una medida de
Esta diversifícación se da en los bienes manufac
enorme potencialidad para esta última pero la variada turados y no en los alimentos y otros bienes pri
gama de trabas y restricciones existentes no lo inclina marios donde el cambio y la diversifícación son
hacia el optimismo. Por ello afirma que, en tales cir muy limitados.
cunstancias, debe reverdecerse la antigua idea de la Este fenómeno basta para explicar la tenden
sustitución de importaciones en el amplio marco de la
integración regional. No se trata de aplicar nuevamen
cia al deterioro de los precios de los productos
te políticas ideadas hace varios decenios; ellas pueden primarios en relación con los bienes manufactu
constituir una solución al desequilibrio externo siem rados. Desde los primeros tiemf>os de la c e p a l
pre que se las adecúe a la situación actual y se eviten los hemos explicado que esta tendencia inñqía muy
errores cometidos en el pasado. Ante un comercio seriamente en las relaciones entre los centros y la
mundial que se cierra, ellas representan un ingredien
te ineludible en cualquier estrategia razonada de desa
periferia. Más aún, conforme el progreso técnico
rrollo. va penetrando en esta última y elevando el ingre
so, se manifiesta también el mismo fenómeno de
diversificación incesante de la demanda, acen
tuada generalmente por las grandes fallas en la
distribución del ingreso.
La periferia se encuentra así expuesta a un
fenómeno de desequilibrio exterior a medida
♦Director de la Revista de la c e pa l . que avanza el proceso de desarrollo, que tiene
que rectificarse para que éste pueda cumplirse.
196 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
En efecto, la diversificación de la demanda im extraño entonces que la periferia, que había em
pulsa a las importaciones a crecer con ritmo ge pezado a exportar bienes tecnológicamente poco
neralmente muy elevado, mientras las exporta avanzados y de muy escasa diversificación, haya
ciones de productos primarios, salvo las de petró quedado notoriamente a la zaga en esta expan
leo, tienden a crecer con un ritmo relativamente sión del intercambio de manufacturas.
lento. Este fenómeno viene dándose de tiempo Ya he señalado que existen factores que ex
atrás, sometido siempre a las consecuencias de plican la adversa reacción de los centros a la
los ciclos de los centros. importación de manufacturas provenientes de la
Los economistas de los centros en general periferia. Creo que para comprender este hecho
atacaron primero la industrialización de la peri es indispensable recordar el papel dinámico del
feria, que se inició durante la gran depresión excedente económico de las empresas que he
mundial, y después han abominado de la sustitu procurado explicar en artículos anteriores.* En
ción de importaciones, recomendando en su lu el excedente se manifiesta principalmente el fru
gar a la periferia exportar manufacturas para to de la creciente productividad del sistema que
hacer frente a aquella tendencia al desequilibrio. no se transfiere a la fuerza de trabajo. Esto tiene
Hay países en la periferia latinoamericana profunda significación dinámica puesto que del
que tomaron seriamente este consejo y empren excedente sale una parte considerable de la acu
dieron un gran esfuerzo de exportación. Sucede mulación de capital de las empresas. Así, confor
sin embargo que cuando estas exportaciones em me evoluciona la demanda hacia una creciente
pezaron a competir con la producción de los diversificación, se desplaza también la inversión
centros, éstos no tardaron en someterlas a serias de capital para producir los bienes que se diversi
restricciones. Explícanse estas restricciones por fican. La competencia entre las empresas se diri
el desempleo que el debilitamiento dinámico de ge a ganar mercados en el proceso de diversifica
los centros ha traído consigo en tiempos recien ción más que al descenso de los precios, salvo en
tes. Sin embargo, en los largos años de prosperi aquellos bienes superados por otros provenien
dad que terminan en la primera mitad de los tes de aquellas incesantes innovaciones.
años setenta, donde en algunos países no sola Hay aquí un hecho que tiene que subrayarse:
mente no hubo desocupación sino que se admi ese desplazamiento de las inversiones se realiza
tieron trabajadores extranjeros, no se dio un es gracias al crecimiento del excedente y ese creci
fuerzo manifiesto para desbaratar el tratamiento miento ocurre precisamente porque no bajan en
arancelario adverso que sufren no solamente los general los precios de las manufacturas gracias a
productos primarios sino también los bienes ma la di versificación. Si no hubiera diversificación,
nufacturados provenientes de la periferia. gracias a incesantes innovaciones, el consumo
En UNCTAD se desenvolvieron intensos es tendería a saturarse.
fuerzos para cambiar este estado de cosas sin Este es un fenómeno característico del desa
resultados positivos. Esto me hace pensar que rrollo capitalista. Sucede sin embargo que cuan
hay factores muy serios que se oponen a una do las importaciones de la periferia adquieren
política de liberalización de las importaciones capacidad competitiva, al combinarse el progre
provenientes de la periferia. En efecto, en esos so técnico con salarios relativamente bajos, esta
años de prosperidad en las grandes rondas de competencia se realiza mediante la baja de pre
negociaciones del g a t t (Kennedy y Tokyo) las cios y afecta adversamente el crecimiento del ex
tarifas aduaneras se redujeron a un nivel muy cedente y la aptitud de las industrias afectadas
bajo, pero esto concierne principalmente al in por la competencia para desplazarse mediante
tercambio de los centros, que en gran parte está inversiones en el proceso de diversificación o
dado preci-samente en aquellos bienes en donde aumento de su productividad. Explícase así la
es muy intenso el proceso de diversificación debi resistencia de empresas y trabajadores a las im-
do a las continuas innovaciones tecnológicas, y
por el impulso de las compañías transnacionales,
las que al realizar estas innovaciones han interve ' V éase e n especial “La p e rife ria latinoam ericana en la
nido activamente en dicho intercambio, el que crisis d e l cap italism o ”. Revísta de la c b p a l , N° 26, agosto de
alcanzó cifras extraordinariamente altas. No es 1985.
NOTAS SOBRE EL INTERCAMBIO DESDE EL PUNTO DE VISTA PERIFERICO / Raúl Prebisck 197
II
Importancia de la protección
Pero los centros se opusieron, primero a la indus de la protección. Pero acaso no comprendieron
trialización periférica y después a la sustitución cabalmente que la devaluación traería consigo el
de importaciones, mediante la protección adua descenso de los precios internacionales de los
nera. En la CEPAL, desde los primeros tiempos, bienes primarios que eran competitivos. Recuer
sostuvimos que la protección era indispensable a do que medidas de esta naturaleza fueron reco
fin de hacer frente a la superioridad técnica y mendadas a nuestros países por técnicos del Fon
económica de aquéllos. Desgraciadamente, la do Monetario Internacional; cuando se les hacía
protección ha sido por lo general muy exagera notar este efecto adverso sobre los precios dije
da, si no abusiva, y se mantuvo por mucho tiem ron que podía subsanarse estableciendo impues
po sin estimular a las industrias a que redujeran tos a las exportaciones, con lo cual contradecían
sus costos de producción, punto sobre el cual su propia doctrina liberal, puesto que un impues
volveremos más adelante. Los adeptos a las doc to a las exportaciones significa una intervención
trinas neoclásicas impugnan la protección. Ter del Estado en las fuerzas del mercado similar a la
minan admitiendo la industrialización pero del impuesto a las importaciones. Si recuerdo
siempre que ella sea un fenómeno espontáneo y esto es para señalar que nuestros fenómenos no
no el resultado de la intervención del Estado en el siempre han sido objeto de clara comprensión en
juego de las fuerzas del mercado. Lo más que el pensamiento de los centros.
llegaron a admitir fue el recurrir a la devaluación Más de una vez me ha preocupado en tiem
monetaria a fin de lograr efectos similares a los pos recientes por qué en lugar de las restricciones
198 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 28 / A b n l de 1 9 8 6
que los centros aplican a las importaciones peri fuerza de trabajo redundante. De ahí uno de los
féricas no se recomienda la devaluación a fm de papeles dinámicos fundamentales de la indus
poner a las industrias de los centros afectadas trialización. De lo contrario, la fuerza de trabajo
por la competencia en condiciones de resistirla, redundante tendría un serio efecto depresivo
bajando en esta forma los ^salarios reales. Baste sobre los salarios y, en consecuencia, sobre los
mencionar este solo hecho para darse cuenta de precios internacionales de la producción agrope
la índole de estas recomendaciones puesto que cuaria.
aun en los casos que esta medida hubiera sido Yo creo que este último argumento es decisi
social y políticamente viable, el descenso de sala vo, pero al conversar acerca de ello en los centros
rios habría llevado también al deterioro de los me convencí de que esto, lejos de preocupar a
predos de todas las industrias que son competiti algunos de sus economistas, contribuía a reforzar
vas, esto es, al deterioro de la relación de precios la tesis de Viner puesto que convenía a los centros
del intercambio de los centros. el descenso de los precios de los productos pri
En verdad, las teorías económicas no siem marios que adquirían en la periferia.
pre prevalecen por su rigor científico sino por los Corresponde ahora plantearse esta otra pre
intereses que favorecen, y esta consideración me gunta: ¿por qué los centros reciben con beneplá
lleva a otro aspecto del tema que estamos anali cito el descenso de los precios de estos productos
zando. En otro lugar me referí a la oposición de primarios en tanto que se empeñan en resistir el
los economistas de los centros a la industrializa descenso de los precios de las manufacturas que
ción periférica. Desde sus primeros tiempos la importan desde la periferia? La respuesta es muy
CEPAL sostuvo que la industrialización era una simple. El descenso de los precios de los produc
exigencia insoslayable del desarrollo. Esta tesis tos primarios agranda el excedente económico
nuestra fue comentada a comienzos del decenio de las empresas que los adquieren, en tanto que
de 1950 por el Profesor Jacob Viner, una de las el descenso de los precios industriales debilita su
autoridades más conspicuas en materia de co excedente y en consecuencia su capacidad de
mercio internacional. Como nos ha sucedido con acumulación, como dije anteriormente.
frecuencia, el Profesor Viner había leído versio Ahora permítaseme volver sobre la protec
nes indirectas de nuestras ideas y así, para im ción en la periferia. Decía que es indispensable
pugnar la tesis de la industrialización, nos atri introducir el progreso técnico en la agricultura y
buyó el concepto según el cual la agricultura en general en la producción primaria y que sin la
empobrecía a los pueblos en tanto que la indus industrialización se corría el riesgo del deterioro
tria elevaba su bienestar. Cuando pocas semanas de la relación de precios. Pero es claro que la
después fui invitado para ocupar la misma cáte industrialización cumple con relativa lentitud su
dra en la Universidad de Brasil expresé: ¿cómo función absorbedora de fuerza de trabajo y lo
podría yo sostener esa idea tan peregrina si mi que se necesita es tratar de frenar el deterioro.
país, la Argentina, alcanzó en el comienzo de este Ello se consigue precisamente por la protección,
siglo una de las cifras más elevadas del mundo de puesto que al intensificar la actividad industriali-
ingreso por habitante? El Profesor Viner soste zadora contribuye a desplazar el capital y fuerza
nía que, en lugar de industrializarse, la periferia de trabajo de la producción primaria hacia la
tenía que introducir el progreso técnico en la industrial, Pero esto no significa que no se hayan
agricultura, tesis desde luego irrefutable, pero cometido gravísimos errores en esta materia en
que negaba la experiencia de todos los países, América Latina, exagerando la protección en
independientemente de su sistema económico y forma tal que ello terminaba afectando adversa
social. En efecto, a medida que el progreso técni mente la producción primaria, argumento que se
co elevaba la productividad de la agricultura, ha usado muchas veces contra la industrializa
disminuía su capacidad de absorción de empleo y ción en vez de referirse a una mala política para
había que buscar otras formas para absorber la realizarla.
