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El loco y la camisa

de Nelson Valente

Escena 1

Matilde- ¿Me hacés un lugarcito que voy a planchar? … un poquito más.


José- Si ahí te alcanza.
Matilde - Y, pero tengo que estirarla a la ropa.
José - Bueno, estirala para el otro lado. ¿Eh?
Matilde - ¿Por qué no vas a leer al sillón?
José - Porque no. Porque el diario lo leo acá
(Silencio)
Matilde - José (silencio) estoy preocupada, porque la llamé a tu mamá por teléfono y no me
pudo atender. Y me dice tu papá que está con convulsiones, cada diez minutos. Y con el
problema neurológico que tiene ella, eso no debe ser nada bueno, ¿no? Además, te digo una
cosa, tu papá también está viejito, porque le digo: “Gino, ¿usted le dio la pastilla?”, y me dice:
“¿Qué pastilla?” ¿Entendés? No sé, me parece que a esta altura ya tendríamos que ir
pensando en traerlos a vivir con nosotros. O ponerles alguien que los cuide. Una enfermera
podría ser, ¿no? ¿Vos qué pensás, José?
José - (leyendo el diario) Escuchá esto: “Furgón 95, treinta mil kilómetros, primera mano”.
¿Qué te toman, por pelotudo? ¿95, Treinta mil kilómetros? Hijos de puta
Matilde - Si, lo que pasa es que una enfermera sola no alcanzaría. Tendrían que ser tres, y eso
debe salir una fortuna. Además hoy día, con las cosas que pasan, poner a tres personas
desconocidas para cuidarlos puede ser un desastre, porque por ahí no les dan la medicación, o
les roban, o los maltratan. Bueno, pero la cuestión es que mañana, tempranito a la mañana,
habría que llevarla a la clínica, para que la vea el especialista. ¿Cómo vas a hacer, José?
José - (leyendo el diario) Escuhcá esto: Peug 307 09 XS 2.0 HDI EX EP CEL ¿Qué mierda
quiere decir? ¿Me podés explicar? ¿Eh? ¿Ahora para entender un aviso tenés que ir y hacer un
curso? La puta que los parió
Matilde- Yo lo único que te pido es que no vaya tu papá él manejando el auto para llevarla.
Porque yo ayer fui a hacer las compras, y me llama Rubén, el del kiosco, y me dice: “Matilde,
¿usted vio a su suegro cómo maneja eses auto? Es un peligro, casi me lleva el puesto de
diarios por delante.” Y la semana pasada, cuando la llevó a la clínica también. Ella pobre
temblando con esas convulsiones que tiene, y él la dejó ahí parada sola, en la vereda de la
clínica, y se fue a estacionar el auto a dos cuadras. Cuando volvió estaba desparramada en el

piso, con cuatro o cinco personas alrededor para ayudarla, pobre. Y yo le dije: “Gino, ¿por qué
hizo eso?” y me dice: “Y bueno, yo no voy a dejar el auto a acá enfrente para que me lo abolle
cualquiera”. ¿Te das cuenta? Cuida más al auto que a tu mamá
José - ¿Vos no estabas haciendo mate?
Matilde- Ah, sí.
José - ¿Dónde está el mate?
Matilde - Acá
José - Ah, ¿ves? Esto es lo que yo digo. ¿Cuánto hace que no tiene agua?
Matilde - Y, desde que tomaste
José - Ahora se enfrió la yerba, le vas a poner el agua caliente, y se arruina la yerba
Matilde - No se arruina.
José - Si se arruina, tenés que estar atenta.
Matilde - Estoy atenta
José - No, no estás atenta.
Matilde - Bueno, se arregla, el mate se arregla
José - Ah, se arregla, se arregla. Para vos todo, es “Ah, se arregla. Ah, se arregla”. No es así,
¿eh?
(Silencio)
Matilde- Yo sé que mañana, tan temprano, por ahí te cuesta para levantarte. Pero le podemos
decir a tu hermano que nos dé una mano, ¿eh? Y yo voy con él, para llevarla. Lo traemos a tu
papá acá, para que no se quede solo. Dejo preparada una carne, con una ensalada, unas
papas, algo, y voy allá y me quedo con ella. Porque por ahí la dejan internada, ¿no? Bueno, ¿y
qué querés hacer, José?
José – Si
Matilde- Si ¿qué?
José - Si, lo que dijiste, está bien. Dale
Matilde- Si, pero dije muchas cosas.
José – Ah, bueno. Ahora te vas a poner inquisidora. Ya te conozco
Matilde - No, inquisidora no.
José - Si, señora, inquisidora. Si, te conozco.
Matilde - No… No me estás escuchando
José - Ah, no te estoy escuchando
Matilde - Y no, no me estas escuchando
José - Ah, no. Claro
Matilde - Bueno, ¿a ver? Repetí lo que dije
José - Ah, ¿qué te dije yo?
Matilde- Decime lo que dije

José - ¿Ves? ¿Ves? Hacé una cosa, agarrá una planilla y anotás todo lo que vas diciendo. Yo
después tildo, ¿viste? ¡Esto lo dijo! No, esto no. Esto sí, esto no, esto sí, esto no. Y después me
ponés un puntaje. ¿Qué te parece?
Matilde - No es para que te enojes. Hace diez minutos que te estoy hablando y ni siquiera me
mirás
José - ¡Ah! ¿A ver? ¿Y cómo sabés que hace diez minutos? ¿Eh? ¿Qué tenés el relojito ese?
Así controlás, controlás todo. Eso es lo que te gusta.
Matilde - No, yo no controlo. Escuchame una cosa, José. Es algo serio, es tu mamá.
José - ¿Qué? ¿Llamó mi mamá? ¿Hoy? Pregunto si llamó hoy
Matilde - ¿Viste que no escuchaste nada de lo que te dije?
José - Escuché todo
Matilde - No, nada escuchaste
José - Capaz que esa parte no.
Matilde - No, ninguna parte.
José - Pero el resto sí.
Matilde - No, ninguna parte.
José - Bueno, está bien. Mirá, ¿sabés lo que voy a hacer? Me voy a comprar una bincha
luminosa.
Matilde - Ah, bueno. Comprala
José - ¿Entendés? entonces mientas vos hablás, hablás, hablás, la bincha te dice: “Te
escucho, te escucho, te escucho”. Entonces así te quedás tranquila ¿qué te parece?
Matilde - Está bien, comprala.
José - Si, claro que la voy a comprar, por supuesto.
(Silencio)
José - Ah, bueno. ¿Qué? ¿También llorás ahora? Mirá que lindo, inquisidora y llorona, las dos
cosas me tengo que aguantar.
Matilde - Perdóname, no lloro más.
(Beto dispara un arma)
José - ¿¡Qué hacés!?
Beto – Tranquilos…
José - ¡Beto! ¡Beto! ¡Beto! ¡Beto!
Matilde - ¡Pero mirá! ¡Tiene una pistola en la mano!
Beto - Se me escapó un tiro nada más.
Matilde - ¡Sacale la pistola, sacale la pistola!
José - ¡Calmate, calmate!
Matilde - Beto, no apuntes, te lo pido por favor. ¡Sacásela!
José - (a Matilde) Callate un poco. Beto, escuchame por favor.

Matilde - Sacale la pistola


José - (a Matilde) ¡Pará! (a Beto) Escuchame lo que te voy a decir. Es muy peligroso tener un
revolver cargado en la mano
Beto - Eso te venía a decir
José - No apuntes. Bajalo.
Beto - Eso te venía a decir. Que es peligroso tener un arma en la casa, y que está cargada.
Eso te quería decir
Matilde - ¿Ves? El mismo chico te lo está diciendo.
José - ¿Te podés callar?
Beto - Estoy hablando con papá, mamá.
José - Ah, ¿Ves? ¿Ves? Escuchame una cosa Beto, tranquilo. Andá, y dejala donde estaba.
Matilde - ¿Cómo andá y dejala? Acompañalo
José - ¡No! ¡No!
Beto - Hay que guardarla en otro lado, más seguro, porque ahí la encontré yo.
José - Eso, eso es.
Beto - Hay que guardarla en un lugar más seguro, donde no la encuentre nadie.
José - Está bien, está bien. Andá y dejala donde vos quieras.
Matilde - Pero andá con él.
José - (a Matilde) ¡No! (a Beto) Andá y dejala donde vos quieras.
Beto - La voy a guardar yo en un lugar más seguro.
José - Eso es. Andá
Beto - La voy a guardar en el culo de mamá.
José - ¿Eh?
(La persigue a Matilde con el arma).
Matilde - No, Beto ¡No! ¡Te lo pido por favor! Hijo, vas a hacer una tragedia
José - ¡Dejá Beto!
Matilde - Dale eso a papá
José- ¿Ves cómo está? Que se vaya a su cuarto
Matilde - Dásela a papá.
José - ¡Sssh! Beto, escuchame. Tranquilo.
Matilde - Dásela a papá, Beto
José - Tranquilo. Ya está
Beto- Si, ya está desarmada.
José - Eso es, muy bien. Dámela (le da el arma a José)
Beto- ¡Papá, tenés un arma cargada en la mano!
Matilde - No, la va a guardar
José - ¿Ves? ¿Ves cómo está?

