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Capítulo I

Acción Petitoria de Herencia

1.1 LA ACCIÓN PETITORIA DE HERENCIA

DEFINICIÓN.-

Es aquella acción que el heredero dirige contra otro heredero para concurrir con él, en
este supuesto, el demandado podría tratarse de un coheredero; o para excluirlo, si
tuviese mejor derecho, aquí se trataría de un heredero aparente.

Esta normada en el artículo 664, que de acuerdo a la redacción modificada por el vigente
Código Procesal Civil, prescribe que el derecho de petición de herencia corresponde al
heredero que no posee los bienes que considera que le pertenecen, y se dirige contra
quien los posea en todo o en parte a titulo sucesorio, para excluirlo o para concurrir con
él. Agrega que dicha pretensión puede acumularse la de declarar heredero al
peticionante si, habiéndose pronunciado declaración judicial de herederos, considera
que con ella se han preterido sus derechos; así como la imprescriptibilidad de la acción
y su tramitación como proceso de conocimiento.

Hinostroza Minguez define la acción petitoria de herencia, como la acción por la cual el
heredero reclama la entrega de los bienes que componen el acervo sucesorio, de quien
los detenta invocando también derechos sucesorios1.

Para que el concepto antes mencionado es necesario que se cumplan los siguientes
requisitos:

• Que los bienes del sucesorio se encuentren en poder de un tercero.


• Que el reclamante invoque para fundar la acción su título de herederos.
• Que el detentador de los bienes también los invoque.

Del mismo modo, el autor Jorge Maffia2, señala: “En todos los casos en que el
demandado alega títulos hereditarios sobre los bienes que detenta y desconoce esa
calidad al genuino heredero, procede la acción de petición de herencia”. Lo expresado
por este autor coincide con lo dispuesto por el artículo 664º del Código Civil que a la
letra dice:” El derecho de petición de herencia corresponde al heredero que no posee
los bienes que considera que le pertenecen, y se dirige contra quien los posea en todo
o en parte a título sucesorio, para excluirlo o concurrir con él”. En ésta última parte del
artículo vemos una similitud con el concepto dado por el autor Augusto Ferrero 3.

1
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto “Derecho de Sucesiones” págs. 86-87.
2
MAFFIA, Jorge “Manual de Derecho Sucesorio” pág. 289.
3
FERRERO, Augusto “Tratado de Derecho de Sucesiones” págs. 183 y ss.
Fornieles4 define la petición de herencia como la acción que se concede al dueño de la
herencia, para reclamarla totalmente de aquellos que la poseen, invocando el falso
título de herederos, o parcialmente de aquellos herederos que rehúsan reconocerle el
mismo carácter. El mismo autor señala que la acción petitoria presupone una acción
previa, por ejemplo nulidad de testamento, sentencia basada en la autoridad de cosa
juzgada que de clara la filiación ilegítima de un hijo del causante, por citar algunas 5.

Sobre la pretensión que se indica en el artículo 664º del C.C, se puede acumular la de
declarar heredero al peticionante si, habiéndose pronunciado una declaración judicial
de herederos, considera que con ella se han preterido6 sus derechos.

La acción petitoria es una acción que se dirige contra los herederos aunque haya una
resolución judicial de declaratoria de herederos que no comprenda al peticionante, y
está referida a todo el patrimonio hereditario. Por lo tanto, tanto el demandante como
el demandado deben ser herederos.

Para que la acción de petición de herencia pueda tener como fin la exclusión del
heredero poseedor de los bienes de la herencia, el peticionante debe tener mejor título
para heredar que el demandado. Entonces, en este caso no habría una situación de
copropiedad ya que las partes no serían coherederos, sino más bien el demandante sería
el verdadero sucesor, y el demandado el sucesor aparente.

4
FORNIELES MANZANO, Salvador (Berja, 1880 - Buenos Aires, 1967). Jurista. Tras pasar en España su
infancia y juventud, emigra a Argentina a principios de siglo con sus padres, originarios de Dalías y Berja.
Se doctora en Derecho en 1905, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
Aires, con una tesis sobre La representación colateral. En 1924 es nombrado profesor suplente de la
cátedra de Derecho Civil de dicha Facultad y, posteriormente, catedrático y profesor extraordinario. Fue
consejero de la Universidad de Buenos Aires y delegado del Consejo Superior de la misma. Autor de algún
ensayo histórico y de numerosos estudios de Derecho Civil, entre los que destaca su Tratado de Derecho
de sucesiones, editada en varias ocasiones y que sigue siendo una obra de referencia en la doctrina y
jurisprudencia civilista argentina. Obtuvo el premio de la Academia Literaria de la Plata por su
trabajo Refutación del capítulo II del “Derecho Internacional Público” de Fiore en lo que se refiere a la
influencia del cristianismo en la civilización. Fue nombrado académico de número de la Academia
Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires. Más tarde, por motivos personales renunció a
la cátedra de Derecho Civil en 1946, escribiendo entonces algunos ensayos históricos. En 1955 vuelve a
ocupar el cargo de catedrático para retirarse al año siguiente.

5
FORNIELES. “Tratado de las Sucesiones” pág. 190.
6
PRETERICIÓN: Omisión que de un heredero forzoso hace en su testamento el testador, sin desheredarlo
tampoco expresa y justificadamente.- CABANELLAS, Guillermo “Diccionario Jurídico Elemental” pág. 318.
Por otro lado cabe resaltar que a la acción de petición de herencia es aplicable también
lo dispuesto por el artículo 666º del Código Civil, referida a la enajenación de un bien
hereditario, que expresa: “El poseedor de buena fe que hubiere enajenado un bien
hereditario está obligado a restituir su precio al heredero y si se le adeudara, se
transmitirá a este último el derecho de cobrarlo. En todos los casos, el poseedor de mala
fe está obligado a resarcir al heredero el valor del bien y de sus frutos y a indemnizarle
el perjuicio que le hubiere ocasionado”.

1.2 NATURALEZA JURÍDICA.-

Es una acción real basada en los derechos de propiedad y posesión de bienes, los cuales
constituyen su objeto. Es inherente a la condición de heredero y se tramita como
proceso de conocimiento, siendo imprescriptible.

1.3 CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN PETITORIA.-

En la acción de petición de herencia encontramos las siguientes características:

• Existe una petición de herencia, referida ésta a la totalidad de los bienes de la


herencia.
• Le corresponde al heredero que no posee los bienes que considera que le
pertenecen, contra quien los posea en todo o en parte a título sucesorio, aquí
ambos, demandante y demandado deben ser sucesores del causante.
• Puede haber exclusión o concurrencia, en este caso como mencionamos
anteriormente se trata de los dos supuestos: el de ser coherederos o el de tener
mejor derecho para heredar.
• Acumulación de acciones, se refiere a la facultad que tiene el accionante de
demandar acumulativamente que se le declare heredero, en caso medie una
declaración de herederos que no lo incluya. Cabe indicar que, en el proceso de
declaratoria de herederos, el peticionante no haya participado, ya que de lo
contrario existiría cosa juzgada.
• Es imprescriptible, no existe prescripción en la interposición de esta acción.
• Se le aplica lo señalado en el artículo 666º, entendida ésta en el supuesto de que
haya habido una enajenación de los bienes de la herencia.
En este caso se dan dos supuestos:

- Que el poseedor, de buena fe haya enajenado los bienes, desconociendo la


existencia de un coheredero que concurra con él o lo excluya.
- Que el poseedor, de mala fe, haya enajenado los bienes, sabiendo que existía
otro coheredero.

Capítulo II

Acción Reivindicatoria
2.1 CONCEPTO.-

Es aquella acción que ejercita el heredero contra el tercero que, sin buena fe, adquiere
los bienes hereditarios por efecto de contratos a título particular oneroso celebrados
por el heredero aparente que entró en posesión de ellos7.

Está referida a la acción reivindicatoria de bienes hereditarios, que es tratada en el


artículo 665º del Código, que señala: “La acción reivindicatoria procede contra el tercero
que, sin buena fe, adquiere los bienes hereditarios por efecto de contratos a título
oneroso celebrados por el heredero aparente que entró en posesión de ellos. Si se trata

7
MIRANDA CANALES, Manuel “ Manual de Derecho de Sucesiones” pág. 62
de bienes registrados, la buena fe del adquirente se presume si, antes de la celebración
del contrato, hubiera estado debidamente inscrito, en el registro respectivo, el título
que amparaba al heredero aparente y la transmisión de dominio a su favor, y no hubiera
anotada demanda ni medida precautoria que afecte los derechos inscritos. En los demás
casos, el heredero verdadero tiene el derecho de reivindicar el bien heredado contra
quien lo posea a título gratuito o sin título”.

Se trata de una acción res singula; por lo que es mejor denominarla específicamente
que referirla únicamente a la herencia. Constituye un caso particular de la acción
reivindicatoria en general, legislada en el artículo 923º, que reconoce entre los derechos
inherentes a la propiedad el de reivindicarla; y en el artículo 979º, que señala que todo
copropietario puede reivindicar el bien común.

La acción de reivindicación de herencia puede referirse a todo el patrimonio dejado por


el causante, o sólo a una cuota del mismo.

En la acción reivindicatoria el actor alega y deberá probar su derecho de propiedad y


que, por tanto, le corresponde la posesión del bien materia de la reivindicación;
posesión que la tiene indebidamente el demandado, partiendo de lo dispuesto en el
artículo 880º del Código Civil que señala que a todo propietario le corresponde poseer.

Esta acción reivindicatoria se refiere a los terceros adquirentes del sucesor aparente o
del coheredero o de un tercero. En este caso se norma el supuesto del adquirente de
mala fe y a título oneroso y, el del adquirente a título gratuito, con buena o mala fe.

Planiol8 lo explica de la siguiente manera:

“Ni el adquiriente de mala fe que conocía la existencia del


verdadero heredero, ni el adquiriente a título gratuito puede
verdaderamente oponerse a los derechos del heredero propietario
de los bienes comprendidos en la herencia”.

El caso del adquiriente de buena fe, no se encuentra normado, ya que no procede contra
él la acción, que en realidad debería dirigirse contra el vendedor.

8
PLANIOL, Marcelo y Jorge RIPERT “Tratado práctico de Derecho Civil Francés – Tomo IV – Sucesiones ”
pág. 391
Entonces vemos que lo dispuesto por el artículo 665º concuerda con lo expresado en el
artículo 666º y observamos los siguientes presupuestos:

a) El adquiriente a título oneroso de mala fe queda obligado a entregar al heredero


verdadero el bien y los frutos percibidos, así como a indemnizarlo.
b) El adquiriente a título gratuito de buena fe queda obligado sólo a restituir el bien.
c) El adquiriente a título gratuito de mala fe queda obligado a la restitución del
bien, a la devolución de los frutos percibidos y a pagar una indemnización.
d) El adquiriente a título oneroso de buena fe mantiene sus derechos, quedando
obligado sólo a pagar el saldo del precio, si hubiere, al heredero verdadero.

La acción reivindicatoria de los bienes hereditarios procede contra la Sociedad de


Beneficencia Pública, la Junta de Participación Social o la Sociedad de Beneficencia de
Lima, en su caso cuando el juez les adjudica los bienes a falta de sucesores, según lo
estipulado en el artículo 830º.

Por otro lado también procede contra el gestor de la declaratoria respectiva, quien
según este dispositivo se hace acreedor al 40% del valor de la herencia, si no obró de
mala fe, ya que de lo contrario se haría acreedor a las sanciones antes señaladas.
2.2 NATURALEZA JURÍDICA.-

Se trata también de una acción real que se fundamenta en los derechos de propiedad y
posesión de los bienes que constituyen su objeto.

• Es una acción inherente a la condición de heredero y al igual que la acción


petitoria se tramita como proceso de conocimiento.
• Es una acción imprescriptible. Acción reivindicatoria Heredero demandante
causante Tercero demandado

2.3 CORRIENTES QUE AYUDARON A LA SISTEMATIZACIÓN DE LA ACCIÓN PETITORIA Y


REIVINDICATORIA EN NUESTRO ORDENAMIENTO CIVIL.

Existen dos corrientes en relación a la forma como debe estar legislada la acción para
recuperar bienes hereditarios, dichas corrientes son:

a. La Teoría de la Unidad.-

Consiste en que genéricamente existe una acción de reivindicación sucesoria, por


la cual el heredero pide lo que le corresponde. Ésta es la tesis que fue recogida
por nuestro Código Civil anterior, ya derogado.

b. La Teoría de la Dualidad.-

Teoría reconocida por la doctrina nacional y los tratadistas modernos, que fue
adoptada por los legisladores de 1984 para la elaboración de nuestro actual
Código Civil.

Esta teoría se refiere a la recuperación del patrimonio hereditario, en razón al


vínculo, conexión con la sucesión que tienen los sujetos que participan en la
acción petitoria y el carácter ajeno a la misma por parte de una de las partes que
participa en el proceso de acción reivindicatoria.

Se podría decir que se tratan de dos acciones distintas pero con afinidades en ciertos
aspectos.

