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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL

AUTO SUPREMO Nº 180/2016-RRC

Sucre, 08 de marzo de 2016

Expediente                        : Santa Cruz 66/2015

Parte Acusadora                : Jesús Saúl Medrano Viruez

Parte Imputada                : Guillermo Capobianco Rivera

Delito                : Cheque en Descubierto

Magistrada Relatora        : Dra. Maritza Suntura Juaniquina

RESULTANDO

Por memorial presentado el 12 de junio de 2015, cursante de fs. 443 a 449, Guillermo Capobianco
Rivera, interpone recurso de casación impugnando el Auto de Vista 101 de 15 de mayo de 2015,
de fs. 424 a 426 vta., pronunciado por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz, dentro del proceso penal seguido por Jesús Saúl Medrano Viruez contra el
recurrente, por la presunta comisión del delito de Cheque en Descubierto, previsto y sancionado
por el art. 204 del Código Penal (CP).

I. DEL RECURSO DE CASACIÓN

I.1. Antecedentes del proceso.

a) Por Sentencia 14 de 2 de julio de 2014 (fs. 358 a 364 vta.), el Juez Octavo de Sentencia en lo
Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, declaró al imputado Guillermo
Capobianco Rivera, autor del delito de Cheque en Descubierto, previsto y sancionado por el art.
204 del CP, imponiéndole la pena de tres años de reclusión y multa de setenta días a razón de Bs.-
2 (dos bolivianos) por día, con costas, daños y perjuicios averiguables en ejecución de Sentencia.
Habilitando la aplicación de Suspensión Condicional de la Pena,  de acuerdo al art. 366 del Código
de Procedimiento Penal (CPP).

b) Contra la referida Sentencia, el imputado Guillermo Capobianco Rivera, interpuso recurso de


apelación restringida (fs. 406 a 411), resuelto por Auto de Vista 101 de 15 de mayo de 2015,
dictado por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, que
declaró admisible e improcedente el recurso planteado y confirmó la Sentencia apelada,
motivando la interposición del recurso de casación que se resuelve en la presente resolución.

I.1.1. Del motivo del recurso de casación

Del recurso de casación y del Auto Supremo 626/2015-RA de 3 de noviembre, se extrae el motivo
a ser analizado en la presente Resolución, sobre el cual este Tribunal circunscribirá su análisis
conforme al mandato establecido por los art. 398 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 17 de
la Ley del Órgano Judicial (LOJ).

El recurrente denuncia haber sufrido agravio por habérsele citado por edictos, cuando el
querellante conocía su domicilio real, al ser éste su sobrino político, con el fin de obtener su
rebeldía y posterior aprehensión siendo un acto planificado con deslealtad procesal, que le
impidió interponer la objeción a la querella e incluso ofrecer pruebas de descargo, emitiéndose
una resolución judicial sin fundamentación alguna, debiendo el Juez a cargo del proceso, constatar
que no se conocía su domicilio o se ignoraba el mismo, tampoco se cercioró a través de elementos
y medios probatorios e idóneos la situación, viciando de esta manera el proceso y dejándolo sin
ninguna posibilidad de defensa, citando como precedente contradictorio el Auto Supremo 208 de
28 de marzo de 2007.

I.1.2. Petitorio

El recurrente solicita se deje sin efecto el fallo que motiva el presente recurso, disponiendo que la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, dicte un nuevo fallo
conforme la doctrina legal aplicable.

I.2. Admisión del recurso


Mediante Auto Supremo 626/2015-RA de 3 de noviembre, cursante de fs. 456 a 457 vta., este
Tribunal admitió el recurso de casación formulado por Guillermo Capobianco Rivera,  para el
análisis de fondo del motivo identificado precedentemente.

