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Esta oración fue elaborada por laicos comprometidos y preocupados cometidas, para que las consecuencias queden reparadas con esta oración
por la situación delicada que se vive en México y el mundo entero. Ora- y clamar por misericordia a Quien lo dió todo para salvarnos.
ción para pedir perdón por nuestras faltas como nación. Sería una irresponsabilidad involucrar a personas que aún
Importante que quien la realice tenga conocimiento de cómo actúa el no tienen esta enseñanza a que realicen este combate espiri-
enemigo para instalarse en nuestro sistema familiar y cómo distorciona la tual, ya que nuestra prioridad es cuidar la integridad de las
imagen que tenemos de Dios. Comprender el gran amor que Dios almas. Te invitamos a ser prudente, es preferible motivarlos a que lean
nos tiene a nosotros, los seres humanos. Nos ama tanto que nos ha dejado el libro: La Sanación de Familias por P. Yozefu B. Ssemakula y hagan el
la creación para que la administremos. Por lo tanto, si hemos actuado mal, taller y en caso de que queden dudas resolverlas antes de empezar a orar
necesitamos arrepentirnos y pedir perdón como humanidad por las faltas de esta manera.
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M/L: Mantennos Señor hoy, libres de todo pecado.
Todos: Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
M/L: Oremos: Dios Todopoderoso y Eterno, cuya voluntad es restaurar todas las cosas en
tu Hijo muy amado Jesús, Rey de reyes y Señor de señores, concede misericordiosamente
que los pueblos de la tierra, en particular las generaciones de Mexihco y los Estados Unidos
Mexicanos que traemos hoy ante Ti, divididas y esclavizadas por el pecado, seamos liberadas
y unificadas bajo el Reino de tu gracia, Tú que vives y reinas con el Espíritu Santo, un solo
Dios, ahora y para siempre.
Todos: Amén.
cayeron sobre nosotros la maldición y las amenazas que están escritas en la Ley de Moisés,
servidor de Dios, porque pecamos contra Ti.
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Señor Nuestro Dios, cuya fama es eterna, Tú que con mano poderosa hiciste salir a tu pueblo
del país de Egipto, contra Ti pecamos y nos revelamos. Señor, por tu gran bondad, aparta tu
cólera y tu furor de los Estados Unidos Mexicanos y Mexihco, ya que por culpa de nuestros
pecados y de los pecados de nuestros gobernantes y de nuestros padres, somos motivo de
burla de parte de todos los que nos rodean. Escucha pues, Tú, nuestro Dios, la oración de
tus siervos y su súplica. Por tu honor, Señor, haz que brille tu rostro sobre tu santuario en rui-
nas. Pon atención, oh Dios mío, escucha, abre tus ojos, mira nuestra ruina y la del país sobre
el cual ha sido pronunciado tu Nombre. Te lo suplicamos; no esperamos nada de nuestros
méritos, sino que confiamos en tu gran misericordia. Escucha, Señor, perdona, Señor, mira,
Señor. Actúa, oh mi Dios, no tardes, por amor de Ti mismo, porque tu ciudad y tu pueblo
son llamados por tu nombre. Amén.
1. Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente, dile al Señor:
«Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza». El té librará del lazo
del cazador y del azote de la desgracia; te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un
refugio.
2. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las
tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a
tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. Basta que mires
con tus ojos y verás cómo se le paga al impío.
1. Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor», tú has hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia
no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda, pues a los ángeles les ha ordenado que te
escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrá de sostener para que no tropiece tu
pie en ninguna piedra.
2. Andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones. “Pues a mi se acogió, lo libra-
ré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia
estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que
pueda ver mi salvación.”
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Evangelio
(De pie)
TODOS: Padre Celestial, nos arrepentimos y te pedimos perdón a nombre de todos los mexi-
canos del pasado y del presente y también queremos perdonar de corazón a nombre de ellos
y nuestro, todo aquello que nos ha dañado y lastimado como nación:
1. Por los errores de nuestros primeros antepasados: las tribus y pueblos que gestaron el
pueblo y Nación que hoy somos, cuyos modos de vida, pensamientos y desconocimiento
del Dios único y verdadero, los llevaron a cometer actividades contra la dignidad humana y
contra Ti como: antropofaguismo, sacrificios humanos, sometimiento y esclavitud de otros
pueblos, chamanismo, brujería y politeísmo y todas las demás atrocidades que Tú conoces
y nos faltó nombrar, creyendo, engañados por el maligno, que de ellas dependía su supervi-
vencia, dejando profundas heridas y ataduras en nuestra idiosincrasia.
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2. Por los errores del siglo XVI y siguientes que se cometieron en nuestra Nación como: el
maltrato de los encomenderos, la esclavitud de indígenas, los excesos de la Primera Audien-
cia, el desconocimiento del alma de los indígenas.
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3. Por la expropiación de los bienes naturales de México, en especial de los minerales precio-
sos y demás despojos que sumieron en la pobreza al menos al 80 por ciento de la población
de la Nueva España, y que aún ahora no hemos sabido revertir, formando una brecha entre
ricos y pobres y que sigue siendo un pecado que clama al cielo.
