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LOS INTERDICTOS O ACCIONES POSESORIAS

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posesorias.html

I.- ASPECTOS GENERALES:

1.- INTRODUCCIÓN:

Nuestra legislación sustantiva y adjetiva en materia civil, regulan los actos y las acciones
jurídicas relativas a la posesión, como un medio de adquirir una cosa, así como la posesión
derivada de un título traslativo o simplemente declarativo de dominio.
De igual forma regulan las acciones tendientes a la conservación, retención, restablecimiento y
restitución de la posesión, acciones que encontramos normadas en los Artos. 1715 al Arto. 1829
C. y Artos 1650 al Arto. 1683 Pr.

Al profundizar en el estudio de los interdictos o acciones posesorias, encontramos en nuestro


código civil y procesal civil, los elementos de la posesión, en sí hablamos del “Corpus” o sea la
potestad, el poder físico, que el individuo ejerce sobre la cosa, es decir la apropiación jurídica
que permite no solo la apropiación, sino disponer de ella, y el “Animus” que no es otra cosa
que la voluntad especial de poseerla con ánimo de dueño, es un elemento de carácter subjetivo,
psicológico, porque la persona exterioriza ese ánimo de dueño mediante actos concretos de
posesión sobre determinada cosa.
Además del Corpus y el Animus como los elementos de la posesión, nos detalla los requisitos
que debe reunir el poseedor de la cosa, para que pueda hacer valer el derecho que le confiere la
ley o sea la acción posesoria en la vía judicial, siendo estos:
a) Probar el hecho de ser poseedor por más de un año continuo a título personal o sumado el de
sus antecesores.
b) Que ha poseído la cosa de manera pública, pacífica e ininterrumpidamente, con ánimo de
dueño.
c) Que tiene justo título o título legítimo para poseerla.

Estos además de los relacionados a la amenaza, perturbación, violencia, despojo, constituyen


verdaderos presupuestos procesales, los cuales ampliaremos al desarrollar cada uno de ellos.

Las acciones posesorias como se dijo antes, están encaminadas a la conservación y


recuperación de la posesión, las que en nuestra legislación civil conocemos como interdictos y
que la acción propiamente dicha, recibe el nombre de querella, por lo que al actor se le
denomina querellante y al demandado, querellado.
El proceso en el cual se desarrolla la acción, es en juicio sumario, el que tiene por objeto,
decidir interinamente sobre la actual y momentánea posesión o sobre el hecho de la posesión,
sin perjuicio del derecho de los interesados de ocurrir a la vía ordinaria para discutir lo relativo
al dominio, o la acción que estimen conveniente las partes (Arto. 1681 Pr.)

Nuestro procesal civil, regula siete categorías de Interdictos o acciones posesorias, siendo estas:

a) Querella de amparo: para conservar la posesión de bienes raíces o derechos reales


constituidos en ellos.
b) Querella de Restitución: para recuperar la posesión de un bien, de la cual se nos ha
despojado.
c) Querella de Restablecimiento: Para obtener el restablecimiento en la posesión o mera
tenencia de los mismos bienes, cuando dichas posesiones o mera tenencia hubiera sido
violentamente arrebatadas.
d) Querella o Denuncia de Obra Nueva: tiene como fin impedir la construcción de una obra
nueva.
e) Querella o denuncia de Obra Ruinosa: cuyo objetivo es impedir o evitar que una obra ruinosa
cause daño.
f) Querella de reposición de mojones: usual en los casos en que hay variaciones o destrucción
de mojones de una propiedad colindante.
g) Interdictos especiales: que regulan las acciones que pueden intentarse en los casos señalados
en los Artos. 1679 al 1684 C. que tienen que ver con las distancias y obras intermedias para
ciertas construcciones y/o plantaciones.

En el desarrollo de los procesos que nacen con las acciones interdictales o posesorias
hablaremos de cada uno de ellos, conceptualizándolos, y detallando los presupuestos procesales
de forma y de fondo necesarios para que dichas acciones prosperen, o sea el tratamiento
procesal que debe dársele a cada uno de estos interdictos.

Como se puede observar los interdictos citados difieren uno de otro, pues regulan situación
jurídicas diferentes, pero todos ellos tienen en común que se tramitan en proceso sumario si es
de mayor cuantía y Ordinario Verbal cuando son de menor cuantía. (Ver Arto. 1651 Pr.)

2.- CONCEPTO DE INTERDICTO O ACCION POSESORIA:

En el Derecho Romana la palabra INTERDICTO, TA: (del lat. inter, entre y dictus, dicho) se
refería a la orden dada por un magistrado en un conflicto entre particulares, por la que disponía
la actuación o no actuación de una de las partes.
En el Derecho Procesal se refiere a un Juicio sumario, a disposición del poseedor o tenedor de
una cosa, para retenerla o recobrarla.

II.- ¿QUE ES LA POSESION? ( ES UN HECHO O UN DERECHO)

2.1.- En sentido técnico jurídico, la expresión varía en diferentes legislaciones, por lo que
trataremos de dar una conceptualización más usual.
De manera general se considera que la posesión, como dominación o potestad de hecho sobre la
cosa, con ánimo de señor o dueño (Corpus y Animus).
Nuestra Legislación en el Arto. 1715 C. la define como la “retención o disfrute de cualquier
cosa o derecho”.
Al abordar lo relativo a la naturaleza jurídica de la posesión, profundizamos más en la esencia
de la posesión como un hecho y como un derecho.

¿Es un hecho o un Derecho? Veamos:

Si la posesión en un hecho o un derecho, encontramos que existen muchas corrientes que tratan
de dar una explicación a este asunto, sin embargo para los fines de nuestro estudio, trataremos
los más aceptados:

Savigny señala: “Que originariamente, en su principio y considerada en sí misma, la posesión


en un mero hecho, porque se funda en circunstancias materiales (corpus), sin las cuales no
podría concebirse; pero agrega que es a la vez un derecho, por las consecuencias jurídicas
atribuidas al hecho y porque hay casos en los cuales los derechos del poseedor son
independientes del hecho mismo”.

Ihering afirma de forma rotunda: “Que la posesión es un derecho, porque es un interés


jurídicamente protegido”.

Vemos que estos argumentos o principios, son recogidos en nuestro Código Civil en el Arto.
1715 C., analicémoslo:

Establece que: “la posesión es la retención o disfrute de cualquier cosa o derecho”, de ahí que
la retención constituye el Corpus, por lo tanto es un hecho, sin embargo en los Artos. 1776,
1796,1802,1807,1808,1809,1810 y 1812 C. entre otros, encontramos los elementos que nos
indican que la posesión es un derecho, por las consecuencias jurídicas que se atribuyen a ese
hecho. Es decir que como lo señala Ihering, la posesión es un interés jurídicamente protegido,
pues una gran cantidad de normas jurídicas están encaminadas a tutelar un derecho que nace de
un hecho.

2.2- ELEMENTOS DE LA POSESION: (Corpus y Animus):

Doctrinalmente encontramos que la posesión está constituida por dos elementos: el Corpus y el
Animus, los que trataremos de explicar brevemente, para una mejor comprensión del tema.

a) EL CORPUS:

En la posesión se denomina Corpus, a la ocupación material y actual de la cosa y esta


ocupación significa apoderamiento, tener una cosa en nuestro poder, lo que implica que se tiene
la posibilidad de disponer de ella en forma directa e inmediata. Esta concepción es recogida en
el Arto. 1715 C.

b) EL ANIMUS:

El Animus en este caso, es la voluntad especial en el que pretende poseer, es el ánimo de


servirse de la cosa para sus necesidades. Es el propósito exteriorizado por hechos concretos por
el que posee la cosa, con ánimo de dueño. El animus consiste en el propósito de realizar la
apropiación económica de la cosa. El propósito de obrar como dueño material de ella.
Los actos concretos a que nos referimos son por ejemplo: Cercarla, darle mantenimiento,
desarrollo de obras de construcción (pozos, sistemas de riego, cercas, muros), aprovechamiento
con cultivos agrícolas, producción ganadera, maderable, utilizarla para el sustento familiar, para
vivienda junto con su familia, etc. (Arto. 1786 C.)

2.3.- REQUISITOS DE LA POSESION:

Nuestro Código Civil establece que la Posesión es un medio de Adquirir un bien tanto mueble
como inmueble y por regla general establece los siguientes requisitos adquirirla, defenderla y
recuperarla, requisitos que encontramos en los Artos. 888 y 1778 C.:

a) Buena Fe: Esta se define como algo más que la ausencia de mala fe, es una convicción
positiva: la firme creencia de no obrar contra derecho, de actuar legítimamente. Es un elemento
personal o individual, el análisis en torno a la posesión se debe realizar mirando al poseedor
mismo. Lo contrario sería la mala fe, el dolo y el fraude. (Ver Arto. 1718 C.)
b) Pacífica: Que al momento de obtener la posesión no ha mediado la fuerza o violencia, en
vías de hecho o amenazas. (Arto. 1778 C.)
c) Pública: Que se ha realizado a la vista de todos. O sea que la posesión no se ha mantenido de
manera clandestina, ocultándola a los que tienen derecho a ella, esto es muy común en los
bienes muebles, no así en los inmuebles, pues éstos están expuestos ante todas las personas
incluidos sus dueños para hacer valer su derecho. (Arto. 1778C.)
d) Continua: Es aquella posesión que se realiza encaminada a la prescripción y que no ha sido
interrumpida con alguna acción intentada por el legítimo propietario de la cosa. Nuestro Código
Civil establece el requisito de mantener la posesión durante un año continuo, para hacer uso de
las acciones posesorias. (Arto. 1729 C.).
e) Con ánimo de dueño: El Animus. Ya se dijo anteriormente, que el ánimo de dueño se puede
apreciar por actos concretos realizados por el poseedor de la cosa, que demuestran o
materializan esta intención subjetiva.
f) Con Justo Título: El justo título se clasifican entre los más usuales: constitutivo de dominio,
el que da origen al dominio; el título traslativo de dominio, el que por su naturaleza sirven para
transferir el dominio (compraventa, permuta, aporte de una propiedad a una sociedad, etc.); los
títulos declarativos de dominio, son los que se limitan a reconocer o declarar el dominio o
posesión preexistente, no crean ni transfieren, solo confirman una situación ya existente (las
sentencias judiciales sobre derechos litigiosos); los títulos de posesión, los cuales confieren
derechos de posesión sobre un bien, pero que puede adquirirse el dominio a través del tiempo
por la prescripción. (Arto. 1729 C.)

2.4.- SOBRE QUE RECAE LA POSESION:

El Arto. 1721 C. señala que solo pueden ser objeto de posesión: cosas y derechos ciertos,
determinados y que sean susceptibles de apropiación.

La posesión supone cosas sobre las cuales se puede tener ánimo de señor o dueño, cosas
susceptibles de apropiación privada. No se puede tener posesión respecto de cosas comunes a
todos los hombres (la alta mar); los bienes nacionales de uso público (las calles, plazas,
puentes, caminos, etc.) y en general las cosas que no están en el comercio.

III.- LAS ACCIONES POSESORIAS O INTERDICTOS:

3.1.- CONCEPTO:

Los Interdictos son procesos sumarios posesorios, por lo que se definen como: Proceso en que
no disputamos sobre la propiedad, dominio o cuasidominio de alguna cosa o derecho, sino
sobre la retención o recobro de la posesión o cuasiposesión de una cosa.
O sea que el Dominio queda excluido, no se toma en cuenta en los juicios posesorios, pues la
controversia debe desarrollarse exclusivamente sobre el hecho puro y simple de la posesión.

Son juicios sumarios, también se puede decir que son provisionales, ya que su tramitación es
mas sencilla y breve que la del Juicio Ordinario y se dicen provisionales porque en las
tenencias que en ellos recaen, aunque tienen el carácter de definitivos, dentro del Interdicto no
producen excepción de Cosa Juzgada, ya que deja el camino abierto para acudir al juicio
ordinario, en el cual puede ponerse en tela de juicio el dominio o propiedad de la cosa, sin que
en ello pueda oponerse la sentencia emitida en el interdicto. El fin de esto es atender a cosas
urgente, evitando que las partes se hagan justicia por sí mismas.
Nuestra Corte Suprema de Justicia, en reiterada jurisprudencia ha expresado: “Son Juicios
sumarios instituidos por la ley para defender la posesión como simple estado de hecho, sin que
quepa investigar si a este protección corresponde o no, una situación de derecho”.

3.2.- QUIENES PUEDEN INTENTAR LAS ACCIONES POSESORIAS:

De conformidad con el Arto. 1810 C. pueden Intentar las acciones Posesorias a través de
interdictos o querellas, las siguientes personas:

A) El propietario o poseedor con justo título de la cosa.


B) El Arrendatario.
C) El usufructuario.
D) El usuario y el que tiene derecho de habitación.
E) El acreedor anticresista.
F) Los Sucesores universales o particulares. (Arto. 1795, 1806 y 1809 C.)
G) El comunero.

De conformidad con las voces de los Artos. 1722 y 1723 C., podemos decir que al igual que
todas las personas son hábiles para poseer, con tal que tenga razón, asimismo todas ellas podrán
intentar las acciones posesorias, inclusos los que no tengan razón, por medio de sus
representantes.

Todos ellos son hábiles para intentar las acciones y excepciones posesorias dirigidas a
conservar y recuperar el goce de sus respectivos derechos, aún contra el propietario mismo.
Sin embargo, diferenciaremos que los sujetos citados en los incisos B) al G), son meros
tenedores de la cosa, y si bien pueden intentar las acciones posesorias, las sentencias que contra
ellos se dicte no afecta los derechos de posesión del legítimo propietario.
Esto se explica en el Arto. 1800 C. al señalar que el mero tenedor ejerce la posesión de una
cosa, no como dueño, sino en lugar y en nombre del dueño. Esto es aplicable a todo el que
reconoce dominio ajeno.

El Arto. 1806 C. dice: que “La acción de conservación y restitución en la posesión, pueden
intentarse por el despojado o perturbado o por sus herederos o representantes no sólo contra el
despojante, sino también contra su heredero o representante; o contra terceros a quienes se
hubiere la cosa por cualquier título”.

3.3.- LEGITIMACIÓN ACTIVA Y PASIVA:

En base a lo expuesto en el punto anterior podemos señalar que la legitimación Activa y Pasiva
o legitimación en la causa, en las Acciones Posesorias o Interdictos, se determina así: Si el
demandante es el sujeto que tiene derecho a serlo en el proceso de que se trate (legitimación
activa), y el demandado la persona que haya de sufrir la carga de asumir tal postura en ese
proceso (legitimación pasiva). Esto rige para cada una de las clasificaciones de las acciones
posesorias.

3.4.- DE LAS SENTENCIAS DICTADAS EN LAS ACCIONES POSESORIAS:

Como se ha dejado indicado las acciones posesorias estan encaminadas a conservación y


recuperación de la posesión como un hecho puro y simple, no al dominio por lo que la
sentencia interdictal no pasa en cosa juzgada material en lo que se refiere a la propiedad o
dominio.

3.5.- CLASIFICACION DE LOS INTERDICTOS O ACCIONES POSESORIAS:

3.5.1.- QUERELLA DE AMPARO EN LA POSESION: (Arto. 1654 al 1656 Pr.):

3.5.1.- CONCEPTO:

Es el que tiene por objeto retener o conservar la posesión en que ya estamos, pero que otro
pretende conquistarnos por medios violentos o legales. La finalidad específica es evitar el
despojo o pérdida del estado posesorio ó sea el hecho puro y simple de la posesión, con el
corpus y el animus.

3.5.2.- REQUISITOS O PRESUPUESTOS PROCESALES PARA QUE PROSPERE LA


ACCION:

Además de los requisitos indispensables para la presentación de la demanda (Arto. 1021 y ss.
Pr.), cuando alguien intenta sustituir el estado posesorio, realizando actos concretos claros,
precisos de posesión, el poseedor debe presentar su demanda sumaria interdictal, en la que debe
afirmar la existencia de los siguientes presupuestos o requisitos indispensables para que
prospere la acción (Ver Arto. 1654 Pr.-) :

a) La existencia de un estado posesorio o sea tener un mínimo de un año de posesión quieta,


continua, pacífica, pública, ininterrumpida, de buena fe, y con justo título, del bien cuyo
derecho o protección se solicita.
El Arto. 1737 C. señala prácticamente la obligación de mantenerlo en la posesión al demostrar
este presupuesto.
Sin embargo cabe mencionar que la existencia de un estado posesorio de por lo menos un año
es fundamental, pues de conformidad con el Arto. 1729 y 1735 C. el poseedor que la tenga por
menos de un año no puede ser mantenido en ella, ni amparado o restituido judicialmente.

b) Que ese estado posesorio ha sido perturbado, detallando circunstanciadamente en que


consisten los actos perturbatorios.
Este presupuesto es fundamental, pues deben detallarse los hechos que han dado lugar al acto
perturbatorio que deberán ser probados y que puede darlo lugar a que se pida y provean
medidas cautelares a favor del que tiene la posesión (Arto. 1654 parte In fine Pr. y 1733 C.)

c) Que la demanda ha sido interpuesta dentro del año de haberse iniciado los actos
perturbatorios.
Este presupuesto lo encontramos en el Arto. 1807 C. que reza “La acción de conservación
prescribe al año contado desde el hecho que le dio origen y la de restitución en el mismo
tiempo, contando desde el hecho del despojo…”
d) Que el demandante sea el poseedor a nombre propio, que está siendo perturbado.
Este presupuesto se fundamenta en el Arto. 1778 y 1796 C. y guarda estrecha relación con el
citado en el inciso a).

e) Que el demandado o querellado sea el perturbador, el que pretende sustituir la posesión del
actor o querellado.
El Arto. 1806 C. establece que la acción de conservación o restitución puede intentarse no solo
contra el perturbador o despojante, sino contra sus herederos, o contra cualquier otra persona a
la cual se le haya transferido la cosa por cualquier título.

3.5.3.- MATRIZ PROCESAL: ( TIPO DE JUICIO ):

Como ya se dejó dicho esta acción posesoria se tramita en juicio escrito sumario si es de mayor
cuantía o verbal ordinario si es de menor cuantía. (Ver el Arto. 1651 Pr.)

3.5.4- PROCEDIMIENTO: (Artos. 1651 Pr., 416, 1038, 1090, 1961, 1963 Pr.)

Si la matriz procesal es el juicio escrito sumario, por ser de mayor cuantía el procedimiento
sería:

Presentación de la demanda, trámite de mediación; si no hay acuerdos, 6 días para la


contestación de la demanda; 8 días para el período probatorio y 3 días para dictar la sentencia,
después de concluidas las diligencias.

Si la matriz procesal es el juicio verbal ordinario, por ser de menor cuantía el procedimiento
sería:

Presentación de la demanda, trámite de mediación; si no hay acuerdos 24 horas para contestar


la demanda; Apertura a pruebas por 6 días con todos cargos si hubiere hechos que justificar y
cuatro días para dictar la sentencia correspondiente.

El término en el emplazamiento para contestar la demanda es sin perjuicio del término especial
por razón de la distancia.

Este Interdicto es calificado como Principal, pues se puede acumular con el interdicto de
amojonamiento, con los especiales y con los de obra nueva.

En la tramitación de este proceso el demandado puede oponer todas las excepciones que estime
conveniente, las que deberán ser resueltas en la sentencia definitiva, salvo las de ilegitimidad de
personería, incompetencia de jurisdicción, finiquito, evicción, transacción, cosa juzgada y
litispendencia, se deberán resolver de previo. (Arto. 1963 Pr.)

El medio de prueba idónea en esta acción posesoria es la Testifical, se admiten hasta tres
testigos para cada hecho que se debe probar o justificar.
Coadyuva con este medio probatorio la Inspección Ocular en algunas ocasiones. La documental
no dirime el problema pero sirve para establecer la posesión.

3.6.- INTERDICTO DE RESTITUCIÓN DE LA POSESION: (Arto. 1657 al 1660 Pr. );

3.6.1.- CONCEPTO:

Es el que tiene como fin recobrar la posesión o la restitución de la posesión que nos ha sido
despojada. La diferencia entre este interdicto y el de amparo es que al entablar este último
estábamos en la posesión, y en este es necesario que se nos haya despojado de la posesión, para
que prospere la acción. 1796 C

3.6.2.- PRESUPUESTOS PROCESALES O REQUISITOS PARA QUE PROSPERE LA


ACCION:
Además de los enumerados para el Interdicto de Amparo en la Posesión, debe agregarse el
siguiente:

a) Que dicho estado posesorio se ha perdido sin violencia, o sea de manera clandestina, oculta,
secreta o por ignorancia.
b) El Actor debe señalar y expresar los hechos que llevaron a la privación de la posesión.
Cuales son las obras realizadas que culminaron con las desposesión.

Cabe señalar que esta acción marca su diferencia con relación a la Querella de Amparo en la
Posesión, en cuanto que al momento de intentar esta última el actor está en posesión y en la
Querella de Restitución el querellante ha perdido la posesión.

3.6.3.- MATRIZ PROCESAL (TIPO DE JUICIO) Y PROCEDIMIENTO:

Todo lo dicho con relación a la Querella de Amparo en la Posesión es aplicable al la Querella


de Restitución.

3.7.- INTERDICTO DE RESTABLECIMIENTO: (Arto. 1961 al 1963 Pr.)

3.7.1.- CONCEPTO:

Es la acción posesoria que tiene como finalidad la restitución o restablecimiento, o sea volver
las cosas al estado en que se encontraban antes del acto de despojo, para proteger el estado
posesorio o la mera tenencia de bienes inmuebles o derechos reales sobre ellos constituidos,
cuando ellos se han perdido por despojo violento, es decir que se ha usado la fuerza en las cosas
o la intimidación en las personas. (Arto. 1734 C.)

Este interdicto como se dijo tiene como finalidad restituir las cosas al estado en que se
encontraban al momento de la violencia, por lo tanto no juzga ni la posesión, ni el dominio y la
sentencia que se dicta no cierra las puertas a la demanda interdictal de amparo o restitución,
según sea el caso.
Al igual que en los otros interdictos, no elimina la vía ordinaria para derimir el dominio de la
cosa en litigio.

Como se puede observar en este tipo de acción posesoria se amplía la legitimación activa, al
mero tenedor o detentador, o sea al que tiene solo el corpus y no el animus. En este caso es
aplicable lo establecido en el Arto. 1810 C.-

3.7.2.- PRESUPUESTOS PROCESALES O REQUISITOS PARA QUE PROSPERE LA


ACCION:

Lo expuesto para las Querellas de Amparo y de Restitución son aplicables a esta acción
posesoria de Restablecimiento, pero debe agregarse lo siguiente:

a) Que el estado posesorio o mera tenencia se ha perdido con violencia, para lo cual debe hacer
una relación circunstanciada de los hechos (fuerza en las cosas o intimidación en las personas)
que ocasionaron el despojo violento de la posesión o mera tenencia en que pretende ser
restablecido.
b) A diferencia de los interdictos anteriores, la acción debe interponerse dentro del plazo de seis
meses, contados desde la efectiva pérdida del estado posesorio, para que pueda prosperar dicha
acción. (Arto. 1812 C.)

3.7.3.- MATRIZ PROCESAL o TIPO DE JUICIO y PROCEDIMIENTO:


Todo lo dicho con relación a la Querella de Amparo en la Posesión es aplicable al la Querella
de Restitución. Inclusive las medidas cautelares necesarias encaminadas a preservación de la
cosa, mientras se decide sobre la posesión o el dominio.

VI.- CONCLUSIONES:

Los Interdictos o Acciones posesorias, están encaminadas a la protección de la posesión como


una presunción de propiedad, la protección se extiende a los propietario, incluso a los
usurpadores, en razón que la finalidad principal no podía obtenerse si no se brinda la protección
a todos o sea a propietarios y no propietarios.
Aunque en algunos casos la propiedad y la posesión se encuentran reunidas en una sola persona
.

En tal sentido nuestra legislación ha seguido los principios establecidos en otras legislaciones,
creando los mecanismos jurídicos para la conservación, recuperación, restitución y
aseguramiento de la posesión, como se ha dejado explicado en el desarrollo de los interdictos
de Amparo, Restitución y Restablecimiento, y otros que por razones metodológicas no hemos
desarrollados, los que tienen como finalidad la protección posesoria del que reclama la cosa de
que ha sido privado, porque le evita recurrir a la prueba del dominio, que e larga y difícil,
permitiéndole en cambio, discutir como poseedor o mero tenedor y probar que la poseído
durante un año completo.

El estudio de las Acciones posesorias nos ha permitido profundizar en la Naturaleza Jurídica de


la Posesión y determinar que no solo es un hecho, sino un derecho, el que es tutelado por
nuestra legislación civil y procesal civil, revistiendo ésta de una verdadera propiedad aparente.
De ahí que el legislador no pudo menos que presumir un derecho de dominio.

Es importante el hecho de que las sentencias que se dictan en materia de acciones posesorias,
no revisten el carácter de cosa juzgada material o sea que aunque se dictan sentencias
definitivas, éstas solo quedan pasadas en autoridad de cosa Juzgada formal, y las mismas no
pueden ser opuestas como excepción para impedir que las partes puedan hacer valer el derecho
que les asista en la vía ordinaria, con acciones reivindicatorias o declarativas de dominio.

De igual manera nuestra legislación establece sanciones a los vencidos en las acciones
posesorias, de tal suerte que sino cumplen primero con la resolución dictada en la misma, no se
les permite intentar la acción ordinaria. Esto consideramos que exalta la importancia jurídica
que reviste la posesión.
LOS INTERDICTOS O ACCIONES POSESORIAS
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LOS INTERDICTOS
 24 enero, 2011 Alexander Rioja Bermudez  2 Comentarios F AVENDAÑO, INTERDICTO
LOS INTERDICTOS

Por Francisco Avendaño A.


http://lawiuris.wordpress.com/2008/12/13/los-interdictos/

El Código Civil Peruano organiza la defensa posesoria en un sistema doble: la defensa privada
o extrajudicial, por la que el poseedor está facultado para repeler la fuerza que se emplee contra
él y recobrar directamente el bien si fuese desposeído (artículo 920); y la defensa judicial, a
través de las acciones posesorias y los interdictos (artículo 921).

Los interdictos son procesos judiciales cuyo objeto es proteger la posesión en sí misma. Su
fundamento principal consiste en que con ellos se evitan perturbaciones y despojos
injustificados y que la gente se haga justicia por su propia mano. En definitiva los interdictos
persiguen mantener la paz social. Allí radica su importancia.

El presente trabajo lo hemos dividido en dos partes: en la primera revisaremos el concepto de


los interdictos, y en la segunda nos referiremos a sus requisitos.

I. CONCEPTO.-

El artículo 921 del Código Civil dice que todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles
puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Las acciones posesorias son procesos
judiciales en los cuales se protege el derecho a la posesión. En los interdictos, en cambio, se
tutela la posesión en si misma (derecho de posesión). Los trámites judiciales de ambos procesos
son distintos; la acción posesoria se tramita en el proceso de conocimiento, los interdictos en el
proceso sumarísimo.

Todo aquel que es perturbado o despojado en su posesión puede utilizar los interdictos con el
objeto de que cese la perturbación o de recobrar la posesión. En los interdictos no se discute la
legitimidad de la posesión. Es suficiente que el poseedor, legítimo o ilegítimo, de buena o mala
fe, sea perturbado o despojado para que proceda el interdicto.

¿Cuando recurrirá el poseedor a la acción posesoria y no al interdicto? Generalmente el


poseedor utilizará el interdicto debido a que la duración del proceso sumarísimo es
considerablemente más corta que la del proceso de conocimiento. Sin embargo, la pretensión
interdictal podría haber prescrito (un año desde el despojo) por lo que sólo le quedaría al
demandante el proceso de conocimiento para ejercer su derecho a la posesión.

El Código de Procedimientos Civiles contemplaba cinco interdictos: de adquirir, de retener, de


recobrar, de obra nueva y de obra ruinosa. El interdicto de adquirir tenía por objeto entrar a
poseer un bien, para lo cual el demandante debía acreditar su derecho a la posesión. No se
trataba pues de un verdadero interdicto donde no se discute lo petitorio (derecho a la posesión),
sino lo posesorio (derecho de posesión).

El interdicto de retener procedía cuando el poseedor era perturbado en su posesión. Tenía por
objeto que el demandado se abstuviera de perturbar al poseedor.

El interdicto de recobrar procedía cuando el poseedor era despojado de su posesión, siempre


que no hubiera mediado proceso previo. Su finalidad era que el demandado repusiera al
demandante en la posesión del bien.
El interdicto de obra nueva tenía por objeto impedir la continuación de una obra o conseguir la
demolición de lo ya edificado en cuanto dañaba la posesión del demandante. El Código de
Procedimientos Civiles hacía alusión al daño en la “propiedad” del demandante, por lo que
alguna jurisprudencia entendió que este interdicto sólo lo podía utilizar el propietario-poseedor.
Esto no era así. Un poseedor no propietario que veía perturbada su posesión por una
construcción vecina, sí podía defender su posesión a través del interdicto de obra nueva.

Finalmente, el interdicto de obra ruinosa tenía por finalidad obtener la demolición total o
parcial de una construcción que amenazaba ruina, o la adopción de las medidas de seguridad
necesarias por el mal estado de un edificio, canal, camino, árbol, columna o cualquier otra cosa
análoga. Podían utilizar este interdicto los que tenían la necesidad de pasar por las
inmediaciones del edificio, canal, camino, etc., o los poseedores de alguna propiedad que
sufriera o pudiera sufrir daño con la obra que amenaza ruina. Con respecto a los primeros, la
construcción que amenazaba ruina no perturbaba la posesión de algún bien, sino la integridad
física del demandante. No era entonces un interdicto posesorio. Con respecto a los segundos, al
igual que con el interdicto de obra nueva, el Código de Procedimientos Civiles se refería al
“dueño” de una propiedad que sufriera o pudiera sufrir daño. Sin embargo, debía entenderse
que el legitimado para ejercer el interdicto era el poseedor.

El Código Procesal Civil sólo regula los interdictos de recobrar y de retener. El interdicto de
adquirir ha sido eliminado porque como dijimos anteriormente, no era un verdadero interdicto.
Por su lado, la ejecución de obras (interdicto de obra nueva) y las construcciones que
amenazaban ruina (interdicto d e obra ruinosa) constituían en rigor perturbaciones a la
posesión. Por ello, el Código Procesal Civil las califica acertadamente como perturbaciones
para efectos del interdicto de retener.

¿Por qué los interdictos, a pesar de su importancia, no han sido muy utilizados en el Perú? Un
caso real nos puede dar la respuesta. Gilberto Cassana era poseedor de un cuarto de una casa de
propiedad de Guillermo Vilcapoma. En la casa vivía además de Guillermo, su padre Fidel
Vilcapoma. Las relaciones entre Gilberto Cassana y Guillermo Vilcapoma y su padre no eran
amigables, por lo que estos dos últimos decidieron hostilizar a Gilberto cortándole el fluído
eléctrico y el agua potable del cuarto. En estas circunstancias, el 31 de julio de 1987 Gilberto
Cassana interpone un interdicto de retener contra Guillermo y Fidel Vilcapoma con el objeto
que le restituyan el fluido eléctrico y el agua potable y así cesara la perturbación. El proceso
judicial terminó el 29 de enero de 1992, con sentencia desfavorable para el demandante. Lo
penoso de la situación descrita, más allá del resultado, es que Gilberto Cassana no tuvo como
impedir las perturbaciones durante los casi cinco años que duró el proceso.

El Código Procesal Civil habría solucionado la situación de Gilberto Cassana, al menos durante
la tramitación del proceso. En efecto, Gilberto habría podido solicitar al Juez que adoptara una
medida cautelar con el objeto de evitar un perjuicio irreparable. En este sentido, el Juez al
inicio del proceso hubiera podido ordenar que se restituyeran a Gilberto Cassana el fluido
eléctrico y el agua potable y no esperar al final del proceso (en caso hubiera obtenido un
resultado favorable).

II. REQUISITOS. Los interdictos pueden se utilizados por los poseedores de muebles inscritos
o de inmuebles que son perturbados o despojados de su posesión. Deben ejercitarse dentro del
año de producido el despojo o la perturbación.
1) Posesión.- Conforme al artículo 896 del Código Civil, la posesión es el ejercicio de hecho de
uno o más poderes inherentes a la propiedad. Los poderes inherentes o atributos de la propiedad
son el uso, el disfrute y la disposición. En consecuencia, será poseedor quien use, quien disfrute
o quien disponga. Lo anterior no significa que la posesión sea un simple hecho o un hecho con
consecuencias jurídicas. Es un derecho, sólo que con un contenido importante de hecho. En
otras palabras, como derecho supone el ejercicio de hecho de algún atributo de la propiedad.