2.4 DIFERENCIAS ENTRE LA ACCIÓN PETITORIA Y LA ACCIÓN REIVINDICATORIA.-

Las diferencias existentes entre la acción petitoria y la acción reivindicatoria son:


a. La acción petitoria se dirige contra los coherederos, la acción reivindicatoria
está dirigida contra los terceros adquirientes a título particular o contra los
poseedores sin título.
b. El título que opone el demandante en la acción petitoria es el de heredero;
en la acción reivindicatoria el demandante invoca un título traslativo de
dominio existente en su favor, pudiendo únicamente invocar la posesión si
fuese tan sólo un poseedor.
c. La acción petitoria tiende al reconocimiento del derecho hereditario, siendo
a título universal, recayendo en la totalidad de la herencia; la acción
reivindicatoria es a título particular, y recae sobre determinados bienes. Por
otro lado, el autor Maffia sostiene que “la diferencia de las acciones
repercute en el régimen de la prueba.

En la reivindicación el actor debe probar que es propietario de las cosas que reclama,
mientras que en la petición de herencia se deberá probar o acreditar su condición de
heredero y que los bienes demandados constituyen parte del haber sucesorio”.

2.5 CARACTERES COMUNES EN AMBAS ACCIONES.-

Como se mencionó anteriormente, ambas acciones son diferentes, claro que cabe
señalar que también presentan similitudes.

Los caracteres comunes en ambas acciones son:

a. Ambas acciones son inherentes a la calidad de heredero.


b. Tienen su fundamento en los derechos de propiedad y posesión de los herederos
sobre la masa hereditaria.
c. Procesalmente, les corresponde el mismo procedimiento, pues ambas
pretensiones se tramitan como proceso de conocimiento.

BIBLIOGRAFÍA

• CABANELLAS DE TORRE, Guillermo. “Diccionario Jurídico Elemental”


• CASTAÑEDA, Jorge Eugenio. “Derecho de las Sucesiones”
• FERRERO, Augusto. “Tratado de Derecho de Sucesiones – 6ª edición”
• FORNIELES “ Tratado de las Sucesiones”
• HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Derecho de Sucesiones”
• MAFFIA, Jorge. “Manual de Derecho Sucesorio”
• MIRANDA CANALES, Manuel. “Manual de Derecho de Sucesiones”
• PLANIOL, Marcelo – RIPERT, Jorge “ Tratado Práctico de Derecho Civil Francés – Tomo IV –
Sucesiones”
• AUTORES DE INVESTIGACION Y APORTES JURISPRUDENCIALES: Jose David Burgos Alfaro Liubisa
Yong Becaj Jose Luis Paredes Aparicio Fernando Carrera Espinoza.
Derecho de sucesiones
Sucesión en general

1. Antecedentes

En Egipto y en Babilonia los hijos tenían igual participación hereditaria. Con todo, se lee
en el código de Hammurabi que ―cuando la esposa mediante acto escrito, recibe de su
marido campo, huerto, casa u otros bienes, sus hijos nada podrán reclamar a la muerte
de su padre: la madre podrá legar lo que ha recibido al hijo que ella quiera, pero nada
dejará a sus propios hermanos. Mas ―si un padre dona por escrito un campo, huerto o
casa a su hijo preferido (o hijo mayor según alguna traducción) a su madre este hijo
recibirá la donación, y el resto de los bienes se dividirá en partes iguales entre todos los
hijos-.

En Grecia y particularmente Atenas practicaron la división del patrimonio entre los


herederos. Y se conoció el testamento por obra de Solón. En el derecho Romano parece
que el derecho de sucesiones comenzó a perfilarse a partir del siglo X antes de Cristo.
Entre los siglos IV a. de c. y VI después de Cristo, se presentó su desarrollo, con principios
como la exclusión de los esclavos de la sucesión mortis causa, la incompatibilidad de las
sucesiones testadas e intestadas, y la existencia de unos herederos necesarios y de unos
ordenes sucesorales

Luego el Feudalismo hizo algunas adaptaciones del sistema romano, por ejemplo
establecer en ciertos casos el retorno de los bienes a la familia del muerto o que el viudo
que contraía nuevas nupcias reservara a favor de los hijos del primer matrimonio alguna
parte de bienes o discriminaciones por nacionalidad, edad (primogénito) o sexo. El
Capitalismo terminó por derogar el sistema feudal. El código Napoleónico volvió al
sistema romano. Y partir de allí se predica una tendencia de establecer el mismo
derecho hereditario para todos los hijos1.

Las ―leyes Españolas, “inspiradas en el Derecho Romano”, regían entre nosotros antes
de entrar en vigencia el Código Civil. En el derecho Romano en su última etapa se
caracterizó por su exagerado individualismo, y nuestra legislación, en lo referente al
―Derecho Sucesoral o Hereditario― siguió el concepto básico, con especial en las
instituciones de la Familia y la Propiedad, y según algunos le agregan la autonomía de la
voluntad. En estricto derecho Romano quien podría ejercerse a plenitud los derechos
era el “ciudadano” (civitas) romano2.

2. Derecho de sucesiones

El derecho de la transmisión sucesoria nace como una extensión del derecho de


propiedad y este derecho está en la Constitución política, indica que toda persona tiene

1 PARRA BENÍTEZ Jorge, Derecho de sucesiones, Ediciones Sello Editorial, Universidad de Medellín, 2010, Pág. 28.
2 ECHEVERRIA ESQUIVEL, ECHEVERRIA ACUÑA Compendio de Derecho sucesoral, Cartagena Colombia 2011.
derecho a la propiedad y a la herencia en el artículo segundo, inciso 16. La familia y la
propiedad son dos principios fundamentales3...

El derecho de la transmisión sucesoria nace como una extensión del derecho de


propiedad y este derecho está en la Constitución política, indica que toda persona tiene
derecho a la propiedad y a la herencia en el artículo segundo, inciso 16. La familia y la
propiedad son dos principios fundamentales sobre los que tiene su base el derecho
sucesorio. Los apelativos de padre, hijo, hermano, hermana, no son simples títulos
honoríficos, sino que, por el contrario, traen consigo serios deberes recíprocos
perfectamente definidos tanto personales como patrimoniales y cuyo conjunto forma
una parte esencial del régimen familiar de las sociedades, durante la vida y después de
la muerte. Desde el punto de vista subjetivo el derecho sucesorio es el poder de tener
la calidad de sucesor mortis causa y la facultad de aceptar o renunciar una herencia4.
(CONCYTEC)

3. Sucesión en la persona y bienes.

¿Qué es la sucesión?

La Sucesión deriva del latín succesio y significa "entrar una persona o cosa en lugar de
otra"

Algunos autores dicen que el termino sucesión deriva de succesio "acción de suceder".

Es la transmisión de los bienes, derechos y obligaciones que constituye la herencia, los


cuales son heredados a los sucesores desde el momento de la muerte de una persona.
(Rodriguez Marco Antonio)

Para savigny sucesión es "el cambio subjetivo en una relación de derecho "en
este concepto se comprende tanto a la sucesión mortis causa como también a toda
aquella en que una persona sustituye a otra en un derecho.

La sucesión es el proceso de transmisión total o parcial del patrimonio, de una persona


a otra otras, por causa de la muerte.
Tarea: Investigar que es el patrimonio.

4. Elementos de la sucesión

Personales. Son los sucesores o herederos, que pueden ser llamados por ley (herederos
forzosos) o aquellos que el causante ha designado antes de su muerte, a estos herederos
se llama causa-habientes, Ejm. hijos o conviviente.

Reales. Es la herencia o patrimonio que se transmite del causante; la masa o conjunto


de bienes objeto de la sucesión (activo o pasivo).
El heredero adquiere el patrimonio del causante tal cual está al momento del
fallecimiento de este último.

3 Vilca Salas, Carmen Luisa, Sucesiones, Herencia, testamentos, http://repositorio.uasf.edu.pe/handle/UASF/85


4
IDEM.
Formales. Es el vínculo que une al causante y al sucesor a través de la ley, contrato o
testamento. Están constituidos por: Apertura de la sucesión, vocación del sucesor y la
capacidad de este para poder ser declarado heredero.

Necesarios. Causante es la persona fallecida es importante porque sin ella no hay


transmisión sucesoria.

Además de algunos autores refieren doctrinariamente en el Derecho Sucesorio:

El Causante: es el propietario del patrimonio que se pretende transmitir. También


conocido como cujus.

Los sucesores: son quienes se les trasmite el patrimonio.


Pueden ser herederos o legatarios
Tarea: investigar herederos y legatarios
La Herencia: Es el patrimonio dejado que es el objeto de la transmisión.

5. Clases de sucesión

Por la fuente de su llamamiento

Muy conocida es la clasificación de la sucesión atendiendo a la fuente de llamamiento.


Si se origina en la ley recibe el nombre de sucesión legal; si proviene del testamento se
la denomina sucesión testamentaria y cuando procede del acuerdo de dos o más
voluntades se la llama sucesión contractual o contratos de sucesión futura, de esta
clasificación provienen las clases de herederos:

* Legales *Testamentarios *Contractuales

Sucesión legal

Llamada también intestada. Transmisión de todos los derechos y obligaciones del


causante a favor de parientes, por el solo mandato de la ley sin que para ello medie la
voluntad del difunto.

Sucesión testamentaria

Aquella en que la vocación sucesoria es determinada por la voluntad del causante,


manteniendo siempre el respeto a la legítima

Sucesión contractual

Acuerdo de voluntades por el cual una persona se obliga a transmitir a otra, a su


fallecimiento, parte de su patrimonio o la totalidad de este, si no tiene herederos
forzosos.
Clases de sucesión por su origen

1. Sucesión Testada O Testamentaria.


Nace del testamento, cuando el causante antes de morir otorga testamento.

2. Sucesión Intestada O Legal.


De la ley, cuando el causante no deja testamento o el que dejó fue declarado nulo.

3. Sucesión Mixta.
Cuando habiendo dejado testamento el causante, no se ha contemplado a todos los
herederos. Ejem: por omisión o no tuvo conocimiento.

4. Sucesión Contractual.

Rige en Alemania y Chile. Una persona se pone de acuerdo con otra para declararla su
heredero. No lo contemplamos para evitar que el acreedor de la sucesión despoje a sus
herederos naturales.

Pueden ser de tres tipos:

A) DE CONSTITUCIÓN: es aquella que se origina cuando el causante antes de


morir se pone de acuerdo en constituirlo como su heredero, para que tenga
derecho a sucederle cuando el causante muera. (SIN VINCULO DE
PARENTESCO)

B) POR RENUNCIA: cuando un heredero se pone de acuerdo u otro heredero


para renunciar a la herencia a fin de beneficiar a otro o coheredero.

C) DE DISPOSICIÓN: cuando un heredero se pone de acuerdo con un tercero


para que si su causante muere reciba la herencia, no el heredero natural sino
el tercero.

6. Modos de suceder

Reales o de atribución troncal.


Tiene en cuenta el parentesco como la raíz familiar de los bienes.
Ejemplo: Los de los Velarde vuelve a los Velarde y los de Cotrado a los de Cotrado.

Personales o subjetivos.
Se ordenan únicamente según la proximidad del parentesco con el causante.

Por Derecho Propio.


Cuando una persona sucede a otra de manera inmediata y directa.

Por Representación.
Los hijos y descendientes representan al modo a recoger la herencia cuando éstos han
fallecido con anterioridad al causante, o han renunciado o han sido excluidos de ella
por estar incursos en alguna de las causales de indignidad o desheredación.
Doctrinariamente también se acepta esta acepción.

Sucesión por derecho propio.

Es la forma general ordinaria de sucesión, en que los parientes más cercanos en grado
al causante vienen a la herencia, es el llamado directo de una persona a una sucesión en
virtud de la ley.
Es típica de la sucesión intestada, aunque se manifiesta en la testada, cuando limita la
libertad de testar por la existencia de los herederos especialmente protegidos.

Su característica fundamental es la división de la herencia por cabeza, se distribuye ésta


en tantas partes como personas están llamadas a la sucesión y se produce este derecho
en todas las órdenes de suceder.

Heredan por derecho propio:


a) los hijos del causante,
b) los ascendientes,
c) el cónyuge viudo,
d) los hermanos y los sobrinos (si concurren solos).

Sucesión por derecho de representación

Es aquella en virtud de la cual son llamados a la sucesión, junto a los parientes de grados
más próximo del causante, otros descendientes de este de grado más remoto que se
subrogan en los derechos de sus ascendientes directos, ocupando el lugar que le
correspondía de no concurrir en él algunas de las causas legales que implican su
imposibilidad de suceder a ese causante.

La representación es una subrogación o sustitución por la que atribuye a los


descendientes el derecho de ocupar el lugar que ese ascendiente hubiera ocupado en
una sucesión5.

7. Sucesión a título universal y a título singular

Heredero universal y heredero singular

El sucesor universal es aquel a quien paso todo, o una parte alícuota del patrimonio de
otra persona.

Segovia acota esta definición afirmando que el sucesor universal por excelencia es
el heredero.

