EL PROCESO PARA

ASEMEJARNOS A JESÚS

MANUAL DE MEMBRESÍA
Guía de estudio interactivo para individuos y grupos
pequeños tocante al significado e importancia de la
Membresía en la iglesia local.
 ÍNDICE

Impreso en Graficar TEL (03755) 408330. 1000 ejemplares. Distribuido por el De-
partamento de Literatura de la Iglesia de Dios (7° día) - Argentina. e-mail: ofi-
5 INTRODUCCIÓN

cinas_id7dia@yahoo.com.ar. material usado con autorización de la Conferencia

General de la Iglesa de Dios (7° día) de Estados Unidos - Abogado de la Biblia.
Domicilio de la imprenta y publicación: P.O. Box 33677 Denver, Colorado 80233 7 MÁS QUE MCIGLESIA
USA. bap.orders@cog7.org - www.cog7.org/BA
COQUETEANDO CON LA IGLESIA
13 SIN COMPROMETERSE

20 ¿DÓNDE ESTÁ SU EQUIPO?

LA LLAVE QUE ABRE

24 LA PUERTA DE LA IGLESIA

30 COMUNIDAD VERDADERA

38 EL CORAZÓN DEL LIDERAZGO

45 UNA NOVIA EN ESPERA

53 SU DESCRIPCIÓN DE TRABAJO
 INTRODUCCIÓN

Nunca, la importancia de membresía en una iglesia local ha sido subes-

timada tanto como en nuestro tiempo. Usted ha escuchado, o quizás se
haya hecho la pregunta común: ¿Tiene uno que ser miembro de una iglesia
para ser Cristiano? Me imaginaría que incluso aquellos que hacen esta pre-
gunta reconocen que el principio que tratan de establecer se desmorona
cuando se aplica a otros guiones similares. ¿Tiene uno que ser miembro
de las Fuerzas Armadas para ser un soldado? Imagínese un niño pequeño
deseando ser un Boy Scout (Explorador) sin querer ser socio de ninguna or-
ganización local. ¿O qué de ser un estudiante sin inscribirse en la escuela?
Pero esta pregunta no siempre se hace con “malas intenciones.” Buscado-
res sinceros, cuyo concepto de membresía de la iglesia es moldeado por
la cultura tipo comida rápida con orientación al cliente, también hacen
esta pregunta. Patrocinar a su McDonald’s local no requiere compromiso
a ese negocio más allá de pagar por su comida. De hecho, el servicio a
personas que ordenan desde sus vehículos minimiza su contacto con otros
patrocinadores. Rápido y fácil, de la forma que me gusta - poco contacto
con otros y definitivamente ningún compromiso con la franquicia - son
las reglas del juego. Y desafortunadamente, la actitud de la gente hacia la
iglesia es algunas veces impulsada por esta manera de pensar.
De manera que hay quienes tienen temor de comprometerse con una or-
ganización debido a experiencias pasadas. J. I. Packer, en su libro Bús-
queda por la Santidad (Una Visión Puritana para la vida Cristiana, libros
Crossway), enlista tres grupos en el movimiento evangélico de hoy que ne-
cesitan ayuda particularmente: experimentalitas intranquilos, intelectuales
arraigados, y desviacionistas defectuosos. Packer describe el tercer grupo
como “desertores y caídos en batalla” del movimiento evangélico. Esta raza
familiar incluye a aquellos desilusionados por promesas falsas de salud y
riquezas, lastimados por el abuso de poder, y otras experiencias que des-
acreditan el Cristianismo verdadero. Una vez defraudados, son dos veces
más renuentes al compromiso que ellos llaman “organizaciones humanas.”

5 Manual de Membresía
Sin importar la base para nuestro escepticismo hacia la membresía de la
iglesia, permanece el hecho que ser un Cristiano significa ser miembro del
cuerpo de Cristo, lo cual encuentra una expresión tangible en una asam-
blea local de creyentes. El argumento para ser miembros de la “Iglesia in-
visible”, y no de una congregación local visible, falla en reconocer que el
propósito de la iglesia visible es hacer manifiesta la iglesia invisible, o co-
nocida. Cristianos invisibles que componen una iglesia invisible no proveen
ninguna testificación de la vida de Cristo a un mundo que está observando.
Hacemos lo invisible visible al manifestar la vida y carácter de Cristo, in-
cluyendo Su compromiso al amor y a la unidad de Sus discípulos como un
cuerpo (vea Juan 17). Un sinnúmero de otros pasajes del Nuevo Testamen-
to enseñan que la membresía en el cuerpo de Cristo no es una alternativa
para el creyente, sino una responsabilidad importante y un gran privilegio.
Amar a Cristo es amar a Su novia, la iglesia.
Con el interés de subrayar estos principios bíblicos es que esta guía de
estudio individual o en un grupo pequeño está disponible. Es la primera en
una serie de manuales de entrenamiento para la membresía que se publi-
carán por la Conferencia General sobre varios temas de importancia para
el desarrollo espiritual continuo de la iglesia. Este folleto tiene la intención
de complementar el Acuerdo de Membresía, el nuevo enfoque de la Iglesia
para la solicitud de membresía. Se lo recomiendo para su estudio devoto y
consideración mientras la Iglesia de Dios (Séptimo Día) trata de “Encausar
a la iglesia” en medio de una cultura diversa y pluralista.
Hasta que todo el mundo sepa,
Whaid G. Rose
Presidente de la Conferencia
6 Manual de Membresía
MÁS QUE MCIGLESIA
capítulo 1
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con
un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo… así nosotros siendo muchos, somos un cuerpo en
Cristo, y todo miembros los unos de los otros.
(2 Corintios 11:2; Romanos 12: 5)
En el principio la iglesia era una confraternidad de hombres y muje-
res centralizadas en el Cristo viviente. Después la iglesia se mudó a
Grecia donde se convirtió en una filosofía. Después se movió a Roma
donde se hizo una institución. Después, se movió a Europa, donde se
convirtió en una cultura. Y, finalmente, se movió a los EEUU donde
se hizo una empresa.
— Dick Halverson
Citado en El Poder Impresionante de las Creencias Compartidas, p. 11
La Mentalidad del Consumidor
Vivimos en una cultura donde estamos acostumbrados a conseguir lo qué
queremos, cuando lo queremos, y exactamente cómo lo queremos. ¡Oh, y
en tamaño súper grande, por favor! Lo que obtenemos en McDonald, lo
esperamos también en la McIglesia. Adoramos de la forma que queremos,
tenemos comunión cuando queremos, y queremos respuesta a las oracio-
nes al instante -todo por el dólar que se pone en la canasta de las ofrendas.
Es un servicio rápido, fácil, multiopcional, sin presión, no requiere ningún
compromiso para la empresa, sino sim plemente ser un consumidor.
7 Manual de Membresía
Las tiendas al por menor también nos tientan en sus anuncios con frases
de auto-gratificación como “A su manera, ahora mismo. Adelante, usted
se lo merece.” Todo se trata de lo que usted desea. Y por supuesto, las
compañías de tarjetas de crédito nos convencen que necesitamos artículos
de lujo que no podemos costear. Con sólo deslizar nuestra Visa por la má-
quina, todo puede ser nuestro. Como resultado, los estadounidenses han
acumulado más de $750 billones en deudas de tarjetas de crédito, lo cual
viene siendo un promedio de $9,000 por familia.
Así que si estamos acostumbrados a conseguir lo que queremos y cuando
lo queremos, ¿por qué debe ser diferente en la iglesia? Nuestra sociedad
nos ha traído al lugar donde esperamos la satisfacción y la comodidad
inmediata, dos grandes asuntos que hacen más difícil participar en el mis-
terio de Dios y aceptar la verdadera confraternidad en la iglesia. Cuántas
veces hemos escuchado que las personas abandonan la iglesia porque no
se sentían conectadas lo suficiente, apreciadas lo suficiente, bendecidas lo
suficiente. “La adoración es demasiado tradicional.” “El pastor es demasia-
do aburrido.” “Las personas parecen falsas.” “Todo es demasiado”
(llene el espacio.) Si las cosas no son exactamente como
nos gustan, si no nos hacen sentir bien, entonces nos vamos a otro lugar
– o dejamos de ir completamente. Porque realmente ¿si no es práctico y
conveniente, para qué perder el tiempo?
He aquí el problema: Dios no es conveniente. En realidad, Él es muy in-
conveniente algunas veces. Además, ser parte de Su familia no es siempre
conveniente. Requiere paciencia, confianza, y sacrificio, responsabilidades
en vez de derechos - valores que ya no escuchamos mucho. Pero esa es
también la razón por la cual la iglesia tiene el gran potencial de tener
increíble profundidad y significado en lo que puede ser un mundo muy
superficial y vacío.
Puntos de Reflexión
1. ¿Hay una manera mejor? Piense en lo qué nuestra cultura nos dice:
• Debemos obtener las cosas a nuestra manera porque nosotros sabemos
8 Manual de Membresía
lo que es mejor.
• Debemos obtener lo que queremos inmediatamente.
• Nos merecemos sólo buenas cosas.
• Es más importante divertirnos.
• Necesitamos poner nuestras propias necesidades primero.
Pero ¿qué piensa Dios de esos valores? Él responde a cada uno en Su Pala-
bra. Lea los siguientes versos y luego indique qué verso responde mejor a
cada uno de los valores mundanos arriba.
a. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando
cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
(Filipenses 2:3, 4, NVI).
b. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensa-
mientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8,9a).
c. “Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta””
(1 Timoteo 5:6, NVI).
d. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios” (Romanos 3:23).
e. “Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos”
(Romanos 8:25).
2. ¿Suenan los versos de arriba como “a su manera, ahora mismo”?
Profundizando
Considere lo siguiente también. La Biblia está inundada de historias de
cómo Dios hizo a las personas esperar, o respondió en maneras no acordes
a los planes humanos. Piense en las largas décadas en que Abraham y Sara
9 Manual de Membresía
esperaron por un hijo. O los cuarenta años que Moisés peregrinó en el
desierto con los hijos de Israel. O los años que José estuvo en prisión por
un crimen que no cometió. Fue casi 500 años después que los profetas
anunciaron la venida del Mesías, que Jesús nació. Dios siempre cumple Sus
promesas, pero rara vez lo hace acorde a nuestro tiempo, o incluso en la
manera en que esperaríamos que Él lo hiciera.
Sin embargo, es importante entender que Dios realmente quiere buenas
cosas para nosotros. Como dice en Salmo 37:4, “Deléitate asimismo en
Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón” (NVI). Él desea me-
jores cosas que aquellas que nosotros mismos deseamos obtener. Pero es
también importante reconocer que Su sabiduría es incomprensible mayor
que nosotros mismos.
mejor que la niña sus necesidades. La madre sabe lo que es mejor
para el futuro – lo que le ayudará a convertirse en un adulto sano y
próspero.
— Kathy Buchanan
3. ¿Por qué está usted aquí?
Piense qué le trajo a esta iglesia inicialmente. ¿Es debido a que usted creció
allí y se hizo un hábito? ¿Tuvo usted cierta experiencia que lo trajo a la igle-
sia? ¿Una persona específica que lo invitó? ¿Un deseo insistente por Dios?
¿O asiste usted debido a la presión social o de la familia? Narre en forma
breve cómo vino usted a esta iglesia.