N O T A S S O B R E E L IN T E R C A M B I O D E S D E E L P U N T O D E V IS T A P E R IF E R IC O / R a ú l Prebisch 199
III
Quisiera entrar ahora a las consideraciones sobre en los Estados Unidos con la famosa ley 280 que
la tendencia al deterioro que tanto y con tanta de hecho significa un subsidio a la venta de gra
razón nos preocupó en los primeros escritos de la nos en el exterior, especialmente en el mundo en
CEPAL. Los productos agrícolas y en general los desarrollo.
primarios no admiten gran diversificación. Es Todo esto se hizo al margen de los principios
cierto que la fuerza de trabajo y el capital dedica del G A T T . Y no sólo eso, sino que se ha combatido
dos a producir un bien cuyo precio tiende a des a la periferia, y especialmente a la c e p a l , cuando
cender podrían dedicarse a producir otros bie exponíamos la tendencia al deterioro de la rela
nes primarios, pero éstos, a su vez, están sujetos ción de precios en el intercambio de productos
al riesgo de un fenómeno similar de saturación. primarios. También en este caso se presentó
En cambio en la producción industrial, el despla erróneamente nuestra tesis sin explicar en qué
zamiento de la demanda y la correspondiente términos la habíamos formulado. Más aún, se
inversión del excedente y de los fondos de amor nos atribuyó acusar a los centros de explotar
tización para responder a este desplazamiento deliberadamente a la periferia mediante el dete
atenúan o impiden este fenómeno de saturación. rioro de la relación de precios. Es cierto que se
Tal es la situación de inferioridad que desde este han practicado y se siguen practicando diversas
punto de vista corresponde a la agricultura, so formas de succión de ingresos periféricos pero la
bre todo cuando el progreso técnico tiende a CEPAL no vinculó el deterioro con tesis alguna de
aumentar con celeridad la productividad sin que explotación, que por lo general obedecen a consi
la demanda se acreciente en cuantía necesaria deraciones de índole política.
para evitar el descenso de los precios.
Tal es el fenómeno notorio en los centros Después de estos esclarecimientos teóricos
industriales, donde el considerable progreso téc llegamos a un problema de la mayor importan
nico en la agricultura en los últimos decenios ha cia, a saber, ¿cómo atacar la tendencia hacia el
traído un incremento extraordinario de la pro desequilibrio estructural en nuestras relaciones
ducción; así, por ejemplo, en los Estados Unidos con los centros? Ya se ha dicho anteriormente
se ha limitado en distintas formas la producción que se debía estimular las exportaciones a los
de grano, a fin de evitar o moderar la caída de los centros y sustituir importaciones. Ahora bien, las
precios internacionales, y esto ocurre aun en exportaciones dependen fundamentalmente de
tiempos en que prevalecen las teorías neoclásicas. la capacidad receptiva de los centros en función
En los países de la Comunidad Económica Eu de su tasa de desarrollo y de su disposición a
ropea ha ocurrido un fenómeno similar y es bien encontrar fórmulas que permitan a la periferia
sabido que la tendencia al deterioro se ha atacado participar en su incremento de consumo o even
mediante algunos subsidios a los precios o prohi tualmente en su mismo consumo. En la medida
bición de las importaciones. No niego los fenó en que no nos sea posible hacerlo, sólo queda la
menos de fondo que conducen a esta política, sustitución de importaciones. La sustitución no
sobre todo después de la experiencia de dos gue es pues una preferencia doctrinaria sino que res
rras mundiales que aconsejan no desbaratar la ponde a condiciones objetivas de la realidad en
agricultura. También está de por medio el exce nuestras relaciones con los centros.
dente agrícola según las consideraciones que he Ahora bien, el problema es bastante com
formulado en otro lugar. Pero de ello a producir plejo puesto que hay que determinar qué bienes
grandes sobrantes y lanzarlos a cualquier precio convendría sustituir. Podríamos plantear este
al mercado internacional hay una enorme distan problema en los siguientes términos: hay bienes
cia. Sin embargo, ello se ha hecho y se sigue en que la sustitución ya ha ocurrido y hemos
haciendo gracias a los subsidios internos, como adquirido capacidad competitiva. Esto en un ex-
200 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 2 8 / A bril de 1 9 8 6
tremo; en el otro extremo hay otros bienes que nes más susceptibles de producir en condiciones
corresponden a los continuos avances de la tec económicas en lugar de aquellos otros en que no
nología de los centros tanto en materia de bienes nos es posible, por el tipo de nuestro desarrollo,
de capital como de insumos y bienes de consumo. enfrentar su producción.
No cabría por el momento pensar en la sustitu Es bien sabido que la sustitución de importa
ción de esos bienes por razones obvias. Entre esos ciones en los mercados nacionales relativamente
dos extremos hay una amplia gama de bienes en pequeños de nuestros países, no sólo por su po
que hemos adquirido o podríamos adquirir fácil blación sino también por sus ingresos relativa
mente capacidad tecnológica, y es en ellos donde mente bajos, tropieza con muy altos costos. De
habrá que examinar las posibilidades de sustitu ahí la necesidad de ampliar los mercados nacio
ción con criterio selectivo, eligiendo aquellos bie nales mediante la integración regional.
IV
Necesidad de nuevas fórmulas de integración
Hay que reconocer, sin embargo, que el esfuerzo tiende a recaer sobre ellos el costo de estas opera
que se ha realizado en más de dos decenios ha ciones puesto que significa hacerles pagar pre
dado escasísimos resultados. Conviene pues exa cios más altos que los del mercado internacional
minar seriamente las razones por las cuales no por los bienes de capital e insumos que importan
hemos avanzado como se hubiera creído posible de los más avanzados. Por eso y por otras consi
hacerlo en los primeros tiempos. Un examen deraciones, me inclino más bien a que los países
retrospectivo rae lleva a la conclusión siguiente: avanzados otorguen a sus exportaciones subsi
en la c e p a l nos dejamos seducir por la idea de un dios equivalentes a lo que significa su protección
mercado común latinoamericano, que se fue aduanera. Por supuesto que el régimen de subsi
abriendo paso y llegó a concretarse en los arre dios tendría que establecerse de común acuerdo
glos conocidos. No digo que haya que abandonar con un nuevo convenio, pero no bastaría por sí
esta idea, sino cambiar la forma y el tiempo de mismo para asegurar un intercambio relativa
realizarla. Lo fundamental ha sido y sigue siendo mente equilibrado. Los países menos avanzados
la tendencia al desequilibrio con los centros que o medianamente avanzados siempre estarían en
tiene que llevarnos necesariamente a sustituir las inferioridad de condiciones si no se tomaran me
importaciones provenientes de ellos. A mi juicio, didas especiales para superarla; una de ellas sería
es allí donde hay que concentrar los esfuerzos, la de que los países más beneficiados por este
dejando para una etapa posterior otras medidas intercambio compartieran con los menos las in
de líberalización del intercambio. Así por ejem versiones necesarias para llegar a un equilibrio
plo las preferencias que podrían otorgarse recí satisfactorio de carácter no bilateral sino multila
procamente nuestros países para realizar impor teral entre todos los países participantes.
taciones de bienes de consumo no nos van a resol Ello tendría otra ventaja muy significativa;
ver ese problema fundamental que menciona los arreglos que, dentro del régimen existente,
mos. Pero no es eso solamente; yo creo que la realizaran dos países para especializar su produc
sustitución de importaciones dentro de un régi ción con fines de intercambio recíproco no po
men preferencial tropieza con grandes obstácu drían quedar abiertos a la intervención de otros
los. En efecto, los países más avanzados indus países latinoamericanos sin vulnerar las condi
trialmente están en condiciones de exportar bie ciones en que tales arreglos se basan. Por el con
nes de capital o bienes intermedios a los países trario, un régimen de subsidios permitiría la in
menos avanzados o medianamente avanzados sin corporación de terceros países dispuestos a res
que éstos puedan participar en la misma medida ponder a los principios generales en que se basa
en este género de intercambio. Sin embargo, ra un convenio de esta naturaleza.
N O T A S S O B R E E L IN T E R C A M B I O D E S D E E L P U N T O D E V IS T A P E R IF E R IC O / R a ú l Prebiscli 201
Como es sabido, hay resistencia de los cen integración como acabo de decirlo. No estoy ha
tros al régimen de subsidios, no obstante las di ciendo una propuesta concreta sino sencillamente
versas formas encubiertas de otorgarlos respecto enunciando la conveniencia de alejarse de lo que
de sus propias exportaciones. Pero no podrían pensábamos hace más de un cuarto de siglo cuando
objetar a arreglos de esta naturaleza en países de la industrialización apenas había alcanzado modera
la periferia. Esta idea no es en verdad nueva. das dimensiones y sin que tuviéramos como ahora la
Recuerdo que, a comienzos del decenio de 1960, ventaja de haber recogido experiencias. Quiero se
en uno de nuestros informes dijimos que la in ñalar también que los países medianamente avanza
dustrialización latinoamericana se había desen dos y los menos avanzados podrían participar en
vuelto en forma asimétrica puesto que se estimu estas nuevas formas de intercambio con exportacio
laba la sustitución sin dar un estímulo equivalen nes de bienes de consumo, las que podrían realizar
te a la exportación de manufacturas. se con arreglos o fórmulas reguladoras similares a
Creo que hay que considerar seriamente la las que he mencionado en el caso de nuestras expor
conveniencia de dar un nuevo giro a la política de taciones a los centros.
V
Posible cooperación de los centros
En el desenvolvimiento de industrias que res fuerzo que están haciendo los países más impor
ponden a la exigencia de más amplios mercados tantes por abrir paso a sus exportaciones de avan
la cooperación de los centros podría ser de gran zada tecnología. El caso más interesante que se ha
importancia. Pero ¿qué interés tendrían en planteado recientemente atañe a la ley de comer
apoyar nuestros esfuerzos de sustitución de las cio y aranceles, que acaba de ser dictada en Esta
importaciones provenientes de ellos mismos? La dos Unidos. La electrónica, en sus distintas ra
respuesta es muy simple. La sustitución nos per mas, y la biotecnología constituyen la expresión
mitiría importar bienes de avanzada tecnología más conspicua de la revolución tecnológica que
en vez de importar bienes menos avanzados tec se está operando en estos momentos en el mundo
nológicamente, lo cual es de evidente ventaja desarrollado y es natural que los Estados Unidos,
para las dos partes. Además, se abriría en esta así como otros países, se preocupen de ampliar
forma un amplio campo de transferencia de tec sus mercados, sujetos por cierto a una intensa
nología a los países periféricos con claras ventajas competencia. Parece ser que para lograr este
para los centros que, además de avanzar en la propósito, los Estados Unidos se proponen dar
diversificación mediante nuevas tecnologías, ten incentivos que promuevan el mercado de sus
drían la ventaja de negociar con los países perifé productos en los países periféricos, e incluso se
ricos la transferencia de tecnologías que están habla de concesiones comerciales que se harían
siendo ya superadas por otras más avanzadas, en forma bilateral. De ser ello así, nos alejaríamos
ampliando en esta forma su campo de acción. de una de las conquistas más importantes que se
Estas dos consideraciones acaso podrían llevar al ha jogrado en la economía internacional, o sea, el
Banco Mundial, así como al b id , a participar acti multilateralismo. Me inclino a creer, sin embar
vamente en la financiación de las inversiones ne go, que ello significaría más bien la negociación
cesarias. Ello permitiría fortalecer la posición de bilateral para conseguir ventajas, más que un
las empresas latinoamericanas, sean privadas o cambio fundamental. Pero aparte de ello cabe
públicas, en diferentes formas de cooperación preguntarse ¿qué es lo que podrían hacer los
con las de los centros. Estados Unidos para que la demanda de impor
Las consideraciones que hemos formulado taciones de bienes avanzados realizada por los
anteriormente nos permiten comprender el es países periféricos pueda ir acompañada de acre
202 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 2 8 / A b n l de 1 9 8 6
centamiento de nuestras exportaciones a los Es una plena liberalización de la banca de los Esta
tados Unidos? Yo he expresado anteriormente dos Unidos en competencia con la de nuestros
mis dudas acerca de esta posibilidad y admitiré países? Yo creo que en muchos casos ya se ha ido
sin embargo estar equivocado si se nos presentan demasiado lejos en esta materia y que no habría
posibilidades concretas de aumento del inter ventajas en seguir extendiendo las facilidades
cambio en términos adecuados. Pero aun sin des que se han dado en el pasado. Es cierto que los
deñar estas posibilidades, en caso de plantearse, avances tecnológicos de las operaciones banca
quiero insistir —como he hecho anteriormente— das representan indudables ventajas, pero no lo
acerca de las ventajas que tendría para los centros es menos que podrían tomarse medidas que pro
la sustitución de importaciones periféricas. Sería muevan los avances tecnológicos en la banca na
la forma más efectiva para abrir mercados a los cional. Hay diversas consideraciones en favor de
bienes de avanzada tecnología. medidas de esta naturaleza, porque las menores
remesas de beneficios que se harían en esta for
El empeño de los Estados Unidos no se limita ma, gracias a la sustitución nacional de estos ser
sin embargo a dichos bienes sino también a los vicios, podrían dedicarse con mayores ventajas a
servicios. Hay una amplia gama de estos servicios la importación de bienes de tecnología avanzada,
que está experimentando las consecuencias de la sea de capital, de insumos o bienes de consumo
revolución tecnológica pero ¿qué ventajas ten que la diversificación incesante presenta a nues
dría para nuestros países admitir, por ejemplo, tros países.