La universalidad es la característica de la institución de heredero, sin la cual éste no lo


sería en el concepto de sucesor jurídico del causante de la herencia, sino de un
simple legatario porque únicamente sucediendo a aquel a título universal, adquiere el
carácter de heredero6. Todos los que suceden a título particular, incluso los herederos
forzosos, son puramente legatarios por ser herederos de una cosa singular o
determinada, en tanto que el heredero universal lo es siempre de todo lo que

5
Pérez Gallardo, Leonardo B. Profesor asistente. Departamento de Derecho Civil y de Familia. Facultad de
Derecho, Universidad de La Habana, Cuba.
6
Enciclopedia Jurídica, Diccionario Jurídico de Derecho, España 2020.
comprende y pueda comprender la herencia de una manera indeterminada, global,
general.

La sucesión a título universal es la que tiene por objeto un todo ideal, sin consideración
a su contenido especial, ni a los objetos de esos derechos.

Por contraposición al heredero universal, el heredero singular es el que recibe


por herencia un objeto particular.

Es decir que éste último se confunde con el legatario, sin importar que
la herencia recibida sea poca o mucha, el principio, que condiciona toda la sucesión, de
que el heredero continúa la persona del causante, desaparece en punto al heredero
singular. En la sucesión a título singular desaparece por completo la idea del patrimonio.
Ya no se trata, en efecto, de reemplazar al autor en el conjunto de sus bienes, y deudas,
ni siquiera en una parte alícuota, sino de sustituirlo con respecto a una cosa o bien
determinado7.

8. Herencia

Del latín haerentia, la herencia es el conjunto de los bienes, derechos y obligaciones


que, cuando una persona muere, transmite a sus herederos o legatarios. Herencia es,
por lo tanto, el derecho de heredar (recibir algo de una situación anterior). Por
ejemplo: “Mi padre me dejó una casa en la playa como herencia”, “Juan Martín se gastó
toda la herencia en fiestas y viajes, “Me duele saber que no podré dejar una herencia
importante a mis hijos”8.

La herencia es un derecho constitucional, regulado por el código civil que constituye el


patrimonio que se transmite a causa de la muerte de una persona.

Está constituida por el conjunto de bienes derechos y obligaciones que esa persona
llamada (causante) tenía al momento de su fallecimiento. Mientras la sucesión es
propiamente un acto jurídico, la herencia es un patrimonio.

9. Sucesores

Son las personas a las cuales se transmiten los derechos de otras personas, de tal manera
que en adelante puedan ejercerlos a su propio nombre.
Ellas tienen ese carácter, o por ley o por voluntad del individuo en cuyos casos suceden.

10. Herederos

Los beneficiarios de una sucesión son los herederos forzosos y pueden serlo los
legatarios9. El código civil señala que los herederos forzosos son los hijos y los demás
descendientes, los padres y los demás ascendientes, y el cónyuge.

7
Idem.
8 Pérez Porto, Julián y Ana Gardey. Publicado: 2009. Actualizado: 2012, Definición de herencia
(https://definicion.de/herencia/)
9 Yolanda Zaplana, María, Especialista en derecho civil, 2020.
ACREEDORES HEREDITARIOS O TESTAMENTARIOS

Se pueden votar por la separación de patrimonios para que no se confundan los bienes
del difunto con los de los herederos, con el objeto de hacerse pago con preferencia a
los acreedores de los herederos.

* Sujeto activo.- pueden solicitarlo los acreedores hereditarios o testamentarios.


Acreedores hereditarios son aquellos que lo eran en vida del causante; y testamentarios,
aquellos cuyo crédito arranca del testamento.
* Sujeto pasivo.- el legitimado pasivo es el heredero.

En virtud de esta comunidad y puesto que el llamamiento a la herencia tiene carácter


universal, el derecho sobre los bienes que la constituyen pertenece al conjunto de los
coherederos designados. Luego la comunidad hereditaria es una peculiar situación
jurídica en que se encuentran los herederos frente al acervo hereditario.

11. Legatarios

Mientras que el legatario es aquella persona a quien por testamento se le deja un legado
es decir, uno o más bienes o derechos determinados. Ahora bien, la persona que tiene
hijos (u otros descendientes) o cónyuge puede disponer libremente hasta de un tercio
de su patrimonio a favor de terceros (legatarios). Si solo tiene padres (u otros
ascendientes), puede disponer libremente de la mitad de su patrimonio a favor de
terceros. Si no hay padres (o ascendientes), ni hijos (o descendientes) ni cónyuge,
pueden disponer a favor de terceros de la integridad de su patrimonio.

Donatarios

Ninguno de los cónyuges puede renunciar a una herencia o legado o dejar de aceptar
una donación sin el consentimiento del otro.
Por la donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario
la propiedad de un bien, nadie puede dar por vía de donación, más de lo que puede
disponer por testamento, caduca la donación si el donatario ocasiona intencionalmente
la muerte del causante.
Capitulo II
Apertura de la sucesión
Concepto.
La apertura de la sucesión es lo que inicia el proceso a que da lugar el fallecimiento de
una persona; en este proceso hay diversas fases, a saber, la vocación, la delación y la
adquisición de la herencia.

Es el inicio del proceso sucesorio que ha de conducir a que los bienes, derechos y
obligaciones del difunto pasen a un nuevo titular. La apertura de sucesión se
produce con el fallecimiento de una persona o, en el caso del ausente, cuando se
produce la declaración de fallecimiento del ausente.

La apertura de la sucesión se produce por:

- Muerte del causante.

- Declaración de muerte presunta.

Momento de apertura.

Es el hecho que autoriza a los herederos a tomar posesión de los bienes de la persona
que ha fallecido y que les trasmite la propiedad de los mismo.

Echecopar citado por Corveto (1956) APERTURA DE LA SUCESIÓN CORNEJO CHAVEZ


define a la sucesión como la transmisión mortis causa de bienes, derechos y
obligaciones, considerada como una universalidad de uno o más bienes, derechos y
obligaciones determinada o determinable.

El fallecimiento de una persona es fundamental, porque constituye el evento principal


de esta etapa; la muerte puede ser:

a) Real. - por causas naturales (enfermedad o accidentes)


b) Acto Declarativo Judicial. - muerte presunta. El certificado de defunción es
emitido por un oficial de registro civil y constituye la prueba del fallecimiento del
causante. La sucesión se abre en la hora, día, mes, año de la muerte, lo que
permite esclarecer quienes serán las personas llamadas causahabientes. Y la
norma establece que la sucesión de una persona se abre con la muerte real o
presunta.

3. Teorías de la conmoriencia y premoriencia.


La conmoriencia, comoriencia o teoría de los comurientes es, en Derecho sucesorio,
una ficción jurídica en virtud de la cual, en el caso de que dos personas llamadas a
sucederse, sean o no familiares, hayan muerto sin poder demostrarse quién falleció
antes (por ejemplo, en un accidente de automóvil), se presume que ambas murieron a
la vez.

La conmoriencia no se da en todos los ordenamientos jurídicos. Es una opción que


puede tomar el legislador. Por ejemplo, en España, lo establece el artículo 33 del Código
Civil10 "Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha
muerto primero, el que sostenga la muerte anterior de una o de otra, debe probarla; a
falta de prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión
de derechos de uno a otro"

Tiene mucha importancia a la hora de definir los traspasos de bienes a través de


la sucesión. Si se pudiese demostrar que uno de ellos murió antes, se produjo
la herencia del otro antes de su muerte, y el destino final de los bienes sería distinto que
si se entiende que murieron los dos a la vez.

Conmoriencia para determinar dos personas con derecho sucesorio mueren o


presunción de que lo hacen a la vez.. Y premoriencia cuando dudas de quien falleció
primero en relación con otro familiar con derecho sucesorio. Se presume falleció el más
débil

La Teoría de la Conmoriencia es aquella que establece una presunción de orden


conjunto en las muertes de dos o más personas llamadas recíprocamente a heredarse.
... Puede ser cualquier evento capaz de producir muerte simultánea, de tal
manera que los vocablos deben tomarse como indicadores y no como limitantes.

10
Gaceta de Madrid» núm. 206, de 25/07/1889,
La interpretación del artículo 62° del Código Civil (conmoriencia), aparentemente nos
conduciría a dos posibles cursos de acción; de por sí incompatibles:
a) En la conmoriencia no existe transmisión sucesoria, por tanto, los nietos no
heredan al abuelo;
b) En la conmoriencia existe transmisión sucesoria por representación, por tanto,
los nietos heredan al abuelo. La representación sucesoria, como se ha señalado,
es el derecho que la ley otorga a los descendientes para ocupar el lugar que le
correspondía al heredero originalmente llamado, que no vive al momento de
aperturarse la sucesión, o hubiese renunciado a ello, o perdido por indignidad o
desheredación.

El que la representación se aplique en los casos de premoriencia, no tiene mayor


discusión, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia, siendo evidente que, si el
representado murió antes que el causante, no podía ser llamado a la herencia, en este
caso, sus hijos heredan por estirpe a través de la representación, concurriendo con otros
descendientes del causante.

Benjamín Llanos11 se inclina a favor de la representación, afirmando que el sucesor


originario no hereda porque no puede hacerlo, pues si murió junto al causante,
obviamente no podía hacerlo, equiparando el conmoriente al premoriente en lo que se
refiere a sus efectos. Debemos anotar que, si bien en la conmoriencia no existe
trasmisión sucesoria, ello acontece entre quienes murieron al mismo tiempo, porque
muertos ambos, causante y presunto heredero, en un mismo instante, es imposible que
pudiera generarse algún derecho entre ellos, pues la muerte pone fin a la existencia
humana, así debemos interpretar la regla que establece que entre los conmorientes no
hay trasmisión de derechos hereditarios.

De la interpretación sistemática de los artículos 62° y 681° del Código Civil podemos
advertir que entre los conmorientes no existe trasmisión de derechos hereditarios,
como acontece en la premoriencia, cuyo heredero originario no vive al momento de
aperturarse la sucesión, situación en la cual, es de aplicación las reglas de la

11
LLANOS AGUILAR, Benjamín, “Representación sucesoria”. Disponible en:
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/forojuridico/ article/download/18429/18669. Revisado el 7/5/2018.
representación en favor de los descendientes del causante. Si las premisas son similares,
puesto que, tanto en la premoriencia como en la conmoriencia, el heredero natural no
vive al momento de aperturarse la sucesión; por analogía12 correspondería aplicarse los
efectos de la premoriencia a la conmoriencia (representación sucesoria).

La tesis que sostiene que no resulta aplicable la representación sucesoria en la


conmoriencia nos lleva al absurdo de concluir que los hijos del heredero originario
muerto junto al causante no heredan a este último; sin embargo, si aquél hubiere
muerto (aunque sea segundos) antes que el causante (premoriencia), sí serían llamados
a la herencia por representación. Lo mismo acontecería si hubiere muerto después que
el causante, recibirían la herencia por derecho propio. Es decir, si el padre muere antes
o después del abuelo, reciben la herencia dejada por éste, pero si el padre muere junto
al causante, no tienen derecho a heredar nada, ni por representación, ni por derecho
propio, y de existir otro hijo del causante este será el único heredero, acreciendo su
cuota13.

De optarse por la solución a), resultaría que esta interpretación sería opuesta al artículo
4° de la Constitución, protección de la familia; artículo 2° inciso 2, principio de igualdad
ante la ley; y al artículo 2° inciso 16, derecho a la propiedad y a la herencia.

4. Desaparición, ausencia y muerte presunta.

Las tres instituciones (desaparición, ausencia y muerte presunta) son hechos jurídicos
que tienen como característica común el paso del tiempo y el que constituyen las tres
fases de la «ausencia».

DESAPARICIÓN, DECLARACIÓN DE AUSENCIA Y MUERTE PRESUNTA


AUSENCIA

Situación en que cae una persona que deja de estar presente en el lugar de su domicilio,
con características de incertidumbre sobre su persona, el manejo de sus relaciones

12
La analogía es definida como la aplicación del principio contenido en una ley a cierto caso no previsto
por su letra ni por su sentido.
13
Mendoza Vásquez, Enrique Universidad Ricardo Palma enrique.mendoza@urp.edu.pe VICISITUDES DE
LA CONMORIENCIA: EN CASO DE FALLECIMIENTO SIMULTÁNEO DE PADRE E HIJO ¿HEREDAN LOS NIETOS
AL ABUELO?
personales, familiares y bienes, su eventual posibilidad de retorno y, aún, el hecho
mismo de que siga existiendo14.

Para enfrentar esta incertidumbre el Derecho Civil ha establecido la institución de la


Ausencia que, atendiendo al tiempo que dura la ausencia ininterrumpida y las
circunstancias en que se produjo, presenta dos manifestaciones jurídicas:
la “Desaparición” y la “Declaración de Ausencia”.

Se suma a ellas una tercera manifestación que, atendiendo a razones de tiempo y


circunstancias permite suponer, razonablemente, que la persona está muerta, nos
referimos a la “Declaración de Muerte Presunta”.

