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TÉCNICAS DE LEVANTAMIENTO CON ESCÁNER LÁSER DEL

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO. HIPÓTESIS Y RESTITUCIÓN


VIRTUAL DE LA BÓVEDA DE UNA IGLESIA.

Martínez-Espejo Zaragoza, Isabel. Arquitecto técnico. Investigadora en fase de tesis doctoral,


del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio Arquitectónico de la Universitat Politècnica
de València.

Introducción
Este trabajo se presenta como el primer resultado de una
investigación que comienza en la tesis de máster
desarrollada por la autora [1]. Se basa en un primer estudio
previo realizado por los arquitectos Francisco Grande
Grande e Ignacio Gil Mascarell, sobre la Iglesia de los
Desamparados de Les Coves de Vinromá (Castellón), con
metodología tradicional, antes de su restauración. En él se
realiza una hipótesis sobre la solución de la bóveda de la
capilla mayor, sin llevarse a cabo. La metodología
tradicional usada permite un nivel de detalle limitado, lo que
supone que no se puedan observar con precisión en las
mediciones, las pequeñas deformaciones que presentan las Figura 1. Planta de la iglesia con
hipotesis de la bóveda
0
bóvedas, que no se aprecien las flechas en los arranques, ni
el descenso en el centro del radio de los arcos crucero… al no disponer, en el momento del
diseño, de las tecnologías que se disponen ahora.

A su vez, se realiza una investigación tipológica de bóvedas similares en cuanto a época


y zona (bóvedas de la Comunidad Valenciana). Con esta idea se plantea como objetivo la
investigación de la bóveda, del siglo XVI. Gracias a estas nuevas técnicas se consigue
desarrollar una solución diferente más cercana a la bóveda que se derrumbó durante la
Guerra Civil. Gran parte de las piezas que la formaban todavía se encuentran en el suelo,
recuperadas de entre los escombros. Para este estudio se busca realizar una anastilosis
virtual de la bóveda, utilizando tanto métodos tradicionales (mediciones con metro, peine de
arqueólogo, croquis…) como métodos modernos (escáner laser de dos diferentes tamaños y
precisiones).

Evolución constructiva
Basándose en los estudios previos realizados por los arquitectos, ya comentados,
Francisco Grande e Ignacio Gil Mascarell, se apunta como hipótesis que la iglesia hubiese
tenido cuatro fases constructivas. Una primera, correspondiente a los siglos XIII y XIV, en la
que sitúan la edificación de las capillas cuarta y tercera del lado del evangelio, los arcos de
diafragma y los muros del presbiterio. Como elementos que la identifican, arcos
diafragmáticos, ventanas del muro del ábside, arcos formeros y cruceros, plementerías y
claves de las capillas. Una segunda fase, que abarcaría los siglos XIV y XV, con la
edificación de las capillas segunda y primera del lado del evangelio. En la tercera fase,
correspondientes a los siglos XV-XVI, se construiría la bóveda de la nave central y el
presbiterio, con idénticas molduras en las dovelas, la misma iconografía de las claves y los
arranques que se conservan. Finalmente, una cuarta fase, siglos XVII-XVIII, con la
construcción de las capillas del lado de la epístola, con una serie de elementos
identificativos: casetones, impostas corridas, bóvedas vacías, esgrafiados, etc.1

0
Plano de Francisco Grande Grande e Ignacio Gil Mascarell, 1985.
1
Proyecto básico y de ejecución para la restauración de la iglesia vieja de los Desamparados de Cuevas de
Vinromá (Castellón), 2ª fase, pp. 6 i 7 de la Memoria Constructiva y de materiales.
Adosada la construcción a la muralla por su
cabecera, al realizar las obras de consolidación
aparecieron testimonios de los fundamentos del
primitivo edificio, una iglesia de las llamadas "de
reconquista", de planta rectangular, arcos formeros y
techo de madera a dos vertientes. Este tipo de
cubierta debió mantenerse, según señala A.
Zaragozá hasta la reforma del siglo XVI, cuando fue
sustituido por unas bóvedas de crucería.