VI
El interés de los centros
y el interés de la periferia
Considero que frente a estos desafíos se impone mitido hacer las consideraciones que expuse an
un examen cuidadoso de necesidades y posibili teriormente. Hay amplias zonas de convergencia
dades sin dejarse seducir por las ideas que pro de intercambio y de inversiones extranjeras. El
vienen de los centros. Hay que examinarlas cui examen que hay que hacer ha de responder a
dadosamente, hay que hacerlas pasar por el seve nuestras propias experiencias. Ya recordé ante
ro tamiz de nuestras coveniencias sin olvidar un riormente la oposición a la industrialización pri
concepto fundamental: los centros sólo se han mero, a la sustitución de importaciones después.
interesado por el desarrollo periférico en la me Se nos da el consejo de exportar manufacturas en
dida en que ello respondía a sus intereses econó vez de sustituir y cuando aprendemos a hacerlo
micos, políticos o estratégicos. No podríamos re se nos ponen obstáculos. La sustitución de im
prochar que país alguno promueva sus propios portaciones se tomó durante largo tiempo como
intereses, pero esto no significa que las ideas y un engendro maléfico de la c e p a l . Pero los tiem
sugerencias provenientes de afuera tengan que pos están cambiando estas concepciones. El año
aceptarse como tales sin discernir el propio inte pasado la doctora Annie Kruger, importante
rés de nuestros países. El reproche tendría que funcionaria del Banco Mundial, al pasar por San
recaer sobre los que adoptan ligeramente esas tiago de Chile, criticó duramente la sustitución
ideas y sugerencias sin ese previo examen de de importaciones; sin embargo, en el último dis
conveniencias. curso del señor Clausen, Presidente del Banco
Estoy persuadido por lo demás de que se ha Mundial, a la Junta de Gobernadores, habló de la
llegado a una etapa en las relaciones con los cen necesidad de exportar manufacturas y también
tros en que es posible encontrar amplias zonas de de la sustitución de importaciones, lo que hace
convergencia de intereses y, por ello, me he per esperar que en un nuevo avance intelectual el
N O T A S S O B R E E L IN T E R C A M B I O D E S D E E L P U N T O D E V IS T A P E R IF E R IC O / R a ú l Prebisch 203
Banco reconozca también la necesidad de pro presionante lo ha dado The Economist de Londres
mover el intercambio recíproco en la periferia cuando en el número del 30 de noviembre de
latinoamericana. Más aún, el Profesor Bela Sa 1985, manifestó en su propia carátula que los
lassa, consultor del Banco Mundial, que había países pobres habían hecho una donación de
criticado sistemáticamente la posición de la c e p a l 65 000 millones de dólares a los países desarro
en esta materia, ahora habla también de sustitu llados por efecto del deterioro de los precios de
ción de importaciones y de la exportación de los productos primarios. Esto, según The Econo
manufacturas. El señor de Larossiére, Director mist, permitirá atenuar en los centros las alzas de
General del Fondo Monetario Internacional, precios que podría provocar una política expan
también acepta estas ideas. siva, lo que parece muy aconsejable. Sin embar
Todo esto atañe igualmente a la condiciona- go, no se hace otra referencia a la periferia como
lidad. Se nos dice ahora que el Banco Mundial decir, por ejemplo, que una posible baja de las
establecerá una condicionalidad como el f m i en tasas de interés sería también ventajoso para ella.
los préstamos destinados a cambios estructura No hay ninguna referencia por cierto a la grave
les. Yo creo que operaciones de préstamos de dad de este hecho que no solamente perjudica
gran envergadura tienen que ir acompañadas de seriamente a los países deudores, sino que a to
condicionalidad, pero ¿qué condicionalidad? Esa dos los países en desarrollo, al privárseles de
condicionalidad, determinada según el propio recursos indispensables para elevar sus tasas de
concepto de desarrollo de los centros ¿responde crecimiento.
a las exigencias del desarrollo periférico? Que yo Demás está decir que la crisis de los centros
sepa, nunca se ha discutido con economistas lati incide en forma muy grave sobre la periferia,
noamericanos el concepto de condicionalidad, acentuando las consecuencias de su propia crisis,
sino que se ha dictado desde el Norte. Una eficaz consecuencias que no solamente son económicas
política de cooperación exige también aquí un sino sociales y políticas. Se exalta la significación
cambio importante. Hay que trabajar en ese sen del retorno a la democracia de nuestros países,
tido porque naturalmente las ideas que respon pero acaso no se perciba qué riesgos y problemas
den exclusivamente a los intereses de los centros implica esta crisis para la estabilidad política y
están muy arraigadas. Acaso el ejemplo más im social de los países latinoamericanos.
VII
Post scriptum
Terminado este artículo llegó a mi conocimiento de comercio exterior de los países latinoamerica
que tres instituciones de gran prestigio han to nos incluidos en el estudio tripartito. Se dice allí
mado la encomiable decisión de emprender la en efecto: “En los primeros años de postguerra se
formulación de una nueva estrategia de desarro advirtió en América Latina un cambio de políti
llo para América Latina. Se trata del Colegio de ca: el énfasis no se colocó ya en las exportaciones
México, la Fundación Getulio Vargas y el Institu- sino en la sustitución de importaciones. Los fun
te for International Economics de Washington. damentos teóricos de este vuelco los había dado
He recibido copia de los dos primeros capítulos la Comisión Económica para América Latina de
en donde se presentan los primeros resultados las Naciones Unidas, que veía escasas posibilida
de un análisis en que se compara desfavorable des de lograr un acelerado crecimiento económi
mente el desarrollo de los países latinoamerica co mediante la expansión de las exportaciones.
nos con el de otros países en desarrollo. No es mi Se sostenía que, por el descenso secular de sus
propósito entrar en este análisis sino tan sólo coeficientes de importación, los países industria
referirme a una afirmación que allí se hace acer lizados desarrollados no darían un estímulo sufi
ca de la responsabilidad de la c e p a l en la política ciente para el crecimiento económico sobre la
204 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 28 t A b n l de 1 9 8 6
nientes de fuera del área a un nivel que es compa Y en otro trabajo “El falso dilema entre desa
tible con su disponibilidad de divisas y, al mismo rrollo económico y estabilidad monetaria”, tam
tiempo, cada uno de los países miembros del bién publicado en 1961, se desarrollaron análo
mercado puede mantener un coeficiente alto de gos conceptos en la siguiente forma:
importaciones, aunque trasladando en propor “La discriminación contra las exportaciones. Es
ciones variables su origen a la propia región.” claro que el desarrollo de nuevas exportaciones
Poco tiempo después y en 1961, siendo yo —además de las tradicionales— ayudará consi
Secretario Ejecutivo de la c e p a l se publicó un derablemente al cumplimiento de ese propósito.
estudio mío titulado “Desarrollo económico, pla- Esto nos lleva a examinar la otra falla fundamen
neación y cooperación internacional” en donde, tal: la asimetría de la política de desarrollo. La
por primera vez, que yo sepa, se hizo una crítica necesidad de sustituir importaciones, y de prote
severa de la política de industrialización, un cuar ger para ello las actividades sustitutivas, ha sido
to de siglo antes del trabajo en cuestión sobre una ineludible. Pero no se ha dado el mismo estímulo
nueva estrategia. Vale la pena reproducir algu a las exportaciones. Se ha discriminado en favor
nos párrafos pertinentes:^ de la sustitución industrial y en contra de las
“Lasfallas fundamentales de la industrialización. exportaciones, principalmente de las exportacio
Si bien la cuantía de la producción industrial no es nes industriales. La política ideal habría sido dar
arbitraria, su composición sí lo ha sido en la expe a las exportaciones un estímulo que restableciera
riencia latinoamericana. Desde este punto de vis la paridad de condiciones con las actividades sus
ta, el proceso de industrialización adolece de tresfallas titutivas, y ello no significa necesariamente equi
fundamentales que han debilitado su contribución al valencia de estímulos.
mejoramiento del nivel de vida, a saber: a) toda la “Conviene examinar este aspecto por la im
actividad industrializadora se dirige hacia el mercado portancia que reviste. Consiste esencialmente
interno; b) la elección de industrias se ha hecho por en lo siguiente. La limitación de la demanda exte
razones circunstanciales, más que por consideraciones rior de exportaciones primarias obliga a destinar
de economicidad, ye) la industrialización no ha corre parte del incremento de factores productivos a
gido la vulnerabilidad exterior de los países latinoame actividades sustitutivas. Como su productividad
ricanos. es inferior a la de los grandes centros es necesario
“La excesiva orientación de la industria hacia darles un subsidio de cierta cuantía en forma de
el mercado interno es consecuencia de la política protección aduanera. Sin embargo, existirían po
de desarrollo seguida en los países latinoamerica sibilidades de desarrollar con un subsidio de
nos y de la falta de estímulos internacionales para sus cuantía inferior nuevas actividades de exporta
exportaciones industriales. ción industrial, con las cuales se podría obtener
‘'La política de desarrollo ha sido discriminatoria por el intercambio mayor cantidad de artículos
en cuanto las exportaciones. En efecto, se ha subsi industriales que la que se conseguiría con lá
diado —mediante aranceles u otras restriccio producción sustitutiva.
nes— la producción industrial para el consumo “Al subsidiarse esta última producción, y no
interno, pero no la que podría destinarse a la la destinada a nuevas exportaciones (industriales
exportación. Se ha desenvuelto así la producción de o primarias), se han malogrado posibilidades de
numerosos artículos industriales de costos muy superio exportar que, de haberse aprovechado eficaz
res a los internacionales, cuando pudo habérselos obte mente, habrían disminuido la amplitud de la po
nido, con diferencias de costos mucho menores, a cam lítica sustitutiva o habrían permitido un mayor
bio de exportaciones de otros artículos industriales que ritmo de crecimiento de la economía.”^
podrían haberse producido más ventajosamente. Lo También se cita en la página 12 del estudio
mismo podría decirse de nuevas líneas de expor tripartito sobre estrategia a Santiago Macario,
tación primaria y aun de líneas tradicionales den economista de la c e p a l , quien criticó severamen
tro de ciertos límites relativamente estrechos. te los abusos de la política proteccionista de los
países latinoamericanos y también la de los países
^Tomado de la recopilación preparada por A. Gurrieri, desarrollados. Expresa el Sr. Macario:
c e p a l . México, D.F.: Fondo de Cultura
L a obra de Prebisch en la
Económica, Segunda Parte, pp. 84 y 85. ^Ibid., pp. 18 y 19.