NOTA: Debe hacerse, finalmente, una necesaria aclaración: no debe confundirse ni


equipararse el término “ausencia” o “ausente”, usado en el lenguaje común para
designar a la persona “que está separada de otra persona o de un lugar”, del
término jurídico “ausencia” o “declaración de ausencia”, que designa una institución del
derecho con efectos jurídicos concretos, como veremos a continuación.

DECLARACIÓN DE MUERTE
DESAPARICIÓN DECLARACIÓN DE AUSENCIA
PRESUNTA

Requisitos: Requisitos: Requisitos:

Ø Objetivo: Ø Objetivo: a. Cuando hayan


transcurrido 10 años desde
No se halla en el lugar de su No se halla en el lugar de su
las últimas noticias del
domicilio. domicilio.
desaparecido o cinco si
No cuenta con No cuenta con representante éste tuviere más de 80 años.
representante o mandatario o mandatario con facultades
b. Cuando hayan
con facultades suficientes. suficientes.
transcurrido 2 años si la
Ø Subjetivo: Se carece de No cuenta con representante desaparición se produjo
noticias del desaparecido. o mandatario con facultades en circunstancias
suficientes. constitutivas de peligro de
Ø Temporal: 60 días. muerte.
Ø Subjetivo: Se carece de
noticias del desaparecido. c. Cuando exista certeza de
la muerte, sin que el cadáver
Ø Temporal: 2 años. sea encontrado o reconocido.

14
http://derechodepersonas.blogspot.com/2011/06/desaparicion-declaracion-de-ausencia-y.html
Efectos: Efectos: Efectos:

Designación de Curador Se da posesión de los bienes Idénticos a los de la muerte


Interino a menos que tenga del ausente a sus herederos natural.
representante o mandatario forzosos.
Pone fin a la persona.
con facultades suficientes.
Requiere formación de
Apertura la sucesión:
Inventario Valorizado.
transmite a los sucesores los
Si no hay herederos, continúa bienes, derechos y
el Curador Interino. obligaciones (herencia).

Pone fin al matrimonio.

Cesa: Cesa: Cesa:

a. Regreso del a. Regreso del Ausente.


Desaparecido.
b. Designación de Ø RECONOCIMIENTO DE
b. Designación de Apoderado con facultades EXISTENCIA
Apoderado con facultades suficientes.
suficientes.
c. Comprobación de la
c. Comprobación de la muerte del Ausente.
muerte del Desaparecido.
d. Declaración Judicial de
d. Declaración Judicial de Muerte Presunta
Muerte Presunta

DECLARACIÓN JUDICIAL DE AUSENCIA

Esta institución jurídica civil, se orienta a la solución de uno de los problemas comunes
que se generan como consecuencia del modus vivendi de la sociedad vigente. Las
personas por ciertas circunstancias o contingencias desaparecen, por lo tanto, se
desconoce su paradero, precisamente porque no se sabe dónde están. Esta situación
del desaparecido da lugar para que su familia y sus bienes queden en el desamparo, por
lo que para tutelar a los hijos y al patrimonio debe iniciarse el proceso civil de
declaración judicial de ausencia.

Ahora bien, dentro de esta realidad es conveniente conocer cuál es hecho jurídico que
implica la ausencia, o sea que es lo que determina este fenómeno social, que en sí
constituye el hecho jurídico de la ausencia.

La norma señala que, si transcurridos dos años desde que se tuvo la última noticia del
desaparecido, cualquiera que tenga interés, incluyendo el Ministerio Público puede
solicitar la declaración de la ausencia de la persona desparecida, pero debe aclararse
que la ausencia debe ser las desapariciones de la persona de cualquiera de sus
actividades de la cuales acostumbraba vivir o estar.

Debemos entender que la ausencia significa en si una desaparición, puesto que su


declaración corresponde al órgano jurisdiccional en este sentido la desaparición es el
género y la ausencia es la especie.

Esta una situación muy difícil dice Cabanellas, de la persona desparecida, porque la
ausencia tendrá que declararse, precisamente porque realmente se pone en riesgo los
intereses de los familiares, de los eventuales herederos incluyendo la administración de
su patrimonio.

El legítimo interés para la declaración de ausencia.-

Dentro de este análisis aparece el interés para obrar al que se refiere el art. VI del T.P. del Código
Civil. Este principio del C.C. que es de carácter procesal determina quienes pueden o deben
interponer la acción de declaración de ausencia. Y resulta que la citada norma precisa que el
interés para interpone esta demanda es de carácter individual que comprende a todos y
cualquiera de los familiares de la persona que supuestamente ha desaparecido, incluyendo
incluso a los acreedores y a cualquier otra persona que tenga un interés patrimonial respecto a
la persona desaparecida15. A estas personas con interés cabe agregar que también son
legitimados para interponer la demanda son los familiares entre quienes se encuentran
los herederos forzosos, que según lo previene el art. 724, son los hijos, los demás
ascendientes y descendientes y el cónyuge.

A estas personas les corresponde solicitar la declaración de ausencia y son éstas quienes
pueden recibir en forma temporal la posesión y cuidado de los bienes del ausente, toda
vez que son los futuros herederos y quien más que ellos cuidarán del patrimonio del
ausente. Asimismo, en el supuesto que el ausente tuviese hijos la patria potestad queda
en suspenso conforme lo tiene dispuesto el art. 466 Inc. 2 del C.C.

Asimismo, es necesario advertir que en el supuesto que los dos padres fuesen
declarados ausentes se tendrá que constituir la tutela. El artículo 49 precisa que también
puede solicitar la declaración de la ausencia es el Ministerio Público, institución que por

15
Integración Derecho Civil y Procesal Civil Braulio Zavaleta Velarde.
mandato de su Ley Orgánica defiende la legalidad y a la familia, pues, en este caso está
premunido de cuidar a la familia y en particular a la persona he ahí la justificación para
su intervención como parte procesal en el proceso de la declaración de ausencia.

La posesión de los bienes del ausente por un tercero.-

Declarada judicialmente la ausencia los bienes del ausente pueden ser entregados a
manos de un tercero para su administración.

Ésta se cumplirá previamente con la formación de un inventario valorizado de los citados


bienes, los cuales, al ser administrados por el tercero, este tercero asume los derechos
y obligaciones inherentes a la posesión y por lo tanto goza de los frutos teniendo como
limitación solamente la de conservar la parte disponible que le corresponde al ausente.
Pero también los bienes del ausente pueden ser entregados para su administración a los
herederos forzosos y como el caso anterior deberá hacerse un inventario valorizado de
los bienes.

Este inventario es lógico por cuanto no sólo permite el cuidado de los bienes sino
también para evitar confusiones y mezcla de patrimonios del ausente con el de los
herederos forzosos.

El fundamento jurídico lo tiene señalado el artículo 50 del C.C. vigente al precisar que
dictada la sentencia “de declaración de ausencia se ordenará dar la posesión temporal
de los bienes del ausente a quienes serían sus herederos forzosos al tiempo de dictarla”.

Asimismo debemos aclarar que la administración de los bienes a cargo de los herederos
forzosos determinan el uso de los mismo con las facultades inherentes a la posesión,
pudiendo hacer uso de los mismos para satisfacer las obligaciones del ausente16, incluso
tiene la facultad de gozar de los frutos ya sea naturales, civiles o industriales, pero
reservando la parte indisponible.

Autorización judicial para disponer de los bienes por necesidad y utilidad.- Los
poseedores temporales de los bienes del ausente tiene el imperativo de cuidarlos por
cuanto existe el supuesto de la aparición del ausente y ante este supuesto el poseedor
deberá dar cuenta de los bienes, y de todas las acciones provenientes con relación

16
Integración Derecho Civil y Procesal Civil Braulio Zavaleta Velarde
dichos bienes entregados en administración. Sin embargo, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 56 del C. C. el poseedor de los bienes del ausente puede ser
motivo de su enajenación, pero sólo por necesidad y utilidad pública. Ahora bien, esta
acción compromete al poseedor temporal de los bienes del ausente, sustentar
debidamente, la necesidad y la utilidad inherente para resolver alguna contingencia
insalvable.

Designación del administrador judicial. - La designación del administrador judicial de


los bienes del ausente es consecuencia de un proceso no contencioso. Debiendo
entender que administrador judicial es la persona designada por el juez competente
para que cumpla con la administración de los bienes o el patrimonio del ausente, quien
en el ejercicio de sus funciones realmente estará remplazando al ausente.

Se trata de una persona seria, respetuosa y cumplidora de su palabra por lo tanto con
responsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones propias y ajenas, respetando los
derechos de terceros.

Derechos y obligaciones del administrador judicial.- Genéricamente son las siguientes:

1. Recibir los bienes del ausente debidamente inventariados,


2. Percibir los frutos,
3. Pagar las deudas del ausente y atender los gastos que correspondan para el
cuidado del patrimonio que administra.
4. Reservar en cuenta bancaria lo que corresponde a la parte indisponle que es a
favor del ausente.
5. Ejercer la representación judicial del ausente haciendo uso de las facultades
generales y especiales a excepción de aquéllas que se refiere a la libre disposición
de bienes17.
6. Rendir cuenta de la administración cuando lo solicite la parte interesada.

17
Código Civil, Jurista Editores. Edic . 2,009 3 Integración Derecho Civil y Procesal Civil Braulio Zavaleta
Velarde
Declaración judicial de ausencia.-

Se trata de un proceso no contencioso como lo señala el art.749 Inc. 5 del C.P.C.


concordante con los artículos comprendidos entre el 790 y 793 del C.P.C.

Requisitos de la demanda o solicitud.- Se trata de una demanda que debe cumplir con
los requisitos de la formalidad a que se contraen los artículos: 130, 131,132,133,424 y
425 del C.P. C . para los efectos de la admisibilidad de la demanda Ahora bien, en cuanto
al contenido de la demanda deberá cumplir con las condiciones de la acción que se
relacionan con la titularidad del derecho y con la legitimidad y el interés para obrar del
solicitante o demandante.

Se destaca fundamentalmente, en este caso los medios de pruebas que acrediten la


ausencia de la persona cuya declaración se solicita para los efectos que la demanda sea
admitida a trámite.

Vía procesal.- Proceso no contencioso, conforme lo tiene señalado el Art 749 Inc. 5,
concordante con los artículos 790,791, 792 ,793 y 794 del C.P. C .

Las partes procesales : El demandante que puede ser cualquier persona que tenga
interés aplicando el principio contenido en el Art. VI del T.,P. del C. C. y entre quienes se
encuentran los herederos forzosos, el Ministerio Público o en su caso un acreedor por
ejemplo, en este caso se trata de un tercero con interés.

El demandado o citado.- Es la persona a quien se pretende declarar la ausencia, por


cédula y por edictos.

El plazo.- El plazo dentro del cual se presenta la demanda o solicitud, es posterior a los
dos años de tener conocimiento del último paradero de la persona a quien se pretende
declararla ausente. Se trata que se desconoce de su paradero.

Cesación de la declaración de ausencia.- Es el devenir de la vida que lo que empieza


termina, dentro de este concepto se admite que la declaración de ausencia también
termina y en este caso lo señala el Art . 59 del C. C.

1. Por el regreso del ausente.


2. Designación de apoderado por el ausente, con fecha posterior a la declaración
judicial de ausencia.
3. Comprobación de la muerte del ausente.
4. Declaración judicial de la muerte presunta del ausente. Si bien es verdad que la
declaración judicial de ausencia es un proceso judicial, de la misma manera para
la declaración judicial del término de la ausencia tiene que ser un proceso
judicial18, por ante el mismo juez que siguió el proceso de declaración de
ausencia y a trasvés de la misma vía procesal.

Tarea: Exponer ORDEN SUCESORIO

Reconocimiento de existencia
La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada, puede ser
reconocida a solicitud de ella, de cualquier interesado, o del Ministerio Público. La
pretensión se tramita como proceso no contencioso, con citación de quienes solicitaron
la declaración de muerte presunta. (*)

(*) Artículo vigente conforme a la modificación establecida por la Primera Disposición


Modificatoria del Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil, aprobado por
Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, publicada el 23-04-93.

Nota: La Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, recoge la modificación hecha


anteriormente a este artículo por la Primera Disposición Modificatoria del Decreto
Legislativo Nº 768, publicado el 04-03-92.

Efectos sobre el nuevo matrimonio

El reconocimiento de existencia no invalida el nuevo matrimonio que hubiere contraído


el cónyuge.

Facultad de reivindicar los bienes

18
Integración Derecho Civil y Procesal Civil Braulio Zavaleta Velarde.
El reconocimiento de existencia faculta a la persona para reivindicar sus bienes,
conforme a ley.

6. Lugar de apertura.

En el Perú ocurre como en otros países, Francia por ejemplo en que todos los asuntos
concernientes a una sucesión han de ventilarse exclusivamente en el lugar del ultimo
domicilio del difunto.

A efecto el artículo 663 del Código Civil establece lo siguiente:

ARTICULO 663

Corresponde al juez del lugar donde el causante tuvo su último domicilio en el país,
conocer de los procedimientos no contenciosos y de los juicios relativos a la sucesión.

