Está en la página 1de 193

AMERICA

----E L -----
PAPADO
Y LAS
SEÑALES
DELOS
TIEMPOS

A. L. Duncan / E.G. White


Traducido del Inglés por Felipe Navarijo
Editado y Revisado: Miriam Perdomo
América, el Papado y las Señales de los Tiempos

Todos los derechos reservados 2015 por Aubrey L. Duncan

Ninguna parte de este libro puede ser reproducido o transmitido


en ninguna forma o medio gráfico, electrónico o mecánico,
incluyendo fotocopias, textos aislados o información del mismo
guardado en sistemas computarizados sin el permiso del editor.

ISBN 978-0-9749490-5-5

Número de Control de la Librería del Congreso 2016960866

Impreso en Estados Unidos de Norte América

Publicado por Advent Truth Ministries, Inc Forsyth, GA 310-9


www.adventtruth.org

Distribuido esclusivamente por:


Ministerio del Evangelio Eterno, PO Box 15138
West Palm Beach, FI. 33416
1(800) 769-2150 eternalgospel@att.net elevangelioeterno.or-
En los presentes registros podemos ver un anuncio del conflicto an­
te nosotros. Considerándolos a la luz de la Palabra de Dios, y me­
diante la iluminación de Su Espíritu, podemos ver revelados los es­
tratagemas del inicuo, y los peligros que deben esquivar los que
fueran encontrados “sin falta” ante el Señor en su venida. Los gran­
des eventos que han marcado el progreso de la Reforma en antaño,
son asuntos de la historia bien conocidos y umversalmente recono­
cidos por el mundo Protestante; y son hechos que nadie puede con­
tradecir. He presentado brevemente esta historia, de acuerdo al
alcance del libro, y la brevedad que por necesidad debiera obser­
varse, los hechos habiendo sido condensados en el más pequeño
espacio como el que pareciera consistente con un entendimiento
correcto de su aplicación. En algunos casos donde el historiador ha
reunido de tal manera los eventos como para proporcionar, breve­
mente, un vistazo exhaustivo del tema, o ha resumido detalles de
manera conveniente, se han citado sus precisas palabras; pero en
algunos casos no se ha dado crédito específico, siendo que las citas
no son dadas con el intento de citar a ese escritor como autoridad,
sino porque su declaración provee una presta y enérgica presenta­
ción del tema. Al narrar la experiencia y opiniones de quienes lle­
van adelante la obra de reforma en nuestro tiempo, uso similar se
ha hecho de sus obras publicadas.

El propósito de este libro no es tanto el de presentar nuevas verda­


des tocante a las luchas de épocas anteriores, como presentar he­
chos y principios que tienen un alumbramiento sobre eventos del
porvenir.
Aunque considerados como parte de la controversia entre las fuer­
zas de luz y las tinieblas, todos estos registros del pasado son vistos
como teniendo nuevo significado; y mediante ellos una luz es echa­
da hacia el futuro, iluminando el sendero de quienes, como los re­
formadores del pasado, serán llamados, bajo el peligro de perder
todo bien terrenal, a testificar “por la palabra de Dios, y el testimo­
nio de Cristo Jesús.”

Para desplegar las escenas de la gran controversia entre la verdad y


el error, para revelar las artimañas de Satanás, y las formas median­
te las cuales él puede ser exitosamente resistido; para presentar una
solución satisfactoria del gran problema del mal, derrama h
sobre el origen y final disposición del pecado, y manifestar ^ ^Uz
mente la justicia y benevolencia de Dios en todos sus tratos ^ Gna~
criaturas; y para mostrar la naturaleza santa e inmutable deC°niSUS
es el propósito de este libro.

Que mediante su influencia las almas puedan ser libradas del poder
de las tinieblas, y llegar a ser “participantes de la herencia de los
santos en luz,” para la gloria de Aquel que nos amó, y se entregó Sí
Mismo por nosotros, es la sincera oración de la escritora.

Elena G. de White
Prefacio

, ^°S Pr ‘m eros ocho capítulos de este libro es


A t yfl^ n ' r i df m ,n,stcrio "am ad o A dvent Truth M inistries.
La intención es d a r al lector un estudio bíblico sencillo y sin em bar­
go sis cm a ico e as profecías de D aniel y A pocalipsis en lo que se
relacionan co n os eventos que actualm ente están realizándose en
estas escenas in ales de la historia terrenal. Estas profecías, com o
son pi esen tad as en este tom o, testifican de la veracidad y confiabi­
lidad de la P a la b ra de D ios p ara toda la hum anidad, la Santa B iblia.
Personas en to d as p artes están preocupadas tocante hacia dónde está
yendo n u estro m u n d o . E ntrelazan d o historia, profecía, y los aconte­
cim iento m u n d ia le s actuales, este tom o ofrece unas respuestas m uy
fascinantes y c o m p ro m eted o ra s sobre las preguntas que actualm ente
enfrenta la fa m ilia h um ana.

El lector es instado a estudiar seriamente los eventos profeti­


zados, compararlos con el registro histórico, y evaluarlos a la luz de
asuntos mundiales actuales. El honesto corazón tendría que concluir
que la mano de la Omnipotencia ciertamente se encuentra involu­
crada en los asuntos de la humanidad.

Los últimos ocho capítulos están adoptados del clásico The


Great Controversy (El Conflicto de los Siglos). Su autor, Elena G.
de White, recientemente fue mencionada como uno de los más i
prominentes líderes religiosos de toda época por la revista presti­
giosa Smithsonian Magazine. En su libro, escrito hace más de cien
años, ella comenta y describe los actuales asuntos del mundo de
manera muy clara y notable. Mi sincera oración es que el lector no
sólo sea bendecido, pero que sea llevado más cerca de nuestro
Señor y Salvador, Cristo Jesús; y así sea preparado para lo que se i
avecina en el mundo como sorpresa sobrecogedora. Deseo de todo
corazón que este libro ayude en nuestra preparación para la inmi­
nente crisis y se encuentra preparado para recibir a Jesús cuando él
venga.
ÍNDICE

1 ........L as Señales de los Tiem pos

2 ...... El E nem igo en el C am pam ento

^ ........ Ea Introducción de la Supuesta Santidad del dom ingo

4 ...... La H istoria del M undo Predicha

5 ....... L a A bom inación D esoladora

6 ....... Los E stados U nidos en Profecía B íblica

7 ........ El Papa Francisco, El Cam bio Clim ático, y lo


Sagrado del Domingo
8 ........L os M ovim ientos Finales

9 ........Los Propósitos del Papado

10 ..... El C onflicto Inm inente

11 ..... L a B iblia es N uestra Ú nica Salvaguardia

12 ..... L a A dvertencia Final

13 ..... El Tiem po de A ngustia

14 .....L iberación del Pueblo de Dios

15 .....La D esolación de la Tierra

16 .......La C ontroversia Term inada


CAPITULO 1

Las Señales de los Tiempos


En el mes de noviembre, 1994, se realizó y firmó un documento
épico por parte de líderes católicos y prominentes Protestantes
evangélicos. Recibió amplia publicidad en los seculares y religiosos
medios de comunicación. La iniciativa fue aclamada en todas las
líneas denominacionales como un nuevo comienzo de cooperación
entre católicos y protestantes. El documento, titulado Evangelicals
ami Catholics Together (ECT), procuró unificar las muchas faccio­
nes cristianas en una sola comunión del cuerpo de Cristo bajo la
tutela de la iglesia de Roma. La precisa idea de que tal documento
pudiera ser concebido hace unas pocas décadas atrás, es incom­
prensible. ¡Oh, cuán lejos nos hemos ido! ¿Quién se hubiera imagi­
nado que tal propuesta no sólo fuera posible; sino que también sería
avalada por una amplia sección de líderes cristianos, y aceptada por
multitudes de cristianos.
Chris Hedges, periodista, ministro, y autor, describe este movimien­
to así: “Este movimiento es un híbrido de los fundamentalistas,
Pentecostales, Bautistas del Sur, Católicos Conservadores, Caris-
máticos, y otros evangélicos, estando todos ellos en divergencia
doctrinal, pero que no obstante comparten una creencia de que
América está destinada a llegar a ser una nación cristiana, dirigida
por hombres cristianos que a su vez son dirigidos por Dios. . . Re­
cientemente los líderes del movimiento hasta comenzaron a tratar
de ganarse a los Mormones. En este /biblicismo militante América
llegará a ser un agente de Dios, y todos los opositores políticos, e
intelectuales, de los líderes cristianos de América son considerados,
sencillamente, como agentes de Satanás.
de una perspectiva bíblica, uno sólo necesitaría leer y entender
tal defím* ^ P oca^Ps*s Para entender el significado de
católico^ n ' Y predice que tales intentos a la «"¡dad entre
resreso de cnst',anos se llevar'a a cabo en los umbrales del
dades r e t i r ' ®?gU” la ,B¡blia’ esta conglomeración de las enti-
Para el bitn de ’i adjUnlo,a los Poderes políticos del mundo, no será

S£ís^*s r«.fcrr~”*'»"*■
cuernos que viste son e Revelador predice: “Los diez
ez reyes, que aún no han recibido reino;
pero por 1 1 loi a recibirán autoridad como reyes junto corTlctbes
lid. °s iooco un mismo propósito, y darán su poder y autoridad a'
ja bes nt. e caían contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá,
poujoe es cnoi c e señores Rey de reyes; y los que están con él son
llamados elegidos y fieles.” (Apoc. 17:12-14). Al definir la unidad
que tal documento procura lograr, fue citado el Credo Apostólico
Católico Romano. Este credo menciona la confianza de todos los
creyentes a la eficacia de la Iglesia Católica Romana como el único
medio de salvación para todos los fieles. Por tanto, todo el que fir­
ma este documento está comprometido con esta creencia. Aquí se
encuentra el gran problema para quienes procuran salvación me­
diante el Unico que la puede otorgar, Cristo Jesús. Éste es un grave
dilema en que se encuentran cristianos creyentes en la Biblia, que
apoyan éste y otros acuerdos similares. La Declaración Manhattan,
una iniciativa subsiguiente y mucho más fuerte, pide la unidad de
las diferentes religiones en asumir acción política para sostener e
imponer sus dogmas (creencias religiosas) para poder salvar _a,l a.
sociedad de la declinación moral
La Biblia es abundantemente clara. Nuestro Salvador dice: “Jesús
respondió: "Yo Soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al
Padre, sino por mí.” (Juan 14:6). El apóstol Pedro, creyendo sin
duda lo que su Salvador había enseñado, exclamó a sus hermanos
judíos: “En ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (He­
chos 4:12). Jesús nunca se ocupó en acción política ni solicitó al
estado para que fueran impuestas Sus enseñanzas. Él llegó a los co­
razones de hombres y mujeres individualmente y con amor indeci­
ble. Sólo una de estas posiciones puede ser cierta; o la salvación
mediante Cristo Jesús, o salvación mediante acción política y los
sacramentos y prácticas del Catolicismo Romano. Las dos opcio­
nes son mutuamente irreconciliables. La ECT, La Declaración
Manhattan, y otras iniciativas similares, diseñadas para producir
unidad y cambiar la sociedad para bien, de hecho ejercerán el efecto
opuesto — la desunión, el caos, y finalmente la tiranía. Tal es la
naturaleza y la historia de la unión tipo iglesia-estado. En vez de ser
dirigida por el Espíritu Santo de Dios, a quien irónicamente invocan
estas iniciativas, las tales son estimuladas por la gran estrategia pa­
pal para el dominio del mundo.
os firmantes de estos documentos consistentemente piden unidad
t ntre católicos y protestantes en el nombre de Cristo Jesús. Este es
VViJl VX VAJ.WV*v»***—
*■) J - *4A, \_/

Mas bien la comunalidad sólo puede encontrarse en algunos básicos


valores morales profesados por casi toda la humanidad, y por los
religiosos al igual que los no religiosos. Esto ciertamente es algo
bueno. Es sobre esta idea que la ECT y otras iniciativas católicas
son construidas para la unidad de la ‘iglesia’. Pero aquí es precisa­
mente donde termina la similitud entre el cristianismo y el catoli­
cismo.
Más allá de estos centrales valores humanos, el catolicismo difiere
del cristianismo como la noche difiera del día. Y fueron esas dife­
rencias lo que dio origen a la Reforma Protestante. El Protestan­
tismo nació de la creencia de que los hombres v las mujeres
han de buscar a Dios y la salvación según los dictados de sus
propias conciencias, v no los dogmas de la Iglesia Católica. De
allí que proviene la palabra “Protestante”. Habiendo venido a luz de
la Palabra de Dios, los hombres y las mujeres comenzaron a protes­
tar contra las enseñanzas antibíblicas de la ‘iglesia’, enseñanzas que
ella nunca ha renunciado.
Al echar un vistazo a través del paisaje religioso y examinar docu­
mentos como el ECT y ¡ ^ D eclaration Manhattan, uno esobj^iÜ

l Í r oJ tZ
// Poma? a ¡,iL '8'? 1k Entero, enrn f P° r e* nií,s fumoso Reforma-
!^art,n ^
™ tvmnúl | | , ^ ‘J P.r<,'csfa'>t¡smo „a" Su caniil>° de reSres0 3
s/a Cutólir-1 •* ° 11 k (,í|d Medí-» r 11 ese período de Ja Justo-
h/Á. su h •lmcmn,s sobcntó , ;i,Fuc;<lsí Humado po
dZ uM ,'0 S T ^ « * ¿ md°- (538 <>■ C - i 798 d. C.)
mis Pies v I r i m d ilbr“ (,c D'<>s dice- " r Palabra Dios alejada
• P y mbicra a mi camino •” re Tu
P ililopa,abra es uua lámparaque laa
,uz fue quitada, sólo quedó oscuridad. El historiador Wiley d eclare^
jue el medio-día del reinado papal fu e la medianoche para el mun- \
i0. En lugar de la Palabra de Dios, fueron instituidos una abundan- I
¡a de doctiinas paganas, tradiciones de la iglesia, y dogmas ecle-^
siásticos. Aunque muchos de esos dogmas aún continúan con nom­
bres y connotaciones cristianas, su esencial falsedad aún permane­
ce. Un primordial ejemplo es lo sagrado del domingo que fue a
j optado en sustitución del santo día sábado de Dios
i Martín Lutero y los otros Reformadores Protestantes pudieran
[ver desde sus sepulcros, ellos quedarían asombrados de cómo las
daciones del mundo, y las iglesias protestantes, están gritando por
regresar a Roma. Ellos quedarían pasmados de cómo, en un día
cuando la Biblia es libre y fácilmente accesible, los hombres están
apartándose de la luz de la Palabra de Dios y yendo hacia las tradi­
ciones de la Iglesia Romana. Irónicamente, los mismos evangélicos
que están tan ansiosos de encontrar unidad y cooperación con la
Iglesia Católica, ahora están procurando que las naciones regresen a
la ley de los Diez Mandamientos de Dios. Esto es ciertamente un
|descubrimiento glorioso de su parte, lo cual los ubica en un gran
[dilema; particularmente a la luz del hecho de que casi todos ellos
han enseñado, y siguen enseñando, que la ley de Dios fue clavada
en la cruz de Cristo Jesús. Y como tal, ellos proclaman que ya no
f necesitamos guardar la ley.
No sólo es irónico, sino también confuso, mirar a estos líderes en
esta posición. Ellos proclaman, de manera confiada, que no estamos
ya bajo la ley sino bajo la gracia; y por tanto no necesitamos ya
guardar la ley. Ellos siguen diciendo que la ley sólo fue para los
judíos. Y ahora que las gallinas han vuelto al gallinero, ellos están
intentando juntarse en una unidad esquiva para apelar que el estado
imponga sus creencias religiosas. Quizá la advertencia de Benjamín
Franklin necesita ser acatada: “Cuando la religión es buena, ella se
cuidará a sí misma. Cuando no es capaz de cuidarse a sí misma, y
Dios no se encarga de cuidarla, de modo que tiene que apelar al
poder civil en busca de apoyo, es evidente a mi mente que su causa
es mala.” (Carta al Doctor Richard Price, 19 de octubre, 1790).
Para aquellos, como los adventistas del séptimo día, que han insisti­
do que la ley de Dios es eterna y debe ser guardada por todos los
hombres en todas las épocas, las etiquetas de legalista y obras de
salvación les han sido impuestas. Sin embargo, los adventistas del
séptimo día, y otros cristianos sabatistas, que establecen su fe sd
sobre la Biblia, siempre han enseñado y practicado que la ley moM
de Dios, que incluye su mandamiento del sábado, es vigente par
todos los hombres de todas las épocas. Mi pregunta es: ¿Cómo se
les debe llamar a los celosos evangélicos que ahora están dispuestos
a ir a la cárcel para que los Diez Mandamientos sean puestos en la
plaza pública, y están peticionando que el estado los imponga?
Quizá ellos necesitan ser recordados que no es en tablas de piedra
sino en sus corazones, donde la ley de Dios debe ser escrita.
De hecho, su preciso nombre ‘Evangélico’ pareciera ser un grave
oxímoron, pues la palabra evangélico se origina del término evan­
gelista, uno que predica el Evangelio de salvación mediante la
gracia de Dios a través de fe en Su Hijo, Cristo Jesús. Sería muy
difícil ir en busca de algún evangelista bíblico que se encuentre
apelando al poder del estado para imponer sus enseñanzas religio­
sas. Sea Dios alabado por el despertamiento de estos individuos. Su
descubrimiento los ha llevado a unirse bajo la bandera de la Comi­
sión de los Diez Mandamientos. Ron Wexler, el primer director de
esta favorable comisión, hizo esta apelación: “En un tiempo cuando
los Diez Mandamientos están siendo eliminados de lugares públi­
cos, adjunto a la oración, la Biblia, y expresiones de fe, es impor­
tante que las personas de fe y de todas las profesiones de la vida,
asuman una valiente defensa a favor de la justicia. . .de eso se trata
todo esto de la Comisión de los Diez Mandamientos................para
capacitar a personas en unirse y declarar su entrega a la santidad y
justicia de Dios.”
1 maravilloso descubrimiento del mundo evangélico demanda una
concertada decisión tocante al mandamiento sabático que dice:
“Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y
harás toda tu obra. Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu
Dios. No hagas ningún trabajo en él; ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de
tus puertas. Porque en seis días el Eterno hizo el cielo, la tierra y e
mar, y todo lo que contienen, y reposó en el séptimo día. Por eso, e
Señor bendijo el sábado y lo declaró santo.” (Éxodo 20:8-11). Su
decisión de exaltar la santa ley de Dios, que con justicia están tra­
yendo a la atención del hombre, explícitamente dice que Su sábado
es el día séptimo de la semana, actualmente llamado sábado. Sin
embargo, casi la entera sociedad cristiana observa el domingo, ^
primer día de la semana, como el sábado. Ahora ellos han descu
pierio a ^ icueiu cc los Diez Mandamientos de Dios, y la pregunta
es: ¿ ■ c 0 tlu'^'n honrarán ellos? ¿Será el sábado de la crea­
ción i e ios., o el de la tradición del hombre. Esta es una decisión^
que cada ci istiano tendrá que hacer personalm ente.^ ~~ "
llena Cí. de \\ hite, la mundialmente reconocida comentarista del
siglo diecinueve y veinte, que recién fue nombrada por la Revista
Smithsonian entte los diez principales dirigentes religiosos en la
historia Americana, escribe en forma profctica: “El sábado será la
oran picdi a de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente
controvertido. C liando esta piedra de toque les sea aplicada final­
mente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación
entre los que sirven a Dios y los que no le sirven. Mientras la obser­
vancia del talso día de reposo (domingo), en obedecimiento a la ley
del estado y en oposición al cuarto mandamiento, será una declara­
ción de obediencia a un poder que está en oposición a Dios, la ob­
servancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la
lev de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras
que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los
poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber
escocido el simio de obediencia a la autoridad divina, recibirá el
sello de Dios.” (El Conflicto de los Siglos, pág. 591).
Ella sigue advirtiendo al pueblo de Dios: “La Iglesia Católica le po­
ne actualmente al mundo una cara apacible, y presenta disculpas
por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras como las de
Cristo; pero en realidad no lia cambiado. Todos los principios
formulados por el papismo en edades pasadas subsisten en nuestros
días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen
profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes
están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al
mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de
Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidad de él. El
romanismo sostiene las mismas orgullosas pretensiones con que
supo dominar sobre reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas
de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que
cuando destruía la libertad humana y mataba a los santos del
Altísimo.” (¿7 Conflicto de los Siglos, pág. 558).
El E n e m i g o en el C a m p a m e n to

, . murVrns formas tomo profético titulado


En su " X T / Í el erudito jesuíta y experto en asuntos del Vati­
cano Maiáchi Martin, habló de la trifacética competencia por e
dominio mundial. Él identificó a los jugadores que el considero los
únicos con los recursos para ocuparse en tal contienda, como, el
Capitalismo, el Comunismo, y el Catolicismo. El luego concluyo
que finalmente sólo quedará un solo ganador. Martin dijo. Nadie
que está familiarizado con los planes de estos tres rivales tiene duda
alguna que sólo uno es quien puede ganar. Cada uno espera que los
otros dos sean sobrecogidos y tragados en el próximo remolino de
cambio. Y siendo ese el caso, pareciera ineludible que su competen­
cia terminará como una confrontación.” (The Keys o f This Blood,
pág. 15).
Desde la publicación de este libro en 1990, uno de esos tres jugado­
res, el Comunismo, ha sido efectivamente neutralizado. Los otros
1 dos, el Capitalismo, y el Catolicismo, habían unido sus fuerzas para
llevar a cabo la caída del Comunismo en la anterior Unión Soviéti­
ca y las naciones del Bloque Oriental. Hoy día, aún en otras nacio­
nes consideradas estados comunistas, el Capitalismo permanece
como el motor que empuja su maquinaria económica. Cual fuera la
intención, sólo existen dos jugadores restantes de los tres menciona-
dos por Malachi Martin — Capitalismo, y Catolicismo, según son
representados respectivamente por el presidente Barak Obama y el
Papa Francisco.
La Revista Time' del 24 de febrero, 1992, puso como titular el épico
caso del Capitalismo uniéndose con el Catolicismo para derrotar al

ALUANCE ( sY n Í a a u Ánz T i 3 T H° LY
conspiraron para apoyar el M^v miento p I c o T L l i d t f d a d

S“ e ^ S n ^ r ° mT ÍSm°- El
acciones1del P a ^ ^ F s ^ S n i , ' deta110 las
del Comunismo. Ulnidos en llevar a cabo la caída
Sin embargo, desde su designación como iíh
b on Como llder supremo del Papado
(el Cato leísmo), unos ties años ya, el Papa Francisco ha lanzado un
ataque ron a a apitalismo, censurando sus malas influencias so­
bre la familia humana, y su destructivo impacto sobre el ambiente.
0 destacado periodista, Paúl B. Farrell, hizo esta reveladora obser­
vación en un comentario de la revista Market Watch, “Es clara la
meta del Papa Francisco: la inigualdad económica es el problema
principal del mundo. El Capitalismo se encuentra en el centro de
iodos los pioblemas de la inigualdad. Y él lo menciona con una po­
derosa autoridad moral — algo totalmente faltando en los líderes
políticos americanos que están ideológicamente dirigidos por el
ateo Ayn Rand, el santo patrón de la agenda capitalista del partido
Republicano en esta guerra moral. Sin una sólida base moral, el re­
publicanismo no es competidor para la visión del Papa Francisco,
es decir, su legítima asignación, su extenso juego estratégico de sa­
car a los billones de la pobreza, de eliminar la inigualdad, de atacar
al miópico capitalismo que empuja a la actual economía mundial, a
los mercados, y el sistema político.”
Farrell continuó, “Además, el Papa posee los recursos: Como jefe
comandante del más grande ejército del mundo: 1.2 billones de
católicos en el mundo, que se encuentran motivados en derrotar al
dominio capitalista. Su ejército incluye a 78 millones de americanos
en 17,645 parroquias, además de un enorme cuerpo de oficiales co­
mo 213 cardenales, más de 5,000 obispos, 450,000 sacerdotes y
diáconos en el mundo, todos comprometidos en llevar a cabo su
visión. Él no necesita aprobación legislativa; los papas tienen auto­
ridad de actuar unilateralmente, y con presteza; y es un dictador
cuya palabra es ley, exigiendo lealtad, obediencia y acción.” (Mar­
ket Watch, 18 de noviembre, 2014).
El campamento Capitalista, del cual indudablemente Estados Uni­
dos es el líder, es o totalmente inconsciente, o voluntariamente ig­
norante, del hecho de que se encuentra en una frontal lucha con el
Catolicismo. La idea de que el enemigo se encuentra en el campa­
mento es una idea insostenible. Mientras se preparaba para recibir
al Papa y dejar que hablara al pueblo americano, el Presidente
Barak Obama, el representante del Capitalismo y el epicentro del
Capitalismo Universal, expresó su admiración por el Papa de esta
manera: “Doy la bienvenida a la encíclica de Su Santidad el Papa, y
admiro profundamente la decisión papal de defender su causa —
con la clara, poderosa, y plena autoridad moral de su posición — a
favor de acción tocante al global cambio climático.” El presidente
. \¿ \X \ elocuentemente dí^o waui nv^
•\ I'm11' l;r«nc,S nsabi\idad de proteger a estanuestros
continuó, “f t" '" ' proft'”d" ^ rjudicm\es impactos del cambio
¡tuna, tenem os' ’ ' eUoS, dc W- * w con e\ Papa Francisco cuan-
hijos, y It* OP discutir csK*;cmbrc. Y mientras nos preparamos
climátieo. ■ ^ flanea en * 1»' -)0 d.m át.co global en Pans este
p*•a« I"? • r ?. l « * * w
‘es mi espem"Aa - ......
los> hijos tic Dios — consideren el llamado del Papa 7> yy todos t()
uniiirse para cuidar a nuestro común hogar.” Es muy m a r a ^ h o—
muy maravilloso 0^ de
^escu-
nresidente americano que también es un eru-
char tales palabras de un p ^ aparentcm ente él no está enterado de

Sin embargo, el Papa Francisco no sólo está atacando vehemente


mente al Capitalismo, él también está incitando una revolución contra
él cuando se presenta a sí mismo como el campeón de los pobres a
quienes él describe como víctim as de ese sistema inhumano e inmo­
ral. La gran ironía de esto es que el papa escogió a Latinoamérica
que tiene algunos de los países más pobres en el mundo, donde su
religión es la más grande y se encuentra íntimamente ligada con el
pueblo y los gobiernos de esa región, para lanzar su revuelta contra la
pobreza. (New York Times, 14 de julio, 2015).
Otra notable ironía es que el papado de Francisco es quizá el mayor
beneficiario y apoyador del Capitalism o. Sus inversiones en finanzas,
bienes raíces, transportación, y el Com plejo Militar/Industrial, la base
del capitalismo, se encuentran m uy bien documentadas en el tomo
best-seller, Los Billones del Vaticano, escrito por Avro Manhattan, un
experto en los asuntos financieros del Vaticano. Avro Manhattan
concluyó: “La Iglesia Católica, por tanto, una vez reunidos todos su>
bienes, es el bolsista más form idable en el mundo. El periódico
Street Journal dijo que los tratos financieros del Vaticano, so o t
Estados Unidos, eran tan grandes que muy a menudo vendía o u
praba oro en cantidades de un millón o más de dólares a la

U U tu v/um iu/ v a n v / , v; VclMJ, IVUimiUJS UC llUUlICa U — j,

ni siquiera el mismo papa lo sabe. Esa es la real situación Prc*t n ‘ma


por un oficial del Vaticano que, cuando se le preguntó que c^ ^ ente,
idea de la actual riqueza del Vaticano, contestó muy reveladorai
“ Sólo Dios sabe” . (Vatican Billons, Chap. 26).
Siendo este el caso, y si Francisco está realmente preocupado tocan­
te a l°s pobres y privados de derechos, ;.por qué él no comienza
pliininando de su papado algo de la acumulada riqueza para
^vndar a remediar la situación?
para el observador casual, no informado, y algo engañado, parece
que el Papa Francisco, como cabeza visible del Catolicismo, es un
arduo campeón de los pobres y desamparados. Visto a través de
esos lentes, su ataque al Capitalismo, puede ser justificado. Pero
visto a través del prisma del gran cuadro de ajedrez de la geo-políti-
ca, surge un cuadro diferente. Mientras Francisco promueve su
ataque al Capitalismo, él está fortaleciendo su relación con líderes
del mundo de todos los matices y contornos. Élj>e encuentra, al
mismo tiempo, declarando j u e la Reforma Protestante ya h ajen n i-
nado^ e instando que los henmanos separados (anteriormente llama-,
jos*^herejes) regresen a casa. V ellos están respondiendo en masa al^
llamado. Adicionalmente, el se ha ubicado como el más piadoso e
influyente de todos los líderes religiosos. Esencialmente, Francisco
no sólo está preparándose para ser eljvencedor, sino que se consi­
dera a sí mismo'como da cabeza del Únicj)JSistema_ Mundial de go­
bierno, según fue predicho por Malachi Martin, “que jamás haya
existidoeñnETsociedad de las naciones^’
Malachi Martin, sin referencia alguna a profecía bíblica, estaba
ciertamente dilucidando lo que había revelado el Dios de la Crea­
ción a Su siervo Juan, hace casi 2,000 años en la isla de Patmos. En^
d capítulo trece del jibro de Apocalipsis, Juan predicj^eLtiempo en
que Estados Unidos de Norteamérica unirá sus fuerzas ..con el
Papado~Romano, restaurándolas! su anterior posición a que él (el
ppadojAFspira^1- y ciertamente_gsí¿_orquestando,_para gobernara!
mundo (Ápocalipsis*,capítu 1o 13).
El Doctor Johan Robins, en su libro Ecclesiastical Megalomania,
escribe: “Ayn Rand estaba en lo correcto cuando ella escribió en
1967, “La. Iglesia Catójica^nunca a cesado de restablecer la unión
medieval dé~iglesia y estado, con un estado global y teocracia
global como su final meta.’ La iglesia/estado romana es un híbrido,
un monstruo de poder eclesiástico y político. Su idea política es
iotalitaria, y cuando ha tenido la oportunidad de aplicar sus princi-
pjos^el resultado ba sido represión sangrienta. Si durante los últi­
mos 30 años ha suavizado sus imposiciones a un pleno, supremo e
irresponsable poder, y ha asesinado menos personas que antes; tales
cambios de conducta no se deben a un cambio de ideas
un cambio en circunstancias. . . es solo cuando el estado/iglesja
romano enfrentó la opinión pública, que desacordó del asesinato
tipo iglesia/estado, que el catolicismo detuvo sus persecuciones e
intentó hablar con una voz menos imponente. El estado/iglesia
romano del siglo 20, sin embargo, es una institución recuperándose
de una herida mortal. S i^ y ^ u a n d ^ r e c u p e r e su pleno poder y
autoridad, impondrá un régimen más siniestro que cualquiera
que el planeta tierra hay visto.” (E. M., pág. 195). Considerando
su historia de la Edad Media, cuando decenas de millones que desa­
cordaron con su política fueron inmisericordiosamente asesinados,
la confirmación del profesor Robbins no debiera tomarse a la ligera.
Elena G. de White, elocuente comentarista bíblico del siglo dieci­
nueve, se encuentra en total acuerdo con el Profesor Robbins. Ella
escribió en su clásico, The Great Controversy (El Conflicto de los
Siglos), “Deróguénse las medidas restrictivas impuestas en la
actualidad por los gobiernos civiles y déjese a Roma que recupere
su antiguo poder, y se verán resucitar en el acto su tiranía y sus
persecuciones.” {El Conflicto de los Siglos, pág. 552).
El consejero principal del Vaticano, Jeffrey Sachs, escribió que
cuando el Papa Francisco visita los Estados Unidos, él desafía di­
rectamente la “idea americana” de derechos divinos encamados en
la Declaración de Independencia. Sachs, un especial consejero de
las Naciones Unidas, y director de Earth Institute en la Universi­
dad de Columbia, escribe en la publicación jesuita, América. “Amé­
rica es una sociedad esclavizada” de la idea de derechos inaliena­
bles de la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Pero el
urgente núcleo del mensaje de Francisco” será el de desafiar esta
idea americana” al “proclamar que el camino a la felicidad se
encuentra no solamente, o principalmente, mediante los derechos
humanos, sino a través del ejercicio de virtudes, más notablemente
la justicia y la caridad.” {Western Journalism, 19 de mayo, 2015).
Para el ojo discernidor, queda claro que repudiando la Constitución
Americana y sustituyendo con dogmas papales, es el final objetivo
de Francisco, estableciéndose así como el líder del Nuevo Orden
Mundial, y el vencedor en la competencia por el dominio mundial
mencionada por Malachi Martin.
Leal a la promesa, Francisco ha hecho exactamente como predijo
Sachs. En el discurso papal al congreso estadounidense, él sin pena
censuró los males del Capitalismo, y en efecto propuso que se im-
plernentara en su lugar un nuevo gobierno tipo Papal. Su xepetido
refrán fuq que el estado debiera unirse .con la iglesia para resolver
loj-prp_blgiyL^ óe Ja humanidad; desde luego la iglesia siendo el ár­
bitro de 1° que es bueno y lo que es malo. Ilow ard Fineman, Direc­
tor Editorial Global del periódico Huffington Post, lo dice mejor en
síTarticulo titulado: “Pope Francis Wants To Be The President O f
The World” (El Papa Francisco Desea Ser_El Presidente del Mun­
do). Él observa, “Pero hábilmente, metódicamente, y con el instinto
de un exhibicionista, el sencillo sacerdote jesuita argentino de 78
años, que se llama Jorge Bergoglio — Papa Francisco — d e p ostró
el jueves que está p ro p u esto en ser presidente del planeta. Él hizo
así en una ceremonia de congresistas de pompa cívica secular en un
enorme edificio legislativo que, después de todo, imita a la antigua
Roma. Tan devoto como él es, y tan enfocado en la fe y práctica de
la Iglesia Católica, Francisco también está activo en dirigir confe­
rencias públicas, seculares, y políticas a nivel mundial. É ^está argu­
mentando que las dos esferas de la fe y la política somuna, y que las
enseñanzas morales y espirituales de' la fe debieran infonnar_y_diri_-__
gir decisiones p o 1íti ca^para~“nué sifo^ców dwrYFf^?TfH uffington
Post, 26 de septiembre,2015).
Pero el estadista y patriota, Richard Thompson, Secretario de la
Marina y autor de The Papacy and the Civil Power (El Papado y el
Poder Civil), tiempo atrás dijo: “Nada es más claro que, si los prin­
cipios de la Iglesia de Roma prevalecen aquí, nuestra constitución
necesariamente fracasaría. Los dos no pueden coexistir. Ellos se
encuentran en abierto y directo antagonismo con la fundamental
teoría de nuestro gobierno y de todo gobierno popular en cualquier
parte.” El finado Charles Chiniquy, ex sacerdote católico romano,
acordó con Robins, White y Thompson. Él escribió: “La Constitu­
ción Americana asegura la absoluta independencia de lo civil de lo
eclesiástico, o del poder de la iglesia; pero la Iglesia de Roma de­
clara, a través de todos sus pontífices y Concilios, que tal indepen­
dencia es una impiedad y una revolución contra Dios.” {Fifty Years
in the Church o f Rome, pág. 478). Los líderes de América, hipno­
tizados por la presencia de Francisco, acoplado de la pompa y cir­
cunstancia que atendió cada movimiento suyo, aplaudieron mien­
tras él efectivamente les ordenó repudiar la Constitución Americana
con su sólido fundamento de separación de iglesia y estado.
El Congreso de Estados Unidos, en su infancia, construyó su docu-
mentó de fundación como un baluarte contra incursion y gobierno
Papal Ciertamente es triste ver, ahora en su forma madura, un poco
más de doscientos años después, a ese cuerpo asegurando al Papa­
do, el más peligroso enemigo de la Libertad Civil y Religiosa, que
seguirá sus directrices.
Aunque aparenta ser un feliz matrimonio en potencia, im a confron-
tación, (según es indicado por Malachi Martin) entre e l ^ p j talismo|
( v^TCatofesmoJ es inevitable. Los dos ciertamente se imjmn^jpor
un corto período de tiempo, con eípropósito d e ^ ^eguifa^uienes
se oponen; pero finalmente terminarán en una lucha tectónica
de proporciones apocalípticas. Así dice Juan_eLB£yeiador: “SeJ.e
pennitió ínfundir aliento'a la imagen de la primera bestia, para que
ja imagen pudiera hablar y dar muerte a todo el que no adore a la
imagen de la bestia. Y ordenaba que a todos, pequeños y grandes,
ricos^Lpobres, libres y siervos, se les ponga una marc^erMumano
derecha o en la frente. Y que ninguno pueda comprar ni vender, si­
no el que tengaTla marca 6 efnombrede lá bestia, o el número de su
nom bre.” (Apoc. 13:15-17). “L o s diez cuernos [das m u i v isio n es
del M undo] que viste son diez reyes, que aún no han recibido rein o ;
p ^ _ p o r j u na hora recibirán autoridad~com o reyes con la bestia.
Estos tienen un m ism o prop ósito, y iia fá lY su poder y au toridad a la
bestia fefPápaidg|. Pelearán contra el C ordero, pero el C ordero los
vencerá, porque es Señor de señores R ey de reyes; y los que están
con^éUon liamados, elegidos y fieles.” ( A p o c M T J ^ H ^
Pero finalmente, quizá dem asiado tarde, ellos descubren al enem igo
en el campamento, y luego se vuelven contra él con venganza y fu­
ria. Juan concluye, ^ los diez cuernos que viste en la bestia, ab o ­
n a r á ? a l a ramera, y ía d e ja r á n desolada’T ^ s n u d a r ^ y ^ n i r á n su
carne y la quemarán aTuego. Porque Dios ha puesto en sus corazo­
nes ejcortar jorque éí quiso, es a sabcrTpóncrse dejieuerdo y dar a
IjL bestia el ppdcr de reinar, hasta q u e s c cumplan las Pal abtas de
fijo s. Y la mi^pr que vistea s á q u d fa g ra iic iu d a d q i^ jin P P ra- ^ ¿ re
los reyes"de la tierra.” (Ápoc. 17:16-18).
CAPITULO 3

La Introducción de la Supuesta
Santidad del Domingo
pj ex Papa Benedicto XVI, a semejanza de sus antepasados, estaba
resuc tanicn e tetcrm inado en avanzar los esfuerzos de su iglesia
p0r la unidad de todos los cristianos. Él exclama: “El compromiso
de l<i Ig csia Católica para la búsqueda de unidad cristiana es irre­
versible. (USA Today, 27 de junio, 2005). Esa unidad se encuen­
tra artaigada y basada en lo [supuestamente] sagrado del día domin­
go- El asunto am oroso d e jo s Evangélicos con los Católicos_es cier­
tamente un cum p lim ic n to jd e ja profecía bíblica del mundo entero
maravillándose Iras la bestia. (Ápoc. 13:3, 8). En directa oposición
al llamado de Dios de honraiHSuverdadérosabado (Éxodo 20:8-11;
Apoc. 14:7) se encuentra el llamado de honrar, y finalmente impo­
ner el dom ingo como día universal de descanso. Lo sagrada^dej_
domingo es la pega quejone al Catolicismo yjno sólo ajtodo el Pro­
testantismo, sino tam b ién aj resto_de las religiones del mundo.
Los periódicos y revistas están repletos de artículos sobre la necesi­
dad de honrar y reverenciar el domingo como día de reposo. La Re­
vista Time presentó este titular en un artículo pidiendo que se hon­
rara lo sagrado del domingo, “¿Y en el Día Séptimo Descansamos?
Quizá esas antiguas leyes azules no estaban tan malas. (Time, 2 de
agosto, 2004). El artículo, escrito por Nancy Gibbs, uno de los prin­
cipales periodistas de la revista, siguió para pronunciar la santidad
del domingo, e hizo un llamado para que la nación regresara a hon­
rarlo como día sagrado. Similarmente, la revista Sunday Times de
Londres, reportó sobre la encíclica del finado Papa Juan Pablo II,
Dies Domini (The Day o f the Lord; El Día del Señor). “También se
espera que reciba apoyo de otras iglesias, particularmente de
cristianos evangélicos, que comparten la preocupación del Papa
tocante a la erosión del s á b a d o (The Sunday Times, 5 de julio,
2004). Esto no se está refiriendo al s ábtuiojdeJD ios^ s ino al domingo
.de RomaTTá^Fucrte apelación del Papa, y la férrea exhortación al
rnuñdo^ai ser emitido el documento fue, “Hágase claro que en el día
domingo no debe hacerse trabajo secular, siendo que debe celebrar­
se como el día de nuestro Señor.” El Monseñor Miguel Delgado
Galindo Vicesecretario para el Concilio Pontificio para el Laicado
apeló a los fieles: “La^glesia nos^ensena.en apartar este día, el prf
nier día de la
Jesús, para adoración divina^y reposo. . . En los domingosToTca^
tSÜbá-debieran participar en la Santa Misa, la renovación sin san­
gre del sacrificio de Cristo en la cruz, y la más grande expresión de
alabanza y adoración que el hombre puede ofrecer al Señor nuestro
Dios.” (Catholic News Service, 19 de julio, 2011).
Desde luego esto es contrario a ]a Palabra de Dios. Efl Cr^dor jios
llamaji reposar en Su bendito sábado, £] día séptimo deja semana.
ncTei prim ero. La pregunta es, ¿A quién estás siguiendo sobre el
asunto del sábado de Dios? Además, el Papa Benedicto XVI envió
el llamado mientras celebraba misa en Vienna, Austria en el año
2007. Él insistió que el domingo debiera ser protegido como día de
adoración. Zenith, la oficial agencia noticiera papal, reportó la preo­
cupación del Papa tocante al establecimiento del domingo como
universal día de descanso. Dice él, “En un tiempo cuando la crea­
ción parece estar peligrando en tantas formas mediante la actividad
humana, también debiéramos concienzudamente aceptar esta
dimensión del domingo. . . Es necesario para promover reflexión y
esfuerzos en reconciliar las demandas y los períodos de trabajo con
los de la familia; y recuperar el verdadero significado de la fiesta,
especialmente en domingo, el semanal día de Pascua, el día del Se­
ñor, y el día del hombre, el día de la familia, y de la comunidad, y
de la solidaridad.” (Zenith.org, 26 de septiembre, 2010).
Aún en la Jerusalén judía el movimiento para lo sagrado del domin­
go se ha arraigado y desarrollado exponencialmente. Lo siguiente
es sorprendente: “La Ley Sábado-Domingo muestra apoyo. Mk
Zevulun Orlev (NRP) ha anunciado los resultados de una encuesta
mostrando 56 /o de apoyo para su propuesta legislación en hacei del
domingo un día de reposo, y permitir un poco de transportación pú
blica y entretenimiento en día sábado.” (Israel News Service, Hillfl
Fcndcl, 31 de mayo, 2007). Al artículo también mostró la amplia
apelación al Knesset (Parlamento). Orlev declaró, “El principal
motivo de la idea es permitir que el público tradicional y religué0
use el día de reposo para gastar tiempo con la familia, algo que no
es posible para los observadores del sábado.” (ynetnews.com,
5/14/07).
La European Sunday Alliance (Alianza Dominical Europea)
lanzada en Bruselas el 20 de junio 2011 t *
para decentes horas de trabaio ” r U1LTlene como ^ a : “Juntos
ía de varias organizaciones de i* &0r^ar]lzación ^ue está compues-
Íelesias, se ha dedicado a oht CÍVÜ>gremios ,aborales’ e
¿ a r d a r y promover d o m in ? ^ <*ue “se dedi^ c a sal"
£ * « * « . j o Z f S ” * ™ ■" “ ta¡»

E' ? * m £ T ¿ n d e í CÍOnal* *****>■ a la '&lesia Domingo,


CS 2 r i „ „d ln'ciativa mterdenominacional en América. Es una
organi ue procura conseguir que más personas regresen a la
¡g esta en ía omingo. Philip Nation, uno de los miembros funda-
^ores n 3 ° r£amzac*ón, dijo: “El entusiasmo para el Domingo Na-
ciona ara egresar a la Iglesia en Día Domingo ha crecido adjun­
to al númeio de iglesias que participan.”
periódico Lord s Day Alliance USA dice: “El domingo es una
“MARCA de unidad cristiana siendo que es en este día que somos
llamados a comulgar con el Señor, por el Señor. . . Para poder
apreciar plenamente el día domingo como una marca de unidad
cristiana, debemos expandir nuestra definición de la palabra uni­
dad.
El 27 de marzo, 2015, Sylvia Allen, una Senadora Republicana en
Arizona comentó sobre una nueva ley sobre armas, para que se
permitiera que personas cargaran armas no visibles en edificios
públicos. Aparentemente ella piensa que la nueva ley es necesaria
debido al fracaso de todos los americanos de asistir a la iglesia
el día domingo. Hablando de la “horrible erosión del alma de Amé­
rica,” Alien dijo, “Lentamente estamos erosionando la religión en
cada oportunidad. . .Probablemente debiéramos debatir una ley [¿]
exigiendof?] que cada americano atienda a una iglesia de su gus­
to en domingo, para ver si podemos recuperar el renacimiento mo­
ral.” Estas iniciativas aparecen muy inocentes y benéficas en la su­
perficie Pero existe una tendencia subyacente de la cual muy pocos
se enteran. Elena G. de White^ u ^ a m e n te , advierte aljpuebjodgV
Dios' “El movimiento dominical se esta abriendo paso encías tinie~
están ocultando el fin verdadero,, y_ muchos
de los nue se uneíTal movimiento no ven hacia dónde tiende la
¡S íriS te H íe se hace sentir por debajo. Los fines que profesan son
benignos^aparentemente cristianos; pero cuando hablen se reve-
5 r á d is p ír it u del dragón.” (Testimonios Para la lglesia,Tomo
TpágV427). ‘
valores del cristianismo no es meramente util sino esencial para edi­
ficar una buena sociedad, y para un verdadero desarrollo humano
integral ” ( Charity In Truth, Section 4). La pregunta es: “¿A e
tianismo de quién está refiriéndose? Él sigue y contesta esa pregun­
ta al luego proponer una orden social “que se conforma a la orden
moral.” Indudablemente él está refiriéndose a la orden ‘social’ y
‘moral’ según es enseñada y practicada por su iglesia [La Iglesia
Católica]. Esa orden social y moral tiene como fundamento lo [su­
puestamente] sagrado del domingo. Lo que él ofrece para que se
asegure un apego al ‘orden moral’ es muy espantoso. Benedicto
recomendó la formación de una ‘verdadera y mundial autoridad
política investida del poder de asegurar seguridad y cumplimiento
con su prescrita orden social y moral. Esencialmente, Benedicto no
sólo está expresando su opinión para resolver los problemas del
mundo, sino dando a saber a todos que la única solución a esos pro­
blemas es una unión universal tipo iglesia/estado, basada sobre los
valores morales de su iglesia. Esto no sólo es espantoso, sino cierta­
mente el cumplimiento de la visión de Juan sobre Apocalipsis capí­
tulos 13 y 17 una orden universal político/religiosa [¿]controlada
por la iglesia de Roma[?]

hup r l Se Suscr'^ e general objetivo de su


‘I grescn todos los “herejes” (hermanos
1C an° *a ma^re iglesia. Un vistazo superficial
^ S nHpnt^ 1,e ntos desde que reemplazó a Benedicto, en un
sorpre c lnu5Jual curso de eventos, es hablar de su éxito en
traer a os erejes de regreso a casa y así exaltar lo sagrado del
domingo.

• '^cro 1,2014 — Apeló por unidad cristiana a un grupo de


íccies evangélicos influyentes. Él les declaró que, “Ahora
todos somos católicos.” La respuesta a su apelación fue
pronunciada como un paso positivo en la correcta direc­
ción

• Marzo 13, 2014 — El portavoz de la Cámara de Represen­


tantes Americanos, el republicano John Boehner, extendió
una invitación a Francisco para que hablara a una sesión
plenaria del Congreso Estadounidense. La demócrata
Nancy Pelosi, ex portavoz de dicha Cámara, plenamente
apoyó a Boehner, indicando que ella ha sido inspirada por
el mensaje del Papa sobre la paz, la compasión, y la
confraternidad.” Desde luego Francisco aceptó la histórica
invitación y habló a la nación el 24 de septiembre, 2015.
Durante su visita a Estados Unidos, él también habló a las
Naciones Unidas y a la Reunión Mundial de Familias en
Philadelphia. Uno a penas puede imaginar cual sería el
asombro de los Padres Fundadores que establecieron esta
nación como baluarte contra la incursión papal.
• Marzo 27, 2014 — El Papa Francisco se reunió con el
presidente Barak Obama en el Vaticano. Los dos discutie­
ron la necesidad de solidaridad en resolver los problemas
del mundo.
• Mayo 9, 2014 — Francisco recomendó a las Naciones Uni­
das sobre resolver los problemas económicos del mundo.
Su solución: “la legítima redistribución de beneficios eco­
nómicos mediante el estado, al igual que en la indispensa­
ble cooperación entre el sector privado y la sociedad ci­
vil.” El influyente periodista John Moody, escribió este
evento, diciendo, “Francisco. . . llegó a ser un político con
sotana.”
• Junio 1,2014 — El Papa atendió una reunión de 53,000 ca-
rismáticos reunidos en Roma para la Convención Nacional
#37 para Ia Conferencia ‘Renovación del Espíritu’.
Junio 5, 2014 — Una delegación de quince persona, ■
yendo el pastor de la mega iglesia, Joel Osteen y m ’ 'nciu'
de la Iglesia Mormona, se reunieron con el Papa p 'C(f ro'>
tir el asunto: “¿Podemos encontrar un terreno conr d'SCu'
avanzar el ministerio de Jesús para que más persoi ^ Para
dan experimentar el gozo de la fe cristiana? Jo eí'rt?116'
comentó sobre la reunión: “Me sentí muy honrad
humillado... Me agrada el hecho de que este Papa esp' ^
curando engrandecer a la iglesia, no empequeñecerla' PTO¡
no está sacando de la iglesia a las personas, sino haden 1 °
la iglesia más inclusivista. Eso resonó conmigo.” °
Octubre 25, 2014 — Jerry White, Asistente Diputado de
Estado del Secretario de Estado, hizo un llamado para un
“pacto global de religiones” con el Papa como dirigente.
Esto vino justo sobre los talones de lo dicho por el presi­
dente Shimon Pérez, pidiendo por una organización de Re­
ligiones Unidas, citando al Papa como figura central para la
paz mundial.
Mayo 23, 2015 — En Phoenix, Arizona, Francisco habló al
ovnmento Juan 17, una organización formada para unir a
a o icos y Protestantes. El repitió su apelación de que se
unieran y regresarán a la madre iglesia [Iglesia Católica]. El
^ ^nidad lo que buscamos adjunto a un sendero
mun. Es la unidad de nuestro trabajo común.”
los judíos losTri 3 *a ^ erra Santa visitando sitios santos de
los presidentes de Israel’ s- É1 posteriormente invitó a
ron líderes relíame ? ■a estlna al Vaticano donde se les unie-
por la paz. g sos cristianos, judíos, y musulmanes, para orar

Después de una reunió


^resp o n d iero n a sa llamarirT^08 te^e evangelistas americanc
f? a. eci° un Concilio para pr ^aia un^ a<^ cristiana, Francisi
j-2EJiíiportante pastor ameritan I1l° Ver La Unidad Cristiana Glob;
ol ^ d ^ ^ ^ ^ e n después de entrevi
,
cuentran en la misma ~ Caío,Icos y los Protestantes .

gI, po de m, de 3MÜ0 0

0S rea cs °hjetivos de Francisco A ° S dl,rniientes santos tocante


sus reunidos en el 24 de juni<
2014, Francisco enérgicam ^*
pueden mantener una DersrmVHJ100101 <Existen 9uienes creen que
pristo Jesús fuera de la m &’•, lrecta’ e inmediata relación con

^ m illo n e s que nre(.r„ l , n nd“J0 a la matanza de decenas


n Y - cxe^QUC_la salvación se encuentra
S o s 4:“ ) ° JeSÚS’ y SÓ,° 6,

C aiamen e, a g esia Romana, con Francisco encabezándola, cree


que a so ucion a os problemas mundiales sobre economía, política,
inora es, y re ígiosos, descansa con ellos. El llamado universal para
lo sagrado del domingo, la profesa marca de autoridad de la iglesia
de Francisco en asuntos religiosos, está siendo presentada a las ma­
sas como un tiempo de descanso del stress y bullicio de la vida coti­
diana. Esto indudablemente fue su apelación a las diferentes
audiencias presentes durante su visita a los Estados Unidos.
Sin embargo, es más dogmático el final objetivo del principal prota­
gonista empujando el movimiento dominical, la Iglesia de Roma.
Nosotros leemos estas reveladoras palabras en Dies Domini, “Cuan­
do, a través de los siglos, ella ha creado leyes tocante al reposo
dominical, la Iglesia ha tenido en mente el trabajo de los sirvientes
y los obreros, ciertamente no porque este trabajo fuera menos digno
cuando comparado con los requerimientos espirituales de la obser­
vancia dominical, sino porque necesitaba más regulación para alige­
rar su carga y así habilitar que todos guardaran santo el Día del
Señor. En este asunto, mi predecesor el Papa Leo XIII en su Encí­
clica Rerum Novarum habló del reposo dominical como el dere­
cho del obrero que debe ser garantizado por el Estado. (Dies Domi­
ni, Section 66).
;n lenguaje claro, Roma está usando el argumento de reposo para
camuflajiar su verdadero propósito de a la fuerza instituir lo [su­
puestamente] sagrado del día domingo, la marca de su autoridad, en
sustitución del Santo sábado de Dios. Pero no necesitáis ser enga­
ñados Dios ya nos ha dado un día de descanso. El registro bíblico
revela “Así quedaron acabados los cielos y la tierra, y todas sus
criaturas Y acabó Dios en el séptimo día la obra que hizo, y reposó
en el séptim o día de todo lo que había hecho en la creación. Y Dios
bendiinal céntimo día, y lo santificó, porque en él reposó de toda la
obra que había hecho en la creación.” (Gén. 2:1-3). No necesitáis la
falsificación de Roma. Además Dios no nos obliga forzadamente ,
o te rv a r el sábado séptimo día; él mas bten los llama a honrarlo p0r
amor.
Ciertamente el llamado para el reposo dominical según es promoví-
do al público no se trata tanto del reposo, sino de lo [supuestamen-
tel sagrado del domingo, en afrentosa oposición al santo sábado
séptimo día de Dios. Es un llamado a mostrar sumisión al Papa
de Roma. El establecimiento de lo sagrado del día domingo es ine­
vitable. Este ejercicio de esfuerzos en imponer lo sagrado del do­
mingo en el mundo entero, es sino un preludio de lo predicho en la
profecía.
En tiempos de tragedia y catástrofe, cuando no parece existir salida
alguna, los hombres buscan ayuda de Dios. El 11 de septiembre,
2001 fue una ocasión tal de alcance nacional e internacional. Des­
pués de esa gran tragedia, la asistencia a la iglesia subió dramática­
mente mientras la gente procuraba la ayuda de Dios por entendi­
miento, y para encontrar solaz de lo inimaginable. Para muchos,
esto significó asistir a la iglesia el domingo. Nadie sabe cuándo
ocurrirá la siguiente catástrofe. Si será otro ataque terrorista, una
declinación financiera universal, alguna enfermedad incontrolable,
un desastre natural, o cualquier combinación, una cosa sí es cierta,
y es que los hombres buscarán la ayuda de Dios.
En tal tiempo, el llamado para la observancia dominical caerá en
oídos ansiosos. Cada cual tendrá que tomar una opción. La iglesia
romana extendió un fuerte desafío a todos los cristianos en una se­
rie de artículos publicados en el año 1893 en la revista Catholic
Mirror, el órgano oficial del Cardenal Gibbons, y del Papado, en
Estados Unidos. Fue entonces, y aún lo es, un asunto de consecuen­
cias eternas para todo ‘protestante’ que guarda el domingo. Esos
artículos, compilados en un libreto titulado Rome's Challenge, dice:
Los argumentos contenidos en este panfleto están firmemente
arraigados en la palabra de Dios, y habiendo sido cerradamente
estudiados con la Biblia en mano, no dejan escapatoria para el con*
cienzudo protestante excepto el abandono de la adoración en día
domingo y el retorno al sábado, ordenado por su maestro, la Biblia,
o, no dispuestos a abandonar la tradición de la Iglesia Católica, que
ordena el guardar el domingo, y que ellos han aceptado en directa
oposición a su maestro la Biblia, consistentemente la aceptan en
todas sus enseñanzas. La razón y el sentido común demandan a
aceptación de una o la otra Hí* o
guardar el sábado o o i * ^ stas °Pcl0ncs; o el protestantismo y
transigencia es im posible ” ° 1C1Sm° y el guardar el domingo. La

I l^ a p o s ta ^ a qUC aÚn en este clima de mortíferas amena-


rotestantes DÍ0S tendra un fiel remanente, aún habrá
P . n ^ ro e^ za? “Entonces el dragón se airó contra la
mujer, Q a com batir al resto de sus hijos, los que guardan los
Ma^ a™ ei^ 0S de Dios Y tienen el testimonio de Jesús.” (Apocalip-
s|s '*, ntonces él nos asegura, “Estos tienen un mismo propó­
sito, y aran su poder y autoridad a la bestia. Pelearán contra el
Cordero, pero el C ordero los vencerá, porque es Señor de señores
Rey de reyes; y los que están con él son llamados, elegidos y
[fíeles. (A p o c.l7 :1 3 ,1 4 ). ¿En cuál lado de la batalla te encuentras?
IJesús nos asegura victoria si estamos de Su lado. M ediante la fe, tu
,puedes, y debes, escoger al Cordero y estar de Su lado al seleccio­
nar su santo sábado, rechazando de esa forma lo [supuestamen­
te] sagrado del domingo, la marca de autoridad de Roma.
CAPITULO 4