De cuatro tramos, además del presbiterio y muy


posiblemente con acceso lateral, sería a partir de la
Figura 2. Sección transversal de la
segunda mitad del siglo XIV cuando se abrirían al iglesia actual en la que se pueden
lado del Evangelio tres capillas, cubiertas con observar las bóvedas de crucería0
crucería simple. La portada, orientada hacia el
mediodía, junto a la epístola era de factura muy sencilla, de medio punto, con impostas y
una filigrana doselete, recuerdos de la imagen gótica que debió haber. Cuando se derribó
este tramo, donde estaba la portada, ya no existía el menor rastro de dicha figura, de la
Virgen muy probablemente, y en su lugar figuraba, según permiten comprobar las
fotografías, un pequeño retablo de azulejos, relativamente moderno, con la imagen de la
Virgen de los Desamparados, la última titular de la Iglesia.

En estas capillas del lado del evangelio se conserva,


aunque en precarias condiciones, parte de la primitiva
decoración mural, restaurada parcialmente por el Servicio
de la Diputación Provincial. Se trata de una
ornamentación basada en dibujos de tipo geométrico y
floral, en tonos ocres, bermellons y negros. Resulta difícil
determinar a qué época concreta corresponden, aunque
algunos de los motivos parecen góticos del siglo XV.

A finales del siglo XVI y principios del XVII fue objeto


de reformas: ampliación de la nave por la cabecera,
añadido de un tramo más a los pies; apertura de tres
capillas junto a la epístola y sustitución de la cubierta de
madera por bóvedas con nervaduras simples, con
terceletes. Se conservan en bastante buen estado una
Figura 3. Esgrafiados conservados en
serie de excelentes esgrafiados. una de las capillas de la iglesia.

Ya por los años veinte, seguramente herencia de todo


el siglo XIX, la iglesia vieja estaba prácticamente
abandonada, aunque quedaron todavía muchos
testimonios de su origen medieval. Lo que quedaba de
aquellos restos (imágenes, altares, etc.), acabaría por
desaparecer durante la guerra civil. Sólo se salvarían,
algunos de los objetos litúrgicos que en su momento
habían sido llevados a la nueva iglesia.

Durante la guerra civil el edificio sufrió Figura 4. Parte de las piezas que
considerablemente en su estructura. Incluso se perforó formaban la bóveda que cubría el
parte de la bóveda de alguna capilla para instalar nidos presbiterio situadas en el interior de
éste en el suelo.
de ametralladoras. Los bombardeos afectaron a la
totalidad del presbiterio y dependencias anexas, y apenas terminada la guerra, ante lo que
parecía inminente peligro de derrumbarse, se tomó la opción de volar con dinamita.
Después, y durante muchos años, la iglesia se ve convertida en un auténtico vertedero de
escombros, hasta que finalmente, en 1983, le llega la hora de su recuperación.

Hoy, aún sin terminar la última fase de rehabilitación (proyecto que incomprensiblemente
está parado), el edificio ha recuperado gran parte de su primitiva estructura convirtiéndose
en un local destinado a usos culturales.

Metodología
A partir del uso de dos escáneres láser 3D, con diferente resolución, se ha podido realizar
un estudio pormenorizado de las claves (figura 5) y dovelas encontradas, y de la capilla.
Apoyándose, además, en métodos tradicionales
(estudiando las trazas de bóvedas similares [2],
estudios de los tratados de la época) se puede
llegar a una hipótesis bastante coherente del
trazado de esta bóveda.

Del resultado de este estudio mixto, se


obtienen los pasos, según la hipótesis actual,
para llegar al trazado real de la planta:

A. Determinación de la situación de la clave


polar (central), en la intersección de las dos Figura 5. Ficha tipo de cada clave
diagonales.

B. Trazado de un círculo inscrito en la línea que va de la clave polar hasta la intersección


con el círculo, que encierra la planta, en el lado menor del rectángulo.

C. Al unir las esquinas con el centro de este círculo se obtienes las claves de terceletes de
los lados menores, que serán diferentes al trazado que debe hacerse para conseguir la
situación de las claves de terceletes de los lados mayores.

D. A continuación, se
divide la mitad de la línea
paralela al lado menor del
rectángulo que pasa por
el centro en tres partes
iguales. Así a un tercio de
la planta, se obtienen las
claves de terceletes de
los lados mayores.

E. Uniendo estas claves a


las esquinas se trazan los
nervios terceletes de los
lados mayores.