Y este es concordado con el artículo 19 del código procesal civil que establece:

Articulo 19.- Sucesiones. En materia sucesoria, es completamente el Juez del lugar en


donde el causante tuvo su ultimo domicilio en el país. Esta competencia es
improrrogable.

Esta regla es aplicable para los procedimientos de intestado, para la apertura y


protocolización de testamentos, para los procedimientos sobre nulidad de testamento
y otros análogos, reivindicación de la herencia y para las medidas de seguridad de
herencia.

La apertura de la sucesión es lo que inicia el proceso a que da lugar el fallecimiento de


una persona; en este proceso hay diversas fases, a saber, la vocación, la delación y la
adquisición de la herencia.

7. Intervención notarial.

En el ámbito sucesorio, tenemos regulado en nuestro Código Civil: vel ex testamento y


vel ab intestato. A continuación, trataremos el segundo término, que tiene como
características ser a título universal, de tipo legal y supletorio, siendo que se abre cuando
falta parcial o totalmente el testamento19.

19
Gilberto Mendoza del Maestro, docente de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la PUCP.
El Art. 815 del Código Civil regula los diferentes supuestos en los cuales se genera:

El causante muere sin dejar testamento; el que otorgó ha sido declarado nulo total o
parcialmente; ha caducado por falta de comprobación judicial; o se declara inválida la
desheredación.

El testamento no contiene institución de heredero, o se ha declarado la caducidad o


invalidez de la disposición que lo instituye.

El heredero forzoso muere antes que el testador, renuncia a la herencia o la pierde por
indignidad o desheredación y no tiene descendientes.

El heredero voluntario o el legatario muere antes que el testador; o por no haberse


cumplido la condición establecida por éste; o por renuncia, o por haberse declarado
indignos a estos sucesores sin sustitutos designados.

El testador que no tiene herederos forzosos o voluntarios instituidos en testamento, no


ha dispuesto de todos sus bienes en legados, en cuyo caso la sucesión legal sólo funciona
con respecto a los bienes de que no dispuso.

Su publicidad en el registro se verifica en el Art. 28 del Reglamento de Inscripciones de


los Registros de Testamentos y de Sucesiones Intestadas aprobado mediante Resolución
del Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nº 156-2012-SUNARP/SN en el
cual se encuentran los actos inscribibles en el Registro de Sucesiones Intestadas:

a) La declaratoria de herederos por sucesión total o parcialmente intestada


dispuesta notarial o judicialmente.
b) Las anotaciones preventivas de solicitud de sucesión intestada dispuesta notarial
o judicialmente.
c) La caducidad de la anotación dispuesta judicialmente conforme al artículo 3 de
la Ley Nº 26639.
d) Renuncia a la herencia.
e) La anotación preventiva por existencia de testamento.
f) Las medidas cautelares.
g) La resolución judicial firme vinculada a la sucesión del causante.
h) Acuerdo de indivisión o partición dispuesta por los herederos.
i) El laudo arbitral que resuelve controversias entre los herederos.
j) Los demás que establezca la ley.

No obstante lo antes mencionado existe la imposibilidad de inscripción cuando se haya


inscrito testamento:

IMPROCEDENCIA DE INSCRIPCIÓN DE SUCESIÓN INTESTADA

“Existiendo testamento inscrito con institución de heredero vigente, no es inscribible la


sucesión intestada del testador, debiendo el interesado reclamar su derecho ante el
Poder Judicial en proceso contencioso20”.[1]

VÍAS

Para la inscripción de la sucesión intestada la misma puede realizarse vía notarial o


judicial. En ambos casos se requiere la anotación preventiva de la sucesión intestada,
que luego de su procedimiento respectivo podrá convertirse, en definitiva.

En el caso se tramite la sucesión intestada en sede notarial, inicialmente debe


presentarse la solicitud suscrita por el Notario Público acompañada de una copia
certificada del pedido del interesado para iniciar el procedimiento de sucesión intestada.

Este dispositivo tiene su fuente en el precedente emitido en el pleno:

PRECEDENTE II.7.-SUCESIÓN INTESTADA NOTARIAL

“Para la inscripción de la anotación preventiva de sucesión intestada tramitada


notarialmente, sólo se exigirá la solicitud del Notario acompañada de una copia
legalizada de la solicitud presentada ante él pidiendo la sucesión intestada. Para la
inscripción definitiva sólo se exigirá la presentación del parte notarial conteniendo el
acta de protocolización21”.[2]

20
X PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 8 y 9 de abril de 2005. Publicado en el diario oficial “El
Peruano” el 9 de junio de 2005. Criterio adoptado en las Resoluciones Nº 001-2004-SUNARP-TR-T del 12
de enero de 2004, Nº 194-2003-SUNARP-TR-T del 20 de noviembre de 2003 y Nº 200-2003-SUNARP-TR-T
del 26 de noviembre de 2003.
21
II PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 29 y 30 de noviembre de 2002. Publicado en el diario oficial
“El Peruano” el 22 de enero de 2003. Criterio adoptado en la Resolución N° 158-2001-ORLL/TR del 23 de
noviembre de 2001, publicada el 24 de enero de 2002 y ratificado sólo en el extremo enunciado
Dicho precedente fue sustentado mediante Resolución N° 158-2001-ORLL-TRN en la que
se solicitó la anotación preventiva de la sucesión intestada de la causante María Susana
Rodríguez Castillo. La Registradora denegó la inscripción por cuanto según lo establecido
en los Artículos 388 y 392 del Código Civil de 1984, los Artículos 352, 356, 361, 374, 375
y 380 del Código Civil de 1936 y norma similar en el Código Civil de 1852, el
reconocimiento del hijo extramatrimonial la deben realizar ambos padres, y de las
partidas presentadas no se declara el reconocimiento de la causante, y además según el
Artículo 39 de la Ley Nº 26662 la solicitud debe incluir documento público que contenga
el reconocimiento o la declaración judicial, si se trata de hijo extramatrimonial o
adoptivo.

Toda vez que los presuntos herederos no acreditaron su vocación hereditaria respecto
de la causante, pues no quedó establecida la afiliación conforme a las normas.

No obstante lo antes mencionado, el Tribunal Registral señaló que cuando se presenta


una solicitud de inscripción de anotación de sucesión intestada, el Registrador sólo debe
verificar la validez del acto cuya inscripción se solicita, es decir que exista una petición
al Notario para tramitar la sucesión intestada, que se hayan presentado los requisitos
que la ley señala y que la solicitud haya sido admitida a trámite por el Notario.

El análisis acerca de la viabilidad de la petición corresponde efectuarla al Notario a quien


la ley ha investido de dichas facultades, por tanto a efectos de proceder a la anotación
preventiva sólo debe ser exigible la solicitud del Notario pidiendo la anotación
preventiva y una copia legalizada de la solicitud presentada al Notario pidiendo que se
tramite la sucesión intestada.

Sin embargo si se presenta al Registro copias de todos los anexos de la solicitud, es lógico
que el Registrador califique toda la documentación adjuntada, empero el hecho de que
no se acredite la vocación hereditaria en modo alguno puede impedir que se proceda a
la anotación preventiva, sin embargo en estos casos el Registrador formulará la
observación correspondiente, indicando dichos defectos, esto con la finalidad de no
causar una falsa expectativa ante el usuario, quien en todo caso podrá preferir no
inscribir el título, o solicitar la inscripción aun sabiendo que el acto definitivo no tendrá
acogida registral, si es que persisten los defectos advertidos, debiendo dejarse
constancia de esta situación en el asiento respectivo.

De otro lado, para la inscripción de la anotación preventiva de sucesión intestada


tramitada judicialmente, se requerirá el parte judicial que contenga copia certificada de
la solicitud y del auto admisorio que dispone la anotación en el Registro, acompañadas
del correspondiente oficio cursado por el Juez competente.

Luego para la inscripción definitiva se solicita el parte judicial que contenga las copias
certificadas de la resolución judicial que declara a los herederos así como la resolución
judicial que la declara firme, acompañados del correspondiente oficio cursado por el
Juez competente.

Ahora bien, una vez inscrita la sucesión intestada en el Registro de Personas Naturales,
esto puede extender efectos sobre otros registros siendo el caso a mencionar que por
ejemplo puede rectificarse el estado civil en el Registros de Predios.

PRECEDENTE VI.3.-PROCEDENCIA DE RECTIFICACIÓN

“La inscripción de la sucesión intestada en el Registro de Personas Naturales de quien


aparece como titular de dominio en el Registro de Propiedad Inmueble, no constituye
obstáculo para rectificar el estado civil de dicho titular de dominio en este último
registro22”.[3]

No obstante lo antes indicado, en sede de inclusión o exclusión de herederos se limita


la rectificación o aclaración a los casos de error material u omisión de transcripción:

ACUERDO CXXII.2.-RECTIFICACIÓN DE ACTA DE SUCESIÓN INTESTADA

“Procede la inscripción de la aclaración o rectificación de la declaración notarial de


sucesión intestada, por la que se incluya o excluya herederos, siempre que dicha
aclaración sea consecuencia de un error material u omisión de transcripción, no siendo
obstáculo si dicha sucesión se encuentra inscrita o no23”.[4]

22
VI PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 7 y 8 de noviembre de 2003. Publicado en el diario oficial
“El Peruano” el 2 de diciembre de 2003. Criterio adoptado en la Resolución Nº 531-2003-SUNARP-TR-L
del 22 de agosto de 2003.
23
CXXII PLENO. Sesión ordinaria modalidad presencial realizada el día 22 de agosto de 2014.
En este caso la Vocal ponente fue la Dra. Mariella Aldana Durán la cual tomó como punto
de partida de su argumentación el CXV pleno en el cual se aprobó como acuerdo:

CALIFICACIÓN REGISTRAL DE ASUNTOS NO CONTENCIOSOS DE COMPETENCIA


NOTARIAL.

“No corresponde a las instancias registrales calificar la validez de los actos


procedimentales ni el fondo o motivación de la declaración notarial, en los títulos
referidos a los asuntos no contenciosos de competencia notarial.”

Luego trajo a discusión lo acordado en el Diálogo con el Tribunal Registral realizado en


Lima a principios de 2014 en la cual se propuso:

“Proponer la modificación de la directiva N°013-2003-SUNARP-SN, en el sentido que sea


aplicable a todos los procedimientos no contenciosos de competencia notarial, que por
lo tanto, no corresponda la calificación del fondo ni la motivación de la declaración
notarial, siempre y cuando responda al procedimiento regular establecido.

Formulada la declaración notarial, se puede efectuar aclaraciones respecto a la inclusión


o exclusión de herederos; siempre que tal decisión sea consecuencia de un error u
omisión producida al interior del procedimiento, sin ser relevante que el acta modificada
haya sido inscrita o no.”

Lo que señaló la vocal es que, si bien no corresponde a las instancias registrales calificar
la validez de los actos procedimentales ni el fondo o motivación de la declaración
notarial, sí es de competencia de las instancias registrales verificar la competencia del
notario.

En ese sentido explicó que:

“(…), excepcionalmente podría suceder que vía acta rectificatoria notarial se incorpore
heredero, pero no por haber sido preterido – esto es, no haber sido comprendido como
heredero en el proceso -, sino por error material. Esto es, haber sido comprendido como
heredero en el proceso (ya sea en la solicitud inicial o en virtud a apersonamiento ante
el Notario dentro del plazo previsto luego de la publicación del aviso), pero por error no
haber sido consignado por el Notario en el acta en la que se declaró a los herederos.
(…)”

Entonces según el Art. 664 del Código Civil, cuando existe declaración de herederos, para
poder excluir a quien ha sido declarado indebidamente como heredero, se requiere de
proceso judicial, por lo que el notario no es competente para excluir herederos ya
declarados.

En el mismo sentido la Vocal Rosario Guerra indicó que:

“No se puede permitir que los errores que cometen los Notarios en los procedimientos
notariales generen un sinfín de aclaraciones por parte del Notario modificando su
decisión anterior y de esta forma subsanar su error.”

En sentido contrario el Vocal Jorge Tapia señaló que:

“El segundo párrafo del Art. 48 de la Ley del Notariado señala que (…) Cuando el notario
advierta algún error en la escritura pública, en relación a su propia declaración, podrá
rectificarla bajo su responsabilidad y a su costo, con un instrumento aclaratorio sin
necesidad que intervengan los otorgantes, informándoseles del hecho al domicilio
señalado en la escritura pública.

En ese sentido, siendo que el procedimiento de declaratoria de herederos es propio del


notario y que posiblemente pueda cometer algún error en la escritura pública, la Ley del
Notariado permite que el mismo notario sin necesidad de intervención de los
interesados pueda realizar dicha rectificación.”

Finalmente se llegó al acuerdo que se proceda a la aclaración o rectificación de la


declaración notarial de sucesión intestada, por la que se incluya o excluya herederos,
siempre que dicha aclaración sea consecuencia de un error material u omisión de
transcripción.