— “ ■ " T '7 , , 1 I V lu n d o P r e d ic h a
Hist»r,a d e __________
______ señal de autoridad dentro de1
«iíStt8^bl|d0* a..lor. El mandamiento del sábado
su ley lo que lo iden.u** — para santif1Carlo. S e U ^ ^
dice: “Acuérdate del d ^ a b a d o P d¡a ^ £ * * *
v toda tu obra. Pero el sduau y ”™ ae‘ benor tu
Dios No hagas ningún trabajo en él; ni tu ni tu hijo, ni tu hija, ni tu.
• ; ni m criada ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro del

n'W
l^1•
f e ,’ S í a . « o »10 M ~ .* " » • « M t í t t U t r *
El nombre de Dios y su título se encuentran allí encamados. Especi­
fica su esfera de autoridad. Además, es el emblema de la divina
relación con toda la humanidad, conocido como el pacto eterno. El
sábado séptimo día es la señal entre Dios y_Su pueblo, significando
que ellos le y snstienenjína totaLdependenciaiie él para
ijadas sus necesidades. Moisés escribe: “Seis días se trabajará, pero
el séptimo día es sábado de completo reposo, consagrado al Eterno.
Todo el que haga algún trabajo en sábado, morirá. Guardarán, pues,
el sábado los israelitas, celebrándolo de generación en generación,
por pacto perpetuo. Es señal para siempre entre mí y los israelitas,
porque en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, y en el
séptimo día cesó y reposó. Cuando el Señor terminó de hablar con
Moisés en el monte Sinaí, le dio dos tablas del Testimonio, tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios.” (Éxodo 31:15-18).
El apóstol Pablo enseña que cualquiera que acepta a Cristo
como.su Señor y Salvador, llegaT ser un israelita.’^ poiquTtodos los
que habéis siao bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.^
no hay judio ni griego, ni siervo ni libre, ni hombre ni mujer, porffiÜ
todos vosotros sois uno en Cristo Jesfo Y ya que sois de Cristo, de
Y,- rfc ^ . no ^ .'sfe c e n d je n te sd e Abrahán, y conforme a la promesa, he-
V-':'Vib
,¿u
™ \ros- i Sájams 3^27-29^ Siendo herederos de la promesa tamb.en
muunnrt’ 'faC10nes para con ,os mandatos. Por tanto, en manera
■Luparhcular, mediante la fe, elr. mandamiento del sábaáo^moT05
L,■■■11 lo
* otros nueve
....
—-------— - -jgatoru
n— w u«i‘a con el cristiano. Sin *.
Biblia habla de un poder que, en el tiempo del fin, ejercería dom
universal sobre toda nación, pueblo, y lengua, FA " rnfeta D?
'f.y
Vru i
predice que ademas de ser un poder perseguidor, nroc,ir„n.. cs(a \
I-...... DOr cnc,nin d“ ni- Pretender r » i ^ r T r 7^
píos, partieularmeme el mumlumicnto del sábado, lise nod,^
j»-ncionado como *la bestia’, (Daniel 7:25) --------- es

y Biblia también eflgsfla que J a bestia tendrá una ‘marca’ que


afectará la supervivencia de cada persona en el planeta tierra. Pero
•jimMi es ja bestia y cuál es su marca? Sin embargo más importante
eseTasunto de cóm olabestia y su marca se relacionan con Dios y
Su sello. §£££ !2 que fueran, la bestia y su marca se encuentran en
^ntradicción con Djos y Su sello de autoridad, su bendito día
^■gyido. ' ' "
En el proceso de identificar y confirmar lo que realmente es ‘la
bestia’ y cuál es su ‘marca,’ determinaremos su ubicación en la
historia según fue profetizado en la Santa Palabra de Dios hace casi
1000 años antes de su surgimiento en el registro histórico. Exami­
naremos la parte que está desempeñando en los actuales asuntos del
mundo. Desbloquearemos las profecías bíblicas del papel de la
bestia y su marca en los eventos finales. Descubriremos que el
santo sábado de Dios será el asunto de mayor contienda en los
corazones v las vidas de los hombres en todas partes del planeta.
Esto está siendo evidente al hacerse más manifiesta la parte que
desempeña la bestia y su marca.
Algunos dicen que la marca de la bestia es un chip de computadora
que sería implantado en la frente o en la mano derecha de cada
habitante en la tierra. Otros dicen que será algún tipo de tarjeta que
identificaría a la persona como siendo aprobada por el Nuevo
Orden Mundial. Esa tarjeta, dicen ellos, permitirá que algunos
compren y vendan cuando otros no podrán. Ciertamente la
tecnología se encuentra accesible, o está siendo desarrollada, para
lograr esas tareas. Sin embarco, como pueblo de fe, nuestras únicas^
Igspuestas verdaderas deben llegar directamente, de la Palabra_de_
JBífis. Cual sea la bestia y su marca, la Biblia exhorta que estemos
enterados de ellas y, mediante la gracia de Dios, las evitemos. La
Biblia deja muy claro, que las consecuencias de recibir la marca de
1&bestia son terribles y fatales. Juan el Revelador advierte: “Y el
tercer áncel los siguió diciendo a gran voz:^'Si alguno adora a la
oestiay a su imagen, v recibe su marca en su frente o en su mano,
jstTtKTnhieh^KebéfO e r v in o de la ira de~Dios, vaciado puro en la
^ S ’de’síTira. Y será atormentado con fuego y azufre ante los
Juan también predice una horrenda consecuencia par
reciben la marca de la bestia. Él dice: “El primero fUe y ^ quienes
copa sobre la tierra. Y vino una úlcera maligna y pestilenT™0 SU
los hombres que tenían la marca de la bestia v *r\,—1 S()^re
imagen.” I ^ T u ^ ) ° raban s»
En ambos casos, Juan está refiriéndose a las últimas plagas
serían derramadas sobre la tierra. Ellas no vienen mezcladas ccT
misericordia divina. La gracia no suplica más por el pecador. Se ha
cerrado el tiempo de gracia para el hombre. Jesús ha declarado: “E^
que es injusto siga siendo injusto, y el sucio siga ensuciándose. El
justo siga siendo justo, y el santo siga santificándose.” (Apoc
22:11). Jesús realiza su glorioso regreso al planeta para rescataTy
redimir a los justos, y castigar a los impíos y desobedientes. La
cosecha para su reino se encuentra madura, y también la cosecha
para los fuegos del infierno. Juan además dice: “Y la bestia fue
apresada, y con ella el falso profeta que había hecho las señales ante
ella. Con esas señales había engañado a los que recibieron la marca
de la bestia y adoraron su imagen. Los dos fueron lanzados vivos en
el lago de fuego que arde con azufre.’’'fÁpoc. 19:20)?)
Sin embargo, y de manera muy interesante, la bestia sí ofrece
algunos beneficios a quienes reciben su marca y adoran su imagen.
Ella amenaza a quienes rehúsan su autoridad cuando escogen el
mm sello de Dios en vez de recibir su marca [la de la bestia]. Juan
describe el conflicto: “Se le permitió infundir aliento a la imagen de
la primera bestia, para que la imagen pudiera hablar y dar muerte a
todo el que no adore a la imagen de la bestia. Y ordenaba que a
todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les
ponga una marca en la mano derecha o en la frente. Y que ninguno
M l: pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca o el nombre de
la bestia, o el número de su nombre.”¿Apoc. 137T5-17)
Cada ser humano en el planeta tierra tendría que tomar una
>l££'
&*• decisión. Q_recibir el sello de Dios; y en ese caso se sufrirá y qnj^
pno muere en manos de la bestia. Q, se recibirá la marcajfe_Jj
bestia, se disfrutarán sus momentáneos beneficios, pero lueS° e
hombre se enfrenta con la ira de Dios cuando las plagas son
derramadas sin mezcla de misericordia, y finalmente se padece la
muerte eterna. No existe término medio. Por eso es de vital
importancia que se conozca exactamente, de la Palabra de Dios, que

iraK- 32
¿X: >.
rea mente sign¡fica Ia ,
■ Para poder determina. y^ ** SU marca‘
debemos id e n tif ic a /" ? qué.ansíale la marca de la bestia primero
palabra de Dios. Es la ' *° ^l,l^n es bestia. Para esto vamos a la
tamente a la bestia l,n,ca ^cnte confiable para identificar corree-
profeta Daniel nos di ^ determinar en qué consiste su marca. El
Dios mientras se en CS Una besda- una visión, recibida de
le muestra la h is to r ia ^ T ^ e° cautiverio babilónico, a Daniel se
edades, hasta la se rn m / mundo desde su tiempo y a través de las
serán los s . i ^ i a venida de Cristo Jesús. Las naciones,, que
Danieí como <‘h ^ ^ » ? ? ~ ^ ^ ^ a—--s-^Lerpu^-representadas .a
sobre el puebl?"de n ; * o* U°a eJercería un significante impacto
los hombres.
__ El ^profeta*/ n “ P‘l¡"
eta de Dios de“Estas
dice: redención Para
cuatro ,as almas
grandes de
bestias
S jm j^ m o rey es qu^ e levantarán enTTT,;.Vra - y n l ^ r T T ^ E T
tjSjL —• La cuarta bestia será un cuarto reino en la
7“ * —r ^ -L£££fite de Io,s otros reinos, y á"toda la tie/adevorará,
aplastara y despedí ---------- -------------------
El siervo de Dios no sólo nos dice en qué consiste el nombre bestia,
sino m íen nos da algunos rasgos identificadores de ‘la bestia’.
aramente Daniel está usando una bestia para señalar un poder
P.°i ídiL0 ° una nación. Éi también nos dice que en algún tiempo la~~
bestia gobernaría a toda la tierra con lina póliza de crueldad v
íun^ El sigue diciendo: “Daniel dijo: "Vi en mi visión de noche
que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar. "Y cuatro
.gandes bestias, diferentes una de la otra, subían del mar.” (Dan.
hemos identificado a las bestias como poderes políticos
Daniel dice que los vientos del cielo lucharon sobre la mar Y / q u é
significan los vientos y la mar? Isaías contesta: “¿Ay! Multitudde
m ch o sj^eb lo s como, esajgmIM sLmar. R e ^ m b ¿ _ 5 ^ k ) n e s
^m g rugido de muchas apua^Los jueblog harán estrép¡f3Tomo el
Paqii^o^e muchas aguas. Pero Dios los reprenderá ' v
^ S ! ^ ! H ^ nÍados cjunoj;I l a m o ^ T ^ J ^ Í g ^ n(^ ^ p ^ enra?-ieJOS’
gj polvo ante el torbellino.”^Isa. 177Í2-13)J) - — ento’ como
Daniel, al igual que Isaías, describe a<jí
naciones mientras ellas Juchan ^d^Srtfincia y luchaentre
Primen, i s a f e a S qué
leoncon alas de águila. El profetiza- ^“"r a menc,°na es un
leóq, y ♦<=*»i« alas__de águila Mientras un
arrancadas, fue levantada de la tierra v m,raba’ sus alas fu e r ^ T
«unen, de hombre y J, lúe d o S i *deJLhombi
a dcorazón
dado
^U
V-
gjgSrLg. (Dan. 7-4)]
33
Pn,retirando m emo nl cautiverio «lo Judá mediante n„|.U„ni„
i mibü dc nu guarní». c t|0„lril , * c>
pivl'dii Jeremías tly '• ' . , 11S0J (1I Uerrn T ! C,?U,“
unciónos III» Hilt**'" <'° 8 | !' . I ... ÍVN ' 1118 t'lit'iulcs
uiiodnrAii on niiim» y hi" linbil'H"i-H. (ijci... 4:7Q El sigue; «1m ¡wü‘
^ ¡¡c n iig o i,vim/n c u m y huh eu ros como m,h„mlu, ¿
i- i.» cii< caballos que águilas. iAy de nosotros non
simios m ulossuco!" (Jor. 4; 13). Otro prolol» de Dios I» lmt0¡¡*
„„u ,-l,„o.
m,\o (.|uro “Y toda
toil» esm
esta tierra quedará desolada,
' r — ;....... en espumo. YcstlK
...........» — Y e,,"
Unciones serví, A" «I rey de n u b i l " " » ! " ■ « » "
minera bestia del sueno de Daniel inuies lonaWeinente ulcntirica a
la nación de Babilonia, a la cual ti y el pueblo de Israel fiicron
llevados cautivos en el arto 006 a. C. Dante luego ve otra bestia
nación) luchando contra la primera bestia. La segunda bestia era
sonrojante a un o so .. (Dan._7:5).
F1 profeta Isaías no sólo profetizó que el pueblo de Dios iría en cau­
tiverio a Babilonia; sino que también sería librado por los persas. ¿1
registra: “Que digo de Ciro: Es mi pastor, cumplirá todo lo que
quiero, al decir a Jerusalem Serás reedificada; y al templo: Serás
fundado.". . "Así dice el Eterno a su ungido, a Ciro, a quien tomó
por su mano derecha, para sujetar naciones ante el, y desatar lomos
de reyes; para__abrir ante él puertas, puertas que no se
cerrarán:”(jísa. 44:28; 45?l)!)Exactamente como fue profetizado, la
historia testifica que Ciro, rey de Persia, conquistó el reino de
Babilonia y otorgó al pueblo judío su liberación de ese cautiverio.
La libe-ración dada por el decreto de Ciro permitió que los israelitas
regresaran a Jerusalén y reconstruyeran su templo.
El escriba Esdras dice: “En el primer año de Ciro rey de Persia, en
cumplimiento de la Palabra del Eterno dicha por medio de
Jeremías, el Eterno movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, quien
mandó pregonar de viva voz y por escrito, por todo su reino, este
decreto: “Así dice Ciro, rey de Persia: El Eterno Dios del cielo, me
a a o todos los reinos de la tierra, y me ha mandado queJc^dL
ique una casa en Jerusalén, que está en Judá.” ” (TEsdr a í l f l j >
n i?¡’i r(iy .^e ^ crs*a» en su intento de conquistar el reino
Eúfr'in»«a¡ mStrUyÓ a Su 8 eneral Darío efue desviara las aguas del río
El Eúfritf^ ?l.,rso natural que atravesaba la ciudad de Babilonia.
u„a ba f h : , í nd° S¡do diferido de flujo normal dejando as,
di BabMon ? ’ PCrmítÍÓ que el ej^ c ito de Darío entrara a la capital
las compuertas"1, ^ dc.lec,ud°- El entró a la ciudad por debajo *•
ompuulas sobre tierra seca, desde donde el río Eufrates i*
S Ijf
í

desviado. Ese acto determinó la captura de Babilonia por los medos


y los persas,
Daniel dice: “Esa misma noche fue muerto Bclsasar, rey de los cal­
deos. Y Darío de Media tomó el reino, cuando tenia
años.” (Daniel 5:30. 3 IV Los medos eran vasallos de los persas,
parió, el medo, estaba actuando bajo la autoridad y dirección c
Ciro» rey de los persas. Es así claramente establecido que laseguni a
h^tia (nación) del sueño de Daniel, representada por el ° s(V2B^_Í3.a. _a
Jnás que el imperio de, los medos y los persasT l ¿Thistoria registra
que el año en que los persas capturaron Babilonia fue el 536 a. •>
exactamente 70 años después del cautiverio de los israelitas por os
babilonios. Las declaraciones proféticas de Isaías y Jeremías se
realizaron a la perfección.
La visión de Daniel continúa: “Seguí mirando, y vi otra bestia sem e­
jante a un leopardo, con cuatro alas de ave en su espalda. Tema
cuatro cabezas, y le fue dado poder.”|(Dan7^7!§j3i,Cuál fue la nación
que conquistó al imperio Medo-Persa? El registro histórico es
innegable. En la primera mitad del siglo cuarto a. C., el conquistador
y regente griego, Alejandro el Grande, realizó varias invasiones en el
Imperio Medo-Persa. Finalmente, en el otoño del 331 a. C., él
derrotó a Darío III, rey de los persas en la Batalla de Gaugamela
(comúnmente mencionada como la Batalla de Arabela). Esta victoria
completó la conquista alejandrina del mundo de esa época.
Alejando el Grande logró esta hazaña a la tierna edad de 32 años. El
no vivió mucho tiempo más para disfrutar los resultados de sus va-
; lientes victorias. Él fue plagado de enfermedades incluyendo m alaria
y fiebre tifoidea. En una celebración en Babilonia que él ahora go­
bernaba, en el palacio de Nabucodonosor II, Alejandro entró en un
estupor de borrachera. Él nunca se recuperó de su borrachera. Y eso
; resultó en su muerte.. Alejandro no tenía herederos que asumieran la •
v gobematura de su reino según era costumbre de esa época en que
vivió. No hubo nadie que siguiera con su legado como él había he
cho tras la muerte de su padre, Felipe de Macedonia. En sus momen
JOS de muerte, sus generales le preguntaron* “;A i ^ ■ ,

| S s ^ eStÓ: AI mejOT’ 31 máS Y eS0 fue exactamente


de' S a n d r o , irrumpió mucha l„ ,h •
entre sus principales generales. Cuatro de sus í e n , , ha lnterna
tolomeo Lagus, Seleuco Nicator, C a ssa n d m Y r ^ más fue«es,
> y Lisimaco, dividie-
ron entre sí el imperio. El leopardo con cuatrojilasy cuatro cabezas
según descrito en el sueño de Daniel({D¿UÚ.y ^^I^acertadamente
describe la rapidez y habilidad con la cual Alejandro el Grande con­
quistó al mundo. También es una adecuada descripción de la sub­
siguiente repartición del imperio entre os cuatro generales más
fuertes de Alejandro. La profecía de Daniel tocante a la tercera bes­
tia (reino) es así perfectamente cumplida.
Al proceder Daniel con el reporte de su vision, el describe a tecuar-
ta bestia. Nos dice así: "Seguí mirando_la_vision de la noche, y vi
'u m '^ arta_besüa7 ^ ^ a n ^ a ^ e m y ^ y j r m y ^ fuerte. Tenía grihdeT~
dientes de hierro. Devoraba,jdesjrozaba y pisoteaba lasjsobrascon
s^TmeTEra muy diferente d eto d asjas b^süas_anteriores, y tenía
diez cuernos.”) (Daniel 7:7)í>Unos tres anos después Dios nueva­
mente dio a Daniel una visión de la cuarta bestia que gobernaría al
mundo hasta la segunda venida de Cristo Jesús. Cito del registro
inspirado: ‘‘En el tercer año de reinado del rey Belsasar, se me pre­
sentó una visión, a mí Daniel, como la que primero se me presen­
tó.” (Dan. 8:1). Aquí es claramente indicado que el segundo sueño
de DanieFse relacionaba con el primero. Sin embargo esta vez sólo
dos bestias son descritas. El profeta registra: “Alcé mis ojos y vi un
camero junto al río. Tenía dos cuernos altos, uno era más alto que
el otro; aunque el más alto había sido el último en despuntar.” (Dan.
8:3V. "
Luego Daniel vio otra bestia (nación^) viniendo contra el primer
reino, el carnero. Él dice: “Aquel camero que viste, con dos
cuernos, representa los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío
es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el
primer rey. (Dan. 8 :2 0 , 2 1 ). Después Daniel vio un cuerno
pequeño (nación joven) surgiendo de uno de los cuatro vientos [es
decir, desde el occidente]. Finalmente se hizo más fuerte y
poderoso que el camero y el cabrío. De este reino Daniel escribe:
De uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho hacia
e sur, y acia la tierra hermosa. Se engrandeció hasta el ejército del
cíe o, y echó por tierra parte del ejército y de las estrellas, y las
el e e<t* Un con*ra Precipe del ejército se engrandeció, y quitó
cailQ n *,nu<?’ ^ ^uSar de su Santuario fue echado por tierra. A
entrepaHnc a P ^ var*cacinn, el ejército y el continuo le fueron
hizo." (Dan. &9 °1 T>°r 1& verdad> y prosperó en todo lo que

Al ver Daniel la obra de este cuerno pequeño (nación), sin entender


completamente su sionT
la plena interpretación Y . 0’ el án8c>Gabriel r,„.
es el rey de Grecia, y e U u c n .r ' 10' Danicl dice: a darle
Enmerrey. Los p ife S ^ d P
presentan cuatro reinos a> *
el mismo poder.” (D am 8 :2 i, 22). 3 nación’ Pero no Lndráñ
Gabriel revela a Daniel más d eu m » ..
del reinado de ellos, cuando los rebddTsV' CUart0 reino. “A! fin
maldad, se levantará un rey altivo de rnst C8UCn al colmo de la
su poder se fortalecerá, pero no con s u nron- ? eS,ro en ¡"«gas. Y
des destrucciones, y prosperará Y destruirá Causará gran­
de los santos.” ÍDan. 8: 23 241' S fi’ertes y al P“«*lo
Los sueños de Daniel, el segundo confirmando y expandiendo sobre
el primero,
e, f— >predijeron
f* ” .11 los ejerce-
'OS reinos que gobernarían al mundo y ejerce-
rían un significante impacto sobre el pueblo de Dios y Su plan para
la redención del hombre. Hemos claramente iden ti f i c ó ajas pri-
meras tres be_stias (reinos) de Daniel 7 _como sien d o ]lj Babilonia'
(2) Medo-Persia
Medo-Persia (3) Oreria TamV»í¿n
Grecia^Tam bién hemos identificado ilas a ''
’1* dos
bestias (reinos) de Daniel 8 como tambiérTsierida-Medo-Persia y
Grecia. Estas naciones, comenzando con Babilonia, sucesivamente
conquistaron a la otra para llegar a ser el poder gobernante de su
época. Cada cual conquistó más territorio y dominó más personas
que la precedente. Babilonia gobernó desde 606 a. C. hasta 331 a.
C. Fue seguida de Medo-Persia, que gobernó desde 536 a. C. hasta
331 a. C. Medo-Persia fue conquistada por Alejandro el Grande. El
imperio griego se extendió desde 331 a. C. hasta aproximadamente
168 a. C. Estos son los documentados hechos históricos.
Pero ¿quién es la nación que los siguió? ;rQué naciónjssJo^cuartg_
bestia de Daniel 7. y el rey de feroz semblante, y_el cue™ pequeño
del capítulo 8 de Daniel? Siendo q u e ^ u e ñ o J ^ a n j e L T
¿i&ígnte con la visión de Daniel 8 , erUoncgsJasjiafil^ r ¡ r --r
por estos símbolos también deben seMdénticas.^ q s je g is x ^an
tt^ -e_histnrírns to c an tea Babilonia, MedqjYersia^y. _ _ ~*-
-Sido mudablem ente establecidos,
popular enseñanza católico-romana, adoptada P°r ^ Antíoco
ria de maestros cristianos, es que el ‘Cuerno Pequeño « A » h|s_
Epífanes. Sin embargo, la razón, el seinudo conru , y que
íúrico, firmemente dictan de otra forma. La p grande.
Medo-Persia sería grande. Luego dice que G reca sena muy g
El Cuerno Pcqucflo, que surge después de Grecia, dice Daniel . .
extremadamente grande. Aquí tenemos cuatro hechos históric ’ ^ la
destruyen la idea de que Antioco Ep.fancs es el Cuerno PeqUc> e
la profecía de Daniel: e
1. Para que el Cuerno Pequeño llegara a ser extremad
gnvu/e, tendría que conquistar mas temtono y gobernar más Pü "!c
que Medo/Persia (Grande) y Grecia (Muy Grande). Antíoco Enir'0
nes fue uno de los veinte y cinco pequeños reyes que surgió de
Dinastía Seleucida, una de las cuatro divisiones del dividido imn **
rio de Alejandro el Grande. Esa área es ahora conocida como la mo
dema Siria.
2. La profecía dice que el poder del Cuerno Pequeño se enfrentaría
contra el Príncipe de príncipes (DanieL.8.25). El Príncipe de prínci­
pes es Cristo Jesús. (Apoc. 1:5; 17:14; 19:16). Antíoco Epífanes
murió cerca del año 164 a. C., mucho antes del primer advenimien­
to de Cristo Jesús.
3. Daniel también dice que echaría por tierra el santuario y la ver­
dad i D a n ^ ^ H J ^ } . Los que señalan a Antíoco Epífanes como el
Cuerno Pequeño concluyen que la profanación de Antíoco del tem­
plo judío en Jerusalén cumple esta profecía. Pero en vista de que el
Poder del Cuerno Pequeño se levanta contra Cristo Jesús, el Prínci­
pe de príncipes y Príncipe de los ejércitos, esa afirmación debe ser
falsa. Pues el santuario siendo aquí mencionado no podía ser el
antiguo santuario israelí, sino el santuario celestial donde Jesús
se sienta como el Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-17). La verdad
siendo echada a tierra simboliza que Cristo Jesús es nuestro Único
Sumo Sacerdote y Mediador entre nosotros y Dios. (Ia Tim. 1:5).
4. Si Antíoco fue el poder del Cuerno Pequeño que llegó a ser ex­
tremadamente grande después que del imperio mundial de Alejan­
dro el Grande, ¿por qué sería obligado a pagar impuestos a los ro­
manos según es dicho en la Encycolopedia o f Religious Knowl­
edge? “Encontrando sus recursos agotados, él [Antíoco] resolvió
entrar a Persia, para imponer tributos y colectar grandes sumas qn?
había acordado pagar a los romanos ”
El Poder del Cuerno Pequeño, que surgió del mundo occidental, y
a cual Antíoco Epífanes fue obligado a pagar tributo, debe ser un
entidad más grande y poderosa que no sólo Alejandro el Gran­
de. Esa es sólo una entidad que encaja con la descripción en ca
particular, y que ciertamente es el Imperio de Roma.
CAPITULO 5

La Abominación Desoladora
Después del dominio mundial de Grecia, y la división del gran im­
perio de Alejandro mediante sus cuatro generales más poderosos, la
historia registra el rápido surgimiento de una pequeña y aparente­
mente insignificante tribu surgiendo de las riberas del Río Tiber.
Salió con rapidez y poder para volverse en el poder dominante del
mundo en menos de 200 años. Abundan leyendas tocante al origen
y años formativos de este poder. Lo que no se duda, y tampoco es
leyenda, es el surgimiento a la grandeza mundial y el dominio. Se­
gún la Palabra de Dios, ese reino prosperará, su carácter será trans­
formado, y luego gobernará nuevamente al mundo en los postreros
días de la historia terrenal. Su resurgimiento al dominio mundial
[Apocalipsis 13:3: ‘herida mortal PIJE FIJE SANADA’] durará
hasta la ségunda^venida de Nuestro Señor y Sal vador_Cristo-iesús.
Mientras surge al poderuni versal, ese reino impondrá su marca, de
autoridad .sobre todos los hombres en el planeta tierra. Todos se
someterán a su autoridad, excepto los que-mediante la fe reciben el
sello de autondad del Dios de la creación, y tienen sus nombres es­
critos en Su libro de vida. (Apoc. 13:8).
El profeta Daniel, en Daniel 7:7, (antes citado) describe una nación
que no fue semejante a ninguna otra, y con inmenso poder militar.
Conquistó a todos los otros reinos anteriores para ascender a la go-
bematura mundial. Se movilizó con rapidez, crueldad y determina­
da ferocidad para aplastar sus oponentes y controlar a su conquis­
tada presa. De igual forma, en su visión de Daniel 8 . el profeta se
refiere así tocante al mismo reino: “De uno de ellos salió un cuerno
pequeño, que creció mucho hacia el sur, y hacia la tierra hermo-
. sa ” (Dan. 8:9T La evidencia histórica apoya el hecho de que el im­
perio romano fue el poder dominante que surgió después del impe­
rio griego. Roma [Imperial] extendió su poder hacia el sur (Egipto),
bacía el ormnteXMacedonia)^yJiacia^lá^‘tierra gloriosa^ (Palestina).
Ningún otropoder acuerda con esta descripción.
Los rasgos de la cuarta bestia son sinónimos, en cada particular,,
con una entidad y sólo con una. Esa es el Imperio Romano, primero
en su forma pagana y luego en su forma papal. Es la única nación
Qug surgió del anonimato_para gobernar al mundo con una poderosa
P wno P°r tie 600 aflos. Roma ciertamente crecí/
vnonte grande y se lanzó contra el ‘‘Príncipe del JL l[*trcfnaila.
Jesus.’’ I'ue el Imperio Romano, en su forma pagana ^ s to
lt>eó u nuestro Salvador y destruyó cl templo judio. Fn*Cn cruci*
papal, hizo que el santuario celestial fuera ‘echado p o r^ f°r,ma
.instituir un sistema de sacerdotes terrenales en sustitución T™' al
[tro Sumo Sacerdote Celestial, Cristo Jesús. La historia tcstif *nUes’
el Imperio Romano surgió después del imperio griego para'Tu 116
nar al mundo con mano de hierro. Roma Imperial es, sin ducf ^
[reino que siguió al reino mundial de Grecia. a’ e*
La historia del pueblo romano puede ser trazada a más de looo
años a. C., y fueron sus avasalladoras victorias en las guerras púni
cas, culminando en su conquista de España, África del Norte, Gre
cia, Asia Menor, y Egipto, lo que estableció a Roma como un impe­
rio mundial cerca del año 149 a. ,C. Esta es la nación presentada en
el sueño de Danie^7/7, y su visión de Daniel 8:9, citado antes. Las
conquistas de 'koma Imperial fueron magnánimes. El profeta las
describió acertadamente. Cualquier desafío a su supremacía era ve­
lozmente subyugado. Toda oposición a su autoridad era erradicada.
El fuerte brazo de su legendario poderío militar no tenía rivalidad.
Daniel sigue su descripción de este poder: “Mientras yo contempla­
ba los cuernos, vi que otro cuerno pequeño subió entre ellos, y de­
lante de él fueron arrancados tres de los primeros cuernos. Este
cuerno tenía ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba
con gran arrogancia." (Dan. 7:8L El repite esta serie de eventos en
su visión de Daniel 8 . El dice: “Se engrandeció hasta el ejército del
cielo, y echó por tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pi­
soteó. Aun contra el Príncipe del ejército se engrandeció, y quitó el
continuo; y el lugar de su Santuario fue echado por tierra. A causa
de la prevaricación, el ejército y el continuo le fueron entregados.
Echó por tierra la verdad, y prosperó en todo lo que hizo... "Al fin
del reinado de ellos, cuando los rebeldes lleguen al cohnojfeji-
maldad, se levantará mTirey altivo de rostro, maestro en injrigasjjf
su poder se fortalecerá, pero nojeon supropia fuerzaTCausará gran-
des destrucciones, y prosperará. Y destmiraTa los fuertes y al
de los santos.” (DaliT O 0-12T23-24V
En ambos reportes, Daniel está describiendo un cambio en la natu­
raleza de este reino. Se trata de un cambio de su naturaleza nu ita
rista hacia uno de naturaleza religiosa. Esto es especialmente cíe o
y correcto tocante al I
de un poder mundial ^ f Cr,° Ro,uano i * *
en su ép oca, es innegable h^ ' a ,a reIi8 i ^ 'd o 0rn’l,ción de r
•‘Cuando la cristiandad conquis ó í ? ' " 4 ' Win' d "'0 d(d « C u,
dCa ,S T T 8 r a' eI y vestf”"10' la ««n-fc, Cscr'h"
::„trdotde
despliegue de
terna en la nueva religión> y £ c a tiv a Rnm^™ " com° aangré ma
tador. Las nen d as y habilidades de gob ernó fi^ 0 3 Su co«C~-
impeno m onbundo a un Papado fuene e Z C C ' T das por
espada fue recuperado po r la magia dé la n S P° der de la rota
ejércitos del estado fueron reemplazados nor C Consoladora- Los

romanos; y las provincias en revuelta, aceptando el ’ ,


nuevamente reconocieron la soberanía de Roma. La igle a coTlá
sombra de la autoridad antigua como respaldo, fue el único símbolo
que quedo de la Roma imperial. Su obispo, el Papa de Roma fue el
único recurso de la ciudad en busca de liderazgo y protección. El
Imperio Romano_en Europa sería reemplazado_por el imperio espT-
ritual, que al igual llegó a ser temporal~ciivol:elFante señor fiie el
obispo de Roma.” (Caesar and Christ, pág. 672).
A desemejanza de los previos reinos mundiales (Babilonia, Medo-
Persia, y Grecia), gj Imperio Romano no fue conquistado por otro
poder mundial. Sólo cambio su estructura de paganismo a papismo.
Esto es lo visto por Daniel al informar sobre la cuarta bestia que tie­
ne diez cuernos. (Daniel 7:7,8). El Imperio Romano pagano alcanzó
su cima en aproximadamente el cuarto siglo d. C. Como a este
tiempo, com enzó a perder su control militar y político sobre las na
ciones del imperio. El descenso del imperio se llevó tiempo y lu­
cha, cesando casi en la fecha de 476 d. C. Al dec mar ®
pagano, la iglesia se hizo cada vez más poderosa, eventualmente
tomando control del imperio en su forma religiosa y pa .
riador Alexander C. Flick dice:
iinpoco más que el bautizadoIm peripR om a ^ sorpresa, por
maHa al igual que convertida^J< o_ñje^untg__^ g Ja
tanto, encontrar que desde elpnmero^hasta q cq _ th e3Medieval
había experimentado muchos cambios. C---------------
Church^pág. 148, 149). . . a re_
7Los
-------------- -- -----------------------^
recursos, y atención, del ímpe
imnerio ahora estaban dingidos a re
mente cllns dividieron id imperio en diez divisiones, conectadas
flojamente con la monarquía imperial. El imperio fue eventual-
J ............ . .. i _vr In mitsin oc cid e n ta l

guante estructura pagana militar. Tales desarrollos permitieron


mayor independencia política de aquellas tribus abarcadas por el
Imperio Occidental. Lo que los mantuvo juntos fue la floreciente
influencia y autoridad de la iglesia. Lo que el poder militar y Ja
estrategia política no pudieron lograr, la religión de la iglesia lo
logró.
En seguida se encuentran esas tribus con sus correspondientes nom­
bres: Visigodos - España, Lombardos - Italia, Anglo Sajones -
Inglaterra, Francos - Francia, Alamanos - Alemania, Burgundios -
Suiza, Suevos - Portugal, Hérulos - Desarraigados, Ostrogodos -
Desarraigados, Vándalos —Desarraigados.
Aún mientras estaba menguando el poder militar de Roma, y su
fuerza política desintegrándose, la creciente iglesia poderosa prove­
yó el pegamento que sostuvo juntas a las naciones. Esa pega era la
religión. Desde el tiempo cuando la supuesta aceptación de Cons­
tantino del cristianismo, a tempranos del Siglo jV^ la religión pura
de Cristo fue amalgamada con prevalecientes y acostumbradas
prácticas religiosasliaganas, Esta mezcla de cristianismo y paganis­
mo fue promovida por el uso del restante poder militar de las indi­
viduales tribus. Los delanteros en apoyo de la iglesia y su religión
fueron los francos y su rey, Clovis. De las diez emergentes tribus
del anterior imperio unificado, tres —Hérulos, Vándalos, y Ostrogo­
dos, se opusieron a las enseñanzas y autoridad de la floreciente igle­
sia. Ellos siguieron el liderazgo de Arrio, un obispo de Alejandría,
Egipto, quien rehusó aceptar, entre otras cosas, la enseñanza de la
iglesia sobre la Trinidad y la Divinidad de Cristo.
Por estos motivos, esas tres naciones fueron desarraigadas por la
ig esia, utilizando la fuerza militar de quienes acordaban con ella y
estaban bajo su control. Eso es representado por el reporte de
Daniel tocante al cuerno nemmñn ^cdrríiioó los tres cuernos
jjjis, st^u^ JLJ^uJIP^J eportes, que no seguirían sus enseñanzas de
la salvación
" sólo PMede
r T r r ^ ^.obtenerse
iw r „ “ _ m _: ediante
.. ., y no—_r~-
ella, me
leSll* «pm'in __ _ ~ , ----,-----------
djatit9 \Crísto Jesússegún es enseñado' en la BibliáJT %
--- --M *------ -~-

£1 emperador Justiniano, habiendo hecho que se reescribieran las


leyes imperiales (Justinian Decree, 5 3 3 d. C.) para acomodar jd
£re£ÍePlg. poder de j^ ig l^ i^ fm a lm e n tg entregó pleno y completo
CgntroLa.,ella_.en_ese mismo año. JEsto marcó la transferencia de
Rorna Jm perial a Roma Papal^ actualmente llamada el^Papado, Lo
que los Césares no pudieron lograr mediante fuerza militar y
artimaña política, fel^Papado lom-ó a través de la fuerga de religión
apóstata — la reunírica^iSn delasTmciónes delEuropa Occidental.
Daniel detalla los movimientos y desarrollo del cuerno pequeño (el
Pagado^: “También quise saber más acerca de los diez cuernos que
tenia en su cabeza, y del otro que había subido, ante el cual habían
caído tres. De ese mismo cuerno que tenía ojos y boca que hablaba
con mucha arrogancia, y parecía mayor que sus compañeros. Vi <jue
este cuerno combatía a los santos y los vencía, hasta que vino el
Anciano de días, y pronunció juicio en favor de los santos del Altí-
simo. Y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino. . . Hablará
palabras contra el Altísimo, a los santos del Altísimo quebrantará^y
tratará de cambiar los tiempos y la Ley. Y serán, entregados en su
mano por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.’^D an. 7:20-22,
" ~ ~ ~

q u í^ s t^ ffc s u m ^ ^ ^ fa a e s c n p m ó n profética y registro histórico


del cuevtiq pequeño, el Papado que surgió del dividido cuarto reino,
1Imperio Romano.
Desarraigaría a tres de los diez cuemos/naciones de la
dividida Roma. (Dan. 7:8).
Tendría un dirigente, un hombre que habla como su vocero
y posee autoridad sobre ella. (Dan. 7.8, 20).
Sería desemejante (diferente) de los otros diez cuernos.
(Dan. 7:24).
Perseguiría al pueblo de Dios, (Dan. 7.25),
Hublaría grandes palabras (blasfemias) contra Dios (Da
7:25). 3n'
Intentaría cambiar la ~Di°s- (Dan. 7:25).

Estps mintps idfMitificqdorcs ^^cL^c*on^P..^°n-UiL§olojK)dcr — r .


Iglesia/Estado Romana. Agtualmente es cjonocida como el Papado
Está~esla “BESTIA.” Ella es, según sostenían
protestantes, el poder anticristo mencionado en profecía bíblica
Esto es quizá espantoso, pero cierto. Tanto el registro histórico y ia
profecía bíblica confirman este hecho. Debe notarse atentamente
aquí que la mencionada caracterización no se aplica a las decenas
de millones de personas piadosas que sinceramente creen que sir.
ven a Dios al formar parte de esta organización. Estamos hablando
del sistema y jerarquía cuya existencia se conforma con los hechos
históricos y la profecía bíblica.
La profecía de Daniel complementa perfectamente la caracteriza­
ción dada por Juan el Revelador: “Y me llevó en espíritu al desier-
to. Allí vi una mujer sentada sobre una bestia escarlata^ que tpnía
siete cabezas y diez cuernos, y estaba cubierta de nombres de
blasfemia.” (Apoc. 17:3). Juan, como Daniel, habla del elemento
blasfémico conectado con este poder. Blasfemia es un término reli­
gioso. Implica el hablar contra el Dios de la creación, o preten­
diendo asumir las prerrogativas de Su oficio. Por ejemplo, en­
contramos que Jesús habiendo sanado a un hombre de su condición
paralítica, procedió a perdoñaFsüs^ecados. Lucas reporta: “Enton-
ceslos escribas^yTos^F¿nseos~empezaroirFpensar: "¿Quién esesté
que dícejblasfemias? ¿Quiérf puede perdonar pecados sino sólo
feio ir (Luc^5:2 1 ). Desde~Iüegó7Tesüs~no estaba hablando blasfe­
mia. Él ciertamente era Dios en la carne. Por tanto el privilegio de
perdonar a los hombres los pecados es exclusivamente suyo. La
idea de pretender perdonar a otros hombres sus pecados es la pre­
rrogativa de Dios, y sólo de Dios. Jesús también declara: “YojL
Padre somos uno.” (Juan 10:30). Los judíos reaccionar^.ajL®?[:
mación de Jesús al levantar piedras para apedrearlo a niuer^^O^
j ug su motivo? Juan dice: “Yo y el Padre somos uno.” (Juan 1 0 *
Pero la iglesia sobre los siete montes enseña: “El Papa no sólo es d
I
representante de Cristo Jesús, sino él es el Mismo Cristo Jesús,
condido bajo el velo de carne.” (The Catholic Standard,
f!895). Ella sigue diciendo: “Cuando el Papa es coronado, se

cuerda que él es el padre de n '
premo del universo; y sobre lnnC.,PeS’ y reyes’ y el 8 obei™nte su-
nucstro Salvador, y el Gnh„m . , el vicario dc Cristo Jesús
Dictionary, Lucius Fcr a i T T " d ü ” [Ecclesiastical
tocante al sacerdocio calóYirn- ° lese tambi¿n esta declaración
mismo Salvador, cuando, al d e c i r f S!íe"e el lugar del
él absuelve del pecado aunn te absolvo (A ti absuelvo),
quiere toda la omnipotencia de Din! p T " U" S°!° P°Cado re‘
hacer mediante Su omninotenHa i CI? 0 que so 0 Dios Puede
‘ego te absolvo a pecatis^uis’” r h t Sacerdote Puede hacer al decir

p árdete 3en 'rtedr tmf S’ 3 S° bre los siete montes dice: “Así el
sacerdote, en cierta forma, es llamado el creador de su creador. El
poder del sacerdote es el poder de la divina persona; pues la tran-
substanciación del pan requiere tanto poder como el de la creación
iel mundo.” (Ibid., pages 32, 3 3 ).

Uno casi no puede ser más blasfemo que eso. Tal es la naturaleza
de la bestia. Estas son las pronunciaciones de la Iglesia de Roma.
Juan continúa: ‘‘LaJbestiajque_vLera semejanl£_a.-un.leopardo^sus
pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio
su poder, su trono y gran autoridad.” (Apoc. 13:2). Aquí Juan está
describiendo al Papado como teniendo los rasgos religiosos y en-
camando las prácticas de los poderes gobernantes mundiales que le
precedieron.
Viendo retrospectivamente por la línea profética, Juan ve al poder
romano, en su forma papal, como poseyendo y practicando las pó­
lizas, creencias, y dogmas de Grecia (el leopardo), Medo/Persia (el
oso), y Babilonia (el león). Estas fueron las naciones que goberna­
ron, en orden de reversa, antes del Imperto Romano (Dao.-L4-7).
Daniel también confirma este hecho. El dice: “A las otras bestias se
les había miitado su poder, aunque se les concedió una prolonga-
c T ó n d e v id a h a sta c ie rto tiempo.” (Dan 7:12). E jio tm sjah b m s,
p nnH y Juan están diciendo queJg_elémentos r e l i g i o s o ^

rTTT— í r r r ññáír~ V finalmente amalgamados _en el ej^adp. u e


-------* 11 ■ eTnbargo, es que Juan no sólo declara que todas
mayor sorpreasm ^m b mundiales residen e,
las atom .nac.ones de I Vs
u po t o ^ t o n d a j .
Papado; j i ^ n T L ^ r a c . ó n dice: “Y fue
T E ¡J T Sr ' - ^ r S r d r a g ó n r i ^ rpiente antigua, q u e j e j a m a
lanzado fuera ese gran & > _r , _, F nrmiado a la
, r „rn. irrH«Hos con él.” (Apoc. 12:9)
tierra sus anudes ft*gS S g S ¿ 5 553—
- -J-1! ■ Rihlia obtiene su poder y autoridad del mis-
E1 Papado, explica a ^ S‘a’tanás, todas sus artimañas son sino
mo diablo. Al igual que ‘dise- adas para usurpar la autoridad
obra maestra del engai ’ [qs hombres. Procura recibir la adora-
de Dios en los corazón - p jos merece. Al seguir describiendo a
ción de los hombres q ^ sus cabezas parecía herida de muer-
csa entidad, Juan ic • ^ sanada< y toda ]a tierra se maravilló, y
te, pero su herid ^ a, dragón que había dado autoridad a
siguió a la b • bestia, diciendo: "¿Quién es como la bes-
ia ; u¡/n p o l luchar contra ella?" (Apoc. 13:3,4). La herida es,
por lo menos en parte, una obvia referencia a la p a n Reforma Pro­
testante. E]moyMeiita deoposición, basado en laB ibha¿dingido
nnr el Esnírítu Santo, presentó un desafio formidable al reinado uni-
W ^T del^pado con sus tradimoñés paganas yespunasdoctrinas
religiosas. Con mayor precisión, sin em bargólaJl^nda jriortal se
"relíere al desmantejamiento del Papado bajo Napoleón Bonaparte.

I El año fue 1798. Napoleón, totalmente disgustado con el dominio


de la iglesia, y resuelto en conquistar al mundo, envió a su más
hábil general, Louis Berthier, a la ciudad de Roma. El entonces
Papa gobernante Pío VI, fue llevado prisionero por Berthier y exi­
liado en Valencia, Francia donde él (Papa Pío VI) murió en 1799.
n e ecto, lo que logró Napoleón fue la eliminación del poder
entíHnH ^ ^ ^aPad°- Él lo declaró como siendo sólo una
itílesia or,este acto»Napoleón neutralizó el poder de la
« I d l l E^ c t o c o nstituy6 la herida mortal - la
ro de manera sigilosa ^ ^ Pm d ^ '° eclesiástico- Lentamente, pe-
posición como gobernante H ^ i SC proPuso recuperar su perdida
hendajuejnanifcstado con j S naciones- El^gngm/e«/o deja.

^ ^ ^ n U f c l t a i ia Él fi ^^uerdo^con el pres iden te_ Benito


acuerdo esílamado El Tratad* ? ^Us mas ^ e^es y devotos hijos. El
Esa acción f ^^—^^tran
declararlo una nación e n ^ r f 331^ e* P0(*er político del Papado al
te carácter religioso i a J ’ GS<*e ^Ue8 °» siempre retuvo su aparen-
Sion; “Mussolini y ¿asn ^ ^ 3 Associoted Press encabezó la oca-
?n herllia de muchos nL ?»fl?llan.histórico Pacto Romano., ja *
tero, 1929,-dijo: “El asunt Astoria, apareciendo el 11 de fe-
0 romano esta noche fue algo del pasado
f0rm,‘l ,08rü dC CS'° h0y’
f ' An mediante dos notables h !S Ó n C 0 palncl° <1<¡ San Juan de
*-c He parte del Pnnn pi v . P,cniPp,e»ciarios, el Cardenal
^3olv Fmmanuel ílí ”Ppi ° w,’.^ Ministro Mussolini, de parte
d de fohrem icno^*!! a° ^ C.° ^ cm ^ ranc^sco Chronicle re-
p0110 Cf «ímnnHrt h i • i ^ ^Jar sus firmas al memorable do-
cUmellt0’ do la herida que ha ulcerado desde 1870, extrema
^rdialidad fue desplegada de ambos lados.”
Es asombrosamente notable que noticieros seculares, sin referencia
alguna so re profecía bíblica, usaron las precisas palabras de la
Biblia al describir el resurgimiento del Papado como entidad po­
lítica mundial. /.Quien puede jdudar_gue desdídese tiempo la Iglesia
(’atólica_se_ha^desarroIladoj-ápidamente hasta llegar a_serun dó-^
minante lugador político? Su influencia religiosa ha permeado cada
esquina del mundo. Presidentes y reyes, príncipes, primer ministros,
y hombres y mujeres por doquier, se postran en ciega obediencia y
reverencia ante el Papa de Roma. El finado Papa Juan Pablo II re­
presentó mejor este fenómeno mientras viajaba de país en país,
promoviendo un carácter del más confiable y piadoso líder religioso
en el mundo. El Papa Francisco continúa en el mismo sendero.
¿Quién puede olvidar esa muy~pubíicñda escena de tres presidentes
americanos arrodillándose ante el ataúd, rindiendo homenaje, a un
muerto Juan Pablo II? Cuán triste es que cristianos en todasjjartgg,
mientras pretenden que Jesús es su Salvador, están postrándose y
adorando al Papa de Roma como suJjgliflfJ
Como se indicó anterioniiente^reconocjja d o jt^ s u p u ^ a m e n te ^
sagrado del domingo es la definitiva señal de servidumbre ba[Q el—
Papa de Rom a. El apóstol Pablo nos recuerda: “Saludaos unos a
otros con beso santo. Os saludan todas las iglesias en Cristo. J R o -
ma 6:16). Adoramos a Dios mediante la obediencia a sus man-
T ^ íe
imientos. siis declara: “Si me amais,
Jesús amáis, guaruare.s
guardaréis ™
mis —Manda-
mientas-” ÍJuan 14J5). El sabio Salomon acuerda: Porque Dios
traerá toda obra ajuicio, incluyendo toda cosa oculta, buena o ma­
la.” ÍEcl. L2 : l 3
I ios nos ha dado sus Diez Mandamientos. E l exige qw: guard
todos. Esto incluye el guardar santo su día sabad° ’ p su I

«tulo. y su la. ;semana. Dios llama a su día sábado una señal e t y P


. -v, - ; ,v •'
blo
p'Q- íf v 0 1 . 1 7 1 Es el sello de su ey en que el pone su nompre,
tbx. 3 1 . 1 /)- ns 2n.g l l ) £ catolicism
■ ■ j
títnir, x, c . territorio de dominio, (bx. ¿u:»-_i ij-
___ ,, el poder del anticristo de la profecía bíblica desacuerda Con
romano,
eso. Él dice exactamente como Profctlzo Danic en 7:25, qUe
intentaría cambiar la ley de Dios
cambio
aítíofictsñx laprincipal fuente de enseñanza católica para sus feli­
greses, encontramos lo siguiente:
resunta: ¿Cuál es el día sábado? .
Respuesta: El sábado es el día sábado [séptimo día de la semana].
Pregunta: ¿Por qué observamos el domingo en vez del sabado? ^
Respuesta: Observamos el domingo en vez del sábado porque la
Iglesia Católica transfirió la solemnidad del sábado hacia el
mingo.
El Dios de la creación ni autoriza ni concede a ningún instrumento
humano la autoridad de cambiar Su ley. Tales declaraciones blasfe­
mas se encuentran en directa oposición a la Palabra de Dios, y por
tanto son manifestaciones del espíritu del anticristo que procura
usurpar el lugar de Cristo. Los hombres pueden tratar, pero es impo­
sible cambiar la ley de Dios.
(El atrevimiento de este poder ha llevado al Papado a hacer esta jac­
tanciosa pretensión. Ella [la Iglesia Católica] afirma: “Desde luego,
la Iglesia Católica pretende que el cambio fue una acción de su parte.
Y el acto es una “MARCA” de su poder y autoridad eclesiástica en
asuntos religiosos.” {Carta del Cardenal James Gibbons de Baltimo­
re). Ella sigue diciendo: “El domingo es nuestra MARCA de autori­
dad. La iglesia se encuentra por encima de la Biblia, y esta transfe­
rencia de la observancia sabática es prueba de ese hecho.” {The
Catholic Record, September 1, 1929). Además, el finado Papa Juan
Pablo II declaró en su carta apostólica de julio, 1998: “La celebra­
ción del Domingo Cristiano permanece en el umbral del tercer mile*
U10,;,C£m° Un e , e m e n t 0 indispensable de nuestra identidad^ristia-
«PC ÍL \ ° les Domini Section 30)

pirada iio Ü 7 ^ d° CSlaseñal de Su autoridad. Su Palabra ins*


e*a es la «T* * n\ngun concepto de un domingo cristiano, pu*¡
marca de su .aP°stasía El Papa dice que el domingo es la
Papa Juan Pablo II .pregu,nta es: ¿A quién estás siguiendo,
acuerden con la nr \ ®miüó una clara amenaza a quienes
raímente se esforzarán ° minical de su iglesia: “Los cristianos na
c m n á,° P.ara asegurar que la legislación civil respe
*“
*>'•*.'ux/ *f"i\":V iiL-4,
y'lrW
48 •
r-A x
S' c,“r°
¿1 ha hhecho
,l Ch,° .eS qUeAD
cnntn sól°
, ..Dios puede um,ei
hacer sumo
santo un aia.
día. m
El aia
día
el único día «ótv ^ *a actualmente llamado sába-
d°‘ 'ntpnta entablo 9 ^UC CS sant0, No yerren, esta legislación
ql,e 1 %rá I m n f ? ! domingo en sustitución del sábado de
píos, será implementada en todo el mundo. La Palabra de Dios
jo pro e izo. u vio ación será castigada mediante encarcelamiento
y muerte. La iglesia ha declarado que cualquiera que no obedezca
su decreto dominical será tratado como un hereje. Sólo se necesita
dar una mirada a su pasada historia para ver cómo los herejes fue­
ron tratados. Ellos fueron quemados vivos en la hoguera, descuarti­
zados en el porto, hervidos en aceite, y echados ante animales ham­
brientos y ladinos, echados a las ratas, decapitados en la guillotina,
y sujetados a otras diabólicas artimañas muy numerosas para men­
cionar, Tales actos caracterizan la conducta de la iglesia católica de
antaño. Ella no ha cambiado los dogmas que condujeron a tales
atrocidades. Ella no vacilará en hacerlas cuando terreno venta­
joso le sea concedido.
jContrario a su persona pública, la Iglesia de Roma no ha cambiado..
Ella encubre la mano de hierro de la intolerancia y la persecución
con el guante aterciopelado de la religión. Su espíritu de intoleran­
cia religiosa e insaciable deseo de dominio mundial son los apunta­
lamientos de sus metas y propósitos. Dice un historiador: “Que la
Iglesia de Roma ha derramado más sangre inocente que cual­
quier otra institución que haya existido entre la humanidad, no
será cuestionado por ningún protestante que posee competente
conocimiento de la historia. . . . Es imposible formar un completo
concepto de la multitud de sus víctimas, y es muy cierto que ningún
poder de la imaginación puede adecuadamente entender sus sufri­
mientos ” {History o f The Rise and Influence o f The Spirit oj
Rationalism en Europe, W. E. H. Lecky, Volume. 2, page 32, 1910/
ed
La declaración del Papa Juan Pablo en Dies Domini no es una ame­
naza vacía. Cuando el Papado nuevamente haya orquestado su sur­
gimiento a la gobematura del mundo, entonces todos conocerán la
verdadera naturaleza de la bestia, Entonces todos tendrán que
escoger. Tu elección tendrá que ser entrene! Dios d_e la Creación £
Su santo d íT ü b ad o (su quieri ffglgndg.
El final]
Tquizá más revelador rasgo de la bestia, es la caracterización que
/-y
Juan hace de su líder. Él declara: “Esto requiere sabiduría. El que
í
■w
númcro de la bestia, que es número
1
igenga entendimiento, cuen t■ y scsenta y seis.” (Apocalipsis
l e hombre. El número es seise
1 3 : 18). Ese n ú m e r o es 6 6 6 .
v ' , 1 .»' lo Papa, ¿1 es coronado con una triple coro-
Cuando alguien es clegii jog c¡ci0s arriba, en la tierra donde

I
na, significando su set o . dc ]a t¡erra. asume ci título _

vivimos, y ci E1 vicario del Hijo112


de Dios. El equivalente
V-5,1-l.C-100, A-0, R-0, M . V-5, S-
numérico de eseM,
titulo romano es este. 53
F-0,1-1, L-50, 1-1 ® 501
D-500, E-0,1-1 =
.666
Total...................................................
Cuán notable, el Papa es mencionado como el Vicario de Cristo.
Este titulo es traducido para significar: ‘Aquél que asume el lugar
de Dios en la tierra.’ Y ¿quién es la persona que Isaías menciona
como procurando asumir el lugar de Dios? (Isaías 14H2-17T El
profeta declara que es el diablo, el seguro anticristo. La identifica­
ción de ‘la bestia’ y su marca está completa, certera, e innegable.
Pero, los Reformadores Protestantes reconocieron este poder como
siendo exactamente lo que la Biblia lo declara ser, el poder del anti­
cristo de la profecía bíblica. Martín Lutero dijo: “Nosotros somos
—Ia convicción de que el Papado es la silla del verdadero y real
~>njLl0j. ’ ' PfrS211alll)cnte yo declaro que debo al Papa ninguna*
otra o
L enciaju^J^uedeboal anticristo. (PropheticFaith of
acueSif“Él’ f«ieR°y .Edwin Froom> Vol. 2, p. 121). Juan Wesley
siendo que él aifn ^ CS Cn sent^ ° enfático el Hombre de Pecado,
tanto él es tam h^!!,? extremadamente todo tipo de pecado. Por
^auaauo a muerta Ha í .----A ^1
oponentes como de lncontables multitudes, tanto de sus
Bor encima de «odo quien se exalta a si m
jsrpo
i?'%^í*Len¿o.eJmás pquees adorado. .jg *
fí“í^LsJ ¡ ! í l pertenecen pretendiéndolas jjreiyo-
Amoí/oíTrxci.r. -m—.— - ül° a [Dior'P (Antichrist and
gunas personas nos ' *^Uan Cal.............
vino se une al coro: Al-
cuando llamamos al n o n r r ^ * 1 ^cmasiado severos y criticones
son de esta opinión no nien^6 romano «?/ €l anticristo. Pero quienes
e presunción contra el e^os ^acen Ia mi misma acusación
hablamos y cuyo
í ti t ñ. 1 V rV *>£“* •' =■• jL ■
c/\
I a g u a je adoptamos. . . Brevem„n,„
pablo en 2‘ Tes. 2 no son capaces ,™ >S,raré <lllc '«s palabras dc I
qlle la que se ap licaa , “papado-,
Los sentimientos expresados nor I un»™ wr i
idénticos a los de Juan Knox dc Escocia ^ ,CS cy’ y 1Calvin°. fueron
terra, Roger Williams de Estados Unidos 10n¡M Cramcs dc lngla‘
reformista protestante. Es muv triste n i y C entero mov'micnto
sólo han perdido de " istiTTrft7 fl,,,, - 9 u. l j 0 L auluales cristianos no

¡n ig o n ^ le ^ e sre lig lo sa s Exactamente como

jirerrogativa d ^ ^ ^ iarjj|_s^itiisábado de bios del dia «;ptimolle~~


la semana hacia el pnmern_ " ■*----------—

¡Uno de los eventos proféticos más descuidados que Cristo Jesús \


compartió con sus discípulos (y con nosotros por igual), cuando se
le pregunto cuales serian las señales de Su venida y del fin del
mundo, es La Abominación Desoladora mencionada por el profeta
Daniel (Mat. 24:15). La Abominación Desoladora pudiera ser un
misterio para muchos, y ciertamente existe mucha especulación
sobre eso. Pero Jesús sencillamente estaba hablando de un sistema
de salvación que se establecería, y que es contrario a, y en oposi­
ción a, su ÚNICA manera de salvación, mediante la gracia de Dios
a través de Su Hijo y Salvador, Cristo Jesús (Juan 14:6; Hechos
4:12). Esa profecía está siendo cumplida ante nuestra propia vista; y
la mayoría del mundo, incluyendo la mayoría de la cristiandad, se
encuentra totalmente inconsciente de este fenómeno de proporcio-
nes apocalípticas.
Daniel no sólo identifica claramente el poder que procurará esta­
blecer tal sistema tP an 8:9-13); sino que el apóstol Pablo da mas
clarificación: “Nadie os engañe en ninguna manera’ P ° ^ u . .
no vendrá sin que antes venga la agostas;?, y

^ S ls K iS B H E S fc í
siendo nada menos que el PagadoRomano. . »
a ,„¡ « i v « d « i - b A
de 33,000 almas en el Vaticano e mantener una relación
dijo: “Existen aquellos que creen que p
• ncdiata, con Cristo Jesús fuera de la comunión
personal, directa c mmeumn., -- t 1 « C rin o
as son
/n A.
tenta-
V S. — . _ *

y de la intercesión provista por la Iglesia. Estas


ciones peligrosas y perjudiciales. . . Queridos amignS ,
^Sefior, mediante la ínterce^on~"cfé la Virgen Maria,
Iglesia, por la gracia de nunca caer en la tentaciórTTTrr'-; C a
--
nnHomos - t,*"mfar
triunfar ñor
por nosotrgsjnismos,_que
nosouH?-i.‘“LJ‘' ,~—’- <■ podemos
* ------—-■—
l'ioVd:, míe oodemos salvamos a nosotros mismos de ser cristia-
*9
nos deUaboratona
i Esta declaración del Papa debiera despertar a los santos durmientes
(tocante a los reales objetivos del Papa y los de su iglesia. Fue esta
1precisa póliza lo que la condujo al asesinato de decenas de mi­
llones de cristianos inocentes que desacordaron con ella, y re-
Ichazaron su falso sistema de salvación durante la época del
•Oscurantismo.
La descripción bíblica de una abominación es la de alguien que co­
i noce plenamente la verdad de lq que Dios dice, y prefiere descara­
damente hacer lo opuesto. Esa abominación siempre conduce a la
Danal^n ° destmccjón- ese el .caso, la abominación
r^£HI§L-g§lgfelecer el día domingo como sagrado en sus-
y negar a Jesús como ^
? ^rarvoilirrrTMTI— conducirá a la paz, la unidad^y íal
confiKiAn~T,v J é íttW
contusión —~r^-£í2I?
A ' el:e» sino _______________
que fesultará en tiranía
I £M£bommacinjrn~h!^ ^ jamás ha visto .J s a esj
Mi

*s-V-.
.>'V 'ft- V■-4
Los Estados Unidos
en la Profecía Bíblica
Ahora que la bestia (El Papado Romano) y su marca (lo sagrado del
Tomíngo) han sido identificadas; veamos a América y el papel pro-
fctico que esta nación actualmente está cumpliendo. El apóstol
Juan, en el capítulo trece de Apocalipsis, nos da una más clara
evidencia del tiempo en que gobernaría el catolicismo romano. Co-
nio mencionamos en el capítulo previo, en el año 1798 su gobema-
tura se detuvo. Eso sucedió bajo el mando del general Napoleón,
T ouis Berthier. El marchó en Roma, arrestó al Papa Pío. VI, y lo
exilió a Valencia, Francia donde eventualmente el papa munó^EslcT
constituyó la herida mortal (Apocalipsis 13:3). El sanamiento de la
herida, o ciertamente el comienzo del sanamiento, fue mostrando
como siendo el acuerdo entre él Ministro Mussolini de Italia y el
Papado en el año 1929. Juan el Revelador re-enfatiza el punto de la
herida de la bestia. Él dice: “Si alguno ha de ir a la cárcel, a la cár­
cel irá. Si alguno ha de morir a espada, a espada morirá. Aquí está
la paciente perseverancia y la fe de los santos.” Casi en el tiempo
cuando la bestia del mar (Catolicismo romano surgiendo de la áreas
pobladas de Europa Occidental, Apoc. 13:1) es herida (pierde su
capacidad política en 1798 d. C.í. Juan dice que otra bestia (nación)
surge de la tierra. Pero ;,aué nación es representada por esta bestiaT
jyan dice: “ÍJ ^ u é s ^ v io tr a bestia que subía j e la tierra. Tentados
cuernos semejantes a los dtfun cordero, percThablaba como un^dra-
ló n ^ A p o c J J j 11 \
El mat^ sepón indica la Biblia, represent^pueblos, naciones, y p a ­
guas (Apoc. 17:15). Esto se refiere a una áreá~bien poblada del
mundo. Todas las naciones que hemos discutido hasta aquí surgie­
ron de las áreas pobladas y ascendieron al escenario mundial a tra­
vés de lucha y conquista. Pero qsta nación surge d eja tierra. Esto
contrasta con las naciones que surgieron del mar.
, >Xt* La única conclusión justificable que puede sacarseJocante^esta
Cf.-,, naciorreTauelurg^ del mur^ojiojioplada. De las otras
'naciones mencionldáTp^F Dameiy'Juan, ninguna es mencionada
como teniendo como parte de su carácter una noción de lo que

1%¿ti\ í ■,.:, 53 V**L


.V
í'fiv 'Sr•.>.-•»*% I'•• .. & ,£i 7 i‘ V--. v:;-.-n¡>\ '-i'-1.
Iwll*r<> píos,
I pita
*41111 •*pación,
i’ ” • -surgiendo
r de 111
''v |u
Hlimificn «llorar ni v,!,¡ , jcniciulo dos cucniós cbnioTos
^ é« * t * . 1 . 1 . 1 . rt "

lien», NHi CUlbilfU01 *•'•- |™“” . i,. Hibliii se refiere u. Jesús. I-I iipóslo]
,lc mi cordeio. U« «'"°' r * , (¡on,no tío Su bmitÍNimt. dice: “Al illa
Juna, nnnwmuw '>«Je"1' ’ , (, ll0, vcnjl,
Juan. Imlilmsl» venia nauu
lmeia uél., y dijo: "¿lisie cs_c|
Sig,llene. Jaa» v « “ * ¡w «l pecuthi del mundo!" " [Jn a^ O j.
^otdcrou , j , , c(„no Juiujija presenta, es la de una
U i'1'-'1' lltí </<• un
g ^ l T T r ñ r j i l ú i i ubica el tinonnicnlo de esta nación en el
páW'i'fe | | fdiieeimienlo del Papado. Existe una nación,

lmla.lal.len.ente l^ .dnsjln ld os do NnrUmniMoi.