II. ACTUACIONES PROCESALES VINCULADAS AL RECURSO

II.1. De los actuados del proceso penal.

a) En su memorial de querella (fs. 5 y vta.), Jesús Saúl Medrano Viruez, solicitó la notificación
mediante edicto a Guillermo Capobianco Rivera por desconocimiento de su domicilio, siendo
aceptada su solicitud, mediante providencia de 15 de julio de 2009 (fs. 6), con la finalidad de que
pueda objetar la misma y/o contestar la querella; en cuyo mérito se procedió a la publicación de
los respectivos edictos (fs. 17 y 18), procediéndose luego a la admisión de la querella por Auto de
31 de agosto de 2009 (fs. 13).

b) El imputado se apersonó al Juzgado y opuso incidente de actividad procesal defectuosa (fs. 39 a
40), señalando como domicilio real la calle 6 este No. 89 (zona cuarto anillo) del barrio Cordecruz y
domicilio procesal la calle Prolongación Beni No. 20, Edificio Casanovas piso No. 5, of. 1 de la
ciudad de Santa Cruz; asimismo, el 9 de octubre de 2009 (fs. 48 a 49), acusó actividad procesal
defectuosa y el 18 de enero de 2010 (fs. 54 bis), subsanó el incidente, señalando en ambos
memoriales los mismos domicilios.

c) Por Auto Interlocutorio de 20 de febrero de 2010 (fs. 55), el Juzgado Octavo de Sentencia del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, rechazó el incidente de actividad procesal
defectuosa, sin que dicha Resolución haya sido recurrida de apelación incidental, quedando
ejecutoriada.

d) El 25 de marzo de 2010 (fs. 68 a 69), la parte querellante presentó acusación particular, siendo
notificada al imputado en su domicilio real (fs. 73).

e) Por resolución 089/2010 de 22 de mayo (fs. 75), se emitió el Auto de Apertura del Proceso
contra el recurrente, por el delito de Cheque de Descubierto, señalándose día y hora para el juicio
oral.
f) Por memorial de 26 de julio de 2010 (fs. 136 a 137), el imputado solicitó la acumulación de
procesos por conexitud.

g) Por Resolución de 27 de septiembre de 2010 (fs. 141 y vta.), adoptada en sesión de juicio, se
declaró la rebeldía de imputado conforme el art. 87 inc. 1) del CPP, quien el 2 de octubre de 2010
(fs. 143), solicita sea dejada sin efecto.

h) Por Auto de 26 de enero de 2011 (fs. 162), ante la inasistencia del acusado, nuevamente fue
declarado rebelde y el 2 de septiembre de 2011, el imputado  solicitó sea dejada sin efecto, siendo
atendida favorablemente la pretensión mediante Resolución de 29 de septiembre de 2011 (fs. 171
y vta.). Similar situación sucedió conforme el Auto de 11 de abril de 2012 (fs. 179 a 180) y la
comparecencia voluntaria del imputado (fs. 184).

i) El 13 de diciembre de 2013 (fs. 189 a 191), la defensa interpuso incidente de nulidad por
defectos absolutos, resuelto por Auto de 7 de enero de 2014 (fs. 197 vta.), que dispuso sea
resuelto en la instancia de juicio, conforme el art. 345 del CPP.

j) El 9 de enero de 2014 (fs. 199 a 201), el imputado opuso incidente de nulidad por doble
juzgamiento, disponiéndose sea resuelta en la etapa de juicio, siendo rechazado el recurso de
reposición (fs. 207).

k) En audiencia de juicio oral de 23 de junio de 2014 (fs. 345 350), la parte procesada presentó los
incidentes por defectos absolutos generada por la falta de  notificación en su domicilio real y
actividad procesal defectuosa por doble juzgamiento, los que fueron rechazados, disponiéndose
en aplicación del art. 168 del CPP, la acumulación de los procesos; la defensa hizo reserva de
apelación.

II.2. De la Sentencia.

El Juez Octavo de Sentencia del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Sentencia
14/2014 de 27 de junio de 2014, declaró a Guillermo Capobianco Rivera, autor del delito de Giro
de Cheque en Descubierto, previsto y sancionado por el art. 204 del CP, imponiéndole la pena de
tres años de reclusión y multa de setenta días a razón de Bs. 2.- (dos bolivianos) por día, con costas
y reparación de daños y perjuicios.
II.3. Del recurso de Apelación Restringida.

Emitida la Sentencia, el recurrente interpone el recurso de apelación restringida en base a las


siguientes alegando incidente de nulidad de obrados por nulidad de    la notificación por edictos,
argumentando que se puso en conocimiento de la  autoridad que a consecuencia de la notificación
por edicto a pesar del conocimiento de su domicilio por el querellante, se le colocó en estado de
indefensión, porque se demostró por el certificado de matrimonio la relación familiar con el
querellante y la imposibilidad del desconocimiento de su domicilio, que el motivo del rechazo de
este incidente fue resuelto con anterioridad, sin percatarse la existencia de dos procesos, en uno
solo de ellos se hizo el reclamo y en el otro no, al haberse acumulado no podía negarse ese
derecho; toda vez, que debe estar a lo más favorable al imputado. Arguye que debió anularse la
notificación; por cuanto, la orden de la notificación por edicto no fue fundamentada, ni se
constató el desconocimiento de su domicilio, extremo que constituye un defecto absoluto
conforme el art. 169 del CPP.