[1] X PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 8 y 9 de abril de 2005. Publicado en el
diario oficial “El Peruano” el 9 de junio de 2005. Criterio adoptado en las Resoluciones
Nº 001-2004-SUNARP-TR-T del 12 de enero de 2004, Nº 194-2003-SUNARP-TR-T del 20
de noviembre de 2003 y Nº 200-2003-SUNARP-TR-T del 26 de noviembre de 2003.

[2] II PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 29 y 30 de noviembre de 2002. Publicado
en el diario oficial “El Peruano” el 22 de enero de 2003. Criterio adoptado en la
Resolución N° 158-2001-ORLL/TR del 23 de noviembre de 2001, publicada el 24 de enero
de 2002 y ratificado sólo en el extremo enunciado.

[3]VI PLENO. Sesión ordinaria realizada los días 7 y 8 de noviembre de 2003. Publicado
en el diario oficial “El Peruano” el 2 de diciembre de 2003. Criterio adoptado en la
Resolución Nº 531-2003-SUNARP-TR-L del 22 de agosto de 2003.

[4] CXXII PLENO. Sesión ordinaria modalidad presencial realizada el día 22 de agosto de
2014.
Causales de exclusión de la sucesión:

EXCLUSIÓN DE LA SUCESIÓN POR INDIGNIDAD 1

El presente artículo analiza las causales de exclusión


de la sucesión de una persona natural por las razones
estrictamente señaladas en la ley.
Recordemos que todas las personas tenemos la
capacidad jurídica de gozar del derecho a suceder y
solo la norma jurídica puede limitarlo en situaciones
explícitas debidamente establecidas como es el caso
del artículo 667° y siguientes del Código Civil.
Asimismo, es de tener en cuenta las causales
incorporadas por las disposiciones complementarias y
modificatorias de la Ley N° 30364, Ley para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres
y los Integrantes del Grupo Familiar.
Finalmente, se revisa el carácter personal de la
indignidad, el perdón de la indignidad así como su
declaración judicial y los efectos de la sentencia.

Artículo 667.- Exclusión de la sucesión por indignidad


Son excluidos de la sucesión de determinada persona, por indignidad,
como herederos o legatarios:

1.- Los autores y cómplices de homicidio doloso o de su tentativa,


cometidos contra la vida del causante, de sus ascendientes, descendientes
o cónyuge. Esta causal de indignidad no desaparece por el indulto ni por
la prescripción de la pena.

2.- Los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en
agravio del causante o de alguna de las personas a las que se refiere el
inciso anterior.

3.- Los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito


al que la ley sanciona con pena privativa de la libertad.

4.- Los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante
que otorgue testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque total
o parcialmente el otorgado.

5.- Los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la


persona de cuya sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de
un testamento falsificado.

1 Mg. Arturo Zapata Avellaneda. Abogado, asesor Legal. Docente Universitario. Conferencista Nacional e Internacional.

1
6.- Los que hubieran sido sancionados con sentencia firme en más de una
oportunidad en un proceso de violencia familiar en agravio del causante.

7.- Es indigno de suceder al hijo, el progenitor que no lo hubiera reconocido


voluntariamente durante la minoría de edad o que no le haya prestado
alimentos y asistencia conforme a sus posibilidades económicas cuando
haya alcanzado la mayoría de edad, si estuviera imposibilitado de
procurarse sus propios recursos económicos. También es indigno de
suceder al causante el pariente con vocación hereditaria o el cónyuge que
no le haya prestado asistencia y alimentos cuando por ley estuviera
obligado a hacerlo y se hubiera planteado como tal en la vía judicial.

Hinostroza[1], citando a Santos Briz, señala que “las causas de indignidad


obedecen a la comisión de actos ilícitos por el excluído de la herencia
consistentes en faltas graves cometidas contra el causante de la herencia o su
memoria y que presuponen en quien las comete la capacidad suficiente para
suceder (…) Tienden a impedir que el heredero entre en posesión de la herencia,
siendo norma general la (…) dignidad ab initio para suceder, y la excepción a
esta norma en definitiva se traduce en una sanción o pena civil, por lo que se ha
de interpretar restrictivamente”.

Lohmann[2] señala que la indignidad es una institución que implica una sanción
privativa de derecho sucesorio. Asimismo, analiza sus características:

 Se aplica tanto a la sucesión testada como intestada.

 Sus efectos pueden alcanzar tanto a legatarios como a herederos, sin importar
que éstos últimos hayan sido designados testamentariamente o tengan vocación
legal. Debe entenderse que alcanza también al donatario, pues el donante puede
revocar expresamente la donación por las mismas causales de indignidad para
suceder y de desheredación (artículo 1637 del CC). Empero no alcanza a la
donación que hubiese recibido el sucesor antes de cometer el acto causante de
indignidad.

 Es causal de pérdida de la legítima de los herederos forzosos. La regla alude a


la exclusión de sucesión, de modo que la exclusión por indignidad es completa
de todo derecho sucesorio (y no solo del legitimario). Por lo tanto, la indignidad
puede producir la caducidad de la institución de heredero cuando éste no deja
descendientes que puedan representarlo (artículo 805, inciso 3 del CC).

 La indignidad no es causal de incapacidad -y por eso se purga con el tiempo, al


año de haber entrado el indigno en “posesión de la herencia”- sino que
presupone la capacidad, por lo que suele hablarse de incapacidad relativa
sucesoria (incompatibilidad o ineficiencia impeditiva de la vocación son otros
términos usados en doctrina). Por lo tanto, los indignos no quedan privados de
todo llamamiento o delación, sino solo respecto de la sucesión del sujeto
afectado o agraviado. Por eso el artículo 667 CC limita la exclusión a “la sucesión
de determinada persona”.

 La aplicación de las causales de indignidad deben realizarse restringidamente,


sin interpretaciones analógicas o extensivas, de conformidad con el artículo IV

2
del Título Preliminar del CC pues estamos ante una enumeración taxativa,
limitativa. Sin embargo, por ejemplo, la norma no excluye por indignidad al hijo
del causante que hubiera dado muerte a su tío, hermano del causante, que es
conducta más reprobable que la denuncia calumniosa; o, en los casos de
cuasidelitos civiles, como los vinculados al estado conyugal (adulterio).

Ferrero[3] apunta que “el Código Civil de 1936 normaba las causales de
indignidad en un título denominado “De las incapacidades para suceder”,
tratándolas conjuntamente a casos muy diversos como la incompatibilidad de
algunas personas para suceder en la sucesión testamentaria y la original figura
prevista en el artículo 670, que trataba de la exclusión del hijo legítimo de la
herencia de su padre, por reconocimiento de su filiación por un tercero. Señala
“que estando la capacidad referida a la existencia, y siendo por tanto todas las
personas capaces de suceder, referirse a la incapacidad como el género y a la
indignidad como la especie, es un error (…) En el derecho actual, no resulta
adecuado hablar de incapacidad para heredar. Esta figura tenía sustento cuando
a algunas personas en razón de su raza, condición de esclavo, profesión
religiosa o condena, se les excluía de suceder (…)”.

Se hace mención a que el artículo 748 del Código Civil establece que no pueden
ser excluidos por herencia por indignidad los incapaces menores de edad y los
incapaces mayores de edad que por cualquier causa se encuentren privados de
discernimiento, de los cuales nos ocuparemos más adelante en la exégesis del
referido numeral.

Las causales de indignidad, según el artículo


667 del Código Sustantivo son:

1.- Los autores y cómplices de homicidio


doloso o de su tentativa, cometidos contra
la vida del causante, de sus ascendientes,
descendientes o cónyuge. Esta causal de
indignidad no desaparece por el indulto ni
por la prescripción de la pena.

Lohmann[4] señala que “aunque la regla no


mencione que el autor o cómplice haya sido condenado, se infiere que así debe
ser, porque la autoría o complicidad solo resultan de la sentencia que así lo diga”
-pese a manifestar que no se requiere sentencia condenatoria si civilmente
existiera aceptación del hecho o si pese a estar probada la comisión del acto el
delito esta prescrito- “(…) En lo que toca a ascendientes y descendientes no hay
que hacer distinción alguna. Puede ser tanto de sangre como adoptivos,
matrimoniales o extramatrimoniales (…) El inciso concluye señalando que esta
causal no desaparece por el indulto ni por la prescripción de la pena (…)
obviamente cabe el perdón al que alude el artículo 669” del Código Civil.

Por ejemplo, la pérdida del derecho a la herencia del que fue víctima del delito
contra la vida, sólo procede cuando en el juicio penal respectivo queda probada
la culpabilidad del acusado.

3
2.- Los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en
agravio del causante o de alguna de las personas a las que se refiere el
inciso anterior.

Al respecto, Guzmán[5] señala que “no se hace distinción en cuanto a la clase


de delito, pero se exige que sea doloso y que haya sido materia de condena
penal”. Siguiendo a Ferrero[6], se precisa que el inciso implica necesariamente
un proceso penal y una condena que constituya cosa juzgada, al usarse el
término “condenados”. Por su parte, Lohmann[7] refiere que “en este segundo si
se precisa lo de la condena, pero nada se expresa ni de tentativa ni de indulto o
prescripción (…) no obstante, ambos (entiéndase a los incisos 1 y 2) participan
de la misma razón, de modo que lo anunciado en el anterior puede tenerse como
reproducido en el presente”.

3.- Los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito


al que la ley sanciona con pena privativa de la libertad.

Guzman[8] señala que, éste inciso se refiere a los que hubieran denunciado al
causante por delitos penados con prisión, proviene del inciso 3) del artículo 665
del Código Civil de 1936, inciso que ha sido completado con la expresión de tres
conceptos que eliminan los problemas de interpretación que éste presentaba y
facilitan su aplicación. El primero consiste en expresar, en cuanto a la gravedad
de los delitos denunciados, que son aquéllos a los que la ley señala pena
privativa de la libertad u otras de mayor gravedad. El segundo concepto es el de
exceptuar al denunciante si éste fuere víctima del delito (…) El tercer concepto
es el de limitar el alcance de esta causal sólo a la denuncia calumniosa … “.

A criterio de Lohmann[9], el precepto habla de denuncia calumniosa en la cual


se impute al causante un delito sancionado con pena privativa de libertad. Más
que denuncia en sentido formal de informar a una autoridad un hecho punible
que atribuye al causante[10] (…), de lo que se trata es de haberle imputado un
delito a sabiendas de la falsedad de la atribución. El lugar y forma de la
imputación no interesan tanto como el hecho mismo de haberle señalado como
responsable de una infracción punible con pena privativa”. El autor hace
referencia, además, que la calumnia es una calificación penal resultado de un
proceso iniciado a instancia del agraviado y, a efectos de la aplicación de este
inciso como causal de exclusión de la sucesión, debe haber una querella en que
se constate la falsedad de la imputación dolosa por parte del ofensor.

Se advierte que el inciso se refiere sólo a la denuncia calumniosa pero no hace


referencia ni a la injuria ni a la difamación que son también delitos contra el honor,
y que, conjuntamente con la calumnia, están previstos en los artículos 130, 131
y 132 del Código Penal vigente[11], que bien podrían ser atribuidos falsamente
a la persona que a futuro será el causante, pero que la ley no ha contemplado
en este numeral.

4.- Los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante
que otorgue testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque total
o parcialmente el otorgado.

4
Guzmán Ferrer[12] señala que “este inciso desarrolla con mayor amplitud la
causal contenida en el artículo 665 inciso 4 del Código Civil de 1936, que
consideraba incapaz de suceder por indignidad al “que coactó la voluntad del
causante para que otorgara o no testamento o para que alterara sus
disposiciones testamentarias. El dolo y la violencia, como vicios de la voluntad
son causales de anulabilidad del testamento y, además, son causales de
exclusión por indignidad del heredero o legatario que incurre en ellas, con
respecto a los actos comprendidos en este inciso. De tal manera que si se
probase la comisión de estos actos correspondería a anular el testamento
otorgado bajo su influencia y, en la sucesión legal, excluir por indigno al heredero
o legatario que los cometió.

A juicio de Lohmann[13], el precepto contempla tanto la consumación (es decir,


el logro) como el intento (…), lo que el legislador ha querido es castigar una
conducta impropia (las amenazas, por ejemplo) y, por cierto, tanto da si esa
conducta obtiene el fin pretendido como si no llega a obtenerlo. El autor refiere
a que estamos ante casos de limitación a la libertad del testador, lo que
comprende la coacción en el sentido de fuerza como la amenaza, la intimidación,
la violencia -física o moral-, la influencia indebida, el engaño, etc. Asimismo
señala que esta causal incluye los casos de dispensa de indignidad o revocación
de la desheredación y agrega a los casos en que influya sobre la libertad en tema
de colación o dispensa de ella.

Este inciso refiere solo a la utilización del dolo y violencia en sentido de que el
testador revoque total o parcialmente el testamento (no precisa si
necesariamente es el último otorgado), sin embargo, omite la hipótesis en la que
se use el vicio de voluntad a fin de que no revoque algunas cláusulas del
testamento o a éste en su conjunto.

5.- Los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la


persona de cuya sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de
un testamento falsificado.

