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Transcripción 1

Preparándose para implementar la estrategia y el control de gestión. Vamos a conversar un poco del proceso de
implantar la estrategia. La implementación de la estrategia, no sólo es función de la alta gerencia, también es un
trabajo de todo el equipo de profesionales de la compañía. La implementación de la estrategia implica convertir
el plan estratégico en acciones y después en resultados. Ésta tiene éxito sólo si la compañía logra sus objetivos
estratégicos y los niveles planteados de rendimiento financiero que dijo que se iban a hacer. Ahora, lo que
contribuye que este proceso sea tan exigente es, primero, la extensa gama de actividades que hay que atender, y
muchas maneras y formas de las cuales se tienen que abordar cada una de esas actividades, además, la habilidad
que se requiere para que se realicen todas las iniciativas y que éstas realmente funcionen y, por último, la
renuencia al cambio que se tiene que superar constantemente. Por otro lado, cada situación de implementación
de la estrategia es tan especial que requiere su propio programa de acción específico. La estrategia se debe
implementar de manera que se ajuste a la situación de la organización, no se puede estandarizar con la
implementación estratégica. Los gerentes deben considerar la naturaleza de la estrategia, es decir, es diferente
implementar la estrategia para convertirse en un productor de bajo costo, como mencionábamos en las cápsulas
anteriores, que implementar una estrategia de diferenciación dirigida, por ejemplo, a obtener una calidad
superior o precios especiales. También, se debe tomar en cuenta la cantidad de cambios estratégicos que se
requiere, es decir, las grandes variaciones con respecto a lo que estamos haciendo, dónde estamos hoy y dónde
queremos estar mañana. Hay algunas tareas principales para prepararse para la implementación estratégica. A
pesar de que cada detalle de la implementación estratégica son específicos, como dije anteriormente, de cada
situación en las organizaciones, se tienen que cubrir ciertas bases administrativas. Es así, como la empresa debe
asegurarse de establecer o restablecer los objetivos de la compañía en un tiempo dado, así como crear políticas,
también motivar a los empleados, asignar recursos que permitan facilitar y ejecutar en forma fácil las estrategias
y, además, determinar controles para poder medir la estrategia. Lo anterior implica impulsar una cultura de
soporte a la implementación estratégica, crear una estructura organizacional que sea eficaz, modificar las
actividades incluso a veces comerciales, preparar presupuestos, elaborar sistemas de control de información,
muy importante, y utilizarlos, así como vincular la compañía a incentivos entre los empleados y los resultados de
la organización. Cuando decimos que vamos a implementar la estrategia, los directivos o gerentes deben
determinar cuáles son las condiciones internas necesarias para realizar con éxito el plan y, además, poder
medirlas. Este proceso incluye una serie de ajustes necesarios, ajustes entre la estrategia y la estructura de la
organización, ajustes entre la estrategia y las capacidades y habilidades que tienen los miembros de la
organización, y la organización misma, ajustes entre la estrategia y los presupuestos, ajustes entre la estrategia y
las políticas, los procedimientos y los sistemas de apoyo internos, ajustes entre la estrategia y la estructura de
control y medición, incentivos y recompensas que tiene la compañía y, por último, ajustes entre la estrategia y la
cultura corporativa. Vamos a repasar cada uno de estos procesos partiendo por el desarrollo de una organización
capaz de ejecutar la estrategia. Como dijimos, la ejecución exitosa de una estrategia depende en gran parte de
una buena organización interna, y de personal competente. El desarrollo de una organización capaz siempre será
una alta prioridad para los miembros de la organización. En la organización existen las siguientes acciones que
son de mucha importancia. Primero, desarrollar en la organización una estructura con roles y responsabilidades
bien definidas que conduzcan la ejecución exitosa de la estrategia. Segundo, verificar que la organización y sus
miembros tengan las habilidades, capacidades, talentos, conocimientos técnicos y capacidades competitivas que
se requieren para ejecutar la estrategia seleccionada. Tercero, seleccionar a la gente adecuada para las posiciones
claves. Es importante hacer notar que la estructura interna de la organización debe ajustarse a la estrategia, y no
la estrategia ajustarse a la estructura, por lo que se deben desarrollar las habilidades y capacidades necesarias en
la organización para lograr esa estructura que se ajusta a la estrategia. Cuarto, desarrollar y realizar la asignación
de presupuestos y recursos con indicadores de medidores específicos que apoyen la estrategia, y se debe
proporcionar personal y presupuesto a los departamentos involucrados que efectúen sus funciones
estratégicamente asignadas. Se debe contar con sistemas internos de apoyo a la implementación tales como
tableros de indicadores, procesos, etc. Sexto, se debe diseñar un sistema de control de gestión y medición
aplicada a la organización, para realizar el control de la implementación estratégica. Un aspecto fundamental de
mencionar, es que a medida que las compañías se expanden de pequeñas empresas de un sólo negocio a fases
estratégicas más complejas, por ejemplo, de integración vertical, expansión geográfica, diversificación en líneas
de negocio, las estructuras de sus organizaciones tienden a evolucionar en la dirección, tanto de personas como
de funciones, debido a las nuevas divisiones. Normalmente, en este caso, estas organizaciones tienden a tener
funciones bastante más descentralizadas, sin embargo, por ejemplo, cuando las compañías tienen un sólo
negocio tienden a tener una estructura funcional mucho más centralizada, lo que afecta en el control de gestión.