En los interdictos el derecho de poseer (el ejercicio de hecho) se antepone al derecho a poseer.
De esta forma todo poseedor queda legitimado para proteger su posesión a través de los
interdictos.

Pueden utilizar los interdictos un copropietario contra otro copropietario, un cónyuge contra el
otro, el usurpador contra el propietario, el arrendatario -aun con contrato vencido- contra el
arrendador y, en general, todo aquel que posee.

Cabe preguntarse si el poseedor despojado conserva la posesión del bien. Para algunos la
posesión se mantiene amparada precisamente por el interdicto. Para otros la posesión no se
conserva. Nos adherimos a esta última posición.

Como decíamos anteriormente, la posesión es el ejercicio de hecho de alguno de los atributos


de la propiedad. Para que se conserve la posesión es necesario entonces que subsista el ejercicio
de hecho. Sin embargo, el artículo 904 del Código Civil señala que se conserva la posesión
aunque su ejercicio esté impedido por hechos de naturaleza pasajera. Así, un propietario que
deja de usar temporalmente su casa cuando sale de vacaciones, no pierde la posesión de la casa.

¿Cuánto tiempo se conserva la posesión? Se sostiene que si se deja de ejercer el poder de hecho
sobre el bien por un año, se pierde la posesión. En otras palabras, la posesión sólo se
conservaría por un año. El año estaría dado por el plazo que tiene el poseedor para ejercitar el
interdicto (artículos 921 del Código Civil y 601 del Código Procesal Civil) y para recobrar la
posesión que ha perdido o de la cual ha sido privado (artículo 953 del Código Civil). Esto no es
así. El ejercicio del poder de hecho sobre el bien puede estar impedido por un hecho temporal
que dure más de un año, sin que por ello se pierda la posesión. Imaginemos el caso de un
diplomático que reside tres años en el Perú y tres en el extranjero. Durante cada uno de sus tres
años en el extranjero deja su casa en el Perú cerrada. No cabe duda que el ejercicio de sus
derechos están impedidos temporalmente (por tres años) y que su ausencia por tres años es su
comportamiento habitual. Conserva pues la posesión.

¿En qué momento se pierde la posesión? Se pierde cuando el ejercicio de hecho queda
impedido por un hecho de naturaleza no temporal. Un ejemplo de hecho no temporal es la
destrucción del bien. Otro ejemplo es cuando el poseedor es despojado. Supongamos que un
tercero usurpa un inmueble. ¿Quién es el poseedor? El usurpador usa el bien; el propietario no
ejerce ningún atributo de la propiedad. Es evidente entonces que el poseedor es el usurpador y
no el propietario. Sostener que el propietario conserva la posesión supondría afirmar que hay
dos poseedores: el usurpador (que usa) y el propietario (que la conserva). Esto es absurdo
porque la posesión es un derecho exclusivo que no admite dos titulares, salvo el caso de
coposesión o de posesiones de distintos niveles (un mediato con un inmediato).

En resumen, cuando uno es despojado deja de ser poseedor. El interdicto de recobrar tiene por
objeto precisamente recuperar la posesión de la cual uno ha sido despojado.
2) Muebles inscritos e inmuebles.- El artículo 921 del Código Civil dice que todo poseedor de
muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar los interdictos. El artículo 599 del Código
Procesal agrega que el mueble inscrito o el inmueble no debe ser de uso público. Estas normas
plantean diversas preguntas. ¿Por qué no proceden los interdictos respecto de los bienes
muebles no inscritos? ¿Por qué no proceden cuando se trata de un bien de uso público? ¿Qué
son bienes de uso público? Veamos estos temas por separado.

Durante la vigencia del Código Civil de 1936 se utilizaron interdictos para recobrar bienes
muebles(3). Nélida Vargas fue una de las que utilizó este interdicto. Adrián Noriega había
extraído su automóvil, ante lo cual Nélida Vargas interpone un interdicto de recobrar. Lo
rescatable del caso no fue el resultado (favorable a Nélida Vargas), sino el voto en discordia del
vocal supremo Dr. Frisancho. El Dr. Frisancho dijo textualmente lo siguiente: “… que al
especificar el artículo ochocientos treintiuno del Código Civil que los poseedores de inmuebles
pueden ejercitar las acciones posesorias e interdictos, excluye de este ejercicio a los tenedores
de muebles y títulos al portador; que la intención del legislador ha sido claramente limitada
desde que se añadió el vocablo ‘inmueble’ a la ponencia original (artículo once) que decía ‘todo
poseedor puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos’, rechazando esta acción
respecto de los muebles, como aparece en la página veinticuatro del tomo cuarto de los
fascículos de la comisión Reformadora del Código Civil; que conforme al párrafo segundo del
artículo mil ochocientos veintitres de las disposiciones complementarias del Código Civil, su
artículo ochocientos treintiuno deroga el mil diez del Código de Procedimientos Civiles; que el
citado artículo ochocientos treintiuno ha limitado las acciones posesorias y los interdictos,
siguiendo avanzados precedentes extranjeros y la doctrina dominante de los autores modernos,
entre los que Planiol y Ripert en su Tratado Civil expresan: ‘las acciones posesorias no se
conceden sino en la materia inmobiliaria’. Ellas son excluidas para los muebles aislados por la
máxima en materia de muebles: la posesión vale título, que tiene por efecto hacer lo posesorio
inseparable del petitorio”.

El Dr. Frisancho tuvo razón cuando hizo el análisis gramatical del artículo 831 del Código Civil
de 1936, cuando efectuó el análisis histórico del mismo artículo y cuando señaló que dicha
norma había derogado el artículo 1010 del Código de Procedimientos Civiles. El Dr. Frisancho
se equivocó, sin embargo, cuando recurrió al análisis doctrinal para fundamentar su voto. Su
error consistió en asimilar los automóviles a los bienes muebles no identificables.

En ciertos bienes muebles posesión y propiedad se identifican (posesión vale título) porque es
imposible probar que el poseedor no es el propietario del bien. Por ello, cuando se reclama la
posesión del bien tambien se está reclamando la propiedad. En este sentido, si procedieran los
interdictos sobre bienes muebles se terminaría discutiendo acerca del derecho a poseer (lo
petitorio) que tiene el propietario y no sobre el derecho de posesión (lo posesorio), lo cual no es
admisible en los interdictos. Pero en los automóviles posesión y propiedad no se confunden.
Los automóviles tienen características propias que los hacen identificables unos de otros. En
ellos sí es posible distinguir al poseedor del propietario, por lo que sí es factible proteger sólo el
derecho de posesión a través del interdicto. Esta es la razón por la que el Código Civil de 1984
permite que se planteen interdictos respecto de muebles inscritos, donde sí es posible
diferenciar posesión de propiedad.

Ahora bien, de acuerdo con el artículo 947 del Código Civil la transferencia de propiedad de un
bien mueble se produce con la tradición, lo que supone que el vendedor sea propietario al
momento de entregar. Esta norma se complementa con el artículo 948 del mismo Código Civil
según la cual, si el vendedor no es propietario cuando entrega el bien, el comprador adquiere la
propiedad, siempre que tenga buena fe y que no se trate de un bien perdido ni adquirido con
infracción de la ley penal. Lo anterior significa que los poseedores de mala fe de bienes
muebles adquiridos de quien no era su propietario o los poseedores de muebles perdidos o
adquiridos con infracción de la ley penal, no son sus propietarios (salvo por cierto que los
hubieran adquirido por prescripción), de lo cual se deriva que existen bienes muebles no
inscritos donde sí es posible distinguir posesión de propiedad.

Veamos el caso de un cuadro robado. El ladrón-poseedor no es el propietario. El propietario


podría por tanto recuperar su cuadro con una acción reivindicatoria. Sin embargo, no podría
utilizar un interdicto por tratarse de un bien mueble no inscrito. Supongamos que el propietario
despoja del cuadro al ladrón. ¿Podría defender el ladrón su derecho de posesión con un
interdicto? La respuesta es no, por ser un bien mueble no inscrito.

Como se puede apreciar, al no permitirse los interdictos respecto de bienes muebles no inscritos
pero identificables, se obliga al propietario a que siga un proceso de conocimiento (acción
reivindicatoria) para recuperar su bien y se deja indefenso a un poseedor ilegítimo (el ladrón).
Esto último es particularmente grave porque al no tener defensa el poseedor de bienes muebles
no inscritos, se incentiva en estos bienes que la gente se haga justicia por su propia mano.

En vista de lo anterior, somos de la opinión que los interdictos deberían proceder también
respecto de bienes muebles no inscritos, siempre que sean identificables. Serían los jueces, en
definitiva, quienes establecerían los bienes muebles susceptibles de ser objeto de interdictos.

Veamos ahora el tema de los bienes de uso público. El artículo 992 del Código de
Procedimientos Civiles decía que no se admitirán los interdictos respecto de las cosas que no
pueden ganarse por prescripción. Los bienes que no pueden adquirirse por prescripción son
aquellos que no son objeto de posesión privada: los bienes de uso público. Tampoco son
adquiribles por prescripción los bienes que se consumen con el uso (el fluido eléctrico, por
ejemplo) o los bienes que posee el arrendatario. No se trata de bienes imprescriptibles por ser
de uso público, sino por tener una naturaleza especial que impide actos posesorios repetidos
(los consumibles) o por no ser poseídos con animus domini (el arrendatario).

Los bienes imprescriptibles a los que se refería el artículo 992 del Código de Procedimientos
Civiles eran los bienes de uso público. No había la menor duda que procedía el interdicto para
proteger la posesión del fluido eléctrico (considerado como inmueble por accesión o por
destinación) y que el arrendatario podía plantearlo incluso contra el propietario. Por esta razón,
el artículo 599 del Código Procesal Civil dice acertadamente que procede el interdicto respecto
de inmueble y de mueble inscrito, siempre que no sea de uso público.

Algunas calles de Lima han sido “tomadas” ilegalmente por comerciantes informales, quienes
han instalado pequeñas tiendas. Si algún comerciante fuera despojado de su tienda por un
tercero, podría plantear un interdicto de recobrar? Creemos que sí. El requisito que el bien sea
de uso público supone que el bien lo posean todos, lo que equivale a decir que nadie lo posea
individualmente. Pero si un bien destinado a uso público es poseído de hecho (por un
comerciante informal) o con derecho (por un concesionario) de manera individual, el interdicto
si procede.

Cabe preguntarse si pueden haber bienes privados de uso público. En rigor los bienes de uso
público son bienes de dominio público. Sin embargo, nada impide que un bien privado sea
usado por todos. Imaginemos el caso de una iglesia que es visitada los domingos por el público
en general. Creemos que el artículo 599 del Código Procesal Civil también alcanza a estos
bienes. La razón es muy simple: si los usan todos, nadie los usa individualmente, por lo que no
es admisible el interdicto que tiene por objeto atribuir posesión exclusiva.

3) Acto perturbatorio o de despojo.- Si el poseedor es despojado de su posesión o perturbado,


puede plantear un interdicto para recuperar la posesión o para que cese la perturbación. El
despojo es el acto por el que se excluye total o parcialmente al poseedor de su posesión. El
despojo determina la pérdida de la posesión. Es ahora el despojante y no el despojado quien
posee. El interdicto de recobrar tiene por objeto justamente recobrar la posesión de la cual uno
ha sido despojado.

La perturbación es una conducta que lesiona la posesión. El que sufre la perturbación es el


poseedor y no el bien. No toda conducta que afecta la posesión puede ser cuestionada a través
del interdicto. Para que la posesión sea tutelada, la perturbación debe tener las siguientes
características:

a) Debe ser de hecho y no de derecho. El Código Procesal Civil se refiere a esta característica
en los artículos 600 y 606. El primer artículo dice que en la demanda deben expresarse los
hechos en que consiste el agravio. El segundo señala que la perturbación puede consistir en
actos materiales o de otra naturaleza como la ejecución de obras o la existencia de
construcciones en estado ruinoso.

Las perturbaciones de hecho consisten en todos aquellos actos materiales realizados contra la
posesión. A modo de ejemplo pueden darse los siguientes casos: el corte del fluído eléctrico de
un inmueble, la instalación de trancas en la vía pública que dificulten el ingreso a una
propiedad, los ruidos que molestan al poseedor, etc.

Los actos de derecho como la interposición de una demanda, las notificaciones judiciales y en
general todo acto jurídico que niegue o contradiga el derecho de posesión, no constituye
perturbación.

b) El acto perturbatorio debe realizarse contra la voluntad del poseedor. Si el


poseedor consiente con la instalación de trancas en la vía pública, por ejemplo, las molestias
que le causen el acceso a su propiedad no constituyen perturbaciones.

c) Las lesiones de hecho legítimas a la posesión no son perturbaciones. Imaginemos el caso de


una discoteca que tiene licencia de funcionamiento y está autorizada a poner música hasta altas
horas de la noche. Los vecinos no podrían interponer interdictos de retener para que cesara la
música.

d) Las amenazas no constituyen perturbaciones.

Ahora bien, como decíamos anteriormente el que sufre la perturbación es el poseedor. En este
sentido podría ocurrir que para un poseedor un acto determinado sea una perturbación mientras
que para otro no. Por ejemplo, una persona que se relaja con la música de una discoteca ilegal y
otra que le impide dormir.

¿Cuál debe ser el criterio que deben utilizar los jueces para calificar un acto material como
perturbatorio? Una alternativa sería utilizar como parámetro el comportamiento del “hombre
promedio”. Pero en el Perú pueden haber diversos “hombres promedios”. Creemos que para
que un acto constituya perturbación, debe ocasionar una alteración en la posesión que dificulte
que ella se ejercite como se había ejercitado antes del acto perturbatorio. El caso de la persona
que no duerme con la música puede ser ilustrativo. Si con anterioridad a la apertura de la
discoteca la persona tampoco podía dormir, la música no habría modificado en forma alguna su
posesión.

Un tema final con respecto al acto perturbatorio o de despojo. ¿Contra quién se dirige el
interdicto? Es evidente que contra el que despoja o el que perturba. Pero podría ocurrir que el
despojante transfiera el bien a un tercero. ¿Podría plantearse el interdicto contra el tercero? En
algunas legislaciones el interdicto procede contra el tercero que hubiera conocido del despojo.

En nuestra opinión el interdicto no procede contra el tercero, así tenga mala fe, porque él no fue
el autor del despojo. Además, no existe ninguna norma que habilite a interponer el interdicto
contra el tercero.

Ahora bien, si el tercero se pone de acuerdo con el despojante para que despoje al poseedor, el
interdicto sí procedería contra el tercero porque en definitiva él habría participado del despojo.

4) Anualidad.- El artículo 921 del Código Civil dice que si la posesión del poseedor es de más
de un año, puede rechazar los interdictos que se promuevan contra él. Por otro lado, el artículo
601 del Código Procesal Civil señala que la pretensión interdictal prescribe al año de iniciado el
hecho que fundamenta la demanda. Parecería que se trata de dos supuestos distintos, pero no es
así.

El Código Civil se pone en el supuesto que el poseedor actual haya despojado al poseedor
anterior. Si la posesión del despojante es mayor de un año, puede rechazar el interdicto que le
promueva el despojado. El Código Procesal Civil se refiere también al caso del poseedor
despojado, pero se plantea la duda con respecto al poseedor actual que ve perturbada su
posesión. Como veremos más adelante, en nuestra opinión el artículo 601 del Código Procesal
no comprende las perturbaciones.

No se requiere un plazo de posesión determinado para utilizar el interdicto. En algunos países


se exige que el poseedor tenga un año de posesión para que quede habilitado para plantear el
interdicto. En el Perú esto no es así. El año es para rechazar el interdicto y no para plantearlo.

¿Desde cuando se computa el año? El artículo 601 del Código Procesal Civil nos da la
respuesta: desde que se inicia el hecho que fundamenta la demanda. En el caso del despojo, el
plazo para plantear el interdicto de recobrar corre desde que se produjo el despojo. El problema
se presenta con las perturbaciones.

Para Enneccerus, Kipp y Wolf si la perturbación es repetida, el año se cuenta desde la última
perturbación; si es permanente, desde el origen de ella. Discrepamos con los autores citados.

Si en la perturbación repetida el año contara desde la última perturbación, ya no tendría sentido


plantear el interdicto, que tiene por objeto que cese la perturbación. Si ya cesaron las
perturbaciones, ¿para qué plantear el interdicto?

En el caso de la perturbación permanente cada momento constituye una nueva perturbación. La


diferencia con la perturbación repetida es el lapso de tiempo que existe entre perturbación y
perturbación, por lo que cada momento habilita al poseedor para que interponga el interdicto de
retener. El hecho que fundamenta la demanda lo configura cada perturbación, a cada momento,
y no el origen de ella.

El mismo razonamiento hecho para la pertubación permanente es aplicable a la perturbación


repetida: a cada momento se renueva el plazo.

De todo lo anterior se concluye que el artículo 601 del Código Procesal Civil no incluye las
perturbaciones. Cuando se produce una perturbación no hay plazo para plantear el interdicto.

