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Script-tmp-Inta-caractersticas de Especies y Cultivares de Verde
Script-tmp-Inta-caractersticas de Especies y Cultivares de Verde
invernales
Introducción
En la búsqueda de una mayor competitividad, la ganadería argentina ha acentuado su proceso de
intensificación mediante el aumento de la producción primaria y la suplementación estratégica para
incrementar sustancialmente la carga animal. En estos sistemas de producción intensiva juega un rol
importante el adecuado encadenamiento de los recursos forrajeros donde las pasturas base alfalfa y los
verdeos estacionales son los principales componentes de las cadenas forrajeras más difundidas (Amigone y
Kloster, 2003).
La relevancia de estos recursos forrajeros anuales se desprende de la superficie cultivada
anualmente, a l cual, considerando sólo las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, cubre
2.790.000 ha que equivalen al 25 % del área total de pasturas cultivadas anuales y perennes (INDEC,
2004).
Las actuales prácticas agronómicas, en especial la siembra directa, redujeron considerablemente
los costos de implantación de los cultivos. No obstante, éstos continúan siendo elevados para los verdeos
estacionales debido a su corto período de utilización. Por esta razón y para maximizar el impacto productivo
de este recurso en la cadena forrajera, resulta prioritario elegir adecuadamente las especies y cultivares
mejor adaptados a las condiciones edáficas y climáticas de cada zona (Amigone y Kloster, 2003; Amigone
et al, 2005).
Si bien el porte vegetativo, la capacidad de rebrote y la sanidad foliar son características genéticas
propias de cada cultivar, éstas pueden ser levemente modificadas por el ambiente. Por esta razón, en este
trabajo, se promediaron los datos observados en un ambiente húmedo (Marcos Juárez) y otro semiárido
(Bordenave). Para el caso del raigrás anual también se tuvo en cuenta información aportada por las
empresas que comercializan los respectivos cultivares y comunicaciones personales (Bologna, J.;
Vernengo, E.) (*)
El tamaño y peso del grano, considerados en la determinación de la densidad de plantas a la
siembra, también pueden ser modificados por el ambiente, de modo que los datos presentados son el
promedio de los últimos cuatro años (2002-2005).
(*) Bologna, Juan. 2005. Barenbrug-Palaversich; Vernengo, E. 2005. Universidad Nacional de Luján.
(1)
INTA EEA Marcos Juárez. Ruta Prov. N° 12, CC 2580, Marcos Juárez (Cba.), Argentina. Correo
electrónico: mamigone@mjuarez.inta.gov.ar
(2)
INTA EEA Bordenave. Ruta Provincial 76 , Km. 36 , CC 8187, Bordenave (Bs. As.), Argentina. Correo
electrónico: verdeotomaso@correo.inta.gov.ar
La presente publicación pretende concentrar la información dispersa en distintas fuentes acerca de
las principales características de los cultivares de las especies más utilizadas como verdeos invernales
(Amigone, 2004; Amigone, 1992; Amigone y Kloster, 2003; Amigone et al, 2005; INTA -SAGPyA, 1998).
Cabe señalar que una comparación de características de los distintos cultivares, como las que se presentan
en los cuadros 1 al 5, sólo es válida dentro de una misma especie. En el caso de los rendimientos promedio
de forraje de avena, centeno y cebada, se tuvieron en cuenta los últimos cuatro años (2002-2005).
Principales especies
Avena
El género Avena tiene varias especies pero las más importantes son la avena
blanca (Avena sativa), la avena amarilla (Avena byzantina) y la brasilera, denominada
avena negra o de los arenales (Avena strigosa). Dentro de los cereales forrajeros, la
avena ocupa un lugar preponderante, por la extensión de la superficie sembrada y el
panorama varietal que presenta (Carbajo, 1998; Tomaso, 2005).