4. Nos arrepentimos y pedimos perdón en el Nombre de Jesús, (si hubo algún) por los abusos
e injusticias durante la Inquisición que funcionó durante tres siglos en La Nueva España,
nuestra Nación; (si hubo) por los sacerdotes que no fueron fieles a su misión; los gobernantes
que no vieron por el bien de todos y promulgaron leyes que protegieron solamente a los
peninsulares, haciendo del racismo una práctica común en la Colonia. Por las dictaduras, el
robo de los políticos y de élites económicas que, en muchos casos, se hicieron a la sombra de
un poder sin moral y que hasta ahora se sigue dando. Y por los pobladores que no siguen tus
mandamientos aún después de conocerlos.
5. Por la esclavitud practicada en contra de poblaciones negras e indígenas y el uso indebido de
los bienes naturales de las poblaciones indígenas que, actualmente, siguen sufriendo retraso,
pobreza, marginación y explotación, no considerando sus riquezas naturales para su desarro-
llo ni del país, ya que muchos indígenas que viven en México hoy, siguen siendo tratados de
la misma forma que hace siglos.
6. Por las guerras y revoluciones que han sacudido al país: por todas las guerras y revoluciones
que han sacudido a México, especialmente las guerras entre tribus, la guerra de la Conquista,
la guerra de Independencia, la guerra de Reforma, la Revolución, las persecusiones religio-
sas, la guerra Cristera, las guerrillas gestadas en diferentes estados, la guerra del narcotráfico
que han dejado al país y sus pobladores divididos, con odio, miedo, tristeza, en sumisión, sin
identidad y sin el provecho de las inumerables riquezas con las que Dios nos proveyó.
7. Por la corrupción y la impunidad que imperan en nuestro país en todo nivel: político, em-
presarial, comercial, social, religioso y educativo; por la impunidad con la que se cometen
crímenes y no son castigados, por las personas condenadas injustamente, el asesinato y la
desaparición de miles de personas que permanecen en el anonimato; por todas las formas
de robo; los homicidios, especialmente el aborto voluntario de tantos bebés inocentes, las
riñas entre pobladores, las venganzas, los sobornos, el tráfico de órganos y de personas y los
secuestros; por toda la red de lavado de dinero, por todos los que participan en la estructura
de pecado que es el narcotráfico y todo acto contrario a Tu Voluntad que se realizó y que se
esté realizando en nuestra nación y no nombramos.
8. Por los pecados de la Iglesia Católica, es decir, de todos los bautizados.
9. Por todos los que promueven y legalizan directa e indirectamente leyes contrarias a los
Mandamientos de la Ley de Dios como; la legalización del aborto, las leyes que promueven
la disolución de la familia como Tú la creaste, la legalización de matrimonios entre personas
del mismo sexo, la adopción de niños por estas parejas, la educación de los niños y jóvenes en
manos del gobierno, la pedofilia, la eutanasia y toda otra iniciativa en contra de Tu Voluntad.
10. Por no haber tomado ni tomar en cuenta hoy en día, como Tú lo deseas el Aconteci-
miento Guadalupano, esperanza de México, de América y del mundo entero.
11. Por todas las autoridades de México y del mundo entero que de manera consciente o
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inconsciente realizaron o están realizando actos de consagración, idolatría y/o ritos paganos
inspirados por el maligno y que van contra nuestra Fe Católica.
12. Por aquellos actos por los cuales se originó esta pandemia del COVID 19 en nuestra Na-
ción yn el mundo entero. Te pedimos Padre, que nos ayudes a hacer conciencia de nuestra
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responsabilidad para con nuestra salud y la salud del prójimo.
13. Por nuestra omisión de no orar frecuentemente por nuestros gobernantes y autoridades
para que puedan ejercer con dignidad su función para beneficio de todo el pueblo mexicano.
M/L: Padre Celestial, te entregamos cada una de estas situaciones así como las que Tú cono-
ces y no nombramos, y te pedimos que las tomes y viertas tu Amor y tu Poder de sanación a
través de ellas. Te damos gracias, Padre, porque Tú tienes el poder y la gracia para redimirlas.
Te pedimos, por el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo, que quites todo dolor y sanes las
heridas relacionadas con cada una de estas acciones, que las saques del corazón, mente, alma
y espíritu de cada uno de nosotros, tus hijos mexicanos. Te pedimos que alivies las cargas de
estas situaciones de nuestras espaldas. Te entregamos todo esto a ti Padre, por manos de Je-
sús Nuestro Señor y confiamos en que Tú te encargarás de ellas. Gracias Señor por tomarlas
y llevártelas.
Todos: Amén
M/L: Oremos:
Todos: Padre Todopoderoso, hoy te pedimos la gracia de que todos los mexicanos podamos
perdonar a todos los que afectaron negativamente nuestra vida como Nación. Nosotros sabe-
mos que Tú nos darás la fuerza para perdonarlos.