F. Por último, se unen las


claves de terceletes
formando un rombo,
donde interceptan con los Figura 6. Pasos para el trazado de la planta de la bóveda
nervios diagonales, surgen las últimas claves, que son claves decorativas.

G. De este modo se obtiene toda la planta. En esta imagen se pueden identificar cada una
de las claves encontradas en la que se supone su situación correcta.
Figura 7. Resultado del trazado de la planta de la bóveda

Con la planta ya trazada, el siguiente paso, sería


el trazado de cada uno de los arcos. En primer lugar,
comentar, que estudiando el alzado del muro de la
capilla mayor, en el que se encuentra el arco
diafragma, se puede observar, que este presenta un
radio de 5,41 metros mientras que las huellas del
arco formero que quedan en este muro reflejan un
radio de 5,50 metros, por lo que, se podría
considerar que buscaron un radio similar para trazar
los formeros, al radio que ya tenían los arcos
diafragmas construidos siglos atrás y que se han
mantenido (Figura 7). En el caso de los formeros de
los lados menores del rectángulo, al no poder Figura 8. Estudio de radios
interpretar las huellas en los muros con seguridad,
ya que no son apreciables, se han trazado utilizando el mismo radio (5,50) y centro a un
tercio como se realiza en los formeros de los lados mayores.

Por otra parte, realizando diferentes


secciones por los arranques, en el 3D
obtenido con el escáner láser, se
observa que el radio del resto de los
arcos (cruceros y terceletes) es
aproximadamente el mismo. Esta, no
obstante, es la primera impresión, ya
que al comprobar las claves de
terceletes de los lados de mayor
dimensión, se descubre que el radio que
mejor concuerda es aproximadamente
el resultante de la media entre el radio 5,50 y 6,00.

Al comprobar los escaneados, en general, también se han encontrado otros datos


interesantes. Al buscar el radio se descubre que los centros de los arcos no se encuentran
contenidos en el plano de los arranques sino que están situados en un plano inferior. Así se
puede decir que los arcos cruceros finalmente no son arcos de medio punto sino que son
arcos rebajados.

Con estas afirmaciones se podría considerar acabado el trazado de los arcos, sin
embargo, cuando se dibuja el 3D de
la bóveda para comprobar si este
trazado coincide con las claves, se
descubren algunos inconvenientes,
que al comprobar el resto de la iglesia
se comprenden. El problema es que
aunque las claves coinciden
perfectamente en ángulos
horizontalmente, verticalmente no es
así. Esto se debe a que a partir de la
ligadura, o sea de las claves, los
arcos mantienen el radio pero no la
trayectoria, que resulta ligeramente
desplazada hacia abajo. Así que las
claves que se encuentran en los
cruceros, que en principio se
Figura 9. Imagen del arco crucero en la que se observa que la
consideraban decorativas, acaban clave hacia el lado derecho no coincide con el arco
cumpliendo una función (entre
trayectorias).

Figura 10. En la imagen de la izquierda se observa el ámbito en el que se debe encontrar el arco según la
tangente sacada a partir de la clave, y la zona entre la que estará la clave polar. En la derecha se ve la clave
central situada con el arco correctamente situado y con una altura similar a la del resto de los tramos de la nave
central.

Según la hipótesis hecha, se considera que el motivo de esta búsqueda de bajar la altura
es para conseguir una altura similar al resto de la nave en la zona central, por lo que en el
interior del rombo se rebajan más los arcos. Realizando este rebajado se consigue la altura
comentada. Así que finalmente se llega a la conclusión de que se plantearon como
principios cuando iban a construir la bóveda, que cumpliesen dos condicionantes: que la
planta fuese el espacio rectangular con las medidas que presentaba dicho espacio y que la
altura fuese en el punto más alto igual a la altura del resto de los tramos de la nave en la
parte central.
Esta hipótesis es una síntesis y, a su vez, el producto de muchas hipótesis y pruebas
diferentes. Es un conjunto de pasajes lógicos a los que se han llegado, haciendo una serie
de pasos iterativos de lo general a lo particular y viceversa. Un ejemplo de ello, ha sido la
observación de diferentes bóvedas que nos habrían hecho concluir que los arcos tenían
todos el mismo radio, porque se ha visto que en la mayoría de los casos se cumple que
cuando los formeros son apuntados, todos los arcos se realizan con el mismo radio,
mientras que si los formeros son de medio punto normalmente corresponde a un casquete
esférico. Esa sería la parte genérica pero al acercarse a la bóveda y observar las claves se
llega al caso particular en el que a partir de las claves se busca el rebajado para cumplir la
altura, y los ángulos marcados por éstas.