II.4. Del Auto de Vista impugnado.

La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Auto de Vista 101
de 15 de mayo de 2015, declara admisible e improcedente el recurso de apelación, estableciendo
en el sexto considerando con relación a la nulidad de notificación, que ese incidente ya fue
interpuesto (fs. 48 a 49) y resuelto por Auto Interlocutorio de 20 de febrero de 2010 (fs. 55 a 59),
sin que esa resolución haya sido recurrida de apelación incidental por el imputado, provocando la
preclusión de su derecho; consiguientemente, consintió el acto denunciado. También refiere que
en el domicilio señalado no fue habido para su aprehensión, porque se suponía su ocultación para
evadir la justicia, encontrándose en la clandestinidad, aspecto por el que se ordenó la citación por
edicto conforme el art. 165 del CPP, una vez que el acusado se apersonó interponiendo el primer
incidente, señaló su domicilio real y procesal, practicándose desde entonces las siguientes
notificaciones en los mismos domicilios, de modo que los actos denunciados se llevaron antes de
la presentación de la acusación particular, sin que se advierta de lo que evidenció el Tribunal de
alzada, la inexistencia de restricción a derecho alguno.

III. VERIFICACIÓN DE CONTRADICCION DEL AUTO DE VISTA IMPUGNADO CON EL PRCEDENTE


INVOCADO

En el caso presente, el imputado denuncia haber sufrido agravio por habérsele citado por edictos,
cuando el querellante conocía su domicilio real, al ser este su sobrino político, con el fin de
obtener su rebeldía y posterior aprehensión, siendo un acto planificado con deslealtad procesal,
que le impidió interponer la objeción a la querella e incluso ofrecer pruebas de descargo, para
luego emitirse una resolución judicial sin fundamentación alguna; correspondiendo efectuar la
labor de contraste con el precedente invocado en el recurso.

III.1. Doctrina legal asumida en el precedente invocado.

La parte imputada invoca el Auto Supremo 208 de 28 de marzo de 2007, emitido por este Tribunal
de Justicia, a tiempo de resolver un recurso de casación interpuesto dentro de un proceso por la
comisión del delito de Daño Simple, en el que el Tribunal de alzada dispuso la anulación de la
sentencia y la reposición de juicio; constatándose en casación que el imputado tuvo conocimiento
efectivo del proceso instaurado en su contra, con la debida anticipación, habiendo realizado actos
destinados al ejercicio de su defensa al haberse procurado prueba incidental, descontando la
defensa de fondo; por lo que no debió anularse todo lo actuado como lo interpretó el Tribunal de
alzada, con el consiguiente perjuicio a las partes en conflicto, al no ser evidente la vulneración de
derecho alguno, puesto que la ausencia total de pruebas de descargo respondió a un acto
deliberado y meditado por la defensa técnica del procesado, resultando equivocado equiparar tal
situación a una falta de efectividad de la notificación, por lo que conforme a la parte in fine del art.
166 del CPP, la notificación aunque irregular cumplió su objeto, mucho tiempo antes de la
realización del juicio oral; en cuyo mérito, a tiempo de dejarse sin efecto el Auto de Vista, se sentó
la siguiente doctrina legal aplicable: “Algunos tratadistas consideran que el Principio de la Buena
Fe o de Lealtad Procesal, son diferentes, pero en verdad se trata de dos manifestaciones de un
mismo aspecto, por cuanto ambas se refieren a la conducta de las partes cuyo fin es el de obtener
la correcta administración de justicia y pretende que las partes no utilicen el proceso o las
actuaciones de éste para lograr fines fraudulentos o dolosos, alegando hechos contrarios a la
realidad o empleando medios que tiendan a entorpecer la buena marcha del procedimiento.

Tales actuaciones entrañan la inobservancia de un deber y por ello acarrea sanciones de tipo
patrimonial y de índole penal, que se imponen tanto a las partes como a su respectivo apoderado.