Juan Wesley, temprano en el mismo siglo, escribe de la nación que
surgiría después del Papudo: "ti 1 aún no ha llegado, aunque no pue­
de estar muy lejos. Pues él ha de aparecer en el fin de los cuarenta y
dos meses de la primera bestia.” (Explanatory Notes on the New
Testament, John Wesley, p. 735). .Cuarenta y dos meses es real men-
to 1260_uños, que se extienden desde 538 d. C. hasta i 798 d. CTYa
scjm esiublecidqjiue ^té perlodtrTüiTel período de tiempo del os­
curo reinado del catolicismo romiino en el mundo. Quarenta y dos
meses prolétieos (1260 días) equivale a 1260 años literales (jOUTns
pnrjncs x 42 meses). El profetaIvtoísís explica: “Conforme al nú­
mero de los 40 días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestra
eu pa darante 40 años; un año por cada día. Y conoceréis mi desa­
la n i ^ ^ H E ^ 3 4 ) , (Ver también Ezcquicl 4:6). Utilizando
tica del n c*aramcnttí vemos la precisión profe-
C., cuando el l ! > af al 0, Fu<: oficialmente establecido en 538 d.
ejerciera ci.iiipleto^oiuro/sohre'e'l0 - <•“« lu 'Slesia Cat<',lic*
hasta 1798 d. C cum i i e c lniPcno- Su reinado se extendió
al Pupa Pío vi Este « 1 ° i í5.cncral c,e Napoleón, Berthier, depuso
.. kJ *
blando de este n e r ío illH confinmi este periodo de tiempo. Ha-
escribo: “Y lu mi.¡c illlvPCrfCCUción Papal del pueblo de Dios, él
Dios, para quo allí la H1IU, ? desierto, a un lugar preparado por

C m ü ^ P r ^ Mie p w T n S hii», u íP 'tto b *


dos <lc Norteamérica l? °vei!,oa Mué dieron inicio a Estudos Um-
mente cxaclu y fascinante P,^C,'.S"?n dc esta profecía es innegable-
puf
la independencia comenzó en 1 7 7 5 nn 1 7 7 ^ 1 n i ,
dependencia.J&ieJimiada, y los PgfilnnigLÓn de In*
wdpsJJn¡dos.d<;..Nortc'n' & ¿ : d,ucluraron •
1 7 7 7 los Artículos de Confederacy fi? T ’ "ui,i:I’a,dlemo- E"
Constitución Es.ado-tm,dense fue estructurada. s S e j u Í m g
fw la ConsPtUudón r et UltdOS ° 1r Í 8 Í n a l e s - E1 P™ er día de marzo,
Perdía su dominkTsobrcla
poblaciió^cyjmundojcom —

E ^ o s ^ l ^ ^ ^ t a b a n ^ u r g i e n d 0 no sólo como una nación nueva,


i
sino
---- rtambién
— —- jcomo baluarto
~t ------ do
iuuu ei que nuia ae
«««« 4.'¿^-zr-r^r-ir~r— ,
iasjieridas_del papado en el Viejo Mundo. La gente huyó de
Europa por m a t o s. Ellos procuraron encentrar nación donde
no existía Papa, y un país sin un rey. Ellos arriesgaron sus mismas
vidas para trasladarse a un país en el cual no tendrían que ser escla­
vizados por lgs dogmas del Papa y su iglesia, o ser controlados por
la tiranía de reyes y príncipes que los perseguían de parte del Papa.
El autor y periodista de la Guerra Civil, George Alfred Townsend,
escribe: . la historia de los Estados Unidos fue separada por esa
benéfica providencia lejos de esta salvaje y cruel historia del resto
del continente.” (The N ew World Compared With The New,#. 633).
En tono similar, el periodistal^harles Summer escribió las siguien­
tes palabras en un artículo de la revista Atlantic Monthly de sep­
tiembre, 1886. Él describió el surgimiento de Estados Unidos de
Norteamérica así: “Una revolución que posee marcas más extrañas
de interposición divina, sobrepasando el ordinario curso de asuntos
humanos, que cualquier otro evento que el mundo jamás haya expe­
rimentado.”
El nacimiento de América fue ciertamente algo diferente de los
precedentes poderes mundiales antes de ella. Sí, hubo los conflictos
revolucionarios y la explotación y masacre de os Nativos America­
nos. Pero eso a penas puede compararse con lai luchai que caracte­
rizó al surgimiento de los previos poderes mundiales de B a t ^ ,
Medo-Persia Grecia, y Roma. A m e n c ^ a c i p ^ ^
provevó~u^ santuíiriflL^9ffijSQil£í3^S-JiHÍ5¡!?TáSrE^S?S^Í^
relÍR losa~^reyes yjpapas__en Europa. Tal fue el nacimiento de
juventud y carácter aparentemente cris-
Smenca. Además de su juv ^ 7 ^ dtjLhab,arí„ toglQ d£a-
ir
ti*n0 ’i í ^ n" ''^ r V ^ té T ñ ic lé S e ] ® ís como teniendgjos cucmos
c o L l S n ^ f e r C o " 1 0 ^ " 1^ 10™ 011112 J* indicó, jos cuernos

■JK
representan naciones y reinos. Las naciones ejercitaron ciertos p0.
deres sobre sus habitantes y otros dentro de la esfera de influencia
Desde la explicación de los cuernos en este caso, queda claro que ia
referencia es similar al poder, la influencia, y la fuerza de la nación.
Pues el registro ya ha declarado que esa era una k tfísin ació i)).
no dos naciones a ser representadas por los dos cuernos. NóteiT
también que a desemejanza de la bestia surgiendo del mar, labestia
que surge de la tierranoüene c o r o j o c u e r n o ^ Esto' ¡¡¡1
dica la ausencia de autoridad regia o eclesiástica sobre los habitan­
tes de la nueva nación.
Sin embargo, Juan está en efecto hablando de la fuente de fortaleza
de esta nación terrenal. Estos rasgos, c m mu_Qha4irecisióiLÍdentifi_
can a esta nueva nación, surgiendo de lu. tierra, como^ siendo Esta­
dos IJnidos deJ^orteamérica. Y ¿de dónde se encuentra el podery
fuerza de América,? Se encuentra en su Constitución. La fuerza de
Áméncase encuentra en supueblcujuejopera bajo los preceptos de
UTqueJames Madison llama X a sagrada arca^el pacto del pueblo.’
Lapnmérísima enmienda de la Constitución Estadounidense dice
así: “ELCongreso no hará ley alguna, respetando el establecimiento
_de religión, o prohibiendo el libre ejercicio de la misma, o acorten-?
dojajibertad de expresión, o de la prensa^o ebdsrecho del pueblo
en reunirse pacíficamente _y peticionar al gobierno por rectificación
desagravios?^ Más que cualquier otra cosa, esto es lo que da poder y
fortaleza al ideal americano. Es el preciso fundamento de la expe­
riencia americana. Esto es lo simbolizado por los dos cuernos de
Apocalipsis 13:11 — Separación de iglesia y estado, permitiendo
así las libertades civiles y religiosas. ---------------------- "
Por una parte está la garantía de libertad religiosa. Los que huyeron
del poder perseguidor de la primera bestia (el Papado), vinieron a
una tierra donde pueden adorar a Dios según los dictados de sus
propias conciencias. El político y educador, Edward Everett, en un
discurso hecho en Plymouth, Maine el 2 2 de diciembre, 1824, de­
claró: “¿Buscaron ellos un lugar retirado, inofensivo por su obscu­
ridad, y seguro en su lejanía, donde la pequeña iglesia de L eyden
pudiera disfrutar la libertad de conciencia? Mirad el poder sobre el
cual, en conquista pacífica, y victoria sin lucha, ellos han enarbola­
do la bandera de la cruz.” Esto es una conclusiva e irrefutable inter­
pretación del sueño de Juan. Ubertgdjteligiosa es uno dejos p.Ú*>
^ u n d ^ e n t a l e s dejnuestra nación JosEstadosUnidos.dfe^Qrí^
América. Es así como Juan la simboliza como uno de loscuern^
^ h£g la bestia-tipo-cordero surgiendo de la tierra. Es una de las dos
ja n te s de poder del experimento americano. El otro cuerno, nucs-
tra fuente de poder, es igualmente importante. Representa la obra
fuente de la fuerza americana. En él es simbolizado el otro gran
principio fundamental de estos Estados Unidos — el republica­
nismo. Esta idea sugiere un gobierno para el pueblo, de el pue­
blo, y Por e* Pucbl°* También garantiza el respeto de las minorías
dentro del contexto de gobierno de la mayoría.
4

Aunque América no siempre ha vivido a la altura de ese ideal, no


obstante sigue siendo un principio en claro contraste con los países
europeos de los cuales muchos huyeron para hacer de América su
bogar. La idea de un^país con un rey y una iglesia sin papa, fue una
idea por la cual muchos ésluViérori dispuestos"a arnesgár~süs vidas'
y todas sus posesiones. La Constitución Estadounidense, con~su
principio de libertades civiles y religiosas, permitió a los inmigran­
tes europeos justo eso. El Artículo IV, Sección 4, de la Constitución
estadounidense dice: “Los Estados Unidos garantizará a cada estado
en esta unión una forma republicana de gobierno.” El Artículo VI
dice: “Ninguna prueba religiosa jamás será exigida como cualifica-
ción para ningún puesto público de confianza bajo los Estados
Unidos.”
Estos conceptos revolucionarios eran singularmente americanos.
Ellos fueron concebidos e implementados como baluartes contra la
incursión de principios papales en la nueva nación. Fue como si la
Omnipotencia hubo ordenado que los Estados Unidos de América
fuera un divino oasis en Su gran plan para la redención de las almas
de los hombres.
1ÉTP fo que Ju an ve después es m u y j^ a n to s o. Él dice que esta na-^
jpn, los Estados Unidos de América, la bestia tipo cordero con dos
uemos, un día hablará como dragón. El dice: “Ejercía toda ja
utoridad de la primera bestia en presencia de ella. Y hacía que la
¡eiTa y sus habitantesadofasen a la primera bestia, cuya herida
portal fue sanada.” El dragón es Satanás, el diablo (Apocalipsis
2:9) de quien, declara la Biblia, que la bestia surgiendo*Bel mar/eí
“ipado,
jpado, recibe
recipe su
su poder
yv
y autoridad (Apoc. 13:2).
** ~ ---- l/\n C
>iprendentemente, la profecía predice que los Estados Unidos no
lo hablará como el dragón; (repudia sus principios constituciona-
5, y emite leyes que privan a sus ciudadanos de sus libertades
1 ---- ^cHtncionalmente), sino que impondrá fo r-
zadnmcnte al mundojcntcroJa.adqración del^Papado.
tamcnte espantoso, pasmoso, e increíble. ¿aJ^ahbra de rv Cler*

V«ivv.
de la bestia (JumU¿J ).
¿icc^yJaPahibra Dios es verdad tipo cordero' 7
®^Cíi»
hiendo tocante a América, m ^— ” * • ' . eall2aba gran.
des señales, hasta hacía descender
Cristo fuego del ciclo a la tierra a f l0s
Cristo Jesús,
Jesús, aal relatar los eventos
LITa ante
prece
^ — -- 1 f r% 4
- . - - . - i

hombres." tApoc^J^Z; r " ¿ ijo: ‘T o rg u ^ e J ^ a m a rá n J a lso s cris-


diendo su Segunda V e n , grandes s e ñ a le s ^ — J!~jos, ~ para en-
tos y falsos profetas, y
¡^ rT sH b e m p o »
Ahora Juan dice que tales milagros se realizarán en el per'
liderazso americano sobre el mundolmémfras~7^ ^el
los hombres ,v mujeres aumu. ----
Qbservancia de lo [supuestamente! s a g ra d o ^ e rdnm m ^pT-^---^^
' estos milagrosTjüan
finsOT hechos mnagiu». explica:
—r —-• ^ -M---n S jT --------:
se ñ á le s^
- i u- e~^
le permitió realizar en presencia de la primera bestia, enganj a Ips
habitantesdeJUiSILa, v les manda que hagan una im a g - J -
W ti. q.ie mvo la herida de espada y vivió,” (Apoc. 13:14).

El apóstol imagen de su ser real,.


Hijo es el resplandor , g uno. Jesüs reSpondio:

¿SSSS.
Fpiíne9 F,1 aue me haÍ ^visto ar mí, ^ha visto
í r r
jl_Padre. ^— _—__— ST S
Muéstranos al P lf e T ( j ^ 14:9). Aquí tanto Cns£ ¿ S
apóstol Pablo están dejando bien claro que Jesus es serngjan^ -
Padre, Él es la expresa imagen de Su Padre. En mane r a j n n n ^
Juan reporta que E ^d q sjJn id os de América llegará a seren_carac__
ter, exactamente como el Papado. Eso es lo que quiere decir e a
cer una imagen de la primera bestia, el Papado. Y /.Qué es_el^__
pado? Es la amalgamación de doctrinas rePfl'™*1* pagana^
asperjadas de suficiente cristianismo para apaieger
cristiano. Esos dogmas son luego implies*™ [fnrzadamenteLv
sostenidos por el poder del estado h«ÍA la iníluencia_deJaJfi!S:
I sia, Ese es el carácter histórirn
^ u a n dice que América llegará a ser.
Eljjamado d e jmponerjq^ [supuestamentel sagradojeL dqm ^S ^
está
tualmente se ---.witviyy
nimmrX j uacción.
*— América, predice el p*osa
r o ^y
evcntualmente se moverá de su posición de libertad r
apertura política, hacia
sion . una de~ intolerancia
---- religiosa y cr^ —
política y civil. LU»o«»-A - «wiuiitia icugiusa y
legará a ser exactamente como el PaPa
le antaño. De hecho, sería el n ■
j que hábilmente llevada esto a «8 £ n t« .»

Í ^ ^ P o ^ l ' í ’ la' clocuo" ^ n t o r a cristiana del S¡¿kTlX^


(profetiza. r el decreto que imponga la institución del papado en'
/violación a la ley de Dios nuestra nación se separará completamcn-
te de la justicia. Cuando el protestantismo extienda la mano a través
dcl abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline
j por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuan-
J do, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo
principio de su constitución como gobierno protestante y republica­
no, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seduc­
ciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que
se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca.” Tes-
íimonios Para la Iglesia, Tomo 5, pág. 426, 427).j • --------
iPero América, dice Juan, hará mucho más que llegar a ser semejan­
te al Papado. Juan dice: “Se le permitió infundir aliento a la imagen
de la primera bestia, para que la imagen pudiera hablar y dar muerte
a todo el que no adore a la imagen de la bestia.” (Apoc. 13:15). Así
como el papado fue descrito teniendo poder e influencia mundial,
actualmente sucede lo mismo con América. Ese poder e influencia
unido a un espíritu de intolerancia religiosa y represión política, se>
rá desarrollado en lo que Juan llama ‘Imagen de la Bestia.)
En su posición como la fuerza militar y policíaca dominante y uni­
versal; América no sólo dirigirá en legislar leyes de opresión reli­
giosa de acuerdo a dogmas y doctrinas papales; sino que ayudará
a s e n t a r |a pyistenria deLdominio papal a nivel universal. Juai>
nos está advirtiendo que la desobediencia a estos universales decre-
tos resultará en encarcelamiento, privación, y muerte. En el centro
de esa adoración obligatoria, Juan dice,_estera )a ~Maj-ca.de la geg:
ti?~ Va cp hÍ7 ola~explicacFón tocante a qu é js^ L a Jd ¿ c a d e laBes-
tia’— loTTgrado del domingo. La profecía de Juan sigue diciendo.
“Y gue ninguno pueda cgmE¡rkjQÍJ^
cToeT'nombre d ? l l b i ¡ t ^ e ] j i ^ i ^ d ^ n m r ^ ^Xgoca-
lipsis 13-17).
Abundan especulaciones y opinionestocante>a.asuntos d e/= ,
la imagen, el nombre, y “ H¡ ' ta re 2 istros histó-

neos la profecía bíblica y iu¡> ^ códig


km bestia y su marca. I a marca no se trata de una 1 ' ------- ---- ------
8 # !l ' •’ % ” *¡sAi ,.
^ -v.*v1 ; t *
. M ~*♦***■••£ >
.:V V , f
. Mn ¿u computadora aje¿imEl?ntadp_enJa_frente o la man„
d e u n c h i p d e a u p i l romputador_a. La marca es. como se
f e c h a . IamE2 £e;£ ^ f aconflrma mediante la misma bestia, el
fiU2 ^ - ' r !S W r f « n é n t é l sagrado del día domingo. Esto está
asunto de lo.[sup a l . b preferencia por el bendecido y divi-
r e

enn contradicción (¡j fecia de Juan, los Estados Unido» de-


no día¡a léveslablará) e impondré (causará) que bshom bre^en
cretará día sagrado de a d o rn é .
q Papaj é Roma_como siendo el Viga-
ri^deCristo eñjsTtíen^
El resurgimiento, crecimiento, y eventual dominio de América por
e Papado comenzó en serio con la elección del Papa Pío X en
1 9 2 2 En el clási^ R m ^ S í o m tO Conquier^QT E. BoydBanett,
unreconócídoeruditojesuita, descubrimps lo siguiente: “PíoXestá
¿^jTT^fprádo^gue la Iglesia Católica nunca puede esperar nueva-
mcnüTdóminar al mundo civilizado hasta que America se postre,
ffo]Deada”v penitente'a sus pies. .. Al enseñar a los católicos ameri­
canos esta nueva y activa tase del catolicismo, y en santificarla con
sus bendiciones, Pío rindió muchos cambios inevitables y signifi­
cantes en el curso de la nación.” (.Rome Stoops To Conquer, p. 4).
La nueva fase aquí se refirió a un plan agresivo, bien definido y
organizado para controlar todos los aspectos de la vida americana.
Mientras vemos el paisaje americano, nadie puede dudar que han
sido exitosas la visión e iniciativas de Pío en hacer de América una
nación retumbantemente católica.
El catolicismo, mediante sus deyotosjhijqs e hijas, está en control
de"los medios de comunicación, comercio, gobierno, la judiciaria,
fe p°líti£a1 y la religión. Tan exitoso es el plan de Roma para
América que encontramos al anterior presidente George W. Bush
jggpdsndoala nación a seguir las enseñanzas Hela Iglesia Católj-
a n t0.f Xatlcano. Para presentar al finado Papa Juan Pablo II
,c a a .,e onor* Éste es el más elevado reconocimiento que
fue d naC10n PUede 0,0rgar a Un individuo. Que escena tan penosa
Panadn a?, 3 !íu? P e d e n te s americanos rindiendo homenaje al
Papado al arrodillarse ante el ataúd del Papa Juan Pablo II.
la estrategia del ?ara América fue, y aún es, el trozo central de
E. Boyd Banlot rv l ° para eI dominio del mundo. El Profesor
nuestros camina ;!!!'• Aun<lue Pío tiene poca inclinación hacia
nación que le interesa a la mayoría di>i m, « .
Somos ricos, de edad joven fucrt« d° ~ “ na<;ión d<:l lutu-
^sotros como nación. . . Él n ’ . h l ! ' I "UCS,ra vi<la «** «mk
pone tenernos. Él cree que c| destino d i * " <>snccusl,a; 61 sc Pr,>-
Amériy.J1.que con la conquista e s p i r i t é f e f e r S ' — -"
je, mundo por parte de la iglesia será r e c u p e r a ú ^ ^ ^ S
Cuando la visión de Pió por una América Catón, *
manifestada, entonces la marca de autoridad de la ¡el/ia^<-'namentc

»*> "> <”»gp » . * «i»», éí ¿S R


pación E s S u santo y bendito día sáhadñ {sépfao día] f t j g
2 ,2,3) Él no lo ha cam biado, ai a hombre
cján, ha dado el perm iso o autoridad oara ramhiarln. I CnnC
titución Estadounidense, con sus inherentes principios de libertades
civiles y religiosas, aunque usada positivamente cuando avanza su
programa (de Roma) para su destrucción (la destrucción de USA),
qsjm innato aborrecimiento del papado. "La extensa poItürTdel
Papado es la de un aborrecim iento hacia los conceptos de liber­
tad que han encontrado su mejpr época en la experiencia ame­
ricana. El Papa Pío VII dijo: “Fue declarado que todas las persua­
siones religiosas debieran estar libres, y su adoración ser pública­
mente ejercitada. Pero.^nosotros hemos rechazado este artículo
como contrario a los cáñoriéT^cóñceios de la primera Tglesiar~
Católica/ ' (Encíclica, 1808)^
Irónicamente, cada presidente estadounidense, desde Ronald
Reagan, ha hecho del acomodo del Papado un componente clave de
la presidencia. Advertida n.inadvertidamente nuestros presidentes
han estado
góbÍerñó~pápaTEI anterior presidente CeorgeW^ Bush insto a ja
nación a seguir las enseñanzas del Papa uan a Papa j uan
mentarios de un monumento en,b°n° r ^ ‘n/ mo, a considerar esto
Pablo II respondi < ^ W £ j r a ^ j ^ ^ _ j ^ J _ ^ _ —
~ ser eñcomTabíe y ¡oable; pero, para
algunos americanos, esto parece desalentador. America
muchos es inmensamente perturbador y „ nrotes)ar
nació como nación protestante. - ¿ J l £ ouebio protestante
contra los e r r o m _ d e L ^ o m S I U ^ . 1^ ^ 3 1 5 ^ ------------
Uno debe
f e romanismo y el j™ dePcircunstancias, mas proba
[eliminar al otro. Bajo cierto j g
nfusion y caos, la solución papal de
nrar, erizadas P01 c a r a tiv --- - , -m
blcmcntc °r0puesta
[? 0uesta com
comoo jajoluciói). La evi-
la solución. La evi-
blctncnte cara será P—E— * _papa, Francisco,
U c ,t.mrio dc U o r a ^ ^ r p u í S o T El actual papa, Francisco ^
de
1 j nw ~
jeuciasugicre que tal ya su ej2£iclica, Laudato S I ’ . Según la
w h o lm proPuc3l° -C, 1j|^ f domingo_ ----- será--legislado
-------- yy**iiunncil*
fÜ Ü Ü W
— lhos
- n r a,- íbTTo safc'ÍLw—
, ■y.rr *“inrié
-r -t^ Ji ia r ,ni dh Q
. Ts¿e n
d g” s c o nectado de Dios,
Pal^í5LÍiH——nr^La c i u ¿ ^ - ' 7 ^ nondrán sus peticiones a favor
tc^mp!em^nSu sant0 d í a ¿ ef dom iiig0 . Ellos lo considerarán
S f e ^ ^ S W o b í e m a s del mundo. Moví-
como una Panac.^ ® i0 n están siendo bien dirigidos,
mientos en esa ou . ¡ón del Congreso Estadounidense en
fConsiderando la « * £ 1 como día nacional de descanso, eso
decretar e imponer el dom* B dad pgw Forum on Rehglon and
será fácilmente lograda ¡ón de investigación sobre ten-
/ dencias religiosas en los Estados Unidos, ofrece estas estadísticas
I
Public Life, una principal ------------------------------------
PublicLife, una PrmclP®lPef ^ na TInidos. ofrece estas estadística

sobre de
Casa la composición El Senado
religiosa del Congreso Estadounidense.
Representantes
Católicos 30% T7i n24%
Protestantes 57% (56% Observadores del domingo) 57%
Judíos 7.3% 12%
(Fuente: Pew Research Forum)
A pesar del pretexto usado para emitir tal ley, permanece el hecho
de que será en violación de la Primera Enmienda de la Constitución
Te

I
. *1
üftr1.
Americana gue específicamente prohíbe el establecim iento de
cualquier religión. Es muy probable que apoyen esa nueva ley, si
e¿_ esa iad^ la_CorteJ>uprema Estadounidense, con seis o nueve
.^ ste concePto de un día de reposo está
en la Bihlffl1 &^ **°*n *Íuc*eo-cristiana. Ese día de reposo, basado
en ia
cu la üimia,
Biblia, es el divino
es el divino día
di* sábado,
oáko^ el día séptimo de la semana
—1, : _ x ' r, Eo
— sagrado
uHmuuu del
uci domingo
uuimngo es una afrentíUL |
una rebelión abierta hacia el divino mandamiento. Dios ofrecejnig.
°P p^ P ^ diabJo jmpoíTsuju^ntad a la fuerza. Este es un sen
cilio hecho de la vida que la mayoría
_______ ^ _ _ gggutf
al pana de Rnmo lúa~ique ia mayoría no parece reconocer* ^ eqUj.
al papa de Roma en el existente conflicto sobre el saba » ^
valente a rechazar al Dios de la creación.
lusjdlPjL£ugs_,gs cuestión de a quién uno adora — al U l -----
creación o al Papa de Roma.
' T l.,1' - 1.í -\*9f
¿Cómo, entonces, recibirán
un»
una decisión qw u » “^ f - h o m b r e 8 la Marca de la B esti- S
qne tomar. Se trata de una decision
6Z
que determinará nuestro destino etrnm tv
t^n rarlo jjg u ard ar santo su día nadie a
sivo sea emitido y sea pííi^tódlTa^evhie^L"!‘ 1dccrct0 °P «-"
de Dios, como lo es en este presente lik <ü verdadero sábado
exj£!IÉ. tpmarjina.desisión_por el 8ábadode'DfDSSSr~te* >tW js-
los hombres. No existe terrgnTr.^;.;,^ - - ? oso la tradlc|ón de

mundo tendrá que escocer 7i m» ^uomingo. lodo

el sábado día séptimo v a


conc^ncm ^refer^venerar el domingo en obediencia alJPapado.
JesilSJlos,dice: “Si me amáis, guardaréis mis Mandamientos;” (Juan
J4¡15). ^ M llngl uye^JLjmmdaniientó~ael sábado (Ex. 2Ó:8rí ljTEñ
las precisas palabras de los mandamientos de Dios descansa el po­
der para obedecer aquello que él ordena. Mediante la fe uno puede.
y debe, obedecer. " “ —
El inminente decreto universal para imponer lo sagrado del domin­
go, con América como su principal ejecutor, después de todo no es
asunto tan excéntrico. Muy pronto después del nacimiento de Amé­
rica como nación, el espíritu del romanismo comenzó a levantar su
fea cabeza. Los que habían huido de persecución religiosa para
encontrar refugio en América intentaron, con algo de éxito, hacer
exactamente aquello de lo cual habían huido. La historia del perío­
do colonial con los Peregrinos Puritanos es un principal ejemplo.
Las personas eran castigadas y muertas por no seguir los reglamen
tos de las colonias dominadas por la iglesia.
El mismo espíritu fue manifestado tocante a 1° sagrado del d°m g
en historia más reciente.
en la dégada d e jo s 1^ O ^ e s e estado _decret^.una ley « J g í g J j

la Suprema Corte del estado y la >a ‘ °denvic-


dominical ese
ción de un hombre en Tennessee que v.oló la ley dom.mca

También, en 1889, el asunto de


tancia de dos leyes introductas « d Senado£
dor H. W. Blair del estado t i ^ c o m o dia nact f e ég ^
Pidiendo la promoción del doming La ótf8 ley pid¡ó
.se^efirió ai dómirigocomo EHJ la a £ L ^ .^ --
> -
*$> '.yv♦uk-LviJyBBfeX .dlflHHH■fciSP&v
una enmienda cons itut.m R8 . g|6n cristiana.” Ese principio,
ensenaran el Prin P ° n estaba honrando el domingo como el
según algunos lo P aciona|. El mismo espíritu, de moralidad
emblema de l o e n c u e n t r a vivo y creciendo en la nación,
legislada por el esh ’ de ios 1 8 0 0 s, fracasaron en legislar, una
Desde Uicgfr • Sin embargo, ahora nos encontramos en
1M Í ¡ S t o unidos donde un legislado

ggp S t o t e i de Dios, es una ciertisima realidad (Apoca-


iipsis 13: 1M7)«.
Mientras la nación experimenta un acelerado decaimiento moral,
una promiscuidad sexual irremisible, aumentada violencia, indi­
ferencia religiosa, amenaza de terrorismo, discusiones más serias
sobre el cambio climático, e incertidumbre económica, losJlamados
están aumentando nara regresar a Dios al hacer del día domingo un
día sagrado. Las organizaciones como The Moral Majority, The,
jChriTífív fCoalition, Ñaticmaí Back to Church Sunday, y The Lord's
Day Alliance, entre otras, están uniejido^us ñ ie S s^ cQnjsl Papado*.
To~cual llevará a cabo legislación a favor del domingo como un día
nacional de descanso. Las acciones, por bien intencionadas que
parezcan, no sólo sojuina_sdala c ió n je nuestros principios constitu­
cionales, sino un afrenta al Dios de la creación. ¿ rilas son ciertamen­
te un cumplimiento de la profecía de Juan
Dios nos ha dado Su día de reposo desde el tiempo de la creación.
Ese día es Su santo día de sábado (Gén. 2:2,3). Él ha enviado sus
profetas para hablamos tocante a eso, y ha dado a Cristo Jesús
como nuestro ejemplo para honrarlo. Él desea nuestra voluntaria
sn nm»hinC,a’ 00 nUestra A ligada adoración. Él está llamando
como Él desea. (Aooc. 1 4 :6 .7 1 ^
oferta ( h v ^ T ^ V h re^¡ ° s os están en efecto rehusando la
forzada de doemal et*r*0’ ^ est&n optando por la imposición
norma de justicia lglosos' Están intentando establecer su propia
do de Dios. Jesús adW rtiTa6^ !0^ 1180 P° F endm a d d Sf t0 S%
respondió: ^Hipócritas h¡» 0 J lderes religiosos de su época: El
bjo de labin^l^«T^ffj|^^^^^fe^Í¿4iÍe^yosotros I s a í a s ^ —
m ehSS^ d e m iE n vane
bres.' Poroiie Qnn>.jdQ<ctrinas mandamientos de

Virj •’X:. >


ÉisEr*¡
/^áÍ£Í2®-^-r2SJí2í!íkl®lIwmo el lavado de los jarros v In. \
/ g S m u c h a s cosas semejantes];" (M arc^-fi I i 7 y J -sTvas?Siy \

■^Jjtáción del domingo. Jesús pregunta- “/Por nní en “ enJ a


Señor, Señor, y no hacéisjo que dign?» n llillnals-

America es una nación abundantemeine b ^ 'c i d T ^ T i i i s riquezas


de Dios, incluyendo una sobreabundancia de Su Palabra Demasía!
das personas pretendiendo pertenecerle, desafortunadamente están
prefinendo no soloseguiM as tradiciones átelos hombres eñ la exal-
tacion del domj£ g o ^ in o también procuran mover a toda la nación
^ l . misJ? a^ ire.Sglóp- ^ s to es engaño deí más alto orden. EÍ após­
tol Pablo habla del asunto: “Porque habiendo conocido a Din^ nn
lo glorificaron corno a Dios, ni le dieron.gracias; antes se ofuscaron
en vanos razonamientos, y su necio corazón se entenebreció. Jac­
tándose de ser sabios,^e volvieron necios/’ (Rom 1:21, 22), Él si­
gue diciendo: “y_ con todo tipo de maldad, que engaña a los que se^
pierden. Se pierden porque rehusaron amar Ía verdad, para ser sah
vos. Por eso, D ios les envía un poderoso engaño, para que crean a
la mentira; para que sean condenados todoslos que no quisieron
oreer a la verdad, antes se complacieron en la maldad.” (2a Tes.
2:10-12) ^
Qué triste para un pueblo que ha entregado tanto a la causa_del Dios
'M opoderoso.iM ientrarA m érica continúa su marcha hacia el que­
brantamiento de la santa ley de Dios, mientras exalta las tradiciones

acontecerá a la nación^djynto_aljresto^lsLjJlMíldP; íentras a na


cionTbajolípretensión de mayor seguridad, repudia los pnncipiM
de su constitución, ella será barrida rápidamente bajo e; c0^ r°
romanismo, y horribles crueldades seg u m n e¡
serán fieles al Dios de la creación,
carácter de D ios_scrájtodl£adO-])Q^Sdu- ^ tu - ,’ ¿i'<>'ir, Ésta
Pniaclón_yja_m u e j 7 e ^ e f e _ A semejanza de
siempre ha sido la historia del p Shadrach, Mesac,
Lutero, Wycliffe, Ca.vino eronu n E a , Shad ^ en

Abednego, y otros, crisis. La pregunta es:


Pie, aún hasta la muerte, e

i KírU
CAPITULO 7

El Papa Francisco, El Cambio


Climático, y lo Sagrado
del Domingo
El 24 de mayo, 2015, el Papa Francisco envió su muy esperada,
controversia!, y muy debatida encíclica sobre el ambiente. El asunto
central siendo discutido es la amenaza del calentamiento global del
giYibionte, y su impacto sobre los pobres, la familia, y la economía
mundial. Ciñendo su tesis está la necesidad humana de proteger y
atender la creación. Antes de su emisión “oficial”, al mundo se le
presentó una versión “previa” que aceleró discusiones sobre el
asunto. Religiosos, políticos, y científicos, ofrecieron su parte sobre
el impacto de la encíclica que trata con el cambio climático.
Jeb Bush, Católico Romano y luego candidato republicano para la
presidencia, no estuvo de acuerdo con la posición papal sobre el
cambio climático. Él dijo: “Yo espero que mi párroco no me cas­
tigue por decir e sto .. . la religión debiera ocuparse más en hacemos
mejores personas, y menos sobre asuntos que terminan en el ámbito
político.” Esas palabras son un misterioso recuerdo de la declara­
ción del finado John F. Kennedy a una reunión de ministros protes­
tantes en Houston, Texas en septiembre, 1960, mientras procuraba
convencer al electorado que como católico romano, él no adminis*.
traría al país según las enseñanzas de su iglesia, sino sobre la base
de la constitución americana. Él fue cruelmente asesinado en Da­
llas, Texas ante la vista del mundo tres años después.
• 'nii-
Otros declarados republicanos han hecho resonar sentimientos sin
lares. Rick Santorum, también católico romano, compartió S11S Pen
samientos sobre la encíclica de Francisco. Él suplicó a su Pontj\^T
“Dejad a los científicos la ciencia.” Quizá Bush, Santorum, y el ^ '
to del mundo necesitan ser recordados gn* Fmnc^po, el director
papado, no es meramente un líder religioso. <¡ino_tambien j!
S£Ü!g. PÓIfilcQ-qm; i-nhirTil"" de urj billón de ciuda d flM ^
estallo posee cero^vairvr ' CS am er'can0 de separación de Iglesia y
1<»
í» c .! r° Valor e" « e ámbito.
----- auiuuu. II/Ma Cí> m ] es la perspectiva
Esta
. «y
de**
• Francisco opera. ¡Despierta América!
£ l C Í o t Í dS ^ l S - Ídente Demócrata y Cató-
; V sobre «, cambio
co"
c un“ ^"ferencia sobre contaminación ambiental en I Cat
Blanca, él dijo: Usualmente las encíclicas son emitidas sólo sobre
l0 que la íg esia considera como iniciativas increíblemente impor-
tantos----- esto no solo tiene un componente moral, también posee
un componente de segundad, al igual que un componente politico y
también un componente económico.” La opinión de Biden subraya
las amplias implicaciones de la carta de Francisco. Ella, en esencia
trata con mas que proteger el ambiente y atender a los pobres y
desamparados; más bien se trata de aún otra de las tácticas de
Francisco en la extensa estrategia de su iglesia para cambiar el cli­
ma político del mundo.
En su libro Keys o f This Blood, Malachi Martin, el finado erudito
jesuíta y experto comentador sobre las operaciones^ intenciones
del papado, reveló que existía una lucha trifacética para dominar al
mundo. El identificó a los jugadores en esa competencia^córiio'
Comunismo, Globalismo (Capitalismo), y Catolicismo. Desde la
publicación de su libro en 1990, uno de esos competidores ha sido
efectivamente neutralizado. El titular de La Revista Time dijo:
“SANTA ALIANZA. . .cómo Reagan y el Papa conspiraron para
asistir el movimiento Solidaridad de Polonia, y apresurar la caída
del Comunismo*’ {Time, February 24, 19921.
En el consiguiente artículo dijo: “El 7 de junio, 1982, Reagan y
Juan Pablo se reunieron por 50 minutos en el Vaticano. Durantg esa
conversación, el complot fue planeadojp^a^iimií1ar£_comunisn^-
En esa reunión, Reagan y el Papa acordaron en emj^.en .eJ .^ en
campaña clandestina que apresurara la disolución d g;
comunista, declara Richard Alien, el consejero de; Reagensobre
Seguridad Nacional: ‘Esto fue una de las gran es
de todas las épocas.” (Time Magazine,February 24, 19 ,p.
Ahora existen los dos r e a t e s jugadores e n * * c o m p r a para el
dominio mundial, Catolicismo y 0 . “Siendo ese el caso,
¡¿ .
i.. ■'!. América Capitalista. Malachi Martin con y •
aparecería ineludible que su « ^ ^ " c L aTe el especifico pro-
■ m frontación. No- sería
------- — - mucho decir,
n Yde
. hecho, que
pi motor P
que empuja la gran
, J pósito del pontificado d^ JT . f ^ tra’tegias día-a^dla y año-por-año
",' ' .i'’"t■ ■"i/’t,
año, es el ser el triunfador en esa competencia que ya está bastante
avanzada.” {Keys o f This Blood, p. )•
Juan Pablo ahora ha desaparecido de la escena, gcro e l propósito
del papado según se e v i t ó ^
m s ^ fra ftd a ó h ;* peimanoeeil l ^ i ^ triste comentario es que
rnieSrásTeste"fenómeno es HIen entendido por los agentes de Roma,
para muchos americanos es bien obvio. Francisco sigue emprendie­
ndo una irremisible batalla para el dominio papal, atacando la in­
sospechosa competencia desde el interior. Su encíclica sobre el
cambio climático es sencillamente un paso agigantado en esa direc­
ción. Su discurso a la sesión del Congreso el 24 de septiembre,
2016, censurando más los males del capitalismo, es aún otro paso.
Mientras el catolicismo, con Francisco dirigiendo, está siendo forta­
lecido y ampliamente percibido como bueno para el bienestar de la
humanidad; América, el motor que empuja al Globalismo, está tor­
nándose cada vez más débil mediante los ataques sobre los princi­
pios fundamentales de su Constitución, principalm ente el concep­
to de separación de iglesia y estado. Lo que actualmente estamos
experimentando en América, es una implementación algo rápida,
aunque sigilosa, del gobierno papal establecido sobre su fundamen­
tal principio de unificación de iglesia y estado. El papismo es anta­
gónico al sistema americano de justicia y libertad para todos.
Francisco continuamente insiste que la panacea para los problemas
I del mundo estriba con la versión que su iglesia tiene tocante a la

moralidad y espiritualidad, en cuyo fundamento se encuentra lo


[supuestamente] sagrado del domingo. Su final intención es que las
naciones del mundo reconozcan esto, y lo instituyan en sus leyes.
por
Esto está rápidamente sucediendo en Europa mediante la agencia de
f t
La Alianza Europea Dominical, una organización muy respaldada
nor el papado.

prensa Associated Press recientemente reportó: “El Papa


S.C°n ameintÓ ! ' abandono de la tradicional práctica cristiana
■W' ímnantr.3 ? ar ,° S om'nSos> diciendo que eso ejerce un negativo
0 mpacto sobre las familias y las amistades." Él dice que gastando
f i c l e s ° v S ir nl fUmi'ia y amiB°a es una “opdón édca" para los
deI domfnon c 3 T ™ Ul0S- ' • Preservando el carácter especial
S I » Bl °La de‘ Señor- a*n civilmente donde sea
r í a cmadón n » r ! SOr‘ BenedÍC,° XI afi™ó; “En un tiempo cuan-
Adebido a la actividad humana debí n
aceptar esta dim ensión dominical Lra" 'os a conciencia también
flexión y esfuerzos en reconciliar’ ri.J á S nc,0L‘sllrio Promover re-
trabajo con los de la familia; y recum-mr y los. Pcrí,,llos de
la fiesta, especialm ente en dominan i» n vcrdluJuro “'Unificado de
¡K
"Ifi Señor, y el día del hombre,
hombre ni ai., dé ,! I„ a'
el día Z soua
T 8cinani11.
8cT n"1- elcl día
dí“ del
«'
(Zenith.ore. Sent.
de solidaridad.” (Zenith.org, s ral 26
O^ 20 ^ Aím
1A\ na • co!ni^níl,a^ ^ 2Y
blicación de su época dijo* “El Hnmm 5 * ^ na Princ|P<*I pu*

- : •i-, W* “ S í í £

Sep,"' 1923) 65 PrUCba dC 6Se hCCh° ”

T p e sa r de las diferentes opiniones sobre la posición de Francisco


tocantre al cambio climático, una cosa es cierta, casi todos (Apoc.
13.S) están uniéndose sobre la proposición romana respecto a lo
4 [supuestamente] sagrado del domingo, aparentemente para salvar
no sólo al ambiente y cuidar la creación, sino también fortalecer la
familia, y por extensión, a toda la sociedad. Lo sagrado del domin­
go unirá la división sobre el cambio climático.
(Pero aquí se encuentra el potencial para el más grande conflicto de
I todos. Tocante a la creación, la Biblia enseña que el Dios de la
creación ya ha dado a la humanidad un día de reposo y adoración.
-V
el día séptim o v __________l - ' l v v ero. Dice así: “Así
no el prim j. quedaron acaba
P"h dos 1los
® cielos y 1la^ tierra, y todas nsus
___ ___ • 1 ___ ___
criaturas. VY acabó Dios
n o A riafn rQ C
en el
D l O S fifi C
CXCZxYsCS

s i séptimo día la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de todo lo


que había hecho en la creación, *ón. Yi Dios bendijo ucuu.JW al
«. séptimo
^ .... - día, y' -- lo
. 1 __ L^L.'n LaaKa An 1A
santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la
m 1 ón ” ÍGén 2-1-3). Luego él nos recuerda: “Acuérdate dd día
sábado para santificarlo. Seta Seis días trabajarás yy harás toda
días trabajarás *°da tu obra.
Pero el sábado es el día de reposo del Señor » D«*. No hagas
ningún xraoajo
«uigun trabajo en él; ni tú, m tu1J ”J° ’u" ‘e
" mlP “á dentro
está j ‘?’tr0 de
de tus
tus puertas,
puertas,
criada, ni tu bestia, ni tu extranje
extranjero Qq ,
el mar, y todo
Porque en seis días el Eterno hizo el >
lo que contienen, y reposó en el * “
‘ ‘“ hóüo el sábado V lo dechu ó ^ a p t o ^ x ^ m - ^ .
---------- nnfl1 nidicndo decretos legislados para lo
[Contrario al llamado papal piu1 envía
dv(a un nsnie de amor __
un mcns„je
mensaje en la
a Jsagrado del dommgo, el Cread ^
llamando hoy a
/imagen de un ángel con voz ^‘ "’ vo7.
^ e «¡Reverenciad
n d a d a D Dios
os y
j toda la humanidad: ‘ Decía a g Su juicio! Y adorad oí que
' .dadle honra,
-¿dadle porque ha llegado la hora de su j
honra, porque
yf- ■ -' $AS
•V'7^
S .A
L-1/•
t. .

i
mm
hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas11(Ap
\14:7). , tf,nHrán que asumir una posición, no sobre cambio
Finalmente todos tra<jición papal de la santidad dominical, 0
S S S f * WOS =1 C rea d o r. ¿ D ó n d e estarás tú7

■t'-T
BKHKaa
1¡'J 1^-1} 'i> ■^ r it
r-i. vtXi,c^
-
' n.E^i.%
i X. . IO^rn'n-i'ilfcPV
m
jl' po»
r?
- l ¿r‘,1
S Jit 7 ’
v;< x íiB Í

:''-Áv ^V1
CAPITULO 8

Los Movimiento Finales


E[ afio 1965 marcó la terminación del Concilio Vaticano II la
iniciativa de la Iglesia Católica en desairollar e implemento
abarcante estrategia mediante la eual el mundo entero sería puesto
uní
bajo su control El eraa subyacente de esa continuada estrategia es
la unidad de todas las religiones y gobiernos. Uno de sus principa­
les objetivos fiie el de llevar a los ‘hermanos separados’ (herejes
antes del Vaticano II) de regreso al rebaño católico. Hoy, viendo
sobre el paisaje religioso y político, uno a penas puede negar el
éxito de la estrategia romana hacia un dominio mundial según es
bosquejado en el Concilio Vaticano ILy
Han sido cincuenta años ahora, y el actual Papa Jesuíta, Francisco,
ha declarado que éste es el año del Jubileo. En su reciente encíclica,
LAUDATO SI’, él invoca los pasajes bíblicos del Antiguo
Testamento referentes al sábado, el Año Sabático, y el Jubileo. Él
escribe: ‘Nosotros vemos esto, por ejemplo, en la ley del sábado.
En el día séptimo, Dios descansó de todas sus obras. Él ordenó que
Israel apartara cada día séptimo como día de descanso, un sábado,
(c.f. Gén. 2:2-3; Éx. 16:23; 20:10). Similarmente, cada siete años,
un año sabático era apartado para Israel, un completo reposo para la
tierra (cf. Lev. 25:1-4), cuando la siembra era prohibida y uno
cosechaba sólo lo necesario para vivir y para alimentar a la familia
(cf. Lev. 25:4-6). Finalmente, después de siete semanas de años,
que equivale a decir cuarenta y nueve años, el Jubileo era celebrado
como el año de perdón y “libertad a través de la tierra para todos los
habitantes.” (cf. Lev. 25:10). Esta ley fue formada con la intención
de asegurar balance y justicia en sus relaciones mutuas, y con la
tierra sobre la cual ellos vivían y trabajaban. (LAUDATO S I ,
Section 71).
Su concepto de, y subsiguiente recontextualización de estos con­
ceptos bíblicos son presentados como el fundamento sobre el cua
está construida su prescripción para resolver los problemas del
mundo. Jehová Dios se propuso que Su sábado, el Ano Sabático, y
el Jubileo Bíblico recordara a su pueblo que Él es su Creador,_que
„ son prescritos com o los tiempos de W
humanidad. Estos ti P ^ descans0 para ja humanidad y la tiena
ticia, misericordia, q > tregó todo por nosotros. Francis!
y reflexionar sobre A g H q j versiones de estos conceptos y ^
co, en su ende . gs> detener el desgaste de la capa ozó-
" m m l r t s aycs'económ icos de. mundo. Haciendo eso, él
de hecho está intentando usurpar el lugar d e c i o s ; pues es el Dios
fe la Creación quien nos dio el sábado, el A no Sabático, y el Jubi-
leo.
El año Sabático (cada séptimo año) y el Jubileo (cada año cincuen­
ta) son extrapolaciones del sábado séptimo día dado a la humanidad
en la creación^Gén. 2& 3% No es el sábado judío. Es el sábado del
Creador, el día de descanso, legado a tod a la hum anidad. En dar a
la humanidad este santuario en tiempo, Jehoyá Dios se propuso que
todos lo recordaran como su Creador, como Aquél de quien ellos
dependían para todas sus necesidades. El Año Sabático y el Jubileo
fueron instituidos para seguir impresionando nuestras mentes del
poder creador y sustentador de Dios. La nación judía fue el instru­
mento en las manos de Dios para enseñar esta tan vital lección para
toda la humanidad.
I 9

Su siervo Isaías dijo: “Poco es que tú seas mi siervo para levantar


las tribus de Jacob, y restaurar el remanente de Israel. También te di
por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo último
de la tierra. *((Isa. 49:6)y Dios instruyó a su siervo Moisés: “Acuér-
te del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás
o a tu o ra. Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu Dios.
vn mnf Ún trabaj° en él; ni ni hiJ°> ni te hija, ni tu sier-
miertas ^ beStja’ n* te extranjero que está dentro de tus
-•/: mar v en seis ^ as el Eterno hizo el cielo, la tierra y el
Señor bendijo
J eU ábadov^n’
bado y lo /declaro
E**?80 e" d (Ex.
santo.” s?ptim0 día' Por eS° ’
20:8-11).