Beto - ¡Es peligroso! ¡Vecinos, mi papá nos quiere lastimar! Está cerrada la puerta. ¡Ring!
Matilde - No, Beto. Quedate tranquilo
Beto - ¡En el culo no, en el culo no! (Sale)
José - ¿Ves cómo está? ¡Está peor que nunca!
Matilde - ¿Ah, peor que nunca?
José - No tiene que estar acá
Matilde - ¿Por culpa de quién?
José - ¿Pero qué por culpa de quién?
Matilde - ¿Cómo dejás eso al alcance de él?
(Entra Beto).
Beto- ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?
José- Nada, nada
Beto - ¿Cómo nada, papá? Estaban a los gritos.
José - ¡Dije nada!
Beto- Les pido por favor si se pueden tranquilizar, estamos conviviendo todos en esta casa.
(Pausa) Papá, mamá te estaba diciendo que la abuela está mal, y que el abuelo no la puede
cuidar, y la tendríamos que cuidar nosotros, especialmente vos que sos el hijo, pero no la
estabas escuchando. ¿Tengo que venir a tirar un tiro para generar una charla familiar? Es una
pena (Hace la Z del zorro y sale).
José - ¿Ves? Está de nuevo con eso de “El Zorro”.
Matilde - ¿Y qué tiene que ver lo del zorro?
José - ¿Cómo que tiene que ver? Es una enfermedad. Una obsesión
Matilde - Ah, ¿Sí?
José - Está mal.
Matilde - Se ve que sabés mucho de medicina vos
José - No sé si sé de medicina
Matilde - Si, sabés mucho
José - Lo que sí sé es que está mal medicado
Matilde - Ah, ¿sí? ¿Por qué no vas a psiquiatra cuando te cita? No vas nunca
José - Ah, ¿sí? ¿Por qué no viene el señor? Y ve el desastre que es esto
Matilde - Porque vos tenés que ir. Vos sos el padre.
José - Ah, mirá que novedad. Y vos sos la madre.
Matilde - Si, claro que soy la madre.
José - ¿Sabés por qué está así?
Matilde - ¿A ver?
José - Por culpa tuya
Matilde - Ah, mirá. ¿No me digas?

José - Sí, señora, por culpa tuya. Porque vos lo consentís en todo.
Matilde - Yo lo cuido, que es distinto
José - Eso no es cuidar, eso le hace mal
Matilde - Si es cuidar
José - ¿Querés enterarte cómo termina esto? ¿Te querés enterar? Te va a terminar matando
Matilde - Ah, mirá que miedo
José - Un día vengo y vas a estar muerta tirada ahí
Matilde - ¡Por favor, es incapaz de hacerle daño a nadie!
José - Ah, quisiera verlo
Matilde - Si, yo también quisiera verlo
José - ¿Querés que te diga una cosa? me gustaría verlo.
Matilde - Bueno, si querés lo vemos los dos entonces.
José - Por supuesto que lo vamos a ver
(Salen).

Escena 2

(María Pía y Mariano hablan desde la puerta)

María - Dale, Marian.


Mariano - Pero, ¿a dónde voy a ir?
María - Vas a tomar un café y volvés
Mariano - Pero ya estoy acá
María - Dale, así mientras vos vas, yo me cambio, me pongo linda…
Mariano - Pero, ¿por qué no hacemos así? Mientras vos te cambiás, yo me quedo charlando
con tus papás.
María - No, porque te quiero presentar como tiene que ser. Dale, son diez minutos nada más,
por favor
Mariano - Bueno, está bien.
María - ¿Te vas?
Mariano - Si
María - Bueno, chau… ¡Te voy a extrañar!
Mariano - Son diez minutos nada más
María - Pero yo te voy a extrañar igual
Mariano - Bueno, extrañame, dale

(Entra María y lo ve a Beto tirado en el suelo con la boca abierta).

María - ¡Ah!
Beto - ¡Ay! ¡María, por favor!
María - Que tarado que sos
Beto - ¿Cómo vas a entrar gritando así?
María - Que tarado que sos. ¿Qué hacés ahí?
Beto - Es una casa de familia, no podés gritar así
María - ¿Pero qué hacés tirado ahí con la boca abierta?
Beto - Estoy descansando, déjame tranquilo, no puedo descansar en ningún lugar
María - Sí, que podés, andá a tu cuarto si querés descansar, pero no te tires ahí en el piso, la
gente se asusta
Beto - Iría a mi cuarto si pudiera
María - Sí que podés, vas a tu cuarto y listo, pero eso no se hace
Beto - No, no puedo porque mamá llenó de gente mi pieza
María - ¿eh?
Beto - Si, son de la iglesia, los invitó porque quieren construir una ermita
María - ¿a quién?
Beto - A los de la iglesia, quieren construir una ermita en la esquina, pero no llegan con los
materiales, así que van a utilizar mi habitación como un centro de oración
María - Bueno
Beto - Había un muchacho que estaba tocando la guitarra pero muy fuerte, y arengaba a los
demás para que cada vez canten más fuerte, entonces me acerco y le digo: “hermosa la
canción, ¿pero podrás tocar un poco más despacio que quiero descansar?”, ¿y sabés qué me
dice?: “¿Qué te crees más importante que Dios?”, y no supe qué contestarle. Así que me vine
para acá.
María - Bueno
Beto - Pero como una señal de protesta
María - Dale Beto, ya está
Beto - Porque les digo: “Es ilegal, lo que estás haciendo es ilegal”, porque un cuerpo de
delegados de un sindicato ¿qué tiene que hacer?, las cosas a favor de las bases, y ¿quiénes
son las bases?
María - ¿Qué sindicato?
Beto - Los trabajadores de cualquier índole. Y no pienso botar absolutamente nada si no me
muestran el temario
María - Beto, ¿de qué sindicato? Si la iglesia no tiene sindicato
Beto - ¿Podés seguir el hilo de la charla, María?

María - Si, vos dijiste de la iglesia, y después dijiste del sindicato, y yo te digo que la iglesia no
tiene sindicato
Beto - Ah, tenés razón (pausa, María se sonríe) ¿Qué? ¿Estás contenta que tenés razón?
María - No, no estoy contenta, tengo razón
Beto - Bueno, felicitaciones, tenés razón
María - Bueno, listo, ya está
Beto - Bueno, listo. Decile a mamá que no entre más desnuda a mi habitación, con eso me
hacés un favor
María - ¿Mamá entró desnuda a tu habitación? Mamá no entró… ¿Entró desnuda mamá? No
entró
Beto - ¿Qué te pasa? ¿Por qué decís asquerosidades gratuitamente? ¿Qué te pasa? Entrás
gritando, decís porquerías
María - No, yo digo que no entró
Beto - ¿Mamá está entrando desnuda a tu habitación?
María - No, a tu habitación
Beto - Si es un chiste no me causa gracias
María - Lo dijiste vos, Beto
Beto - Si no es un chiste, vamos ya mismo a una comisaría
María - Vos dijiste: “¿Le podés decir a mamá que no entre más desnuda a mi cuarto?” No entró
te digo yo.
Beto - Hay que hacer una denuncia ¿Hace cuánto que está pasando?
María - bueno, no sé para qué te escucho (se tapa los oídos) ¿Te digo la verdad? No sé para
qué te escucho
Beto - Negarlo no te va a resolver nada
María - Bueno, escuchame vos a mí ahora (lo agarra del brazo)
Beto - Me estás lastimando, me estás lastimando
María - bueno, ¿me escuchás? Porque yo ya te escuché a vos
Beto - Si, con las orejas te escucho perfectamente. No con el brazo apretado
María - Te quiero pedir un favor importante
Beto - Si es plata no tengo (María se ríe) ¿Qué hacés montoncito? Te estoy diciendo que no te
voy a dar plata
María - ¿Cuándo te pedí plata, yo? Nunca
Beto - María, prácticamente te estoy manteniendo
María - ¿A quién?
Beto - A vos
María - No, si nunca te pedí plata
Beto - No soy tu padre

María - Ya sé que no sos mi padre. Y nunca te pedí plata


Beto - Bueno, buscate un modo de vida que no sea yo, te lo pido por favor
María - ¿qué decís? Si nunca te pedí plata, Beto
Beto - ¿Querés que te traiga la libretita?
María - No tenés ninguna libretita
Beto - Listo, punto, me puse firme, no hay más plata
María - ¿De qué, Beto? ¡Decime cuándo te pedí plata!
Beto - No, listo. Se cortó el chorro
María - ¿Qué chorro? A ver, decime cuándo te pedí plata
Beto - ¿Querés plata?
María - No
Beto - Decime qué hacés con la plata
María - Con mi plata hago lo que yo quiero, ¿Qué voy a hacer?
Beto - ¿Volviste a jugar al póker?
María - ¿Qué póker Beto? Si yo no sé jugar al póker
Beto - Y por eso perdés María, por favor. ¿Cuánto debés María? ¿Era el cobrador? Mirame
cuando te hablo ¿Trajiste un cobrador acá? ¿Y si le hacen algo a mamá?
María - No era un cobrador, te quería hablar de eso
Beto - Es la última vez que te salvo
María - No, no, no. No hay ningún cobrador
Beto - No lo podés traer acá, quiero que me digas cuánto debés
María - Escuchame, de ese chico te quería hablar
Beto - No le digas chico, es un delincuente
María - No, no es un delincuente
Beto - Ah, ¿no? ¿Es un compañero de juego? ¿Van a armar una mesa de juego acá?
María - No, el chico que estaba ahí era mi novio. Estaba mi novio
Beto - ¿Qué? ¿Tenés novio?
María - Si
Beto - ¿Y qué hacen?
María - Cosas de novios
Beto - ¿Qué? ¿Salen a pasear?
María - Si
Beto - ¿Y por qué no me decís antes que era tu novio? Me hiciste preocupar, pensé que le
podían hacer algo a mamá
María - Porque vos no me dejás hablar
Beto - Si te dejo hablar, pero vos no me contás las cosas
María - Te estoy contando ahora