Padre Celestial, queremos que nos perdones, y ahora, por una decisión de nuestra voluntad,
perdonamos a todas las personas que nos han oprimido, abusado, saqueado, masacrado y
herido. Nosotros elegimos dejar ir todo resentimiento hacia ellos y hacia Ti a causa de las
dificultades, problemas, enfermedades, pandemias, catástrofes, guerras y muertes en nuestra
Nación. Nos entregamos a Ti hoy con la fe y la confianza en que Tú nos amas más a noso-
tros que nosotros mismos. Jesús, Tú eres él Señor de nuestras vidas. Por favor, ven a nuestro
corazón de una manera más profunda y elimina cualquier rencor que esté bloqueando que
tu Amor fluya en nosotros. Por favor danos la gracia para descansar en tus brazos y dejarnos
amar por Ti.
Señor, porque Tú ya nos has perdonado, nosotros podemos perdonarnos a nosotros como
Nación por nuestros pecados, faltas y deficiencias. Por todo lo que es verdaderamente malo
en nosotros, todo lo que pensamos que es malo, nosotros nos perdonamos, y soltamos toda
auto-negatividad dirigida hacia nosotros mismos. Soltamos todo lo que tenemos en contra
de nosotros mismos como Nación y hoy hacemos las paces con nosotros mismos y con todos
los mexicanos.
Ahora nos paramos delante de Ti y extendemos nuestro perdón a nuestros antepasados y a
nuestros conquistadores por todos sus actos negativos y su falta de amor. Y nos presentamos
ante Ti Señor, en nombre de todos nuestros antepasados y Te pedimos perdón por todas
nuestras acciones pecaminosas. Deja que Tú perdón fluya a través de toda nuestra Nación
y que las heridas del pasado sean sanadas hoy a través de nuestro acto de perdón. ¡Gracias
Señor por hacernos libres! Amén.
M/L: Confesemos las mentiras de identidad causadas por las experiencias
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Todos: Padre Celestial, confesamos que nos hemos condenado y juzgado a nosotros mismos
como Mexhico y como Estados Unidos Mexicanos, sintiéndonos inferiores como pueblo
por todo lo que nombramos anteriormente y porque todo esto nos llevó a creer que no era-
mos valiosos para Tí, nos sentimos rechazados, abandonados, solos, avergonzados, indignos
de Tu amor, creímos que no eramos lo suficientemente buenos y cosas similares. Ahora ve-
mos que todo esto es mentira, que el enemigo nos sedujo para que estuviéramos de acuerdo
con él.
Perdónanos Padre por permitir estas ideas en nuestras mentes, y ahora como Nación Mexi-
cana, en el Nombre de Jesús, renunciamos a todas estas mentiras sobre nuestra verdadera
identidad como tus hijos amados.
Gracias Señor por perdonarnos y darnos el poder de vivir para Tí como una nueva Nación en
el Nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
mos cuenta de que el enemigo utilizó verdaderos hechos negativos de nuestro pasado para
hacernos creer mentiras acerca de nosotros mismos, de nuestra Nación, acerca de otros y
acerca de Tí Nuestro Padre, y que al creer esas mentiras ha sido también un ataque directo
a Tu verdadera identidad, porque Tú no nos hiciste de esa manera. Sabemos que Tú eres
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perfectamente Justo y Santo.
Ahora entendemos que Tú no tuviste nada que ver con la causa de nuestro sufrimiento y que
Tú sufrías más que nosotros durante esos eventos, porque Tú nos creaste. Hoy como mexi-
canos, dejamos ir cualquier distorsión de tu identidad a la que nos aferramos hasta ahora y
que nos hizo dudar de Tu Amor y de no confiar en Ti plenamente en lo profundo de nues-
tro ser. Restablecemos tu lugar en nuestra vida y en nuestra Nación y Te aclamamos como
nuestro Padre Celestial. Perdónanos Padre por juzgarte en nuestra debilidad. Por favor sana
nuestras heridas como Nación Mexicana y profundiza nuestra comprension de tu Amor.
Te pedimos que nos muestres Tu visión sobre nuestra vida y la de nuestro México querido.
Recibimos como tus hijos mexicanos Tu sanación y Tu perdón Padre, y te damos las gracias
en el Nombre de Jesucristo Nuestro Señor, Tu Hijo. Amén.
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M/L: Cerremos el 3er. Punto de Acceso
Renunciando al Ocultismo en nuestra Nación
Todos: Padre Celestial, nosotros como miembros de la Nación Mexicana, nos arrepentimos
y renunciamos a todas las prácticas satánicas, ocultistas, paganas, nueva era y las prácticas de
búsqueda del conocimiento fuera Tí, prácticas en las que nosotros, los habitantes de los Es-
tados Unidos Mexicanos, antes Mexihco, en el pasado y en el presente, estuvimos o estamos
involucrados y te dimos la espalda. Ahora vemos esto como lo que son, pecados y pedimos
Tu perdón.
M/L: En el Nombre de Jesús, que el Padre nos otorgue el perdón.
Todos: Padre Celestial, perdónanos a nosotros, a todos los miembros de nuestra Nación y a
nuestros antepasados por darte la espalda y dar cabida a estas imitaciones diabólicas de Tu
Sabiduría y Poder. Nosotros ofrecemos nuestro perdón por cualquier persona en Nuestra
Nación que haya incurrido en estas y otras prácticas pecaminosas. Te pedimos que sanes a
nuestra Nación, a nuestros antepasados, a nosotros mismos y a los miembros de nuestras
familias de cualquier daño que estas prácticas nos hayan causado o nos estén causando.