bién advirtió^ Mohsés*S“Du e! sábado séptimo día, Dios tam-


rante seis años podarás t» v--3”'6 seis aflos sembrarás tu tierra, du-
año la tierra tendrá m / na y a,*e8arás su fruto. Pero el séptimo
No sembrarás tu tierra rú o o T reposo' sfibado en h
Aívy afrento»» „«____’ Podaríis
afrentosa usurpación dé p ™ tu •8 viña.’YfLev. 25:8-10).)
*“ v iñ a ”(!Lev. 25 JM 0La sutil
jJ La
jdente en su encíclica Fl h•ancJfC0 del DioTde ia Créáctón es evi
JLión en la Eucaristía tiene ^ Pn e* domingo, nuestra participa'
■K »
AfikC& t,ene esPec|al importancia. El domingo, como
1)'•*- ....
¿«ibüdo judío, tiene pijy,
ració n con
reinkii'- - - Dios, c m nosm™.,
T ^ ± ~ ;~^L2£LM
p^——--- ^ m din
a j a ra sanar nuestra
domingo es el d ^ de la
creación, cuyos primeros frutos son J ’s ! „Pnmcr dí“:^ S ' e v a
‘de Cristo, la promesa de la fmal tr * fi 8 m,c.nto dc la humanidad
creada. También proclama “el e t e m f T ™ ’0" de toda realidad
Oios.” (LA U D A TO S I’, Section 2371 r™ ™ ™ del hombre
humano transferir el significado b „ j puede un mero ser
sábado de D ios, el día séptimo de la s e r l n a ú Y- la ,santidad dd
primero; y por extensión relegar las henHi ’ haclaJel, doimngo, el
Creador hacia un día que él y s f ¡ g í ' a hTn f ñ Jubi,e0 del
.ciertamente lo que Francisco está haciendo ^ ^ S á t o I \ \ ° **
Kevin P1 Em m eit, en su artículo del 19 de junio, 2015, Por Qué el
Papa Esta Em barcado en Verde, apareciendo en Christianity Today
Online, pone en perspectiva la encíclica de Francisco cuando obser­
va: La encíclica, sin embargo, es mucho más que una carta de
condenación, o una lección para atención ambiental. Debajo de las
advertencias y prescripciones, él ofrece una teología de la creación
que enfatiza cómo, mediante el diseño divino, los seres humanos y
$1 mundo creado se encuentran profundamente conectados. Si
entendemos esto, dice Francisco, puede cambiar la manera como
nos relacionamos con Dios, con el prójimo, y con la creación. Pero
debemos relacionam os con Dios, con el prójimo, y con la creación,
basado en la prescripción de Dios, sus Diez Mandamientos fExo o
20:2-17), y no en el LAUDATO SI’ en lo cual Francisco prescribe
lo [supuestamente] sagrado del domingo y la eucaristía com
titución. ¿Depositarás tus espera" f |S ev"c¡‘lsPpromeSaS de Francisco,
dor?, o sobre la arena movediza de P
LAt- •: La opción es tuya.
7” , so
it g f Francisco no es D ios, el dom ingon0 ^ ! ^ ^ , ^ , a Eucaristia
Sp-Bf -aniversario del C oncilio
Y lo sagrado del domingo sonj£j— j^^hra de Dios La Biblia
•CT^-cuentran patentemente opuestos a— rtfrRCtd¿^*na sola vez,
; claramente e n s e ^ ‘‘así también Cns dft yez> sin relación
:t, Para quitar los pecados de much°*a los que lo esperan «nsiosa-
. , ___nara salvar a M rtilí>nr-canaria
st
con el pecado, aparecerá es asi
H skm emte.” fHeb: 9:28, _ lO jlfL ^ ^ ‘ ueva a cabo la mu.subs.an-
e, • ___________
........................... - “ "macón S a n g r e d e Cristo. Bajo el
i í def,n!da: “Mediante cuérpo y Sangre*
Clacion del pan y el vino “ mismo, viviente y g
| .; Consagrad0 pan y el vi
líSRr?
I/ J
presente en manera real y sustancial: su Cuerpo y su Sang
wc„ divinidad.” (C a te c h is m o f the Catholic Church \ $ \ y ^ SU

i 1e o _ _ so a J ^ s d^qbediencU y
la eucaristía, y a c e p S l^ - - ^éTbos profetas, Daniel en el Antiguo
claramente identifican este poder.
Testamento, y Juan en ® . ¡sí: “Nadie os engañe en ninguna
El apóstol Pablo o ^ „gnHrá sin que antes ven ga la apostasia.
'H2222’ fep^é^toTel hijo de perdición, que se
^ l ^ f ^ M Í a ñ i j ü ñ t r a J p d o jo_gue_£eJlajim D io ^ )_ ^ ie se ado-
f f f i S E S S Ü Í Ü E J o d e D ¡ 2 ^ c o m b o s , haciéndose La-
isar
» -ñor
— Dios.
^ — T7oa' « ?-V4'i ^Los
(2 tles. — reformadores
— protestantes
—------------------ una-
:-------- t
m m feétT acordaban_que_se trata d e jia d ie ,m as j u e j d papado
T ^ ^ T i w n j a j i istoria como la Biblia testifican de él como uno
qué asume las prerrogativas divinas, procurando cambiar la ley~de
Dios, persiguiendo á los verdaderos seguidores de Dios, y preten­
diendo usurpar el lugar de IMós en la tierra.
Las promesas_de .Francisco, su actual director^ no producirán paz,
justicia, equidad, y descanso; pero sí introducirán un caos indeteni-
ble, represión sangrienta, y finalmente destrucción total. El profeta
Daniel dice: “En aquel tiempo se levantará Miguel, d gran
Príncipe que protege a_tu pueblo. Y será tiempo de angustia, cual
njmca f^desde q u ejm ^ gente ha^t^entonces. Pero en eseliem po
lih-n ’v rS '0 tT Pue^l°» todos los que se hallen escritos en el
^ a l o n 1 ^ 4)i g g g g g p £ Í g ^ el Ju M e o d e D io s (P

seguridad! " Í ' ^ ^ o ^ 1X ^ - ^ 1-CÍSCO para_ armonía» equidad^


vclozmenuL^^~rc:r~--|^— tocante a un ~mu n d o ^ q u e -¿ tá
antiguo v^éntir^ñ-nT;-;— t -u . encuentro con ¿m fejste destino. Él
^ i r é l a l i e r r a é V estaba
cataban temblando' v s^n luz. Miré los montes, y
Q p jjiu n ¿oTtThombre seéStremecían» Miré, y no
: * tlerra fértifera iirr°í ves del cielo se habían ido,
dic^éf E, ® ^ p r e s ¿ n c ia dcfÉm” 0’ y -t° das sus ciudades estaban
dSrmT~''n''°: 'X°.do el na|r'T ~.- -rrí0’- aate_eL_furor de su ira. Así.
°* or^ so ^ e n l u t a r l a u n q u e no lo destruiré
“ ------ ^ tic rra ^ y e l cielo arribaT eís'cur^erá.
Porque hable, pensé, y no me arrepentiré ni desistiré ” (Jcr 4-21
^ññTétoacuerdo lisa. 24 »<* ^
j^ ^ h a b i t a n t e s ,g o ^ u e t r a ^ n m '
cho, quebrantaron el pacto eterno,” ([sa. 24:5),
La estEtegi? parael e^taMeciimentp de la santidad del fue
a d o p tg d a jm c ^ a n g ^ l ^ e n el C ^ d l ,0 de T re n ^ —
cilio de la Contra Retorma que exploró maneras dé h ^ ¡ -
i ram ojos,herejes, el AriSbisplo de R ^ T o S 'p a r RTccfllHfe
Passo. concluyo; tg s protestantes pretenden creer solamente en la
palabra escntgnEllos profesan tener sólo a la Rihlia c»mn i T ^ ^ T
de fe. Ellos juslUic.'insii rcvuella mediante el argumento de que ía
Iglesia ha apostatado de la palabra escrita y sigue la tradición.
Ahora la pretensión protestante de que ellos solamente creen en la
palabra escrita, no es cierto. Su profesión de quejsóíoja Bibliaesla
norma de fe es falsa. PRUEBA: La palabra escrita explícitamente
pide observancia del día séptimo como el SABADO. Ellos no
observan el día séptimo, sino que lo rechazan. Si ellos verdadera­
mente creen en solamente la Biblia como su norma, ellos estarían
observando el día séptimo según se ordena en toda la Biblia. Sjn
embargo ellos no sólo rechazan la observancia del sábado pedida en
la palabra escrita, sino que han adoptado, y sí practican, la obser-
vancíadel domingo, para lo cual tienen sólo la tradición deja Igle-
sia^atólical.~^misécúemémente la pretensión ‘Sólo la Escritura
como la norma^ fracasa; y la doctrina Je :La Escritura y la trad i-
ción* como esenciaCquéda pinamente establecida, coqJ os protes­
tantes mismos siendo los meces.” (J. H. Holtzman, Canon cm
Tradition, published in Luewigsburgh, Germany in 1859, page
263, and Archbishop of Reggio’s address m the 17 session o
Council of Trent, Jan. 18. 1562, in Mansk SC, V pj,3 T f ols. 529,

r sobre
instrumento contra la R eform a Protéstame. ^ “ " ^
Suexitoe 1 ^ ^
.n n c g a b e y
está siendo utilizado muy efectivamente para pronto oongar
esta siendo utilizado muy gobernador supremo del
li¡ mundo entero a honrar al papadojcom^ g ----------- -
mundo^
del\ Vaticano
El principal, consejero a Vahea Jeffrey^ Sachs
Unidosadvirtió que cuan-
en septiembre,
do el Papa Francisco visite a Americana” de
> 2015, él habrá de desafiar directamente a la
.os derecho» dedo, P«r Dios de
i i i ,„¡.t c,.,.hu un especial consejero ue las Nacione*
UniXs ^ direclor* <lcV departamento Earth Institute « . Columbi,
, escribe en In publicación jesuíta A m e r i c a - . “América es
u s cie lml en decadencia tocante a la idea de derechos
inalienables para la vida, la libertad, y la busca de la felicidad. PWo
el urgente centro del mensaje de Francisco será desafiar esta “Idca
Americana” al proclamar que el camino a la felicidad no sólo reside
mediante la defensa de derechos, sino mediante el ejercicio de
virtudes con notablemente siendo esas virtudes la justicia y ia
caridad” ( ¡Vestren Journalism , May 19, 2015). Está_claro que ia
meta final de Francisco es destruir la Constituc|ón_Americana. la
cüáígárañtíza el libj:e aííbedrío en a s u n t o s j ^ g i ^
íos dogmas papales, ubicando así a laco n cien cjaen su lugar.
Es ciertamente un triste comentario sobre la experiencia ame­
ricana, que el preciso cuerpo que en su infancia estableció leyes
especialmente opuestas al gobierno Papal; ahora en su madurez ha
invitado al Pontífice Romano a instruirla de que las ideas de los
Padres Fundadores deben ser repudiadas. Los Padres Fundadores
estarían indescriptiblemente pasmados si hubieran podido atestiguar
tal retroceso tocante a aquello por lo que ellos tanto sacrificaron.
Las naciones del mundo han acordado con el papa que sí tenemos
un problema climático. En la conferencia sobre Cambio Climático
^R jlg ncLai_des(le el 30 d e 'noviembre hasta el 12 de diciembre
do_un_aciierd(? por todas las 196 naciones presentes,
rcpprcocicHdo que_el_jnundo ciertamente sí tiene un problema
chipático. El Papa Francisco, quien agresivamente instó que las
naciones hicieran ese acuerdo, desde luego hubo expuesto la
so ución varios meses antes en su encíclica, Laudato SF. Su
so uci n Lo [supuestamente] sagrado del domingo.
Su siguiente maniobra fue la de ofrecer al mundo una puerta de
decrptA°r m trfv^s cual todos deben regresar a su iglesia. El
bre o n esta Puerta de misericordia’ se cierra el 20 de novienv
puerta'? I a & ^re^unta es: ¿Qué sucede después que se cierra la
de bu lüiotti r?r!,U"Sta se encuentra en las intransigentes pólizas
qe »u ImcM» tcuólica] de la Media.

* |Mcguro^m quj no e T <Juc|ura: “Entonces Jesús


que sube por otra nnrt18 en| C red'* de *as ovej as Por *a Puerta’ sin
P«r otra pane, es ladrón y asaltante. Pero el que entra por
I la puerta es el pastor de ]as „ •
J ovejas reconocen su voz t i, Jas- A éste ni
I del redil-----Yo Soy la puc™a l SUs °vejas por nomh^ abre’ y las
/ salvo. Entrará, saldrá, y ha|Iarx' El ^ entre por r!^ bre’ y saca
I jH~Xan5<^£_P?£a l£sj2ro^c^ ^ a^Q's'’, (Juan 10:1!3A"11’será
d T ^ ran cisc^ estáT Ie^ ^ -^-^^iiajiumanidíiH la’ ^ ^Uü|ar
m ic n M Í» g jg ? ^

íJl

iJry:-l~fá- ;*s4j■
CAPITULO 9

La Libertad de Conciencia
Amenazada
ideran hoy al romanismo con más favor qUe
Los protestantes consi donde n0 predomina y donde los partida-
años atrás. En los pai ca de conciliación para ganar influjo,
rios del papa siguen“ creciente respecto a las doctrinas que sepa-
ranclas i g l Í reformadas de la jerarquía papal; entre los proles-
«antes esta ganando terreno la opinión de que, al fin y al cabo, en
tantes
tames está
esw s ^ ^ divergencias no son tan grandes como se
suoonía*°y queünas pequeñas concesiones de su parte los pondrían
en mejor inteligencia con Roma. Tiempo hubo en que los protes­
tantes estimaban altamente la libertad de conciencia adquirida a
costa de tantos sacrificios. Enseñaban a sus hijos a tener en aborre­
cimiento al papado y sostenían que tratar de congeniar con Roma
equivaldría a traicionar la causa de Dios. Pero ¡cuán diferentes son
los sentimientos expresados hoy!
Los defensores del papado declaran que la iglesia ha sido calum­
niada, y el mundo protestante se inclina a creerlo. Muchos sostienen
que es injusto juzgar a la iglesia de nuestros días por las abomina­
ciones y los absurdos que la caracterizaron cuando dominaba en los
siglos de ignorancia y de tinieblas. Tratan de excusar sus horribles
crueldades como si fueran resultado de la barbarie de la época, y
arguyen que las influencias de la civilización moderna han modifi­
cado los sentimientos de ella.

sosten idas diurant° ? ersonas las pretensiones de infalibilidad

más positivo Que nnno


“ ■I™ ro ^
h afirmado en el siglo XIX de un modo
ujr
“nunca erró; ni errará* Com,° Roma asegura que la iglesia
Mosheim, Institutes Según las Escrituras” (J. L. Von
parte 2, cap. 2, nota^n^ libio 3, siglo XI,
amoldaron su conducta en i P°drá renunciar a los principios que
La , Cdades Pasadas?
- pretensión . „ ¡ n f .,il*
dogmas lo da por santo v hu* Perseguir a los que rechazaban sus
n°» ¿y quién asegura que no volvería a
las andadas s*emPre 9ue se le presentase' i
L las medidas restrictivas impues,as cn °POr,unidad? Dcróguen
tiernos civiles y déjese a Roma que recupere ®luali*!,*d por los go!
verán resucitar en el acto su tiranía y sus pereecücioncs ° P<>liur y SC
fjn conocido autor dice, acerca de la actit,„i i , ^
hacia la libertad de conciencia y acerca dc ot'n ^ 0™^’"" pilpal
que corren los Estados Unidos si tiene éxito if T * espccialcs
jerarquía: “Son muchos los que atribuj„ ” ?añatismo'" f ^
idad todo temor expresado acerca del ca oüdsmo “1 " ' " f
Estados Unidos. Los tales no ven en el cJ E T X S I Í
nismo nada que sea hosttl a nuestras libres instituciones, y no ven
tampoco nada inquietante en el incremento de aquel. Comparemos
pues, primero, algunos de los principios fundamentales de nuestro
gobierno con los de la Iglesia Católica. “La Constitución de los
Estados Unidos garantiza la libertad de conciencia. Nada hay más
precioso ni de importancia tan fundamental. El papa Pío IX, en su
encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: ‘Las doctrinas o extrava­
gancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia,
son unos de los errores más pestilentes: una de las pestes que más
se debe temer en un estado’. El mismo papa, en su encíclica del 8
de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad
de conciencia y de cultos’ como también ‘a cuantos aseveran que la
iglesia no puede emplear la fuerza .
El tono pacífico que Roma emplea en los Estados PE1
ca un cambio de sentimientos. Es toIeraute cuando nnpo .e. E
obispo O’Connor dice: ‘La libertad rellg.10SnaJ eJ P°“ u l
hasta que se pueda practicar lo opuesto sinqp ^ ^ herejía y
católico’. [...] El arzobispo de Saint Lou J como palia
i- la incredulidad son crímenes; y en os P gs católico y donde la
y España, por ejemplo, donde to o e se las castiga
religión católica es parte esencial de la tey
como a los demás crímenes’. [••*]• . r , ,ica presta un
\ “Todo cardenal, arzobispo y o b i s p o * * I g J ™ encuentran
jnramento de obediencia al Papa’ herejes, cismáticos y re
guien,es palabras: ‘Me y los Perf | ¿ase
: contra nuestro señor (el papa), ° sus su ^ 5>párrs. 2-4).[(v
lodo mi poder’” (J. Strong, 0ur .. o
* Apéndice de referencias corregido)] ^^ CatóUca roma-

:t,f::
•ii j rw*r«íinas sirven a Dios según las mejore»
na. En clin, mülurcs c P ,eer su Palabra (véase el Apén.
luces que tienen. Le P discernir la verdad. Nunca han
dice), debido “ ' Z T l Z r e n t clculto o servicio vivo rendid"»
v,s'° ,cl C°"ir" u n a serie de meras formas y ceremonias. Dios mi*
con di"™ misericordia a esas almas educadas en una fe engañosa*
insuficiente. Hará penetrar rayos de luz a través de las tm.eblas qUe
¡as rodean. Les revelará la verdad tal cual es en Jesus y muchos se
unirán aún a Su pueblo.
Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en ar-
monía con el evangelio de Cristo que en cualquier otro periodo de
su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes
tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiem­
pos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de
operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su
influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha
violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, resta­
blecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha
hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones.
Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países
protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios
y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la
extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes desercio­
nes a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a
todos los que aprecian los puros principios del evangelio.
Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patroci­
na o, han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los
mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cie-
mdiiome °J0S ante verdadero carácter del romanismo, ante los
desnertar^aTn temer de su supremacía. Hay necesidad de

y q u ^ s ^ c u k o ^ u L f s e r i " ^ ^ 16 ' 8 reli? ión catóIica no es atraCt'Va


, Pero están equivocados Si hl ceremomas áridas y sin significado,
no es una imnostnra n klen ° romanismo se basa en el engano,
iglesia romana es un cerem m "1! deSprovista de artc- El culto de la
’brillante de sus osrnma * ma ^ue *mPresiona profundamente. Lo
los Sentidos del pueblo v T ,? !^ 'a, so,emnidad de sus ritos fascinan
• ° y acal,an Ia voz de la razón y de la concien-
cía. Todo encanta a la vista. Sus ,nh u-
imponentes, sus altares de nm UDerblas iglesias
Cogidas y sus exquisftas°Tscul tures0*!.'? de Joyas! sus Enturas
belleza. Al o.do también se le cautiva Su° aP° 'a al amor de la
Los graves acordes del 6rgano poderoso^ no ¡«nal
numerosas voces que resuenan y reDe° W,áos a la melodía de
naVcs y columnas de sus grandes c a t e d l t P° r en,re las elevadas
producir en los espíritus impresiones de re- n!!’ n° PUedcn deJar de
i j . espeto y reverencia
Este esplendor, esta pompa y estas ceren, •
sirven más que para dejar burlados los a n h X ? ,f X!enores’ que no
mas de pecado, son clara evidencia de la S d° as a!mas enfer'
religión de Cristo no necesita de tales atractiv^UPC'° Ií, ÍmerÍ°r' La
mendable. Bajo los rayos de luz que emite 1 ^ hacerse reco‘
cnstiamsmo se muestra tan puro y tan hermoso, que ningum decó
ración extenor puede realzar, su verdadero valor. Es la heL sura d¡
la santidad, o sea un espíritu manso y apacible, lo que tiene valor
delante de Dios.
La brillantez del estilo no es necesariamente indicio de pensamien­
tos puros y elevados. Encuéntranse a menudo conceptos del arte y
refinamientos del gusto en espíritus camales y sensuales. Satanás
suele valerse a menudo de ellos para hacer olvidar a los hombres las
necesidades del alma, para hacerles perder de vista la vida futura e
inmortal, para alejarlos de su Salvador infinito e inducirlos a vivir
para este mundo solamente.
Una religión de ceremonias exteriores es propia para atraer al cora­
zón irregenerado. La pompa y el ceremonial del culto católico
ejercen un poder seductor, fascinador, que engaña a muchas perso
ñas, las cuales llegan a considerar a la iglesia romana como a ver
dadera puerta del cielo. Solo pueden resistir su in ue cofa_
Pisan con pie firme en el Andamento de te v e r ^ y ^ ^ de
zones han sido regenerados por el E p serán uevadas a
Personas que no conocen por expenen Seméjante religión es,
aceptar las formas de una piedad sin poder. Semejan:
I. Precisamente, lo que las multitudes desean.
ce , . tener el derecho de perdonar pe
El hecho de que la iglesia asevere t ,jbres para pecar; y el
; eados induce a los romanistas a sentí ^ nQ otorga «i
mandamiento de la confesión sm se arrodilla ante
Perdón, tiende además a dar bríos a; al mal. tu
<.esj¿n4 pensamientos
nensanuento. y
en la confesión ios P
- ->, - j ' '
deseos secretos de su corazón, rebaja su d ig n id a d y degrada tod
los nobles instintos de su alm a. A l descubrir los pecados d e su a l °S
a un sacerdote — modal desviado y pecador , y dem asiado a m ™ *
do conrompido por el vino y la im p u reza — e l h o m b re r e b a ^ ^
nivel de su Carácter y c o n se c u e n te m e n te s e co rro m p e. L a id ea ^
tenía de Dios resulta envilecida a sem ejanza de la h u m a n id a d ^
pues el sacerdote hace el papel de representante de Dios Lst Ca>í íif
lesión degradante de hom bre a ho m b re es la fuente secretaaf ° n'
cual ha brotado gran pade del m al que está co rro m o ie n d n , i 3 C
nur* ,a destrucción fin a l. S in em b arg ™ Undo
para
y lo está preparar P satjsfaccr sus malas tendencias, es más
todo aquel a quien t ^ mortal que abrir su alma a Dios. Es
2 gratadla naturaleza humana hacer penitencia que renunciar al
nccado es más fácil mortificar la came usando e l,e o s orí,gas y
cadenas desgarradoras que renunciar a los deseos camales. Harto
pesado es el yugo que el corazón camal esta dispuesto a cargar
antes de doblegarse al yugo de Cristo.
Hay una semejanza sorprendente entre la iglesia de Roma y la
iglesia judaica del tiempo del primer advenimiento de Cristo.
Mientras los judíos pisoteaban secretamente todos los principios de
la ley de Dios, en lo exterior eran estrictamente rigurosos en la
observancia de los preceptos de ella, recargándola con exacciones y
tradiciones que hacían difícil y pesado el cumplir con ella. Así
como los judíos profesaban reverenciar la ley, así también los
romanistas dicen reverenciar la cruz. Exaltan el símbolo de los
SU' tinentos de Cristo, al par que niegan con sus vidas a Aquel a
quien ese símbolo representa.

«Are sus'mtlduro Por m V 0**6 SUS iglesias’ sobre sus al,ares y


Por todas partes se la honraY Pa? CS Se Ve la lns'Snia de la cmz'
fianzas de Cristo están ™ ,y exa ta exteriormente. Pero las ense-
absurdas, interpretacione^ baj0 Un montón de tradiciones
bras del Salvador respecto a U ^ y exacciones rigurosas. Las pala-
yor razón aún a los jefes d , S:(U .s hipócritas se aplican con ma-
gas pesadas y difíciles de fí * ^*es*a Católica romana: “Atan car-
los hombres; pero ellos mi y *as Ponen sobre los hombros de
suyo”. Mateo 23;4 (VM^ Sa?S n° ^u’eren moverlas con un dedo
constante del terror, tem im rfi “ Concienzudas quedan presa
muchos de los dignatarios d<*°i * un ^ os ofendido, mientras
res sensuales. a ’glesia viven en el lujo y los place-
-m í yi.
rl culto de las im ágenes y reliauin* i„ *
exaltación del papa son artificios de S atin a. C'° n dU '° S Sanlos y la
de su Hijo el espíritu del pueblo. Pam ase " I T “!cjar de Dios y
en distraer su atención del Ú nico que nuedp rU"’a, Se esfucrza
ción. Dirigirá las alm as hacia cualquier objete m e T Í * Salva'
Aquel que dijo: “ ¡V enid a mi todos los aue « ? “• P“eda sus,1,uir a
biados, y y o o s daré d escan so!” M ateo 1 h 2 8 ( V M ) . ™ * V ag° ‘

Satanás se esfuerza siem pre en presentar de un modo falso el carác


terde D .o s la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuendas
que tendrá la gran controversia. Sus sofism as debilitan el sen”
t0 de obligación para co n la ley divina y dan a los hombres libertad
para pecar. A l m ism o tiem po les hace aceptar falsas ideas acerca de
Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con
ft
amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carác­
«r,, t ter, la incorpora en sistem as religiosos y le da expresión en diver­
rv. sas formas de culto. S uced e así que las inteligencias de los hom­
bres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes
para hacer la guerra a D ios. D ebido a conceptos erróneos de los
atributos de D io s, las n acion es paganas fueron inducidas a creer que
los sacrificios hum anos eran necesarios para asegurarse el favor
divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas
formas de la idolatría.
La Iglesia C atólica rom ana, al unir las formas del paganismo con
las del cristianism o, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos
colores, co m o lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no
crueles, horrorosas y repugnantes. En tiempo de la suprema-
uaC^T"i> i menos
lana, había instrum entos de tortura para obligar a los hom­
cia romana,
bres a aceptar su s doctrinas. Existía la hoguera para los que no' que
PjraprT
rían hacer c o n ce sio n es a sus exigencias. Hu o o m es m
-f .
, * <d magnitud „uu n u m t. « r i “ “ " d w " “
en el día del ju icio . D ignatarios de la g * , tortura
estro Satanás, se afanaban por idear nuevos a |a v¡da de la
que hicieran padecer lo indecible sin P0”? * , ^ repetía hasta los
víctima. En m u ch os ca so s el proceso m manera que la natu-
Hmites extrem os d e la resistencia humana, de com o
: raleza quedaba rendida y la víctim a suspiraba por la mu
« I dulce alivio, "
, . nes corporales más lastimeras que se pUe.
sed, y de las mortificación ^ favor del cie]0> ios penitentes vio.
dan imaginar. Para asegur f ,as ,eyes de la naturaleza. Se les
lnbnii las leyes de Dios * que Dios instituyó para bendecir y
enseñaba a disolver '°® ‘ bfe en la tierra. Los cementerios encie-
amenizar la estada del ^ pasaron ]a vida luchando en vano
rran millones de victo ■ raleS; para refrenar como ofensivos a
para dominar los atec timjento de simpatía hacia sus seme-
Dios todo pensamiento y sen
iantes *
’ „nnmrender la resuelta crueldad de Satanás, manifes-
Si deseamos P n0 entre jos que j amás oyeron hablar
d daD ¡" /slCnoSe°n el corazón mismo de la cristiandad y por toda su
extensión no tenemos más que echar una mirada en la historia del
romanismo Por medio de ese gigantesco sistema de engaño, el
príncipe del mal consigue su objeto de deshonrar a Dios y de hacer
al hombre miserable. Y si consideramos lo bien que logra enmas­
cararse y hacer su obra por medio de los jefes de la iglesia, nos
daremos mejor cuenta del motivo de su antipatía por la Biblia.
Siempre que sea leído este libro, la misericordia y el amor de Dios
saltarán a la vista, y se echará de ver que Dios no impone a los
hombres ninguna de aquellas pesadas cargas. Todo lo que él pide es
un corazón contrito y un espíritu humilde y obediente.
Cristo no dio en su vida ningún ejemplo que autorice a los hombres
y mujeres a encerrarse en monasterios so pretexto de prepararse
para el cielo. Jamás enseñó que debían mutilarse los sentimientos
e amor y simpatía. El corazón del Salvador rebosaba de amor.
maS SC acerca el hombre a la perfección moral, tanto más
necadovT ^ sensibihdad, tanto más vivo su sentimiento del
dice serel v t a ^ r S 8 SU SÍmpatía P° r l0S affigÍd0S' E‘ PSPa
con el de nuestro S a W a d o V ^ e T ^ COmp“ SU Caf ‘“
hombres a la cárcel a ,,i ° 6S 0 Jamas a Cnst0 condenar
homenaje como Rey del c ie ln T T ° porque se neSaran a rendir,e
a los que no le acentah-mi „óAcaso se le ° y ° condenar a muerte
habitantes de un pueblo ^ an^° fue menospreciado por los
indignación y dijo: “Señ Samar*tano> el apóstol Juan se llenó de
fuego del cielo, y los coni’ ^ u*eres 9ue mandemos que descienda
discípulo con compasión C° mo hizo Elias?” Jesús miró a su
El Hijo del hombre no repren(hó por su aspereza, diciendo,
ombres, sino para s a l v a r l ^ T ^ 0 para Perder las almas de los
ucas 9:54, 56. ¡Cuán diferente el
espfritu manifestado por Cristo del de su
La iglesia Católica le pone actualmente
presenta disculpas por sus hombles *!",’?°,‘ma cara apacible
vestiduras como las de Cristo; pero en m alid af8' ha Pu<*«°
Todos los principios formulados por el nm 7 d d no ha «amblado
subsisten en nuestros días. Las doctrinas t a " 0 6Ü edades Pasadas
más tenebrosos siguen profesándose aún m r das en los si8'os
papado que los protestantes están ahora tan a d'e Se engañe- E1
el mismo que gobernaba al mundo en ,• dlspues'os a h°nrar, es
cuando se levantaron hombres de Dios I.r>timp°,S de 0a Reforma-
para denunciar la iniquidad de él El m , ! ' - 8" de SUS vidas
mismas orgullosas pretensiones con que
y pnncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espirita no e
hoy menos cruel n, despótico que cuando destmía la libertad
humana y mataba a los santos del Altísimo.
El papado es precisamente lo que la profecía declaró que sería: la
apostasía de los postreros días ( 2 Tesalonicenses 2:3, 4). Forma
parte de su política asumir el carácter que le permita realizar mejor
sus fines; pero bajo la apariencia variable del camaleón oculta el
mismo veneno de la serpiente. Declara: “No hay que guardar la
palabra empeñada con herejes, ni con personas sospechosas de
herejía”. Lenfant, Histoire du Concile de Constance 1:493. ¿Será
posible que este poder cuya historia se escribió durante mil años
con la sangre de los santos, sea ahora reconocido como parte de la
iglesia de Cristo?
b.
No sin razón se ha asegurado que en los países protestantes el
catolicismo no difiere ya tanto del protestantismo c°m° a“Ej \ E1
m « ¡ « l o . cambio; p e » ~
debido a lo mucho que este ha degenerado desde los
reformadores. do d favor del
Mientras las iglesias protestantes han es a n que es justo
¿ S mund°> una falsa caridad las ha cc%
Pensar bien de todo mal; y el resul a
a ;nevitable será que al fin
defensa de la fe que
Pensarán mal de todo bien. En lugar * « ‘" en sin0 disculparse
. dada antiguamente a los san ^ poca car¡dad y Peíir
an,e Roma por haberla juzgado an¡festaron.
f ; - P^dón por la estrechez de miras q nisnW. se dan Poca
“ favorecen al romamsn ,.g .
En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados
Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las
instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguien­
do las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta
para que el papado recobre en la America protestante la supremacía
que perdió en el Viejo Mundo. Y lo que da más significado a esta
tendencia es la circunstancia de que el objeto principal que se tiene
en vista es imponer la observancia del domingo, institución que vio
la luz en Roma y que el papado proclama como signo de su autori­
dad. Es el espíritu del papado, es decir, el espíritu de conformidad
con las costumbres mundanas, la mayor veneración por las tradi­
ciones humanas que por los mandamientos de Dios, el que está
penetrando en las iglesias protestantes e induciéndolas a hacer la
misma obra de exaltación del domingo que el papado hizo antes
que ellas.
Si el lector quiere saber cuáles son los medios que se emplearán en
la contienda por venir, no tiene más que leer la descripción de los
que Roma empleó con el mismo fin en siglos pasados. Si desea
saber cómo los papistas unidos a los protestantes procederán con
autoridad divina, Eusebio, obispo que busco el favor de los prlncU
pes y amigo intimo y adulador especial de Constantino aseveró qUe
Cristo había transferido el día de reposo del sobado al domingo. N0
se pudo aducir una sola prueba de las Santas Escrituras en favor de
la nueva doctrina. Eusebio mismo reconoce involuntariamente la
falsedad de ella y señala a los verdaderos autores del cambio.
“Nosotros hemos transferido al domingo, día delSeñor - dice -
todas las cosas que debían hacerse en el sabado (Robert Cox,
Sabbath Laws and Sabbath Duties, p. 538). Pero por infundado que
fuese el argumento en favor del domingo, sirvió para envalentonara
los hombres y animarlos a pisotear el sabado del Señor. Todos los
que deseaban ser honrados por el mundo aceptaron el día festivo
popular.
Con el afianzamiento del papado fue enalteciéndose más y más la
institución del domingo. Por algún tiempo el pueblo siguió ocupán­
dose en los trabajos agrícolas fuera de las horas de culto, y el sép­
timo día, o sábado, siguió siendo considerado como el día de repo­
so. Pero lenta y seguramente fue efectuándose el cambio. Se prohi­
bió a los magistrados que fallaran en lo civil los domingos. Poco
después se dispuso que todos sin distinción de clase social se abstu­
viesen del trabajo ordinario, so pena de multa para los señores y de .
azotes para los siervos. Más tarde se decretó que los ricos serían
castigados con la pérdida de la mitad de sus bienes y que finalmen­
te, si se obstinaban en desobedecer, se les hiciese esclavos. Los de
las clases inferiores debían sufrir destierro perpetuo.
Se recurrió también a los milagros. Entre otros casos maravillosos,
se refería que un campesino que iba a labrar su campo en día do­
mingo limpió su arado con un hierro que le penetró en la mano, y
por dos años enteros no lo pudo sacar, “sufriendo con ello mucho
dolor y vergüenza” (Francis West, Historical and Practical Discour­
O-r se on the Lords Day, p. 174).

el P- T 0rdenÓ que los sacerd°tes del campo amonesta-


J-f oara n Va d° ming0 * los indujeran a venir a la iglesia
mismos v snV, CSe qUe atrai esen alguna gran calamidad sobre sí
argumento tanfrecuentemente ^ ,C° " CÍUo eclesiástic0 aduj° f
por los nrote«jtnntAc 1 mente empleado desde entonces, y hasta
sido muertas por el ravTmie I 'Sta dC, qUe al8unas personas habían
debía ser el día de r ^ entras trabajaban en día domingo, ese
el dla de reposo. “Es evidente - decían los prelados -

88 ■fe
1
cuán grande era el d e s a g u o de Dios ,
Luego se d.rtg.o un Unnuunie ' Vcrlos Apreciar
ministros reyes y principes y todos !»«'n ."“I Im »«eerd,neS ¿
fuera pos,be para que ese día ft.ese rem"sta ^ ioiw“ «««Mo ta
fuese m as d evotam en te observado e „ | " 811 h‘” ><»r V para que
cristiandad (Thomas Morer, Discou.se e " ^ para ''“"ra * la
Name, Not,on, and Observation of the t L £ x Dl,ll<,8«es on the
Como los decretos de los concilios m u .
a las autoridades civiles a promulmr ,nsilfícientes, se instó
al pueblo y le obligase a abstenerse de tnh-ii ° q“c1insPirase terror
sínodo reunido en Roma todos los , h Jar e domin8°- En un
confirmados con mayor f iie r ^ y S0,m n n fd T ° S a",CrÍOres fuaron

toda la cristiandad (vease Heylyn, History of the Sabbath p“


cap. 5, sec. 1) 1
A pesar de esto la falta de autoridad bíblica en favor de la observan­
cia del domingo no originaba pocas dificultades. El pueblo ponía en
tela de juicio el derecho de sus maestros para echar a un lado la
declaración positiva de Jehová: “El séptimo día sábado es del Señor
tu Dios” a fin de honrar el día del Sol. Se necesitaban otros expe­
dientes para suplir la falta de testimonios bíblicos. Un celoso de­
fensor del domingo que visitó a fines del siglo XII las iglesias de
Inglaterra, encontró resistencia por parte de testigos fieles de la
verdad; sus esfuerzos resultaron tan inútiles que abandonó el país
por algún tiempo en busca de medios que le permitiesen apoyar sus
enseñanzas. Cuando regresó, la falta había sido suplida y entonces
tuvo mayor éxito. Había traído consigo un rollo que P^es®" a ®

Z Z Í t p a r a l a S S i T é S t í
i**
para aterrar a los desobediente^ Stí afumaba ^ ^ X d í a

II sobre el altar de San Si SV


Simeón, en el <8 ^ Roma u jerarquía
donde procedía era del palcioP° ,M fraudes y la
• papal consideró siempre como g -¿mj de la iglesia.
«iones que favoreciesen el poder y a • ^ tarde) dci
El rollo prohibía trabajar desde la hora nov^ se declaraba
*'*«««««
i___ - —
t:a * ad*\
«M-írrt ^asta la salida e l sol
so l el
e l lunes,
lunes; yy S U____
a u i c ysennas
i ----------- c
il^ ^ r r n a d a p o r m u ch os m ilagros. S e decía que personas que habían
.V- ”• •> 'V:-• a ‘ *l .• v ‘
OQ
trabajado más allá do la hora señalada habían sufrido ataques de
parálisis. Un molinero que intentó moler su trigo vio salir en vez de
harina un chorro de sangre y la rueda del molino se paro a pesar dej
buen caudal de agua. Una mujer que había puesto masa en el horno
la encontró cruda al sacarla, no obstante haber estado el homo muy
caliente. Otra que había preparado su masa para cocer el pan q jg
hora novena, pero resolvió ponerla a un lado hasta el lunes, Ja ^
contró convertida en panes y cocida por el poder divino. Un hombre
que coció pan después de la novena hora del sábado, encontró, aj
partirlo por la mañana siguiente, que salía sangre de él. Mediante
tales invenciones absurdas y supersticiosas file cómo los abogados
del domingo trataron de hacerlo sagrado. Véase Rogelio d
Hoveden, Annals 2:528-530.
Tanto en Escocia como en Inglaterra se logró hacer respetar mejor
el domingo mezclándolo en parte con el sabado antiguo. Pero varia­
ba el tiempo que se debía guardar como sagrado. Un edicto del rey
de Escocia declaraba que “se debía considerar como santo el sábado
( a partir del medio día” y que desde ese momento hasta el lunes na­
die debía ocuparse en trabajos mundanos. Morer, 290, 291. Pero a
pesar de todos los esfuerzos hechos para establecer la santidad del
domingo, los mismos papistas confesaban públicamente la autori­
dad divina del sábado y el origen humano de la institución que lo
había suplantado. En el siglo XVI un concilio papal ordenó explíci­
tamente: “Recuerden todos los cristianos que el séptimo día fue
consagrado por Dios y aceptado y observado no solo por los judíos,
sino también por todos los que querían adorar a Dios; no obstante
nosotros los cristianos hemos cambiado el sábado de ellos en el día
del Señor, domingo”. Ibíd., 281, 282. Los que estaban pisoteando la
ley divina no ignoraban el carácter de la obra que estaban realizan­
do. Se estaban colocando deliberadamente por encima de Dios.
Un ejemplo soiprendente de la política ^ p
concuerdan con ella «a . JltlCa ^ oma contra los que no
ción de los valdenses ala Ue° ra en *a ^arSa Y sangrienta persecu-
Otros sufrieron de modo na”08- ,/ *°S cuales observaban el sábado.
miento. La historia de las inf* ° ^°r SU fidelidad al cuarto manda-
cim ente significativa. En Í I T * f ® Etio? ía’ 0 Abisinia, es espe­
iTLW ja, se perdió de vista a I™ •10 de ^as Anieblas de la Edad Me-
fnVnad0S dcI mundo, gozaron^/stlan°s del África central, quienes,
.er.° fin Roma descuh ^ ena hbertad en el ejercicio de su
Ab,S,nia «■ P ro m o T n d tS " 1 SU Cxi“ y d de
ec°nocer al nana como vicario de
Cristo. Esto fue principio de otras
S e proclamó un edicto qUe Dr . . . COncesi°nes.

jas penas más severas. Véawx!,- Ia observanr¡» , ,


Ethiopia. 311. 312. Pero lll “ ^ ,c,'acl Geddes c j f bado>
,an amargo que los abisinios resold1
tan resolvió*" “se '«"virtió
conv¡rtió lúe HÍS,0ry °f
lúe»,
lucha terrible, los romanistas fh*
f lvicr°nn sacud»rlo.
sacudirlo Desnué
n g° en yuK°
• - temble, los
r-....... . •. as fueron °evn,,i„„T ' DesPU¿s de
» f ., '« p * * . * S " ; :
y no olvidaron jam ás la lección que L h re8°C'Jar0n en su libertad
engaño, al fanatismo y al poder despótico^Hanaprendido respecto al
reino aislado se sintieron felices de n CRoma- En medio de su
el resto de la cristiandad. Permanecer desconocidos para
Las iglesias de África observaban el sáh=a„ , .
do la iglesia papal antes de su completa aDosta°s?° 1°r hab'a °bserva'
que guardaban el séptimo día en obedien • ^ A mismo tlemP»
nios se abstenían de traba! ij .diencia al mandamiento de
Dtos, se abstenían de trabajar el domingo conforme a la costumbre
de la iglesia. Al lograr el poder supremo, Roma había pisoteado el
día de reposo de Dios para enaltecer el suyo propio; pero las igle­
sias de Africa,, desconocidas por cerca de mil años, no participaron
de esta apostasia. Cuando cayeron bajo el cetro de Roma, fueron
forzadas a dejar a un lado el verdadero día de reposo y a exaltar el
falso; pero apenas recobraron su independencia volvieron a obede­
cer el cuarto mandamiento (véase el Apéndice). Estos recuerdos de
lo pasado ponen claramente de manifiesto la enemistad de Roma
contra el verdadero día de reposo y sus defensores, y los medios
que emplea para honrar la institución creada por ella. La Palabra de
Dios nos enseña que estas escenas han de repetirse cuando los cató­
licos romanos y los protestantes se unan para exaltar el domingo.
La profecía del capítulo 13 del Apocalipsis declara qu,e el p°d^ r^
: presentado por !a bestia de
I ! hana la tierTa y l0S que " m í por una bestia “parecida a un
Que está simbolizado en ese capumw
P —
" ' ambién “a los que habu
^ ’leopardo”. La bestia de dos cuernos dirá también “a ios
- - que habitan
J---
de la bestia”; y ademas
í la tierra, que hagan una “e, ¿ ^ c o m o pobres, así
^ m a n d a r á que “todos, pequeños y gran , ^ Apocalipsis
f libres com o vesclavos”,
o v a w ? w- ? tengan
_ la m ^ ^ Estados Unidos de
(VM). Se ha demostrado que »
^ N o r te a m é r ic a son el poder representado por la bestia de docuernos
!ÁÁ: d e ja n te s a los é e m cordero, y que
' “ando los Estados Unidos hagan obligatoria
, , sor Cl «uno ciiruotoristico de , V1
. nnmn tlcdnra >L ' ,An ios único» que rmdun
domingo. J Es(1,(|0, ll"i< »• R „ cn los pulses que «„

i,onu:,t : : , «■ * *» ^ •** v¡
destruida. V In prolbcln .cse gido herldi. de muerto; y w
de sus cabeza* «> 0 , tierra sc maravilló. yendo en m
Heridn mortal fue sanml., y ’b mortul que lo fue ocasionada se
de la bestia”. Ven. 3- L () cn ,798. Después de eso, d,ce el
refiere a la caída del P P‘ g(||wdn; y toda la tierra se maravilló,
profeta, "su herida mu™» 6stoj ]>„blo dice claramente que el
yendo en pos de la b estia • d scgu n do a d v e n im ie n to . 2
hom bre de p eca d o su ■ •■ ‘ gu o b r a d e e n g a ñ o h a s t a e l m is m o
T esa lo m ccn ses 2 .8 . l •=■ id o r d e c i ara r e fir ié n d o s e t a m b ié n al
fm del tiem p o, y el en , a tic r r a lc a d o ra ro n , cuyos
papado. Tod sq lib r 0 d e la v i d a ” . A p o c a l i p s i s 13:8,
r ." í v " “ o .1 N u co M undo no lo t r ib u ,,,¡
hom enaje al p apado p o r m e d io d e l h o n o r q u e s e c o n f e r i r á a la
institución d el d o m in g o , la c u a l d e s c a n s a ú n ic a m e n te s o b r e la
autoridad de la ig le s ia r o m a n a .

Desde mediados del siglo XIX, los que estudian la profecía en los
Estados Unidos han presentado este testimonio ante el mundo. En
los acontecimientos que están desarrollándose actualmente, espe­
cialmente en dicho país, se ve un rápido avance hacia el cumpli­
miento de dichas predicciones. Los maestros protestantes presentan
los mismos asertos de autoridad divina en favor de la observancia
* 1 1* , la misma falta de evidencias bíblicas
que os ingentes papales cuando fabricaban milagros para suplir la
,m o T n r ndamr t0 de Dios' Se reP«irá el aserto de que los
i: IrT1
este sentido. Y un J L • • 0 dia de reP0S0- Ya se oyen voces en
n*““
na del domingo está gañañdocad' faV° r ^ observancia obl,Sat0'
La sagacidad y astuefa de la i* ^ W Z más terreno-
porvenir. Se da tiempo vie h CSm romana asombran. Puede leer el
rindiendo homenaje con in*! ° que^as iglesias, protestantes le están
se Paparan a imponerlo c o n T * ^ 011 del falso día de reP0S0 y que
tiempos pasados. Los eme rf»pt?S mismos medios que ella empleó en
a ayuda de este poder one Iuz de verdad buscarán aún
institución que debe su orieen infalible> a fin de exaltar una
fe n a Roma. No es difícil prever cuán
apresuradamente ella acudirá en
movimiento. ¿Quién mejor aue i ayVda dc los protest-m*
1 > éree,#SC0"l0S^
La Iglesia Católica romana, con todas su
mundo entero, forma una vasta org„„T,ac i I / ? - Íflcacion^ en el
papa,, y destinada a servir los intereses de e s t ? T la m la ^
nCS de adeptos en todos los países del ,,|1 '"struye a sus millo-
obligados a obedecer al papa. Sea cual fi P‘T qUe se con»ideren
gobierno de estos, deben considerar |a‘»,„ ■> * naci°nalidad o el
por encima de todas las demás. Aúnan- °ndad de la 'glesia como
siempre quedará en el fondo el voto de o C r " fidelldad al estado,
absuelve de toda promesa contraria a lo! '! ," ''3 3 Roma «««
historia prueba lo astuta y persistente que es e T ^ d? e"a' U
inmiscuirse en los asuntos de las naciones v nara l Uerz0S por
propios fines, aun a costa de la ruina de principes y pueblos" una
vez que 'ogro entrar. En el año 1204, el Papa Inocencio III amaneó
de Pedro II, Rey de Aragon, este juramento extraordinario* “Yo
Pedro, Rey de los aragoneses, declaro y prometo ser siempre fiel y
obediente a mi señor, el Papa Inocencio, a sus sucesores católicos y
a la iglesia romana, y conservar mi reino en su obediencia, defen­
diendo la religión católica y persiguiendo la perversidad heréti­
ca” (John Dowling, The History of Romanism, lib. 5, cap. 6, sec.
55). Esto está en armonía con las pretensiones del pontífice romano
con referencia al poder, de que “él tiene derecho de deponer
emperadores” y de que “puede desligar a los súbditos de la lealtad
debida a gobernantes perversos” (Mosheim, lib. 3, siglo II, parte 2,
cap. 2, see. 2, nota 17).
Y téngase presente que Roma se jacta de no variar jamás. Los
principios de Gregorio VII y de Inocencio III son aún los prin­
cipios de la Iglesia Católica romana; y si solo tuviese el poder, los
pondría en vigor con tanta fuerza hoy como en siglos pasados. Poco
saben los protestantes lo que están haciendo al proponerse acep
'a ayuda de Roma en la tarea de exaltar el domingo. M-en aa dios
batan de realizar su propósito, Roma tier* s u m
restablecimiento de su poder, y tiende P . . dc que la
: Perdida. Establézcase en los Estados ni . quc |as leyes
^esia puede emplear o dirigir el P° er . reiigiosas; en una
ciyiles pueden hacer obligatorias las o se ¿ei estado debe
4 Palabra, que la autoridad de la lg quedará asegurado en
d°minar las conciencias, y el triunfo de Roma q
la gran República de la América del Norte.
La Palabra de Dios ha dado advertencias respecto a tan inminente
peligro; descuide estos avisos y el mundo protestante sabrá cuáles
son los verdaderos propósitos de Roma, pero ya será tarde para salir
de la trampa. Roma está aumentando sigilosamente su poder. Sus
doctrinas están ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas,
en las iglesias y en los corazones de los hombres. Ya está levantan­
do sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos
reanudará sus antiguas persecuciones. Está acumulando oculta­
mente sus fuerzas y sin despertar sospechas para alcanzar sus
propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo. Todo lo que
Roma desea es asegurarse alguna ventaja, y esta ya le ha sido con­
cedida. Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanis-
mo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá
en oprobio y persecución.
CAPITULO lo

El Conflicto Inminente
Desde el origen de la gran controversia en el «i , .
Satanás ha consistido en destruir la ley de Dios p’J ^rof10sUo dc
* » « r " < *** * «■*» w £ £ « s “ ' r :
a transgredir la ley de Dios, tal fue el objeto que persiguió si^
lu e g 0
cejar. Esto se ha conseguido haciendo a un lado toda la ley o des­
cuidando uno de sus preceptos, el resultado será finalmente el mis­
mo. El que peca en un solo punto” manifiesta menosprecio por
toda la ley; su influencia y su ejemplo están del lado de la transgre­
sión; y viene a ser “culpado de todos” los puntos de la ley Santiago
2: 10.
En su afán por desacreditar los preceptos divinos, Satanás pervirtió
las doctrinas de la Biblia, de suerte que se incorporaron errores en
la fe de millares de personas que profesan creer en las Santas Escri­
turas. El último gran conflicto entre la verdad y el error no es más
que la última batalla de la controversia que se viene desarrollando
desde hace tanto tiem po‘con respecto a la ley de Dios. En esta bata­
lla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes de los
hombres y los preceptos de Jehová, entre la religión de la Biblia y
la religión de las fábulas y de la tradición.
Los elementos que se coligarán en esta lucha contra la verdad y la
justicia, están ya obrando activamente. La Palabra santa de Dios
que nos ha sido transmitida a costa de tanto padecimiento, de tanta
sangre de los mártires, no es apreciada debidamente. La Biblia está
al alcance de todos, pero pocos son los que la aceptan verdadera­
mente por guía de la vida. La incredulidad predomina de modo alar­
mante, no solo en el mundo sino también en la iglesia. Muchos han
llegado al punto de negar doctrinas que son el fundamento mismo
de la fe cristiana. Los grandes hechos de la creación como os
presentan los escritores inspirados, la caída de om re> .
ción y el carácter perpetuo de la ley de Dios son en realidad recim-
zados entera o parcialmente por gran número e os
m ser cristianos. Miles de personas que se envanecen d ,
m «le su espíritu independiente, consideran como «
X tener fe implícita en la Biblia; piensan que es prueba de talento
n las Sagradas Escrituras y espjrj.
perior y científico argu^im portantes verdades. Muchos ministro,
tualizar y eliminar sus mas imp profesores y doctores dicen
enseñan a sus congregación y ha s¡d() cambiada o abrogada, y
a sus estudiantes que la "-y d c||a por válidos y dignos de

como ~
solo de burla o desprecio.
i *rt\a(\ los hombres rechazan al Autor de ella. Al
piLT eartíeyde Dios’, se niega la autoridad del Legislador Es tan
f i hacer un ídolo de las falsas doctrinas y leonas como tallar u„
dolo de madera o piedra. Al representar falsamente los atributos de
Dios, Satanás induce a los hombres a que se formen un falso con-
cepto con respecto a él. Muchos han entronizado un ídolo filosófico
en lugar de Jehová, mientras que el Dios viviente, tal cual está reve­
lado en su Palabra, en Cristo y en las obras de la creación, no es
adorado más que por un número relativamente pequeño. Miles y
miles deifican la naturaleza al paso que niegan al Dios de ella.
Aunque en forma diferente, la idolatría existe en el mundo cristiano
de hoy tan ciertamente como existió entre el antiguo Israel en tiem­
pos de Elias. El Dios de muchos así llamados sabios, o filósofos,
poetas, políticos, periodistas — el Dios de los círculos selectos y a
la moda, de muchos colegios y universidades y hasta de muchos
} centros de teología — no es mucho mejor que Baal, el dios Sol de
los fenicios.
Ninguno de los errores aceptados por el mundo cristiano ataca más
atreví ámente la autoridad de Dios, ninguno está en tan abierta
rinene^00 enseñanzas de la razón, ninguno es de tan pemi-
la lev df*Sn ,a °S COrno ^a doctrina moderna que tanto cunde, de que
bres Toda ^ m^S car^cter obligatorio para los hom-
i™ SU8 ,eyeS exigen respeto y obediencia;
que el Creador d K t e y í t a ¿ ^ ! ,'aS;t iy “ «K>sí| ’le imaginarse
bemar los seres a los cuales creó? d "° 83 V par3 g°'
más eminentes se pusiesen a nr? r ' Supon8amos fiue los ministros
su país y amparadlos derecho» qUC laS ,cyes que gobiernan a
en vigencia que ñor h.°S de os cíudadanos no estaban mas
A, 1 debe obediencia. ¿Por cuánto af?illbertades del pueblo ya no se Ies
V#1 dicas? ¿Pero es aca«r> * ,emPo se tolerarían semejantes pré-
i* estados y de las naciones^a’ue0,? " Sa desdeflar las leyes de loS
que
i i son el fundamento de todo gobierno?63" '° S preeep,os divinos’
Más acertado sería que ias nacj
fan al pueblo hacer lo que qu¡ ¡ nes «boliew, sus
universo anulase su ley y dejase a, ’ an,cs * que el u ' ? y deja-
a, culpable o justificar al obediem "Ulü 8¡n now „ ÍM’l,(l,,r del
resultado de la abolición de , /
hecho ya. Terribles fueron |as Dtos? E> expenmémiT'^'
Francia cuando el ateísmo ejerció el pTde^p Se desarrol|aroSn en
que rechazar las resecciones que D,os imaufnm°nces mundo vio
gobierno de los mas crueles y despóticosTuand^ 16 a aceP>ar el
la norma de justicia, queda abierto el cam d° Se echa a un lado
del mal establezca su poder en la tierra. Para que el PrínciPe
Siempre que se rechazan los Drecera™ j ¡, ■
parecer culpa y la justicia deja de ser deseabíTr 6 PeCad° deja de
someterse al gobierno de Dios s0n comDw aÍ ° StqUe se nie«an a
gobernarse a sí mismos. Debido a sus enseñanzas pémtóots se
implanta el espíritu de insubordinación en el corazón de los niños v
jóvenes, de suyo insubordinados, y se obtiene como resultado un
estado social donde la anarquía reina soberana. Al paso que se bur­
lan de la credulidad de los que obedecen las exigencias de Dios, las
multitudes aceptan con avidez los engaños de Satanás. Se entregan
a sus deseos desordenados y practican los pecados que acarrearon
los juicios de Dios sobre los paganos.
Los que le enseñan al pueblo a considerar superficialmente los
mandamientos de Dios, siembran la desobediencia para recoger
desobediencia. Rechácense enteramente los límites impuestos por la
ley divina y pronto se despreciarán las leyes humanas. Los om^res
están dispuestos a pisotear la ley de Dios por consi e r a r ^ las
obstáculo para su prosperidad material, Porclue p e r0 ellos

prácticas deshonestas, la codicia Ian ’“ " a/ C]¿n de los preceptos


00 se imaginan lo que resultaría de habr{a de temer_
f: divinos. Si la ley no tuviera fiierza aíguna ¿P ^ Cada cual se
Se el transgredirla? La propiedad ya no vec-m0^ y el más fuerte
Moderaría por la fuerza de los biene ja v¡da. La institución
se haría el más rico. Ni siquiera se ^esP d para la protección de
fel matrimonio dejaría de ser b a u a r t s ^ ^ ta mujer de s
la familia. El que pudiera, si así lo desease, # ^ ,ado ju„,o con el
v«cino. El quinto mandamiento sen p r contra la vida de
^Uarto. Los hijos no vacilarían en ^ deseos de su
dr« , si al hacerlo pudiesen satisf vertiría en
Arrompidos. El mundo civthzado se
TO c\n
„ „.1Z |n tranquilidad y la dicha desaparece
ladrona5 y asesin os, y a
rían de la tierra. e s tán o b lig a d o s a o b e d e c e r l„s
, doctrina de que '>*'""*¡,¡,^0 y a e l s e n t im ie n to d e la resp „n.
‘ ,
mandamientos líe
de D^ ios "ha d ,t l m u e r ta s opara
nc|‘ias las compuertas a ra aque
u e la
la i»:
ini.
labilidad moral y lia ab'c' ¡8> , a d¡s¡pílción y la corrupción
nuidad anegue el munuo- ‘ adora. Satanás está trabajando en el
nos invaden como o l a L ldera ondea hasta en los hogares de |,,s
senoi de las familias. S Pn «nos se se ven
ven |a
la envidia,
envidia, las ías sospe-
sospe
que profesan ser cr,s ia« • rivalidad, las disputas, las trai-
'X S l “ t * * r o d o el sistem a de d e e . i , ,
^Principios religiosos que deberían formar el fundamento y marco
L la vida social, parece una mole tambaleante a punto de desmuro-
narse en ruinas. Los más viles criminales, echados en la cárcel por
sus delitos, son a menudo objeto de atenciones y obsequios como si
hubiesen llegado a un envidiable grado de distinción. Se da gran
publicidad a las particularidades de su carácter y a sus crímenes. La
prensa publica los detalles escandalosos del vicio, iniciando así a
otros en la práctica del fraude, del robo y del asesinato, y Satanás se
regocija del éxito de sus infernales designios. La infatuación del
vicio, la criminalidad, el terrible incremento de la intemperancia y
de la iniquidad, en toda forma y grado, deberían llamar la atención
de todos los que temen a Dios para que vieran lo que podría hacerse
para contener el desborde del mal.