Partes: 1, 2

1. Introducción
2. Interdictos
3. Conclusiones
4. Referencias
5. Anexo: Casos

Introducción
Nuestra legislación sustantiva y adjetiva en materia civil, regulan los actos y
las acciones jurídicas relativas a la posesión, como un medio de adquirir una cosa, así como la
posesión derivada de un título traslativo o simplemente declarativo de dominio. De igual forma
regulan las acciones tendientes a la conservación, retención, restablecimiento y restitución de
la posesión.
Al profundizar en el estudio de los interdictos o acciones posesorias, encontramos en
nuestro código civil y procesal civil, los elementos de la posesión, en sí hablamos del "Corpus" o
sea la potestad, el poder físico, que el individuo ejerce sobre la cosa, es decir la apropiación
jurídica que permite no solo la apropiación, sino disponer de ella, y el "Animus" que no es otra
cosa que la voluntad especial de poseerla con ánimo de dueño, es un elemento
decarácter subjetivo, psicológico, porque la persona exterioriza ese ánimo de dueño mediante
actos concretos de posesión sobre determinada cosa. Además del Corpus y el Animus como los
elementos de la posesión, nos detalla los requisitos que debe reunir el poseedor de la cosa, para
que pueda hacer valer el derecho que le confiere la ley o sea la acción posesoria en la vía
judicial, siendo estos: a) Probar el hecho de ser poseedor por más de un año continuo a
título personal o sumado el de sus antecesores.
b) Que ha poseído la cosa de manera pública, pacífica e ininterrumpidamente, con ánimo de
dueño. c) Que tiene justo título o título legítimo para poseerla.
Estos además de los relacionados a la amenaza, perturbación, violencia, despojo, constituyen
verdaderos presupuestos procesales, los cuales ampliaremos al desarrollar cada uno de ellos.
Las acciones posesorias como se dijo antes, están encaminadas a la conservación y
recuperación de la posesión, las que en nuestra legislación civil conocemos como interdictos y
que la acción propiamente dicha, recibe el nombre de querella, por lo que al actor se le
denomina querellante y al demandado, querellado.
El proceso en el cual se desarrolla la acción, es en juicio sumario, el que tiene por objeto,
decidir interinamente sobre la actual y momentánea posesión o sobre el hecho de la posesión,
sin perjuicio del derecho de los interesados de ocurrir a la vía ordinaria para discutir lo relativo
al dominio, o la acción que estimen conveniente las partes.
Nuestro procesal civil, regula siete categorías de Interdictos o acciones posesorias, siendo estas:
a) Querella de amparo: para conservar la posesión de bienes raíces o derechos
reales constituidos en ellos.
b) Querella de Restitución: para recuperar la posesión de un bien, de la cual se nos ha
despojado.
c) Querella de Restablecimiento: Para obtener el restablecimiento en la posesión o mera
tenencia de los mismos bienes, cuando dichas posesiones o mera tenencia hubiera sido
violentamente arrebatadas.
d) Querella o Denuncia de Obra Nueva: tiene como fin impedir la construcción de una obra
nueva.
e) Querella o denuncia de Obra Ruinosa: cuyo objetivo es impedir o evitar que una obra ruinosa
cause daño.
En el desarrollo de los procesos que nacen con las acciones interdictales o posesorias
hablaremos de cada uno de ellos, conceptualizándolos, y detallando los presupuestos
procesales de forma y de fondo necesarios para que dichas acciones prosperen, o sea el
tratamiento procesal que debe dársele a cada uno de estos interdictos.
Como se puede observar los interdictos citados difieren uno de otro, pues regulan situaciones
jurídicas diferentes, pero todos ellos tienen en común que se tramitan en proceso sumario si es
de mayor cuantía y Ordinario Verbal cuando son de menor cuantía.
Los interdictos en la actualidad se constituyen como una eficaz garantía que se debe a la
posesión, se trata pues de la tenencia de la cosa es decir, una presunción del derecho a
la propiedad. Para que se exista la paz pública es necesario que converjan elementos que
protejan la propiedad de los abusos de la fuerza, actuando sin el consentimiento y contra la
voluntad del poseedor. El fin que persigue esta institución es el de restablecer todas las
condiciones que existían antes del inicio de la perturbación.
Resulta importante destacar, que los actos de posesión no se presten a equivoco posible. Ellos
deben revelar de modo cierto e indudable la intención del poseedor, y han de revestir, en
consecuencia, todos los caracteres que sean peculiares del derecho que se pretenda ejercer.
Además analizaremos los interdictos de obra nueva, para temer que una obra nueva, cause
perjuicio a unos inmuebles, a un derecho real u a otro objeto poseído por él, puede denunciar la
juez de la obra nueva para temer que una obra nueva. En posesión de las cosas amenazadas de
perjuicio, quien no esté es posesión de las cosas o derechos reales amenazados no puede
promover la acción de obra nueva.
Por último desarrollaremos las características del interdicto de daño temido u obra vieja, Que
la amenaza provenga de un edificio, un árbol o cualquier otro objeto pertenecientes o poseídos
por un tercero; y que recaiga sobre un predio u otro objeto que este en posesión el denunciante.
El cual se siente racionalmente amenazado en su posesión su posesión, así sea esta legitima o
precaria, de modo que pueden denunciar el daño temido, tanto el dueño exclusivo como los
derecharios, el que solo goza del usufructo, del uso o de la habitación, como el enfiteuta, el
acreedor anticrético, y el arrendatario.
PARTIENDO DE LOS DERECHOS REALES TENEMOS LO SIGUIENTE:
1.- LA PROPIEDAD Y LA POSESIÓN.
Art 348 del C.C.: La propiedad es el derecho de gozar y disfrutar de las cosas sin
más limitaciones que las establecidas por las leyes. Propiedad no es lo mismo que
posesión, ya que poseer algo no implica que sea de la propiedad de uno.
Podemos distinguir dos tipos de propiedad:
La Propiedad Pública. Es aquella cuyo fin es satisfacer necesidades públicas.
La Propiedad Privada. Es la que corresponde a una sola persona o entidad privada. Cuando una
propiedad pertenece a varias personas aparece el concepto de copropiedad.
Por razón del objeto la Propiedad podrá ser:
 Propiedad Mobiliaria, que es la que se tiene sobre cosas que pueden trasladarse de un
lugar a otro sin estropearse.
 Propiedad Inmobiliaria, que es aquella que se tiene sobre las cosas que no pueden ser
trasladados sin deteriorarse.
 Propiedades especiales. Se reglamentan con leyes especiales (ej/ la propiedad
intelectual...).
1.1.- FORMAS DE ADQUISICIÓN DE LA PROPIEDAD. Según el C.C. art 609.
 Por ocupación. Se puede efectuar cuando el bien no tiene dueño.
 Por prescripción. Se pide algo por el transcurso del tiempo. Los requisitos para poder
realizar la petición son; haber poseido el bien, atenerse a la ley, hacerlo de buena fe y
cumplir los plazos indicados.
 Por transmisión, bien sea "mortis causa" (con o sin testamento) o "intervivo" (mediante
compra-venta, permuta (trueque) o entrega gratuita).
 Por accesión. La propiedad de los bienes da derecho por accesión a todo lo que ellos
producen, se les une o incorpora natural o artificialmente.
1.2.- FORMAS DE PÉRDIDA DE LA PROPIEDAD.
 Por abandono. Ha tenido que transcurrir un periodo dilatado de tiempo (es difícil
demostrar que una propiedad ha sido abandonada):
 Por expropiación. Se suele dar en bienes inmuebles que por interés público son
comprados por un precio justo.
 Por pérdida involuntaria. Ej/ Un terremoto que derrumba un edificio.
 Por las condiciones resolutorias de los contratos. Cuando una cláusula
del contrato exige su anulación si se dan unas determinadas circunstancias.
1.3.- EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD.
El Registro de la Propiedad es una institución pública cuya finalidad es recoger la propiedad de
los bienes e inmuebles y sus titulares y también determinar las superficies, los linderos y las
cargas tributarias que puedan existir sobre dichos inmuebles.
Los principios sobre los que se basa el Registro de la Propiedad son:
 Principio de no inscripción. No es siempre obligatorio inscribir una propiedad
inmueble.
 Principio de presunción de exactitud. Se considera que es cierto lo del registro mientras
no se demuestre lo contrario.
 Principio de buena fe. Se ampara ante la ley a las personas que se atienen a los datos del
registro.
 Principio de publicidad. Cualquier persona puede acceder al registro para
obtener información.
El Catastro es una institución con fines tributarios que depende de Hacienda y que no puede
contradecir lo dicho en el registro. Se considera más fiable la información del Registro de la
Propiedad que la del Catastro en caso de que no coincida la información.
A veces se emplean los datos del registro y los planos del catastro (ya que en el registro no los
hay).
1.4.- POSESIÓN
Se considera la posesión como un concepto jurídico anterior a la propiedad, y en nuestro
ordenamiento legal la posesión se considera como un hecho, la posesión consiste en un poder
físico ejercido por alguien que tiene una cosa para si, ya sea en custodia (depósito), o en
garantía del cumplimiento de una obligación a favor del poseedor (prenda , anticresis) o que la
tiene con el fin de usarla o de explotarla económicamente, con independencia de la intención
en el poseedor de considerar ese bien propio.
Son poseedores:
 El propietario.
 El arrendatario
 El depositario
 Acreedor prendario o anticrético.
 El comodatario
 El usufructuario
 El usuario.
1.5.- DIFERENCIA ENTRE LA POSESIÓN Y LA PROPIEDAD.
Mientra que la propiedad es un derecho la posesión es un hecho. No todo poseedor es un
propietario, pero sí al contrario. No siempre el propietario explota o disfruta el bien o bienes de
los cuales es dueño; entonces otro sujeto asume la posesión directa de tales bienes, ya sea por
propia decisión o porque el propietario se lo ha transferido ( anticresis, prenda, arrendamiento,
comodato, depósito)
El propietario debe tener un título legal de su derecho de dominio y puede, en ejercicio de las
facultades que le concede la ley, gravar o enajenar el bien, lo que no le está permitido al simple
poseedor.
1.6.- ¿QUIENES PUEDEN SER POSEEDORES?
SUJETOS DE LA POSESIÓN
1.- Cualquier persona natural o jurídica sean de derecho privado o público puede poseer.
2.- Varias personas pueden ser simultáneamente sujetos de una misma posesión, caso en el
cual se dice que hay coposesión.
1.7.- CLASES DE POSESIÓN
1.7.1.- POSESIÓN INMEDIATA
Es la posesión de quien está en contacto directo con el bien; así la del arrendatario, del
acreedor anticrético o prendario, la del usufructario, depositario, que la reciben temporalmente
por voluntad del propietario.
1.7.2.- POSESIÓN MEDIATA
Es la posesión ejercida de modo indirecto por quien confiere la posesión, así la del dueño que
cede el uso al arrendatario.
1.7.3.- POSESIÓN ILEGITIMA
Cuando el poseedor carece de título o éste es nulo o que recibe la posesión de quien carece de
derecho para transmitirla o que el modo de adquisición sea insuficiente; esto es, la posesión
que no se obtiene por derecho (ej: la posesión recibida de un incapaz por donación de un
inmueble por documento privado)
1.7.4.- POSESIÓN DE BUENA FÉ
Acá debe haber necesariamente un titulo de posesión, sea o no justo, y el poseedor debe estar
convencido de que su titulo es legitimo; pero ese titulo en realidad está viciado. Acá la posesión
es de buena fe porque el poseedor cree en su legitimidad por ignorancia o por error de hecho o
de derecho sobre el vicio que invalida su titulo.Esta legitimidad dura mientras las
circunstancias permitan al poseedor presumir que posee legítimamente o mientras sea citado
en juicio.
1.7.5.- POSESIÓN DE MALA FE.
Figura contrapuesta a la de buena fe y puede ser una posesión sin titulo, o también con titulo
insuficientes y el poseedor conoce de esta situación. Ambas producen efectos jurídicos
distintos; así, el poseedor de mala fe deberá restituir los frutos indebidamente percibidos;
pierde las mejoras útiles de recreo.
1.7.6.- POSESIÓN PACIFICA
Es la obtenida por medios tranquilos, puede ser legitima o ilegitima. Se le contrapone la figura
de la posesión violenta o viciosa que es la adquirida por medios de fuerza o por abuso de
confianza. Esta posesión violenta puede o no constituir delito. El delito que se configura es el
de usurpación en inmuebles y apropiación ilícita para muebles.
1.7.7.- POSESIÓN EN NOMBRE AJENO
Es la que se ejercita por los representantes legales o los mandatarios en nombre de los
incapaces o mandantes capaces. Los mayordomos, los empleados no ejercen posesión, no son
poseedores, son simples encargados.
  1.8.- LA DEFENSA DE LA POSESIÓN.
Art. 496 del C.C. "todo poseedor tiene derecho a ser respetado por su posesión, y si es
inquietado por ella deberá ser amparado o restituido por dicha posesión".
Los interdictos son un procedimiento sumario (rápido) para actuar frente a intromisiones o
molestias respecto a un bien que está siendo usado por alguien. (protegen la posesión, no la
propiedad).La posesión es la simple detentación de una cosa, es decir, tenerla en su
poder (arrendamiento). Las personas que tienen en su poder una cosa están protegidas por
la ley, de tal forma que nadie puede arrebatárselas sin su consentimiento. Según
el Código Civil, todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión y si fuere
inquietado deberá ser amparado o restituido en dicha posesión por las leyes que dicho
procedimiento establecen y el medio que establecen las leyes está recogido en la ley de
enjuiciamiento civil que contemplan y regulan los interdictos de retener y recobrar la posesión.
Interdictos
Por lo de antes expuesto, un interdicto es un procedimiento judicial muy sumario y de
tramitación sencilla, cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada
persona física o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto también se puede
plantear para el caso de que exista una reclamación por algún daño inminente, cuya urgencia
habrá de quedar justificada.
Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier agresión o turbación
que una persona sufra sobre su pacífica posesión. Esto es, cabe emplearlo en el caso de ruidos,
olores, etc. que impidan a una persona disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea
un proceso al que se recurre en ocasiones para obligar a paralización de obras cercanas o de
otras actividades molestas (salas de fiestas, etc.) para el propietario de un inmueble.
En un interdicto, priva la agilidad y la resolución rápida sobre la cuestión jurídica de fondo. De
esta manera, los fundamentos y alegatos de complejidad normal habrán de reservarse para el
procedimiento declarativo que se celebrare después, y que esta vez, sí que tendrá un carácter
definitivo y no provisional. Cabe destacar que un interdicto no puede tener jamás valor de cosa
juzgada, aunque doctrinalmente se discute la existencia de un instituto de inferior grado que
blinde el mecanismo interdictal, de manera que no pueda plantearse una y otra vez el mismo
proceso. A este respecto, cabe recordar la distinción entre cosa juzgada formal y cosa juzgada
material. La primera implica que lo decidido en un proceso no puede ser modificado dentro del
mismo proceso, pero sí en otro posterior; la segunda implica que lo decidido no puede
modificarse en el mismo proceso ni en uno distinto. Lo decidido en un interdicto, entonces, no
tiene valor de cosa juzgada material, pero sí formal, es decir, al quedar firme la sentencia, ésta
no puede ser modificada dentro del mismo proceso.
2.1.- JUSTIFICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO INTERDICTAL
En concreto, está basado en la presunción de que toda posesión es legítima. Esto es, se presume
que si una persona tiene un bien en su poder es por un motivo legítimo. Por ello, si alguien
trata de irrumpir en esa posesión por la fuerza, el poseedor puede acudir al juez rápidamente,
sin tener que demostrar la legitimidad de su situación, bastándole entonces con demostrar que
la posesión efectivamente era suya. No es necesario que demuestre su propiedad u otro título
posesorio (arrendamiento, prenda, etc.).
Por otro lado, si el poseedor no es legítimo, el legítimo propietario siempre tiene la posibilidad
de acudir a un procedimiento ordinario, demostrando dicha situación
(aportando documentos que demuestren su propiedad), para arrebatar legalmente la posesión
al poseedor irregular (de una forma civilizada y con las autoridades de por medio).
No se admitirán a trámite interdictos contra las actuaciones de los órganos administrativos
realizados: (1) En materia de su competencia. (2) De acuerdo con el procedimiento legalmente
establecido.
El conocimiento de los interdictos según el Articulo 697 y 698 del Código de
Procedimiento Civil, corresponde exclusivamente a la Jurisdicción Civil
Ordinaria, salvo lo dispuesto en leyes especiales y es Juez competente para
conocer de los interdictos el que ejerza la jurisdicción ordinaria en Primera
Instancia en el lugar donde esté situada la cosa objeto de ellos, respecto de la
posesión hereditaria lo es el de la jurisdicción del lugar donde se haya abierto la
sucesión.
2.2.- TIPOS DE INTERDICTOS
INTERDICTOS PROHIBITIVOS
Es competente para conocer de los interdictos prohibitivos el Juez de Distrito o Departamento
del lugar donde esté situada la cosa cuya protección posesoria se solicita, a menos que hubiese
en la localidad un tribunal de Primera Instancia en lo Civil, en cuyo caso corresponderá a
éste el conocimientodel asunto.
2.2.1.- INTERDICTO DE DAÑO TEMIDO O DE OBRA VIEJA
Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un edificio un árbol u otro objeto
poseído por él, tendrá derecho a denunciarlo al Juez y de obtener, según las circunstancias, que
se tomen las medidas conducentes a evitar el peligro, o que se intime al interesado a la
obligación de dar caución por los daños posibles. (C.C., art 786)
El nombre de daño temido puede aplicarse con igual propiedad al interdicto de obra nueva y en
nombre de "obra vieja" no tiene en cuenta que la procedencia del interdicto que nos ocupa no
presupone una obra en el sentido del resultado de una obra humana.
SUPUESTO DE PROCEDENCIA
Que el querellante tenga razón para temer un daño próximo
Que la amenaza provenga de un edificio, un árbol o cualquier otro objeto pertenecientes o
poseídos por un tercero; y que recaiga sobre un predio u otro objeto que este en posesión el
denunciante.
La primera de estas condiciones requiere la concurrencia de dos circunstancias: que sea
inminente, o simplemente próximo el daño, sin que importe su mayor o menor gravedad, y que
sea racional el temor que suceda. Estas son cuestiones que el legislador deja a la libre
apreciación del Juez; y es claro que dicho funcionario, para formar su concepto, deberá inquirir
y conocer el motivo del peligro que amenace, vetustez o mala construcción de la cosa
denunciada, desarraigo de los árboles de que se trate, socavamiento de bases o cimientos de un
edificio, etc. , sin que dicha causa, ni su origen intencional o fortuito, tengan importancia
alguna para calificar sumariamente el derecho del denunciante.
Las cosas que constituyen la amenaza denunciada pueden ser, según el texto, edificios, árboles
u otro objeto cualquiera, y dada la amplitud de estos conceptos el legislador, dichas cosas
podrían ser muebles, como animales, barcos, portones o acumulación de materiales de
construcción, o bien inmuebles, ya se trate de construcciones o fabricas de toda especie, como
casas, muros, columnas, arcos, puentes, o de árboles, así sean altos y robustos o de escasa
corpulencia, con tal que puedan causar daño, o de obras diversas, como excavaciones, acequias,
vigas clavadas de pie, empotradas o apuntaladas, acueductos, diques, terrenos elevados que
amenacen deslizarse o derrumbarse.
La cosa del denunciante que se dice puede ser amenazada puede ser un predio o bien, cualquier
objeto mueble o inmueble, tomando el vocablo en su más lato significado, con tal de que sea de
las cosas susceptibles de sufrir un daño material.
La practica nos dice que casi siempre se trata de objetos contiguos o situados a inmediaciones
del que amenaza de daño próximo, pero la ley no exige, y con razón, la concurrencia de esta
otro circunstancia para que proceda el interdicto en que nos estamos ocupando, porque el daño
puede recaer directamente sobre cosa lejana de la que lo produzca, como lo causaría la
inundación, ocasionada por el quebrantamiento de un dique, sobre plantaciones, edificios u
otros bienes situados a gran distancia del lugar del suceso.
La acción por esta interdictal corresponde a todo poseedor amenazado en su posesión, así sea
esta legitima o precaria, de modo que pueden denunciar el daño temido, tanto el dueño
exclusivo como los derecharios, el que solo goza del usufructo, del uso o de la habitación, como
el enfiteuta, el acreedor anticrético, y el arrendatario. El acreedor pignoraticio lo puede
igualmente como tenedor que es de la prenda, pero no el hipotecario por sus propios derechos,
pues no tiene la posesión de la cosa hipotecada, y únicamente podría obrar haciendo valer los
derechos que corresponden a su deudor.
No procede este interdicto por uno de los comuneros contra los otros, en razón del peligro con
que amenace la cosa común a la porción de la misma ocupada por él, ni podría dicho comunero
proponerlo contra sus copropietarios por amenaza de la cosa común que recayese sobre un
predio u otra cosa de que el esté en exclusiva posesión. Sería demandarse a sí mismo, pues él se
haya tan obligado como todos los demás comuneros a reparar la cosa común y a evitar que
amenace daño a otros.
El usufructuario, amenazado en una cosa de su propiedad por alguna de las que formen parte
del usufructo, no podría accionar por daño temido al nudo propietario, sino cuando las
reparaciones o las medidas que pudieron evitar el peligro deban correr a cargo de este, no
cuando hayan de ser su propia cuenta.
En estos casos no procede la acción dammi infecti para pedir indemnización de los perjuicios
ya ocasionados, ni para hacer poner reparo al hecho que se teme y lamenta, haciendo que se
reestablezca el estado normal de la cosas, pues las acciones de tal naturaleza son
esencialmente petitorias y deben deducirse en juicio ordinario.
PROCEDIMIENTOS Y EFECTOS
- El querellante al igual que en el interdicto de obra nueva hará la denuncia ante el Juez
competente, expresando el perjuicio que teme, la descripción de las circunstancias de hecho
atinentes al caso, y producirá junto con su querella el título que invoca para solicitar la
protección posesoria.
- El juez en el menor tiempo posible, examinará cuidadosamente si se han llenado dichos
extremos, se trasladará al lugar indicado en la querella y asistido por un profesional experto,
resolverá sin audiencia de la otra parte.
- Procederá en la forma prevista y el Juez resolverá según las circunstancias, sobre las medidas
conducentes a evitar el peligro, o que se intime al querellado la constitución de una garantía
suficiente para responder de los daños posibles, de acuerdo a lo pedido por el querellante.
- De la resolución del Juez, cualquiera que ella sea, se oirá apelación en un solo efecto.
1- De acuerdo con el C.P.C. derogado, si el Juez declaraba con lugar el interdicto podía ordenar
que se tomaran "las medidas conducentes a evitar el peligro" o que el demandado prestara
"caución por los daños posibles", pero no podía condenar al pago de daños causados ni resolver
cuestiones propias de juicio petitorios.
2- Conforme el C.P.C. vigente se procederá de acuerdo con el artículo 713 eiusdem y el Juez
resolverá según las circunstancias sobre las medidas conducentes a evitar el peligro o intimará
al querellante a constituir garantías suficientes para responder de los daños posibles de
acuerdo a lo pedido por el querellante" (C.P.C. art. 717)
3- De la resolución que dicte el juez "cualquiera que ella sea" se oirá apelación a un solo efecto
(C.P.C. art 718) y en lo sucesivo "toda reclamación entre las partes se ventilará por el
procedimiento ordinario" (C.P.C. art. 719).
2.2.2.- INTERDICTO DE OBRA NUEVA
La obra nueva ha de consistir en trabajos de construcción, reforma o demolición emprendidos
sobre el terreno, y que produzca innovación en el estadoanterior de la cosas. La novedad no
está en que se emprenda la obra donde antes no existía ninguna, sino en que, al construir o
bien reconstruir, destruir, aumentar, disminuir o modificar de alguna otra manera la obre
preexistente, se cree una situación nueva, de modo que el cambio de los hechos implique
alteración en el derecho. Los trabajos pueden ser superficiales o subterráneos, en terrenos del
dominio público o patrimoniales del estado o del municipio, o bien de la propiedad del que los
ejecuta o del querellante o de un tercero.
Quien tenga razón para temer que una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio suelo,
sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro objeto poseído por
él, puede denunciar ante el juez la obra nueva, con tal de que no esté terminada y de que no hay
transcurrido un año desde su principio. CC Art 785
El juez previo conocimiento sumario del hecho y sin audiencia de la otra parte, puede prohibir
la continuación de la nueva obra o permitirla ordenando las precauciones oportunas; en el
primer caso, para asegurar el resarcimiento del daño producido por la suspensión de la obra, si
la oposición a la continuación resultare infundada por la sentencia definitiva; y en el segundo
para la demolición o reducción de la obra y para el resarcimiento de los daños que puedan
sobrevenir al denunciante, si este obtiene sentencia definitivamente favorable, no obstante el
permiso de continuar la obra.
Es indispensable que el querellante tenga razón para temer que la obra nueva cause perjuicio a
la cosa poseída por él. Ese temor es el interés de la acción, y el perjuicio debe nacer de la
ilegitimidad del hecho que lo ocasione, nunca de los actos ejecutados en legal ejercicio de un
derecho. Si en mi pared no medianera tengo abiertas ventanas o troneras para dar luz a mis
habitaciones, y tu empiezas a construir en tu fundo un pared contigua que dejará cerrada mis
luces, obras en uso de tu derecho perfecto y no prosperará mi querella denunciando tu
construcción. La proponder en cambio con fundamento, y habrá de prosperar, si pretendes
utilizar mis ventanas plantando en tu fundo arboles altos y robustos que disten menos de dos
metros de mi muro, porque entonces habrás obrado sin derecho.
El perjuicio no debe estar consumado, sino debe constituir un derecho futuro. Si lo está, podrá
determinar una perturbación o un despojo o dar lugar a una acción de daños y perjuicios, pero
no al interdicto de obra nueva.
SUPUESTO DE PROCEDENCIA
Para que proceda el interdicto que tratamos es necesario que exista una obra nueva
emprendida por otro se en propio suelo, sea en suelo ajeno.
 A. Para que sea obra nueva se requiere que se trate del resultado de una actividad
humana.
 B. Si la obra ya existía (no es nueva) el interdicto procedente es el interdicto de daño
temido o de obra vieja.
 C. Es necesaria que la obra sea ejecutada "en el suelo" lo que comprende las obras
ejecutadas en cosas que a su vez estén incorporadas al suelo. Por lo demás es irrelevante que
el suelo en cuestión pertenezca al ejecutor de la obra o un tercero.
 D. El actor debe tener razón para temer que la obra cause perjuicio a un inmueble, a un
derecho real o a otro objeto.
1.- Ese temor debe ser fundado, puesto que la ley lo concede a "quien tenga razón para temer
…" la determinación de que si el temor es fundado o no, es una cuestión de hecho que en ultimo
termino corresponderá apreciar al juez. El temor debe ser causado por el peligro que
representa la continuación de la obra nueva
2.- Es necesario que el perjuicio no se haya causado aún. Si el daño ya se produjo el interdicto
es improcedente porque ya no puede cumplir su finalidad es preventiva. Sin embargo, si la obra
nueva ya ha causado algunos daños; pero existe razón para temer que cause otros más en lo
futuro puede intentarse el interdicto por lo que se refiere a estos posibles daños futuros.
3.- El perjuicio a que se refiere la ley cuando se trata de un inmueble o de "otro objeto" es su
destrucción o deterioro total o parcial y en el caso de los derechos reales es la privación del
mismo (por destrucción del objeto sobre el cual recae) o el estorbo en su ejercicio siempre que
para este se requiera el uso de la cosa y que este uso no pueda ser objeto de posesión porque en
caso de serlo se estaría frente a un caso de perturbación posesoria en el cual la acción
procedente sería el interdicto de amparo.
El objeto amenazado puede ser un inmueble, un derecho real u "otro objeto", esta expresión
incluye a los muebles.
Es necesario que la obra no esté concluida porque la finalidad que puede perseguir el actor al
intentar el interdicto es que se paralice la construcción o que se tomen ciertas precauciones en
caso contrario.
El interdicto a de intentarse antes de de que haya transcurrido un año desde el principio de la
obra.
El plazo de referencias es de caducidad no de prescripción
El simple hecho de acumular los materiales constituye el principio de la obra, en otros casos se
exige que hay comenzado la construcción, se sostiene que debe empezarse a contar desde el
momento en que se realicen los actos enderezados a la ejecución de la obra que permitan
descubrir con certeza la intención de ejecutarla.
En todo caso el plazo corre independientemente de que el posible actor conozca o ignore el
hecho de que se ha emprendido la obra nueva.
Aunque los trabajos de ejecución de la obra sean suspendidos por un lapso más o menos largo,
el término corre de igual manera desde el inicio de aquella.
LEGITIMACIÓN ACTIVA
"Quien tenga la razón para temer que una obra nueva, cause perjuicio a un inmuebles, a un
derecho real u a otro objeto poseído por él, puede denunciar la juez de la obra nueva". En el
mismo sentido puede alegarse que la norma figura en el título consagrada a la posesión.
El interdicto puede ser intentado no solo por el poseer propiamente dicho sino también por el
detentador.
Dada la finalidad de la acción, se considera por algunos autores que el interdicto puede ser
intentado por el actor a título de propietario o de titular de un derecho real incluso cuando no
es poseedor. Dentro de esa corriente se discute si el interdicto puede se intentado por el
acreedor hipotecario o si éste sólo puede invocar la protección que le confiere el artículo 1984
del C.C.
El querellante debe hallarse en posesión de las cosas amenazadas de perjuicio, quien no esté es
posesión de las cosas o derechos reales amenazados no puede promover la acción de obra
nueva. No es suficiente ser propietario de ellas, pues si otro la posee, no en nombre de aquel,
sino por derecho propio, como el enfiteuta y el usufructuario, a éstos, y no al dueño, compete
intentar el interdicto. No podrán intentarlo, por lo tanto, el acreedor de hipoteca, ni el acreedor
anticrético, ni menos el simple arrendatario, que detiene la cosa en nombre del locador, a quien
debe poner en conocimiento, en el más breve termino posible, de toda novedad dañosa que otra
persona haya hecho o quiera hacer en la cosa arrendada.
LEGITIMACIÓN PASIVA
Si se admite que este interdicto es personal sus efector sólo podrían hacerle valer frene al
ejecutor de la obra o a sus sucesores a titulo universal. Caso contrario, también puede hacerse
valer contra cualquier causahabiente del ejecutor de la obra, aun cuando lo sea a título
particular. Esta ultima opinión es criterio más acertado porque el objeto de derecho del actor es
la obra misma, si el juez dicta la prohibición de proseguir la obra, dicha prohibición subsiste
aun cuando un cambio de dueño.
En caso de condominio, la doctrina sostiene que si el peligro proviene de que no se hayan
ejecutado obras de conservación de la cosa común ningún comunero tiene acción contra otro;
pero que si el peligro está determinado por la actividad de otros comuneros, la acción procede
en contra de estos.
EFECTOS
En esta materia el código de procedimiento civil vigente establece un procedimiento diferente
donde no se distinguen las dos fases, sumaria y plenaria, previstas en el código derogado.
Según este nuevo régimen, el querellante hará la denuncia ante el juez competente expresando
el perjuicio que teme y las circunstancias de hecho pertinentes al caso presentando junto con su
querella el título que invoca para solicitar la protección posesoria. El Juez en el menor tiempo
posible examinará cuidadosamente si se han llenado dichos extremos, trasladándose al lugar
indicado en la querella, asistido por un profesional experto, resolverá sin audiencia de la otra
parte, sobre la prohibición de continuar la obra nueva, o permitirla. ( C.P.C. art 713)
Si el Juez decide permitir la continuación de la obra, se oirá apelación al querellante en ambos
efectos (C.P.C. art. 714, últ. Parte, in fine)
Dado el caso en que el Juez prohibiere la continuación de la obra nueva bien sea total o
parcialmente, distara las medidas que considere necesarias para hacer efectiva esa decisión y
conforme al art. 785 del C.C. exigirá al querellante garantía oportunas para asegurar al
querellado el resarcimiento de los daños que las suspensión de la obra le pueda producir y que
resulten demostrados en el procedimiento ordinario a que se refiere el artículo 716 del C.P.C.
( C.P.C. 714 encab.) Las obras que se realicen no obstante la prohibición judicial será destruidas
por cuenta del dueño y los respectivos pagos será abonados por éste. (C.P.C. art. 714 ap. 1°) . la
resolución por la cual el Juez prohiba la continuación
De la obra puede ser apelada por el querellado, pero dicha apelación no suspende la
prohibición mientras decida el superior puesto que la misma se oirá en un solo efecto (C.P.C.
714, últ.ap., in limine)
Por otra parte, prohibida la continuación de la obra, el querellado puede también pedir al
tribunal que le permita continuarla, dado el caso el Juez con el dictamen favorable de los
expertos que nombrará al efecto, podrá acordar la autorización solicitada, previo el
cumplimiento de las recomendaciones y medidas de seguridad que hayan indicado los expertos
(C.P.C., art. 715 encab.), exigiendo al querellado las garantías oportunas para asegurar al
querellante el resarcimiento del daño que la continuación de la obra le pueda producir, y que
resulte demostrado en el procedimiento ordinario a que se refiere el artículo 716 (C.P.C., art
715, ap. Único)
En lo sucesivo todas las reclamaciones entre las partes se ventilarán fuera del procedimiento
interdictal en procedimiento ordinario, en el entendido de que la demanda deberá proponerse
dentro del año siguiente al Decreto que hubiere ordenado la suspensión total o parcial de la
obra (C.P.C., art. 716, encab.) Caso contrario, consumada la caducidad quedarán extinguidas
las garantías constituidas en el interdicto (C.P.C., art. 716 único ap.)
NATURALEZA
Se ha considerado el interdicto de obra nueva como una acción posesoria. Contra esta opinión
se ha señalado que en este interdicto no se discute la posesión en el sentido de que ninguna de
las partes pretende sustituirse en la posesión de la otra. Quienes admiten que este interdicto
puede ser intentado por el propio titular de un derecho real en su condición de tales y sin que
sean poseedores, necesariamente habrán de concluir que, al menos en esa hipótesis, el
interdicto es una acción petitoria.
De acuerdo con nuestra jurisprudencia, en este interdicto puede discutirse la propiedad de la
cosa o la titularidad del derecho real en el sentido de que el ejecutor de la obra puede probar
una u otra para justificar su construcción.
2.2.3.- INTERDICTO DE AMPARO
Los interdictos se refieren a todos aquellos procesos o juicios sumarios por excelencia cuya
finalidad primordial es establecer una decisión acerca de la actual o momentánea posesión o
sobre el hecho de la posesión sin menoscabo del derecho de los interesados, así como también
evitar un hecho que pueda causar un daño o perjuicio. Siendo su conocimiento competencia,
por lo general de los jueces de primera instancia.      Doctrinariamente se establece una
clasificación que comprende la existencia de interdictos posesorios o interdictos prohibitivos,
caracterizados éstos últimos por crear una protección cautelar que lleva implícita o
establece normas de seguridad que eviten un daño temido.
EXPLIQUE EL PROCEDIMIENTO ESTABLECIDO EN EL CODIGO DE PROCEDIMIENTO
CIVIL PARA TRAMITAR LOS INTERDICTOS DE AMPARO Y RESTITUTORIO, EL
MOMENTO PARA LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA SEGÚN EL CRITERIO DE LA
SALA DE CASACIÓN CIVIL:
Sentencia de la Sala de Casación Civil, de fecha 22 de mayo del año 2001:        "...En este
sentido, percatándose esta Sala que los procedimientosinterdictales posesorios están
enmarcados dentro del principio de la especialidad, la celeridad y la brevedad de las
actuaciones, luego de un detenido análisis de la situación, y con fundamento en el precitado
artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, a los fines de contemplar la apertura efectiva del
contradictorio, la Sala establece, una vez citado el querellado, éste quedará emplazado para el
segundo día siguiente a la citación, a fin de que exponga los alegatos que considere pertinentes
en defensa de sus derechos, permitiéndose así, que ambas partes, en entera igualdad de
condiciones, formulen alegatos y promuevan pruebas oportunamente, (las cuales deberán ser
admitidas siguiendo para ello la previsión establecida en el artículo 398 del Código de
Procedimiento Civil), pudiendo seguir el procedimiento pautado en el artículo 701 del Código
Adjetivo Civil, en lo relativo a período...
Protege al poseedor contra las perturbaciones de que pueda ser objeto su posesión. Tiene como
fin hacer cesar dichas perturbaciones para restablecer la situación existente antes de que esta
ocurriera. Este supone un perturbación posesoria consumada no basta la simple tentativa ni el
temor fundado en ella, se entiende esta perturbación como todo acto voluntario que contradiga
la posesión de otro, con ánimo de querer sustituir la posesión propia la que hasta entonces se
ejerce e implique un cambio que impida al poseedor seguir ejerciendo la posesión como la
venía ejerciendo.
Si este cambio es tan drástico que priva al poseedor de su posesión, no hay perturbación
posesoria si no despojo.
Las personas que pueden promover el interdicto de amparo son todas aquellas que obren por
sus propios derechos en virtud de que posee animos domini, y también al arrendatario en
siempre que haciéndose valer de su carácter a titulo precario, obre de nombre e interés del
arrendador es decir todo aquel que se considere propietario de la cosa en cuya posesión se le
perturba, en el hecho jurídico la posesión hace presumir la propiedad.

Se requiere de un hecho material o civil, efectivo y arbitrario que altere o lesione o menoscabe
la posesión, porque se ejecute con la intención deliberada de oponer a la posesión del
querellante un derecho contrario que colide con ella y la ponga en discusión, la ley exige que
haya intención, en el perturbador, de desconocer la posesión ajena, cuando su hecho no sea
eficaz para hacérsela adquirir a su vez, pues sería un inconsecuencia legal permitir al poseedor
defenderse, con el interdicto de amparo, de la posesión legitima que la perturbase, y prohibirle
igual recurso para libertarse de otras molestias que, no obstantes no constituir actos de
posesión, le impidiese gozar en libertad de su derecho.
Para que un acto sea calificado de perturbación se debe ejecutar si el consentimiento o contra la
voluntad del poseedor. Lo que un tercero ejecuta con permiso expreso o tácito de otro, no es
arbitrario, ni implica desconocimiento de derecho de quien lo autoriza o consiente; y si en
juicio comprueba el demandado es autorización por cualquier medio de prueba legal, impedirá
que prospere la querella.
Para que exista una perturbación posesoria no es necesario que se cause daño material o
económico al poseedor. Aun cuando se solicite resarcimiento de esos daños, constituye un
pedimento independiente de y debe hacerse en juicio independiente al pedimento de ser
mantenido en la posesión.
El hecho de que existe una perturbación posesoria es independiente de la buena o mala fe del
poseedor y del perturbador.
La perturbación puede ser de derecho cuando el perturbador pretende hacer valer un derecho
contra el poseedor. O de hecho cuando el perturbador no invoca ningún derecho contra el
poseedor.
La perturbación puede afectar la posesión de toda la cosa o solo parte de ella. Para ello
las pruebas defensas y efectos del fallo se limitan a la posesión de la parte correspondiente.
LEGITIMACIÓN ACTIVA
Si la perturbación recae en un accesorio de un bien basta la posesión ultra anual del bien
principal. Si alguien es perturbado en una edificación muy reciente le bastará haber poseído
legítimamente el suelo por más de un año.
El poseedor precario puede intentar la acción en nombre e interés del que posee, a quien le es
facultado de intervenir en juicio, en este caso la personapara quien posee el detentador deber
ser poseedor legitimo ultra anual. Quien posee la posesión legitima ultra anual de un derecho
real y la posesión precaria de la cosa puede intentar el interdicto tanto en nombre e interés
propio como en nombre e interés de la persona para quien posee.
Se exige que la posesión sea ultra a anual para evitar que la persona protegida por el aparo sea
a su vez un poseedor expuesto al interdicto de despojo (que solo puede intentarse dentro de un
año siguiente al despojo). Sin embargo en nuestra legislación de acuerdo con la sentencia de la
corte suprema de justicia en 1966 que existe una flagrante contradicción en el artículo 782
del código civil. En el primer párrafo condiciona el interdicto de amparo de una posesión ultra
anual y el último acepta para su procedencia una posesión sin sujeción a lapso alguno. En
consecuencia se tomo por varias razones el primer párrafo quedando la regla del último aparte
citado carecía de aplicación.
Para que pueda prosperar una querella de amparo es necesario que la posesión sea legitima,
continua, no interrumpida, pacífica, pública, no equivoca y con la intención de poseer la cosa
como suya propia. Las condiciones de continuidad y de no interrupción no son sinónimas. La
continuidad es cuando el poseedor no ha dejado voluntariamente de ejercer de modo sucesivo y
constante los actos reveladores de su derecho sobre la cosas, la no interrupción es cuando
ninguna causa, extraña al libre querer del poseedor, le ha obligado a abandonarla a poner cese
a los actos que la constituyen. (la discontinuidad es siempre voluntaria la, la interrupción no lo
es nunca).
Los actos de posesión se reputan continuos aunque se ejecuten a intervalos, siempre que asi lo
requiera la naturaleza o el uso o el destino de la cosa poseída, como por ejemplo; del ejercicio
del derecho de paso o el de hacer los cortes en un bosque talar.
Para su legitimidad la posesión ha de ser pacifica y pública, los actos violentos y clandestinos
no pueden servir de fundamento para adquirir la posesión; pero esta puede comenzar cuando
haya cesado la violencia o la clandestinidad. Es raro hayar en la en la práctica ejemplos de
posesión clandestina respecto de inmuebles, pero no es posible concebirlos, tal sería el caso el
de aquél que, para poseer una casa, necesita mantenerla cerrada, sin muebles y en
aparente desocupación, no habitándola sino de noche, a escondidas, entrando por una puerta
falsa y de modo sigiloso e inadvertido.
Hoy en día nuestro derecho requiera la pacificidad durante toda la duración de la posesión, si el
poseedor ha sido atacado por vías de hecho que no hayan logrado desposeerle o impedirle, por
mayor o menor tiempo, el ejercicio de la posesión, como que de otro modo se encontraría todo
poseedor a merced de cualquiera agresión de tercero. Admítase igualmente que tampoco deje
de ser pacífica la posesión porque el poseedor se vea obligado ocasionalmente a usar de
violencia para mantenerse en ella.
Es necesario que los actos de posesión no se presten a equivoco posible. Ellos deben revelar de
modo cierto e indudable la intención del poseedor, y han de revestir, en consecuencia, todos los
caracteres que sean peculiares del derecho que se pretenda ejercer.
Cuando el querellante alega tener posesión legitima de alguna cosa, solo necesita probar que
esa posesión es continua, no interrumpida, pacifica, pública y no equivoca, pues la presunción
legal referida lo dispensa de probar que obra con ánimo de dueño. El poseedor precario que
posee la cosa en nombre de otro, al carecer de animus domini, no puede promover por su
propio derecho ni en nombre del propietario la acción interdictal, a menos que posea a titulo de
arrendatario, puede intentarla en nombre y en interés del arrendador.
Para el caso de usufructuario y el usuario que son poseedores animo rem sibi habendi, pueden
promover el interdicto de amparo, la afirmativa que prevalece en la doctrina, dichas personas
ejercen una doble posesión: la que tienen de la cosa para gozar de su dominio útil y de la cual
disfrutan por si, animo domini, y la que ejercen precariamente, reteniendo la cosa en nombre
del señor directo, con obligación de devolvérsela al cesar el usufructo. Si en este último caso
obran como simples detentadores, no así en el primero; y con este carácter pueden válidamente
defender por sí y para sí su posesión, porque la acción retinendae possessionis comprende a
todo poseedor de sus derechos reales, y derechos de esa naturaleza son el uso y el usufructo. El
señor directo o nudo propietario podría a su vez, alegando en su favor la posesión que de la
cosa ejerce en su nombre el usufructuario, defenderse interdictalmente contra la perturbación
de quien pretenda sustituirle en su derecho.
LEGITIMACIÓN PASIVA
Debe intentarse contra el autor de la perturbación o sus sucesores a titulo universal. El hecho
de no realizar los actos perturbatorios, no excluye que quien haya encargado a otro la
realización de los mismos sea considerado autor de la perturbación. En caso de comunidad, el
comunero poseedor perturbado puede intentar el interdicto contra el comunero no poseedor
que lo perturbe.
El interdicto de amparo puede ser propuesto contra quien quiera que sea el autor de la
perturbación, aun contra el mismo propietario. Cuando la perturbación se hiciere por el
arrendatario, el colono u otra persona que pretenda no haber obrado sino en nombre de
tercero, es principio de doctrina que la acción de amparo puede intentarse, a voluntad, contra
el propio ejecutor, por su hecho personal, o contra el tercero por cuya cuenta y en cuyo favor se
ejecutó., igualmente procede la acción de de amparo contra los actos de los funcionarios y de
cualesquiera otras personas que, en ejecución de obras de la administración nacional o de los
Estados o Municipios, perturben la posesión de los particulares, sin que haya precedido la
expropiación legal por causa de utilidad pública.
BIENES PROTEGIDOS
De acuerdo con la ley el interdicto solo procede cuando se trata de una posesión de un
inmueble, de un derecho real, o de una universalidad de muebles Art 782 CC., pero ha de
entenderse que el derecho real a ser inmobiliario porque sería incompresible que el legislador
negara el interdicto al poseedor de la cosa mueble uti singulis (rectius al poseedor de
la propiedad de una cosa mueble), y se concediera a quien solo posee un derecho real limitado
sobre la misma.
En cuanto a las universalidades de muebles, la doctrina dominante es que la dotrina
comprende a las universalidades de hecho y de derecho.
Se discute que la posibilidad de que el interdicto de amparo pueda intentarse para proteger la
posesión del derecho marcario. El interdicto de amparo no protege sino los derechos reales
inmobiliarios.
No todos los derechos reales, ni todos los inmuebles son amparables interdictalmente, Por su
naturaleza los inmuebles inalienables son imprescriptibles, y su posesión, por cuando no
permite presumir la propiedad del poseedor, no podría se alegada como fundamento de la
acción de amparo.
La hipoteca es un ejemplo de derechos reales, porque es accesoria de la acción personal del
acreedor contra su deudor, y no puede ejercerse, ni poseerse, por tanto, sino en ejercicio de esa
acción personal, trabando ejecución sobre la cosa hipotecada, en juicio de que no puede ser
posesorio, sino petitorio.
Las servidumbres continúas no aparentes y las discontinuas porque, no puedes ser adquiridas
sino por título, sin que baste a establecerlas la posesión por inmemorial que sea. En vano
alegaría que ha hecho uso constantemente, por más de un año, de una servidumbre de paso a
través de determinado fundo, o que hace más de un año que prohibió, por escrito formal, al
dueño del predio sirviente que edificase más alto, porque sin el uso sin titulo por más de treinta
año no basta para hacer semejantes servidumbres, mal puede hacer presumir la propiedad de
ella una simple posesión de más de un año.
Para el caso cuando el querellante adujese el testamento que le confiere el derecho de
sacar agua de una fuente ajena, y comprobare que ha ejercido por más de un año el del paso
indispensable para ir a la fuente, puede pedir el amparo de esa servidumbre de paso, pues el
derecho de servidumbre comprende todo cuanto es necesario para su ejercicio, y la de tomar
agua en manantial ajeno envuelve el derecho de paso por el predio donde este ese manantial.
La servidumbre de paso en esta hipótesis, aunque discontinua, es amparable, por estar basada
en el titulo no escrito que deriva del expresado precepto legal, como accesoria de la
comprobada de aquae haustus.
PLAZO
El interdicto debe intentarse dentro de un año contado a partir de la fecha de de la
perturbación.
Se la perturbación consiste en varios hechos repetidos y sucesivos, el plazo comienza a correr
desde la fecha primera de ellos. Sin ha nacido varios hechos perturbatorios nacen
tantas acciones como hechos, cada una sujeta a su propio plano.
El plazo señalado es de caducidad.
PRUEBAS A CARGO DEL ACTOR
El querellante tiene la carga de cobrar
Que es el poseedor legitimo ultra anual, en su caso, que detenta en nombre del poseedor
legitimo ultra anual.
Que existe la perturbación posesoria
Que el demandado es el autor de la perturbación o su causahabiente a titulo universal.
EXCEPCIONES DEL DEMANDADO
A su vez el querellante puede oponer:
Las excepciones de rito, cualquier prueba que contradiga las pruebas que están a cargo del
demandante
La caducidad de la acción.
PROCEDIMIENTOS Y EFECTOS
- En el caso de un interdicto de amparo, el interesado debe demostrar ante el Juez la ocurrencia
de la perturbación, y encontrando el juez suficiente la prueba o pruebas promovidas, decretará
el amparo a la posesión del querellante, practicando todas las medidas y diligencias que
aseguren el cumplimiento de su Decreto. (art. 700 CPC)
- Una vez practicada la restitución o el secuestro, o las medidas que aseguren el amparo, según
el caso, el Juez ordenará la citación del querellado, y practicada ésta, la causa quedará abierta a
pruebas por diez días.
- Concluido dicho lapso las partes presentarán dentro de los tres días siguientes, los alegatos
que consideren convenientes, y el juez, dentro de los ocho días siguientes dictara la sentencia
definitiva. Esta sentencia será apelable en un solo efecto, pero el Tribunal remitirá al Superior
el expediente completo de las actuaciones. El Juez será responsable de los daños y perjuicios
que cause por su demora en dictar la sentencia prevista en este artículo.
- El juez encontrando suficiente prueba o pruebas, exigirá al querellante la costitución de una
garantía cuyo monto fijará y la sentencia definitiva hará pronunciamiento expreso sobre la
extinción de la garantía en caso de que la querella fuere declarada con lugar; y en caso de que
fuere declarada sin lugar, ordenará la fijación de los daños y perjuicios mediante experticia
complementaria del fallo, y una vez fijados éstos se ejecutará la garantía como si se tratara de
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.
- Cuando sea un heredero el que pida la restitución de la posesión hereditaria o el amparo de
ella, comprobará previamente su calidad de heredero y, de un modo directo, el hecho de que las
cosas sobre que verse el interdicto las poseía su causante al tiempo de morir, como suyas
propias o por algún otro derecho trasmisible al heredero, o que las poseía hasta su muerte se
procederá igual y cuando el Juez no considere suficiente la prueba producida por el heredero,
mandará a ampliarla, indicando el defecto.
- Si se tratare de dos o más personas pidieren a la vez la posesión de alguna cosa o pretendieren
ser amparados en la posesión con los recaudos del caso, el Juez dará la posesión o amparará en
ella a la que apareciere haber probado mejor su derecho a invocar la protección posesoria.
-Si el interdicto es declarado con lugar, el tribunal condena al demandado a cesar en su
perturbación, a restablecer la situación posesoria en que se encontraba el actor antes de la
perturbación, lo que puede comprender incluso la demolición de las obras efectuadas por el
querellado. En cambio la sentencia no puede pronunciarse sobre la propiedad o la titularidad
de los derechos reales de que se trate ni incluir condenas a resarcir daños causados.
La doctrina de forma unánime califica como al posesorio el interdicto de amparo. Es más para
algunos autores es el único interdicto posesorio porque es el único en el que se discute quien en
el poseedor.
2.2.4.- INTERDICTO DE DESPOJO O DE RECOBRAR
El interdicto de despojo tiene lugar cuando sin previo juicio ha sido desposeído el poseedor.
Deberá probar los hechos y la fecha de los actos de desposesión. Su objeto es devolver o
restituir la posesión a quien la ha perdido, aunque el título del despojante fuera mejor.
1.- El interdicto presupone el despojo del poseedor, entendiendose por despojo, el acto de
privar a alguien de la posesión o de la simple tenencia de una cosa contra su voluntad, con el
ánimo de sustituirse en esa posesión o tenencia.
2.- El despojo puede ser total o parcial según afecte la posesión o detentación de toda la cosa o
de una parte de ella. En ambos casos procede el interdicto; pero es evidente que en el segundo
caso las pruebas y defensas así como los efectos del fallo que recaigan se limitan a la parte en
cuestión.
3.- No existe en nuestro Derecho la dificultad para distinguir despojo y perturbación que existe
en los ordenamientos que sólo conceden el interdicto de restitución cuando el despojo ha sido
clandestino o violento; pero que permiten intentar el interdicto de amparo al despojado sin
violencia o clandestinidad.
LEGITIMACIÓN ACTIVA
El interdicto de despojo puede intentarlo "quien haya sido despojado de su posesión,
cualquiera que ella sea de una cosa mueble o inmueble, puede dentro del año del despojo pedir
contra el autor de él, aunque fuere el propietario, que se le restituya en la posesión. Art. 783
C.C,,
A diferencia del interdicto de Amparo, la procedencia del interdicto de despojo no supone
posesión legítima ni ninguna antigüedad en la posesión.
El coposeedor puede ejercer la acción contra otro coposeedor que prive a aquél de su
coposesión para pasar a ejercer una posesión exclusiva.
LEGITIMACIÓN PASIVA
 El interdicto de despojo debe intentarse contra el autor de él aunque fuere el
propietario, contra la persona que instigó a otro a realizarlo, igualmente contra los
sucesores a título universal del autor material o moral; si son varios los autores del despojo
éstos están solidariamente obligados a la restitución.
 Aun cuando no lo diga la Ley, el interdicto de despojo sólo puede ser intentado contra
quien posea o detente la cosa porque caso contrario el juicio sería inútil ya que no podria
producir su efecto propio.
El demandante debe probar:
1- Que era poseedor o detentador para el momento mismo en que ocurrió el despojo.
2- El hecho del despojo
3- Que el demandado es el autor del despojo o su sucesor a título universal o su sucesor a título
particular.
4- Que el demandado posee o detenta la cosa.
5.- La identidad entre la cosa de la cual fue despojado el actor y la que posee o detenta el
demandado.
PROCESO Y EFECTOS
- Según el Articulo 699 del Código de Procedimiento Civil, el interesado demostrará al Juez la
ocurrencia del despojo, y encontrando éste suficiente la prueba o pruebas promovidas, exigirá
al querellante la constitución de una garantía cuyo monto fijará, para responder de los daños y
perjuicios que pueda causar su solicitud en caso de ser declarada sin lugar, y decretará la
restitución de la posesión, dictando y practicando todas las medidas y diligencias que aseguren
el cumplimiento de su decreto, utilizando la fuerza pública si ello fuere necesario. El juez será
subsidiariamente responsable de la insuficiencia de la garantía.
- Si el querellante manifestare no estar dispuesto a constituir la garantía el juez solamente
decretará el secuestro de la cosa o derecho objeto de la posesión, si a su juicio de las pruebas
presentadas se establece una presunción grave a favor del querellante. Los gastos del deposito
serán por cuenta de la parte que en definitiva resultare condenada en costas.
- Si el interdicto de despojo es declarado con lugar, la sentencia condena al demandado a
restituir la cosa al actor. No cabe pronunciamiento sobre la propiedad de la cosa o titularidad
de otro derecho, que es materia petitoria y no posesoria.
- casación a mantenido que en la ejecución del interdicto de despojo no cabe la demolición de
las construcciones existentes en el terreno que se ordena restituir.
- La restitución de la posesión en caso de despojo no excluye el ejercicio de las demás acciones
posesorias de parte de cualquier poseedor legítimo.