¡Cuánto más sabe y desea Dios buenas cosas para nosotros! Él desea cosas
buenas para nosotros a través de Su iglesia - pero ésta quizá no sea lo que
esperamos. Pueda que Él nos pida que esperemos o que demos algo en
sacrificio de nosotros mismos mientras tanto.

4. ¿Qué espera usted “recibir” de la iglesia? Ponga un círculo en todo lo que

aplica, y añada otras cosas. (No se preocupe de cuales son las respuestas
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas
“correctas”. Sólo sea honesto.)
a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Oración Amistades Adoración
Personas que le ayuden en momentos de necesidad
(Mateo 7:11)
Sentido de comunidad
Los padres saben mejor Prestigio
Contactos de negocios
Una pequeña de tres años gozaría comer M&Ms para el desayuno, Crecimiento espiritual
el almuerzo y la cena. Y quizá piense que mami es cruel cuando no
la deja quedarse despierta hasta las 10 p.m. viendo Veggie Tales. Y Mejoramiento en el matrimonio/la familia
la niña de seguro no entiende porqué mami permite que el médico Dirección en la vida
la pinche con una aguja afilada. Pero como madre, ella sabe mejor
que la niña. Por supuesto, la madre sabe lo que su niña quiere, y por-
supuesto considera esas cosas. Pero más importante, la madre sabe

10 Manual de Membresía 11 Manual de Membresía

5. ¿En qué maneras específicas puede usted servir a la iglesia? ¿Qué desea
Dios de usted?
Compromiso personal
Ahora es el momento para que cada uno de nosotros determine su co-
razón por la iglesia. ¿Está usted buscando una McIglesia rápida y conve-
niente? ¿O está usted comprometido a investigar los planes y propósitos a
los que Dios le ha llamado dentro de este cuerpo, incluso cuando es incon-
veniente, frustrante, o doloroso? Él lo tiene a usted aquí por un propósito,
y tiene buenas cosas preparadas para usted. La pregunta es, ¿está usted
dispuesto a ser guiado por Él?
COQUETEANDO CON
LA IGLESIA
SIN COMPROMETERSE
capítulo 2
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciu-
dadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en
quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para
ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:19-22)

Razones por las cuales nunca me lavo

Las personas que no asisten a la iglesia a menudo dan algunas razo-
nes algo interesantes por su fracaso. Para demostrar lo débil de esas
excusas, por analogía, un pastor compiló una lista humorística de
Diez Razones por las cuales Nunca me Lavo.

1. Fui forzado a lavarme cuando era niño.

2. Las personas que se lavan son hipócritas. Piensan que están más
limpios que otros.
3. Hay muchas clases de jabón; nunca podría determinar cuál es el
correcto.
4. Solía lavarme, pero me aburrió.
5. Me lavo solamente en la Navidad y la Pascua.
6. Ninguno de mis amigos se lava.

12 Manual de Membresía 13 Manual de Membresía

 7. Empezaré a lavarme cuando sea más viejo.
8. No tengo tiempo realmente.
9. El cuarto de baño no está suficientemente tibio.
10. Las personas que hacen el jabón sólo buscan mi dinero
Al margen
En una investigación nacional reciente, casi dos tercios de los encuestados,
quienes evaluaron la religión como “muy importante” en sus vidas, dijeron
que habían decidido no asistir a la iglesia con regularidad. Las razones
variaban. Algunos mencionaron que los miembros de la congregación eran
hipócritas. Otros dijeron que experiencias dolorosas en la iglesia habían
hecho que ellos se alejaran para nunca volver. Algunos dijeron que no ha-
bían encontrado una Iglesia que “se ajustara a sus necesidades”, mientras
que otros admitieron con sinceridad ser haraganes. ¿Y qué hay de malo en
eso? Después de todo, si tenemos una relación individual con Cristo, ¿qué
tan importante es ser parte de un cuerpo religioso?
Sin embargo, ser una parte activa de una iglesia local es muy importante
por varias razones:
Razón #1: Tiene sentido
Reflexione en estas razones (excusas) dadas en la ilustración “Diez Razones
porqué Nunca me Lavo”. ¿Cómo exponen estas excusas el imperfecto modo
de pensar de la cultura de hoy?
Razón #2: la Escritura lo ordena
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por cos-
tumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
14 Manual de Membresía
aquel día se acerca.
(Hebreos 10:25)
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciu-
dadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en
quien todo el edificios, bien coordinado, va creciendo para
ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:19-22)
Razón #3: La iglesia ofrece esperanza al mundo
Jesús ordenó a Sus seguidores a “Id por todo el mundo y predicad el evan-
gelio a toda criatura. . . “(Marcos 16: 15, NVI). Ésa es una tarea muy grande
para hacerla por nosotros mismos, particularmente cuan- do las personas
son cínicas hacia el Cristianismo. Si hemos de afrontar ese desafío, ne-
cesitaremos la ayuda de unos con otros, el respaldo, y el estímulo. Para
aquellos entregados a una causa común, hay fuerza y éxito en números.
Podemos hacer más trabajando juntos, unidos y guiados por el Señor, de
lo que podemos hacer trabajando separada- mente. Ésa es la esencia de lo
que significa ser el cuerpo de Cristo.
Curiosamente, incluso muchos incrédulos reconocen la necesidad de traba-
jar en comunidad. Es por eso que la iglesia y su mensaje son relevantes hoy,
y esto se agudiza más al tener en cuenta tales tragedias como los tiroteos
en las escuelas, los desastres nacionales, y los even- tos del 9/11. Cuando
nada parece tener sentido en un mundo caótico, las personas recurren a la
iglesia para obtener respuestas y confort. Las masas están tratando de ser
parte de una comunidad, de expresar sus sentimientos y preocupaciones
a través de la oración, y de encontrar una paz que no se puede encontrar
en ningún otro lugar. Aun los que se auto-proclaman ateos son atraídos
a la esperanza de la existencia de algo más, algo o alguien más grande, y
que hay un plan para esta vida y más allá. Y nosotros, la iglesia, somos los
15 Manual de Membresía
portadores de esa esperanza y plan espiritual.
Reflexione en la siguiente declaración: A través de su mensaje, y al proyec-
tar una expresión tangible a la vida de Cristo, la iglesia local es la esperanza
del mundo. Si usted cree que esta declaración es verdadera, diga ¿cuáles
son las implicaciones para su iglesia local?
Razón #4: La iglesia mejora nuestra
calidad de vida
Además de la dimensión espiritual, los miembros activos de la iglesia tam-
bién disfrutan beneficios físicos y tangibles. Por ejemplo, numerosos estu-
dios han revelado los beneficios de salud al asistir regularmente a la iglesia.
Un estudio del Centro Médico de la Universidad de Duke llegó a la conclu-
sión de que incluso la oración ocasional y el estudio de la Biblia ayudó a
las personas a vivir vidas más prósperas y más prolongadas. Investigación
de la Universidad de Michigan también mostró que parejas que asisten a
la iglesia juntos, con regularidad tienen menos probabilidad de divorcio, e
informan mayor satisfacción en sus matrimonios. El Instituto de Tecnolo-
gía de Massachussets informó que los asistentes a la iglesia, no sólo tienen
menos probabilidad de divorciarse, sino también menos probabilidad de
recibir asistencia social.
Los estudios también han descubierto que los niños que asisten a la iglesia
con regularidad tienen una expectativa de vida de ocho años más; una
reducción importante en el uso del alcohol, el tabaco y las drogas; y una
reducción dramática en el suicidio y actividad criminal.
Evidentemente, Dios quiere bendecir el mundo, y lo hace a través de la iglesia.
¿Qué referencia (s) Bíblica puede usted citar para respaldar la afirmación
de que la iglesia local es la esperanza del mundo?
16 Manual de Membresía
Razón #5: La intención no era que
viviésemos solos
Uno no necesita leer más allá de Génesis 2 para ver que no se suponía que
viviésemos como llaneros solitarios. En Génesis 1:26 Dios dice, “Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (énfasis
añadido). ¿A quién le está hablando Dios en este verso cuando usa el po-
sesivo plural?
Lea Hebreos 1:1,2 y Génesis 1:1, 2. ¿Qué enseñan estos versos acerca de la
participación de otros miembros celestiales en la creación?
En el capítulo 2, después que Dios crea al hombre, dice, “No es bueno
que el hombre esté solo.” Piense en las implicancias de esas palabras. He
aquí el hombre, antes que el pecado entrara en el mundo, viviendo en una
intimidad perfecta con Dios. Aun así, eso no es suficiente; todavía no es
“bueno.” Dios nos diseñó para que tuviéramos una relación, no sólo con
Él, sino también con otros seres humanos. Nos creó para necesitar a otros.
Eso no es lo que la sociedad nos dice. Se supone que debemos ser
independientes. “No esperes nada de nadie, y no te desilusionaras. No con-
fíes en nadie. No dejes que nadie te vea sudar nunca.” Se nos dice “hacerlo
por nosotros mismos,” y eso es increíblemente triste. Pero hay una res-
puesta: el parentesco de la familia de la iglesia, una estrecha relación, que
es, en muchos sentidos, más espesa que la sangre (cf. Proverbios 18:24).
17 Manual de Membresía
Lea Eclesiastés 4:8-10. ¿Qué nos enseñan estos versos acerca de los bene-
ficios de vivir en comunidad?

Razón #6: Jesús dio Su vida por la iglesia
La iglesia fue tan importante para Cristo que se sacrificó por ella. Y cuando
algo es tan importante para nuestro Señor, ¿no debe ser igual de impor-
tante para nosotros también? La iglesia personifica el amor de Cristo por
nosotros. Es allí donde es alabado, donde Él habla, y dónde Él nos mueve
a actuar.
Compromiso personal
Cuando descuidamos la iglesia, estamos descuidando la pertenencia más
amada de Jesús: Su novia. Cuando amamos la iglesia y tomamos un papel
activo en su nutrimento y bienestar social, honramos a Jesús y a Su novia
en una manera hermosa y tangible. Ahora es el momento de comprome-
terse, o renovar su compromiso hacia lo que es más amado del corazón de
Jesús. Usted puede estar al margen y sólo coquetearle a la iglesia, por así
decirlo, cuando sea conveniente. O puede participar en el acuerdo matri-
monial que Jesús tiene con Su iglesia. ¿Cuál será su decisión?

Puntos de Reflexión
1. Lea Efesios 5: 25-32. El pasaje compara el amor que Cristo tiene por la
iglesia con el amor de un esposo para su esposa. ¡Sus sentimientos por la
iglesia son así de apasionados!
Escriba algunas palabras o frases de este pasaje que ejemplifiquen cómo
Cristo se siente hacia Su novia, la iglesia.

