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reconocer a la vez como locutor nativo y como partícipe de una cultura". Así, el
diccionario se conforma a la vez como reflejo de una realidad y como modelo de esta
diccionario, como compendio y definidor de las unidades de una lengua, sea el lugar de
Hemos escrito en otro lugar que "abrir un diccionario es abrir una ventana al
Hasta aquí nada que objetar. Así, por ejemplo, nada mejor que un diccionario del
s. XIX para comprender, más que en ningún otro texto emanado por esa sociedad, el
estado de la cultura en ese momento. En sus páginas se reflejan tanto los avances
o la economía (por ejemplo, entran en la undécima edición del DRAE, en 1869, los
Ocurre, sin embargo, demasiadas veces que las definiciones del diccionario no
lexicográfico se produce en muy contadas ocasiones, y aún en esos caso, siempre mal
y tarde.
los cuales se refiere, por descontado, a la elección y selección de los términos que
las palabras", no es "el libro de todas las palabras4, puesto que los lexicógrafos se
es un 'objeto cultural', que como tal ocupa un espacio físico (1 o 2 volúmenes como
clase y la orientación que su autor o autores hayan querido darle. Un diccionario de los
entradas. Es evidente que ningún diccionario, por importante que sea, puede contener
en sus páginas 'todas' las palabras de una lengua, las de uso corriente y las especiales,
las actuales y las desusadas, por lo que una selección previa por parte de los autores
elección de los lemas que debe contener el futuro diccionario lo que está
ideológicamente determinado, puesto que la ideología del autor aflora tanto al aceptar
que implican una imbricación 'fuerte' con la realidad social, como ocurre con la mayoría
En relación con el diccionario que nos ocupa, recordemos que el DRAE de 1970, en su
sexual, como cabronada, coña, lesbiana, en la siguiente edición de 1984 siguió con
follar, joder, correrse y filtreo, mientras que en su última edición han aparecido polla,
pesar de esta evidente 'puesta al día' se mantienen hasta esta última edición términos
definición que tenían en Autoridades, juntamente con otros igualmente anticuados pero
incorrectos', como [zorra]. 5. [f.] Prostituta, mujer pública. (DRAE), sin marca de
Pero no es este campo, tan llamativo, el que ahora nos importa destacar. Existe
qué aparecen los dos lemas alcalde y alcaldesa y por qué el diccionario emplea su
tiempo y su espacio en definir a la segunda por separado (1. f. Mujer del alcalde.2.
Mujer que ejerce el cargo de alcalde.), al igual que hace con otras 71 entradas que
Así, se definen como 'Mujer del...' los siguientes lemas: abogada, alcaidesa,
herrera, hortelana, hornera, huevera, intendenta, jardinera, jefa, jueza, letrada, maestra,
vizcondesa, y según diferentes fórmulas ('Mujer que vende... que cuida...que tiene por
oficio, etc.) las restantes, a saber: bandolera, bañera, calabacera, callera, camarera,
desconexión social que supone definir aún en 1992 a jefa como 'Mujer del jefe',
letrada con una única acepción de 'Mujer del letrado' o incluso secretaria, paradigma
de las profesiones femeninas, como 'Mujer del secretario', y la curiosa -por llamarla de
algún modo- disparidad existente entre la definición de costurera: 'Mujer que tiene por
costurero, esta vez calificado como: 'Modista, que diseña o hace vestidos de mujer'
ideológica, incluso en los apartados como el gramatical en los que no se espera que
ofrezcan posibilidades para que aflore la ideología. Después del lema e inmediatamente
adscribe cada palabra a una u otra tipología morfológica: palabra con flexión de género
palabra invariable pero con marca de común (com.) que permite su combinación con
En este aspecto no podemos sino denunciar, una vez más, la falta de coherencia
profesiones, y, por tanto, sujetos a un referente sexuado. Las variantes que se dan son
morfemática (-a,-o, como, ejemplo, abogado) se mantuvieron con una única referencia
masculina (m.) hasta la edición de 1984, como señalé en su tiempo en el artículo "Sexo
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y sociedad en el último DRAE", aparecido en 19 , entre ellos, inspector, biólogo,
lemas, tal como ha señalado Álvaro García Meseguer en un estudio posterior7, como
tres lemas con una única e injustificada posibilidad morfemática en masculino, entre
ellos, anticuario, campanero, dramaturgo, vinatero, magistrado, consignatario, oleicultor
o azulejero
b) En los lemas de forma única, que pueden ser considerados o bien comunes
pasado a ser calificados como tales en la actual edición. En total, ciento veinticinco
lemas que aceptan m. y f., mientras ciento treinta y cinco, como analista, alfombrista,
El diccionario tiene la posibilidad de calificar a las palabras según sus usos y según las
características sociales de sus usuarios. para ello dispone de las llamadas 'marcas
no está fijado en metalexicografía, y por ello los diccionarios distan bastante entre sí en
cuanto al número y al tipo de las marcas que incluyen8, pero en su mayoría manejan
las marcas diastráticas de 'vulgar', coloquial, malsonante, culto o literario más alguna
que otra marca específicamente pragmática, como 'afectivo', 'despectivo', 'insulto', etc.