Conclusiones
Fundamentalmente la posesión consiste en una situación o estado de hecho de la cual derivan
consecuencias jurídicas que, de ordinario, vienen a proteger en mayor o menor medida esa
situación. Si se emplea la palabra posesión en su sentido más amplio, puede decirse que posee
aquel que de hecho actúa como titular de un derecho o atributo en el sentido de que, sea o no
sea el verdadero titular, goza de las ventajas y soporta los deberes que normalmente
corresponde gozar y soportar al titular del respectivo derecho o atributo.
Es natural que semejante actuación cree la apariencia de que quien la realiza es el verdadero
titular del derecho o atributo de que se trate. Así se comprende el aserto de que la posesión es
la imagen del derecho.
Referente a la propiedad podemos comentar que es el poder directo o inmediato sobre un
objeto o bien, por la que se atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más
limitaciones que las que imponga la Ley.
En cuanto al Interdicto debemos tener presente que es el procedimiento especial mediante el
cual el poseedor de un bien o de un derecho, solicita al Estado se le proteja su derecho
posesorio ante un despojo, una perturbación o el daño posible ante una obra nueva o vieja que
le perjudique, ya tal fin se tomen las medidas precautelativas necesarias.
Todo lo anteriormente tratado en materia de Derecho Civil, es materia de suma importancia
que los estudiantes del área de Derecho y Ciencias Jurídicasdebemos conocer; debemos tener
claras sus distintas formas de aplicación para poder enriquecer
nuestro conocimiento profesional.
Nuestra legislación establece los interdictos en dos maneras una de ellas los interdictos
posesorios y por otra parte los interdictos prohibitivos, para el caso de los interdictos
posesorios se busca el restablecimiento de la situación de hecho que inmediatamente anterior
al acto de perturbación, en tanto los segundos la posesión es protegida con exclusividad ni se
atiende siempre a la pura situación de hecho.
Una cosa debemos tener clara es que la posesión legitime y otra es que la posesión sea
perturbada y defendida, los interdictos no se refieren solamente a la posesión ya que por
ejemplo la obra nueva o la obra vieja pueden no afectar la posesión sino el valor de la cosa,
limitar su posibilidad de enajenación, y por ello afectar a cualquier derecho real sobre la cosa,
independientemente de la posesión o tenencia plena sobre la cosa con posibilidad de afectación
o padecimiento de daño.
La protección posesoria tiene por objeto la protección de bienes muebles e inmuebles, esta
supones una perturbación en la posesión, esta puede ser una molestia, trastorno o alteración, o
supresión de la posesión y se pide al Juez el cese esta perturbación en la posesión o devolución
de la misma, cuando esta es declarada con lugar tiene por efecto cesar la perturbación por
todos los medios adecuado, incluso hasta por la fuerza pública.
Por esta vía (interdictos) la posesión goza de cierta autonomía a la posesión se la toma en
cuenta independientemente del derecho que la implique (propiedad, usufructo, servidumbre),
sin tomar en consideración ni la clase de posesión no como fue adquirida. Mediante los
interdictos se mantiene o restablece la posesión, todo ello a secas. Generalmente hablando, se
protege toda posesión, la del propietario que es poseedor y la del poseedor que no es
propietario, los interdictos posesorios amparan la posesión o la restituyen
con independencia de un derecho o del derecho a la posesión.

Referencias
Borjas, Arminio. 2008. Comentarios al Código de Procedimiento Civil Venezolano. Tomo
IV. Universidad Católica Andrés Bello. Primera edición
Calvo Emilio, Código Civil Venezolano. Comentado y Concordado. Ediciones Libra.
Novena edición.
Aguilar José L. 2010. Cosas, Bienes y Derechos Reales. Derecho Civil II. Decima edición,
Universidad Católica Andrés Bello.
Ochoa Oscar, 2008. Bienes y derechos Reales. Derecho Civil II. Editorial Atenea. Pag 307 a
398. Caracas. Venezuela
Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)
«http://es.wikipedia.org/wiki/Interdicto»
Sitio Buenas tareas

Anexo: Casos
INTERDICTO DE AMPARO

JUZGADO SUPERIOR PRIMERO EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRÁNSITO, BANCARIO Y PROTECCIÓN


DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO TÁCHIRA

Querellante: LUCILA AVENDAÑO ARELLANO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
N°V-4.472.036, domiciliada en la Avenida 4, N°5-63, La Tendida parte baja, Municipio Samuel Darío
Maldonado, Estado Táchira. Apoderados de la parte querellante: Abogados RAFAEL IGNACIO NUÑEZ
FLOREZ y LEOVALDO ENRIQUE NUÑEZ CAÑIZALEZ, inscritos en el Inpreabogado bajo los números
32.345 y 24.721 respectivamente.

Querellado: CEDILA ANTONIA VIVAS DE ARELLANO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad N° V- 6.223.636, domiciliada en el Topón, Parroquia Román Cárdenas, Municipio Independencia
del Estado Táchira. Apoderados de la parte querellada: Abogados EYELITZA GUILLÉN MARTÍNEZ y JUAN
CARLOS MÁRQUEZ ALMEA, inscritos en el Inpreabogado bajo los números 82.853 y 90.937.
Motivo: INTERDICTO DE AMPARO A LA POSESIÓN. Apelación de la decisión de fecha 14 de
agosto de 2006, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
del Transito de esta Circunscripción Judicial, que declara con lugar la querella interdictal.

La ciudadana LUCILA AVENDAÑO ARELLANO, asistida de abogado, mediante escrito, de fecha 28 de marzo
de 2005 señaló: que desde mayo de 1986, es poseedora legítima de un inmueble consistente en una vivienda
de tipo rural con techo, piso de cemento pulido, ventanas y puertas de hierro, porche, varias habitaciones, sala,
cocina, comedor, así como árboles frutales, el mismo está ubicado en la Tendida, Parte Baja, Avenida 4, N°5-
63, Municipio Samuel Darío Maldonado, Estado Táchira. Señala la querellante, que nunca se habían
presentado problemas y fue hasta Noviembre de 2004, cuando la querellada, ciudadana CEDILA ANTONIA
VIVAS DE ARELLANO, empezó a llegar a la casa, manifestándole que tenía que irse lo antes posible junto con
sus hijos, que le desocupara y le entregara la casa deshabitada, que si no la sacaría por la fuerza. Solicita la
querellante que se le mantenga en la posesión legítima que posee sobre el inmueble descrito, tomándose todas
las previsiones del caso para el aseguramiento de dicho decreto. En fecha 14 de julio de 2005 (fs. 36 – 40), la
parte querellada, presenta escrito de promoción de pruebas. En fecha 18 de julio de 2005 (fs. 42-43), la parte
querellada da contestación a la demanda, señalando que la propia querellante en su escrito, deja ver que posee
el inmueble, en nombre y por autorización de su hermano, por lo que es una simple detentadora en su
nombre, no teniendo en consecuencia el carácter de poseedora con el ánimo de ser dueña. En fecha 20 de julio
de 2005 (fs. 44-47) y 01 de agosto de 2005 (fs. 84-88), la parte querellante presenta escritos de promoción de
pruebas. Las cuales son admitidas por autos de fecha 20 de julio de 2005 (f. 52) y 01 de agosto de 2005
(f.108). En fecha 21 de julio de 2005 (fs. 56-60), la parte querellada a través de apoderado, presenta escrito de
promoción de pruebas. Las cuales son admitidas por auto de fecha 22 de julio de 2005 (fs. 61-62).

En fecha 14 de agosto de 2006 (fs. 181 – 196), el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, dicta decisión en la cual declara con lugar la
demanda y ratifica el decreto de amparo a la posesión.

De dicha decisión la parte querellada, apela en fecha 25 de septiembre de 2006 (f. 198). La apelación es oída
en ambos efectos por auto de fecha 13 de octubre de 2006 (f. 200).

Remitidas las actuaciones a la alzada, son recibidas previa distribución por este Tribunal Superior, en fecha 20
de octubre de 2006 (f. 202).

En fecha 20 de noviembre de 2006 (fs. 203 – 209) y (fs. 210 – 212), la parte querellada y la querellante en su
orden, presentan escritos de informes ante esta alzada.

El Tribunal para decidir observa:

Corresponde a esta Alzada conocer la apelación interpuesta por el apoderado judicial de la ciudadana CEDILA
ANTONIA VIVAS DE ARELLANO, contra la decisión dictada en fecha 14 de agosto de 2006, por el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de esta Circunscripción Judicial, que
declara con lugar la querella interdictal de amparo a la posesión interpuesta por la ciudadana LUCILA
AVENDAÑO ARELLANO.

Así las cosas, esta juzgadora observa, que respecto al interdicto de amparo a la posesión el Código Civil señala:
Artículo 782. Quien encontrándose por más de un año en la posesión legítima de un inmueble, de un derecho
real, o de una universalidad de muebles, es perturbado en ella, puede, dentro del año, a contar desde la
perturbación, pedir que se le mantenga en dicha posesión.

El poseedor precario puede intentar esta acción en nombre y en interés del que posee, a quien le es facultativo
intervenir en el juicio.

En caso de una posesión por menor tiempo; el poseedor no tiene esta acción sino contra el no poseedor o
contra quien lo fuere por un tiempo más breve. En cuanto a la naturaleza de las acciones interdictales, J. R.
Duque Sánchez en su obra "Procedimientos Especiales Contenciosos" señala que "La acción interdictal en
general es una acción posesoria, no petitoria, en la cual no se discute la propiedad sino la posesión. Por otra
parte, la querella mediante la cual se la ejerce, es una medida cautelar que tiene por fin mantener la paz social,
mediante la tutela del Estado, con lo cual en este proceso entran en juego dos intereses: el público y el
privado." En el caso que se estudia, se está en presencia de un interdicto de amparo a la posesión, ejercido de
conformidad con lo establecido en el artículo 700 del Código de Procedimiento Civil, que determina
expresamente:

Artículo 700. En el caso del artículo 782 del Código Civil el interesado demostrará ante el Juez la ocurrencia de
la perturbación, y encontrando el Juez suficiente la prueba o pruebas promovidas, decretará el amparo a la
posesión del querellante, practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el cumplimiento de su

Decreto. El Interdicto de amparo puede ser definido como la acción tendiente a proteger al poseedor contra las
perturbaciones de que puede ser objeto su posesión, y hacer cesar dichas perturbaciones para restablecer la
situación existente antes de que éstas ocurrieran. El fundamento de derecho sustantivo de éste interdicto se
encuentra en el artículo 782 del Código Civil, ya trascrito.

El tratadista patrio Ricardo Henríquez La Roche en sus comentarios al Código de Procedimiento Civil
manifiesta que "El fundamento de la protección posesoria consiste en que los estados de hecho existentes no
pueden destruirse por actos de autoridad propia (autotutela de los derechos), sino que debe invocarse la
prometida garantía jurisdiccional del Estado…", citando el propio Duque Sánchez a Diego Lora, señala que "El
fin de todos los interdictos es alcanzar la paz, pero no aspiran a que esta sea justa. Ello será el objeto a
conseguir en el proceso ordinario, y basta con que esa paz sea jurídica…"

El Interdicto de amparo presupone una perturbación posesoria consumada sin que baste una simple tentativa
de perturbación posesoria ni el temor fundado de ella. Al respecto, debe entenderse por perturbación
posesoria todo acto voluntario que contradiga la posesión de otro, con ánimo de querer sustituir por la
posesión propia la que hasta entonces se ejercía y que implique un cambio que impida al poseedor seguir
ejerciendo la posesión tal como la venía ejerciendo. Ahora bien, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia en decisión de fecha 05 de Agosto de 2005 señaló:

El interdicto de protección a la posesión previsto en el artículo 782 del Código Civil Venezolano, conocido en
el foro jurídico como amparo posesorio, exige como supuesto de hecho determinante, la perturbación de la
posesión, y se diferencia básicamente del interdicto con fines restitutorios, consagrado en el artículo 783
eiusdem, en que en este último lo que propicia la querella es evitar el despojo en la posesión. Otra diferencia
de importancia a los fines de resolver el presente caso, radica en el hecho de que en el interdicto de amparo, no
se exige caución alguna para otorgar el decreto provisional, ello en virtud de que lo que existe es un mero
llamado de atención a quienes se encuentren realizando actos perturbatorios a la posesión del querellante y a
quienes, por no encontrarse ocupando el inmueble, no se les podría causar daño alguno mediante el decreto.

… En este sentido, se considera pertinente citar sentencia N° 430 dictada por esta Sala Constitucional el 6 de
abril de 2005, en la cual se señaló lo siguiente: "El artículo 700 del Código de Procedimiento Civil, aplicado
por el presunto agraviante en el procedimiento en cuyo decurso se produjo la decisión accionada, regula el
inicio del procedimiento interdictal de amparo a la posesión en caso de perturbación que prescribe el artículo
782 del Código Civil, y que, fundado en la mejor situación jurídica con respecto a un bien que detenta aquel en
cuya posesión se encuentra dicho bien, prevé el decreto interdictal provisional de amparo a la posesión sin
audiencia de la otra parte cuando el querellante, solicitante del amparo y poseedor, demuestre la ocurrencia de
la perturbación con pruebas suficientes en criterio del Juez que conozca del asunto. Precisa entonces el actor y
de ello depende el interés judicial necesario para incoar la querella, ser poseedor del bien, además de
demostrar estar siendo perturbado por otro u otros, para que el juez dicte un decreto provisional de amparo a
la posesión que podrá ser, posteriormente, desvirtuado por el querellado, una vez ejecutado e inmediatamente
después de su citación. La ejecución del decreto provisional que se dicte, siendo de amparo a la posesión actual
demostrada del querellante, no podría implicar el desalojo del perturbador, puesto que la admisibilidad de la
querella ha de depender de que el querellante haya demostrado su posesión, actual del inmueble. (Subrayado
del presente fallo).

Así las cosas, esta juzgadora observa que el autor JESÚS AGUILAR GORRONDONA, en su obra Cosas, Bienes
y Derechos Reales señala que las pruebas a cargo del actor, en el interdicto de amparo son las siguientes:

1.- Que es el poseedor legítimo ultra anual o, en su caso, que detenta en nombre del poseedor legítimo ultra
anual.

2.- Que existe la perturbación posesoria.

3.- Que el demandado es el autor de la perturbación o su causa habiente a título universal.

ANÁLISIS DE LAS PRUEBAS APORTADAS

PRUEBAS DE LA PARTE QUERELLANTE:

• A los folios 129 al 150, corren insertas actas de las declaraciones de los ciudadanos: JOSEFA ANTONIO
MORALES, JESÚS OSCAR SALAS CONTRERAS, JACINTA FILOMENA GUAZZ DE ZACARIAS, DORIS
LUCIA SALAS CONTRERAS, GLADYS MORA SALAS y VICENTA DEL CARMEN ROA DE SALAS, los cuales
fueron contestes al señalar que conocen de vista, trato y comunicación a la querellante y les consta que la
misma viene poseyendo el inmueble ubicado en la Avenida 4 N°5-63, La Tendida parte baja, Estado Táchira,
de manera legítima desde el año 1986, así mismo de que les consta que ésta ciudadana ha sufrido
perturbaciones de parte de la ciudadana CEDILA ANTONIA VIVAS, quien constantemente la ofende, la
insulta, la desafía y le dice que se vaya de la casa. El testimonio de dichos testigos se valora de conformidad
con el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil.

• A los folios 5, 49 y 50, corren Constancia de Residencia expedida por la Prefectura del Municipio Samuel
Darío Maldonado y facturas de pago del servicio de Aseo Urbano otorgado por la Alcaldía del mencionado
Municipio, pruebas estas que no se valoran en virtud de que fueron impugnadas por la parte querellada. • Al
folio 113 corre constancia de cancelación de servicios públicos, agua y aseo urbano, de parte de la ciudadana
LUCILA AVENDAÑO ARELLANO, expedida por la Alcaldía del Municipio Samuel Darío
Maldonado, Dirección de Hacienda, a la cual se le confiere valor probatorio por emanar de un ente público. • A
los folios 89 al 107, corren facturas o recibos de pago de los servicios de agua potable y aseo urbano emitidos
por la oficina de Rentas de la Alcaldía del Municipio Samuel Darío Maldonado, Estado Táchira, a los cuales se
confiere valor probatorio de conformidad con el artículo 430 del Código de Procedimiento Civil. • Al folio 48
corre original de constancia de Residencia expedida por el Prefecto del Municipio Samuel Darío Maldonado,
Estado Táchira, en la cual se evidencia que la ciudadana LUCILA AVENDAÑO ARELLANO, reside en la
Avenida 4, Demetrio Pérez, N°5-63, La Tendida, Estado Táchira, a la cual se le confiere pleno valor probatorio
de conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo 1357 del
Código Civil.

• Al folio 51 corre constancia de residencia expedida por la Asociación de Vecinos de La Tendida, Estado
Táchira, a la cual no se le confiere valor probatorio, en virtud de que la misma no fue ratificada en juicio, al ser
un documento privado suscrito por un tercero.

PRUEBAS DE LA PARTE QUERELLADA:

• A folios 76 al 78 y 81 al 83 corren actas de declaración de los testigos JOSÉ ANTONIO BARRERO PÉREZ y
MIRANDA ORELLANO TRINIDAD YAJAIRA, a las cuales no se les otorga valor probatorio de conformidad
con lo establecido en el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, en virtud de que dichos testimonios
presentan contradicciones.

De la revisión de las actas del expediente, de las pruebas aportadas, así como de los testimonios rendidos, se
evidencia que la querellante LUCILA ANTONIA AVENDAÑO, es la legítima poseedora del inmueble ubicado
en la Avenida 4, N°5-63, la Tendida Parte Baja, Municipio Samuel Darío Maldonado, Estado Táchira. Así
mismo, de que la posesión que dicha ciudadana detenta sobre el inmueble referido, está siendo perturbada por
la ciudadana CEDILA ANTONIA VIVAS DE ARELLANO, por lo que se observa que están cumplidos los
requisitos y llenos los extremos de ley a los fines de la procedencia de la presente querella interdictal de
amparo a la posesión, en consecuencia forzoso es concluir, en que se debe declarar sin lugar la apelación
interpuesta, y confirmar el fallo dictado que declaró con lugar la demanda, tal como se hará de manera
expresa, positiva y precisa en el dispositivo del presente fallo. Así se decide.

En mérito de las anteriores consideraciones, a las normas contenidas en el presente fallo y al criterio doctrinal


y jurisprudencial trascrito, este Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario y de
Protección del Niño y del Adolescente del Estado Táchira, administrando justicia en nombre de la República y
por autoridad de la Ley, declara:

PRIMERO: SIN LUGAR, la apelación interpuesta por la parte querellada contra la decisión de fecha 14 de
agosto de 2006, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de esta
Circunscripción Judicial. SEGUNDO: CONFIRMA, la decisión dictada en fecha 14 de agosto de 2006, por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de esta Circunscripción Judicial. En
consecuencia se declara: 1) CON LUGAR la demanda intentada por la ciudadana LUCILA AVENDAÑO
ARELLANO contra la ciudadana CEDILA ANTONIA VIVAS DE ARELLANO, por Interdicto de amparo a la
posesión. 2) RATIFICA, el decreto de amparo a la posesión dictado en fecha 11 de abril del 2005 por el a quo,
sobre el inmueble ubicado en la Avenida 4 N°5-63, La Tendida, Parte Baja, Municipio Samuel Darío
Maldonado, Estado Táchira.

Se condena en costas a la parte querellada, de conformidad con el artículo 281 del Código de Procedimiento
Civil.

Publíquese, regístrese y déjese copia certificada conforme lo establece el artículo 248 del Código de
Procedimiento Civil y en su oportunidad legal bájese el expediente. Dada, firmada y sellada por la Secretaria
en la Sala de Despacho del Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario y de Protección
del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, en el Edificio Nacional de la
ciudad de San Cristóbal, a los 14 días del mes de Febrero de 2007. Años: 196° y 147° de la Federación.

La Juez Titular,

Ana Yldikó Casanova Rosales

El Secretario,

Antonio Mazuera Arias

En la misma fecha siendo las once y veinte minutos de la mañana (11:20 a.m.), se publicó la anterior sentencia
y se dejó copia fotostática para el archivo del Tribunal. Exp. N° 5925

R. R.

INTERDICTO DE DESPOJO:
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE TRIBUNAL SUPERIOR EN LO CIVIL, MERCANTIL, DEL TRANSITO, DE PROTECCIÓN


DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE Y BANCARIO DEL PRIMER CIRCUITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ESTADO SUCRE

Subieron las presentes actuaciones a esta Alzada en virtud del recurso de Apelación interpuesto por la
ciudadana YAMILET DEL CARMEN ACUÑA TOVAR, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad No. V- 13.499.100, actuando en su carácter de parte querellada en la presente causa debidamente
asistida por el ciudadano JUAN JOSE GARELLI FARIAS, Abogado en ejercicio, inscrito en el Instituto de
Previsión Social del Abogado bajo el No. 1.867,; contra la Sentencia dictada por el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario, Tránsito y Bancario del Primer Circuito Judicial del Estado
Sucre, en fecha Cuatro (4) de Agosto de 2.006.

Recibido como fue el presente expediente en este Juzgado Superior en fecha Cuatro (4) de Octubre de 2.006,
por auto de fecha Nueve (9) de Octubre de 2.006, se fijo el Vigésimo (20mo) día de despacho siguiente para
que las partes presentaran sus respectivos informes, y presentados los mismos, cada parte podría hacer sus
observaciones a los informes de la contraria dentro de los ocho días de despacho siguientes.

Precluidos los lapsos anteriormente señalados, por auto de fecha Diez (10) de Noviembre de 2.006, el Tribunal
dijo Vistos, entrando de esta manera la causa en estado para dictar Sentencia, sin que ninguna de las partes
presentara informes en esta segunda instancia.

Ahora bien, pasa este Tribunal a decidir la presente causa, previa las siguientes consideraciones: El Tribunal
de la Primera Instancia, declaró Con Lugar la presente demanda de interdicto restitutorio, basándose en el
hecho de que la querellante logró demostrar la posesión, la ocurrencia del despojo y la fecha del despojo.
MOTIVA La acción interdictal, es una acción posesoria que se configura como una medida cautelar que está
dirigida a evitar los conflictos y mantener la paz social. En la acción interdictal no se discute la propiedad sino
el poder de hecho sobre un bien, que tiene vigencia al margen de que se ajuste o no a un derecho. La posesión
es un hecho que genera consecuencias jurídicas entre las que se encuentra, precisamente, la protección de una
situación que debe estar caracterizada por la tenencia de una cosa, o el goce de un derecho en forma continua y
estable.

Así pues, la acción implica la existencia de una situación de hecho referida a los derechos reales, únicos
derechos susceptibles de posesión; pudiendo nombrar entre ellos la propiedad, el usufructo, la servidumbre,
uso, entre otros. Nuestra legislación contempla los siguientes interdictos: a) Interdicto de amparo; b)
Interdicto de despojo o restitutorio; c) Interdicto de obra nueva; y d) Interdicto de daño temido o de obra
vieja.

La doctrina patria ha diferenciado los llamados posesorios, entre los cuales destacan los dos primeros, y los
dos últimos que conforman los llamados prohibitivos, diferenciación esta que carece de importancia dado que
todos tienen como requisito al hecho jurídico de la posesión.

Las acciones posesorias no requieren de título de propiedad para que sean procedentes. El Interdicto es el
procedimiento especial mediante el cual el poseedor de un bien o de un derecho, solicita al Estado se le proteja
su derecho posesorio ante un despojo, una perturbación o el daño posible ante una obra nueva o vieja que le
perjudique, y a tal fin se tomen las medidas precautelativas necesarias. Ahora bien adentrándonos en la
materia objeto de la presente causa, como lo es el interdicto de despojo o restitutorio, el fin es evitar que el
poseedor del inmueble sea molestado en el ejercicio de su derecho, es por ello que el pronunciamiento que se
le exige al Tribunal está dirigido a que se reintegre la posesión perdida por el querellante.

En el artículo 783 del Código Civil se perfila el mecanismo y se establece un término de caducidad para ejercer
la acción, en los siguientes términos: "Quien haya sido despojado de la posesión cualquiera que ella sea, de
una cosa mueble o inmueble, puede dentro del año del despojo, pedir contra el autor de él, aunque fuere el
propietario, que se le restituya en la posesión".

Por otra parte, establece el artículo 699 del Código de Procedimiento Civil que, "En el caso del artículo 783 del
Código Civil, el interesado demostrará al juez la ocurrencia del despojo, y encontrado éste suficiente la prueba
o pruebas promovidas, exigirá al querellante la constitución de una garantía cuyo monto fijará, para responder
de los daños y perjuicios que pueda causar su solicitud en caso de ser declarada sin lugar, y decretará la
restitución de la posesión, dictando y practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el
cumplimiento de su derecho, utilizando la fuerza pública si ello fuere necesario. El Juez será subsidiariamente
responsable de la insuficiencia de la garantía". La primera disposición legal, vale decir el artículo 783 del
Código Civil, contempla los requisitos específicos del interdicto de despojo, en efecto para la procedencia del
mismo se requiere que el titular sea poseedor legítimo o precario, pero no basta la simple tenencia, basta que
el titular despojado haya estado en posesión para la época del despojo y no durante el año anterior; así mismo
ampara la posesión de toda clase de bienes, ya sea mueble o inmueble, derechos reales o personales. DE LOS
ALEGATOS DE LA PARTE QUERELLANTE

Alega la querellante que es propietaria y poseedora legítima de un inmueble ubicado en la Urbanización


Cumanagoto II, vereda 09, No. 16 de esta ciudad de Cumaná, Estado Sucre.