Los tr ib u tes están corrompidos. Los magistrados se dejan llevar


imemneranni *i,aS ®ananc'as y el afán de los placeres sensuales. La
Satanás los dirige°cas?^su'^ fa,CU'Itades de m uchos> de suerte que
sobornar y engaflar i a „ u 8USt°' Los Junslas se dejan pervertir,
dia, la mala fe bajo to d a T su sfiT V ° rgíaS’ paSÍÓ"’ la e"VÍ'
administran las leves “I a ; +• ÍOrmas se encuentran entre los que
la verdad está caída en la mantiene a lo lejos, por cuanto
59:14 (VM). ’ ^ a rectitud no puede entrar”. Isaías
La iniquidad y las tiniehl
supremacía papal fueron que Prevalecieron bajo la
Sagradas Escrituras. ;p ern H' 3 | ° lnevitable de la supresión de las
general, del rechazamiento hL*1 i e f sta *a causa de la incredulidad
consiguiente bajo el pleno re , a ey de D ios y de la corrupción
poca de libertad religiosa*? °r ^uz cle l evangelio en esta
8 osa- Ahora que Satanás no puede gobernar
, jnundo negándole las Escriti
danzar el mismo objeto. D e s t S a 0,
L na sus designios como d estn ,. fc en 'a Bibb! <l,os Para
«encía de que la ley de D i o ^ ^ b« . *»
brcs a transgredirla tan seguramente * ' 8 m°ria, em puja ln a°
tos de ella. Y ahora, como en t¡emnos ” ’'° ^«orasen ¿ , 8h(,m-
de la iglesia para promover sus ñ„es Pasadüa>obra por inteP^
__•
Las organizaciones religiosas de nuestro* a-
tar atención a las verdades impopula r e s 86 han n<=Sado a nres
Santas Escribirás, y al combatirlas, han a d o ^ T * enseñadas en las
asumido
» u“ . actitudes
.r . que —
han‘ ^sembrado
m orad o aal tvuelo
? ^ i., lnterPretaciones
' “^u,rles yy
cepticismo. Aferrándose
A ferrándose al error nan».
panal Ide ,i ° . ‘as sem¡l'as
semillas del es-
del alma y al del estado consciente de los m ‘nmortalidad natural
única defensa posible contra los engaños ,1®rt0s. han rechazado la
pina de los tormentos eternos ha inducido La doc'
Biblia. Y cuando se le presenta al pueblo la ohl¡oh°S 3 aUdar de la
el cuarto mandamiento, se ve qne ordena reposar en d s é p t í m X
y como único med.o de librarse de un deber que no desean cumplh
muchos de los maestros populares declaran que la ley de Dios no
está ya en vigencia. De este modo rechazan al mismo tiempo la ley
y el sábado.
A medida que adelante la reforma respecto del sábado, esta manera
de rechazar la ley divina para evitar la obediencia al cuarto man­
damiento se volverá casi universal. Las doctrinas de los caudillos
religiosos han abierto la puerta a la incredulidad, al espiritismo y al
desprecio de la santa ley de Dios, y sobre ellos descansa una terri­
ble responsabilidad por la iniquidad que existe en el mundo cristia­
no. - ,
Sin embargo, esa m ism a clase de gente asegura que la corrupción
que se va gen eralizan d o m ás y más, debe achacarse eni gmn Pa ^
la violación del así llam ad o “día del Señor (domingo), y q
hiciese obligatoria la observancia de eS“ ^ cialmente en los
manera la moralidad social. Esto se so . verdadero
Estados Unidos de Norteamérica, don e a con m¿s amplitud
d'a de reposo, o sea el sábado, se ha Pre 1 ja temperancia
^Ue er*ninguna otra parte. En dicho pai s cortantes, va a menudo
^Ue es una de las reformas morales mas ¿om¡ng0, y los defen-
c°mbinada con el movimiento en favor d t . pafa pronl0ver
?°res de este actúan como si estuviesen^tra los que se n.e-
los más altos intereses de la sociedad, de
ni,,c con ellos son denunciados como enemigos de ,a ten,

per'u'e'in y <íc las reformas. movim¡cnto encaminado a estable-


pero la eirouns.ancia de que “ ^ buena en sí misma, no es un
cerun error estó podcmos encubrir un veneno mez-
argumento en favor _ n 0 por Cso cambtamos su nata-
ciándolo con un alimento más peligroSo, pues se lo toma-
raleza. Por el contrario, de las trampas de Satanás consiste en
rá con menos recelo. suficiente de verdad para armonj-
meZC'ar f Ü del movimiento en favor del domingo pueden
zar aque!. Los je ^ |£> necesita) princ¡plos que estén en
amonía con la Biblia; pero mientras mezclen con ellas algún requi­
sito en pugna con la ley de Dios, los siervos de Dios no pueden
unirse a ellos. Nada puede autorizamos a rechazar los mandamien-
tos de Dios para adoptar los preceptos de los hombres.
Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad del alma y
el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a los hombres en
sus redes. Mientras aquel forma la base del espiritismo, este crea un
lazo de simpatía con Roma. Los protestantes de los Estados Uni­
dos serán los primeros en tender las manos a través de un doble
abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de
esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, piso­
teando los derechos de la conciencia. En la medida en que el espi­
ritismo imita más de cerca al cristianismo nominal de nuestros días,
tiene también mayor poder para engañar y seducir. De acuerdo con
mo^ mo’ Satanás mismo se ha convertido. Se manifestará
cumplirse^Uagro" lofenfemo< ^ med‘° ^ esPiritismo han de
Drodieins ° , enfernlos sanaran, y se realizarán muchos
S 5 2 S; l Z 7 p o r \T p k iT profearáncreerenla
obra será aeeplada como Íg‘eSÍ8’ "

^ . * ■ 3 2 T°‘S qUC Pr o f e » - r cristiano


iglesias aman lo que el munHS perceptible- Los miembros de las
ellos; Satanás tiene resuelto ° y estan ^ stos Para unirse con
modo robustecer su causa atrav’éndni ^ Un ,sol° cuerpo y de este
ntismo. Los papistas, que „ l" d* s a todos a las filas del espi-
cierto de que su iglesia es la vp 1 sus milagros como signo
por este poder maravillo*^ ,, i _ a era> seran fácilmente engañados
han arrojado de
s¡ el escudo de la verdad, serán ¡EUal
los protestantes y los mundanos , nte aducidos [,,< .
piedad sin el poder de ella, y arán 'gualmentc'la fo™Pf a1s’
miento para la conversión deUnund 6 0 es,a unión un de “
largamente esperado. ° y el comienzo del Llenm ’tañ
El espiritismo hace aparecer a Satan’
hunlana, que sana las enfermedades d e l T l , benefactor de la »za
un sistema religioso nuevo y más elevad ° y Pr° fesa Presentar
obra como destructor. Sus tentaciones „ ’ Per° al mismo tiempo
ruina. La intemperancia destrona la r ^ ^ f ™ a multitudes a la

V S S L £ s r ; = ssd: r r t e s s
victimas, sumidas en el vicio’ y £
to consiste en hostigar a las naciones a hacerse mutuamente la gu -
n-a, pues de este modo puede distraer los espíritus de los hombres
de la obra de preparación necesaria para subsistir en el día del
Señor.
Satanás obra asimismo por medio de los elementos para cosechar
muchedumbres de almas aún no preparadas. Tiene estudiados los
secretos de los laboratorios de la naturaleza y emplea todo su poder
para dirigir los elementos en cuanto Dios se lo permita. Cuando se
le dejó que afligiera a Job, ¡cuán prestamente fueron destruidos
rebaños, ganado, sirvientes, casas e hijos, en una serie de desgra­
cias, obra de un momento! Es Dios quien protege a sus criaturas y
las guarda del poder del destructor. Pero el mundo cristiano ha
manifestado su menosprecio de la ley de Jehová, y el enor
exactamente lo que declaró que haría: alejará sus e”J ^ r e b e l a n
tierra y retirará su cuidado protector e aq hacer lo mis.
contra su ley y que ensenan y obliga quienes Dios no
mo. Satanás ejerce dominio sobre W os prosperar a algunos
guarda en forma especial. Favo sobre otros, al mismo
para obtener sus fines, y atraera e g .qs qU¡en |os aflige,
tiempo que hará creer a los hom q ^ ^ como un
Al par que se hace pasar ante los U más
enfermedades, Satai.--
gran médico que puede curar o ciudades popu
Producirá enfermedades y * * aíf ¿ L ¡ ó n . Ah()ra m.smo es.
losas sean reducidas a
obrando. Ejerce su poder ento ^ y (ierra> en las y
ks desgracias y calamidad

«y
graciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempesta­
des de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas j
extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi madu-
ras y a ello siguen la hambruna y la angustia, propaga por el aire
emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia.
Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más
desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales. “La
tierra se pone de luto y se marchita”, “desfallece la gente encum­
brada de la tierra. La tierra también es profanada bajo sus habitan­
tes; porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron
el pacto eterno”. Isaías 24:4, 5 (VM).
Y luego el gran engañador persuadirá a los hombres de que son los
que sirven a Dios los que causan esos males. La parte de la humani­
dad que haya provocado el desagrado de Dios lo cargará a la cuenta
de aquellos cuya obediencia a los mandamientos divinos es una
reconvención perpetua para los transgresores. Se declarará que los
hombres ofenden a Dios al violar el descanso del domingo; que este
pecado ha atraído calamidades que no concluirán hasta que la
observancia del domingo no sea estrictamente obligatoria; y que los
que proclaman la vigencia del cuarto mandamiento, haciendo con
ello que se pierda el respeto debido al domingo y rechazando el
favor divino, turban al pueblo y alejan la prosperidad temporal. Y
así se repetirá la acusación hecha antiguamente al siervo de Dios y
por motivos de la misma índole: “Y sucedió, luego que Acab vio a
Elias, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel? A lo
que respondió: No he perturbado yo a Israel, sino tú y la casa de tu
padre, por haber dejado los mandamientos de Jehová, y haber
seguido a los baales”. 1 Reyes 18:17, 18 (VM). Cuando con falsos
cargos se haya despertado la ira del pueblo, este seguirá con los
embajadores de Dios una conducta muy parecida a la que siguió el
apóstata Israel con Elias.
El poder milagroso que se manifiesta en el espiritismo ejercerá su
influencia en perjuicio de los que prefieren obedecer a Dios antes
que a los hombres. Habra comunicaciones de espíritus que decla­
rarán que Dios los envió para convencer de su error a los que recha­
zan el domingo y afirmarán que se debe obedecer a las leyes del
país como a la ley de Dios. Lamentarán la gran maldad existente en
el mundo y apoyarán el testimonio de los ministros de la religión en
el sentido de que la degradación moral se debe a la profanación del
domingo. Grande será la indignación despertada contra todos l°s
e . a n ie g u e n » aceptar SUSasevcrnoioi)w

, , política de Satanás en este confli,.,„ <• '


niKina ente la sccuiiln r>„_ . 0 Anal r,

«cu»»-........- — v- v® ce esa misma «h™ dcrr'bai1oy


ando de reahzar. La misma política de el ? n , qUC eslaba as¡ tra-
nii de la iglesia romana. Ha profesado a,un„ Caracten2a h Histo-
dcl cielo, mientras trataba de elevarse ñor «.„ • C° mo roPresentante
dar su ley. Bajo el reinado de Roma |os QUe s," ? 8 d° Diüs y dc ™-
causa de su fidelidad al evangelio fueron d e n u n c i a d o s mUertC por
chores; se los declaró en liga con Satanás y se emnl C°m° ma'he'
mcdi„S se pudo para cubrirlos de oprobio y hacerlos ^ “
ojos del pueblo y ante ellos m.smos por los más viles crimi ales
Otro tanto sucederá ahora. Mientras Satanás trata de destruir a los
que honran la ley de Dios, los hará acusar como transgresores de la
ley, como hombres que están deshonrando a Dios y atrayendo sus
castigos sobre el mundo.
Dios no violenta nunca la conciencia; pero Satanás recurre constan­
temente a la violencia para dominar a aquellos a quienes no puede
seducir de otro modo. Por medio del temor o de la fuerza procura
regir la conciencia y hacerse tributar homenaje. Para conseguir esto,
obra por medio de las autoridades religiosas y civiles y las induce a
que impongan leyes humanas contrarias a la ley de Dios.
Los que honran el sábado de la Biblia serán denunciados como ene
roigos de la ley y del orden, como quebrantadores de

quedad y rebeldía contra la autormau. obligación de obsei


acia el gobierno. Los ministros que nlcSa qUe 0[,edecer ~
¡,ar ley divina predicarán desde el Pu .^as por Dios. En las
!as autoridades civiles porque fueron in |unin¡ará y condena-
asambleas legislativas y en los tribuna t falscanjn sus palabras, y
* a los que guardan los mandamien o • .oneS
e atribuirán a sus móviles las peores j()S argumentos

i r * * * . i-
sil °s Biblia en defefisa de la ey^b¡|(jr c0)1
n c ¡0 a aquellos cuya fe n 0 PL,ed°

103
se nieguen a verlo, el hecho es que están asumiendo aetualmente
se nieguen a v , resultado ja persecución de los que Se
una actitud que d P )q el resto del mundo cristiano
niegan en conciencia asertos hechos en favor del día de
está haciendo y a reconocer los asenos ae
reposo papal.
. , . iiripcifl v del estado se unirán para hacer qUe
Los dignatarios do la larán al cohecho, a la
toaos no de autondad divina se suplirá con
r— — ras. La cormpcidn política está destruyendo el
amor a la justicia y el respeto a la verdad, y hasta en stados
Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo
v a los legisladores tratar de asegurarse el favor publico doblegán­
dose a las exigencias populares por una ley que imponga la obser­
vancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios
ha costado no será ya respetada. En el conflicto que está por estallar
veremos realizarse las palabras del profeta: ‘ Airóse el dragón con­
tra la mujer, y se fue para hacer guerra contra el residuo de su
simiente, los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el
testimonio de Jesús”. Apocalipsis 12:17 (VM).
capitulo 11

Nuestra Unica Salvaguardia


“¡A la ley y al testimonio! Si no dicen conforme ,
les ha amanecido”. Isaías 8:20 (RV9 5 I Al „„»h f “ Pori)ue no
i a que busque en las Sagndw “ “i * D'°S Se le in'
í * i», « i 'x t r r
«*»“ s *«»» - n « «■ „»,
impedir que los hombres conozcan la Biblia, cuyo claro lengua c
i f • i j | r Ccidct avivamiento de la obra de
Dios el principe del mal actúa con mayor energía; en la actualidad
esta haciendo esfuerzos desesperados preparándose para la lucha
final contra Cristo y sus discípulos. El último gran engaño se des­
plegará pronto ante nosotros. El Anticristo va a efectuar ante nues­
tra vista obras maravillosas. El contrahacimiento se asemejará tanto
a la realidad, que será imposible distinguirlos sin el auxilio de las
Santas Escrituras. Ellas son las que deben atestiguar en favor o en
contra de toda declaración, de todo milagro.
Se hará oposición y se ridiculizará a los que traten de obedecer a
todos los mandamientos de Dios. Ellos no podrán subsistir sino en
Dios. Para poder soportar la prueba que les espera deben compren­
der la voluntad de Dios tal cual está revelada en su Palabra, pues no
pueden honrarle sino en la medida del conocimiento que tengan de
su carácter, gobierno y propósitos divinos y en la medida en que
obren conforme a las luces que les hayan sido concedidas. Solo los
que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia
podrán resistir en el último gran conflicto. Toda alma ha de pasar
por la prueba decisiva: ¿Obedeceré a Dios antes que a os om res.
La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado los pies en a e a
inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos P a r a d o s para defender
firmemente los mandamientos de Dios y a e e •
la crucifixión, el Salvador había predicho a susdiscipu os que t o a
ser muerto y que resucitaría del sepulcro, y u ° ongs p e r 0 |os
Para grabar esas palabras en lasm entesy en ronlano y no
discípulos esperaban la liberación po esperanzas
Podían tolerar la ¡dea de que Aquel en quien ‘°d“ *®osa peste-
estaban concentradas, fuese a sufrir una * recordar, y cuando
faron de su mente las palabras que nec debida preparación,
■legó el momento de prueba, los encontró sin
ó sus esperanzas igual que si no se la
La muerte de Jesús dcstru/ ¿n laS profecías nos anuncian el porve-
hubiese predicho. Así tañí k Cristo predij 0 su propia muerte a
nir con la misma dunda ir¿icntos relacionados con el fin del
los discípulos. Los ac0" ción para el tiempo de angustia han
tiempo de gracia y P c r 0 hay miles de personas aue enm

Cuando Dios manda a los hombres avisos tan importantes que las
profecías los representan como proclamados por santos ángeles que
vuelan por el cielo, es porque él exige que toda persona dotada de
inteligencia les preste atención. Los terribles juicios que Dios pro­
nunció contra los que adoran la bestia y su imagen (Apocalipsis
14:9-11) deberían inducir a todos a estudiar diligentemente las pro­
fecías para saber lo que es la marca de la bestia y cómo pueden evi­
tarla. Pero las muchedumbres cierran los oídos a la verdad y prefie­
ren fábulas. El apóstol Pablo, refiriéndose a los últimos días, dijo:
4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina”. 2 Ti­
moteo 4:3. Ya hemos entrado de lleno en ese tiempo. Las multitu­
des se niegan a recibir las verdades bíblicas porque estas contrarían
los deseos de los corazones pecaminosos y mundanos; y Satanás les
proporciona los engaños en que se complacen
Pero Dios tendrá en la tierra un pueblo que sostendrá la Blbba J '•
Biblia sola, como piedra de toque de todas las doctrinas y as
todas las reformas. Ni las opiniones de los sabios, ni las e uccio
nes de la ciencia, ni los credos o decisiones de concilios tan nume
rosos y discordantes como lo son las iglesias que representan, ni <
voz de las mayorías, nada de esto, ni en conjunto ni en parte, de <
ser considerado como evidencia en favor o en contra de cualquie
punto de fe religiosa. Antes de aceptar cualquier doctrina o precept*
debemos cercioramos de si los autoriza un categórico “Así die*
Jehová”. Satanás trata continuamente de atraer la atención hacia lo
hombres en lugar de atraerla hacia Dios. Hace que el pueblo consi
dere como sus guías a los obispos, pastores y profesores de teolo
gía, en vez de estudiar las Escrituras para saber por sí mismo cuále
son sus deberes. Dirigiendo luego la inteligencia de esos mismo
guías, puede entonces
tad. , también encaminar las multitudes a su volun
Cumulo Crtato vino n prcdicnr piilnlmm do vid», «1 viiluo le «l» con
gozo y mochos, hush, do cidro los snoo.xl.dos y «oho.mudos, creyó-
roo en el. l’oro . los pnncipnlos
, ■ do los.......-.......
suco.dolos — yy l»H
los jefes
joles (le
de la
la
nación oslaban resueltos a condonar y rechazar
pesor de snlir IVosirndos lodos sus esfuerzos pi.... „........... . UM
motivos de neusucióu, o pesar do que no poilhin dojur do soidír h
I . J l i i o m 'l i l t\t'\
influencia del poder yV/ sabiduría víii K ii li i r í i » i t í i i i i i i u . . . . . . . ........... .
divinos que acompañaban 1» i
sus pala­
bras. se encastillaron en sus prejuicios y repudiaron la evidencia
más clara del carácter mesiánieo de Jesús, para no verse obligados a
hacerse sus discípulos, listos opositores de Jesús eran hombres a
quienes el pueblo había aprendido desde la infancia a reverenciar y
ante cuya autoridad estaba acostumbrado a someterse implícita­
mente. “¿Cómo es posible — se preguntaban — que nuestros go­
bernantes y nuestros sabios escribas no crean en Jesús? ¿Sería posi­
ble que hombres tan piadosos no le aceptaran si fuese el Cristo?” Y
fue la influencia do estos maestros la que indujo a la nación judía a
rechazar a su Redentor.
El espíritu que animaba a aquellos sacerdotes y gobernantes anima
aún a muchos que pretenden ser muy piadosos. Se niegan a exami­
nar el testimonio que las Sagradas Escrituras contienen respecto a
las verdades especiales para la época actual. Llaman la atención del
pueblo al número de sus adeptos, su riqueza y su popularidad, y
desdeñan a los defensores de la verdad que por cierto son pocos,
pobres e impopulares y cuya fe los separa del mundo.

iK
n Cristo previó que las pretensiones de autoridad desmedida de los
escribas y fariseos no habían de desaparecer con la dispersión de los
r judíos. Con mirada profética vio que la autoridad humana se en-
> cumbraría para dominar las conciencias en la forma que ha dado tan
4 desgraciados resultados para la iglesia en todos los siglos. Y sus
f terribles acusaciones contra los escribas y fariseos y sus amonesta-
f ciones al pueblo a que no siguiera a esos ciegos conductores íueron
I consignadas como advertencia para las generaciones futuras.
La iglesia romana reserva al clero el derecho de interpretar las San-
K tas Escrituras, y so pretexto de que solo los eclesiásticos son com-
f petentes para explicar la Palabra de Dios, priva de ella al pue o
/ (véase el Apéndice). Aun cuando la Reforma hizo las Escrituras
. . . , ,, v liny millares (lo personas que no a(|.
cual las interpreta la g tw». >' * nfVcloción en las Sagradas Es.
mitón nada, P«r evu ui 1 • s(| credo 0 Con las enseñanzas
enturas, st resulta en oposiu 4
adoptadas por sus respectivas ig estas.
•\ pesar de estar la Biblia llena de amonestaciones contra los falsos
muchos encomiendan al clero el andado de sus almas.
I v et, abueu.o millares de personas que profesan ser rebg.osas y
e ño pueden dar acerca de los puntos de su fe, otra razón que el
hecho de que asi les enseñaron sus d.rectores espirituales. No se
fijan casi en las enseñanzas del Salvador y creen en cambio ciega-
mente a lo que los ministros dicen. ¿Pero son acaso infalibles estos
ministros0 ¿Cómo podemos confiar nuestras almas a su dirección,
mientras no sepamos por la Palabra de Dios que ellos poseen la
verdad? Muchos son los que, faltos de valor moral para apartarse
del sendero trillado del mundo, siguen los pasos de- los doctos; y
debido a su aversión para investigar por sí mismos, se están en­
redando más y más en las cadenas del error.
Ven que la verdad para el tiempo presente está claramente expuesta
en la Biblia y sienten que el poder del Espíritu Santo confirma su
proclamación, y sin embargo consienten que la oposición del clero
los aleje de la luz. Por muy convencidas que estén la razón y la con­
ciencia, estos pobres ilusos no se atreven a pensar de otro modo que
como los ministros, y sacrifican su juicio individual y sus intereses
eternos al descreimiento, orgullo y prejuicios de otra persona.
Muchos son los artificios de que Satanás se vale para encadenar a
sus cautivos por medio de las influencias humanas. El se asegura la
voluntad de multitudes atándolas con los lazos de seda de sus afec­
tos a los enemigos de la cruz de Cristo. Sea cual fuere esta unión:
paternal, filial, conyugal o social, el efecto es el mismo: los enemi­
gos de la verdad ejercen un poder que tiende a dominar la concien­
cia, y las almas sometidas a su autoridad no tienen valor ni espíritu
m epen iente suficientes para seguir sus propias convicciones acer-

hnnrTí 3 rv 3 ^ 0r*a í*e. son inseparables, y nos es imposible


nuestrr»3»! •.,0S C(T1 °P’n*ones erróneas Cuando tenemos la Biblia a
siemnre cmT**' Mu.cll0s sostíenen que no importa lo que uno cree,
fe. Si teniendo sea buena- Pero la vida es modelada por Ia
conocerla de°h & ^ ver(^ac* a nuestro alcance, no procuramos
luz. ’ heCh° ü rechazamos y preferimos las tinieblas a Ia
ttTjov camino que parece derecho al homhr«
¡nos de muerte”. Proverbios 16:25 I a i ’ maS SU sa,iílíl son ca"
n!ror ni el pecado, cuando se tiene toda o m T " ? n° disculPa el
de Dios. Tomemos e, de •»
S e llega a un punto de donde arrancanva™ Z Z T t ^
dones indicadas en un poste. Si no se fija en este y econedcam T
fl0 que mejor le parezca, por sincero que sea ge el “ m,_
"ue errará el rumbo. q “ 6 S6a’ es mas Probable

D¡os nos ha dado su Palabra para que conozcamos sus enseñanzas y


sepamos por nosotros mtsmos o que él exige de nosotros. Cuando
el ^ctor de la ley pregunto a Jesús: “¿Haciendo qué cosa, poseeré
la v>da eterna? el Señor lo remitió a las Sagradas Escrituras di­
ciendo: “¿Que esta escrito en la ley? ¿Cómo lees?” La ignorancia
no excusará ni a jóvenes ni a viejos, ni los librará tampoco del cas­
tigo que corresponde a la infracción de la ley de Dios, pues tienen a
la mano una exposición fiel de dicha ley, de sus principios y de lo
que ella exige del hombre. No basta tener buenas intenciones; no
basta tampoco hacer lo que se cree justo o lo que los ministros di­
cen serlo. La salvación de nuestra alma está en juego y debemos
escudriñar por nuestra cuenta las Santas Escrituras. Por arraigadas
que sean las convicciones de un hombre, por muy seguro que esté
de que el pastor sabe lo que es verdad, nada de esto debe servirle de
fundamento. Él tiene un mapa en el cual van consignadas todas las
indicaciones del camino para el cielo y no tiene por qué hacer con­
jeturas.
El primero y más alto deber de toda criatura racional es el de escu
driñar la verdad en las Sagradas Escrituras y luego andar en la luz y
exhortar a otros a que sigan su ejemplo. Día tras día deberíamos
estudiar diligentemente la Biblia, pesando cada pensamien o y co
Parando texto con texto. Con la ayuda de D.os debemos formamos
nuestras propias opiniones ya que tenemos que resp
P°r nosotros mismos.
Us verdades que se encuentran explicadas c° ^ a.™ y por hombres
a Biblia han sido envueltas en dudas y jas Escrituras
°ctos, que con ínfulas de gran sabiduría en < ^ ^ echa de
tlenen un sentido místico, secreto y esPi r l 'l mwres son falsos ma-
Ver en el lenguaje empleado en ellas, so declaró: “No co-
^str°s. Fue a personas semejantes a j^arc0S 12:24 (VM). El
noc*s las Escrituras, ni el poder de Dios . Marc
licarse de acuerdo con su significado
lenuuaic do I» Biblia debe exp s¡mbo)o 0 figura. Cristo pro-
nvmitíésto, a no ser q«f *r su voluntad [del Padre]
metió- “Si alguno quisiere h . Ju¡m 7 ;, 7 (VM). Si los hombres
de mi enseñanza, si es de |a Biblia d¡CCj y si no hubiera fal-
uuisieran tan solo aeepW ^ )nfundir las inteligencias se realiza-
sos maestros para alucina y ^ ,ngeles y que traer,a al rebaño de
ría una obra que alegrar actualmente sumidas en el error.
Cristo a miles y mi es dg ]as Santas Escrituras todas las
Deberíamos ejercitar en ocurar comprender, hasta donde es
fuerzas del entendían fundas enseñanzas de Dios; pero no
posib'e a los mortale ^ del estudiante debe ser dócil y
debemos olvida q ^ diflcultades bíblicas no pueden ser
reTu" ltas°p"or los mismos métodos que se emplean cuando se trata
desróblenlas filosóficos. No deberíamos ponem os a estudiar la
Biblia con esa confianza en nosotros mismos con la cual tantos
abordan los dominios de la ciencia, sino en el espíritu de oración y
dependencia filial hacia Dios y con un deseo sincero de conocer su
voluntad. Debemos acercamos con espíritu hum ilde y dócil para
obtener conocimiento del gran YO SOY. De lo contrario vendrán
ángeles malos a oscurecer nuestras mentes y a endurecer nuestros
corazones al punto que la verdad ya no nos impresionará.
Más de una porción de las Sagradas Escrituras que los emditos
declaran ser un misterio o que estiman de poca importancia, está
llena de consuelo e instrucción para el que estudió en la escuela de
nsto. Si muchos teólogos no comprenden m ejor la Palabra de
unas v e r d a d senc*Pa raz° n de fiue cierran los ojos con respecto a

.* 5 “5 z r d'rr * » ^ .- 1
las verdades b H ip 10 eSe?n poner en Practica. La comprensión de

del artlente anhelo rtejusiicia ^ * Smcendad de propdsnos y


xr ^Ue anirnan al estudiante.
Nunca se debería estudiar la Rikr
Santo puede hacemos sentir 1 m Sm oraci°n. Solo el Espíritu
prender, o impedir que no«? o«aJ mp0rtanc*a de 1° que es fácil com-
difícil comprensión. Hay san! Cm° S ^ sent^ ° de las verdades de
influir en los corazones Dara n ° S ange^es flue tienen la misión de
e suerte flue la belleza de esnT comPrendan la Palabra de Dios,
monesten y sus promesas no embelese> sus advertencias nos
r nues,ra 'a petición del s a W ? ™ ? y vi8°ncen. Deberíamos
ls a - ¡Abre mis ojos, para que yo
las maravillas de tu ley.” Sa|
las tentaciones parecen irresistibles v * <VM). Muchas v
oración y el estudio de la Biblia v’n Porque se ha descula T ?

1« Santas Escrduras. Pero los á n g e l e s ^ las a™as de


deseos de aprender cosas divinas, y en sin” " 3 los ^ tienen
s„memoria las verdades que necesitan <!p3C10nes Staves traerán a
como río, mas el Espíritu de Jehová el «*emig0
Isaías 59:19. ara bandera contra él”.
,esús prometió a sus discípulos “el Consolador a .
Santo, a quien — dijo — el Padre enviará en mi í Espíritu
••El os enseñará todas las cosas, y os recordará t n ^ ’ y agre8Ó;
dicho”. Juan 14:26 (VM). Pero pr.mero es p r e ^ ^ t s ^
as de Cristo hayan sido atesoradas en el entendimiento, s, q u e l
mos que el Espíritu de Dios nos las recuerde en el momento de
peligro. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar
contra ti”. Salmos 119:11.
Todos los que estim an en lo que valen sus intereses eternos deben
mantenerse en guardia contra las incursiones del escepticismo.
Hasta los fundam entos de la verdad serán socavados. Es imposible
ponerse a cubierto de los sarcasmos y sofismas y de las enseñanzas
insidiosas y pestilentes de la incredulidad moderna. Satanás adapta
sus tentaciones a todas las clases. Asalta a los indoctos con una
burla o una mirada de desprecio, mientras que se acerca a la gente
instruida con objeciones científicas y razonamientos filosóficos
propios para despertar desconfianza o desprecio hacia as agra-as
Escrituras. Hasta los jóven es de poca experiencia se * ianis_
nuar dudas respecto a los principios fim amen a^ ^ ^ ^ de
no. Y esta incredulidad juvenil, por supe así al punt0 de
ejercer su influencia. M uchos se ejan al Espíritu de gracia.
Mofarse de la piedad de sus padres^y a honrar a Dios y
Hebreos 10:29. M uchos cuya vida daba P d soplo contami-
de beneficiar al mundo, se han marc i jos dictámenes jac­
hado de la incredulidad. Todos los que explicar los m»s-
^nciosos de la razón humana y se i ja verdad sin el auxi 10
terios divinos y lle g a r al conocinue ^ re(jes de Satanás.
de la sabiduría de D ios, están presos de este mundo.
Vivimos en el período más pueblan la h e - «*>
La suerte de las innumerables n
por decidirse. Tanto nuestra dicha futura como la salvación de otras
almas dependen de nuestra conducta actual. Necesitamos ser guja,
dos por el Espíritu de Verdad. Todo discípulo de Cristo debe pre,
guntar seriamente: “¿Señor, qué quieres que haga? Necesitamos
humillarnos ante el Señor, ayunar, orar y meditar mucho en su
Palabra, especialmente acerca de las escenas del juicio. Debemos
tratar de adquirir actualmente una experiencia profunda y viva en
las cosas de Dios, sin perder un solo instante. En torno nuestro se
están cumpliendo acontecimientos de vital importancia, nos encon­
tramos en el terreno encantado de Satanás. No durmáis, centinelas
de Dios, que el enemigo está emboscado, listo para lanzarse sobre
vosotros y haceros su presa en cualquier momento en que caigáis en
descuido y somnolencia.
Muchos se engañan con respecto a su verdadera condición ante
Dios. Se felicitan por los actos reprensibles que no cometen, y se
olvidan de enumerar las obras buenas y nobles que Dios requiere,
pero que ellos descuidan de hacer. No basta que sean árboles en el
huerto del Señor. Deben corresponder a lo que Dios espera de ellos,
llevando frutos. Dios los hace responsables de todo el bien que
podrían haber realizado, sostenidos por su gracia. En los libros del
cielo sus nombres figuran entre los que ocupan inútilmente el suelo.
Sin embargo, aun el caso de tales personas no es del todo desespe­
rado. El Dios de paciencia y amor se empeña en atraer aún a los que
han despreciado su gracia y desdeñado su misericordia. “Por lo cual
se dice: Despiértate tú que duermes, y levántate de los muertos, y te
alumbrará Cristo. Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; [...]
redimiendo el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5:14-16.
Cuando llegue el tiempo de la prueba, los que hayan seguido la Pa­
labra de Dios como regla de conducta, serán dados a conocer. En
verano no hay diferencia notable entre los árboles de hojas perennes
y los que las pierden; pero cuando vienen los vientos de invierno
los primeros permanecen verdes en tanto que los otros pierden su
follaje. Así puede también que no sea dado distinguir actualmente a
los falsos creyentes de los verdaderos cristianos, pero pronto llega­
rá el tiempo en que la diferencia saltará a la vista. Dejad que la opo­
sición se levante, que el fanatismo y la intolerancia vuelvan a
empuñar el cetro, que el espíritu de persecución se encienda, y en­
tonces los tibios e hipócritas vacilarán y abandonarán la fe; pero el
verdadero cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y
esperanza que en días de prosperidad.
MS

jftl
5

■-S SsnL
■fifc i.’.¥v
:fiS |
f^ --
( mi
1
•’r'rr | w-. r.
..•:; it
lN^’J
f.-rt'v 9J^w ■„r - BfflmfflSKES?.•-*->jP
,- 5.. *í V’*f •
L%:, •< 'Jr'-; ,- •* ' ••
MR? ■V.7 , . • ’ ': P; V* 7 •

Mr, -.
■■>:| .. \j ',;.

ará¡K& ■?•; ^ 3 s So t I8S k ?/w ^ K ^ í. .-J OTyíW


CAPITULO 12

El Mensaje Final de Dios


“Y después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo tenien,
do grande potencia; y la tierra fue alumbrada de su gloria. Y clamó
con fortaleza en alta voz diciendo: Caída es, caída es la grande
Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo
espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles”.
“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, por-
que no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus
plagas”. Apocalipsis 18:1, 2, 4. Estos versículos señalan un tiempo
en el porvenir cuando el anunció de la caída de Babilonia, tal cual
fue hecho por el segundo ángel de Apocalipsis 14:8, se repetirá con
la mención adicional de las corrupciones que han estado introdu­
ciéndose en las diversas organizaciones religiosas que constituyen a
Babilonia, desde que ese mensaje fue proclamado por primera vez,
durante el verano de 1844. Se describe aquí la terrible condición en
que se encuentra el mundo religioso.
Cada vez que la gente rechace la verdad, habrá mayor confusión en
su mente y más terquedad en su corazón, hasta que se hunda en te­
meraria incredulidad. En su desafío de las amonestaciones de Dios,
seguirá pisoteando uno de los preceptos, del Decálogo hasta que sea
inducida a perseguir a los que lo consideran sagrado. Se desprecia a
Cristo cuando se manifiesta desdén hacia su Palabra y hacia su pue­
blo. Conforme vayan siendo aceptadas las enseñanzas del espiritis­
mo en las iglesias, irán desapareciendo las vallas impuestas al co­
razón carnal, y la religión se convertirá en un manto para cubrir las
más bajas iniquidades. La creencia en las manifestaciones espiri­
tistas abre el campo a los espíritus seductores y a las doctrinas de
demonios, y de este modo se dejarán sentir en las iglesias las in­
fluencias de los ángeles malos.
Se dice de Babilonia, con referencia al tiempo en que está pre­
sentada en esta profecía: ‘‘Sus pecados han llegado hasta el cielo y
Dios se ha acordado de sus maldades”. Apocalipsis 18:5. Ha
pc;na mc(lida de sus culpas y la ruina está por caer sobre ella-
• tic,ie ai,n>un pueblo en Babilonia; y antes de que los
flfiluAn i° c,c.° v*s*ten, estos fíeles deben ser llamados para que
t e la ciudad y que no tengan parte en sus pecados ni en sus

ft
[X* ahí lluc este niov¡ni¡eilt % ,
PM“’’b liii dd ciclo, alumbrando ,¡Cstc si,nh<>li/.;ulo n
S "' los pCtm.1,!f <lu ?*'l>¡l«n¡u. AT'„ísd,n°cn,l"«»|
f ,ic. se oye el llamamiento' “q.,i¡ i ,
..loctIíl,f0/
licnmo
'1

^ ici(„,cs. unidas al mc-nsajc UcV' «-!<>


^ „ K,,ación (mal que debe ser dad» »
Terris « r i “ ‘l"'-' Hcgara el mun<lü ' h lic™-
íj licúa para hacer la guerra a |<)s mandamiem a* S f ^ d o
r4n que (lH,()S ()S ,U)nil)res’ “pequeños y »ran(j_ e Dl()s>decreta-
libres y siervos” ( Apocalipsis 13:16), sc conronLT? y pobres-
tres de la iglesia y observen el falso día de renos ’ t í la? cos,um-
nieguen a someterse serán castigados por |a a m o r i d í * T se
n ^ e se decretará que son dignos d e L c r t ^ ^ £
* DiOS l|UC 7 ° ne. elndm dclre',oso <« Creador exige obedt i
amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos. y
Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para
obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acep­
ta el signo de sumisión al poder al cual prefiere obedecer en lugar
de obedecer a Dios. La amonestación del cielo dice así: “¡Si alguno
adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su frente, o en
su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que está pre­
parado sin mezcla alguna en el cáliz de su ira!” Apocalipsis 14:9,
10(VM).
Pero nadie sufrirá la ira de Dios antes que la verdad haya sido pre-
sentada a su espíritu y a su conciencia, y que la haya recJia^a °/
% muchas personas que no han tenido jamás opürtuni a e o
las verdades especiales para nuestros tiempos, a o ifc• ^
observar el cuarto mandamiento no les ha si o prue.
aJ° su verdadera luz. Aquel que lee en to os o ^ ver.
a todos los móviles no dejará 4U6 nadieque
ira que “ . i de ^ ja
^ controversia,
nontr0 Versia. m
El
,ad sea engañado en cuanto al resultado fina,_. Cada cual ten-
decreto no impuesto estando el pueblo.
a a luz necesaria para tomar una reso u ^ es ej punto
El sábado será la gran piedra de toque de ja lea^ .JP toque i* sea
- ?ec’almente controvertido. Cuando es $ trazará la 1nta _
de¡!Cada Analmente a los hombres, ioS que110 ! ° e n
\l¡ arcación entre los que sirven a 0 (dorn « ’
'a observancia de.
^'miento a la ley del estado y en u|
1 r „.wSn de obediencia a un poder que está en
miento, será lina d“ la ‘ ncia del verdadero día de reposo (sá-
oposición a Dios, la * Djos será señal evidente de la leal-
hado) en obedmncia a « unfl clase de personas, al aceptar el
tad al Creador. M _ DOderes del mundo, recibe la marca de la
b c s d a Í a '" r ^ a b e r escogido el signo de obediencia a la auto­
ridad divina, recibirá el sello de Dios.
Hasta ahora se ha considerado considerar a los predicadores de las
verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmistas. Sus
predicciones de que la intolerancia reí,glosa adquiriría dominio en
los Estados Unidos de Norteamérica, de que la iglesia y el estado se
unirían en ese país para perseguir a los observadores de los manda­
mientos de Dios, han sido declaradas absurdas y sin fundamento. Se
ha declarado osadamente que ese pais no podría jamás dejar de ser
lo que ha sido: el defensor de la libertad religiosa. Pero, a medida
que se va agitando más ampliamente la cuestión de la observancia
obligatoria del domingo, se ve acercarse la realización del aconte­
cimiento hasta ahora tenido por inverosímil, y el tercer mensaje
producirá un efecto que no habría podido producir antes.
En cada generación Dios envió siervos suyos para reprobar el peca­
do tanto en el mundo como en la iglesia. Pero los hombres desean
que se les digan cosas agradables, y no gustan la verdad clara y
pura. Muchos reformadores, al principiar su obra, resolvieron pro­
ceder con gran prudencia al atacar los pecados de la iglesia y de la
nación. Esperaban que mediante el ejemplo de una vida cristiana y
pura, llevarían de nuevo al pueblo a las doctrinas de la Biblia. Pero
fin r 1" ? Dl°S VÍn° S0bre ellos como había venido sobre Elías’
nuehlrTí! °' ! f censurar l°s pecados de un rey malvado y de un
t e r m i n a n &i ^ ^ eron de-íar de proclamar las declaraciones
ron forzados f / i 1 ia<?Ue babían titubeado en presentar. Se vie-
gros que am ent^h™ dl¡,genterr‘ente la verdad y señalar los peli-
pronunciaban las^ TV 3 aS a*mas- Sin temer las consecuencias,
pueblo s'e veía constrp''*hS ^ d Señor P°"ia en la boca, y el
e veta constreñido a oir la amonestación.
Asi también será i
Hegue el tiempo de h-u^H^ 0 d mensaJe del tercer ángel. Cuando
conducto de humildñc * ° COn may°r poder, el Señor obrará por
que se consagren a su 1,1Stiairnentos» dirigiendo el espíritu de los
bien por la unción di* Los obreros serán calificados más
C su Espíritu que por la educación en institutos
de enseñanza. Habrá hombres de r
impelidos a declarar con santo e n t u l L t Y ^ 0" <fl* se sentirán
inspire. Los pecados de B a b i l o n i a ? “ palabras 1 » Di„s ,
dos funestos y espantosos de |a u n Z Z ^ ' T T ' ^ Los ^ « " ta ­
la iglesia por la autoridad civil | , P° ° n de llls observancias de
progresos secretos pero rápidos’ del S Z ' 0™* Y csPir¡l'smo, los
mascarado. Estas solemnes am onesté; papal; todo scrá descn-
Miles y miles de personas que nunca hah" 6 8 eo" moverán al pueblo,
tes, las escucharán. A d m i ^ ^ L 1^ ° 'd° pa'abras scmcJ“ -
de que Babilonia es la ° ' rán el tes,lmonio
dos, porque rechazó la verdad Je ,e Z Z il S S ¿ “ ^

Cuando el pueblo acuda a sus antiguos conductores espirituales a


preguntarles con ansia: ¿Son esas cosas así? los ministros aducen
fábulas profetizaran cosas agradables para calmar los temores y
tranquilizar las conciencias despertadas. Pero como muchas perso-
ñas no se contentan con las meras razones de los hombres y exigen
un positivo Así dice Jehová , los ministros populares, como los
fariseos de antaño, airándose al ver que se pone en duda su autori­
dad, denunciarán el mensaje como si viniese de Satanás e incitarán
a las multitudes dadas al pecado a que injurien y persigan a los que
lo proclaman.
Satanás se pondrá alerta al ver que la controversia se extiende a
nuevos cam pos y que la atención del pueblo es dirigida a la pisotea­
da ley de Dios. El poder que acompaña a la proclamación del men­
saje solo desesperará a los que se le oponen. El clero hará esfuerzos
casi sobrehumanos para sofocar la luz por temor e quei a um re
sus rebaños. Por todos los medios a su alcance t e » » 'r u t a r a n
d, „ i » , toda discusión ^ Í ^ J Í Z
apelará al brazo poderoso de la ue ci movimiento
papistas y los protestantes irán uní vP0lva más audaz y deci­
í en favor de la imposición del do S observan los mandamien-
hi
dido, la ley será invocada con ra arceiam¡entos; a algunos se
tos. Se los amenazará con multas y ventaj as para inducirlos a
les ofrecerán puestos de influencia y_ constante será la misma
que renuncien a su fe. Pef° e; “pruébesenos nuestro err
que la de Lutero en semejan e emplazados ante ot>
Í*,M
por la Palabra de Dios”. Los q u ™ al gu„os de los que
nales defenderán enérgicam ente la v * ^ los mandamientos
i,11V'.- los oigan serán inducidos a guard
° *•' ■* “■^ f V 11 -■ / - .“!;X #r.T1V- . " ■ a
117
Dios. Así la luz llegará ante millares de personas que de otro mod0
no sabrían nada de estas verdades.
A los que obedezcan con toda conciencia a la Palabra de Dios se |es
— como rebeldes. Cegados por Satanás^,
que serán duros y severos para con sus hijos creyentes; los patrones
que scran uu y ^ criados que observen los mandamiento.
U “ d d S se aflojarán; se desheredará y se expulsará de
la casa a los hijos. Se cumplirán a la letra las palabras del aposto!
Pablo: “Todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesus, pade­
cerán persecución”. 2 Timoteo 3:12. Cuando los defensores de la
verdad se nieguen a honrar el domingo, unos serán echados en la
cárcel, otros serán desterrados y otros aún tratados como esclavos.
Ante la razón humana todo esto parece ahora imposible; pero a me­
dida que el espíritu refrenador de Dios se retire de los hombres y
estos sean dominados por Satanás, que aborrece los principios divi­
nos, se verán cosas muy extrañas. Muy cruel puede ser el corazón
humano cuando no está animado del temor y del amor de Dios.
Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que profesaron
creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados
por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar
las filas de la oposición. Uniéndose con el mundo y participando de
su espíritu, llegarán a ver las cosas casi bajo el mismo aspecto; así
que cuando llegue la hora de prueba estarán preparados para situar­
se del lado más fácil y de mayor popularidad. Hombres de talento y
de elocuencia, que se gozaron un día en la verdad, emplearán sus
facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirán en los
enemigos más encarnizados de sus hermanos de antaño. Cuando los
observadores del sábado sean llevados ante los tribunales para res­
pon er e su fe, estos apóstatas serán los agentes más activos de
a anaS para calumníanos y acusarlos y para incitar a los magistra-
dos contra ellos por medio de falsos informes e insinuaciones.

n m h3T V i e m P 0 ,de nperS,CCUCÍÓn la fe de los siervos de Dios será


do mn solo a nT T f 011 belmente la amonestación miran-
en sus co a l e 1 y 3 S“ PaJ ‘.,bra- E1 Espíritu de Dios, que obraba
T i Z i r Z n o ó C° r , ñ 0 a hablar- Estimulados por santo celo
palabras que de Dios recibim n sin Í - T y dcclararon al Pueb,° laS
cuencias. No consultnrrm c 11 dctenerse en calcular las conse-
reputación o sus vidas Sin ' e m ! ^ tCmporales ni miraron por su
vidas. Sin embargo, cuando la tempestad de la
oposición y del vituperio eslnlle ,,,u„ „
estarán listos para exclamar: "s¡ ,, i u ‘ constenimios,
cuencias de nuestras natal,-,.. . ™b|c«emoa previ*!,. i,,..
f 8' » ^ '«* canse.
dos de dificultades. Satanás ]’os aJ , " ' “S listarán rodea
La obra que habrán emprendido ° ‘ üt,n ,e,nblew ... ,
CH lOntQcíOJICH
parecerá exceder
H H B n o n K u IH G C S t r U í ' r i ' l'l ,,MrtVi i u S ||J$
animara se desvanecerá; sin embarco „„ ! , CIUusiaBni° que les
tortees, sintiendo su completa incapacidarTTÍT ,r*tr° cet)«r- Y en-
deroso en demanda de auxilio Renn-t ’ ' L <" lylra" 1,1 Todopo-
* , . » » I», « a t a „ « S S Í S S í ,‘l” * * * ~ 5»

M ™taz0*es'y ellos>Por su parte, no p L t a r Í n Wotra cosa


* * que
“ "
proclamarla.

En todas las edades los hombres de Dios pasaron por las mismas
pruebas. Wiclef, Hus, Lulero, Tyndale, Baxter, Wesley, pidieron
que todas las doctrinas fuesen examinadas a la luz de las Escrituras,
y declararon que renunciarían a todo lo que estas condenasen. La
persecución se ensano entonces en ellos con furor; pero no dejaron
de proclamar la verdad. Diferentes períodos de la historia de la
iglesia fueron señalados por el desarrollo de alguna verdad especial
adaptada a las necesidades del pueblo de Dios en aquel tiempo.
Cada nueva verdad se abrió paso entre el odio y la oposición; los
que fueron favorecidos con su luz se vieron tentados y probados. El
Señor envía al pueblo una verdad especial para la situación en que
se encuentra. ¿Quién se atreverá a publicarla? El manda a sus sier­
vos a que dirijan al mundo el último llamamiento de la misericordia
divina. No pueden callar sin peligro de sus almas. Los embajadores
de Cristo no tienen por qué preocuparse de las consecuencias. De­
ben cumplir con su deber y dejar a Dios los resultados.
Conforme va revistiendo la oposición un carácter más v i o ^ ^ , ^
siervos de Dios se ponen de nuevo perp ejos,_ ‘ s(j concjen.
son ellos mismos los que han precip d o ^ ^ en , 0 juslo; y
cía y la Palabra de Dios les dan .crecidos „ara sufrirlas. La
aunque sigan las pruebas se sienten I^u stecid o ^p ^
lucha se encona más y más, Pe r 0 a e , “]q0 nos atrevemos a
con el peligro. Este es el testimonio qu . ' „amando parte de
alterar la Palabra de Dios dividien o obtener el favor del
d a esencial y parte de ella no esencial, P‘ cristo vendó
mundo. El Señor a quien servimo p
atemorizaría un mundo ya vencido?”
los poderes del mundo; ¿y 11 f ,
P , . , nerseeución es el desarrollo de un pnn-
E» sus diferentes formas, 1 ' Satanás exista y el cristianismo
cipio que ha de subsi^'r no puede servir a Dios sin des-
conserve su poder vital. jQg e¡¿rcitos de las tinieblas. Le asal-
perttu' contra si la °PU®1C‘ . al ver que su influencia les arranca
tarün malos tingóles a f¡v d reConVenidos por el ejemplo de los
la presa. 1 con aquellos para procurar separarlo de Dios
Z Z & £ > *?«><*• < * " * > es,e »*" ,vacasa' e*
h, fuerza para violentar la c o n c if f lg P J ^ ■.
Pero mientras Jesús siga intercediendo por el hombre en el santua­
rio eestial, los gobernantes y el pueblo segutran sintiendo la m-
fluencia refrenadora del Espíritu Santo, la cual seguirá también do­
minando hasta cierto punto las leyes del país. Si no fuera por estas
leyes, el estado del mundo sería mucho peor de lo que es. Mientras
que muchos de nuestros legisladores son agentes activos de Sata­
nás. Dios tiene también los suyos entre los caudillos de la nación.
El enemigo impele a sus servidores a que propongan medidas enca­
minadas a poner grandes obstáculos a la obra de Dios; pero los esta­
distas que temen a Dios están bajo la influencia de santos ángeles
para oponerse a tales proyectos con argumentos irrefutables. Es así
como unos cuantos hombres contienen una poderosa corriente del
mal. La oposición de los enemigos de la verdad será coartada para
que el mensaje del tercer ángel pueda hacer su obra. Cuando la
amonestación final sea dada, cautivará la atención de aquellos cau­
dillos por medio de los cuales el Señor está obrando en la actuali-
a , y a gunos de ellos la aceptarán y estarán con el pueblo de Dios
durante el tiempo de angustia.

brará todffl» SU V°Z & Procdamación del tercer mensaje, alum-


sión universa] v ^ e n ^ V 11 ^ 0T*A' Así se Predice una obra de exten­
dí IXdf) a* 1844
de 1840 t V/1/i fi»
de poder' extraordinario.
T dT El movimiento adventista
^ n Saje del primer ángel S v Í ^ 7 * * 1 ^ ^ d,Vln° ; e '
ñeras de la tierra v en i eVddo a todas las estaciones misto-
interés religioso que se Países Se distinSuió Por el ma>'or
po de Ja Reforma del datoX V i **0 ** PaíS cualíluiera desde cl tiem“
poderoso movimiento aue iv i ’ Pf r° todo esl° será suPerado Por eI
de la última amonestación d i * desaiToIlarse bajo la proclamación
ucl tercer ángel,
sta obra será semejante i M
que se realizó en el día de Pentecos-
# . Coma la llovía temprana” (uc d¡uJa cn „cm
espíritu Santo al principio del ministerio c * J X „ ' tle|
X U la preciosa semilla, así In “lluvia tardía" J L Z ' J T - haw
Jjeho ministerio para hacer madurar la cosecha "Y c o n ,V de
proseguiremos en conocer a Jchová: como el alba está a p a r e é «
Slid»- y vendrá a nosotros como la lluvia, como la Iluí,a
leIílprana a la tierra . Vosotros también, hijos de Sión, alegraos l
gozaos en Jehova vuestro Dios; porque os ha dado la primera llut.a
arreglad311160*^ y nara descender sobre vosotros lluvia temprana v
jurdía como al principio”. “Y será en los postreros días, dice Dios
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne’'. “Y será que todo aquel
que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Oseas 6 :3 ; Joel 2-23-
Hechos 2:17, 21.
La gran obra de evangelización no terminará con menor ma­
nifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella.
Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la llu­
via temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volver­
se a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio.
Esos son los “tiempos de refrigerio” en que pensaba el apóstol
Pedro cuando dijo: “Así que, arrepentios y convertios, para que
sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del
refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a Jesucristo”. Hechos
3 :1 9 ’ 2 0 £
¿ j.
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplande­
cientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar
para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el
mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los enfermos
sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás tam­
bién efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del
cielo a la vista de los hombres. Apocalipsis 13.13. Es así como los
habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra <- a
dad.
nensaje no será llevado adelante tanto con argument oseo p
lio de la convicción profunda inapir,ida por el ^
i argumentos ya fueron presentados. . |os mísio-
tará y dará frutos. Las publicaciones dism u^da po
os han ejercido su influencia; sm e m b a r g a " ^ > rdad por
impresionado han sido t a * * W « * d e l e * ! * " "
W m o de o b e d e c S l g ^ ^ i ^ 1® ^
recerá en toda su claridad, y los sin-
por todas partes, la verdad apa uras que los tenían sujetos,
ceros hijos de Dios romperán ^ ^ ¡g]esia serán impotentes
Los lazos de familia y «s re* más preciosa que cualquier otra
para detenerlos. La venteo» . contra la verdad, un sinnú-
cosa. A pesar de los eohga ^ ^
mero de personas se alistara en
CAPITULO 13

El Mensaje Final de Dios


-Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está
por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue
después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será
libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro’’,
Daniel 1 2 : 1 .
Cuando termine el mensaje del tercer ángel, la misericordia divina
no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pue­
blo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tar­
día”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y estará preparado
para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y
vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra
anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la
prueba final, y todos los que han resultado fíeles a los preceptos
divinos han recibido “el sello del Dios vivo”. Entonces Jesús dejará
de interceder en el santuario celestial. Levantará sus manos y con
gran voz dirá “Hecho es”, y todas las huestes de los ángeles deposi­
tarán sus coronas mientras él anuncia en tono solemne: “¡El que es
injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es
justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo!” Apocalipsis
22:11 (VM). Cada caso ha sido fallado para vida o para muerte.
Cristo ha hecho propiciación por su pueblo y borrado sus pecados.
El número de sus súbditos está completo; “el reino, y el señorío y la
majestad de los reinos debajo de todo el cielo van a ser dados a los
herederos de la salvación y Jesús va a reinar como Rey de reyes y
;ñor de señores.
Jando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a ha
tantes de la tierra. Durante ese tiempo ten ¡ble, los justos e
vir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena ya
alos y Satanás domina por completo a los ímpenicn . , |0
dos. La paciencia de Dios ha concluido. El mundo ha ^
misericordia, despreciado su amor y piso^ p j^tu de Di°s-
ipíos han dejado concluir su tiempo c ’ apartarse de ellt>»*
que se opusieran obstinadamente, a M » ^ Sa(mliis el
¡samparados ya de la graciadivina, tierra en una g
al sumirá entonces a los habitantes
trlbuliidón final. Como los ángeles de Dios dejen ya de contener l0s
vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de
contención se desencadenarán. El mundo entero será envuelto en
una ruina más espantosa que la que cayo antiguamente sobre Jera-
salen.
Un solo ángel dio muerte a todos los primogénitos de los egipcios y
llenó al país de duelo. Cuando David ofendió a D.os al tomar censo
del pueblo, un ángel causó la terrible mortandad con la cual fue cas-
ligado su pecado. El mismo poder destructor ejercido por santos án­
geles cuando Dios se lo ordena, lo ejercerán los angeles malvados
cuando él lo permita. Hay fuerzas actualmente listas que no esperan
más que el permiso divino para sembrar la desolación por todas
partes.
Los cjue honran la ley de Dios han sido acusados de atraer los cas-
tigos de Dios sobre la tierra, y se los mirará como si fueran causa de
las terribles convulsiones de la naturaleza y de las luchas sangrien­
tas entre los hombres, que llenarán la tierra de aflicción. El poder
que acompañe la última amonestación enfurecerá a los malvados;
su ira se ensañará contra todos los que hayan recibido el mensaje, y
Satanás despertará el espíritu de odio y persecución en un grado de
intensidad aún mayor.
Cuando la presencia de Dios se retiró de la nación judía, tanto los
sacerdotes como el pueblo lo ignoraron. Aunque bajo el dominio de
Satanás y arrastrados por las pasiones más horribles y malignas,
creían ser todavía el pueblo escogido de Dios. Los servicios del
templo seguían su curso; se ofrecían sacrificios en los altares profa­
nados, y cada día se invocaba la bendición divina sobre un pueblo
culpable de la sangre del Hijo amado de Dios y que trataba de matar
a sus ministros y apóstoles. Así también, cuando la decisión irrevo­
cable del santuario haya sido pronunciada y el destino del mundo
haya sido determinado para siempre, los habitantes de la tierra no lo
sa r^n*^ as formas de la religión seguirán en vigor entre las muche-
um res de en medio de las cuales el Espíritu de Dios se habrá reti­
rado finalmente; y el celo satánico con el cual el príncipe del mal ha
al celcfpor CUm^ an sus crueles designios, se asemejará

sia cn^odíM s^ a d o llegue a ser el punto especial de controver-


unan nara imn cnstlaní^a^ y las autoridades religiosas y civiles se
tente ñor na^ >0*?er a observancia del domingo, la negativa persis-
e e una pequeña minoría, de ceder a la exigencia p<>"
pu!ar, la convertirá en objeto de execración universal. Se deman­
dar^ con insistencia que no se tolere a los pocos que se oponen a
una institución de la iglesia y a una ley del estado; pues vale más
que esos pocos sufran y no que naciones enteras sean precipitadas a
la confusion y anarquía. Este mismo argumento fue presentado con­
tra Cristo hace mil ochocientos años por los “príncipes del pueblo”
“Nos conviene — dijo el astuto Caifas — que un hombre muera por
el pueblo, y no que toda la nación se pierda”. Juan 11:50. Este argu­
mento parecerá concluyente y finalmente se expedirá contra todos
los que santifiquen el sábado un decreto que los declare merece-
dores de las penas más severas y autorice al pueblo para que, pasa-
do cierto tiempo, los mate. El romanismo en el Viejo Mundo y el
protestantismo apóstata en la América del Norte actuarán de la
misma manera contra los que honren todos los preceptos divinos.
El pueblo de Dios se verá entonces sumido en las escenas de aflic­
ción y angustia descritas por el profeta y llamadas el tiempo de la
apretura de Jacob: “Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de
temblor: espanto, y no paz [...], Hanse tomado pálidos todos los
rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro seme­
jante a él: tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado”.
Jeremías 30:5-7.
E. F*!-
La noche de la aflicción de Jacob, cuando luchó en oración para ser
librado de manos de Esaú ( Génesis 32:24-30), representa la prue­
ba por la que pasará el pueblo de Dios en el tiempo de angustia.
Debido al engaño practicado para asegurarse la bendición que su
padre intentaba dar a Esaú, Jacob había huido para salvar su vida,
atemorizado por las amenazas de muerte que profería su hermano.
Después de haber permanecido muchos años en el destierro, se
puso en camino por mandato de Dios para regresar a su país, con
sus mujeres, sus hijos, sus rebaños y sus ganados. Al acercarse a los
términos del país se llenó de terror al tener noticia de que Esaú se
acercaba al frente de una compañía de guerreros, sin duda para
vengarse de él. Los que acompañaban a Jacob, sin armas e in­
defensos, parecían destinados a caer irremisiblemente víctimas de la
violencia y la matanza. A esta angustia y a este temor que lo teman
abatido se agregaba el peso abrumador de los reproches que se
hacía a sí mismo; pues era su propio pecado el que le había puesto
a él y a los suyos en semejante trance. Su única esperanza se ci ra a
en la misericordia de Dios; su único amparo debía ser la oración.
Sin embargo, hizo cuanto estuvo de su parte para dar reparación a
su hermano por el agravio que le había inferido y para evitar el pe_
ligro que le amenazaba.
Así deberán hacer los discípulos de Cristo al acercarse el tiempo de
angustia: procurar que el mundo los conozca bien a fin de desarmar
los prejuicios y evitar los peligros que amenazan la libertad de com
ciencia. Después de haber despedido a su familia para que no pre­
senciara su angustia, Jacob permaneció solo para interceder con
Dios. Confiesa su pecado y reconoce agradecido la bondad de Dios
para con él, a la vez que humillándose profundamente invoca en su
favor el pacto hecho con sus padres y las promesas que le fueran
hechas a él mismo en su visión en Bethel y en tierra extraña. Llegó
la hora crítica de su vida; todo esta en peligro. En las tinieblas y en
la soledad sigue orando y humillándose ante Dios. De pronto una
mano se apoya en su hombro. Se le figura que un enemigo va a ma­
tarle, y con toda la energía de la desesperación lucha con él.
Cuando el día empieza a rayar, el desconocido hace uso de su poder
sobrenatural; al sentir su toque, el hombre fuerte parece quedar pa­
ralizado y cae, impotente, tembloroso y suplicante, sobre el cuello
de su misterioso antagonista. Jacob sabe entonces que es con el án­
gel de la alianza con quien ha luchado. Aunque incapacitado y pre­
sa de los más agudos dolores, no ceja en su propósito. Durante mu­
cho tiempo ha sufrido perplejidades, remordimientos y angustia a
causa de su pecado; ahora debe obtener la seguridad de que ha sido
perdonado. El visitante celestial parece estar por marcharse; pero
Jacob se aferra a él y le pide su bendición. El ángel le insta: “ ¡Suél­
tame, que ya raya el alba!” pero el patriarca exclama: “No te soltaré
hasta que me hayas bendecido”. ¡Qué confianza, qué firmeza y qué
perseverancia las de Jacob! Si estas palabras le hubiesen sido dicta-
as por e orgullo y la presunción, Jacob hubiera caído muerto; pero
o que se as inspiraba era más bien la seguridad del que confiesa su
aqueza e m igni ad, y sin embargo confía en la misericordia de
un Dios que cumple su pacto.