M/L: En el Nombre de Jesús, que el Padre nos otorgue el perdón.
Todos: Gracias, te damos Señor, por Tu perdón.
M/L: Para restaurar la soberanía de Dios en nuestra Nación y en nosotros, renunciemos ahora
a satanás en el Nombre del Señor Jesús...
Todos: Nosotros en el poderoso Nombre de Jesús, como representantes de nuestra Nación y
de todos los habitantes de México, hoy renunciamos a ti satanás, renunciamos a todo lo que
has tenido con nosotros:
_ Renunciamos a la santería, a su dios demoníaco principal olorun y a todos sus dioses meno-
res, sus orishas, como ogun, aggué, ochun, ifá y a todos los demás orishas.
_ Renunciamos a todas sus prácticas, especialmente a las más comunes como: limpias con
huevos, hierbas, piedras, fuego; cualquier limpia espiritual y física con objetos del ocultismo;
baños de hierbas, flores y/o frutas en rituales; a colocar velas con agua y de colores y quemar
incienso en rituales; a los rituales en temazcales, a los masajes con piedras calientes, con ima-
nes, con comida y con cualquier objeto ritualizado.
_ Renunciamos a todas las consagraciones, sacrilegios, sacrificios humanos y a todo rito satánico
y pagano.
_ Renunciamos a colocar objetos como cuerditas, collares, bastones o cualquier amuleto de
“protección” a nuestros niños y a nosotros; a cualquier persona o muñeco, contra el mal de
ojo; o cualquier otra superstición.
_ Renunciamos a todas las prácticas para la suerte y superstición.
_ Renunciamos a todos los santos invocados en la santería porque no son los verdaderos Santos
de Dios.
_ Renunciamos a la satánica muerte, conocida como la “santa muerte”.
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_ Renunciamos a toda consagración a las fuerzas del mal de nuestra Nación, sus personas y sus
pertenencias.
_ Renunciamos a creer en los poderes de los cuarzos, y de cualquier otra piedra, mineral u
10 objeto.
_ Renunciamos a toda literatura y prácticas de la nueva era y del ocultismo.
_ Renunciamos a todo tipo de magia sea cual sea su color, a la brujería, al chamanismo, al budú
y a todo acto semejante.
_ Renunciamos a toda actividad espiritista.
_ Renunciamos a todos los falsos visionarios.
_ Renunciamos a todas las fuerzas espirituales de maldad que se rebelan contra Dios.
¡En el Nombre de Jesús te mandamos a ti satanás que estás en todo eso, que te apartes de nues-
tra Nación y de los mexicanos y que no nos perturbes más!
Nosotros a nombre de todos los mexicanos, renunciamos a todos los poderes malignos de este
mundo que corrompen y destruyen a las criaturas de Dios en nuestro país, y renunciamos a
todos los deseos pecaminosos que nos apartan del amor de Dios.
Ahora nos volvemos hacia Jesucristo y lo proclamamos a Él una vez más y para siempre como
Nuestro Salvador. Como Rey de nuestra nación mexicana: ¡Viva Cristo Rey! Y a la Vir-
gen de Guadalupe como nuestra Reina y Señora: ¡Viva la Virgen de Guadalu-
pe!
Nosotros ponemos toda nuestra confianza en Jesucristo, en Su gracia y Su amor, y prometemos
seguirle y obedecerle a Él como Nuestro Señor. Amén.
M/L: Ayudados y protegidos por el Arcángel San Miguel, que vino a tierras mexicanas en
1631, tomemos la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, (Heb:12) y desatémonos
como mexicanos, haciéndonos libres de toda esclavitud al mundo del ocultismo, y cerremos
toda puerta entre nuestra Nación y ese mundo, sellémonos con la Preciosísima Sangre de Je-
sús y protejámonos con su Cruz. Caminemos con cuidado en nuestra recuperación, pidiendo
la protección del Señor, manteniéndonos cerca de su Palabra y de su pueblo.
M/L: Dado que el ocultismo es el atentado más grande a la soberanía de Dios en nosotros
y en nuestra Nación, renovemos el primer acto que nos consagró a Dios, que fue nuestro
Bautismo.
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M/L: ¿Continuaremos en las enseñanzas de los Apóstoles, el compartir en Comunión, la
Fracción del Pan y en las Oraciones?
Todos: Lo haremos, con la gracia de Dios.
M/L: ¿Perseveraremos en resistir al mal, y cuando caigamos en pecado, nos arrepentiremos,
buscando el Sacramento de la Reconciliación, para volver al Señor?
Todos: Lo haremos, con la gracia de Dios.
M/L: ¿Buscaremos servir a Cristo en todas las personas amando a nuestro prójimo como a
nosotros mismos?
Todos: Lo haremos, con la gracia de Dios.
M/L: ¿Lucharemos por la justicia y la paz entre los hombres, y el respeto de la dignidad de
todo ser humano?
Todos: Lo haremos, con la gracia de Dios.
