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Este rótulo es el que encabeza unas consideraciones de Lope Blanch. Se trata de argumentar acerca
de la necesidad de un conocimiento que resulte general y conceptual en materia de lenguaje y
lenguas humanas, y de filología.
Lope mantenía que quien se interesa únicamente por el aspecto lingüístico del idioma
“demostraría con ello carecer de todo sentido histórico y cultural..., carencia que sería aún más
injustificable en el caso ... de una lengua como la española, con una vida milenaria, extendida por
diversos mundos”, y en la que se han escrito libros de resonancia mundial.
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TEMA 2: SOBRE LAS VOCES “SEMÁNTICA”, “SEMASIOLOGÍA”, ETC., EN CASTELLANO
Un primer texto es el del discurso de ingreso en la Real Academia de García de Diego, que viene a
postular un procedimiento etimológico que tenga en cuenta las significaciones de las palabras. Las
líneas dee este texto constituyen una proclama en favor de la semántica. Nuestro autor tiene
conciencia de lo que es semántica en el lenguaje, y emplea la palabra.
Amado Alonso concebía con diafanidad cuál era el entramado semántico del idioma. Hace uso de
la voz “significación” y argumenta que “La significación de una palabra está determinada por el
modo de engranarse con las demás significaciones. Cada significación está limitada y precisada por
las vecinas”. Estamos ante una visión de lo que Saussure había denominado valor idiomático. Que
el idioma se halla empapado de vida es una idea de Bally recogida por don Amado, pero así mismo
opera en él Ortega y Gasset, para quien el hombre posee historia y no naturaleza. Para nuestro
filólogo es también la historia y no la naturaleza la que configura el sistema del idioma y las
significaciones. Nuestro autor es consciente de la ciencia semántica establecida por Bréal y de los
conceptos de “extensión” o “reducción” de los significados.
Julio Casares empleó el vocablo “[S]emántica” “ciencia de los significados” . Se refiere a los
estudios acerca de los significados de las piezas léxicas, y que hasta entonces (mitad XX) se había
caracterizado por ocuparse de los “cambios de significación”, y que la materia iba hacia una mayor
complejidad.
Pedro Salinas publicó un artículo crítico-literario que rotuló “El “héroe” literario y la novela
picaresca española (Semántica e historia literaria)”, en el que la voz “semántica” se emplea en tanto
“relativo a la significación de las palabras”. Escribe sus propósitos y reflexiones sobre la materia
semántica: habla de “semántica”, de “hechos semánticos”, de “significar”...; un vocabulario que lo
usa ya con naturalidad un filólogo que se dedica a los estudios literarios y que es además escritor.
En los mismos años cuarenta emplea nuestro vocablo Menéndez Pidal con toda estandarización
de la voz y naturallidad.
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2.7.-2.8. “SEMASIOLOGÍA” Y “AXIOLOGÍA” (2018)
SEMASIOLOGÍA
El DRAE de 1925 expresa “semasiología” como “semántica”, o sea, que tenemos dos designaciones
para un mismo objeto.
Cuando este vocabulario del 84 se redacta, unas obras habían difundido en España los conceptos
de onomasiología y de semasiología, como la de Baldinger. Propuso una separación entre
Semántica y Semasiología: la primera para el sentido más general de teoría del contenido de la
palabra, y la segunda, para el sentido más restringido de desarrollo del contenido de una palabra
concreta.
Seco, Andrés y Ramos, escriben que la onomasiología es el “estudio de los significantes a partir
de los significados”, y la semasiología el “estudio de los significados a partir de los significantes”, y
añaden que el significado semasiología “semántica” es “hoy raro”.
AXIOLOGÍA
Salvador Gutiérrez ha glosado que ciertamente “significante y significado son ... dos magnitudes
funcionales, integradas por los aspectos pertinentes de la sustancia en la que se concretan.
Significante y significado son valores lingüísticos, aspectos axiológicos”.