Respecto a la adaptación de la estructura de la organización a la estrategia, como mencionamos anteriormente,
existen unas cuantas reglas estrictas y rápidas para diseñar una estructura de la organización que apoye la
estrategia. La organización interna de cada compañía es como, hasta cierto punto, el resultado de muchas
decisiones de la organización y circunstancias históricas. Además, todas las estrategias se basan en su propio
conjunto de factores claves de éxito y sus tareas cruciales. Sin embargo, el único imperativo es diseñar la
estructura interna de la organización alrededor de los factores claves de éxito, y de las tareas cruciales que sean
inherentes a la estrategia de la compañía. El desarrollo de las capacidades fundamentales es tremendamente
importante, y una buena relación entre estructura y la estrategia es una faceta clave de la capacidad
organizacional. Sin embargo, una preocupación igualmente dominante en cuanto a la construcción de la
organización, es proporcionar a la estructura el personal adecuado, con el talento requerido, capacidades
especializadas, experiencia técnica y sobre todo dirigir al personal de manera tal que la compañía obtenga una
ventaja sobre los rivales en realización de una o más actividades que son importantes. Por ejemplo, sabemos que
la ejecución de la estrategia es esencial en situaciones en que los rivales tienen estrategias muy parecidas, y
pueden imitar con facilidad las maniobras estratégicas. Una de las maneras de funcionar mejor que ellos es
desarrollar capacidades fundamentales y habilidades de la organización que sus rivales no pueden igualar y no
tienen. Esta es la razón por la cual una de las tareas más importantes de la alta gerencia en la implementación
estratégica, es dirigir el desarrollo de capacidades fundamentales en forma que sean cooperativamente
importantes en toda la organización. Sin embargo, lamentablemente las capacidades fundamentales no aparecen
de forma natural, tienen que desarrollarse de manera deliberada y fomentarse con mucho cuidado. Para que
surjan capacidades fundamentales a partir de las acciones para el desarrollo de la organización, los
implementadores, ejecutivos y ejecutores de la estrategia tienen que crear una masa crítica de habilidades y
capacidades técnicas en cada unidad o subunidad, donde el rendimiento superior de las tareas estratégicas
cruciales, puede traducirse obviamente en mayor éxito estratégico. Por lo general esto implica: 1. Asignar
presupuestos operativos superiores al promedio, a las tareas y actividades cruciales de la compañía, lo que son
las actividades críticas. 2. Ver que estas tareas cuenten con personal poseedor de un gran talento gerencial y
técnico, o liderazgo. 3. Insistir en las altas normas para efectuar estas tareas y actividades con el apoyo de una
política de incentivos, donde se obtengan resultados sobresalientes.