M/L: Dios Todopoderoso, Te damos gracias que por la muerte y resurrección de Tu Hijo
Jesucristo, has vencido al pecado y nos has reconciliado Contigo, y que por el sello de tu Es-
píritu Santo nos has ligado a Tu servicio. Renueva en nuestra Nación Mexicana y en nosotros
Tus siervos, el pacto que hiciste con nosotros en nuestro Bautismo. Envíanos con el poder
del Espíritu Santo a cumplir el servicio que Tú has designado para nosotros como mexicanos
y como Nación. Te lo pedimos por Jesucristo Tu Hijo Nuestro Señor, que vive y reina Con-
tigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Todos: Amén
M/L: Que el Espíritu Santo, que ha comenzado la buena obra en nuestra Nación y en noso-
tros, nos dirija y nos mantenga en el servicio de Cristo y de su Reino.
Todos: Amén.
M/L: Dios Todopoderoso y Eterno, que Tu mano Paternal y tu Espíritu estén siempre sobre
esta Tu Nación y sobre nosotros Tus siervos mexicanos, para que nos guíen en el conoci-
miento y obediencia de Tu Palabra, para que podamos servirte en esta vida y vivamos Conti-
go en la vida futura; te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Todos: Padre Celestial, te damos gracias y alabamos tu Santo Nombre por las bendiciones
que se han trasmitido a nosotros y a nuestra Nación a través de las generaciones que nos
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precedieron. Te damos gracias por la fidelidad de nuestros antepasados que fueron creyentes
y piadosos y porque en nuestra patria no sólo se heredaron ataduras, por las que debemos
buscar sanación, sino que también recibimos muchas bendiciones, como la religión católica,
la vida de tantos santos y mártires en nuestra tierra que vivieron la Fe con total entrega, las
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numerosas vocaciones sacerdotales, religiosas, consagrados(as) y misioneros(as) que han na-
cido en nuestro país y la entrega de numerosos laicos al servicio de la extensión de Tu Reino.
Te agradecemos principalmente por el regalo máximo que nos has dado con la presencia hasta
nuestros días, de tu Santa Madre María de Guadalupe en nuestra Nación pues sabemos que
no ha hecho cosa igual con ninguna otra Nación que realizó el milagro de unir a las culturas
que estaban separadas y que ha sido nuestra más grande evangelizadora, trayendo en Su
Vientre al principio de la vida. Y 100 años después, en 1631, el gran regalo de la presencia de
San Miguel Arcángel en tierras mexicanas. (Tlaxcala)
Te damos gracias por nuestra tierra, tan variada y tan fértil, con su maravillosa vegetación y
hermosísima geografía y por su gran biodiversidad en flora y fauna y multitud de pueblos y
bienes que muchos ahora son Patrimonio de la Humanidad.
También te damos gracias porque la mayoría de los mexicanos valoramos el don de la vida y
la familia y seguimos las tradiciones que la mantienen unida. Por el pueblo de Dios en esta
Patria que ha descubierto en Tu presencia Eucarística y en Santa María de Guadalupe, el
camino, la verdad y la vida; y por la multitud de Santuarios Marianos, así como Capillas de
Adoración Perpetua, conventos y monasterios a lo largo y ancho de nuestro país.
Te damos gracias por los centros misioneros, de beneficencia, culturales y de investigación
repartidos en toda la República Mexicana, cuya labor en Tu Nombre, benefician la dignidad
de la persona. Te damos gracias por la gente trabajadora y las fuentes de trabajo digno que
han hecho grande a nuestro país.
También damos gracias por la alegría, solidaridad, generosidad, calidez y demás virtudes del
pueblo mexicano que reflejan la fidelidad de Tu Amor al hombre.
M/L: Te damos gracias Padre por todos nuestros antepasados por los que a través de su amor
y cuidado nos llegaron la paz, el amor, la generosidad y la solidaridad especialmente en
tiempos de crisis y desastre. La capacidad de conocerte a Ti, a tu Hijo Jesucristo, y a tu Santo
Espíritu, principalmente a través de nuestra Madre Santísima.
Todos: ¡Señor, Te damos gracias!
M/L: También te pedimos perdón por todas las generaciones pasadas de nuestra Nación,
que pecaron contra Ti e hicieron daño a los demás mediante la participación en las prácticas
del ocultismo, la adoración pagana y satánica y todas las abominaciones asociadas con estas
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prácticas. Por favor, rompe el control que todas estas prácticas pecaminosas aún tienen en
nuestra Nación y danos tu sanación.
Todos: Señor por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
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M/L: Pedimos Tu perdón Padre, por todas las generaciones pasadas de nuestra Nación que
pecaron contra Ti e hicieron daño a los demás guardando ira, falta de perdón y amargura.
Por favor rompe el control que estos pecados aún tienen en nuestra Nación y danos tu sana-
ción.
Todos: Señor por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Pedimos Tu perdón por aquellos en las generaciones pasadas de nuestra Nación que
pecaron contra Ti, e hicieron daño a los demás al cometer asesinato o aborto. Por favor,
rompe el control que estos pecados aún tienen en nuestra Nación y danos tu sanación.