Guzmán Ferrer [14]apunta que “el inciso 5 (…) comprende los casos en que el
heredero o legatario no han actuado sobre el testador, sino sobre el testamento
otorgado por el causante, destruyéndolo y ocultándolo, falsificándolo o
alterándolo y comprende también a quienes hagan uso de un testamento
falsificado. La destrucción u ocultación puede ocurrir con respecto al testamento
ológrafo y al cerrado, y la falsificación o alteración podría producirse en el pliego
interno del testamento cerrado o en el testamento ológrafo, razones por las
cuales estos testamentos ofrecen menos garantías que el otorgado por escritura
pública”.

Dentro de los alcances de este inciso, Lohmann[15] considera a la tentativa pues


lo que busca el legislador es sancionar conductas, no resultados. Respecto a la
duración de la ocultación señala el autor que la norma nada dice y por lógica solo
puede referirse al testamento ológrafo, porque al otorgado por escritura pública
y el cerrado son virtualmente imposibles de ocultar, como no sea con complicidad
notarial. Entonces, circunscribiéndonos al ológrafo hay que recordar el artículo
708 del Código Civil, del que se colige que por lo menos durante treinta días

5
siguientes al conocimiento de la muerte del testador, no sería razonable ninguna
imputación de ocultamiento.

6.- Los que hubieran sido sancionados con sentencia firme en más de una
oportunidad en un proceso de violencia familiar en agravio del causante.

De acuerdo con lo previsto en el artículo 5 de la Ley 30364, Ley para Prevenir,


Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres y los Integrantes del Grupo
Familiar define la violencia contra las mujeres como cualquier acción o conducta
que les causa muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico por su
condición de tales, tanto en el ámbito público como en el privado. Se entiende
por violencia contra las mujeres:

a. La que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra


relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer. Comprende, entre otros, violación, maltrato físico
o psicológico y abuso sexual.

b. La que tenga lugar en la comunidad, sea perpetrada por cualquier persona y


comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como
en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar.

c. La que sea perpetrada o tolerada por los agentes del estado, donde quiera
que ocurra.

Por su parte el artículo 6 de la citada norma define a la violencia contra cualquier


integrante del grupo familiar como cualquier acción o conducta que le causa
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico y que se produce en el
contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder, de parte de un
integrante a otro del grupo familiar. Se tiene especial consideración con las niñas,
niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad.

Asimismo, según el artículo 7°, son sujetos de protección de la ley:

a. las mujeres durante todo su ciclo de vida: niña, adolescente, joven, adulta y
adulta mayor.

b. los miembros del grupo familiar. entiéndase como tales, a los cónyuges,
excónyuges, convivientes, exconvivientes; padrastros, madrastras;
ascendientes y descendientes; los parientes colaterales de los cónyuges y
convivientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad; y
a quienes, sin tener cualquiera de las condiciones antes señaladas, habitan en
el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales; y
quienes hayan procreado hijos en común, independientemente que convivan o
no, al momento de producirse la violencia.

Por otro lado de acuerdo al artículo 8 de la Ley N° 30364 son tipos de violencia
contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar son:

a) Violencia Física. Es la acción o conducta, que causa daño a la integridad


corporal o a la salud. Se incluye el maltrato por negligencia, descuido o por

6
privación de las necesidades básicas, que hayan ocasionado daño físico o que
puedan llegar a ocasionarlo, sin importar el tiempo que se requiera para su
recuperación.

b) Violencia Psicológica. Es la acción o conducta, tendiente a controlar o aislar


a la persona contra su voluntad, a humillarla o avergonzarla y que puede
ocasionar daños psíquicos.

Daño psíquico es la afectación o alteración de algunas de las funciones mentales


o capacidades de la persona, producida por un hecho o un conjunto de
situaciones de violencia, que determina un menoscabo temporal o permanente,
reversible o irreversible del funcionamiento integral previo.

c) Violencia Sexual. Son acciones de naturaleza sexual que se cometen contra


una persona sin su consentimiento o bajo coacción. Incluyen actos que no
involucran penetración o contacto físico alguno. Asimismo, se consideran tales
la exposición a material pornográfico y que vulneran el derecho de las personas
a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, a través de
amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación.

d) Violencia Económica o Patrimonial. Es la acción u omisión que se dirige a


ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de
cualquier persona.

En cuanto a la sentencia a la que hace referencia el presente inciso, se debe


tener en consideración lo establecido en el artículo 20° de la Ley 30364 el cual
señala que la sentencia que ponga fin al proceso por delitos vinculados a hechos
que constituyen actos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo
familiar puede ser absolutoria o condenatoria.

En caso que la sentencia sea absolutoria: El juez señala el término a las medidas
de protección dispuestas por el juzgado de familia o equivalente. Las medidas
cautelares que resguardan las pretensiones civiles que hayan sido decididas en
esa instancia cesan en sus efectos salvo que hayan sido confirmadas en
instancia especializada.

En caso que se trate de una sentencia condenatoria, además de lo establecido


en el artículo 394 del código procesal penal, promulgado por el decreto legislativo
957, y cuando corresponda, contiene:

1. La continuidad o modificación de las medidas de protección dispuestas por el


juzgado de familia o equivalente.

2. El tratamiento terapéutico a favor de la víctima.

3. El tratamiento especializado al condenado.

4. La continuidad o modificación de las medidas cautelares que resguardan las


pretensiones civiles de tenencia, régimen de visitas, suspensión, extinción o
pérdida de la patria potestad, asignación de alimentos, entre otras.

7
5. Las medidas que los gobiernos locales o comunidades del domicilio habitual
de la víctima y del agresor deben adoptar, para garantizar el cumplimiento de las
medidas de protección, salvo que hayan sido confirmadas en instancia
especializada.

6. La inscripción de la sentencia en el registro único de víctimas y agresores por


violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, a cargo del
ministerio público.

7. Cualquier otra medida a favor de las víctimas o de los deudos de estas.

Finalmente, el mencionado artículo de la Ley N° 30364 señala que en el caso de


que las partes del proceso usen un idioma o lengua diferente al castellano, la
sentencia es traducida. En los casos que no sea posible la traducción, el juez
garantiza la presencia de una persona que pueda ponerles en conocimiento su
contenido.

7.- Es indigno de suceder al hijo, el progenitor que no lo hubiera reconocido


voluntariamente durante la minoría de edad o que no le haya prestado
alimentos y asistencia conforme a sus posibilidades económicas cuando
haya alcanzado la mayoría de edad, si estuviera imposibilitado de
procurarse sus propios recursos económicos. También es indigno de
suceder al causante el pariente con vocación hereditaria o el cónyuge que
no le haya prestado asistencia y alimentos cuando por ley estuviera
obligado a hacerlo y se hubiera planteado como tal en la vía judicial.

Los incisos 6 y 7 del Artículo 667° del Código Civil fueron incluidos por virtud de
la segunda de las disposiciones complementarias y modificatorias de la Ley N°
30364 cuyo literal d) del artículo 8° refiere a la violencia económica o patrimonial
como aquella acción u omisión que se dirige a ocasionar un menoscabo en los
recursos económicos o patrimoniales de cualquier persona, a través de:

1. La perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes;

2. La pérdida, sustracción, destrucción, retención o apropiación indebida de


objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y
derechos patrimoniales;

3. La limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus


necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida digna;
así como la evasión del cumplimiento de sus obligaciones alimentarias;

4. La limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un salario


menor por igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo.

8
Artículo 668.- Exclusión del indigno
por sentencia

La exclusión por indignidad del


heredero o legatario debe ser
declarada por sentencia, en juicio
que pueden promover contra el
indigno los llamados a suceder a
falta o en concurrencia con él. La
acción prescribe al año de haber
entrado el indigno en posesión de
la herencia o del legado.

Ferrero[16] precisa que los herederos y legatarios a quienes les corresponde


recibir la parte del indigno pueden pedir su exclusión dentro del año de haber
tomado éste posesión de los bienes transmitidos. La acción se concede tanto a
los llamados a suceder a falta del indigno o en concurrencia con él, e incluye, a
criterio del autor, a los acreedores del causante en virtud a la existencia de un
legítimo interés económico[17]. Lo que significa que el indigno adquiere, pero su
adquisición puede ser impugnada mediante proceso judicial. La sentencia de
declaración de indignidad implica el apartamiento forzoso de la sucesión,
entendiéndose que no ha tenido lugar la delación de la herencia a su favor y
deberá devolver los bienes hereditarios.

Dentro de la doctrina existen diversas posiciones que amplían o restringen la


legitimidad para obrar activa en un proceso de exclusión de la sucesión por
indignidad. Al respecto, Guzmán[18] sostiene que la exclusión por indignidad no
opera de pleno derecho, sino por efecto de sentencia ejecutoriada dictada en
juicio promovido contra el indigno. El texto del artículo comienza declarando el
referido concepto básico. Sin embargo, sostiene que no autoriza que pueda
emplear esta acción cualquiera que tenga interés en la sucesión, porque esto
permitiría que pudiera usarla también los acreedores del causante[19], sino que
restringe su empleo a los llamados a suceder a falta o en concurrencia con el
indigno, siguiendo lo establecido en el artículo 667 del Código Civil de 1936.

Además de lo precisado en el análisis del artículo 663 del Código Civil,


Hinostroza[20] identifica al órgano jurisdiccional competente para conocer del
proceso de exclusión de la sucesión por indignidad, de conformidad con el inciso
1) del artículo 475 del Código Procesal Civil, según el cual se tramitan en proceso
de conocimiento ante los Juzgados Civiles los asuntos contenciosos que no
tengan una vía procedimental, no esté atribuidos por ley a otros órganos
jurisdiccionales y, además, cuando por su naturaleza o complejidad de la
pretensión el juez considere atendible su empleo. Además, advierte que,
conforme se desprende del artículo 19 del Código Adjetivo, en materia sucesoria,
es competente el Juez del lugar en donde el causante tuvo su último domicilio
en el país, siendo tal competencia territorial improrrogable.

Sin embargo, otras posiciones doctrinarias respecto a la vía procedimental de la


acción de la sucesión por indignidad difieren de la citada en el párrafo anterior.
Al respecto, Lohmann[21] señala que la pretensión judicial de declaración de

9
indignidad no obstante ser inapreciable en dinero, empero, al pretenderse la
exclusión del indigno es evidente que se demanda la pérdida de su posición
sucesoria, con los efectos patrimoniales consiguientes. En ese orden de ideas,
cuando hay duda sobre el monto es aplicable el inciso 3) del artículo 475 e inciso
8) del artículo 486 del Código Procesal Civil, por lo que la demanda de indignidad
puede ser tramitada como proceso de conocimiento o como proceso abreviado,
según decida la autoridad judicial. En cambio, cuando sea posible estimar
anticipadamente el monto de las implicancias patrimoniales es conveniente
indicarlo en la demanda para que el Juez, teniendo en cuenta los criterios de
procedencia de trámite establecidos en el inciso 2) del artículo 475 e inciso 7)
del artículo 486 del CPC, decida sobre la vía procedimental. Para casos como
este, la opción que el Código Adjetivo concede a los jueces es acertada pues no
tiene sentido tramitar la demanda de indignidad como proceso de conocimiento
si ya existe condena penal. En cambio, si el caso es de discusión sobre captación
de la voluntad del testador (inciso 5 artículo 667 CC), o sobre falsificación del
testamento (inciso 6 artículo 667 CC) y la masa hereditaria es de un monto
significativo, será preferible la vía procedimental del proceso de conocimiento.

La norma establece que la acción de exclusión por indignidad prescribe al año


de haber entrado el indigno en posesión de la herencia o del legado. Este plazo
debe entenderse desde que el indigno entra en posesión real y efectiva de la
herencia y no desde que el sucesor adquiere la posesión de ley que, según el
artículo 660, es al momento del fallecimiento del causante. Entiéndase que es
un plazo de caducidad y que el término favorece a los sucesores, pues sólo
transcurrido el plazo podrá el indigno invocar la caducidad. Sin embargo,
Ferrero[22] señala que “nada impide que la acción de exclusión la inicien los
sucesores al momento de la muerte del causante, que es cuando el indigno
adquiere la posesión de lege, aunque puedan hacerlo hasta el año de haber
tomado el indigno la posesión material. Puede darse la hipótesis de que el
indigno entre en posesión de los bienes hereditarios o de los que constituyen el
legado paulatina o parcialmente, originándose una situación confusa. Podría
pensarse que en ese caso el plazo de caducidad vence al año de la posesión del
primer bien, o que se computa en forma independiente para cada bien. Esta
última forma no es viable, pues implicaría la aceptación de una parte de la
herencia y el apartamiento forzoso de la otra, contraviniéndose lo dispuesto en
el artículo 677. Además, la indignidad no puede interpretarse res singula; recae
sobre la totalidad de los derechos sucesorios. De lo expuesto se colige
necesariamente que el plazo caduca desde el año de la posesión del indigno de
cualquier bien de la herencia. Transcurrido dicho plazo, queda purgada la
indignidad, siendo los efectos los mismos que el perdón, ya sea porque los
demás sucesores no interpusieron la acción por ignorancia de la causal, o por
simple inacción, o porque deliberadamente no quisieron perjudicar al indigno,
perdonándolo”.