La bóveda, en resumen, se obtiene como el


resultado de un estudio empírico ya que se basa en
técnicas de reverse-modelling (figura 11) y de
modelación geométrica interactiva [3]. Mediante una
serie de secciones realizadas en los Figura 11. Imagen de uno de los programas de
modelos 3D (figura 12) de la capilla y de modelado 3D
las claves se obtienen los ángulos de
incidencia. Estudiando las huellas de los arranques y de
los radios que se adquieren a partir de algunas dovelas
que se conservan integradas en los muros, se realizan Fig. 12. Escaneado de la iglesia
una serie de diseños en 3D para encontrar la forma de
la bóveda que más se acerca a la original.

Resultados y discusión
Tras un análisis profundo de la bóveda se pueden resumir una serie de afirmaciones:

- Se trata de una bóveda de crucería estrellada de rampante curvo que cubre un espacio de
planta rectangular ligeramente trapezoidal, siendo sus lados menores de 7,79 y 7,80 metros,
sus lados mayores de 9,33 y 9,49 metros y sus diagonales 12,31 y 12,11 metros. Los
arranques de los arcos de la bóveda están situados a 4,082 metros del suelo, y el intradós
de la clave polar a 9,42 metros.

- La bóveda contaba con 9 claves sustentantes (una central y ocho secundarias), cuatro
arcos formeros y 8 nervios salientes de las claves de terceletes (dos de cada clave). La
bóveda presenta una ligadura en rombo cuyos vértices
son las claves de terceletes (cuatro), presentando en la
intersección de la ligadura con los arcos cruceros otras
claves, las cuatro restantes.

- Las dovelas documentadas de los nervios de la


bóveda que cubría la capilla mayor encontradas en el
suelo, recuperadas de entre los escombros, cuyo
inventariado aparece en las fichas realizadas al efecto
son 212 piezas, con la siguiente denominación P (110
Figura 13. Ficha tipo de la dovela
piezas), L (60 piezas) y G (42 piezas). Las dovelas del
tipo P correspondían a los terceletes y a la ligadura, las L a los formeros y las G a los
nervios cruceros. Se localizan en un principio, siete de las nueve claves que integraban la
bóveda, aunque al estudiar más detenidamente se observa que una de ellas no pertenece a
esta bóveda, por incompatibilidad geométrica con el trazado de sus nervios.

- La clave polar, es la única de las claves encontradas que recibe en todos sus lados nervios
tipo G, por lo que se ha podido deducir que solo acometían a ella los nervios crucero, únicos
formados por este tipo de dovela.
- De las ocho claves restantes, se observaban dos tipos de claves, las que presentan los
arranques encontrados dos a dos (y que tienen 2P y 2G), que corresponden a claves que se
sitúan en la intersección entre los arcos crucero y la ligadura, y las que presentan un ángulo
en horizontal mucho mayor que el resto, pertenecientes a claves de terceletes (todos los
nervios son P). De éstas se ha determinado su curvatura y los ángulos entre ellos para
poder situarlas espacialmente.

- Los ángulos entre los nervios que llegan a las claves y los ángulos del nervio con respecto
al eje vertical de la clave se han podido obtener a partir de los datos tomados, pero no los
radios de curvatura de las dovelas, ya que el desgaste de éstas y la escasa flecha no
permiten obtener resultados fiables. También se extraen datos de los arranques, pero el
deterioro que éstos presentan no permite la obtención de datos que nos ratifiquen con una
seguridad absoluta que los radios son correctos.