Continúa su exposición alegando que desde el mes de enero de 2005, la ciudadana Yamilet del Carmen Acuña
Gómez, invadió y ocupó, sin autorización ni derecho alguno para detentarlo, dicho inmueble, y a pesar de las
múltiples diligencias efectuadas no ha logrado que se le restituya su posesión.

ALEGATOS DE LA PARTE QUERELLADA

De las actas procesales se evidencia que la parte querellada no compareció a exponer sus alegatos en la
oportunidad procesal correspondiente.

DE LAS PRUEBAS APORTADAS POR LAS PARTES

La parte querellante en la oportunidad de introducir su querella interdictal, acompañó a la misma con un


justificativo de testigos evacuado por ante la Notaría Pública del Municipio Sucre, Cumaná del Estado Sucre,
en fecha Ocho (8) de Noviembre de 2.005, siendo los testigos promovidos a tenor de lo dispuesto en el artículo
431 del Código de Procedimiento Civil, a fin de la ratificación de sus deposiciones, todo lo cual se constata a los
folios 40 al 43 del presente expediente, por lo que este Tribunal les otorga valor de plena prueba. Así se
establece.- Acompañó igualmente, marcado "A", documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna
de registro Público del entonces Distrito Sucre del estado Sucre, en fecha Dieciocho (18) de Diciembre de
2.001, bajo el No. 20, Folios 114 al 117, Protocolo Primero, Tomo Décimo Quinto, con lo que se pretende
demostrar la propiedad del inmueble en cuestión, pero nada aportan a esclarecer ni la posesión previa al
despojo ni el mismo, razón por la cual es desechado por este Tribunal. Así se decide.-

Por su parte, la querellada en la oportunidad procesal correspondiente, promovió las testimoniales de los
ciudadanos Tania María Barrios, titular de la cédula de identidad No. 569.190; Jhonny Alberto
Franceschi Ramírez, titular de la cédula de identidad No. 13.359.312; y Vicente Aquilino Serrano, titular de la
cédula de identidad No. 2.659.934, de los cuales sólo comparecieron a rendir sus declaraciones los dos
últimos, y las cuales este Tribunal desecha por manifestar ambos testigos tener amistad con la parte
demandada promovente, de conformidad con lo previsto en el artículo 478 del Código de Procedimiento Civil.
Ahora bien, del análisis realizado a las actas procesales que conforman el presente expediente, se evidencia
que el querellante a lo largo del iter procesal, logró demostrar la posesión previa al despojo y el despojo
mismo, pues. en materia interdictal, es reiterado el criterio doctrinal que establece que el justificativo de
testigos, o más propiamente, la preconstitución de la prueba testimonial en él contenida, es el mecanismo por
excelencia para sustentar el alegato de una perturbación o despojo, sin que ello obste para que se utilicen los
medios probatorios en la forma especificada en el artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, por lo que
este Tribunal considera este juzgador de Alzada que el presente recurso no ha de prosperar en derecho y así ha
de ser declarado en el dispositivo del presente fallo.

DISPOSITIVO Por los razonamientos precedentemente expuestos, este Tribunal Superior, actuando en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, DECLARA SIN LUGAR el recurso
de Apelación interpuesto por la ciudadana YAMILET DEL CARMEN ACUÑA TOVAR, venezolana, mayor de
edad, titular de la cédula de identidad No. V- 13.499.100, actuando en su carácter de parte querellada en la
presente causa debidamente asistida por el ciudadano JUAN JOSE GARELLI FARIAS, Abogado en ejercicio,
inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 1.867,; contra la Sentencia dictada por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario, Tránsito y Bancario del Primer Circuito
Judicial del Estado Sucre, en fecha Cuatro (4) de Agosto de 2.006. En consecuencia, DECLARA CON LUGAR
la demanda que por INTERDICTO RESTITUTORIO intentara la ciudadana DANNY NORELYS RODRIGUEZ,
venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. V- 8.443.903, contra la ciudadana YAMILET
DEL CARMEN ACUÑA GOMEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. V-
13.499.100, por lo que se ordena a esta última que le restituya la posesión a la primera, sobre un inmueble
ubicado en la Urbanización Cumanagoto II, vereda 09, No. 16 de esta ciudad de Cumaná, Estado Sucre; el cual
tiene una superficie de Ciento Setenta y Ocho Metros Cuadrados (178 mts2), alinderado de la siguiente
manera: Norte: en diecinueve metros con ochenta centímetros (19,80 mts) que es su lado con casa 18 de la
vereda 9 de la Urbanización Cumanagoto II; Sur: en igual extensión con la casa No. 14 de la vereda 9; Este: en
Nueve metros (9 mts) que es su frente con la vereda 9; y Oeste: en igual extensión, que es su fondo, con la casa
No 15, de la vereda No 8 de la Urbanización Cumanagoto

II. Queda de esta manera CONFIRMADA la Sentencia apelada. Queda la parte demandada recurrente
condenada en costas del presente recurso, de conformidad con lo establecido en el artículo 281 del Código de
Procedimiento Civil. Se deja expresa constancia que la presente decisión ha sido dictada dentro del lapso legal.
Publíquese, incluso en la página web del Tribunal Supremo de Justicia, regístrese y déjese copias certificadas.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito,
Protección del Niño y del Adolescente y Bancario del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre. En Cumana, a
los Veintiséis (26) días del mes de Enero del año Dos Mil Siete (2.007). Años: 196º de la Independencia y 147º
de la federación.-

EL JUEZ

Abog. MAURO LUIS MARTÍNEZ VICENTH

EL SECRETARIO

Abog. CARLOS CESAR GUZMÁN FIGUERA

NOTA: La presente decisión fue publicada en esta misma fecha, previo el enuncio de Ley a las puertas del
Tribunal, siendo las 2:00 p.m.

EL SECRETARIO

Abog. CARLOS CESAR GUZMÁN FIGUERA


EXPEDIENTE: 064352

MOTIVO: INTERDICTO DE DESPOJO.

SENTENCIA: DEFINITIVA.

 
 
Autor:
Carla Santaella
UNIVERSIDAD RÓMULO GALLEGOS
ÁREA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
UNIDAD CURRICULAR: IDEOLOGIA Y DOCTRINA DEL DERECHO – CIVIL II
MAYO, 2011

PROCESOS INTERDICTOS
CONTENIDO:
1      Defensa de la posesión y de la tenencia.-
2      Generalidades sobre interdictos.-
3      Objeto de los interdictos.-
4      Clases de procesos interdictos.-
5      Quiénes pueden demandar los interdictos.-
6      Contra quiénes procede el interdicto.-
7      Competencia.-
8      Plazo para intentar.-
9      Revisión de lo resuelto en el interdicto.-
10        Costas del proceso.-
11        Recurso de apelación.-
12        No procede el recurso de casación.-
 
1 Defensa de la posesión y de la tenencia.-

En primer lugar debemos dejar claro que los procesos interdictos o posesorios defienden
tanto la posesión como la tenencia de las cosas, porque la protección que éstas acciones
brindan exceden al campo de la posesión y cubre otras relaciones de hecho con la cosa,
como es precisamente la tenencia.

Dentro de la defensa de la posesión y tenencia tenemos las acciones interdictas o


posesorias, como así las excepciones judiciales y también la defensa extrajudicial de la
posesión que analizamos en el punto anterior.
2 Generalidades sobre interdictos.-

Mediante la posesión se protege legalmente a los interdictos; es decir, que estos procesos
resguardan al que legítimamente ostenta la posesión de las cosas muebles e inmuebles,
porque nadie puede ser perturbado y menos por el propietario o terceras personas.

La posesión es el poder de hecho ejercido sobre una cosa mediante actos que denotan la
intención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro derecho real. Una persona
posee por sí misma o por medio de otra que tiene la detentación de la cosa (Art. 87 del
Código Civil)[1].

Mediante los procesos interdictos o posesorios, la ley protege el hecho de la posesión


independientemente del derecho de propiedad porque la posesión tiene importancia
desde el punto de vista de la tranquilidad social y por sus efectos prácticos, ya que la
posesión hace adquirir la propiedad de los inmuebles por el transcurso del tiempo, y
otorga la presunción de propiedad de las cosas muebles; da la propiedad de los frutos
cuando es de buena fe; confiere el derecho de retención y otros conforme a los Arts. 94 al
104 del Código Civil (1976).

En estos procesos, el debate se reduce a la posesión real y momentánea, por ende se


excluye cualquier pretensión sobre propiedad o posesión definitiva. Lo que interesa,
entonces, es quién se encuentra en posesión del bien, sin importar si lo es de buena o
mala fe o bien si posee en condición de dueño o no. Por esta vía se protege a quien se
encuentra poseyendo en forma legal, y la prueba debe limitarse a ese debate únicamente
y no al derecho de propiedad que es objeto de un proceso contradictorio (ordinario[2]).

Los proceso interdicto están estructurados como procedimientos rápidos que pueden
intentarse por el poseedor actual y el tenedor de una cosa para proteger en forma
inmediata su derecho.

3 Objeto de los interdictos.-

Nuestro Código de Procedimiento Civil (1976) contempla diversos procesos, denominados


interdictos, que tienen el propósito de proteger el ejercicio de la posesión o la tenencia de
cosas inmuebles o muebles, de modo que no se afecten derechos sobre ellas, como
también para proteger sobre obras nuevas perjudiciales y sobre daños temidos y
fundados.

Por medio del instituto del interdicto como señalan varios estudiosos del Derecho[3], se
evita la violencia y la realización de la justicia en forma privada; es decir, los interdictos,
fundamentalmente, persiguen o tienen por fin evitar que los conflictos se diriman por
mano propia, regulando a tal fin un procedimiento rápido que protege tanto al poseedor
como al detentador cuando los mismos tienen legalmente la posesión de la cosa; por eso,
se trata de un procedimiento urgente, rápido y ágil.

Las acciones posesorias tienen por objeto obtener la restitución o manutención de la


cosa; por lo tanto, es ajena a ellas toda otra acción, tal como podría ser la de daños y
perjuicios derivados de la perturbación (turbación) o desposesión.
El interdicto procede respecto de inmuebles, así como de bien mueble inscrito, siempre
que no sea de uso público. También procede el interdicto para proteger la posesión de
servidumbre, cuando ésta sea aparente.

En definitiva, los procesos interdictos sirven para proteger y amparar el hecho de la


posesión en su legítimo titular.

4 Clases de procesos interdictos.-

De acuerdo a esta norma en estudio, se puede intentar las acciones de adquirir, retener,
recobrar la posesión, obra nueva perjudicial y daño temido, con el fin de garantizar el
hecho de la posesión, por razones de tranquilidad social, para evitar que nadie haga
justicia por mano propia.

El Código Civil (1976), desde el artículo 1461 al 1464, regula y protege a la posesión con
el título "de las acciones de defensa de la posesión"; sin embargo, es bueno dejar
claramente establecido que las disposiciones del Código de Procedimiento protegen tanto
al poseedor como detentador, mientras que el Código Civil, sólo al poseedor.

De acuerdo a nuestra Legislación tenemos los siguientes procesos interdictos:

• Interdicto de adquirir la posesión.

• Interdicto de retener la posesión.

• Interdicto de recobrar la posesión.

• Interdicto de obra nueva perjudicial.

• Interdicto de daño temido.

Sobre este punto la Legislación de la Argentina dispone: "Los interdictos sólo podrán
intentarse: 1. Para adquirir la posesión o la tenencia. 2. Para retener la posesión o la
tenencia. 3. Para recobrar la posesión o la tenencia. 4. Para impedir una obra nueva”[4].

5 Quiénes pueden demandar los interdictos.-

Debemos partir del principio que el poseedor y el que tiene la tenencia de la cosa no
pueden ser perturbados arbitrariamente; por lo tanto, los afectados tienen a su disposición
las acciones interdictas.

En todo proceso judicial y en particular en los interdictos la legitimación para obrar, tanto
activa como pasiva, se constituye en la calidad de sujeto habilitado para intervenir
legalmente en el proceso, y constituye un presupuesto para la consideración de la
pretensión en la sentencia de fondo. Esta situación no debe ser confundida con la
personería y la capacidad que tienen otro objeto[5].

Como se ha considerado que el interdicto de recobrar y retener ampara la posesión


actual, el mismo puede ser deducido tanto por el poseedor como por el simple tenedor
cualquiera sea la causa de la desposesión, puesto que su objeto es amparar y proteger el
corpus posesorio, conforme a la naturaleza jurídica de los interdictos.

Al respecto varios estudiosos del derecho[6] indican que las acciones corresponden a


todo poseedor o tenedor; por lo tanto, gozan de ellas el usufructuario, el usuario, el
anticresista, el que goza del derecho de habitación, el copropietario, etc.

Al respecto por ejemplo, nuestra Legislación dispone: "(...) Que quien lo intentare se
encuentre en la posesión actual o tenencia de un bien mueble o inmueble (...)”[7].

Carecen de la acción interdicta quienes en forma accidental se encuentran en un


determinado bien, como ejemplo claro nos referimos a, un cuidador, casero, sirvientes de
la posesión[8], huésped, dependiente, u otra persona que no tenga el derecho a la
posesión o tenencia de una cosa.

6 Contra quiénes procede el interdicto.-

El interdicto de recobrar se puede intentar contra la persona que realizó el acto de la


desposesión, aun cuando pretenda haber obrado por cuenta de terceros. Puede también
intentarse contra éstos cuando el demandado hubiera procedido en cumplimiento de
órdenes de superior jerárquico; por consiguiente, la demanda puede entablarse contra la
entidad que éste representa.

El interdicto de despojo corresponde contra el despojante, sus herederos y cómplices,


aunque sean dueños del inmueble, de acuerdo al principio que "él título no justifica el
despojo", y aun cuando el despojante pretenda haber obrado por cuenta de terceros.

Al respecto por ejemplo, nuestra Legislación dispone: "La demanda se interpondrá contra
el despojante, o sus herederos, copartícipes o beneficiarios del despojo"[9]; por lo tanto, el
verdadero interesado en el despojo o turbación, no puede escudarse en terceras
personas y luego tratar de desligarse del problema.

Además el Art. 1461 del Código Civil (1976) es claro cuando señala que "I. Todo poseedor
de inmueble o de derecho real sobre inmueble puede entablar, dentro del año transcurrido
desde que fue despojado, demanda para recuperar su posesión, contra el despojante o
sus herederos universales, así como contra los adquirientes a título particular que
conocían el despojo. II. La acción se concede también a quien detenta la cosa en interés
propio".

Manifiesta el profesor Bustos que "las acciones posesorias se dan contra toda persona
que turbare o despojare de su posesión al accionante; por lo tanto, puede dirigirse contra
el despojante, sus sucesores y cómplices aunque fuera el propietario del bien"[10].

7 Competencia.-

Los interdictos son acciones que protegen un derecho real y no personal; por
consiguiente, el interdicto posesorio es una acción tendente a la protección de ese
derecho real y debe ser interpuesto ante el juez instructor[11] en lo civil del lugar donde se
encuentra ubicado el inmueble, o el del domicilio del demandado, conforme a las reglas
de competencia que fija el Art. 10 del Código de Procedimiento Civil (1976).

Los interdictos son de exclusiva competencia en materia civil de los Jueces Instructores
en materia civil y no así de los Jueces de Partido (no existe competencia en razón de la
cuantía en estas acciones posesorias); sin embargo, en materia Agraria o Agroambiental
es de competencia de los Jueces Agrarios o Agroambientales.

Con relación a los interdictos sobre bienes inmuebles es competente el juez del lugar en
que está situada la cosa, y en caso de acciones relativas a bienes muebles es
competente el del lugar en donde se encuentra la cosa o el domicilio del demandado a
elección del actor.

8 Plazo para intentar.-

Las normas del procedimiento civil y del Código Civil establecen que las acciones
interdictas prescriben dentro del año de producidos los hechos, y no corren una vez
consumados los mismos o terminada la obra, sino desde que comienzan las mismas y
concluyen a la presentación de la demanda.

Por su parte el profesor Bustos argumenta que las "acciones posesorias prescriben al año
contado desde la turbación. El plazo; sin embargo, no empieza a correr si los actos de
turbación o despojo no son públicos; empero, en honor de la verdad que los actos
clandestinos hacen correr el plazo si se prueba que el poseedor turbado o despojado tuvo
conocimiento de ellos"[12].

Al respecto nuestra Legislación ordena: "Los interdictos serán de competencia de los


jueces instructores y deberán intentarse dentro del año de producidos los hechos en que
se fundaren, excepto los de adquirir la posesión y la denuncia de daño temido que podrán
intentarse en cualquier tiempo"[13].

"La norma en estudio indica que las acciones deberán intentarse dentro del año de
producidos los hechos en que se fundaren; es decir, fija el punto de partida desde el
comienzo de los hechos u obra contra los cuales se reclama, lo que obliga a determinar
los antecedentes del cuadro fáctico. Si la perturbación se inicia levemente y continúa por
unos meses hasta que se consuma, el interdicto debe presentarse dentro del año del
comienzo y no dentro del año de la consumación, ello porque la causa del reclamo tuvo
su origen bien definido. Distinta es la situación si se empiezan trabajos sin alterar o
perturbar la posesión y varios meses después de iniciada la obra, en un momento
determinado, se produce el acto perturbatorio. En este caso no importa la fecha de inicio
de los trabajos, sino el acto que origina la perturbación"[14].

Los interdictos de retener, recobrar la posesión y obra nueva perjudicial deben ser
deducidos dentro del año de producidos los hechos en que se funda; sin embargo quedan
a salvo el interdicto de adquirir la posesión y daño temido, para el cual no es aplicable la
caducidad del año; por consiguiente, los mismos pueden intentarse en cualquier
momento, por la naturaleza jurídica de éstos.
9 Revisión de lo resuelto en el interdicto.-

Al respecto nuestra legislación precisa: "Las sentencias que se dictaren en los interdictos
de adquirir, retener y recobrar la posesión no impedirán el ejercicio de las acciones reales
que pudieren corresponder a las partes"[15].

Lo resuelto en los procesos interdictos, no otorga derechos de propiedad; sino


simplemente, de respeto y protección al hecho de la posesión; por lo tanto, el perdidoso
en este juicio debe acudir a un proceso de conocimiento para hacer valer sus derechos
reales sobre la cosa.

La norma en estudio tiene su razón de ser, porque en las acciones interdictas o


posesorias simplemente se discute el hecho de la posesión; por lo tanto, no se discute el
Derecho de Propiedad (que es un derecho real por excelencia)[16].

No olvidemos que la posesión es de puro hecho; pues, consiste en comportarse con


relación a una cosa, como si se fuese titular del derecho. Existe y produce sus efectos sin
que tenga que averiguarse si el poseedor tiene o no el derecho de obrar como lo hace.

Debemos señalar y dejar claramente establecido que en la acción reivindicatoría está en


juego el derecho de propiedad de la cosa, con el consiguiente derecho a poseerla;
mientras que en las acciones interdictas o posesorias sólo se discute la posesión actual,
sin que se controvierta en lo más mínimo el derecho de propiedad.

Las sentencias que se pronuncian en las acciones interdictas sólo tienen la calidad de
cosa juzgada formal y no material; por consiguiente, estas sentencias pueden ser
revisadas por un proceso de conocimiento, ya que al vencido en la acción posesoria le
queda abierto el camino del proceso de conocimiento (ordinario o sumario), porque en el
interdicto sólo se juzga el hecho de la posesión, pero no el derecho a la propiedad, que es
exclusivo del proceso de conocimiento donde se debe intentar las acciones reales que
pudieran corresponder a las partes, como podría ser la acción reivindicatoría o mejor
derecho.

Todo es contrario cuando se trata de rever un proceso de conocimiento, porque la


sentencia que recae en el juicio ordinario es siempre irrevisable, una vez firme o
ejecutoriada0, hace cosa juzgada.

Ejecutoriada o no la sentencia pronunciada en los procesos interdictos, no existe ningún


impedimento legal o procesal para que la parte interesada acuda a la vía de conocimiento
(ordinario o sumarios) para hacer valer sus derechos reales y especialmente el de
propiedad sobre el bien inmueble.

Es frecuente, normal y legal que el propietario pierda un proceso interdicto y gane el


proceso de conocimiento; porque, en el primero no tenía derecho a la posesión de la
cosa, pero sí a un Derecho real sobre la cosa; por lo tanto, en el primer proceso se
discute el hecho de la posesión y en el segundo quién es el legítimo propietario.

Sobre este punto con mucho criterio señala el profesor De Santo que "las resoluciones
dictadas en los interdictos que no deciden de manera definitiva respecto del derecho que
puede asistir a las partes en orden a las pretensiones deducidas, ni impiden la tutela
judicial de aquél por los jueces de la causa, no son susceptibles de recurso
extraordinario"[17].

Similar criterio tiene el profesor Bustos cuando señala que "en los interdictos, el litigio no
se resuelve en forma íntegra, sino únicamente en algunas de las cuestiones, de modo que
las que quedan pendientes deberán dirimirse en un proceso de conocimiento posterior.
Esta es la razón de que los pronunciamientos recaídos en este tipo de procesos no
produzcan efectos de cosa juzgada en sentido material sino solamente formal”[18].

Nuestra Legislación guarda silencio; sin embargo, es lógico que si el turbado o


desposeído acude directamente a un proceso real de reivindicación, luego no podrá
acudir a un proceso interdicto; por lo tanto, intentada una acción real, se pierde luego el
derecho a intentar las acciones posesorias.

Igualmente, conforme al criterio de varios profesores del Derecho[19], si el propietario


opta seguir por la vía interdicta, no podrá intentar la acción real antes de que la instancia
posesoria haya terminado.

Al respecto la Legislación Argentina decreta: "El que tuviere derecho de poseer y fuere
turbado o despojado en su posesión, puede intentar la acción real que le competa o
servirse de las acciones posesorias; pero no podrá acumular el petitorio y el posesorio. Si
intentase acción real, perderá el derecho a intentar las acciones posesorias, pero si usase
de las acciones posesorias podrá usar después de la acción real[20].

10 Costas del proceso.-

En todo proceso judicial y con mayor motivo en los interdictos rige el principio que "quien
pierde paga" o "quien no tiene la razón debe soportar los gastos del proceso"-, por la
sencilla razón que el litigante que no tenía derecho a demandar o ser demandado debe
sobrellevar las costas del proceso.

En estas acciones al momento de dictarse la resolución final debe condenarse en costas


a la parte perdidosa en compensación por los gastos que ha tenido que efectuar la parte
ganadora del proceso; caso contrario, sería premiar al litigante que no ha tenido derecho
o ha actuado abusando de su derecho.

Sobre este punto nuestra Legislación ordena: "En todos los casos será condenada en
costas la parte perdidosa"[21].

Cuando se pronuncie la resolución de fondo, alguien debe soportar los gastos del
proceso; y por un principio general del derecho, estos deben sobrellevarlos por quién no
tenía razón o ha perdido el proceso, por tal circunstancia, la norma en análisis señala que
en todos los casos será condenada en costas la parte perdidosa, sin dejar ninguna duda
al respecto.

El proceso tiene su costo y éste debe recaer sobre alguno de los litigantes y es lógico que
este costo recaiga sobre el litigante que no tiene razón para litigar; por consiguiente, el
que triunfa en el proceso, que posea la razón jurídica y la vea reconocida en la sentencia,
tiene derecho a que devuelva la contraparte y condenado en costas, lo gastado en el
proceso.
En materia de costas procesales rige el principio del perdidoso; es decir, que conforme a
los Arts. 198 y 199 del Código de Procedimiento Civil (1976), deben soportar los gastos
del proceso hechos por la parte victoriosa, tales como el papel sellado, timbres, honorario
del abogado, peritos, intérpretes, interventores y otros gastos justificados, necesarios y
reconocidos por el arancel de derechos procesales.

Salvo lo previsto en proceso de "beneficio de gratuida", la parte perdidosa pagará los


gastos y costas del proceso causados a su instancia. Se consideran gastos del proceso
aquellos desembolsos que tengan su origen directo e inmediato en la existencia de dicho
proceso, como así el pago de honorarios de la defensa, depósitos necesarios para la
presentación de memoriales y recursos, honorarios de peritos, copias, certificaciones,
testimonios, derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de
actuaciones necesarias y documentadas para el desarrollo del proceso[22].

11 Recurso de apelación.-

Consideramos que el recurso de apelación es el más utilizado por el mundo litigante en


los procesos judiciales, porque es el medio idóneo para atacar el fondo de las
resoluciones judiciales y las interlocutorias que causan perjuicio a las partes
intervinientes[23].

Sobre este tema el profesor Lino Palacio señala que "la apelación, que constituye el más
importante y usual de los recursos ordinarios, es el remedio procesal tendiente a obtener
que un tribunal jerárquicamente superior, generalmente colegiado, revoque o modifique
una resolución judicial que se estima errónea en la interpretación o aplicación del
derecho, o en la apreciación de los hechos o de la prueba".[24]

El recurso de apelación supone la doble instancia, pero no significa una revisión de la


instancia anterior, por cuanto el tribunal o juez de apelación debe circunscribirse a
examinar la decisión impugnada sobre la base del material reunido en primera instancia,
pero esto no obsta, que excepcionalmente, en segunda instancia se recepcione nueva
prueba.

Uno de los requisitos de admisibilidad del recurso de apelación es la presencia de agravio


o de interés válido para recurrir; porque de lo contrario faltaría un requisito genérico a los
actos procesales de parte, cuál es el interés; es decir, quien apela de una resolución
judicial debe sufrir un agravio o perjuicio personal; por consiguiente, no hay apelación por
el simple hecho de apelar.

Se entiende por agravio, a la insatisfacción, total o parcial, de cualquiera de las


pretensiones procesales, oposiciones o simples peticiones formuladas oportunamente en
el proceso civil.

Los procesos interdictos admiten dos instancias en su tramitación: la primera en el


juzgado de instrucción en lo civil y comercial; la segunda, en el juzgado de partido en lo
civil.

Al respecto nuestra Legislación civil (1976) precisa: "La sentencia podrá ser apelada en el
plazo de tres días, en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior"[25].
La primera instancia concluye con la sentencia definitiva, y contra esta resolución procede
el recurso ordinario de apelación en el efecto devolutivo, significando que la sentencia
puede ser ejecutada provisionalmente sin perjuicio del recurso interpuesto, conforme a los
efectos que determina el Art. 223 del Código de Procedimiento Civil. La segunda instancia
concluye con auto de vista, y contra dicha resolución judicial, no se admite ningún otro
recurso, ni menos el de casación y sólo admite el de complementación o enmienda, pero
este recurso es de forma y no de fondo.

12 No procede el recurso de casación.-

La norma en análisis deja absolutamente claro que no procede el recurso de casación en


los procesos interdictos, cuando señala que la sentencia podrá ser apelada en el plazo de
tres (3) días, en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior.

Este plazo de tres (3) días se computa desde el día hábil siguiente de la legal notificación
a la parte interesada con la resolución correspondiente que pretende impugnar.

El fundamento que tiene esta norma legal, radica en el hecho que la sentencia
pronunciada en este tipo de proceso no causa ejecutoría material, sino simplemente
formal, porque lo resuelto en este procedimiento puede ser revisado en proceso posterior
de conocimiento (ordinario o sumario); por lo tanto, las resoluciones dictadas en los
interdictos no deciden de manera definitiva respecto del derecho que puede asistir a las
partes en orden a las pretensiones deducidas en el proceso.

Al tratarse de un proceso especial, no es procedente el recurso de casación tanto en el


fondo como en la forma.

[1] Para mayor información revisar la obra del mismo autor (Castellanos Trigo, Gonzalo)
"Procesos Especiales".

[2] En el proceso ordinario debe discutirse el derecho de propiedad, como podría ser con
la acción de reivindicación o mejor derecho.

[3] Este es el pensamiento de los profesores: De Santo Víctor, Palacio Lino, Chersi


Carlos, Abarca Alfredo, Alsina Hugo, Parajeles Gerardo, Vescoví Enrique, entre otros
estudiosos del Derecho Procesal Civil.

[4] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DE LA REPÚBLICA DE LA ARGENTINA. Art.


606 (Clases).

[5] Sobre las excepciones de incapacidad, impersoneria v falta de acción v derecho,


revisar la obra del mismo autor (Castellanos Trigo, Gonzalo) "Excepciones en el Proceso
Civil".

[6] Es el pensamiento de los profesores: De Santo Víctor, Palacio Lino, Chersi Carlos,
Abarca Alfredo, Alsina Hugo, Parajeles Gerardo, Vescovi Enrique, entre otros estudiosos
del Derecho Procesal Civil.
[7] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA.
Art. 602. (Procedencia).

[8] Sirvientes de la posesionas denominado por el profesor Borda Guillermo a la persona


que no tiene derecho o interés en la posesión o tenencia de una cosa determinada.

[9] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA.


Art.608. (Demanda).

[10] BUSTOS BERRONDO, HORACIO. Ob. cit. Juicios Especiales. Acciones posesorias.


Pág. 157.

[11] Cuando ingrese en vigencia plena la nueva Ley del Órgano Judicial (2010),
presumiendo que será desde el primero de enero del 2012, no habrá la clásica división de
jueces de partido y de instrucción sino simplemente "Jueces Públicos en materia Civil".

[12] BUSTOS BERRONDO, HORACIO. O. cit. Juicios Especiales. Acciones posesorias.


Pág. 158.

[13] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE


BOLIVIA. Art.592. (Competencia y plazo para intentar).

[14] CASTELLANOS TRIGO, GONZALO. Análisis Doctrinal y Jurisprudencial del Código


de Procedimiento Civil Boliviano. Editorial Gaviota del Sur. Sucre, Bolivia. 2007. Tomo IV.
Pág. 222.

[15] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE


BOLIVIA. Art.593. (Proceso posterior).

[16] Para complementar el tema revisar la obra del mismo autor (Castellanos Trigo,
Gonzalo) "Procesos Especiales".

[17] DE SANTO, VÍCTOR. Procesos Especiales. Editorial Universidad. Buenos Aires,


Argentina. 2004. Pág. 41-42.

[18] BUSTOS BERRONDO, HORACIO. Juicios Especiales. 3a edición. Editorial La ley. La


Plata - Argentina. 1981. Pág. 133.

[19] Es el criterio jurídico de los profesores: De Santo Víctor, Palacio Lino, Chersi Carlos,
Abarca Alfredo, Alsina Hugo, Parajeles Gerardo, Vescovi Enrique, entre otros estudiosos
del Derecho Procesal Civil.

[20] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DE ARGENTINA. Art. 2482.

[21] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE


BOLIVIA. Art.594. (costas).

[22] El proceso de "beneficio de gratuidad" está previsto en los Arts. 79 al 85 del Código
de Procedimiento Civil (1976).
[23] Para ampliar y complementar el tema del recurso de apelación, revisar  (Castellanos
Trigo, Gonzalo) "Técnicas Recursivas".

[24] PALACIO, LINO ENRIQUE, Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo II. Editorial
Abeledo-Perrot. Buenos Aires - Argentina 1990. Pág. 78.

[25] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE


BOLIVIA. Art.595. (Apelación).

ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ

DEFENSA POSESORIA

Capitulo I

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PROTECCIÓN POSESORIA

            El concepto de posesión como hecho, con prescindencia del derecho y su protección mediante
los interdictos   y las acciones posesorias es el resultado de una larga evolución del Derecho,
especialmente del   procesal, desde Roma hasta la actualidad [1] .

Desde ya dejamos constancia que para la doctrina y legislación predominantes, las únicas acciones
posesorias son los interdictos. Nuestro ordenamiento jurídico, en cambio, distingue entre acciones
interdictales , con las que se tutela la posesión como hecho, con prescindencia del derecho, y   acciones
posesorias , para proteger al que tiene derecho a la posesión.

1. EL PROCESO CIVIL ROMANO

            El proceso civil romano pasó por tres etapas: 1°) En la monarquía rigió las legis
actiones (acciones de la ley); 2°) Durante la república, imperó el procedimiento formulario  ; y 3°) En el
imperio, se establece el procedimiento extraordinario  (la cognitio extra ordinem  ).