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TEMA 3: DATOS PARA LA HISTORIA DE LA SEMÁNTICA
De otra parte, Coseriu ha llevado a cabo diferentes referencias a los orígenes de la ciencia
semántica o a sus padres fundadores. Son varios los enunciados historiográficos que despliega y
sintetizamos:
a) Alude a Reisig, pues en 1839 afirma y justifica la autonomía de la Semántica léxica, sesenta
años antes de Bréal. Después de Reisig a partir de él, la semasiología se afirma rápidamente
en Alemania como teoría del cambio semántico – tipos, motivación, leyes – y como
semasiología diacrónica de sendas lenguas.Reisig distinguía entre varias clases de cambio
de significado léxico: sinécdoque, metonimia, metáfora…
b) Schleicher mantiene a la disciplina en lugar de importancia en el conjunto de los saberes
idiomáticos descriptivos o históricos. La lingüística debe abarcar tres disciplinas para el
estudio de la palabra: fonología, morfología e ideología o semasiología (correspondientes
al sonido, a la forma y a la función – significado-) y una disciplina para el estudio de la
oración, la sintaxis.
c) Şăineanu en su “Ensayo sobre la semasiología de la lengua rumana”, se refiere a la nueva
materia de estudio y considera el contenido (“sentido” o “significación”) como lo principal y
determinante en el lenguaje y, por ende, la semasiología , todavía en formación, como una
de las armas más importantes de la lingüística. En cuanto al contenido de la Semántica, el
objetivo es seguir en el desarrollo de las varias significaciones de las palabras de una
lengua, a partir de una significación etimológica de base; una marcha que obedece a leyes
(normas).
d) Ocurre históricamente que Bréal “se integra perfectamente” en la Semasiología fundada
por Reisig. Pero Bréal no la funda, la consagra como disciplina autónoma y la populariza, en
particular en Francia. En cuanto a modelo su semántica léxica coincide prácticamente con la
semasiología alemana.
Bréal entiende por “semántica” dos cosas diferentes: 1. La semántica léxica o “semántica
propiamente dicha” y de otra parte 2. Entiende por “semántica” algo mucho más amplio:
una lingüística histórica general hecha desde el punto de vista del contenido. Por ello sus
“significaciones” no son sólo los significados léxicos, sino también los categoriales y
gramaticales.
e) Whitney, en su obra de 1867, hace alguna referencia a la evolución de las significaciones; la
otra obra, ocho años más tarde, incluye un capítulo destinado a la temática de los cambios
de significado de las palabras. Expone cómo el lenguaje nada más es posible que si
aplicamos un solo nombre a las clases de objetos, en vez de un nombre aparte a cada
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individualidad. Se trata de un principio de economía dada la limitada capacidad de
memoria del hablante.
En su “La historia de las palabras”, Bréal proclama que a ‘la facultad que poseen las palabras de
presentarse bajo tantos aspectos’ “se le podría llamar polisemia”. En este comentario, se nos
presentan dos ideas relevantes:
La polisemia no debe entenderse en tanto una “indigencia de la lengua”, sino como “riqueza y
actividad de la nación”, cuya vida social se halla dividida en colectivos humanos. Bréal habla ya del
carácter social de la lengua, y de que las modificaciones idiomáticas pueden explicarse por hechos
sociales y de civilización.
El vocabulario crece y se renueva con este hecho de aplicar palabras ya usuales a contenidos
nuevos, con el enriquecimiento de la semasiología de muchas voces. Pero además la vida del
vocabulario se vale de metáforas, y así no hay semejanza real o fugitiva que no haya suministrado
al idioma casos y ejemplos, como el vocabulario marítimo ( abordar a una persona, llevar el timón
de un asunto).
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Por último, García de Diego nos dice que las estructuras lexemáticas varían de lengua a lengua e
incluso en un mismo idioma de dialecto a dialecto; la desproporción entre el pensamiento
desbordante y la estrechez formal de la lengua crea el conflicto eterno del lenguaje. Las formas del
lenguaje son reducidas y las posibilidades mentales son infinitas.
Además de sus referencias historiográficas, Baldinger expone de manera más conceptual varias
nociones, a saber:
Martinet, Weinreich,... pedían hacia la mitad del siglo XX un estructuralismo fonológico, semántico,
o dialectal, etc. De estos reclamos se pasó al desarrollo de la Semántica léxica en 1963.
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de las teorías lingüísticas generales y el desarrollo de los estudios sobre materia semántica, que
habían sido hasta entonces y sobre todo, estudios acerca de los cambios de significación.