- De cada jarja partían dos arcos formeros, uno diagonal y dos terceletes. Los arranques
escaneados han permitido determinar aproximadamente el radio de cada uno de los arcos
que conforman la bóveda. Con estos datos, se deduce que la situación del centro de los
radios no se encuentra a la altura de los arranques sino en planos más bajos. Quedando los
centros de los formeros en un plano y los de los cruceros y los de terceletes en otro, aunque
esta precisión que ahora se puede estudiar milimétricamente, presentan en el caso de los
centros pequeñas desviaciones, con respecto al plano que se considera como general, que
sería un plano medio. El plano en el que se sitúan los centros de los arcos formeros está
más cercano al suelo que el del resto de los arcos, pero como se explicaba ambos están por
debajo del plano de los arranques.

- Al no existir simetría en la bóveda, los arcos formeros Figura 14. Planta iglesia escaneada
con hipótesis de la bóveda
no son iguales, sin embargo, todos tienen, según
nuestra hipótesis, el mismo radio, cumple que su centro
está situado a un tercio del vértice y son apuntados.

- En la hipótesis final de la forma de la bóveda, se


descarta el casquete esférico por deducirse una bóveda
menos esbelta, obtenida por la información de las
claves y de los arranques. Presentando como
características ratificables, que las claves presentan un
eje vertical situado perpendicularmente al suelo y
paralelo a los muros (este detalle se encuentra además
en el resto de la iglesia, siguiendo por tanto un modelo
en toda ella), que los ángulos de las claves no permiten
colocarse para formar parte de un casquete esférico, y que Figura 15. Bóveda en 3D
los arcos formeros son apuntados. Se presentan también
datos aproximados, que forman parte de la hipótesis
defendida, como son que los radios que presenta la bóveda
se mueven entre 5,50 y 6,00 (figura 7), que el radio de los
formeros del lado menor es igual al del lado mayor.

En la figura 15 se observa la solución de la bóveda, a partir de la información obtenida,


dentro de un margen de error por la evolución de la capilla y de las piezas por el paso del
tiempo (erosión, asentamientos…).

Conclusiones
Tras este estudio riguroso de la bóveda se llega a concluir que:
- Se puede considerar el escáner láser un gran avance para los levantamientos
planimétricos. Con un único barrido se consiguen sacar las dimensiones completas de la
capilla mayor, obteniéndose cada una de sus medidas, ángulos, sus particularidades a lo
largo de toda ella. Ha permitido obtener, de una forma muy precisa, una cantidad de
información difícilmente adquirible con una toma de datos directa.

- Obtener modelos virtuales fieles y precisos de las claves en 3D ha sido muy útil para
formular diferentes pruebas, que han permitido obtener una solución coherente.

- A parte de lo referente a los estudios realizados sobre la bóveda, en concreto, se ha


podido observar gracias a la precisión del escáner láser, algunos detalles muy importantes
que más adelantes podrían ser objeto de estudio. Se ha observado que en el centro de la
clave, las trayectorias de los nervios no eran coincidentes. Este hecho se puede observar en
las 7 claves escaneadas y estudiadas.
- Se demuestra la utilidad de la técnica de levantamiento basada en el scanner láser 3D,
para el replanteo virtual de geometrías complejas, propias de estructuras históricas como las
bóvedas góticas.

Aunque en principio este estudio parte de una única bóveda, también permite comprobar
como el escáner laser es hoy una herramienta insustituible en la investigación y en los
estudios previos para obras de intervención en el Patrimonio Arquitectónico.
Planimetría
Figura 16. Planos de la iglesia con la bóveda reconstruida virtualmente

Bibliografía
[1] Mtnez-Espejo Zaragoza, I. “La Iglesia de los Desamparados de Les Coves de Vinromá.
Hipótesis y restitución virtual de la bóveda de la capilla mayor”. Tesina del Máster Oficial de
Conservación del Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia dirigida por
Francisco Juan Vidal. Valencia. 2010.

[2] Navarro Fajardo, Juan C. “Bóvedas de la arquitectura gótica valenciana: Traza y montea”
Publicación Universitat de Valencia. 2006

[3] FANTINI, F. “Il modello di stadio da Villa Adriana. Indagine su un progetto incompiuto”
Università degli Studi di Firenze. 2008.

[4] Grande Grande, F., Gil Mascarell, I. “Proyecto básico y de ejecución para la restauración
de la iglesia vieja de los Desamparados de Cuevas de Vinromá (Castellón). 2ª fase”. pp. 6 i
7 de la Memoria Constructiva y de materiales.

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