206 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 28 / Abril de 1 9 8 6
en el orden mundial y por cambios en el consumo regional desplazado a un segundo plano las instituciones y mecanis
que implican una disminución de las importaciones, a conse mos multilaterales. De ahí deriva una serie de fracasos en las
cuencia del fuerte endeudamiento externo acumulado de la negociaciones económicas internacionales, que han contri
región. Con todo, las importaciones de bienes producidos con buido a fomentar en el mundo en desarrollo un justificado
tnsumos mineros representan alrededor del 40% de las im sentimiento de frustración y de desconfianza en las bondades
portaciones totales de la región y estos recursos siguen repre de la cooperación internacional.
sentando más del 10% de las fuéntes extrarregionales de En el ámbito regional, la crisis se ha traducido no sólo en
divisas. una baja de las importaciones, sino que en un debilitamiento
Esta situación está exigiendo en el plano regional un de los sistemas de cooperación e integración regionales y,
acelerado proceso de complementación e integración de las muy particularmente, del intercambio recíproco, No obstan
distintas fases mineras, metalúrgicas y metalmecánicas, lo te, en los foros regionales más recientes se ha apreciado el alto
cual exige no sólo la participación activa de la región, sino grado de respaldo político que sigue teniendo el proceso de
que el apoyo de otros países e instituciones internacionales integración regional, pese a los agudos problemas a que ha
para facilitar la transferencia y adaptación de tecnologías y debido hacer frente.
lograr un financiamiento complementario adecuado. Al res Las situaciones a que han hecho frente los países de la
pecto, es imprescindible iniciar una serie de gestiones conjun región y la necesidad de lograr una solución movieron al
tas que permitan un mejor conocimiento del potencial mine Presidente de Ecuador a pedir a la cepal y al sela que elabo
ro de la región y una mejor organización de su producción, rasen un estudio sobre las bases para la adopción de medidas
beneficio y comercialización. concretas que América Latina, en su conjunto, debería apli
À estas iniciativas debe sumarse el mantenimiento o car para sortear la crisis. Esa iniciativa culminó con la celebra
incremento de la participación de América Latina hacia el ción de la Conferencia Económica Latinoamericana, ocasión
año 2000 en el abastecimiento de diversos productos mineros en que fueron aprobados la Declaración de Quito y el Plan de
al mercado internacional, gracias al aumento de los exceden Acción Regional.
tes exportables y a una acrecentada capacidad de competen En ese contexto, el presente documento reseña los as
cia en ellos. Esos objetivos requieren no sólo nuevas inversio pectos sobresalientes de los acontecimientos señalados, para
nes sino también la firma de contratos de venta a largo plazo, concluir que es indispensable fortalecer la cooperación y la
que podrían comprender cláusulas de complementación in integración regionales, así como organizar y ejercer un poder
dustrial y comercial. de negociación conjunto en el ámbito internacional. Con esa
Con el propósito de señalar algunos aspectos básicos de orientación, la región podría contribuir a un reordenamiento
las perspectivas indicadas se analizan en este estudio las ten más equitativo de las relaciones Norte-Sur y retomar la senda
dencias prevalecientes en 1984, los efectos de la crisis mun del desarrollo económico y social abriéndole una perspectiva
dial en esas tendencias, las posibilidades de desarrollo futuro de más largo plazo.
de los recursos, mineros de la región y algunos planteamientos
generales que sirvan para idear políticas óptimas para el
desarrollo de recursos mineros. América Latina y la economía mundial del algodón
( l c /g .1353). Estudios e informes de la cepal N“ 50.
Santiago de Chile: 1985. 122 páginas.
Las relaciones económicas internacionales de América La
tina y la cooperación regional (e/cepal/g.ISOS/Rcv. 1). La coyuntura actual puede definirse como negativa para los
Estudios e Informes de la cepal N“ 9. Santiago de Chile: países productores y exportadores de algodón, tanto por el
1985. 224 páginas. volumen en demanda como por los precios internacionales.
En algunos países, la situación es sombría y se han creado las
Desde principios del decenio de 1980, el orden económico condiciones para poner en tela de juicio la supervivencia del
internacional y el proceso de integración de América Latina, algodón como cultivo de exportación.
han sido sacudidos por acontecimientos de enorme trascen Después de examinar el contexto global, en que se anali
dencia. Se ha desencadenado una crisis global a la que nadie zan aspectos relativos a las características técnicas del algo
ha podido sustraerse totalmente. Esa crisis ha revelado la dón, las tendencias mundiales a largo plazo en la producción,
vulnerabilidad externa de América Latina. Entre los proble consumo y precio, y las características generales de la activi
mas que la abruman cabe señalar: la caída del producto dad algodonera en América Latina, se presentan varios estu
regional, la reducción del ingreso por habitante, el aumento dios de caso nacionales referidos a Argentina, Paraguay,
del desempleo, el deterioro de la relación de intercambio, la México, Guatemala y Nicaragua.
gran contracción de las importaciones, el alza inusitada de las Considerando las difíciles perspectivas que enfrenta es
tasas de interés internacionales y un endeudamiento externo te producto, los países algodoneros de América Latina debe
cuyo servicio se torna cada vez más oneroso. Asimismo, en los rán multiplicar sus esfuerzos, los que deberán realizarse si
últimos años, se han puesto en vigor políticas de ajuste recesi multáneamente en varios frentes.
vo para la región, cuyos efectos negativos han reducido la En el orden interno, deberán ofrecerse mecanismos de
tolerancia política y social en muchos de los países de la sustentación, especialmente a los agentes económicos más
región. débiles, sin descartar la posibilidad de impulsar, en los casos
Por otra parte, se ha manifestado una clara tendencia al en que más se justifique, procesos de reconversión a otros
bilateralismo en las relaciones Norte-Sur, no sólo en el ámbito cultivos.
político, sino también en el comercio, por lo que se han En el ámbito regional, todo está por hacerse, ya que ni
P U B L IC A C IO N E S R E C IE N T E S D E LA C E P A L 209
siquiera para consulta se han reunido hasta ahora los países nen en general de tres o cuatro productos. Como excepción,
algodoneros de América Latina, con la excepción de las reu para el Brasil esos productos llegan a doce.
niones oficiosas del grupo latinoamericano con ocasión de las Las importaciones latinoamericanas de los países socia
reuniones preparatorias de la unctad vi. Organismos regio listas de Europa oriental han crecido a un ritmo inferior al de
nales como el SELA y la cepal podrían ofrecer un marco las exportaciones, con montos relativamente bajos, y predo
adecuado para estas reuniones, de las cuales podría surgir minan entre ellos las manufacturas, con elevada proporción
algún instrumento institucional más permanente, de carácter para maquinaria y equipos seguidos por tos productos quí
similar al Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe micos.
Productores de Azúcar (oeplacea), que podría estudiar esfe Con relación a este tema, las secretarías de la cepal y de
ras de posible cooperación (consultas, investigación y desa la UNCTAD escogieron tres temas de análisis entre las esferas
rrollo, comercialización conjunta, industrialización local). de mayor importancia para los países de América Latina.
En el plano de la producción, será oportuno participar En primer lugar, se analizó la cooperación industrial
en las deliberaciones del Grupo de Esmirna y de la Asociación entre los países latinoamericanos y los países miembros del
de Productores que de este Grupo ha surgido, teniendo pre CAME, considerando los países que ofrecen cooperación in
sente que, dada la posición del algodón en los mercados dustrial y el beneficio y potencial de esta cooperación para los
mundiales y la participación minoritaria del Grupo de Esmir procesos de industrialización y desarrollo en América Latina.
na en las exportaciones mundiales, difícilmente se podrán Con relación a este tema se prepararon dos estudios que
elevar los precios de manera unilateral. evalúan la experiencia acumulada por ambas partes en el
En cuanto a la investigación y la promoción, los países de cumplimiento de los convenios intergubernamentales que
América Latina, con las excepciones de México y Brasil, no sirven de base institucional para la cooperación industrial.
han tenido una participación muy activa en las actividades En segundo término se escogió el tema del comercio de
que se han desarrollado en el orden mundial, sobre todo en el manufacturas entre países latinoamericanos y países socialis
Instituto Internacional para el Algodón (ha). Estas activida tas de Europa oriental. En él se analiza la estructura y la
des deben fortalecerse, ya que en los países de América Latina evolución de ese comercio y se señalan algunas causas del
no se ha percibido claramente su importancia todavía. Ade escaso crecimiento hasta ahora de las exportaciones latinoa
más, este aspecto tiene la ventaja de ser menos controvertido mericanas de manufacturas, en un intento por corregir la
que los demás y podría contar con el apoyo de buena parte de actual estructura asimétrica del intercambio. Se consideran
los países consumidores. también los problemas que afectan a las exportaciones de
En las negociaciones para el establecimiento de mecanis manufacturas y equipos industriales de los países del uame,
mos de defensa de los precios internacionales, los países de cuyo crecimiento en los últimos veinte años fue muy inferior
América Latina han tenido un papel activo, tanto en las al que tuvieron las exportaciones latinoamericanas con ese
reuniones preparatorias de la u n c t a d v i , como en las delibe destino lo que dio origen al fuerte desequilibrio que se perfila
raciones del Grupo de Esmirna, creado a principios de la como fuente de perturbación para la evolución futura del
década de 1980 por 18 países productores. Sería conveniente intercambio recíproco.
seguir adelante, pese a lo poco halagüeños que han sido los En tercer lugar, se incluyó el tema de la cooperación en
resultados prácticos hasta ahora para fortalecer en lo posible energía hidroeléctrica. Por la preferencia que merece en los
la unidad entre países en desarrollo. programas energéticos de los países latinoamericanos el
En este sentido, las actividades de las asociaciones de aprovechamiento creciente del potencial hidroeléctrico, sería
productores podrían ser un medio para presionar por la útil sacar partido de la experiencia adquirida en esta materia
creación de mecanismos internacionales apropiados que ayu por los países europeos miembros del came. Para lograr una
den a salir de la situación actual. mejor evaluación se recurrió a dos informes independientes;
uno preparado por un experto del came y otro por un consul
tor de la CEPAL. Fue asi más fácil aclarar los problemas que
afectan el cumplimiento de los convenios de cooperación en
Comercio y cooperación entre países de América Latina y hidroelectricidad entre los países de América Latina y del
países miembros del gam e (lc/o.1356). Estudios e In t;AME y pudieron extraerse útiles orientaciones para el funcio
formes de la CEPAL N"5L Santiago de Chile; 1985. namiento más eficaz de los convenios que se suscriban en el
90 páginas. futuro.
hace ya bastante tiempo y se ha estimado oportuno publicar La pobreza en América Latina: dimensiones y políticas
una nueva edición, que ofrece una primera revisión de los (lc/g .1366). Estudios e informes de la cepai, N“ 54-
avances logrados en América Latina en la aplicación del Plan Santiago de Chile: 1985. 154 páginas.
de Acción de Mar del Plata aprobado en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Agua. En el año 2000 alrededor de 170 millones de latinoamerica
nos seguirán viviendo en condiciones de pobreza crítica si no
El Plan de Acción es una amplia recopilación de reco
cambia el estilo de desarrollo que ha predominado en la
mendaciones y resoluciones que comprende todos los aspec
mayoría de los países de América Latina y si no se toma
tos del desarrollo y gestión de los recursos hídricos. Resulta
conciencia en el plano internacional de la necesidad de buscar
difícil sintetizarla por su extensión y minuciosidad. Sin em
nuevas formas de solidaridad con los países de menor desa
bargo, cabe señalar que pone de relieve lo siguiente; aumen
rrollo de la región.
tar los conocimientos acerca del abastecimiento de agua pota
A fines del siglo los pobres se habrán concentrado en las
ble mediante el mejoramiento de la evaluación del recurso;
ciudades; uno de cada cuatro habitantes urbanos será pobre,
lograr esa mayor eficiencia de su uso mediante la aplicación
y habrá 102 millones de personas pobres en las ciudades. A
de políticas de precios y otros incentivos económicos; evaluar
pesar de ello, la incidencia de la pobreza seguirá siendo
las consecuencias ambientales de la utilización del recurso y
los efectos conexos en la salud; desarrollar las políticas nacio mayor en el sector rural, ya que el 50% de los habitantes
rurales serán pobres.
nales y planificar el uso, gestión y conservación del agua;
En nuestros días la situación de pobreza no es demasia
fortalecer los programas destinados a reducir las pérdidas
do diferente del pronóstico formulado para el año 2000. En
por riesgos naturales; mejorar los programas de información
pública y de educación relacionados con los recursos hídricos; la actualidad hay en América Latina alrededor de 130 millo
nes de personas pobres, lo que equivale a 35% de la población
y aum entar la cooperación regional e internacional para el
total, que se distribuyen en proporciones semejantes entre las
aprovechamiento de los recursos hídricos.
zonas rurales y urbanas.