2. ¿Cómo debemos responder a la devoción de Cristo por la iglesia?

¿Qué nos haría Él hacer a cambio? Haga una lista de maneras específicas
en que podemos seguir Su ejemplo con respecto al cuerpo de la iglesia.

18 Manual de Membresía 19 Manual de Membresía

 ¿DÓNDE ESTÁ SU EQUIPO?
Capítulo 3
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miem-
bros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos,
son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos
o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber
de un mismo Espíritu.
(1 Corintios 12:12,13)
El balón golpea la pared de ladrillo. Una vez. Dos veces. Tres veces.
“¿Qué estás haciendo?”Preguntó ella. Enderezó su gorra. “Jugando
béisbol, señora.” “¿Querrás decir practicando béisbol?”
“No, estoy en medio de un partido.”
Ella estaba perpleja. “Pero no hay nadie aquí para batear la
pelota. O atraparla. No hay ningún equipo.”
Él puso sus manos en la cintura. “Sigo siendo lanzador aun sin tener
un equipo.”
— Kathy Buchanan
Trabajo en equipo
Nos damos cuenta de que no podemos ser lanzadores (pitcher) sin ser par-
te de un equipo de béisbol, o un soldado sin ser parte de un ejército, o una
madre sin ser parte de una familia. Pero ¿por qué pensamos que podemos
ser Cristianos en flor sin ser parte de una iglesia local?
1 Corintios 12:13 nos dice, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo…” En otras palabras, todos somos miembros del
cuerpo universal de Cristo, pero también somos llamados a ser parte de un
20 Manual de Membresía
cuerpo local donde podamos vivir nuestra fe, ser fortalecidos espiritual-
mente a través de una responsabilidad mutua, y alimentarnos del resto del
cuerpo. Esto va más allá del simple hecho de sentarse en una banca cada
semana. Requiere participación activa.
Cada persona en su iglesia local, incluyéndole a usted, tiene dones especí-
ficos para ayudar a cumplir la misión de la iglesia. Todos son importantes,
no sólo el pastor, o los diáconos, o el líder de adoración.
¿Dónde estaría la iglesia sin aquellos que oran por ella fielmente, o acomo-
dan el papel higiénico, o que enseñan a los niños?
La comparación de la Biblia de la iglesia al cuerpo humano es una ilustra-
ción hermosa porque muestra cómo dependemos unos de los otros. Nin-
guna parte del cuerpo puede hacer su trabajo sin los otros. El ojo necesita
del cerebro para trabajar. El pie necesita la pierna. Los pulmones necesitan
las costillas. El sistema circulatorio no funcionaría sólo con el corazón, ne-
cesita sangre, venas, arterias, vasos capilares, y el cerebro para dictar cómo
trabajar en conjunto y la piel para guardarlo todo intacto.
Juntos, dependemos unos de los otros para ser lo que realmente debemos
ser. Si una parte del cuerpo está herida, todo el cuerpo es afectado. Los
nervios y el cerebro sienten el dolor incluso si la lesión sucedió en el dedo
del pie. Y piense lo que pasa en el cuerpo de una mujer durante el embara-
zo. Todo su cuerpo trabaja en conjunto para acomodar y sostener la nueva
vida que crece dentro de ella. No es sólo el útero el afectado; el suministro
de sangre aumenta, los órganos internos se mueven para hacer un espacio
para la expansión. El cerebro también envía antojos a la papila gustativa
para aumentar los cambios nutritivos necesarios. ¡Qué ejemplo tan pro-
fundo de cómo nosotros, como el cuerpo de Cristo, fuimos diseñados para
trabajar en conjunto para traer nueva vida a aquellos que están doliéndose
y luchando alrededor de nosotros!
Dios tiene una visión para su iglesia. Él sabe lo que va a hacer a través de
ella. Sabe a quién alcanzará, qué vidas tocará, y qué va a enseñar. Él tiene
un plan al “tamaño de Dios” para su iglesia mucho más grande que la suma
de todos sus miembros. Y tiene un plan de cómo usted va a ser parte de esto.
Henry Blackaby una vez dijo que para construir Su iglesia, Dios entrena
21 Manual de Membresía
miembros que se ajustan a Su asignación para ese cuerpo local de creyen-
tes. Después ese cuerpo local puede responderle a Él.
Nosotros no podemos compararnos con otras iglesias; ellas tienen una
asignación diferente. Tratar de ser como otro cuerpo hace que nosotros
perdamos el enfoque del porqué Dios nos puso en esta familia de perso-
nas en este momento. Hay una razón. Pero cuando empezamos a mirar
y pensar dónde más podemos estar, o qué más podemos estar haciendo,
entonces perdemos el increíble significado de dónde estamos ahora.
Cada iglesia local tiene un llamado, y usted, como miembro, tiene un papel
a desempeñar. Cuando cada uno de nosotros servimos donde estamos, en-
tonces logramos el trabajo de Dios juntos.
Puntos de Reflexión
1. De acuerdo con 1 Corintios 12:12-21, ¿cómo debemos mirar y tratar las
diferentes partes del cuerpo de Cristo?
2. Lea 1 Corintios 12:4-11 y Romanos 12:3-8. Usando estos pasajes como
guía, ¿qué siente usted que al menos uno de sus dones espirituales es?
Enliste más si usted los ve.
3. Vuelva a ver Romanos 12: 5. Como parte del cuerpo, ¿a quién le perte-
necen usted y sus dones?
22 Manual de Membresía
Pero espere… Aún hay más
Además de ser parte de una visión mayor, la membresía activa de la iglesia
tiene mayores beneficios.
1. Le identifica como un creyente genuino. “Así que ya no sois extranjeros
ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia
de Dios.” (Efesios 2:19)
2. Provee una familia espiritual para respaldar y apoyarle a usted en su
caminata con Cristo. “Hermanos, si algunos fuere sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de manse-
dumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Sobrellevad los unos a las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cris-
to.” (Gálatas 6:1, 2)
3. Provee un lugar para descubrir y usar sus dones en el ministerio. “Ahora
bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad
de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones,
pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno
le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. (1 Corintios 12:4-7)
4. Le pone bajo la protección espiritual de líderes piadosos. “Obedeced a
vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quien ha de dar cuenta.” (Hebreos 13:17a)
5. Le da la responsabilidad que usted necesita para crecer. “Someteos unos
a otros en el temor de Dios.” (Efesios 5: 21)
Compromiso personal
Dios amó tanto a la iglesia que se entregó a Sí mismo por ella. Dios le amó
a usted tanto que le dio la iglesia a usted. Tómese un momento ahora mis-
mo para pensar y orar tocante a cumplir su papel en la iglesia local donde
Dios le ha puesto.
23 Manual de Membresía
 LA LLAVE QUE ABRE
LA PUERTA DE LA IGLESIA
capítulo 4
Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos
estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que
realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos
y tenían todo en común: vendían sus propiedades y pose-
siones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad
de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo
día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida
con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de
la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía
al grupo los que iban siendo salvos.
(Hechos 2:42-47 NVI)
Una pequeña le dice a su mamá, “Necesito un juguete para mi her-
mana, está llorando.” Que alegría cuando un padre ve cómo sus hijos
se aman uno al otro, siendo reconfortantes, sensibles, y generosos
unos con otros. Esto engendra gran amor y orgullo, y nos hace pen-
sar: Dios debe sentirse de la misma manera con nosotros cuando
amamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. De cierto es que
amar a Dios es amar a Sus hijos. Y amar a otros es amar a Dios.
— Kathy Buchanan
El conocido acrónimo en inglés WWJD (What Would Jesus Do?) o (¿Qué ha-
ría Jesús?), podría ser ampliado a WWJCD (What Would Jesus’ Church Do?)
o (¿Qué haría la Iglesia de Jesús?).
24 Manual de Membresía
¿WWJCD? ¿Qué haría la Iglesia de Jesús?
Veamos más de cerca a la iglesia primitiva. En el libro de los Hechos, la
iglesia comenzó con los seguidores originales de Cristo — las personas que
observaron de primera mano Sus prácticas y enseñanzas. Por lo tanto, es
natural que el comportamiento, las actitudes y la visión de ellos provean
un ejemplo de imitación para los futuros discípulos. A medida estudiemos
los principios del cristianismo, ponga atención a lo que Dios le dice a usted
respecto a su participación en la iglesia presente.
Puntos de Reflexión
1. Lea Hechos 2:1 y llene los espacios: “Cuando llegó el día de Pentecostés,
estaban [los primeros discípulos]
.” ¿Qué nos dice esto de la comunión?
Considere lo siguiente: Cuando nos reunimos, Dios está ahí. Esta afir-
mación está demostrada en Mateo 18:20. Jesús dijo, “Porque donde dos o
tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Ciertamente
podemos hablar con Dios por separado. Pero algo extra poderoso sucede
cuando estamos en comunión con Él corporalmente.
2. Lea los siguientes versos de Hechos 2. Escriba un comentario breve de
cómo la iglesia de hoy puede aplicar adecuadamente un principio espiri-
tual o pauta de cada verso.
Note que estos versos más que preceptivos son descriptivos, es decir que
simplemente describen las experiencias únicas de la iglesia de Jerusalén.
Éstos no prescriben u ordenan una imitación literal de aquellas experien-
cias para futuros cristianos. Por ejemplo, no es factible que cristianos, que
ahora se encuentran esparcidos por toda la tierra, se reúnan a diario en los
patios del templo tal como lo hicieron los primeros cristianos. Sin men-
cionar que el templo Judío y sus patios fueron destruidos en año 70 DC.
Sin embargo, hoy los cristianos pueden reunirse con regularidad en sus
propios locales. Lo que perdura es el principio de reunirse, no las circuns-
tancias particulares de la iglesia primitiva.
25 Manual de Membresía
Verso 41: “Así, pues, los que recibieron su mensaje [de Pedro] fueron bauti-
zados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.”
Verso 42: “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en el partimiento del pan y en la oración.”
Verso 43: “Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales
que realizaban los apóstoles.”
Versos 44 y 45: “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en co-
mún: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre
sí según la necesidad de cada uno.”
Versos 46 y 47: “No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa
en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada
día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.”
Koinonia
Una palabra clave en el libro de los Hechos es comunión. Hoy, la comu-
nión a menudo es considerada como una pequeña charla, o “el cafecito”
después del servicio o culto. La palabra se ha convertido esencialmente en
sinónimo de “pasar el rato.” De alguna manera hemos perdido la profun-
didad que esta palabra una vez llevó. La comunión en la Biblia es llamada
koinonia. La traducción literal del origen de la palabra, koinos, es “común,
abierto para todos, que pertenece a varios o que varios toman parte.”
Sin embargo, koinos, no se refiere meramente a las posesiones nuestras.
Describe quienes somos cuando estamos en koinonia: abiertos, com-
partidos, y auténticos. ¿Cómo seria si una congregación viviera en verda-
dera koinonia, donde sus vidas estuvieran “abiertas a todos”; donde fue-
ran generosos con su ánimo, talento y sabiduría, así como con sus luchas,
tentaciones y penas; un lugar donde los congregantes no simplemente se
pertenecieran a si mismos, sino unos con otros, y fueran conocidos como
realmente son? ¡Que sitio de libertad y poder!
26 Manual de Membresía
3. Lea el siguiente pasaje y encierre en un círculo la palabra amor y sus
formas relacionadas.
“Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque ama-
mos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo
el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún
asesino permanece la vida eterna. En esto conocemos lo que es el amor: en
que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debe-
mos entregar la vida por nuestros hermanos. Si alguien que posee bienes
materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compa-
sión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?” (1ª Juan
3:14-17).
“Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros de-
bemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero si
nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre
nosotros su amor se ha manifestado plenamente.” (1ª Juan 4:11, 12).
“Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. Si alguien afirma: Yo
amo a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama
a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su
hermano.” (1ª Juan 4:19-21).
Resuma en una oración lo que dicen los pasajes de arriba:
Nota: Este amor no es del tipo casual o de conveniencia. La Biblia describe
un amor apasionante, de sacrificio, que abarca todo. Es un acto de obe-
diencia para amar a otros como Cristo nos amó a nosotros. De hecho, es la
manera cómo demostramos nuestra fe. Nuestro cristianismo no se de-
muestra en cuántos versos hemos memorizado, o en cuántas actividades
nos hemos involucrado. Todo se reduce a cómo amamos a otros.
27 Manual de Membresía
Hoy, una pequeña le dice a su mamá: “Necesito un juguete para mi herma-
na porque está llorando.” Qué alegría para un padre cuando ve cómo sus
hijos se aman uno al otro — siendo reconfortantes, sensibles, y generosos.
Esto causa un gran amor y orgullo en los padres. Dios se siente igual cuán-
do amamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Verdaderamente,
amar a Dios es amar a Sus hijos. Y amar a otros es amar a Dios.
4. Busque Santiago 5:16 y escriba el verso en las líneas de abajo.
La suposición en este verso es que ya hemos confesado nuestros pecados
a Dios. Entonces ¿por qué es importante confesarlos a otros?
¿No podremos mantener en secreto nuestras luchas personales con
la lujuria, codicia o envidias? Después de todo, Dios ya nos ha perdonado
¿verdad?
Pero aun después de ser perdonados, aun estamos quebrantados. Es a tra-
vés de una autentica comunión donde se lleva acabo el saneamiento. Tener
a nuestro alrededor a gente que conoce nuestros secretos, no solo ofrece
un gran incentivo para cambiar, sino que además ofrece el apoyo para
deshacernos de la vergüenza que es frecuentemente asociada con esos
pecados. Dios ofrece perdón, pero es dentro de la comunión con otros
donde somos sanados.
5. Eclesiastés 4:9-12 ofrece un número de beneficios de vivir en comuni-
dad. Lea el texto y anote algunas de las razones.
28 Manual de Membresía
La Otra Cara de la Comunión
La comunión no trata sólo de la responsabilidad y confrontación. La Biblia
también habla de “el partimiento del pan” y con frecuencia menciona las
celebraciones y festivales que tuvieron lugar. De hecho, en la época bíblica
las celebraciones de las bodas duraban una semana.
¡Los cristianos primitivos realmente sabían celebrar! Frecuentemente pen-
samos que debemos ser secos y serios en la iglesia, o cuando estamos
alrededor de nuestros “amigos de la iglesia.” Eso pareciera mayor “santi-
dad” por alguna razón. Sin embargo, nos olvidamos que Dios nos creó con
sentido del humor; Él inventó la risa. Jesús bromeaba con Sus discípulos.
Cenaban juntos, y disfrutaban de la vida entre ellos. Esto también es parte
de vivir en koinonia.
La comunión no estaba limitada a una vez por semana; los miembros de
la iglesia primitiva vivían la vida juntos. Ellos comían y bebían en la misma
mesa, celebraban ocasiones memorables, platicaban y reían, oraban juntos
y lloraban juntos. A través de esta dinámica familiar, una actitud reciproca
de altruismo y generosidad abundaba dentro de la iglesia que rompía sus
confines para que el amor se desbordara al mundo circundante. Otros fue-
ron atraídos a esta calidez, y la iglesia creció exponencialmente.
Compromiso Personal
El amor es la llave que abre las puertas de la iglesia. Pero el amor del uno
por el otro debe encontrar una expresión tangible dentro de la vida corpo-
ral de la iglesia local, particularmente en el área de la comunión. Analice
su propia participación en la vida corporal de su iglesia. ¿Cómo le va en el
área de la comunión? ¿Les extiende usted la mano a otros, y deja que otros
le extiendan la mano a usted? ¿De qué manera específica tomará usted un
rol más activo en la comunión vivencial de su iglesia?
29 Manual de Membresía
 COMUNIDAD VERDADERA
capítulo 5
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo
bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuan-
to a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en es-
píritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos
en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo
para las necesidades de los santos; practicando la hospi-
talidad.
(Romanos 12:9-13)
No una Carrera Ordinaria
Los corredores estaban todos en posición. En sus marcas, listos
Y cuando el arma de fuego se disparó, fue obvio a los espectadores
que ésta no era una carrera normal.
Eran unas Olimpíadas Especiales. Los corredores eran discapacitados
física y mentalmente de Filadelfia. Aproximadamente 25 metros en
este brío de 100 metros, uno de los corredores cayó. Los otros no
notaron y siguieron corriendo.
Pero no mucho después todos se detuvieron al mismo tiempo. Supon-
go que repentinamente intuyeron que uno de ellos faltaba. Se dieron
media vuelta. Volvieron corriendo a su amigo caído, lo recogieron, y
con los brazos entrelazados, se dirigieron a la meta juntos.
Esta es una ilustración de cómo debe ser el cuerpo de Cristo. Muy a
menudo, sin embargo, la iglesia se ve más como una carrera de ca-
ballos que una carrera cristiana. En una carrera de caballos, cuando el
animal cae, personas lo rodean con armas de fuego para dispararle y
30 Manual de Membresía
que deje de sufrir.
Quizás sea la razón comúnmente dicha que el Cristianismo es el único
ejército del mundo entero que le dispara a sus heridos, pero no así
en el cuerpo de Cristo. Porque acogemos el principio de que es mejor
terminar la carrera juntos, que ganar solos, y
que el cuerpo de Cristo está equipado con la capacidad instintiva de
detenerse, dar la media vuelta, recoger a nuestros amigos caí- dos, e
ir a la meta juntos.
Adoptado de una Ilustración de John Orberg
Preparación
¿Cómo esta ilustración muestra una escena de una comunidad auténti-
ca? ¿Por qué los niños de necesidades especiales se preocupan tan pro-
fundamente por sus compañeros corredores? ¿De qué maneras la carrera
Cristiana no es una competencia normal? ¿De qué maneras son todos los
creyentes de necesidades especiales?
Cómo debe Verse una Iglesia
En un distrito Africano, veinte mujeres trabajaban incansablemente para
cuidar a varios cientos de niños cuyos padres habían muerto de SIDA. Este
orfanato improvisado no tenía estado oficial ni recibía ayuda del gobierno
federal. Estas mujeres lo habían asumido por sí mismas para cubrir una
gran necesidad en su comunidad.
Todos los días, las mujeres se juntaban para hacer una olla grande de co-
mida que cocinaban sobre un fuego abierto. Ellas charlaban, cantaban, y
enseñaban a los niños, quienes jugaban a sus pies. Los niños, llevando cada
uno un tazón pequeño o un plato, esperaban en línea para ser servidos
su única comida del día. No sólo el almuerzo era un asunto comunitario,
sino que todo lo demás era también compartido. Si una de las mujeres (u
31 Manual de Membresía
hombre) tenía algo que alguien necesitaba, se lo daba. Comida, medicina, y
ropa, todo pertenecía a todos. Cualquier fuera la necesidad, la comunidad
ayudaba a suplirla.
A pesar del dolor increíble y la privación que rodeaba esa comunidad Afri-
cana, ellos había hecho algo que en la iglesia a menudo dejamos de hacer.
Las personas dependían uno del otro, en necesidad reciproca, y eran ge-
nerosos unos con otros. Había allí un sentido de comunidad - incluso un
sentido de placer y de propósito - que raramente es experimentado en las
iglesias.
Comunidad auténtica
Nuestra sociedad moderna tiende a bloquear la comunidad auténtica. En
otras culturas, las comunidades cazan juntos, cocinan juntos, y se ayudan
a criar a sus niños. Pero en nuestra cultura occidental, tenemos tiendas
de comestibles, microondas, y niñeras electrónicas – todo ello creando la
ilusión de que somos independientes, que no necesitamos a otros, que
podemos lograrlo por nuestros propios esfuerzos. Ente tanto tengamos el
dinero suficiente para comprar bienes y servicios, poco pensaremos en la
red de personas que hacen nuestro “inde- pendiente” estilo de vida posible.
Nuestra opulencia es una bendición verdadera, pero también tiene una
baja: el aislamiento de unos con otros. Nos permite “acapullarnos” detrás
de las puertas de nuestras casas y apartamentos, navegar la Internet y or-
denar pizza - todo sin tener ningún contacto significativo con otros seres
humanos, mucho menos con nuestros vecinos.
Debido a que nuestra cultura a menudo hace demasiado hincapié en un
auto-individualismo sobre la comunidad, incluso la iglesia ha sido afecta-
da. Para muchos, la iglesia ha venido a ser sólo otra forma de autoservicio
-elegir y escoger para el consumidor. Es tiempo, por lo tanto, de balancear
el énfasis - restablecer y reconstruir nuestro sentido de comunidad dentro
del cuerpo de Cristo. ¿Pero cómo? ¿Cómo se ve una comunidad verdadera?
32 Manual de Membresía
La Comunidad Verdadera Requiere Autenticidad
A todos nos gusta llevar máscaras. Se ven más lindas que nuestras caras
manchadas por las lágrimas. Pero si hemos de quitarnos nuestras máscaras
y mostrarle a la gente quiénes realmente somos, entonces debemos ser
humildes y honestos. Debemos extender la mano más allá de nuestra zona
de comodidad y ser transparentes.
La humildad, sin embargo, no es una característica que a menudo busca-
mos. Con todo, Dios honra al humilde y hace que el soberbio tropiece. Él
desea que sus hijos tengan corazones humildes, y los honra por ello. La
humildad verdadera no se trata de menospreciarnos a nosotros mismos y
sentirnos como fracasados. Se trata de descubrir nuestro orgullo y dejar a
otros ver nuestras imperfecciones. Como dijo C. S Lewis, “La humildad no
es pensar menos de usted mismo, sino pensar en usted mismo menos.”
Ser auténtico - ser real - en nuestras relaciones con otras personas debe
comenzar aquí.
La Comunidad Verdadera Requiere Respeto
Siempre habrá personas que a usted no le caigan bien, no importa a cuál
iglesia asista usted. La familia de Dios es como cualquier otra familia. No
sabemos porqué la tía Edna siempre trae el mismo guiso cada Día de Acción
de Gracias. Y es increíblemente frustrante cuando el abuelo José cuenta la
misma historia una y otra vez. Pero son familia, y los amamos, honramos,
y respetamos incluso cuando no coincidimos siempre con ellos. Romanos
12:10 nos dice, “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto
a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”
Ser respetuoso también implica escuchar a otros con atención cuando
comparten, sin tratar de hacer una “reparación rápida” de todos sus pro-
blemas con consejos o interrumpiéndolos con nuestras propias historias.
Eso quiere decir que debemos guardar sus peticiones de oración en confi-
dencia y no menospreciar sus miedos e intereses.
33 Manual de Membresía
Así como no es ningún error que seamos parte de la iglesia, tampoco es,
que otros estén aquí accidentalmente. Ellos tienen un propósito al estar
aquí. Y a menudo ese propósito es ayudar al resto de nosotros a cambiar
y crecer.
La Comunidad Verdadera Requiere Misericordia
Todos necesitamos misericordia, porque todos fallamos. Aún a pesar de la
misericordia que hemos recibido, estamos prontos a juzgar y condenar a
otros.
Si un hermano en Cristo comparte un error del que está arrepentido, no
hay necesidad de bombardearlo con comentarios de crítica y deshonra. A
decir verdad, sería pecado si hiciésemos eso. “Así que, al contrario, vosotros
más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de
demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con
él” (2 Corintios 2:7, 8).
Esto no quiere decir que hagamos caso omiso de las transgresiones de
alguien que está viviendo en pecado, o toma decisiones impías. Es un acto
de misericordia cuidar a esa persona lo suficientemente para compartir la
verdad e interés. Pero ¿de quién estaría usted más propenso de aceptar
amonestación? ¿De una persona a quien usted ape- nas conoce, quién sólo
ha hablado palabras de crítica y juicio hacia usted? ¿O de un amigo que ha
viajado a través de la vida con usted, que ha orado con usted, y quien tiene
genuina preocupación y amor por usted?
La Comunidad Verdadera Requiere Frecuencia
“¡Pero no tengo tiempo!” Es casi la respuesta de todos. Pero como todas las
cosas en la vida, si queremos los beneficios, debemos desarrollar hábitos
consistentes. No perderemos el peso excesivo si sólo hacemos ejercicio de
vez en cuando. Ni tampoco ganaremos un título universitario asistien-
do a la clase solamente una semana. La comunidad necesita ser habitual
para que las relaciones profundas prosperen. Indudablemente habrá veces
34 Manual de Membresía
cuando estemos cansados y no queramos asistir a una reunión, pero si
vamos a crecer, tenemos que comprometernos a reunirnos de manera re-
gular. Incluso reunirse fuera de la iglesia es importante. Reúnase con otros
para almorzar. Únase con otras familias para una cena. Salgan en una cita
doble con sus cónyuges.
Invierta en las relaciones de igual manera que usted invertiría en un fondo
de jubilación. Quizás usted se adhiere a un programa donde una parte de
sus ganancias son retenidas e invertidas en una cuenta donde crece. Cada
semana, una parte de su tiempo debe entrar en una cuenta de relaciones
donde ésta, también, crecerá y brindará grandes ganancias.
Lucas 4: 16: Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo
entró en la sinagoga, conforme a Su costumbre… (NVI). Puntos de Reflexión.
1. Es difícil compartir con otras personas que estamos pasando apuros
espiritualmente, económicamente, o en nuestros matrimonios. Es más fácil
fingir que todo está bien. Pero ésta no es la comunidad verdadera; no es
una relación. E indudablemente no es una iglesia. Encierre en un círculo
las expresiones abajo citadas, donde usted tendría problemas en compartir
con otros creyentes:
Problemas maritales
Comportamiento pecador
Dificultad en la relación con padres o hermanos
Dificultad en la relación con sus niños
Luchas financieras Decepción en usted mismo Temores
Dudas sobre su fe
Abuso en su pasado
Depresión
Problemas de salud
Celos
Cólera
35 Manual de Membresía
 Adulterio • Algunas personas - un grupo interno de amigos íntimos - que me cono-
Pecados sexuales cen muy bien y a quien puedo siempre llamar para orar por mí pase lo que
pase. Estas personas son
Tentaciones
Trastornos alimenticios (demasiado, o muy poco) Adicciones (ta
baco, drogas, alcohol, pornografía, etc.) Descontento en su carrera 4. Lea y medite en el texto clave de esta lección, Romanos 12:9-13.