3. Valores afectivos o afines, es su efecto evocador. Aunque Ullman advierte de que estos efectos
evocadores desbordan los estudios semánticos, los clasifica así: diferencias de tono (lengua familiar
y lengua elevada);sociales (diferencias jerárquicas (estratos sociales), y no jerárquicas (grupos como
los oficios, la Iglesia, las artes…)); geográficas (regionalismos, préstamos);biológicas
(generacionales, de sexo); cronológicas (arcaísmos, neologismos).
En cuanto a la cuestión sobre si hay o no sinónimos, postula: Sólo son sinónimos absolutos
aquellos vocablos que puedan sustituirse unos a otros en cualquier contexto sin que se produzca el
menor cambio en la significación objetiva y en el matiz afectivo del enunciado.
5. La polisemia. Se da cuando una sola palabra posee distintas significaciones. Este hecho de la
polisemia se deriva de distintos orígenes: a) Las palabras tienen aspectos diversos según las
situaciones en que figuren. Se han producido así matices diferentes de un mismo significado, que,
al desarrollarse en sentidos divergentes, se alejan unos de otros y se convierten en acepciones
diversas. b) La analogía metafórica se encuentra en la raíz de serie polisémicas. c) La etimología
popular. d) Las influencias extranjeras (calcos semánticos). e) La homonimia se produce cuando dos
o varias palabras distintas tienen forma idéntica. Las observaciones de Ullman se resumen así:
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La mayoría de las palabras homónimas se han hecho tales a consecuencia de accidentes
fonéticos. La evolución fonética convergente de dos o más formas distintas ha producido su
convergencia. Los “homónimos semánticos” se explican por la evolución divergente de los
significados de una sola palabra. Si la separación entre las diferentes acepciones se acrecienta sin
cesar, puede llegar un momento en que los vínculos que las unen se rompan y entonces la palabra
se escinde en dos. La polisemia da origen entonces a la homonimia.
Saussure postulaba que el signo lingüístico (designa el conjunto) une un concepto (significado) y
una imagen acústica (significante). El signo lingüístico está constituido por significante (en lengua
hablada, hecho de materia acústica) y significado (es la representación de la cosa u objeto de la
realidad.
En cuanto a la naturaleza del signo lingüístico, sienta dos principios; el primero es el de su carácter
arbitrario: no existe vínculo natural entre el significante y el significado, salvo excepciones, y así un
mismo objeto se designa con vocablos diferentes en las distintas lenguas; el segundo, en cuanto al
significante, por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve y tiene caracteres que toma del tiempo.
El significante, con relación a la comunidad lingüística que lo usa, no es libre, sino impuesto; el
idioma se impone al colectivo humano, y se halla fuera del alcance de nuestra voluntad individual.
Respecto a la lengua, se impone como institución que la comunidad ha de aceptar (es una
tradición) y, a la vez, en la que intervienen todos, y terminan modificándola, aunque lentamente
(resulta tan tradicional que no caben mutaciones bruscas en ella).
Saussure advierte de la “mutabilidad” del signo idiomático. Pese a la fijeza del sistema y a la
consistencia estructural interior de la lengua, se comprueban desplazamientos entre significantes y
significados. El vínculo estructural y social entre ellos puede desplazarse y, de hecho se desplaza,
por lo tanto, no hay prohibición idiomática para que la relación significado-significante sea
inmutada.
La ciencia lingüística estudia entidades concretas que son los signos y sus relaciones. La entidad
lingüística sólo existe gracias a la asociación del significante y del significado; de este modo llega
Saussure a la idea de que la lengua tiene el carácter de un sistema basado en la oposición de sus
unidades concretas.
La lengua es un constructo de identidades y diferencias: una palabra tiene su identidad en que no
es ninguna otra de las que aparecen en el diccionario. La lengua es una forma que posee su razón
de ser en sí misma: el idioma está compuesto por materia acústica y con cada concepto unido
estructuralmente a esta materia surge un instrumento que nos permite designar el mundo: es un
instrumento de comunicación.
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Cualquier forma léxica consta de unas diferencias y de unas identidades; las diferencias la
individualizan frente al conjunto del repertorio de vocabulario de un idioma, mientras las
identidades la hacen consistir en sí misma y la facultan para poder referirse a una realidad y no a
otra.