En los años transcurridos desde la Conferencia, ha con La disminución relativa de la pobreza crítica en el pre
tinuado el crecimiento demográfico acelerado en toda la sente decenio y el próximo se estima que será menor que la
región latinoamericana, que se ha traducido en un incremen experimentada en el pasado, pues se supone que la tasa de
to sostenido de la demanda de agua, en especial de las zonas crecimiento económico será inferior y que no habrá cambios
metropolitanas y de los complejos industriales conexos. en los estilos de desarrollo vigentes. Mientras que entre 1970
y 1980 los cálculos muestran una reducción de la incidencia
Al mismo tiempo, la región sigue mostrando un patrón
de la pobreza de 20% a 35%, entre 1980 y el año 2000 la
de ingresos y actividad económica muy heterogéneo, que se
incidencia de la pobreza se reduciría sólo de 35% a 30%. Estas
refleja también en la naturaleza de la demanda de agua. Así,
cifras son suficientemente elocuentes para mostrar la magni
las necesidades de los campesinos del Altiplano de Perú o
tud de un fenómeno que atenta contra uno de los derechos
Bolivia son muy distintas de las de tas clases medía y trabaja
más elementales del hombre; el derecho de una vida digna.
dora urbanas de Sao Paulo, Buenos Aires o Ciudad de Méxi
No es de extrañar entonces que la c:epal y otros organis
co. Mientras aumenta la demanda de agua para esparcimien
mos de las Naciones Unidas hayan denunciado con insisten
to, sucede que, pese a los avances logrados, demasiados niños
cia las desigualdades extremas que se han producido y que
siguen falleciendo porque están expuestos a los peligros que
han persistido en los países latinoamericanos.
acarrean las aguas contaminadas. Paralelamente, aumenta la
La falta de un marco teórico dificulta el análisis del tema
infición del agua por fuentes tanto domésticas como indus
de la pobreza y hace inevitable caer en algún grado de subjeti
triales. Aunque se ha avanzado en el tratamiento de las aguas
vismo cuando se pretende definirla. Sin desconocer este in
servidas, queda mucho por hacer antes que pueda decirse
conveniente este estudio se propone, por una parte, perfec
que se haya ganado la lucha contra la contaminación.
cionar el conocimiento existente sobre el fenómeno de la
América Latina y el Caribe es la región que posee mayor pobreza absoluta en América Latina y, por otra, sugerir
abundancia de recursos hídricos en todo el mundo, pero orientaciones de política que pudieran superarla.
tiene también algunas de las zonas más áridas. Las distintas Teniendo en consideración esos dos grandes propósi
maneras en que se combinan las necesidades y los recursos tos, examina en su primera parte algunos de los problemas
dan lugar a situaciones muy diferentes en los planos nacional conceptuales y metodológicos que surgen cuando se preten
y regional. Pese a las diferencias, algunos rasgos aproximan de definir la pobreza; se reseña la extensión y el grado de la
cada vez más a los países de la región en esfuerzos de coopera pobreza en la región; se proporciona información sobre el
ción para examinar y resolver las cuestiones que deben con desarrollo de América Latina y la evolución de la pobreza en
frontar respecto de la gestión de los recursos hídricos. Posi los decenios pasados; se señalan las principales características
blemente lo más positivo que haya sucedido en los años trans socioeconómicas y demográficas de la pobreza rural y urba
curridos desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre na; y por último se presentan algunas conclusiones que se
el Agua sea el incremento de las actividades de cooperación desprenden del diagnóstico.
en esferas tales como el Decenio Internacional del Agua La segunda parte se inicia con algunos comentarios so
Potable y del Saneamiento Ambiental, la celebración de con bre las estrategias recientes destinadas a satisfacer las necesi
venios multilaterales para proteger los mares regionales más dades básicas o a aliviar la pobreza; a continuación se precisa
importantes y sus recursos conexos, y el incremento general la estrategia elegida, y se señalan las orientaciones para la
de las actividades relacionadas con los recursos hídricos com formulación y ejecución de políticas destinadas a superar la
partidos. pobreza. Esta última sección, que es la más extensa del ínfor-
PUBLICACIONES RECIENTES DE LA CEPAL 211
me, contiene un análisis sobre las iniciativas destinadas a separadamente por países, para cada organismo de integra
aum entar la cantidad y calidad de los empleos; a provocar un ción subregional y para el conjunto de los 16 países que los
cambio en la estructura de la propiedad; y a lograr un aumen componen, cuyo comercio exterior, a su vez, representa más
to en el monto y productividad de los activos que poseen los del 90% del total de la región.
pobres; examina también las medidas encauzadas a garanti La selección de los países, y la forma de presentación de
zar un ingreso mínimo familiar. la información, se ha hecho considerando, por una parte, la
La tercera parte del informe contiene algunas reflexio mayor disponibilidad de datos de estas organizaciones, y
nes sobre las condiciones políticas y de cambio en la adminis consecuentemente la posibilidad de hacer subdivisiones más
tración del Estado que deberá reunir una estrategia que se detalladas para futuras elaboraciones en campos especializa
proponga superar los conflictos económicos, sociales y políti dos, y por otra, el propósito de brindar una aproximación
cos derivados de las transformaciones que hay que introducir cuantitativa para el análisis macroeconómico de la estructura
en los estilos tradicionales de desarrollo, para superar los y las tendencias del comercio exterior de la región como un
obstáculos que hasta el presente han impedido mejorar en todo.
forma significativa la situación de los grupos más pobres de la Existen publicaciones periódicas de las Naciones Unidas
población latinoamericana. que contienen información acerca del comercio exterior de
los países miembros con un mayor grado de detalle según la
cuci; * sin embargo, debido al elevado número de países que
La CEPAL, encarnación de una esperanza de América Latina, incluyen, no proporcionan al analista una visión espacial y
por H ernán Santa Cruz (lc/g. 1349). Serie Cuadernos de temporal que le permita utilizar las cifras sin elaboraciones
la CEPAL N” 50. Santiago de Chile; 1985. 77 páginas. ulteriores. En una publicación reciente de la gepal sobre el
comercio exterior latinoamericano,^ se logra este objetivo
H ernán Santa Cruz, de larga y distinguida trayectoria en los aunque con información que agrupó las secciones y los capí
organismos internacionales, en especial como Embajador de tulos de la cuci para definir algunos conceptos de bienes
Chile antes las Naciones Unidas y como Subdirector General referidos a determinados años, con propósitos analíticos es
de la FAOa cargo de América Latina, publicó recientemente la pecíficos.
obra “Cooperar o perecer: El dilema de la comunidad mun Los cuadros estadísticos de este cuaderno se refieren a
dial”. En ella dedica dos capítulos a describir la etapa de series de exportaciones fob e importaciones cif que abarcan el
creación de la cepal y a reseñar lo que él llama “la extraordi período 1970-1982; se presentan según las secciones de la
naria obra de la cepal en sus primeros quince años”. t:uc[ las zonas y países copartícipes, la participación de cada
Por el interés que estos escritos revisten para compren sección en la zonas copartícipes y viceversa. Asimismo, in
der y evaluar lo que ha sido la trayectoria de la Comisión cluyen el valor total del comercio de cada zona copartícipe y
Económica para América Latina y el Caribe, la t:EPAi, ha de cada sección de la cuci, en ambos casos con su respectiva
querido publicar en este Cuaderno parte del capítulo sexto y estructura con relación al total general, tanto de las exporta
el capítulo decimosexto del libro de Hernán Santa Cruz. El ciones como de las importaciones.
lector podrá apreciar que, teniendo como hilo conductor la
historia de la cepal, estos fragmentos de una obra más exten
sa constituyen un todo armonioso, y ofrecen un relato infor Industrialización y desarrollo tecnológico. Informe N*^ 1.
mado y ameno de las interpretaciones teóricas de la realidad Santiago de Chile: 1985. 69 páginas.
económica y social de América Latina que realizó la cepal, así
como pormenores casi desconocidos de la difícil lucha por Este informe es el primero de una serie que aparecerá regu
ganar la aceptación de las ideas básicas cepalinas en los go larmente; tiene como objetivo central proporcionar una vi
biernos y los organismos internacionales. sión actualizada pero sintética de las transformaciones en
curso en la industria mundial y latinoamericana susceptibles
de influir en la concepción y aplicación de las políticas indus
O rigen y destino del comercio exterior de los países de la triales nacionales, en la adopción de decisiones a nivel empre
Asociación Latinoamericana de Integración y del sarial, en el desarrollo de investigaciones en el ámbito acadé
Mercado Común Centroamericano (lc/g. 1365). Serie mico y en la identificación de iniciativas y mecanismos de
Cuadernos Estadísticos de la cepal N“ 9. Santiago de cooperación regional.
Chile: 1985. 546 páginas. Se ha previsto que el informe contenga algunas seccio
nes permanentes que ya son abordadas en este número:
Este Cuaderno Estadístico constituye el primero de una serie i) estadísticas básicas del sector manufacturero de Amé
de documentos que la División de Estadística y Análisis Cuan rica Latina: para comenzar, se presenta una caracterización
titativo de la CEPALse propone publicar periódicamente sobre cuantitativa de la evolución del sector entre 1950 y 1984;
la base de información proporcionada por el Banco de Datos ii) políticas industriales de los países avanzados: se anali
del Comercio Exterior de América Latina y el Caribe (bade- zan, en este caso, las políticas y los recursos que esos países
cel), organizado por la cepal.
Contiene información del comercio exterior de los paí
ses de la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi) 'Véase principalmente Yearbook of interruüionai trade etatUtics;
y del Mercado Común Centroamericano (mcca) al nivel más World trade annual y Comodity trade staMstics.
agregado (secciones) de la Clasificación Uniforme para el ^cepal, Dirección y estructura del comercio exterior latinoamericano,
Comercio Internacional (cuci). Esta información se presenta ( lc;/(;. 1329 y Add. 1), 20 de noviembre de 1984.