La avena amarilla es algo más rústica que la blanca y se encuentra difundida por
toda Sudamérica, siendo su principal destino la alimentación animal. A partir de la década
del 60 apareció en nuestro país la avena blanca, introducida desde América del Norte, la
cual, si bien es usada en alimentación animal, constituye también un grano apto para la
alimentación humana.
Varios de los nuevos cultivares son producto de cruzamientos interespecíficos
entre A. sativa y A. byzantina, por lo cual las características básicas de diferenciación se
encuentran un tanto confundidas.
A diferencia de los demás cereales forrajeros de invierno, la avena carece de
aurículas y tiene una lígula membranosa, alargada, bien marcada y de gran tamaño
(Parodi, 1958). El grano es un cariopse fusiforme pubescente, con un peso medio
aproximado de 33 gramos en A. sativa, 34 gramos en A. byzantina y de 25 gramos en A.
strigosa cada mil semillas.
Cuadro 1. Principales características de los cultivares de las tres especies de
avena más utilizadas.
Centeno
El centeno (Secale cereale) es otra especie de gran importancia dentro de los
cereales forrajeros, especialmente por su gran adaptación a las zonas sub-húmeda y
semiárida pampeanas. Su sistema radicular bien desarrollado le permite obtener
humedad de la parte profunda del suelo y soportar mejor los períodos de sequía. Como
aspecto negativo, presenta una tendencia a encañar rápidamente con lo cual pierde
palatabilidad y calidad nutricional (Amigone y Kloster, 2003).
De acuerdo al número de cromosomas (ploidía ), los materiales pueden ser
diploides, de porte vegetativo más bien erecto y grano pequeño, o tetraploides, que por lo
general tienen un porte vegetativo más rastrero y un tamaño de grano más grande.
El centeno posee aurículas y lígula de tamaño muy pequeño, y el grano es un
cariopse oblongo-fusiforme, con un peso promedio de 21 g en diploides y de 27 g en
tetraploides c/1.000 semillas.
Cuadro 2. Principales características de cultivares de centeno.
Lisandro INTA diploide muy rápido muy bueno muy buena baja
Don Luis INTA tetraploide moderado muy bueno muy buena media
Cebada forrajera
Tanto el área sembrada como el panorama varietal de la cebada forrajera
(Hordeum vulgare) es más bien reducido. Debido a su rápido crecimiento inicial, en
comparación con otras especies, puede usarse como iniciadora de encadenamientos de
verdeos invernales. Es reconocida su adaptación a suelos con pH elevado.
Los materiales de cebada forrajera tienen aurículas bien marcadas y grandes que
se entrecruzan y la lígula es de tamaño intermedio. El cariopse es oblongo con el surco
ventral y ápice pubescente, alcanzando un peso medio de 34.5 g c/1.000 semillas.
Raigrás anual
Consideraciones
* Por otra parte, el mercado ofrece, con sus particularidades zonales, un número
importante de alternativas para la elección de especies y cultivares que posibilitan mejorar
el ajuste entre la opción planificada y la disponibilidad de semilla forrajera a nivel
comercial.
* En los mismos gráficos y en las tres especies, se nota una leve tendencia a acentuar
un tanto la producción en el primer crecimiento en Marcos Juárez. Esto, en parte, se
explica por las mejores condiciones climáticas otoñales de la zona húmeda.
Bibliografía
AMIGONE, M.A. 1992. Principales características de cultivares de cereales forrajeros.
Hoja Informativa Nº 211, Proyecto AMCPAG, EEA INTA Marcos Juárez, 10 pp.
AMIGONE M.A. y KLOSTER, A.M. 2003. Verdeos de invierno. En: Invernada Bovina en
Zonas Mixtas. Latimori, N.J. y Kloster, A.M. (eds). Agro 12 Córdoba. INTA, Centro
Regional Córdoba. Cap. II, p 56-79.
TOMASO, J.C. 2005. Ensayos regionales de avena, cebada y centeno. EEA INTA
Bordenave. Información interna no publicada
ANEXO
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