La lengua es un entramado de valores, al igual que los significantes; se hallan compuestas de
rasgos pertinentes positivos, que lo diferencian de los otros rasgos que, caracterizan a otros signos.
La lengua se concibe, de este modo, como un sistema de diferencias: no vale sólo que una pieza
léxica esté compuesta por rasgos pertinentes de significación, sino que ninguna otra posea los
mismos rasgos.
Problemas y métodos de la lingüística de Walter von Wartburg es un texto clásico que encierra
observaciones importantes para la Semántica. En él, Wartburg lamenta el abandono del estudio
semántico y subraya como advertencia que cualquier modificación, por muy pequeña que sea, en
los matices de su significado se refleja inmediatamente en las palabras que la rodean.
Wartburg postula el análisis de lo semántico, así no cree que la etimología deba reducirse al
trazado de una línea evolutiva fonética, sino que debe ayudar a establecer por qué un vocablo pasa
a una determinada posición semántica, cuándo y dónde se da ese movimiento y cuáles son sus
consecuencias. De esta forma, no se pierde de vista la “inestabilidad” del vocabulario, su
movimiento, el movimiento en la ordenación semántica interna del sistema.
Apunta a la futura lexemática estructural, y expone como ejemplo diacrónico que el latín tenía un
nombre distinto para tío y tía, según fuesen de la rama paterna o materna; las lenguas románicas
han abandonado tal distinción.
Wartburg se detiene en los casos en que existe motivación de las palabras, advirtiendo de que lo
que se revela en la etimología popular es el afán de convertir las palabras en la manifestación más
directa de la idea a que van asociadas.
Recoge de Gilliéron casos de homonimia que han desencadenado otros cambios en el idioma,
casos que años más tarde se han repetido en obras posteriores; además advierte de que si el
criterio lingüístico ha variado con relación a épocas anteriores es gracias a la obra de Gilliéron.
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5.5.-5.6. FORMA DEL CONTENIDO Y SUSTANCIA EXTRALINGÜÍSTICA (14,15,16)
Louis Hjelmslev,en Prolegómenos a una teoría del lenguaje (1943) planteaba cómo
Hay solidaridad entre la función de signo, y sus dos funtivos: la expresión y el contenido.
o Y una expresión y un contenido no aparecen juntos sin que esté presente entre ellos la función de
signo.
En las lenguas, tanto en expresión como en contenido, son formas: lo lingüístico es un formal y
las sustancias son extralingüísticas. La sustancia depende de la forma,no existe en el lenguaje si no
es conformada, formalizada, organizada (sin embargo esta no es forma, es extralingüística).
La forma del contenido da forma al sentido, que a su vez se halla en una forma de sustancia.
. la forma de expresión el término fonico, es también una sustancia organizada en cada código idiomático, en
cada lengua o dialecto, o sea ,el sonido de cada palabra.
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. la sustancia de contenido serían los elementos extralinguísticos
La semiótica connotativa es una semiótica que no es una lengua. Semiótica en la que: Plano de la
expresión = plano del contenido y por el plano de la expresión de una semiótica denotativa
El metalenguaje es una metasemiótica que trata de una semiótica. El idioma puede ser empleado
como una metasemiótica, y entonces consta de significante más un significado que es a su vez el
significante más el significado de la lengua de que se trate.
2. Cada idioma ordena a su manera las sustancias extralingüísticas. La organización formal de las
sustancias difiere de idioma a idioma.
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TEMA 6: LAS PROPUESTAS DEL MÉTODO DE POTTIER
En “De lo muy general a lo muy particular en el análisis lingüístico”, Pottier aborda, en abreviatura,
las unidades del análisis idiomático: un fonema es la formalización, en una lengua dada, de un
conjunto de rasgos pertinentes fónicos; un morfema es la formalización, en una lengua dada, de un
conjunto de rasgos pertinentes semánticos. Además, un morfema es la formalización, entre otras
cosas, de un semema. Se oponen los gramemas a los lexemas.