1“ C° n el.Ángel>Y.prevaleció”. Oseas 12:4 (VM). Mediante la


millación, el arrepentimiento y la sumisión, aquel mortal pecador
y sujeto al error, prevaleció sobre la Majestad del cielo. Se aferró
a las Pr? ™ sas Dios, y el Amor infinito no pudo
v í n o l o i ? UP ?Cl PeCad0r' Como señal de su triunfo y como
u o para que otros imitasen su ejemplo, se le cambió el nom-
bre, en lugar del que recordaba su pecado, recibió otro que conme-
moraba su victoria. Y al prevalecer Ja • k
rantia de que prevalecería al luchar J ohluv" la ga-
an-astrar la ira de su hermano; pues el Sehor erasu cldensa
Satanás había acusado a Jacob ante Im* i , _ ’
tener derecho a destruirle p„r causa de su pecado" habí 1 prct*:n‘,f“
Esaú a que marchase contra él v durante íJV ’ hí mílucido a
patriarca. Satanás procuró embargarle con eutntimienm !“Cha d i'
pabthdad para desanimarlo y apartarlo de Dios. Jacob fue casi em­
pujado a la desesperación; pero sabia que sin la ayuda de Dios
perecería. Se había arrepentido sinceramente de su gran pecado, y
apelaba a la misericordia de Dios. No se dejó desviar de su propó­
sito, sino que se adhirió firmemente al ángel e hizo su petición con
ardientes clamores de agonía, hasta que prevaleció.
Así como Satanás influyó en Esaú para que marchase contra Jacob,
así también instigará a los malos para que destruyan al pueblo de
Dios en el tiempo de angustia. Como acusó a Jacob, acusará tam­
bién al pueblo de Dios. Cuenta a las multitudes del mundo entre sus
súbditos, pero la pequeña compañía de los que guardan los manda­
mientos de Dios resiste a su pretensión a la supremacía. Si pudiese
hacerlos desaparecer de la tierra, su triunfo sería completo. Ve que
los ángeles protegen a los que guardan los mandamientos e infiere
que sus pecados les han sido perdonados; pero no sabe que la suerte
de cada uno de ellos ha sido resuelta en el santuario celestial. Tiene
conocimiento exacto de los pecados que les ha hecho cometer y los
presenta ante Dios con la mayor exageración y asegurando que esa
gente es tan merecedora como él mismo de ser excluida del favor
de Dios. Declara que en justicia el Señor no puede perdonar los
pecados de ellos y destruirle al mismo tiempo a él y a sus ángeles.
Los reclama como presa suya y pide que le sean entregados para
destruirlos.
Mientras Satanás acusa al pueblo de Dios haciendo incapie
Jecados, el Señor le permite probarlos hasta el extremo, a
& de ellos en Dios, su fe y su firmeza serán rigurosa t ^
las. El recuerdo de su pasado hará decaer sus esperai^ '
>oco el bien que pueden ver en toda su vida. Recon°®en í c‘on la
* su debilidad e indignidad. Satanás trata dc atcj™ g ^ gu ¡n>
idea de que su caso es desesperado, de que gu ^ haceries
Pureza no serán jamás lavadas. Espera asi amq
:eder a sus tentaciones y alejarlos de Dios.
Aun cuando los hijos de Dios se ve,\.r^ ^ " dl^ 0 ^dodTuS«H,iU;C

ser perseguidos a causa de 1, olguna falta por elL


arrepentido de cada pecado y q nmmesa del Solvmt
cometida no puedan ver realizada e n eUoa “ «te v e ta
“Yo también te cuardaré de la hora de prueba que ha de venir sobre
todo ermundo- Apocalipsis 3:10 (VM). Si pudiesen tener la sCgu.
ridad del perdón, no retrocederían ante las torturas nt la muerte;
pero si fuesen reconocidos indignos de perdón y hubiesen de Per-
der la vida a causa de sus propios defectos de carácter, entonces el
santo nombre de Dios sería vituperado.
De todos lados oyen hablar de conspiraciones y traiciones y obser­
van la actividad amenazante de la rebelión. Eso hace nacer en ellos
un deseo intensísimo de ver acabarse la apostasía y de que la mal­
dad de los impíos llegue a su fin. Pero mientras piden a Dios que
detenga el progreso de la rebelión, se reprochan a sí mismos con
eran sentimiento el no tener mayor poder para resistir y contrarres­
tar la potente invasión del mal. Les parece que si hubiesen dedica­
do siempre toda su habilidad al servicio de Cristo, avanzando de
virtud en virtud, las fuerzas de Satanás no tendrían tanto poder
sobre ellos.
Afligen sus almas ante Dios, recordándole cada uno de sus actos de
arrepentimiento de sus numerosos pecados y la promesa del Salva­
dor: “¿Forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz, sí haga paz
conmigo”. Isaías 27:5. Su fe no decae si sus oraciones no reciben
inmediata contestación. Aunque sufren la ansiedad, el terror y la
angustia más desesperantes, no dejan de orar. Echan mano del po­
der de Dios como Jacob se aferró al ángel; y de sus almas se exhala
el grito: “No te soltaré hasta que me hayas bendecido”.
i Jacob no se hubiese arrepentido previamente del pecado que c
metió al adueñarse fraudulentamente del derecho de primogenitu
ios no a na escuchado su oración ni le hubiese salvado la vi
“ ° Samente- ^ Sí’ e" e ‘ t i e m p 0 de angustia, si el pueblo
tpmnr
temor v ku „ ¿PeCad°;-----
S aún«iwinconfesos
uicsua cuanao cuandoio lo
atormente
atormenten
su fe v no Sena aniquilado; la desesperación acabaría <
Pero por muv^Dmff" 7 C° nfiímZa Para r° 2 ar a Di<* Que le lita
dignidad no tiene c*1! ° qUC Sea e' sentimiento que tiene de su
sido examinados y boreadoTenef ^ 5 ^ 116 r6Velar' Sus Pecados 1
e Julcio; y no puede recordarlos.
V ' •• •• - ••; -A:*.4-
Snlamís induce n muchos u creer míe Dios , .
dad de ellos respecto » los asuntos menudos do lu í i / " " '"l,<í':lí'
actitud con Jacob, el Sedor demuestra míe en 'J* per<>’ u" *"
mini ni tolera,d el mal. Todos los i„,c tmlim de escusa" S oe!,harm!s
pecados, dejándolos su, confesar y sin haber sido perdonado "
registros del celo, serán vencidos por Satanfis. Cuanto más esal a I
sea su profesión y honroso el puesto cpie desempeñen, tanto n
graves aparecen sus taitas a la vista de Dios, y tanto más seguro es
el manto de su gran adversario. Los que tardan en prepararse para
el día del Señor, no podrán hacerlo en el tiempo de la angustia ni en
ningún momento subsiguiente. El caso de los tales es desesperado.
Los cristianos profesos que llegarán sin preparación al último y te­
rrible conflicto, confesarán sus pecados con palabras de angustia
consumidora, mientras los impíos se reirán de esa angustia. Esas
confesiones son del mismo carácter que las de Esaú o de Judas. Los
que las hacen lamentan los resultados de la transgresión, pero no su
culpa misma. No sienten verdadera contrición ni horror al mal.
Reconocen sus pecados por temor al castigo; pero, lo mismo que
Faraón, volverían a maldecir al cielo si se suspendiesen los juicios
de Dios. «
La historia de Jacob nos da además la seguridad de que Dios no
rechazará a los que han sido engañados, tentados y arrastrados al
pecado, pero que hayan vuelto a él con verdadero arrepentimiento.
Mientras Satanás trata de acabar con esta clase de personas, Dios
enviará sus ángeles para consolarlas y protegerlas en el tiempo de
peligro. Los asaltos de Satanás son feroces y resueltos, sus engaños
terribles, pero el ojo de Dios descansa sobre su pueblo y su oído es­
cucha su súplica. Su aflicción es grande, las llamas del horno pare­
cen estar a punto de consumirlos; pero el Refinador los sacará como
oro purificado por el fuego. El amor de Dios para con sus hijos du­
rante el periodo de su prueba más dura es tan grande y tan tierno
como en los días de su mayor prosperidad; pero necesitan pasar por
el homo de fuego; debe consumirse su mundanal ida , para cji
imagen de Cristo se refleje perfectamente.
Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan J¡‘ *
capaz de soportar el cansancio, la demora y e mm )r » c¡a
no desmaye a pesar de las pruebas más duras. ^ cl nU)_
Ies es concedido a todos a fin de que se prepa t
mentó. Jacob prevaleció porque fue perseverante y resuelto.
•lente del poder de la oración importuna.
Su victoria es prueba promesas de Dios como lo hizo él, y
Todos los que se aterren tendr¿n tan buen éxito como
que sean tan sinceros c0" stos a negarse a si mismos, a luchar
el. Los que no están y a orar mucho y con empeño para
desesperadamente an e lo conseguirán. ¡Cuán pocos cristianos
obtener su bendicton. ^ .QU'm pocos son los que jamás
saben lo que es lúe u hasta tener como en tensión todas las
suspiraron por Dio. fLL ndo olas de indecible desesperación en-
vuelven^l'supl'icante. ¡cuán raro es verle atenerse con fe inque-
brantable a las promesas de Dios!
, noca fe, están en mayor peligro de caer bajo
e, t a t a de ios engaflos satánicos y del decreto que violentará las
conciencias Y aun en caso de soportar la prueba, en el tiempo de
anoUstia se verán sumidos en mayor aflicción porque no se habrán
acostumbrado a confiar en Dios. Las lecciones de fe que hayan des­
cuidado, tendrán que aprenderlas bajo el terrible peso del desaliento.
Deberíamos aprender ahora a conocer a Dios, poniendo a prueba
sus promesas. Los ángeles toman nota de cada oración ferviente y
sincera. Sería mejor sacrificar nuestros propios gustos antes que
descuidar la comunión con Dios. La mayor pobreza y la más ab­
soluta abnegación, con la aprobación divina, valen más que las ri­
quezas, los honores, las comodidades y amistades sin ella. Debemos
damos tiempo para orar. Si nos dejamos absorber por los intereses
mundanos, el Señor puede damos ese tiempo que necesitamos, qui­
tándonos nuestros ídolos, ya sean estos oro, casas o tierras fértiles.
Lajuventud no se dejaría seducir por el pecado si se negase a entrar
de n ^ C^miin° qUe aqUel S°bre e* cua^Pudiera pedir la bendición
mundo rooacpÜ ^ f roc^aman Ia última solemne amonestación al
léñela, sino confesor yfe «Í" ^ v ° S’ "° C0" fr‘aldad 6 ‘nd°'
chas ocasiones pn ^ , ,como lo hizo Jacob, encontrarían mu-
librada mi alma”. GénesU^SO't ' ^ 3 D'°S 3 Cara’ V^
cipes en el cielo mn ■ju‘ ^enan considerados como pnn-
'O, con poder para prevalecer con Dios y los hombres.
L1 tiempo de angustia r.,*i
T
'nielará pronto; y para’entonce ^ después c*ue hubo Sen,e’’
c,a que hoy por |10y no ^ necesitaremos tener una experien-
debido a su indolencia SucTh™ 08 ^ ^Ue mucú°s no pueden lograr
se esperan no resultan tan «? e muchas veces que los peligros que
glandes como uno se los había imagina-
do; pero este no es el caso resneetn i ■.
imaginación más fecunda no alcanza a <|UCnos csPura- La
de tan dolorosa prueba. En aquel tieinn,, u ,C'u"!“ tlc ,n m"ün¡tud
deberá sostenerse por si sola ame ca<1(' alma
vieren” en el país, “¡vivo yo! dice Jehová él SeB™‘T y.Jobas,u-
a hija podrán ellos librar por su justicia- t™ . ’ 4 1,1 a h,J0 ni
as librarán”. Ezequiel 14:20 (VM). ' ’ * s0 0 a sus propias al-
mas
Ahora, mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo
proptetaeton por nosotros, debemos tratar de llegar a la p erfect
en Cristo. Nuestio Salvador no pudo ser inducido a ceder a la ten­
tación ni siquiera en pensamiento. Satanás encuentra en los cora-
zones humanos algún asidero en que hacerse firme; es tal vez algún
deseo pecaminoso que se acaricia, por medio del cual la tentación
se fortalece. Pero Cristo declaró al hablar de sí mismo: “Viene el
príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí”. Juan 14:30.
Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios que le permitie­
se ganar la victoria. Cristo guardó los mandamientos de su Padre y
no hubo en él ningún pecado de que Satanás pudiese sacar ventaja.
Esta es la condición en que deben encontrarse los que han de poder
subsistir en el tiempo de angustia.
En esta vida es donde debemos separamos del pecado por la fe en la
sangre expiatoria de Cristo. Nuestro amado Salvador nos invita a
que nos unamos a él, a que unamos nuestra flaqueza con su fortale­
za, nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra indignidad con sus
méritos. La providencia de Dios es la escuela en la cual debemos
aprender a tener la mansedumbre y humildad de Jesús. El Señor nos
está presentando siempre, no el camino que escogeríamos y que nos
parecería más fácil y agradable, sino el verdadero, el que lleva a los
fines verdaderos de la vida. De nosotros está, pues, que cooperemos
con los factores que Dios emplea, en la tarea de con orm<
t ,'t4' caracteres con el modelo divino. Nadie puede descuidar o aplazar
a r.'
esta obra sin grave peligro para su alma.
If
El apóstol San Juan, estando en visión, oyó l‘”a ®r^ ^ Zyq j ci mar!

porque el diablo ha descendido a vosotros


Apocalipsis 12:12. Espantosas
sabiendo que tiene poco tiempo . Apoca P
exclamación de la voz celestial.
son las escenas que provocaron esta exclamad!
|fi U ira de Satanás ^ ¿ ^ I m i n a r á durante el tiempo de an-
obra de engaño y
gustia.^
mír
i
i
:;r¡rrrí s X -X <■
<>«—,»n /»l ríelo simios pavorosos de carácter sobre.
««i
lus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra y por to.
I e n n ulo para aprisionar a los hombres con engaños e inducirlos
a une se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno de
Dios. Mediante estos agentes, tanto los principes como los subditos
serán engañados. Surgirán entes que se daran por el mismo Cristo y
reclamarán los títulos y el culto que pertenecen al Redentor del
mundo. Harán curaciones milagrosas y aseguraran aber recibido
del cielo revelaciones contrarias al testimonio de las Sagradas Es-
crituras.
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el
mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia
profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de
sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo
habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a
los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, pare­
cido a la descripción que del Hijo de Dios da el apóstol Juan en el
Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará
cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo re­
percutirá por los aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El
pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos
y pronuncia una bendición sobre ellos así como Cristo bendecía a
sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acom­
pasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo,
enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que
pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en
mn!¡m!in,t|ld0-i,Ca1ráCtfr de Crist0’ aseSura haber mudado el dia de
día hemWn3 3 ° ^ y manda a todos que santifiquen el
ficar el séntímPir Cui tC*ara c*ue ac!uehos que persisten en santi-
“ bflaSfeman SU nombre P ^ e s e niegan a oír a
engA m S n l l í l '0" ? VÍad°S con la ^ de la verdad. Es el
nos fueron 7
fueron enaniwi™ rcSatacasio. , irresistible. uomo
Como los samanta-
samanta-
des, desde los más n en ^ ^ as*también las multitu-
gio y. dicen “F t P q ? 0S í as,a los mayores,
maymes, cr creen en ese sortile-
8¿10 (V. Ná¿ar-Colunga). P°der ^ D‘0S Uamado grande”. Hechos
Pero el pueblo de TV
Cristo no están de acuerdo ™ ex.traviará’ Las enseñanzas del falso
Clón va dirigida a los n as Sagradas Escrituras. Su bendi-
mente aquellos sobre quienes dice la R¡hi¡
derramada sin mezcla. Además no se t qUU 8 'ra de Dios será
trahacer la manera en que vendrá Jesús 8 Sa,anás c‘>n-
pueblo contra este engaño v nrediio «i ’ ' bd,vador previno a su
gundo advenimiento. “Porque^s e le L CÓmo surá su *•
profelas, y darán señales y falsos
engañarán, si es posible, aun a los es^idos r 1 A Cr8 •‘|ue
dijeren: He aquí en el desierto está; no salgáis: He^uT’J las
camaras; no creáis. Porque como el relámpago que sale de oriente
y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del H o
del hombre . Mateo 24:24-27, 31; 25:31; Apocalipsis 1 :7 ; 1 Tesa-
Ionicenses 4.16, 17. No se puede remedar semejante aparición.
Todos la conocerán y el mundo entero la presenciará.
Solo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras y hayan
recibido el amor de la verdad en sus corazones, serán protegidos de
los poderosos engaños que cautivarán al mundo. Merced al testi­
monio bíblico descubrirán al engañador bajo su disfraz. El tiempo
de prueba llegará para todos. Por medio de la criba de la tentación
se reconocerá a los verdaderos cristianos. ¿Se sienten los hijos de
Dios actualmente bastante firmes en la Palabra divina para no ceder
al testimonio de sus sentidos? ¿Se atendrán ellos en semejante crisis
a la Biblia y a la Biblia sola? Si ello le resulta posible, Satanás les
impedirá que logren la preparación necesaria para estar firmes en
aquel día. Dispondrá las cosas de modo que el camino les esté
obstruido; los aturdirá con bienes terrenales, les hará llevar una
carga pesada y abrumadora para que sus corazones se sientan
recargados con los cuidados de esta vida y que el día de la prueba
los sorprenda como ladrón.
Cuando el decreto promulgado por los diversos príncipes y dignata­
rios de la cristiandad contra los que observan los manda™“ ‘os’
suspenda la protección y las garantías del go íemo y os
a k.s ,u , de aniquilarlos, .1 pueblo de D,o. M . 1. ■•

SS¡
„s de d ¡ « - I» ~
valles del Piamonte,--------
-3 santuarios suyos y darán gracias 8r e ‘humanos de todas las nació-
l

nes y “de todas


• clases,
35,6
*
j . *.
blancos, serán arrojados en la más injus
i
............. . .ifas penosos, encadenados, encerrados „
a m a d o s d e D io s P a sa ‘ n u ic r (c , a l g u n o s a b a n d o n a d o s ad red e Par!¡
c á r c e le s , s c n t c n c i i u ^ ^ s o n lb r ío s y r e p u g n a n t e s c a la b o z o s . N in

gán oido humanéescuchará sus lamentos; ninguna mano huma„¡


se aprontará a socorrerlos.
^ , or , su p u e b lo e n e s a h o r a d e p r u e b a ? ¿ O lv id ó aca-
¿ O lv id a ia e l Se j u ic io s c a y e r o n s o b r e e l m u n d o antedilu
» “ S » y 6 < * * > * . d e ,o R „ S :
nano. c°l ^ ,a llpnura? ¿ S e olvidó de José cuando estaba
rodeado de idólatras en Egipto? ¿o de Elias cuando el juramento de
ez be le amenazaba con la suerte de los profetas de Baa ? ¿Se
oh dó de Jeremías en el oscuro y húmedo pozo en donde habta stdo
echado? ¿Se olvidó acaso de los tres jóvenes en el homo ardiente o
de Daniel en el foso de los leones?
“Sión empero ha dicho: ¡Me ha abandonado Jehová, y el Señor se
ha olvidado de mí! ¿Se olvidará acaso la mujer de su niño maman­
te, de modo que no tenga compasión del hijo de sus entrañas? ¡Aun
las tales le pueden olvidar; mas no me olvidaré yo de ti! He aquí
que sobre las palmas de mis manos te traigo esculpida”. Isaías
49:14-16 (VM). El Señor de los ejércitos ha dicho: “Aquel que os
toca a vosotros, le toca a él en la niña de su ojo”. Zacarías 2:8 (VM).
Aunque los enemigos los arrojen a la cárcel, las paredes de los
calabozos no pueden interceptar la comunicación entre sus almas y
Cristo. Aquel que conoce todas sus debilidades, que ve todas sus
pruebas, está por encima de todos los poderes de la tierra; y acudi­
rán ángeles a sus celdas solitarias, trayéndoles luz y paz del cielo,
a prisión se volverá palacio, pues allí moran los que tienen mucha
e, y os ° regos muros serán alumbrados con luz celestial como

caIanbozoadl0Filtos.0rar0n Y a'abar°n 8 DÍ°S 8 media' noche e"

a
lar su pueMo^S^rar™ SOl>re los que traten de 0 Primir y ani£l111'
sus transgresiones n Clencia Pafa con los impíos da a estos alas en
por mucho que hayftartaño!!.'180 no sera men°s seguro ni terrible
el monte Perasim v se *^ e° yen*r- “Jehová se levantará como en
hacer su obra, su obra ext !g~nara como en el valle de Gabaón; para
traño” Isaías 28:21 (VM^p ^ ^ara eJecutar su act0»su act0 eX"
tarea de castigar resulta extnñT-w eS,r° Dios misericordioso la
que no quiero la niuem. , f , • ' Vlvo yo, dice el Señor Jehova,
er1e del tmpío”, Bzequiel 33:11. El Señor es
“compasivo y clemente, lento en ira
fidelidad, [...] que perdona la in ia u S ^
? ™misericordia y er
pecado”. Sin embargo “visita la ini • i í ’, a. trans8resión y el
hijos, y sobre los hijos de los hiios h "t af t C *°S pat,rcs sot)re los
cineración”. “Dehivá t ,1 ^J0S*has,a la ,crce“>Xhasta la cuarta
ningún modo tendrá por inocente aT W í f f 1n podcr’ y de
Nahúm .:3 (VM). £
d,gn,dad de su ley pisoteada. Puede juzgarse de cuan severa ha de
Ser el Señor para
„cne qUn 6SPera
hacer 3 l0S CU‘pables P°r la repugnancia que
justicia. La nación a la que soporta desde
hace tanto tiempo y a la que no destruirá hasta que no haya llenado
la medida de sus iniquidades, según el cálculo de Dios, beberá fi-
nalmente de la copa de su ira sin mezcla de misericordia.
Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramará sin
mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la
bestia y a su imagen y reciben su marca. Apocalipsis 14:9, 10 . Las
plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a
Israel fueron de índole análoga a los juicios más terribles y extensos
que caerán sobre el mundo inmediatamente antes de la liberación
final del pueblo de Dios. En el Apocalipsis se lee lo siguiente con
referencia a esas mismas plagas tan temibles: “Vino una plaga mala
y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre
los que adoraban su imagen”. El mar “se convirtió en sangre como
de un muerto; y toda alma viviente fue muerta en el mar”. También
“los ríos; y [...], las fuentes de las aguas, [...] se convirtieron en san­
gre”. Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios está
plenamente vindicada. El ángel de Dios declara: Justo eres tú, oh
Señor, [...] porque has juzgado estas cosas: porque ellos derramaron
la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a
beber sangre; pues lo merecen”. Apocalipsis 16.2-6. Al con enar a
muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son tan culpables de
su sangre como si la hubiesen derramado con sus propias manos.
Del mismo modo Cristo declaró que los judíos de su tiempo eran
culpables de toda la sangre de los santos varones que había s do
derramada desde los días de Abel, pues estaban animados dU
mo espíritu y estaban tratando de hacer lo mismo que los asesinos
de los profetas.
En la plaga que sigue, se le da poder al sol para ‘>cmar a los hom­
bres con fuego. Y los hombres se quemaron con el grande calor^
Apocalipsis 14:8, 9 Los profetas describen como sig
la tierra en tan terrible tiempo: “El campo fue destruido, se enlutó la
tierra; [...] porque se perdió la mies del campo”. “Se secaron todos
los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los
hombres”. “El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimen-
tos fueron asolados”. “¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados
anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos!, [...]
Se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderías
del desierto”. Joel 1:10, 11, 12, 17, 18, 20. “Y los cantores del tem­
plo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová, muchos serán los
cuerpos muertos; en todo lugar echados serán en silencio . Amos 8:3,
Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario los habitan­
tes de la tierra serían enteramente destruidos. Sin embargo serán los
azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres. Todos
los juicios que cayeron sobre los hombres antes del fin del tiempo
de erada fueron mitigados con misericordia. La sangre propiciato­
ria de Cristo impidió que el pecador recibiese el pleno castigo de su
culpa; pero en el juicio final la ira de Dios se derramará sin mezcla
de misericordia.
En aquel día, multitudes enteras invocarán la protección de la mise­
ricordia divina que por tanto tiempo despreciaran. “He aquí vienen
días, dice el Señor Jehová, en los cuales enviaré hambre a la tierra,
no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír palabra de Jehová. E
irán errantes de mar a mar: desde el norte hasta el oriente discurri­
rán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán”. Amos 8:11, 12.
El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero aunque
perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y falta de
alimento, no será abandonado para perecer. El Dios que cuidó de
Elias no abandonará a ninguno de sus abnegados hijos. El que
cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidará de ellos y los atenderá
en tiempos de hambruna. Mientras los malvados estén muriéndose
de hambre y pestilencia, los ángeles protegerán a los justos y su­
plirán sus necesidades. Escrito esta del que “camina en justicia” que
“se le dará pan y sus aguas serán ciertas”. “Cuando los pobres y los
menesterosos buscan agua y no la hay, y la lengua se Ies seca de
Se l»0*’ les escucharé; yo, el Dios de Israel, no los abando­
nará -Isaías 33:16; 41:17 (VM).
...... - - ... - (

a¡ ! l aUfnr la h ^ r a no floreciere, y no hubiere fruto en la vid;


comer aúnan! ? proc*ucto del olivo, y los campos nada dieren de
as ovejas fueren destruidas del aprisco, y no hubie
re vacas en los pesebres; sin embarco" i
regocijaran en él y se alegrarán en ,.| rv , que tcman a Jchová se
3:17, 18 (VM). “Jeliová es tu guard,d'"S*! su f'vación. Habacae
mano derecha. El sol no te fating Z íithov.á cs tu sor»bra a tu
jchová te guardará de todo mal ¿1 i ,ni la ,unu (,e "<>ehe.
librará del lazo del cazador: de la tU a,ma” “Y 61 te
te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seQur'^™' C,°n SUSp,umas
SUverdad. No tendrás temor de espanto LZ eSCudo.y adarSa es
vuele de día; ni de pestilencia que ande en n T de.saeta ^ue
dad que en medio del día destruya. Caerán ZtulLZ y d“
a tu diestra: mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojo mirarás v
verás la recompensa de los impíos. Porque tú has puesto a Jchová
que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobreven-
drá mal, ni plaga tocará tu morada”. Salmos 12 1 :5-7 ; 91:3-10.
Sin embargo, por lo que ven los hombres, parecería que los hijos de
Dios tuviesen que sellar pronto su destino con su sangre, como lo
hicieron los mártires que los precedieron. Ellos mismos empiezan a
temer que el Señor los deje perecer en las manos homicidas de sus
enemigos. Es un tiempo de terrible agonía. De día y de noche cla­
man a Dios para que los libre. Los malos triunfan y se oye este grito
de burla: “¿Dónde está ahora vuestra fe? ¿Por qué no os libra Dios
de nuestras manos si sois verdaderamente su pueblo?” Pero mien­
tras esos fíeles cristianos aguardan, recuerdan que cuando Jesús
estaba muriendo en la cruz del Calvario los sacerdotes y príncipes
gritaban en tono de mofa: “A otros salvó, a sí mismo no puede sal­
var: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos
en él”. Mateo 27:42. Como Jacob, todos luchan con Dios. Sus sem­
blantes expresan la agonía de sus almas. Están pálidos, pero no e
jan de orar con fervor.
i los hombres tuviesen la visión del cielo, ^enan pt han
ágeles poderosos en fuerza estacionados en orn s¡m_
uardado la palabra de la paciencia de ris o. . escu_
atía, los ángeles han presenciado la angustia de ,
hado sus oraciones. Aguardan la orde J nueblo de Dios
I M is * , p „ , i , . t . ” “ i S E Ü ú ..i*
ene que beber de la copa y ser ^ “ es ,tt mcjor respuesta a sus
18 dilación que es tan penosa para » « za que <*l Señor
raciones. Mientras procuran esperar^ ^ pacicnc¡a como no •
bre>son inducidos a ejercitar su fe, P. anterior. Sin embargo,
3 hicieron durante su experiencia religiosa antcr.o
d tiempo de angustia será acortado por amor de los elegidos, “¿y
acaso Dios no defenderá la causa de sus escogidos, que claman a él
día y noche? (...) Os digo que defenderá su causa presto . Lucas
18:7, 8 (VM). Id fin vendrá más pronto de lo que los hombres es*
peran. L1 trigo será recogido y atado en gavillas para el granero de
Dios; la cizaña será amarrada en haces para los fuegos destructores.
Los centinelas celestiales, fieles a su cometido, siguen vigilando.
Por más que un decreto general haya fijado el tiempo en que los ob­
servadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemi­
gos, en algunos casos, se anticiparán al decreto y tratarán de quitar­
les la vida antes del tiempo fijado. Pero nadie puede atravesar el
cordón de los poderosos guardianes colocados en tomo de cada fiel.
Algunos son atacados al huir de las ciudades y villas. Pero las espa­
das levantadas contra ellos se quiebran y caen como si fueran de
paja. Otros son defendidos por ángeles en forma de guerreros.
En todos los tiempos Dios se valió de santos ángeles para socorrer y
librar a su pueblo. Los seres celestiales tomaron parte activa en los
asuntos de los hombres. Aparecieron con vestiduras que relucían
como el rayo; vinieron como hombres en traje de caminantes. Hubo
casos en que aparecieron ángeles en forma humana a los siervos de
Dios. Descansaron bajo los robles al mediodía como si hubiesen
estado cansados. Aceptaron la hospitalidad en hogares humanos.
i Sirvieron de guías a viajeros extraviados. Con sus propias manos
encendieron los fuegos del altar. Abrieron las puertas de las cár­
celes y libertaron a los siervos del Señor. Vestidos de la armadura
celestial, vinieron para quitar la piedra de sepulcro del Salvador.
A menudo suele haber ángeles en forma humana en las asambleas
de los justos, y visitan también las de los impíos, como lo hicieron
en Sodoma para tomar nota de sus actos y para determinar si exce­
dieron los límites de la paciencia de Dios. El Señor se complace en
la misericordia, asi que por causa de los pocos que le sirven ver­
daderamente, mitiga las calamidades y prolonga el estado de tran­
quilidad de las multitudes. Los que pecan contra Dios no se dan
c u en ta d e q u e d e b e n la v id a a lo s p o c o s f ie le s a q u ie n e s le s g u sta
r id ic u liz a r y op rim ir.
.
A u n q u e lo s g o b e r n a n te s d e e s t e m u n d o n o lo s e p a n , h a s id o fr e ­
c u e n te q u e en s u s a s a m b le a s h a b la ra n á n g e le s . O j o s h u m a n o s lo s
an m irad o; o íd o s h u m a n o s h an e s c u c h a d o s u s lla m a m ie n to s ; la b io s
m a n o s s e han o p u e s to a su s in d ic a c io n e s y h a n p u e s t o e n r id íc u lo
sus consejos; y hnsta nimios human,w i ,
las de consejo y en los tribunales esto?,n!" mullrl"ado' 'as sa-
revelado sus grandes conocimientos'd,-‘i. T"?'|Ur°S cdustial«s han
y se han demostrado más capaces de ,i,.r ", T “ <le lil humanidad
nudos que los abogados mito h á b i t t “ C!‘USa du ,(>s
trado propósitos y atajado males que habrían n,0CUe,jlcs' Han f™-
„cra la obra de Dios y habrían ñ ! , abasado en gran ma-
pueblo. En la hora de peligro y anmjsth «T* CS p^dccim¡ent°s a su
•* - » *"«*»>
El pueblo de Dios espera con ansia las señales de la venida de su
Rey Y cuando se les pregunta a los centinelas: “¿Qué hay de la
noche, se oye la respuesta terminante: “¡La mañana viene, y
también la noche! Isaías 21:11, 12 (VM). La luz dora las nubes
que coronan las cumbres. Pronto su gloria se revelará. El Sol de
Justicia está por salir. Tanto la mañana como la noche van a prin­
cipiar. la mañana del día eterno para los justos y la noche perpetua
para los impíos.
Mientras el pueblo militante de Dios dirige con empeño sus oracio­
nes a Dios, el velo que lo separa del mundo invisible parece estar
casi descorrido. Los cielos se encienden con la aurora del día eter­
no, y cual melodía de cánticos angélicos llegan a sus oídos las pala­
bras: “Manteneos firmes en vuestra fidelidad. Ya os llega ayuda”.
Cristo, el vencedor todopoderoso, ofrece a sus cansados soldados
una corona de gloria inmortal; y su voz se deja oír por las puertas
entornadas: “He aquí que estoy con vosotros. No temáis. Conozco
todas vuestras penas; he cargado con vuestros dolores. No estáis
lidiando contra enemigos desconocidos. He peleado en favor vues
tro, y en mi nombre sois más que vencedores .
íuestro amado Salvador nos enviará ayuda en el momento mismo
n que la necesitemos. El camino del cielo quedó consagra o por
us pisadas. Cada espina que hiere nuestros pies hiño tambienlos
uyos. Él cargó antes que nosotros la cruz que ca a uno al
a de cargar. El Señor permite los conflictos a fin P p t
ima para la paz. El tiempo de angustia es una pmet»
1pueblo de Dios; pero es el momento en que o yer ej arc0
ente debe mirar hacia arriba a fin de que por la c p
e la promesa que le envuelve.
Cierto, tornarán los redimidos de Jehová, ¿ nSg0Z0 y ale­
lo, y gozo perpetuo será sobre sus cabezas: poseerán go
. , yo vo soy vuestro consolador
gna, y el dolor y el gemido Huirán. ’/ hombre> que es mortal, del
¿Quien eres tú para que tengas tern ? y hasta ya olvidado de
hijo del hombre, que por heno sera temjste continuamente del
Jehová tu Hacedor, [...] y Jodo destruir: mas ‘
fttror de. que aflige cuando s e e 1 s£ da pr¡sa ^
dónde está el furor u del
qe¡afl g ^^ ^
fa]te su pan
suelto por no morir e r \m
T
J
enán sus ondas, soy tu Dios, c
yo Jehová, que parto ’ ^ Y en tu boca he puesto mis pala-
nombre es Jehova de los ejermtos^ Isafas 5 1 :11-16. “Oye
bras, y con la sombra de mi man ^ v¡no: ^ m
pues ahora esto, miserable, ebria, y ...
Jehová, y tu Dios, el cual pleitea por su pueblo He aquí he quitado
de tu mano el cáliz de aturdimiento, la hez del cáliz de mi furor,
nunca más lo beberás: y ponerlo he en mano de tus angustiadores
que dijeron a tu alma: Encórvate, y pasaremos. Y tú pusiste tu cuer­
po como tierra, y como camino, a los que pasan . (verses 21-23).
El ojo de Dios, al mirar al través de las edades, se fijó en la crisis a
la cual tendrá que hacer frente su pueblo, cuando los poderes de la
tierra se unan contra él. Como los desterrados cautivos, temerán
morir de hambre o por la violencia. Pero el Dios santo que dividió
las aguas del Mar Rojo delante de los israelitas manifestará su gran
poder libertándolos de su cautiverio. “Ellos me serán un tesoro es­
pecial, dice Jehová de los ejércitos, en aquel día que yo preparo; y
me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su
mismo hijo que le sirve”. Malaquías 3:17 (VM). Si la sangre de los
fíeles siervos de Cristo fuese entonces derramada, no sería ya, como
la sangre de los mártires, semilla destinada a dar una cosecha para
Dios. Su fidelidad no sería ya un testimonio para convencer a otros
de la verdad, pues los corazones endurecidos han rechazado los
amamientos de la misericordia hasta que estos ya no se dejan oír.
Si los justos cayesen entonces presa de sus enemigos, sería un triun-
en «.T il r CIPe ?6J aS tinieblas- E1 sumista dice: “Me esconderá
de su tahprn^ ca*amidad> me encubrirá en lo recóndito
J e t o m í o - ° ’ Sa!m0S 27:5 (VM). Cristo ha dicho: “ ¡V e n ,
e s c ó n d e te ñor ¡ir? *¡1 1118 aposentos> cierra tus puertas sobre
Porque he aquí aue^f? ™0ment0» hasta <lue pase la indignación!
tantes de la^ierra ñor su *Sa e.^e su lu8ar Para castigar a los habi-
riosa será la liberadón . 26:20, 21 (VM). Glo-
cuyos nombres están escntoTend libío d elav id í P ^ 6" " ' 6 Y
VT,
£ a p it u l o 14

I L a L Í b e r a c ió n d e l p u c b ,0
de Dios
Cuando los que honran la iev n.
nmtección de
protección de Ins L
las leyes human7 s ^los S¡do Piados de la
movimiento simultáneo para destmhZ Z r ” Var¡os País<* an
dose el tiempo señalado en el decrl , f or me vaya acercán-
extirpar la secta aborrecida. Se convendrá -P“ebl° consPirara para
decisivo, que reducirá completamente Z ? • T noche el golPe
-----------
reprensora. P mámente al silencio la voz disidente
E1 pueblo de Dios — algunos en ino „,.i j ,
las cárceles, otre
escondidos en ignorados escondrijosdetsqut °tr°S
vocan aún la protección divina rm'entrcTo y montañas in-
‘ , ma’. mientras ^ P°r todas partes com-
pañías de hombres armados, instigados por legiones de ángeles
malos se disponen a emprender la obra de muerte. Entonces, en la
hora de supremo apuro, es cuando el Dios de Israel intervendrá para
librar a sus escogidos. El Señor dice: “Vosotros tendréis canción,
como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, co­
mo el que va [...] al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. Y Jehová
hará oír su voz potente, y hará ver el descender de su brazo, con
furor de rostro, y llama de fuego consumidor; con dispersión, con
avenida, y piedra de granizo”. Isaías 30:29, 30.
Multitudes de hombres perversos, profiriendo gritos de triunfo, bur­
las e imprecaciones, están a punto de arrojarse sobre su presa, cuan­
do de pronto densas tinieblas, más sombrías que la oscuridad de la
noche caen sobre la tierra. Luego un arco iris, que refleja la gloria
del trono de Dios, se extiende de un lado a otro del cielo, y parece
envolver a todos los grupos en oración. Las mu titu es éneo en
das se sienten contenidas en el acto. Sus gn os e u erribleS
sus labios. Olvidan el d L a, y an-
presentimientos contemplan el simo
sían ser amparadas de su deslumbradora c an
clara y melodiosa que dice: “En­
Los hijos de Dios oyen una voz de la
derezaos”, y, al levantar la vista al c i e l o : c u b r í a n el firma-
promesa. Las nubes negras y am^n^ eban> ciaVan la mirada en el
mentó se han desvanecido, y com *. mbre sentado en su
cielo, y ven la gloria de D*oS y * n ¿g rastros de su humillación,
trono. En su divina forma disti g
•Vi. ..
, iMhios la oración dirigida a su Padre y a ,
sus
y oyen brotar de ; * aquellos también que me has dai°!
santos ángeles: “Yo qu « 3 Juan 17:24 (VM). Luego >

''J' .-.'.n entre los ángeles”; y de los lados pálidos y tré'


nudos de los que guardaron firmemente la fe, sube una ac,amaci^
de victoria.
Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar a su
pueblo Sale el sol en todo su esplendor. Sucedense señales y prodj.
aios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y asombro,
mientras los justos contemplan con gozo las señales de su libera-
ción. La naturaleza entera parece trastornada. Los ríos dejan de
correr. Nubes negras y pesadas se levantan y chocan unas con otras.
En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria indes­
criptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de mu­
chas aguas, diciendo: “Hecho es”. Apocalipsis 16:17.
Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un gran terre­
moto, “cual no fue jamás desde que los hombres han estado sobre la
tierra”. Vers. 18. El firmamento parece abrirse y cerrarse. La gloria
del trono de Dios parece cruzar la atmósfera. Los montes son movi­
dos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se
esparcen por todos lados. Se oye un estruendo como de cercana
tempestad. El mar es azotado con furor. Se oye el silbido del hura­
cán, como voz de demonios en misión de destrucción. Toda la tierra
se alborota e hincha como las olas del mar. Su superficie se raja.
Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras.
Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvic-
ron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfure­
cidas olas. La grande Babilonia vino en memoria delante de Dios,
para darle el cáliz del vino del furor de su ira” Vers. 19. Pedrisco
grande, cada piedra, “como del peso de un talento” ( Vers. 21),
arrasadac^ cstru^c'<>n- Las más soberbias ciudades de la tierra sou
tado sus rin °S ^ aCIOS suntu°sos en que los magnates han nialg*15
me su1V Tr en Pr0VeCh0 de su gloria personal, caen en ruma
dC las cárceles se Parten de arriba abajo, f
libertados los h,JOs de Dios que habían sido apresados por >e'
Los sepulcros se ubren v u noW^
de la tierra serán desnertad h°S de ° S qUe duermen en ' >n>
P ados, unos para vida eterna, y otroS ^
vergüenza y confusión perpetua” n< •
murieron en la fe del mensaje del térro ^0(^os los que
la tumba, para oír el pacto de ni r?" . Salen ^,or>bcados de
daron su ley. “Los que le traspasaron” (
^1“ C<’" loS
mofaron y se rieron de la agonía de C r iÍT T 'PS'S los que se
rrimos de su verdad y de su pueblo son V °S ‘'nemigos más acé-
su gloria y para ver el honor con que
y obedientes.
T™7 ‘ ^ ^
e"
q Seran rec°mpensados los fieles

Densas nubes cubren aún el firmamento; sin embargo el sol se abre


paso de vez en cuando, como si fuese el ojo vengador de Jehová
F.eros relámpagos rasgan el cielo con fragor, envolviendo a la tierra
en clandad de llamaradas. Por encima del ruido aterrador de los
truenos, se oyen voces misteriosas y terribles que anuncian la con­
denación de los impíos. No todos entienden las palabras pronuncia­
das, pero los falsos maestros las comprenden perfectamente. Los
que poco antes eran tan temerarios, jactanciosos y provocativos, y
que tanto se regocijaban al ensañarse con el pueblo de Dios obser­
vador de sus mandamientos, se sienten presa de consternación y
tiemblan de terror. Sus llantos dominan el ruido de los elementos.
Los demonios confiesan la divinidad de Cristo y tiemblan ante su
poder, mientras que los hombres claman por misericordia y se
revuelcan en terror abyecto.
Al considerar el día de Dios en santa visión, los antiguos profetas
exclamaron: “Aullad, porque cerca está el día de Jehová, vendíá
como asolamiento del Todopoderoso”. “Métete en la piedra, escón-
dete en el polvo, de la presencia espantosa de Jehová y del resplan­
dor de su majestad. La altivez de los ojos del hombre sera abatida, y
la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo sera ensal­
zado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejercites vendrá so­
bre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado;* ‘
“Aquel día arrojará el hombre, a los topos y m adorase- y
los de plata y sus ídolos de oro, q en*,as cavernas de las
se entrarán en las hendiduras de ¿ e, resp|andor de
peñas, por la presencia formidable ’^ „ , ias ]3 .6;
su majestad, cuando se levantare pa.a herir la
2.10-12, 2.20, 21. estrella arroja rayos de luz cuyo
Por un desgarrón de las nubes una con ja oscuridad. S i g u í -
brillo queda cuadruplicado por c c severidad para los trans-
fica esperanza y júbilo para os i
rv n t míe tocio lo sacrificaron por Orín*
i
grosores do la Icy « ' ' cscondidos en los pliegues del pab^°

rcs'dc la verdad demostraron suy -fidelidad


v : r t y !os desprec- ¿
a Aquel que murió p0t
ellos Un cambio maravilloso se ha realizado en aquellos q„e Con.
se,-varón su integridad ante la misma muerte. Han s.do hbrad0s
con.0 por ensalmo de la sombría y ternble brama de los hombres
vueltos demonios. Sus semblantes, poco antes tan pálidos, tan lle.
nos de ansiedad y tan macilentos, brillan ahora de admiración, fey
amor. Sus voces se elevan en canto triunfal: Dios es nuestro refu­
gio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias.
Por tanto no temeremos aunque la tierra sea conmovida, y aunque
las montañas se trasladen al centro de los mares, aunque bramen y
se turben sus aguas, aunque tiemblen las montanas a causa de su
bravura”. Salmos 46:1-3 (VM).
Mientras estas palabras de santa confianza se elevan hacia Dios, las
nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplendor indescrip­
tible en contraste con el firmamento negro y severo en ambos lados.
La magnificencia de la ciudad celestial rebosa por las puertas en­
treabiertas. Entonces aparece en el cielo una mano que sostiene dos
tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denuncia­
rán los cielos su justicia; porque Dios es el juez”. Salmos 50:6. Esta
ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclama­
da desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hom­
bres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se
ven los preceptos del Decálogo inscritos como con letras de fuego.
Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria
se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desapa­
recen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves,
inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los
habitantes de la tierra.
descrd3*r horror y la desesperación de aquello
ív c Z T T u 8 precePtos de Di°s. El Señor les había da
fectos mienfUa U pocPdo comparar su carácter y ver si
marsc » FaS ^UC^a^la adn °Portunidad para arrepentirse y i
a MUoTosTr el afán ^ ase8urarse el favor del mundo, pus
lo^Se em„ l P P,0S,dC la ley > « r o n a otros a transí
sábado. Ahora^os condena aquella
^ MUebl°
mismade ley
D¡0Sque
3 qUe pr°fana
despreciara)
echan de ver que no tienen discul
vir y adorar. “Entonces vosotros v o L í'-8^ 0" a quien querían ser-
renda que hay entre el justo y el ¡ yecl»'rcis de ver la dife-
Dios, y aquel que no le sirve" M,i., . to,; entre aquel que sirve a
• Malaquias3:18 (VM)
Los enemigos de la ley de Dios de H i
insignificante entre ellos, adauieren^ 6 °S ministros hasta el más
la verdad y el deber. Reconocen n.mJevo concepto de lo que es
so del cuarto mandamiento es el se^d 3 qUe el día de repo"
do tarde la verdadera naturalezade / Dl°S Vlm Ven demasia"
damento arenoso s o b r e c t cons hÍ" ° t * reP°S° y el fun'
,
han estado luchando c o ^ D
. , , .
o s ^ ^
* ^ los- Los maestros de la religión con-
dujeron las almas a la perdición mientras profesaban guiadas hacia
las puertas del paraíso. No se sabrá antes del día del juicio final
cuán grande es la responsabilidad de los que desempeñan un cargo
sagrado, y cuán terribles son los resultados de su infidelidad. Solo
en la eternidad podrá apreciarse debidamente la pérdida de una sola
alma. Terrible será la suerte de aquel a quien Dios diga: Apártate,
mal servidor.
Desde el cielo se oye la voz de Dios que proclama el día y la hora
de la venida de Jesús, y promulga a su pueblo el pacto eterno. Sus
palabras resuenan por la tierra como el estruendo de los más estre­
pitosos truenos. El Israel de Dios escucha con los ojos elevados al
cielo. Sus semblantes se iluminan con la gloria divina y brillan cual
brillara el rostro de Moisés cuando bajó del Sinaí. Los malos no los
pueden mirar. Y cuando la bendición es pronunciada sobie los que
honraron a Dios santificando su sábado, se oye un inmenso giito de
victoria.
Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño co­
mo la mitad de la palma de la mano. Es la nube envuelve al Sal­
vador v aue a la distancia parece rodeada de oscuridad. El pueblo de
vduor y que a la aisianu p hombre. En silencio solemne
Dios sabe que es la señal de* ^ J , a ^ volviéndose más
a contemplan mientras va acere
luminosa y más gloriosa hasta co
> en ufla gran nube blanca,
tlel
,y
cuya base es como fuego consumidor sobrei día ^ ^ ^
Pacto. Jesús marcha al frente como ^ ama.go cáliz de la
“varón de dolores”, que hay en ej cielo y en la tierra,
ignominia y de la maldición, v „Fie| veraz” “en justicia juzga y
viene a juzgar a vivos y mué os. en el cielo le seguían”.
hace guerra”. “Y los ejércitos q
Apocalipsis 19:11» 14 (VM).
, , ángeles, en inmensa e Innúmera^
.^¡alcs los ¿ descenso. El firmamento par
con cantos «J<£ p,B.n «■ * de millones, y millares de mi.
uHicliciInn'ln'C; |jal,teS. • millo» describir la escena, ni metl(
r .-* N Í S - P " - ‘r ^on S r su esplendor. ‘‘Su gloria ^
lh" ' ,na es capaz de con a|abanza. También su respis
mortal alfc
,os ciclos, y Ia tiu „ Habacuc 3.3, **y >
.se llena d (VM). A medida que v.
r es como el fuego . Ha» todos ,QS OJOS ven al Principe de |a
. 4ue Va
cercándose la nube viv'en , ^ ^ ya sus sagradas sienes, ceñí-
vida. Ninguna corona de esp ^ rostro bnUa mas que ia luz de¡.
das ahora por gloriosa ® „y en su vestidura y en su muslo
limitadora del sol de m Señor de señores” A
tiene escrito este nombre. Key
calipsis 1 9 :1 6 .
• «híifme tomado pálidos todos los rostros”; el
r *r r *U» *>«■*»-»
zado la misericordia de Dios. “Se deslíe el corazón, y se baten las
rodillas, [...] y palidece el rostro de todos . Jeremías 30.6, Nahum
2 : 1 0 ( V M ) . Los justos gritan temblando: “¿Quién podrá estar fir­
me?” Termina el canto de los ángeles, y sigue un momento de si­
lencio aterrador. Entonces se oye la voz de Jesús, que dice: “¡Básta­
os mi gracia!” Los rostros de los justos se iluminan y el corazón de
todos se llena de gozo. Y los ángeles entonan una melodía más
elevada, y vuelven a cantar al acercarse aún más a la tierra. El Rey
de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo
se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su
dnTnn01?’ moníe y tQda isla se mueven de sus lugares. “Ven-
derredor siivnt’J n° Ca^ara: ^ueg° consumirá delante de él, y en
aniba T aía tierra^ ,emPeStad §rande‘ Convocar* a los cielos de
ha, y a la berra, para juzgar a su pueblo”. Salmos 50:3, 4.
Y los reyes de la tierra v lnc *
los fuertes, y todo siervo v t ! ü T ’ y ,0S ricos’ y los caPitaneS’y
y entre las peñas de los mo ° 1°re’ se escondieron en las cuevas
Caed sobre nosotros v pcü ^ ^ec*an a los montes y a las peñas,
sentado sobre el tronó v de ?ndednos de la cara de aquel que está
SU lr<1 C!i vcnitlo; ¿y quién p o d r í™ ^ C ordero: p o rq u e el gran día de
Ccsiaron las burlas. 0.11 P r e s t a r firm e?” A pocalipsis 6:15-17-
arm
sangre” ‘un’ul,° de la bating' ^ ‘°S mentir°sos. El choque de las
k ( lsaias 9:5), han raly . j o n revolcamiento de vestidura e»
c ° n c l u id 0 S o l o
se oyen ahora voces
oración, llamo y lamentación n
antes, estalla el grito; “E1 ¿ se mofaban poco
‘Ira cstar ñrmc? Los impíos pida, t ,ra ,cs venidoi ¿y quién po-
las montanas, antes que ver la earn í t ? ^ PU,llad°S baJ° las rocas de
do y rechazado. C,LA(iuel a quien han desprccia-
Conocen esa voz que penetra hasta oí i , ,
veces sus tiernas y quejumbrosas m od,!ln ° d° °Smucrlos- ¡Cuántas
al arrepentimiento! ¡Cuántas veces no h» r ? '°S han llamado
doras exhortaciones de un amino Hp ' °lda en las conmove-
Para los que rechazaron su gracia tV0 ermano’ de un Redentor!
llena de condenación ni tan careada HingUna 0tra podría estar tan
que tan a menudo exhortó con estas C°m° eSta V°Z
4 . • Lntu con estas palabras: “Volveos, volveos de
2lTSn¿ i7 ' PUeS ¿POr qué moriréis?” Ezequiel 33:11
(VM). ¡O i, si solo fueia para ellos la voz de un extraño! Jesús dice:
Por cuanto llame, y no quisisteis; extendí mi mano, y no hubo
quien escuchase, antes desechasteis todo consejo mío, y mi repren­
sión no quisisteis . Proverbios 1:24, 25. Esa voz despierta recuer­
dos que ellos quisieran borrar, de avisos despreciados, invitaciones
rechazadas, privilegios desdeñados.
Allí están los que se mofaron de Cristo en su humillación. Con
fuerza penetrante acuden a su mente las palabras del Varón de dolo­
res, cuando, conjurado por el sumo sacerdote, declaró solemnemen­
te: “Desde ahora habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la
diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo .
Mateo 26:64. Ahora le ven en su gloria, y deben verlo aún sentado
a la diestra del poder divino.
Los que pusieron en ridículo su aserto de ser el Hijo de Dios
decen ahora. Allí está el altivo Herodes que se burlo de su tita o
real y mandó a los soldados escarnecedores que le “ r°na™"'
están los hombres mismos que con manos impías; pus.ero^^ sobre su
cuerno el manto de grana, sobre sus sagradas s,enes la corona de
cuerpo el mamo ac gicu , burlesco v se inclinaron ante el
espinas y en su dócil mano un c |pear0n y escupieron al
con burlas de blasfemia. L° sh° ^ ^ ^ P¡rada penetrante y de
Príncipe
i ríñeme de la viaa,
vida, tratan
iraum ^de ev ■„ r os que atravesaron
huir de la gloria abrumadora e su ^ |e abrieron el eos-
con clavos sus manos y sus p » remordimiento. Los sa­
bido, consideran esas señales con acontecimientos del Calvario
cerdotcs y los escribas recuerda recuerdan cómo, mo­
wn claridad aterradora. L enos
.tánico exclamaron: “A otros
i^/ is con arrebato sa ’ de Israel, descienda
ÍS?°. 7
salvó, a si mismo
^ 0i()sen
uede
p salvar: s.es ^ Dios; librele ahora si
ahora de la cruz, y
le quiere”. M aleo • - ]o¡¡ labradores que se negaron a
Recue,-dan a lo vivo la P‘>™° ,a viña, que maltrataron a sus sier-
eniregar a su señor los tm'“ -n recuerdan la sentencia que ellos
vos y mataron a su hijo. *a destruirá miserablemente” el
mismos pronunciaron: A o bgg ven en el pecado y en el
señor de la viña. Los sj*cel, , propia conducta y su propia
castigo de aquellos ma os labradores su PJ ^ de agonja ^
y merecida suerte. Hp ‘‘-Sea crucificado! ¡Sea crucificado!”
Mas fuerte que os gn os jerusalén, estalla el clamor terrible y
nue resonaron por las calles ue jciu > ,
desesperado: “¡Es el Hijo de Dios! ¡Es el verdadero Mesías Tra-
J
tan de huir de la presencia del Rey de reyes. En vano tratan de es­
conderse en las hondas cuevas de la tierra desgarrada por la con­
moción de los elementos.
En la vida de todos los que rechazan la verdad, hay momentos en
que la conciencia se despierta, en que la memoria evoca el recuerdo
aterrador de una vida de hipocresía, y el alma se siente atormentada
de vanos pesares. Mas ¿qué es eso comparado con el remordimien­
to que se experimentará aquel día “cuando viniere cual huracán
vuestro espanto, y vuestra calamidad, como torbellino”? Prover­
bios 1.27 (VM). Los que habrían querido matar a Cristo y a su
pueblo fiel son ahora testigos de la gloria que descansa sobre ellos.
En medio de su terror oyen las voces de los santos que exclaman en
y"nosTalvará!”"i2 s S ^ “ nUeStr° D'°S’ le hem0S esPerado>

