Está en la página 1de 2

TEMA 4: JESUS NOS MUESTRA EL ROSTRO DE DIOS

OBJETIVO: Motivar a los padres de familia a mejorar su relación con Jesus.


Desde toda la eternidad el Hijo de Dios existe junto con el Padre y el Espíritu Santo y
es Dios al igual que ellos. Los primeros cristianos llamaban frecuentemente al Hijo de
Dios “Verbo” o “Palabra”, porque había venido haciéndose hombre para hablarnos del
Padre y comunicarnos las verdades eternas.
En Jesús Dios se hace hombre y por ello podemos decir que Jesús es verdadero Dios
y verdadero hombre, pues humanamente nación de una mujer, es decir, tuvo una
madre humana, la Santísima Virgen María, pero también al resucitar y vencer la muerte
nos mostro que era el Mesías, el Hijo de Dios encarnado y eterno.
La Sagrada Escritura nos dice que Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en
el vientre de María, sin que ella conociera varón, por lo que la concepción de Jesús fue
algo extraordinario manteniendo intacta la Virginidad de María antes, durante y
después del parto.
Pero también Jesús tuvo un padre adoptivo en la tierra, su hombre era José, quien tuvo
el encargo de ser el custodio de Jesús y María, es decir quien les cuidaría y proveería
lo necesario para vivir. José comprendía que María era la Madre del Salvador y que
debía respetarla como mujer pero cuidarla como el tesoro mas preciado que Dios le
había encargado. San José cumplió su misión de cuidar de ellos y por ello se dice que
tuvo la muerte mas dichosa, teniendo al niño Jesus y a su Madre María, al lado en el
lecho de muerte.
El nombre de Jesús significa “Dios salva”, sabemos que este nombre fue indicado por
el Ángel a María como mandato de Dios y para señalar su misión en el mundo: Ser el
Salvador de la humanidad.
LA ENSEÑANZA DE JESUS
La enseñanza o mensaje de Jesús se llama Evangelio que quiere decir “Buena Nueva”
pues nos trae la inmensa noticia de que Dios nos ama y nos llama a la conversión, esto
es, a cambiar nuestra vida del pecado al amor de Dios.
Todo el mensaje del Evangelio nos recuerda cual es el fin por el cual hemos sido
creados “compartir con Dios todo lo que es y todo lo que tiene”. Dios en su infinito amor
quiso compartir con alguien distinto a El su amor, misericordia, abundancia, paz,
felicidad y plenitud. Ese alguien somos nosotros los seres humanos, pero por causa del
pecado original debemos luchar por desarraigarnos del mal para vivir en su Amor.
Al venir Jesús a la tierra quiso establecer el Reino de Dios, esto es todo lo que Dios
realiza en bien de los hombres que están perdidos acercándose a nosotros y nos reúne
en torno a Cristo para ser nuevamente hijos de Dios.
Jesús en su vida publica se dedico a enseñarnos las verdades del Reino y aprovecho
toda ocasión para realizarlo: desde su predicación en el Templo de Jerusalén, su paso
por las Sinagogas, en casas particulares o en el campo, enseñándonos con ello que en
todo lugar es posible encontrarse con Dios y su mensaje, como también vivirlo.
Jesús enseñaba a menudo por medio de parábolas o comparaciones. Esto es que
tomaba imágenes de actividades de la vida diaria para explicar con facilidad las
verdades de la fe. Por medio de las parábolas comparaba el reino de Dios con cosas
que todos conocemos para darnos a entender su mensaje.
Otro aspecto a tomar en cuenta son los milagros que Jesús realizo en vida los cuales
no solo tenían la finalidad de ayudar a los que sufren, sino de mostrarnos que el reino
de Dios existe y es real. Es importante comprender que todo milagro realizado por
Jesús también tenia la finalidad de hacernos crecer en la fe pues sin fe es imposible
mover a Dios a obrar sus maravillas en nuestra vida.
Es la fe el elemento fundamental que hace que Dios nos conceda su favor y obre el
milagro en nuestra vida. Sin embargo el milagro mas grande que puede hacer Dios no
es el sanarnos de una enfermedad sino el devolvernos a la gracia para vivir de acuerdo
a su voluntad. Los milagros son intervenciones extraordinarias de Dios y al realizarlas
Jesús nos mostro que El estaba con Dios y nos hablaba con la verdad.
TAREA:
Leer en familia Jn 3, 16-21 y rezar 1 padre nuestro y 5 ave marias.

También podría gustarte