Pottier se refiere a las unidades no significativas y a las significativas, y con relación a ellas postula
que el rasgo pertinente es el “sema”. El sema y el semema son elementos de la sustancia, lo cual
resulta equívoco, pues en la lengua no hay sustancias sino formas; el sema es una forma que
contribuye a designar una sustancia extraidiomática.
En “Hacia una semántica moderna”, Pottier advierte que se está regresando a la conciencia sobre la
importancia de la semántica, y establece que la lengua es un funcionamiento de formas portadoras
de sustancia. La semántica se presenta como la sustancia de la forma léxica y de la forma
gramatical. La lengua es, en efecto, un funcionamiento de formas que contienen sustancia
formalizadora.
Dentro de los morfemas, los lexemas y gramemas constituyen la forma del contenido,
sistematizando la experiencia del mundo y sirviendo para referirla.
En cuanto a las clases semánticas expresadas a través de los gramemas, ocurre que descansan en
una oposición binaria:
Es decir, plantea vs. supone algo. En concreto: adjetivación inherente vs. adjetivación externa; ser
inherente vs. ser circunstante.
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Pottier regresa a la sustancia semántica y mantiene que:
- Cada rasgo pertinente semántico se conoce como sema; el conjunto de los varios semas de una
forma es un semema.
- Cuando se comparan los sememas de un conjunto de formas, se observa que hay elementos
comunes. Haciendo la intersección de dichos conjuntos se obtiene el archisemema. El
archisemema es, por tanto, un subconjunto de sememas.
- El clasema hace referencia a clases semánticas muy generales, reveladas por conductas
distribucionales. El clasema es una caracterización de pertenencia de sememas a clases generales
semántico-funcionales: animación continuidad, transitividad.
- Cada lexía tiene un número de virtualidades combinatorias, cuyo conjunto puede ser
denominado virtuema. Éste puede caracterizarse por un indicio de probabilidad; de esta manera,
las tres componentes sémicas del morfema son el semema, el clasema, y el virtuema, y esta
combinación de componentes sémicas da lugar al contenido semántico de la lexía.
a) Ante lo infinito del universo, el hombre, a través de la lengua, ha creado conjuntos finitos o no
finitos; la gramática se ocupa de los primeros y el léxico de los segundos.
c) Toda necesidad distintiva implica que el hombre ha querido situar un término en relación con
otro término que se le opondría. Las distinciones ternarias no son más que una variable de las
distinciones binarias.
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6.1. ALGUNAS IDEAS GENERALES DE POTTIER (1964) (EL ESCRITO INICIAL) (2012,2017)
A mediados de la década de los sesenta tuvo lugar una eclosión en los estudios semánticos. Dos
de los primeros autores que hay que tener en cuenta son Bernard Pottier y Eugenio Cosseriu.
Si ante una serie de objetos, la respuesta es regularmente / x /, se dirá que / x / es la unidad léxica
o lexía que designa estos objetos.
La unidad léxica tiene un semema (sustancia semántica, contenido) compuesto por varios semas
(rasgos distintivos): cuatro patas, respaldo etc. y ese semema no puede darse sin ninguno de esos
semas (si quitamos el rasgos ‘’cuatro patas’’ deja de llamarse silla). Un semema absoluto: es la
unidad compuesta por un haz de rasgos mínimos de significación o semas. El semema es una
sustancia semántica formalizada, no sustancia sin más.
La lingüística cognitiva pide que se tengan en cuenta los límites borrosos y de percepción..
SEMÁNTICA Y GRAMÁTICA
En 1978, reunió varios escritos en Gramática, semántica, universales...; en el que aparecen
propuestas acerca de lo semántico como la distinción entre “significado léxico” (correspondiente al
qué de la aprehensión del mundo extralingüístico) y “significado categorial” (que corresponde al
cómo de la aprehensión del mundo extralingüístico; sustantivo, verbo, adjetivo...); el significado
instrumental, el significado de los morfemas; el significado estructural (de las combinaciones de
unidades lexemáticas o categoremáticas dentro de la oración); el significado óntico (el valor
existencial que se asigna al estado de cosas designado en una oración); el significado sintáctico
(correspondiente a la armazón gramatical interna combinatoria). Así mismo nos habla del campo
léxico, la clase léxica, las solidaridades léxicas, etc.
