Está en la página 1de 2

Ana Gabriela Alegría Romero

Matricula: 20195001 ID:10138127 GFA

CREO EN JESUCRISTO

El hijo de Dios hecho hombre se llama Jesús, el cuál es hijo suyo por naturaleza mientras que
nosotros somos sus hijos porque así lo decidió Él en el momento de nuestra creación y procedemos a ser
adoptados por Dios Padre Todopoderoso. Jesús es la imagen visible de Dios Padre, en la Trinidad es la segunda
persona al ser engendrado por el Padre, Los Evangelios nos cuentan lo que diferenciaba a Jesús. Exponen que
vino al mundo para entregar su vida por la creación más preciosa de Dios, el hombre, para que a consecuencia
de su muerte y resurrección los seres humanos pudieran disfrutar de una nueva relación con Dios. Jesucristo es
una de las figuras más importantes en las Sagradas Escrituras y por ende se profundizará acerca de él en el
siguiente resumen.

Dios eligió a María, para que por la eternidad fuese la Madre de su hijo, la cual fue concebida
inmaculada, y por la gracia divina de Dios fue preservada del pecado original desde el momento de su
concepción. María, la Virgen, es verdadera Madre de Dios porque es la Madre de Jesús. Y, aquél que fue
concebido por obra del Espíritu Santo y fue verdaderamente Hijo suyo, es el Hijo eterno de Dios Padre. Es Dios
mismo. La misión más importante de María duró toda su vida, Dios dispuso que María fuera la madre de su
hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y la trajo al mundo para que se ocupara de esa tarea, ella se dejó guiar por el
Espíritu Santo para ser santa en cuerpo y espíritu, por eso fue, es y será Siempre Virgen.

Etimológicamente el nombre de Jesús es “El salvador enviado por Dios”, su origen es claramente
hebreo, y proviene de su equivalente en arameo, Yeshúa, quien era el hijo de Yahveh, este nombre fue dado por
Dios Padre por medio del Arcángel Gabriel a María siempre Virgen durante el misterio de la Encarnación,
mediante esta el Hijo de Dios se ha hecho carne. También es llamado Cristo, que quiere decir ungido y
consagrado, porque antiguamente se ungían los reyes, sacerdotes y profetas, y Jesucristo es Rey de reyes, Sumo
Sacerdote y Sumo Profeta, y por él es que nos llamamos cristianos.

Es Unigénito porque nació de un Padre inmortal y de una madre mortal de la cual heredo dicha
mortalidad. Es Señor porque es la autoridad en la Tierra de Dios hecho hombre. Como se clamó en el Concilio
de Calcedonia se debe creer en un solo y mismo Cristo Señor Hijo Unigénito, en dos naturalezas sin confusión,
sin cambio, sin división, sin separación, ya que ambas naturalezas, que concurren en una sola Persona no
partido o dividido en dos personas, sino un mismo y solo Hijo Unigénito Dios Verbo Señor Jesucristo.

Según el Papa San Pío X nuestro señor; “Jesucristo tenía libre albedrío, más no podía obrar el mal,
porque el poder obrar el mal es defecto, no perfección de la libertad.” Él no perdió su divinidad al hacerse
hombre, no debemos confundirnos, nuestro Señor Jesucristo era y es, 100% divino porque nunca dejó de ser
Dios y 100% hombre, porque asumió completamente la naturaleza humana, Además Jesús tenía dos voluntades
la divina y la humana; ambas estaban completamente sincronizadas.

Las Sagradas Escrituras enseñan que Jesús no es alguien que simplemente se parece mucho a Dios, o
alguien que tiene un caminar muy cercano con Dios. En cambio, Jesús es el mismo Dios Todopoderoso. Tenía
un cuerpo humano, porque de esta manera Dios se hizo visible a los ojos del hombre, la Biblia también
establece que Jesús se levantó físicamente de los muertos en el mismo cuerpo que había muerto y luego
ascendió a los cielos como hombre, en su mismo cuerpo físico. Que Cristo continúo siendo hombre, con un
cuerpo físico, después su ascensión es confirmada por el hecho que cuando Él regrese, será como hombre, en su
mismo cuerpo. El corazón de Nuestro Señor Jesucristo es una metáfora del amor de infinito de Jesús por la
humanidad.

Los misterios de la vida de Jesús son, ante todo, el misterio de su origen trinitario y el misterio de la
voluntad del Padre sobre la humanidad, toda la vida de Jesús es Revelación del Padre: sus palabras y sus obras,
el cual vivió una vida ordinaria libre de pecado, se muestra como modelo y como el hombre perfecto que nos
invita a ser sus discípulos y a seguirle como ejemplo. Además, aunque Nuestro Señor Jesucristo nació libre de
pecado se identifico con nosotros los pecadores y descubrimos su solidaridad redentora ya que se hace uno de
los nuestros, para compartir hasta el fondo nuestra realidad y así poder transformarla.

A Jesús en su viaje al desierto es tentado tres veces por el diablo, y se libra de ella venciendo las
provocaciones del mal. Al momento de su muerte, resurrección y ascensión al Reino de los Cielos invita a todos
los hombres al mismo. La transfiguración de Jesús cumple la función de confirmar que Jesucristo es nada más y
nada menos que el Hijo de Dios, la transfiguración nos debe llenar de gozo, ya que en ella vemos nuestra
redención, prometida y cumplida, y anticipamos nuestra gloria futura junto a Jesús, nuestro Señor y Salvador.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”

1 Juan 4:10

También podría gustarte