10
Artículo 669.-
Desheredación por
indignidad y perdón del
indigno

El causante puede
desheredar por indignidad a
su heredero forzoso
conforme a las normas de la
desheredación y puede
también perdonar al indigno
de acuerdo con dichas
normas.

La desheredación es la disposición testamentaria por la cual el testador priva de


la legítima a un heredero forzoso a quien considera incurso en alguna causal que
legalmente justifique dicha decisión.

Según Lohmann[23], la primera parte del artículo 669º CC es que, además de


las causales de desheredación establecidas para descendientes, ascendientes
y cónyuge en los artículos 774º, 775º y 776º CC, el testador también puede
desheredar por algunas de las causales de indignidad establecidas en el artículo
667. Similar posición sustenta Guzmán[24] al señalar que el artículo comentado
(…) es solo declarativo y remisivo al capítulo sobre desheredación.

La segunda parte, referida al perdón del indigno, distinguimos, siguiendo a


Ferrero[25], que tal declaración de voluntad puede darse en dos casos: (i) el
perdón otorgado por el causante, ya sea expreso (realizado en testamento o por
escritura pública según los artículos 743º y 753º CC) o tácito (cuando instituye
heredero o legatario al indigno, en aplicación de las reglas de la desheredación),
rehabilitando íntegramente al sucesor; y, (ii) el perdón otorgado por los demás
sucesores al no ejercitar la acción de exclusión a que se refiere el artículo 668º
CC, así la inacción de los sucesores no es deliberada, y simplemente dejan
transcurrir el plazo para interponer la mencionada acción sin el propósito de
perdonar, y su abstención tendrá los mismos efectos que el perdón. Por otro
lado, Lohmman[26] distingue entre el perdón de la ofensa del perdón de la
indignidad, concluyendo que el término “perdón” implica un acto de disposición
que es indebidamente generalizado pues mientras la desheredación es figura
propia para la exclusión por testamento de la legítima (herencia forzosa), la
indignidad es más completa pues actúa tanto en la sucesión testada o intestada.
Asimismo, este autor sostiene que una cosa es perdonar la ofensa (es decir, que
el futuro causante excuse el daño) y otra muy distinta es perdonar la indignidad
en el sentido de rehabilitar efectos jurídicos sucesorios. Así por ejemplo, puede
ocurrir que el testador señale en su testamento que perdona al indigno todo el
perjuicio que éste causó con su conducta pero sin que tal declaración signifique
rehabilitación sucesoria.

11
Artículo 670.- Carácter
personal de la indignidad

La indignidad es
personal. Los derechos
sucesorios que pierde el
heredero indigno pasan a
sus descendientes,
quienes los heredan por
representación. El
indigno no tiene derecho
al usufructo ni a la
administración de los
bienes que por esta
causa reciban sus
descendientes menores
de edad.

La primera parte, en que se


declara la naturaleza
personal de la indignidad,
esta tomada del artículo
541º del Código Civil Suizo y al ser la indignidad una especie de sanción que en
materia civil corresponde a comportamientos que pueden calificarse de
irregulares o indebidos, no deben extenderse a quien no ha cometido la falta.
Por tal razón, los derechos sucesorios del indigno pasan a sus descendientes,
quienes los heredan por representación. Sin embargo, la aplicación de este
precepto bajo una interpretación restrictiva, demuestra algunas imprecisiones
muy importantes:

 La norma no incluye a los legatarios, por lo que quien estuviera nombrado


legatario y resulta indigno, pierde todo derecho sucesorio para sí y para todos
aquellos que fueran sus sucesores. Imaginemos que el legatario fallece después
de abierta la sucesión, pero antes de terminado o incluso iniciado el proceso
respectivo (civil o penal) que determine la causal, al cual debe seguir el proceso
civil de exclusión. (art. 668º CC) que declara la indignidad. Si se trata de proceso
penal obviamente no podrá haber condena contra el indigno. Por lo tanto, el
legatario sí transmite a sus sucesores el derecho sucesorio derivado del legado
en que fue instituido. Si se trata de proceso civil, es difícil responder
definitivamente pues si la indignidad es personal habiendo fallecido el legatario,
es harto discutible que los sucesores del indigno puedan ser emplazados con
demanda cuya pretensión sea la declaración de indignidad de su causante, o
que ellos queden obligados a sustituirse en la posición procesal de tal causante
cuando es claro que la indignidad es personal y no es transmisible.

 En materia de indignidad, los derechos que el indigno pierde pasan solo a sus
descendientes, excluyendo la norma al cónyuge y a los ascendientes.
Supóngase por ejemplo, que el indigno es hijo y por tanto heredero forzoso. Por
efecto de la indignidad queda privado de sus derechos, pero ocurre que está
casado y no tiene hijos ¿Es atendible que su cónyuge quede excluido de la

12
herencia del suegro, pese a que este cónyuge es tan heredero forzoso del
indigno como lo serían sus descendientes, si los tuviera?

 La norma alude a que los derechos sucesorios pasan a sus descendientes,


quienes los heredan por representación, pero no se precisa si en este caso de
indignidad la representación se aplica solo para los casos normales de
representación (ante la existencia de vínculo familiar) o si también incluye a los
descendientes del voluntario. La representación solo es figura que funciona en
caso de descendientes, cuando se trata de línea recta del causante y en la línea
colateral, cuando se trata de hijos del hermano del causante, es decir sus
sobrinos.

Finalmente, Lohmann[27] refiere que termina el artículo señalando que el indigno


pierde su derecho de usufructo y administración de los bienes hereditarios que
en su representación reciban sus descendientes menores de edad (debió decir
incapaces, para incluir a los mayores de edad bajo curatela). La privación del
usufructo parece explicable, pues si al ascendiente indigno no se le priva de él
podría obtener provecho indirectamente de los bienes que fueron del causante.
En cambio, no (es) adecuado que se le prive de la administración, que es asunto
que nada tiene que ver con los bienes heredados o con los frutos que produzcan
ya que el indigno puede ser imputable de lo que sea, pero eso no presupone que
vaya a ser mal administrador de los intereses patrimoniales de sus
descendientes.

Artículo 671.- Efectos de la


declaración de indignidad

Declarada la exclusión del indigno,


éste queda obligado a restituir a la
masa los bienes hereditarios y a
reintegrar los frutos. Si hubiera
enajenado los bienes hereditarios, la
validez de los derechos del adquirente
se regirá por el artículo 665 y el
resarcimiento a que está obligado por
la segunda parte del artículo 666.

La primera parte del precepto, según Lohmann[28] parte de la premisa de que el


indigno ya está en posesión de la herencia o del legado, pero dicha premisa no
necesariamente se cumple siempre, porque nada impide la declaración de
indignidad aunque el sucesor no haya accedido a posesión alguna.
Prescindiendo de esa consideración, (…) el indigno queda excluido de la
sucesión y por tanto queda obligado a devolver a la masa hereditaria los bienes
que detenta sin título válido.

El mismo autor señala que la segunda parte del artículo contiene un doble
supuesto:

a. El primer supuesto trata de que si el indigno hubiera enajenado los bienes


hereditarios, la validez de los derechos del adquiriente se rige por el artículo 665º
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CC. Se trata de una acción reivindicatoria. La indignidad es inoponible a quien
con título oneroso y de buena fe adquiere bienes del indigno; si el adquiriente es
de buena fe a título gratuito, debe restituir el bien; si es a título oneroso o gratuito
de mala fe, debe quedar expuesto a la reivindicación (art. 665º CC)

b. La segunda parte es deplorable pues luego de aludir a la enajenación, lo que


necesariamente supone un adquiriente, remite al numeral 666º CC que se refiere
a poseedor, que es hipótesis que no requiere de adquisición. Pero, aunque muy
mal explicado, lo que en definitiva viene a decir la norma es que quien de mala
fe llega a adquirir del indigno algún bien quedará obligado a devolverlo a la masa
hereditaria con los frutos que hubiera generado, y si no tuviera ni el bien ni los
frutos restituirá su valor y, en todo caso, indemnizar los perjuicios causados.
q

[1] HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Procesos Judiciales derivados del derecho sucesorio. Primera Edición. Gaceta
Jurídica. Lima – Perú. Setiembre 2006. p. 51.
[2] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Causales de Indignidad. En “Código Civil comentado por los 100 mejores
juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. pp. 44 y 45.
[3] FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. p. 210.
[4] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Causales de Indignidad. En “Código Civil comentado por los 100 mejores
juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. p. 46.
[5] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 18.
[6] FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. p. 215 y 223.
[7] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Causales de Indignidad. En “Código Civil comentado por los 100 mejores
juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. p. 46.
[8] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 19.
[9] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Ob. Cit. p. 47.
[10] Nótese que, en la práctica, el término se encuentra mal empleado, pues se tiene la calidad de causante cuando éste
ha fallecido y su efecto es la apertura de la sucesión, por tanto, al momento de la interposición de la denuncia, el de cujus
aún se encuentra vivo y aún no tiene calidad de causante.
[11] Código Penal del Perú, aprobado por Decreto Legislativo N° 635. Año 1991.
Artículo 130.- Injuria
El que ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de hecho, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de diez a cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa.
Artículo 131.- Calumnia
El que atribuye falsamente a otro un delito, será reprimido con noventa a ciento veinte días-multa.
Artículo 132.- Difamación
El que, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de manera que pueda difundirse la noticia, atribuye a una
persona, un hecho, una cualidad o una conducta que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa.
Si la difamación se refiere al hecho previsto en el artículo 131, la pena será privativa de libertad no menor de uno ni
mayor de dos años y con noventa a ciento veinte días-multa.
Si el delito se comete por medio del libro, la prensa u otro medio de comunicación social, la pena será privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de tres años y de ciento veinte a trescientos sesenticinco días-multa
[12] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 19.
[13] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Causales de Indignidad. En “Código Civil comentado por los 100 mejores
juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. p. 48.
[14] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 19.
[15] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Causales de Indignidad. En “Código Civil comentado por los 100 mejores
juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. pp. 48 y 49.
[16] FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. pp. 239 y 240.
[17] Al respecto, Lohmann concuerda con Ferrero al señalar que los acreedores de algunos sucesores también pueden
solicitar la indignidad de otro sucesor si como consecuencia de la exclusión del indigno su deudor incrementa su cuota y
por ende tendrá más patrimonio con el cual los acreedores puedan hacer su cobro, siendo de aplicación el inciso 4) del

14
artículo 1219 del CC, sin que pueda alegarse la existencia de derechos personalísimos afectados, ni prohibición legal.
LOHMANN LUCA DE TENA, ob. cit. p. 52.
[18] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 20.
[19] Al respecto BORDA señala que el Fisco tampoco puede demandar la indignidad. Su derecho no es propiamente el
de un heredero, sino que, cuando nadie se presenta, adquiere los bienes del difunto por el derecho que le compete sobre
todas las cosas sin dueño (…) Tampoco gozan de las acción los acreedores de la sucesión. Ellos ni siquiera pueden
invocar un interés económico, pues cualquiera que sea el heredero, lo mismo cobrarán su crédito. Y si la insolvencia del
indigno les parece dudosa, tienen a su disposición el recurso de pedir la separación de patrimonios. (…) Se ha discutido
si los acreedores del heredero que vendría a ocupar el lugar del indigno pueden, por vía de acción subrogatoria, intentar
la demanda (…) Es verdad que los acreedores tienen un interés patrimonial evidente en la declaración de indignidad.
Pero en esta materia pesan consideraciones más importantes que las simplemente pecuniarias. Se trata de evitar que
miserias disimuladas en el seno de la familia; de impedir el escándalo que significa dar a publicidad el mal proceder de
un pariente muy allegado al causante. El derecho de intentar una acción de indignidad, por todas las implicancias que
supone, deben reputarse inherente a la persona; escapa por tanto a la acción oblícua” (BORDA. Tratado de derecho
civil: Sucesiones I. 1980 p. 105-108).
[20] HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Ob. Cit. p. 59.
[21] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Proceso Judicial de Indignidad. Plazo de prescripción. En “Código Civil
comentado por los 100 mejores juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima
– Perú. 2003. pp. 50 y 51.
[22] FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. pp. 240 y 241.
[23] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Desheredación por Indignidad y perdón del indigno. En “Código Civil
comentado por los 100 mejores juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima
– Perú. 2003. p. 55.
[24] GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. p. 21.
[25] FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. pp. 236 y 237.
[26] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Desheredación por Indignidad y perdón del indigno. En “Código Civil
comentado por los 100 mejores juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima
– Perú. 2003. p. 56.
[27] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Carácter personal de la indignidad. En “Código Civil comentado por los 100
mejores juristas”. Derecho de Sucesiones. Tomo IV. Primera Edición. Ed. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. 2003. p. 61.
[28] LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Ob. cit. pp. 62 y 63.

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Mg. William Paz Casapía Guisberth

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