Todos: Señor, por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Ahora en tus manos encomendamos a todos los habitantes de nuestra Nación que
cometieron suicidio. ¡Ten misericordia de ellos y perdónalos! Recíbelos en tus brazos mise-
ricordiosos y permíteles descansar en Tu paz eterna y con la compañía del glorioso coro de
los Santos en Tu Luz.
Todos: Señor por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Encomendamos en Tus Santas Manos a todos los bebés de nuestra Nación que murie-
ron en el vientre materno, a los que fueron abortados, a los bebés nacidos muertos y a todos
los niños, jóvenes y adultos que murieron sin ser consagrados a Ti por medio del Bautismo.
Con los nombres de María y de José los consagramos a Ti por medio del Bautismo de deseo
en este momento, en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Todos: Señor por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Encomendamos a tu misericordia a todos los miembros de nuestra Nación cuya muerte
vino por violencia, asesinato, guerras, o por medio de accidentes, por catástrofes naturales o
tuvieron una muerte repentina y que murieron sin haber estado preparados para encontrarse
Contigo.
Te entregamos todas estas almas a Ti Señor, y Te pedimos que sean bienvenidas en Tu Reino
para estar en Tu presencia con todos los Ángeles y los Santos en el cielo.
Todos: Señor por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Ahora ofrecemos nuestro amor y perdón a las personas que dañaron a nuestra Nación.
También ofrecemos nuestro amor y perdón por los miembros de nuestra Nación que peca-
ron contra otros.
Te pedimos que le des a todas estas personas la sanación completa y sean integros en Ti.
Todos: Señor, por Tu misericordia, escucha nuestra oración.
M/L: Te pedimos que perdones a todos los mexicanos, a todos los habitantes de la actual
generación y a todos nuestros descendientes, por cualquier forma en la que se esté dando la
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M/L: Oremos para Romper las Cadenas
Generacionales Negativas en Nuestra Nación.
Todos: Padre Celestial, venimos ante Ti, en el Bendito Nombre de Jesús y con el poder del
Espíritu Santo, a darte gracias por enviar a Jesús por cuya Santa Sangre y su Sacrificio pre-
cioso, todos tus hijos mexicanos podemos ser liberados de las cadenas de la esclavitud, del
quebranto, las heridas, actitudes pecaminosas, epidemias, desastres naturales y los patrones
negativos de nuestros antepasados. Te damos gracias, Padre, en el Nombre de Jesús y Te
alabamos porque en Cristo hemos sido liberados.
Y ahora Padre, te pedimos que nos reveles por el poder del Espíritu Santo de qué manera
estamos viviendo patrones heredados de malas acciones o pecados. Reconocemos ante Ti,
Padre, todos estos patrones de pecado, aprendidos, conocidos y desconocidos por nosotros,
en nuestra vida y en la vida de nuestros antepasados. Confesamos ante Ti toda la inclinación
a la maldad, las obsesiones, compulsiones y los malos hábitos que nos han influenciado a
nosotros como individuos y como Nación. Te pedimos que nos perdones a todos nosotros
y a todos nuestros antepasados por estas acciones y/o pecados. En el Nombre de Jesús y por
Su Preciosa Sangre, haznos libres en Ti para siempre. Padre Santo, vacía nuestras almas del
mal y llénalas con la Santidad de Jesús.
Reclamamos al Señor Jesucristo como nuestra verdadera herencia y Te damos gracias, Padre,
por Tu Santo Hijo, el regalo más maravilloso.
Te bendecimos Jesús, porque has venido a mostrarnos nuestras verdaderas raíces, que están
dentro del corazón de Dios. Amén.
M/L: Padre Todopoderoso, te pedimos que Tú nos reveles los lugares en todas las líneas
familiares de todos los que hoy formamos La República Mexicana y del mundo entero que
necesitan más oración. Míranos con compasión y rompe nuestra esclavitud al pecado y a la
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ignorancia. Libéranos a todos, para que podamos llegar a Tí con verdadero conocimiento de
Tu Amor y perdón. Envía a cada lugar oscuro y doloroso de cada habitante de México y del
mundo entero, el amor de Tu Hijo Jesucristo, para que todas las personas aprendamos a vivir
en plenitud de mente, cuerpo, alma y espíritu, hacia la gloria eterna de Tu Santo Nombre, en
Tu Hijo y por Tu Hijo, Jesucristo Nuestro Señor.
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Todos: Amén
Todos: En el Nombre del Señor Jesucristo y por el poder de Su Sangre, Su Cruz y Su Resu-
rrección, y a nombre de todos los miembros de mi familia, todos los habitantes de la Repú-
blica Mexicana y del mundo entero, te atamos a ti satanás y a todos tus espíritus malignos, a
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las fuerzas demoníacas, poderes, principados, atributos, facetas, huestes, habilidades, y tronos
satánicos: atamos a todos los reyes y príncipes de los terrores, atamos todas las tareas demo-
níacas y sus funciones destructivas, de cualquiera de sus entidades provenientes de las regio-
nes demoníacas celestes, del aire, agua, fuego, la tierra, el infierno, y de las fuerzas malignas
16 de la naturaleza.
