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El documento explica el significado original y el uso de la palabra "iglesia" (ekklesia en griego). Originalmente significaba una reunión de personas convocadas para un propósito, y fue utilizada en la Septuaginta para traducir la palabra hebrea para congregación. En el Nuevo Testamento, se aplica al pueblo de Dios llamado del pecado a vivir santamente, aunque no siempre se refiere a una asamblea física sino a todos los salvos espiritualmente.
El documento explica el significado original y el uso de la palabra "iglesia" (ekklesia en griego). Originalmente significaba una reunión de personas convocadas para un propósito, y fue utilizada en la Septuaginta para traducir la palabra hebrea para congregación. En el Nuevo Testamento, se aplica al pueblo de Dios llamado del pecado a vivir santamente, aunque no siempre se refiere a una asamblea física sino a todos los salvos espiritualmente.
El documento explica el significado original y el uso de la palabra "iglesia" (ekklesia en griego). Originalmente significaba una reunión de personas convocadas para un propósito, y fue utilizada en la Septuaginta para traducir la palabra hebrea para congregación. En el Nuevo Testamento, se aplica al pueblo de Dios llamado del pecado a vivir santamente, aunque no siempre se refiere a una asamblea física sino a todos los salvos espiritualmente.
viene del griego ekklesia (ἐκκλησία), que se convirtió a su vez en
el latín ecclesia, y que simplemente significa una reunión de gente. Es una palabra compuesta por la preposición griega ek (ἐ κ), que denota un origen y que puede traducirse independientemente como desde, y kaleo (καλέω), que significa llamar. La definición más genérica es la de "una reunión de ciudadanos llamados desde sus hogares a un lugar público". Aunque hoy en día el término se relaciona fuertemente con la Iglesia cristiana, sus raíces son más amplias.
La Septuaginta utiliza ekklesia para traducir en griego la palabra hebrea qâhâl (
)קהל, que significa congregación, asamblea, compañía o cualquier otro cuerpo organizado. Estos usos en las escrituras Hebréas del término ekklesia no son tomados por los teólogos cristianos como referidos a la Iglesia específicamente (sino que en contexto se refieren a una reunión específica para circunstancias particulares), aun así estos mismos teólogos ven al pueblo Judío (vistos como el "Pueblo de Dios", una comunidad que se entendía a sí misma como definida por una alianza única con Dios), como un preludio, o prototipo o un tipo de profecía viva, de lo que un día sería la Iglesia Cristiana. CONFUSIÓN. Hay mucha confusión tocante al sentido y a la aplicación de la palabra "iglesia". Es cosa común oír estos días la expresión de "ir a la iglesia" [con un lugar en mente]. Tal expresión no se halla en el Nuevo Testamento, ni autor alguno del Nuevo Testamento hace referencia al lugar de asamblea como la iglesia. La iglesia se compone de los salvos, o sea de los hijos de Dios.
EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA "IGLESIA"
La palabra griega traducida "iglesia" es "ekklesia". Esta palabra no fue originada por Cristo o por sus apóstoles, sino que era muy usada por los de habla griega. Esta palabra nunca tuvo sentido religioso entre los griegos. Quería decir literalmente "los llamados" y fue aplicada a cualquier cuerpo de gente "llamado" y convocado para cierto propósito. En este sentido se usa esta palabra unas cuantas veces en el Nuevo Testamento. En Efeso los plateros incitaron a las multitudes en contra de Pablo. De este tumulto leemos: "Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia (asamblea, Versión Moderna) estaba confusa". (Hech. 19:32). La palabra aquí traducida "concurrencia" (o asamblea) es la misma palabra traducida en otros pasajes como "iglesia". El escribano se dirigió al gentío, diciendo: "Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir" (ver. 39). En este caso la palabra "asamblea" (ekklesia) es aplicada al tribunal regular. "Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea". (ver. 41). Dos veces en este capítulo es aplicada la palabra "ekklesia" al gentío, y una vez a la corte regular. Por lo tanto se ve que en el uso corriente de la palabra era aplicada a cualquier cuerpo de gente reunida con algún propósito.