Relaciones rotas ¿Qué características de una comunidad verdadera surgen de estos versos?

Retener o aceptar el perdón

Otro

2. ¿Qué se necesitaría para que usted revelara las luchas personales y los
triunfos en su vida? ¿Qué clase de comunidad le haría sentirse a usted
seguro y cómodo para hacerlo?
3. Aún Jesús tenía una comunidad. Vivía entre, enseñó, y ministró a un
grupo considerable de seguidores - la iglesia más grande, por decirlo así.
Pero gran parte de Su tiempo lo pasó en un grupo pequeño de doce discí-
pulos, comiendo, orando, y compartiendo juntos. E incluso entre los doce,
Jesús tenía un grupo interno de tres amigos íntimos: Pedro, Santiago, y
Juan. Siguiendo ejemplo de Jesús, todos debemos tener
• Un ministerio. El mío es .
• Una iglesia. La mía es .
• Un grupo pequeño de personas con las que camino a través de la vida y
quiénes me conocen bien. Mi grupo incluye
¿Cómo sería diferente su iglesia local si estos principios fueran vividos por
cada uno de sus miembros?
Compromiso personal
Quizás usted dejó vacíos algunos de los espacios arriba. Si es así, ruegue a
Dios que traiga gente a su vida para llenar esos espacios. Después preste
atención. Esté atento a alguien a quien Dios traiga a su vida. Evite tener
ideas preconcebidas de quiénes deben ser esas personas. Podría sorpren-
derle a quién Dios tiene para usted. Mientras ora, también pídale a Dios
que retire cualquier obstáculo que no le permita a usted confiar o sea
totalmente sincero con sus amigos y comunidad.