En el Nombre de Jesús atamos toda conexión, interacción y comunicación con los espíritus
satánicos y demoníacos, y exponemos a todas las fuerzas demoníacas y espíritus inmundos
como enemigos debilitados, y derrotados por Nuestro Señor Jesucristo. En el Nombre de
Jesucristo desligamos todos los espíritus demoníacos de aquellos demonios que tienen auto-
ridad sobre esos espiritus.
En el Nombre de Jesús, atamos a todos los enemigos de Cristo que están presentes en nuestro
territorio y en el mundo entero, y a todas las entidades demoníacas bajo su autoridad más
alta, y les ordenamos que se aparten ahora mismo de nuestra Nación, de la vida de cada uno
de los mexicanos, y del mundo entero y se vayan directo a los pies de la Cruz de Jesucristo.
En el Nombre de Jesús, tus asignaciones e influencias sobre los habitantes de todo nuestro
País y del mundo entero han sido aniquiladas.
En el Nombre del Señor Jesucristo, por el poder de Su Palabra, de su Sangre derramada en
la Cruz, nosotros atamos y echamos fuera y enviamos a los pies de la Cruz de Jesús, a todos
los espíritus malignos involucrados en la esparción del virus COVID19 y toda pandemia o
epidemia que afecte a todos los habitantes de México y del mundo entero y a todos los que
estén provocando o quieran provocar:
Corrupción, impunidad, injusticia, culto satánico, crimen organizado, narcotráfico, expropia-
ciones injustas, todo tipo de abuso, masonería, extorsión, robos, endeudamientos, crisis fi-
nancieras, lavado de dinero, desempleo, pobreza, hambre, toda enfermedad: metabólicas,
obesidad, cáncer, sida, autoinmunes, diabetes, hipertensión, desnutrición, problemas men-
tales. Muertes violentas, espíritus de tráfico de armas, órganos y seres humanos, pandilleris-
mo, violencia intrafamiliar, vanidad, ludopatía, consumismo, espíritu de abandono y rechazo,
ideología de género, espíritu de muerte; abortos, feminicidios. Esterilización, promiscuidad,
cualquier tipo de agresión: emocional, verbal, física, económica u otras. El yoga, reiki y todo
lo relacionado con el culto a la Nueva Era. Esoterismo, chamanismo y culto a la satánica
muerte (“santa muerte”); asesinatos, espíritus de tibieza, desánimo.
Así como a todos los espíritus malignos de:
Orgullo, ignorancia, soledad, chisme, envidia, competitividad, crítica, impaciencia, resentimien-
to, soberbia, rebeldía, terquedad, engaño, desafío, desobediencia, conflictos, violencia, divor-
cio, pereza, acusación, confusión, indecisión, odio a sí mismo, suicidio, vergüenza, depresión,
opresión, rechazo, pobre imagen de sí mismo, ira, esquizofrenia, manipulación, ansiedad,
timidez, celos, avaricia, venganza, codicia, miedo, posesividad, control, división, represalias,
desconfianza, egoísmo, soltería; aislamiento, ostracismo, pobreza, paranoia, nerviosismo, pa-
sividad, indecisión, duda, engaño, deshonestidad, incredulidad, la retirada, traición, escape,
enfermedad, trastorno nervioso, trastorno pulmonar, trastorno cerebral o disfunción, Sida,
epidemias, pandemias, hipocondría, anorexia, fatiga, bulimia, gula, perfeccionismo, alcoho-
lismo, adicción al trabajo, a la nicotina, el auto-abuso, adicciones sexuales, impurezas sexuales
y perversiones sexuales, seducción, lujuria, incesto, pedofilia, lesbianismo, homosexualidad,
pornografía, adulterio, masturbación, homofobia, frigidez, impotencia, inmoralidad, brujería,
tentando a los espíritus, sordos, ciegos, mudos y a los espíritus dormilones, de hiperactividad;
a los espíritus de la nueva era, del ocultismo, religiosos, del anticristo y todos los otros espíri-
tus de muerte y de oscuridad y todo lo que nos aparta del Amor de Dios.
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M/L: Oremos al Espíritu Santo para que nos envíe sus dones:
(De pie)
Todos: Invocamos ahora a que venga el Espíritu Santo, para rodear, proteger, y limpiar con
la Santa Luz de Dios, todas las zonas abandonadas por las fuerzas del mal en nosotros, en
nuestra Nación Mexicana y en el mundo entero. Y le pedimos a nombre de todos los mexi-
canos, los habitantes de México y del mundo, que impregne nuestra mente, corazón, cuerpo,
espíritu y alma, con sus frutos, bendiciones y dones de: paz, paciencia, amor, alegría, caridad,
humildad, perdón, benignidad, generosidad, fidelidad, mansedumbre, bondad, disciplina,
renuncia, la libertad de vergüenza, la buena autoimagen, prosperidad, obediencia, una mente
sana, orden, cumplimiento en Cristo, verdad, aceptación de nosotros mismos, aceptación
de los demás, confianza, auto control, libertad de las adicciones, libertad de tener control,
totalidad, bienestar, salud, todos los demás dones que nos quiera obsequiar y la luz y la vida
de Nuestro Señor Jesucristo, creando en nosotros hambre y sed de la santa Palabra de Dios
y que nos llene a rebosar de la vida y el amor de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Que el amor de Dios, nuestro Creador nos bendiga. Que Jesús sea nuestro Señor, nuestro
Salvador y nuestro Buen Pastor. Que el Espíritu Santo, nos llene con sus gracias y dones.