212 REVISTA DE LA CEPAL N“ 28 / A M I de 1986
destinan a ciencia y tecnologia y la posición relativa de Améri dos en el Seminario cepal/cifca sobre procesos agropecua
ca Latina; rios de importancia en América Latina desde la perspectiva
iií) estudios sectoriales: en este informe se trata el tema ambiental (Santiago de Chile, 28 al 30 de junio de 1983) y
de la robòtica; representa el último hito en la valiosa colaboración entre el
iv) países de industrialización tardía de otras regiones; se Centro Internacional de Formación en Ciencias Ambientales
ha escogido como prim er tema la electrónica en Corea del (cifca) de España y la cepal.*
Sur; A principios de 1982, el cifca sumó a su actividad de
v) políticas industriales en América Latina: en este pri formación ambiental un programa de investigaciones, semi
mer núm ero se trata el tema de la gravitación relativa de las narios y publicaciones que se convirtieron, de hecho, junto a
empresas públicas y privadas, nacionales y extranjeras, en el la actividad desplegada en esta materia- por la cepal y la
sector productivo de algunos países de la región; Oficina Regional del pnuma para América Latina y el Caribe,
vi) actividades de la División cepal/onude ; en este caso se en verdaderos catalizadores de la preocupación y reflexión
presenta una visión esquemática sobre el proyecto regional ambientales en la región.
de bienes de capital; El interés por los temas rurales se manifestó desde los
vii) reflexiones de la División Conjunta c epa l / o n u d i : se inicios del mencionado programa, destacándose los proyec
ha incluido la defínición de la noción “núcleo endógeno de tos de investigación sobre el perfil ecológico de América
dinamización tecnológica”, sobre cuyo contenido se intenta Latina, la dimensión ambiental de la dinámica rural de Amé
profundizar en la actualidad; rica Latina, y la Cordillera de la Costa chilena. Este interés se
viii) bibliografía: en este número se centra la atención en expresó también en la publicación conjunta oNu/t:iFCA (Ma
el tema sustitución de importaciones y fomento de exporta drid, 1983) de los trabajos sobre expansión de la frontera
ciones. agropecuaria y medio ambiente en América Latina.
Finalmente, el impulso dado por el cifca a este tema se
plasmó en un programa de investigaciones regionales sobre
Panoram a económico de América Latína 1985 (lc/g.1369). procesos agropecuarios de importancia en América Latina
Santiago de Chile: 1985. 76 páginas. desde la perspectiva ambiental, propuesto como una activi
dad de mediano plazo. Los diferentes enfoques de los partici
Este informe de coyuntura, publicado hacia fines de 1985, pantes deberían confluir en un tratamiento integrado, en el
presenta un panorama de la economía latinoamericana du que interesaban especialmente; la reinterpretación de los
rante los tres primeros trimestres de ese año sobre la base de ambientes rurales destacando potencialidades, restricciones y
lo sucedido en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, prioridades en una escala regional y en una perspectiva siste
Perú y Uruguay. mática; la interacción entre procesos sociales y procesos natu
En él se concluye que, pese al carácter parcial y provisio rales; la ocupación de nuevos espacios en la frontera rural del
nal de la información disponible, ciertos hechos centrales se continente y sus efectos ambientales; los procesos de deterio
perfilan con claridad en el panorama económico de la región. ro o empobrecimiento, sólo visibles a largo plazo, a que están
Uno es el retroceso experimentado por el comercio exterior, sometidos ecosistemas de ocupación tradicional; el papel del
luego de su moderada recuperación en 1984. Otro es la Estado en la ocupación, el deterioro y la protección de los
importancia de los acuerdos de reprogramación de la deuda espacios rurales.
externa a que han llegado numerosos países con la banca Todos estos aspectos fueron abordados en las contribu
privada internacional. Estos convenios han tenido algunas ciones que se presentan en este volumen, no con el grado de
modalidades diferentes y, en general, más favorables que las interacción de enfoques que pretendía la propuesta original,
muy gravosas que caracterizaban a los suscritos en años ante pero si con una clara tónica común, dentro de la cual la
riores. Sin embargo, uno de sus rasgos principales ha sido la diversidad de planteamientos acaso despierte el interés del
escasa magnitud del financiamiento neto adicional otorgado lector.
por los bancos comerciales. Debido a ello, y a causa también
de la merma de tas exportaciones, la insuficiente disponibili
dad de recursos externos ha continuado constituyendo la External debt in Latin America. Adjustment policies and
principal restricción para la recuperación de la actividad renegotiations. Lynne Rienner Publisher. Boulder, Co
económica, y el ritmo de crecimiento se ha debilitado en la lorado: 1985. 125 páginas.
mayoría de los países de la región. Por último, otro hecho
destacado ha sido la creciente heterogeneidad de los procesos En 1982-1983 muchos países latinoamericanos se vieron obli
inflacionarios y los significativos logros obtenidos inicialmen gados a aplicar políticas de ajuste y a tomar medidas para
te mediante programas de estabilización de corte héterodoxo renegociar su deuda externa. En esencia, los dos procesos
en algunas de las economías en las que el ritmo de aumento de representaban —en términos de política económica— una
los precios había alcanzado mayor intensidad. respuesta inicial de corto plazo al desafio planteado por la
profunda y prolongada crisis económica que afectó a la re
gión a partir de 1981.
Avances en la interpretación ambiental del desarrollo agrí En algunos casos, las políticas de ajuste —concebidas
cola de América Latina (en colaboración con el pnuma)
(i.c/g . 1347). Santiago de Chile: 1985. 236 páginas.
' Por restricciones presupuestarias, el c ifc a cesó en sus activida
Este volumen reúne la mayor parte de los trabajos presenta- des a fines de 1983.
PUBLICACIONES RECIENTES DE LA CEPAL 213
para reducir el desequilibrio externo— f ueron aplicadas jun brayan a lo largo de este informe.
to con programas de estabilización dirigidos a desacelerar la El primero es la severa limitación que el medio externo
tasa de inflación. En la práctica, los resultados logrados re impone a las políticas económicas en la gran mayoría de los
flejaron tanto el efecto de las políticas como el impacto de países de la región. Es evidente que a menos que se recupere
factores externos sobre los cuales las autoridades económicas el anterior dinamismo del comercio internacional y se invier
nacionales tienen escaso o ningún control. ta claramente la reciente tendencia hacia un acentuado pro
Tanto el proceso de ajuste como la renegociación de la teccionismo de muchas economías industriales, se hará cada
deuda externa han probado ser muy costosos para los países vez más difícil y costoso promover el crecimiento de las expor
de la región. Entre 1981 y 1983 éstos lograron una reducción taciones latinoamericanas. Lo mismo vale para cualquier es
considerable en el déficit de cuenta corriente de las balanzas fuerzo por superar el actual ajuste recesivo, basado en una
de pagos y de esta manera cumplieron con los objetivos insostenible contracción de las importaciones, para lograr un
básicos de las políticas de ajuste; pero ello se debió casi exclu ajuste orientado hacia el crecimiento basado en la expansión y
sivamente a la enorme disminución en el volumen de las en la diversificación de las exportaciones. Del mismo modo,
importaciones. En esas circunstancias, el ajuste ha sido agu es evidente que si el fmanciamiento externo continúa tan
dam ente recesivo en su naturaleza y en muchos países ha ido escaso como durante el período 1982-1983, y si las tasas de
acompañado de un considerable descenso de la actividad interés internacionales se mantienen cercanas a los altos nive
económica local y un deterioro de la situación del empleo. Al les que hoy día prevalecen, la región continuará realizando
mismo tiempo, los acuerdos de renegociación de la deuda, una verdadera transferencia de recursos al exterior y una
que les han permitido soslayar crisis aún más serias de la mayor proporción del déficit en cuenta corriente tendrá que
balanza de pagos, han contribuido también a un marcado cubrirse por medio de costosas políticas de ajuste.
incremento en el costo del fmanciamiento externo para los El segundo aspecto general es la naturaleza excesiva
países latinoamericanos, como resultado de lo cual los benefi mente agregada de las políticas económicas aplicadas para
cios de ese fmanciamiento se han repartido muy desigual reducir el desequilibrio externo y los costos que han traído
mente entre los países y los bancos acreedores, Finalmente, consigo el retardar la actividad económica y reducir el em
en muchos casos, los programas de estabilización sólo han pleo. En algunos casos, por lo menos, estos costos podrían
reducido levemente la tasa de inflación. haber sido menores si se hubiera hecho un uso más selectivo y
Este libro presenta una descripción y análisis de las pragmático de los instrumentos de política económica, te
políticas aplicadas y de los resultados obtenidos mediante niendo en mente que la reasignación de recursos es un proce
ajustes internos y la renegociación de compromisos externos so más rígido y lento, especialmente a corto plazo, en econo
hasta inicios de 1984, Dos aspectos de los procesos de ajuste y mías en que las heterogeneidades estructurales internas son
negociación, considerados como generalmente válidos, se su tan marcadas como lo son en América Latina.
U B R O S DE LA CEPAL
Lista de
Manual de proyectos de desarrollo económico. 1958. 5® ed. 1980,
publicaciones 264 pp. (US$ 7.50)
1980, 629 pp. (US$ 29.00) América Latina: el nuevo escenario regional y muruiial/Latin
1981, 837 pp. (US$42.00) America: the new regional and world setting (bilingüe), 1975,
1982, vol 1 658 pp. (US$ 42.00) 2‘*ed. 1985, 103 pp. (US$4.00)
1982, vol. II 186 pp. (US$ 13.00) Las evoluciones regionales de la estrategia internacional del
1983, vol. I (en prensa) (US$44.00) desarrollo, 1975, 2“ ed. 1984, 73 pp. (US$ 4.00)
1983, vol. 11 166 pp. (US$ 13.00) Regional appraisals of the international development strategy,
1975, 2nd. ed. 1985, 92 pp. (US$4.00)
Tam bién hay ejemplares de años anteriores Desarrollo humano, cambio social y crecimiento en América
Latina, 1975, 2“ ed. 1984, 103 pp. (US$4.00)
Relaciones comerciales, crisis monetaria e integración económi
Anuario Estadístico de América Latina y el ca en América Latina, 1975, 85 pp. (US$ 3.00)
Caribe/Statistical Yearbook for Latin Síntesis de la segunda evaluación regional de la estrategia
America and the Caribbean (bilingüe) internacional del desarrollo, 1975, 72 pp. (US$ 3.00)
1980, 617 pp. (US$ 29,00) Dinero de valor constante. Concepto, problemas y experiencias,
1981, 727 pp. (US$35.00) por Jorge Rose, 1975, 2“ ed. 1984, 43 pp. (US$ 4.00)
1983 (correspondiente a 1982/1983) 749 pp, (US$40.00) La coyuntura internacional y el sector externo, 1975, 2“ ed.
1983, 117 pp. (US$4.00)
1984, 765 pp. (US$ 40.00)
La industrialización latinoamericana en los años setenta, 1975,
También hay ejemplares de años anteriores 2“ ed. 1984, 116 pp. (US$ 4.00)
LISTA DE PUBLICACIONES DE LA CEPAL 215
9 Dos estudios sobre inflación 1972-1974. La inflación en los 31 Educación, imágenes y estilos de desarrollo, por G. Rama,
países centrales. América Latina y la inflación importada, 1979, 2^ ed. 1982, 77 pp. (US$ 4.00)
1975, 2“ ed. 1984, 57 pp. (US$ 4.00) 32 Movimientos internacionales de capitales, por R.H. Arriazu
10 Reactivación del mercado común centroamericano, 1976, 2“ 1979, 2=" ed. 1984, 90 pp. (US$4.00)
ed. 1984, 149 pp. (US$6.00) 33 Informe sobre las inversiones directas extranjeras en América
11 Integración y cooperación entre países en desarrollo en el ámbito Latina, por A.E. Calcagno, 1980, 2“ ed. 1982, 114 pp.
agrícola, por Germánico Salgado, 1976, 2" ed. 1985, 62 (US$ 4.00)
pp. (US$ 4.00) 34 Las fluctuaciones de la industria manufacturera argentina,
12 Temas del nuevo orden económico internacional, 1976, 2“ ed. 1950-1978, por D. Heymann, 1980, 2“ ed. 1984, 234 pp.
1984, 85 pp. (US$4.00) (US$ 6.00)
13 En tomo a las ideas de la cepal: desarrollo, industrialización y
35 Perspectivas de reajuste industrial: la Comunidad Económka
comercio exterior, 1977, 54 pp. (US$ 3.00)
Europea y los países en desarrollo, por B. Evers, G. de Grool
14 En tomo a las ideas de la cefal: problemas de la industrialim-
y W. Wagenmans, 1980, 2“ ed. 1984, 69 pp. (US$ 4.00)
ción en América Latina, 1977, 2“ ed. 1984, 48 pp.