1.1. EL PROCESO LEGIS ACTIONES  (ACCIONES DE LA LEY)

            Con la expresión legis actio se caracteriza al antiguo proceso. Actio  e agere , en la concepción


clásica, aluden a un específico modo de actuar, según reglas y ritos predeterminados. En la legis
actiones , la actio  identifica a los antiguos actos procésales y su formalismo, que puede consistir en la
recitación de palabras solemnes o en el cumplimiento de gestos rituales. No refleja solamente la
iniciativa del actor, sino la compleja actividad desenvuelta por las partes y por el magistrado. Legis
actio significa " modus agendi  ", o sea el esquema procesal configurado por las mores, la jurisprudencia
sentada por el pontífice y por la ley, especialmente la ley de las XII tablas.

            Las legis actiones  fueron: La legis actio sacramento  que tenía dos formas in rem e in
personam ; la manus iniectio  ; la pignoris capio ; la legis actio per iudicis arbitrive postulationem ;
la legis actio per condictionem ; agere per sponsionem ; confessio in iure y denegatio actionis .
            El proceso por legis actiones se desarrolla en dos fases: 1°) La in iure que se desarrolla ante el
magistrado que dicta una orden o prohibición; y 2°) La fase del in iudicio  ante el juez, quien dicta una
sentencia.

            La fase in iure  del proceso por legis actiones  concluye con la litis contestatio , por la que los
contendientes fijan los límites de la controversia para su prosecución en la fase in iudicio  . La fase in
iudicio  termina con la sentencia dictada con sujeción a los términos de la controversia establecida in
iure .

1.2. EL PROCESO FORMULARIO

            El proceso formulario constituye la piedra terminal de la fase arcaica del Derecho romano,
vinculada a la primitiva estructura orgánica de la civitas . En el año 242 a.C. fue instituido el Praetor
Peregrinus  competente en las controversias entre extranjeros o entre ciudadanos y extranjeros. El pretor
no podía utilizar el procedimiento de la legis actiones  reservado a los ciudadanos romanos. Pero la
vinculación del proceso formulario a la actividad del praetor peregrinus  no excluye que ya
precedentemente el praetor urbanus , magistratura introducida en el 367 a.C. para el ejercicio de
la iurisdictio entre los ciudadanos, había iniciado el uso de fórmulas, cuando tenía que dirimir
controversias en las cuales al menos una de las partes era extranjera o cuando se refería a materias
extrañas a las previstas en los formularios de las legis actiones  .

            La lex Aebutia (del año 130 a.C. o quizá de la primera mitad del II siglo) y la lex
Iulia  (promulgada en el 17 a.C.), regularon el proceso formulario. Gayo sostiene que la reforma procesal
se produce debido a que las legis actiones  habían devenido odiosas por su excesivo formalismo. A partir
de entonces, sólo en dos casos se admitía recurrir a las legis actiones  : En el caso de daños y cuando el
proceso debe desarrollarse ante el tribunal de los centumviri (el antiguo Tribunal de los Ciento). En
efecto, cuando se debe comparecer ante los centumviri se celebra primero una legis actio
sacramento (juramento) ante el pretor urbano o peregrino.

            Las partes de la fórmula son cuatro: demonstratio  (exposición de los


hechos), intentio  (pretensión del actor), adiudicatio  (se faculta al juez a adjudicar la cosa a alguno de los
litigantes cuando se trataba de procesos sobre división de herencias, de poner fin al condominio, de
deslinde entre vecinos), condemnatio (conferimiento al juez de la potestad de condenar o absolver).
Transcribamos algunas fórmulas:

Fórmula de la actio certae creditae pecuniae  :

            "( Titius  ) iudex esto. Si paret Numerium Negidium Aulo Agerio sestertiorum X milia dare
oportere, iudex Numerium Negidium Aulo Agerio sestertiorum X milia condamnato, si non paret
absolvito " (Ticio sea el juez. Si resulta que Numerio Negidio deba dar a Aulo Agerio diez mil
sestercios, el juez condene a Numerio Negidio a pagar a Aulio Agerio diez mil sestercios, si no resulta
absuelto).

1. )            Fórmula de la rei vindicatio : 

"( Titius  ) iudex esto. Si paret fundum Capenatem, quo de agitur, Aulii Agerii esse ex iure
Quiritium, neque is fundus a Numerium Negidio Aulo Agerio arbitratu iudicis restituatur, quanti
ea res erit, tantae pecuniae iudex Numerium Negidium Aulo Agerio condemnato, si non paret
absolvito "   (Ticio sea el juez. Si resulta que el fundo capenate, que es objeto del juicio,
pertenezca a Aulio Agerio por disposición del derecho Quiritario y tal fundo no ha sido
restituido por Numerio Negidio a Aulo Agerio luego de la invocación del juez, el juez condene a
Numerio Negidio a pagar a Aulo Agerio una suma de dinero igual al valor que tendrá la cosa al
momento de la sentencia).
2. )            Fórmula de la actio empti : 

"( Titius  ) iudex esto. Quod Aulus Agerius a Numerio Negidio hominem Sticum Emit quo de
agitur, quidquid ob eam rem Numerium Negidium Aulo Agerio dare facere oportet ex fide
bona, eius iudex Numerium Negiium Aulo Agerio condemnato, si no paret absolvito" (Ticio sea
el juez. Como Aulo Agerio ha comprado de Numerio Negidio al esclavo Stico, que es objeto del
juicio, el juez condene a Numerio Negidio a pagar a Aulo Agerio una suma de dinero igual a la
cantidad que Numero Negidio deba dar o hacer a favor   de Aulo Agerio según buena fe, si la
demanda no resulta fundada lo absuelva).

            En el proceso formulario, la iurisdictio del magistrado comprende tres poderes -que el


magistrado ejercitaba discrecionalmente mediante el decreto  con el cual concede la fórmula- descrito
por la jurisprudencia    como dare iudicium  , que significa conceder la tutela procesal, dare iudicem  , o
sea proceder a la designación del juez, y iudicare iubere  , es deceir, la orden dirigida al juez para que
pronunciar la sentencia. La fase in iure  del proceso formulario se inicia con la comparecencia de las
partes ante el magistrado y termina con la litis contestatio  , con cuya conclusión se pasa a la fase in
iudicio  . Para que sea posible el juicio es necesario fijar los extremos de la controversia, finalidad que
cumple la litis contestatio , porque fija de modo inmutable   y vinculante para las partes la relación
materia del juicio. Este se desarrollaba oralmente libre de formalidades, sujetándose a las disposiciones
del magistrado, que confería al juez el iussum iudicandi  .

            El magistrado no sentencia sino se limita a oir a   las partes, conferirles la fórmula y remitirles al
iudex, quien sentenciaba. Excepcionalmente, amparado en su imperium  , puede adoptar directamente
algunas decisiones que tienen eficacia inmediata. Estas decisiones del magistrado, calificadas
como magis imperii quam   iurisdictionis  , son: los interdictos, la restitutio in integrum  y
la stipulationes praetoriae  .

            1 ) Los interdictos

            Los interdictos fueron medidas administrativas o de policía   dictadas por un magistrado con el
fin de mantener el orden jurídico administrativo y de policía que debe reinar en la comunidad. Consisten
en un mandato emanado del magistrado, posteriormente de los magistrados cum imperio , o sea
el praetor  , el proconsul y el praeses provinciae  , con el fin de dirimir determinados intereses privados.

            El magistrado con su mandato, a instancia de una de las partes, ordena a la otra   a observar un
determinado comportamiento, que puede consistir en un facere  (hacer) o en un no facere  (no hacer). Si
el demandado no se allanaba a acatar la orden del pretor, entonces se sometía el asunto a la decisión del
juez.

            El pretor romano tenía, además de su prerrogativa jurisdiccional ( jurisdictio ), el ejercicio del
imperio ( imperium ) por el que daba órdenes mediante los siguientes medios compulsivos:
las stipulationes praetoriae; la integrum restitutio  (acordada a favor de quien ha perdido la posesión por
dolo, cautividad o fraude); la missio in possesionem  y los interdictos [2] .

            En Roma la posesión (poder de hecho) y la propiedad (poder de derecho) eran el anverso y
reverso de una misma realidad. Con el interdictum , el pretor daba órdenes o prohibiciones para poner
fin a una controversia, cuya solución no admitía dilaciones. Además, el pretor también daba órdenes o
prohibiciones generales, para todos, mediante el edictum  .
            Los interdictos son remedios creados por el magistrado o por el   pretor para resolver relaciones
que, por su naturaleza no se pueden hacer valer por vía de acción.

            Por la naturaleza del comportamiento impuesto al destinatario y el contenido del precepto
prohibitivo o imperativo, los interdictos se clasifican en prohibitorios, restitutorios y exhibitorios (Gayo
4,142 " Principalis igitur divisio in eo est, quod aut prohibitoria sunt interdicta aut restitutoria aut
exhibitoria  ").

            1) Los interdictos prohibitorios  de hacer alguna cosa. Por ejemplo, la prohibición de ejercer
violencia contra el poseedor no vicioso, la prohibición de construir sobre terreno sacro o en ríos o riveras
impidiendo la navegación. Su formula fue: vim fieri veto  o ne facias o ne inmittas .

            2) Los interdictos restitutorios de una cosa o la reconstitución del estado de hecho relativo a las
condiciones de una persona o también a la reposición de la situación preexistente a los actos de
disturbio. Por ejemplo, disponer la restitución de un fundo a quien ha sido despojado de él por la
violencia.

            3) Los interdictos exhibitorios  que imponen la prestación de presentar personas o de cosas. Por
ejemplo, exhibir la persona que se desea declarar libre, que el padre exhiba a los hijos sometidos a su
potestad.

            Otra clasificación es la que distingue en los interdictos simplicia y los


interdictos duplicia  ( duplex  ): simple es el interdicto en cual un   contendiente tiene la calidad de actor y
el adversario la calidad de demandado (alter actor, alter reus est), como los interdictos restitutorios y
exhibitorios; dobles ( duplex ), por el contrario, son los interdictos en los cuales las partes se colocan en
un mismo plano, porque cada una de las partes es a la vez demandante y demandado.

Los interdictos posesorios tienen por objeto proteger o defender la posesión actual o recuperar la
posesión perdida. Se desconoce los orígenes de la posesión y las defensas de las mismas por medio de
los interdictos. Es función del pretor asegurar la paz pública, con cuyo fin acuerda a los ciudadanos
los interdictos posesorios  , es decir,   los interdictos son medidas policiales tendientes a asegurar el
orden en la ciudad. El procedimiento interdictal estaba destinado a mantener el statu quo , en tanto que
su alteración pudiera perturbar el orden público; su objeto era decidir sobre la posesión que se
disputaban dos partes contendientes que pretendían ser poseedoras (carácter de judicia duplicia del
interdicto) y también para defender la posesión contra vías de hecho de terceros que no podían alegar
posesión.

            Se distinguió el interdicto destinado a conservar la posesión  


(denominado interdicta  retinendae possessionis  ) del tendiente a recobrar la posesión pérdida  por
violencia (llamado interdicta  recuperandae possessionis  ).

            1) Los interdicta retinendae possessionis o acciones para conservar la posesión, son dos: el uti
possidetis y el utrubi .

            a) El interdicto uti possidetis protege la posesión de casas y fundos a condición de que no sea


viciosa respecto del adversario, es decir, cuando el poseedor no haya conseguido la cosa del
contrario, nec vi nec clam nec precario  . El que despojaba a un anterior poseedor nec vi nec clam nec
precario  , tenía a su favor la excepción de posesión viciosa. No se exige que sea justo o injusto respecto
a cualquier tercero. El vencedor consigue la cesación de las perturbaciones y la reparación de daños. Era
anual, prescribía al año contado a partir de la violencia.
            El poseedor actual no podía reclamar la tutela posesoria cuando había tomado la cosa por
violencia, en forma clandestina o cuando era un precario, por lo que podía ser despojado por obra de
quien, a su vez, había sufrido un despojo anterior.

            b) El interdicto utrubi, originariamente protegió a los esclavos, pero luego se extendió a todos


los muebles. Como las cosas muebles pasan fácilmente de una mano a otra, debido a eventualidades
naturales o por huída de los esclavos o de los animales, la victoria era atribuida no al poseedor actual,
sino al que había poseído ( nec vi, nec clam, nec precario ) por más tiempo en el año anterior al
interdicto. También era anual ( maiore parte anni ).

            El uti possidetis  y el utrubi eran dobles ( duplex ), es decir, que se dirigían a las dos partes, cada
una de ellas tenía una pretensión a la posesión; cada parte era a la vez demandante y demandado. Por
efecto de la prohibición del pretor, se fijaba la posesión en la persona de uno de los contendores.
Respecto del uti possidetis, Ulpiano (L. 1, D. 4317) y Gayon (148 a 150, 156 a 160) dicen: Uti nunc
possidetis eun fundum, quo de agitur, quod nec vi, nec clam, nec precario alter ab altero possidetis, ita
possideatis, adversus ea vim fieri veto  .

            Las Institutas y el Digesto asimilan el utrubi  al uti posssidetis. Se dispuso que solamente tutelan
a quien tiene efectivamente la posesión  en el momento de promover el interdicto.

            2) Los interdictos recuperandae possessionis también son dos: de vi  (o unde vi ) y de vi armata ,
que tienen por función hacer recuperar la posesión a quien ha sido despojado por la violencia.

                 El interdictum de vi  se concede cuando media expulsión de un inmueble por la violencia


cuando la posesión no fuese viciosa ( nec vi nec clam nex precario  ).

            El interdictum  de vi armata  se concede cuando la expulsión se produce por un grupo de sujetos o
por una persona armada, con independencia de toda invocación de vicio en la posesión del peticionante.

            En época de Justiniano el interdictos de vi armata  se asimiló al interdicto de vi .

            El interdicto de vi se concede no sólo cuando el poseedor ha sido expulsado de la casa o del
fundo, sino también cuando se le impida, por cualquier manera, continuar en la posesión, por ejemplo,
cerrándole el acceso a su fundo. El poseedor obtiene dentro del año la restitución de la posesión   y
resarcimiento de daños. Después del año el invasor responde sólo de lo que ha obtenido con la
expoliación. Se ventila en proceso simple. Transcurrido un año desde el despojo violento ( vi deiectus )
se podía interponer la exceptio temporis  .

            La doctrina también   refiere como interdictos recuperandae possessionis al interdicto de


precario  y al de clandestina possessione  .

            El interdicto de precario cuando el precarista no restituía la cosa que le fuera confiada.


Por precario se entendía una posesión obtenida con ruegos, cuya duración dependía de la voluntad de
quien la daba. Si el precarista rehusa la restitución del bien solicitada por el propietario concedente de la
posesión natural o servidumbre, su posesión se convierte en viciosa y procede el interdicto.

            El interdictum de clandestina possessione  para los casos en que alguien tome la posesión de un
inmueble clandestinamente.
            Para la recuperación de los muebles en el Derecho anterior a Justiniano está el interdictum
utrubi  . En el Derecho justinianeo el poseedor expoliado puede utilizar las acciones de robo y de rapiña,
así como la actio ad exhibendum y las conditiones possessionis , las cuales no son remedios posesorios.

            El proceso interdictal se inicia con la postulatio  de la parte que solicita la tutela y llama in ius al
adversario; el magistrado, mediante causae cognitio (previa indagación del caso concreto), valora la
existencia de los presupuestos necesarios para la concesión del interdicto, para luego concederlo o
denagarlo ( interdictum reddere ). Si el destinatario no obedece el mandato interdictal, la parte que ha
solicitado la tutela puede recurrir al procedimiento per sponsionem  ; proceso que Gayo define cum
poena  y cum periculo  , por cuanto comporta para la parte perdedora el pago de una suma a título de
pena. La parte que ha solicitado y obtenido el interdicto vuelve a llamar al adversario para que
comparezca ante el magistrado y lo desafía a prometer mediante sponsio una suma de dinero fijada
discrecionalmente por el pretor. El demandado, a su vez, puede contestar e interdicto e invitar al actor a
una stipulatio  , para la hipótesis que no resulte alguna violación de la orden impartida por el pretor. Las
partes se comunican las fórmulas y si se avienen a una doble litis contestatio , se difiere al iudex  la tarea
de cerciorarse cual de las dos sumas es la que se debe, si aquella objeto de la  sponsio o aquella
prometida con la stipulatio  y, por tanto, verificar indirectamente si se ha violado o no el precepto
interdictal.

            Al lado del procedimiento antes descrito se afirma con el transcurso del tiempo, para los
interdictos restitutorios y exhibitorios, el procedimiento per formulam arbitrariam  , llamado
sin periculo en cuanto no subsiste para el perdedor el riesgo de pagar una suma de dinero. El destinatario
del interdicto antequam ex iure exeat , o sea antes que se concluya la fase in iure  puede solicitar la
designación de un árbitro que proceda directamente a la verificación de la situación de hecho. En el
periodo post clásico romano los interdictos son asimilados a las actiones  .

            2 ) La restitutio in integrum

            Por la restitutio in integrum "causa cognita"  , o sea   previa indagación del caso concreto, el
pretor concedía al interesado una actio o una exceptio rescisoria  , en virtud de la cual el acto impugnado
se considera como inexistente. Procedía en los casos previstos en el Edicto, por ejemplo, minoría de
edad, capitis diminutio  , metus .

            3 ) Las stipulationes praetoriae

            Por las stipulationes praetoriae , el pretor induce a las partes a asumir determinadas tareas
mediante una stipulatio  . La finalidad de la stipulatio praetoria  era establecer una caución o garantía
para tutelar una relación no reconocida por el ius civile o no suficientemente protegida.

1.3. EL PROCESO EXTRAORDINARIO

            El procedimiento extraordinario se estableció por Diclesiano, a fines del s. III, durante el período
del imperio o período del Derecho romano post clásico. Se abolieron las fórmulas   y la
palabra acción  adquirió su significación actual. Por excepción se conservaron los interdictos y
la restitutio in integrum (restitución por entero).

            Señalamos como conclusión importante que el Derecho romano fue el que creo a los interdictos
como la más genuina forma de defensa de la posesión, lo que ha heredado el Derecho actual. De otro
lado, el Derecho romano concedía los interdictos al que poseía nec vi nec clam nec precario , por lo que
el demandado tenía a su favor la excepción para poder demostrar el carácter violento, clandestino o
precario de la posesión del demandante. Este modo de defensa interdictal ha sido abandonado por el
Derecho actual que protege a todo poseedor.
2. EL DERECHO CANÓNICO

            En el Derecho canónico se protege la posesión reprimiendo la violencia que los herejes y los
señores feudales habían ejercido contra los obispos despojándolos de su sede y de los bienes de su
iglesia. En el s. IX, mediante las falsas decrétales de Isidorus Mercator, se concedió a los obispos
la exceptio spolii  . El remdium spolii  aparece como un privilegio de los obispos, actuando como
incidente previo de un proceso criminal; el obispo despojado de su sede o de sus bienes utilizaba
una excepción  de modo que no podía ser juzgado en el sínodo mientras no era restituido en su cargo o en
sus bienes.

            La exceptio referida a los obispos, por obra de los glosadores, devino en la actio spolii , es decir
de medio defensivo se convirtió en medio ofensivo .

            La actio polii  se extendió a los clérigos y también a los laicos víctimas de despojo, imponiéndole
al juez el deber de reintegrarles en la posesión perdida. Se podía invocar en los juicios civiles y penales,
en los tribunales eclesiásticos y en los de Derecho común. Se aplicaba tanto al poseedor como al tenedor
de la posesión, a los bienes muebles como a los inmuebles, incluso a las res   incorporalis , a los oficios,
prevendas, cargos honoríficos. Se podía dirigir contra el autor del despojo (violento o clandestino) y
contra terceros adquirentes.

            El Derecho canónico admitía la pronta reintegración   en el goce de cualquier derecho de cuyo
ejercicio nos hubiera despojado alguien con violencia y ocultamente, sin distinción de derechos de
familia, reales, de crédito, etc. [3] .

            La conclusión más importante que podemos extraer del Derecho canónico es que extendió la
protección posesoria a todo poseedor despojado violenta o clandestinamente. Este es el sistema adoptado
por nuestro ordenamiento jurídico civil (art. 921).

3. DERECHO FRANCÉS

            En el Derecho francés de la Edad Media se contó con tres acciones de protección de la posesión:
1) La acción de recuperación , para proteger al desposeído violentamente; tiene su origen en
las fausses  decretales y el canon reintegranda del Derecho canónico; 2) La acción de
mantenimiento contra los actos perturbatorios de la posesión; 3)La denuncia de obra nueva  para hacer
cesar la molestia que resultaba para un propietario a causa de las obras nuevas emprendidas por su
vecino.

            En el s. XIV, la acción de mantenimiento y la de recuperar se confundieron en una sola. El


Parlamento de París estableció que el expulsado de su heredad perdía la posesión pero conservaba
la saisine (investidura). Desde entonces existió una sola acción posesoria, la llamada complaine en cas
de saisine et de nouvellété que servía para mantener la posesión en caso de turbación y recuperarla en
caso de pérdida.

            Code Napoleon, en su art. 2228, prescribe: " La oposición es la ocupación o disfrute de una cosa
o de un derecho que se tiene o ejerce por uno mismo o por otro que la tiene y ejerce en su nombre  "
("La possession est la détention ou la jouissance d'une chose ou d'un droit que nous tenons ou que nous
excercons par nousmémes ou par un autre qui la tient ou qui l'exerce en notre nom"). Esta definición fue
tomada de Pothier, añadiéndole las palabras mediante las cuales se amplia el concepto de posesión de
cosa corpórea con el "disfrute de un derecho".

4 . LA ANTIGUA LEGISLACION ESPAÑOLA


            La antigua legislación española reconoció los interdictos de adquirir, conservar y recuperar. La
Ley de Enjuiciamiento Civil española incorporó los interdictos de obra nueva y de obra vieja.

5. LA LEGISLACIÓN PERUANA

            El Código de Procedimientos Civiles peruano de 1912 reguló los interdictos: de adquirir (arts.
994-1001); retener (arts. 1002-1009); recobrar (aqrts. 1010-1017); de obra nueva (arts. 1018-1026); y de
obra ruinosa (arts. 1027-1029).

            El denominado interdicto de adquirir no era de protección de la posesión como hecho, pues se
concedía al titular del derecho de posesión. Procedía respecto de cosas que no posee otro por más de un
año (art. 994). Con la demanda se debía presentar el título que acredite el derecho con que se solicita la
posesión e indicar quien es el poseedor o tenedor actual o la persona a cuyo cargo se hallan los bienes
(art. 995). Si el título no era suficiente el juez denegaba la posesión (art. 996) y si es suficiente mandaba
citar al demandado y que se publiquen avisos para que se presenten los que tengan derecho a la misma
posesión (art. 997). Sólo se admitía la oposición basada en la posesión actual, pública y por más de un
año, en la insuficiencia del título presentado por el demandante o el mejor derecho a poseer (art. 999).

            El Código civil de 1852, establecía en su art. 1137, que el propietario de un edificio que
amenazare ruina, podía ser obligado a demolerlo o apuntalarlo o que los propios vecinos podían solicitar
autorización para realizar obras de inmediato, quedando obligado el propietario a reembolsarle el valor
de las mismas.

            El vigente Código Procesal Civil de 1993, sólo reconoce los interdictos de recobrar (arts. 603 a
605) y de retener (arts.   606 y 607). Los interdictos de obra nueva y de obra ruinosa son manifestaciones
del interdicto de retener.

            El Código civil derogado de 1936 restringió la tutela posesoria a los bienes inmuebles. En el art.
831 prescribía: " Todo poseedor de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos,
conforme al Código de Procedimientos Civiles. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los
interdictos que se promuevan contra él  ". El vigente Código de 1984, lo amplió a los bienes muebles
registrables.

6. DERECHO MODERNO

            Las legislaciones modernas del sistema romano germánico han adoptado la protección posesoria
romana, con algunas modificaciones, tanto en los relativo a la retención de la posesión como a la
recuperación de la misma.

            La doctrina moderna no es unánime en cuanto a la protección posesoria. Wolf [4] dice: "cabe la


duda de si aún hoy son necesarias las pretensiones de protección posesoria; las medidas provisionales del
artículo 940 de la ley procesal civil alemana podrían colmar plenamente la necesidad, pues en la práctica
son raras las demandas de protección posesoria . cuán superflua es esta protección por medio de
demanda nos los enseña el Derecho extranjero: el Derecho francés (code de proc. civ. 23 y ss.)
solamente conoce las demandas de protección posesoria inmobiliaria, y aun éstas dentro de límites
reducidos; el Derecho inglés (igual que el Derecho germánico medieval) desconoce en absoluto el
procedimiento judicial de protección posesoria".

            Respecto de las cosas muebles el art. 2488 del Código argentino, antes de su modificación por
Ley 17.711, disponía que ellas "no pueden ser objeto de la acción de despojo sino cuando el poseedor
fue despojado de ellas junto con el inmueble. Al despojado de cosas muebles corresponde únicamente la
acción civil de hurto u otra semejante, haya o no procedido la acción criminal".
            No obstante el debate doctrinario, el Derecho positivo actual   admite a los interdictos como el
medio o forma natural de defensa de la posesión considerada como hecho.

Capitulo II

FUNDAMENTO DE LA PROTECCIÓN POSESORIA

1. FUNDAMENTO

El Derecho protege la simple posesión, tanto la legítima como la ilegítima, sea ésta de buena o mala fe.
Pero, ¿por qué el Derecho protege al simple poseedor, incluso contra los derechos del legítimo
propietario?, ¿qué justifica los pronunciamientos administrativos o judiciales en favor del poseedor y en
desmedro del propietario?

Los antiguos romanos se caracterizaron por ser una sociedad pastoril. Las familias ejercieron un señorío
de hecho sobre las villas para pastar sus rebaños. El ager publicus  estaba constituido por las tierras,
especialmente las conquistadas a los enemigos, donde las familias pastaban su ganado. Al señorío del
grupo sobre el ager publicus se denominó possessio o possessores . Durante la dominación etrusca la
posesión comunitaria fue sustituida por la individual, resultante de las concesiones de los reyes etruscos.
El ager publicos  fue el patrimonio de las grandes familias, de los patricios ,  primero y la nobilitas  ,
después. La posesión fue el medio de disfrute de la tierra y representaba el signo de la clase dirigente y
de su poder político. La propiedad privada surge muchos siglos más tarde, según Weber con la Lex
Thoria del 111 a.C. que transformó las possessiones existentes en dominum optimo iure  . De este modo,
los terrenos de Italia incorporados a las 35 tribus se convirtieron en objeto de dominium [5] .

Bozza [6] dice que "las familias patricias durante siglos poseyeron el ager publicus trasmitiéndoselo de
generación en generación, al extremo de llegar a considerarlo como propio, excluyente de cualquier
regulación legal, a la cual opusieron siempre su poder de hecho. Si la nobleza hubiese tenido un mínimo
apoyo jurídico a favor de los possessores , en el se habría atrincherado, y por consiguiente presentado un
derecho incontestable e intangible. Más ello no podía ser, pues la posesión constituyó exclusivamente un
señorío de hecho, un poder político-económico, del cual debía excluirse cualquier idea del derecho
objetivo".

La tutela de la posesión en la época clásica romana no fue por la vía del derecho, sino fue una tutela de
carácter administrativo; el pretor intervenía investido de imperium y con función de policía. Se protegía
el hecho de la posesión; los interdictos posesorios fueron un remedio policial para conservar o recuperar
la posesión.

2. PROTECCIÓN POSESORIA SEGÚN SAVIGNY

  Según Savigny [7] , si la posesión no es un derecho su perturbación no es contraria al Derecho,


solamente lo será si es que se viola a la vez a la posesión y a cualquier otro derecho. La relación entre el
hecho de la posesión y la persona que posee, determina la protección de la posesión contra toda
turbación   que afecte al mismo tiempo a la persona. La perturbación o despojo de la posesión mediante
la violencia constituye una injusticia contra la persona, ésta es la víctima de la violencia, y como toda
violencia es injusta, los interdictos posesorios se dirigen contra esta injusticia. Para Savigny, el
fundamento de la tutela posesoria radica en la interdicción (prohibición) de la violencia injusta contra la
persona. Toda violencia   es ilegítima «y es contra esta ilegitimidad que está dirigido el interdicto. Todos
los interdictos tienen pues un punto en común: suponen un acto que, por su misma forma, es ilegal».

3. PROTECCIÓN POSESORIA SEGÚN IHERING


Para Rudolf von Ihering [8] , la posesión es la propiedad en su estado normal, lo que determina que la
protección de la posesión haya sido instituida con el fin de aliviar y facilitar la protección de la
propiedad. La posesión es la exterioridad, la visibilidad de la propiedad. Para ser protegido como
poseedor basta demostrar la posesión, por lo que dicha protección aprovecha lo mismo al propietario que
al no propietario, siendo ésta «una consecuencia absolutamente inevitable». La protección de la posesión
complementa la protección de la propiedad, facilita la prueba de la propiedad dado a que «el poseedor se
reputa propietario hasta la prueba en contrario».

La propiedad dejaría de existir si el propietario, para protegerse en el goce de su derecho, tendría que
recurrir cada vez a probar su propiedad. La protección de la propiedad requiere que su sola exterioridad,
o sea la posesión, esté respetada y protegida. Las acciones posesorias (lo que para nosotros son los
interdictos) son los medios defensivos de la propiedad; la rei vindicatio es el medio ofensivo. Los
medios defensivos de la propiedad son acordados contra cualquiera que turbe la propiedad, con
independencia de la prueba de la propiedad. La posesión es una situación de la propiedad jurídicamente
protegida por sí misma y erigida en un derecho independiente de la propiedad. La posesión como hecho
al estar protegida por el Derecho adquiere la calidad de relación jurídica, sinónimo de derecho.

Ihering fundamenta la protección de la posesión en la defensa de la propiedad. La protección de la


posesión es un complemento de la protección de la propiedad, sin la necesidad de probar el derecho de
propiedad, lo que aprovecha al mismo tiempo a los no propietarios que poseen aun contra los
propietarios que no poseen.

4. DOCTRINA DEL CÓDIGO CIVIL

            La doctrina que fundamenta la protección posesoria en el Código Civil se inspira principalmente
en la teoría de Ihering.

El hecho ( factum  ) de la posesión actual o anterior (cuando se ha producido la desposesión), sin


consideración del derecho ( ius  ) a la posesión, se protege provisionalmente, interinamente, a fin de que
no se rompa la paz social y, en todo caso, hasta que en otro proceso se dilucide los derechos de las partes
en conflicto.

            Como con los interdictos se obtiene solamente una tutela judicial provisional de la posesión, las
partes pueden acudir a un proceso plenario para que se dilucide el derecho a la posesión, que por ser de
prueba lata,   se tramita en la vía del proceso de conocimiento. Como dice Messineo [9] , si al titular de
un derecho le estuviese permitido reprimir por sí mismo el ejercicio ajeno (aunque fuera arbitrario) del
derecho de él (titular) y, por consiguiente, hacerse justicia por sí mismo (defensa privada de los
derechos), resultaría turbada la pacífica convivencia social, por lo que es aconsejable sacrificar
al titular del derecho, en beneficio del no titular  , hasta tanto se declare en juicio que éste no tiene
derecho a la posesión (no es titular), sólo entonces estará obligado a entregar el bien poseído; y podrá ser
privado de él aun por la fuerza.

            Los remedios de protección de la posesión como factum son los interdictos, distintos de las
acciones petitorias para que se emita pronunciamiento sobre el derecho o mejor derecho a la posesión.
Por ser los interdictos de prueba limitada exclusivamente a demostrar la posesión y el acto perturbatorio
o desposesorio, se tramitan en la vía sumarísima.

El fundamento de la tutela judicial interina o provisional de la posesión mediante los interdictos es


prevenir la violencia y evitar que el que tiene derecho a la posesión se haga justicia por sí mismo, así
como preservar y restablecer la paz social, mantener el statu quo asegurando la posesión actual del que
la está ejerciendo, sin perjuicio de que se ventile ante los tribunales sobre quién tiene el derecho o mejor
derecho a la posesión.
La protección de la posesión se basa también en la presunción de la buena fe del poseedor y en el hecho
de que conduce a la adquisición de la propiedad a través de la usucapión.

El ordenamiento jurídico concede al poseedor la facultad de defender su posesión extrajudicialmente ,


mediante la autodefensa, denominada también autotutela, autoayuda, defensa privada, defensa
individual, y judicialmente  por medio de los interdictos, las acciones posesorias, algunas acciones de
desalojo y acciones penales.

Capítulo III

PROTECCION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL DE LA POSESIÓN

1. DEFENSA EXTRAJUDICIAL DE LA POSESIÓN

    Artículo 920.- El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y recobrar el bien, sin
intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos casos debe abstenerse de las vías de hecho no
justificadas por las circunstancias  .