Ven, Espíritu Santo, dirigimos nuestros cuerpos, mentes, corazones y almas hacia Ti. Ven,
Dios de la Eternidad. Ven dador de la sanación de Dios. Ven, Luz de nuestros corazones,
visita nuestras almas. En Tu visita de gracia, trae Tu consuelo y Tu alivio a nuestras familias
enfermas, nuestros sufrimientos, nuestros temores y en los tiempos de agitación. Que en las
tentaciones de la vida nos llenes con Tu poder divino y Tu misericordia.
Que en los dolores nacionales, regionales, familiares y personales, nos llenes de esperanza y de
paz. Que en todos nuestros problemas como mexicanos y como Nación, estés con nosotros
como nuestro abogado. Ven, Espíritu Santo, Te necesitamos, sin Ti y sin Tu ayuda divina,
no podemos hacer nada bueno y todo en nuestra vida es pecado. Llena nuestras mentes con
Tu luz, paz y alegría. Danos un corazón nuevo, lleno de Tu amor divino. Deja que nuestro
corazón sea Tu fuente para traer el agua viva del amor divino y la misericordia a las almas
sedientas de nuestra Nación, de todos los mexicanos y de los que habitan en ella.
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Espíritu Santo, deja que los dones de toda nuestra Nación sean activos y dinámicos en todos
sus habitantes. Concédenos los dones especiales que Tu sabiduría sabe que van con nuestros
talentos y personalidades. Y que usemos estos dones todos los habitantes de México y del
mundo entero para construir el Reino de Dios.
Espíritu Santo, concede a nosotros los mexicanos y a todos los habitantes de nuestra Nación y
del mundo entero, Tu don de sanación. Que ésta sanación traiga integridad a todos los habi-
tantes de México y del mundo en cuerpo, mente, alma y espíritu y nos haga Tus instrumentos
para traer la sanación por medio de nuestras oraciones.
Espíritu Santo, concédenos a todos los habitantes de México y del mundo entero, la mayor de
todas las sanaciones, la gracia de la vida eterna. Fuiste Tú quien entro en la tumba de Jesús
en la primera Pascua. Fue Tu Poder Divino el que llevó a Jesús de regreso a su gloriosa re-
surrección. Déjanos compartir la resurrección victoriosa de Jesús. Que todos los mexicanos
y los habitantes de nuestro país y del mundo entero compartamos Su victoria sobre la enfer-
medad, el pecado, la muerte, todo mal y todo poder del diablo ahora y eternamente. Que
cada mexicano donde se encuentre, y cada habitante de nuestra Nación y del mundo entero
seamos un canal de gracia de estos dones.
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, ruega por nosotros. Ruega para que nosotros podamos
experimentar un nuevo Pentecostés en nuestra propia vida, en la Iglesia, en todo México y
en el mundo entero. Que podamos servir como instrumentos del Espíritu Santo, llenos del
Poder y Sabiduría Divinos para atraer el amor de Dios y la sanación a todos los habitantes de
nuestra Patria y del mundo entero, a aquellos que ahora estamos presentes, a nuestros ante-
pasados y a los de nuestras generaciones futuras. Ruega por nosotros, Santa Madre, para que,
como Tú seamos instrumentos de Dios para traer Su paz y Su sanación. Sé para nosotros
siempre una Madre Amorosa del Perpetuo Socorro.
Señor Jesús, haz que Tu Sangre Preciosa de nuevo fluya a través de las líneas familiares de todos
los mexicanos y los habitantes de nuestra Nación y del mundo entero, vivos y muertos, des-
truyendo patrones de pecado, sanando heridas y rompiendo todas las ataduras con lo oculto,
en aquellos que necesitan Tu vida, Tu misericordia y Tu amor. Te lo rogamos en el Nombre
de Nuestro Señor Jescristo. Amén!
en la Madre de Jesús, lo diste a luz, lo cuidaste, lo ayudaste a crecer hasta la edad adulta. Con
amor, nosotros te lo devolvemos, pero esta vez con todos nosotros, los mexicanos, los habi-
tantes de nuestra Nación y del mundo entero unidos a Él, para que lo cargues una vez más y
nos ames con todo Tu corazón.
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Santa Madre, intercede ante Dios para que perdone los pecados de nuestra familia, de todos
los habitantes de nuestra Nación y del mundo entero; ayúdanos a no pecar más y a servirle
con mayor fidelidad. Mantennos fieles a Cristo hasta la muerte para que vayamos a alabarle
Contigo eternamente. Amén.
M/L: Que el Señor nos mire con bondad a todos y nos conceda Su paz. Y así como hemos
creído en la resurrección de Jesucristo su Hijo, que Él nos bendiga con la esperanza a la re-
surrección a la vida eterna, para vivir con Él para siempre en la alegría.
Todos: Amén.
M/L: Dios Todopoderoso nos bendiga, en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Todos: Amén.
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