Beto - Pero no me contás antes las cosas


María - Bueno, escuchame ahora
Beto - Si, bueno, pero no me contaste antes
María - Callate
Beto - Bueno
María - Él va a venir a comer ahora acá, a casa
Beto - ¿Querés que compre un pollo?
María - No, porque mamá ya hizo una comida
Beto - Si, pero no hizo pollo
María - No importa
Beto - Si, porque yo quiero pollo, y si ya somos los dos ganamos por mayoría.
María - No es eso de lo que te quiero hablar, Beto, escuchame.
Beto - Tenía ganas de comer pollo, por favor
María - Te quiero pedir otra cosa, ¿me escuchás? Yo lo que te quería pedir es si cuando él
viene, si vos no te podés meter adentro de tu pieza
Beto - ¿Y?
María - y eso
Beto - ¿ese es el favor? bueno
María - Bueno ¿sí?
Beto - Si
María - (Lo abraza) ¡Ay, gracias, Beto!
Beto - Bueno de nada. Ya está bien, me estas apretando
María - Es que te juro que pensé que me ibas a decir que no querías
Beto - No, yo pensé que me ibas a decir otra cosa, me hiciste preocupar de nuevo
María - No, era eso
Beto - ¿Querés que hagamos un código? Para cuando venga
María - ¿De qué? Bueno, si
Beto - Una cosa sencilla, se me ocurre ahora
María - Gracias, Beto
Beto - De nada. Hagamos así: si me golpeás la puerta dos veces salgo con el pollo, si me
golpeás una vez salgo sin el pollo
María - No
Beto - Porque quizás no le gusta el pollo
María - No, Beto
Beto - Bueno, decime qué le gusta y yo traigo otra cosa para él.
María - No me entendiste
Beto - Si, yo ya te entendí. Sino que se coma él las papas y nosotros el pollo

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María - No, Beto, no me entendiste, es otra cosa lo que te estoy diciendo escuchame
Beto - Ya te entendí
María - No, yo lo que te estoy pidiendo es si cuando él viene, si vos no te podés meter adentro
de tu pieza, pero que no salgas
Beto - No
María - ¿Por qué no? Dale, por favor
Beto - Porque no
María - Por favor te lo pido. Te juro que es la única vez que lo hacemos
Beto - No, no es la única vez,
María - Si, te lo juro, es la única vez
Beto - No, María, es LA vez. Viene tu novio a comer por primera vez, no es una vez, es LA vez
María - Si, ya sé
Beto - No, primero no ordené la pieza. No le digas a mamá, pero no ordené la pieza. Ahí
tenemos un problema
María - ¿Y qué tiene que ver? La ordenás cuando estás adentro ¿Querés ordenar cuando
estás adentro?
Beto - Si, pero no hago a tiempo. Me tendrías que haber dicho antes
María - Sí que hacés a tiempo, tenés toda la noche, te metés desde ahora
Beto - Si, pero no puedo ordenar con la gente ahí
María - ¿Qué gente? En tu pieza digo yo
Beto - Viene tu novio acá a comer, ¿por qué querés comer adentro de mi pieza? La pieza es
chica, está desordenada, papá come con la boca abierta, no vamos a comer arriba de la cama.
María - No te estoy diciendo eso, Beto. Otra cosa te estoy diciendo ¿No se entiende lo que
estoy diciendo? Es otra cosa lo que te estoy pidiendo ¿No se entiende lo que te estoy
pidiendo?
Beto - Si, yo ya te entendí
María - ¿Entendiste? A ver, decilo vos. Si me entendiste lo que te dije recién, repetilo. ¿Qué te
pedí yo? ¿Qué te dije?
Beto - Que cuando venga tu novio querés que me meta adentro de mi pieza (pausa) y que no
salga en toda la noche
María - Eso es
Beto - Porque te doy vergüenza. (Pausa) Y antes no era así
(Silencio)
María - No. No, yo no dije eso… de la vergüenza no dije
Beto - Está bien, ya está, no te hagás problema.
María - Dale, Beto, no me hagas sentir mal
Beto - ¿Qué? ¿Te sentís muy mal?

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María - y si…
Beto - ¿Estás mareada?
María - No, me siento mal
Beto - ¿Como que tenés náuseas, o algo así?
María - No, me siento mal
Beto - Haceme aliento
María - ¿Eh?
Beto - Aliento, haceme aliento. (Lo hace) ¡Ay! Qué olor a vómito que tenés.
María - No tengo olor a vómito
Beto - ¡Ay, María! No lo puedo creer (la abraza)
María - ¿Por qué me decís eso? Salí, Beto
Beto - Es la mejor noticia de mi vida
María - No tengo olor a vómito
Beto - María, te lo pido por favor, traer una vida al mundo es algo más importante que tener
mal aliento
María - ¿Qué vida? ¿De qué hablás?
Beto - Aparte son los primeros meses, porque son cambios hormonales, no te tenés que
asustar.
María - No, Beto, pará, no estoy embarazada
Beto - No importa si el padre es un mafioso
María - ¿Qué padre? No hay ningún padre, estás diciendo cualquier cosa
Beto - Ahora cuando venga mamá ella te va a tranquilizar, porque ella tiene experiencia,
¡Mamá!
Matilde - ¡Qué, Beto!
María - No la llames a mamá, ¿Qué le vas a decir a mamá? si no tengo nada, no le vas a decir
nada
Beto - Bueno, está bien, no le digo nada. Pero vos no le digas que no ordené la pieza
María - Bueno
Beto - ¡Ma!
Matilde - ¿Qué?
María - ¿Para qué la llamás si no le vas a decir nada?
Beto - Porque es mi mamá, la puedo llamar cuando quiera. ¡Mamá!
Matilde - (entrando) Pero ahí voy, si, ¿Qué pasa?
Beto - Si era un incendio
María - Bueno
Matilde - ¿Qué incendio, Beto? Llegó la reina de la casa
María - Hola Ma

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Beto - Si, llegaron


Matilde - ¿Cómo llegaron?
María - andate a tu cuarto, Beto
Matilde - ¿Viniste con Mariano? ¿Dónde está?
María - No, ma. En un rato viene
Beto - No, vino la mitad de Mariano.
María - Dale, Beto, cortala
Matilde - ¿La mitad de qué?
Beto - No, nada, igual ya está mezclada con la mitad de María, no es ni una cosa ni la otra
María - Basta, Beto, dejá de decir esas cosas
Matilde - ¿Qué están secreteando ustedes dos?
María - Movete
Beto - No, no estamos secreteando, mamá
Matilde - Si, están secreteando
Beto - No, estamos hablando entre hermanos, y vos sos nuestra madre, así que no vas a
entender por una cuestión de relación
María - claro. Andate, Beto, dale
Matilde - Está bien, no me meto
Beto - Recién ahora que empezás a ser abuela ya es otra cosa
Matilde - ¿Cómo?
María - No sé, mamá. Cualquiera, no sé
Matilde - No, cualquiera no, dijo “Abuela”
María - Por eso, mamá. Cualquier cosa dice, no le hagas caso, dejalo.
Matilde - ¡Ay, qué linda!
Beto - Se dio cuenta
María - Porque dijiste abuela
Beto - Pero podría haber sido yo
María - sí, pero estamos hablando de mí y piensa que soy yo. No estoy embarazada, mamá, no
le hagas caso
Matilde - Ah, porque le calcio baja
María - No, no baja
Beto - Mamá, no la asustes
Matilde - te da como una anemia
Beto - te llamé para que la tranquilices
María - no me asusta porque no tengo nada. Mamá, escuchame
Beto - (hablándole a la panza de María) ¡Hola!
María - ¡Mamá, me habló acá!

13

Matilde - Y, se le habla, se le canta


María - ¿A quién se le habla y se le canta?
Matilde - Al bebé, María
María - ¿Qué bebé? Si no tengo ningún bebé
Beto - Es chiquito pero es un bebé
Matilde - ¡Ay! Esos nervios, pero después se te pasa
María - Andate a tu pieza, Beto, déjame sola con mamá
Matilde - Y el humor, que le sube y le baja
Beto - Bueno, las dejo hablando de mujer a mujer
María - Bueno, hacé eso
Beto - (dándole un beso a Matilde) Sos la abuela más hermosa que hay en el mundo
Matilde - Y vos sos el tío más hermoso
María - No es tío, mamá
Beto - (saliendo) Papá
Matilde - Es tu hermano, es el tío
María - ¡No!
Beto - ¡Papa!
María - Mamá, le va a decir a papá
Beto - Andá a mirarle la panza a tu hija
Matilde - ¿Cómo no le va a decir una cosa así a papá?
María - Le va a decir una cosa que no es, si no estoy, le va a decir cualquier cosa
Matilde - ¿Por qué le contás a Beto y a mí no me querés contar?
María - ¿Qué cosa mamá? Si te estoy diciendo que no estoy embarazada
Matilde - A mí no me importa que no estés casado María, no me importa eso (Pausa) Estás
más pálida, ¿viste que estás más pálida?
María - Mamá, ¿vos me estás escuchando a mí? ¿Estás acá conmigo ahora? ¿Estamos
nosotras dos solas?
Matilde - Si
María - bueno, escuchame lo que te voy a decir. Mira acá (se señala la boca) y no mires en otro
lado que no sea acá.
Matilde - (Se acerca a mirarle la boca) Si, ¿qué pasó?
María - (hablando lento) No estoy embarazada, no estoy embarazada, no estoy embarazada.
(Pausa) ¿Entendiste mamá? No estoy embarazada
(Pausa)
Matilde - Juramelo
María - (le muestra que no tiene nada cruzado y le jura) ¿Está bien?
Matilde - Si

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María - No estoy embarazada, mamá.


Matilde - Es que me había puesto feliz de la vida
María - Pero si yo te estoy diciendo que no. Le seguís la corriente en cualquier cosa que dice
Matilde - No era cualquier cosa
María - Sí que es cualquier cosa. Y no me pongas más nerviosa de lo que estoy.

Escena 3
Cocina

Matilde - ¿Por qué tanto nervio?


María - Porque sí. Porque quiero que salga todo bien, quiero que esté todo bien
Matilde - Y, va a salir todo bien
María - No sé si va a salir todo bien ¿Qué hiciste de comer?
Matilde - Lo que más te gusta
María - No me digas lo que más te gusta, mamá. Decime qué hiciste
Matilde - Bueno, milanesas hice.
María - No mamá, milanesas no.
Matilde - ¿Por qué no? A la napolitana, como a vos te gustan.
María - No mamá, es re grasa milanesa.
Matilde - Pero están hechas al horno.
María - No es por la grasa del horno o el aceite. Es porque es re grasa comer milanesa, es re
de zona sur, no me gusta.
Matilde - ¿Y nosotros dónde vivimos, María? ¿Qué estás diciendo?
María - ¡Ah! ¿Y por qué no comemos arriba de un 79 también? Es una redundancia, mamá
Matilde - Barbaridades estás diciendo
María - No mamá, no quiero que comamos milanesas, hagamos otra cosa
Matilde - De ninguna manera
María - ¡Podemos pedir una comida de delivery!
Matilde - No. La comida ya está hecha. Y además es muy caro
María - No importa, lo pago yo
Matilde - No, no tenés por qué pagarlo vos
María - Dale, mamá
Matilde - No
María - ¡Papá! ¡¿Podemos pedir una comida de delivery?!
José - (Desde la habitación) ¡Ya guardé el auto!
María - ¿Y eso que tiene que ver? Si la comida te la traen

15

Beto - (Entrando desde la habitación) ¿Querés que compre el pollo?