    La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro derecho o interés está confiada al Poder
Judicial, a fin de que nadie se haga justicia por su propia mano. La excepción a esta regla lo constituye el
art. 920 que autoriza la defensa privada de la posesión.

      La posesión del titular o no titular del derecho real, sobre un bien mueble o inmueble, rústico o
urbano, encuentra su primera tutela en la legítima defensa contra los actos con los cuales se priva o
perturba el goce pacífico de un bien. Por tanto, el poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler
la fuerza que se emplee contra él impidiendo   que el agresor tome posesión del bien o recobrar el bien
(mueble o inmueble) si ha sido despojado, sin que con ello incurra en delito por tomarse la justicia por
su propia mano, siempre que lo haga inmediatamente, no ex intervallo  , y lo haga con medios
proporcionales a la ofensa, o sea se debe abstener de las vías de hecho no justificadas por las
circunstancias. El Derecho alemán habla de una reacción equivalente.

      La autodefensa de la posesión es sólo una manifestación de la legítima defensa. Como dice
Ihering [10] , amenazado en su existencia, en su cuerpo, en su vida, en su patrimonio, por un ataque del
exterior, el individuo se pone en estado de defensa, r4echaza la fuerza por la fuerza. La legítima defensa
de sí mismo  es una expresión justa. Protegiendo su haber el individuo se defiende así mismo. En el
derecho se presenta el haber bajo dos aspectos: el haber de hecho (posesión) y el haber de derecho
(propiedad). La fuerza también adquiere dos formas cuando se aplica a la defensa del haber:
es defensiva  cuando quiere mantener el estado de hecho de la detentación de las cosas; ofensiva  , cuando
tiende a recobrar la cosa perdida de hecho.

      El art. 920 autoriza la defensa extrajudicial en dos situaciones:

1)Para repeler la fuerza empleada contra el poseedor. Supone un acto de turbación; y

2) Para que el poseedor desposeído recupere el bien. Supone un acto de despojo.

      En ambos casos de defensa extrajudicial deben concurrir los siguientes requisitos:

a)     La violencia empleada por un tercero contra el poseedor  . El autor del ataque se vale de la fuerza,
por lo que queda excluido de la defensa privada de la posesión el supuesto de la usurpación clandestina;
b)    Reacción inmediata   del poseedor  . Entre ataque y defensa debe existir unidad de tiempo. El
poseedor responda inmediatamente rechazando la perturbación o recuperando el bien del que ha sido
desposeído. Si no intenta recobrar la posesión sin intervalo de tiempo, sólo lo podrá hacer por la vía
judicial.   

c)     Abstenerse de las vías de hecho no justificadas . La reacción del poseedor no debe exceder los
medios de la legítima defensa, es decir, debe abstenerse de las vías de hecho no justificadas por las
circunstancias.

d)      Imposibilidad de la intervención de la autoridad  . Aunque el art. 920 no lo menciona, por tratarse


de un remedio excepcional, la defensa privada de la posesión solamente es admitida cuando no es
posible la intervención de la autoridad, ya que si el poseedor fuera   pedir auxilio, al regresar sería terde
por haberse consumado el despojo.

      Es lícito que el poseedor se haga justicia por su propia mano repeliendo la fuerza con la fuerza (  vim
vi repellere licet ) para impedir ser despojado del bien o si ya lo fue, para recuperarlo, con tal que
reaccione inmediatamente [11]y sin excederse de los medios de la legítima defensa y siempre que la ley
o resolución judicial no autoricen la privación o perturbación.

      Como se aprecia, la defensa privada de la posesión se caracteriza por ser un medio excepcional de
uso de la fuerza por el poseedor para repeler la fuerza que lo perturba o despoja de la posesión y por
referirse a todos los supuestos de posesión, con independencia del derecho a poseer.

      La autodefensa de la posesión consagrada en el art. 920 es una aplicación particular del principio
general de la legítima defensa por la que, tanto el poseedor como el servidor de la posesión están
facultados para rechazar por las vías de hecho las perturbaciones a la posesión pacífica o a contraatacar
para recuperar la posesión cuando ha sido privado de ella, siempre que lo haga en forma inmediata. Así,
el poseedor puede repeler con la fuerza al ladrón que pretende arrebatarle sus bienes muebles o
recuperarlos, también por la fuerza, persiguiendo al ladrón sorprendido in fraganti. Tratándose de bienes
inmuebles, el poseedor puede rechazar por la fuerza los actos perturba torios y si ha sido despojado
puede contraatacar para recuperar la posesión, siempre que actúe inmediatamente.

      Según Ulpiano, "podemos repeler con las armas al que viene con armas; mas esto inmediatamente,
no después de un intervalo, con tal que sepamos que no solamente está permitido resistir, para no ser
echado, sino que el que hubiere sido echado eche al mismo, no después de un intervalo, sino
inmediatamente" (Digesto, L. XLIII, t. XLI).

      Repeler la fuerza sin intervalo de tiempo, inmediatamente, significa que el poseedor actúa en el
mismo momento en que un tercero emplea la fuerza contra él y si, no obstante ello, es desalojado, puede
reaccionar con toda la rapidez, de acuerdo a las circunstancias, para recobrar el bien.

      La legitimación activa  comprende tanto al poseedor de cualquier clase que sea como al tenedor o
servidor de la posesión. En ejercicio de la legítima defensa, toda persona está facultada para repeler la
fuerza que se emplee contra ella, por consiguiente la defensa privada de la posesión a que se refiere el
art. 920 comprende tanto al poseedor como al servidor de la posesión.

      El servidor de la posesión defiende la posesión para el poseedor, consiguientemente está facultado
para autodefenderse cuando alguien intenta perturbarlo o despojarlo del cuidado del bien. Por ejemplo,
el obrero puede intentar evitar el despojo de las herramientas que utiliza en su trabajo.
      La legitimación pasiva es restringida puesto que puede ejercerse la defensa privada solamente contra
el que perturba o despoja al poseedor o tenedor, debido a que entre la acción y la reacción no puede
existir intervalo de tiempo.

2. ACCION POSESORIA DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO

El mejor derecho a la posesión (acción posesoria) es definido judicialmente, pero también puede ser
establecido por   entidades administrativas facultadas expresamente por ley. Así, por Decreto Legislativo
N° 803, se declaró de interés nacional la Promoción del Acceso a la Propiedad Formal y su inscripción
registral con el fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a la propiedad y el ejercicio de la actividad
privada en una economía social de mercado. Mediante este Decreto complementado con la Ley   27046
se creo la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal (COFOPRI). Por Decreto Supremo N°
005-2001-JUS se crearon las Comisiones Provinciales de Formalización de la Propiedad Informal, en
cargadas de la formalización. Por Decreto Supremo N° 039-2000-MTC, publicado el 6.8.2000, se
aprobó el Reglamento de Normas que regulan la organización y funciones de los órganos de la
COFOPRI. El órgano de segunda   y última instancia administrativa con competencia nacional es el
Tribunal Administrativo de la Propiedad.  

    COFOPRI está facultada para definir el mejor derecho de posesión de los poseedores informales de
predios estatales, fiscales o municipales (D. S. N° 013-99-MTC del 5.5.99, art. 30). Sin embargo, salvo
disposición legal expresa en contrario, el hecho de que administrativamente se haya reconocido el mejor
derecho a la posesión no impide que su titular pueda obtener dicho reconocimiento judicialmente, puesto
que ha nadie puede negarse el derecho a la tutela jurisdiccional consagrado en el art. 139 de la
Constitución [12] . COFOPRI solamente está facultada para declarar el mejor derecho de posesión;
cuando advierta que sobre el predio existe un derecho de propiedad o ambas partes en conflicto exhiben
títulos de propiedad porque, por ejemplo, un Concejo Municipal ha transferido el predio en dos o más
ocasiones, debe declinar su competencia   para pronunciarse en un proceso sobre el mejor derecho de
posesión, puesto que el conflicto entre probables propietarios debe ser dilucidado judicialmente [13] .

3. DEFENSA JUDICIAL DE LA POSESION

  Artículo 921.- Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones
posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los interdictos que se
promuevan contra él  .

      3.1. LAS ACCIONES POSESORIAS Y LOS INTERDICTOS

      La defensa judicial de la posesión de muebles inscritos y de inmuebles, estén o no inscritos, está
confiada a las acciones posesorias y a los interdictos.

      El Código Civil de 1936 limitó la tutela interdictal al poseedor de bienes inmuebles. El art. 831 de
este Código disponía: " Todo poseedor de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los
interdictos, conforme al Código de Procedimientos Civiles. Si su posesión es de más de un año puede
rechazar los interdictos que se promuevan   contra él  " [14] .

      El art. 921 del Código Civil vigente se complementa con los arts. 598 y 599 del Código Procesal
Civil. El art. 598 prescribe: Todo aquel que se considere perturbado o despojado en su posesión puede
utilizar los interdictos, incluso contra quienes ostenten otros derechos reales de distinta naturaleza
sobre el bien objeto de la perturbación . El art. 599 establece: El interdicto procede respecto de
inmuebles, así como de bien mueble inscrito, siempre que no sea de uso público. También procede el
interdicto para proteger la posesión de servidumbre, cuando ésta es aparente  .  
      No están protegidos por los interdictos los bienes muebles no inscritos y todos los derechos
extrapatrimoniales, tampoco lo están los bienes del Estado de uso público (art. 599 del CPC).  

      No está demas hacer presente que la posesión, especialmente la del propietario, desde el Derecho
romano hasta la actualidad, además de las acciones posesorias   y de los interdictos, está protegida
también por acciones contractuales (en los contratos) y por las acciones penales (en los delitos).

      El art. 921 confiere las acciones posesorias y los interdictos a los poseedores de muebles inscritos y
de inmuebles. Las acciones posesorias corresponden a quienes tienen derecho a la posesión y los
interdictos a los poseedores sin entrar a considerar si tienen derecho o no a la posesión. En otros
términos, el hecho posesorio actual (el ius possessionis ) se defiende con el interdicto y el derecho a la
posesión ( el ius possidendi ) se protege con la acción posesoria.

      Doctrinariamente no se distingue claramente entre interdictos y acciones posesorias. Para un sector
importante de la doctrina no existen más acciones posesorias que los interdictos: Asi, Bonfante [15][15]
afirma: "Las acciones posesorias se llaman interdictos porque en el derecho clásico la defensa de la
posesión era ordenada en forma extraordinaria por medio del procedimiento   de interdicción. Se
distinguen los interdicta retinendae possessionis  y los interdicta recuperandae possessionis  : los
primeros defienden la posesión en caso de perturbación o molestia causada al poseedor; los segundos en
caso de expoliación calificada".

      Messineo [16] expresa: «la defensa de la posesión, propia del derecho privado  , se confía a dos
acciones especiales, llamadas -en su conjunto- acciones posesorias  (en contraposición... a las acciones
petitorias); esas acciones son: la acción de reintegración  (o de despojo ) y la acción de mantenimiento ».
La doctrina y legislación italiana denominan acción de reintegración  al interdicto de recobrar y acción
de mantenimiento  al interdicto de retener  .

    En la doctrina nacional, Castañeda [17] sostiene que no existen más acciones posesorias que los
interdictos, que son los únicos canales destinados a la defensa de la posesión. Contrariamente, Romero
Romaña [18] distingue entre las acciones posesorias y los interdictos; refiere que con los interdictos se
defiende al poseedor actual sin entrar a considerar si tiene derecho o no a la posesión. Las acciones
posesorias se conceden, en cambio, a quienes tienen derecho a la posesión. Dece este autor que hay que
"distinguir las acciones posesorias de los interdictos, porque teniendo los interdictos como finalidad
defender al poseedor actual, sin entrar a considerar si tiene derecho o no a la posesión, lo que
eventualmente podía conducir a sancionar injusticias, favoreciendo a un usurpador que naturalmente no
tiene derecho sobre el bien, lo que se resuelve en un interdicto es provisional. Las acciones posesorias se
conceden, en cambio, a quienes tienen derecho a la posesión. El que tiene derecho aposeer puede
interponer un juicio ordinario, donde se pueden actuar pruebas sobre el derecho de poseer y contradecir
lo resuelto en el interdicto, logrando que se le conceda la posesión, lo cual se comprueba recurriendo al
Código de Procedimientos Civiles".

    Las acciones se clasifican en personales ( actiones in personam ) y reales ( actiones in rem ). Las
primeras protegen derechos subjetivos personales, denominados también obligacionales o de crédito y
las reales tutela derechos subjetivos reales. Las acciones reales se subclasifican en posesorias
( possessorium  ) y petitorias ( petitorium  como las vindicationes o petitiones  ). La acción posesoria lo
ejerce el poseedor sin consideración del título y la acción petitoria la ejerce el propietario o titular de
otro derecho real.

    Conforme al art. 921 el possessorium  comprende tanto a los interdictos como a las acciones
posesorias como medios de defensa de la posesión. La posesión como hecho se defiende con los
interdictos (auténticas acciones posesorias) y la posesión como derecho se protege con acciones
posesorias que son   petitorias. En los interdictos se admiten pruebas exclusivamente relativas a la
posesión del demandante   y a la perturbación o despojo por el demandado, debiendo rechazarse toda
otra prueba que no se concrete a este fin. En el interdicto no se debate para nada sobre el derecho a la
posesión. En cambio, en las petitorias se examinan títulos para determinar el derecho o mejor derecho a
la posesión. Esto impide la acumulación de ambas acciones. Si se permitiera la acumulación de estas
acciones, se estaría facultando al titular del derecho real (propietario, usufructuario, etc.) para que, en
uso de su ius possidendi  , se haga justicia por su propia mano despojando o perturbando impunemente al
poseedor, hecho que la ley no permite, salvo el caso excepcional de la defensa privada de la posesión
siempre que concurran los requisitos contemplados por el art. 920.

    Como expresa Díez Picazo [19] , la regla que prohíbe la acumulación "se dirige fundamentalmente al
demandado. El demandado en el juicio posesorio (para nosotros el juicio interdictal) no puede proponer
cuestiones petitorias hasta que la controversia posesoria   haya sido decidida y la condena ejecutada. A
nuestro juicio, se dirige también al demandante. Si el demandante abre un juicio estrictamente posesorio
la única cuestión que es lícito discutir en él es la cuestión de la posesión. Por último, la regla se dirige
también al juez, quien debe decidir el pleito posesorio, únicamente sobre la base de la posesión efectiva
y de la lesión que en ésta se haya experimentado, reservando cualquier otra acción para el juicio
correspondiente".    

El art. 921 menciona a las acciones posesorias y los interdictos, y el art. 979 se refiere: a la acción
reivindicatoria, acciones posesorias, interdictos, acciones de desahucio (entiéndase de desalojo), aviso de
despedida y demás acciones que determine a ley. Son acciones petitorias por excelencia la
reivindicatoria y la de mejor derecho a la propiedad destinadas a esclarecer a quien corresponde el
derecho de propiedad, pero también son petitorias las que tienen por objeto establecer a quien pertenece
el derecho o mejor derecho a la posesión. En otros términos, la acción petitoria puede versar sobre el
derecho de propiedad u otro derecho real como, por ejemplo, el de superficie, usufructo, uso, habitación,
los cuales tienen por contenido a la posesión. Para nuestro ordenamiento jurídico
el possessorium  comprende los interdictos que protegen a la posesión como hecho y las acciones
posesorias (que por naturaleza son acciones petitorias) que defienden a la posesión como derecho.   Con
la acción interdictal se obtiene una decisión judicial que protege a la posesión provisionalmente, es decir,
tal decisión no tiene la autoridad de cosa juzgada, puesto que el vencido puede entablar un proceso
judicial petitorio haciendo uso de las acciones posesorias o de dominio que le confiere la ley.

El art. 921 establece que el que tiene la posesión por más de un año puede rechazar los interdictos que se
promuevan contra él. La posesión anual no es requisito para que el poseedor tenga derecho a las
acciones interdictales [20] , sino para rechazar los interdictos que se promuevan contra él. Tiene derecho
a valerse de los interdictos el que posee por días, meses o años, pues para que accione basta que tenga la
posesión actual o que haya sido despojada de ella, pero debe ejercitar su acción antes de vencido el año
contado desde que se produjo el hecho de la perturbación o del despojo. Es decir, el plazo para demandar
la acción interdictal prescribe al año de producido el hecho que fundamenta la demanda. El despojante
demandado que tiene la posesión por más de un año puede rechazar los interdictos que se promuevan
contra él, deduciendo la excepción de prescripción de la pretensión interdictal. Declarada fundada la
excepción de prescripción, el demandante puede ejercer su derecho a la posesión en un proceso de
conocimiento (art. 601 del C.P.C.)

            3.2. DEFINICIÓN DE INTERDICTO

Podemos definir a los interdictos como los procesos judiciales civiles, sumarísimos, de prueba limitada
exclusivamente a la posesión, destinados a resolver provisionalmente sobre la posesión actual, con
prescindencia del derecho, tanto para mantenerla o conservarla como para recuperarla.

            Gayo deriva la palabra interdicto de interdicere (prohibir), sinónimo de prohibere . Para las
Institutas de Justiniano, la palabra interdicto se ha acomodado a todos quia inier duos dicuntur  (tít. XV,
I). San Isidro de Sevilla dice que vendría de interim dictum debido a que el interdicto conduce a una
decisión provisoria [21] .

            Explica Gayo [22] que en determinados casos el pretor o el procónsul imponía su autoridad para
poner fin a la controversia, principalmente cuando se trataba sobre la posesión o la cuasi posesión,
concretándose a mandar o prohibir que se hicera algo. Las fórmulas que se empleaban para ello, se
llamaban interdictos y decretos. Se denominaban decretos cuando mandaba se hicera algo, por ejemplo,
cuando ordenaba que se exhibiera o se restituyera algo; y se llama interdicto cuando prohibía hacer algo,
por ejemplo, cuando ordenaba que no se ejerza violencia contra el que posee justamente, o que no se
haga algo en lugar sagrado. De ahí que los interdictos se dividen en restituiros, exhibitorios y
prohibitorios.

Los interdictos constituyen el instrumento procesal para la defensa de la posesión como hecho, no como
derecho, tanto de bienes inmuebles como de muebles inscritos, siempre que no sea de uso público , y
también para proteger la posesión de servidumbres aparentes (art. 599 del CPC).

Los interdictos son de naturaleza posesoria. Basta tener la posesión fáctica para ser protegido con los
interdictos de retener y de recobrar, con independencia del derecho. Por ello, la sentencia dictada en un
interdicto es provisional.

Los interdictos se caracterizan:

 Por ser procesos sumarísimos


 En el proceso se debate solamente sobre el hecho de la posesión
 No se discuten cuestiones relativas al título de propiedad o posesión
 Tiene por fin evitar que las personas se hagan justicia por su propia mano; asegurar la posesión
actual a favor del que está poseyendo, sin perjuicio de que después se ventile el mejor derecho
a la posesión; y restablecer la tranquilidad social alterada por el conflicto posesorio.
 La sentencia tiene carácter interino. Es cosa juzgada solamente son relación al hecho de la
posesión y a los actos perturbatorios o de despojo, más no con relación al derecho de
propiedad o de posesión que las partes podrán reclamar en un proceso de conocimiento.

            El Código procesal civil reconoce el interdicto de recobrar (art. 603) y el interdicto de retener
(art. 606). El interdicto de obra nueva y el de obra ruinosa, conforme al art. 606, son manifestaciones del
interdicto de retener, pues las perturbaciones a la posesión pueden consistir en actos materiales o de otra
naturaleza, como la ejecución de obras, o la existencia de construcciones en estado ruinoso.

3.3. DIFERENCIAS ENTRE ACCIÓN POSESORIA E                                                                 


INTERDICTO

Señalemos a continuación las diferencias entre la acción posesoria y el interdicto:

1) Por los titulares de la acción posesoria y de los interdictos

            Sólo los poseedores legítimos son titulares de las acciones posesorias, mientras que de los
interdictos pueden valerse los poseedores legítimos como los ilegítimos. A estos últimos, el
ordenamiento jurídico les concede los interdictos pero no las acciones posesorias.

            En otros términos, las acciones posesorias corresponden a quienes tienen derecho a la posesión
( ius possidendi  ) y los interdictos, a quienes tienen la posesión de hecho ( factum possessionis ), sin
importar la calidad del poseedor (con título o sin título, de buena o de mala fe).
            Conforme al art. 598 del C.P.C., " todo aquel que se considere perturbado o despojado en su
posesión puede utilizar los interdictos, incluso contra quienes ostenten otros derechos reales de distinta
naturaleza sobre el bien objeto de la perturbación ".

Del interdicto puede valerse tanto el poseedor legítimo (propietario, usufructuario, etc.) como el
ilegítimo sea éste de buena o de mala fe (el ocupante precario, el usurpador), siempre que el uno o el
otro haya sido perturbado en su posesión o privado de ella. De la acción posesoria solamente puede
valerse el que legítimamente tiene derecho a la posesión.

El poseedor legítimo (con título) cuando es perturbado o despojado del ejercicio de su derecho de
posesión, tiene a su disposición no solamente las acciones posesorias con las cuales hace valer la
titularidad de su derecho, sino también los interdictos con los cuales no tiene más que probar que el
hecho de la posesión.

Acciona interdictalmente el que tiene la posesión fáctica actual o ha sido despojado de ella, sin contar
para nada el título posesorio. En cambio, para plantear una acción posesoria se requiere contar con título
posesorio aunque no se tenga la posesión actual y material.

2) Por la cuestión debatida .

En la acción posesoria el debate es entre titulares de la posesión. En el interdicto se debate solamente


sobre el hecho de la posesión, sin consideración alguna sobre el título posesorio.

En el interdicto, las partes están prohibidas de detenerse a comprobar la titularidad o la efectiva


pertinencia del derecho poseído y el juez está obligado a decidir la controversia únicamente sobre la base
de la posesión efectiva y de la ofensa que haya experimentado. Con los interdictos no se defiende el
derecho de propiedad ni el mejor derecho de poseer, por lo que proceden aun contra el propietario o
quienes ostenten otros derechos reales de distinta naturaleza sobre el bien objeto de litis, de ahí que el
debate se centra únicamente en el hecho de la posesión, sin contar para nada el título de propiedad o el
título posesorio. En cambio, en la acción posesoria el debate se centra en establecer quién tiene el mejor
derecho a la posesión; el demandante y el demandado   cuentan con título posesorio, ambos reclaman el
derecho a la posesión amparados en sus respectivos títulos; se enfrenta un título posesorio con otro título
posesorio. Por ejemplo, cuando se enfrentan dos o más con títulos de usufructurarios o arrendatarios de
un mismo bien, o un arrendatario con un anticresista. El debate está orientado a determinar cuál es el
título que prevalece sobre los demás, quién tiene el mejor derecho a la posesión.

Si se enfrentan los títulos de dos o más propietarios, el debate no se puede llevar a cabo en una acción
posesoria sino en una acción sobre mejor derecho de propiedad.

En el interdicto se debate únicamente el derecho de poseer ( ius possessionis ), como posesión


considerada en sí misma, independientemente de que se posea con título o sin título, mientras que en la
acción posesoria   se debate el derecho a la posesión ( ius possidendi ). El que se vale de la acción
posesoria tiene que exhibir como fundamento de su pretensión un título consistente en un derecho de
alcance más amplio al derecho de quien se opone.

3) Por la prueba .

            En los interdictos, los hechos a probar son solamente la posesión y la perturbación  o despojo  de
ella, sin consideración alguna de la existencia, en quien se afirma poseedor, del derecho ejercitado. En la
acción posesoria, en cambio, el actor debe probar la titularidad de su derecho  a la posesión por ser
propietario, usufructuario, arrendatario, etc.
Como dice Cuadros [23] , "en el interdicto no tiene significación la prueba escrita sobre la posesión, ni el
título posesorio; se discute únicamente la posesión del actor y el hecho perturbatorio o desposesorio. En
cambio, en la acción posesoria tiene fuerza la prueba instrumental en que conste el título posesorio
estimado como la causa originaria del derecho a la posesión".

4) Por el plazo para ejercitar la acción

El interdicto puede promoverse dentro del año a contar desde el inicio de la perturbación o de haber
sufrido el despojo de la posesión [24] . En cambio, la acción posesoria puede promoverse en cualquier
momento, aun después de vencido el año de los actos perturbatorios o de despojo. Así está dispuesto por
el art. 601 del CPC: « La pretensión interdictal prescribe al año de iniciado el hecho que fundamenta la
demanda. Sin embargo, vencido este plazo, el demandante puede ejercer su derecho a la posesión en un
proceso de conocimiento  ».

5) Por la vía procedimental

El interdicto se tramita en la vía del proceso sumarísimo (art. 546.5 del CPC), dado a la urgencia de
proteger la posesión y a que no existen otros hechos que probar mas que la posesión y la ofensa a ella.
En cambio, la acción posesoria, por no tener una vía procedimental propia, y por ser de prueba lata
mucho más difícil que la prueba de la simple posesión,   se tramita en la vía del proceso de conocimiento
(arts. 475.1 y 601 del CPC).

6) Por la naturaleza de la sentencia

La sentencia dictada en el proceso de interdicto tiene el carácter de interina, provisional, tutela la simple
posesión, no produce los efectos de la cosa juzgada que sea oponible en una acción petitoria como es la
de mejor derecho a la posesión o la acción reivindicatoria o la de mejor derecho a la propiedad. En
cambio, la sentencia dictada en una acción posesoria produce los efectos de la cosa juzgada, no pudiendo
reabrirse el debate judicial sobre el mejor derecho declarado judicialmente.

Debido a que en el interdicto se juzga solamente el hecho de la posesión y en la acción posesoria el


derecho a la posesión, el vencido en el interdicto puede recurrir a la acción posesoria, o a la acción
reivindicatoria si tiene la calidad de propietario no poseedor, o la acción de mejor derecho de propiedad
si es que el poseedor actual también alega ser propietario [25] .

3.4. REGLAS COMUNES A TODOS LOS INTERDICTOS

1) Bienes respecto de los que procede .

Art. 599 del CPC: E l interdicto procede respecto de inmuebles, así como de bien mueble inscrito,
siempre que no sea de uso público.

También procede el interdicto para proteger la posesión de servidumbre, cuando ésta es aparente  .

            Procede la acción interdictal respecto de todo bien inmueble esté o no inscrito. Respecto de los
muebles solamente procede cuando el bien está inscrito. También procede para proteger la posesión de
servidumbres aparentes.

            Con el interdicto se protege el hecho de la posesión, acreditada por sus manifestaciones
objetivas, independientemente del título posesorio.
            No procede la acción interdictal respecto de bienes muebles no inscritos, de bienes del Estado de
uso público y de servidumbres no aparentes.

            No procede la acción interdictal respecto de los bienes que están sometidos a jurisdicción
administrativa. Entre estos bienes tenemos:

a)       Los yacimientos minerales son bienes del Estado, el que los puede entregar en concesión a
particulares para su exploración y explotación. Cualquier acto de perturbación o despojo es resuelto
administrativamente por la autoridad minera, específicamente por el Registro Público de Minería. El
Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, D.S. N° 014-92-EM del 2.6.1992,   establece que
es atribución del Registro Público de Minería, tramitar y resolver las denuncias de internamiento en
derecho ajeno (art. 105.inc. c.). Si durante la tramitación de un petitorio minero se advierte que se
superpone totalmente sobre otro anterior, será cancelado el pedimento posterior; si la superposición es
parcial, el nuevo peticionario deberá reducir su pedimento respetando el área de la concesión anterior
(art. 114). Si aparecen superpuestas, total o parcialmente, dos o más concesiones mineras con título
inscrito por más de noventa días, el Jefe del Registro Público de Minería constituirá una sociedad legal
respecto de las áreas superpuestas (art. 115).  

b)       Las aguas. La Ley General de Aguas, Decreto Ley N° 17.752 del 24.7.1969, establece que
cualquier usurpación o turbación en el uso de las aguas será sancionada administrativamente, sin
perjuicio de las acciones penales. El que para beneficiarse así mismo o a tercero desvía el curso de las
aguas públicas o privadas, impidiendo que corran por su cauce o las utiliza en una cantidad mayor a la
debida, comete delito de usurpación (art. 203 del C.P.).

2) Defensa de la posesión de servidumbres por medio del interdicto               

El segundo párrafo del art. 599 dispone que procede el interdicto para proteger la posesión de
servidumbre, cuando ésta es aparente.

Conforme al art. 1035 del C.C., la servidumbre es el gravamen, legal o convencional, que se impone a
un predio (llamado sirviente) en beneficio de otro (denominado predio dominante), que da derecho al
dueño de este último para practicar ciertos actos de uso del predio sirviente o que impida al dueño de
éste el ejercicio de alguno de sus derechos.

Con la servidumbre se limita el derecho de propiedad de un predio (predio sirviente), en favor de otro
(predio dominante), por consiguiente la posesión de servidumbre es posesión de bien inmueble. La
servidumbre aparente se manifiesta mediante signos exteriores.

Solamente las servidumbres aparentes pueden adquirirse por prescripción (art. 1040).

Como expresa Romero Romaña [26] , las servidumbres "son aparentes cuando se manifiestan a simple
vista, por trabajos exteriores, tales como una ventana, una puerta, un canal. Por ello se denominan
también visibles. Ejemplo: la servidumbre de luz. En cambio las no aparentes son aquellas cuyo
conocimiento no puede tenerse por ningún signo visible y sólo se obtiene estudiando los títulos de
propiedad. Por ejemplo, las servidumbres de no edificar a mayor altura. Una persona visita a una finca y
observa que sólo tiene un piso; pero no puede saber si ello se debe a que existe una servidumbre que
prohíbe edificar a mayor altura, lo que sólo podría conocer estudiando los títulos de propiedad".

3) Legitimación activa
En los procesos interdictales es legitimado activo todo el que se considere perturbado o despojado en su
posesión, según se trate de interdicto de retener o de recobrar.

Con los interdictos se protege a toda clase de poseedor, legítimo o ilegitimo, de buena o de mala fe, al
que adquirió la posesión porque lo transfirió el titular del derecho real como al que lo adquirió de modo
clandestino o violento, al poseedor con o sin animus domini  ; al que adquirió la posesión
originariamente o en forma derivada como es la posesión adquirida mediante un acto jurídico unilateral
o bilateral, inter vivos (el uso derivado de un contrato de arrendamiento, comodato, leasing, etc.) o
mortis causa (el usufructo derivado de un testamento), al poseedor de una cosa y al poseedor de un
derecho (ejemplo, el del copropietario), al poseedor exclusivo y a los coposeedores. Consiguientemente,
todo poseedor está legitimado activamente para ejercitar la acción interdictal. Lo está el poseedor que
sea propietario, comodatario, usufructuario, superficiario, depositario, acreedor prendario, arrendatario;
también el usurpador, el ladrón, el precario; el poseedor mediato y el inmediato; el poseedor titular de un
derecho real (usufructuario, etc.) o de un derecho personal (arrendatario, etc.). En suma, con el interdicto
se protege toda forma de posesión sea de derecho real o de derecho personal.

El poseedor mediato, como todo poseedor, tiene el derecho de mantener la posesión o recuperar la
posesión perdida, especialmente para cumplir con su obligación de mantener en el uso y goce pacífico
del bien al poseedor inmediato.

  El poseedor inmediato puede ejercitar la acción interdictal contra cualquier tercero o contra el poseedor
mediato cuando éste es el autor del despojo o de la perturbación.

            Los coposeedores, mediatos o inmediatos, pueden ejercitar la acción conjuntamente cuando la
agresión es contra todos o también lo pueden hacer individualmente en beneficio de la comunidad. Si el
ataque es solamente contra uno de ellos, solamente él puede accionar. La acción se puede ejercitar entre
comuneros cuando uno o algunos despojen al otro o a los otros con el fin de poseer el bien en
exclusividad.

Es por ello, el art. 598 del CPC, en cuanto al legitimado activo , dispone: " Todo aquel que se considere
perturbado o despojado en su posesión puede utilizar los interdictos, incluso contra quienes ostenten
otros derechos reales de distinta naturaleza sobre el bien objeto de la perturbación"  .

La Sala Civil de la Corte Suprema ha resuelto: " Los interdictos no sólo protegen los derechos reales
adquiridos originariamente, sino también aquellos adquiridos en forma derivada como lo son aquellos
derechos reales que se sustentan en la celebración de actos jurídicos de distinta naturaleza, sean
bilaterales o unilaterales, Inter. Vivos o mostis causa, como, la propiedad derivada de la compraventa,
el uso derivado del arrendamiento, el usufructo derivado de un testamento o contrato, entre otras  "
(CAS. N° 166-94, Lima).