En el momento en que llega a conocimiento de la autoridad jurisdiccional una determinada


acusación, la lealtad procesal exige que la parte actora solicite al órgano jurisdiccional que se le
haga saber al imputado del proceso iniciado en su contra para que, sin que sea necesario
retroceder en el procedimiento, se le dé la posibilidad de intervenir en el mismo. Si la parte actora
desplegando una normal diligencia puede llegar a conocer un domicilio en el que se pueda
contactar judicialmente con el demandado y no lo hace vulnera el principio de lealtad procesal de
manera dolosa, lo que puede constituir en fraude procesal y derivar en una efectiva restricción de
derechos de la defensa.
Es conocida la doctrina de este Tribunal en el sentido de que la  notificación por edictos exige que
se desconozca el domicilio de la persona que deba ser notificada, adquiriendo esta forma de
notificación, el carácter de un último remedio, constituyéndose en una actuación de carácter
subsidiario para cuando no sea posible otra modalidad de comunicación.  La buena fe y la lealtad
procesal, unidas a la necesidad de evitar la indefensión -que tiene un carácter constitucional-
exigen adoptar una cierta actitud activa encaminada a evitar el entorpecimiento del normal
desarrollo del proceso.

Atendiendo las particularidades de cada caso, también puede  resultar fraudulenta la alegación
de indefensión y de ignorancia del proceso, cuando el imputado conociendo del trámite en su
contra, realiza actos falaces o se vale maliciosamente de las falencias procesales; en ese
sentido,  el Tribunal Constitucional mediante la Sentencia Constitucional Nº 1597/05-R de 9 de
diciembre de 2005, citando su propia jurisprudencia contenida en las Sentencias Constitucionales
Nº 1620/2003-R y Nº 1138/2005-R, refiere `...que es obligación de las partes en un proceso actuar
con lealtad procesal, evitando los fraudes emergentes de un cálculo meditado y abusivo de las
falencias del sistema procesal, para provocar errores que luego pretendan imputarse a la
administración de justicia generando causales de nulidad o de pretendidas vulneraciones a los
derechos procesales que puedan ser reclamados en las vías ordinarias e incluso en la
constitucional...´; de ahí que, si bien la lealtad procesal no implica que la defensa tenga la
obligación de advertir los errores de la contraparte, sin embargo el señalado principio obliga en
primer término a la fidelidad del representante legal para con su representado y en segundo
término a que las partes se atengan a las reglas del proceso.

De este entendimiento se extrae que no corresponderá aplicar la sanción procesal máxima


anulándose actuados, cuando no es evidente que se haya vulnerado derecho alguno puesto que
la ausencia total de pruebas de descargo puede responder a un acto deliberado y meditado por
la defensa técnica del procesado, no siendo posible equiparar tal situación a una falta de
efectividad de la notificación por lo que conforme a la parte in fine del artículo 166 del Código de
Procedimiento Penal, la notificación aunque irregular puede haber cumplido su objeto.” (Las
negrillas son nuestras)

III.2. Análisis del caso concreto.

De la revisión del recurso de casación, el recurrente alega haber sufrido agravios por habérsele
citado por edictos, cuando el querellante conocía su domicilio real, al ser este su sobrino político,
con el fin de obtener su rebeldía y posterior aprehensión siendo un acto planificado con deslealtad
procesal, que le impidió interponer la objeción a la querella e incluso ofrecer pruebas de descargo,
para luego emitir una resolución judicial sin fundamentación alguna; el Juez a cargo del proceso
debió constatar que no se conocía su domicilio o se ignoraba el mismo, tampoco se cercioró a
través de elementos y medios probatorios e idóneos la situación, viciando de esta manera el
proceso y dejándolo sin ninguna posibilidad de defensa.

A efectos de poder resolver el presente recurso, es necesario traer los antecedentes sobre el
motivo admitido, con la finalidad de evidenciar la existencia o no de los extremos vertidos en la
denuncia, de lo que se tiene que interpuesta la querella contra el recurrente, por el delito de Giro
de cheque en descubierto, se solicitó la notificación por edictos del imputado con el argumento de
desconocerse su domicilio, petitorio no observado por el Juez de la causa, quien debió cerciorarse
por los medios idóneos y elementos probatorios pertinentes este extremo, a efectos de dar curso
a la solicitud, formalidades incumplidas en la especie, pero finalmente se realizó la notificación por
edictos, mediante un medio de circulación nacional; cuya finalidad fue poner en conocimiento la
tramitación del proceso al acusado, para su contestación u objeción a la querella.