María - Bueno, dale.
Matilde - Ningún pollo, estoy escuchando.
María - Pero si él quiere.
Matilde - ¿Él quiere? Y a vos te viene bárbaro.
María - Bueno, no, está bien, gracias.
Beto - Si me hubieras dicho que si antes comíamos pollo (Vuelve a la habitación)
(Pausa)
María - (Viendo que Matilde se sonríe) ¿Estás contenta?
Matilde - Si
María - Ah, estás contenta
Matilde - Muy contenta
María - Bueno, yo no. ¿Puedo preguntar que hay para tomar o no puedo preguntar?
Matilde - Sí que podés preguntar. Hay vino, gaseosa y cerveza.
María - Bueno
Matilde - ¿Está bien?
María - Si, está bien. Lo único que te voy a pedir es que no pongamos las botellas acá arriba
de la mesa porque queda mal.
Matilde - Bueno, podemos traer la mesita que está en tu cuarto y ponemos todas las cosas
altas ahí, para no estar cogoteando.
María - No, no entendiste, digo que no pongamos las botellas acá arriba de la mesa porque
queda mal que se vea la etiqueta, la marca de las cosas. Hay que poner las bebidas en jarra,
porque yo cuando voy a la casa de Mariano ponen en jarra la bebida.
Matilde - Pero si vos te la pasas peleando con Beto para tape rápido las gaseosas porque se
les va el gas
María - ¿Y?
Matilde - Y, en una jarra se les va todo el gas
María - No importa hoy. Hoy tiene que estar en jarra. Porque yo cuando voy a la casa de
Mariano ponen en jarra… queda mal que se le vea la etiqueta… Ya lo dije mamá, es eso, es
una jarra, no es tanto, una jarra nada más
(Silencio)
María - ¿Qué?
(Silencio)
María - ¡¿Qué?!
Matilde - Yo… no tengo jarra.
María - ¿Cómo que no tenés jarra, mamá? todo el mundo tiene jarra, mamá. No es normal que
no tengas jarra ¡Papá! ¿Podemos ir a buscar una jarra?

16

José - (Desde la habitación) ¡Ya guardé el auto!


María - Ya guardó el auto, mamá. ¿Por qué me hacés así? ¡Te pedí que estuviera todo bien!
(Entra José y se sienta en la mesa como al empezar la obra)
Matilde - Pero no me pediste una jarra
María - Pero eso es parte. Y acá no está limpio mamá, yo me doy cuenta
Matilde - Sí que está limpio, si pasé el trapo
María - Mirá la alfombra
María – Mamá, a ver si me entendés. Mariano es una persona que es distinto, es diferente a
nosotros. Yo cuando voy a la casa de Mariano está todo perfecto, todo impoluto. Mirá, para que
te des una idea, Mariano es una persona que pasa el dedo por un lugar que está limpio y ve
mugre igual.
Matilde - Pero ese chico tiene que ir al oculista.
José - Acá que no venga a buscar roña porque la va a encontrar.
María - No papá, no es roña de pelea. No puedo explicar todo, me voy a cambiar. ¡Ah! Una
cosa más, ¿no se puede quedar Beto metido adentro de la pieza y que no salga?
(Pausa)
Matilde - Bueno.
María - ¿En serio?
Matilde - Si.
María - ¿Le podes decir vos, que si le decís vos lo hace?
Matilde - Si, pero mejor que en la pieza va a estar en la terraza, porque ahí está la cucha del
perro, y le podemos poner la cadena más gruesa, la correa más ancha, un buen plato de
balanceado y un balde lleno de agua para que tire toda la noche, ¿qué te parece?
María - No dije eso yo.
Matilde - Ah, me pareció escuchar eso
María - No, yo dije si no se podía quedar en su cuarto, nada más
Matilde - No
María - ¿Por qué no?
Matilde - Porque tu novio viene a conocer a tu familia, y tu familia es tu papá, tu mamá y tu
hermano.
María - No, a ustedes dos lo viene a conocer. No quiero que esté Beto porque va a hacer algo.
Matilde - No va a hacer nada tu hermano.
María - Si, mamá, va a hacer algo, sabés que va a hacer algo. Papá, ¿no se puede quedar
Beto metido adentro de la pieza y que no salga?
José - Sí, ahí abajo fíjate que hay una jarra verde.
(Silencio, se va)
María - Te odio mamá, te juro que te odio, te re contra odio

17

Matilde - Bueno, me parece muy bien

Escena 4
Cocina

José - ¿Sacaste la basura?


Matilde - Si, si la saqué
José - ¿Dónde está el mate? Esto es lo que yo digo ¿Ves? Otra vez, ¿Cuánto hace que no
tiene agua? Ahora se enfrió la yerba, le ponés el agua caliente, se arruina la yerba. Estás
gastando el doble de yerba, y te doy una noticia: la yerba se paga.
Matilde - No estoy gastando el doble, y si, se paga.
José - Bueno
Matilde - ¿y por qué no te lo llevaste con vos el mate?
José - ¡porque no! Porque quiero que estés atenta acá. Eso es lo que quiero
(Silencio)
Matilde - ¿Qué es esto José?
José - ¿Qué?
Matilde - Tu camisa, tiene lápiz labial.
José - ¿eh? ¿Qué? ¿Es la mía esta? ¡Ah! Este Carretini, ¡Qué hijo de puta! Vos sabés que me
olvidé de contarte. EL jueves venía por el patio de la oficina ¿viste? Me lo veo venir al petizo
todo nervioso ¿viste cómo es él? ¿Por qué? Porque lo habían llamado del cuarto piso, de la
oficina de Delmaso, para una reunión. Y agarré, y le dije a él ahí, y ahora te lo digo a vos, no te
olvidés lo que te digo. Agarré y le dije a él: “Para mí, te ofrecen, mínimo, una subgerencia en
alguna sucursal del interior”. Acordate, vas a ver.
(Sigue leyendo el diario, pausa)
Matilde - ¿Y qué tiene que ver eso con la camisa?
José - No, porque él tenía una camisa gris, a rayitas, fea. Entonces, cuando me ve a mí: “¿No
me la prestás?”. Para la reunión, ¿Entendés? Y vos sabés que me venía con la camisa de él. Si
no me para en la puerta me vengo con la camisa de él. Y capaz, ¿viste Rosita? La secretaria
de Delmaso, esa flaca, dientuda, fea…
Matilde - No, no la conozco yo
José - Bueno, capaz que se le arrimó y sin querer le manchó ahí. Yo, la verdad, ni lo había
visto
Matilde - ¿Qué? ¿Carretini sale con la secretaria del jefe?
José - No, no es que salen. Es una cosa interna, ahí, de broma.

18

Matilde - Porque pobre Alicia, la verdad que no se lo merece. Y menos mal que la encontré yo
la camisa, ¿mirá si la llegaba a ver ella? ¿no?
José - Bueno, me voy a cambiar que va a venir el novio de María Pía. Escuchame una cosa
¿La camisa rosa, esa a rayitas blancas, está planchada?
Matilde - Si, está colgada en el placard.
José - ¿Seguro?
Matilde - Si, seguro
José - Bueno
Escena 5
Cocina

(Entra Beto con un sombrero puesto)


Beto - (A José) Pa, ¿No viste mi sombrero?
José - ¡No! (Sale)
Beto - Ma
Matilde - ¿Qué, Beto?
Beto - ¿No viste mi sombrero?
Matilde - No. (Silencio. Lo mira) Lo estoy viendo.
Beto - ¿Dónde está?
Matilde - En tu cabeza.
Beto - Papá no ve nada.
Matilde - Yo el otro día busque los anteojos durante 15 minutos hasta que me di cuenta que los
tenía puestos.
Beto - Qué simpático. ¿Me das un mate?
(Silencio)
Beto - Ma, mañana quería alquilar una película a la tarde
Matilde - Bueno, cuando volvemos de fútbol pasamos por el video y alquilamos una.
Beto - No, pero yo la quería ver tipo 2
Matilde - Pero a esa hora estás jugando, Beto
Beto - Sí, pero no puedo ir a fútbol.
Matilde - ¿Por qué?
Beto - No encuentro las medias.
Matilde - Yo las medias te las lavé, y te las guardé en el segundo cajón ¿Ordenaste tu cuarto?
Beto - La mitad. La otra mitad la dejé para tener alguna actividad ahora a la noche.
Matilde - Ah, me imagino. Ahí en la otra mitad deben estar. ¿No?
Beto - Sí. (Pausa) Ma, no quiero ir más a futbol.
Matilde- ¿Por qué?