36 Manual de Membresía 37 Manual de Membresía

 EL CORAZÓN DEL LIDERAZGO
capítulo 6
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano
también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo,
que soy también participante de la gloria que será reve-
lada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no
por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como
teniendo señoría sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe
de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible
de gloria.
(1 Pedro 5:1-4)
Hablemos de liderazgo
La necesidad de someterse a aquellos puestos en autoridad espiritual sobre
nosotros es uno de los obstáculos para la membresía local. Por lo tanto, un
estudio de esta naturaleza estaría incompleto sin prestar atención al tema
del liderazgo, de lo cual tiene mucho que decir la Escritura.
Cínico hacia el liderazgo
Somos una sociedad que desafía la autoridad. Detestamos que se nos diga
lo qué debemos hacer, y sospechamos los motivos de aque- llos en posicio-
nes sobre nosotros. Después de todo, ¿quién mejor que nosotros mismos
para saber lo que es mejor para nosotros? Solamente nos gusta que se nos
diga lo bueno, no lo malo. No queremos escuchar nada que condene o re-
prenda. Y con todo esto, para usar una analogía familiar, ¿cómo resultaría
ser su hijo de dos años si usted nunca lo corrigiera? ¿Si él o ella nunca
aprendieran a usar el inodoro, alejarse de una estufa caliente, o no correr
hacia la calle?
38 Manual de Membresía
Ya no somos niños de dos años. Pero comparado con la omnipotencia y la
omnisciencia de un Dios que ha estado aquí por toda la eternidad, somos
muy insignificantes y necesitamos de orientación y guianza espiritual. Es
por eso que Él estableció un sistema de autoridad en la iglesia. Este sistema
está diseñado para darnos orientación en nuestro viaje espiritual, llenar
nuestras mentes con las verdades de Dios, y darnos nueva dirección cuan-
do nos desviamos del sendero de justicia.
Pero, desafortunadamente, muchos de nosotros hemos experimentado mal
liderazgo de hombres y mujeres egoístas, autoritarios, o poco éticos dentro
del gobierno, los negocios, o incluso nuestras propias familias. Como re-
sultado, tendemos a sospechar de aquellos en autoridad. Aún así, hay una
mejor manera. Considere las siguientes verdades sobre el plan de Dios para
el liderazgo, particularmente con respecto a la iglesia, y quizás muchas de
nuestras preocupaciones serán puestas en perspectiva.
Puntos de Reflexión
Verdad # 1: Dios es la Autoridad Final
El es creador y gobernador del universo. Es el Padre amante y omnisciente.
Jesús recibió Su autoridad de Dios el padre. Él es dueño y gobierna todo.
Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria,
la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en
los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el
reino, y tu eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria
proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está
la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar
poder a todos.
(1 Crónicas 29:11, 12)
39 Manual de Membresía
Ultimadamente, Dios es a quien debemos obedecer y honrar sobre todas
las cosas. Él tiene autoridad sobre todo líder humano, lo que quiere decir
que deben rendirle cuentas a Él de su lidera
Los pastores informan que las personas que más entienden cómo
funciona la autoridad dentro de una iglesia son aquellos que han
tenido experiencia militar. Los soldados han visto por sí mismos cómo
tener una jerarquía de mando no es sólo sensato, sino también nece-
sario para la supervivencia. Tiene que haber alguien autorizado para
implementar la estrategia, determinar el próximo paso, y tomar la
decisión final.
— Kathy Buchanan
Verdad #2: Dios requiere cualidades éticas para
líderes de la iglesia
Un anciano debe ser irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos
creyentes que no están acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es
necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no
soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, jus-
to, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada para que también pueda exhortar con sana enseñanza y conven-
cer a los que contradicen (Tito 1:6-9; compare también 1 Timoteo 3:1-13).
En sus propias palabras, resuma las cualidades que Dios requiere de los
líderes de la iglesia:
Dios también da mandamientos específicos de cómo los líderes de la igle-
sia deben llevar a cabo sus servicios y tratar su rebaño.
40 Manual de Membresía
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que
el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar
la iglesia del Señor, la cual Él ganó por su propia sangre.
(Hechos 20:28)
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano
también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo,
que soy también participante de la gloria que será reve-
lada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; o
por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como
teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe
de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible
de gloria.
(1 Pedro 5:1-4)
¿Qué enseña la metáfora de un pastor en los textos de arriba sobre el li-
derazgo de la iglesia? ¿Qué actitudes y tipo de servicio espera Dios que los
líderes tengan hacia la iglesia?
Verdad #3: Dios ordena que respetemos
y honremos a aquellos en autoridad
Lea los siguientes versos, y escriba cómo espera Dios que nosotros respon-
damos al liderazgo de la iglesia.
Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan
entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y
41 Manual de Membresía
 que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su
obra. Tened paz entre vosotros.
(1 Tesalonicenses 5:12, 13, NVI)
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos
de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y
enseñar. Pues la Escritura dice:”No pondrás bozal al buey
que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”.
(1 Timoteo 5:17, 18)
Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la pala-
bra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su
conducta, e imitad su fe. Obedeced a vuestros pastores, y
sujetaos a ellos porque ellos velan por vuestras almas, como
quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y
no quejándose, porque esto no os es provechoso.
(Hebreos 13: 7, 17)
Lea sus respuestas a los textos previos. Haga una lista de maneras prácti-
cas y tangibles para demostrar respeto y honor a líderes de la iglesia.
42 Manual de Membresía
Verdad #4: Dios da las pautas para disciplinar
a aquellos que dirigen de manera impropia
Si nos encontramos en una situación donde, por razón de convicción di-
vina, no podemos obedecer la directiva de un líder, debemos entonces pri-
mero expresar estas preocupaciones directamente a ese líder. Chismorrear
entre el cuerpo sólo causará disensión. En una manera respetuosa, pode-
mos hacer preguntas, sugerencias, e igualmente plantear objeciones.
En algunos casos, los desacuerdos son lo suficientemente menores que
podemos continuar siguiendo al liderazgo aunque tengamos preferencias
diferentes. Sin embargo, si el punto en cuestión no es Bíblico ni ético, y
el líder no cambia después de ser confrontado, entonces el próximo paso
sería informar de las acciones de este líder a aquellos en el siguiente nivel
de autoridad, y solicitar intervención.
Lea Mateo 18: 15-17 y dé una idea general del procedimiento para resolver
las disputas.
Verdad #5: Dios llama a los líderes a ser siervos
Es muy posible que Dios le llame a usted a ser líder de la iglesia en algún
momento. Puede ser enseñando una clase a los niños, dirigiendo un grupo
pequeño, o hasta guiar su propia familia. Por lo tanto, debemos entender
el llamado de Dios para todos los líderes:
Entonces Jesús, llamándolos, dijo:”Sabéis que los gober-
nantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son
grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no
será así, sino el que quiera hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar Su vida
43 Manual de Membresía
 en rescate por muchos”.
Mateo 20:25-28)
En sus propias palabras, describa cómo Jesús quiere que dirijan los líderes:
La opinión Cristiana del liderazgo se opone a la corriente cultural. En un
mundo donde la mayoría de las personas no tienen ningún reparo para
pisotear a quien sea para llegar a la cima, es totalmente extraño pensar
dirigir mientras ponemos a otros en primer lugar. Sin embargo, en lugar de
acumular poder y dinero, los líderes Cristianos son llamados a ser mayor-
mente siervos. Debido a que Cristo tiene un corazón de siervo y requiere lo
mismo de los líderes Cristianos, podemos seguirles con un sentido de paz
y seguridad, sabiendo también que Él los llamara a rendir cuentas por la
manera en que ejecutan su liderazgo.
Sometiéndose como Jesús
La clave para vivir bajo la autoridad espiritual es la sumisión. Jesús, nuestro
verdadero modelo del liderazgo espiritual, demostró el acto de la sumisión
al morir en la cruz (Filipenses 2:8). Lea este verso en su contexto, Filipenses
2:5-11. ¿Cómo, la vida de Cristo le habla a usted en cómo someterse a la
autoridad?
Compromiso personal
Ore Filipenses 2:5-11 a Dios aplicando estos principios a su propia vida, fa-
milia, y ministerio. Reflexione en las maneras prácticas en que usted puede
guiar con un corazón de siervo, o someterse a los siervos de Dios en auto-
ridad sobre usted1.
1 Literalmente, “doble honor” significa más que doble honor, sino honor más honorarios,
respeto más remuneración, o incluso doble sueldo.
44 Manual de Membresía
UNA NOVIA EN ESPERA
capítulo 7
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a
la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santifi-
carla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por
la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa a sí.
(Efesios 5:25-27)
La iglesia de Jesucristo es una novia en espera
Entender las costumbres de compromiso y matrimonio de los Judíos puede
ayudarnos a entender la relación de Cristo con la iglesia presente, pasada,
y futura.
El período de compromiso
En los tiempos de Jesús, los matrimonios eran organizados de acuerdo
con la costumbre judía. A menudo, los arreglos incluían una ceremonia
de compromiso formal en la que el novio y su padre pagaban el mohar,
o precio por la novia, al padre de la novia. Para sellar el trato aun más, el
novio podría también haber puesto una copa de vino ante su futura novia.
Al tomar un sorbo, ella mostraba su aprobación de la propuesta de matri-
monio. La pareja comprometida era ahora considerada marido y mujer y
se esperaba fueran fiel uno al otro, aun cuando la verdadera boda estaba
aún por venir.
Después del compromiso, el novio regresaba a la casa de su padre, donde
empezaba a construir una adición para su novia. (La adición podía ser tan
simple como una habitación adherida a la casa principal, o muy compli-
cada, como una vivienda separada en la propiedad familiar.) Aun así era
45 Manual de Membresía
demasiado pronto para enviar invitaciones a una boda porque nadie sabía
exactamente cuándo se completaría la vivienda. Mientras el novio trabaja-
ba diligentemente para preparar el mejor lugar posible, el padre del novio
supervisaba cuidadosamente su progreso, y sólo él determinaba cuándo
estaría lista la nueva vivienda.
Mientras tanto la novia seleccionaba a sus damas de honor y preparaba
su vestuario. Ella esperaba pacientemente en casa de su padre, vigilando
todos los días para ver si su marido vendría para llevarla con él a su nuevo
hogar. ¿Sería hoy la boda? Finalmente, más a menudo por la noche, el no-
vio llegaba con sus compañeros, anunciando que era tiempo. La novia y sus
damas se apuraban a recoger sus cosas. Y entonces, junto con su familia
y amistades, la novia y el novio marchaban en una procesión imponente a
su nueva casa donde la boda tendría lugar, seguida de un banquete y fiesta
que podía durar una semana.
Cristo y la iglesia
Entender estas costumbres también pone énfasis en los refranes de Jesús.
Por ejemplo:
Juan 14: 2, 3 describe a Jesús como un novio que prepara una adición en
la casa de Su padre para su novia quien espera:
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar
para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré
otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.
Mateo 24: 36 y 44 reflejan que se acostumbraba que el padre del novio de-
terminara cuándo estaba lista la casa de la novia y cuándo podía empezar
la procesión nupcial. La novia debe siempre estar lista para cuando llegue
el momento:
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los
cielos, sino sólo mi Padre. Por tanto, también vosotros estad
46 Manual de Membresía
preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que
no pensáis.
Mateo 26:27-29, aunque contiene un poco de imagen metafórica de la
Pascua de los Judíos, es también evocador de la copa de compromiso pues-
ta ante la novia. Justo como la novia mostraba su aprobación del acuerdo
matrimonial bebiendo de la copa, también nosotros, como la novia de Cris-
to, mostramos nuestra aprobación del nuevo pacto y nuestro compromiso
al hijo de Dios cada vez que tomamos la comunión. El novio, sin embargo,
no beberá de la copa otra vez hasta el día del banquete matrimonial, cuan-
do regrese para reclamar a su novia.
Y habiendo tomado la copa, y habiendo dado gracias, les
dio, diciendo: “Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remi-
sión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé
más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba
nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.”
Puntos de Reflexión
Cualquier mujer que se ha casado sabe que el período de compromiso no
es tiempo que perder; hay mucho que hacer. Mientras la novia de Cristo
espera, ¿qué debería estar haciendo la iglesia en preparación a Su regre-
so? ¿Qué rasgos específicos y comportamiento debe presentar usted y su
iglesia? Basándose en las analogías de la novia en los siguientes textos,
considere estas categorías:
1. Permanecer moral y éticamente pura
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará
en mi Dios; porque me visitó con vestiduras de salvación,
me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y
como a novia adornada con sus joyas.
(Isaías 61:10)
47 Manual de Membresía
 …Cristo amó a la iglesia que se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
(Efesios 5:25-27)
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han lle-
gado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y
a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de
los santos. Y el ángel me dijo: “Escribe: ‘¡Bienaventurados
los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero!.”
(Apocalipsis 19:7-9)
a. Note que Cristo, a través de Su sacrificio, ha llevado a cabo su limpieza
inicial del pecado (la salvación) y le ha vestido a usted de Su justicia (la
justificación). Pero una vez limpiada y vestida, ¿cómo debe la novia, y usted
como miembro de la novia, responder y actuar?
b. Es fácil decir que la iglesia y sus miembros deben ser puros moral y éti-
camente, pero realmente ¿qué significa esto en relación a su vida pública
y privada? Dé ejemplos concretos de cómo se ven las características moral
y de conducta, especialmente en su interacción con otros (por ejemplo,
familia, amigos, iglesia, trabajo, su comunidad, etc.).
48 Manual de Membresía
2. Permaneciendo religiosamente fiel
Vino a mí (Jeremías) palabra de Jehová, diciendo: “Anda y
clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: ‘Así dice Jehová:
Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del
amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en
el desierto… mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no
aprovecha. Porque desde muy atrás rompiese tu yugo y tus
ataduras, y dijiste: “¡No serviré!” Con todo eso, sobre todo
collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como
ramera”.
(Jeremías 2: 1, 11, 20)
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con
un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo. Pero temo que como la serpiente con su astucia en-
gañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extra-
viados de la sincera fidelidad a Cristo.
(2 Corintios 11:2, 3)
Buscar la salvación a través de otros dioses, otra teología, u otros sistemas
religiosos, mientras estamos “comprometidos” o en promesa con Cristo, es
el equivalente espiritual de la infidelidad marital. Como una novia compro-
metida, ¿cómo pueden usted y su iglesia guardarse de esto? Sea específico.
3. Invitando a otros a la boda
Y el ángel me dijo: “Escribe: ‘Bienaventurados los que son
llamado a la cena de las bodas del Cordero.”
(Apocalipsis 19:9a)
49 Manual de Membresía
 Y el Espíritu y la Esposa dicen: “Ven.” Y el que oye, diga:
“Ven.” Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente.
(Apocalipsis 22:17).
En el verso de arriba, el Espíritu Santo y la iglesia extienden una invitación
a otros a “Venir” a Cristo como la fuente de la salvación. Además del re-
conocimiento general que los Cristianos deben presenciar cuando pueden,
¿qué está usted haciendo para invitar a otros a que se unan a la cena de la
bodas del cordero? ¿Cómo pueden mejorar en esta área usted y su iglesia?
Haga una lista de planes necesarios, de programas, ideas, compromisos etc.
Nuevamente, sea específico.
no de lodo; grandes rompeduras en el vestido la dejan casi desnuda.
Se pueden ver moretones negros hinchando sus brazos desnudos; la
nariz de la novia está ensangrentada. Un ojo está hinchado, amarillo
y morado. Pedazos de pelo parecen como si hubieran sido jalados de
su cráneo.
Titubeando sobre las teclas, el organista empieza otra vez después
de la pausa en su susto. Los chambelanes bajan la vista. La congre-
gación llora en silencio. ¡Seguramente el novio se merece algo mejor
que esto! Ese Príncipe apuesto que se ha guardado fiel a su amada
debe encontrar consumación con la más hermosa de las mujeres - no
esto.
Su novia, la iglesia, ha estado peleando otra vez.
— Karen Burton Mains, La Clave a un Corazón Abierto, pp. 143 - 144.
Usado con permiso