y d i r f Í r r S 1^ ^ ^ ^ l0S relámPag°S
tos dormidos. Dirige una mirad* d 0S llama a la Vlda a los san'
yantando luego las manos al ri i* ^ de '°S juSt0S’ y h'
penaos, despertaos, los que do™°’ eXcl.ama; “¡Despertaos, des-
toda la superficie de la tierra 1 *S en 6 P°^vo’ y levantaos!” Por
oigan vivirán. Y toda la tierra °S mUertos oiran esa voz; y los que la
titud extraordinaria de todas in)f^erCUt^ ^ajo 1&S pisadas de la mul-
e la prisión de la muerte sale ^aciones>tribus, lenguas y pueblos.
¿D°nde esta>oh muerte . evest.lda de gloria inmortal gritan-
victoria? i corintios 15:55. Y m agUlJón?.¿dónde, oh sepulcro, tu
justos vivos unen sus voces a las
la»
de los santos resucitados en prolongada y alegre aclamación de
victoria. *
Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando en ellas
fueran depositados. Adan, que se encuentra entre la multitud resu­
citada, es de soberbia altura y formas majestuosas, de porte poco
inferior al del Hijo de Dios. Presenta un contraste notable con los
hombres de las generaciones posteriores; en este respecto se nota la
gran degeneración de la raza humana. Pero todos se levantan con la
lozanía y el vigor de eterna juventud. Al principio, el hombre fue
creado a la semejanza de Dios, no solo en carácter, sino también en
lo que se refiere a la forma y a la fisonomía. El pecado borró e hizo
desaparecer casi por completo la imagen divina; pero Cristo vino a
restaurar lo que se había malogrado. Él transformará nuestros cuer­
pos viles y los hará semejantes a la imagen de su cuerpo glorioso.
La forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en
otro tiempo por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal.
Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba.
Reintegrados en su derecho al árbol de la vida, en el desde tanto
tiempo perdido Edén, los redimidos crecerán hasta alcanzar la esta­
tura perfecta de la raza humana en su gloria primitiva. Las últimas
señales de la maldición del pecado serán quitadas, y los fieles discí­
pulos de Cristo aparecerán en “la hermosura de Jehová nuestro
Dios”, reflejando en espíritu, cuerpo y alma la imagen perfecta de
su Señor. ¡Oh maravillosa redención, tan descrita y tan esperada,
contemplada con anticipación febril, pero jamás enteramente com­
prendida!
Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abiir de ojo .
A la voz de Dios fueron glorificados; ahora son hechos inmoitales,
Yjuntamente con los santos resucitados son arrebatados para recibir
a Cristo su Señor en los aires. Los ángeles “juntarán sus escogidos
de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro . Santos án­
geles llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes
la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no
separarse más, y con cantos de alegría suben juntos a la ciudad de
Dios.
En cada lado del carro nebuloso hay alas, y debajo de ellas modas
vivientes; y mientras el carro asciende las ruedas gritan. ,Sanlo. y
iac i al
Jas alas, Vmoverse, gritan.
-(on. “-«Janto»”
,banto. ^yVel
citcortejo
j de los angeles
® ex- Y
clama: “¡Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el Todopodt o .
-Aleluya!” mientras el carro se adelanta
los redimidos exclaman, i
hacia ,a m,CVa eiudad de Dios, el Salvador confiere a sus dis.
Antes de entrar en la en v\c\om, y ,os cubre con
cipulos los emblemas ae resplandecientes son dispuestas e„
•u dignidad real. Las
su ^ derredor de su Rey, cuya majesty.
forma' dLU
oe u,." t i t ' en mucho
. a ,a
la de
de los
los santos
santos yy ue
de ios
los angeles,
ángeles, yv
sa estatura sobrepasa en much ellos. De un cabo a otro ’
cuyo rostro .mtd.a ^ ° d^ o s Redimidos, toda mirada está fija en ¿
la innumerable de Aque[ cuy0 aspecto fue desfigurado
'0rntT ue°eltedePcualquier hombre, y su forma más que la dé los
hhos de Adam”. Sobre la cabeza de los vencedores, Jesus coloca
con su propia diestra la corona de gloria. Cada cual recibe una
corona que lleva su propio “nombre nuevo (Apocalipsis 2.17), y la
inscripción: “Santidad a Jehová”. A todos se les pone en la mano la
palma de la victoria y el arpa brillante. Luego C[ue los ángeles que
mandan dan la nota, todas las manos tocan con maestría las cuerdas
de las arpas, produciendo dulce música en ricos y melodiosos
acordes. Dicha indecible estremece todos los corazones, y cada voz
se eleva en alabanzas de agradecimiento. “Al que nos amó, y nos ha
lavado de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reyes y
sacerdotes para Dios y su Padre; a él sea gloria e imperio para
siempre jamás”. Apocalipsis 1:5, 6.
Delante de la multitud de los redimidos se encuentra la ciudad san­
ta. Jesús abre ampliamente las puertas de perla, y entran por ellas
las naciones que guardaron la verdad. Allí contemplan el paraíso de
ios, e ogar de Adán en su inocencia. Luego se oye aquella voz,
oído uUe cua^ u*er música que haya acariciado jamás el
“Venid bendho dice: UVuestro conflicto ha terminado’,
sot d rein° — 10 V°-

“p X reaquL tsT uem ehra1 Óll d d Salvador Por sus dÍSCÍpU'°S:


estén también conmino” !¡S ad°’ C|ulero clue donde yo estoy, d|os
gre, Cristo los presenta a'l Padm"!!0? 3 quienes rescató con “ í
(
con grande alegría” Tndn delante de su gloria irreprensible >
* los hijos que me dLter-d4; VM). diciendo: “¡Heme aquí a mb 1
maravillas del amor redenr i °S ^Ue me diste, yo los guardé’ • ¡
al ver a los r e d S ”; ¡Qué d¡<*a aquella cuando el
Vera su imagen, ya desterrada la álS
cord*» del pecado y sus manchas quitadas v a l i
más en armonía con lo divino! ’ ' a ° hllmí|no una vez
Coa amor inexpresable, Jesús admite a «„« n.., .. ,
Señor'-. El Salvador se regocija al ver . i CCs cn cl 8ozo de su
que fueron salvadas por su agonía y humill!"'0 du^ l°na las almas
rtieinarán de este onzn al Y llumillac>on. Y los redimidos
participant!! de este gozo, al contemplar entre los bienvenidos a
actué os a quienes ganaron nata f’nu,, . ulcuvenluos a
jo, vy sacrificios
sacrificios de
de amor.
amor AlAl reunirse enP tomo
SUS oraclones> sus traba­
del gran trono blan­
co, indecible alegna llenara sus corazones cuando noten a aquellos
, r ^y vean que uno ganó a otros,
y estos a otros mas, para ser todos llevados al puerto de descanso
donde depositaran sus coronas a los pies de Jesús y le alabarán
durante los siglos sin fin de la eternidad.
Cuando se da la bienvenida a los redimidos en la ciudad de Dios, un
grito triunfante de admiración llena los aires. Los dos Adanes están
a punto de encontrarse. El Hijo de Dios está en pie con los brazos
extendidos para recibir al padre de nuestra raza al ser que él creó,
que pecó contra su Hacedor, y por cuyo pecado el Salvador lleva las
señales de la crucifixión. Al distinguir Adán las cruentas señales de
los clavos, no se echa en los brazos de su Señor, sino que se pros­
terna humildemente a sus pies, exclamando: “¡Digno, digno es el
Cordero que fue inmolado!” El Salvador lo levanta cón ternura, y le
invita a contemplar nuevamente la morada edénica de la cual ha
estado desterrado por tanto tiempo.
Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la tierra estu­
vo llena de pesar. Cada hoja marchita, cada víctima ofrecida en sa­
crificio, cada ajamiento en el hermoso aspecto de la naturaleza, ca­
da mancha en la pureza del hombre, le volvían a recordar su peca­
do. Terrible fue la agonía del remordimiento cuando noto que au­
mentaba la iniquidad, y que en contestación a sus advertencias se
le tachaba de ser él mismo causa del pecado. Con paciencia y hu­
mildad soportó, por cerca de mil años, el castigo de su transgresión.
Se arrepintió sinceramente de su pecado y confio en los méritos de
Salvador prometido, y murió en la esperanza de la resurrección. El
Hijo de Dios reparó la culpa y caída del hombreh y-hora inerva
la obra de propiciación, Adán es restablecido a su pnmitava sobua
nía.
Ve las vitlcs que sus propias manos cult¡
......... Si
espíritu abarca lod» la ^ h0 fflás hermoso ahora que cua„ >
\;L restaurad» y que cs e ||cva al árbol de la vida, toma su f '
fue expulsado- FJ ^ ^ Adán mira en torno suyoy^
dorloso y se 0 0 ‘'“ edimidos de su familia que se encuentra *
a una muHHud de lo r° arroja su brillante corona a los pies '
paraíso de Dios. Ento >
abraza a, Redentor. Toca lUe *
Jesús, y, cayendo sobr de| cje)o repercute el canto triunfan
arpa de oro, y por ^ Corder0! que fue inmolado y volvió,
“i P Í T u S i i a de Adán repite los acordes y arroja sus coronas,
S e s M v a d o r , inclinándose ante el en adoración.
Presencian esta reunión los ángeles que lloraron por la caíd, de
Adán V se regocijaron cuando Jesús, una vez resucitado, ascendió al
délo después de haber abierto el sepulcro para todos aquellos que
creyesen en su nombre. Ahora contemplan el cumplimiento de la
obra de redención y unen sus voces al cántico de alabanza.
Delante del trono, sobre el mar de cristal ese m ar de vidrio que
parece revuelto con fuego por lo mucho que resplandece con la
gloria de Dios — se halla reunida la com pañía de los que salieron
victoriosos “de la bestia, y de su imagen, y de su señal, y del núme­
ro de su nombre”. Con el Cordero en el monte de Sión, “teniendo
las arpas de Dios”, están en pie los ciento cuarenta y cuatro mil que
fueron redimidos de entre los hombres; se oye una voz, como el
estruendo de muchas aguas y como el estruendo de un gran trueno,
t una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas”. Cantan
un cántico nuevo” delante del trono, un cántico que nadie podía
aprender sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil. Es el cántico de
Moisés y del Cordero, un canto de liberación. Ninguno sino los
ciento cuarenta y cuatro mil pueden aprender aquel cántico, pues es

= SS &E sr
c o m m o n 6 SU e*peiaencia> una experiencia que ninguna otra

3 5 2

<I‘® por “primicias1para Dios tÍeiTa’ de entre '°S VÍV°S’ S°n ‘ i


3; '4:1-5. “Estos 1 ! ° y para el Cordero”. Apocalipsis 15A
han pasado por el tipm ° S ^ue ^ an venido de grande tribulación >
ha habido nación- han ! ° r j an§ustia cual nunca ha sido desde qu
áe Jacob; han estado sirTi \ ° ^ angustia del tiempo de la afhc£10
° Sm lnterccsor durante el derramamiento * *
. loS juicios de Dios. Pero han sido Hh,,.,.
ie , y las han blanqueado en la f uf s “ban lavad o sus
f i n o ha Sido hallado engaño; e s t á n T n í ' £ - 2 ' ° ” “E" sus
-
V e s t e están delante del trono de Dios v í " te dc Dios-
sUtemplo; y el que está sentado sobre el L L ' ,' ,a y noche en
“hre ellos”. Apocalipsis 7:14, 15 Han „ J ° ,(endera su Pabellón
Íbre'y Vti'eñcTá;-aísoi q £ q ÍT cida con
, rPS con un intenso calor, y ellos miem u quemar a ]os hom-
¡ " U . ! » * « y sed. Pero ^ S S ^ S l S S ^ T *
sol no caerá sobre ellos, ni otro ningún calor Porque el’córd ’ Y
está en medio del trono los pastoreará, y los

Í ; o S Ssisy7:14-17.'mPlara ^ 'á§rÍma de ‘°S °J0S de ««os”

En todo tiempo, los elegidos del Señor fueron educados y discipli­


nados en la escuela de la prueba. Anduvieron en los senderos an­
gostos de la tierra; fueron purificados en el homo de la aflicción.
Por causa de Jesus sufrieron oposición, odio y calumnias. Le si­
guieron a través de luchas dolorosas; se negaron a sí mismos y ex­
perimentaron amargos desengaños. Por su propia dolorosa expe­
riencia conocieron los males del pecado, su poder, la culpabilidad
que entraña y su maldición; y lo miran con horror. Al darse cuenta
de la magnitud del sacrificio hecho para curarlo, se sienten humi­
llados ante sí mismos, y sus corazones se llenan de una gratitud y
alabanza que no pueden apreciar los que nunca cayeron. Aman
mucho porque se les ha perdonado mucho. Habiendo participado de
los sufrimientos de Cristo, están en condición de participar de su
gloria.
Los herederos de Dios han venido de buhardillas, chozas, cárceles,
cadalsos, montañas, desiertos, cuevas de la tierra, y de as caverna
del mar. En la tierra fueron “pobres, angustiados, maltra a o ■ -
llones bajaron a la tumba cargados de infamia, Pfr^ue Safanás.
terminantemente a ceder a las pretensiones engano ^ v¡¡es
Los tribunales humanos los sentenciaron como^ ^ Ahora ,os
criminales. Pero ahora “Dios es el juez dg su „lieblo”.
fallos de la tierra son invertidos. “Quitara la 8 jPehová”.
Isaías 25:8. “Y los llamarán Pueblo Santo Redimidos ^ ^ en
Él ha dispuesto “darles gloria en ugar e ¡r¡tu angustiado”.
Iugar del luto, manto de alegría en uga débiles, afligidos,
salas 62:12 (RV95); 61:3. Ya nc.seguirán s.endo^ ^ con el
dispersos y oprimidos. De aquí
, .1 trono más ricamente vestidos que jamás ,
Señor. Están ante el honrados de la tierra. Están coronad*
fueron los personajes ,as que jamás ciñeron los monarca'
con diademas mas q |os dias de sufrimiento y Han,
Je la Herra. Pasaron pata Memp ^ ^ ^

todaRcarfsa despesar ha sido alejada. Mientras agitan las pa|mas'


detan oirun canto de alabanza, claro, dulce y armón,oso; cada voz
seC e á la melodía, hasta que entre las bóvedas del cielorepercute
se útamor
il u ici ‘Salvacién a nuestro mns
D,os nue
que esta
está sentado
sentado sohrp
sobre «i
e, ,ro.
no y al Cordero”. “Amén: La bendtcton y la gloria y la sabiduría, y
la acción de gracias y la honra y la potencia y la fortaleza, sean,
nuestro Dios para siempre jam as . A p o ca lip sis 7 . 1 0 , 12.

En esta vida, podemos apenas empezar a comprender el tema mara­


villoso de la redención. Con nuestra inteligencia limitada podemos
considerar con todo fervor la ignominia y la gloria, la vida y la
muerte, la justicia y la misericordia que se tocan en la cruz; pero ni
con la mayor tensión de nuestras facultades mentales llegamos a
comprender todo su significado. La largura y anchura, la profundi­
dad y altura del amor redentor se comprenden tan solo confusa­
mente. El plan de la redención no se entenderá por completo ni
siquiera cuando los rescatados vean como serán vistos ellos mismos
y conozcan como serán conocidos; pero a través de las edades sin
fm, nuevas verdades se desplegarán continuamente ante la mente
admirada y deleitada. Aunque las aflicciones, las penas y las tenta­
ciones terrenales hayan concluido, y aunque la causa de ellas haya
sido suprimida, el pueblo de Dios tendrá siempre un conocimiento
claro e inteligente de lo que costó su salvación.
La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos dur
toda la eternidad. En el Cristo glorificado, contemplarán al Ci
crucificado. Nunca olvidarán que Aquel cuyo poder creó los n
dos innumerables y los sostiene a través de la inmensidad del e¡
cío, e mado de Dios, la Majestad del cielo, Aquel a quien
* Sera^lnes esplandecientes se deleitan en ade
el onrohiíwt ? *evantar al hombre caído; que llevó la cují
Padre bis la n pecado’ V sil«ió el ocultamiento del rostro de
a n lX y t a r l de ™ ™"do perdido quebrante
el H a c e d o r de t„T° ¡*V'da e" la cmz d e l C a lv a r io . El hecho de
d e ja lrsu e t i a v0 5 '°K mU?dos> el Arbitro de todos los destn
etemamente la admira 1Umiilase P01' amor al hombre, despe
'o admiración y adoración del universo. Cuando
naciones de los salvos miren a s„ p .
del Padre brillar en su rostro; cuando r T y Vean ,a 8loria eterna
desde la etcrmdad hasta la eternidad emp,en su tron°. que es
drá fin, entonces prorrumpirán en „ y SCpan que su remo no ten-
digno es el Cordero que fte in m o lad o "v ™ '? d e ,jÚbilo: “¡Digno,
con su propia preciosísima sangre!” Y redlmido Para Dios
El misterio de Ja cruz exnlíra t
que irradia del Calvario, los atribuT °f í ; más misterios- A la luz
t e m o r respetuoso nos resultan h e °S 6 D,°S que nos ,lenaban de
misericordia, la compasan v e l a °S Y atractivos' Se ve que ia
la justicia y el poder
majestad de su trono, tan grande v el6™^0 qUe conternP,arnos ,a
sus manifestaciones misericordiosas v ™ °’ V^mos su caracter en
antes el simiifimdo , ■ y comprendemos, como nunca
, el significado del apelativo conmovedor: “Padre nuestro”.
Se echará de ver que Aquel cuya sabiduría es infinita no hubiera
podido idear otro plan para salvarnos que el del sacrificio de su
Hijo. La compensación de este sacrificio es la dicha de poblar la
tierra con seres rescatados, santos, felices e inmortales. El resultado
de la lucha del Salvador contra las potestades de las tinieblas es la
dicha de los redimidos, la cual contribuirá a la gloría de Dios por
toda la eternidad. Y tal es el valor del alma, que el Padre está
satisfecho con el precio pagado; y Cristo mismo, al considerar los
resultados de su gran sacrificio, no lo está menos.
Tierra

4‘P
jir * anto
« ha glorificado, y ha estad T ^
a beber d«b'adl CHU e tormento y llanto; porque dice en su cora2ón;
lehes, ¡auto dadle de■‘0" ”""soy viuda, y no veré llanto. POrl0c
Yo estoy sentada rem , Y Uant0 y hambre, y sef,
e„ un día vendráni P j Señor Dios es fuerte, que la juzgar! Y
mada con sobre ella los reyes de la tierra, los cuales
lloraran y se la diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran Ciu-
daUd°e B o lo n ia , aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino su
juicio!” Apocalipsis 18:5-10.
“Los mercaderes de la tierra” que “se han enriquecido de la poten­
cia de sus deleites”, “se pondrán lejos de ella por temor de su tor­
mento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran
ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y
estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas”. Apocalip­
sis 18:3, 15-17.
Tales son los juicios que caen sobre Babilonia en el día de la irade
Dios. La gran ciudad ha llenado la medida de su iniquidad; ha lle­
gado su hora; está madura para la destrucción. Cuando la voz de
Dios ponga fin al cautiverio de su pueblo, será terrible el despertar
MiVntrS 1? ^yan perdido todo en la gran lucha de la vida.
Satanás v dbT \\ tiemp0 §racia, los cegaban los engaños de
de Ph a" SUVÍda de Pecad0- Los ricos se enorgullecía»
bían logrado susn,,™" resPect° a los menos favorecidos; pero ^
dar de comer a IosT ^ k Vlolando la ley de Dios. Habían dejado de
eon justicia, y de . T nentos>de vestir a los desnudos, de obrar
“ rae y de obtener T ! 8 misericordia. Habían tratado de enalte-
despojados de cuanto , 0I?ena.)e de sus semejantes. Ahora esta»
“>d<>y Sin defensa. Ven e ha°m grandes>Y quedan desprovistos i
prefirieron a su Creador v" ‘o'™ la destrucción de los ídolos q
aceres terrenales, y no 6n leron sus almas por las riquezas;y
■filado es que sus ,Pr°uuraron hacerse ricos en D io s. El
SUS v'das termin
an en fracaso; sus placeres se caí»'
156
bian ahora en amargura y sus tesoros en
una vida entera les es arrebatada en un COrrupc,ón- La ganancia de
tan la destrucción de sus soberbias CZZTT°'
Los ricos lamcn-
de su Plata- Pero sus lamentos son w f « ^ r? Spe™,6n de su oro V
ellos mismos van a perecer con sus ídolos™ ^ C tCm°r de quc
Los impíos están llenos de pesar, no ñor su inHif
nara con Dios y sus semejantes sino nn d ^'renciia Pecaminosa
Lamentan el resultado obtenido- pero nn 10S haya v en cid o ‘
dad. Si pudiesen hacerlo, no dejarían de^ ai]"epienten de su ma,~
mrrpr
para vencer. ueJanan de probar cualquier medio

El mundo ve a aquellos mismos de quienes se burló y a quienes


deseo exterminar, pasar sanos y salvos por entre pestilencias, tem­
pestades y terremotos. El que es un fuego consumidor para los
transgresores de su ley, es un seguro pabellón para su pueblo.
El ministro que sacrificó la verdad para ganar el favor de los hom­
bres, discierne ahora el carácter e influencia de sus enseñanzas. Es
aparente que un ojo omnisciente le seguía cuando estaba en el púl-
pito, cuando andaba por las calles, cuando se mezclaba con los
hombres en las diferentes escenas de la vida. Cada emoción del al­
ma, cada línea escrita, cada palabra pronunciada, cada acción enca­
minada a hacer descansar a los hombres en una falsa seguridad, fue
una siembra; y ahora, en las almas miserables y perdidas que le ro­
dean, él contempla la cosecha.
El Señor dice: “Curan la llaga de mi pueblo livianamente, dicien­
do: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz”. “Habéis entristecido el corazón
del justo con vuestras mentiras, a quien yo no he entristecido, y ha-
béis robustecido las manos del inicuo, para que no se vuelva de su
mal camino, a fin de que tenga vida”. Jeremías 8:11; Ezequiel
13:22 (VM).
“¡Ay de los pastores que pierden y que dispersan las odevuestros
dehesa' r 1 He aquí que yo os castigare por la maldad de vuestros
hechos”. ‘‘ Aullad^h pastores, y clamad; y revolcaos en ccn'-. o

5 S K £ S e ¡ ¡ S 3 ¡ 3 - - * — ■« * - ' • ...... ..
^3:1, 2; 25:34, 35 (VM ).
r ^ obtuvieron let dcbidci relcición
L«s ministros y el pueblo ven que" ^ Au(or de (oda ,ey justa y
c°n Dios. V en que se rebelaron
. to s preceptos d iv in o s d io origen a rni|<,s
recia. El rechazamiento de los P g jniquidad, hasta que la tierra Se
de fuentes de mal, d.scon a, en un abism 0 de Corrupc ión
convirtió en un vasto camp ahora ante ]a vista de lo s que recha-
Tal es el cuadro que se pres N jn g ún lenguaje puede expre.
™ »1 m
/aron la veumu
verdad y prefiriera
,---- bedjen tes yy d esle a les desean
desobedientes uesean 1010
sar la vehemencia
i/f'hemcncia con
con que
que ^. , eterna.
, —_ _ tLos hombres
r,c hom bres aa quienes
que perdieron para siemp • elocuencia, ven ahora las cosas
el mundo idolatro ,0 que perdieron por la trans?
en su luz ventad®. Se d a n „ qu¡enes desprectaron y r¡d¡.
greston, y caen a los pies¡ 9 confieSan que Dios los amaba,
cuIizaron a causa de su fidelidad, y cun
Los hombres ven que fueron engañados. Se acusan unos a otros de
haberse arrastrado mutuamente a la destrucción, pero todos con-
cuerdan para abrumar a los ministros con la mas amarga condena­
ción. Los pastores infieles profetizaron cosas lisonjeras; indujeron a
sus oyentes a menospreciar la ley de Dios y a perseguir a los que
querían santificarla. Ahora, en su desesperación, estos maestros
confiesan ante el mundo su obra de engaño. Las multitudes se lle­
nan de furor. “¡Estamos perdidos! — exclaman — y vosotros sois
causa de nuestra perdición”; y se vuelven contra los falsos pastores.
Precisamente aquellos que más los admiraban en otros tiempos pro­
nunciarán contra ellos las más terribles maldiciones. Las manos
mismas que los coronaron con laureles se levantarán para aniquilar­
los. Las espadas que debían servir para destruir al pueblo de Dios se
emplean ahora para matar a sus enemigos. Por todas partes hay lu­
chas y derramamiento de sangre.
Alcanzará el estrépito hasta los fines de la tierra: porque Jehová
tiene una contienda con las naciones: entra enjuicio con toda came:
LeL CU^ t0 3 los inicuos’ los entregará a la espada”. Jeremías 25:31
L- \E’ .gran confllct0 siguió su curso durante seis mil años; el
del mafipn!?8 ^ mensajeros bestiales lucharon contra el poder
ra toTo han ¡T H 'Y 3 los hiJos d« 1<* hombres. Ahó­
rnente a smaláTen0 SUreS0lución; I*» impíos se han unido entera-
cn que Dbs ha de V UHgUe? conh? Dios' Ha llegado el momento
el conflicto no se desairona3*aUt0r'dad de su ley pisoteada. Ahora
contra los hombres “Jehová S° ° C°ntra Satanás>sino tambien
> - — • “ i“ ":
L* * " red,“ “ " l * •*> r « t , « * . E¡„ y*
angustian a causa <le todas las ab< *
sale cl <lc >“ muerte r e p ^ s c Z l T lT S qU° sc haten"- A «'-'a
|0S hombres armad,* instrumem IT 1v,*iún du '¡«quid por
so les manda: “¡Al anciano, al ¡ove, T <lu‘itrueción, y a quienes
y a 'as mujeres, matadlos, hasta cx, , d‘mcdla- Va los niños,
ninguno en quien esté |a marea- ■„ . Inar l,sl mas <>s lleguéis a
[)¡ce el profeta: “Comenzaron n',!.!'11'" '? 1111 desdu mi santuario!”
delante de la Casa”, Hz.equicl yj.f. .0S. anc'anof ^ e estaban
empieza entre los que profesaron , ' T °bra de destrucción
pueblo. I.os falsos centinelas caen los gUardlanc‘’ espirituales del
piedad y ninguno escapará llomhr ' pnm.croí*- De nadle se tendrá
perecerán juntos. P ,0WbTO* " » • d“"“ l'«. y "¡«os
“Jeliová sale de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra
por su iniquidad, la tierra también descubrirá sus homicidios, v no
encubrirá más sus muertos’. Isaías 2 6 : 2 1 ( V M j . “Y esta será la
plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que hayan peleado
contra Jerusalem Se les consumirán las carnes estando sobre sus
pies, y los ojos se les consumirán en sus cuencas, y se les consu­
mirá la lengua en su boca. Y sucederá en aquel día que habrá entre
ellos una grande consternación procedente de Jehová, y trabará ca­
da cual la mano de su prójimo; y la mano de este se levantará contra
la mano de su compañero”. Zacarías 1 4 : 1 2 , 1 3 ( V M j . En la loca
lucha de sus propias desenfrenadas pasiones y debido al terrible
derramamiento de la ira de Dios sin mezcla de piedad, caen los
impíos habitantes de la tierra: sacerdotes, gobernantes y el pueblo
en general, ricos y pobres, grandes y pequeños. Y los muertos por
Jehová en aquel día estarán tendidos de cabo a cabo de la tierra, no
serán llorados, ni recogidos, ni enterrados’ . Jeremías 2 5 . 3 3 ( V M ) .
A la venida de Cristo los impíos serán borrados de la superficie de
la tierra, consumidos por el espíritu de su boca y destruí os por e
resplandor de su gloria. Cristo lleva a su pueblo a la ciudad de Dios
la tierra queda privada de sus habitantes He aqu. que Jehová
aciará la tierra,
rra, yy la
w dejará
oeja.a desierta,
-w .» . y, cual vaso, 1.volveráboca
^ enleramente
abajo,
bajo, y dispersara sus hdb,tdnt®
habitantes* '• ...u„„.
jehová ha haW „d(, esta
hablado
ciada y completamente saqueada,
^queada po p q e| estaUlt0, y que.
palabra”. “Porque traspasaron la ley, ha devorado la
bramaron el pacto eterno, l o son abrasa.
berra, y los que habitan en ella 5% (VM).
dos los habitantes de la tierra .
Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las ruinas de
las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los arboles desa-
rraiiiados, las rocas escabrosas arrojadas por el mar o arrancadas de
la misma tierra, están esparcidas por la superficie de esta, al pas0
que grandes cuevas señalan el sitio donde las montanas fueron ras­
cadas desde sus cimientos.
Ahora se realiza el acontecimiento predicho por el último solemne
servicio del día de las expiaciones. Una vez terminado el servicio
que se cumplía en el lugar santísimo, y cuando los pecados de Israel
habían sido quitados del santuario por virtud de la sangre del sacri­
ficio por el pecado, entonces el macho cabrío emisario era ofrecido
vivo ante el Señor; y en presencia de la congregación el sumo sa­
cerdote confesaba sobre él “todas las iniquidades de los hijos de
Israel, y todas sus transgresiones, a causa de todos sus pecados, car­
gándolos así sobre la cabeza del macho cabrío . Levítico 16:21
(VM). Asimismo, cuando el servicio de propiciación haya termina­
do en el santuario celestial, entonces, en presencia de Dios y de los
santos ángeles y de la hueste de los redimidos, los pecados del pue­
blo de Dios serán puestos sobre Satanás; se le declarará culpable de
todo el mal que les ha hecho cometer. Y así como el macho cabrío
emisario era despachado a un lugar desierto, así también Satanás
será desterrado en la tierra desolada, sin habitantes y convertida en
un desierto horroroso.
El autor del Apocalipsis predice el destierro de Satanás y el estado
caótico y de desolación a que será reducida la tierra; y declara que
este estado de cosas subsistirá por mil años. Después de descritas
las escenas de la segunda venida del Señor y la destrucción de los
impíos, la profecía prosigue: “Y vi un ángel descender del cielo,
que tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. Y
prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y
atanás, y le ató por mil años; y arrojólo al abismo, y le encerró, y
se o so re él, porque no engañe más a las naciones, hasta que mil
nos sean cumplidos, y después de esto es necesario que sea desa­
tado un poco de tiempo”. Apocalipsis 20:1-3.

qufla exnt!Prendeude °tr°S paSajeS bíblicos’ es de ‘oda evidem


£ 2? °" pablSmo” se reflere a 'a tierra en estado de coni
Pío”, la narración mm * a• *a cond‘c‘° n de la tierra “en el prin'
las tinieblas estaha 1 ¡?a ?1CC ^Ue 4esta^a desordenada y vacía;
tinieblas estaban sobre la haz del abismo”. Génesis 1:2
Las profecías enseñan que será redn n
ese estado. Contemplando a través de i ^ par*e P°r menos, a
el pr°feta Jeremías dice: “Miro hacia 1 !-'8 ° S eI gran día de Dios,
desolada y vacía; también hacia l j s c- i y he aquí que está

&
ellos. Miro las montañas, y he anuí o 16 0S m,ro’ mas no hay luz en
colinas se conmueven. Miro v he eS¡an temblando>y todas las
alguno, y todas las aves del cielo se
campo fructífero c o n v e r t i d o
derribadas”. Jeremias 4:23-26 (VM)
t
qUf n° parece hombre

’ ^ ° <aS Sus Cludades

Aquí es donde, con sus malos ángeles, Satanás hará su morada du-
mT m T I r ? 3 ,ÍerT3’ n° P° drá ¡r 3 0,r0s ">™dos Para
tentar e incomodar a los que nunca cayeron. En este sentido es
como esta atado, no queda nadie en quien pueda ejercer su poder.
Le es del todo imposible seguir en la obra de engaño y ruina que
por tantos siglos fue su único deleite.
El profeta Isaías, mirando hacia lo por venir, ve en lontananza el
tiempo en que Satanás será derrocado, y exclama: “¡Cómo caíste de
los cielos, oh Lucero, hijo de la aurora! ¡has sido derribado por tie­
rra, tú que abatiste las naciones! [...] Tú eres aquel que dijiste en tu
corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi
trono!” “¡Seré semejante al Altísimo! ¡Pero ciertamente al infierno
serás abatido, a los lados del hoyo! Los que te vieren clavarán en ti
la vista, y de ti se cerciorarán, diciendo: ¿Es este el varón que hizo
temblar la tierra, que sacudió los reinos; que convirtió el mundo en
un desierto, y destruyó sus ciudades; y a sus prisioneros nunca los
soltaba, para que volviesen a casa?” Isaías 14:12-17 (VM).
Durante seis mil años, la obra de rebelión de Satanás “hizo temblar
la tierra”. Él “convirtió el mundo en un desierto, y destruyo sus ciu­
dades; y a sus prisioneros nunca los soltaba, para que vo v*esen a
casa”. Durante seis mil años, su prisión [la tumba] ha rec.b.do a.
pueblo de Dios, y lo habría tenido cautivo para siempre, si Cristo
hubiese roto sus cadenas y libertado a los que tema pre .
tt ohnra friera del poder de Satanás; y
Haste los malos se encuentran aho ft darsePcuenta de ios efec-
queda solo con sus perversos ang P „Los reyes de ias nació-
tos de la maldición or‘ginada P , iaPcada cual en su propia casa [el
nes, si, todos ellos yacen con g ^ tu sepulcro> como un reto-
sepulcro]; ¡mas tú, arrojado est „ en sepultura; porque
ho despreciado! [...] No seras umdo oon Vers,18 - 20.
has destruido tu tierra, has hecho perecer p
• md'irá errante de un lado para otr0 p
mil años. ^ re;lllUal|os de su rebelión contt >4
jesoludn. i-onsuh'. )cce intensamente. Desde Su*la
£ de Todo cstó *; .o'Ilti„lin sofocó en él la reflexión; ¿
dii. SU vida de av y no puede menos que contempt"
ahora, despojado d . 1^ se rebelo por primera vez contra'
papel que desentpctu ■ tembloroso y aterrorizado, espe'
¡¡obiertto del cielo, t 1 de expiar todo el mal que ha hl
;ch0
et terrible porvenu e 1 ha hecho cometer,
v ser castmado pot >0b i ,
Pala a ,» a ,l» *

dura* servidumbre con que te han hecho servir, que entonarás este
cántico'triimfal respecto del rey de Babilonia [que aqu, representa a
Satanás], y dirás: ¡Cómo lia cesado de sus vejaciones el opresor! [...]
Jehová ha hecho pedazos la vara de los inicuos, el cetro de los que
tenían el dominio; el cual hería los pueblos en saña, con golpe
incesante, y hollaba las naciones en ira, con persecución desenfre­
nada". Vers. 3-6.
Durante los mil años que transcurrirán entre la primera resurrección
y la segunda, se verificará el juicio de los impíos. El apóstol Pablo
señala este juicio como un acontecimiento que sigue al segundo ad­
venimiento. “No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el
Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de las tinieblas, y
pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones”. 1 Corintios
4:5 (VM). Daniel declara que cuando vino el Anciano de días, “se
dio el juicio a los santos del Altísimo”. Daniel 7:22. En ese enton­
ces reinarán los justos como reyes y sacerdotes de Dios. San Juan
dice en el Apocalipsis: “Vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue
a o juicio^. Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con
nreHiVtfr»108 ^ ° ^ a¡^Ps^s 20:4, 6. Entonces será cuando, como está
“ 6-2°rT rn abl°’ “l0S SantOS han de juzgar al mundo”. 1 Co­
actos con el libro C ,r Í S t o j u z § an a los impíos, comparando sus

formidad con los a t ^ ^ B*bda’ Y fallando cada caso en con­


tonees lo que los mal^ T 6 cometieron por medio de su cuerpo. En*
y queda anotado frente qUC Sufrir es medido se§ún sus obraS’
También Satanás v lo s ' & S,US nombres en el libro de la muerte.
Pueblo. El apóstol Pablo^r^ etst m£dos son juzgados por Cristo y sU
angeles?” Vers. 3 y T ó ¿No sabéis que hemos de juzgar a los
' ban Judas declara que “a los ángeles que
guardaron su original estado sin
cjón, los ha guardado en Dr¡ " que deJaron su o m n ¡a u u -
juicio del gran día” Judas 6 (VM) Cternas> ba¡o tinieblas, b astad
Al fin de los mil años vendrá la
impíos serán resucitados, y c o m p a ^ e íá n " ? ^ 10" ' Entonces «os
cion del juicio decretado” Así ^ nte Dlos Para la eiecu
de haber descrito la resurrección ^ ApocaliPsis>después
muertos no tomaron a vivir hasta JUStOS’ dice; “L°s otros
Apocalipsis 20:5. E Isaías declara Sean Cumplldos mil años”,
juntados como se juntan los presos e n a ’° S Ímpíos; Serán
rrados en la cárcel; y desnués He ™ u calabozo>y estarán ence-
plicio”. Isaías 24:22 (VM) UC °S día'S seran sacados al su-
CAPITULO 16

jii Controversia a Terminado


otra vez a tierra. Le acorn-
_ . (_’visU> r«&rf " ¡„uc una comitiva de ángeies.
- i., los mi' l'"°i’:„um'a'oS’ y ' manda a los muertos impíos
M m esic de U » p o r t a d o r a , » * * levanta su gran ejér-
•' j cr en majes ‘ ^ condenad ^ • contraste entre ellos
;M ‘ resuciten P»« rc^ ,.a arcna del m»^ > Los justos estaban

t s

huellas de U
^ g g s ^ s s ^ ‘”pl“
Todas las miradas de esa inmensa m ultitud se vuelven para contem
piar la gloria del Hijo de Dios. A una voz las huestes de los impío~
exclaman: “ ¡Bendito el que viene en el nom bre del Señor!” No es el
amor a Jesús lo que les inspira esta exclam ación, sino que el poder
de la verdad arranca esas palabras de sus labios. Los impíos salen
de sus tumbas tales como a ellas bajaron, con la misma enemistad
hacia Cristo y el mismo espíritu de rebelión. No disponen de un
nuevo tiempo de gracia para rem ediar los defectos de su vida pasa­
da, pues de nada les serviría. Toda una vida de pecado no ablandó
sus corazones. De serles concedido un segundo tiempo de gracia lo
emplearían como el primero, eludiendo las exigencias de Dios e
incitándose a la rebelión contra él.
Cristo baja sobre el Monte de los Olivos, de donde ascendió des­
pués de su resurrección, y donde los ángeles repitieron la promesa
de su regreso. El profeta dice: “Vendrá Jehová mi Dios, y con él
H“S, OS™ tos • “En ai?uel día se afirm arán sus pies sobre el Mon­
te de los n |IV° S’ C'Ue esta ,en frente de Jerusalén, al oriente. El Mon-
srande” “T L T Par(' ra Por ía mitad [...] formando un valle muy
Jehová « J / SCrá rCy Sobre toda la ‘¡erra. En aquel día
(R V 9 5 jT a “ ° ’, y UmC° Será su “ om bre”. Zacarías 14:5, 4, 9
brante esDlendni^ JerUSalén’ descendiendo del cielo en su deslum-
recibirla y CrktnSG 3Slen*a en ^ugar purificado y preparado para
dad. ’ Su Puebl° y los ángeles, entran en la santa ciu-

Entonces Satanás se prepara para la última tremenda lu c h a ^ ^


supremacía. Mientras estaba despojado de su poder e impost
ara hacer su obra de engaño, el príncinc rl,.i ,
Lgraciado; pero cuando resucitan “ ma se sentia abatido y
•S u d e s que tiene a, ,ado suyo, sus espeZ Z í " * 8™ des

f í o » de los perdidos y por « ¿ f e e f e t r a t a , ,os

fa autoridad del jefe de los rebeldes. Están listos na aCep'aron


sugestiones y ejecutar sus órdenes. No obstante, fiel a'sTamigüI
as,ucia, no da por sentado ser Satanás. Pretende ¡er el Pr nc p que
tiene derecho a la poses.on de la tierra y cuya herencia le ha sido
arrebatada injustamente. Se presenta ante sus súbditos engañáis
com o redentor, asegurándoles que su poder los ha sacado de sus
tumbas y que esta a punto de librarlos de la más cruel tiranía.
Habiendo desaparecido Cristo, Satanás obra milagros para sostener
sus pretensiones. Fortalece a los débiles y a todos les infunde su
propio espíritu y energía. Propone dirigirlos contra el real de los
santos y tomai posesión de la ciudad de Dios. En un arrebato beli­
coso señala los innumerables millones que han sido resucitados de
entre los muertos, y declara que como jefe de ellos es muy capaz de
destruir la ciudad y recuperar su trono y su reino.
Entre aquella inmensa muchedumbre se cuentan numerosos repre­
sentantes de la raza longeva que existía antes del diluvio; hombres
de estatura elevada y de capacidad intelectual gigantesca, que ha­
biendo cedido al dominio de los ángeles caídos, consagraron toda
su habilidad y todos sus conocimientos a la exaltación de sí mis­
mos; hombres cuyas obras artísticas maravillosas hicieron que el
mundo idolatrase su genio, pero cuya crueldad y malos ardides
mancillaron la tierra y borraron la imagen de Dios, de suerte que el
Creador los hubo de raer de la superficie de la tierra. Allí hay reyes
Ygenerales que conquistaron naciones, hombres valientes que nun­
ca perdieron una batalla, guerreros soberbios y ambiciosos cuya ve­
nida hacía temblar reinos. La muerte no los cam 10 . sa .
tumba, reasumen el curso de sus pensamientos en el Punt® ™
en que lo dejaran. Se levantan animados por e ha con
conquista que los dominaba cuando cayeron, a b
sus ángeles, y luego con esos reyes, c o n i p ^ y
irosos. Consideran la fuerza y el numer nenijeñ0 comparado
que el ejercito que está dentro de la ciu a es P ^ gus’planes para
c°n el de ellos, y que se lo puede ven • PJerusalén. En el acto
apoderarse de las riquezas y gloria de
|a Hábiles artífices fabrican arm
lol,os so c a n d il'- - compañías
de !'•— de guerreros.
sienes l«* nliircha, y las huestes innumerably
M lili SO da la
ponen en nmvmuenh
un ejército cual no fue jamas reunido
podría ser igualado por las < a
£
'o,Hiuiswdores lene' • ^ dusdc que empezaron las guerras ‘
con.l.inndns de todas w- oso guerrero, marcha al frente, y *
la tierra. Sabinas, el m. ■P esta batalla final. Hay reyes *
ángeles unen sus y ,as multitudes siguen en grande"
gucrreios en baj0 su correspondiente jefe. Con precisión
compañías. c;u < c < avanzan sobre la
We
scabrosa de la tierra hacia la ciudad de Dios. Por
dC|Sn'de jelús se cierran las puertas de la nueva Jerusalén, y )os
ejércitos de Satanás circundan la ciudad y se preparan para el
asalto.
Entonces Cristo reaparece a la vista de sus enem igos. Muy por enci­
ma de la ciudad, sobre un fundamento de oro bruñido, hay un trono
alto y encumbrado. En el trono está sentado el Hijo de Dios, y en
torno suyo están los súbditos de su reino. N ingún lenguaje, ninguna
pluma pueden expresar ni describir el poder y la m ajestad de Cristo.
La gloria del Padre Eterno envuelve a su Hijo. El esplendor de su
presencia llena la ciudad de Dios, rebosando m ás allá de las puertas
e inundando toda la tierra con su brillo.
Inmediatos al trono se encuentran los que fueron alguna vez celosos
en la causa de Satanás, pero que, cual tizones arrancados del fuego,
siguieron luego a su Salvador con profunda e intensa devoción.
medlrwtp ?Spu^s !os ^ue perfeccionaron su carácter cristiano en
Dios cuando1??1^ u ^ ^ 'ncrec^u^dad, los que honraron la ley de
de toda” ,1° I r u0ef ,ian0 13 deClarÓ abol' d a> y l0s mlll0n“
está la “grande m u i a Ueí ° n m artirizados por su fe. Y más alia
todas las naciones v la t i , ^ ^Ue nacbe podía contar, de entre
Pie ante el trono y delantei \ Í Í y l0S pueblos>Y las lenguas [...] de
y teniendo palmas en 6 ^ ordero, revestidos de ropas blancas,
terminó; ganaron la victnH™^08” AP °cal'Psis 7:9 (VM). Su lucha
trim?raron‘ La palma tiup ii lsputaron el prem io de la carrera y 1°
Crist ° ’ U ves*'(lura blanca 6Van en ' a m ano es símbolo de su
r,St° « ahora tle e.los ’ 6mblema de >a Justicia perfecta de
losredimidos entonan un canto de
cute por ,as bóvedas del ciclo: “¡Atrih/ SCcxtiendc y rcper-
nios, qae esta sentado sobre el tmn Uya,Se a salvación a nuestro
S « y serafines unen sus v o c ^ . ^ " ' •• Vcrs' 10' Á"‘
clpoder y la malignidad de Satanás *h 1L'<>n' A vur los redimidos
tes, que ningún poder ften, Z1 r" ' como
vencedores. Entre toda esa mucLdumhrf -abr,a P°did" ° s
• an U sa lv a c ió n • t , aum bre ni uno se atribuye a sí
,msnto la ‘ on, como si hubiese prevalecido con su propio
noder v su bondad. Nada se dípp Hra, F
p0d 1 t M-nn Hp perta * , 1Ce de 0 °lue ban becho o sufrido, sino
que el tema de cada canto, la nota dominante de cada antífona es:
“Salvación a nuestro Dios y al Cordero”

En presencia de los habitantes de la tierra y del cielo reunidos, se


efectúa la coronación final del Hijo de Dios. Y entonces, revestido
de suprema majestad y poder, el Rey de reyes falla el juicio de
aquellos que se rebelaron contra su gobierno, y ejecuta justicia con­
tra los que transgredieron su ley y oprimieron a su pueblo. El profe­
ta de Dios dice: “Vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado
sobre él, de cuya presencia huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado
lugar para ellos. Y vi a los muertos, pequeños y grandes, estar en pie
delante del trono; y abriéronse los libros; abrióse también otro libro,
que es el libro de la vida: y los muertos fueron juzgados de acuerdo
con las cosas escritas en los libros, según sus obras”. Apocalipsis
20:11, 12 (VM).
Apenas se abren los registros, y la mirada de Jesús se dirige hacia los
impíos, estos se vuelven conscientes de todos los pecados que
cometieron. Reconocen exactamente el lugar donde sus pies se
apartaron del sendero de la pureza y de la santidad, y cuán lejos el
orgullo y la rebelión los han llevado en el camino de la transgresión
de la ley de Dios. Las tentaciones seductoras que ellos fomentaron
cediendo al pecado, las bendiciones que pervirtieron su desprecio de
los mensajeros de Dios, los avisos rechazados, la oposición de
corazones obstinados y sin arrepentimiento; todo eso sale a re ucir
como si estuviese escrito con letras de fuego.
Por encima del trono se destaca la cruz, y com o en vi^ta p a n o lá m ^
aparecen las escenas de la tentación, a caí ai e ‘ / del
sucesivas del gran plan de redención. E bum ^ ^ L i a - su
Salvador; su juventud pasada en la señal]ez y en a ^ n u a
bautismo en el Jordán; bendiciones más pre-
msterio público, que revelo a los nomui
hrlS de amor y misericordia, y
, rcnietos dc ° |a soledad de los montes;
del ciclo; ... lli's .¡/>n y vÍL*l' ,tl ,ic ja malicia con que se
y m islo r io sa agonía en
i J d c los pccaJo* da lodo el num.
vaangensaron ¿ ,,,,0.» » ' ^ dc turba asesina, los terri-
tictscinaní. bal» ^ I (rtígó en •«*" horror; el preso resanado y
, la traición qnc csa n0cbc d strado brutalmente por
bles acontceinucn'^ s n,4s ainm prcscntado con visos de
olvidado de sus dl> c| hijo de ‘ cn el palacio del sumo
las calles dc J^ obligarlo a c, cobarde y cruel Heredes;
triunfo ante M - ■ dc Pilato, < con<le n a d o a m uerte; todo
sacerdote, en el ^ atorm cntado y con
• i:_msiilvauW
ridiculizado, )
¡nsu
eso está representado a lo vivo.
,....mll„:tudes agitadas, se reproducen las escenas fina-
a s s * ***» 5

¡ o p X h f ‘e scam ec X ridiculizando la agonía de su muerte; la


oscuridad sobrenatural; el temblor de la tierra, las rocas destroza-
das y los sepulcros abiertos que señalaron el momento en que expi­
ró el Redentor del mundo. La escena terrible se presenta con toda
exactitud. Satanás, sus ángeles y sus súbditos no pueden apartar los
ojos del cuadro que representa su propia obra. Cada actor recuerda
el papel que desempeñó. Herodes, el que mató a los niños inocentes
de Belén para hacer morir al Rey de Israel; la innoble Herodías, so­
bre cuya conciencia pesa la sangre de Juan el Bautista; el débil
Pilato, esclavo de las. circunstancias; los soldados escarnecedores;
los sacerdotes y gobernantes, y la muchedumbre enloquecida que
gritaba: ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hi­
jos! , todos contemplan la enormidad de su culpa. En vano procu­
ran esconderse ante la divina majestad de su presencia que sobrepu-
an<*°,r f ^ f0^’ E n tr a s que los redimidos echan sus coro-
os pies del Salvador, exclamando: “ ¡Él murió por mí!”

heroico Pab'Cel ^ “e n te P e d f08 '° S apóstoles de CrÍSt°’ ^


hermanos de corazón u i edr° ’ e amado Y amoroso Juan y sus
tires; mientras que fuera d* Gll° S la inmensa hueste de los már-
minable, se encuentran aau *\\ muros’ con todo lo que es vil y abo-
y mataron. Allí está Neró C ° S qUe los Persiguieron, encarcelaror
puede ver la alegría y el trii ,* ^ 0p struo de crueldad y de vicios, )
y triunfo de aquellos a quienes torturó, y cu
ya dolorosa angustia lo propor,.
eslá allí pan, sor testigo do los a ^ L ' ^ ' 0 S"U",ic‘-- S" -«ulro
como los inalos rasgos de carácter u- Upr°P'a obra; para ver
pronos lo,no,dadas y dosa,rolladas " S" t,i¡" V
do olla, produjo,o„ crímenes q»e |U)IT, , " " ucnci" y el cien,pío
t “'Miou/aroii al mundo
AHI h»y «acordóles y prelados papisCs „„ . i-
dores de Cristo y que ,u> obstante cnmi'. I I|UI°" scr los embaja-
cio. calabozos y hogueras para domi' ri'° " '"s,r,"nu"tos de supli­
dlo. Allí están los orgullosos pontífiees , ''S Conciencias l|e so pue-
a.a de Dios y que pte.endie J,"¡U em r • ' P° r °"ci-
así llamados padres de la iglesia tienen ' L>' tLJ Altísimo. Aquellos
de la qne bien quisieran C ' S * ~
insciente es celoso de su ey y eme no tmíW „ • 1 , V
, . • , . ^ , y y qUL 110 tendía por inocente al culpa-
ble de viola, la. Comprenden entonces que Cristo identifica sus inte­
reses con os do su pueblo perseguido, y sienten la fuerza de sus
propias palabras: “En cuanto lo hicisteis a uno de los más pequeños
de estos mis hermanos, a mí lo hicisteis”. Mateo 25:40 (VM).
Todos los impíos del mundo están de pie ante el tribunal de Dios,
acusados de alta traición contra el gobierno del cielo. No hay quien
sostenga ni defienda la causa de ellos; no tienen disculpa; y se pro­
nuncia contra ellos la sentencia de la muerte eterna.
Es entonces evidente para todos que el salario del pecado no es la
noble independencia y la vida eterna, sino la esclavitud, la ruina y
la muerte. Los impíos ven lo que perdieron con su vida de rebeldía.
Despreciaron el maravilloso don de eterna gloria cuando les fue
ofrecido; pero ¡cuán deseable no les parece ahora! Todo eso
exclama el alma perdida — yo habría podido poseerlo, pero preferí
rechazarlo. ¡Oh sorprendente infatuación! He cambiado la paz, a
' la infamia y la desesperación. To-
dicha y el honor por la miseria, . H onra­
dos ven que su exclusión del cielo es justa, or sus ^
ron: “No queremos que este Jesús reine so ie noso ios .