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Otro punto mencionado es la selección de personas para los puestos claves. La tarea de implementación
estratégica, como dijimos, es la creación de un equipo capaz de gerenciar y ser capaz de obtener resultados. La
compañía, por tanto, debe decidir qué tipo de personas y equipo gerencial necesita para que la estrategia
funcione, así es como debe encontrar a las personas adecuadas para ocupar cada puesto. En situaciones de
cambio de posiciones y de crecimiento rápido, y cuando la compañía no cuenta con el tipo necesario de
capacidades gerenciales, un enfoque bastante común para construir las organizaciones es contratar personas que
vienen de afuera en los puestos gerenciales claves. Muchas veces no funciona cuando la empresa es
extremadamente tecnológica o tiene conocimientos muy específicos. Otro tema importante, es el establecer un
presupuesto que apoye la estrategia. Para que el proceso de implementación de la estrategia no se desvíe, los
ejecutivos deben participar en el proceso de elaboración del presupuesto. El implementador de la estrategia, no
sólo debe supervisar qué tiene y cuánto tiene, sino que también, se debe preocupar por obtener el mayor valor
por cada peso que está obteniendo. Los implementadores exitosos de una estratégica son buenos para distribuir
recursos, es así como alguna empresa, por ejemplo, puede difundir ideas de investigación y desarrollo en áreas
que son comercialmente viables. Muchas veces las gerencias generales quitan recursos para ciertos
departamentos y los reasignan en otros. Por lo general, una afinación precisa de la estrategia incluye la
redistribución y extrapolación de los recursos, cada vez son necesarios los grandes movimientos de personas,
dinero, en una y otra área dependiendo si es crítica o no es crítica. Otro tema importante, es la instalación de
sistemas internos de apoyo administrativo. Una tarea clave en la implementación estratégica, consiste en instalar
sistemas internos de apoyo administrativo, que sostengan y soporten las necesidades de la estrategia. Los puntos
específicos acá son: políticas y procedimientos que faciliten la estrategia que se debe establecer, mejora de
capacidad de la organización por medio de la instalación de sistemas administrativos de controles y de procesos,
y establecer correcta y oportunamente la información crucial para la compañía. También, no es menos cierto,
que se debe buscar los incentivos que relacionen estrechamente con los objetivos de la compañía. Dentro de
todos los procesos de ejecución de un plan estratégico, estos conceptos permiten a la organización incrementar
las capacidades para asegurar que la estrategia de la organización sea traducida en un conjunto de objetivos y
acciones en toda la organización, vincular y sincronizar o alinear los esfuerzos de los distintos procesos por el
logro de resultados estratégicos de cada uno y de cada persona, de la organización y las personas, y alinear los
objetivos y acciones personales con los de la organización. Por último, está la evaluación de la estrategia.
Aunque el proceso de evaluación estratégica es complejo, ya que ejerce demasiado énfasis en el resultado, su
efecto puede ser contrario, debido a que sabemos que a nadie le gusta ser evaluado en forma estricta, pero la
literatura nos menciona que contrariamente a lo que pensamos la falta de evaluación y medición en general
ocasiona peores problemas, por lo que podemos decir que la aplicación adecuada de la evaluación estratégica,
control estratégico, garantiza el cumplimiento de las metas y objetivos propuestos. En general un proceso de
evaluación estratégica está compuesto por tres pasos fundamentales: análisis y medición de los factores internos
y externos que sustentan la estrategia considerada, medición del desempeño organizativo, realización de las
acciones correctivas. Por último, debemos mencionar la importancia en la medición en las gestiones y la
evaluación de las estrategias empresariales. La medición de la gestión o el control de gestión, son las
herramientas fundamentales para que la empresa pueda obtener productos y servicios con una eficiencia
significativa. En general, la bibliografía es unánime al plantear que existen cuatro criterios comúnmente
utilizados en la evaluación de estrategias empresariales: la eficiencia, la cual se refiere al uso de los recursos o
cumplimiento de las actividades en dos acepciones, la primera, con relación a la cantidad de recursos utilizados y
la cantidad de recursos que se había estimado y, la segunda, como grado en el que se aprovechan los recursos
utilizados transformándolos en productos. Después la efectividad, es la relación entre los resultados y los
resultados propuestos. Y, por último, la eficacia, que valora el impacto del producto o servicio prestado. No
basta con producir con un 100% de efectividad el servicio o producto fijado, tanto en cantidad o calidad, sino
que es necesario que el mismo sea el adecuado, aquel que logrará realmente satisfacer al cliente impactará en el
mercado. La medición en la gestión y evaluación de estrategias empresariales tiene mucho que ver con el control
de gestión. El control, es una función administrativa que asegura que los hechos concuerden con los planes.
Muchos autores lo definen como la filosofía de la anticipación y de la terapia en la prevención. Así, se puede
decir que la medición, dentro del contexto de control, tiene los siguientes fines: 1. Informar, en el fondo
transmitir y comunicar la información necesaria para la toma de decisiones. 2. Coordinar, encaminar todas las
actividades en forma eficaz y en consecuencia con los objetivos. 3. Evaluar, la consecución de metas objetivos se
logra gracias a las personas, y su valoración es la que pone de manifiesto la satisfacción de los logros y, por
último, y muy importante, es motivar, el impulso y la ayuda a todo responsable es de capital importancia para la
consecución de los objetivos. La medición y el control de gestión están estrechamente vinculadas a la
planificación y el establecimiento de objetivos. Como veremos más adelante en el curso de control de gestión, un
sistema de control debería medir decisiones correctas, por lo que es importante que los objetivos establecidos en
todo este proceso estratégico de planificación, sean relevantes para el propósito de la empresa. 

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