4. Protegiendo la belleza de la novia. ¿De qué maneras muestran las iglesias locales la imagen metafórica en
esta ilustración? ¿Cómo protegemos la belleza de la novia?
Los invitados a la boda se han reunido con gran expectativa; la ce-
remonia de hoy ha sido esperada con ansiedad. La orquesta empieza
a tocar un cántico, y el coro se escucha en la precisión correcta. El
novio y sus chambelanes se reúnen al frente del presbiterio. Un
santo pequeño, su sombrero floreciente moviéndose, se inclina a su 5. ¿Además de las tres categorías arriba, qué más deben estar haciendo o
compañero y cuchichea, “¿No es apuesto?” La respuesta es en acuer- evitando usted y su iglesia para prepararse para el regreso de Cristo?
do. “Oh, sí. El más apuesto.”
Uno por uno, las damas de honor, los heraldos de las nupcias, empie-
zan la marcha con pasos medidos. Algunas pajecitos tiran pétalos de
rosa sobre la tela blanca de la entrada. El sonido del órgano aumen-
ta, un anuncio feliz de que la novia viene. Todos de pie se esfuerzan
por lograr una vislumbre de la belleza - entonces un grito horrible
explota de la congregación. Ésta es una novia como ninguna otra.
Ella tropieza - ¡algo terrible ha ocurrido! Una pierna está enroscada;
cojea pronunciadamente. El vestido de novia está hecho trizas y lle-

50 Manual de Membresía 51 Manual de Membresía

Compromiso personal
Es a través de las confraternidad y el ministerio de una comunidad
santa - una iglesia sagrada - que vivimos este período de compromi-
so. La espera no es fácil; anhelamos estar con el novio. Sin embargo,
nos preparamos para ese fenomenal día. No queremos que nuestro
novio regrese para encontrarnos peleando, actuando de manera des-
honrosa, o, más trágico que todo, dedicándonos a otro amante. En
vez de eso, luchamos por ser la novia que debemos ser: pura y sin
mancha. Y anticipamos con gran emoción el regreso del novio y gran
celebración que nos espera.
Es por eso que es tan importante que cada uno de nosotros siempre
recuerde que nuestra participación individual en nuestras respectivas
iglesias locales es para un propósito más grande de lo que nos ima-
ginamos. Está ahí, en nuestras iglesias locales, donde podemos llevar
una vida pura y sagrada. Es allí, en nuestras iglesias locales, en donde
podemos vivir una vida pura y santa. Es allí donde podemos atraer a
otros a una relación más profunda con Dios. Es allí donde podemos
salvar a un mundo desperdiciado. Y es allí donde podemos experi-
mentar, como en ningún otro lugar en la tierra, un sabor glorioso de
la vida por venir.
Por qué no aprovechar todo esto haciendo el siguiente compromiso:
Mi compromiso
Yo, con la
ayuda de Dios, me comprometo a buscar la pureza moral y ética, a
permanecer fiel a Cristo y a Su enseñanza, e invitar a otros a que ven-
gan a Él. También prometo desarrollar mis dones espirituales, servir
a otros ambos dentro y fuera de mi iglesia, y diligentemente ejecutar
todas mis responsabilidades Cristianas.
52 Manual de Membresía
SU DESCRIPCIÓN DE TRABAJO
capítulo 8
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz ad-
mirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero
que ahora sois pueblos de Dios; que en otro tiempo no ha-
bíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado
misericordia.
(1 Pedro 2: 9, 10).
La pieza faltante
Imagínese que usted ha decidido componer un rompecabezas de
5,000 piezas. Ha gastado días en ello. Y casi termina. Pero justo
cuando usted está poniendo las ultimas piezas en su lugar y lis-
to para celebrar, se da cuenta que falta una pieza. Busca debajo
la mesa, revisa cada pulgada cuadrada de la alfombra, y chequea
el interior de la caja otra vez, pero en vano. El rompecabezas está
incompleto. Y aunque puede usted apreciar el cuadro que está ma-
yormente intacto, lo que se destaca es esa pieza que falta.
Una iglesia es como un rompecabezas. Cada pieza, cada persona, es
única e importante. Ponga todas las piezas juntas y entonces tendrá
usted una imagen de cómo se ve esa iglesia. Aún de mayor satisfac-
ción que un rompecabezas terminado es una iglesia terminada, una
iglesia donde los miembros se juntan para respaldar, cuidar, conec-
tarse, y crecer unos con los otros, mientras también se lucha para
lograr el trabajo de Dios en el mundo.
Pero se necesita más que sólo la presencia de todos los miembros.
53 Manual de Membresía
 Se necesita el compromiso de cada miembro también. Y esto significa
que los privilegios de pertenecer vienen con responsabilidades tam-
bién. ¿Cómo se ve su iglesia? ¿Es usted la pieza que falta?
— Kathy Buchanan
Puntos de Reflexión
Los siguientes puntos ofrecen una “descripción de trabajo” para los miem-
bros de la iglesia. Lea y discuta cada punto, uno por uno, con su grupo.
Mientras lo hace, apunte las cosas específicas que usted personalmente
hará para mejorar en cada área. Si está de acuerdo, comparta sus compro-
misos con el grupo para alentarse unos a los otros y promover la rendición
de cuentas. En relación de la rendición de cuentas, también hable de cómo
los miembros de su iglesia pueden mejorar colectivamente sus logros de
esta descripción de trabajo. ¿Qué barreras, quizás, necesitan ser superadas?
¿Qué actividades, ayuda, o planes necesitan ser implementados?
Asista a la iglesia con regularidad. Sin venir a la iglesia, usted no puede
cumplir las responsabilidades de ser parte del cuerpo, ni recibir los bene-
ficios. Es la misma razón por la cual muchas familias tratan de tomar sus
alimentos juntos. Si la familia de Dios no tiene un horario regular progra-
mado para conectarse y estar juntos, entonces las relaciones se tambalean.
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por cos-
tumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.
(Hebreos 10: 25)
Luche por vivir una vida santa. Usted es un representante de Cristo y la
iglesia, incluso cuando usted está fuera del edificio de la iglesia. El mundo
mira. Ellos quieren saber si los Cristianos son diferente. La gente en su
comunidad desean saber si aquellos “que asisten a la iglesia” realmente
practican lo que predican. ¿Aman a los otros? ¿Ayudan a sus vecinos? ¿Lle-
van vidas que son verticales y sinceras? Ésta es una gran responsabilidad.
54 Manual de Membresía
Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a to-
dos, y mayormente a los de la familia de la fé.
(Gálatas 6:10)
También es necesario que tenga buen testimonio de los de
afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
(1Timoteo 3:7)
Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de
Cristo.
(Filipenses 1:27)
Proteja la unidad de la iglesia. Satanás ama la división porque hay fuer-
za en la unidad. Como dice el proverbio, “Cordón de tres dobleces no presto
se rompe” (VRV).
Proteger la unión de la congregación incluye mantener confidencias, evitar
los chismes, y ayudar a construir puentes cuando hay tensión entre los
miembros. También implica perdonar a aquellos que le han desilusionado
en lugar de retirarse en su propia amargura y, de la misma manera, humi-
llarse a usted mismo para pedir perdón cuando usted ha agraviado a otros.
Solícitos en guardar ala unidad del Espíritu en el vínculo
de la paz.
(Efesios 4:3)
Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua
edificación.
(Romanos 14:19)
Ore por la iglesia y sus dirigentes. Por nuestra propia naturaleza, a los
seres humanos les gusta criticar y encontrar faltas en el liderazgo. Pregun-
te a alguien qué piensa que el gobierno está haciendo mal, y la persona
probablemente podrá hacer una lista de una docena de quejas en menos
55 Manual de Membresía
de un minuto. Desafortunadamente, la iglesia no escapa a nuestras criti-
cas. Pero pregunte a alguien si está orando por su iglesia por los pastores,
el personal, los dirigentes, el crecimiento, y el ministerio de la iglesia y no
recibirá usted una respuesta tan entusiasta.
Como miembro de la iglesia, es su responsabilidad orar por el éxito de la misma.
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gra-
cias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para
que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a
conocer el misterio de Cristo por el cual también estoy preso.
(Colosenses 4:2-4)
Dé financieramente. La mayordomía empieza con el conocimiento de que
todo pertenece a Dios de todos modos. El Salmo 24:1 dice, “De Jehová es la
tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.” Él nos dio todo lo que
tenemos, y él pide que le devolvamos una parte. Con la actitud correcta,
ofrendar es un acto de adoración. Es el sacrificio de cosas que son impor-
tantes para nosotros por obediencia y amor.
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosa-
mente también segará. Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza, ni por necesidad porque Dios ama
al dador alegre.
(2Corintios 9:6,7)
Dé de su tiempo y sus talentos. Ser un buen mayordomo, sin embargo,
no está limitado a las finanzas. Dios también ha dado habilidades a cada
uno de nosotros, y somos llamados a regresar estas habilidades en servicio
a la iglesia. Incluso nuestro tiempo es un regalo de Dios que debemos ofre-
cer cuando sea necesitado. Para ser un miembro sano del cuerpo, nosotros
necesitamos servir a la iglesia. Eso podría ser dirigiendo un estudio Bíblico,
sirviendo para saludar a las personas, orar y dar fielmente, invitar a nues-
56 Manual de Membresía
tras amistades a la iglesia, y muchas otras posibilidades.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los
otros, como buenos administradores de la multiforme gracia
de Dios.
(1Pedro 4:10)
Invite a otros a la iglesia, y dé una cálida bienvenida a las visitas. Todos
están buscando un lugar donde pertenecer. Las visitas, especialmente, ne-
cesitan experimentar la koinonia.
Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo
nos recibió, para gloria de Dios.
(Romanos 15:7)
Sométase al liderazgo. Como se discutió en el capítulo anterior, esto per-
mite que la iglesia mantenga orden y función eficaz.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos
velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta;
para que lo hagan con alegría, y no quejándose porque esto
no os es provechoso.
(Hebreos 13:17)
Ame a los otros miembros. Otra vez, hemos discutido la importancia de
esto en capítulos previos. Para amar a Dios, es necesario amar a nuestros
hermanos y hermanas en Cristo.
Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la
verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fin-
gido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
(1 Pedro 1:22)
57 Manual de Membresía
Compromiso personal
Como creyente, usted es miembro del cuerpo universal e invisible de Cristo
compuesto de todos los Cristianos fieles, tanto vivos como muertos, desde
la fundación de la iglesia. Ésa es su afiliación teológica y espiritual. Pero,
para todo propósito práctico, usted vive su Cristianismo en realidad en una
ubicación visible y local. Dado que el cuerpo invisible no se reunirá ni será
visible hasta que Cristo venga, las iglesias locales son los medios principa-
les por los cuales los creyentes dan a conocer tangiblemente su afiliación
espiritual visible. Es a través de las iglesias locales que Dios es adorado, el
evangelio es predicado, los creyentes son nutridos, y las necesidades hu-
manas son suplidas. Es imposible afirmar membresía en el cuerpo invisible
sin también tomar una parte activa en su expresión local.
A través de estas lecciones, a usted se le ha ofrecido una oportunidad para
comprometerse, o renovar su compromiso a una membresía activa en un
cuerpo local de creyentes. Se le insta a hacer ese compromiso ahora.
Por favor con sinceridad lea y firme lo siguiente:
Mi Compromiso de Membresía
Como creyente bautizado en Jesucristo, me comprometo a Él y a los otros
miembros de mi iglesia local para hacer lo siguiente:
1. Apoyaré el ministerio de mi iglesia mediante…
• Asistencia con regularidad
• Apoyo financiero
• Dando mi tiempo
• Servir con mis talentos
2. Promoveré la unidad de mi iglesia mediante…
• El amor a los otros miembros por medio de acciones y palabras
• Mantener confidencias, evitando el chisme, y construyendo
puentes
• El respeto y seguimiento al liderazgo de la iglesia
• La oración por el bienestar de todos los miembros y líderes