19

Beto- Porque corren, gritan, se ríen, juegan al fútbol. No me gusta


Matilde - Y vos sos el que más corre, el que más grita, el que más se ríe y el que más juega al
fútbol de todos.
Beto - Si, para pasar desapercibido.
Matilde - Bueno, ¿pero vos te acordás lo que te dijo el médico la última vez que estuvimos?
Beto - No, no me acuerdo, habla mucho
Matilde - Bueno. Una de las cosas que te dijo fue que con la medicación que estas tomando te
hace bien hacer ejercicio, porque eso te regula el sueño….
Beto - Natación quería hacer
Matilde - Bueno
Beto - La natación es el deporte más completo
Matilde - Si, es completo
Beto - no, es el más completo
Matilde - Bueno, el más completo. Entonces cuando volvamos al doctor el mes que viene le
preguntamos, y si da permiso agregamos natación, ¿eh? Porque si no estás empezando una
cosa y la dejas, empezás otra y la dejas
Beto - Ma, ¿por qué no vas vos a futbol que te gusta tanto?
Matilde - Si, de arquero podría ir
Beto - Si, de lo que quieras, porque con el entusiasmo que tenés con ese deporte vas a triunfar
Matilde - Si
Beto - Nunca es tarde
Matilde - ¿Te imaginas?
Beto - No, la verdad que no me imagino
Matilde - Yo tampoco
(Pausa)
Beto - Ma, ¿qué hace una camisa de papá manchada en el cuello con lápiz labial?
Matilde - Ah, ¿la camisa? No le vas a contar a nadie ¿no?
Beto - ¿A quién?
Matilde - A nadie.
Beto - No.
Matilde - ¿Viste Carretini, el compañero de trabajo de papá?
Beto - ¿Él de los dientes manchados?
Matilde - Ese. Bueno, parece que Carretini sale con la secretaria del jefe. Y no sé qué le paso a
la camisa de él, que estaba rota o viejita… la cuestión es que le pidió a papá que le prestara la
suya, y papá se la prestó. Y se ve que esta mujer le manchó el cuello con lápiz labial. Eso pasó.
Y menos mal que la vi yo y no la vio Alicia
Beto - ¿Quién es Alicia?

20

Matilde - La señora de Carretini


Beto - ¡Ah! Si, menos mal. Pobre mujer, la verdad enterarse de una traición tan grande de una
forma tan patética… esa mujer no puede vivir más feliz. Le va a pasar como a los malvones de
la abuela, que cuando se enfermó no los cuido nadie y se marchitaron.
Matilde - Ah, si ¿te acordás?
Beto - Pobre, quién pudiera ayudarla, quién pudiera tenderle una mano. (pausa) Ma, ¿por qué
no escriben cuentos infantiles vos y papá?
Matilde - ¿Cómo, Beto?
Beto - Digo, porque tienen una imaginación, una facilidad tan grande para armar historias. De
una cosa chiquita hacen algo tan grande. Y hasta podría ser creíble. A mí me da una envidia,
porque yo no heredé nada de todo eso, en cuanto empiezo a escribir algo se me van las ideas.
Pero soy muy bueno con los títulos, pongo el título y después no se me ocurre nada. Con los
títulos los puedo ayudar, “Carretini y el lobo feroz”, no ese no, igual la primera idea hay que
descartarla, decíselo a papá que le va a servir para el futuro. “Alicia en el país de la camisa”,
ese es bueno porque tiene juego de palabras.
Matilde - Bueno ¿sabe los que vamos a hacer usted y yo ahora?
Beto - ¿Qué?
Matilde - Yo voy a terminar de ordenar acá un poco y usted se va a ir a su cuarto y se va a
poner lindo, lindo.
Beto - Ya estoy lindo, lindo.
Matilde - Vos sos lindo, lindo.
Beto - Vos también sos linda, linda.
Matilde - ¿Porque a que no sabe qué pasa esta noche?
Beto - No
Matilde - Viene a comer, por primera vez, el novio de María Pía.
Beto - ¿Qué? ¿No comió nunca?
Matilde - Si, cómo no va a comer. Pero acá es la primera vez que come, ¿o no?
Beto - ¿Y por qué hay que ponerse lindo, lindo?
Matilde - Ah, ¿Por qué a que no sabés de dónde viene?
Beto - No, ¿de dónde?
Matilde - De zona norte.
Beto - ¿Y cómo hizo?
Matilde - Viajando
Beto - Ese es el amor, el amor puede unir tantos kilómetros de distancia.
(Entra José. Beto agarra el sombrero y se para).
Beto - Pa, ¿no viste mi sombrero?
José - ¡No! (A Matilde) ¿Está bien así? (Beto se va)

21

Matilde - Sí, el cuello tenés mal. (Le arregla el cuello de la camisa)


José - Tenés que estar atenta cuando colgás.
Matilde - ¿eh?
José - Que tenés que estar atenta cuando colgás. Estás colgando todo muy apretado. Uno
saca una percha y se vuelve a arrugar ¿Cómo es eso?
Matilde - Bueno, las voy a doblar de ahora en más
José - Si, las doblás y las apilás.
(Mariano golpea la puerta)
Matilde - ¡María Pía, debe ser Mariano!
(María Pía sale corriendo desde su habitación)
María - ¡Ah! ¡Métanse adentro!
José - María, andá a abrirle la puerta
Beto - (entrando a escena) ¡María, ahí está!
María - ¡No! (María corre a Beto por la casa)
José - Beto
Matilde - Despacio
Beto - Hay que barrer (agarra un escobillón)
Matilde - Ya está todo barrido
Beto - No, porque Mariano ve mugre
José - Que se vaya a la pieza
María - No, Beto, salí
Beto - Dejame que lo vea, María
Matilde - Dejalo, ¿no te das cuenta que te lo hace de celoso que es?
María - Métanse adentro, vos también papá
José - Bueno, bueno
María - ¡Voy!
Beto - ¿Qué vamos a comer?
Matilde - Milanesas
Beto - ¿Otra vez milanesas?
José - Y vos todavía le seguís la conversación

Escena 6
Living

María - (Abriendo la puerta) Hola, ¿cómo va?


Mariano - Esperando que abras

22

María - Ah, sí. Porque me peiné, y después me despeiné, y me volví a peinar. Bueno,
bienvenido.
Mariano - ¿Hay problema si dejo la camioneta afuera?
María - No, no pasa nada acá. Podés estar tranquilo que no pasa nada. (Pausa) Esta es mi
casa… Y esta es la parte del living, porque están los sillones, y ahí es la parte de la cocina,
porque está la cocina…
Mariano - Y los caños pasan por abajo, el inodoro está en el baño… Como en una casa
María - Sí, como una casa, tenés razón.
(Silencio, Mariano la mira de arriba abajo)
María - Mirá que linda que está esta pared. Porque se nota que está recién pintada. Porque
había salido la cosa de la humedad y mi papá lo arregló y lo pintó, y la pintó toda ya que
estaba. Y le quedó bien. Bah, no sé, para mi esta es la mejor pared, si te ponés a comparar. Ahí
se nota que arregló, ¿ves? Pero es el arreglo, no es la humedad
Mariano - Si, me doy cuenta que es el arreglo
María - Claro. Mi papá todavía lo tiene que pintar ahí, pero por lo menos ya no te hace el efecto
de la humedad, que te hace mal
Mariano – (Señalando una parte del techo) Esto puede matar a alguien.
María – No, no, no, no, no mata. Eso es que se cayó el tanque, y se rompió
Mariano - ¿Qué? ¿Están sin agua?
María - No, hay agua, ¿querés? Hay
Mariano - No, yo decía por si no tenían agua.
María - Si, pero se va a quedar ahí, no se cae más. Esto ahora mi papá lo tiene que arreglar.
Como ahí le va a quedar acá
Mariano - Bueno, mientras tengan agua.
María - Si, eso sí. Se nota que pasó algo, pero no es algo grave. Bueno ahí también va a tener
que arreglar, mirá, está todo caído. Bueno y ahí también… y ahí también. Bueno, en todos
lados lo va a tener que arreglar. Si, ya sé, no está muy linda mi casa. Lo que pasa es que ahora
que estoy con vos, yo veo el mundo a través de tus ojos, y veo mi casa a través de tus ojos y
no me gusta. No es linda mi casa, está toda caída.
Mariano - Ssh, tranquila (le da un beso) No te preocupes, que no vamos a vivir acá.
María – Si, es verdad. No vamos a vivir acá, no lo había pensado
Mariano - Bueno, andá a buscarlos así ya los conozco
María - Bueno los voy a buscar. Vos sentate donde quieras para esperar, donde más te guste.
Ese no, ese no porque hace así. Ese sí, (Mariano se deja caer en el sillón) pero no, no te tires.
Porque no es como el de tu casa que es mullidos. Este te tiras y ahí te quedaste, porque es
duro, algo de los resortes debe ser, que están vencidos
Mariano - Tranquila, María. ¿Me escuchás?

23

María - ¿Qué? ¿De los resortes?


Mariano - No, tranquilízate, ya está.
María - Si, ya está. Yo ahora los voy a buscar y te los presento. Vos quédate acá tranquilo
como si fuera tu casa, que no es tu casa… Bueno, ya está, ya está (Sale).

Escena 7
Living

(Entra María con los padres, se presentan).


María - Bueno, acá están. Mi mamá, Mariano. Mi papá, Mariano, mi novio. Bueno, ya está, ya
se conocieron
Mariano - Bueno, pónganse cómodos.
José - Si, si
Mariano - María Pía me dijo que haga como si fuera mi casa, así que estoy tratando de…
José - Ah, muy bien
María - Si, yo le dije, me había olvidado
José - Tomá asiento
Mariano - Cuidado con ese que está medio desvencijado
María - Sí, porque yo le dije que se movía.
Matilde - Ah, pero ya lo arregló
María - Ah, ¿lo arregló?
José - No, ya está. Vos sabés que tenía una pata floja. Le puse un tornillo, un poquito de cola,
ya está.
Mariano - Claro
José - Mirá, te digo una cosa, con esto del arreglo de la casa es así. Uno empieza por una
punta, y cuando llega a la otra algo se salió de lugar acá, ¿entendés?
Matilde - Si, no se termina nunca con la casa. Es verdad eso
Mariano - Igual este ambiente te quedó bastante bien
José - Ah, sí, a esta pared le pegué una lijada, le di una mano. Me falta la de la cocina, así que
cualquier fin de semana de estos, que tenga tiempo, y ganas le echo mano
Mariano - Claro
José - ¿Qué va a ser?
Mariano - Si, si
José - Bueno, ¿llegaste bien?
Mariano- Sí. Por suerte, la “gallega” me indicó bárbaro.
Matilde- ¿Qué? ¿Viniste con una señora?

24

Mariano- No, el GPS.