emocional que la palabra conlleva. Sin embargo encontramos esas marcas muy
entre las marcas aporta su grano de arena a la construcción lexicográfica del rol
femenino. Veamos: si bien el DRAE incluye la marca 'despectivo' en 249 entradas,
entre ellas esquirol, gabacho, ricachón, pero con relación a los términos vejatorios
dirigidos a la mujer solamente aparece la marca 'despectivo' en 'furcia'. Así, de los más
perra, rabiza, zorra, etc.) solamente uno, furcia, merece según el diccionario llevar la
no afecta solamente a las mujeres, ya que tampoco la definición 'Que estafa u obra con
engaño' aplicada al lema gitano lleva marca pragmática alguna en la última edición del
DRAE9.
Este apartado nos ha ocupado anteriormente en varias ocasiones, por lo que nos
nombres propios que entran en los ejemplos del DRAE la mayoría son masculinos ("
evidente que ahí es donde más se aprecia la óptica sesgada del lexicógrafo académico
va imponiéndose entre sus usuarios, incluso entre los más recalcitrantes, al lexicógrafo
mayoría porque los rastreamos a lo largo de las sucesivas ediciones del DRAE sin
[pantalón] 2. Prenda interior de la mujer, más ancha y corta que el pantalón de los
hombres
bien toman a la mujer como objeto y posesión del varón o bien le niegan la autonomía
carecen del equilibrio social entre los roles femenino y masculino en los que
afortunadamente está implicada nuestra sociedad:
[perder] 25. Padecer un daño o ruina espiritual o corporal, y especialmente quedar sin
entendida' nos parece que traspasa los límites del anacronismo para entrar en el
aunque excesivo, de vocablos vejatorios, de los que sorprende, sobre todo, la inutilidad
de su desagradable presencia:
Hasta aquí un breve pero sustancioso repaso al papel que el diccionario otorga a lo
introducido de manera casi sistemática el factor corrector femenino, pero dado que el
Diccionario de la real academia española continúa siendo la obra lexicográfica de
en la docta institución ésta disponga de una nueva arma que poner al servicio de una
lengua que refleje esa sociedad más justa e igualitaria hacia la que todos y todas
caminamos.
6. E. Forgas. 1986. "Sexo y sociedad en el último DRAE", Universitas Tarraconensis. 71- 105
9.Tanto zorra como gitano llevan la correspondiente marca 'peyorativo' o 'despectivo' en el DSLE
y en la mayoría de los diccionarios de reciente aparición
10. Nótese la curiosa 'implicación del yo' por parte del lexicógrafo, que delata su pertenencia al
mundo masculino con el uso de este 'uno' personal y subjetivo.
11.Nótese lo absurdo de la definición que se introduce por un hiperónimo masculino 'El que..',
para terminar especificando su uso dirigido a la mujer