36 Un atuílisis sobre la posibilidad de evaluar la solvencia crediti
(US$ 4.00) cia de los países en desarrollo, por A. Saieh, 1980, 2“ ed.
15 Los recursos hidráulicos de América Latina. Informe regional,
1984, 82 pp. (US$ 4.00)
1977, 2“ ed. 1984, 75 pp. (US$4.00)
37 Hacia los censos latinoamericanos de los años ochenta, 1981,
/ 5 The water resources of Latin America. Regional report, 1977,
152 pp. (US$5.00)
2nd. ed. 1985, 90 pp. (US$ 4.00)
38 Desarrollo regional argentino: la agricultura, por J. Martin,
16 Desarrollo y cambio social en América Latina, 1977, 2“ ed.
1981, 2“ ed. 1984, 119 pp. (US$4.00)
1984, 59 pp. (US$ iOO)
39 Estratifkación y movilidad ocupacioruil en América Latina,
17 Estrategia internacional de desarrolb y establecimiento de un
por C. Filgueiray C. Geneletti, 1981,2“ ed. 1985,172 pp.
nuevo orden económico internacional, 1977, 3“ ed. 1984, 61
(US$ 6.00)
pp. (US$ 4.00)
40 Programa de acción regional para América Latina en los años
17 International development strategy and establishment of a new
ochenta, 1981, 2“ ed. 1984, 69 pp. (US$4.00)
international economic order, 1977, 3rd. ed. 1985, 70 pp.
40 Regiotml programme of actionfor Latin America in the 1980s,
(US$ 4.00)
1981, 2nd. ed. 1984, 66 pp. (US$ 4.00)
18 Rakes históricas de las estructuras distributivas de América
Latina, por A. di Filippo, 1977, 2“ ed. 1983, 67 pp. 41 El desarrollo de América Latina y sus repercusiones en la
(US$ 4.00) educación. Alfabetismo y escolaridad básica, 1982, 254 pp.
19 Dos estudios sobre endeudamiento externo, por C. Massad y R. (US$ 6.00)
Zahler, 1977, 63 pp. (US$ 3.00) 42 América Latiría y la economía mundial del café, 1982,104 pp.
20 Tendencias y proyecciones a largo plazo del desarrollo económi (US$ 4.00)
co de América Latina, 1978, 3“ ed. 1985, 144 pp. 43 El ciclo ganadero y la economía argentina, 1983, 168 pp.
(US$ 6.00) (US$ 6.00)
21 25 años en la agricultura de América Latina: rasgos principales 44 Las encuestas de hogares en Amérka Latina, 1983, 130 pp.
1950-1975, 1978, 2“ ed. 1983, 128 pp. (US$4.00) (US$ 6.00)
22 Notas sobre lafamilia como unidad socioeconómica, por Carlo.s 45 Las cuentas nacionales en América Latina y el Caribe, 1983,
A. Borsoui, 1978, 2“ ed. 1984, 60 pp. (US$ 4.00) 109 pp. (US$ 4.00)
23 La organización de la información para la evaluación del 45 National accounts in Latin America and the Caribbean, 1983,
desarrollo, por Juan Sorrouille, 1978, 2“ ed. 1984, 66 pp. 97 pp. (US$ 4.00)
(US$4.00) 46 Demanda de equipos para generación, transmisión y transfor
24 Contabilidad nacional a precios corutantes en América Latina, mación eléctrica en América Latina, 1983, 201 pp,
1978, 2" ed. 1983, 69 pp. (US$ 4.00) (US$ 6.00)
25 Ecuador: desafíos y logros de la política económica en lafase de 47 La economía de América Latina en 1982: evolución general,
expansión petrolera, 1979, 2“ ed. 1984,158 pp. (US$ 6.00) polítka cambiaria y renegociación de la deuda externa, 1984,
26 Las transformaciones rurales en América Latina: ¿Desarrollo 113 pp. (US$4.00)
social o marginación?, 1979, 2“ ed. 1984, 165 pp. 48 Polítkas de ajuste y renegociación de la deuda externa en
(US$ 6.00) Amérka Latina, 1984, 112 pp. (US$ 4.00)
27 La dimensión de la pobreza en América Latina, por Oscar 49 La economía de Amérka Latina y el Caribe en 1983: evolución
Altimir, 1979, 2^ ed. 1983, 95 pp. (US$ 4.00) general, crisis y procesos de ajuste, 1985,106 pp. (US$ 4.00)
2 8 Organización institucional para el control y manejo de la deuda 49 The economy of Latín Amérka and the Caribbean in 1983:
externa — El caso chileno, por Rodolfo Hoffman, 1979,41 main trends, the impact of the crisis and the adjustment proces
pp. (US$ 3.00) ses, 1985, 104 pp. (US$ 4.00)
29 La política monetaria y el ajuste de la balanza de pagos: tres 50 La CEPAL encamación de utm esperanza de América Latina,
estudios, 1979. 2^ ed. 1984, 67 pp. (US$4.00) por Hernán Santa Cruz, 1985, 84 pp. (US$4,00)
29 Monetary policy and balance of payments adjustment: three — Canada and the foreign firm, D. Pollock, 1976, 43 pp.
studies, 1979, 60 pp. (US$ 3.00) (US$ 3.00)
30 América Latina: las evaluaciones regionales de la estrategia — United States — Latín Amerkan Trade and Financial Rela
internacional del desarrollo en los años setenta, 1979, 2“ ed. tions: Some Policy Recommendatiom, S. Weintraub, 1977,44
1982, 243 pp. (US$6.00) pp. (US$ 3.00)
216 REVISTA DE LA CEPAL N" 28 / Abril de 1986
— Energy in Latin America: The Historical Record, J. Mullen, 11 Estilos de desarrollo de la industria manufacturera y medio
1978, 66 pp. (US$ 4.00) ambiente en América Latina, 1982, 2“ ed. 1984, 178 pp.
— The Economic Relations of Latin America tvith Europe, 1980, (US$ 6.00)
2nd. ed. 1983, 156 pp. (US$ 6.00) 12 Relaciones económicas de América Latina con los países miem
bros del “Consto de Asistencia Mutua Económica”, 1982,154
pp. (US$ 5.00)
13 Campesinado y desarrollo agrícola en Bolivia, 1982, 175 pp.
Cuadernos Estadísticos de la CEPAL (US$ 5.00)
14 El sector externo: indicadores y análisis de susfluctuaciones. El
1 América Latina: relación de precios del intercambio, 1976, 2“
caso argentino, 1982, 2“ ed. 1985, 216 pp. (US$ 6.00)
ed., 1984, 66 pp. (US$ 6.00)
15 Ingeniería y consultoría en Brasil y el Grupo Andino, 1982,
2 Indicadores del desarrollo económico y social en América Lati
320 pp. (US$ 5.00)
na, 1976, 2“ ed. 1984, 179 pp. (US$ 8.00)
16 Cinco estudios sobre la situación de la mujer en América Latina,
3 Series históricas del crecimiento de América Latina, 1978, 2“
1982, 2“ ed. 1985, 178 pp. (US$ 6.00)
ed. 1984, 206 pp. (USf 8.00)
16 fiv e studies on the situation of women in Latin America, 1983,
4 Estadísticas sobre la estructura del gasto de consumo de los
2nd. ed. 1984, 188 pp. (US$ 6.00)
hogares según finalidad del gasto, por grupos de ingreso, 1978,
17 Cuentas nacionales y producto material en América Latina,
110 pp. (Agotado, reemplazado por N“ 8)
1982, 129 pp. (US$ 4.00)
5 El balance de pagos de América Latina, 19^0-1977, 1979, 2“
18 El financiamiento de las exportaciones en América Latina,
ed. 1984, 164 pp. (US$8.00)
1983, 212 pp. (US$ 6.00)
6 Distribución regional del producto interno bruto sectorial en los
19 Medición del empleo y de los ingresos rurales, 1982, 2“ ed.
países de América Latina, 1981, 2“ ed. 1983, 68 pp.
1983, 173 pp. (US$6.00)
(US$ 6.00)
19 Measurement of employment and income in rural areas, 1983,
7 Tablas de insumo-producto en América Latina, 1983, 383 pp.
184 pp. (US$ 6.00)
(US$ 8.00)
20 Efectos macroeconómicos de cambios en las barreras al comercio
8 Estructura del gasto de cotuumo de los hogares segúnfinalidad
y al movimiento de capitales: un modelo de simulación, 1982,
del gasto, por grupos de ingreso, 1984, 146 pp. (US$ 6.00)
79 pp. (US$ 4.00)
9 Origen y destino del comercio exterior de los países de la Asocia
21 La empresa pública en la economía: la experiencia argentina,
ción Latinoamericana de Integración y del Mercado Común
1982, 2“ ed. 1985, 134 pp. (US$ 6.00)
Centroamericano, 1985, 540 pp. (US$ 6.00) (En prensa).
22 Las empresas transnacionales en la economía de Chile, 1974-
1980, 1983, 178 pp. (US$ 6.00)
23 La gestión y la informática en las empresas ferroviarias de
América Latina y España, 1983, 195 pp. (US$ 6.00)
Estudios e Informes de la CEPAL 24 Establecimiento de empresas de reparación mantenimiento de
contenedores en América Latina y el Caribe, 1983, 314 pp.