María - El GPS
José - GPS, Matilde, el GPS
Matilde- ¿Qué es eso?
José- Es el aparatito ese, yo después te explico.
María - Es un aparatito, má, que se pone en el auto y te va diciendo por dónde tenés que ir
Matilde - Ah, mirá que bien
María - pero yo también después te explico, porque es más complicado que eso
José - ¿Y de dónde venís?
Mariano - De San Fernando.
José – ¿San Fernando?
Mariano - Si
José - Uh, mirá Matilde, ¿Qué te digo yo siempre de San Fernando? Vos sabés que yo siempre
le digo a ella, para mí, San Fernando es uno de los lugares más lindos de aquella zona
María - Si
Mariano - Si, la verdad que si
José - Es hermoso, yo hace bastante tiempo que no voy, pero vos sabés que en una época iba
por lo menos una vez por semana
Mariano - Mirá vos
José - Porque tenía un cliente allá
Mariano - Claro, claro
José - De acá es medio lejos
María - Si
José - Lo que tiene es que está bien conectado, eso sí. Yo por lo menos agarraba
Panamericana, General Paz…
Mariano - Si, no me lo cuentes que lo acabo de hacer y la verdad es que es muy cansador.
José - ¿Ah, sí?
Mariano - Es como irse de vacaciones pero a un lugar que no.
María - Claro, que no es de vacaciones
José - Claro, lógico
María - Es cierto eso, no lo había pensado
José - Bueno, pero ¿viste que cuando salís de Camino negro para acá, ya es otra cosa? O sea
más verde, otro aire, otra cosa.
Mariano - Sí. Otra cosa.
Matilde - ¿Y viste el barrio por acá? ¿Viste qué lindo? Es lindo
Mariano – Sí, digno
(Pausa)

25

Matilde - Yo siempre le digo a María Pía que me gustaría que el día que ella se vaya de casa
para hacer su vida o formar su familia, que me encantaría que viva cerca, porque por acá hay
muchas plazas, muchas escuelas, y estando cerca le puedo dar una mano.
Mariano - Claro, si, pero la verdad es que estamos pensando todo para aquel lado
José - Ah
Mariano - El estudio con mis socios lo tengo en Olivos, y bueno, está bien conectado, pero
para todos los días la verdad que no
José - Y nada más y nada menos que Olivos.
María - Si, en Olivos
José - ¿Qué te digo, Matilde, yo siempre de Olivos? Vos sabés, que yo siempre le digo a ella,
para mí, Olivos, con esas casonas, esas arboledas, uno de los lugares más lindos de la zona
norte
María - Hermoso
Mariano - Muy lindo, si
María - Es muy, muy lindo de verdad
Mariano - (Le habla a María al oído).
José - Bueno, no sabemos de qué hablan ¿eh?
Mariano - Pensé que María les iba a adelantar algo, pero evidentemente no lo hizo
Matilde - ¿Adelantar?
Mariano - Una noticia que tenemos
José - Mirá, te digo una cosa, lo único que sabíamos era que vos venías, después no sabemos
nada
Mariano - Bueno, algo es algo
Matilde - Y ¿qué noticia?
Mariano - Ahí les va a decir
María - (niega con un gesto)
Matilde - ¿Qué?
Mariano - ¿No qué?
María - (vuelve a negar)
José - Parece que no
Mariano - ¿Querés que lo diga yo?
María - (Asiente)
Mariano - Bueno, la noticia es que nos vamos a vivir juntos, nos vamos a mudar ahora dentro
de poco, pero pensé que les iba a contar algo
José - Ah, bueno, felicitaciones
Matilde - Venga para acá usted que no me dijo nada
José - Bueno, un notición, totalmente inesperado para nosotros

26

Mariano - Mirá, para nosotros también, porque no veníamos pensando. Ahora se dio un golpe
de suerte, y vamos a… en realidad voy a ser propietario de una casa en Florida, y vamos a ir a
vivir ahí
José - ¡No! ¿Florida? Mirá Matilde. Escuchá, una casa en Florida. ¿Qué te digo yo siempre de
Florida? Vos sabés que siempre le digo a ella, si me dan a elegir un lugar para vivir elijo Florida,
porque la verdad que es un lugar precioso
María - Si, es hermoso, muy lindo. Y la casa también, es preciosa.
Matilde - ¿Cómo es?
María - Es muy grande, y muy luminosa
Mariano - ¿Me dejás? Es muy linda, está muy bien ubicada, tiene unos ventanales enormes,
una galería, es ideal. Lo que sí, está a reciclar porque la dueña anterior no se podía ocupar.
Incluso vino a asesorarse por la hipoteca con mis socios, y estuvieron trabajando en eso un par
de meses. Pero bueno, no tenía fondos, no había ningún familiar que se hiciera cargo, la
verdad que una situación de abandono terrible. Dos locales, tiene la casa
José - No te puedo creer. ¿Locales? Vos sabés que yo siempre le digo a Matilde que el sueño
que tuve toda mi vida es tener locales. Porque el local es un ingreso que uno tiene para toda la
vida, como una jubilación
Mariano - Bueno, es más que una jubilación te diría, por la zona
José - ¿En este caso?
Mariano - (a María) No los vamos a poner en venta a los locales ¿no?
María - No
Mariano - Pero si querés te podemos alquilar uno
José - No, gracias, me queda lejos
Mariano - Mirá que está bien conectado. Hacés General Paz, Panamericana
María - Ah, porque vos dijiste que estaba bien conectado, estuvo bien ahí
Matilde - ¿Pero qué? Le sacan la casa a la señora.
Mariano - No, la señora había perdido su casa.
María - Claro
José - Claro Matilde, a ver, si vos tenés un bien que tiene una deuda y no pagás esa deuda,
ese bien no es más tuyo
María - Si
José - Es así
Matilde - Yo preguntaba porque si la propiedad es tan importante, por ahí vendiéndola, la
señora con la mitad se podía comprar algo más chico y con el resto pagaba las deudas.
Mariano - Claro, pero estaba inhibida para vender.
María - Estaba inhibida
José - Claro ¿Ves? ¿Ves? Son cosas legales que nosotros no sabemos

27

María - Claro má, aparte es como dice papá, que si vos no pagar más algo, no es más tuyo, y
si no es más tuyo, no lo podés vender. (A Mariano) ¿No?
Matilde - ¿Y a dónde va la señora?
Mariano - Supongo que a un asilo, o aun hogar
María - Claro, a un asilo.
José - No, esperá un momentito, Matilde. Todos los municipios tienen lugares especiales estos
casos. O sea, la señora no va a quedar en la calle. El municipio la toma y la reubica en uno de
estos lugares
María - Si, eso es así, cuando una persona no tiene a donde ir el estado se hace cargo, el
estado agarra a la persona, la lleva a donde tiene que ir y listo. Pero es el estado, no él, porque
no le corresponde
Mariano - Yo abuela ya tengo.
(Risas. Entra Beto arrastrándose por el suelo, Mariano no lo ve).
Mariano - Con dos me alcanza y me sobra, una más ya sería demasiado
María - ¿Te imaginás? Tres abuelas
José - No, si no hay nada más lindo que tener abuelas
Mariano - (a María) a vos te volverían loca
Matilde - Yo antes decía lo de vivir cerca, porque yo me imagino ¿no? Ella con la profesión que
tiene, y más adelante con nenes chiquitos, va a estar mucho tiempo fuera de la casa. Y estando
lejos se me complica para ayudarla, por eso decía
Mariano - Claro, claro. Pero la verdad es que yo prefiero que María críe a mis hijos. No es por
nada, pero quizá por tu edad, vos te llegás a caer y estamos todos corriendo, me parece
innecesario. Sí que seas abuela, qué se yo. Yo soy medio chapado a la antigua ¿viste? En mi
casa mi mamá se quedaba a cuidarnos a nosotros, y mi papá ponía unos frascos en la cocina.
Uno con el nombre de mi mamá, otro con el nombre de mi hermana y otro con mi nombre. Y
ahí ponía el dinero y con eso nos arreglábamos todos
José - Bueno, mirá, está bien
Mariano - Y en casa vamos a hacer lo mismo, ¿no mi amor?
José - ¿Entendés, Matilde, cómo hacía el padre? Ponía tres frascos, con el nombre de él, de la
hermana y de la madre, y ahí le ponía un dinero como para la diaria. Muy buena idea
Mariano - Y, si se puede…
Matilde - Vos sabés que yo, antes de tenerlos a ellos, yo trabajaba, era docente. Y después
que los tuve renuncié al cargo, no trabajé más. Y la verdad que hoy día me arrepiento
María - No digas así, mamá
José - ¿De qué te arrepentís? Si acá no te falta nada ¿Qué estás diciendo?
Matilde - No, pero cuando uno trabaja en algo que le gusta conoce otra gente, aprende otras
cosas y además tiene su plata

28

Mariano - María va a tener su plata.


José - Claro, ¿no ves qué te dijo cómo hacían en la casa, cómo se organizaban?
Escena 8
Living

(Mariano se da vuelta y lo ve a Beto que estaba en la cocina desde que entró).