3. Proclamaré la misión de mi iglesia mediante…

• Una vida de santidad
• El compartimiento del evangelio
• La invitación a otros a que asistan
• Dar la bienvenida calurosa a aquellos que nos visitan

Firma Fecha

Nombre de estudiante

Iglesia local

58 Manual de Membresía 59 Manual de Membresía

 La Conferencia General Iglesia de Dios
(Séptimo Día) República Argentina
Declaración de Misión
Nuestra misión es proclamar el evangelio de Jesucristo, presentar a
otros al Señor, enseñarles a obedecer Su Palabra, y fomentar el creci-
miento espiritual en todo creyente.
Declaración de Identidad
La iglesia de Dios (Séptimo Día) es una comunidad de creyentes en
Jesucristo. Estamos unidos y encontramos identidad única en nues-
tro compromiso combinado a la Palabra escrita de Dios como nues-
tra autoridad única para creencia y práctica, a nuestras doctrinas
distintivas, y unos a otros como una Iglesia de Dios de miembros y
congregaciones.
Declaración de Propósito
El propósito de la Iglesia de Dios (7° día) es proveer entrenamiento,
servicios, recursos, y materiales para ayudar a las congregaciones y
miembros a lograr la misión.
Pacto de Membresía
En los últimos años, la Conferencia General ha asumido un nuevo formu-
lario de solicitud de membresía como un esfuerzo de levantar la norma de
expectativa de y gratitud por la membresía de la iglesia local. La primera
sección del documento es el pacto al que la membresía obliga a los cre-
yentes. La segunda sección es la solicitud verdadera. Se requiere que todos
los nuevos solicitantes firmen el pacto. Miembros por largo tiempo pueden
firmar el pacto como una muestra de su respaldo de los principios bíblicos.
Incluimos aquí una muestra del pacto de membresía y la solicitud para su
información. Puede usted ponerse en contacto con su iglesia local u ofici-
na del distrito para obtener copias.
60 Manual de Membresía
Pacto De Membresía
Afirmación de Membresía
una congregación de la Iglesia de Dios (7° día)
Preámbulo
Yo, , habiéndome arrepentido de mis pecados y
aceptado a Jesús como mi Salvador y Señor, habiendo sido bautizado por
inmersión y estando en completo acuerdo con la misión de la Iglesia, me
comprometo con la ayuda de Dios mediante el poder del Espíritu Santo
viviendo en mi, y con el apoyo de los hermanos y hermanas en el cuerpo
de Cristo, a los siguientes principios bíblicos de membresía en la iglesia:
1. Estilo de Vida a Semejanza de Cristo
• Me comprometo a vivir de acuerdo a las enseñanzas de la Palabra de Dios
siguiendo el ejemplo del Señor Jesucristo para complacerle a Él, y testificar
mi fe positivamente.
Romanos 12: 1-3; 9-10; Efesios. 4:17-5:21; Romanos
16:17; Juan 13:34
2. Edificar la Iglesia
•Me comprometo a edificar la iglesia con mis oraciones, con mi asistencia
regular, invitando a otros a que asistan, compartiendo el testimonio del
trabajo de Dios en mi vida, descubriendo mis habilidades y dones dados
por Dios, motivando y contribuyendo con fe estos talentos, junto con mi
tiempo y mis diezmos y ofrendas, como parte de mi adoración a Dios con
el fin de:
a. Mejorar los ministerios de la iglesia local para sus miembros y a comunidad;
61 Manual de Membresía
b. Apoyar el trabajo de la iglesia regional, nacional e internacionalmente; y una relación mutua con otros miembros de esta congregación, en la que
tendré el privilegio de usar mis dones dados por Dios para edificar el cuer-
c. Promover la predicación del Evangelio de Jesucristo en mi comunidad,
po de Cristo.
nación y el mundo. 1ª Corintios 12:1-26
• Tendré el privilegio de votar de acuerdo con los reglamentos de la iglesia
tanto en el ámbito local como nacional.
3. Doctrinas y Políticas
• Participaré junto con mis hermanos en Cristo, para establecer objetivos y
• Me comprometo a respetar las doctrinas de la Iglesia y participar en su
guías para perfectamente seguir la voluntad de nuestro Señor Jesucristo.
gobierno, escogiendo lideres capaces entregados a Dios, honrando, respe-
tando y sometiéndome a estos lideres mientras ellos siguen a Cristo;
• Trabajaré en una forma constructiva, siguiendo los canales y procedi-
Renuncia y Disciplina
mientos establecidos por las políticas de la Iglesia, para cambiar, para pro- • Si en cualquier momento, no puedo cumplir con este pacto o no puedo
mover, motivar y apoyar la unidad de la Iglesia y fidelidad a la Palabra de trabajar constructivamente para el bien de la Iglesia, presentaré una carta
Dios. Hebreos 13:17; Efesios 4:11-16; 1ª Corintios 1:10-12; Efesios de renuncia, retirando mi membresía, haciendo todo lo posible por no cau-
4:1-6. sar conflicto, discordia, o destruir la unidad en la Iglesia a un nivel local,
regional o nacional.
4. Responsabilidad Mutua • Si fallo en vivir de acuerdo a este compromiso por un período de tiempo,
reconozco que la iglesia y sus lideres tienen la obligación de aconsejarme
• Me comprometo a amar a otros Cristianos lo suficiente para amonestar,
tocante a mi falta y recordarme sobre mi membresía, suspendiendo o re-
suplicar, y confrontar en humildad y amor a cualquiera de ellos que sea
vocándola como ellos consideren apropiado.
“encontrado en pecado,” en espera que ellos hagan lo mismo por mí;
• Si en cualquier momento me muevo de esta área, pediré al pastor o los
• Seguiré las enseñazas de Jesús para evitar las murmuraciones y solu-
lideres de la iglesia una carta de recomendación para que se me introduzca
cionar diferencias lo más pronto posible, acercándome a estos creyentes
en mi nueva congregación.
en privado primeramente, antes de involucrar a otros. Gálatas 6:1-2,
Efesios 2:29; Mateo 18:15-17; 1ª Corintios 6:1-8

Derechos y Privilegios de Membresía

• Comprendo que Dios me ha creado para ser parte de Su cuerpo de cre- Firma: Fecha:
yentes, la iglesia; esta participación debe primeramente suceder en la con-
gregación local donde yo: puedo crecer espiritualmente, aprender a ser Miembro
más como Jesucristo, aprender a cuidar a otros y permitir ser cuidado,
aprender a amar y a ser amado, aprender a ministrar y ser ministrado,
Firma: Fecha:
aprender a amonestar y a ser amonestado.
Pastor, Pastor Laico, u otro Miembro / Líder autorizado por la iglesia local..
• Reconozco, como miembro de este cuerpo local, que estoy entrando en

62 Manual de Membresía 63 Manual de Membresía

 Solicitud para Membresía en
una congregación de la Iglesia de Dios (7° día)

Nombre:
Dirección:
Ciudad: Estado/provincia:
Zip/área postal: Número de teléfono:
Fecha de Nacimiento:
Género (sexo): Masculino Femenino
Estado civil: Nunca Casado (a) Viudo (a) Divorciado (a)
Nombre del cónyuge (si está casado):
Nombre de los padres (si es menor de edad):
Fecha en que fue bautizado (a):
Bautismo oficiado por:
Firma: Fecha:
Aplicante

SECCIÓN PARA EL LÍDER LOCAL

Nombre:
Dirección:
Ciudad: Estado/Provincia:
Zip/Área postal: Número de Teléfono:
Correo Electrónico:
Firma: Fecha:
Pastor, pastor laico, u otro miembro / líder autorizado por la iglesia local.

Cada miembro deberá enviar este certificado al líder local de la iglesia, luego el
64 Manual de Membresía líder deberá enviar esta solicitud la oficina general de la misma.
FECHAS CENA DEL SEÑOR
Yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el
Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y ha-
biendo dado gracias, lo partió, y dijo: «Tomad, comed; esto
es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en
memoria de mí». Asimismo tomó también la copa, después
de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre, haced esto todas las veces que la bebáis, en
memoria de mí». Así pues, todas las veces que comáis este
pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta
que él venga.
(1 Corintios 11: 23,26)

2015 02 Abril JUEVES 2031 06 Abril DOMINGO

2016 21 Abril JUEVES 2032 25 Marzo JUEVES
2017 09 Abril DOMINGO 2033 12 Abril MARTES
2018 29 Marzo JUEVES 2034 02 Abril DOMINGO
2019 18 Abril JUEVES 2035 22 Abril DOMINGO
2020 07 Abril MARTES 2036 10 Abril JUEVES
2021 26 Marzo VIERNES 2037 29 Marzo DOMINGO
2022 14 Abril JUEVES 2038 18 Abril DOMINGO
2023 04 Abril MARTES 2039 07 Abril JUEVES
2024 21 Abril DOMINGO 2040 27 Marzo MARTES
2025 11 Abril VIERNES 2041 14 Abril DOMINGO
2026 31 Marzo MARTES 2042 03 Abril JUEVEES
2027 20 Abril MARTES 2043 23 Abril JUEVES
2028 09 Abril DOMINGO 2044 10 Abril DOMINGO
2029 29 Marzo JUEVES 2045 31 Marzo VIERNES
2030 16 Abril MARTES 2046 19 Abril JUEVES