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En Competencia lingüística (1983-1985) establece las diferencias entre designación, siginificado y
sentido, de manera que la designación, en el plano lingüístico general, es la referencia a objetos
extralingüísticos o a la “realidad” extralingüística, sean éstos los estados de cosas mismos o los
correspondientes contenidos mentales; el significado, en el plano lingüístico particular, es el
contenido dado lingüísticamente en una lengua particular y el sentido, en el plano del discurso, es
lo “dicho” con el decir, es decir, el especial contenido lingüístico que en un discurso individual va
más allá de la designación y el significado, y corresponde a las actitudes, intenciones o
suposiciones del hablante.
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descifrar y entender los discursos, son semasiológicos; mientras los ideológicos sirven para cifrar
mensajes, son onomasiológicos.
9. Oyente y hablante tienen en la cabeza un diccionario. El oyente tiene un diccionario a partir de la
forma; el hablante tiene un diccionario a partir del concepto. Como en la conversación somos
oyentes y hablantes, cambiamos de un plano a otro.
ESTRUCTURAS DEL LENGUAJE; LA SINONIMIA
Enumera unas conclusiones como: La lengua no es una estructura, funciona según un conjunto de
estructuras jerarquizadas; las varias estructuras se confirman (redundancias) y se completan
mutuamente; el juego mutuo de las estructuras asegura la comunicación, etc. Estas estructuras son
el punto de partida de la semasiología.
Baldinger parte del “triángulo de Ullman”, y expresa que no es suficiente, e incorpora un trapecio.
El trapecio añade al triángulo que, se da más de una significación vinculada a un significante, y más
de un significante vinculado a una misma significación.
La onomasiología hace ver la estructura léxica de cada lengua particular.
La sinonimia: se da sinonimia en las denotaciones, pero no en lo connotativo. El hablante elige
según su posición social, su origen regional, la edad, las intenciones; la sinonimia existe en el plano
conceptual-simbólico, no existe en el plano semasiológico; en el plano semasiológico, la sinonimia
absoluta no existe; la lengua sabe unir muy bien los dos aspectos: el espíritu de geometría que
garantiza la comprensión y el espíritu de fineza que garantiza la riqueza estilística,etc.
TEMA 9: GREIMAS. LYONS. LOS AÑOS SETENTA
La amplia obra de John Lyons sirve para conocer algunos conceptos, y para entrar en contacto con
su manera de exponer las doctrinas de la disciplina.
Lyons define la “referencia” en tanto la relación que existe entre una expresión y lo que esta
expresión representa en las ocasiones concretas en las que se enuncia, y recuerda cómo J. Stuart
Mill estableció una práctica identidad entre denotación y extensión de un término, y entre
connotación e intensión. Asimismo, recuerda que Ogden y Richards distinguieron la referencia de
un vocablo (‘concepto mediador entre la palabra y el referido’) y su significado emotivo; la
diferenciación entre significado referencial y emotivo (cognoscitivo y afectivo) se distingue de la
que los filósofos establecen entre referencia y sentido.
Para delimitar adecuadamente las cosas, Lyons propone diferenciar “referencia” y “denotación”:
2. La denotación de un lexema es la relación existente entre aquel lexema y las personas, cosas,
lugares, propiedades, procesos y actividades exteriores al sistema lingüístico. Se utilizará el término
denotatum para la clase de objetos, propiedades, etc., a la que se aplique correctamente la
expresión.
Francisco Rodríguez Adrados, se detuvo en las neutralizaciones, las cuales, según él:
- Son elementos léxicos que se distinguen por las oposiciones que operan entre ellos, basadas en
rasgos.
- El género neutraliza las oposiciones semánticas de especie. La neutralización quiere decir que el
género puede emplearse por la especie cuando ésta se desconoce o no quiere indicarse, o por
comodidad.
- A veces dos o más términos relacionados mediante oposiciones carecen de vocablo que indique
género. Pero el fenómeno de la oposición implica el de la subordinación a un género, y las lenguas
tienden a darle expresión lingüística mediante la neutralización.
- Los diversos contextos en que aparece una palabra posibilitan que contraiga nuevas oposiciones
con otras palabras que actúen como términos positivos y desarrolle por una polarización nuevos
sentidos.