María - No, no, no, no, no. Es mi hermano, pero le gusta quedarse ahí tomando mate.
José - No, es el hermano de María Pía, pero él quiere estar allá solo.
Matilde - Vení Beto. Vení a conocer a Mariano
María - No lo llames, mamá, porque si lo llamás viene, pero si no lo llamás no viene.
Matilde - Claro que lo llamo. Este es Mariano, el novio de tu hermana
Mariano - Últimamente está nerviosa
Matilde - Está nerviosa, sí.
José - Ah, sí, se pone nerviosa
María - No, no estoy nerviosa, pero si él quiere quedarse ahí está bien, que cada uno haga lo
que quiera
(Beto se acerca).
José - Bueno, ahí viene, ahí viene.
María - bueno
(Beto se tropieza con el sillón)
Matilde - Epa
José - Beto, cuidado, hay gente. Che, saludá, saludá
Matilde - Se está arreglando
José - Bueno que se apure. Dale. Dale
María - Saludá, Beto
(Se saludan con la mano)
José - Bueno, ahí está
Mariano - ¿Cómo va?
(Beto le sacude el brazo)
José - Bueno, bueno.
María - Soltálo.
José - Basta Beto, soltale la mano
Beto - No, es él
José - No es él
Matilde - No, Beto, sos vos
José - Soltale la mano, te conozco. Matilde
Matilde - Ya le estoy diciendo

29

José - Le estoy diciendo, no. Sacale la mano


María - Basta, Beto.
(Lo suelta, María se ríe)
María - Hizo así para que hagamos todos así con el cuerpo y nos riamos de eso. Él hace
chiste, chiste, chiste, todo el tiempo.
Matilde - Si, es muy gracioso
José - Claro, ¿sabés lo que pasa? Esas son cosas que él ve en la televisión, ¿entendés? Y
después las repite, tiene un montón
Beto - Vos sabés que hace un tiempo leí una información acerca de ustedes, me resultó
interesantísimo, cómo se pueden desarrollar en un ambiente con una naturaleza tan hostil,
¿no? Y llevar su vida a cabo de la mejora manera. Son el ejemplo de la humanidad tiene un
grado de adaptabilidad superlativa. Y que estés acá me puede ayudar a comprender nuevas
formas de ver el mundo, otros puntos de vista, y eso es muy importante para mí.
José - Bueno, Beto
Beto - ¿Cuántos perros tenés? ¿Cómo los entrenás?
Mariano - No, no tengo perros, no me gustan en realidad. Bueno, así que ya saben. (A María)
No se te ocurra tener un perro en Florida
Beto - Yo pensé que eran indispensables.
José - ¿Qué tiene que ver? Hay gente que no tiene perro
Matilde - Al que no le gustan los perros, no tiene perro
Beto - Pero había leído otra cosa. Ellos distinguen 16 tipos de blancos
Matilde - ¿Los perros?
Beto - No, mamá, ellos
Matilde - ¿Ellos quiénes?
Beto - Bueno, eso tampoco sé si es cierto. ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Cómo hacen con
las casas? al momento de cocinar ¿por qué no se les desmoronan y cede la estructura?
José - ¿Por qué se va a desmoronar? ¿Qué estás diciendo Beto?
Beto - No papá, al estar compuestas las casas por bloques de hielo, si prenden fuego en el
interior para la cocina diaria ¿por qué no se les derrite el hielo y cede la estructura y se les
desmorona la casa?
Matilde - Pero no es de hielo la casa
Beto - Si, de eso estoy seguro. No creo que hagan una casa por comida, no sería sustentable
María - ¡Ah! Como que sos del polo norte cree, en vez de zona norte. Como que sos un
esquimal
Mariano - Si, ya entendí
José - No, Beto. Es acá nomás
Matilde - Es zona norte

30

María - Te confundiste Beto


Beto - Si dejan que me conteste
Mariano - Yo te contesto, soy de San Fernando ¿Conocés San Fernando?
Beto - No, no conozco las provincias de allá. Pero en un mapa me puedo ubicar
María - Beto, es de acá de la provincia de Buenos Aires
Beto - No, María, es otro país
José - No
Matilde - No, no es otro país
Beto - Bueno, María nunca fue buena en geografía, hay que decirlo. En lengua y literatura es
brillante. Toda mi familia
José - Bueno
Beto - Tienen facilidad para las letras. Yo no, la ruleta genética, a cada cual le toca lo que le
toca ¿no? Los poemas de María son bellísimos
José - Matilde
Matilde - Bueno, escuchame lo que te digo
Beto - Si, ma. Estoy charlando
Matilde - Bueno, está bien. Yo te digo que San Fernando está en zona norte, y zona norte está
arriba de la capital
Beto - No, yo fui a la capital y arriba no había nada
Matilde - No, Beto, en el mapa. En el mapa está capital y arriba está zona norte, abajo zona
sur, zona oeste
Beto - Me confundí yo, me desorienté, se me imantó la brújula, como quién dice. Menos mal
que no te saludé con la nariz
José - Bueno
Mariano - Mirá, menos mal
Beto - Para romper el hielo
José - Bueno, está bien
María - ¿Viste que hace chistes todo el tiempo?
Beto - ¿Entonces quién sos?
(Pausa)
Mariano- Bueno, soy el novio de María Pía, tu cuñado, soy abogado y afuera está mi
camioneta. Cuando quieras vamos a conocer San Fernando, vas a ver que ahí no hay hielo, ni
esquimales, ni nada por el estilo
José - Bueno, mirá qué lindo programa
María - Me encanta esa idea, está buenísima
Beto - Si, pero no creo que pueda ir
Mariano - No hoy

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María - Sí que podés


Mariano - Cuando vos quieras, en la semana
María - Claro
Beto - No, en general no voy a poder ir
José - ¿Qué decís Beto?
María - Sí que podés
Beto - Te cancelo la salida
José - ¿Qué cancelo?
Matilde - ¿Por qué la cancelás?
María - ¿Por qué, Beto?
Beto - Porque mi papá y mi mamá me enseñaron que no tengo que viajar con extraños
Matilde - Pero no es un extraño, es el novio de tu hermana
Mariano - Bueno, pero es diferente
José - Pero eso es cuando no conocemos a la persona. No tiene nada que ver
María - No es un extraño, es mi novio
Beto - Cuando te saques la careta voy a ir a pasear con vos.
(Silencio)
José - Eh, Mariano estaba contando…
Matilde - Como si tuvieras una careta ¿viste? Ya empezó con los chistes.
José - Si, eso ¿entendés? ¿Viste que te dije?
María - (se ríe) ¡como que tenés careta!
Beto - Porque hay que estar atentos
José - Bueno, no grites
Beto - mi papá siempre dice que hay que estar atentos.
María - Claro, tenés que estar atento, porque él te tira el chiste, y si no estás atento no te das
cuenta que es un chiste
Beto - Así que somos una familia atenta ¿o no?
José - Basta
(Pega un salto y se tira al suelo).
José - ¡Beto! Será posible
Matilde - No te asustes porque él siempre lo hace.
José - ¿Cómo siempre lo hace? Se va a reventar la cabeza, ya se lo dije veinte veces.
Levantate
Matilde - Pero un día de estos te vas a lastimar, vení acá.
José - Ya te dije que no te tires cuando hay gente. La gente se asusta
María - (se ríe) no se hizo nada, él lo hace eso para mostrarte que es ágil con el cuerpo. Se
levanta, se tira, se levanta, se tira, y vos decís “Qué ágil”

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Matilde - ¿Te golpeaste?


Beto - No, no me golpeé
Matilde - Sí que te golpeaste, ¿cómo que no?
José - Bueno, basta
Beto - (gritando) No, tuve una pesadilla horrible.
Matilde - ¿Cómo una pesadilla?
Beto - Si, soñé que estaba durmiendo y que me despertaba un ruido y miraba por la ventana y
había una luz.
José - Matilde, que no grite cuando hay gente
Beto - Pero bajaba gente de la luz, porque era un helicóptero. Y entraban a la casa, y me
agarraban y me daban unos papeles y una lapicera y me decían “Firme, firme”.
José - No grites
Beto - Entonces yo agarraba la lapicera e iba a firmar. Pero me miro la mano y tenía pequitas
José - Bueno, bueno listo
Matilde - ¿Pequitas?
Beto - Si, porque era una viejita (A Mariano) ¿Entendés que era una viejita y que estaba
firmando para que me saquen la casa?
(Silencio)
José - Mariano, ¿querés un café?
Matilde - Hay mate
José - Ah, mirá, mate, ¿sos de tomar mate?
Matilde - ¿Te gusta el mate?
Mariano - Si
José - Ah, bueno, María, hacele un matecito
Beto - Si, cambiemos de tema
José - Callate la boca. Ahora María te ceba un mate
Beto - Quise sacar un tema y me salió mal
José - Callate. Basta
(María y Mariano hablan en voz baja)
Beto - Secretos en reunión… lara lila lilarón
José - Basta. Matilde, basta
María - No es un secreto, es del mate
Beto - ¿Hacemos ronda de temas?
José - ¡No!
Beto - ¿Por qué?
José - Porque no
María - No, Beto, no hace falta porque ya teníamos un tema de conversación

33

Beto - Si, pero se había agotado, si nos quedamos todos callados. Podemos hacer una ronda
de temas
José - No, no
Beto - ¿Por qué no?
José - Porque no, estábamos hablando
Beto - (a Mariano) Ronda de temas es una tradición familiar, que la dejamos de hacer. Cuando
la gente te habla tratá de mirarla a la cara
José - ¿Eh? Matilde, Matilde. Que la termine
Beto - ¿Querés? Si querés tenés que hacer así con la cabeza
Mariano - Bueno
Beto - Pa, la visita
José - No, te dije que no y es no. La terminás
Matilde - Bueno, una sola ronda
José - Bueno una y la terminan ¿eh? ¿Está claro?
Beto - (a Mariano) Ronda de temas
José - Bueno, empiezo yo. A ver... Mariano: ¿Qué camioneta tenés?
Beto - Error. Descalificado el tema de papá.
José - ¿Por?
María - ¿Por qué?
Beto - Te olvidaste cómo se juega
José - No, le hice una pregunta
Beto - Pero hace mucho que no jugamos
José - ¿Qué tiene que ver?
Beto - Te explico, son dos reglas, una es que es en ronda, pero eso ya lo dice el nombre, y la
otra regla es que nos tiene que interesar a todos. A todos los que estamos en la ronda
José - A mí me interesa, por eso le pregunté
María - ¿A quién no le interesa?
Beto - A María no le interesa
José - ¿Qué sabés si no le interesa? Preguntale
María - Si, si es lindo hablar de la camioneta de Mariano
José - ¿Ves?
Beto - Si, pero lindo no es me interesa. El mundo está lleno de cosas lindas y poco
interesantes
María - Bueno, me interesa ese tema
Beto - No, no vamos a hablar de algo que no te interesa.
Matilde - Bueno, pero para empezar a hablar de algo está bien
Beto - Si, pero ¿no lo escucharon a Mariano?