Como fuera de sí, los impíos han “ "iTablasde^tTey divina, los


Hijo de Dios. Ven en las manos d 1 ^ Son testigos de la
estatutos que ellos desprecittro V * 6 adorac¡ón de los redimí-
e x p lo s ió n de admiración, arrobo, a ias multitudes fuera
dos; y cuando las ondas de me o “¡Grandes y maravillosas
de la ciudad, todos exclaman a una1 . juSt0S y verdaderos
son tus obras, oh Señor Dios 15:3 (VM). Y
son tus caminos, oh R e y de los siglos. a P
cayendo prosternados, adoran al Príncipe de la vida.
( , . .. In a) contemplar la gloria y majestad de
Salanas paiece paraliz de ]os querubines cubrido-
Cristo. El que en otro tiempo fuera uno uc w rp<,n]anrW
j , i' j0
res recuerda de donde cayo. El que
4 fuera serafín
,
resplandeciente,
- . , , *
“hijo de la aurora”, ¡cuán cambiado se , y , ' ,
excluido para siempre del consejo en que antes se ^ honraba. Ve
ahora a otro que, junto al Padre, vela su gloria Ha ™ '° la “ roña
colocada sobre la cabeza de Cristo por un angel de elevada estatura
y majestuoso continente, y sabe que la p osición exa a a que ocupa
este ángel habría podido ser la suya.
Recuerda la mansión de su inocencia y pureza, a paz y e contenta­
miento de que gozaba hasta que se entregó a murmurar contra Dios
y a envidiar a Cristo. Sus acusaciones, su rebelión, sus engaños para
captarse la simpatía y la ayuda de los ángeles, su porfía en no hacer
esfuerzo alguno para reponerse cuando Dios le hubiera perdonado;
todo eso se le presenta a lo vivo. Echa una mirada retrospectiva so­
bre la obra que realizó entre los hombres y sobre sus resultados: la
enemistad del hombre para con sus semejantes, la terrible destruc­
ción de vidas, el ascenso y la caída de los reinos, el derrocamiento
de tronos, la larga serie de tumultos, conflictos y revoluciones.
Recuerda los esfuerzos constantes que hizo para oponerse a la obra
de Cristo y para hundir a los hombres en degradación siempre ma­
yor. Ve que sus conspiraciones infernales no pudieron acabar con
los que pusieron su confianza en Jesús. Al considerar Satanás su
reino y los frutos de sus esfuerzos, solo ve fracaso y ruina. Ha in­
ducido a las multitudes a creer que la ciudad de Dios sería fácil pre­
sa; pero ahora ve que eso es falso. Una y otra vez, en el curso de la
gran controversia, ha sido derrotado y obligado a rendirse. De sobra
conoce el poder y la majestad del Eterno.
El propósito del gran rebelde consistió siempre en justificarse, y i
hacer aparecer al gobierno de Dios como r e s p o n s a b le de la rebelió
A ese fin dedico todo el poder de su gigantesca inteligencia. Obi
deliberada y sistemáticamente
ia . ’ yv con
rnn exito maravilloso, para indue . ,„
U
a inmensas+ multitudes a que acendran su version
, reptaran - de , , gran conflici
b n- -
~ <■c
que ha estado desarro ándose nnr
a ^
por tanto tiempo. Durante mi es c
anos este jefe de conspiraciones hiyrv «o , ,
Pero llenó el , hlzo Pasar la mentira por verdal
Pero llego el momento en que la rebelión debe ser sofocada fina
mente y puestos en evidencia h hic^ • , c ber SOIOcaaa 1111
^
archiengañador ha sido desenmascarad* y Caracter de Satanas;1
rad° por completo en su últim
gran esfuerzo para destronar a Cristn i
rarse de la ciudad de Dios. Los que se h, "r! SU^Ucb,° y aP°de-
del fracaso total de su causa. Los discírM U , ° 3 sc dan cucnta
leales contemplan en toda su extensión udCCnst0 y lüs án«elcs
nás contra el gobierno de Dios. Ahn™ S maquinac,°nes de Sata-
ción universal. se ^olve objeto de execra-

ssx K S r r^ r tei
z ’6
armonía del celo serian para él suprema tortura^Sus’ acusaciones
* * r
i OS están ya acalladas Los
vituperios que procuro lanzar contra Jehová recaen enteramente so-
bre el. Y a o Satanas se inclina y reconoce la justicia de su sen-
tencia.
“¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? porque tú
solo eres santo, poique todas las naciones vendrán y adorarán de­
lante de ti, porque tus actos de justicia han sido manifestados”.
Vers. 4. Toda cuestión de verdad y error en la controversia que
tanto ha durado, ha quedado aclarada. Los resultados de la rebelión
y del apartamiento de los estatutos divinos han sido puestos a la vis­
ta de todos los seres inteligentes creados. El desarrollo del gobierno
de Satanás en contraste con el de Dios, ha sido presentado a todo el
universo. Satanás ha sido condenado por sus propias obras. La sabi­
duría de Dios, su justicia y su bondad quedan por completo reivin­
dicadas. Queda también comprobado que todos sus actos en el gran
conflicto fueron ejecutados de acuerdo con el bien eterno de su
pueblo y el bien de todos los mundos que creó. Todas tus obras
alabarán, oh Jehová, y tus piadosos siervos te bendecirán”. Salmos
145:10 (VM). La historia del pecado atestiguara durante toda a
eternidad que con la existencia de la ley de
de todos los seres creados por el. En rebeldes
gran conflicto, todo el universo, tanto los Justos c0™“
declaran al unísono: “¡Justos y verdaderos son tus cam,nos, oh Rey
de los siglos!”
El universo entero contempló el gran S1iegfdo<lah hora en que Cristo
el Hijo en beneficio del hombre. exaitado sobre los princi-
0cupa el puesto a que tiene derec o, y ge nombra. A fin de
Pados y potestades, y sobre todo _ej ¡levar muchos hijos
alcanzar el gozo que le fuera propuesto vergüenza. Y por in-
a la gloria - sufrió la cruz y menosprecio
i _ míe fuesen el dolor y el oprobio, mayores
concebiblemente grant1 ^ una mirada hacia los redimidos,
aun son la dicha y « b n y cuyos corazones llevan el sello
S r r í o divino ycuyas cara’s reflejan la semejanza de su Rey.
C l u l a en ellos el resultado de las august,as de su alma, y está
11 1 o Luego, con voz que llega hasta las mu litoides reunidas
de los justos y de los impíos, exclama: “ ¡Contemplad el rescate de
mi sangre! Por estos sufrí, por estos mor, para que pudiesen perma­
necer en mi presencia a través de las edades eternas . Y de entre los
revestidos con túnicas blancas en tomo del trono, asciende el canto
de alabanza: “¡Digno es el Cordero que ha sido inmolado, de recibir
el poder, y la riqueza, y la sabiduría, y la fortaleza, y la honra, y la
gloria, y la bendición!” Apocalipsis 5.12 (VM).
A pesar de que Satanás se ha visto obligado a reconocer la justicia
de Dios, y a inclinarse ante la supremacía de Cristo, su carácter
sigue siendo el mismo. El espíritu de rebelión, cual poderoso to­
rrente, vuelve a estallar. Lleno de frenesí, determina no cejar en el
gran conflicto. Ha llegado la hora de intentar un último y desespera­
do esfuerzo contra el Rey del cielo. Se lanza en medio de sus súb­
ditos, y trata de inspirarlos con su propio furor y de moverlos a dar
inmediata batalla. Pero entre todos los innumerables millones a
quienes indujo engañosamente a la rebelión, no hay ahora ninguno
que reconozca su supremacía. Su poder ha concluido. Los impíos
están llenos del mismo odio contra Dios que el que inspira a Sata­
nás; pero ven que su caso es desesperado, que no pueden prevalecer
contra Jehová. Se enardecen contra Satanás y contra los que fueron
sus agentes para engañar, y con furia demoníaca se vuelven contra
ellos.
Dice el Señor. Por cuanto has puesto tu corazón como corazón de
ios, por tanto, he aquí que voy a traer contra ti extraños, los tern­
es e as naciones, y ellos desenvainarán sus espadas contra tu
descender^ 7 profanarán tu esplendor. Al hoyo te harán
erhn ^ m^°’ fluerubín que cubres con tus alas! y te
n o n l l l ? eH10 de las piedras de [■••]. Te echo a tierra; te
sobre la tierra ®re^es’ Para clue te miren [...], Te tomo en ceniza
■tas y no °S °J0S de todos ,os flue te ven [-]• Serás rui'
(VM)Y tlraS mas para siempre”. Ezequiel 28:6-8, 16-19

“Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revol-


amiento de vestidura en sangre- hvk ^ a
l0 Je fuego”. “Porque Jehová está airu u para1qucma’ y Páb íbu-
irritado sobre todo el ejército d e e lh s - d c l/0, t0^US laS 8entes’ e
,rr. w n ” “Sobre los m.»i n tls’ dtstjúnalas y entregarálas al
matadero . ^obic los malos lloverá lazos; fuego y azufre ccon
.vientos
.¡cintos de
de torbellinos,
torbellinos, será
será la» porción del
.1.1 cáliz de
. be ..L s “ s T s’ 9 -5 ;
34.-2; SalmosJ.**6’ *?los ha<¡e dcscender fuego del cielo. La tierra
esta quebi untada. Salen a relucir las armas escondidas en sus pro­
fundidades. Lam as devoradoras se escapan por todas partes de
grietas amenazantes. Hasta las rocas están ardiendo. Ha llegado el
día que arderá como horno. Los elementos se disuelven con calor
abrasadoi, la tierra también y las obras que hay en ella están abrasa­
das. Malaquías 4.2, 2 Pedio 3:10. La superficie de la tierra parece
una masa fundida un inmenso lago de fuego hirviente. Es la hora
del juicio y perdición de los hombres impíos, “es día de venganza
de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión”. Isaías 34:8.
Los impíos reciben su recompensa en la tierra. Proverbios 11:31.
“Serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová
de los ejércitos”. Malaquías 4:1. Algunos son destruidos como en
un momento, mientras otros sufren muchos días. Todos son castiga­
dos “conforme a sus hechos”. Habiendo sido cargados sobre Sata­
nás los pecados de los justos, tiene este que sufrir no solo por su
propia rebelión, sino también por todos los pecados que hizo come­
ter al pueblo de Dios. Su castigo debe ser mucho mayor que el de
aquellos a quienes engañó. Después de haber perecido todos los que
cayeron por sus seducciones, el diablo tiene que seguir viviendo y
sufriendo. En las llamas purificadoras, quedan por fin destruidos los
impíos, raíz y rama: Satanás la raíz, sus secuaces las ramas. La
penalidad completa de la ley ha sido aplicada; las exigencias de la
justicia han sido satisfechas; y el cielo y la tierra al contemplarlo,
proclaman la justicia de Jehová.
La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre. Du
rante seis mil años obró a su gusto, llenando la tierra de dolor y
causando penas por todo el universo. Toda la creac-on g,mío y su­
frió en angustia Ahora las criaturas de Dios han sido libradas para
siempre d f su presencia y de sus tentaciones. “¡Ya descansa
en quietud toda la tierra; prorrumpen los om r D_ b‘e de
cos'” Isaías 14./
a. Isaías 14*7 (fVM)
viví;, Y
i
un
u
grito de adoración
& si fLieSey el estruendo de
entre todo el universo leal. Se oy de muchas aguas, y
u»a gran multitud, y como si fuese el estruenao u
« « n o si ruóse o, e s t o j e ^

M"entras la tierra estaba envuelta en el fuego £


destrucción los justos vivían seguros en la ciudad santa. La
secunda muerte no tiene poder sobre los que tuvieron parte en |a
rimen, resurrección. Mientras D.os es para los imp,os un fUeg0
I1
dee\orador, es para su pueblo un sol y un escudo. Apocal.psis 20:6;
Salmos 84:11
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y ]a
primera tierra han pasado”. Apocalipsis 21.1 (VM). El fuego que
consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la
maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los
redimidos las terribles consecuencias del pecado.
Solo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las seña­
les de su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus ma­
nos y en sus pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectua­
da por el pecado. El profeta, al contemplar a Cristo en su gloria,
dice: “Su resplandor es como el fuego, y salen de su mano rayos de
luz; y allí mismo está el escondedero de su poder”. Habacuc 3:4
(VM). En sus manos, y su costado heridos, de donde manó la co­
rriente purpurina que reconcilió al hombre con Dios, allí está la
gloria del Salvador, “allí mismo está el escondedero de su poder”.
“Poderoso para salvar” por el sacrificio de la redención, fue por
consiguiente fuerte para ejecutar la justicia para con aquellos que
despreciaron la misericordia de Dios. Y las marcas de su humilla­
ción son su mayor honor; a través de las edades eternas, las llagas
del Calvario proclamarán su alabanza y declararán su poder.
¡Oh, torre del rebaño, colina de la hija de Sión, a ti te llegará; sí, i
ti vendrá el dominio anterior!” Miqueas 4:8 (VM). Llegó el mo
mentó por el cual suspiraron los santos desde que la espada de fue
go expulsó a la primera pareja del paraíso, el tiempo de “la reden
ción de la posesión adquirida”. Efesios 1:14. La tierra dada al prin
cipio al hombre para que fuera su reino, entregada alevosamente
por él a manos de Satanás, y conservada durante tanto tiempo por e
po oroso enemigo, ha sido recuperada mediante el gran plan de f
re encion. odo lo que se había perdido por el pecado, ha sido res-
d'Ce Jeh0Vá' [ - ] el que fem ó la tierra y la hizo, el
fo r m ó ” i f Y W n vano la oteó, sino que para ser habitada la
formo . Isa,as 45:18 (VM). El propósito primitivo que tenía Dios al
crear la tierra se cumPle al convertir*
los i*>imid° s;, “L° S justos heredarán L f e V ’ ™°rada cte™' de
pre sobre ella . Salmos 37:29. ‘'tira, y vivirán para siem-
gl temor de hacer aparecer la futura ha
d0 material ha inducido a muchos a e s n i r i í r '° S S!",tos demasia­
r e nos hacen considerar la tierra comí Zar aquellas verdades
garó a sus discípulos que iba Crist0 a-
L a de su Padre. Los que aceptan u™ ™ nsiones para ellos en la
pios „o ignorarán por completo lo q u e ^ r e ^ r e d I '* Pa'abra de
tial. Y sin embargo son “cosas que ojo no vio ni o 1 P
jamás entraron en pensamiento humano las c^sas grandToueTa
preparado D.os para os que le aman”. 1 Corintio! 2:9 (VM) El
^i r • la recompensa de los justos
Solo la conocerán quienes la contemplen. Ninguna inteligencia li­
mitada puede comprender la gloria del paraíso de Dios.
En la Biblia se llama a la herencia de los bienaventurados una pa­
tria. Hebreos 11:14-16. Allí conduce el divino Pastor a su rebaño a
los manantiales de aguas vivas. El árbol de vida da su fruto cada
mes, y las hojas del árbol son para el servicio de las naciones. Allí
hay corrientes que manan eternamente, claras como el cristal, al
lado de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los
senderos preparados para los redimidos del Señor. Allí las vastas
llanuras alternan con bellísimas colinas y las montañas de Dios ele­
van sus majestuosas cumbres. En aquellas pacíficas llanuras, al
borde de aquellas corrientes vivas, es donde el pueblo de Dios que
por tanto tiempo anduvo peregrino y errante, encontrará un hogar.
“Mi pueblo habitará en mansión de paz, en moradas seguras, en
descansaderos tranquilos”. “No se oirá más la vio encía'en' “ ’
la desolación ni la destrucción dentro de tus temimos; sino^queto-
marás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza . ^ d .fic a r^
casas también, y habitarán en ellas; P ' pla; tarán para que
fruto. No edificarán mas para 1ue j u¡ufructo de la obra de
otro coma; [...] mis escogidos ago
sus manos”. Isaías 32:18; 60:18, • > .. ,
« Jni v el yermo se regocíjala
Allí “se alegrarán el desierto y e sequ ’ gubirá ei abeto, y en
Yflorecerá como la rosa”. En vez t ^ el i0bo con el corde­
l a r de la zarza subirá el arrayan . , cabrito; [...] y un niñit0
ro, y el leopardo sesteará junto co todo mi santo monte ,
conducirá”. “No dañarán, ni destruirán
, . |3- , , :6, 9 (VM). El dolor no pued
I V I; 5 5 - u ’ ¡ n0h a b r á m a s la g r im a s , n i c J
j ic o cl Sortor ^ ; ; tc J c | c ic lo - A , ! d e d u c ] o . “ Y la m u e r t e n o Ser¡
oMsti.' c c ' ^ ¡ n n m i ' f MC/ " ..in o r , „j d o l o r ; p o r q u e la s c o s a s de
tojos tVii'ol’i . • ,„ id o ■ > V e l h a b i t a n t e : E s t o y e n fe r m o - a.

sid0 perdonada su iniquidad"


p u eb lo quo’ ^ iaes 3 3 : 2 4 ( V M ) -
\pocalips,s 21-4 - m e t r ó p o l i d e l a n u e v a tie r r a g lo rifi.
Mli está la n u eva J e n s e n , ^ fflan0 d e J e h o v á , y u n a d ia d e m ,
cada, "corona de her. o m D io s „ >lgu , u z e r a s e m e j a n t e a u n a p ie.
real en la mano de n ú e s .^ j aspe, t r a n s p a r e n t e c o m o e l cris-
dra preciosísima, como y^ ^ , u z d e e l l a ; y l o s r e y e s d e la tierr
tal". "Las n a c io n e s a^ g e ñ o r djj 0 . « y o m e a l e g r a r é c o n Jerusa-
traen a ella su glona • 1q„ « *E1 t a b e r n á c u l o d e D i o s e s tá aho-
lén - >' n;e g “ ^ h re°s É l morará c o n e l l o s , e l l o s s e r á n s u p u e b lo , y
ra con los h °> c o m o Su D i o s ” . I s a í a s 6 2 : 3 ; A p o c a lip -

" , l T 4 Isaías 6 5 : 1 9 la
( R V 9 5 ) ; A p o c a l i p s i s 2 1 : 3 ( R V 9 5 ) . En
ciudad d¿ Dios “no habrá y a m á s n o c h e ” . N a d i e n e c e s i t a r á n i desea-
rá descanso. No habrá q u ie n s e c a n s e h a c i e n d o l a v o l u n t a d d e Dios
ni ofreciendo alabanzas a s u n o m b r e . S e n t i r e m o s s i e m p r e la fres­
cura de la mañana, q u e n u n c a s e a g o s t a r á . “ N o n e c e s i t a n lu z de
lámpara, ni luz del so l; porque e l S e ñ o r D i o s l o s a lu m b r a r á ” . Apo­
calipsis 22:5 (VM). L a lu z d e l s o l s e r á s o b r e p u j a d a p o r u n brillo
que sin deslumbrar la v is t a e x c e d e r á s i n m e d i d a l a c la r id a d de
nuestro mediodía. L a g lo r ia d e D i o s y d e l C o r d e r o i n u n d a la ciudad
santa con una luz q u e n u n c a s e d e s v a n e c e . L o s r e d i m i d o s a n d a n en
la luz gloriosa de u n día e te r n o q u e n o n e c e s i t a s o l .
No vi templo en ella; porque el Señor D ios Todopoderoso, y el
de DioTtip0 e ,templ° de ella” Apocalipsis 21:22 (VM). El pueblo
el Hiio uAhn PnV1 tener cornunión directa con el Padre y
j°” 1 Corintios S m S T v ® * 6* T ™ P° r m e d Ío d e
como en un esDeio en , 2 VeT S la im aSen de Dios reflejada
obrar para con los h h °^ ras de la naturaleza y en su modo de
s’n velo que nos lo o cM t^ p ^ er° entonces le verem os cara a cara
rcnios la gloria de su rostro Staiemos en su presencia y contempla'

d e s í am?r y simpatía n n í niC01T10 son conocidos. Los sentirme*1'


c 10garán del modo más r miSmo Dios im plantó en el alma, se
o m p l e t o y m á s d u l c e . E l tr a to p uro c° n
seres santos, la vida social y >,rm .
y T . loS ncl“ de todas las'c<|S;;,C<,n ',>s ***** bicnaven-
ras Ylas emblanquecieron cn t u« lavaron sus vcsíídu
dos que unen a “toda la íamilij, c u b V •• .,C<)riluro>'<» lazos sagra-
sios 3:15, VM), todo eso constituye h (n T ° Si’ y c" la ''erra” ( Efe-
A,,í intelectos imnorta,es contempla, • ' < ’« - " - id o s .
villas del poder creador, los misterios m CternH llcleilu lils mara-
Imbrá enemigo entel y engañador nar, ., ? amor rcdentor- A llí no
Toda facultad será desarrollada ^ 3 .quc se ()Ividc a Dios,
adquisición de conocimientos m V c a n s tflT C'.di| d aumen,ada- La
las energías. Las mayores empresas no , • la. ntell«cnt,a ni potará
cerse las aspiraciones más a cab"> aatia(a-
das ambiciones; y sin embargo surgirán nuevas ah’ mdS CnCumbra'
nuevas maravillas que admtrar, nuevas verdades que comprender’
nuevos objetos que agucen las facultades del espíritu, del alma y del
cuerpo.
Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimi­
dos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en
incansable vuelo hacia los lejanos mundos; mundos a los cuales el
espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de
dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma
redimida. Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan
del gozo y de la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten
los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante
siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios. Con visión
clara consideran la magnificencia de la creación, soles y estrellas y
sistemas planetarios que en el orden a ellos asignado circuyen el
trono de la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito
en todas las cosas, desde las más pequeñas hasta las mas g.andcs, y
en todas ellas se ostenta la riqueza de su po cr.
v .., , a . la eternidad transcurran, traerán consi-
Y a medida que los anos de la e ^ respect0 de Dios y de
go revelaciones mas ricas y aun ^ sivo> as¡ ,ambién el
Cnsto. Así como el conocimt ^ Cuanto más sepan
amor, la reverencia y la dicha <■ admirarán su carácter. A me-
los hombres acerca de Dios, tanto tna ^ redención y los hechos
dida que Jesús les descubra la fique |os corazones de los
Sombrosos del gran conflicto ce> s¡empre más ferviente, y
redimidos se estremecerán con g miríadas de mt-
con arrebatadora alegría tocaran sus arpas
de voces se unirán para engrosar el
riadas y millares de millares
potente eoro de alabanza.
••y , ,oda eosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo
di I, ticm y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos las
oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que esta sentado
sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos. Apocalip-
sis 5:13 (VM).
El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores.
Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y
de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan
vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infini­
to. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto,
todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin
mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.
¡Caos y Desastres Naturales
Vendrán Sobre la Tierra!
Una Ley Dominical establecerá
LaMarca* dela Bestia
¡Las Leyes Dominicales se acercan!—El viernes 15 de Junio del
2007, en la edición de fin de Semana en la sección de Opiniones del
Diario Wall Street Journal, en la Pág. W -ll; apareció un artículo
escrito por Mollie Ziegler Hemingway, titulado: “La decadencia del
Sábado en América: Menos oración, más juego y trabajo.” Este ar­
tículo circuló mundialmente sobre 2 millones de personas, promo­
viendo guardar el domingo y enfatizando leyes de cierre si fuese
necesario, con tal de salvar nuestra cultura. Este artículo fue coloca­
do en la misma página donde estaba el editorial del Diario Wall
Street. El diario USA Today respalda la observancia del domingo en
un artículo escrito por Gladys Edmunds el 24 de octu re e s»
titulado: “Es mejor que tomes un descanso, antes que te desplomes.

Similares anuncios han aparecido en diari°s a ^ ^ o n o ^ T r o h ib b


el resto del mundo: ' ? > Asociada, 27 de
cion de Compras en Domingo en C » trabajar en do-
mayo del 2008, “Barbero de Louisiana mu 44>c do-
? 8 „■ T i « ,7 * —
mingo? Francia dice No, W Z jf f ^ p ^ n s a Aso-
S3, 1 de febrero d e l2009, ‘‘Una ^U rjbuidores de automóviles p¡-
Clada, 5 de diciembre del 2008 ‘ domingo” Estos son so-
den legislación para Proh’^ ‘^¡ “ Jntes''publicaciones quienes recien-
munos cuantos titulares de díte domingo. Deberíamos dai
temente han apoyado la observancia .■ ntes sobre asuntos que
bienvenida a discusiones sanas e inteligent
. tanto ,la moialioau
aleetaran rnv„\'u\ como
co ]a economía de nuestra nación,
4 ,, /.¡(MTinlos de cómo el movimiento dominical
Estos son unos cuantos cjcmpi iu,,rVinc máo a
está ü'urindo ímpetu alrededor del mundo. Muchos mas ejempl0s
esta kunniKio I . • s j j ce qUe la legislación domini
pueden ser citados. La historia nos un, 4 * uinini~
cal, no importando cuan sincera pueda aparecer, siempre traerá
persecución a las pequeñas minorías. La profecía declara que tal
intolerancia religiosa será otra vez reaviva a as a e pun o en que
“ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la
MARCA*, o el nombre de la bestia, o el numero de su nombre.”
Apocalipsis 13:17. Desde esta perspectiva profética podemos ver
que la iglesia y el estado se unirán, y todas nuestras mas acaricia­
das libertades se perderán. Que Dios tenga^misericordia de nosotros
cuando estos días “estén en cumplimiento. (Juan 14.29).
El Sábado Desde Una Perspectiva Bíblica
Jesús: “Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, confor­
me a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a
leer.” (Lucas 4:16).
Jesús declaró: "... El sábado fue hecho para el hombre* [Griego:
anthropos, humanidad]” (Marcos 2:27). La palabra para hombre
en este versículo es la palabra griega “anthropos,” significa huma­
nidad, y no solo se refiere a los judíos. Vea también Isaías 56:2-6.
“El Hijo del hombre es Señor del día de reposo.” (Mateo 12:8).
Muchos dicen que Apocalipsis 1:10 es usado para señalar que el
domingo es el día del Señor: “Yo estaba en el espíritu en el día del
Señor. La palabra griega para (del Señor) es Kuriake y hemera
para (día). Así que, ¿Cual es el día del Señor? Jesús contestó esta
pregunta por sí mismo: “El Hijo del hombre es Señor (Kurios) del
d,a de reposo (Mateo 12:8). A través de toda la escritura, el
■“ * « * * o í» .

D“ Í “ E . 'Í ” " S a b b a th d íl SESO R »

sábados disputó cori eU ™ d e^Sp mbraba’ ®ntró a ellos, y por tres


enes de las Escrituras.” (Hechos 17:2-3).
Y disputaba en la sinauoua tnHn i 0 ,
y a griegos.” (Hechos 18:4) S ° S S^ ados>y persuadía a judíos
ral'"' dcc ! ° - "Por tamo, qilcd,
-sabbatismos o guardadores del ¿ilvm £ec® * (del griego
porque el que ha entrado en s„ reposo^ I f f 3 el l»«*lo de Dios,
sus obras, como Dios de las suyas.’ (Hebreos*^ í ó f ' rep<>!ií,do de
-Porque en un cierto lugar dijo así ,t„t ..
j c todas sus obras en el séptimo día.” (H ebréosV ^ Y reP°SÓ D'°s
Pablo y los gentiles — “Y saliendo ellos He u „■
dios, los gentiles les rogaron que el sábado «• 8° f a de los Ju­
stas
«tas palabras.
palabras. Y
Y el
el sábado
sábado sia„;»,,f„
simtiemé “i t “do
i " slS,llentc les hablasi
8" ? ? ! T hablasen
otr la palabta de Dios. (Hechos 13: 42,44). El libro de los hechos
registra
1® 84 sábados en os cuales el apóstol
*dieb ei n n ó ^ i Pablo y sus asociados ,
mantenían servicios religioso (Hechos 18:4, 11). Sin embargo no
hay UNA palabra en toda la Biblia que autorice el guardar el do-
mingo en lugar del séptimo día Sábado.

Discípulos Y era día de la víspera de la Pascua; y estaba para


rayar el Sábado. Y las mujeres que con él habían venido de Galilea,
siguieron también y vieron el sepulcro y como fue puesto su cuer­
po. Y vueltas, aparejaron especias aromáticas y ungüentos; y repo­
saron el Sábado, conforme al mandamiento; (Lucas 23:54-56).
Note usted que Lucas, un escritor NO judío, al escribir su evan­
gelio, seguía llamando al Sábado (el séptimo día de la semana),
mandamiento de Dios.
“...Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de
Jacobo... Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al
sepulcro, ya salido el sol... Y entradas en el sepulcro, vieron unjo-
ven sentado... Más él les dice: No os asustéis: buscats a Jesús Naza-
reno, el que fue crucificado; el hai resucito ^ ^ resurrección>
^ota: Todos sabemos que el doming „ , evjdente que
“cuando amaneció, el Sábado ya había q
d Sábado es el séptimo día; el día anterior al domingo.
r H lev v los profetas: no he
penséis que he venido para a roga ^ ^ «p orq lie de cierto
Vemdo para abrogar, sino a cump ir- a tierr£lj n¡ una jota ni una
0s digo, que hasta que pasen e cíe ^ cumplido.” (Mateo
«*> Pasará de la ley, hasta que tod J menos que 59 rete-
5:18). A través del nuevo testamento y
reacias en relación al Sábado.
, Mueva Tierra
n sábado en la
V I'I nueva tierra, que y o hago, p0r,
, los cielos nuevos y ‘ , pcrmancccra vuestra
^ de mí. * * mCs en mes, y de Sábado
ándente y vuestro nombre, s adorar d e la n te d e MI, dijo
sábado, vendrá toda u g cu erd o B Coloscnses 2:14-17,
IEHOVA.” ('saías, 6 6 72 L , j v dades a n u a les, o lo s S á b a d o s (plural)
los sacrificios con las 7 testi a d o s en L e v it .c o s 23 y otros
d e m o n ia le s tales com o « n ^ , a cruz> y a q u e la vida y
textos, fueron clavados [a , ¡flcad o d e e s to s S á b a d o s anuales,
trabajo de Cristo cum plió g M an d a m ie n to , e l c u a l e s Eterno,
Pero no el dcI Sabado e Cuarto m ucho antes de que d
ya que fue dado al hoinbi -s 2'2-3)
pecado fuera introducido en la fierra (Genes.s 2.2 i).
__ • 1 T| *11*

Millones de cristianos fieles asisten a la iglesia cada domingo, el


primer día de la semana. Ellos hacen esto pensando en que de algu-
na manera hubo un cambio en el día de adoración. Otros guardan el
domingo porque no están concientes de que Dios apartó el séptimo
día como Su día santo y no el primer día de la semana. Es verdad
que hubo un cambio, pero ¿Por quién? Hay sólo 8 textos en el Nue­
vo Testamento que hablan acerca del primer día: (1) Mateo 28:1,
(2) Marcos 16:1-2, (3) Marcos 16:9, (4) Lucas 24:1, (5) Juan 20:1,
(6) Juan 20:19, (7) Hechos 20:7-8, (8) 1 de Corintios. 16:1-2.
Los primeros cinco textos simplemente mencionan que las mujere
ueron a sepulcro temprano, en la mañana de la resurrección (do
Tstaban ryPnüeHJeSí S hab‘a resucitado- E>sexto texto revela que ello
bién podrían ser por. ™edo a los judíos” pensando que ellos tam
ban escondiéndose™? ? ? e ? / 0™0 lo 6 1 6 su Salvador. Ellos esta
la mañana; no hay’allí nina. ° Un SeryiC10 de cult0 el domingo pe
Séptimo texto es Hechos 20 7 ? l? ‘EÍC1Ón de* cambio del Sábada E
dos los discípulos para nartfi i b pnmer día de >a semana, reun
de salir al día siguiente- v al« ' ^an’. ^es enseñaba, habiend
h^bía muchas lámparas en Ui^° ^ ^feeurso hasta la medianoche.'
<)s- aPosento alto donde estaban reun
Esta era una reunión de Síh a
P™'* día de la semana £ ^ 7 h n°Che ~ la Pa«e oscura d.
eri’ acuerdo al tiempo bíblic*
el primer día comenzaba al
un día.’ (Genesis 1:5). En o tl ' dcccr- ‘‘V fue b, ,
decer) es cuando el día c o a la pucsh d i / '*! m ñí,n*
cuto hoy. La Biblia registra los <)¡’ n°,3 ,a niedia noche 1 “° ^ aíí,r’
El séptimo día sábado c o m í/ d,ds de PUesta de sol 0,1,0 Sc ca,~
primer día de te s c n Z ^ Z ^ d Vie™es
puesla del sol. Pablo estaba reunidrT 61 atardec<* del Sábado a f '
durante la paite oscura del día n, d 60 el Primer día de |» 1 “
noche. Recuerden, Hechos 20:7-8 h ¡h T Uí,lmenlC el Sáh / porla
muchas luces. Pablo pasó el d o m la c én ^ de com° “habían
Asom Nosotros no ventos ningún afnbL "“ T " 3 VÍaJa"d° hacía
to el domingo. 6 Cambl° 0 mandato a guardar san-

La traducción Nuevo Mundo dice, “El Sábado en la noche, reunidos


para el partimiento del pan, Pablo, que tenía que salir al día siguien­
te... Hechos 20.7. El último texto que menciona el domingo se
encuentra en 1 de Corintios 16:1-2: “En cuanto a la ofrenda para los
santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las igle­
sias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros
ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que
cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” Este versículo
no habla acerca de un servicio de adoración en la iglesia. Note co­
mo la Biblia versión Internacional traduce este verso: “Después que
el Sábado termine, cada uno de ustedes debería poner aparte y guar­
dar algo de sus ganancias en proporción a lo que tengas, para que
cuando yo llegue, no se tengan que hacer colectas.
ispués que el Sábado termina, el séptimo día, el primer día de la
nana es el mejor tiempo para apartar dinero y así no gastar o en
resto de lasemana. Pablo le dijo a la iglesia que hicieran esto pe­
que cuando viniera, lo cual sucedía siempre en e “ P ™ ’
bado (Hechos 13:42, 44), la iglesia no tuviera que tratar de reco-
- todo de una vez. El argumento es hecho para que se pueda gua
•el domingo santo en honor a la resun-eccton de ™ ™
go esta costumbre está basada en a tra teto manda a con-
5, ,6; Mateo 15:9, .4) Sin embargo de, bautismo
morar Su muerte, sepultura y r 64 5
mersion no aspersión]. Por tavo
„ . . • „. “No hay evidencia de que en los pn-
Encíclopedia Británica. " y fom)a Je observancia del
ros años de la Cristiandad hubo aig
, ,lc I ilfiin c c s c g e n e r a l d e tra b ;i.
....... in .,- H rilftnica, A rtic u lo : H o n ,in ,,,
¡0 M ( i d i c i ó n m ' V . '
1 lcneYClO|>C‘d ia .O lg )'
O I

"""■' ‘ , , m liy b i e n q u e e l d o m i n g o p r o n t o Sc
I t m ilis t» : “ I’" 1' s u p u e s to , . ^ |l í s U „-i¡i c r i s t i a n a , c o m o p o d e m o s
c o n v ir tió e n u l' ‘'^ V ^ im io o o s y o t r a s l u e n t o s . ¡l> c r o q u é p e n a q Uc
s e r e n lo s 1‘a d ic s , „ ..M¡ s m o , y b a u t i z a d o c o n e l n o m b r e d el
v ie n e m a r e a d o c o n c I b - | . , ¡ ,p o s t a s ía p a p a l, y d eja d o
ltio s s o l. a ' S Í L o ( D r . I.5.T. l l i s c o x , a u t o r r i e l

M ^ l í H m rtista. T o .iu .d o d e u n a c o p i a I b t o s t á t i c a d o u n a d e c la r a -

c ió n n o ta r i/iu la p o r c l D r. I l i s e o x ) .

Católicos Romanos: "Pregunta: ¿C uál es el d ía de a d o r a c ió n ?


Respuesta: E l S á b a d o e s e l d ía d e a d o r a c i ó n . Pregunta: ¿P orqué
en to n ces ob serv a m o s el d ía d o m in g o en ve/ del sá b a d o ?
Respuesta: O b serv a m o s el d o m in g o en v e / d e l s á b a d o p o r q u e la
I g le s ia C a tó lie a tr a n s fir ió la s o le m n id a d d el Sábado al d o m in ­
g o ." (P e te r G e ie r m a n n , The C o n v e r t ’s C a te c h is m of C a t h o lic
D o c tr in e , 1 9 5 7 e d it io n ) .

Católicos Romanos: “ P o r s u p u e s t o la I g l e s i a p r o c l a m a q u e e l c a m -
b to tu e un a c to d e su a u t o r id a d ... y e s c a c t o e s la M A R C A * d e su
autoridad eclesial en asuntos religiosos.” (11.F. T hom as, Chancellor
oí Cardinal Gibbons. Nov 11, 1895)

£^;rírgr“iaatrav6sde,afc”
D io s ta m b ié n d ic e
2:8) , jc sú s

Y o |m a n d a m i c n t o s ( J u a n 1 4 : l 5 ) '
ta m -

m a n d a m ie n to s e l tal ’ Y lc c o n ° z c o , y n o g u a r d a s u s
Juan 2 :4 , 5 ). D io s í l ^ T T ^ ’ y ,a ^ r d a d n o e s t á e n é l . ” (1
(S a n tia g o 2 : 1 0 ) . a Ce B a r d a r t o d o s lo s 1 0 , n o s ó lo n u e v e
¡Strá que Pronto se Rcqucrini esa Prueba Religiosa por Ley’
■Tiene Alguien el Derecho de Cambiarlos o Quitarlos?
En los recientes años, la distinción entre In , ■
10 bUT d yE °tn h '° ’ ha | Ídt° ampliamente eliminado demro de'nuestra
sociedad. Esto ha resultado en una crisis cultural que amenaza con
destruir las ratees de la civilización. Nuestra nación está rechazando
el punto de vista bíblico de que la ley de Dios es una norma absoluta,
un sistema de valores inmutables que sirven para determinar la
moralidad la regla básica de lo correcto y lo incorrecto. Porque la
civilización es imposible sin ley, y el hombre necesita reglas y
regulaciones justas para poder vivir junto a otros, es que Dios nos dio
Sus Diez Mandamientos, los cuales tratan con ambas cosas; con la
relación entre unos y otros y la relación con El, Nuestro Creador.
La Ley N atu ral / V ersus / La Ley Revelada — Las leyes son bá­
sicamente un control sobre las acciones y conductas humanas, y hay
dos fundamentos: la ley revelada, dada por Dios a través de Sus
Santas Escrituras; y la ley natural que es discernible por todos los
hombres — la ley con la cual la naturaleza ha enseñado a todos los
seres vivos. La ley natural es usualmente definida como “vivir ho­
nestamente, no hacerle daño a nadie, o darle al otro lo que le corres­
ponde” y es un intento de establecer moralidad, basado sobre la ob­
servancia del orden natural y el contexto cultural. Sin embargo, las
regulaciones de la conducta bajo la ley natural no son suficientes
para la humanidad, ya que el raciocinio y conciencia del hombre son
a menudo enceguecidos, distorsionados, obscurecidos o pervertí os.
En contraste, los Diez Mandamientos de Dios son un codtgo mora
absoluto, eterno e invariable; que trasciende todos los tiempos y las
culturas. La ley natural está sujeta a cambios evolutivos X P™8'«s .
vos; cuando la humanidad progresa, así progresa su ,™r‘ ‘
por el contrario la humanidad se desvía, su percepción sob recu ro
Hdad es disminuida. Es «ntonceS “ “ C^ erq ae|ad humanidad, dándole
alta norma de moralidad se lo haga
. «'ira cinc in le r p r e tc n c o r r e c ta m e n te la ,
p iv eep t® * c s p e c in e iis • ‘ s i g n jfiCa " v iv ir h o n esta m en te C!
Natural ‘ f l T Í i c • cada cual lo suyo." La Ley de no
hacer daño
hacer daño a mito,
n.ulit, « < ___ ('RolTia„O
ámanosS 7:12:
7:12; Salmos 1119:152)7,?
19:lso\ . e'
S |" 'a '.nm suida a las p r e fe r e n c ia s p e r s o n a le s , s e n tim ie n to s !
deja a la g i • > ‘ a la m o r a lid a d . C a d a u n o d e su s diez

principios e te r n o s, e s c r ito s
' co r n s'son e n d o s ta b la s , la s cuales soñ
o rnar la conducta h u m a n a e n a m b a s r e la c io n e s , en nuestra
relación esp iritu al c o n D io s y n u e str o c o m p o r ta r m e n to s o c a l hacia la

humanidad.
Los Primeros 4 M andamientos
Para una Renovación Espiritual
La primera tabla de los Diez Mandamientos tiene que ver con la
relación espiritual del hombre o la mujer, con su Dios. Estos cuatro
primeros mandamientos fueron específicamente designados por Dios
como una base de las observancias religiosas y actos de adoración.
Nincún otro ser humano u organización religiosa, mucho menos el
gobierno civil puede imponer, obligar o prohibir esa relación. Esta
relación personal con Dios depende de la conciencia individual de la
persona. Ciertamente todos tenemos el derecho de la libre expresión
en orden de discutir, persuadir, enfatizar, predicar, y publicar a otros
cual es nuestro entendimiento con respecto a la adoración a Dios y
las observancias religiosas.
También tenemos el derecho de animar a otros a cambiar sus creen­
cias religiosas. Pero nadie, excepto Dios mismo, tiene el derecho de
castigar por fallar en el cumplimiento de alguno de estos primeros
cuatro mandamientos. Todas las “ofensas” en contra de Dios, serán
contestadas en Su tribunal. “Porque es menester que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que hubiere hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno ó
malo. ( Corintios 5:10).

j» ^ m ie n to - “No tendrás dioses ajenos delanl


fu!’ °, ' ^ ^ Etemo, el que existe por sí mismo, el qu
s u n d í n ’ ? ftlCnte mÍSma <lue sostiene todo, es por Sí mi
nen e supremo para ser reverenciado y adorado.
^ 2 * . Mandamiento - “No te harás imagen, ni ninf
en las anuas <luh ?uc esl®arr")a en el cielo, ni abajo en la «err;
bon^ás ” a ‘ie™ le inclinarás á ellas, 0
)• Este mandamiento prohíbe la adora'
¿el verdadero Dios a través de ¡m '
ligiones hacen imágenes para quc ° «¡'nilitudcs. Muchas re­
dorada, pero Ríos declara que este ip" de a°, °"US la ^ « d sea
i»«"w de r^Pre«en«ar al Eterno con o f e,os f ^ 1?" es P<*ado. El
es el tratar de llamar la atención a la n nalcs Pilra adorarle
por este hecho, la concepción de n „ T en vez de ¡'l Creador,
perdiendo valor. s’ ha venido gradualmente
El Tercer M andam iento — “n 0 toma • >
Dios en vano; porque no dará por inocem? ,e' nomb,re de Jeh°™ ‘u
nombre en vano.” (Exodo 20:7). Este manda h° Va “ qUe tomare su
los falsos juramentos, y los comunes =■ m,ent0 no sol° prohíbe
Z del nombre de Dios de u n a Z t e m 2 ° qUe !ambién Prohibe el
siderar su enorme significado. Por la m encióV des^Ldadefnom -
bre de Dios en las conversaciones comunes, el solicitarle cosas sin
importancia y la frecuente repetición de Su nombre sin pensarlo
nosotros le deshonramos.
El Cuarto M andam iento Acordarte has del día del reposo, para
santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; Mas el séptimo
día [el Sábado] será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra
alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia,
ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: Porque en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos
hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del
reposo y lo santificó.” (Exodo 20:8-11).
El Séptimo Día Sábado, no fue introducido como una nueva institu­
ción sino como algo que ya había sido fundado en la creación (Gé­
nesis 2:3). Dentro de este mandamiento se encuentra el ‘ sello o la
“marca” del Dios Viviente (Apocalipsis 7:1-3). Solo dentro del
mandamiento del Sábado es encontrado el nombre (Señor Dios),
posición (Creador), ju risd icción (los cielos y la tierra), de Uno que
hizo la ley. (Exodo 20:8-11).
Similarmente, el Sello del Dios Viviente está :fundado en d princi­
pio de la creación: “En el principio Dios (Su nombre orco (Su
títujo/Creador) los cielos y la
■ l- El Sábado es un conmemorativo Haccdor de los cielos y
Su creación, la cual señala a Dios coi )os dioses falsos. El
'a tierra y distingue al verfader° bs'e“ ado como un conmemorativo
sabado debe de ser recordado y rdan este día, dan a
al trabajo del Creador. Todos los qu g
, mi doradores del Dios-Creador. ^
ilcnlosimr con su dc lealtad a Otos “Ata el tesümon¡0'
sábado Xlene a ser^« • ; ,()S " (Isaías 8:16). \ les di también
sella la lev entre ñas d - e llo s , para que supiesen que
sábados que ."¡fico." (E«quiel 20:12). “ Y santificad J
se soy Jelun a que vosotros, para que sepáis quev.
sábados, y sean por. ( i->n.aQ)
sov JEHOVA.” (Ezequiel 20—0).
n. pc también encontrado en el Nuevo Testamento-
El sello de Otos • (Su título de Creador) el mundo y
-Dios (Su nombre) q siendo el Señor de los cielos y l
’°daS I T h a b i t a en ...” (Hechos 17:24). Aunqí
1'eTel Espíritu Santo el que nos sella (Efesios 1:13, 4:30), el séptir
a sábado es un símbolo del sello del Dios Viviente.
-Dios ha designado el séptimo día como Su sábado (Exodo 31:13,
1618) Así la distinción es trazada entre el fiel y el infiel. Esos que
desean tener el sello de Dios en sus frentes, deben de guardar el
sábado del cuarto mandamiento, asi se distinguirán de los infieles
quienes han aceptado una institución hecha por el hombre, en lugar
del verdadero Sábado. La observancia del día de descanso de Dios,
es una marca de la distinción entre el que le sirve a Dios y el que no
le sirve. CBA. Yol. 7 pág. 981.
Los 6 Ultimos Mandamientos / Para una Coexistencia Pacífica
La segunda tabla de los Diez Mandamientos tiene que ver con la
relación del hombre hacia su prójimo. Estos seis mandamientos
fueron dados a nosotros por Dios, para el bien de la sociedad y son
diferentes de los primeros cuatro, porque nuestras obligaciones hacia
a sociedad no son dejadas a la conciencia de cada persona.
proposito e estas leyes es proteger y defender dentro de la socie-
bót,)PHdT Cih0/ , e Cada Uno a la vida> la propiedad, libertad v la
y esforzar " El g°biem° civil tiene la tarea de defender
formación Hp T pn?c*pios Por leY> porque esto tiene que ver en la
Píos de estos vaiS°Cle ^ Necesitamos leyes que reflejen los princi-
piedad y Z i r Pr° tecció* d e Ia vida, igualdad, pro­
interferido con nhot/^ im°^doar tu propia vida. Nadie debería ser
hsla segunda t a b l a ^ ° S arbitrarios a que persiga estos objetivos-
destructivo y fmalinpnf16 P° r modvo’ refrenar el comportando1110
Propiedad, proveyendo in Ctastigar el mal, protegiendo la vida y a
"“ »• ” - S s » e™
Para“ reformar
V“ *-*• e“ *■ ar
o regenerar .2
cspiiiluulmente, sino para obligar a la humanidad de una manera
jusla, civil y pacifica, Estas leyes ensenan igualdad ante Dios e iuual-
d¡id y opouunidiid pam todos. Las leyes civiles deberían reflejar los
principios do estos sois últimos mandamientos para el bienestar de la
sociedad. La Santa hseritura apoya el derecho del gobierno civil a
castigar a esos cpie abusan de estos derechos, específicamente de la
segunda tabla de los Diez Mandamientos (Favor lea Romanos
13:10).
LI Qnínlo Mandamiento — “Honra á tu padre y á tu madre, porque
tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” (Exodo
20:12). A los padres se les ha dado el derecho a cierto grado de amor
y respeto el cual no se debe a otra persona. El quinto mandamiento
requiere que los hijos no solo respeten, se sometan y obedezcan a sus
padres, sino también que se les brinde amor, ayudándoles en sus cui­
dados, guardando su reputación, socorriéndoles y confortándoles en
su edad avanzada. Este mandamiento también ordena respeto por los
ministros, gobernantes y otros a quienes Dios ha delegado autori­
dad.
El Sexto Mandamiento — “No matarás” (Exodo 20:13). Todo acto
de injusticia que intente acortar la vida; el espíritu de odio y vengan­
za; la indulgencia o cualquier pasión que conduzca a hechos injurio­
sos hacia otros; el descuido egoísta del cariño por los necesitados y
los que sufren; toda satisfacción egoísta o labor excesiva que tienda a
causar daños a la salud, todas estas son de un grado mayor a un gra­
do menor, violaciones al sexto mandamiento.
El Séptimo Mandamiento — “No cometerás adulterio.” (Exodo
20:14). Este mandamiento no solamente prohíbe los hechos públicos
de impureza sexual, sino también los pensamientos sensuales y cual­
quier otra práctica que tienda a excitarlos. La pureza es demandada
no solo en la vida externa, sino también en los intentos secretos y las
emociones del corazón.
El Octavo Mandamiento — “No Hurtarás” (Exodo 20:15). Este
mandamiento condena el robo. Ya sea un robo nacional por guerras,
conquistas, esclavitud o simplemente no pagando una deuda, este
mandamiento demanda estricta integridad en cada detalle de la V1 a<
declara que cada intento de tomar ventaja egoísta de la ignorancia,
debilidad o infortunio de otros, es registrado como un fraude en los
libros del cielo.
El Noveno Mandamiento — “No hablarás contia tu prójimo fa
nos de engañar es lo qne cons 1 * n ca)cuiada para transmitir
exagerada, cualquier d ¿ g dcclaracÍ0nes de hechos en tal
una impresión ertonca, ' mandamiento prohíbe cada
manera que conduzcan a la mea» ™ , a , iver_
e s t u c a por perjudicar ta repute y’chis£ cs. lncluso la
to’ventad por >a cual oíros pueden salir
perjudicados, es una violación a este precepto.
El Décimo M andamiento - “No codiciarás la casa de tu prójimo,
no codiciarás la mujer de tu prójimo, m su siervo, m su criada m su
buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo." (Exodo 20:17). Este
mandamiento ataca la mera raíz de todos los pecados, prohibiendo
los deseos egoístas de los cuales los hechos pecaminosos surgen. El
que busca obedecer la ley de Dios se refrenará de la gratificación
propia, incluso del deseo pecaminoso de tener lo que pertenece a
otro.
Abusos en el Nombre de la Religión — Las así llamadas creencias
religiosas que son destructivas por naturaleza, por ejemplo: la poli­
gamia, perjurio, asesinato, asalto o cualquier otra cosa, no son solo
actos altamente irreligiosos, sino también incivilizados. El gobierno
civil tiene el derecho de castigar tales actos.
El estado no debe prohibir el ejercicio de la religión, pero debe pro­
teger la propiedad y la vida, y al hacerlo nunca pregunta si el robar,
matar, mentir y la bigamia, son prácticas religiosas o no. Una perso­
na tiene el derecho de abrazar cualquier religión que el o ella elija,
ero suponga que en el ejercicio de esa religión alguien intenta tomar
a vida de su vecino, o si en su tipo de adoración decide asaltar
sexua'mente a alguien más, ¿qué entonces? El gobierno civil existe
esos actns°neCCI°n 6 * V'da’ Y propiedad; y debe castigar
trTde la urisdiPr° 8r . a T ciudadanos- to está totalmente den-
en la Secunda t m * f 8°biemo, porque estas violaciones encajan
"bl gao ón n t l o “ l V £ D¡0S; a saber> est0 « P ^ e de la
cuentes ñor su 1 T ™ 0' Cuando el estado castiga a los delin-
considerar los aspectos de la religión. ^ preSuntar nl
La Corte Suprema Fallando Sobre
tiempo llegará cuando la ley de Dios Leyes Dominicales — “El
será hecha nula en la tierra.
Los gobernantes de nuestra nación promulgarán legislaciones para
imponer la Ley Dominical y así el pueblo de Dios será llevado a gran
peligro. Cuando nuestra nación en sus concilios legislativos, pro­
mulgue leyes que obliguen las conciencias de los hombres con res­
pecto a sus privilegios religiosos, imponiendo observancias domi­
nicales y consiguiendo que se ejerza un poder opresivo en contra de
esos que guardan el séptimo día Sábado, será entonces que con todos
sus intentos y propósitos, la Ley de Dios será hecha nula en nuestra
tierra y una gran apostasía seguirá a la ruina nacional.” CBA Vol. 7
pág. 981.
La Corte Suprema de Estados Unidos ya ha dado sus fallos en dos
casos separados [Me Gowan v. Maryland en 1961 y Braunfeld v.
Brown, 1961] esas leyes dominicales no eran una violación a la lera.
Enmienda la cual separa a la iglesia del estado, eran mas bien leyes
de cierre dominical seculares, para mejorar la “salud, seguridad,
recreación y bien general de los ciudadanos.” [Ver caso Me Gowan
v. Maryland, 366 U.S. 420 (1961).] En este fallo podemos ver que la
más alta autoridad judicial en América, cuyo propósito es defender la
Constitución de Estados Unidos, ya ha preparado las mentes del
pueblo, para aceptar las leyes de cierre dominical como un día uni­
forme de descanso.
“Los dignatarios de la iglesia y el estado se unirán para sobornar,
persuadir y obligar a todas las clases a honrar el domingo. La falta de
autoridad divina será suplida por legislaciones opresivas.... e incluso
en la libre América, en orden de asegurarse el favor público, los
gobernantes y legisladores cederán a las demandas populares [de las
principales iglesias] para enforzar una ley que obligue la observancia
dominical.” La Gran Controversia p. 592, Pacific Press Publishing
Association, 1888. (El énfasis es nuestro).
En su Carta Apostólica de 1997, "Dies Domini" (Guardando el día
del Señor) el ya fallecido Papa Juan Pablo II hizo un llamado a los
cristianos para que aseguraran el domingo como un día de descanso
y adoración, ¡a través de legislaciones civiles! Cualquier ley domi­
nical propuesta por el gobierno, por organizaciones religiosas, o por
cualquier otro grupo de interés especial, para imponer la obser­
vancia del domingo a través de la legislación civil, se pondrá en
contra de las palabras de Cristo y será por ende una ley anticris­
tiana e inconstitucional. Todas estas ordenanzas civiles están tratan­
do de llevarnos de regreso a los primeros días de la Colonia Ame­
ricana, cuando la gente era severamente castigada por romper la
• ctitución relig'osa- Y la SUuación
. u n a "lSl n ;n a u n o p u d i e s e com pra,
observancia uc> - venir, * m—
empeorará * en
« Xlos ¡«lias >l ñai, o el -------------------- Wll
vernier, sino el queZ .uv ua i3 :i5 _|g ) ~ ” b,e * u t e ,¡ ‘- • e|
número de su nombre. ( P . ..
i «m oe el idioma de las diferentes decisiones, na
"1.a corte es la qi > de e estas leyes dominicales en el aSen'
”,s r — 1 “regulaciones civiles." No Unpon.
do escrito, o cuando haya sido dicho, el paréntesis para estas
leves es el Cuarto Mandamiento; y ellas sirven y cumplen las predis-
posiciones religiosas de nuestra comunidades... Suprem e Court
Justice William O. Douglas, M cGowan v. M aryland, 366 U.S.
420 (1961).
Conclusión — Los Diez Mandamientos son inmutables (Santiago
2:10-12). Fueron escritos sobre la piedra con el dedo de Dios mismo
(Exodo 31:18). Dios nos recuerda que El no cambia: “No olvidaré
mí pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.” (Salmos
89:34). Jesús dijo, “Porque de cierto os digo, que hasta que perezca
el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que
todas las cosas sean hechas.” (Mateo 5:18). El hizo esto para mos­
tramos cuan importantes son. (Eclesiastés 12:13-14).

3 a24ieyNosotmSseS ™estrabrúj ula 1ue nos dirige a El mismo (Gálatas


nru^re T e s ta r e n H lm0S-eSta brÚj Ula Por el hecho * U nos
Biblia nos enseña que el rémedio" (Romanos 3:31)- La
de Jesús. Cristo vino a estP 3 Cy quebrantada es la sanSre
(Mateo 1:21; Juan L29^ i mundo Para quitar nuestros pecados
de la Ley de Dios (1 de J u ^ eS l3 tras§resión5 el rompimiento
moralidad de la Ley Moral- pi . ,^r*sto no murió para destruir la
vida. Si el murió para destruir*1?111"*?*?31'3 redimimos y damos nueva
ca vario legalizó el pecado v n ^ eZ ^ andamientos, entonces el
abu'terio- rob» y muerte p j^ ® " 108, hacer todo lo 4ue qaeramoi
Mam, St0 y servir a otros1 ™ ° * ,Ueg°> m aldecirá Dios.recha-
manos
manos ^?3:20;
£ ? ? brin‘la" a< P ^^ auur
~ aE a d T e,
V „ ‘° davía ir a' cielo. Los Di«
mente viola,^ ’ 1Pabüidad y Cnn conocimiento
■ • 7-7t. n iW k ig ., r el del pecauu
. ° nocimiento del pecado <R°

días’ Suardará y enseñar


' <Apoc. 14:12, an los m.*®ta la Paciencia de los santo:
b "'andamientos de Dios, y la fe ¿
ha sido muy precisa al predecir los poderes gobernantes
de la tierra Desde la época del Imperio Babilónico hasta nuestros dias,
cuenta con un 100% de precisión en la predicción de las acciones que
dominarían sobre la familia humana. Comenzando con Babilonia mas
de 600 años antes del nacimiento de Jesucristo, esos poderes están
innegablemente identificados en el registro histórico. Ellos son.
Babilonia, Medo/Persia, Grecia, Roma Imperial, el Papado Romanoy los
Estados Unidos de Norte América.

Pero muchos se preguntan especulando ¿Quién será la próxima


potencia mundial? ¿Será China? ¿Será Rusia? ¿Tendrá el Islam un
dominio universal? ¿Cuánto tiempo durará la próxima superpotencia y
será ésta el último reino mundial?

da algunas respuestas fascinantes a éstas y otras preguntas que


enfrenta la humanidad hoy dia. Este libro da una mirada perspicaz a las
potencias mundiales anteriores y examina el estado de la
superpotencia mundial actual, los Estados Unidos de Norte América.
Qn™, J l » al si9ulehte jugador que rápidamente se levantará
U1 a i

¡vela 61
m ^ n d ^ T n 1^ 0 y revela el reinado
reinado que
que últimamente
últimamente gobernará gobernará ssobre el
s más im n o rta n ta to r \ r o n o r í i r r i i*\ar<a Ii'- i f l l I P pstá a
te
el mundo como una sorpresa abrumadora.
P“ l07 e

También podría gustarte