Esto implica,        que si bien es evidente que la notificación por edictos resulta irregular, no es
menos cierto que dicha diligencia finalmente cumplió su finalidad; toda vez, que dio lugar al
apersonamiento del querellado el 1 de octubre de 2009, quien utilizando los medios de defensa
otorgados por ley, interpuso el incidente de actividad procesal defectuosa cuestionando la
notificación mediante edictos, siendo rechazada la pretensión a través del  Auto de 20 de febrero
de 2010, que no fue impugnado incidentalmente, tal como lo determina el art. 403 incs. 2) del
CPP; consiguientemente, ese acto fue convalidado, debiendo añadirse que el imputado tuvo
conocimiento de la tramitación del presente proceso, incluso con anterioridad a la emisión del
Auto de Apertura de Proceso de 22 de mayo de 2010; en ese entendido, la notificación a pesar de
los defectos enunciados, cumplió con las previsiones de los arts. 166 último párrafo y 170 inc. 3)
del CPP.

Cabe considerar que en los procesos de acción privada, el art. 375 del CPP, determina que para
acusar un delito de este tipo, se debe: “… presentar su acusación ante el juez de sentencia por sí o
mediante apoderado especial…”; en el caso de autos, la parte querellante cumpliendo esta
disposición, presentó este actuado el 25 de marzo de 2010, siendo legalmente notificado el
imputado a quien por decreto de 20 de abril de 2010, se le otorgó el término de diez días para la
presentación del pliego de la defensa y ofrecimiento de los medios probatorios, actos que no
fueron cumplidos negligentemente por la parte acusada; de lo que se concluye, que al recurrente
en ningún momento procesal se lo dejó en estado de indefensión y sin la posibilidad de realizar su
amplia defensa, como alega en el presente recurso.
Es más, encontrándose ejecutoriado el rechazo del incidente de nulidad de obrados presentado
inicialmente por el imputado; durante la fase de juicio oral, nuevamente opuso el mismo
incidente, siendo rechazado por el Juez de la causa, quien en aplicación del art. 168 del CPP,
dispuso la acumulación de los procesos sobre los cheques 00476 y 00478; resolución incidental
respecto a la cual la defensa hizo su reserva de apelación y una vez notificada la Sentencia,
interpuso el recurso de apelación restringida, alegando como uno de los motivos el referido al
incidente de nulidad de actuados por errónea notificación; que en su función de control de
legalidad, el Tribunal de alzada respondió en el sexto considerando del Auto de Vista impugnado,
poniendo de manifiesto en su fundamentación, de que el incidente planteado fue resuelto con
anterioridad, cuya decisión de rechazo no fue recurrida en apelación incidental, precluyendo de
esa manera el derecho del recurrente, además de concluir con la conformidad y consentimiento
del acto; asimismo, el Tribunal de apelación no advirtió restricción a derecho alguno del acusado,
perjuicio o vicio en el proceso, que se hubiese traducido en un estado de imposibilidad de defensa.

Estos antecedentes, permiten asumir que resulta errada la pretensión del recurrente de atribuir a
una irregular forma de notificación que cumplió su finalidad y quedó convalidada, un inexistente
estado de indefensión, cuando en todo caso se advierte que el propio imputado no asumió de
manera diligente su derecho a la defensa ejerciendo incluso en su momento su derecho a recurrir;
lo que a su vez permite concluir que el Tribunal de alzada lejos de incurrir en contradicción con el
precedente invocado, ajustó su actuación a la doctrina legal aplicable contenida en ese fallo que se
originó en la indebida decisión de anular una sentencia y de reponer el juicio, pese a que el
imputado tuvo conocimiento efectivo del proceso instaurado en su contra, con la debida
anticipación, realizado incluso actos destinados al ejercicio de su defensa, tal como sucedió en el
presente caso, por lo que el recurso de casación sujeto al presente análisis, deviene en infundado.

POR TANTO

La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 42.I.1 de la LOJ
y lo previsto por el art. 419 del CPP, declara INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Guillermo Capobianco Rivera.

Regístrese, hágase saber y devuélvase.

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