POR QUÉ ES APLICADA ESTA PALABRA AL PUEBLO DE DIOS. La palabra
"ekklesia" es aplicada al pueblo de Dios en el Nuevo Testamento porque le describe con exactitud. Ha sido "llamado" del pecado a la santa manera de vivir, "llamado" de las tinieblas a la luz, "llamado" del mundo al reino de Dios. No es llamado del mundo en sentido físico, sino moral y espiritual. "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece" (Juan 15:19). Ellos eran una iglesia solamente en sentido preparatorio. Todavía no se había establecido la iglesia, ni tenían la fe necesaria para ser miembros de ella. La iglesia, el cuerpo de gente llamada del pecado y redimida por la sangre de Cristo, es una gran asamblea congregada (espiritualmente) bajo la dirección de Cristo, aunque sigue cada miembro ciudadano del país y ocupa su lugar en los negocios de la vida como siempre. Si en verdad uno ha sido llamado del pecado, es miembro del cuerpo llamado tanto en un lugar como en otro. Si uno puede entender debidamente la verdad de que los llamados del pecado a la santa manera de vivir constituyen la iglesia, no será estorbado por la idea errónea de que la iglesia exista solamente cuando esté congregada físicamente. Los llamados son el pueblo de Dios, congregados físicamente o no. Este cuerpo de gente llamado tiene existencia continua. La casa del carcelero era su familia (Hech. 16:34), y la casa de Dios es la familia de Dios (1 Tim. 3:15; Ef. 2:19). Sería absurdo pensar que Dios tenga una familia en un dado lugar solamente cuando los cristianos estén congregados para adorarle.
EJEMPLO NEOTESTAMENTARIO DE LA PALABRA
EL SENTIDO GENERAL. La palabra "iglesia" ("ekklesia") en los pasajes siguientes incluye a todos los salvos, a todos los llamados, en el mundo: Mateo 16:18; Col. 1:18; Ef. 1:22; 5:25; Heb. 12:23. Nunca se congrega este cuerpo entero en una sola asamblea física, sino como un cuerpo de gente llamado del pecado y que constituye una gran hueste espiritual, tiene una existencia verdadera, y todo hijo de Dios en la tierra es miembro de él. Toda persona que por medio de la obediencia se ha separado del pecado es parte de los llamados, parte de la iglesia, la "ekklesia". Según este empleo de la palabra, hay dos clases de gente-es decir, los que han sido llamados de este mundo y los que no-la "ekklesia" y el mundo. Así es que toda persona responsable está sirviendo a Dios o a Satanás, caminando en el camino angosto o en el ancho, rumbo al cielo o al infierno, hallándose en la iglesia o en el mundo, como salvo o como no salvo (Mateo 7:13, 14, 24-27; 12:30; Lucas 16:13; Rom. 6:16, 20; Juan 8:34; 1 Juan 3:10; Col. 3:15; Ef. 2:16). Uno que ha sido llamado del pecado es, por virtud de aquel hecho, uno de los llamados, y no tiene que participar en algún acto adicional para juntarse a ellos. Los llamados del pecado constituyen la familia de Dios. Uno llega a ser hijo de Dios por el renacimiento; por medio de este renacimiento llega a ser miembro de la familia de Dios (Juan 3:5). Si un hijo de Dios se junta a otra cosa, tendrá que ser, por lo tanto, a una cosa distinta a la familia de Dios.
LIMITACIONES GEOGRÁFICAS. La palabra "iglesia" no siempre incluye a
todos los salvos en el mundo, sino que a veces incluye solamente a los llamados en un dado lugar, o territorio, como por ejemplo la iglesia en Jerusalén (Hech. 8:1), la iglesia en Corinto (1 Cor. 1:2), las iglesias por toda Judea (Hech. 9:31); pero la idea esencial es la misma que cuando es aplicada al cuerpo entero-es decir, incluye a todos los llamados, los salvos, en el territorio mencionado