1 Nicaragua: el impacto de la mutación política, 1981, 2“ ed. (US$ 6.00)
1982, 126 pp. (US$ 4.00) 24 Establishing container repair and maintenance enterprises in
2 Perú 1968-1977: la política económica en un proceso de cam Latin America and the Caribbean, 1983, 236 pp. (US$ 6.00)
bio global, 1981, 2“ ed. 1982, 166 pp. (US$ 6.00)
25 Agiui potable y saneamiento ambiental en América Latina,
3 La industrialización de América Latina y la cooperación inter
1981-1990/Drinking water supply and ííinttoííott in Latin
nacional, 1981, 170 pp. (US$5.00) (Agotado, no será
America, 1981-1990 (bilingüe), 1983, 140 pp. (US$ 6.00)
reimpreso)
4 Estilos de desarrollo, modernización y medio ambiente en la 26 Los bancos transnacionales, el Estado y el endeudamiento exter
agricultura latinoamericana, 1981, 4“ ed. 1984, 130 pp. no en Bolixna, 1983, 282 pp. (US$ 6.00)
27 Política económica y procesos de desarrollo. La experiencia
(US$ 6.00)
argentina entre 1976 y 1981, 1983, 157 pp. (US$ 6.00)
5 El desarrollo de América Latirui en los años ochenta, 1981,2“
28 Estilos de desarrollo, energía y medio ambiente: un estudio de
ed. 1982, 153 pp. (US$5.00)
5 Latin American development in the 1980s, 1981,2“ ed. 1982, caso exploratorio, 1983, 129 pp. (US$ 6.00)
134 pp. (US$ 6.00) 29 Empresas transnacionales en la industria de alimentos. El caso
6 Proyecciones del desarrollo latinoamericano en los años ochenta, argentino: cereales y carne, 1983, 93 pp. (US$ 4.00)
1981, 3“ ed. 1985, 96 pp. (US$ 4.00) 30 Industrialización de Centro América, 1960-1980, 1983, 168
6 Latin American development projections for the 1980s, 1982, pp. (US$ 6.00)
2nd. ed. 1983, 89 pp. (US$4.00) 31 Dos estudios sobre empresas transnacionales en Brasil, 1983,
7 Las relaciones económicas externas de América Latina en los 141 pp. (US$6.00)
años ochenta, 1981, 2“ ed. 1982, 180 pp. (US$ 5.00) 32 La crisis económica internacional y su repercusión en América
8 Integración y cooperación regionales en los años ochenta, 1982, Latina, 1983, 81 pp. (US$ 4.00)
2“ ed. 1982, 174 pp. (US$ 5.00) 33 La agricultura campesina en sm relaciones con la industria,
9 Estrategias de desarrollo sectorial para los años ochenta: indus 1984, 120 pp. (US$4.00)
tria y agricultura, 1981, 2“ ed. 1985, 100 pp. (US$ 4.00) 34 Cooperación económica entre Brasil y el Grupo Andino: el caso
10 Dinámica del subempleo en América Latina. ruEALc, 1981,2“ de los minerales y metales no ferrosos, 1983, 148 pp.
ed. 1985, 101 pp. (US$4.00) (US$ 6.00)
LISTA DE PUBLICACIONES DE LA CEPAL 217
35 La agricultura campesina y el mercado de alimentos: la depen 45 La planificación del transporte en países de América Latina,
dencia externa y sus efectos en una economía abierta, 1984,201 1985, 247 pp. (US$ 6.00)
pp. (US$ 6.00) 46 La crisis en América Latina: íw evaluación y perspectivas,
36 El capital extranjero en la economía peruana, 1984, 178 pp. 1985, 119 pp. (US$4.00)
(US$ 6.00) 47 La juventud en América Latina y el Caribe, 1985, 181 pp.
37 Dos estudios sobre política arancelaria, 1984, 96 pp. (US$ 6.00)
(US$ 4.00) 48 Desarrollo de los recursos mineros de América Latina, 1985,
38 Estabilización y Hberalización económica en el Cono Sur, 1984, 152 pp. (US$ 6.00)
193 pp. (US$ 6.00) 49 Las relaciones económicas internacionales de América Latina y
39 La agricultura campesina y el mercado de alimentos: el caso de la cooperación regiotml, 1985, 230 pp. (US$ 6.00)
Haití y el de la República Dominicana, 1984, 255 pp. 50 América Latina y la economía mundial del algodón, 1985, 128
(US$ 6.00) pp. (US$ 4.00)
40 La industria siderúrgica latinoamericana: tendencias y poten 51 Comercio y cooperación entre países de América Latina y países
cial, 1984, 280 pp. (US$ 6.00) miembros del c a m e , 1985, 96 pp. (US$ 4.00)
41 La presencia de las empresas transtmcionales en la economía 52 Trade relations between Brazil and the United States, 1985,
ecuatoriana, 1984, 77 pp. (US$ 4.00) 150 pp. (US$ 6.00) (En prensa)
42 Precios, salarios y empleo en la Argentina: estadísticas económi 5 3 Los recursos hidricos de América Latina y el Caribe y iu aprove
cas de corto plazo, 1984, 378 pp. (US$ 6.00) chamiento, 1985, 144 pp. (US$ 6.00)
43 El desarrollo de la seguridad social en América Latina, 1986, 53 The water resources of Latin America and the Caribbean and
348 pp. (US$ 6.00) their utilization, 1985, 140 pp. (US| 6.00) (En prensa).
44 Market structure, firm size and Brazilian exports, 1985, 104 54 La pobreza en América Latina: dimensiones y politicos, 1985,
pp, (US$ 4.00) 150 pp. (US$ 6.00) (En prensa).
Estas publicaciones pueden obtenerse más rápida y económicamente enviando sus órdenes de compra desde:
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EL TRIMESTRE
E C O N O M IC O
Comité editorial honorario: Emilio Aianís Patino, Emigdio Martínez Adame, Raúl Ortiz Mena, Felipe Pazos, Raúl Prebisch
y Raúl Salinas Lozano. Comité editorial: México: Gerardo Bueno, Edmundo Flores, José A. de Oteyza, Leopoldo Solfs M.,
Carlos Tello y Manuel Uribe Castañeda. Brasil: Celso Furtado y Francisco Oliveira. Colombia: Constantino V. Vaitsos. Chile:
Jacques Chonchol, Fernando Fajnzylber W., Alejandro Foxley y Osvaldo Sunkel,
Director: Carlos Bazdresch P.
Secretario de Redacción; Guillermo Escalante A.
S U M A R I O
Artículos: V.E. Tokman, Crisis, ajuste económico y costo social • M, Ikon icoff. La economía subterránea y el sistema económico
mundial: la experiencia de los países de la Europa mediterránea • D, Anisí y M. Bermejo, Cambio técnico y formas de vida • H.
J aguaribe, Raza, cultura y clase en la integración de las sociedades • A. Pi n to, Estado y empresa privada: una visión retrospectiva de la
experiencia chilena • A. Cornejo y J. Salas, Estabilidad en los pronósticos del CPP y la estructura de la captación en México • E.L.
Bache, In memoriam: Carlos F, Díaz-Alejandro • Documentos: ckpai.. Bases y opciones estratégicas para reorientar el desarrollo.
Integración
Latinoamericana
REVISTA MENSUAL Octubre 1985, año 10, 106
DEL INTAL
Editorial: C uestionesjurídicas e institucionales en el proceso de integración económica regional • Estudios:
Las posibles enm iendas al acuerdo de Cartagena, por A. Zelada Castedo • Hacia el establecimiento de un
m ecanism o d e solución de controversias en la aladi, por M. Halperin • La interpretación de los tratados
internacionales según la Convención de Viena de 1969, por C. Moyano Bonilla • Comentarios. La coopera
ción económ ica bilateral en América Latina durante 1984, por J.L. Roca García.
Director: Heraldo Muñoz. Comité Editorial: Rodrigo Alvayay, Carlos Bascuñán, Enrique d’Etigiiy, Cristián Gazmuri,
Carlos Huneeus, Heraldo Muñoz, Carlos Ruiz, Sol Serrano.
I. Socialismo y democracia: R. Cristi, Democracia, pluralismo y socialismo • B. Arditi, El sentido del socialismo hoy • L. Razeto,
Democratización económica y democratización política • I. Sotelo, Paradojas y aporías de los socialistas en el poder.
II. Populismo y marxismo en el socialismo: E. Faletto, Sobrepopulismo y socialismo • j . Arico, El marxismo en América Latina: ideas
para abordar de otro modo la vieja cuestión.
III. Las innovaciones tecnológicas y el pensamiento socialista: ]. Silva Solar, ¿Hacia una nueva fase del .socialismo? • C. Omi na mi,
Cmis, progreso técnico y regulación • A. Rockman, Acerca de la posibilidad de una transición pacífica a la .sociedad socialista mutidial
mediante la tecnología computacional capitalista • M. Barrera, Tecnología ;y crisis nacional • A. Leppe, Tecnología y socialismo.
IV. Debate político sobre el socialismo en Chile: A. Briones y E. Ortiz, Una visión de la evolución del pensamiento socialista en Chile •
M.A. Carretón, Partido y sociedad en un proyecto socialista.
N U BA
SOCIEDAD
N O V IE M B R E / D IC IE M B R E 1985 NO 80
A N A L IS IS D E C O Y U N T U R A : George J. Cvetanovich: Aruba: ¿Próximo MÍniestado Independiente?; Alfonso Chase Brenes: Cos
ta Rica: Una Democracia Sitiada por el Lobo Feroz; Sergio Bitar: Deuda Externa; Cómo nos ven los EEUU.
P O S IC IO N E S ; Alan G ard a; Por un Cambio Histórico y Moral; Chile; Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia,
P O L IT IC A — E C O N O M IA —C U L T U R A : Julio Cotler: ¿Nuevos Horizontes para el Perú?; Wayne S. Smith: Percepciones Erradas y
Oportunidades Perdidas. La Política de E E U U frente a Cuba; Julius Nyerere: Las Deudas Grandes son tanto una Carga como un
Poder; Ricardo Ffranch-Davis: Neoestructuralismo e Inserción Externa,
N O T IC IA S - IN F O R M E S - R E C E N S t O N E S
Departamento de Publicaciones
Cerrada de Malintzin 28, Colonia del Carmen, Coyoacán, 04100 México, D.F
Boletín
demográfico Suscripción anual {2 números): ...... US$ lü
yíó
tualidad.
Resúmenes sobre
Población en
América Latina
O inglés: índices temáticos, geográficos y de
autores.
CELADK Edificio Naciones Unidas, Avenida Dag Hammaiskjéild - Uasilla 91 Santiago, (IHILE
CONTRIBUCIONES
Estudios Interdlsclpllnarios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional
Año II - N" 4 (8) - Octubre - Diciembre, 1985
Artículos: N . Lammert, El nuevo orden económico internacional. La búsqueda de la razón en pos del orden entre hechos y dogmas • R.
Arias Calderón, América Latina: el reto de los años ochenta • S. Urdaneta y T. Tovar, La juventud en América Latina. Situación y
perspectivas.
Entrevistas: M, de la Madrid, Necesitamos un clima de mayor cooperación económica internacional.
Temas: D. Funes de Rioja, Elpapel de las organizaciones intermedias: su acción e integración en modelos de concertación social • C.A.
A ndreae y H. Kaiser, El empresario en la economía social de mercado • J.M. Roca, Im Asociación de Industriales Latinoamericanos •
N.Z. Szafowal, Las asociaciones empresariales en la Comunidad Europea.
Notas: A. Eberhart, La política de importaciones de la República Federal de Alemaniafrente a los países en desarrollo: el caso argentino
• V.F. G arda, Monetarismo, Chicago Boys y crisis económica • J. Elsaesser, México: las elecciones del 7 de julio • W.C. Suárez,
Elecciones parlamentarias en la Argentina.
Dossier; W.C. Suárez, La reforma constitucional y el acuerdo de régimen. Algunas reflexiones sobreformas y estrategias institucioruiles
para la consolidación de la dmocracia en América Latina • C, Floría, Dilemas de la consolidación democrática en la Argentina •
L. Morlino, Consolidación democrática: definición y modelos • R. López Pintor, Sobre la naturaleza del pacto democrático.
Documentos: O, Hurtado, Crisis, cooperación y desarrollo en América Latina • H. Geissler, Un día de reflexión nacional.
Suscripción anual US$ 32. Suipacha 1380 - 10 Piso - 1011, Buenos Aires,
República Argentina
R E V IS T A DE C IEN C IA PO L IT IC A
Publicación semestral
del Instituto de Ciencia Política
Voi. VII, No. 2, 1985
SUMARIO
Conferencias: R.A. Dahl, Armas nucleares: democracia y protección. Por qué fracasan los guardianes. P. Georges Cottier y A.
Valenzuela, La noción de progreso. Hacia una democracia estable: la opción parlamentaria para Chile.
Artículos: L. Tomassíní, Relaciones internacionales: teoría y realidades. J.P. Criscenti, Historia constitucional argentina 1810-
1852. Un nuevo estudio. G. Quezada, Hacia un esquema de los estudios en política exterior de Chile. 1. Walker, Algunos antecedentes
históricos sobre la militarización del sistema político soviético.
Seminarios Comentarios Recensiones Reseña de actividades
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agosto y diciembre.
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