34

José - ¿Qué?
María - No contó nada, de la camioneta no dijo nada
Beto - Dijo que lo único que vas a manejar son changuitos de supermercado, o a lo sumo el
carrito del bebé, pero ninguna camioneta. (A Mariano) Cuidado, te quiere agarrar la camioneta.
Vos que sos tan… camioneta.
José - Basta
Beto - Bueno, ahora le toca a mi mamá que es una anciana y se puede resbalar con una
criatura. Dale má
Matilde - A ver, esperá que piense
Beto - No, lo tenías que pensar antes, porque es más dinámico, ma.
Matilde - Bueno. Ah sí, cómo subió todo ¿no?
Beto - ¿A dónde? ¿Arriba de la capital?
Matilde - No
María - Los precios dice
Matilde - Eso, los precios
Beto – Pero, mamá, tenés que hablar con lenguaje más técnico, ahora hay un profesional en la
familia, no te va a entender sino
Matilde - ¿Y cómo digo?
Beto - cómo aumentó el costo de vida, cómo subió el precio de la canasta familiar básica
(Matilde repite lo que dice)
María - Está bien, es lo mismo
Beto - Eso es para que sepas cómo hablar con él, pero el tema de mamá también está
descalificado
Matilde - ¿Por qué?
José - Ah, bueno, mirá vos
Beto - Porque a María no le interesa
José - Ah, bueno, ¿vos decidís todo ahora? Ah, mirá que bien
María - Si mama quiere hablar de los precios, yo quiero, ma.
Beto - Bueno, dejá de hablar por mamá y hablá por vos. No vamos a hablar de un tema que no
te interesa, hay reglas
Matilde - A todo el mundo le interesa ese tema
Beto - Bueno, no será de este mundo. Si le van a poner frascos
José - Callate la boca. Matilde
Beto - Si aumentan los precios te pondrá más frascos. La inflación para vos es una cuestión de
frascos ¿entendés?
José - Callate la boca

35

Beto - Para el casamiento de María le podemos regalar un frasco, que seguro le va a dar uso.
Bueno, te lo hago con fichero (empieza a hacer ademanes con ruido como si fuese un fichero)
José - No, no, con fichero no, Matilde decile que no. No, no.
Matilde - Con fichero es que él hace así con el fichero. Y vos le decís “Pará” fuerte, entonces él
saca un tema y se habla de ese tema. “Pará” le tenés que decir
José - Bueno
Mariano - Pará.
José - Listo
Matilde - Más fuerte.
Mariano - Pará
Matilde - Más fuerte
José - Bueno, basta
Mariano - Pará
Matilde - Más fuerte
José - Ya está
Matilde - Si, pero no lo dice más fuerte
Mariano - ¡Pará!
Beto - Me hiciste dar como dos vueltas. Bueno igual ya tengo tema, este sí te va a interesar,
María. Tierra llamando a María ¿Me copia? ¿Me copia? Bueno, el tema seleccionado por
Mariano para ronda de temas es… La infidelidad
José - ¿Eh? Dejate de hablar estupideces. Cerrá la boca
Beto - Papá, no digas así, lo seleccionó él el tema
María - No, no, no, no, no. No vamos a hablar de eso.
Beto - Le estás diciendo indirectamente que es un estúpido.
Matilde - No, no lo eligió él. Lo dijiste vos.
José - No, no seleccionó nada
Beto - Si selecciona estupideces es un estúpido
José - Te callás
María - Beto, no vamos a hablar de ese tema
Beto - ¿Por qué no vamos a hablar de eso?
María - Porque no es un tema para hablar en familia.
Beto - Es uno de los primeros temas para hablar en familia.
José - Ningún primer tema de nada
Matilde - Pero es feo ese tema
Beto - Si, pero por feo no se descalifican, se descalifican por poco interesantes. Y si nos
ponemos así debe ser que a todos nos interesa
María - A mí no me interesa.

36

Matilde - A mí tampoco
Beto - Es más, mi papá y mi mamá van a escribir un libro sobre la infidelidad
José - ¿Qué libro? Dejate de hablar pavadas
Matilde - Es mentira lo que estás diciendo
Beto - Yo les voy a proporcionar alguno de los títulos
María - Mentira
José - Matilde, que la termine
Beto - Escuchame, ¿vos qué pensás de la infidelidad?
José - Matilde
Mariano - Eh, bueno…
Beto - “Bueno”, dijo “bueno”
Matilde - No, no dijo bueno
Mariano - No, no
Beto - Si, dijo bueno, no lo tapes mamá
Matilde - No, no lo tapo
María - No quiso decir eso, no dijo que es bueno
Beto - Si, dijo bueno. Aparte se dice “buena”, porque es femenino. ¿No ves que hablás como
un esquimal?
Mariano - (a María) No quise decir eso, explicale a tu papá
María - (a Mariano) Si, ya sé que no dijiste eso
José - Basta, terminala
Beto - La infidelidad es bueno dijo el esquimal.
José - Matilde, Matilde
Matilde - Beto, no lo dijo con esa intención
Beto - Si es lo que pensás hablémoslo, porque seguramente no va a interesar a todos
María - Quiso decir otra cosa, es una forma de decir
Matilde - Beto, lo dijo con otra intención
Beto - Dejá de taparlo, mamá
Matilde - No lo tapo, él dijo “bueno” e hizo una pausa para empezar a hablar
María - Eso
Matilde - Dijo “bueno” y ahí iba a empezar a hablar.
María - Si, ¿viste cuando decís “bueno” y después decís lo que pensás? “bueno” y después
decís lo que… Decí Marian, decí lo que pensás, decilo ahora
Mariano - Está mal, está mal, el adulterio es un delito.
(Pausa)
María - ¿Está bien así?

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María - (A Mariano al oído) Está enojado conmigo porque yo le dije que se quede en su cuarto,
no es con vos, es conmigo
(Pausa)
Beto - Papá, vas preso
José - Callate la boca ya. Te vas de acá. Te vas adentro en este momento
María - ¿Qué tiene que ver papá?
Beto - Yo te voy a llevar budín marmolado
José - Callate la boca. Matilde, que se vaya ya mismo de acá
Beto - Pero no te enojes. (A Mariano) Escuchame, si lo meten preso a mi papá ¿hacés como
un precio familiar?
María - No tiene nada que ver mi papá con lo que vos estás diciendo
Beto - ¿No tiene nada que ver? Abrí los ojos, María.
María - Yo abro los ojos y papá no tiene nada que ver con lo que estás diciendo. Vos, papá no
tenés nada que ver con lo que está diciendo. Está diciendo cualquier cosa
José - Pero, ya lo sé, por favor. Está diciendo pavadas desde que vino
Beto - Bueno, me voy a tomar mate a la cocina
José - No sé para qué vino
María - Si, andate. Te lo dije desde el principio que te quedes ahí. (A Mariano) Ya está, ya se va
a dormir
José - ¿Para eso lo llamaste? ¿Eh?
Matilde - Bueno, ya está, ya fue
José - Ah, ¿ya está, ya fue? ¿Después del desastre que hizo? ¿Ya fue?
(Beto se va a la cocina y agarra la camisa manchada)
Beto - Igual antes le quería mostrar al señor fiscal las pruebas.
José - No
(José y Matilde corren por la casa persiguiendo a Beto).
Beto - Esta es la camisa que mi papá llevó al trabajo
José - ¡No!
Beto - Pero se la prestó a un compañero de apellido Carretini
María - (A Mariano) Vos quedate acá quieto que no te va a pasar nada
José - ¡Dame la camisa!
Beto - Pero ¿sabés lo que pasa? Que mi papá es Carretini, y mi mamá se llama Alicia
Matilde - Beto, dejá eso
Mariano - abrime la puerta
María - No te vayas por favor
Beto - Y nosotros somos la familia Carretini
José - ¡Dame la camisa! ¡Vení para acá!

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Mariano - No seas estúpida, abrime la puerta ahora


María - Ay, me estás lastimando
Beto - Y yo ya sé quién sos, bienvenido a la familia señor cagador de viejitas
José - ¡Cállate, carajo! ¡Loco mierda!
Matilde - ¡No le pegues!
José - ¡Callate de una vez! ¡No me toques carajo!
Matilde - ¡No le pegues!
José - ¡Te dije que no me toques! ¡Loco de mierda! ¡A ver si te entra en ese cerebro de mierda
que tenés!
Matilde - Dejalo, por favor
José - ¡Te dije que no me toques nunca! ¡No me toques! ¿Entendés? Vení para acá, esta es mi
casa, no es el manicomio. Acá vas a hacer lo que yo te diga, ¿está? Ahora le pedís perdón a
Mariano, ya, ya, ¿eh? ¿eh?
Beto – Perdóname, Mariano.
José - Ahí está. Ahora te vas a la pieza, cerrás la puerta y no la abrís hasta que yo te diga
¿entendido? Andate, andate de acá ya, ya (Beto camina, le pega un cachetazo) ¡Hijo de puta!
Matilde - (Acercándose a Beto, que se asusta) No te voy a hacer nada hijo. No te asustes
María – (Llorando) Si, yo también te quiero decir algo. Y es que si nadie te pregunta, no estés
diciendo todo el tiempo lo que pensás. Porque nadie te preguntó qué era lo que pensabas. Así
que no tenés por qué andar diciendo todo el tiempo lo que pensás. Mirá lo que hiciste. Me
arruinaste un momento que era re lindo.
Beto - ¿Yo puedo hablar? Yo también te quería decir algo papá, y es que si no querés estar
más con mamá se lo digas, y así vamos a ser más felices todos. Y vos María, para mi vos sos
un ángel, ¿sabés? Y me gustaría que al lado tuyo tengas a alguien que por lo menos sea una
persona, así no terminas como mamá. (A Matilde) Me voy a dormir.
Matilde - Yo ahora voy
(Camina en silencio, cuando llega al lado del padre se da vuelta y hace la Z del Zorro)

APAGÓN

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