El presupuesto común es que tanto el poseedor legítimo como el ilegítimo hayan sido despojados de la
posesión (interdicto de recobrar) o perturbados en ella (interdicto de retener). No pueden ejercitar la
acción interdictal los simples tenedores del bien o servidores de la posesión por no tener la calidad de
poseedores.

Los interdictos pueden ejercitarse por el legitimado activo, en ejercicio de su derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva, en forma directa o a través de su representante (art. 2 del CPC).

4) Legitimación pasiva

El legitimado pasivo  del interdicto (el demandado),   es todo aquel que lleve a cabo actos de privación
de la posesión o de perturbación en ella, aun cuando tenga derecho a la posesión por ser propietario,
usufructuario, superficiario, etc. De modo que aquí no tiene vigencia el principio que dice feci sed iure
feci  (lo hice, pero lo hice con derecho), puesto que con los interdictos no se tutela el derecho a la
posesión, sino el simple hecho de la posesión. También lo es el tercero que tenga la posesión en virtud
de la adquisición del bien, a título universal o particular, conociendo que su causante es el despojador.

La tutela jurídica del poseedor no desaparece aun cundo el autor del despojo o perturbación sea el titular
de un derecho real superior sobre el bien objeto de la perturbación (propietario, usufructuario, etc.).

El Código civil italiano en su art. 1169 establece: La reintegración se puede pedir también contra quien
está en la posesión en virtud de una adquisición a título particular, hecha con el conocimiento del
despojo ocurrido  .

En efecto, la acción interdictal se puede dirigir contra el heredero del autor del despojo y también contra
el que ha adquirido derechos del despojante con conocimiento del despojo, puesto que no hay razón
alguna, en este caso, para que el Derecho ampare la mala fe del tercero adquirente o subadquirente.

5) Juez competente

El juez competente es el del lugar donde se encuentra el bien o bienes o el del domicilio del demandado,
a elección del demandante (art. 24 del CPC). Si la demanda versa sobre varios inmuebles situados en
distintos lugares, será compente el juez del lugar de cualquiera de ellos. Los jueces civiles conocen de
estos procesos cualquiera que sea la cuantía del bien (art. 597 del C.P.C.). Tratándose de desposesión por
orden judicial expedida en un proceso en el que el poseedor no ha sido emplazado o citado, es
competente el juez que dio la orden de desposesión (art. 605).

6) Requisitos de la demanda. Límite probatorio

La demanda debe contener los requisitos establecidos en el art. 424 del C.P.C. y debe estar acompañada
de los anexos que establece el art. 425 del mismo Código. Además la demanda debe expresar
necesariamente:

 Los hechos perturbatorios o desposesorios en que consiste el agravio, según que el interdicto
sea de retener o de recobrar.
 La época en que se realizaron tales hechos, lo que es importante para determinar si la
demanda se ha interpuesto dentro del plazo prescriptorio que es de un año (art. 601 del CPC).
 Los medios probatorios que se ofrezcan deben estar referios exclusivamente a probar la
posesión del demandante y el acto perturbatorio o desposesorio causado por el demandado

El proceso interdictal debe mantenerse dentro de los límites de la restauración de las situaciones de
hecho comprometidas y que como tales deben ser tuteladas, no pudiendo extenderse a la declaración de
la titularidad de un derecho superior al de la simple posesión. El art. 600 del CPC dispone que la
demanda sobre interdicto "debe expresar necesariamente los hechos en que consiste el agravio y la
época en que se realizaron. Los medios probatorios deben estar referidos, exclusivamente, a probar la
posesión y el acto perturbatorio o desposesorio o su ausencia ».

Si la demanda no contiene los hechos en que consiste el agravio y la época en que se realizaron será
declarada inadmisible, en aplicación del art. 426.1 del CPC.

Reitermos que en la acción interdictal se discute únicamente la posesión fáctica y actual del demandante
y el hecho perturbatorio o de despojo realizado por el demandado
En el interdicto de retener, el accionante debe probar la posesión del bien objeto de reclamo, los hechos
perturbatorios de que ha sido objeto; mientras que en el interdicto de recobrar, el accionante debe
acreditar que tuvo la posesión del bien y que el emplazado lo ha despojo de su posesión. No pueden
existir otros medios probatorios, ofrecidos y actuados, que no estén referidos a probar la posesión y el
acto perturbatorio o desposesorio.

  En la acción interdictal, no es objeto de prueba el título con el cual se posee, ya sea que se trate de la
adquisición de un derecho real de posesión en forma originaria o ya en forma derivada, sea cual fuere la
naturaleza de esta última: contractual, unilateral, intervivos o mortis causa. Como expresa
Messineo [27] , "la exhibición del título de la posesión no es necesaria; y si tiene lugar, la misma sirve
solamente ad colorandam possessionem , o sea para dar la demostración de que la posesión tiene un
fundamento y de que, por eso, merece tanto más la protección; pero el título, en sede posesoria, no es
materia de valoración por parte del juez".

En materia de derechos reales, el hecho hace al derecho. El derecho a la posesión reconocido contratual
o judicialmente, pero que no existe fácticamente no es posesión que se pueda tutelar con el interdicto. El
hecho de la posesión en sí se protege con los interdictos. Pero quien se crea con un derecho real superior
al del poseedor, no puede hacer uso de los interdictos, sino que tiene a su disposición las acciones
judiciales correspondientes para que se declare la titularidad de su derecho subjetivo a la posesión y la
consiguiente cesación de la posesión por quien no tiene derecho a ella. Por estas razones, la posesión no
puede ser alterada sino por otra situación que se derive de mandato expreso de la autoridad competente,
excepto aquellos casos expresamente previstos por la ley (ejemplo, art. 920).

7) Acumulación de pretensiones

Se puede acumular a la demanda interdictal, la pretensión de pago de frutos y la indemnización de daños


(art. 602 del C.P.C.). Es una acumulación objetiva originaria y accesoria [28][28] . Conforme al art.
559.4 del CPC no procede la acumulación sucesiva, por cuanto, en los procesos sumarísimos no procede
la modificación o ampliación de la demanda.

Los frutos, sean naturales, industriales o civiles, son los que ha dejado de percibir el demandante a causa
de la perturbación posesoria o del despojo.

Los daños son los causados con la perturbació posesoria o el despojo.

8) Prescripción de la pretensión interdictal

La acción interdictal debe ejercitarse antes de que transcurra un año de haberse iniciado los hechos
perturbatorios o de haberse efectuado el despojo de la posesión. Transcurrido el año desde que se
realizaron los hechos que fundamentan la demanda, prescribe la pretensión interdictal [29] .

El art. 601 del CPC establece: « La pretensión interdictal prescribe [30] al año de iniciado el hecho que
fundamente la demanda. Sin embargo, vencido este plazo, el demandante puede ejercer su derecho a la
posesión en un proceso de conocimiento ». El hecho de la posesión del actor queda destruido por el otro
hecho de la posesión del demandado por más de un año. El poseedor cuya posesión es de más de un año
puede rechazar los interdictos que se promuevan contra él (art. 921 del C.C.).

Si el plazo de ejercicio de la acción interdictal es de prescripción, el juez no puede rechazar la demanda


aun cuando haya sido planteada después de un año de haberse realizado los actos perturbatorios o de
desposesión, debido a que " el juez no puede fundar sus fallos en la prescripción si no ha sido
invocada " (art. 1992). No es el demandante, sino el demandado que ha deducido la excepción de
prescripción el que tiene que probar que la demanda ha sido interpuesta fuera del término de ley [31] .

Establecer, como lo hace el art. 600 del CPC,   que la demanda debe contener necesariamente la
indicación de la época en que se realizaron los hechos en que consiste el agravio, significaría que el
plazo de un año para interponer la acción interdictal no es de prescripción sino de caducidad. El juez no
puede amparar sus resoluciones en la prescripción si no ha sido invocada, en cambio, si lo puede hacer
cuando el plazo es de caducidad. Si se establece que la demanda debe indicar necesariamente la época en
que ocurrieron los hechos en que consiste el agravio es para que el juez se pronuncie de oficio, sin
invocación de parte, sobre la extinción del plazo, por lo que se debe modificar el art. 601 del CPC
estableciendo que el plazo de un año es de caducidad y no de prescripción.  

            3.5. INTERDICTO DE RECOBRAR

CPC, Art. 603. Interdicto de recobrar. Procede cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre
que no haya mediado proceso previo.

Sin embargo, si se prueba que el despojo ocurrió en ejercicio del derecho contenido en el artículo 920
del Código civil, la demanda será declarada improcedente  .

1) Concepto

            El interdicto de recobrar (llamado también acción de reintegración , acción de recuperación ,


acción de despojo  ) procede contra los actos de privación, total o parcial, de la posesión, sin que medie
un proceso previo o cuando el desposeído no ha sido emplazado o citado en dicho proceso, con el fin de
obtener la restitución de la posesión perdida.

            Para que proceda el interdicto de recobrar se requiere:

1. Que el demandante, o su causante, haya estado en la posesión del inmueble o mueble inscrito
que es materia de la demanda; y 
2. Que haya sido despojado total o parcialmente del bien. 
3. El interdicto de recobrar no procede: 
4. Contra el poseedor despojado que por la fuerza recuperó la posesión del bien, sin intervalo de
tiempo, en ejercicio de la defensa posesoria extrajudicial que le confiere el art. 920. 
5. Cuando el despojo se ha realizado en ejecución de una sentencia judicial firme dictada en un
proceso previo en el que el despojado ha sido emplazado.

            La acción de interdicto de recobrar es independiente de los derechos que el despojante o el


despojado puedan tener sobre el bien. Se tramita en la vía del proceso sumarísmo.

2) Demanda. Requisitos

Además de los requisitos señalados en los arts. 424 y 425 del CPC, en aplicación de los arts. 599 y 600
del mismo código adjetivo, la demanda debe contener:

1. La indicación del bien, mueble inscrito o inmueble, sobre el cual recae la posesión; 
2. La indicación del hecho, violento o clandestino, en que consiste el agravio; 
3. La fecha en que se realizó el hecho violento o, en el caso del despojo oculto o clandestino, la
fecha en que fue descubierto por el poseedor.
3) Distinción entre interdicto de retener e interdicto de recobrar

No obstante que ambos interdictos están dirigidos a rechazar los ataques contra la posesión y ambos
están sometidos al mismo procedimiento sumarísimo, sin embargo son dos acciones distintas e
inconfundibles.

El interdicto de retener tutela al poseedor contra los actos de perturbación de la posesión realizados por
un tercero con el fin de inquietarle o despojarle, pero sin llegar a consumar el despojo, en cambio, el
interdicto de recobrar tutela al que ha sido despojado de la posesión.

            Con el interdicto de retener se persigue que la autoridad judicial ampare y mantenga al
accionante en la posesión del bien, contrariamente, con el interdicto de recobrar se persigue que la
autoridad judicial reponga en la posesión al despojado de ella.

4) Bienes objeto del interdicto de recobrar

El objeto de la acción de interdicto de recobrar es todo bien mueble inscrito o inmuebles (estén o no
inscritos) (art. 921), aunque pertenezcan al Estado, siempre que no sean de uso público (art. 599 del
CPC).

Si el bien se pierde o destruye estando en poder del despojante, se pierde la posesión, por consiguiente
no hay interdicto de recobrar.

5) El despojo

            Por despojo se entiende que una persona es privada, contra su voluntad expresa o presunta, de la
posesión total o parcial de un bien, inmueble o muble inscrito, por medios violentos o clandestinamente,
sin que medie un proceso judicial regular previo.

            En otros términos, el poseedor despojado es sustituido, sin o contra su voluntad, en la posesión,
total o parcial, del bien por el poseedor despojador ( spoliator ). Se priva al poseedor del poder que tiene
sobre el bien, usurpándolo o sustrayéndolo al poseedor, o arrojando a éste del bien, o impidiéndole el
ejercicio de su derecho.

            Sin despojo real y efectivo, total o parcial, del bien no hay derecho a la reposición en la posesión
porque no hay nada que reponer. Como dice Borda [32] , "si un tercero realiza actos posesorios sin
impedir que el poseedor también los realice simultáneamente, hay turbación y no despojo".

            El despojo puede ser obra:

1. De un particular; o 
2. De los tribunales que privan de la posesión a una persona en ejecución de una orden judicial
expedida en un proceso en el que no ha sido emplazada o citada.  

            El acto del despojo puede ser realizado usando la fuerza física ( vis atrox  ) o la violencia moral
( vis compulsiva ) o clandestinamente.          El art. 603 del C.P.C. establece que el interdicto de recobrar
"procede cuando el poseedor es despojado de su posesión". La ley no dispone que el despojo se realice
por la fuerza física o moral o clandestinamente; como no se puede distinguir donde la ley no lo hace, el
interdicto de recobrar debe proceder en todo caso de despojo violento o clandestino. El despojo
clandestino es el realizado sin que el despojado se dé cuenta, lo que ocurre cuando los actos de toma de
posesión se producen cuando el poseedor se encuentra ausente, o recurriendo a actitudes fraudulentas,
dolosas, actos simulados o, en fin, adaptando cualquier precaución destinada a evitar que el interesado
tome conocimiento del despojo.

            En la doctrina se habla también del despojo con abuso de confianza. Al respecto,
Borda [33] expresa: "Existe abuso de confianza si el demandado ha utilizado recursos engañosos o
fraudulentos para tomar la posesión o se pretende transformar en posesión o tenencia la condición de
servidor de la posesión. Así ocurre si el sirviente o huésped se niega a abandonar la tenencia de la
habitación que le ha proporcionado el poseedor".      

Mattirolo [34] dice: "La reintegración es la posesión a favor de quien fue de ella despojado, es una
medida de orden público, es una providencia encaminada a mantener la paz pública. El art. 695 del
código civil (de Italia) aplica, en todo su rigor, la regla spoliatus ante omnia restituendus  . Por esto la
acción de reintegración corresponde a cualquier poseedor, abstracción hecha del carácter de su posesión,
aun cuando sólo sea precaria o de origen ilegítimo, siempre, no obstante que tenga el carácter exterior
del ejercicio de un pretendido derecho. Consumado el despojo y habiendo asumido el expoliante la
posesión de la cosa, cualquier acto violento o clandestino con que el despojado trate de recuperar la cosa,
haciéndose justicia por su propia mano, es ilícito; y el juez, a pedido del primer expoliador que, a su vez,
haya sido despojado, debe ordenar la reintegración de éste en la posesión".

Permitir al exposeedor despojado, una vez cesado el supuesto de la legítima defensa contemplado en el
art. 920,   recuperar el bien mediante un nuevo despojo significa promover una cadena interminable de
violencia que termine con la paz social. Fuera de la legítima defensa, el exposeedor despojado tiene a su
favor el interdicto de recobrar que, como el de retener, tutela a todo poseedor, legítimo o ilegítimo, anual
o no anual, incluso al que ha obtenido la posesión por la violencia, en forma oculta o precaria (posesión
viciosa).

El que se crea con derecho a la posesión debe hacerlo valer ante el tribunal competente. El despojado de
la posesión tiene derecho a ser repuesto en ella, previo un proceso interdictal sumarísimo, sin perjuicio
de que en un proceso de mayor debate probatorio se dilucide el mejor derecho de los contendientes. El
Código civil español, en su art. 441 prescribe: En ningún caso puede adquirirse violentamente la
posesión mientras existe un poseedor que se oponga a ello. El que se crea con acción o derecho para
privar a otro de la tenencia de una cosa, siempre que el tenedor resista la entrega, deberá solicitar el
auxilio de la Autoridad competente .

Como en todo interdicto, en el de recobrar, el demandante debe acreditar que tenía la posesión de la cual
fue despojado y   a la fecha de este suceso no ha transcurrido más de un año, no siendo debatible en este
proceso el derecho que les asista a las partes.   Al respecto, la Sala de Procesos Sumarísimos de la Corte
Superior de Lima (Exp. N° 153-99) ha resuelto:

                 El demandante acredita que el Lote materia de litis era poseído por su persona, habiendo
demostrado con hechos efectivos como es el haber cercado el perímetro del lote con material noble el
que fue demolido, lo que está probado con la copia de la prueba anticipada y la constatación policial.
Que la fecha del despojo fue el 5.10.96, sin embargo el demandante presentó su demanda el 18.7.97,
nueve meses después, si bien es cierto, se encontraba dentro del término que señala el art.   601 del
CPC, también lo es que su falta de diligencia hizo que la Cooperativa demandada adjudicara dicho
Lote al socio codemandado Raúl Santos Loa, con fecha 10.1.97, habiendo éste levantado una
edificación casi terminada sobre el Lote  . " Tratándose de un interdicto no puede debatirse en este
proceso si el codemandado Raúl Santos Loa actúo de buena fe o de mala fe al levantar su vivienda
estando a la fecha de adjudicación efectuada por la Cooperativa, así como tampoco puede analizarse si
el demandante perdió su calidad de socio y que ello diera lugar a la pérdida del lote, que a mayor
abundamiento, de la prueba aportada no se vislumbra que Raúl Santos Loa haya participado en el
despojo coludido con los dirigentes de la Cooperativa  ".
            El interdicto de recobrar no se debate sobre si el despojado o despojante tiene derecho a la
posesión del bien. La acción interdictal procede aunque el despojado no tenga derecho a la posesión del  
bien y el despojante si lo tenga. Quien tiene derecho a la posesión reconocido judicialmente o mediante
cualquier acto jurídico bilateral o plurilateral, inter vivos o moritis causa, pero no tiene la posesión
fáctica, no está amparado por los interdictos. En otros términos, quien tiene derecho a la posesión por
contar con título para ello, pero no posee, no puede valerse del interdicto de recobrar para entrar en
posesión del bien, toda vez que en la acción interdictal no está en discusión el mejor derecho a la
posesión.

            Es incuestionable que todo acto de despojo es voluntario, el despojante actúa con dolo o culpa,
pero la tutela civil de la posesión mediante el interdicto de recobrar se otorga independientemente del
dolo o la culpa con que haya actuado el expoliador; tales elementos subjetivos no integran el supuesto de
la norma del art. 921 del Código Civil ni del art. 603 del Código Procesal Civil, por consiguiente no son
materia de prueba en el proceso interdictal.

            La ley no precisa el alcance y significado de la palabra "despojo". En la doctrina se debate sobre
si el interdicto de recobrar se concede únicamente cuando media violencia o también cuando ha existido
clandestinidad, abuso de confianza, astucia.

            En cuanto a los actos violentos, Zachariae [35] decía: "Es preciso entender por violencia no sólo
las vías de hecho, sino también la violencia moral. La violencia comprende esencialmente las amenazas
graves y serias que se hubiesen empleado respecto al legítimo poseedor. Esta aún es la única que es
susceptible de ser continuada y de cesar, pues que la violencia física no es sino un hecho pasajero. En
todos los casos es preciso no confundir la violencia que vicia el título, con la que vicia la posesión
misma".

            Entre los que sostienen que sólo hay despojo por actos violentos citemos a Salvat [36] , quien
afirma que la violencia es la característica esencial e indispensable del despojo; procede la acción de
despojo siempre que haya mediado desposesión violenta y es acordada a todo poseedor, aunque se trate
de una posesión violenta, clandestina o por abuso de confianza. Lafaille [37] dice que el despojo es el
efecto de la violencia y no de cualquier otro procedimiento, como por ejemplo, la clandestinidad; recalca
que el art. 2492 del Código argentino [38] no se refiere a los supuestos de clandestinidad o de abuso de
confianza. Lacruz [39] manifiesta que el interdicto se dirige contra el despojante o perturbador y la
acción de desahucio (desalojo), contra una persona cuya legitimación para la tenencia ha cesado por
voluntad del concedente; el interdicto requiere despojo o inquietación, actos positivos de oposición a una
tenencia; el desahucio se interpone contra quien estaba poseyendo, por tolerancia desde luego, pero en
pacífico contacto con la cosa; la posesión del precarista es derivada, y la del despojante no.

            Entre los que afirman que el despojo puede ser por medios violentos, clandestinos o de abuso de
confianza   citemos los siguientes: Allende [40] recuerda que las normas del Esboco  comprenden en la
noción de despojo, la trilogía: violencia, clandestinidad y abuso de confianza. Dassen [41] afirma que
despojo es sinónimo de desposesión total sea por medios violentos o no. Fornieles [42] dice que todos
los artículos del Código argentino están copiados del esboco de Freitas, quien usó la palabra
portuguesa esbulho  que significa un desapoderamiento contra derecho, que incluye la violencia, la
clandestinidad o la astucia, formas todas ilícitas por igual.

            En la doctrina nacional, Castañeda [43] sostiene que el despojo puede ser violento o no; que
cuando es oculto el año dentro del cual ha de proponerse la acción, no corre desde que fue consumado,
sino desde el día en que dejó de ser oculto.
            Nuestra jurisprudencia es contradictoria, en unos casos sostiene que el despojo comprende sólo la
violencia y en otros, que además abarca la posesión obtenida ocultamente o con engaño o abuso de
confianza.

            La Corte Suprema en ocasiones ha resuelto en el sentido de que la posesión de facto o


clandestina no está protegida con el interdicto sino con la acción de desalojo por ocupante precario. Así,
por ejemplo, en la Casación N° 677-96 - Cono Norte/Lima,   publicada el 30.12.97, establece: " La
definición de ocupante precario se efectuó para solucionar las polémicas doctrinarias y la
jurisprudencia contradictoria que ocasionaba la falta de definición ... es precaria la posesión que se
ejerce sin título o cuando el que se tenía ha fenecido ... la posesión de facto o clandestina es precaria ...
puede demandar el desalojo, entre otros, el propietario contra el ocupante precario para obtener la
restitución del bien    (Cas. N° 677-96-Cono Norte/Lima).

            Es insostenible afirmar que quien ha obtenido la posesión violenta o clandestinamente es un


poseedor con título; es claro y lógico que no tiene título, por tanto, conforme al art. 911, es un precario.
Nos preguntamos: ¿Por qué el propietario despojado, una vez prescrita la pretensión interdictal, no
puede iniciar una acción de desalojo por ocupante precario? ¿Por qué se le va a obligar a recurrir a un
dilatado y costoso proceso de conocimiento para ejercer su derecho a la posesión? Si tanto el que ha
obtenido la posesión violentamente como el que lo ha adquirido clandestinamente, son despojadores y
carecen de título; si ambos procesos, el interdicto de recobrar y el desalojo por ocupante precario, tienen
como efecto el de reponer al despojado en la posesión luego de un proceso sumarísimo. ¿Dónde está
entonces la diferencia sustancial entre ambas acciones? Se debe terminar con estos formalismos
absurdos de los que se vale el Poder Judicial para en unos casos decir que procede y en otros que no
procede el interdicto o el desalojo por ocupante precario cuando se trata de que el propietario sea
repuesto en la posesión del bien del que ha sido privado clandestinamente o violentamente. De la forma
como lo viene haciendo, el Poder Judicial no está cumpliendo con su función de administrar justicia de
una vez y para siempre a fin de que se restablezca la paz social. En todo caso, si ante una demanda de
interdicto de recobrar por ocupación clandestina considera que la demanda debe ser de desalojo por
ocupante precario, o también al contrario, debe calificar la demanda aplicando el principio iura novit
curia  (art. VII del T. P. del C.C.).  

            Resulta por demás aleatoria la administración de justicia cuando,   por ejemplo, el propietario
que ha perdido su posesión mediando clandestinidad, engaño o abuso de confianza, plantea una acción
de desalojo por ocupante precario y el Poder Judicial, luego de un proceso que en la letra de la ley es
sumarísimo pero que en la realidad es larguísimo, le dice que su demanda es improcedente porque, "l a
defensa posesoria judicial debe hacerse recurriendo a las acciones posesorias y a los interdictos; por lo
que, resulta erróneo que la parte demandante intente tutelar su pretendido derecho de posesión
mediante la acción de desalojo, pese a lo establecido en el art. 921 del Código Civil (Exp. 779-98,
resolución del 15.7.98, Sala Civil Corporativa Subespecializada en Procesos Sumarísimos y no
Contenciosos de la Corte Superior de Lima).

            Situaciones como éstas, en   las que casos iguales se resuelven en forma distinta, terminarían si
se establece que las sentencias son vinculatorias no solamente para las partes litigantes, sino también
para los jueces y, en general, para gobernantes y gobernados, estableciendo, si es necesario severas
sanciones para el magistrado que, sin motivo razonable, cambie sus resoluciones. Así tendríamos una
justicia predecible, por ejemplo, si los jueces en un caso concreto resuelven que el interdicto de recobrar
solo procede cuando se pierde la posesión mediando violencia y esta constituye una norma que los
magistrados no la van a modificar, entonces tendríamos la plena seguridad en plantear una acción de
desalojo por ocupante precario cuando el propietario es privado de su posesión clandestinamente o por
engaños o con abuso de confianza. Pero la clase política gobernante con la que contamos es incapaz
resolver este dilema constitucionalmente o legalmente.
            En nuestra opinión, el interdicto de recobrar debe proceder cuando el despojo ha sido violento o
clandestino. El Código italiano así lo establece expresamente en su art. 1168 que dispone: "  Quien ha
sido violenta u ocultamente despojado de la posesión pude, dentro de un año a contar del despojo
sufrido, pedir contra el autor de dicho despojo la reintegración de la posesión . Si el despojo es
clandestino, el término para pedir la reintegración corre desde el día en que se descubrió el despojo  ".

El despojo debe ser efectivo no siendo suficiente la existencia de actos perturbatorios, los que pueden
justificar, en todo caso, el interdicto de retener. No se exige el despojo de la totalidad del bien siendo
suficiente el despojo parcial.

6) Función del interdicto de recobrar

Tiene por finalidad obtener la reintegración de la posesión perdida.

El despojado debe ser restituido en la posesión sin que sea obligado a probar otra cosa que la
circunstancia de que era poseedor y que fue efectivamente despojado sin que medie proceso judicial
previo o sin que el despojante haya actuado en ejercicio de la autotutela que le confiere el art. 920.

El interdicto de recobrar implica que existió una anterior posesión: la del demandante y que existe una
posesión actual: la del demandado.

Si la demanda es fundada el juez ordenará que se reponga al demandante en la posesión de la que fue
privado y que se le pague los frutos y se le indemnice los daños si dichas pretensiones han sido
acumuladas con la demanda (art. 604 del CPC).

Los daños indemnizables y los frutos reembolsables requieren de un mayor debate probatorio, pues en
cuanto a los daños se debe probar su existencia y cuantía, y por lo que se refiere a los frutos, como el
despojante es un poseedor de mala fe está obligado a pagar los frutos, pero aún así hay la necesidad de
probar los frutos que ha percibido y/o los que ha dejado de percibir (art. 910) y su valor. Por estas
razones el derogado Código de Procedimientos Civiles, en su art. 1015 estableció los daños y perjuicios
se sustancian y resuelven con lo principal y si la sentencia declara haber lugar a su pago, el juez lo fijará,
después que esté ejecutoriado el fallo, sin más trámite que un informe de peritos. El vigente Código
Procesal Civil, en conformidad con los principios de economía y celeridad procesal, dispone que la
sentencia que " declarada fundada la demanda, el juez ordenará se reponga al demandante en el
derecho de posesión del que fue privado y, en su caso, el pago de los frutos y de la indemnización que
corresponda  " (art. 604). De modo que el debate probatorio en este proceso sumarísimo comprende no
sólo lo relativo a la posesión, sino también lo concerniente a los frutos e indemnización de daños.

7) Legitimado activo

La acción compete a todo poseedor despojado y a sus herederos. La víctima del despojo puede utilizar el
interdicto incluso contra el propietario o cualquier otra persona que ostente otros derechos reales sobre el
bien (art. 598) [44] , puesto que con la acción interdictal no se persigue que se atribuya o quite el
derecho a la posesión de alguien, ni que se declare que el bien o su posesión pertenece a alguien, sino
que se reponga al demandante en la posesión del bien para que todo vuelva al estado en que se encontró
en el momento anterior al despojo.

No goza de la acción interdictal el servidor de la posesión y, en general, todo tenedor de la posesión


como, por ejemplo, los huéspedes del poseedor. Por tanto, el legitimado activo es todo poseedor víctima
del despojo y sus sucesores universales.
El interdicto de recobrar se concede a todo poseedor, sea propietario, usufructuctuario, superficiario,
usuario, habitante, comodatario, arrendatario, depositario, etc.; sea legítimo o ilegítimo, de buena o mala
fe, esté premunido de un título o haya adquirido la posesión viomentamente o clandestinamente. Esto
debido a que con el interdicto de recobrar se persigue reponer los bienes al estado de hecho que tenían
antes del despojo, para que no tenga efecto alguno los actos de justicia por mano propia del despojante,
sin que se discuta el mejor derecho de los litigantes a la posesión, el cual queda a salvo para alegarlo
después en un proceso de conocimiento.

El despojante puede utilizar el interdicto para recuperar su posesión   una vez que por el transcurso de un
año haya perdido la defensa interdictal el poseedor a quien él despojó [45]

8) Legitimado pasivo

Legitimado pasivo es el autor del despojo y sus herederos a título universal o particular.

La acción se dirige contra el poseedor actual despojante o contra   sus sucesores universales o contra sus
sucesores particulares de mala fe, o sea que adquirieron la posesión con conocimiento del despojo
ocurrido. Luego, son legitimados pasivos  : El autor del despojo; el tercero que se encuentra en posesión
del bien por haberlo adquirido del despojante a título particular conociendo del despojo ocurrido  [46] ; y
el sucesor universal del autor del despojo, aunque ignore el despojo, puesto que se trata de una
continuación de la posesión.      

Es de aplicación también la figura del llamamiento posesorio  que regula el art. 105 del CPC según el
cual, " quien teniendo un bien en nombre de otro, es demandado como poseedor de él, debe expresarlo
en la contestación a la demanda, precisando el domicilio del poseedor . Si el citado comparece y
reconoce que es el poseedor, reemplazará al demandado, pero la sentencia surtirá efecto respecto de
éste y del poseedor por él designado . ". Si el demandado señala a otra persona como el poseedor y este
comparece en el proceso ratificando las afirmaciones del demandado, sosteniendo por ejemplo que el
demandado ocupa el bien por instrucciones suyas por ser él el propietario o el titular de otro derecho
real,   el juez debe expedir la resolución por la que decide o no su incorporación en el proceso en
reemplazo del demandado. En caso contrario la sentencia no podría ejecutarse contra quien debió
reemplazar al demandado, porque se estaría violando su derecho al debido proceso. Es decir,
el legitimado pasivo es el poseedor que fue llamado a reemplazar al demandado.

9) La prueba en el interdicto de recobrar

En conformidad con el art. 600 del C.C., los medios probatorios deben estar referios, exclusivamente, a
probar   la posesión y el acto desposesorio o su ausencia. Lo que significa, que el demandate por
interdicto de recobrar debe probar que ha estado en la posesión hasta el momento del despojo y que éste
es obra del demandado o de persona encargada por él. A su vez, al demandado no se le admitirá otras
pruebas que las tendientes a demostrar la ausencia del hecho de la posesión por el demandante o la
ausencia del despojo, sin admitirle pruebas o alegaciones   referidas a la calidad de la posesión del actor
o a su mejor derecho a la posesión.

La Corte Suprema ha resuelto que " tratándose de un proceso de interdicto de recobrar, cuya finalidad
es defender la posesión ... el demandante debe probar que tuvo la posesión y que fue despojado de la
misma para lo cual el juez valorando los medios probatorios y apreciándose de manera conjunta,
declarará fundada la demanda sólo fehacientemente acreditdos  " (CAS. N° 1172-97. Apurimac).

Como el demandante debe expresar en su demanda la época en que se realizaron los hechos en que
consiste el agravio (art. 600 del CPC), le corresponde la carga de la prueba al respecto, a fin de terminar
si la pretensión interdictal a prescrito o no.
Como con el interdicto de recobrar se persigue recobrar la posesión del bien, no corresponde la
producción de prueba alguna referida con el derecho a la posesión de ninguna de las partes litigantes.
Exceden de la finalidad del proceso los títulos presentados por las partes o las razones alegadas por el
demandado para retener la posesión.

10) Plazo prescriptorio

El plazo de prescripción de la pretensión interdictal es de un año contado a partir de la realización del


despojo (art. 601 del CPC).

11) Medida cautelar

Como medida cautelar  en el interdicto de recobrar, procede la ejecución anticipada de la decisión final


cuando el demandante acredite verosimilmente el despojo y su derecho a la restitución pretendida (art.  
681 del C.P.C.).

La medida temporal sobre el fondo es una medida excepcional, que consiste en la ejecución anticipada
de lo que el juzgador va a decidir en la sentencia, en su integridad o sólo en aspectos sustanciales, por la
necesidad

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