- La diferencia entre las oposiciones lexicales y gramaticales se basa en que las primeras son
abiertas y las segundas cerradas, aunque existen casos de transición y oposiciones lexicales
binarias; y las oposiciones gramaticales presentan una proporcionalidad entre significante y
significado, aunque no siempre absoluta, mientras que las oposiciones lexicales no ofrecen
relaciones de forma que se correspondan a relaciones de sentido. También hay casos de transición.
- No hay sentido captable sin una expresión formal, es decir, un contenido sin forma no es un
contenido lingüístico.
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- Se hace eco de los planteamientos de Pottier al formular que es la atención sistemática a la
distribución de las palabras y su reflejo en su significado, de una parte; y a la organización de varias
palabras formando un sistema de oposiciones, de otra, lo que caracteriza la Semántica estructural.
- Con el término “sentido” se engloba tanto el lexical como el gramatical. Pero dentro del sentido
gramatical se halla no sólo el relativo a las categorías, clases y subclases de palabras, sino el de las
funciones y subfunciones. Se tiene pues delimitados el significado categorial, el léxico y el funcional
de una palabra en un discurso.
- Sobre la sinonimia: a) La sinonimia perfecta exige una distribución idéntica y esto no es nunca el
caso, de todas formas, la distribución completa escapa de las capacidades del hablante. b) El
oyente capta matices en el tono que da a sus palabras. c) La existencia de los sinónimos como la
de las neutralizaciones está al servicio de la expresión de sentidos y matices.
- En referencia a John Lyons, cree que no es factible dar un esquema de todas las especies posibles
de oposición significativa.
La semántica componencial hacía la definición semántica de un objeto mental mediante los rasgos
pertinentes discretos, y esta visión viene a ser objetada por esta conceptuación de los prototipos.
Los objetos definidos por la semántica estructural quedaban adscritos a una categoría si se
verificaba que el objeto poseía las condiciones necesarias de la categoría; en ese caso resulta
natural que el significado determine la referencia.
Un prototipo es el ejemplar más idóneo, el mejor representante de una categoría. Esta nueva
concepción se enumera en sucesivas tesis:
4. Los miembros de una categoría no tienen propiedades comunes en todos sus miembros, sino
una semejanza de familia por la que se les asocia.
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El prototipo se convierte así en la entidad central alrededor de la cual se estructura toda la
categoría. Cognitivamente ocurre que:
- Los miembros prototípicos son categorizados más rápidamente que los no prototípicos.
- Los miembros prototípicos son los que primero se aprenden los niños.
La semántica de los prototipos no concibe las categorías con la rigidez de la semántica analítica, y
muestra lo borroso de la aplicabilidad referencial, es decir, casos marginales.
No hay que olvidar la diferencia entre la semántica componencial, que se ocupa del análisis
semántico según los rasgos pertinentes del contenido de los sememas, y la composicional, que se
ocupa del significado lingüístico de las expresiones complejas. Partimos de los supuestos de
Escandell, de 2004.
Para Abad, esta división no resulta tan nítida porque un hablante puede percibir como gramatical
algo que otro no. Lo que importa es que la Semántica composicional da cuenta de las
gramaticalidades según un hablante.
La competencia lingüística sería el saber implícito del hablante. La competencia semántica supone
el conocimiento de la composición de las formas de contenido de un idioma, y el de su
combinatoria. La competencia semántica permite:
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Reconocer la anomalía de una expresión, fuera de la literatura.
Un planteamiento sobre esto lo hace Moreno. La lengua capacita al hablante para transformar
configuraciones de ideas en configuraciones de sonido, con dos interfaces: la semántica (IS) que
dispone las ideas, y la fónica (IF), que prepara las expresiones fónicas para poder ser interpretadas
semánticamente. Diferencia el autor, al estudiar la IS, los aspectos puramente léxicos (lexicología)
de los aspectos sintagmáticos (semántica oracional).
Asimismo, Moreno recuerda la distinción entre significado conceptual (contenido comunicado por
denotación) y connotativo, que es lo transmitido mediante asociaciones anímicas. Lo denotativo
siempre es intencionado, el connotativo puede no serlo, pues no se pueden anular las
connotaciones de un enunciado, porque ya están configuradas por la comunidad lingüística, no
dependen del hablante.
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